Cómo
Construir una Candidatura:
Recomendaciones
y Estrategias para Ser
Postulado
a un Cargo de Elección Popular
Andrés Valdez Zepeda
Delia Amparo Huerta Franco
Miguel Flores Zepeda
Profesores de la Universidad de
Guadalajara
RESUMEN
El presente artìculo, construye el
perfil de un posible candidato polìtico, y plantea las circunstancias en la que
se debe construir una imàgen adecuada, recurriendo a estrategias profesionales
de marketing polìtico.
ABSTRACT
This article builds the profile of a
possible political candidate, and outlines the circumstances in which an
adequate image must be built, resorting to professional political marketing
strategies.
I. Introducción
Ser
candidato (a) a un puesto de elección popular, en una sociedad democrática,
implica lograr cierto reconocimiento social, además de tener una magnifica
oportunidad de servir a la comunidad y lograr un espacio para desarrollar una
carrera profesional exitosa en la administración pública, la política y el
gobierno. Para alcanzar tal nominación en un medio muy competido, como lo es la
política, no sólo se requiere “tener suerte” (fortuna), sino, fundamentalmente,
el poseer la virtud y las habilidades necesarias para lograr los consensos
requeridos que sustentan a toda postulación exitosa. Esto implica, el trabajar
arduamente en la construcción de la candidatura tomando en cuenta tiempos,
formas, circunstancias y coyunturas políticas.
En política, no es lo mismo optar,
que caer. Optar implica la capacidad de decidir libremente el ser el candidato,
entre una variedad de opciones, y, ocasionalmente, el ocupar un puesto de
elección popular, mismo que se debe ejercer con profesionalismo y sobrada
capacidad. Por su parte, el caer implica que el destino o las circunstancias te
llevaron por el sendero de la candidatura, pero sin mediar una preparación o
capacitación previa para el ejercicio del cargo. El optar implica un compromiso
y una responsabilidad. El caer implica una aventura.
De
hecho, muchas de las nominaciones que hacen algunos partidos políticos de
candidatos a diferentes puestos de elección popular, se ajustan más al modelo
de “caer,” que al modelo de “optar.” Sin embargo, las consecuencias están a la
vista de todos. Quién opta, generalmente, logra alcanzar su objetivo y recorre
un camino ascendente. Quién cae, se ve atrapado por una serie de hechos
improvisos y circunstancias desconocidas. De ahí, la importancia mejor de optar
premeditadamente, que el caer accidentalmente en una candidatura.
El
presente escrito relata los pasos que hay que seguir y los preparativos que hay
que hacer para construir y optar por una candidatura exitosa a un puesto de
elección popular en una sociedad políticamente competida. Se parte de la idea
de que las candidaturas no nacen, sino que se hacen, se construyen y edifican
con creatividad, astucia y trabajo.
II. Tipo de candidaturas
Para iniciar, abordaremos algunos
aspectos conceptuales sobre el tipo de candidaturas que existen y la forma como
se determinan y nominan éstas ante los organismos electorales.
De entrada, es importante señalar
que en el sistema electoral mixto, como es el caso del sistema que prevalece en
muchos países de América Latina, existen dos tipos de candidaturas para
integrar algunos poderes públicos, como el caso del poder legislativo: Los
candidatos por el principio de mayoría relativa y los candidatos por el
principio de representación proporcional. Ambos son postulados y registrados
ante la autoridad electoral por los partidos, aunque son seleccionados bajo
procedimientos distintos.
Por
un lado, los candidatos por el principio de representación proporcional son
seleccionados, generalmente, por los partidos entre los cuadros, militantes y
dirigentes partidistas más destacados o con mayor número de años de militancia,
pasando por la aprobación de sus órganos directivos. Sólo en raras ocasiones,
estos espacios se otorgan a ciudadanos sin partido, quienes por su trayectoria,
trabajo y reconocimiento social, se hacen merecedores de la invitación de un
instituto político para ser postulado a un cargo de elección popular por el
principio de representación proporcional. Por el otro lado, los candidatos por
el principio de mayoría relativa son postulados por el partido entre sus
militantes, generalmente, después de haber ganado un proceso de selección
interna.
De
igual forma, en muchos paises de Latinoamerica exite la posibilidad de ser
postulado como candidato a un puesto de elección popular a través de los
partidos políticos legalmente constituidos y/o a través de candidaturas
independientes a los partidos políticos, también llamadas candidaturas
ciudadanas.
Una vez hechas estas precisiones
iniciales, a continuación, en este apartado se enlistan las 22 ideas más
importantes que todo político debe tomar en cuenta para ser postulado a un
cargo de elección popular, sea bajo el principio de representación proporcional
o bajo el principio de mayoría relativa.
- Milita en un partido
De
acuerdo con la legislación electoral de varios países, todos los ciudadanos,
por el hecho de serlo, tienen el derecho de elegir y ser electos para ocupar
algún cargo de elección popular. Sin embargo, la misma legislación señala que
la postulación para competir por dichos cargos se hace a través de los partidos
políticos, por lo que un primer paso que se debe hacer es acercarse a algún
partido, llenar una forma de afiliación y cumplir con las obligaciones que los
propios estatutos de las formaciones partidistas establecen, como lo es, por
ejemplo, el dar el apoyo económico para su sostenimiento y la participación en
los trabajos y acciones proselitistas que desarrollen, entre otras.
Nadie que no milite o esté lejano a
un partido político tiene posibilidades reales de ser postulado a un puesto de
elección popular, a no ser que sea un personaje muy relevante o que el partido
que lo postule sólo tenga una presencia marginal. De ahí la importancia de
acercarse a los partidos políticos, entrar en comunicación con sus dirigentes y
empezar a hacer méritos y carrera en la organización.
- Explota la “crisis de imagen” de
los partidos políticos y la política tradicional.
En el caso de México, la legislación
electoral establece el derecho de los ciudadanos a acceder al puesto de
representación pública a través de las candidaturas indepedientes o
candidaturas ciudadanas. Si el caso es que quieres participar por la via de la
candidatura independiente, es muy importante conformar un equipo de apoyo,
prepararte física y emocionalmente para la competencia y, sobre todo, buscar un
mensaje que conecte con los electores y toque sus cuerdas sensibles.
Para lograr éxito en las campañas,
también es importante difererenciarse de los candidatos tradicionales y
explotar la crisis de credibilidad y confianza que sufren la mayoría de los
partidos políticos en el mundo. Mover a los electores a partir del
resentimiento y los agravios que tradicinalmente generan los partidos políticos
y sus candidato, así como la política tradicional es una de las estrategias más
rentables, politicamente hablando, en los tiempos modernos.
- Construye consensos
Una vez que te has
afiliado a un instituto político es necesario iniciar el trabajo para construir
consensos a tu favor al interior de la organización. Construir consensos
implica, por un lado, el realizar un amplio trabajo a favor de la institución y
sus causas, así como el mostrar capacidad y responsabilidad en las tareas que
se le encomiendan y, por el otro, lograr la aceptación y respaldo de los demás
militantes, evitando polarizar y confrontar innecesariamente con corrientes
internas, grupos de interés o dirigentes partidistas.
De hecho, quién tiene
más posibilidades de ser postulado a un puesto de elección popular es quién
unifica voluntades, quién agrupa apoyos y opiniones favorables de distintas
corrientes de opinión y de dirigentes partidistas y quién suma intereses. Por
su parte, quién tiene menos posibilidades de lograr la postulación son aquellos
individuos que polarizan, dividen y confrontan al interior de la
organización.
- Date a conocer
Una
máxima de la estrategia electoral señala que “un político que no es conocido,
no es un buen político.” De ahí que una de las primeras actividades que debes
realizar es darte a conocer, que hablen de ti, no importa en un principio, que
es lo que digan, pero que digan algo. Por ello, es necesario involucrarte en
las actividades, tareas y comisiones del partido para que tus camaradas y la
misma sociedad sepan que existes y que realizas trabajos importantes para la
organización.
Para
cumplir con el objetivo de ser conocido y lograr una mayor visibilidad política
debes usar las redes sociales y los medios de comunicación, vía entrevistas,
editoriales, artículos o participación en programas políticos, entre otras.
Aquí la idea, es que uses los espacios disponibles para alcanzar el objetivo:
que te conozcan, que hablen de ti, ya que sino te conocen no eres una opción a
elegir.
Para
aquellos militantes que no tengan acceso a los medios de comunicación masiva,
pueden echar mano de las gacetas, boletines internos, revistas, periódicos
murales, páginas de Internet, acudir y participar en asambleas, convenciones y
todo tipo de reuniones amplias del partido en la que acuden muchos militantes,
para darte a conocer. Recuerda, tu objetivo estratégico, es ser conocido; el
medio, la circunstancia lo define.
- Ser reconocido
En
política, no basta sólo con ser conocido por los militantes de un partido y por
la sociedad. Lo más importante, es también ser reconocido. Reconocido por el
trabajo realizado, reconocido por la congruencia en las acciones, reconocido
por la disciplina con el partido, reconocido por el talento y capacidad,
reconocido por su compromiso político y por su sensibilidad con las mejores
causas de la sociedad.
Un político que es conocido y
reconocido por la militancia y por la sociedad tiene amplias posibilidades no
sólo de ser postulado a un cargo de elección popular, sino de ganar la
elección. Por el contrario, un político que no se le reconoce el trabajo, la
militancia y el talento difícilmente ganará la postulación y muy seguramente
perderá la elección.
5. Involúcrate en actividades
comunitarias
Una persona que se involucra en
actividades comunitarias y se entrega al trabajo social tiene mucho más
oportunidades de alcanzar la candidatura que aquélla que no hace algo. De
hecho, muchos de los políticos actuales iniciaron su participación pública en
organizaciones de vecinos, movimientos cívicos, organizaciones gremiales y
movimientos comunitarios. Su participación les permitió una mayor visibilidad
social, les dio experiencia y capacidad de dirección de grupos y generó la
confianza social necesaria y el respaldo para poder ocupar un cargo de elección
popular.
El involucramiento en actividades
comunitarias requiere hacerse de manera permanente, no sólo durante las
coyunturas electorales. Hay miles de cosas que puedes hacer y cientos de
espacios que puedes ocupar a favor de tu comunidad. Desde organizaciones
barriales, deportivas, culturales, religiosas, cívicas y ecológicas, pasando
por toda una serie de comités consultivos y organizaciones no gubernamentales,
hasta instancias partidistas como comités seccionales, municipales o
distritales, así como “células” políticas, círculos de estudio, cafés
socráticos, etc. Lo importante es que te comprometas y te involucres en el
trabajo comunitario, que será un muy buen antecedente previo a cualesquier
postulación a un puesto de elección popular.
- Construye capital político
Para
erigir una candidatura exitosa, es importante construir un capital político. De
hecho, la política siempre debe ser considerada como una actividad de
edificación, de tejer, poco a poco, una red de relaciones, amistades, acuerdos
y compromisos políticos. Esta actividad de construcción requiere ser permanente,
intensa e inteligente, conociendo cuáles son los personajes y los sectores
estratégicos con los que siempre hay que cultivar una muy buena relación.
El construir un capital político
implica, además, el evitar los excesos, el tejer alianzas políticas duraderas y
saber honrar los acuerdos. En una sociedad democrática, construir capital
implica, también, el generar una estructura política, el ser incluyente y
formar cuadros (grupo) que ayuden a la construcción de consensos y el impulso
de la candidatura.
Ningún individuo puede ser exitoso
si no ha construido el capital político necesario o, si habiéndolo construido
en el pasado, lo ha dilapidado con rapidez a través de una serie de acciones,
actitudes y posiciones desafortunadas.
- Perseverancia
Construir
una candidatura exitosa, no es fácil y no siempre se logra en el primer
intento. En la política, se requiere ser persistente, pero siempre con
moderación, ya que de otra forma se puede generar la imagen de un político
adicto o enfermo de poder. Por ello, es necesario persistir sólo cuando existan
las condiciones y la coyuntura favorable para lanzar la candidatura, ya que, de
lo contrario, sólo se participará en una aventura que puede destruir el poco o
mucho capital político que hayas construido.
Persistir
en el intento implica revisar errores del pasado, reconsiderar posicionamientos
políticos, enmendar caminos y reconstruir alianzas estratégicas. Sin embargo,
debes ser cuidadoso en los cambios que realices, de tal forma que no parezcas
incoherente, desesperado o veleidoso. De hecho, muchos de los grandes
estadistas y gobernantes distinguidos del orbe, no siempre lograron construir
una candidatura exitosa desde el primer momento. Tal fue el caso del actual
presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula de Silva, quién después de cuatro
diferentes intentos, por fin logró su objetivo de alcanzar la máxima
magistratura del país en el año 2002. No obstante, los cambios que hizo en su
imagen, en el tipo de aliados y en su discurso, no fue un cambio radical, sino
más bien moderado.
- Construye imagen
En política, la imagen es la
realidad; es lo que la gente percibe, no lo que el político es. La imagen juega
un papel muy importante en la construcción de una candidatura. De hecho, la
gente vota y apoya imágenes, más que propuestas o proyectos ideológicos. Por
ello, un buen consejo es que todo gran político se preocupe y ocupe por
construir y conservar una buena imagen.
Para ello, es necesario cuidar desde
los posicionamientos políticos, las relaciones, la participación, así como la
vestimenta, el aseo personal, la postura física, la forma de hablar, la manera
de caminar y todos los grandes y pequeños detalles que implican ser percibido
adecuadamente por los demás. Recuerda, los excesos destruyen imagen, por lo que
siempre debes evitarlos.
La
buena imagen es un factor importante para conseguir una candidatura, sea ésta
por el principio de mayoría relativa o por el principio de representación
proporcional, en la medida que la imagen está relacionada muy cercanamente con
dos variables medulares de las democracias modernas: la rentabilidad electoral
y la popularidad política.
9. Muestre una actitud positiva y
propositiva
Para poder conseguir una postulación
a un puesto de elección popular son muy importantes tus actitudes y aptitudes
que muestres y tengas en relación a la política y hacia la vida, en general. La
gente valora más las actitud positivas, propositivas y optimistas de los
lideres, por encima de las actitudes negativas, de critica destructiva y de
confrontación innecesaria.
Un
individuo con una actitud positiva genera confianza, entusiasmo y motivación
hacia los demás. Por el contrario, una actitud negativa siempre genera
sospecha, recelo y desmotivación. Las personas propositivas, también, son
generalmente bien vistas por los demás, al reconocérsele su espíritu
constructivo, su voluntad positiva y su aliento por el progreso.
Por tal motivo, para erigir una
candidatura exitosa muéstrate siempre constructivo más que destructivo, propositivo
más que crítico, o crítico, pero con un perfil constructivo. De igual forma, la
aptitud es muy importante. Esto implica, el saber hacer algo, el ser competente
en alguna área específica y el poder trascender producto de tus capacidades y
logros.
10.Toma en cuenta los “factores
de poder”
Una candidatura no puede ser exitosa
si no se “corren” las atenciones necesarias a los principales actores políticos
y si no se toman en cuenta los factores de poder. Estos factores pueden ser
desde las corrientes internas, los grupos y sectores del partido, en lo
específico, hasta los factores locales, nacionales e internacionales, que
inciden en una determinada elección.
Las
corrientes internas y grupos interpartidistas influyen en la toma de decisiones
de la organización. Los factores locales, como son los grupos de interés
(comerciantes, sindicatos, universidades, prensa, empresarios, etc.) influyen,
también, en las posibilidades de éxito de tu candidatura. En el mismo sentido,
los factores nacionales e internacionales afectan la voluntad del electorado y
predeterminan, de cierta forma, el perfil del político que tiene más
posibilidades de ser exitoso. Si aunado a la credibilidad y liderazgo que
ejerce tu persona, sumamos el apoyo de los denominados “factores de poder”, la
candidatura será mucho más segura.
11. Define un mensaje
Todo político que desee ser
candidato a un puesto de elección popular requiere tener un mensaje coherente,
atractivo y bien estructurado para persuadir a quienes tomarán las decisiones
sobre la viabilidad de su candidatura. El mensaje debe contener las razones
suficientes, claras y persuasivas para que las personas que deciden, (sean los
dirigentes de la organización, los militantes del partido o los electores), se
vean motivadas a decidir a favor de tu persona.
El mensaje debe llegar a todos y
tratar de posicionarse en la mente de los tomadores de decisiones antes que los
demás. Para ello, se debe utilizar cualesquiera de los medios disponibles, sean
electrónicos, personales o documentales para hacer llegar el mensaje. Dentro
del mensaje se encuentra la apuesta programática principal de la candidatura,
la cual puede ser por los pobres, los más necesitados, la ecología, la
honradez, la eficiencia, el desarrollo integral o la democracia, entre otros.
Es decir, todo candidato debe tener una apuesta política. Esta puede abordar
una temática sectorial o integral.
Dentro
del mensaje se necesita tener claridad sobre las siguientes preguntas. ¿por qué
quiero ser candidato? ¿cuáles son las razones más importantes que daré a los
demás para que depositen la confianza en mi persona? ¿qué quiero lograr con la
candidatura? ¿para qué quiero el poder? Si tienes claridad en estos
cuestionamientos y se dan las respuestas acertadas, más posibilidades existen
de ser persuasivo y lograr el objetivo que se busca.
13.
Forma
equipo y teje alianzas
Para
lograr una candidatura exitosa debes formar un equipo de trabajo, tomando en
cuenta el merito, talento, capacidad y habilidades para establecer relaciones
políticas duraderas. Este equipo debe ser motivado continuamente y capacitado
para desempeñar mejor sus labores. Requieres, además, delegar tareas a los
demás y exigir resultados concretos.
A
partir del equipo de trabajo debes tejer una serie de relaciones políticas y
afectivas con grupos, personajes, sectores sociales y lideres de movimientos
sociales y organizaciones gremiales. Recuerda, la política es un “deporte” que
se práctica en equipo, de saber hacer y trabajar en grupo y de tejer alianzas,
acuerdos y compromisos políticos.
14.
Ten
objetivos de persuasión
Para
asegurar una candidatura exitosa, se tiene que tener claridad de cuál es la
objetivo electoral que se busca, quién decide sobre la candidatura y donde se
encuentra la coalición electoral que la aprobará. Es decir, toda candidatura
exitosa focaliza y direcciona el esfuerzo político para alcanzar el objetivo
buscado.
Si
quién decide son los militantes de un partido, lo primero que se tiene que
ganar es su voluntad. Si son los directivos, se tiene que buscar, por
diferentes medios, persuadirlos y convencerlos sobre la conveniencia de tu
postulación. Si son los delegados partidistas quienes deciden, se tiene que
realizar una campaña intensa de persuasión y proselitismo político dirigida a este
sector.
La
idea central que debes transmitir, para aumentar las posibilidades de
concreción de una candidatura, es hacer creer a los demás, de forma
convincente, que tu aseguras el éxito, el bienestar y el futuro de todos los
demás o, al menos, de los que te apoyan para ser postulado a un cargo de
elección popular. En este sentido, tu lema central de precampaña puede ser
“Garantía de futuro,” “Seguridad de triunfo,” o “Éxito seguro,” por poner
algunos ejemplos.
15.
Muestra
determinación y firmeza
Para
ser exitoso en la lucha por una candidatura es necesario tener y mostrar
determinación en los objetivos que te propones y firmeza en las decisiones que
tomes. Un individuo indeciso y vacilante crea desconfianza. Por su parte, un
individuo seguro y claro en sus propósitos genera seguidores. De ahí, que como
buscador de una candidatura debes evitar las indecisiones, los titubeos y
vacilaciones.
Ser
firme implica persistencia en tu lucha, madurez para afrontar adversidades,
determinación para debatir con sus adversarios ideas y proyectos, seguridad
para avanzar y sensibilidad para entender las coyunturas presentes. De ninguna
manera, ser firme significa ser intolerante, intransigente, cuadrado o
sectario. Al contrario, ser firme implica adaptarse a las circunstancias y
momentos, pero sin perder de vista el objetivo central: el poder
16. Muestra experiencia y capacidad
Un
partido serio no postulará sólo a un candidato (a) por su popularidad, sino
está cierto también de su capacidad para en el desempeño en el cargo. De hecho,
la mayoría de las formaciones partidistas modernas valoran cinco variables en
la determinación y apoyo de las candidaturas.
En
primer lugar, la rentabilidad electoral. Esto es, la capacidad de generar votos
y poder ganar una elección. En segundo lugar, la capacidad de tener un gobierno
de resultados. Es decir, la habilidad de gobernar bajo los principios de
eficiencia, responsabilidad y honradez. En tercer lugar, la gobernabilidad
interna de la institución. Esto es, evitar fracturas, divisiones y
confrontaciones mayores al interior del partido producto de la postulación al
cargo de elección popular. En cuarto lugar, la baja vulnerabilidad del
candidato (a) postulado. Es decir, candidatos sin antecededentes penales, ni
escándalos ni problemas mayores. Finalmente, la seguridad de inversión de
recursos (económicos, humanos, materiales y tiempo) en la futura campaña.
Sobre
este último punto, es necesario tener claridad de que para asegurar una
candidatura exitosa se requiere recursos económicos suficientes para financiar
las actividades de precampaña, ya que como dijo Carlos Hang González “un
político pobre, es un pobre político.” Adicionalmente, se requiere formar un
equipo talentoso de trabajo que te ayude a consolidar el proyecto de candidatura.
Un
individuo con capacidad y experiencia tiene muchas más posibilidades de éxito
tanto en obtener la candidatura como en ganar la elección, que aquellos
individuos inexpertos e incapaces para enfrentar los retos y desafíos que
implica una contienda política. Sin embargo, no hay que confundir capacidad y
experiencia con mañas, vicios y perversiones negativas ligadas a la edad y al
pasado.
17.Ten en cuenta el perfil ideal del
candidato
Para
asegurar construir una candidatura exitosa debes poner atención en el perfil
ideal del candidato triunfador. En general, un buen candidato reúne las
siguientes cualidades: Carismático, laborioso, político incluyente, estratega,
analítico, negociador o conciliador, con visión a futuro, sociable y de trato
afable. Por su parte, el perfil de un candidato fracasado es quién da un trato
árido a los demás, quién es proclive al conflicto, irresponsable, excluyente,
estepario y dogmático.
El perfil del candidato requiere
adecuarse a las circunstancias que se esté viviendo, de tal forma que si el
problema es, por ejemplo, un incremento en la criminalidad y en los índices de
delincuencia en una determinada circunscripción electoral, lo que se requiere
es un candidato de mano firme, que sea capaz, una vez en el gobierno, de tomar
las decisiones necesarias, sean éstas difíciles o no, para reducir la
inseguridad pública y la delincuencia.
18. Apóyate en los medios de
comunicación y en las redes sociales
Construir
una candidatura exitosa requiere el apoyo de los medios de comunicación y las
redes sociales. En las sociedades modernas, las campañas han adquirido un
perfil mediático, donde los medios de comunicación, principalmente
electrónicos, y las redes sociales juegan un papel muy importante. De ahí, la
necesidad de construir una buena relación con los representantes de los medios
de comunicación, una mayor visibilidad social en redes y lograr, de está
manera, un posicionamiento adecuado para alcanzar los propósitos buscados.
Un acierto, por ejemplo, de Andrés
Manuel López Obrador, fue ofrecer una rueda de prensa matutina diariamente para
dar a conocer sus informes, puntos de vista, opiniones, avances y respuestas a
las inquietudes y preguntas de los representantes de los medios de
comunicación. De esta forma, el “pejelagarto,” como se le conoce al ex Jefe de
Gobierno del Distrito Federal (DF) y actual presidente de la república, está
diariamente presente en los noticieros de radio, televisión, periódicos y
revistas de presencia no sólo local (DF), sino nacional. Así, logró ser
conocido y reconocido por la gente, lo que, electoralmente hablando, representó
una ventaja enorme respecto de otros aspirantes presidenciales en el 2018.
Recuerda siempre que los medios y
las redes crean un clima de opinión favorable a tu candidatura e influyen en
moldear la mente de los electores y la opinión pública.
19.
Prepárate
como candidato
Para
construir una candidatura exitosa debe haber siempre una preparación
exhaustiva. Las áreas que deben ser siempre atendidas son la dirección de
grupos, toma de decisiones, negociación y solución de conflictos, comunicación
política, argumentación, construcción de consensos, administración pública y
mercadotecnia política.
El
tener un soporte académico sólido influye en generar la confianza para poder
obtener la candidatura, ya que las credenciales educativas y la preparación
profesional siempre son apreciadas por la gente. La preparación para lograr la
candidatura incluye el tener también el apoyo y respaldo de tu familia, así
como el arreglar los asuntos y permisos de trabajo, si fuera necesario.
20.
“Vende”
y comunica
La
política es comunicación y venta. Un político que no sabe comunicarse y no
puede “vender” es un mal político. En política se “venden” ideas, proyectos,
propuestas, esperanzas y personajes, entre otras cosas. Se comunican, además,
resultados, logros, indicaciones, posturas ideológicas y posicionamientos
políticos. De cierta manera, el arte de la política está relacionado con el
arte de la comunicación y persuasión.
No
es posible hablar de política sin comunicación y no es posible hablar de éxito
en una candidatura si no hay capacidad de poder vender y posicionarse en el
mercado. En este sentido, todo aspirante a un puesto de elección popular
requiere entrenarse en el arte de la oratoria, la argumentación y la persuasión
política utilizando técnicas de neurolinguistica, propaganda persuasiva y
psicología política.
- Desempeño en la función pública
Si tuviste la oportunidad de dirigir
una dependencia pública, partido, u oficina de gobierno, la calidad y magnitud
del trabajo realizado y la construcción de redes de relaciones sociales que
hayas efectuado te servirán como llave para afianzar una futura candidatura a
un nuevo puesto de elección popular. De hecho, un trabajo bien realizado en la
función pública en el pasado siempre será una buena carta de presentación en el
futuro.
Realizar obra pública trascendente,
ser y parecer eficiente y honrado, gobernar con responsabilidad, “ganar el
corazón de la gente” y, sobre todo, solucionar los principales problemas que
aquejan a la población son los mejores activos que se puede construir, de cara
a la edificación de una nueva candidatura.
III.
Comentarios finales
La
política depende, de cierta manera, de la virtud y la fortuna. Si eres
afortunado en la política, aporta y cultiva tu virtud para ser más exitoso.
Para ganar una postulación a un puesto de elección popular, se requiere ser
competitivo, adiestrarte en el arte de la política, lo que implica, entre otras
cosas, un dominio de las técnicas de comunicación y persuasión.
La virtud de un político tiene que
ver además con la capacidad de hacer y cultivar relaciones duraderas, evitar
escándalos y trabajar persistentemente. Recuerda en la política no hay horarios
ni de entrada ni de salida, ni días feriados o de descanso.
Las candidaturas, en la época
democrática, son oportunidades escasas y muy competidas para poder ocupar algún
espacio de representación pública. No sólo está el poder y la fama detrás de
todo esto, sino toda una serie de beneficios ligados al mismo, como puede ser
el salario decoroso que perciben los políticos y altos funcionarios
gubernamentales, el reconocimiento social, la oportunidad de servir a los
demás y, sobre todo, el sentido de logro y la satisfacción personal por ser
electo para representar a una determinada comunidad. Sin embargo, estas
candidaturas no llegan solas, sino que se tienen que buscar, se tienen que
construir y, algunas veces, imponer.
Por ejemplo, Vicente Fox Quesada
tuvo la capacidad de “imponer” su candidatura a la nomenclatura de su partido
(PAN), debido a la inercia y movimiento electoral a su favor que pudo construir
durante la precampaña. Todo esto, a pesar de que en las altas cúpulas panistas,
Fox no era uno de los precandidatos favoritos. Luis Ignacio Lula da Silva en
Brasil logró su triunfo electoral despues de años de trabajar para construir
una candidatura exitosa. Muchos militantes de los partidos saben que los
tiempos de imposición de candidatos ya son sólo parte de la historia política
de México. Ahora, se requiere construir los consensos necesarios, el liderazgo
y reconocimiento social y trabajar duro para poder aspirar a ocupar una
candidatura.
Todos ellos han optado, unos en el
pasado otros en el presente, por una candidatura y todos ellos están, de una u
otra forma, tomando en cuenta las veinte recomendaciones aquí señaladas. Si tu
quieres avanzar, no debes dejar de lado lo aquí apuntado. Recuerda, la política
es el arte de hacer posible, lo deseable.