RESEÑA
En el presente artículo, se estudia cómo
debe ser la comunicación gubernamental en crisis pandémicas, y más
precisamente, como tema de actualidad, el paso tenebroso del COVID 19 que causa
estragos en la humanidad.
ABSTRACT
In this article, we study how government
communication should be in pandemic crises, and more precisely, as a current
topic, the dark passage of COVID 19 that wreaks havoc on humanity.
Decálogo de la Comunicación
Gubernamental
en Contextos de Crisis Epidemiológica.
Andrés
Valdez Zepeda
Carmen Leticia Borrayo Rodriguez
Adrian de Léon Arias
Carlos Ivan Moreno Arellano
Filadelfo León Cazares
CUSur-UdG,
México
andres.zepeda@cusur.udg.mx
¿Qué deben comunicar los gobiernos en tiempos de
emergencia epidemiológica?
¿Cómo debe ser esa comunicación gubernamental y a qué
sectores debe estar dirigida?
En
situaciones de excepción, como pueden ser las guerras, los terremotos, los
huracanes o las emergencias epidemiológicas, como la que estamos enfrentando
hoy día por el COVID 19, los gobiernos de todos los niveles están llamados a
jugar un rol estratégico muy relevante con sus sociedades, comunicando no solo
los aspectos técnicos y de cuidados preventivos para enfrentar, de mejor
manera, la contingencia, sino que también deben comunicar otras cosas también
muy importantes que ayuda y le sirve mucho a la población, además de que
contribuye a afianzan la legitimidad de los propios gobiernos en turno. Esta
debe ser una comunicación, por un lado, sencilla y directa y, por otra, sublime
e implícita, que sea procesada y entendida por los ciudadanos no solo por las
palabras y discursos que se dicen, sino, sobre todo, por las acciones y
decisiones que se toman por el gobierno, al calor de los hechos y las
circunstancias vividas por la contingencia.
Lo
primero que deben comunicar los gobiernos es responsabilidad. Los ciudadanos
tienen que percibir que se tiene al mando un gobierno responsable, que hará su
trabajo con esmero, y decisión para cuidar escrupulosamente la salud, la
integridad y la vida de las personas. Que no escatimará recursos ni acciones de
ningún tipo para salvaguardar el bienestar de la sociedad en su conjunto.
La
comunicación gubernamental debe hacerse preferentemente desde el lugar de los
hechos, siendo responsable de lo que se comunica, cuidando las palabras y los
gestos, poniendo atención tanto en el lenguaje verbal (mensaje) como corporal
(forma).
Lo
segundo que deben comunicar los gobiernos en turno es confianza, generando
entre la población la certidumbre de que las cosas se están haciendo bien, que
las decisiones tomadas son las correctas y de que la crisis que se está
viviendo es temporal y muy pronto, con la colaboración de todos, puede ser
superada.
Comunicar
confianza implica cuidar el tono de la voz, evitar el nerviosismo y la
inseguridad en el uso de la palabra. Comunicar confianza es comunicar paz y
tranquilidad, haciéndolo con aplomo y serenidad por parte del gobernante.
Porque de lo contrario, el nerviosismo, la inseguridad y el titubeo solo
comunican incertidumbre y generan incredulidad y zozobra.
Lo
tercero que se necesita comunicar por parte del gobierno en turno es liderazgo.
Persuadir a los cuídanos de que hay “mando en la embarcación” y que la “nave”
cuenta con un capitán competente y va en la dirección correcta. Comunicar
también que no hay vacíos ni ausencia de liderazgo y de que las decisiones
tomadas son necesarias, oportunas y certeras.
Recordar
que todo comunica incluso hasta nuestro silencio. Por lo que los gobernantes
deben cuidar en su comunicación, tanto en el contenido como en la forma, ya que
en materia de política, liderazgo y comunicación “la forma es fondo”. También
se debe evitar decir una cosa y hacer otra, ya que la contradicción erosiona la
credibilidad de los gobernantes.
Lo
cuarto que se recomienda comunicar a los gobiernos es unidad para enfrentar la
adversidad. Unidad interna en el gobierno, convocando a los adversarios y a la
sociedad en su conjunto (universidades, empresarios, partidos, Iglesias,
organizaciones civiles, etc.) a la unidad, anteponiendo el bien común por
encima del bien particular.
Comunicar
unidad implica dejarse ver juntos, trabajar de la mano e invitar a los otros a
tomarse videos y fotografías juntos en la que los ciudadanos comprueben y vean
que la unidad con los opositores no solo es de palabra, sino de hechos.
Lo
quinto que se debe comunicar el gobierno y más cuando se requiere tomar
decisiones difíciles y controvertidas, es que existe autoridad en el municipio,
estado, provincia o nación de que se trate, ya que la percepción de falta de
autoridad por parte de la población puede resultar contraproducente en momentos
de crisis. Que no haya duda para propios y extraños de que hay gobierno y
mando. Que no hay vacío de autoridad y que, muchas veces, la contingencia
reclama acciones y decisiones contundentes o drásticas.
Comunicar
autoridad implica también hablar con autoridad ante los demás, además de contar
con la información, los datos a detalle y las estadísticas necesarias para
demostrar que quienes manejan la crisis tienen los conocimientos, saberes y
experiencias necesarias para “llevar al barco a buen puerto”.
Estos
son tiempos de definición, no necesariamente de búsqueda de consensos y
“aplausos fáciles”. La crisis reclama, algunas veces, tomar decisiones
oportunas y, muchas veces, impopulares. Si es necesario, en momentos de
excepción como estos, se debe usar la autoridad que la sociedad ha conferido a
los gobernantes en las urnas para que ésta sea utilizada por el bien de la
sociedad.
Lo
sexto que se debe comunicar por parte de los gobiernos en turno es que hay
seguridad y control en la entidad federativa. Que la crisis está bajo control y
que el gobierno, a través de sus instituciones de salud o del vocero, es la
única autoridad competente para dar información oficial y realizar las acciones
necesarias para la salir de la contingencia.
Hablar
poco y decir mucho. Condensar la información en frases cortas y profundas,
llenas de contenido y significado, que toquen las cuerdas sensibles de los
ciudadanos y conecten con sus emociones y sentimientos.
Lo
séptimo que se sugiere comunicar, con palabras y acciones, por parte de los
gobiernos es la solidaridad con los enfermos y sus familiares y amigos.
Mostrase solidarios con los afectados por la enfermedad y dejarse ver ocupados,
buscando una solución inmediata a sus problemas y necesidades. Ante el
eventual agravamiento de la crisis, mostrarse genuinamente preocupados por los
acontecimientos, ayudando a los deudos a mitigar el dolor y la tristeza
generada por la pandemia.
Comunicar
solidaridad implica tener empatía con los demás. Ponerse en el lugar de los
enfermos y dolientes. Saber escuchar los reclamos de la gente, entendiendo el
dolor ajeno y la circunstancia por la que están pasando.
Lo
octavo que se sugiere es comunicar siempre con la verdad, nunca mentir ni
ocultar información a la sociedad, así sea esta sensible o delicada, cuidando
el no generar pánico, ni desatar una psicosis social, pero si hablar con la
verdad y comunicar la gravedad de la crisis y sus posibles consecuencias, si
así fuera necesario.
Las
mentiras tienen “patas cortas” y generalmente, al ser descubiertas, afectan
mucho la credibilidad de los gobiernos y dañan la confianza de la gente en los
gobernantes y en las instituciones.
Lo
noveno que se recomienda comunicar a la sociedad por parte del gobierno en
turno son resultados. Comunicar con hechos y acciones los avances y resultados
que se tienen en materia de control de la enfermedad, mostrando el logro como
producto del esfuerzo y colaboración de todos, especialmente de los
trabajadores de la salud y de los sectores sociales más participativos y
solidarios.
Gobernar
es hacer y comunicar, ya que un gobierno que solo comunica y no hace es un
gobierno que más pronto que tarde “cae de la gracia de los ciudadanos”. Por su
parte, hacer y no comunicar no genera entre los ciudadanos la aceptación y
simpatía que se requiere para construir y/o reconstruir las bases del consenso
social.
Finalmente,
lo que más se recomienda comunicar a la sociedad por parte de los gobiernos es
esperanza. Comunicar que todo lo que se está viviendo es pasajero y temporal y
que pronto las cosas mejorarán y volverán a su normalidad. Comunicar esperanza
implica estar firmemente convencido desde el gobierno y tener fe de que las
cosas se están haciendo bien y la situación de la enfermedad que aqueja a la
sociedad pronto mejorarán en beneficio de todos.
Comunicar
con seguridad, aplomo y certeza, mostrando y demostrando que el gobierno está
haciendo lo necesario en las calles y hospitales para salvaguardar la salud,
integridad y vida de los ciudadanos. La comunicación debe estar dirigida a
todos los sectores de la sociedad, principalmente a los sectores más afectados
por esta pandemia y también, porque no, al denominado “círculo verde”.
Ahora
bien, estos tiempos de excepción también representan oportunidades para innovar
y mejorar prácticas y procesos. En contextos de crisis epidemiológicas, se
recomienda el distanciamiento y confinamiento social, como medida preventiva.
De esta forma, muchas oficinas gubernamentales tienen que cerrar o reducir sus
servicios al público, para evitar el riesgo de contagio. Ante esta situación,
el gobierno electrónico y la comunicación a través de redes sociales y
diferentes plataformas tecnológicas juegan un papel importante en la
comunicación gubernamental en contextos de emergencia epidemiológica. Si todo
comunica, el gobierno electrónico (servicios y trámites), también es una forma
de comunicar modernidad y eficiencia.
En
fin, las crisis, como la que se está viviendo en estos días por el Covid 19 a
nivel mundial, también generan oportunidades para acrecentar la confianza de
los ciudadanos en las instituciones y los gobernantes, a partir de las acciones
realizadas, los resultados generados y el cumplimento de las expectativas
existentes entre los ciudadanos. ¡En consecuencia, lo que se requiere por parte
de los gobiernos en turno en estos momentos de excepción es trabajar muy bien y
comunicar mucho mejor!
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Académicos de la Universidad de Guadalajara
y miembro del Cuerpo Académico UGU 486 Análisis Político y Gestión de las
Organizaciones.