Resumen
El siguiente ensayo
explica porque las denominaciones protestantes fueron expresiones adelantas en
respuesta a las demandas sociales del feminismo y la educación pública y laica
en clara disidencia con la cosmovisión de la Iglesia de Roma.
Abstract
The
following essay explains why the Protestant denominations were forward
expressions in response to the social demands of feminism and public and secular
education in clear dissent with the worldview of the Church of Rome.
Protestantismo, feminismo
y educación laica. Cuando la acción de la disidencia religiosa-política pudo
responder a demandas sociales futuras.
Prof. Lic Esteban Abel Amoretti
1.
Unos de los principales
deseos de la Reforma de 1517 era que las personas puedan leer la Biblia por sí
mismas y que no necesitaran de un intermediario. Por eso Martín Lutero fue un gran
propulsor de la educación pública y de la alfabetización del pueblo.
Históricamente, la Reforma
Protestante sucede en el mismo escenario en donde se inventa la imprenta,
reforzando la idea del libre acceso a las Escrituras. Ahora bien, para tener
una libre interpretación de los textos bíblicos hay que saber leer y escribir,
de ahí la importancia de conjugar alfabetización y acceso a los textos, en un
marco de educación pública.
Como la mayoría del pueblo
era analfabeto, Lutero hace grandes esfuerzos para que los gobernantes
financien la educación de los niños, sobre todo de los niños sin recursos,
porque los hijos de la élite, -los príncipes, margraves o marqueses- eran
educados para continuar con sus privilegios y diferenciación social, ya que en
el futuro serían ellos mismos los gobernantes.
Tal vez, este sea uno de
los graves problemas fundacionales que arrastramos los países de génesis latina,
herederos de la Hispanidad y del catolicismo, marcados por el retraso
intelectual y moral de nuestros pueblos, producto de los malos gobiernos que,
precisamente, solo han pensado en educar a la élite en lugar de educar a la
sociedad. Es por esto, que la Reforma, intentará con estas iniciativas públicas
una nueva orientación, que rompiera la inercia de siglos de oscuridad.
2.
Desde sus orígenes, las
denominaciones protestantes han trabajado para acercar la educación pública a
los pueblos, de hecho, nos atrevemos a decir que ésta nace precisamente gracias
al empuje ejercido por las iglesias reformadas, no solo en la vieja Europa,
sino en este caso, brindando una puerta de oportunidad para propiciar los
comienzos del mismo Sistema Educativo Argentino.
El claro mensaje era
pensar una escuela sin distinciones, que lograse homogeneizar a una población
diversa, proveniente de las diferentes olas inmigratorias, poniendo gran
énfasis en la laicidad. Una escuela que no fuera dogmática, pensada como era
costumbre solamente para albergar a los católicos, sino una escuela plural y
abierta a diferentes credos, alimentando el debate que se plantaba a fines del
siglo XIX.
Para afrontar la difícil
tarea de enseñar y alfabetizar a grandes mayorías, era necesario un mayor
número de maestros y maestras que ayudasen en dicha labor. Es así como
Sarmiento, decide convocar a maestras norteamericanas, las cuales muchos de los
historiadores coinciden en resaltar que eran mayormente de formación y
confesión protestante, ya que provenían de diferentes iglesias reformadas de
los Estados Unidos.
De esta manera, vemos
rápidamente que, en la génesis misma del sistema de enseñanza de nuestro país,
la influencia del pueblo no católico ha sido muy grande para construir las
bases de la educación pública que reconocemos hasta nuestros días. Pero, aun
así, a pesar del paso de los años, dicha influencia adelantada por parte de los
protestantes no ha sido todavía valorada ni reconocida.
Lo que si debería quedar
en claro, es que muchos de estos sujetos sociales tan comprometidos con los
valores de la universalización de la educación, no lo hacían llevando banderías
denominacionales, sino simplemente brindando el ejemplo que los padres fundadores
de la Reforma habían inculcado en el viejo continente, es decir, derramar el
anhelo de que todos pudieran leer y escribir, no solo para alcanzar la
comprensión sin intermediarios de las Escrituras, sino además, con la finalidad
que los beneficie en las labores cotidiana, ganando la independencia necesaria para
lograr una mayor autonomía de pensamiento, de decisión y acción, en simples
palabras, alcanzar mayores niveles de libertad.
3.
Una encumbrada figura que
se destacó por sus aportes a la educación fue Diego Thompson. Nombrado
Director General de Escuelas en Argentina, implementó desde aquel rol la
utilización de materiales didácticos extrayendo porciones de la Biblia que
creía oportunas para el aprendizaje de los niños. Con el aval del Cabildo de
Buenos Aires, estas prácticas fueron aceptadas y posteriormente confeccionadas
por la imprenta del Estado, llegando a centenares de escuelas públicas.
Como educador, su
principal acción fue incorporar al sistema de enseñanza el método lancasteriano, que consistía
en una técnica pedagógica por la cual los alumnos más avanzados enseñaban a sus
compañeros. Estos monitores, como así se llamaban, venían a intentar remediar
dos situaciones: por un lado comenzar a achicar la brecha o distancia que
separaba la autoridad del aula y los estudiantes, realizando una primera
aproximación a una pedagogía de tipo más democrática, -poco común en aquellos
tiempos históricos- y por el otro, menguar el faltante de docentes que
escaseaban en un sistema educativo en reciente formación, pero que tanto hacían
falta para aplicar las medidas de una mayor incorporación de habitantes a los
patrones de enseñanza anhelados por Thompson, que no eran otros que empezar a universalizar
una educación de carácter pública y laica. Por esta labor se lo reconoció en
diferentes países como Uruguay, Chile, Perú y la propia Argentina.
Recordemos que en esos
momentos la educación estaba en manos de la Iglesia Católica. Con iniciativas
como la del pastor Thompson, se empezaban a poner de manifiesto los preámbulos
de una importante influencia que tuvo la educación protestante para la
construcción de un sistema educativo con diferentes valores y principios,
aspirando a una mayor democratización de la sociedad argentina.
4.
Juana Manso, escritora,
traductora, periodista, feminista y maestra, comienza su labor en el ámbito de
la escritura y la literatura. Escribe el periódico Álbum de Señoritas.
Periódico de Literatura, Modas, Bellas Artes y Teatro, fundado en Buenos
Aires en 1854, con el cual trabaja para reivindicar los derechos de las
mujeres en el acceso a la educación, a tener una profesión y alcanzar la
emancipación civil de igual manera que el varón. Es de destacar, que ésta se
diferenció de otras publicaciones hechas por mujeres en ese entonces por firmarla
ella misma con su verdadero nombre y no con seudónimos o nombres masculinos.
Propulsora de la educación
popular, gratuita, laica y mixta, pudo plantearlo en un tiempo en donde la
educación de las mujeres era algo impensado, llegando a alcanzar el cargo de
Directora de la primera escuela mixta de la Argentina. Esto sería un logro
extraordinario, considerando que la educación era prácticamente exclusiva para
varones, y en tal caso, si es que había, se encontraban escuelas exclusivas de
mujeres, de formación católica y con sistema de internado o pupila. La
educación de las mujeres era pensada para el trabajo en el hogar y el cuidado
de los niños, para ser buenas esposas y madres.
Es así que luego sorprende
con la creación de otro material literario, La familia del Comendador,
donde Juana Manso va a defender expresamente los derechos de los negros,
oponiéndose claramente a la esclavitud. Pero, además, defendió los derechos de
nuestros pueblos americanos, manifestándose no sólo contra las voces
mayoritarias sino poniendo en discusión el propio espíritu de la Constitución
Nacional, ya que argumentaba que en su letra no se encontraban bien defendidos
sus derechos, dado que se los minimizaba y no se los respetaba y contemplaba
como se debería.
Pensaba que los
originarios debían tener la libertad de conciencia y de religión de igual forma
que cualquier otro ciudadano argentino que la Constitución de 1853 amparaba, con
lo cual, desechaba la idea que con la ayuda del Estado, estos debían ser
convertidos al catolicismo.
A continuación, escribe un
libro titulado Compendio de la Historia de las Provincias Unidas del Rio de
la Plata: desde su descubrimiento hasta el año de 1874, un escrito
por muchos desconocidos que contaba con siete tomos, el cual se convierte en el
texto principal de la asignatura Historia que acompañará en su formación a
muchos niños de las escuelas públicas de la Argentina de esa época.
Impulsó la creación de
jardines de infantes, los llamados kindergarten, una herramienta
impensada en esos momentos en la Argentina para el acompañamiento de la
enseñanza preescolar formal. Además de ello, fundó treinta y cuatro escuelas
con bibliotecas públicas y se transformó en la primera mujer nombrada miembro
de la Comisión Nacional de Escuelas.
Acompaña a Sarmiento en la
publicación de los Anales de Educación Común, un órgano de difusión de
las nuevas ideas pedagógicas y de la organización del Sistema Educativo
Argentino, con un impacto tal que se sigue editando hasta nuestros días. Manso
tomará la dirección de la revista, aportándole otra mirada, una mucho más
radical para lo que era su tiempo, demostrando también aquí que era una
adelantada. Le servirá para impulsar la iniciativa de propagar la formación
docente en un contexto histórico, que como anunciáramos líneas arriba, carecía
de personas preparadas que ayudaran con la enseñanza. Así también, en la misma
publicación, comienza como traductora a introducir textos de pedagogos de
renombre de otras latitudes, logrando efectuar una renovación de la vieja
pedagogía que se instituía en las escuelas hasta ese momento.
En 1985 Juana Manso se
integra a una iglesia protestante, (originalmente anglicana, luego convertida
al metodismo) decisión que le produce mayores distanciamientos con la sociedad
católica y patriarcal que se desarrollaba en la Argentina, al punto tal que
posteriormente, a la hora de su muerte, no la quisieron enterrar en ninguno de
los dos cementerios (hasta ese momento católicos) de la Ciudad de Buenos Aires-
los de los barrios de Chacarita y Recoleta- por haberse negado a la
extremaunción de un sacerdote y pronunciarse en vida en contra de las ideas de
la Iglesia de Roma.
Mary Mann, educadora de los
Estados Unidos, y Juana Manso intercambiaron varias cartas, siendo el período
más importante de dicha comunicación el tiempo comprendido entre el 11 de mayo
de 1868 y el 13 de diciembre de 1872. En las misivas, Manso le expresó su deseo
de visitar Estados Unidos, país que no conocía y además le comentó acerca de su
nombramiento en el Consejo de Educación y le pidió que le envíe una copia del
Board of Education de 1868, para extraer nuevas ideas e implementarlas en la
Argentina. Le comunicó también por el mismo medio, su encuentro con las maestras
estadounidenses enviadas desde el país del norte, de las que la sociedad
encumbrada de la Argentina se llevaría una muy buena impresión. Le expresó a
Mann que en Buenos Aires las apreciaban por su noble tarea, especialmente los
miembros de la Sociedad de Beneficencia creada por Rivadavia.
A razón de la llegada de
las maestras estadounidenses Juana Manso tuvo un enfrentamiento con Sarmiento,
ya que este se pronunció a favor de que se trasladasen al interior del país,
específicamente a su provincia natal, San Juan. Finalmente, tal viaje no se
realizó, imponiendo Manso su punto de vista. Sarmiento había dado la orden que debían
trasladarse a esa provincia, pero el grupo de docentes se negó por no tener
completo el vestuario y no parecerles adecuado el destino. Agregó Manso en esa
discusión, que ella había negociado con el Ministerio de Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires un contrato para las docentes en esa provincia con
iguales características y sueldo del que tendrían que percibir en San Juan.
Contrariando la orden emitida por Sarmiento, su enojo dispuso que regresen a
Estados Unidos en el mismo barco que las trajo por haberse negado dirigirse a
trabajar al interior del país.
Manso también agregó en su
discurso que ella no estaba de acuerdo con el traslado de las maestras al
territorio sanjuanino por no ser favorables las condiciones religiosas/políticas
de ese entonces, ya que las jóvenes docentes profesaban la religión protestante
y en Argentina predominaba el peso doctrinal que ejercían los jesuitas, sobre
todo en el interior, donde era mucho más férreo. Es así como, en los intercambios
epistolares con Mann, Manso le cuenta que incluso la misma Buenos Aires estaba
gobernada por esta orden religiosa y que le manifestaban a ella misma su odio
por su condición de hereje.
Como podemos apreciar,
Juana Manso, no solo contribuyó en la disidencia pedagógica pensando una opción
diferente y plural a la que se venía desarrollando en las aulas de manera
jerárquica y dogmática, sino que su inclinación abierta por el protestantismo y
su reivindicación del feminismo, se transformaba en un golpe certero a los
valores hegemónicos derramados sobre una sociedad que los reificaba
prácticamente sin objeciones.
5.
Otras dos grandes
personalidades también contribuyeron a cambiar los designios de la sociedad
argentina de aquellos tiempos, dejando su impronta y robusteciendo ideas regentes
que se hicieron cada vez más significativas por el importante legado
cristalizado en diferentes obras que se fueron enalteciendo con el paso de los
años.
Uno de ellos fue Pablo
Besson, reconocido como el primer defensor de los derechos evangélicos protestantes
en la Argentina. Hijo de un predicador de la Iglesia Reformada y madre de
origen valdense,
ejercerá mucha influencia sobre él, mediante el relato de la historia de sus
antepasados, describiéndole las escenas de fe, de heroísmo y de fidelidad de
aquellos creyentes. “Piedad, estudio, ejercicio y trabajo se unieron en su
primera educación para dar como resultante un carácter enérgico y un espíritu
libre”. (Canclini., 1933). Encaminado por la senda que sus padres le marcaron,
y posteriormente ya entrado en la adultez, el propio Besson se convirtió en un
muy bien preparado pastor bautista.
En 1881 un grupo de
creyentes bautistas suizo-franceses, le solicitó ayuda para realizar una
importante obra misionera en una lejana tierra al Sur de América. Pablo Besson
llegó a Argentina ese mismo año invitado por una pequeña colonia agrícola de
franceses de esa misma denominación emplazada en la localidad de Esperanza,
provincia de Santa Fe.
Lingüista competente y estudioso
ferviente, sus hondas convicciones nacieron y se solidificaron gracias al
estudio profundo de las Sagradas Escrituras. Besson se trasladó a Buenos Aires
en 1882. Allí organizó la Primera Iglesia Bautista Argentina de habla hispana,
la actual Iglesia del Centro. Esto fue un cambio radical con la tradición, dado
que las pocas congregaciones evangélicas protestantes hasta entonces eran
disponibles solamente para grupos de lengua extranjera.
Besson comenzó una lucha incansable
por la libertad religiosa- pensando el culto, el matrimonio civil, el entierro
oficial para los no católicos, la mejora de la educación laica, etc.- y su
fluida pluma y su mente aguda pronto encontraron eco en el espíritu liberal de
la nueva Argentina.
Continuó durante toda su
vida con una apasionada defensa de las libertades públicas que la Constitución
Nacional consagraba pero que las costumbres y tradiciones religiosas de aquella
época negaban. Realizó casamientos «civiles» cuando todavía no existía el
Registro Civil que hoy conocemos, al igual que luchó a destajo por establecer
una justa igualdad en el reconocimiento oficial para aquellos que no profesaran
la fe católica a la hora de ser enterrados en los cementerios, que como en el
caso mencionado de Juana Manso, fue en un principio denegado.
Erudito y amante de los
libros, escribió importantes ensayos de historia y apologética. Pero es más
conocido por su perdurable traducción del Nuevo Testamento, la primera de toda
Latinoamérica, hecha del griego al castellano. La variedad y amplitud de su
personalidad y la acción heroica de sus afanes, lo constituyen el arquetipo de
todos aquellos que se atrevieron a «correr los riesgos de la libertad».
El otro destacado personaje
fue William Case Morris, quien llegó a la Argentina en el año 1873 y se
desempeñó como pastor metodista trabajando en colaboración con la Iglesia
Anglicana de Inglaterra.
Morris fundó escuelas,
jardines de infantes, institutos de artes y oficios, además de varios hogares
para niños huérfanos de la calle a quienes acogía. Se lo reconoce por ser una
de esas personas que transformó su vida de limitaciones y carencias,- ya que
había nacido en un hogar muy humilde- en una obra infatigable de constante
servicio y acción por el prójimo. Lo desvelaba sobre todo, la condición social
y educativa de los más pequeños, siendo estos por los que trabajó con gran
devoción durante toda su vida.
Huérfano y muy pobre, sus
padres no le pudieron brindar una educación formal, pero aun así, desde su juventud
tuvo el afán autodidacta por estudiar y formarse, luchando contra todas las
adversidades. Ese espíritu lo forjaría precisamente por haber vivenciando en
carne propia lo que era el abandono y el hambre, encargándose de adulto de
aquellos niños cuya situación social era muy difícil de sobrellevar, y cuyos
padres estaban ausentes, a causa de fallecimiento, la delincuencia o el
alcohol.
Luchó entonces por
aquellos que se encontraban fuera de un Sistema Educativo que no los había tenido
en cuenta, un sistema de enseñanza que pensaba que no era necesario educar a
esa clase de niños. Pero para Morris, precisamente al contrario, eran estos los
que debían ser mayormente sostenidos y acogidos, sin escatimar en recursos,
brindándoles las mismas oportunidades que tenían aquellos otros cuyos padres no
estaban ausentes, eran alfabetizados y les garantizaban poder asistir
diariamente a la escuela.
Establecería como legado
fundamentalmente el buen trato en las aulas hacia los alumnos. Hasta ese momento,
la idea autoritaria derramada desde el Estado, era que el maestro tenía el
poder de castigar y censurar, reafirmando una asimetría clara entre quienes
enseñaban y aprendían. William Morris, en clara oposición a ello, y por su
contacto estrecho con los niños, encontró como primera condición fundamental
para la educación que ésta se debía sostener sobre las bases del amor. El
maestro y el alumno debían desarrollar un vínculo de afecto, ya que sin ello no
se podría lograr objetivos pedagógicos claros a futuro.
Ya para fines del siglo
XIX, Morris había creado una red de escuelas evangélicas donde se educaron
miles de niños no escolarizados de los barrios marginales de La Boca, Palermo o
Maldonado. Como dijimos anteriormente, además de enseñanza de calidad y cuidado,
los alumnos recibían alimentación, libros y ropa.
Como legado en el año
2015, en la localidad bonaerense de Longchamps se festejó el 90° aniversario
del Hogar El Alba, una institución dedicada al cuidado y educación de
niños que fue creada por Morris en 1925. La fecha coincidió con el “Día de las
Escuelas Evangélicas”, celebrado en conmemoración de la muerte de Morris, el 15
de septiembre de 1932.
Fruto del trabajo de la
comunidad evangélica se construyó el Hogar El Alba en el barrio de
Palermo, un proyecto plasmado en un edificio de Charcas y Darregueyra donde hoy
funciona el Instituto de Menores Luis Agote. En el año 1947, bajo el gobierno
peronista aliado de la Iglesia Católica, las autoridades desalojaron el edificio
y llevaron por la fuerza a los chicos a un predio rural en Longchamps,
argumentando la necesidad de utilizar el edificio de Palermo como cárcel de
menores, uso que se mantiene hasta el día de hoy. Luces y sombras de la
Historia Argentina
6.
“Una de las artimañas más
importantes del diablo, si no la más importante, consiste en aturdir y engañar
al hombre común, de tal manera que no quiera mandar a sus hijos a la escuela ni
hacerlos estudiar”. Estas palabras las pronunció el mismo Martín Lutero en el Sermón
para que manden a los hijos a la escuela. Además, consideró que entre los
pecados exteriores que comete el mundo, ninguno es tan grave ante Dios, ni
merece pena tan severa, como precisamente el que cometemos con nuestros hijos
si no los educamos. Fue así que para todo el movimiento de la Reforma
Protestante, la educación se convirtió en uno de los pilares fundamentales.
El 21 de mayo de 1536 se
estableció la primera escuela pública y obligatoria. El lugar fue Ginebra,
ciudad de mayoría protestante. Es así como Juan Calvino, un importante teólogo
y reformador francés, logró crear no solo un número mayor de escuelas públicas
y gratuitas que ya funcionaban en ese cantón, sino también la Universidad en
1559. A su muerte en 1564, había mil doscientos estudiantes en esa casa de
estudio. El énfasis en la educación de aquellos primeros reformadores estaba
puesto en educar a toda la población sin excepciones.
Como fuimos argumentando,
quienes llegaron a nuestras tierras también se preocuparon y comprometiron
fervientemente por instaurar una educación para todos. Pero no por derramar una
educación religiosa, sino una educación pública y laica. De hecho, los
protestantes fueron unos de los mayores promotores de la instauración y puesta
en práctica de la ley 1420.
Es también para destacar,
pero mucho más cercano en el tiempo, que los métodos de alfabetización y educación
liberadora promovidos por Paulo Freire,
fueron traídos y publicados en la Argentina principalmente por editoriales protestantes,
-mayormente de denominación metodista- con un fuerte impacto en el ámbito de la
educación informal primero y en el de la educación formal después.
Bajo estos antecedentes
quedará demostrado, que los protestantes siempre han sido históricos luchadores
por consumar derechos civiles y sociales, no solo en el campo de la educación,
sino también en otros muy importantes, como la defensa de las reivindicaciones
feministas, de los pueblos discriminados por raza o etnia, o la comprometida
caridad con las mayorías empobrecidas e ignoradas por las élites y grupos de
poder dominantes a lo largo de los años.
Pero fundamentalmente, proponiendo
nuevas alternativas sin imponer banderías religiosas ni dogmas verticalistas, sino,
solo por el hecho de acarrear a ultranza la profunda convicción que respetar al
prójimo hace a la propia dignidad humana, ayudando simplemente a alcanzar un
peldaño mayor de igualdad y libertad.
Referencias Bibliográficas
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Jucum
Otros
documentos, diarios y revistas
Argentina
Oramos por vos. Pablo Besson, el primer defensor de los derechos evangélicos en
Argentina.https://www.oramos.com.ar/noticias/info/pablo-besson-primer-defensor-de-los-derechos-evangelicos-en-argentina
Bordenave,
Pablo. Educación y Reforma Protestante - 500 años. Colegio
Ward. http://www.ward.edu.ar/+/noticias/dt/id/379/educacion-y-reforma-protestante-500-anos
Confederación
Evangélica Bautista (CONFEBA). Nuestra Historia. Los Bautistas en la Argentina.
https://confeba.org.ar/nuestra-historia/
Diario
Clarín. 16/09/2015. El Hogar El Alba cumplió 90 años. https://www.clarin.com/sociedad/hogar-alba-cumplio-anos_0_HJKexXFD7l.html
Juana
Manso. Textos recuperados. Disponibles en http://www.juanamanso.org/obras-en-pdf/
Sociedad
Bíblica Argentina (SBA). 200 años de la llegada de Diego Thompson. https://sba.org.ar/diego-thomson/