Reseña
En esta reseña, el autor toma las bases poéticas del
recordado Gabriel Celaya, un visionario ultraísta de su tiempo, que observaba
desde su poesía la realidad de su tiempo, donde fue republicano, luchó por la
República en la Guerra Civil Española, y utilizó su prosa como un instrumento
para mejorar el entendimiento humano.
Abstract
In this review, the author takes the poetic bases of the remembered Gabriel
Celaya, an ultraist visionary of his time, who observed the reality of his time
from his poetry, where he was a republican, fought for the Republic in the
Spanish Civil War, and used his prose as an instrument to enhance human
understanding.
GABRIEL CELAYA: ORÍGENES/HASTAPENAK
Por: IÑAKI VÁZQUEZ LARREA.
“Hoy
en día está muy de moda hablar de que el origen vasco está en una raza
Cromagnon del Pirineo. Puede que esa fuera una de las vías de infiltración
ibero-cretense como la Cultura de Almería fue otra. Pero ¡cuantas cosas deja
eso sin explicar! Los vascos no somos una raza autóctona sino unos emigrantes
(quizá otros semejantes a nosotros vinieron por el Mediterraneo hacia Levante)
Y Creta es nuestra madre. La mía al menos: La de mi origen, mi sentir, mis
mitos, y otras cosas que parecen incomprensibles pero que mi vida subterránea
me muestra de un modo patente”
Gabriel Celaya, Poesía y
Origen (1990)
A
mediados de la década de los ochenta, Gabriel Celaya reflexiona sobre los
orígenes de la cultura vasca. En Cantata Minoica esboza una historia
cultural que identifica lo vasco con la cultura cretense. Sus reflexiones
trascienden lo histórico para adentrarse en el ámbito de la antropología simbólica.
Para Celaya una cultura que se reclama autóctona es necesariamente guerrera;
una cultura que en su origen se imagina emigrante se acerca al sentir pacífico.
En su poesía Obertura
(Cantata Minoica) lo esboza de la siguiente forma:
Nosotros vascos, que
fuimos un día expulsados
De nuestros focos
cretenses por las tribus aqueas
Belicosas y crueles que
arrasaron los reinos
De la Gran Madre pacífica
y sagrada
Para imponer su ley, su
guerra y su dominio,
Seguimos recordando lo que
fuimos un día,
Anteriores al mar que
ahora llaman latino,
Nuestro mar, nuestro mar
que sólo era cretense
Nuestro ser, nuestros
cantos, nuestro sentir secreto
Son los mismos que un día
fueron sin duda en Creta.
Cuando los vascos hablan
¿a qué suena su euskera?
Cuando cantan a coro todos
sus orfeones
¿Quién desde el fondo
sigue proclamando la patria pacífica y materna?
¿Quién sino siempre Creta?
Cuando los vascos luchan
heridos, a lo ibero
Contra los invasores
guerreros y brutales
¿Quiénes dicen que quieren
vivir tranquilos siendo lo que siempre fueron?
Nosotros, los que odiamos
la guerra y los grotescos y efímeros imperios.