RESUMEN
Las
campañas electorales son ejercicios de persuasión y cortejo, bajo sistemas de
impronta democrática, que realizan partidos políticos y candidatos en la
búsqueda del voto de los ciudadanos con el fin de ser electos a un puesto de
representación popular
ABSTRACT
Electoral
campaigns are exercises of persuasion and courtship under democratic systems,
performed by political parties and candidates searching for citizens’ vote in
order to be elected for a representative position.
Campañas Electorales Bajo Contextos
de Emergencia Epidemiológica
El Caso del COVID 2019
Andrés Valdez Zepeda*
Delia Amparo Huerta Franco **
1.
Introducción
Las
campañas electorales son ejercicios de persuasión y cortejo, bajo sistemas de
impronta democrática, que realizan partidos políticos y candidatos en la búsqueda
del voto de los ciudadanos con el fin de ser electos a un puesto de representación
popular (Mendé 2003 y Brea, 1989).
Generalmente,
las campañas electorales se realizan a través de tres frentes o medios para
tratar de comunicarse y persuadir a los ciudadanos: el frente mediático; el
frente digital, y el frente territorial. El frente mediático implica el uso de
los medios electrónicos de comunicación como la radio y la televisión por parte
de los partidos políticos y los candidatos con el fin de persuadir a los
votantes. El frente digital o también llamado de las ciber-campañas, supone el
uso de las redes sociales y los nuevos dispositivos tecnológicos como los celulares
inteligentes, las IPods y la Internet como medios para tratar de persuadir y
ganar el voto de los electores. El frente territorial implica la presencia de
los dirigentes partidistas, candidatos y equipos de campaña en las colonias,
barrios, ejidos y comunidades donde viven los ciudadanos con el objetivo de
obtener su voto (Valdez, 2010).
Ahora
bien, en tiempos de emergencia epidemiológica, que son momentos de excepción y
turbulencia, las campañas electorales pueden ser suspendidas o pospuestas por
la autoridad electoral o pueden continuar tomando en consideración algunas
medidas preventivas, como el distanciamiento social, la instrumentación de
medidas sanitarias y evitar las concentraciones masivas, entre otras medidas.
En este artículo, se proporcionan algunas reflexiones, ideas y recomendaciones
sobre el caso de las campañas electorales bajo contexto de pandemia, tomando
como ejemplo el caso del COVID 19 que afectó a casi todos los países del orbe a
fines del 2019 e inicios del 2020.
2.
Las
campañas electorales en tiempos “normales”
Las
campañas electorales en tiempos “normales,” se definen como los ejercicios
proselitistas en búsqueda de lo voto de los ciudadanos que realizan partidos
políticos y candidatos que compiten por un puesto de representación popular y
que se desarrollo bajo un escenario tradicional, sin ningún contratiempo ni
estar presente ninguna contingencia en especial.
Durante
estas campañas, se busca por parte de partidos y/o candidatos gestionar el
afecto de los electores para poder ganar su confianza y, en su momento, su
voto. Para ello, se impulsan una serie de acciones orientadas al cortejo y
seducción de los votantes, tratando de persuadirlos para que voten a favor de
una alternativa y “en contra” de otra (Godinez, et al, 2017).
Es decir, una campaña electoral,
puede ser conceptualizada, como el conjunto de acciones de cortejo, persuasión,
organización y movilización que realizan los partidos políticos, sus
simpatizantes y los candidatos a un puesto de elección popular con el objetivo
de ganar el voto de los ciudadanos para acceder a un puesto de elección
pública, bajo un sistema de cuño democrático (Valdez, 2005). También, toda
campaña electoral implica un proceso de conocimiento profundo de los votantes,
así como la articulación de varias estrategias orientadas no solo a ganar la
elección, sino también a evitar que los opositores obtengan el puesto en
disputa. A través de las campañas, se construyen consensos sociales y mayorías
electorales que dotan de legitimidad a los nuevos gobernantes y al sistema
político en su conjunto (Dieter, 1993).
Desde
una perspectiva pragmática, las campañas electorales son, por un lado, procesos
intensos de investigación, comunicación, proselitismo, organización,
movilización, cortejo y defensa del voto que realizan los partidos, los
candidatos y sus simpatizantes en la búsqueda de espacios de representación
pública, y por el otro, esfuerzos de persuasión hacia los votantes para evitar
que sus opositores ganen las elecciones (Priess, 1999). Es decir, toda campaña
implica un frente de atracción de votos para la causa propia y otro de
repulsión de sufragios para sus adversarios.
En
este sentido, en toda campaña electoral se tienen que dar razones poderosas y
suficientes, así como movilizar sentimientos y emociones para que los
ciudadanos voten por una determinada alternativa electoral y también dar
razones suficientes para que dichos electores no voten por los opositores. En
estos ejercicios de cortejo, persuasión, denostación y ataque, se utilizan una
serie de medios y recursos tanto humanos como materiales, tecnológicos y
económicos con el fin de ganar las elecciones.
En
suma, las campañas electorales en tiempos “normales” son, por un lado, procesos
intensos de investigación, comunicación política, proselitismo, organización,
movilización, cortejo y defensa del voto que realizan los partidos, los
candidatos y sus simpatizantes en la búsqueda de espacios de representación
pública, y por el otro, esfuerzos de persuasión hacia los votantes para evitar
que sus opositores ganen las elecciones. Es decir, toda campaña implica un
frente de atracción de votos para la causa propia y otro de repulsión de
sufragios para sus adversarios, utilizando una serie de medios y tecnologías
para comunicarse, persuadir y movilizar a los votantes.
3.
Las campañas
electorales en tiempos de contingencia epidemiológica
Las
campañas electorales en tiempos de contingencia son aquellas que se realizan en
un contexto excepcional, caracterizado, por ejemplo, por una severa crisis socio-política,
económica o de inseguridad pública. Las campañas electorales bajo contextos de
guerra o de emergencia epidemiológica también entran dentro de esta categoría.
En
el caso de las campañas electorales en contexto turbulentos como las pandemias,
como es el caso del CIVID 2019 que actualmente afecta a gran parte del orbe, se
deben impulsar de manera muy cuidadosa, tratando de evitar que genere un efecto
boomerang, la cual cause más daños que beneficios.
Algunas
de las recomendaciones sugeridas son las siguientes:
a.
Campañas
y candidatos responsables
Los
partidos políticos y los candidatos tienen que mostrase ante los electores como
personas responsables y comprometidas con el bienestar y la salud de los
ciudadanos. Es decir, ante todo la responsabilidad como carta de presentación
ante los electores en momentos de turbulencia, respetando siempre las
recomendaciones que las autoridades de salud han establecido para hacer frente
a la contingencia.
En
algunos casos, suspender las actividades proselitistas y las actividades de
campaña, aún cuando las autoridades electorales no lo hayan hecho, puede ser
una decisión de responsabilidad que puede ser bien recibida por los electores y
por el contrario, seguir con las actividades proselitistas puede ser percibido
como un acto de irresponsabilidad que puede ser utilizado por los opositores
para el golpeteo político.
b.
Campañas
digitales y mediáticas
Las
campañas electorales pueden continuar durante la época de la pandemia
utilizando medios de comunicación digitales y realizando acciones no
presenciales, que eviten el contacto directo con los votantes. De esta forma,
las campañas digitales y las campañas mediáticas se pueden impulsar para tratar
de generar un efecto en la conducta y comportamiento de los votantes y logra su
participación en los procesos electorales.
Las
campañas digitales o las ciber-campañas ayudan a acercar a los candidatos, los
partidos y sus propuestas con los electores, así como a comunicar sus ideas,
proyectos y propuestas sobre los temas de interés de la ciudadanía. Este tipo
de campañas, además permiten una interacción con los ciudadanos ya que hay la
posibilidad de tener una diálogo e interacción con los votantes. Por su parte,
las campañas mediáticas, que se sustentan principalmente en la emisión de spots
o cuñas publicitarias por radio y televisión, permiten posicionar el nombre e
imagen de los candidatos, sus lemas de campaña y sus principales mensajes
publicitarios.
¿Qué
hacer para evitar el contagio? ¿Cuáles son las medidas sanitarias preventivas
que se recomienda impulsar en tiempos de pandemia? ¿Qué políticas públicas en
materia de salud impulsarán en caso de ganar las elecciones? ¿Por qué es
importante que la sociedad esté informada sobre el desarrollo de la pandemia?
¿Qué está haciendo el candidato y/o el partido para ayudar a mitigar las
consecuencias negativas generadas por la emergencia epidemiológica? Estas son
las preguntas mínimas que una campaña electoral, bajo un contexto especial de emergencia
epidemiológica, debe responder y comunicar a los electores mediante los
instrumentos digitales y mediáticos.
c.
Campañas
de poco o nulo contacto personal
Dicen
que la política es un deporte de contacto y que las mejores campañas
electorales son aquellas que se sustentan en el contacto permanente del
candidato, los dirigentes partidistas o los equipos de campaña con los
electores. Sin embargo, en tiempos de contingencia epidemiológica el contacto
directo, las aglomeraciones, las reuniones masivas y los eventos multitudinarios
no son recomendados realizar, debido al riesgo de contagio que esto implica.
Entonces,
se sugiere, en todo caso, que el contacto sea vía digital, aunque puede ser posible
que los candidatos puedan realizar actividades de campaña con las debidas
precauciones, como visitando hospitales o centros de salud, visitando o
acompañando a algún amigo o familiar enfermo y haciendo algún tipo de donación
de recursos a un centro hospitalario, alberge o asilo para mitigar los efectos
negativos de la pandemia.
d.
Los objetos
utilitarios en campañas bajo escenarios especiales
Durante
las pandemias, es muy común que los ciudadanos utilicen como protección gel
desinfectante, cubre-bocas, papel higiénico y guantes, entre otros materiales.
Muchos de estos productos pronto se agotan en los supermercados y tiendas de
autoservicios, por lo que una campaña electoral, en contexto de turbulencia, debe
considerar el regalar a los votantes este tipo de productos tan necesarios,
siempre y cuando la ley electoral no lo prohíba.
Los
objetos utilitarios, de preferencia, no deben llevar impreso ningún tipo de
publicidad para evitar las acusaciones de los opositores de utilizar la “tragedia
epidemiológica” con fines político electorales. Sin embargo, si es muy importante
que los ciudadanos identifiquen al candidato o partido que reparte dichos
productos que benefician a los electores.
e.
Campañas
electorales sustentadas en una comunicación sensible
Las
campañas electorales bajo tiempos de contingencia epidemiológica deben ser muy
sensibles y cuidar todos sus aspectos comunicacionales. Cada etapa de la
pandemia implica un tipo de comportamiento de los ciudadanos y, por lo tanto,
la prudencia y buen juicio de los candidatos debe imperar.
Cuando
son tiempos de distanciamiento social sería muy impudente, por ejemplo, el que
los candidatos impulsaran campañas presenciales de contacto directo con los
electores. Cuando son tiempos obligatorios de confinamiento, por ejemplo,
tampoco es correcto que los candidatos realicen un debate público ante los
medios de comunicación, mientras que los ciudadanos permanecen recluidos en sus
casas. Los candidatos deben ser un ejemplo a seguir y su comportamiento está
sujeto a la fiscalización y la crítica social. En este sentido, todo lo que
hagan y comuniquen los candidatos durante las campañas en tiempos de
contingencia epidemiológica debe ser especialmente cuidado para evitar errores
y contratiempos mayores. La comunicación sensible e inteligente, que esté
acorde a las circunstancias y momentos vividos, debe ser la pauta a seguir.
4.
A manera
de conclusión
Las
campañas electorales en sistemas democráticos modernos si pueden realizarse
bajo entornos turbulentos, como los que se viven actualmente a raíz de la
pandemia del COVID 2019, ya que la democracia implica elecciones periódicas en
la que los ciudadanos elijan a sus gobernantes. Sin embargo, porque durante las
pandemias los tiempos son excepcionales, las actividades proselitistas y la
comunicación de campaña también debe ser de carácter excepcional. Una
comunicación inteligente y sensible, con actos proselitistas bien cuidados y
mensajes sensibles y solidarios que toquen las cuerdas sensibles de los
electores y movilicen sus emociones, son las recomendaciones estratégicas más importantes.
Durante
tiempos de emergencia epidemiológica el tema central de la campaña, sin duda, será
la contingencia y las acciones y estrategias que se deben seguir para
superarla. También los temas económicos (ingreso, empleo, inversión, etc.) y de
seguridad pública generalmente son temas de interés de la ciudadanía. Sin
embargo, hay que evitar saturar de información a los electores, ya que la
saturación genera, muchas veces, hartazgo y rechazo de los ciudadanos
(Arellano, 2013).
Utilizar
medios digitales para la comunicación política así como impulsar campañas
mediáticas, evitando el contacto directo a ras de tierra, como es lo
característico de las campañas territoriales, es otra recomendación que los
candidatos deben considerar como una buena alternativa. Sin embargo, también
hay que considerar que la forma de hacer campaña puede cambiar drásticamente
durante tiempos de emergencia epidemiológica y posiblemente en esto ya no haya
retorno. Por eso es importante, estar abiertos a nuevas ideas, saber aprender
nuevas formas de hacer e impulsar las campañas y a desaprender lo que hemos
hecho en el pasado.
Durante
los tiempos de contingencia, los electores son más sensibles y están más
alertas y atentos a lo que pasa en su entorno. Por ello, los candidatos a un
puesto de elección popular deben tener la sensibilidad, la inteligencia y la
prudencia necesaria para impulsar acciones y estrategias que les ayuden a sumar
apoyos, evitando cometer errores mayúsculos que los lleven a perder las
elecciones. En tempos de contingencia, la mejor alternativa es la
responsabilidad y la prudencia.
Referencias
Arellano, et al. (2013). Audiencias saturadas,
comunicación fallida. Recuperado de
http://www.delphos2012.mx/media/audiencias_saturadas_comunicacion_fallida.zip
Brea, F. J. (1989). “Campañas
electorales”, en IIDH/CAPEL: Diccionario electoral, San José de Costa Rica.
Dieter, N. (1993). Elecciones y
sistemas de partidos en América Latina, IIDH/CAPEL,San José de Costa Rica.
Godínez
García Jorge Alberto y Cornejo Ortega José Luis (2017). La Nueva Guerra: El
Marketing político. México: Universidad de Guadalajara.
Mendé,
M. (2003). Campañas Electorales: La Modernización en América latina. México:
Ed. Trillas.
Priess F. y Tuesta, F. (1999). Campañas
electorales y medios de comunicación en América Latina. CIEDLA/Fundación Konrad
Adenauer, Buenos Aires.
Valdez
Zepeda Andrés. (2005). Mercado y Democracia: La política en la era moderna,
México: Editorial Instituto Electoral del Estado de Chihuahua.
Valdez
Zepeda Andrés. (2010). Estrategias para Campañas Electorales. Estudio de Casos
Exitosos. México: Universidad de Guadalajara
*Andrés
Valdez Zepeda es doctor en ciencia política por la Universidad de Nuevo México
(USA). Actualmente, labora como profesor e investigador en el Centro
Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara. andres.zepeda@cusur.udg.mx
**
Delia Amparo Huerta Franco es académica de la Universidad de Guadalajara. México.
Su línea de investigación es la comunicación organizacional. avaldezepeda@gmail.com