Traducir
a William Sassine: entre innovación narrativa y africanidad
AKROBOU Agba Ézéchiel
ezekielakrobou@gmail.com
Universidad Félix Houphouët Boigny Abidjan
(Costa de Marfil)
Resumen
La narrativa de Williams Sassine se
inscribe en un compromiso de reivindicación y de subversión frente a las normas
lingüísticas y literarias. Su modo de expresión aparece como una forma de
traducción de su visión del mundo al texto escrito. En la encrucijada entre
oralidad y escritura, la narrativa de Williams Sassine plantea dificultades y
problemas complejos en el momento de aprehenderla. Arraigada en un discurso de
ruptura y de subversión, las características de dicha narrativa poscolonial
africana merecen una atención y un estudio particular por su especificidad y
dinamismo. Pues la problemática de la hibridez de este tipo de literatura nos
lleva a orientar nuestra investigación en este campo que oscila entre
literatura y traductología. Siendo un campo de reflexión muy diverso y variado
y frente a la estructura original y compleja de las letras africanas, la
traducción, como actividad intelectual, académica y profesional nos ofrece
varios instrumentos de análisis y de trabajo. Entre estos instrumentos de
aproximación; podemos resaltar algunos procedimientos indicadores como ejes de
indagación: la fidelidad, la equivalencia y/o la adaptación.
Palabras
clave: Sassine – subversión – ruptura – narrativa – traductología.
Abstract: The narrative of Williams Sassine is part of
a commitment to vindication and subversion against linguistic and literary
norms. His mode of expression appears as a way of translating his vision of the
world into written text. At the crossroads between orality and writing,
Williams Sassine's narrative poses complex difficulties and problems at the
moment of apprehending it. Rooted in a discourse of rupture and subversion, the
characteristics of this African postcolonial narrative deserve particular
attention and study due to its specificity and dynamism. For the problem of the
hybridity of this type of literature leads us to guide our research in this
field that oscillates between literature and translation studies. Being a field
of reflection very diverse and varied and compared to the original and complex
structure of African letters, translation, as an intellectual, academic and
professional activity offers us several instruments of analysis and work. Among
these approximation instruments; we can highlight some indicator procedures as
axes of inquiry: fidelity, equivalence and / or adaptation.
Keywords:
Sassine - subversion - rupture - narrative - translatology.
Introducción:
La
narrativa negro africana de expresión francesa cuenta apenas con un siglo y
medio de existencia en el mundo de las letras universales. Sus inicios o mejor
dicho los orígenes surgen del contacto inesperado con la cultura occidental a
raíz de los procesos de descubrimiento y de conquista del continente africano
repartido entre potencias colonizadoras desde la conferencia de Berlín en 1885.
Pues, desde las primeras dos décadas del siglo XX, esta narrativa ha asumido la
tensión entre la enajenación del colonialismo y la búsqueda de identidad propia
del pos colonialismo, realizando mediante sus letras lo que el mundo occidental
hizo en varios siglos. Escritas en distintas lenguas del colonizador han
originado conjuntos literarios muy diferentes en las áreas de influencia
anglófona, lusófona, hispanófona y francófona. Todas ellas se nutren o beben de
unas fuentes primigenias que son los modos y expresiones plurales de la
oralidad, de la palabra hablada tradicional. Pero, más allá de sus distintas
expresiones lingüísticas actuales, estas narrativas poscoloniales comparten
rasgos que aparecen como un paradigma constante de desterritorialización
evocada por Gilles Deleuze y Félix Guattari (1972). Dicha desterritorialización
de la lengua, desde sus orígenes provoca una relación compleja, contradictoria
e incluso subversiva respecto a la lengua de escritura impuesta por la
colonización. Al asumir estas lenguas como propias, los escritores orientan su
discurso narrativo inspirado del entorno cultural y lingüístico hacia una
reivindicación de su identidad desde la lengua heredada. Para la presente
contribución, hemos cogido como corpus algunas novelas del autor de Guinea
Conakry Williams Sassine: Saint Monsieur Baly (1973), Wrrriyamu
(1976), Le jeune homme de sable (1979), y Le Zehéros n’est pas n’importe
qui, (1985). El objeto de este estudio es caracterizar el estilo narrativo
de Williams Sassine y hacer una aproximación del corpus desde el punto de vista
de la traductología. Así que estableceremos un vínculo entre el texto narrativo
de Sassine y las nociones de fidelidad, de equivalencia y de adaptación en
traductología.
1. Ambivalencia y ambigüedad en las
letras de William Sassine
La escritura de Sassine es una escritura
que estriba en símbolos, que procede por imágenes, por analogías. En efecto, la
simbólica constituye un elemento interesante de la ambigüedad y de la
ambivalencia, merece ser estudiada porque varios elementos tienen un valor
simbólico: el bestiario, la arena, la enfermedad y la muerte.
1.1.El bestiario, un símbolo y una
figura de la ambigüedad
Sassine muestra una predilección por el
mundo animal. Sus novelas son habitadas por animales domésticos y salvajes. La
riqueza del bestiario llama la atención del lector. Concede un interés
particular a la fauna en la casi totalidad de sus obras. Interesémonos a esta
población de los animales. El bestiario en Sassine se divide en cuatro
categorías: los reptiles, las aves, los insectos y los mamíferos.
Los reptiles que se encuentran en las
novelas de Sassine son el «margouillat» (lagarto) (Sassine, 1973:9), «serpent
noir» (serpiente negra) (Sassine, 1976: 37), «lézard» (lagarto)
(Sassine, 1979: 42) y «caiman» (caimán) (Sassine, 1979: 42). En cuanto a
las aves, tenemos «hibou» (búho) (Sassine, 1976: 47), «coq»
(gallo) (Sassine, 1976: 46), «poule» (gallina) (Sassine, 1979: 29), «vieux
canard» (viejo pato) (Sassine, 1985: 17) y «des piques-boeufs»
(picabueyes) (Sassine, 1985: 27). Como insectos, notamos «mouches»
(moscas) y «cafards» (cucarachas) (Sassine, 1979: 29); (Sassine, 1985:
27).
Por último, el número de los mamíferos, se
nota «le lièvre» (la liebre) (Sassine, 1973: 186), «une grosse bete
remuante» (un enorme animal revoltoso) (Sassine, 1973: 213), «un chat
frileux» (un gato friolero) (Sassine, 1976: 55), «le lion » (el
león) (Sassine, 1979: 9), «le mouton» (la oveja) (Sassine, 1979: 73),
«la lionne » (la leona) (Sassine, 1979: 137), «l’âne» (el burro)
(Sassine, 1979: 160), «un éléphant» (un elefante) (Sassine, 1985: 11).
Analizaremos la simbólica de la mosca, del perro, del bestial, del león y de
la oveja.
Se utiliza la mosca como en los cuentos
tradicionales africanos en los que la mayoría del tiempo el genio bienhechor
aparece bajo formas repulsivas, seguido de moscas. En
un sueño, Baly oye decir por su padre que: «Allah, du haut des cieux,
regarde les fils de l’homme pour voir s’il n’y a pas quelqu’un d’intelligent
qui le craint, c’est pourquoi il a créé les mouches qui couvrent d’autres
hommes, chasse-les, et tu découvriras des frères…» (Sassine,
1973: 67).
También, el perro tiene un valor simbólico
en las novelas. Excepto en Saint Monsieur Baly, se encuentra este animal
en las demás novelas de Sassine. Aparece como un animal de compañía: Condélo y
su perro Patience (Sassine, 1976: 30), el gordo perro negro de Kabalango
(Sassine, 1976: 191), un perro del tamaño de un cachorro que toca en herencia a
Camara. Como animal de compañía, vela por su maestro para defenderle de
cualquier ataque. Por ende, es gracias a Patience su perro, que Condélo escapa
a las balas asesinas de Amigo. Patience que siente su maestro en peligro, le
protege matando a Amigo. En las novelas de Sassine, el perro desempeña un papel
de protector y un valor altamente simbólico, connotado negativamente.
Después del perro, consideremos la
«bestia». Esta bestia con formas variables (unas veces araña otras veces el
monstruo, el bicho, la voz) aparece en todas las novelas de Sassine como un ser
ambigüo y enigmático. Siempre está al lado de los personajes principales
(Monsieur Baly, Kalabango, Oumarou, Camara y Milo Kan). La «bestia» o la «voz» dictan
su «ética particular» a estos protagonistas. En
Le jeune homme de sable (Sassine, 1979: 96) podemos leer: «la bête
reprenait possession de moi, dit Oumarou, ses griffes d’impatience plantées
dans chacun de mes nerfs […] Tout, tout de suite, voici ce que me chuchotait la
bête.» La bestia, una especie de alegoría zarposa, para
retomar una expresión de Jacques Chevrier (1995), instalada en el más profundo
de su presa, simboliza la conciencia revelada, exigente del héroe, contra la
dictadura. La voz interior de los que se atreven a decir "NO" a los
gobiernos dictatoriales. Es la conciencia
revolucionaria, «une voix que les gouvernements traquent tout le temps»
(Chevrier, 1995: 215).
Se nota también, la presencia del león y de
la leona. Ambos simbolizan la dominación y la crueldad. El
león simboliza el autoritarismo, la dictadura. Según Jacques Chevrier (1995:
64) «il cautionne l’image d’un pouvoir despotique, sournois, cruel et
sanguinaire». En la novela, el león representa el signo
astrológico del Guide y la emblema de su partido. El
profesor Wilfrang revela que: «depuis, ce parti est devenu le parti du Lion
et lui-même s’est fait baptiser le Guide […]. Et quand je lui appris, poursuit
le professeur Wilfrang, qu’il était né sous le signe du Lion, il baissa la tête
comme pour se recueillir et, depuis, il a tout de ce noble animal»
(Sassine, 1976: 39-40). Resulta que se asimila al Guide de la
ciudad al «grand Lion du désert» (Sassine, 1976: 21) por una metáfora
permanente.
Por último, la «oveja» es el símbolo del
pueblo que se conduce, sometido, que no opone ninguna resistencia al Guide. Los
habitantes de la ciudad del Guide son verdaderas «ovejas de Parnuge» (Sassine,
1976: 65). Cantonados en su miedo y su docilidad, estos habitantes se
encuentran sin ninguna escapatoria entre dos mandíbulas: las del león y de la
leona. Son víctimas expiatorias, incapaces de la mínima reacción. Esta fábula
es la dramatización del conflicto que opone el pueblo al tirano, revela también
el universo salvaje de Le jeune homme de sable.
A través del bestiario, Sassine revela la
situación social en Guinea, denuncia el absolutismo de Sékou Touré. Toda la
salvajería del poder de este tirano transparenta en implícita en esta relación
León-Oveja. En definitiva, mediante el valor emblemático del bestiario, Sassine
denuncia el régimen despótico de Sékou Touré. El interés del bestiario reside
en la simbolización de las tensiones, de las luchas políticas, en resumen de
todas las contradicciones en las cuales el pueblo cae constantemente en la trampa.
Después de la simbólica del bestiario, interesémonos también a la de la arena,
elemento de la naturaleza.
1.2. La simbólica de la arena
La temática de la arena es largamente
desarrollada en Le jeune homme de sable. La arena es el símbolo de la
juventud como lo indica Jean-Pierre de Beaumarchais (1994: 68) quien escribió:
Le jeune homme de sable
dont l’action se situe dans une ville d’Afrique noire aux portes du Sahara
gravite au contraire autour d’une autre image essentielle : celle du sable qui menace
sans cesse la cité et auquel est comparée, à travers le personnage d’Oumarou,
le jeune lycéen, la jeunesse, fragile comme lui, balayée par tous les souffles
du monde, mais, comme lui aussi, résistante et imputrescible.
La arena simboliza la impermanencia y la
fragilidad de lo que corre y pasa, la falta de consistencia y de la
resistencia. La arena es la imagen de lo que no puede retener el agua. Se
compara a Oumarou a este simbolismo de la arena: «tu es un jeune homme de
sable: à chaque coup de vent, tu t’effrites un peu et tu te décpuvres autre. Un
jour, il ne restera rien de toi. Pour vivre, il faut un noyau, et toi tu n’en
as pas». (Sassine, 1979: 180-181).
Es asimilado a la arena porque, como el
agua, él no retiene nada: los consejos, las admoniciones pasan sobre él como el
agua sobre la espalda de un pato. Joven testarudo, incorregible, desafía la
moral, el orden social y se burla de todo. Además, la arena también evoca esta
juventud inembargable, bamboleada a todo viento, inestable y lista a todo.
A lado de esta imagen de la juventud
vulnerable, inestable, inexperimentada e inconsistente, expuesta a todos los
peligros, se levanta otra: la de la juventud más fuerte que el tiempo. Una
juventud fuerte e inmortal como las ideas que su inocencia proclama. Si
Oumarou, el joven de arena, es tan imprevisible como los vientos de arena, es
en él que se estriba sin embargo, como una paradoja, la esperanza del pueblo.
Pues sus ideas son también tan puras y también duras como los granos de arena.
Así
caracterizado el texto narrativo de Sassine, es imprescindible analizarlo en el
espectro de paradigmas traductológicos como la fidelidad, la equivalencia y la
adaptación.
2. La fidelidad, la equivalencia y la
adaptación: herramientas traductológicas para el análisis de la narrativa
negroafricana
El problema de traducción de la narrativa
negroafricana de expresión francófona sigue siendo un tema recurrente ya que
algunos conceptos traductológicos merecen ser analizados para poder llevar a
cabo un mejor proceso de traducción. Porque lo que se traduce corresponde
también a la idiosincrasia, maneras de percibir el mundo y pensarlo. Por lo
demás, el discurso narrativo francófono presenta especificidades y realidades
que merecen ser resaltados y estudiados para una mejor aproximación a las obras
africanas. Es también importante dar a conocer esta especificidad narrativa y
proporcionar las herramientas necesarias para emprender una real labor
traductora. Desde la perspectiva de la traductología, dicho texto narrativo no
puede enfocarse como un fenómeno estanco cuya traducción resultaría ordinaria.
Plantea, de hecho problemas de fidelidad, de equivalencia y de adaptación,
debido a la especificidad del discurso oral que caracteriza la novela
negroafricana poscolonial. Importa hacer una aproximación a las nociones de
fidelidad, de equivalencia y de adaptación en traductología.
1.1. La fidelidad, una problemática
secular en los estudios traductológicos
La noción de fidelidad en los estudios
sobre la traducción se remonta a la época antigua. Es una de las nociones
fundadoras de los estudios traductológicos. En realidad, desde una perspectiva
histórica, fue Horacio, poeta romano, quien incorporó este concepto en la
terminología traductológica. Al respecto, había escrito un tratado sobre las
normas de elocuencia en la poesía latina. En este tratado titulado Ars
poetica: Epistola ad Pisones, Horacio seguía los argumentos ya expuestos
por Cicerón sobre la correlación entre la traducción y la elocuencia romana.
Amparo Hurtado Albir (2001: 105) resume este punto de vista en los siguientes
términos: «la línea ciceroniana es seguida por Horacio, quien […] afirma que no
hay que traducir palabra por palabra e introduce el término fiel en el debate
al plantear que "Nec verbum verbo curabis reddere fidus interpres"››.
En otras palabras, para Horacio, la poesía romana debía contribuir a enriquecer
la lengua latina. De igual modo, los poetas romanos debían procurar observar
reglas de coherencia en el traslado al latín de poemas griegos. Así,
afirmaba que:
pour l’arrangement des
mots dans la phrase, il convient d’être minutieux et attentif : ce sera une
belle réussite de donner de la nouveauté à un terme par une habile alliance de
mots. Il peut être nécessaire de représenter par de nouveaux signes des idées
jusqu’alors inconnues : on pourra créer des mots, […] on y sera autorisé à
condition de le faire avec réserve ; ces mots nouveaux, récemment créés,
prendront crédit, si on les dérive discrètement du grec.
(Vinas,
2016)
La búsqueda de la fidelidad en el texto
narrativo puede hacerse a partir de varios aspectos estudiados por la
traductología. Entre otros, hay el aspecto lingüístico y comunicativo. Por lo
que a la lengua corresponde, los trabajos de Vinay y Darbelnet postulaban la
fidelidad traductiva en la conformidad entre las palabras del texto original y
de la traducción. El elemento fundamental que tenemos que respetar es la
estructura lingüística. Así «un système
linguistique est remplacé par un autre, vu que les phénomènes comparables
peuvent être désignés par des codes linguistiques différents à condition qu’on
respecte la spécificité de la langue d’arrivée» (Klimkiewicz, 2018). La
dimensión comunicativa de la lengua ha de tomarse en cuenta en la búsqueda de
fidelidad entre un texto y su traducción. Este enfoque se relaciona con la
teoría del sentido. En efecto, de conformidad con la teoría del sentido, las
circunstancias de emisión del texto a traducir son importantes para neutralizar
el sentido del mismo. De allí que la fidelidad entre el texto original y su
traducción, en este caso, se evalúa por la pertinencia del sentido.
1.2. De la equivalencia a la
adaptación: una visión funcional de la traducción
La equivalencia es una noción esencial en
el estudio traductológico. Cualquier intento de aprehender la actividad
traductiva concede una importancia particular a dicha noción. Así,
para Taber y Nida (1970: 11) «la traduction consiste à reproduire dans la
langue réceptrice le message de la langue source au moyen de l’équivalent le
plus et le plus naturel, d’abord en ce qui concerne le sens, ensuite en ce qui
concerne le style». De igual modo Catford
(1965: 20) considera la traducción como «the replacement of textual material
in one language (SL) by equivalent textual in another language (TL)».
Desde la perspectiva funcional de la
traducción, importa distinguir entre equivalencia y adecuación. En realidad, la
adecuación se refiere a la idea de pertinencia. De hecho, se relaciona con el
objetivo asignado a cada traducción, o lo que es lo mismo, en términos de Reiss
(2009:144), «on peut donc dire que l’adéquation est une relation entre la
fin et les moyens; cette notion est axée sur le processus». En cuanto a la
equivalencia, designa una igualdad de valor entre la función del texto fuente y
la de su traducción. Para resumir, podemos decir que la equivalencia varía de
un texto a otro, de conformidad con la función que ha de cumplir dicho texto en
la sociedad receptora. En otros términos «le texte
original et (ou ses) traduction(s) doivent atteindre le même degré d’efficacité
fonctionnelle dans la communication» (Reiss, 2009: 150).
La adaptación aparece como un caso de
manipulación del texto. Esta manipulación del tejido textual puede hacerse
tanto en la forma como en el fondo. Obedece siempre a una intención
comunicativa, y aspira a poner el texto en conformidad con cierta ideología. De
este punto de vista, traducir equivale a transformar el contenido del texto
original para que su traducción sea accesible o aceptada por otro tipo de
lectorado, o que se adecúe con determinadas normas sociales o culturales. Reiss
(2009: 21) concluye este apartado diciendo que la adaptación modifica «le
texte-source quant à son organisation langagière, et surtout quant à son
contenu et/ou à l’intention communicative non pas pour obéir à des impératifs
techniques liés à l’opération traduisante, mais pour attendre un objectif
déterminé». (Reiss, 2009: 21)
La fidelidad, la equivalencia y la
adaptación aparecen en este artículo como procedimientos aplicables al análisis
del texto narrativo de Williams Sassine. La particularidad de la escritura
narrativa de este escritor guineano ofrece posibilidades de análisis desde el
punto de vista de la interdisciplinariedad traductología-literatura.
3. La creatividad lexical como forma
de traducción
La búsqueda de una escritura novedosa
trasparece en el discurso narrativo de William Sassine. No se trata de una
invención o neologismos conocidos, pero que pone sus huellas su voluntad de
romper con las costumbres literarias explotando el léxico, los neologismos, las
interferencias lingüísticas y "comiendo" la grafía ortodoxa de las
palabras, cualquier cosa que contribuye a la búsqueda de una nueva estética
narrativa. Esta búsqueda de una escritura innovadora se impregna también en la
lengua que usa; no porque inventa una nueva, pero simplemente la imprime
(impone) su voluntad de romper con las costumbres explotando el léxico, los
neologismos, las interferencias lingüísticas y violando (infringiendo) la
grafía ortodoxa de las palabras, cualquier cosa que contribuye a su búsqueda de
una nueva estética novelesca.
3.1. Creación y ruptura lingüística
como forma de adaptación en la obra de Sassine
Nosotros es importante que el traductor
identifique estos rasgos narrativos especiales y auténticos que caracterizan
las letras William Sassine. Podemos citar algunos
ejemplos: «Technichien» (Sassine, 1979: 38); «PDG» y «Pédégé»,
(Sassine, 1985: 18) «sékouter» (Sassine, 1985: 168) ; «Pétété» y
«Pécévé» (Sassine, 1985: 189). Algunos términos existen
pero por efecto de transferencia de sentido cobran otra dimensión semántica.
Las palabras «technichien» y «Sékouter» son puros hallazgos del
autor. «Technichien» está formada por composición. A partir de dos palabras
reales (technicien (técnico) + chien (perro)= technichien),
Sassine crea una nueva palabra. De igual modo, a partir del nombre Sékou Touré,
crea el verbo «Sékouter» para designar la manía del presidente Sékou
Touré de hacer pomposos discursos, de discurrir. Esta nueva palabra indica que
Sékou sufría de verbosidad. Este «alquimista» lleva más lejos la audacia
lexical en Le Zéhéros n’est pas n’importe qui, lo que da la luz a las
expresiones tales como «zéhéros», «zéropéens» (Sassine, 1985:
66), «sexpatriée» (Sassine, 1985: 67) y «gri-grisées»
(Sassine, 1985: 112). El «zéhéros» se compone de dos palabras
diferentes: zéro (cero) + héros (héroe). Una mezcla de zéro
(cero) y de héros (héroe) que se refiere a personas que no tienen mérito
pero que se hacen pasar por personas importantes. Designa a todos los que se
creen héroe. Además, «zéropéens» se compone de la reunión de los
términos (zéro=cero y de européen= europeo. Un Zeropéen es
un europeo pobre, un europeo que no tiene ningún valor, que es lo que
convendría denominar "un don nadie". En cuanto a «sexpatriée»
(sexe=sexo + expatrié= expatriado), es un expatriado del sexo,
alguien que se marcha de su país para instalarse en otra parte por razones
sexuales. Por último, «gri-grisées» fue conseguida por el método de la
derivación del nombre "gri-gri" (grisgrís) = adjetivo "gri-grisée"
(invencible, imbatible). Significa hacerse invulnerable.
En la novela la sigla «PDG» adquiere
otros valores. Hay una transferencia de sentido, porque esta abreviatura es
utilizada fuera de su contexto habitual. El «PDG» lejos de designar el
Presidente Director General de una empresa o el Partido Democrático Guineano,
se lo asimila a la persona de Sékou Touré. En cuanto a la sigla «GTM»,
pone de relieve la imaginación creadora de Sassine. En realidad, «GTM=je
t’aime (te quiero)». La formación de la sigla se ha hecho sobre la base de
la eufonía. Lo que permite crear nuevas palabras: pédégé, pétété y pécévé.
En realidad, las dos últimas son las transcripciones de los sonidos de las
siglas PTT (Puesto de Transmisión y de Telecomunicación) y PCV (comunicación
telefónica pagada por el destinatario después del consentimiento de éste).
Los neologismos son uno de los puntos sobre
los cuales la lengua de Sassine rompe con la lengua clásica e innova. Otra
característica de esta lengua de la ruptura es la transgresión de la gráfica
ortodoxa. No respeta las convenciones establecidas, las normas tradicionales.
El aspecto transgresivo de esta lengua, aparece en el empleo de las letras
iniciales de los nombres propios están escritas con minúscula. Ahora bien,
tradicionalmente se admite que los nombres propios se escriban con las letras
iniciales en mayúscula. A lo largo de todo del texto, el lector se ve marcado
por las libertades que toma Sassine en la grafía de ciertos nombres. La
mayúscula o las letras de majestad de los nombres propios (andré, christine,
albertine y léon) son sustituidas por minúsculas.
Fais voir, christine,
demanda andré
-On ne voit rien, dit
albertine
-Ton diallo est vraiment
con, cria léon (Sassine, 1985: 10)
Por otro lado, Sassine tiene una
predilección por los juegos de palabras, los calambures como se lo puede notar
en esta cita:
Ma bea est une femme.
-Je vois. C’est
l’ingénieur en inventions.
-On dit l’ingénieuse. Il
faut libérer la grammaire.
-Chez, ma grammaire a
toujours été libre, me coupa-t-il.
Et puis le rail ou la
rail, pourvu que le train passe (Sassine, 1985: 126)
Para hablar así, juega con las palabras,
con la gramática. También esta libertad frente a la gramática le lleva a
construir largas oraciones sin un signo de puntuación. Por ejemplo, hay una
oración de nueve líneas sin puntuación:
Je me souviens vaguement
qu’il fallait que je me sépare de Binta à cause de mon canard qui me portait
bonheur qui vivait de rien et qu’elle avait tué pour me changer du menu
semestriel donc pour me faire plaisir donc elle m’aimait mais le canard aussi
m’aimait d’ailleurs j’avais connu mon canard avant elle et avant le canard
d’autres femmes donc pour être logique nul n’est indispensable mais le problème
est quand quelqu’un fait une connerie pour vous plaire?
(Sassine,
1985: 50)
La novela es también una red lexical con
valor lúdico. Se nota casi setenta expresiones que retoman el título bajo
distintas formas, tales como el estribillo de una canción: «repartir à zéro»
(Sassine, 1985: 29), «je n’étais pas n’importe qui» (Sassine, 1985: 35),
«nos cancrelats ne sont pas n’importe qui» (Sassine, 1985: 101).
Igualmente, hay varios ejemplos de psitacismo. Se trata de repeticiones
mecánicas de palabras, de oraciones entendidas, sin que el sujeto las entienda.
Como
ejemplo, se nota la oración «un homme doit savoir se remettre en question et
pouvoir repartir à zéro » (Sassine, 1985: 43; 46; 53). Esta
oración es repetida mecánicamente por Camara quien se preocupa muy poco del
sentido. Le Zéhéros n’est pas n’importe qui es la novela de la
contestación lingüística la más radical. La ruptura lingüística se manifiesta
también a través de las interferencias lingüísticas.
Sassine destaca en el empleo de palabras
africanas o de expresiones y giros africanos e incluso dichos populares
locales. Los términos o expresiones en cursiva se integran en el texto creando
un efecto de continuidad semántica. En el ejemplo que sigue, se encuentra
integrado en el francés la palabra «samara», término malinké que
significa sandalia: «elle ramassa une samara pour écraser une énorme mouche
bleue qui continuait à faire vibrer l’air» (Sassine, 1973: 32)
En Wirriyamu, el término «liamba»
(Sassine, 1976: 18) aparece en el texto con una nota a pie de página. Así, en
vez de permitir a un personaje dar la significación de la palabra o de la
expresión, el autor da a conocer la traducción de la palabra a través de una
nota a pie de página. Los ejemplos en Wirriyamu son
múltiples: «Nègre calcinhas: nègre à demi civilisé» (negro parcialmente
civilizado) (Sassine, 1976: 22) «Sobeta: chef de village»; «Soba:
grand chef» (Sassine, 1976: 27). El uso de palabras y giros
africanos en el texto de Sassine, da fe de su voluntad de traducir o de
restituir las realidades africanas que la lengua francesa no da cuenta siempre
como conviene. Las palabras y o las expresiones africanas, en el texto
novelístico francés, son interferencias lingüísticas que aportan una
connotación local a los relatos de Sassine y expresan realidades culturales.
En resumen, este procedimiento particular
de invención, es un elemento de la preocupación de búsqueda creadora en Sassine
éste libera el lenguaje. Tal como un madurador de oro, somete la lengua a
incandescencia para sacar de ella joyas: una oración moderna, con aspecto
periódico y despierto, adaptada a todos los tonos. Un estilo con imágenes que
brotan, servido por una vehemencia vivaz, suntuoso, poética. La alegre libertad
de aspecto y de verbo, la lozanía y la truculencia confieren a las novelas de
Sassine el sello de «novelas resplandecientes». La escritura de Sassine
transgrede las normas, se libera de las convenciones y de las rémoras
paralizantes de la tradición.
A partir de un enfoque traductológico, el
texto narrativo de Sassine aparece como una forma de traducción. En realidad,
entre el querer-decir del escritor y el uso que hace del lenguaje, observamos
el fenómeno traductivo de la adaptación. El escritor crea palabras nuevas;
dicho de otro modo, adapta la lengua a sus ideales. De conformidad con la
dimensión funcional de la traducción expuesta por Resiss (2009), Sassine
transforma voluntariamente los códigos del francés para expresar su
pensamiento. Además, en la transgresión de los códigos lingüísticos, el
escritor se niega a ser fiel al régimen político de Sékou Touré, en la medida
en que los neologismos buscan denunciar dicho régimen.
3.2. El recurso a los antiguos valores
africanos
La búsqueda de la identidad en la obra de
Sassine en realidad es una reconquista. Se trata de un regreso estratégico a
las fuentes, hacia los valores africanos. No es un rechazo de los valores
extranjeros para aceptar sólo lo que viene de África, sino más bien teniendo
los pies en la tradición, estar abierto al exterior haciendo una selección
rigurosa de lo que viene de otra parte. Jean Marie Adiaffi
(2000: 187), a través de la voz de uno de sus personajes, lo ha llamado el
«conciencismo»: «c’est l’ensemble, en termes intellectuels, de
l’organisation des forces qui permettront à la société africaine d’assimiler
les éléments occidentaux, musulmans et euro-chrétiens présents en Afrique et de
les transformer de manière qu’ils s’insèrent dans la personnalité africaine.»
En esta era de la globalización y de la
mundialización cultural, el único medio para los africanos de resistir al
corriente de la uniformización es hacer un regreso sobre ellos mismos, operar
un cambio radical de su pasado con el objeto de reajustar el presente y
pretender el futuro en función de sus aspiraciones actuales. Quedando ellos
mismos y asumiendo su pasado, deben mostrarse selectivos respeto a lo que está
impuesto a fin de ir a lo universal con lo que les es propio. Esta toma de
conciencia implica la apropiación de lo que Marcien Towa (1983: 188) llama el
«secreto» del Occidente. La apropiación de este «secreto» permitirá la
refundación de la cultura africana y la conducirá hacia el camino del progreso.
Por
esto, el africano debe confiar en sí mismo.
Es una llamada, «un retour à
l’authenticité, c’est-à-dire aux valeurs naguère bafouées de l’africanité, dans
la mesure où celles-ci peuvent insuffler un peu de vie aux normes branlantes
des temps modernes.» (Towa, 1983: 188.) Por el «revivalismo» o
el «neo-tradicionalismo», el africano podrá abrirse a otras culturas quedando
él mismo. El recurso deliberado hacia los valores del pasado precolonial, será
para él, una verdadera ancla, un medio seguro para evitar de irse a pique en
este mundo globalizado. Consciente de eso, Sassine a su manera revalora la
africanidad, precisamente la religión y la cultura africana. A
este respecto, Chevrier (1995) escribe que:
«inscrit chacun de ses récits dans
un contexte politique, social, religieux et culturel parfaitement identifiable
aux réalités africaines d’aujourd’hui, il n’accorde au fait politique
proprement dit, et à ses acteurs qu’un rôle second. On sent bien que là n’est
pas l’intérêt du romancier qui nourrit, semble-t-il, peu d’illusions sur la
capacité –et la volonté- des politiciens à faire le bonheur des hommes».
Conclusión
La dimensión lexicográfica y catártica de
los numerosos códigos culturales en sus obras indica y/o confirma la
originalidad de su producción literaria. Incluso, el autor instaura una
dinámica morfológica y lexical de las palabras para poder indicar su alcance
desde una perspectiva africana. Es a partir de esta observación que operan
dificultades y problemas relacionados con la traducción de este tipo de literatura.
El análisis discursivo y cultural nos sitúa nos da algunas pistas como forma de
aproximación a una posible traducción de la narrativa negro africana.
A veces, desconocida y “exotizada” (Ovidio Carbonell, 1985:136) dicha narrativa
lleva todas las herramientas necesarias a su traducción hacia otra lengua. De
ahí, traducir al otro, el africano, no es más que adentrarse en su cultura para
poder buscar, identificar y entender el espacio necesario a la traducción de
los códigos reunidos en un espacio determinado.
Referencias bibliográficas
Adiaffi, Jean-Marie (2000), Les
naufragés de l’intelligence, Abidjan, Ceda.
Beaumarchais de, Jean Pierre (1994), Dictionnaire
des littératures de langue française, Paris, Bordas.
Chevrier, Jacques (1995), Williams
Sassine, Écrivain de la marginalité, Toronto, Éditions du Gref.
Sewanou, Dabla (1986), Les
nouvelles écritures africaines-romanciers de la seconde génération, Paris,
L’Harmattan.
Deleuze, Gilles y Guattari, Félix
(1972), L’Anti-Œdipe, Paris, Minuit.
Delisle, Jean (1984), L’analyse du
discours comme méthode de traduction, théorie et pratique, Ottawa,
Université d’Ottawa.
Klimkiewicz, Aurelia (2018),
«Problématique de la fidélité en traduction», Post-Scriptum, 3,
https://post-scriptum.org/parutions/traduction-mediation-manipulation-pouvoir/.
(Fecha
de consulta: 15/06/2018).
Nida Eugene A (1964), Towards
a science of translating, Leiden, Brill.
Santoyo Julio-César (1987), Teoría y
crítica de la traducción: Antología, Bellaterra, Universitat Autónoma de
Barcelona.
Sassine, Williams (1973), Saint
Monsieur Baly, Paris, Présence africaine.
Sassine, Williams (1976), Wirriyanu,
Paris, Présence africaine.
Sassine, Williams (1979), Le jeune
homme de sable, Paris, Présence africaine.
Sassine, Williams (1985), Le
Zéhéros n’est pas n’importe qui, Paris, Présence africaine.
Towa, Marcien (1983), Poésie de la
négritude: approche structuraliste, Sherbrooke, Éditions Naaman.
Vinas, Agnès. (2016). Horace – Art
poétique, ou Épître aux Pisons, http://www.mediterranees.net/litterature/horace/pisons.html.
(Fecha de consulta: 26/03/2016).