Revista Nº37 "RESEÑA"

RESEÑA

 

El presente trabajo trata sobre el problema del nacionalismo, que no es en sí mismo el deseo de autodeterminación, si no la particular ilusión epistemológica del deseo de esa construcción de la mentalidad.


ABSTRACT

This paper is about the problem of nationalism, which it is not itself a desire of self-determination, but a particular epistemological illusion of the desire of creating that mentality.

 

 

 

SANGRE Y PERTENENCIA: EL NARCISISMO DE LA DIFERENCIA EN MICHAEL IGNATIEFF

              Por: IÑAKI VÁZQUEZ LARREA[1]

 

El problema con el nacionalismo, no es en si mismo el deseo de autodeterminación, si no la particular ilusión epistemológica de que solo puedes estar en casa, solo puedes ser entendido, entre tus semejantes. Lo que está mal del nacionalismo no es deseo de ser el dueño de tu propia casa, sino la convicción de que solamente gente como tú merece estar en la casa”

Michael Ignatieff

 

1.- SANGRE Y PERTENENCIA: UN VIAJE INICIÁTICO “AL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS” NACIONALISTAS.

 Inspirado en la famosa novela de Joseph Conrad, Sangre y Pertenencia tiene la virtud de no caer en el determinismo historicista de Samuel Huntington, ni el primordialismo académico de Anthony D. Smith o Liah Greenfield, para asumir la premisa del antropólogo Ernest Gellner de que, esencialmente, el nacionalismo es un artefacto cultural vinculado a la modernidad: “Quiero entender como los vecinos se convierten en enemigos, como gente que tenía mucho en común acaba por tener nada en común sino la guerra. Allá donde he visto germinar este proceso- en Afganistán, Ruanda o Irlanda del Norte- no deja de chocarme. Nunca he aceptado la idea de que la guerra nacionalista es una irrupción de odios tribales o enemistades ancestrales” (Ignatieff, pag 35).

 Tiene, a su vez, otra notable virtud. Vincula el rebrote nacionalista de las últimas décadas, de Ucrania a Quebec, con crecientes disfunciones del proceso de globalización y la desmembración de Estados débiles: “Sobre la base, el sentimiento nacionalista, entre la gente corriente, es una consecuencia secundaria de la desintegración política, una respuesta al colapso del orden estatal y de la acomodación interétnica que lo hacía posible. El nacionalismo crea comunidades de miedo. Grupos que se aúnan bajo la convicción de que su seguridad depende de ello. La gente se hace nacionalista cuando tiene miedo; cuando la única respuesta a la pregunta ¿Quién me protegerá ahora?. Se convierte en, mi propia gente” (Ignatieff, pag 45).

 

2.- EL NARCISISMO DE LAS DIFERENCIAS MENORES:

 Para Ignatieff el nacionalista es un narcisista que precisa despreciar a la otredad para ensimismarse aún más. Su carácter fantasioso y su falta de autenticidad hace necesaria la violencia para exacerbar diferencias anteriormente difusas o inexistentes. El narcisismo de las diferencias menores, nos dice, nos es una teoría epistemológica, pero sí una explicación plausible de las causas de la guerra étnica: “Por extrapolar algo de Freud, es posible pensar el nacionalismo como un tipo de narcisismo. Un nacionalista extrapola los hechos neutrales de un pueblo-su lengua, hábitat, cultura, tradición e Historia- y convierte esos hechos en una narrativa, cuyo objetivo es iluminar la auto-conciencia de un grupo, permitiendo que piensen en si mismos como una nación que demande la autodeterminación. En otras palabras, un nacionalista, convierte diferencias menores y las transforma en diferencias irreconciliables. Con tal objeto, se inventan tradiciones, se embellece y reformula un glorioso pasado para consumo público,  y pueblos que nunca se habían visto de tal forma, comienzan a ensoñarse a sí mismos como naciones. Considerar al nacionalismo como una tipología de narcisismo revela la cualidad proyectiva y ensimismada del discurso nacionalista.

El nacionalismo es un espejo invertido en donde los creyentes ven convertidos sus atributos étnicos, religiosos y territoriales en cualidades y atributos gloriosos. Entonces, aunque Freud no nos explica como sucede esto, la sistemática sobrevaluación del nosotros resulta en una sistemática devaluación de los extraños. De esta forma, el ensimismamiento narcisista exacerba la intolerancia” (Ignatieff, pag. 52).

El narcisismo de las diferencias menores puede que no explique porque comunidades de miedo, comienzan a odiarse mutuamente. No es una teoría explicativa. Es sólo una frase, con cierta utilidad heurística. Su virtud reside en que no da el antagonismo étnico por hecho. No acepta que narrativas diferenciadas tengan un destino determinado de resultado sangriento. Llama la atención sobre el carácter proyectivo y fantasioso de las identidades étnicas, a su particular falta de autenticidad. Sugiere que es precisamente esa falta de autenticidad la que pone en el disparadero reacciones de violencia defensiva. También nos ayuda a entender su naturaleza dinámica. La etnicidad es descrita, a veces, como una piel, como un destino que no puede ser cambiado. De hecho, lo que es consustancial a la etnicidad es su plasticidad. No es una piel, es una máscara constantemente reinventada” (Ignatieff, pag. 56).

3.- LA ÉTICA PÓLITICA REFERENCIAL DE IGNATIEFF:

En términos barojianos, existen tres tipos de salidas al laberinto nacionalista étnico en Michael Ignatieff:

1.- Exigir la conversión del nacionalismo étnico en nacionalismo cívico: “hay una moraleja en todo esto. El único antídoto contra el nacionalismo étnico es el nacionalismo cívico, porque la única garantía de que los grupos étnicos puedan convivir en paz es que compartan lealtad hacia un estado que sea lo suficientemente fuerte, justo y equitativo para poder reclamar obediencia” (Ignatieff, pag. 293).

 En el caso vasco, este fue el caso de Mario Onaindia al propugnar un nacionalismo de corte lockeano frente al tradicionalismo sabiniano como fórmula de construcción nacional vasca. Léase, a este respecto, Carta Abierta (Sobre los perjuicios que acarrean los prejuicios nacionalistas) o el antropólogo Mikel Azumando, que frente al particularismo étnico pre-nacionalista del Padre Larramendi, reivindicaba el Republicanismo de Harrington como narrativa alternativa a la etnicidad vascongada. Igualmente, léase Y se limpie  aquella tierra (Limpieza étnica y de sangre en el País Vasco (siglos XVI-XVIII).

2.-  La asunción de la mentira étnica. Esto es, olvidar, pasar página, como fórmula de reconciliación y convivencia. La desmemoria, en este caso, implica la posibilidad de revivir la pesadilla de la guerra étnica. (Este sería el caso de la existencia de un  inmemorial conflicto o contencioso vasco).

3.- El exilio cosmopolita interno o externo, bajo el paradigma de Samuel Johnson ; “el patriotismo es el último refugio del canalla” o el joyceano “Irlanda es la vieja cerda que se come su propia lechigada”.

4.-COROLARIO: CONTRADICCIONES INHERENTES A LA CEGUERA LIBERAL DE IGNATIEFF:

 En su epílogo a la edición española de Sangre y Pertenencia (2012), Ignatieff parafrasea a Isaiah Berlin, a la hora de definir a los nacionalismos como “una rama que si se dobla en exceso termina rebotando”. La aseveración  implica, implícitamente,  que la teoría política liberal posee serios límites a la hora de comprender las problemáticas nacionales (Will Kymlicka) siempre periféricas, y de no abordar debidamente nuestro nacionalismo banal (Billig), nada inocuo, por cierto, e ignorado por el propio Ignatieff, para quien la ética del mal menor no consigue romper la dicotomía nosotros (democracia liberal) versus ellos (terrorismo tribal o religioso).

 Implica, además de incomprensión etnocéntrica, claros déficits en la gestión política de los mismos ¿No es a través de políticas de reconocimiento (Charles Taylor) como se ha solventado,  el aparentemente perenne conflicto irlandés? ¿No existe nada más allá de la guerra liberal preventiva? o como diría Alain Touraine ¿Podremos vivir juntos?.

BIBLIOGRAFÍA:

ANDERSON, B.(1997), Comunidades Imaginadas (Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo), México, FCE.

AZURMENDI, M.(2000), Y se limpie aquella tierra (Limpieza étnica y de sangre en el País Vasco), Madrid, Taurus.

BERLIN, I.(1998), Cuatro Ensayos sobre la libertad, Madrid, Alianza Editorial.

BILLING, M. (2014), Nacionalismo Banal, Madrid, Capitán Swing.

GELLNER, E. (2003), Naciones y nacionalismo, Madrid, Alianza Editorial.

IGNATIEFF, M. (1998), The Warrior´s Honor (Ethnic War and The Modern Conscience), London, Chatto and Windus.

IGNATIEFF, M. (2012), Sangre y Pertenencia (viajes al nuevo nacionalismo),Madrid, El Hombre de tres.

IGNATIEFF, M. (2005), El mal menor (ética política en una era de terror), Madrid, Taurus.

KYMLICKA, W. (2007), Las Odiseas Multiculturales (las nuevas políticas internacionales de la diversidad), Barcelona, Paidós.

SAID, E. (2018), Cubriendo el Islam, Barcelona, Debate.

SMITH, A.(2000), Nacionalismo y Modernidad, Madrid, Istmo.

TAYLOR, C. (2001), El multiculturalismo y “la política del reconocimiento”, México, FCE.

TOURAINE, A. (2003), ¿Podremos vivir juntos?, México, FCE.

ONAINDIA, M. (1995), Carta abierta (sobre los perjuicios que acarrean los prejuicios nacionalistas), Barcelona, Península

 

 

 

 

 



[1] Profesor Asociado de Sociología, UPNA (Universidad Pública de Navarra)