ÍNDICE
Presentación……………………………………………………………….Pág.1
Índice………………………………………………………………………..Pág.2
Introducción………………………,,…………………….…………...…....Pág.3
El
liderazgo…………………...……………………...……………….……Pág.5
Las masas
……………...………………………………………………….Pág.10
El contexto histórico……………………………………..…...…………...Pág.14
La Alegoría del Partenón
de cristal………………………………………Pag.17
La ruptura
institucional…………………………………………………….Pág.20
Teoría de los dos
caminos………………………………...………………Pág.33
Conclusiones…………………………………………………...…………..Pág.36
Bibliografía…………………………………………………………………..Pág.37
INTRODUCCIÓN
Un líder de tipo
carismático es aquel que asume al poder en los albores de Alemania, conforme se
desarrolla una república que provenía desde algunos cuantos años atrás, cuando
finaliza uno de los estruendos más grandes de Europa. Quien fuera el tercer Reich,
sabía que alteraría los hilos de la política mundial.
Un líder de tipo
carismático es aquel que posee la legitimidad suficiente como para generar una
de las cargas impositivas más grande de la historia de los Estados Unidos,
impulsando las medidas neoliberales en concordancia con La Dama de Hierro en los
años ´80.
Un líder de tipo
carismático es aquel que puede hacer frente, a una de las guerras más cruentas
de Europa, movilizando a su población con la fuerza de su discurso, abocando a
la lucha con sangre, sudor y lágrimas.
Pero también, un
líder es aquel que sabe tomar decisión, que puede guiar a las masas, es aquel
que sabe tomar el camino para devolverle a su pueblo el respeto mutilado por
los intereses extranjeros. Es aquel que se permite luchar contra el imperio,
ganando la legitimidad de la región latinoamericana.
Quien viera en
estos personajes ideales, algunas diferencias, claro que estaría en lo cierto,
pero también es posible encontrar grandes similitudes en los líderes expuestos,
las características comunes permiten identificarlos como tales, pero de ninguna
manera, es posible asegurar que el trabajo habría acabado al realizar estos
esfuerzos, es por eso, que lo que se plantea con este trabajo es analizar, en
principio el liderazgo, para poder sentar las bases del común denominador que
poseen los personajes que serán analizados en el devenir de la entrega, y para
así, poder pasar luego, a comprender sus variables, sus alcances y sus efectos.
Sería imposible intentar esto, sin entender el contexto histórico en que cada
caso particular será estudiado, puesto que consideramos relevante para nuestro
trabajo, las características del contexto, tiempo y lugar en que los hechos serán
analizados, y, cabe destacar que, para que esto sea fortuito, debemos
comprender los tipos de estados, de sistemas y regímenes políticos en los que
cada uno se encuentran.
Habiendo dicho
esto, y sin interés en ser demasiados escuetos o demasiado amplios en el
desarrollo de este, daremos lugar a la exposición que ambiciona demostrar, por
medio de dos teorías, cómo impacta el líder político en su contexto histórico,
y en los sistemas políticos, en los que concentrará su poder. Para ello será
necesario, comenzar nuestro trabajo presentando las definiciones pertinentes a
la materia en la que deseamos trabajar, haciendo un esfuerzo por comprender el
fenómeno que aquí se suscita: el liderazgo.
EL
LIDERAZGO
Es menester
comenzar este análisis comprendiendo que el liderazgo, es un concepto que hace
alusión al hombre, que fue creado por y para el mismo, al comprenderse que la
vida en sociedad era un hecho. Desde el aporte de Aristóteles, pensador de la
Antigua Grecia, podemos comprender que, el hombre es un ser político, entendido
éste, como un ser que necesita de la vida en sociedad para poder llevar a cabo
la consecución de sus objetivos. En su libro “La Política”[5],
este autor, nos introduce en el mundo de las ciudades estado (organizaciones
políticas conocidas en Grecia, previamente al nacimiento de Cristo),
entendiendo que los hombres se unen entre sí para poder sobrevivir conformando
las unidades sociales primarias, a nuestro entender, básicas que son las
familias. El hombre necesita de ellas para poder crecer y desarrollarse, porque
está más que claro que, durante los primeros años de vida, no puede
autoabastecerse, pero con el pasar de estos, el hombre adquiere competencias
tanto físicas como inteligibles para proporcionarse sus propios alimentos y no
desfallecer, pero Aristóteles adelanta su planteo hacia la conformación de
pueblos, siendo estos las asociaciones entre familias y, finalmente, hacia la
conformación del estado, la asociación entre pueblos. Aquí el autor, nos
plantea que este estado debe perseguir el bien común, fundado en los intereses
de los pueblos, y de aquí se desprende que su organización política, jurídica y
económica será en virtud del pueblo que la elija. Sucesivos autores han
comprendido que la formación del estado es necesaria para poder
institucionalizar los deseos de la población, como dijimos, organizada en base
a su bien, o al menos a lo que estas consideran como el suyo, y así suponen,
que previo a la organización del estado, existe un estado de naturaleza que
debe ser eliminado, puesto que en éste prima el desorden social. Encontramos
aquí a los filósofos contractualistas como Hobbes, Locke y Rousseau, quienes
sostienen de diversas maneras, que deben darse pactos entre los hombres para
mantener el orden social, Hobbes en “El Leviatán” (1651)
habla del estado de naturaleza en que “el hombre es el lobo del hombre”[6],
y tiende a matar a sus pares con el objetivo de conseguir bienes propios por lo
que una autoridad debería intervenir para consolidar el orden. Por otro lado,
Locke en varios de sus trabajos, habla de la
lucha por la propiedad privada, donde en el estado de naturaleza el hombre es
bueno, pero tiende a la lucha por establecer sus espacios propios. Y,
finalmente, Rousseau, en el “Contrato Social”[7] (1762) considera que, el hombre debe establecer un
pacto para poder abandonar el estado de naturaleza, conformando un gobierno a
su elección. Sea cual fuere el enfoque que se tenga en cuenta, lo cierto es que,
todos los autores coinciden en que el estado es necesario para el fin de las
luchas del hombre. Pero se suscita aquí, un nuevo inconveniente, frente a los
diversos intereses y objetivos que la población pueda presentar, existen
distintos modos de cristalizar el estado antes mencionado, y es aquí donde
comienza un nuevo campo de lucha por posicionar su concepción, generando una
organización, instituciones, reglas y procedimientos que le proporcionen la
legitimidad necesaria para no sucumbir. Peor aún, es más complejo analizar las
luchas de poder, que devienen de los intereses de los individuos que desean
posicionarse como actores del sistema y del régimen político, una vez
establecidos los anteriores. Este estudio no pretende aquí, hacer un análisis
de los tipos de gobiernos que podrían obtenerse de los distintos posicionamientos
teóricos de los autores antes mencionados, ni de otros sin mencionar, pero sí
permite demostrar que existen dos variantes básicas a la hora de la elección de
la forma de gobierno, a saber, la democracia y la autocracia. No ignoramos que
dentro de una y otra puedan suscitarse variantes, y que, incluso, podemos
encontrar distintas a las expuestas, pero creemos que, a priori, es necesario
comprender las mencionadas para dar un primer paneo en nuestro estudio,
volveremos sobre ello en el devenir del texto.
Entendemos por
Autocracia, el gobierno de una sola persona, pero distinguiéndose de la
monarquía, en sentido del carácter que estas poseen en la actualidad; podemos
ver en la realidad una autocracia en la monarquía absoluta típica de los siglos
XVI y XVII, siendo el ejemplo más característico el del monarca francés Luis XIV.
[8]
Pero si hablamos de democracia, comprendemos que existen diversas formas de
gobierno, pero en todas prima la posibilidad de la elección de quién será el
jefe de Estado o de Gobierno. Ahora bien, va de suyo que, en este tipo de
gobiernos, el hombre hará todo lo que se encuentre a su alcance, dentro las
reglas establecidas (o no) para aspirar a esa magistratura, y es aquí donde
debemos apreciar el rol del líder.
Líder es un término
que refiere a una persona que encabeza, dirige o moviliza a un grupo social o a
la persona que ocupa el primer lugar en una competición o clasificación, según
qué acepción tomemos.[9]
(RAE, 2018) De todos modos, en ambas se hace
referencia a un hombre que se posiciona frente a los demás. Esta característica
responde a la naturaleza propia del animal, por tanto, podremos observar que
los animales suelen agruparse para su supervivencia, y que entre ellos emana
alguno que impone su fuerza frente a los demás, mostrando su agresividad y
generando obediencia y sumisión por parte de la manada. El hombre como animal
racional, entonces, también desea imponerse frente a los demás, pero no lo
conseguirá por medio de la fuerza sino de la inteligencia (una vez establecida
una institución como el estado y un pacto que garantice el bienestar de los
débiles), es por lo que, el hombre apela a la adquisición de competencias para
posicionarse frente al resto, convirtiéndose en un líder. Pero el hombre
también puede convertirse en el peor de los animales, si se aleja de los
ideales de justicia y de la ley según Platón (S. IV AC)[10],
pudiendo suceder esto antes de la creación del estado, o una vez creado y
constituido el mismo, o lo que es peor, puede hacerlo habiendo obtenido la
legitimidad de su pueblo.
Si bien aquí se
intenta comprender el liderazgo político, no podemos dejar de reconocer que
existen distintos tipos de líderes ideales que se encuentran en conformidad con
sus intereses, como el líder gerencial, que pertenece a una organización y se
encarga de administrar, como el líder servidor, quien prioriza las necesidades
sociales y busca satisfacerlas, el líder paternalista, quien toma las
decisiones por sí solo porque no confía en sus seguidores, el líder económico, quien
se distingue del resto por su capacidad para generar ingresos o el líder
individual, quien se esfuerza por sí mismo y es el ejemplo a seguir, entre
otros. Pero consideramos que nuestro estudio, debe esforzarse por comprender
las cualidades del político, quien se encarga de movilizar a la población para
conseguir ciertos fines.
Según Natera (2001), quien
se basa en alguno de los principios propios de
Bass, las cualidades que hacen a un líder son la inteligencia, la capacidad de
decisión, los conocimientos especializados, la fluidez verbal, el buen juicio,
la capacidad de adaptación a diferentes roles o situaciones, la creatividad, la
confianza en sí mismo, el control emocional, la cortesía con las personas, la
sociabilidad, amabilidad y persuasión, entre otros. Sin embargo, nosotros
creemos que es de vital importancia resaltar la capacidad del carisma para
entender al líder que estudiamos, pues consideramos que sería incompleto un
análisis del liderazgo sin contemplar esta variable tan trascendental. Asimismo,
creemos que el prestigio es una variable que se asocia al liderazgo político, pero
que éste se obtiene y se pierde en la medida en que el líder se posiciona
frente al pueblo, necesitando del carisma para nutrirse. Según Maquiavelo (siglo
XV), el pueblo se basa en apariencias, y es por ello por lo que, el hombre debe
conseguir todos los medios para engrandecer su prestigio, haciendo que el
pueblo lo acompañe.
Es entonces, el
carisma lo que hace al líder político; en términos de Max Weber (1982), este
concepto tiene dos aristas, la primera de ellas, es lo extraordinario del líder
carismático, y la otra, es el reconocimiento que recibe de los seguidores, esto
permite que veamos cómo el carisma es un atributo de un individuo, pero el
mismo se construye a través de las relaciones sociales, que se establecen entre
dominante y dominado.[13]
Este es un tipo de dominación que se cristaliza en un ser con carisma
suficiente como para imponer obediencia a un grupo de personas.
Se diferencia de la
dominación burocrática (o racional legal), entendiéndose ésta como aquella que
construye legitimidad a partir de las instituciones y de las reglas
establecidas, donde las personas obedecen por una cuestión meramente
disciplinaria (Weber, 1982) ; aquí la persona acata a una tradición de manera
racional, obedece porque debe, se comporta de ese modo, porque la situación así
lo requiere, luego de hacer un cálculo de costo/beneficio y se diferencia de la
tradicional, entendiéndose ésta como aquella que construyó la legitimidad en
tiempos pasados y, que por ello, se mantiene en el presente. De esta manera, el
líder carismático legitima su dominación por sus propios principios y valores,
teniendo la capacidad de generar entusiasmo en sus seguidores, pero
desapareciendo su poder, al modificar los mismos o al morir su persona. Esto
demuestra que su carisma no es hereditario, y que puede ser removido cuando así
la población lo desee. No obstante, para un análisis más detallado recurriremos
a una definición de carisma.
Entendemos por
carisma la cualidad o don natural que tiene una persona para atraer a los demás
por su presencia, su palabra o su personalidad,[14]
(RAE 2018) pero parece conveniente buscar el
significado del término en la profundidad de la historia, por lo que,
primeramente, lo traduciremos del griego donde el término carisma es entendido
como encanto, gracia, gozo, festividad, don, favor, mérito y veneración. No
podemos obviar su proveniencia etimológica ya que el término actual proviene
del latín charisma; el cual tiene como significado meramente: la gracia divina
y el don, relacionándose fuertemente con lo sagrado, en el sentido de lo
extraordinario, en especial de las cosas o personas extravagantes que son
mediadoras con la divinidad.[15]
Es así que, antiguamente, el líder carismático no era solo el poseedor de una
característica humana que permite atraer a los demás, el líder era el poseedor
de un verdadero poder mágico (o al menos así lo veía el resto) el cual se
objetivaba a través de dones sobrehumanos y sobrenaturales, que el resto de los
dominados aceptaba y veneraba con admiración. En esas sociedades antiguas, el
carisma entonces era atribuido a aquellas personas que poseen una sabiduría que
el resto no, siendo uno de los pilares del carisma la excentricidad, por lo que
se veneraba tanto a sabios en lo legal y terapéutico, como a cazadores, chamanes
y héroes de guerra. Siguiendo entonces esta línea, podemos pensar en ejemplos,
como lo fueron el grandísimo Alejandro de Macedonia, quien, en el siglo IV a.C.,
conducía a sus Tropas con vehemencia hacia las lejanas tierras de la India, o
un Aquiles mítico, hijo de una ninfa, quien guiaba a los mirmidones hacia el
campo de batalla en los relatos homéricos. Pero, si nos basamos en lo
exclusivamente religioso podemos pensar en Joseph Smith, el fundador de los
mormones, o podemos remitirnos al mismísimo relato de Jesucristo, rodeado de
sus apóstoles, santos y fieles.[16]
Hoy, podemos
apreciar que esas cualidades se plasman en el líder, quien logra que el
dominado acepte ser dominado porque se entrega a su santidad; se entrega por su
propia voluntad, no existiendo ninguna obligación o ninguna violencia de por
medio. Es por esto que, el carisma no proviene de una relación netamente de
poder (si entendemos al poder como una lucha, como una imposición violenta),
sino que proviene de una relación donde el dominado acepta ser dominado porque
admira y reconoce capacidades especiales en su líder, a quien sigue
pasionalmente. De esta manera, el pueblo deposita en él, una visión mesiánica,
y éste, por su parte, intentará lograr mejorar el destino del pueblo que lo
escucha, admira y aplaude. Es por lo que, es necesario abordar una nueva
cuestión: el punto de vista de la masa.
LAS
MASAS
¿Es posible
enarbolar una teoría del liderazgo sin antes conocer su materia prima?
Indefectiblemente no. Jamás podríamos hacer un estudio de caso verídico sobre
esta temática, sin comprender a las masas como el elemento más importante que
constituye y es constituido por el líder. No existe movimiento de masas sin él,
así como tampoco existe el mismo sin ella, ambos se corresponden mutuamente.
Por tanto, creemos que es de vital importancia para nuestro análisis,
comprenderlas.
¿Qué pasaría
entonces si los hombres tuvieran ideas que lentamente se imponen en las mentes
de todos cuantos conforman una unidad? ¿Qué pasaría si la propagación de esas
ideas fuera más vehemente y rápida que aquellas que nacen propiamente de la
razón de cada hombre? Peor aún, ¿qué pasaría si esas ideas fueran alocadas o si
esas ideas disparatadas se transmitieran sin cesar? La respuesta es que
estaríamos ante un temible monstruo llamado masa social.
El amor, el odio,
el pecado, el dolor, la venganza, la felicidad, y todos los sentimientos que
mueven al hombre, y, por tanto, al mundo, son los elementos que se encarnan en
las masas para darles sentido de pertenencia y un accionar concreto y tenaz.
Las masas son efusividad, son movimiento, son la pasión, son sentimiento, las
masas son como el fuego y el humo que de él se desprende, siempre más
abarcativas que aquello que le da la razón de ser, se expanden y se
distorsionan, conforme el viento las guíe, pero siempre provienen del mismo
lugar. Las masas son difíciles de ser extintas, el humo yace aún en el proceso
de extinción del fuego, como la masa muta, adquiere nuevas formas o nuevas
ideas previo a su desintegración. Pero la masa nunca muere, puede adormecerse,
puede apagarse, pero siempre estará latente para volver a encenderse con la más
mínima chispa que roce su espacio vital. La masa está siempre a la orden del
día, cualquier hecho por más mínimo que se considere, puede despertar y
resurgir al temible monstruo. Por eso, las masas deben ser estudiadas con el
mayor de los cuidados. Porque la misma puede arremeter contra el orden imperante,
y una vez que la masa esté en movimiento, no hay modo de calmarla.
El líder es el
único que puede anteponerse a ella, es por esto que, el mismo debe trabajar
para moldearla respecto de sus intereses y objetivos, pero la masa es tan
peligrosa que la mayor cantidad de veces se devora al líder, lo hace ingresar
en su propio juego, y una vez en sus entrañas, el líder trabajara para cumplir
con lo que la masa disponga.
Pero ¿quién es la
masa?, es una gran pregunta para intentar explicar su identidad y sus efectos.
En una primera aproximación, podríamos decir que la masa es un grupo de
personas que pierde su individualidad a la hora de sucumbir dentro de un grupo,
ya sea porque se comparten los mismos ideales o porque sus esfuerzos adquieren
las mismas direcciones. Le Bon habla de la ley de unanimidad mental de las
masas[17]
cuando intenta explicar que el hombre que es parte de una masa pierde por completo
su razonamiento crítico y analítico, y su personalidad queda ligada a la del
grupo, compartiendo las emociones y los sentimientos con el resto. De esta
manera, los hombres se convertirán en la unidad, una especie de mente colectiva
que se traducirá constantemente en acciones, perdiendo la posibilidad de
generar juicios propios no pudiendo ejecutar actos que demanden altos niveles
de inteligencia, por ello, se considera que las masas son salvajes, anónimas e
irresponsables. Cada una de las partes que la conforman pierden sus
responsabilidades al formar parte de ellas, es por esto, que se permiten ceder
a instintos y pasiones, y actuar como si no hubiera reglas y normas que
cumplir. La catapulta que termina por convertir a la masa en una humareda es la
condición que posee por sí misma de acabar con aquellos sujetos fuertes que
pueden interponerse a los principios propios de la masa, esto se debe al gran
poder de contagio y sugestión que se genera dentro de sí misma, en términos de
Le Bon, el hombre se convierte en un esclavo hipnotizado y fascinado, que cree
realizar actos en búsqueda del bien común dispuesto a sacrificar sus intereses
personales para ello, así la voluntad propia y el discernimiento se encuentran
perdidos.
Las masas actúan, entonces,
en base a aquellas ideas que consideran absolutas, no existe en ellas
posibilidades de parcialidad, o todo es perfecto o todo debe ser modificado y
alterado. El líder es quien canaliza los deseos de la masa, es quien los
encarna, es la representación de sus deseos en carne y hueso, de lo absoluto
contra lo profano, por eso son amados u odiados, el líder es todo o no es nada,
y es esto lo que nos lleva a la gran pregunta ¿Es el líder producto de las
masas establecidas o son los ideales y creencias de las masas los que forjan la
personalidad y los esfuerzos de su líder?
En principio
podríamos responder que es el líder quien articula los intereses de la masa de
acuerdo con los suyos, y esto es probable que ocurra realmente, pero, siempre y
cuando las masas los acepten, y según veíamos, estos movimientos no son
reticentes a ideas exteriores, pero qué pasaría si introducimos en este
análisis un tercer elemento: la voluntad del cuerpo unido.
Veremos entonces
que la masa habiendo conformado un cuerpo con intereses integrados (ya no
propios a cada uno de sus individuos), responderá pura y exclusivamente a
aquello por lo cual fue creada, cabe aquí mencionar que las masas pueden
adquirir el estatus de homogéneas o heterogéneas según estas están conformadas,
siendo las primeras aquellas en que los individuos se abocan por completo a la
consecución de ciertos fines y que presentan identidades comunes, y las
segundas en las que sus identidades particulares son diversas pero se unen para
alcanzar un objetivo parcial, motivo por el cual, luego de haberlo logrado,
pueden disiparse. Es entonces que, tanto una como otra, aceptarán como líder a
aquel que abogue por esos objetivos, pero dejarán de apreciarlo en cuanto éste
altere sus principios y valores dejando de ser afín a la misma, pero también
puede suceder que quien se posicione como líder altere los objetivos finales de
la masa, y luego proceda a convencer a la misma de que esas acciones se
concretan en pos del objetivo final anteriormente propuesto, este aspecto
depende de la capacidad de negociación y de diplomacia que tenga el líder, y en
definitiva, es el aspecto que el esfuerzo teórico que este trabajo intenta
interpretar.
Pero siendo de una
u otra manera, lo cierto es que, frente a esta teoría, sería la masa quien dispone
al líder, proviniendo éste de su interior y habiendo militado en su seno, o
tomándolo del exterior para que la represente. Veamos un ejemplo: Un líder
político como el presidente de los Estados Unidos, jamás podrá convencer a su
población de que la mejor vía para abandonar alguna crisis y mejorar su calidad
de vida, es recurrir a un sistema autocrático en un estado de hecho (o de facto
o dictadura), esto no sería posible de ningún modo porque su población aboga
por la libertad y la democracia desde tiempos remotos, de hecho, esos valores
enarbolan a su patria. En otro ejemplo, podríamos observar como jamás el
presidente de la Federación Rusa podría convencer al pueblo de que no es
necesario expandirse en territorios, porque esto es parte de su folclore.
Esto no puede
explicarse sin comprenderse el contexto histórico, social y cultural en que la
masa y el líder se posicionan, es por lo que, para acabar este análisis es
menester que analicemos qué rol juega en los movimientos sociales, este
elemento; puesto que, es imposible responder al interrogante anterior sin hacer
alusión a su presencia.
LA ALEGORÍA DEL PARTENÓN
DE CRISTAL
Recordemos aquella
historia en que el pueblo se lapidó a sí mismo.
Resulta que eran
las tierras más fértiles que podían existir sobre la tierra, se encontraban
cerca de las aguas de los ríos más extensos que se habían conocido hasta el
momento, y estos bañaban sus costas. Las mismas poseían temperaturas templadas,
y un buen cúmulo de precipitaciones. Crecían frutos muy diversos y los cultivos
muy variados. Hablamos de un paraíso. Un paraíso terrenal, en el cual se podría
apreciar los mejores colores que el universo tenía para presentar.
En aquel tiempo
remoto, vivían en aquellas tierras, hombres que pertenecían a una comunidad,
que poco a poco aprendían a cultivar las mismas. Estos individuos vivían de las
cosechas producto de sus esfuerzos al trabajar la tierra y de los frutos que
les regalaba la flora del lugar. Jamás habían requerido especializarse en el
desarrollo de canales propicios para el riego, puesto que las lluvias, hacían
el trabajo por sí solas, sin necesidad del trabajo o intervención humana. Estos
hombres sembraban y luego se sentaban a esperar.
No debemos olvidar
mencionar que, lo que acompañaba aquel pictórico lugar, era una estructura
sólida, compuesta de cristales puros, que adquiere una forma similar a la de un
partenón. La misma se encontraba situada a unos pocos kilómetros de donde
residían los hombres, pero ellos la descubrieron luego de unos cuantos años, de
haber vivido y trabajado en aquel lugar.
Un dato muy
curioso, es que este partenón despertaba el miedo de los ciudadanos, su gran
altura, y el gran peso de cada una de sus columnas, hacia temblar a los
hombres, creyendo que algún día, ese coloso podría caer sobre sus cosechas y
sobre sus precarias viviendas. Los hombres comentaban entre ellos, que nada
quedaría en el paraíso si aquella estructura era derribada.
Por años
convivieron con ella, pero jamás se atrevieron a acercarse demasiado, su temor
era aún mayor que el mismísimo partenón. Cada tanto se asomaban por la zona
donde este yacía, con motivo de estudiarlo. Los rumores eran de lo más
variados, algunos comentaban que con el tiempo se hacía aún más inmenso, otros decían
que seres extraños residían en su interior. Los más inteligentes, analizaban
los cristales, y los más miedosos solo se limitaban a comentar los dichos de
los más valientes, que merodeaban la zona con asiduidad. Algunos intentaban
calcular con precisión el fenómeno de su caída, otros aprovechaban sus sombras
para el descanso a media jornada. En fin, nadie jamás se había animado a
ingresar, ni siquiera a pisar las escalinatas del partenón. Los hombres podían
vivir con la incertidumbre que éste les generaba.
Todo transcurría
con normalidad, cuando de repente, no volvió a llover. Al principio los hombres
recurrieron a la espera, había provisiones para pasar algunos días, pero con el
paso de las semanas, la situación comenzaba a complicarse porque escaseaban los
alimentos. Las siembras estaban realizadas, pero sin precipitaciones no había
modo de cosechar, puesto que no crecían los cultivos. Las preocupaciones
comenzaban a aumentar en cuanto que los niños no tenían alimentos, y la
situación se tornaba cada día más pesada. Los hombres entonces recurrieron a
sus oraciones para pedir que precipitara. Pero esto no fue suficiente, los meses
pasaban y no había productos que recolectar.
Creyeron los
hombres, que estaban maldecidos, y por esto, comenzaron rituales para que sus
deidades, le devolvieran las lluvias. Tampoco hubo respuestas. Los hombres
lloraron, maldijeron, oraron, bailaron, e impulsaron todo tipo de rituales para
no morir de hambre. Nada pudo solucionar esta cuestión.
Pero entre toda la
muchedumbre que se reunía día a día para pedir por la lluvia, surgió un hombre
que parecía ser de los más inteligentes, quien entendió que su miedo por el
partenón de cristal había generado aquella situación, y que, por ende, debían
orar a esta nueva deidad encontrada en este objeto, para que los perdonara por
la indiferencia y el temor. Iniciaron entonces los ritos en pos del pedido, y
mágicamente comenzó a levantarse un profundo aire de tormenta. Los cielos
comenzaron a teñirse de negro, y los vientos fueron cada vez más intensos, la
gente agradecía, las mujeres se ponían de rodillas frente al inmenso partenón,
y los hombres intensificaban sus bailes, oraciones y rituales. Y fue en aquel
mítico momento, en que comenzó a precipitar lentamente. Todos estaban
agradecidos, sus esfuerzos daban frutos, pero fue allí cuando se desató una tormenta
mayor a la que jamás hubiesen conocido.
Las nubes negras
comenzaron a disparar con hielos tan grandes como cascotes, estaba granizando.
Y las piedras de hielo eran cada vez superiores. Los hombres se asustaron,
intentaron buscar refugios para protegerse, y muchos eligieron resguardarse al
reparo del partenón de cristal. Pero lo que nadie noto, era que este mismo,
comenzó a quebrantarse, con el penetrar de los granizos en su cúspide. Los
cristales se hacían añicos frente a los ojos de los hombres, nadie lo podía
creer. Eran tan grandes los estruendos, que nadie pudo evitar su ruptura y
posterior derrumbe, cayendo bloques de cristal sobre las viviendas de los
hombres, sobre sus mujeres, sobre sus hijos y sobre sus cabezas. Como indicaban
sus especulaciones, nadie pudo sobrevivir a semejante diluvio. Lo que nadie
pudo contemplar, lamentablemente, fue que detrás del partenón de cristal había
un gran pozo de agua, que hubiese servido a los hombres para regar sus
cosechas.
En esta historia
alusiva, existen los elementos necesarios para comprender el fenómeno del
liderazgo, los hombres actuaron como las masas anteriormente citadas, sin poder
de raciocinio, sin posibilidad de enarbolar ideas separadas del ideal
colectivo; se dieron las condiciones sociohistóricas para que los hombres buscarán
soluciones a sus problemas y no hubo otra alternativa, que el llamado a una
deidad, que se considera sobrenatural para resolverlo.
La pregunta que
podría caber por parte del lector es ¿qué representa en la alegoría, el
partenón de cristal? El mismo, viene a representar la democracia.
La alegoría permite
visualizar que este modo de gobierno presenta la solución a la vida de los
hombres, y que si bien, no con una perfección ideal, la misma, es lo más
semejante al cumplimiento de sus expectativas. Esto puede apreciarse en sentido
que el partenón era la única solución al problema de la sequía, pero los
hombres prefieren la búsqueda de un líder carismático que termina por
bloquearla y romperla por completo, estableciendo de esta manera un sistema de
gobierno que los oprime. ¿Es, entonces, el líder carismático el ser capaz de
romper la democracia? ¿O es un ser que podría descubrir sus alcances y
exacerbar sus instituciones?
RUPTURA
INSTITUCIONAL
Antes de intentar
responder al interrogante suscitado en el apartado anterior, creemos necesario
hacer un esfuerzo por comprender qué es la democracia, para luego poder
establecer a que referimos con sus rupturas. Dependiendo del autor en que nos
posicionemos, la democracia adquiere un rasgo significativo que la diferencia
del resto, pero a priori, podemos hablar de democracia como aquel gobierno
compuesto por muchas personas, Sartori se atrevería a hablar del gobierno del
pueblo,
indefectiblemente de que existen diversas acepciones sobre este término. Lo
importante sería destacar que este tipo de gobierno empíricamente hablando, y
no de manera ideal, si bien no es excelente, es aquel que permite cumplir con
las expectativas de los ciudadanos, porque ellos se sienten representados, se
da la regla de la mayoría que Bobbio expone en su “Teoría de la democracia”. De esta
manera se construye una legitimidad que la consolida como la mejor forma de
gobierno. O’Donnell habla de los valores y la cultura democrática (como el
ejemplo que pudimos observar sobre los Estados Unidos) que permiten consolidar
la democracia porque existe una legitimación de sus instituciones. Y si en
ellas debemos hacer foco, podemos también tomar los conceptos de Dahl, expresados
en su famoso texto “La Poliarquía”
(nombre con que reconoce la democracia en la modernidad), donde se exponen las
instituciones básicas de esta forma de gobierno. Haremos a continuación un
esquema en el que intentaremos postular los pilares básicos que hacen a una
estructura democrática (como andamiaje), teniendo en cuenta a los autores
citados anteriormente, así como también incorporando nuestros propios
criterios.
Serán entonces las
columnas de nuestro partenón de cristal, haciendo referencia a la alegoría, los
siguientes: Acceso al sufragio electoral (directo e indirecto), entendiendo
este como el derecho al voto que posee el ciudadano en la búsqueda de sus
representantes, o del posicionamiento en agenda de ciertas temáticas, siendo
este el primero y el principal en cuanto a su ponderación. La garantía del
reconocimiento de derechos y libertades públicas, entre ellas, el derecho de
asociación, de reunión y la libertad de expresión, entre otros. La
transparencia, siendo esta variable comprendida como la conjunción de elementos
que permiten el acceso a la información pública, la rendición de cuentas
(accountability según O’Donnell) por parte del estado, el espacio para la
participación ciudadana y la publicación de los actos de gobierno,
privilegiando la libertad de información. La inclusión plena y el respeto de
las minorías en el sistema de partidos, entendiendo esta variable como la única
que da lugar a la mayor participación de los ciudadanos en la vida política y
finalmente, con menor ponderación en la escala, el desarrollo económico y
científico del sistema en su conjunto, en términos de Lipset , esto
permite la modernización, la industrialización, la alfabetización y la
urbanización, alcanzando el desarrollo económico y político, siendo esta la base
de la educación para legitimar el sistema. De este modo, el grafico 1 muestra
nuestro partenón de cristal, cimentado sobre el andamiaje aquí propuesto:
GRAFICO 1: PARTENON
DE CRISTAL
Ahora bien, una vez
comprendida la democracia y sus pilares, creemos que es de vital importancia demostrar
que este tipo de gobierno puede mantenerse como tal, a pesar de que, en la
práctica, sus pilares no se encuentren sumamente desarrollados.
La siguiente
pregunta que debemos hacernos seria ¿Cómo evaluar el desarrollo de cada uno de
los pilares? Frente a esto, sostenemos que es necesario aplicar indicadores que
permitan recolectar información de cada una de las variables propuestas en los
distintos estados en que quiera llevarse a cabo el estudio. De esta manera
resultaría establecerse un índice de calidad democrática, que asigne valores en
porcentaje para los distintos estados, en los distintos momentos en que el
estudio se llevaría a cabo, siendo cien por ciento democrático aquel estado que
presente óptimos niveles de participación ciudadana, de reconocimiento de
derechos y libertades, de transparencia, de inclusión y de desarrollo. Los
mismos, deberían ser recolectados antes y después del paso del líder político por
el sistema, para poder comprender si durante su mandato, las instituciones
democráticas se han fortalecido o si, por el contrario, han tendido a su
ruptura institucional, llegando a observarse, en el peor de los casos el
bloqueo del sistema, y la instauración de un nuevo orden, el cual derriba la
cúpula de nuestro partenón de cristal. Existen casos en que el sistema por si
solo disminuye con constancia su índice de calidad democrática, siendo la
llegada del líder político, el momento propicio para la instauración de un
nuevo sistema, producto de las demandas de las masas en aquel contexto
histórico.
Los índices que sugerimos
deberían ser tomados en cuenta para poder llevar a cabo este análisis, son los
siguientes: Para la variable de la participación, creemos pertinente tomar los
datos de la cantidad de elecciones directas e indirectas, vinculantes o no, que
se produzcan en el periodo analizado, y el acceso de la ciudadanía a las urnas.
Para los derechos y las libertades públicas, entendemos que es necesario
analizar la diversidad de los medios de comunicación, el alcance que los mismos
poseen, y los mecanismos que se establecen para soportar las garantías en
materia de derechos liberales y sociales adquiridos. En cuanto a la
transparencia, como sugiere Oslack,
aceptamos que es relevante analizar el acceso a la información pública por
parte del ciudadano, visualizar las reales rendiciones de cuenta que lleva a
cabo el estado, por medio de los juicios políticos, de la publicación de los
actos de gobierno y por el análisis de decretos
presidenciales, entre otros. Para la variable de la plena inclusión, creemos
necesario analizar la cantidad de partidos en el sistema político, el régimen
electoral para comprender sus efectos, y como dice Nohlen, el
análisis de las circunscripciones para asegurar la igualdad de oportunidades. Y
finalmente para la variable del desarrollo, creemos que podrían observarse las
tasas de pobreza, de indigencia, de alfabetización y de desarrollo económico.
De esta manera,
podremos observar que en muchas ocasiones se producen avances en materia de
algunas variables, pero retrocesos en otras. ¿Qué sucede entonces en estos
casos? ¿Existe mejora de la calidad democrática o retroceso de la misma? Frente
a esta pregunta, creemos que será necesario tener en cuenta la preponderancia
que fue asignada a cada variable, siendo las primeras mayormente valoradas
respecto de las ultimas, y entendiendo que cambios significativos en ellas,
pueden alterar el estudio del caso, siendo las ultimas menos trascendentales. Efectuaremos
algunos ejemplos de la realidad para aportar luz a estas teorías.
El primer ejemplo
que tendremos en cuenta es el de la experiencia alemana en el periodo
nacionalsocialista (1933-1945), en este periodo Adolf Hitler se hace con el
poder siendo el jefe de estado alemán. Analizaremos los indicadores expuestos
para poder dar cuenta de los pilares de la democracia (variables).
Hitler asume a la
presidencia en las elecciones federales de 1933, luego de haber creado el
partido nazi (nacional socialista) unos años atrás. Las elecciones en aquel
entonces eran voluntarias, y participaron de las mismas el 95, 3% del
electorado, siendo este compuesto por 45 millones de personas aproximadamente,
y siendo el 50% del total de la población en aquel momento, puesto que había
poco más de 90 millones de habitantes. De las cuales, el 92% votaron por el
líder carismático. Estas elecciones no mantuvieron el voto secreto, y en varias
zonas del país muchos hombres fueron amenazados por no concurrir a sufragar.
Para 1936, hubo
elecciones parlamentarias, donde se presentó una sola lista, formada
exclusivamente por nazis y por algunos candidatos independientes partidarios
del régimen, y al igual que la anterior, se caracterizó por la alta
participación y por, la intimidación de los votantes. El resultado fue
nuevamente desequilibrado en favor del tercer Reich.
Este mismo año y en
1938, se dieron elecciones indirectas, en forma de Referéndum, el primero
preguntando a la población por la militarización de Renania, y el segundo, fue
una consulta popular para conocer si los votantes aceptaban una lista única de
nazis y pronazis “invitados”, así como la anexión de Austria. En ambos se
registra una participación casi perfecta, y un apoyo al líder del 99% de los
votantes. Se cree que el referéndum fue altamente manipulado por las autoridades.
Estas fueron las últimas elecciones al Reichstag durante el régimen nazi, lo
que marca el quebrantamiento del pilar, y su posterior ruptura.
En cuanto a los
derechos y libertades garantizados, Hitler retrocedió abismalmente respecto de
la establecido en la constitución de la República de Weimar, la cual, era hasta
el momento, la más democrática y la más parecida a la actual. El gobierno del
líder, la adopto, pero con flagrantes violaciones, por lo que se pudieron
llevar a cabo hechos inhumanos e injustificables. En 1933 surgió una ley
habilitante para solucionar los peligros que acechaban al pueblo y al estado,
que fue aprobada por el parlamento alemán el 23 de marzo de 1933, tras encerrar
a todos los representantes del Partido Comunista de Alemania en campos de
concentración. Fue el segundo documento jurídico, después del Decreto del
Incendio del Reichstag, mediante la cual los nacionalsocialistas obtuvieron
poderes dictatoriales bajo una apariencia de legalidad, la misma le concedía al
canciller Hitler y a su gabinete, el derecho a aprobar leyes sin la
participación del parlamento, lo que supuso el fin del República de Weimar y de
su constitución. De esta manera, el gobierno pudo tomar las decisiones que
considerara necesarias, negando la igualdad y los derechos de muchos grupos
como los judíos.
En cuanto a la
libertad de expresión, La prensa se convirtió desde un principio en la
estructura propagandística nazi, como ocurrió con los medios en general, la
prensa cayó pronto y en su mayoría bajo el control de régimen. Muchos
periódicos fueron cerrados, muchos periodistas y editores perseguidos. Aunque
siempre permanecieron periódicos con cierto tono liberal como el Frankfurter
Zeitung que daban cierta apariencia de pluralidad, todos ellos estaban, sin
embargo, sometidos a las directrices que el Ministerio de Propaganda enviaba
diariamente a sus redacciones. El artífice de tal proceso fue Max Amann, presidente
de la Cámara de Prensa y director de la compañía editora del partido nazi y
encargado de publicar libros, revistas y periódicos, quien creó un enorme
imperio periodístico con cientos de publicaciones y miles de empleados. Editaba
las obras de Goebbels o el Mein Kampf de Hitler, y también los principales
periódicos del partido, convertidos en pura prensa propagandística.
El padre de todo
este mecanismo propagandístico fue Joseph Goebbels, al frente del recién creado
Ministerio de Propaganda y Educación Popular. Su enorme capacidad como
manipulador de la información lo convirtió en uno de los personajes
fundamentales del nazismo, artífice de una incansable labor de propaganda
intentando crear símbolos propios al régimen, aunando a los enemigos en uno
solo, y adjudicándole los problemas y los defectos propios. Se encargo también,
de convertir cualquier anécdota pequeña en una amenaza grave dirigiéndola de
manera popular a la masa, repitiendo ideas constantemente para que las personas
las retuvieran.
Tomó el control de todas las formas de comunicación de Alemania: periódicos,
revistas, libros, reuniones públicas y mítines, el arte, la música, las
películas y la radio. Los puntos de vista que de algún modo amenazaran las
creencias nazis o el régimen eran censurados o eliminados de todos los medios.
Se armaron largas listas de
libros que pensaban que no debían ser leídos por los alemanes y luego, en la
noche del 10 de mayo de 1933, los nazis allanaron bibliotecas y librerías de
toda Alemania, marcharon con antorchas en desfiles nocturnos, cantaron
canciones y arrojaron libros a enormes hogueras. Mientras
algunos libros eran sacados de las aulas por los censores, otros libros de
textos, recientemente escritos, eran incorporados para inculcarles a los estudiantes
la obediencia ciega al partido, el amor a Hitler y el antisemitismo.
Respecto de la
transparencia, la publicación de los actos de gobierno, y el acceso a la
información pública, era llevada a cabo por el Ministerio de Propaganda a cargo
de Gebbels, con conferencias diarias donde se tergiversaba toda la información
de la realidad y del gobierno, por tanto, el acceso a la información era escaso
y la publicación manipulada. En cuanto al Juicio político, al ser garantía constitucional,
no existió ya que cuando fue necesario el tercer Reich, fusilo por ‘’aita
traición’ a quien le conviniera, jamás pudieron los alemanes enfrentarse a su
líder, motivo por el cual este pilar también quedaría bloqueado.
Si tenemos en
cuenta el acceso a los cargos públicos por parte de la ciudadanía, y de la
estructura partidaria, debemos entender que, liquidaron el tradicional sistema
partidista alemán que había subsistido sin mayores alteraciones a pesar de
sesenta años de cambios socioeconómicos en los primeros seis meses del gobierno
de Hitler, puesto que se declaró fuera de la ley a todas las organizaciones
políticas, con la sola excepción de los nazis.
Finalmente, la
única variable que el partido nacional socialista supo mantener de pie fue
aquella que consideramos menos importante, a saber, el desarrollo económico e
industrial. Esto es así porque disminuyo el desempleo, y la pobreza. El
“milagro económico” alemán de los años 30, consiguió aumentar el PIB en un 50%
y atajar el desempleo en un periodo de cinco años dado que Alemania pasó de 6
millones de desempleados en 1932 (43,8% de tasa de paro) a menos de 800.000
parados (12%) en 1936. Tal y como vamos a ver, los nazis lo tuvieron muy fácil
para acabar con el desempleo en cuanto tomaron el control del Parlamento alemán.
Un segundo ejemplo
que decidimos tratar aquí es el del presidente número cuarenta de los Estados
Unidos, Ronald Reagan, habiendo asumido al cargo en 1981, y abandonado el mismo
en 1989. Era un reconocido actor, motivo por el cual, las masas lo reconocían
antes de haberse constituido como político. Las elecciones se desarrollaron
mientras aún se encontraba en proceso el gobierno de Jimmy Carter, recordemos que,
en Estados Unidos, el voto no es obligatorio y que, del total de la población,
solo había inscriptos en el padrón electoral poco más del 50%, de los cuales
solo la mitad, votaron por él, siendo el resto de los votos, adjudicados al
partido demócrata. No hubo en este plazo, referéndum o plebiscitos, pero se
mantuvieron todas las elecciones garantizadas en la constitución nacional.
Respecto de la
garantía de los derechos y libertades, podemos encontrar diferencias abismales
con Hitler, puesto que se mantienen los derechos de los ciudadanos, y sus
libertades, siendo una de las más importantes la de expresión. Existía una
prensa libre por lo que, a diferencia del líder alemán, él si podía ser
criticado:
De este modo, la
campaña de los medios de comunicación contra Reagan fue especialmente feroz: El
periódico The Nation, por ejemplo, alertaba de que era “la persona más
peligrosa de las que se ha acercado nunca a la presidencia”, mientras que una
comentarista de CBS News se aventuraba a enunciar predicciones como ésta:
“Predigo que los historiadores del futuro no serán capaces de explicar por qué
el pueblo norteamericano se ha enamorado de este hombre”.
Por su parte, el
New York Times, vaticinaba el fracaso del presidente Ronald Reagan. Además,
después de que el presidente pronunciase su famoso discurso “imperio maligno”,
uno de los periodistas de este medio, Anthony Lewis, acusaba a Reagan de
“simplista”, “sectario” y “terriblemente peligroso”.
Pero la campaña
contra Reagan no se constriñó a los medios de comunicación, sino que también
formaron parte de ella las elites políticas e intelectuales estadounidenses.
Así, abogados y conocidos académicos, como Henry Kissinger, se encargaron de
desacreditarlo públicamente.
Por otro lado, el
presidente ha sido cuestionado respecto de sus intervenciones internacionales, siendo
esto contrario a la protección de las libertades individuales proclamadas en la
Declaración de la Independencia y garantizadas en la Constitución, si bien
internamente no han existido represiones ni crímenes, como en el ejemplo
anteriormente citado. Veamos esta cuestión:
Hay quienes acusan
a Reagan de manejar la política exterior dejando por fuera el congreso,
diciendo que apoya a la contra de Somoza en Nicaragua, y que apoyo la operación
ciclón en Afganistán, y es esto verídico, pero se cimenta sobre la idea de la
exportación de la democracia hacia otros pueblos, en términos de la alegoría,
se podría comprender como la necesidad de un pueblo de transmitir agua del pozo
a otro pueblo. En este contexto, la lucha contra todo aquello que no sea
democracia, seria bien visto.
En cuanto al pilar
de la Información pública y la transparencia, se puede decir que desde que en
1966 se aprobó la Ley de Libertad de Información, cualquiera—persona física o
jurídica, estadounidense o extranjera— tiene derecho a acceder cualquier
documento del Ejecutivo federal de Estados Unidos (sólo de la Administración
federal). La Ley establece que, una vez que se solicita un documento a un
organismo público, éste tiene 10 días hábiles para responder, que se extienden
a 20 en caso de fuerza mayor, como tener que consultar a otra Agencia. Sin
embargo, frecuentemente tardan meses. La razón, según el Gobierno, es falta de
tiempo y de recursos para examinar sus archivos. En ese caso, las autoridades
envían una carta al demandante explicándole que han recibido su petición y que
la están procesando. Solo en caso de interés nacional, o de seguridad, el
estado puede negarse a la petición. Otras excepciones afectan a investigaciones
criminales en curso, e incluso a yacimientos minerales. Frecuentemente, los
tribunales acaban decidiendo qué debe ser develado y qué no.
En cuanto al
sistema electoral estadounidense, según la categoría de Sartori, se encuentra
bajo un bipartidismo, el cual permite la existencia de nuevos partidos
políticos, pero solo el republicano y el demócrata tienen suficiente peso
electoral como para ganar elecciones, por tanto, puede concluirse que durante
su mandato se respetaron las instituciones y regímenes propios de esta
variable.
Finalmente, en lo
referido al desarrollo científico y económico, no hubo grandes alteraciones
durante su periodo, las tasas de pobreza se mantuvieron estables, no habiéndola
reducido a lo largo de su mandato. Lo mismo con el crecimiento del PBI. Podemos
ver entonces, que la diferencia con nuestro primer ejemplo es sustancial.
Un tercer ejemplo
será el caso de Winston Churchill, jefe de gobierno del Reino Unido durante la
segunda guerra mundial, y luego de su fin. Teniendo dos períodos como Primer
Ministro: 1940-45 y 1951-55.
En 1940 asume como
consecuencia de la dimisión del anterior ministro, Neville Chamberlain.
En 1945 pierde las
elecciones generales, ganándolas el partido laborista. En
ellas participó el 72,8% de la población (alrededor de 24 millones de personas,
siendo el total aproximadamente de 33 millones).
En 1950 se celebran
otra vez las elecciones generales, y las gana el oficialismo, pero con sólo 6
puntos de diferencia respecto a Churchill, habiendo participado cerca de 28
millones de personas, y siendo el total de población de 34.5 millones.
Y en 1951 con la intención de
aumentar el número de parlamentarios del partido laborista, se convocan a elecciones,
pero las gana Churchill, asumiendo como primer ministro con el 82,6%. Sin
embargo, en 1955 dimite por problemas de salud.
Hay que tener en
consideración que el voto no era ni es obligatorio; y que bastaba con la
mayoría de los votos para ganar. Y que las elecciones se mantuvieron a pesar
del contexto de guerra en que el país se veía inmerso, Churchill jamás intento
manipular la institución del sufragio, respetando los tiempos en que no fue
electo como primer ministro, eso marca la prudencia del líder.
Respecto de la
libertad de expresión, jamás hubo intentos por parte del gobierno del Reino
Unido de eliminar o silenciar la opinión pública, de hecho, a pesar de la
guerra jamás se dio lugar a la censura, llegándose incluso, a un acuerdo de
responsabilidad y colaboración entre el Gobierno y los diferentes medios que
dio muy buenos resultados. El fin era no alterar a la población aún más. Los
derechos de la población jamás fueron cercenados a pesar de que, muchas veces
no pudo hacer uso de los mismos, por encontrarse en situación de guerra, recordemos
que, en este periodo, hubo bombardeos a grandes ciudades británicas.
En cuanto a la
calidad de la publicación de los actos de gobierno y en cuanto, al acceso de la
información pública, el contexto de guerra permitió que muchos de los
documentos y decisiones tomados por quienes comandaban el país en aquel
entonces, queden sujetos a secretos de estado, poniendo sus esfuerzos en la
lucha y en la salida de la guerra, intentando apoyar a la población en aquel
momento trágico, es por esto que no existen datos sobre la transparencia, pero
consideramos que no es una demanda de la población en aquella época, a pesar de
lo cual, jamás se vio negado el pueblo, de conocer lo que ocurría en el
parlamento, por los medios de comunicación y por los mensajes de su líder.
Constantemente en
Reino Unido, hubo libertad hacia los partidos políticos, y de hecho, el bipartidismo
establecido entre conservadores y laboristas en aquel designio, no dejo fuera
de las elecciones partidos menores, aunque con menor peso electoral, lo que
demuestra que esta variable ha sido siempre respetada a pesar del contexto de
guerra en sucumbió el mandato de Churchill. Podemos decir que funciono,
incluso, a la perfección, habiendo alteración en los mandatos en la década del
40 y principios del 50.
Finalmente, en
cuanto a la variable del desarrollo económico, vemos que hubo retrocesos durante
los mandatos de Churchill que pueden explicarse a partir de la guerra en que se
vio inmersa Inglaterra, si bien hubo crecimiento del PBI, y desarrollos
científicos en materiales bélicos principalmente, se puede apreciar como la
población mantiene una economía penosa.
Incluso en comparación con la de sus pares alemanes para el mismo momento
histórico. Gran Bretaña estaba en la bancarrota. Ferrocarriles y minas de
carbón, transportes, puertos y la producción eléctrica se nacionalizó. Por otro
lado, el Partido Laborista creó el “estado de bienestar social” y promulgó un
programa completo de seguro nacional. También estableció un extraordinario
Servicio de Salud Nacional que proporcionaba cuidados médicos gratuitos a todos
los ciudadanos, ricos o pobres.
De hecho, luego de
la guerra, Gran Bretaña queda devastada, la situación financiera del Reino
Unido era precaria y los préstamos pedidos a Canadá y a los Estados Unidos
tuvieron un costo elevado. Al mismo tiempo, estaba empezando también su
retirada de los territorios coloniales, de hecho, no tuvo elección, pues perdió
el poder económico y militar necesario para controlar tal Imperio. El país que
más insistió en su autogobierno fue la India pero la retirada de la India
requería también el final del mandato en Jordania, la evacuación de Egipto,
excepto el Canal de Suez, y la retirada de Palestina en 1948. Sin embargo, se
puede decir que la ordenada retirada y el digno final del Imperio Británico,
que hizo posible la amistad permanente entre los territorios coloniales y Gran
Bretaña, fue el mayor logro del Partido Laborista.
Pero gracias al
plan Marshall y a otras condiciones favorables, la situación económica del país
mejoró sustancialmente en tan sólo algunos lustros. Los años inmediatamente
posteriores a la guerra vieron el establecimiento del estado de bienestar
británico y de uno de los primeros y más completos servicios de salud del
mundo, mientras que los signos de una economía en recuperación trajeron
inmigrantes desde los países de la Mancomunidad, lo que convirtió al Reino
Unido en un país multiétnico.
Como podemos
apreciar, si bien este líder no pudo con la guerra, al menos no permitió que el
país sufriera una derrota, y manteniendo las instituciones democráticas,
decidió dar lucha alentando a la población.
El último ejemplo
que traeremos a colación, por una cuestión de espacios, es el del general Hugo
Chávez en Venezuela.
Dicho régimen tiene
su inicio en el año 1998 cuando el líder adquiere el poder con el 56,20% de los
votos con un total del 63% de la población inscripta para votar, esto demuestra
que el gobierno es poseedor de una gran legitimidad de origen. Durante su
escueto primer periodo de gobierno, se realizo una reforma constituyente por
medio de la cual pudo obtener la presidencia para un segundo mandato en los
años 2000, ganaría esta elección, con el 59,77% de los votos. Siendo esta
elección la primera en recibir críticas, puesto que el centro Carter denuncio
la falta de transparencias en el proceso. En esta misma elección presidencial
hubo comicios regionales, y legislativos que validaron los cargos de elección
popular.
Otros sufragios que
se llevaron a cabo durante sus gobiernos han sido el referéndum de 2004 por el
cual Chávez es reelecto con el 59,10% de los votos, y aunque, la oposición haya
denunciado fraude, en esta ocasión el centro Carter y la Organización de los
Estados Americanos (OEA) ratificaron los resultados del referéndum.
A finales de 2004
también se realizaron elecciones para las gobernaciones y alcaldías y en 2005
se eligieron cargos de concejales y juntas parroquiales donde nuevamente el
chavismo se impuso. Pero cabe destacarse que en esta última elección la
abstención alcanzo el 75% de los inscriptos debido a que los opositores
realizaron un llamado hacia la no participación.
En las elecciones
presidenciales de 2006, el referéndum de 2009, (el cual se llevo a cabo con el
fin de permitir la postulación de cualquier cargo de elección popular de manera
continua) las elecciones legislativas de 2010, y la elección presidencial de
2012, este líder vuelve a imponerse con altos porcentajes de acuerdo con las
actas escrutadas ganando no solo la presidencia sino también escaños en la
legislatura, pero las mismas serian denunciadas por fraude nuevamente, sin
embargo pese a ello se supone que la oposición no hubiera ganado en elecciones
limpias, aunque la diferencia hubiera sido mucho menor.
Consideramos que,
frente a lo expuesto, el nivel de participación de la población en el sufragio
ha sido relativamente alto, respecto de los otros casos tratados anteriormente.
Pero aun así, debemos comprender que este tiene la particularidad de haber
quebrantado en varias oportunidades la institución de nuestro primer pilar.
En cuanto a la
libertad de expresión y de prensa, el régimen chavista no es ejemplo de nada,
en términos democráticos este es un aspecto del cual no podría dar cuenta, ya
que el gobierno cerro 34 estaciones de radio y de televisión, además de amenazar
a mas de 200 empresas de telecomunicaciones de una eliminación de sus
licencias, por un supuesto ‘’abuso de la libertad de expresión’’. También
es destacable que desde la segunda presidencia, el gobierno utilizando los
mecanismos de coerción y coacción estatales, comenzó a perseguir y hostigar
opositores como por ejemplo el caso de Álvarez Paz, político opositor y
expresidente, quien en televisión por cable acuso al presidente de mantener
vínculos con el narcotráfico y con la guerrilla colombiana (FARC). El
presidente respondió por televisión que Álvarez debía pagar por su acusación e
incito a los poderes a actuar contra él,
Álvarez fue condenado a 2 años de prisión.
Es más que claro que en este caso el pilar, está roto.
Si nos referimos a
la publicación de los actos de gobierno y, al acceso de la información pública,
no podemos evitar mencionar que el 15 de julio de 2010 el tribunal supremo de
Justicia emitió la decisión de limitar el derecho a la información pública El tribunal
rechazo el recuso de amparo interpuesto por la ONG Espacio Público, la cual
interpuso el recurso debido a la negativa de publicar la información de las
remuneraciones de los funcionarios encargados del control de los fondos
públicos. El fallo afirma entonces que el acceso a la información publica no es
un derecho absoluto. Según este criterio el ingreso de los funcionarios y sus
declaraciones juradas de bienes no deberían de publicarse, ya que son parte
‘’de la intimidad’’ de los funcionarios.
Con respecto a los
decretos, en principios del año 2007, el presidente, fue autorizado por la
Asamblea Nacional a modificar leyes sin seguir el procedimiento parlamentario.
Este es un mecanismo que es legal, institucionalizado, e usado con frecuencia
en Venezuela desde la reforma de 1961. Es así que mediante la ‘’ley habitable’’
Chávez usufructo en tres oportunidades este privilegio, pero lo que llama la
atención es el numero de decretos emitidos durante cada uno de estos tres
momentos, siendo en la última ocasión de 65 decretos, superando los 41 que emitió
en 2001.
Venezuela se encontraba muy pobre en
materia económica antes de la llegada de Chávez al poder, a partir del periodo
Chavista el PBI se disparo y comenzó a crecer mas que exponencialmente, ya para
el año 2004 la economía creció un 18%, a la par que la intervención del estado
en la economía, a través de las llamadas “misiones”, logro
aumentar la calidad de vida de los sectores de mas bajos recursos, a través de
planes educativos, de alimentación y sanitarios. Se vieron favorecidos un 37%
de la población. Para el año 2005 la economía venezolana creció un 9%,
registrando el crecimiento más alto de la región por segundo año consecutivo.
Este año, a su vez, se registró la inflación más baja de los últimos 7 años, descendiendo
está a 8,9 según la CEPAL. La economía seguiría creciendo (2006; 10,3%, 2007;8;4%)
y socialmente, la situación mejoraría, según
informa la CEPAL, la cual establece un balance muy positivo desde el año 2002
al 2006. Disminuyendo la pobreza un 18,4%, y la indigencia un 12;2% .
Es a principios de 2010 cuando el
ministro de finanzas Jorge Giordani reconoce públicamente un crecimiento del
0,5% del PBI, y especialistas de diversos centros de investigación como del FMI
calcularon una caída que varia entre el 1,7% y el 3%. Comenzó así un ciclo
recesivo, y desde entonces, las estadísticas emitidas por el BCV (Banco central
de Venezuela) y el gobierno son poco fidedignas y de nada sirven a nuestra
investigación.
Pese a esto destacamos la capacidad de
la gestión para disminuir la pobreza y aumentar la alfabetización mediante el
método de misiones. Es por esta cuestión, que a modo de conclusiones, creemos
que la democracia se ha ido rompiendo en la mayoría de los pilares que
consideramos con mayor ponderación, y, a pesar de encontrarse el pilar de la
economia en buen estado, no vemos modernización en el estado, como Lipset
sugiere. Es por esto, que creemos que la democracia se fragilizo demasiado
durante su gestión.
TEORIA DE LOS DOS CAMINOS
Frente a lo
expuesto en los ejemplos anteriores, hemos podido analizar que los líderes
políticos en sintonía con los intereses de la masa y con el contexto histórico
en que llevan a cabo sus actos, pueden quebrantar el sistema democrático, o
pueden exacerbarlo, respetando sus instituciones. Es por esto, que elegimos, a
modo de interrelación de variables, y como punto de partida previo al análisis
de las conclusiones, postular una teoría que permite comprender la mayor
cantidad, sino es el total, de los casos que puedan ser investigados,
esforzándose por convertirse en una teoría de alcance generalizado, intentando
predecir los efectos que pueden causar los líderes en sus sistemas políticos.
Para
ello es necesario establecer una escala democrática, donde se reconoce que el punto
álgido de la misma es aquel donde cada indicador se condice con los resultados
esperados en un gobierno de tales características, y siendo el punto menos
democrático, aquel donde ocurra exactamente lo contrario. El grafico 2 permite
su ilustración.
Gráfico 2: Escala
democrática y movilidad horizontal
El grafico permite
interpretar el posicionamiento respecto de los distintos pilares, pero no
supone que todos posean el mismo grado de ponderación, por tanto, no será
igual, la ruptura de uno que de otro pilar que sujeta la democracia, esto
permite ver que a pesar de que existan algunos componentes que hacen a la
democracia, de ninguna manera puede sostenerse esta, sin sus pilares básicos.
De este modo, es
posible comprender que dependiendo de donde sea el punto de partida del líder,
y dependiendo de su vínculo con cada uno de los pilares de la democracia,
existirá una movilidad horizontal creciente o decreciente, siendo la primera el
fortalecimiento de la democracia, tendiente hacia la izquierda de nuestro gráfico,
y siendo la segunda, el debilitamiento de esta, tendiente hacia la derecha del
esquema.
Es por esto que
elegimos hablar de la teoría de los dos caminos, siendo el primero aquel en que
el líder incurre, si acepta respetar las instituciones, los ordenamientos
jurídicos y las constituciones nacionales, y si el mismo se esfuerza por
generar el desarrollo de su población, convenciendo a las masas de que el
accionar que propone es el correcto, sosteniendo altos niveles de crecimiento
pero también de legitimidad, respondiendo a los intereses del pueblo que lo
venera, pero imponiéndose ante él. Y siendo, el segundo aquel en que el líder,
decidirá no respetar el marco institucional establecido, no responder al orden
imperante, intentando alterar el sistema, modificando la estructura democrática
existente. De esta manera, el líder será guiado por los objetivos de las masas,
puesto que estas son las que se encuentran disconformes con la realidad que les
toca vivir, y serán ellas, quienes de manera irracional y concupiscible
legitimen los actos del líder al que devoraron. Se puede apreciar en uno y otro
ejemplo, la movilidad, en algunos casos lenta y gradual, y en otros, repentinos
y radicales, hacia un lado u otro de nuestra escala. Cabe mencionar que el
tiempo real en que incurre la movilidad, no afecta al resultado final.
Podemos ver en los
casos aquí analizados, que Hitler rompe con todos los pilares básicos de la
democracia, y solo mantiene el desarrollo económico, el cual ni siquiera
implica que le sea propio a este sistema de gobierno, por tanto, en el análisis
de los indicadores, su posición se encontrara lo suficientemente lejos del
Partenón como para considerarse un gobierno democrático, eligiendo un camino
claro de nuestra teoría. Por otro lado, en el ejemplo de Ronald Reagan, podemos
ver como los pilares básicos de la democracia se mantienen estables y
fortalecidos durante todo el periodo de gobierno, y el único pilar en que
podría observarse una merma es en el desarrollo económico, pero este mínimo
pilar en cuanto a su ponderación, jamás puede alterar el equilibrio de su
Partenón de cristal. Sin embargo, ambos son reconocidos líderes carismáticos y
políticos, ambos recibieron legitimidad por parte de la masa que los venera,
pero deciden tomar caminos distintos en sus acciones de gobierno. El primero más
similar a los actos irracionales en que incurre la masa, y el segundo,
permitiendo tomar posición en el ideal weberiano de líder racional legal, lo
que no implica que pierda su carisma.
Si bien podemos
ver, que ambos ejemplos son contrarios y con diferencias muy tajantes,
sostenemos que es posible analizar la movilidad horizontal de cada uno de los
líderes carismáticos que la historia nos legó y el porvenir nos regalará,
aplicando nuestra escala de percepción democrática. Ahora bien, no es posible
entender a cualquier jefe de estado como líder político, para ello debe reunir
todas las condiciones que nuestro trabajo presenta en sus primeras páginas, y
debe poder mover o ser movido por los intereses de las masas, respecto del
contexto en que ambos se encuentren.
CONCLUSIONES
Sostenemos,
entonces, frente al estudio que hemos llevado a cabo, que los líderes se
imponen a las masas en la medida en que el contexto histórico social y
cultural, se los permite, siendo entonces la conjunción de estos tres
elementos, lo que da forma la estructura política imperante en uno u otro
momento, permitiéndose así, alejarse o acercarse en mayor o menor medida de la
democracia y de sus instituciones, quebrantándola o exacerbándola. Asimismo,
reconocemos que los eventos más desafortunados se cometen cuando la masa
dispone de los esfuerzos del líder, llevándolo a actuar contra los regímenes
establecidos, pero también aceptamos que, de este modo, se llevan a cabo, los
grandes cambios de la historia de la humanidad.
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