UNIVERSIDAD DE
GUADALAJARA
Red de Cultura Política y
Democrática.
División de Gestión Empresarial
Departamento de Administración
La Revista Gestión Pública
Y Empresarial (GESPyE)
La
influencia de los programas sociales en México en la decisión del voto del
ciudadano: el caso del Programa de Inclusión Social Prospera
José
Rosario Lara Salazar
Resumen
En México actualmente existen 55.3 millones de personas que viven
en condiciones de pobreza, lo cual equivale al 46.19% de la población total. Por
ello, el gobierno federal a lo largo de los años ha tratado de disminuir esta
cifra a través del Programa de Inclusión Social Prospera, considerado
como uno de los programas con más presupuesto y más importantes del
gobierno, debido a su alto número de beneficiarios. Aunque el gobierno en turno
tiene prohibido utilizar este tipo de programas para fines político-electorales
que beneficien a su partido, en cierta manera se condiciona la entrega de los
recursos de Prospera a cambio del voto; es decir, ocurre un nexo clientelar
entre el gobierno, los partidos políticos y la ciudadanía beneficiaria. Por lo
anterior, en el presente ensayo se analizó el impacto de Prospera en la
decisión del voto del ciudadano. Para esto, se realizó una revisión de
literatura sobre prácticas de clientelismo en relación a este programa social.
Además, para una mejor comprensión, se abordaron los temas de marketing
político y sus diferencias con el marketing gubernamental, electoral y público;
los conceptos de políticas públicas, programas sociales, el clientelismo y
corporativismo. Asimismo, se analizó la motivación que tienen los ciudadanos
para votar, principalmente el miedo como emoción primaria del ser humano. Se
encontró que este programa, desde su implementación a inicios del sexenio de
Carlos Salinas, sí ha tenido efectos al tiempo de elegir a un candidato para un
cargo público, es decir, se ha utilizado para fines político-electorales. En
algunas ocasiones, se van visto resultados positivos; por ejemplo, en las
elecciones federales de 1991,
año en el que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) recuperó una gran
cantidad de votos que tres años atrás había perdido, mientras en otras
ocasiones el uso de Prospera no ha funcionado. Sin embargo, no hay duda
que es una estrategia que se utiliza para lograr acceder a un cargo público de
representación popular en México.
Palabras clave: Programas sociales, Prospera, Clientelismo,
Marketing Político
Abstract
In Mexico, there are currently 55.3 million
people living in poverty, which is equivalent to 46.19% of the total
population. For this reason, the federal government has tried to reduce this
number through the Social Inclusion Program Prospera, considered as one of the
programs with more budget given and one of the most important for the
government, due to its high number of beneficiaries. Although the government in
turn is prohibited from using such programs for political-electoral purposes
that benefit its party, in a certain way it is conditioned the delivery of the
resources of Prospera in exchange for the vote; in other words, there is
a link of clientelism between the government, political parties and the beneficiary
citizenry. Therefore, the present essay analyzed the impact of Prospera on the
decision of the citizen’s vote. For this, a literature review of clientelism
practices was carried out in relation to this social program. In addition, for
a better understanding, the topics of political marketing and their differences
with governmental, electoral and public marketing were approached; the concepts
of public policies, social programs, clientelism and corporatism. Likewise, the
motivation that citizens have for voting was analyzed, mainly the human’s being
primary emotion of fear. It was found that this program, since its
implementation at the beginning of Carlos Salinas’ term, has had an effect when
it comes to electing a candidate for public office, that is to say, it has been
used for political-electoral purposes. On some occasions, it has had good
results; for example, in the federal elections of 1991, year in which the
Institutional Revolutionary Party (PRI) recovered a large number of votes that
three years ago had lost; at other times the use of Prospera hasn’t worked at
all. Nevertheless, there is no doubt it is a strategy that is used to gain
access to a public office of popular representation in Mexico.
Key words: Social Programs, Prospera, Clientelism, Political
Marketing
Introducción
El marketing político ha tenido una
evolución considerable a través de los años en México, ya que de acuerdo a
Barraga et al (2016) se tiene
avistamientos de su uso a finales de la década de los 80’ en la campaña
presidencial de 1988, cuando en el país se siente la necesidad de evolución de
los mecanismos políticos orientados a un proceso más democrático.
A pesar que fue en la década de los
80’ cuando empezó el marketing político, fue hasta que Vicente Fox Quesada en
1998, expresó a todo México sus intenciones de contender en las elecciones
presidenciales del 2000 (Borjas, 2003) y se ganó la simpatía de la gente con
aspectos de Fox que se percibía como uno de ellos tales como el ser
perteneciente a una familia de clase media alta, ranchero, católico, enarbolar
el estandarte de la Virgen de Guadalupe,
pero sin duda, lo que lo hizo destacar fue su lenguaje coloquial, algo que
todos podían entender.
Para el
mejor entendimiento de lo anteriormente mencionado, Alonso y Adell (2011) definen al marketing político como disciplina
orientada a la creación y desarrollo de conceptos relacionados con unos partidos
políticos o candidatos específicos que logren satisfacer tanto a determinado
grupo de electores como para que les otorguen su voto. Asimismo, Barranco (1997) describe al marketing político como el conjunto de técnicas que
permiten captar las necesidades que un mercado electoral tiene, estableciendo
con base a esas necesidades, un programa ideológico que las solucione,
ofreciendo un candidato que personalice dicho programa al que se apoya e
impulsa a través de la publicidad política. Aunado a esto dicho, De las Heras (1999) establece que las necesidades que un mercado tiene pueden
ser aspiraciones, expectativas, sueños, emociones, sentimientos, percepciones u
opiniones. Con esta información, los candidatos consiguen votos y una vez en el
poder como gobierno, construyen legitimidad y respaldo social para con ello acceder
y conservar espacios de representación pública.
Así pues, la idea del marketing político tiene similitudes con el
marketing comercial (véase cuadro 1) donde hay una existencia de ofertantes,
los cuales, de acuerdo a Barranco (1997), estudian las
necesidades de los demandantes y personalizan esas ofertas en un candidato para
que este las lleve a cabo y sea elegido por sobre los demás.
Cuadro 1
Característica
|
Marketing Comercial
|
Marketing Político
|
Logística de mercado
|
Satisfacción de la necesidad
|
Elección de alternativas
|
Productos
|
Bienes y servicios
|
Candidatos y propuestas
|
Valor simbólico
|
Consumo
|
Valores
|
Demandantes
|
Consumidores
|
Votantes
|
Ofertantes
|
Empresas comerciales
|
Partidos políticos
|
Toma de decisiones
|
Más jerarquizada
|
Más difusa
|
Información
|
Estudios de mercado
|
Sondeos de opinión
|
Comunicación
|
Medios/ publicidad
|
Medios/ publicidad
|
Fuente: Marketing Político de Gustavo Martínez Pandiani (2004)
Como consecuencia de la exigencia del votante, los partidos
políticos en el gobierno se esmeran por realizar un excelente trabajo y así
convencer al electorado para que otorguen su voto a favor del partido. Para
efectos de este estudio, se analizará el programa social de gobierno impartido
por la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) llamado Prospera, con
el fin de conocer el impacto que dicho programa tiene en la influencia del voto
del electorado. De este modo se busca analizar si este resulta una herramienta
para los candidatos del partido que se encuentra en el poder.
1. Marketing Político
En la introducción, se mencionaron definiciones sobre el marketing
político en la que autores concluyen que se busca persuadir y conquistar al
votante para así poder conseguir el voto por parte de ellos. Aunado a eso,
también se le conoce como el conjunto de técnicas y expectativas del mercado
electoral (Mercado, 1996). Es totalmente claro que lo
principal en el marketing político es analizar el mercado para poder conseguir un
triunfo electoral a la postre.
Un mercado de votantes puede ser distinto en diferentes partes;
por ejemplo, en países democráticamente avanzados, a los votantes se les puede
persuadir con propuestas más claras y que sean alcanzables, contrario a lo que
sucede en países democráticamente en desarrollo, en los cuales de acuerdo a
Valdez et al (2015),
se privilegia el espectáculo por encima de la propuesta y las ideas, la imagen
por encima de la sustancia y el carisma por encima de la capacidad. Si esto es
así, no se puede actuar de igual forma en los dos escenarios mencionados,
puesto que son diferentes las necesidades que se buscan, por lo que Fernández y
Hernández Sampieri (2000) afirman que el marketing
político es el conjunto de actividades tendientes a crear, promover y ofertar,
ya sea a candidatos o gobernantes, fuerzas políticas, instituciones o ideas, en
un momento y sistema social determinado.
La palabra determinado es lo que indica de cómo crear un
candidato en distintos lugares; se cita el ejemplo de Donald Trump en Estados
Unidos para las elecciones presidenciales de 2016, de donde un porcentaje de la
población estadounidense deseaba que “América fuera grande de nuevo”,
convirtiéndola en el país más poderoso y temido del mundo y eso solo sería en
las manos de Trump; por otro lado, si se ejemplifica el caso de las elecciones
presidenciales de México en 2012, fue claro que se buscaba vender a un
personaje “guapo”
y de moda. Había necesidades diferentes en México y en Estados Unidos; estas se
analizaron y como consecuencia, acertaron con lo que se buscaba, lo cual era el
triunfo presidencial.
En conclusión, el marketing político según Valdez et al (2015) funciona como una
herramienta que se conceptualiza como una serie de técnicas y estrategias para
avanzar en los objetivos del poder. En otras palabras, utilizar tácticas para
mantenerse como partido político en el poder y al mismo tiempo no dejar que la
oposición gane. Al ser amplio los ámbitos que el marketing político estudia,
este se divide a su vez en marketing electoral, marketing gubernamental y
marketing público.
El marketing
electoral es el planteamiento, realización y difusión de unos determinados
mensajes, con ocasión de la puesta en marcha de programas electorales para
designar el gobierno de una determinada comunidad política (The Graduate School of Political Management, 2016). Es decir,
esta rama del marketing político se lleva a cabo previo a que un partido
político llegue a ser gobierno. Igualmente se encuentra las ramas en donde el partido
político ya es gobierno; la referencia se hace al marketing público en el que
según Rufín y Medina (2012), es el conjunto de actividades
relativas a las relaciones de intercambio que llevan a cabo los servicios
públicos en orden de satisfacer necesidades sociales. Aunado a ello, está el
marketing gubernamental, el cual de acuerdo a The Graduate School of Political
Management (2016), es el proceso de planificar y ejecutar
la política gubernamental para crear intercambios públicos que satisfagan
tantos los objetivos sociales como los del Estado.
Puede llegar
a ser parecido la definición de marketing gubernamental y el marketing público.
Para efecto de su mejor entendimiento se analiza el siguiente cuadro
comparativo.
Cuadro 2
Variable
|
Gubernamental
|
Público
|
Electoral
|
Político
|
Tiempo
|
Al momento de tomar posesión hasta la
terminación de la función pública
|
En cualquier momento
|
En el periodo electoral
|
En cualquier momento (preelectoral,
electoral o poselectoral)
|
Objetivo
|
Lograr la legitimidad y el respaldo
social de las autoridades y gobernantes en turno
|
Lograr los objetivos institucionales y
organizacionales
|
Ganar las elecciones o avanzar sus
metas político-electorales (mejorar el nivel de posicionamiento)
|
Lograr el poder político, la
legitimidad gubernamental, el respaldo ciudadano y la consecución de
objetivos organizacionales
|
Eje de articulación de los esfuerzos
|
Las dependencias gubernamentales
|
Las dependencias y organizaciones de
carácter público
|
Los candidatos, formaciones políticas y
sus comités de apoyo
|
Los candidatos, partidos, gobiernos,
organizaciones e instituciones públicas de carácter no gubernamental
|
Objeto de estudio
|
Las relaciones de intercambio entre
gobernantes y gobernados
|
Relaciones de intercambio entre
instituciones, organismos públicos y la sociedad
|
Las relaciones de intercambio entre
candidato, partidos políticos y los electores
|
Relaciones de intercambio entre
electores, candidatos y partidos, entre ciudadanos, gobernantes, entre
instituciones públicas y la sociedad
|
Fuente:
Teoría y práctica del marketing político de Andrés Valdez Zepeda (2002)
2. Políticas públicas
Una parte
esencial de las ciencias políticas y del mismo marketing político son las
políticas públicas, las cuales según el portal en línea del INE (2013) son el estudio de la acción de las autoridades
públicas en el seno de la sociedad, planteando como preguntas si qué producen
quienes gobiernan para lograr qué resultados y a través de qué medios.
Avanzando en
este razonamiento, una política pública de excelencia corresponde a aquellos
cursos de acción y flujos de información relacionados con un objetivo político
definido en forma democrática; los que son desarrollados por el sector público
y frecuentemente con la participación de la comunidad y el sector privado. Así
pues, Lahera (2004) afirma que una política pública de
calidad incluirá orientaciones o contenidos, instrumentos o mecanismos,
definiciones o modificaciones institucionales y la previsión de sus resultados.
Partiendo de
esta premisa, cualquier gobierno busca realizar actividades lo más eficaz y
eficiente para dar resultados positivos a la sociedad. Algunos ejemplos de
políticas públicas serían programas de empleo temporal a jóvenes o adultos mayores,
becas de estudio o apoyo económico, educativo y de salud a personas de escasos
recursos. En definitiva, en las políticas públicas en México aplicaría los
programas sociales de SEDESOL, los cuales al tener contacto cercano con la
población mexicana, es probable que cumpla lo señalado con Barranco (1997), De las Heras (1999) y Valdez et al (2015)
quienes afirman que el marketing político, tiene como objetivo satisfacer al
electorado para obtener su voto.
3. Programas sociales
Para la mejor
comprensión del tema, se hace una breve definición de lo que es un programa
social. Habitualmente se entiende por programa todo plan, proyecto o servicio
mediante el cual se diseña, organiza y pone en práctica un conjunto de acciones
dirigidas a la consecución de unas metas (De Miguel, 2000).
Por lo que este término conlleva cualquier tipo de estrategia de intervención
social que se dirige a la promoción de cambios.
El desarrollo
social surgió en Europa con los llamados programas de protección social, que
beneficiaban a las personas con seguros contra enfermedades, como en el caso de
Alemania (Cámara de Diputados, 2014). Asimismo, en
Inglaterra, estos programas se instauraron con la finalidad de combatir la
indigencia y las enfermedades, con lo cual la población adquirió derechos
sociales.
De la misma
manera, la revista Cámara (2014) indica que en México se
tiene avistamientos de programas sociales con la creación del Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 1943, según su portal en línea (2017) y posteriormente del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en 1959, de acuerdo a lo
establecido en su sitio de internet (2016); para después en la década de 1980 se creara el Programa
Nacional de Solidaridad (Pronasol). Dicho programa estaba dirigido a pueblos
indígenas, campesinos y zonas urbanas marginadas.
Como se
afirmó en el párrafo anterior, los programas sociales en distintas partes del
mundo y sobre todo en México han ido evolucionando, mejorando los existentes y
creando nuevos; esto debido a la necesidad que existe en la población. A ello,
Ziccardi (2008) establece que los programas sociales
tienen como objetivo crear condiciones de equidad social, así como promover y
garantizar el ejercicio de los derechos sociales; además, buscan dar acceso a
bienes y servicios básicos que son considerados parte de dichos derechos.
De modo que
según el portal en línea de SEDESOL (2016) después de la creación de algunos programas e
instituciones en pro del beneficio de los mexicanos, hoy en día dicha
secretaría tiene en México programas como la Cruzada contra el Hambre, el
Programa Seguro de Vida para Jefas de Familia y el Programa Pensión para
Adultos Mayores.
Así pues, se
destaca uno de los programas sociales de mayor impacto de SEDESOL, el cual es llamado
Prospera, que en sus inicios fue Pronasol creado por el entonces presidente de
México, Carlos Salinas.
4. Prospera
El programa
social Prospera tiene el objetivo de reducir los niveles de pobreza en México,
los cuales de acuerdo al CONEVAL (2017) alcanzan los 55.3 millones de personas. Este
programa es considerado como uno de los más vigilados por el mismo gobierno
federal (Secretaría de Desarrollo Social, 2017) para
poderlo “blindar”
de cualquier uso político electoral,
puesto que existe un alto número de padrón de beneficiarios y ello ha dado paso
que en México se hayan suscitado diversos casos de uso político-electoral de
Prospera. Por consiguiente, se hace un análisis del programa y su evolución a
través de los años.
Desde la toma
de protesta del entonces presidente de México, Carlos Salinas, se presentó el
Pronasol como medida para combatir los niveles de pobreza en pueblos indígenas,
campesinos y en zonas marginales de las principales ciudades (CNN Expansión, 2014). Esto era uno de los principales programas
que Salinas miraba como una oportunidad de hacer consolidar su gobierno, debido
a que no había existido hasta entonces un programa que se dedicara
específicamente al combate a la pobreza. Asimismo, el portal de CNN Expansión (2014) cita que se ejercieron bajo este programa más de 52,000
millones de pesos en el sexenio salinista; por lo que se puede inferir, que la
inversión del gobierno mexicano hacia Pronasol era gigante en pro de reducir
los niveles de pobreza que en ese entonces según Correa y González (2016), había 46.1 millones de habitantes en dicha situación.
Pronasol
empleaba el “crédito a la palabra”
a los apoyos otorgados. Con esto el gobierno manifestaba su confianza en los
productores directos, de modo que les hacían ver que les entregaban dinero sin
pedir un tipo de aval; además, Pronasol parecía dar resultados favorables como
con los campesinos pobres quienes al recibir los recursos para la producción
sentían dicho apoyo como algo positivo (Lechón, 2013) lo
que a la postre daba pie a prácticas clientelares las cuales se mencionarán más
adelante.
Continuando
con la idea establecida en el párrafo anterior, Pronasol logró un impacto positivo
de suma importancia, que de acuerdo a Rojas (2010), sirvió como modelo para varios países de América Latina;
por ejemplo: los programas de Bolsa Familiar en Brasil, Familias en Acción en
Colombia o el programa Avancemos en Costa Rica y la Red de Protección Social en
Nicaragua.
A pesar que
los esfuerzos para reducir la pobreza por parte de Pronasol fueron grandes, el
número de pobres se incrementó del inicio al final del sexenio de Salinas con
900,000 más, por lo que daba la impresión que existía un fallo en Pronasol. Sin
embargo, el programa continuó con el siguiente presidente de México, Ernesto
Zedillo.
Teniendo en
cuenta de la fuerte crisis económica suscitada en México, Pronasol tuvo un
cambio, para llamarse Progresa en el año de 1997, el cual tenía como objetivo
que los beneficiarios fuesen habitantes de comunidades rurales exclusivamente (Correa & González, 2016). Por lo que se infiere, que a
causa de la crisis que ocurría, era necesario hacer una elección más selectiva
de los beneficiarios.
Dicho lo
anterior, Progresa conjugó a su vez subsidios alimentarios y acciones de salud
y educación para asegurar la entrega de un paquete básico con una cobertura
inicial de 300 mil familias beneficiarias; el programa se expandió hasta
alcanzar 2.4 millones de familias (Levy & Rodríguez, 2005).
Avanzando en este razonamiento, a pesar de lo complicado que pudo ser el
sexenio de Zedillo debido a la crisis, aun así, Progresa mostró un avance
fuerte desde su cambio, en la reducción de pobreza de 63 millones a 52.7
millones (Correa & González, 2016), no obstante, el
número de pobres se había incrementado conforme a 1994 cuando terminó el
sexenio salinista. Por lo cual, la pobreza seguía en aumento y Progresa seguía
sin reducir esos niveles.
En
consecuencia, a que los niveles de pobreza seguían altos en 2002, Vicente Fox
siendo el primer presidente de México de un partido de oposición
decide darle una transformación a Progresa llamándolo programa Oportunidades,
en el que continuaría con las reglas de aplicación de Progresa, pero ahora
incluyendo también a familias pobres de zonas urbanas (antes era solo rurales).
Igualmente, las becas se expandieron de sólo educación básica hasta educación
media superior (Franco & Canela, 2016) y con la
dinámica de otorgar el dinero directamente a las madres de las familias
beneficiarias (CNN Expansión, 2014), siempre y cuando
cumplieran con revisiones médicas y que llevaran a sus hijos a la escuela.
El portal de
CNN Expansión (2014) indica que el presupuesto otorgado al
programa se incrementó en un 70% en comparación con el último año de Zedillo,
por lo que Oportunidades canalizaba más de 146,000 millones de pesos, lo cual
indicaba una cifra jamás vista y ello dio pie a la reducción de pobreza, puesto
que al final del sexenio de Fox el número de pobres en México había decrecido en
un 10.26% comparado con el inicio.
El programa
Oportunidades estuvo en activo 4 años del sexenio de Vicente Fox y los 6 años
de Felipe Calderón.
De la misma manera, Oportunidades continuó casi 2 años del sexenio de Enrique
Peña Nieto,
hasta que el presidente Peña Nieto decidió cambiar a Prospera (el más reciente)
en el que seguía prácticamente las mismas vertientes de Oportunidades solo con
el agregado de lograr la inclusión financiera laboral y productiva (Correa & González, 2016), con el fin que los beneficiarios
sintieran un cambio significativo en sus vidas.
Más allá de
los cambios que ha habido en 26 años de Pronasol a Prospera, el porcentaje de la
población pobre ha tenido una reducción mínima conforme a lo que se esperaba en
1988, cuando se creó Pronasol (véase gráfica 3). De modo que, se cuestiona el
uso de Prospera y se analiza la causa de que su objetivo primario no logre
alcanzar la meta esperada de una reducción significativa de la pobreza en
México.
Gráfica
3
Fuente: Correa y González (2016), CONAPO (2016)
5. La presencia del clientelismo en Prospera
Prospera al ser un programa social de gobierno no debe usarse para
fines político-electorales; así lo dice la Ley General de Desarrollo Social (2016) en su artículo 28 la cual establece:
La publicidad y la información relativa a los programas de
desarrollo social deberán identificarse con el Escudo Nacional en términos que
establece la ley correspondiente e incluir la siguiente leyenda: “Este programa
es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para
fines distintos al desarrollo social.
De modo que conforme lo establecido en el artículo 28 de la Ley
General de Desarrollo Social, el partido político que esté en gobierno debe
abstenerse de usar esos programas en favor de su partido y debe hacerlo en pro
de tener una mejor sociedad y un mejor país. No obstante, es menester destacar
que si el partido en gobierno aplica una estrategia inteligente puede
favorecerse sin que cometa una ilegalidad, esto puede hacerse otorgando buenos
resultados y en donde el ciudadano se sienta agradecido y contento para poder
otorgarle su voto.
Lechón (2013) afirma que Pronasol cumplió muy
bien la conexión clientelar entre el gobierno y la ciudadanía; es decir, en
cierta forma Pronasol condicionó la recepción de los recursos a cambio del
voto. También, es de suma importancia recordar que, en las elecciones federales
de 1991, a mediados del gobierno de Salinas, el PRI recuperó una enorme
cantidad de votos que tres años atrás había perdido.
Para su mejor comprensión el clientelismo se define como el
intercambio de bienes, servicios y favores por lealtad, obediencia y votos (Tosoni, 2007). Por lo que en México aplica bien este principio
(muchas veces sin quiera ser mencionado) puesto que el mexicano se le distingue
por ser muy cercano, con esa sensación de familiaridad y “compadreo” (Báez, 2013) y este al ser ayudado por alguien más,
busca regresar el favor de la mejor manera. Tosoni (2007) menciona que esto sucede paralelamente porque al dar el
apoyo se aplica el principio de reciprocidad el cual consiste en “dar, recibir
y devolver”.
Citando un ejemplo del clientelismo, Hevia (2010) menciona que, en Coatzacoalcos, Veracruz, un enlace
municipal llamado Rodrigo renunció a su puesto para poder hacer campaña
electoral por Marcelo Montiel, presidente municipal que se postulaba a diputado
local. Siendo Rodrigo una autoridad importante en el municipio y uno de
principales operadores de Montiel, utilizaba la estructura del Programa
Oportunidades para invitar a la gente a reuniones de apoyo a “Marcos”, un
precandidato del PRI que finalmente perdió contra Iván Hillman.
Aunado al ejemplo anterior, se dieron a conocer unos videos donde
Teresa Idelfonso, operadora de Prospera en el municipio de Zaragoza, Puebla,
exigiera a beneficiarios su voto para su partido, a cambio de recibir el apoyo (Contraparte, 2016), teniendo como consecuencia que el partido
en oposición hiciera una demanda en contra.
De la misma manera, no solo el clientelismo ha sido un factor en
la inclinación de voto por parte del ciudadano que recibe algo a cambio (en
este caso el apoyo económico de Prospera), sino el corporativismo, el cual de
acuerdo a Schmitter (1979) se define como:
Sistema de representación de intereses en el cual, las partes
constitutivas están organizadas dentro de un número limitado de categorías
singulares, obligatorias, jerárquicamente ordenadas y funcionalmente
diferenciadas, reconocidas o autorizadas (si no creadas) por el Estado, a las
que les concede un deliberado monopolio de representación, dentro de sus
respectivas categorías, a cambio de seguir ciertos controles en su selección de
líderes y articulación de demandas y apoyos.
Llegados a este punto, con el paso del tiempo el corporativismo fue
perdiendo peso ya que antes una corporación llámese sindicato, institución o
universidad podía afiliar en masa a sus agremiados, cuando ahora la afiliación
debe ser individual.
Como se estableció con anterioridad, se destaca que, aunque el
porcentaje de pobreza ha disminuido escasamente de 1994 a
2014, el presupuesto otorgado a Prospera haya aumentado en ese mismo periodo (véase
cuadro 4), siendo este, uno de los principales programas sociales que el
gobierno atiende y se enfoca en mejorar (Secretaría de Desarrollo
Social, 2017). Esto se ha visto, primeramente, que el programa siga
vigente,
además, de la adición de nuevas vertientes a atender o mejorar las antes
establecidas.
Cuadro 4
Año
|
Cantidad
|
Porcentaje de crecimiento
|
2014
|
$73,176,835,072
|
10.65%
|
2015
|
$74,991,343,348
|
2.48%
|
2016
|
$82,166,741,898
|
9.57%
|
2017
|
$82,151,073,496
|
-0.02%
|
Fuente: Presupuesto de
Egresos de la Federación de los ejercicios 2014, 2015, 2016 y 2017.
Así pues, ha habido casos
en que Prospera ha influido en algunas elecciones (como en las intermediarias
de 1991, mencionadas anteriormente); sin embargo, debe resaltarse qué es lo que
motiva más al elector para que decida tener inclinación política por el partido
en gobierno y así otorgarle el voto. Entre ellas puede destacarse diversas
variables establecidas anteriormente como el “compadrazgo”, corporativismo o
incluso sentimientos primarios que influyan al elector a decidirse por una
opción política como lo es el miedo. Por tanto, a continuación se analiza el
factor motivación en la decisión de voto del ciudadano.
6.
Motivación
La motivación es
conceptualizada a grandes rasgos como la fuerza interna generada por una
necesidad insatisfecha que impulsa a las personas a la acción; dichas
necesidades pueden ser positivas o negativas (Schiffman & Kanuk, 2010). Otro rasgo a destacar, son los
impulsos positivos, los cuales se consideran como necesidades, anhelos y
deseos; mientras que los negativos como temores o aversiones.
En el sentido político,
la motivación toma en las personas un rol importante en su decisión final en
las votaciones. Delgado et al (2010),
mencionan que las actitudes, las creencias propias, la presión social, las
intenciones y conductas de los individuos también tienen un peso preponderante
en la determinación que toma cada persona.
Asimismo, Cortina (2003) afirma que la motivación nunca es una cuestión absoluta, sino
que siempre se consume de manera comparativa, haciéndose más notable en el
consumo político, donde la oferta se restringe a un número limitado de
opciones; es decir, la decisión de adquirir el producto ofertado, pasa entonces
por comprar entre las ofertas disponibles, y muchos casos, elegir la que
presenta menor disparidad con lo deseado.
La motivación en el campo
político puede funcionar distinto de acuerdo a su población; por ejemplo, el
factor racional, según Delgado et al (2010)
gana fuerza cuando esta cuenta con el conocimiento suficiente como para
juzgar actitudes, decisiones y comportamientos. En otras palabras, un pueblo
que razona su voto se motiva a buscar a un candidato que oferte las mejores
propuestas para la sociedad y no para un grupo pequeño de personas. No
obstante, un pueblo que no razone su voto, solo buscará un beneficio temporal
como puede ser una despensa o una cantidad de dinero.
En lo que respecta a un
pueblo que no racionalice su voto, se observa que la motivación de una persona
para elegir a sus gobernantes va más con la imagen y la telegenia que el propio
candidato (Sánchez, 2009). Por ello muchos candidatos
buscan hacer presencia en televisión y lucir bien, antes que dar propuestas
concretas y posibles para el electorado.
Complementando lo
anteriormente establecido, razonar el voto juega un papel importante en la
motivación del electorado; así como también la simpatía e imagen de un candidato.
Sin embargo, es de resaltar que también los sentimientos juegan un papel
primario en ello como el miedo o el agradecimiento. Este último sentimiento va
ligado con el compadrazgo, rasgo de la idiosincrasia del mexicano.
Se ejemplifica el
agradecimiento en las elecciones intermediarias del sexenio salinista en 1991,
puesto que previamente Salinas había creado el Pronasol donde el apoyo
económico era “crédito a la palabra”; es decir, el mexicano sentía que le daban
la confianza de utilizar ese dinero a cambio de nada y eso conllevó a que el
sentimiento de agradecimiento se pagara con un voto.
Además del sentimiento de
agradecimiento, en México, ha habido casos en el que el voto del miedo se ha
aplicado estratégicamente. El portal de internet de la revista Proceso (2016) afirma que, en 1994 se aplicó dicha estrategia, la cual
mostró su eficacia en la que el gobierno administró ese temor a la violencia o
a la inseguridad de que el ciudadano pudiera perder la paz o algún patrimonio
conseguido. En consecuencia a ello, se comprueba que el elector se ve motivado
más a votar por percepción que por razonamientos.
7.
El voto del miedo
El miedo es un
sentimiento primario el cual cualquier ser humano experimenta. Es así como Valdez (2014) indica que la emoción es más potente que la razón y que
en el proceso de toma de decisiones, el coeficiente emocional de las personas
es más importante que el coeficiente racional. En este orden de ideas y de
acuerdo a hallazgos científicos, se puede decir que, en muchos casos, la
emoción controla a la razón.
Dicho lo anterior, una
persona puede razonar una decisión, pero al final si se ve motivado por los
sentimientos hacia una decisión diferente, se hará de esa forma. Un claro
ejemplo es el voto del miedo el cual según Valdez y Huerta (2011) es el acto de sufragar por parte del elector, compelido o
motivado por una serie de temores, amenazas, intimidaciones e incertidumbres
sobre el presente y el futuro de una determinada actividad.
El miedo es una
herramienta y táctica importante para los candidatos del partido que gobierna,
esto debido a que existe la premisa que el gobierno utiliza algunos beneficios
o apoyos que otorga a la ciudadanía para condicionar el voto (un ejemplo de
ello es Prospera), mostrándoles el escenario que, si la oposición llegase al
poder, la posibilidad de perder dichos beneficios estaría en riesgo.
Como se mencionó anteriormente,
en 1994 se utilizó la campaña del miedo en México, centrándose principalmente
en el mensaje que, si se elegía a cualquier candidato que fuera de la
oposición, la economía se iría a pique, el conflicto armado zapatista se extendería
por todo el país y todo eso generaría una situación de confrontación social que
ocasionaría una situación de caos (Proceso, 2016),
teniendo como resultado, un triunfo electoral más por parte del PRI; partido
que hasta entonces, seguía gobernando desde 1929.
Aunado a lo establecido
en el párrafo anterior, en 2006 se volvió a utilizar la estrategia del miedo,
esta vez por el PAN, cuando Felipe Calderón desplegó una campaña en contra de
su contrincante, Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó como “un peligro
para México”, comparándolo con el entonces presidente venezolano Hugo Chávez (Proceso, 2016). Del mismo modo, figuras emblemáticas de México
como empresarios o miembros de la Iglesia Católica apoyaron la campaña de
Calderón, en lo cual le dio a la postre una victoria muy reñida con una
diferencia del solo .5% sobre López Obrador.
De manera que, en México
se han utilizado diversas estrategias del miedo para conseguir el triunfo
electoral. Hecha esta salvedad, Prospera ha sido un programa en el que el
factor miedo se ha aplicado, en el cual se ha visto a delegados federales
amenazar directamente a las comunidades votantes con quitarles los programas
sociales (López, 2016). De ahí que, las personas
beneficiarias pueden tener el sentimiento de perder ese apoyo y al ser gente de
escasos recursos, estas temen que ese ingreso lo pierdan. Dicho lo anterior, Valdez
y Huerta (2011) establecen lo siguiente sobre ello:
El dilema que generalmente se les plantea a los votantes,
durante una campaña sustentada en el miedo, es que de llegar los adversarios al
poder se perderá o se podrán en riesgo la estabilidad, la paz, el progreso, el
bienestar, el futuro, la seguridad, los valores y los logros alcanzados por los
ciudadanos, por lo que se les convoca a sufragar para evitar el riesgo o para
detenerle la posible calamidad que vendrá en el futuro y que lo representan sus
opositores.
Se destaca que, se han
visto varios casos del uso del miedo para que la gente no salga a votar y los
partidos en el poder utilicen el “voto duro”
para ganar, como lo que sucede en el Estado de México, en donde habrá
elecciones el 4 de junio de 2017, en la que el PRI (partido actual en el
gobierno) buscará hacer sentir el miedo en las personas para que no haya mucha
participación electoral y a su vez, emplear el voto duro de su partido (García, 2017). Luego entonces, el miedo es aliado del PRI para
evitar una alternancia letal para el partido.
En definitiva, el miedo
es una herramienta positiva para el candidato del partido que se encuentra en
el gobierno; debido a que, ha habido situaciones de violencia, días previos a
las votaciones, como en Sinaloa, en 2016 se dañaron 65 camiones urbanos, que
fueron agredidos con piedras, bates de béisbol y armas de fuego (La voz de Michoacán, 2016), dando pie a que la ciudadanía se
aleje de votar y así pueda resultar beneficiado el partido que tenga más voto
duro.
8.
Principio de reciprocidad
Con anterioridad, se
destacó el agradecimiento como parte de la idiosincrasia del mexicano. Para
ello se hace un breve análisis del principio de reciprocidad, de la cual Jaeggi (2015) afirma que, las normas sociales impulsan a responder con
un favor cuando una persona ha hecho uno a otra previamente, para no ser
considerados como ingratos.
Es por ello, que muchas
personas se sienten comprometidas a dar el voto al candidato del partido que se
encuentra gobernando, ya que miembros del gobierno en ocasiones han ayudado a
los ciudadanos con alguna obra pública, como reparar el pavimento de una calle,
construir alguna escuela u hospital o el apoyo económico de algún programa
social como puede ser Prospera.
Como muestra de la
reciprocidad, está el caso de Karla López, funcionaria federal de Prospera que
apoyaba la campaña de Nancy de la Sierra en Puebla. Karla López mencionó en una
reunión privada a un grupo de beneficiarias, que ellas están respaldadas por
Nancy de la Sierra; además, utilizó un vocabulario alabador para las
beneficiarias describiéndolas como personas “risueñas” y que tienen un
buen corazón (Mejía, 2015). A cambio de dichas palabras,
algunas de las beneficiarias mostraron simpatía con Karla López. Por
consiguiente, se establece que se cumple el principio de reciprocidad, en el
cual las personas al recibir algo material, algún apoyo económico o apoyo moral
de respaldo, estas a su vez se sienten con la necesidad de poder regresar el
favor que les fue dado.
9.
Consideraciones finales
El programa social de
gobierno Prospera, ha crecido en número de beneficiarios y en presupuesto desde
su creación con Carlos Salinas. Se enfatiza que, el objetivo principal de dicho
programa es reducir los niveles de pobreza en México, el cual se ha cumplido;
no obstante, el porcentaje de pobreza de 1994 a 2014 solo ha disminuido en un
4.31% (Correa & González, 2016), cifra insuficiente
para el presupuesto que Prospera ha tenido en los últimos años.
Definitivamente, existe
el cuestionamiento del aumento en presupuesto que Prospera tiene cada año o de
su misma existencia porque los resultados de reducción de pobreza han sido bajos.
Para ello, Hevia (2010) y Lechón (2013) afirman que Prospera en su evolución y en la actualidad
ha servido como una herramienta clientelar para la obtención de votos para el
candidato del partido político que se encuentra gobernando una entidad y
mediante el uso de diversos sentimientos como lo son el miedo o la
reciprocidad, el gobierno se ha encargado de influir en la toma de decisión
final de los electores.
Así pues, se discute la
causa por la cual los electores permiten acciones que condicionen su voto. Hay
que recordar que Prospera tiene en su padrón de beneficiarios a personas de escasos
recursos, a quienes se les establece de forma directa o indirecta, que ese
apoyo posiblemente se pierda si un partido político de oposición llega al poder;
por lo que el beneficiario se ve influido en un alto nivel por quién votar.
A manera de conclusión,
se enfatiza que el uso de programas sociales de gobierno tales como Prospera, quedan
estrictamente prohibido para fines político-electorales. Sin embargo, existe el
supuesto que estos se usan de dicha manera; a través del voto del miedo, de la
reciprocidad, del clientelismo o del corporativismo. Esto se logra ver con el
incremento de presupuesto otorgado a Prospera cada año, con el número de
beneficiarios que tiene y paralelamente con los escasos resultados de reducción
de pobreza que ha tenido el programa. Hecha esta salvedad, el uso de Prospera
seguirá siendo una vía cercana de comunicación clientelar entre el beneficiario
para obtener el apoyo económico y entre el partido político que gobierna para
obtener el voto.
Bibliografía
Cámara de Diputados. (2014). Programas
Sociales: Principales aspectos. Cámara(33), 3-43.
Cámara
de Diputados del H. Congreso de la Unión. (3 de diciembre de 2013). diputados.gob.mx.
Recuperado el 11 de abril de 2017, de Presupuesto de Egresos de la
Federación para el Ejercicio Fiscal 2014:
http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/prog_leg/096_DOF_03dic13.pdf
Cámara
de Diputados del H. Congreso de la Unión. (3 de diciembre de 2014). diputados.gob.mx.
Recuperado el 11 de abril de 2017, de Presupuesto de Egresos de la Federación
para el Ejercicio Fiscal 2015: http://www.diputados.gob.mx/PEF2015/exposicion/decreto_presupuesto.pdf
Cámara
de Diputados del H. Congreso de la Unión. (27 de noviembre de 2015). inicio.ifai.org.mx.
Recuperado el 11 de abril de 2017, de Presupuesto de Egresos de la Federación
para el Ejercicio Fiscal 2016: http://inicio.ifai.org.mx/MarcoNormativoDocumentos/PEF_2016.pdf
Cámara
de Diputados del H. Congreso de la Unión. (1 de junio de 2016). diputados.gob.mx.
Recuperado el 21 de abril de 2017, de Ley General de Desarrollo Social:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/264_010616.pdf
Cámara
de Diputados del H. Congreso de la Unión. (30 de noviembre de 2016). diputados.gob.mx.
Recuperado el 11 de abril de 2017, de Presupuesto de Egresos de la Federación
para el Ejercicio Fiscal 2017: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/PEF_2017.pdf
La
voz de Michoacán. (4 de junio de 2016). lavozdemichoacan.com.mx.
Recuperado el 22 de mayo de 2017, de Vandalizan 65 unidades previo a elecciones
en Sinaloa:
http://www.lavozdemichoacan.com.mx/pais/vandalizan-65-unidades-previo-a-elecciones-en-sinaloa/
Lahera,
E. (2004). Política y políticas públicas. Santiago, Chile: CEPAL.
Lechón,
C. (13 de noviembre de 2013). cln4b-2.blogspot.mx. Recuperado el 21 de
abril de 2017, de Estructuras Socioeconómicas de México:
http://cln4b-2.blogspot.mx/p/programa-nacional-de-solidaridad_09.html
Levy,
S., & Rodríguez, E. (2005). Sin herencia de pobreza: el programa
Progresa-Oportunidades de México. Washington, D.C., Estados Unidos: Banco
Interamericano de Desarrollo.
CNN
Expansión. (3 de septiembre de 2014). expansion.mx. Recuperado el 21 de
abril de 2017, de De Solidaridad a Prospera: 4 nombres y pocos resultados
contra la pobreza:
http://expansion.mx/nacional/2014/09/03/de-solidaridad-a-prospera-4-nombres-y-pocos-resultados-contra-la-pobreza?internal_source=PLAYLIST
Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social . (22 de mayo de
2017). coneval.org.mx. Recuperado el 22 de mayo de 2017, de ¿Quiénes
somos?:
http://www.coneval.org.mx/quienessomos/Conocenos/Paginas/Quienes-Somos.aspx
Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. (21 de abril de
2017). coneval.org.mx. Recuperado el 21 de abril de 2017, de Medición de
la pobreza: http://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/PobrezaInicio.aspx
Consejo
Nacional de Población. (5 de diciembre de 2016). conapo.gob.mx.
Recuperado el 21 de abril de 2017, de Proyecciones de la población 2010-2050:
http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Proyecciones_Datos
Contraparte.
(16 de mayo de 2016). contraparte.mx. Recuperado el 22 de mayo de 2017,
de Condiciona Prospera apoyos a cambio de votos para Blanca Alcalá: Lozano
Alarcón:
http://contraparte.mx/2016/05/16/104704/condiciona-prospera-apoyos-a-cambio-de-votos-para-blanca-alcala-lozano-alarcon/#.WSqEX1LmGfQ
Correa,
L., & González, R. (2016). El sector artesanal en México y el combate
contra la pobreza. Transitare, 2(2), 233-250.
Cortina,
A. (2003). Por una ética del consumo. Madrid: Taurus.
López,
E. (11 de mayo de 2016). despertardeoaxaca.com. Recuperado el 22 de mayo
de 2017, de El PRI apuesta al voto del miedo, deben anularlo el IEEPCO, la
sociedad, los partidos y el gobierno:
http://despertardeoaxaca.com/el-pri-apuesta-al-voto-del-miedo-deben-anularlo-el-ieepco-la-sociedad-los-partidos-y-el-gobierno/
Alonso,
M., & Adell, Á. (2011). Marketing político 2.0 lo que todo candidato
necesita saber para ganar las elecciones. Barcelona, España: Grupo Planeta.
Báez,
E. (2013). cdigital.uv.mx. Recuperado el 11 de abril de 2017, de Impacto
de la idiosincrasia del mexicano en el proceso de la negociación internacional:
http://cdigital.uv.mx/bitstream/123456789/34578/1/baezhernandezelizabeth.pdf
Barraga,
J., Guerra, P., & Villalpando, P. (2016). Mercadotecnia Política en México:
Antecedentes y Estrategias Representativas. Vinculatégica Efan(1),
65-67.
Barranco
Sáiz, F. (1997). Técnicas de Marketing Político. México: Rei.
Borjas,
A. (2003). La campaña presidencial de Vicente Fox y el modelo propagandista de
comunicación política. América Latina Hoy, 101-121.
Delgado
Álvarez, C., Sánchez Prada, A., & Sánchez Alonso, O. (2010). Género y
motivación para el consumo político. Revista electrónica de motivación y
emoción, 155-169.
De
las Heras, M. (1999). Uso y abuso de las encuestas: elección 2000, los
escenarios. México: Océano.
De
Miguel, M. (2000). La evaluación de programas sociales: fundamentos y enfoques
teóricos. Revista de Investigación Educativa, 18(2), 289-317.
Diccionario
electoral. (22 de mayo de 2017). diccionario.inep.org. Recuperado el 22
de mayo de 2017, de Voto Duro: http://diccionario.inep.org/V/VOTO-DURO.html
Diario
Oficial de la Federación. (29 de diciembre de 1989). dof.gob.mx.
Recuperado el 11 de abril de 2017, de Presupuesto de Egresos de la Federación
para el Ejercicio Fiscal de 1990:
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4838971&fecha=29/12/1989
Diario
Oficial de la Federación. (27 de diciembre de 1990). dof.gob.mx.
Recuperado el 11 de abril de 2017, de Presupuesto de Egresos de la Federación
para el Ejercicio Fiscal de 1991:
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4695464&fecha=27/12/1990
Diario
Oficial de la Federación. (24 de diciembre de 1991). dof.gob.mx.
Recuperado el 11 de abril de 2017, de Decreto del Presupuesto de Egresos de la
Federación para el Ejercicio Fiscal de 1992:
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4768393&fecha=24/12/1991
Fernández,
C., & Hernández Sampieri, R. (2000). Marketing Electoral, e Imagen de
Gobierno en Funciones. México: Mc Graw-Hill.
Franco,
G., & Canela, F. (2016). Evolución de las políticas de desarrollo social en
México: éxitos y fracasos. Opera, 159-181.
García,
S. (11 de mayo de 2017). eluniversal.com.mx. Recuperado el 22 de mayo de
2017, de El voto del miedo y el 4 de junio:
http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/columna/salvador-garcia-soto/nacion/2017/05/11/el-voto-del-miedo-y-el-4-de-junio?fb_comment_id=1323057624444964_1323185527765507#f1292d062958a
Hevia,
F. (2010). Uso político de programas sociales y nuevos intermediarios
institucionales: el Programa Progresa/Oportunidaddes en el sur de Veracruz. Desacatos,
119-132.
Instituto
de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. (13 de enero
de 2016). www.gob.mx. Recuperado el 22 de mayo de 2017, de Antecedentes
históricos:
http://www.gob.mx/issste/acciones-y-programas/h-junta-directiva-del-issste
Instituto
Mexicano del Seguro Social. (22 de mayo de 2017). imss.gob.mx.
Recuperado el 22 de mayo de 2017, de Conoce al IMSS:
http://www.imss.gob.mx/conoce-al-imss
Instituto
Mexicano del Seguro Social. (22 de mayo de 2017). imss.gob.mx.
Recuperado el 22 de mayo de 2017, de Conoce al IMSS:
http://www.imss.gob.mx/conoce-al-imss
Instituto
Nacional Electoral. (marzo de 2013). ine.mx. Recuperado el 21 de abril
de 2017, de Políticas Públicas y Democracia:
http://www.ine.mx/docs/IFE-v2/DECEYEC/EducacionCivica/CuadernosDivulgacion/CuadernosDivulgacion-pdfs/CUAD_30_definitivo.pdf
Instituto
Nacional Electoral. (24 de mayo de 2017). ¿Qué es el Instituto Nacional
Electoral? Recuperado el 24 de mayo de 2017, de portalanterior.ine.mx:
http://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/contenido/Que_es/
Jaeggi,
M. (2015). postcron.com. Recuperado el 22 de mayo de 2017, de Usa estas
6 técnicas de la ciencia de la persuasión para conseguir más clientes antes que
tu competencia. ¡O podrás perder tu negocio!:
https://postcron.com/es/blog/las-6-tecnicas-mas-poderosas-de-la-ciencia-de-la-persuasion/
Martínez
Pandiani, G. (2004). Marketing Político: Campañas, Medios y Estrategias Electorales.
Buenos Aires: Ugerman Editor.
Mejía,
A. (8 de marzo de 2015). alminuto.mx. Recuperado el 22 de mayo de 2017,
de Utilizan Prospera para incidir el voto a favor de Nancy de la Sierra:
http://www.alminuto.mx/2015/03/utilizan-prospera-para-inducir-el-voto.html
Mercado,
S. (1996). Mercadotecnia de Servicios. México: Pac. S.A. de C.V.
Milenio.
(12 de febrero de 2016). milenio.com. Recuperado el 23 de mayo de 2017,
de Hay 17% menos católicos en México que hace 100 años:
http://www.milenio.com/estados/catolicos_Mexico-visita_del_Papa-Papa_en_Mexico_catolicismo-catolicos_mexicanos_0_679732147.html
Proceso.
(7 de diciembre de 2016). proceso.com.mx. Recuperado el 22 de mayo de
2017, de 2018, voto del miedo:
http://www.proceso.com.mx/465435/2018-voto-del-miedo
Quiles,
A., & Ruiz, J. (2 de julio de 1991). Crédito a la palabra, para campesinos.
Diario de Colima, pág. 1.
Real
Academia Española. (24 de mayo de 2017). dle.rae.es. Recuperado el 24 de
mayo de 2017, de Diccionario de la Lengua Española: http://dle.rae.es/?id=JgU0Yj9
Real
Academia Española. (22 de mayo de 2017). dle.rae.es. Recuperado el 22 de
mayo de 2017, de Diccionario de la lengua española:
http://dle.rae.es/?id=5h53eeL
Real
Academia Española. (22 de mayo de 2017). dle.rae.es. Recuperado el 22 de
mayo de 2017, de Diccionario de la lengua española:
http://dle.rae.es/?id=ZMERCYc
Real
Academia Española. (22 de mayo de 2017). dle.rae.es. Recuperado el 22 de
mayo de 2017, de Diccionario de la lengua española:
http://dle.rae.es/?id=WWU1tEL
Rojas,
M. (2010). Mejorando los programas de combate a la pobreza en México: del
ingreso al bienestar. Perfiles Latinoamericanos(35), 35-39.
Rufín,
R., & Medina, C. (2012). Marketing Público Investigación, aplicaciones y
estrategia. Madrid, España: ESIC.
Schiffman,
L., & Kanuk, L. (2010). Comportamiento del consumidor (10ª ed.). México: Prentice Hall.
Schmitter,
P. (1979). Modes of Interest Intermediation and Models of Societal Change in
Western Europe. Londres:
SAGE Publications.
Sánchez,
Ó. (2009). El día de acudir a las urna: marketing político y obligación
contractual. Revista Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, 39(110),
33-56.
Secretaría
de Desarrollo Social. (5 de septiembre de 2016). www.gob.mx. Recuperado
el 21 de abril de 2017, de Guía de Programas Sociales 2016:
http://www.gob.mx/sedesol/documentos/guia-de-programas-sociales-2016
Secretaría
de Desarrollo Social. (5 de enero de 2017). www.gob.mx. Recuperado el 22
de mayo de 2017, de Prospera es el programa de transformación e inclusión
social que atiende a 28 millones de personas en México:
http://www.gob.mx/sedesol/articulos/prospera-es-el-programa-de-transformacion-e-inclusion-social-que-atiende-a-28-millones-de-personas-en-mexico
The
Free Dictonary. (21 de abril de 2017). es.thefreedictonary.com.
Recuperado el 21 de abril de 2017, de es.thefreedictonary.com/compadrazgo
The
Graduate School of Political Management. (13
de noviembre de 2016). vitallerdegerenciapolitica.files.wordpress.com.
Recuperado el 21 de abril de 2017, de Marketing Gubernamental y las Nuevas
Tenologías de la Información:
https://vitallerdegerenciapolitica.files.wordpress.com/2010/06/rafael-reyes-arce-v-taller.pdf
Tosoni,
M. (2007). Notas sobre el clientelismo político en la Ciudad de México. Perfiles
Latinoamericanos(29), 47-69.
Valdez
Zepeda, A. (2002). Teoría y práctica del marketing político. México:
Universidad de Guadalajara.
Valdez
Zepeda, A. (2014). Neuro-Marketing Político. entre lo racional, lo emocional y
lo instintivo. Revista Mexicana de Comunicación.
Valdez
Zepeda, A., & Huerta Franco, D. (2011). ¿Qué mueve a los votantes? Un
análisis de las razones y sinrazones del comportamiento político del elector. Razón
y Palabra.
Valdez
Zepeda, A., Vergara Ochoa, A., González Delgadillo, L., & Esparza Iñíguez,
M. (2015). Fundamentos de Mercadotecnia Política. Buenos Aires,
Argentina: elaleph.com.
Ziccardi,
A. (2008). Las políticas y los programas sociales de la ciudad del Siglo XXI. Papeles
de la Población, 128-139.
FICHA
CURRICULAR
·
José
Rosario Lara Salazar
·
Licenciado
en Administración de Empresas.
·
Universidad
de Guadalajara; Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas.
·
Marketing
político.