Resumen
La República Federativa de Brasil, el “coloso de la América del Sud”, posee un pensamiento estratégico, desde su conducción política y militar que se apoya en una legislación y una conducta empírica preeminente que corresponde a su rol de país “rector o llave” de nuestro subcontinente. Para ello cuenta con una organización que resolvería tácticamente las diferentes hipótesis de conflicto en su gran masa física territorial.
El presente trabajo serviría para analizar las diferentes variables: militares, económicas, políticas y psicosociales, las cuales conformar el ideal de la Defensa Nacional brasileña.
Abstract
According to its role of “key country” in our subcontinent, Federal Republic of Brazil, the “colossus of South America”, has an strategic mentality which comes from its political and military leadership. This leadership relies on legislation and prevailing behaviour. Brazil would have an organization capable of resolve in a tactically way different conflicts in its vast territory.
This paper would help to analyse different factors such as military forces, economy, politics and society that determine the ideal of brazilian national defense.
Defensa Nacional
Anuario 2004
Brasil
Índice:
1 INTRODUCCIÓN
El estudio de caso de la República Federativa de Brasil intentará enfocar los elementos esenciales que contribuyeran y contribuyen para la formación del pensamiento estratégico, que tienen predominancia en la orientación de la Política de Defensa brasileña, el empleo y preparo de sus Fuerzas Armadas.
Empezaremos por la evolución histórica de las relaciones cívico-militares en Brasil, que a partir de la Proclamación de la República, en 1889, que marcaran el inicio de un largo período de casi un siglo de fuerte influencia de las Fuerzas Armadas en la conducción política del país, hasta el reciente período de redemocratización.
Enseguida presentaremos la Política Exterior, el pensamiento estratégico, los principales aspectos generales y socioeconómicos que tienen influencia en la organización y la conducción de la actual Política de Defensa de Brasil.
En continuación introduciremos la base constitucional y las atribuciones de los órganos de asesoramiento del Presidente de la República para asuntos de defensa nacional, la organización del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas, así como sus principales atribuciones, especialmente en la área de Ciencia y Tecnología (CyT).
Al final presentaremos una conclusión con los principales aspectos que orientan la Política de Defensa brasileña.
2. RELACIONES CÍVICO – MILITARES CONTEMPORÁNEAS
En el panóptico de las relaciones cívico – militares en el sistema político brasileño, hay que comprender la intrincada relación ideológica que tuvieron las fuerzas armadas desde el nacimiento mismo de la Primera República, el 15 de noviembre de 1889, con un golpe palaciego e incruento, en el cual desalojaron del poder a Don Pedro II, terminando así con la etapa imperial.
Sin embargo, desde un primer momento hubo ciertas diferencias entre el mariscales Deodoro da Fonseca y Floriano Peixoto, primeros presidentes de la República, sobre qué modelo político se iba a seguir, mientras tanto la liberación de los esclavos dejaba a las haciendas azucareras del Nordeste y Norte, como así las de cafetales del centro del país, sin mano de obra, por lo que se apeló a la inmigración europea para subsanar esa debilidad, pero con la diferencia que tales inmigrantes se convertían en asalariados.
A las diferencias de los mariscales se les sumó la diferencia de las dos fuerzas de armas de la nación: la marina de guerra apoyaba las ideas liberales de da Fonseca, mientras que el ejército se ponía detrás del proyecto conservador de Peixoto. Esta división en las fuerzas armadas recién mermará luego del golpe de 1964, donde se unirán criterios dentro de las denominadas Doctrina de Seguridad Nacional y la Teoría Desarrollista, que llevará al país al denominado milagro brasileño de fines de los 60.
A diferencia de países como Argentina, Chile y Uruguay, en Brasil las fuerzas armadas no se postulaban como guardianes de la Constitución, sino como protectores del pueblo brasileño, esto tuvo su vínculo con los hechos de 1922, 1923, y la larga marcha desde 1925 a 1927 de las luchas del tenentismo contra la oligarquía dentro del gobierno y el viejo coronelismo en los escenarios estaduales.(1)
Si bien, el líder de los tenentes, Luis Carlos Prestes, un capitán del ejercito, se convirtió luego al comunismo, desacreditándose ante sus anteriores admiradores, sus proclamas populares fueron recogidas por el ejercito brasileño que, veía con agrado el postularse como protectores de un pueblo joven y todavía sin maldad política, de esa manera evitar que situaciones efervescentes y revolucionarias sean contaminantes para las masas como sucediera en otros países. (2)
La tarea de protectores para proteger a los propios brasileños de sí mismos, o sea de su radicalización, era la denominada pax kantiana, en la que el pueblo se vio sometido a una particular tutoría; hay que contemplar que una de las máximas del emperador Pedro II era copiada de Federico II el Grande de Prusia, en la cual basaba las premisas del despotismo ilustrado: “ Todo para el pueblo pero nada por medio del pueblo”(3), como en Brasil el cambio de sistema fue incruento, se siguió una línea de pensamiento similar, donde los cambios en las relaciones sociales debían graduarse paulatinamente sin caer en la pendiente revolucionaria abrupta, por lo tanto vemos que en el Brasil el proceso histórico de renovación fue dirigido desde arriba
.
Hay que recordar que las organizaciones sociales brasileñas comenzaron a funcionar plenamente durante el gobierno provisional de Getulio Vargas en 1930, luego de la Revolución del 30, que tuvo más que ver con la débil posición económica por la baja abrupta del precio internacional del café que por simples razones políticas, que igualmente pesaron, este fue un duro golpe económico-social no sólo para las autoridades, sino para el resto de la ciudadanía, el desempleo y el hambre, fueron las consecuencias inmediatas
.
Vargas, impuso una dura política, expropiaba el café en los mercados estaduales, comprando los quintales a muy bajo precio, para luego quemarlos, de esa manera lograba que los mercados internacionales no recibieran la cuota normal de café, al no haber al cabo de dos años ningún excedente, los precios muy lentamente comenzaron a subir, así hasta llegar a precios mejorados al cabo de cinco años, cuando los mercados demandaban más de ese producto
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En el año 1937, Vargas comienza un proceso de mayor participación y de integración de la ciudadanía en el denominado “Estado Nuevo”, para el cual crea dos partidos políticos: el PTB (Partido Laborista de Brasil) y el PSDB (Partido Social- Democrático del Brasil). Además de la aceptación formal de los sindicatos, que ciertamente comenzaron de lleno sus actividades a partir de 1930, por supuesto estas organizaciones no podían desafiar al poder central o sea al liderazgo del paternalismo varguista.
Este ejemplo de la época de la Segunda República fue tomado para ejercer el orden social y político en la Tercera República, a partir del golpe del 64, en el cual se cerró parcialmente el Congreso Federal, para reabrirlo a los pocos meses, pero con la autorización del Régimen Militar de funcionar un sistema bipartidista, compuesto por : el ARENA ( Alianza Renovadora Nacional) de centro- derecha, el cual era el partido oficialista y por otro lado estaba el MDB ( Movimiento Democrático Brasileño) que aglutinaba a todos los opositores al gobierno, a través de este juego político, los militares lograron cohesión social, reconocimiento público y lo fundamental, la institucionalización del Régimen.
No obstante, este parámetro del sistema electoral, cuando se convierte en ley en el año 1967, donde se suprimen los derechos políticos y el derecho de habeas-corpus, comienza a intensificarse la lucha armada en las ciudades contra la dictadura, estas organizaciones subversivas eran relativamente pequeñas y no tenían demasiada popularidad entre la juventud como sucediera en el Uruguay o en la Argentina, inclusive el nivel de violencia fue mucho menor.
La subversión armada en Brasil tuvo dos grupos relativamente trascendentes : la Acción Liberadora Nacional con el dirigente Carlos Marighela a la cabeza y Joaquín Cámara Ferreira y la VPR ( Vanguardia Popular Revolucionaria) con dirigentes de la talla de Yoshitame Fujimore, Edson Neves Cuaresma y el ex Capitán Carlos Lamarca . Pero entre ambas fuerzas no arrojaban más de quinientos adeptos.4
El hecho más espectacular que produjo la VPR fue la confiscación de un cuartel del ejercito de 63 fusiles FAL, algunas ametralladoras y mucha munición, el 24 de enero de 1969, esta operación fue efectuada y dirigida por el ex Capitán del ejercito Carlos Lamarca. Mientras que la ALN efectuó robos a bancos y reparto de dinero en barriadas pobres en Río de Janeiro y San Pablo, y su máximo dirigente Carlos Marighela escribió un Manual del Guerrillero. (5)
Estos hechos, no dieron popularidad a estos grupos subversivo, todo lo contrario, la prensa y la opinión pública en general rechazaba a los mismos, o, simplemente no se plegaba por miedo, el gobierno destruyó sus bases, derrotó sus ulteriores intentonas, persiguió y eliminó físicamente a sus dirigentes y todos fueron ultimados entre 1969 y 1971, los demás encarcelados, o simplemente se autoexiliaron para no caer bajo las armas de las fuerzas armadas, de la temible policía militar, o los grupos especiales de la policía civil. (6)
Solo una de parte de la Iglesia Católica brasileña se hizo fuerte contrincante del Régimen, la facción liderada por el Obispo Helder Cámara (7), quien fue uno de los pioneros en organizaciones de derechos humanos en Sudamérica, no sólo denunciando las torturas y la desaparición de personas, sino también denunció las asimetrías sociales en la sociedad brasileña, la desigual distribución del ingreso, la extrema pobreza y la especulación de tierras.
La pregunta que en esta instancia puede hacerse un avezado lector sería: ¿Por qué la parte más pobre o desarraigada de la sociedad no se plegó en masa a los movimientos revolucionarios diversos que actuaron en Brasil en los años 20, en 1935 con la fracasada revolución comunista de Prestes, en la intentona maoísta de ejercito popular de Goulart en 1964, o en las intentonas guerrilleras de la ALN y de la VPR?
El pueblo brasileño, es un pueblo de mentalidad conservadora en su conjunto, a pesar de que existen facciones de izquierda todavía, las prácticas políticas no cambiaron a través de los años, el clientelismo y el nepotismo, son tradicionales elementos practicados por todos los partidos políticos, es un intrincado sistema de prebendas que debe ser respetado si se quiere tener un resultado eleccionario favorable, y una vez en el poder seguir manteniéndolo. (8)
La enorme cantidad de pobres e indigentes, se organizan en organizaciones multitudinarias en millones de personas que son: MST (Movimiento Sin Tierra) que está compuesto por cinco millones de familias extensas (aproximadamente 25 millones de personas) y los ST (Sin Techo) que tiene el mismo ideario de los sin tierra pero a nivel urbano.(9)
No obstante, estas organizaciones se comportan en forma legalista, a excepción de algunas ocupaciones ilegales de tierras en el Nordeste y el centro del país, y exigen el cumplimiento de la ley federal que fundó la INCRA ( Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria), para que se expropien tierras en manos muertas con importantes moras impositivas, para repartir y trabajar las mismas, algo que no ha podido cumplir efectivamente ningún gobierno democrático desde 1985 hasta ahora.(10)
En general, la sociedad brasileña ve a los militares como parte integrante de la misma, y a pesar que algunos dirigentes quisieron abrir el debate sobre la dictadura, no tuvieron el eco esperado, simplemente porque la sociedad necesitaba esa pauta moderadora que sirvió para modernizar e industrializar al país y a obtener uno de los pocos éxitos económicos de su historia. (11)
Los protectores del pueblo, lograron hacer una transición a la democracia ordenada desde arriba, fue lenta pero exitosa, los partidos políticos son moderados, a pesar de que el sistema de partidos sea de un multipartidismo extremo, por ello las relaciones cívico – militares en la República Federativa de Brasil gozan de una normalidad y cordialidad no vista en otros lugares de Sudamérica.
Los desafíos actuales son otros: el crimen organizado: el narcotráfico y las bandas delictivas son el enemigo público N° 1 de la sociedad, contra él será la lucha de una sociedad mancomunada con sus fuerzas armadas.
3. POLÍTICA EXTERIOR Y DEFENSA NACIONAL EN BRASIL.
Las concepciones de la Defensa nacional y de la política exterior reconocen, en Brasil, un pasado común que se remonta, indefectiblemente, a los primeros tiempos de la organización territorial, político-institucional y administrativa de lo que era, por entonces, la colonia portuguesa del Brasil. Ciertamente, marcamos que la especificidad de ese vínculo histórico, representa uno de los rasgos estructurales de la organización misma del aparato de Defensa del país. De hecho, este patrón estructural tiene profundas implicancias que devienen del pensamiento estratégico-geopolítico de las élites brasileñas y de la forma en que las mismas conceptualizaban a la geografía y la organización y distribución espacial de los recursos de poder como uno de los pilares fundamentales que dotarían al país de una posición sólida y coherente entre la comunidad de naciones del mundo.
Tal como lo manifiesta Celso Lafer- en un interesante libro en el que discurre sobre la Identidad internacional de Brasil1 -, las características históricas, culturales y geográficas del proceso de colonización portugués en las tierras del Brasil, han marcado a fuego el pensamiento político y geoestratégico de las élites de poder, lo cual constituye, sin dudas, un dato estructural de la concepción y de la visión del mundo que la dirigencia brasileña tiene y que se manifiesta, entre otros rasgos de identidad internacional del actor estratégico brasileño, en una plena interpenetración de los roles de la política exterior y de la Defensa nacional, hundiendo sus raíces en la propia evolución histórica, política, cultural y geográfica de las comunidades humanas en Brasil.
Por ende, las concepciones dominantes en materia de organización del poder nacional global del país, conectan, con meridiana claridad, las raíces geopolíticas y estratégicas del pensamiento político brasileños y la materialización, a partir de esas visiones, de la organización de la Defensa nacional y su vinculación teórica, pero también funcional y pragmática, con las opciones estratégicas que la política exterior impone en todo momento histórico y en todo ámbito de poder.
Desde esa lógica teórica y práctica, cómo se interpretan, entonces, los objetivos nacionales permanentes del Estado brasileño en clave integral en el eje siempre dinámico de vinculaciones de la política exterior y la Defensa nacional ?.
En este sentido, en orden a asegurar el efectivo cumplimiento de los objetivos nacionales del país, se pueden señalar un conjunto de áreas político-estratégicas en las que se ven materializadas las vinculaciones estructurales de los para qué de la defensa nacional y la política exterior.
En primer lugar, hay un mandato de orden universalista, recogido en la propia Constitución reformada en 19882 , y que reafirma la tradición juridicista de la política exterior brasileña y, junto con ello, la organización de un poder armado que se comprometa, permanentemente, con la construcción de la paz y de la seguridad internacional como guía de conducta inconmovible. En este plano, los intereses de ambas estructuras burocráticas del estado brasileño reconocen un ámbito de unidad en la contribución activa para la construcción de un orden internacional, sólidamente fundado en el estado de derecho y, por ello, estable y propicio para la construcción de paz y desarrollo, que son dos tareas-fines inclaudicables para la élite político-militar brasileña. Esa tradición grociana, tal como la manifiesta Lafer, es un rasgo fundante de la propia estructura de poder de las Fuerzas Armadas brasileñas y del conjunto del aparato organizado de la Defensa nacional.3
En segundo lugar, y estrechamente ligado a estas posiciones afines a un orden estable y previsible, nos encontramos con una élite de política exterior y con una conducción militar que privilegian, permanentemente, el logro de mayores estándares de margen de maniobra en el escenario global, tratando de incrementar las propias capacidades de negociación en todos los órdenes de la expresión del poder, marcando, con ello, una fina percepción del entorno internacional, de sus condicionamientos y limitaciones y del propio grado de libertad de acción que le permite al país en términos de construir un entorno más seguro, estable y predecible en términos de la Defensa nacional y de la política exterior.4
En tercer término, y ligado al segundo punto, las estructuras de Defensa y de política exterior del país manifiestan, permanentemente, sus intenciones políticas de participar activamente de los procesos de toma de decisiones en los ámbitos regionales y mundiales en donde se jueguen posiciones de los actores que determinen opciones estratégicas a mediano y largo plazo que puedan condicionar el cálculo de poder-leído en clave de influencia y control sobre los resultados5- de las estructuras de Defensa y política exterior del país. Es por ello que, en el involucramiento creciente del Estado brasileño en el concierto del sistema internacional, se ponen en juego las capacidades de poder regional y el mismo compromiso político-estratégico de la élite de poder en función del logro de los objetivos maximizadores del poder nacional, que siempre están en regla con auto percepciones de monster country que poseen los aparatos de Defensa y política exterior del Estado brasileño.6 En este orden de cosas, en un interesante estudio comparado de las políticas de Defensa de varios países publicado por el Centro de Estudios Estratégicos, se marca que "…con relación a la prevención de conflictos, la actuación internacional de Brasil puede ser traducida por la participación activa en los foros internacionales y por la adopción de medidas de fortalecimiento de la confianza y de la seguridad, resaltando el interés mayor en la contribución para el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales. Así, la actuación brasileña en ese sentido se ha destacado por la aplicación prioritaria de los instrumentos diplomáticos, esencialmente, además de la promoción y adopción de medidas bilaterales y adhesión a procesos multilaterales que vienen a salvar controversias y eliminar preocupaciones existentes."7 Confirmando esta visión, el General Manoel Texeira sostiene que una parte importante de la misión de las Fuerzas Armadas brasileñas se desarrolla mediante el explícito respaldo institucional a las acciones diplomáticas emprendidas desde Itamaratí. En tal sentido, afirma que “...cuando en la mesa de negociaciones están en juego asuntos que son vitales para la Nación, los acuerdos pueden surgir en forma directa de estas negociaciones sobre la mesa. Debe tenerse la seguridad de que esos asuntos serán respetados, y eso depende de las Fuerzas Armadas y de su poder...”8
En cuarto lugar, esa activa participación en el orden global, tiene, en la colaboración entre las áreas de Defensa y política exterior en materia de involucramiento en las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU, otro de los pilares fundamentales que deben ser destacados y que expresan esa comunidad de world view y de instrumentos jurídicos internacionales a ser considerados desde una óptica reforzadora de las prácticas internacionales multilaterales, siendo la ONU un ámbito propicio para una manifestación unívoca de ambas estructuras de poder. En tal sentido, la actual misión de paz de la ONU en Haití, cuya conducción está en manos de los militares brasileños, es un vivo ejemplo de una lectura ciertamente más compleja del entorno regional y de la fiabilidad de los instrumentos de orden multilateral empleados en el marco hemisférico.9 Asimismo, y en el ámbito sudamericano, “...Brasil disfruta de buenas relaciones con Argentina y Chile y numerosos ejercicios militares, o medidas de construcción de confianza (confidence-building measures CBMs)...”10 que incentivan las relaciones cooperativas entre las Fuerzas Armadas de los países del Cono Sur promoviendo una acción internacional concertada apoyada en valores democráticos permanentes. Algunas de las operaciones de ejercicios combinados entre las Fuerzas Armadas de los países del continente americano en las que Brasil tiene una activa participación son el UNITAS, el PASSEX (ejercicios navales bilaterales), el CABAÑAS ( ejercicio anual de entrenamiento en Operaciones de Mantenimiento de la Paz de acuerdo al Cap. 6 de la Carta de la ONU), el TRANSAMERICA (ejercicio de control naval de Tráfico Marítimo) y el FRATERNO (ejercicio de operaciones navales para desarrollar interoperabilidad). A su vez, en lo que respecta a la participación activa de las Fuerzas Armadas brasileñas en operaciones de paz de la ONU, es importante agregar que el Ministerio de Defensa cuenta con un programa de adiestramiento en el marco de la ONU a fin de lograr la más efectiva instrucción del dispositivo militar involucrado en tales misiones. El conocimiento integral que demanda este tipo de participación cada vez más compleja incluye, específicamente, a la política exterior de Brasil en términos planificación conjunta de una eficiente coordinación internacional en esta materia.
Finalmente, toda esta estructura de compromiso global que conecta los ámbitos de la Defensa y la política exterior, es apoyada por la presencia de agregadurías militares en diversas embajadas del mundo, en el Departamento de Operaciones de Paz de la ONU, en la Junta Interamericana de Defensa y en el Colegio Interamericano de Defensa.11
Un quinto ámbito de interacción creciente lo constituye la activa posición internacional de Brasil a favor del desarme mundial, propiciando políticas claras en el marco de acuerdos multilaterales que aseguren la efectiva reducción de arsenales nucleares y de armas de destrucción masiva, aunque salvaguardando las propias capacidades de producción nacional de energía nuclear para fines pacíficos, área que ha sido una instancia de cooperación permanente entre los sectores de la Defensa nacional y la política exterior, a fin de consolidar la posición internacional de Brasil como un Estado que, a la vez que es confiable en el respeto a las políticas restrictivas en materia de proliferación nuclear, sabe también resguardar un espacio de decisión soberana en un sector tecnológico de punta en Brasil, que es la aplicación pacífica de su expertise en materia nuclear y energética.
Por otra parte, la vocación común de las estructuras de Defensa y de política exterior en el plano de la integración regional es, sin dudas, otra de las áreas de vinculaciones fuertemente consolidadas en los últimos veinte años de recuperación de los regímenes democráticos. En tal sentido, la expansión del proceso de integración en el ámbito del MERCOSUR, se ha caracterizado por plantear escenarios de concertación y cooperación políticas crecientes, en cuyo despliegue han tenido un protagonismo fundamental las medidas de confianza mutua construidas desde mediados de los ’80 entre las Fuerzas Armadas de Brasil y la Argentina, siendo el acuerdo para la declaración del Cono Sur como zona de paz12 uno de los hitos fundantes de ese acercamiento notable entre las estructuras de Defensa y política exterior de ambos países. En ese orden de cosas, la creación de ese vital núcleo dinámico inicial, tuvo en estas estructuras de poder institucional uno de los pilares esenciales que se constituyeron en verdadero núcleo motriz del proceso de integración en todos los ámbitos de la acción política de nuestras sociedades. De hecho, el mayor conocimiento mutuo de nuestros sistemas de Defensa y la puesta en común de una agenda de temas de política exterior que es cada vez más intensa y profunda, imponen desafíos concretos y ambiciosos al aparato de defensa de Brasil, ya que esta dinámica cooperativa y tendencialmente integradora, reconoce la necesidad estratégica de percibir nuestros intereses, valores y actitudes en el ámbito internacional de manera cada vez más integrada, así sea en el disenso, tal como ocurre en muchas áreas de acción política común.
Por ende, esa visión universalista, respetuosa de la vigencia del Derecho Internacional que las Fuerzas Armadas brasileñas han desplegado históricamente, se intensifica, en la región, en clave cooperativa, extendiendo, con ello, la percepción de las amenazas al espacio común sudamericano como un desafío que debe encararse de manera conjunta, intentando recrear un clima favorable para la integración transfronteriza y para el aumento efectivo de los lazos económicos, sociales y culturales que propicia la integración del espacio común, aunque sabiendo que los retos deben poder definirse en un plano regional más que nacional. En este punto, la mirada conjunta de las burocracias de Defensa y política exterior se hace necesaria, ya que los criterios comúnmente utilizados para maximizar las posibilidades de una efectiva Defensa del territorio y de las riquezas materiales y simbólicas de una Nación, deben reconceptualizarse, hoy, a la luz del proceso de Integración sudamericano, cuestión ésta que aparece claramente configurada, desde los conceptual y lo pragmático, por las propias autoridades de la defensa brasileña.13 Esto constituye, en la actual coyuntura, una característica distintiva de la propia organización del poder militar del país, que, de la mano de la política exterior, comprende que su rol en el ámbito externo regional y mundial, cobra cada vez mayor relevancia estratégica.
Esa visión integral de la Defensa y la política exterior, que reactualiza, en clave regional, los objetivos nacionales permanentes de Brasil, asociados al desarrollo como gran fin nacional a concretar, tiene, en la auto percepción del rol a desempeñar por el país en el plano externo un espejo que permite reflejar una tendencia estructural a la asunción de liderazgo en los planos de la construcción de política regional en materia de Defensa nacional ampliada y política exterior.
Así como las Fuerzas Armadas son la garantía material de la subsistencia del Estado y de la realización de sus fines en el orden interno, necesariamente se proyectan en la vida internacional, portando el prestigio del Estado y su visión de entidad soberana, fuertemente arraigada en la consustanciación del papel del factor de poder militar en el acrecentamiento de las capacidades del poder nacional de la comunidad brasileña. En este marco, la misión esencial es la defensa de la Patria y la garantía de la plena vigencia de los Poderes Constitucionales, tareas éstas que le determinan dos funciones específicas que tienen que ver, inextricablemente, con las tareas de la política exterior en su manifestación político-diplomática. Una de esas tareas es la efectiva defensa del espacio territorial, marítimo y aéreo contra posibles agresiones extranjeras en el caso de una guerra externa, en cuya materialización se supone una completa identidad de acción y concepción con el aparato de política externa del país. La otra función, que es de índole interna, tiende a preservar el orden democrático existente, asumiendo la plena defensa de los poderes constitucionales legal y legítimamente instituidos, tarea ésta que es consustancial al propio rol del poder militar en el Brasil contemporáneo. En ese punto, los elementos de contacto con la política exterior tienen, en la preocupación permanente por el objetivo nacional del desarrollo integral del país, un vértice estratégico de decisivas implicancias hacia el futuro, ya que, en esta tarea de efectivo centinela democrático, es donde se reconocen las graves condicionalidades internas y externas que afronta el Brasil, no sólo desde el punto de vista económico, sino, básicamente, desde el punto de vista social, siendo, entonces, la grave deuda social acumulada por el país en clave de marginación, pobreza y desempleo, un aspecto de vulnerabilidad creciente que aparece en las preocupaciones de la Defensa nacional, ya que sólo con un país más justo y equitativo, se pueden lograr los más altos fines de la comunidad política brasileña, que están relacionados con el desarrollo como potenciador del poder nacional.14
Por otra parte, desde una visión estratégica de organización del poder nacional, es importante tener en cuenta que “ Por su dimensión territorial, con un amplio espacio a ser defendido, Brasil debe contar con una adecuada fuerza terrestre, capaz de soportar el perfil geopolítico, actuando con rapidez, solidez y destreza cuando las situaciones lo ameriten ( en el ámbito del comando, control, situaciones de disuasión o combate, guerra electrónica).”15
Esta situación geopolítica compleja, que se combina con las necesidades de eficiente protección de un frente marítimo que es vital para el desarrollo del país, junto con la decisiva relevancia estratégica que adquiere el efectivo control del espacio aéreo ( particularmente la extensa cuenca amazónica), son factores de peso que intervienen permanentemente- a modo de dialéctica abierta- en la redefinición de la agenda de política exterior del país, la cual, en este sentido, se alimenta estructuralmente de las reconceptualizaciones geoestratégicas que se definen en función de los renovados desafíos que el país enfrenta en el orden regional, hemisférico y mundial.
En función de responder adecuadamente a esta dinámica internacional, la concepción estratégica defensiva que prima en la organización del poder nacional brasileño, está inextricablemente unida a una clara acción internacional de carácter preventivo, que, como tal, necesita de la política exterior a través del instrumento de la acción diplomática permanente que se complementa con la existencia de una estructura militar con capacidad disuasiva eficaz.16 Es en este plano donde se unen los tres vértices de un triángulo que supone una mecánica de coordinación permanente de esfuerzos entre los cambios que el proceso de interacción entre factores internos y externos de poder provocan en los niveles del pensamiento estratégico brasileño, de la agenda de la política exterior y de la organización del aparato de Defensa en función de servir de la manera más eficiente posible a la prosecución de los intereses vitales permanentes de la Nación brasileña.
Esta dinámica de vinculación de áreas queda claramente expuesta en un documento presentado en el marco de la Comisión de Seguridad Hemisférica de la OEA en 1996. Allí se manifiesta que la especificidad de los objetivos de la política de Defensa del país están vinculados a “...la consecución y el mantenimiento de los intereses brasileños en el exterior...la proyección del Brasil en el concierto de naciones y su mayor incorporación al proceso decisorio internacional...”17
Uno de los intereses permanentes que es crítico para la ecuación de poder nacional del Brasil es la efectiva protección de la Amazonia que constituye la principal preocupación estratégica más aun si se la considera en el marco de la situación internacional de lata conflictividad en la frontera con Colombia con toda la problemática conexa de violencia insurgente, la que proviene de los cárteles de la droga, los paramilitares y el crimen organizado, todo ello bajo el telón de fondo de la cada vez más activa presencia norteamericana en la región.
Este punto es, entonces, una especificidad que une a la concepción geoestratégica brasileña con la agenda permanente de la política exterior y de la Defensa nacional, dinámica que se puede contextualizar en un proceso de alcance mayor, que es el avance de la integración sudamericana, que constituye, el eje de proyección estructural del poder nacional brasileño en el ámbito estratégico, de la Defensa y de la política exterior.18
La relevancia estratégica de Sudamérica queda evidenciada en el documento sobre la Política de Defensa de Brasil, en donde se afirma que “...América del Sur, por su alejamiento de los focos mundiales de tensión, es la región más desmilitarizada del mundo. El retorno a la democracia en el continente disminuye la posibilidad de que se produzcan conflictos. Los contenciosos de la región han sido reducidos a niveles que son tolerables.”19 Continuando con este razonamiento, en el mismo documento se remarca el perfil diversificado y regional de Brasil, con una proyección amazónica, atlántica y rioplatense que se extiende más allá del espacio territorial sudamericano incluyendo la estratégica región del Atlántico Sur. Finalmente, es en el MERCOSUR donde se unen nuevamente las tres áreas del poder nacional brasileño, privilegiando “...las relaciones más cercanas con los vecinos amazónicos en el marco del Tratado de Cooperación Amazónica, y la mayor cooperación con los países africanos luso parlantes, así como la consolidación de la Zona de Paz y de Cooperación en el Atlántico Sur que ha sido el resultado de una acción diplomática concreta...”20, escenario éste que es decisivo en función de consolidar el desarrollo nacional ligado a un exitoso combate de la desigualdad como dato estructural de la realidad social dualizada y fragmentada del Brasil.
El proceso de interacción entre los factores de poder de la política exterior y de la Defensa nacional brasileña adquiere, entonces, una dinámica integrada, que busca consolidar el espacio geoestratégico de Brasil en el escenario mundial, todo lo cual queda claramente cristalizado en la concepción estratégica de poder nacional que las élites brasileñas asumen como programa estructural a desplegar en el contexto global.
En tal sentido, la creación de una base de poder amplia, diversificada en objetivos pero también en instrumentos, es un dato de especificidad en Brasil, donde resaltan las capacidades de construcción de liderazgo regional y hemisférico, para lo cual la dirigencia brasileña expresa permanentemente sus intenciones y actitudes en favor de un proceso político-económico-en el marco de Sudamérica-, que se constituya en el baluarte de un tipo diferente de vinculación de intereses y valores no ya en un plano nacional, sino regional y hemisférico. En este aspecto, el rol desempeñado por las estructuras de la defensa es fundamental, no sólo como soporte operativo-instrumental, sino también como propulsor de iniciativas combinadas desde una orientación geoestratégica clara.
Desde ese lugar, la consecución de los grandes objetivos nacionales del país- ligados al desarrollo y a la construcción de institucionalidad global-, se fortalece día a día a partir del compromiso de las élites de la política exterior y la Defensa en pos de consolidar aquellos objetivos estratégicos que sirven de soporte a los fines y objetivos vitales que tiene la Nación.
Algunos de esos objetivos que son evaluados como fundamentales a la hora de poner en juego las capacidades de poder real del país son- en el actual contexto mundial- los siguientes:
- Establecer una relación madura y eficiente con los EE.UU., lo cual implica sostener las áreas de construcción de consensos político-institucionales, económicos, sociales y culturales, aunque en un marco en el que es posible la aparición de diferencias asociadas a diversidad de percepciones sobre el lugar, el rol y la proyección de los actores implicados en el vínculo. En función de ello, son muchas las áreas en las que existen posiciones encontradas entre ambos países, lo cual no ha constituido un obstáculo mayor para la continuidad de una relación madura entre los sectores de la política exterior y la Defensa. En tal punto, las posiciones que Brasil ha sustentado en materia de seguridad en las últimas reuniones hemisféricas han intentado salvaguardar un espacio de construcción de percepciones desde Sudamérica-con una visión conjunta de los sectores de la Defensa y la política exterior- en una infinidad de temas como las amenazas a la seguridad del Hemisferio y su correcta percepción, los instrumentos a ser empleados para lidiar con las mismas, aspectos relacionados al instrumento militar y los límites en su despliegue en materia de Seguridad y Defensa, etc.21
- Consolidar el proceso de desarrollo económico brasileño, diversificando su estructura tecno-productiva industrial y de servicios de alta tecnología y conocimiento-intensivos, a fin de proveer al país de una base de sustentación sólida que le permita afrontar los desafíos de la proyección internacional, para lo cual es fundamental la consolidación de un frente interno político-institucional y económico-social que tome la agenda del desarrollo con igualdad en una comunidad que está lacerada por desafíos más que importantes a su estructura social. En este orden de cosas, el rol de apoyo estratégico que desempeñan las estructuras de la Defensa nacional brasileña son fundamentales.
- Apoyar desde las estructuras de la Defensa y la política exterior la ampliación de las instancias de participación internacional del país, buscando un mayor protagonismo en el proceso decisorio y la resignificación de los organismos internacionales como ámbitos de debate y de búsqueda de acuerdos multilaterales sobre la base del respeto al orden jurídico internacional. En tal sentido, las históricas posiciones de Brasil en pos de democratizar las estructuras de decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas asumen en la presente coyuntura una patente actualidad, debatiéndose la posible incorporación del Brasil como miembro permanente en la estructura del Consejo de Seguridad. Por cierto, estas posiciones forman parte de un complejo mosaico de intereses en juego entre los mismos actores latinoamericanos que está lejos de cerrarse, lo cual no es obstáculo para que se señale la particular incidencia que este debate tiene hoy en las áreas de la defensa y la política exterior, hecho éste que queda manifestado en el consenso interno que existe para exponer la voz protagónica de Brasil en el contexto mundial.22
- Preservar el control soberano sobre el territorio, salvaguardar la soberanía en el amplio litoral marítimo y asegurar el control aéreo del espacio territorial, teniendo como objetivo supremo la protección de la Amazonia como zona de biodiversidad y de futura reserva en materia de recursos naturales esenciales. En este orden de cosas, la preocupación de la defensa nacional y de la política exterior está centrada en el aseguramiento del control de la región y su proyección en el marco no sólo del proceso de desarrollo brasileño, sino también en la esfera regional de construcción de poder político, para lo cual es fundamental contar con proyectos de desarrollo integral de la cuenca amazónica en términos del mejoramiento de las condiciones infraestructurales del país y, por ende, de la región sudamericana. Esta es un área sensible en la que la interpenetración de ambas estructuras adquiere una relevancia que es, sin dudas, geoestratégica y geoeconómica, estando, a su vez, íntimamente vinculado con el redimensionamiento del espacio geográfico brasileño en términos de control y ejercicio pleno de la soberanía.
- Finalmente, el fortalecimiento del área científico-tecnológica es decisivo para la consolidación de un poder nacional que pueda estar en condiciones de sostener un esfuerzo de desarrollo de tal magnitud. Por ende, la importancia y la centralidad estratégica que tiene el desarrollo de una estructura de Defensa ligada al crecimiento científico-tecnológico del país- y su posible aplicación en pos de mejorar la calidad de respuesta del aparato de la Defensa nacional-, es crucial para el futuro de la misma comunidad brasileña.
4. POLÍTICA DE DEFENSA NACIONAL
La Política de Defensa Nacional (Anexo I), aprobada en 1996, presenta en el ítem 3.3 sus objetivos que constituyen la espina dorsal de eso documento, son ellos:
a) la garantía de la soberanía, con la preservación de la integridad territorial, del
patrimonio y de los intereses nacionales;
b) la garantía del Estado de Derecho y de las instituciones democráticas;
c) la preservación de la cohesión y de la unidad de la Nación;
d) la salvaguarda de las personas, de los bienes y de los recursos brasileños o bajo
Jurisdicción brasileña;
e) la consecución y el mantenimiento de los intereses brasileños en el exterior;
f) la proyección de Brasil en el concierto de las naciones y su mayor inserción en el
proceso de decisión internacional; y
g) la contribución para el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional.
Eso mismo documento en el ítem 4.2 que la Política de Defensa es centrada en una "activa diplomacia. Volcada para la paz y en una postura estratégica disuasoria de carácter defensivo, basada en las siguientes premisas:
- fronteras y límites perfectamente definidos y reconocidos internacionalmente;
- estrecha relación con los países vecinos y con la comunidad internacional, en
general, basado en la confianza y en lo respeto mutuos;
- rechazo a la guerra de conquista; y
- busca de la solución pacífica de controversias, con el uso de la fuerza solamente
como recurso de autodefensa.
Las líneas maestras de la Política de Defensa fueran extraídas de la Constitución Federal de 1998 que en sus Principios Fundamentales, Art. 4 º, presenta los principios de las relaciones internacionales de Brasil, cuales sean
I - independencia nacional;
II - superioridad de los derechos humanos;
III - autodeterminación de los pueblos;
IV - no-intervención;
V - igualdad entre los Estados;
VI - defensa de la paz;
VII - solución pacífica de los conflictos;
VIII - repudio al terrorismo y al racismo;
IX - cooperación entre los pueblos para el progreso de la humanidad;
X - concesión de asilo político.
En eso mismo artículo, párrafo único, destaca que el Brasil buscará la integración económica, política, social y cultural de los pueblos de América Latina, visando a la formación de una comunidad latinoamericana de naciones.
En la Sección V, Art 89 a 91, de la Constitución de la República Federativa del Brasil están presentadas la constitución y atribuciones del Consejo de la República y del Consejo de Defensa Nacional.
El Consejo de la República es un órgano superior de consulta del Presidente de la República de lo cual hacen parte el Vice-Presidente de la República, el Presidente da Cámara dos Diputados, el Presidente del Senado Federal, los líderes de la mayoría y de la minoría en la Camera de Diputados y los líderes de la mayoría y de la minoría del Senado Federal, y el Ministro de Justicia. Compite al Consejo de la República pronunciarse sobre intervención federal, estado de defensa y estado de sitio, así como en cuestiones relevantes para la estabilidad de las instituciones democráticas. El Presidente de la República podrá convocar cualquier Ministro de Estado para participar de reuniones del Consejo, cuando constar de la pauta cuestiones relacionadas con el respectivo Ministerio.
La Ley nº 8.041, de 5 de junio de 1990, reglamenta la organización y el funcionamiento del Consejo de la República.
El Consejo de Defensa Nacional es el órgano de consulta del Presidente de la República en los asuntos relacionados con la soberanía nacional y la defensa del Estado democrático, y de él participan como miembros natos el Vicepresidente de la República, el Presidente de la Cámara de los Diputados, el Presidente del Senado Federal, el Ministro de la Justicia, el Ministro de Estado de la Defensa, el Ministro de las Relaciones Exteriores, el Ministro de la Planificación, los Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica.
Compete al Consejo de Defensa Nacional:
I - opinar en las hipótesis de declaración de guerra y de celebración de la paz, nos términos de esta Constitución;
II - opinar sobre la determinación del estado de defensa, del estado de sitio y de la intervención federal;
III - proponer los criterios y condiciones de utilización de áreas indispensables a la seguridad del territorio nacional y opinar sobre su efectivo uso, especialmente en la banda de frontera y en las relacionadas con la preservación y la exploración de los recursos naturales de cualquier tipo;
IV - estudiar, proponer y acompañar el desarrollo de iniciativas necesarias a garantizar la independencia nacional y la defensa del Estado democrático.
La Ley nº 8.183, de 11 de abril de 1991, reglamenta la organización y el funcionamiento del Consejo de Defensa Nacional.
De acuerdo con el art. 137 de la Constitución de la República Federativa del Brasil el Presidente de la República puede, oídos el Consejo de la República y el Consejo de Defensa Nacional, pedir al Congreso Nacional autorización para decretar el estado de sitio en los casos de:
I - conmoción grave de repercusión nacional u ocurrencia de hechos que comprueben la ineficacia de medida tomada durante el estado de defensa;
II - declaración de estado de guerra o respuesta la agresión armada extranjera.
La aprobación del Congreso Nacional solo puede ocurrir tras aprobación por mayoría absoluta.
5. BRASIL – ASPECTOS GENERALES
- Aspectos geopolíticos
Los temas correlacionados con la Política de Defensa se insertan en diversos sectores directamente relacionados con la existencia de cualquier Estado soberano. En se tratando de Brasil destacamos algunos aspectos peculiares estudiados particularmente por los geopolíticos y estrategas brasileños.
Para empezar destacamos el territorio de 8.514.876,599 km2, que hace de Brasil el quinto mayor país en superficie del mundo. Allende del área continental o Brasil posee algunas islas oceánicas: Atol de Rocas, San Pedro y San Pablo, Trindade y Martim Vaz, Abrolhos y Fernando de Noronha. Acrecentase que la ubicación del país en el continente suramericano y en el Atlántico le confiere una importancia estratégica intermedia extremamente favorable en Hemisferio Sur.
El clima extremamente favorable gracias al territorio ubicado en región tropical permite el aprovechamiento de casi todo territorio. Excepto pequeñas regiones del semiárido del nordeste brasileño, pequeñas cadenas de montañas y áreas inundadas, apropiadas a la producción agrícola o al desarrollo de actividades relacionadas a exploración de los recursos naturales renovables. Los recursos no renovables especialmente los minerales, en algunas regiones del país no son perfectamente conocidos.
El dado más significativo para evaluar la importancia estratégica de los recursos naturales en el siglo que empieza, está presente en los números del crecimiento del producto bruto mundial que, entre 1950 y 1999, alcanzó la impresionante cifra de 583 %. En ese mismo período la población creció 300%. Sin embargo, de acuerdo con los datos ya presentados, lo que se destaca es el crecimiento en ese período de los países centrales, que concentraran el aumento de la producción. Solamente los Estados Unidos (EEUU), la potencia hegemónica mundial, consume 30 % de las materias primas claves23.
Un importante dato a eso respecto es que en los 17.778.207 km2 del territorio de la América del Sur está ubicado un cuarto de la tierra potencialmente arable, cerca del 12% de las áreas cultivadas y 17% de todos los pastajes del mundo24. Considerando que los países de la región poseen apenas 5,72% de la población mundial, el desarrollo de la agropecuaria podrá ampliar significativamente la importancia estratégica del continente como productor y exportador de alimentos para el mundo.
La biodiversidad de las florestas tropicales y la exploración de los recursos de esas florestas son temas constantemente debatidos por diversos organismos gubernamentales o no gubernamentales de otros países, que representa una clara intromisión en asuntos internos brasileños, a veces siendo relacionados con el pago de la deuda externa. Otras veces la deforestación de la floresta Amazónica es presentada como la principal responsable por el calentamiento global cuando sabemos que nos la causa principal. Los principales emisores mundiales de gases contaminantes de la atmósfera son los EEUU con 24,5%, Unión Europea con 14,6%, China con 13,4% y Japón con 6%.
El agua dulce, un elemento en abundancia en Brasil, es vital para la salud y desarrollo biológico de los grupos humanos, producción agrícola, actividades industriales y generación de energía sin ninguna contaminación del medio ambiente. El agua dulce es un recurso natural renovable indispensable a la preservación de la vida en la superficie terrestre del planeta. Las reservas de agua dulce representan solamente 3% del total de agua del planeta, y buena parte esta congelada en los glaciares y en las altas latitudes. “Del volumen accesible (aproximadamente 12.000 kilómetros cúbicos anuales), la mitad está siendo utilizada ya para consumo humano”. Sin embargo, en 1995, más de 1.000 millones de personas de países subdesarrollados y 50 millones de personas de países desarrollados no tenían acceso a agua potable. Estas cifras demuestran la importancia estratégica de ese recurso natural, no solo para supervivencia de los seres vivos, pero principalmente, para sostener el desarrollo del país.
Otra grande fuente de recursos naturales que deben ser protegidos son las riquezas del mar. Históricamente los países circundados por el mar obtuvieran una serie de ventajas estratégicas para ampliar su poder, sea como medio de transporte, comercio y principalmente como fuente de alimentos. Actualmente el mar ha ganado importancia como importante fuente de riqueza para los países, gracias a los avances tecnológicos que les permite explorar el subsuelo marino. El reconocimiento internacional a los derechos sobre los recursos marinos solamente fue observado tras la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, en Montego Bay, Jamaica, en 1982, que solamente entró en vigor en 1994, tras una serie de disputas entre los países ribereños de los grandes océanos, contra los países desarrollados y los intereses de las grandes corporaciones de la industria petrolera y de pesca.
Con la entrada en vigor de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar fue reconocido el derecho de explotación de la fauna y de los recursos del subsuelo marino hasta 200 millas marítimas medida a partir de las líneas de base (media de la bajamar) denominada Zona Económica Exclusiva (ZEE). La ZEE podrá llegar hasta 350 millas tras el levantamiento y comprobación de que la plataforma continental alcanza esta distancia del litoral. El nuevo régimen jurídico del océano reguló los derechos y responsabilidades de los Estados ribereños en materia de ordenación y aprovechamiento de los recursos pesqueros dentro de su ZEE, abarcando alrededor del 90 por ciento de la pesca marítima mundial. De las plataformas marítimas el Brasil extrae cerca de un 80 % del petróleo producido. Además por el Atlántico transitan aproximadamente un 95% de la carga transportada del comercio exterior del país.
Por lo tanto hay grandes intereses y mucho que defender en el territorio brasileño y son muchas las vulnerabilidades. Adentro de esas merece destaque la larga frontera que alcanza 14.691 km con todos los países del continente suramericano, excepto Ecuador y Chile. Todas ellas perfectamente demarcadas y reconocidas internacionalmente. La frontera más extensa es con Bolivia (3.126 km) y la menor con Surinam (593 km). La mayor parte de la frontera de Brasil con Bolivia y con Paraguay es seca y llana, así como las fronteras en la región Amazónica. Estas regiones están ubicadas en regiones de baja densidad demográfica y de extrema pobreza de los dos lados de las fronteras y por eso son consideradas de extrema vulnerabilidad a prácticas ilegales como el narcotráfico y el contrabando de armas.
En el mar la larga faja de 7.491 km está permanentemente expuesta a la practica de la pesca ilegal.
Mismo considerando la densidad demográfica de 21,4 hab/ km2 (territorio de 8.514.876,599 km2 para una población estimada de 182.059.083 habitantes proyección para octubre de 2004), en Brasil hay grandes “espacios vacíos” en la Amazonia, en regiones en la frontera oeste y en la grande faja de litoral a este, totalmente inexplorada, que en la Armada llamamos de Amazonia Azul. En esas regiones, especialmente a oeste, las fronteras son extremamente vulnerables por la extrema pobreza de ambos los lados que exponen los países limítrofes de la región a la acción de narcotraficantes o contrabandistas de armas o productos diversos. En la ZEE en el mar ocurren vulnerabilidades semejantes en las actividades pesqueras ilegales. Por lo tanto es deber del Estado tener una preocupación mayor, empleando los medios del instrumento militar en la defensa del territorio nacional y de los intereses nacionales.
5.2 Aspectos Socioeconómicos
El Brasil tiene especificidades muy significativas en el campo socioeconómico. Su producto bruto interno (PBI) no ha crecido en la misma proporción de la población especialmente en los últimos tres años, lo que es preocupante. En 2003 PBI per cápita de era de aproximadamente R$ 7.100,00 en 2003, bien abajo de Argentina, Uruguay, Chile y México.
Sin embargo uno de los datos que presentan los serios problemas sociales de Brasil es el Índice de Desarrollo Humano (IDH). De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) el IDH de Brasil calculado con datos de 2003 era de 0,775 por debajo de la media de América Latina y Caribe (0,777).
Otro dato preocupante son las iniquidades sociales presentadas por el coeficiente de Gini, una medida da desigualdad de renta en la cual el valor “0” corresponde a la igualdad perfecta y el valor “1” representa la desigualdad absoluta. En coeficiente GINI mundial tiene una media de 0,66, y en Brasil es de 0,61. Namibia, Botswana, República Centroafricana y Suazilandia, todos países da África sub-sahariana, poseen índices de Gini superiores al de Brasil. En términos más concretos en Brasil 10 % de los domicilios más ricos tienen una renta 70 veces mayor que la de los 10 % domicilios más pobres. En Brasil cerca de 1/3 de la población puede ser considerada de la clase social pobre en su nivel más bajo, vive sin renta o recibe hasta un salario mínimo (R$ 270,00).
A pesar de los esfuerzos para reducir la pobreza mundial, los datos presentados en el comunicado de prensa del Banco Mundial de 23 de abril de 2004, asentado en el World Development Indicators 2004 (WDI), no traen buenas perspectivas para Brasil. En eso comunicado el Banco Mundial presenta el progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), aprobadas por 189 naciones en 2000, que es de reducir en la mitad la tasa de pobreza entre 1995 y 2015. Tras los datos obtenidos, concluye que la reducción de personas que viven en situación de extrema pobreza (menos de US$ 1 al día) en los países en desarrollo, se redujo casi a la mitad entre 1981 y 2001, pasando del 40% al 21% de la población mundial, basado en un fuerte crecimiento anual de 6,4% en Asia oriental. Sin embargo en América Latina y Caribe este número, en el mismo período, solo bajó de 9,7% para 9,5%. La reducción de la pobreza también es insignificante cuando se toma el porcentaje de las personas que viven en esa región con menos de US$ 2 al día, que en un período de 20 años, entre 1981 y 2001 solo bajó de 26,9 % para 24,5%.
Ese mismo comunicado presenta la necesidad de mejorar la distribución de la riqueza. Conforme afirma el comunicado del Banco Mundial “El crecimiento, por sí mismo, no es garantía de que la pobreza se reduzca con rapidez, ya que sus beneficios tardan demasiado en llegar a los pobres”. Prosigue presentando que:
“Para aumentar la seguridad de los pobres, las estrategias nacionales de reducción de la pobreza deben satisfacer sus necesidades inmediatas de consumo y proteger sus activos garantizando el acceso a los servicios básicos, en particular la salud, la educación y la nutrición”25 .
El Banco Mundial destaca que “el progreso constante en la reducción de la pobreza depende del crecimiento económico y de la distribución del ingreso”. Sostiene que “los países más pobres necesitan mucho más ayuda, además de la reducción de la deuda actualmente en curso”. Enseguida, en este mismo comunicado, destaca que los gastos militares de los países con ingresos bajos y medianos son mayores que de los países con ingresos altos, en una clara ingerencia en asuntos internos de los países en desarrollo.
Los problemas y metas apuntadas pelo Banco Mundial son fácilmente identificados por todos los países subdesarrollados y por los expertos de los organismos internacionales, como el PNUD o el Banco Mundial. Son cuestiones socioeconómicas de alta complejidad, principalmente importantes órganos financieros internacionales presentan un informe en los cuales apunta graves problemas, al mismo tiempo en que presenta la necesidad de reducción de gastos militares y la deuda externa. Tales temas de difícil solución involucran todos los segmentos de la sociedad y, por lo tanto, las fuerzas de la Nación cuya coordinación, sin duda, cabe a una Política de Defensa Nacional perfectamente estructurada.
La pobreza y las iniquidades sociales fomentan los altos índices de violencia y criminalidad que por su vez aumentan los gastos con seguridad en todos los niveles, limitan las inversiones en infraestructura necesarias para impulsar el desarrollo y reduce los atractivos al capital extranjero en el país. Tales hechos generan un circulo vicioso por la divida social que obliga el Estado a atribuir prioridad a la área social, que por su vez limita el presupuesto para otros sectores de la administración pública.
5.3 Presupuesto
A la luz de los aspectos arriba presentados presentase abajo el presupuesto total del Gobierno Federal y los gastos empleados en Defensa, cuyo detalle es presentado en el Anexo II (2000 hasta 2004).
|
2000 |
2001 |
2002 |
2003 |
2004 |
|
R$ millones |
% |
R$ millones |
% |
R$ millones |
% |
R$ millones |
% |
R$ millones |
% |
Defensa |
20.754 |
|
25.555 |
|
28.223 |
|
25.828 |
|
28.068 |
|
Presupuesto total (1) |
616.382 |
3,37 |
603.434 |
4,23 |
674.928 |
4,18 |
876.456 |
2,95 |
1.469.087 |
1,91 |
PBI (2) |
1.303.473 |
1,59 |
1.320.582 |
1,94 |
1.346.028 |
2,10 |
1.343.335 |
1,92 |
xxx |
xxx |
Observaciones:
(1) Ministerio del Planeamiento/Presupuesto y Gestión
http://www.planejamento.gov.br/orcamento/conteudo/estatistica/indice_estatisticas.htm.
(2) Banco Central do Brasil – BACEN
http://www.bcb.gov.br/ftp/boletim/tab-1-02.exe 4-feb-2004.
Aunque el presupuesto del Ministerio de Defensa sea el tercero mayor del país, solo perdiendo para el Ministerio de Previdencia Social (Seguridad Social) y el Ministerio de la Saude (Salud), cabe destacar que el Ministerio de Defensa tiene en su presupuesto recursos para el pago de salarios, salud, jubilaciones y los demás encargos de los jubilados que en el caso de otros Ministerios queda a cargo del Ministerio de Previdencia Social (Seguridad Social).
Destacase que los gastos del Ministerio de Educación, el quinto con mayor presupuesto, se debe a que en Brasil los Estados (Provincias) y Municipios son los responsables por la Educación del primero y segundo grado. El Gobierno Federal tiene solamente a su cargo las Universidades Federales y algunas Escuelas de segundo grado.
De los gastos aplicados en Defensa cabe destacar algunos datos presentados en el Anexo II, los gastos están así distribuidos, considerando la columna Ley de Presupuesto (LP) año 2004:
75,5 % - Personal y encargos sociales (salarios, salud, seguridad social y jubilaciones),
4,2 % - Juros y encargos de la deuda (de financiamientos para adquisiciones de repuestos y otros equipamientos),
11,3 % - Otros gastos corrientes (mantenimientos de equipos y material, electricidad, teléfonos, impuestos...),
3,8 % - Inversiones (adquisiciones de equipos y material, obras, nuevos proyectos y investigación),
2,3 % - Amortización de la deuda (de financiamientos para adquisiciones de repuestos y otros equipamientos),
2,7 % - Reserva de emergencia.
De acuerdo con esos datos restan para mantenimiento de los equipos 11,3 % del presupuesto y para inversiones 3,8 % del presupuesto del Ministerio de la Defensa.
6. EL MINISTERIO DE DEFENSA Y LAS FUERZAS ARMADAS
La Constitución de la República Federativa del Brasil, de 1988 establece, en su artículo 142, que “las Fuerzas Armadas se destinan a la defensa de la Patria, a la garantía de los poderes constitucionales y, por iniciativa de cualquiera de éstos, de la ley y del orden”.
El Profesor José Alfonso da Silva, especialista en Derecho Constitucional, después de la promulgación de la Constitución en 1988, presentó el siguiente parecer:
“Las Fuerzas Armadas son los garantes materiales de la subsistencia del Estado y de la perfecta realización de sus fines. Es en función de su poderío que se afirma, en los compromisos de la vida internacional, el prestigio del Estado y de su soberanía. De tal suerte, su misión esencial es la defensa de la Patria y la garantía de los Poderes constitucionales, lo que vale decir, defensa, por un lado, contra agresiones extranjeras en caso de guerra externa, y, por otro lado, defensa de las instituciones democráticas, pues a eso corresponde la garantía de los poderes constitucionales”.
Por lo tanto podremos identificar que las Fuerzas Armadas tienen no solo actuación de defensa del territorio contra agresiones externos sino también pueden actuar en el campo interno en defensa de las instituciones o como garante de seguridad mediante solicitación de unos de los tres poderes constitucionales, el Ejecutivo, el Legislativo o el Judicial. Como ejemplo citamos la solicitación de tropas del Ejército, por la Justicia Electoral, en días de elecciones como de la seguridad en ciudades sin protección policial suficiente o en regiones lejanas.
Tras la creación del Ministerio de Defensa por Ley Complementar nº 97, de 9 de junio de 1999 (Anexo III), los antiguos Ministerio de la Marina, Ejército y Aeronáutica fueran transformados en Comandos subordinados al Ministerio de Defensa.
Esa misma Ley creó el asesoramiento al Presidente de la República, en el Art. 2º en dos áreas distintas:
I - en lo que concierne a la colocación de medios militares, por el Consejo Militar de Defensa, compuesto por los Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica y por el Jefe del Estado-Mayor de Defensa; y
II - en lo que concierne a los demás asuntos pertinentes al área militar, por el Ministro de Estado de la Defensa.
La Ley Complementar que crió el Ministerio de Defensa también atribuyó gran autonomía administrativa a los tres Comandos de las Fuerzas Armadas que continuaran ejerciendo las mismas tareas y con la misma misión. Los Comandantes militares, de acuerdo con el artículo 2º, mantienen en el Consejo Militar de Defensa oportunidad de presentar propuestas acerca de la colocación, obtención y planes de modernización de los medios militares.
Es importante resaltar que dentro de la autonomía administrativa se destaca la autonomía financiera. Los Comandos tienen total libertad para emplear el presupuesto colocado a disposición de la Fuerza. Un ejemplo típico son las inversiones en los proyectos de construcción del submarino nuclear y del vehículo lanzador de satélites, que son totalmente financiados con el presupuesto de la Marina y de la Aeronáutica, sin ningún apoyo de otros Ministerios, que en el caso podrían ser apoyados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Considerando que Brasil no posee Gendarmería o Prefectura Naval, las Fuerzas Armadas ejecutan algunas tareas de control y policía. Como ejemplo en puestos lejanos de fronteras por el Ejército, la policía naval por la Armada y de aviación civil por la Aeronáutica. Todas esas tareas están previstas en la Ley Complementar nº 97/1999, que fueran ampliadas y detalladas por la Ley Complementar nº 117/2004 (Anexo IV), de modo a permitir el apoyo de las Fuerzas Armados a los órganos de seguridad pública.
En ese punto cabe destacar la diferencia entre defensa nacional y seguridad pública. La seguridad pública, definida en el Art 144 de la Constitución, tiene por finalidad preservar el orden público, la salvedad de las personas y del patrimonio, por medio de la Policía Federal subordinada al Ministerio de Justicia y las policías civiles, policías militares y cuerpo de bomberos a cargo de los Gobiernos Estaduales.
7. CIENCIA Y TECNOLOGIA. (C&T) - PRODUCCIÓN
La orientación estratégica concebida dentro de la política de defensa nacional establece como un de los aspectos esenciales el fortalecimiento equilibrado de la capacitación nacional en el campo de la defensa, con la participación de los sectores industrial, universitario y técnico y científico. El desarrollo científico y tecnológico es fundamental para la obtención de mayor autonomía estratégica y de mejor capacitación operacional de las Fuerzas Armadas. Por lo que la industria de defensa integrada al desarrollo científico tecnológico es de enorme importancia.
Como eje directriz busca un nivel de investigación científica, de desarrollo tecnológico y de capacidad de producción, de modo de minimizar la dependencia externa del País en cuanto a los recursos de naturaleza estratégica de interés para su defensa. El sistema estimula a la industria nacional a investigar y desarrollar materiales bélicos con tecnología generada en Brasil.
La Constitución Federal establece la planificación plurianual (PPA) para las acciones de gobierno. La importancia de este PPA, entre otros aspectos, está ligada a que explicita el proyecto del gobierno para 3 años de su gestión y 1 año de la siguiente gestión.
Para el área C&T podemos expresar del total de gastos del presupuesto nacional para los años 2000, 2001 y 2002 se ha ido incrementando su porcentaje, hasta llegar a un 0,25% del total. Podemos comparar con los valores para el 2002 de las áreas de salud que posee el 4,00%, Educación el 2,20 % y Defensa el 1,80%. En Defensa particularmente podemos interpretar que los gastos son importantes si tenemos en cuenta que el gobierno asigna prioridad al área de gasto social. Pero es posible notar una proyección positiva a largo plazo para las Fuerzas Armadas.
Las actuales condiciones económicas que se detallan a continuación son un marco favorable para las actividades de C&T:
- Estabilidad económica
- Régimen de libre mercado
- Mayores exigencias de calidad, precio, y de disponibilidad de bienes y servicios.
Concretamente en el área de Producción para la Defensa existe una gran cantidad de empresas, ya sean mixtas o bien privadas que intervienen en los desarrollos militares, tanto en los aspectos vinculados a la investigación y desarrollo como así también en aquellos relacionados con la producción. Tiene como proyección constituirse en una de los cinco principales países industrializados del planeta, por ello potencia y fortalece el área científico tecnológico para convertirlo en motor del desarrollo a largo plazo.
En cuanto a las actividades de C&T por parte de las Fuerzas Armadas, el Ejército viene emprendiendo diversas actividades de investigación y desarrollo, desde la capacitación técnica científica hasta la construcción de efectos, muchas veces en concordancia con la industria privada.
En relación con el Ejército podemos expresar que ésta Fuerza a través de la Industria de Material Bélico (IMBEL) fabrica armas portátiles, aparatos de comunicaciones, explosivos y pólvora, además de equipamiento para las tropas y aparatos electrónicos de comunicación de campaña. IMBEL es una empresa pública vinculada al Ministerio de Defensa, está constituida por cinco complejos fabriles en los cuales fabrica diversos productos de empleo militar y civil.
Esta fábrica posee acciones en la Compañía Brasileña de Cartuchos (CBC) que es la única fábrica de Brasil de munición de infantería, en tanto también posee acciones en la South América Ordinance que produce munición de artillería.
IMBEL y CBC son las principales empresas nacionales de producción de equipos militares.
El ejército forma sus propios ingenieros en el Instituto Militar de Ingeniería, donde en la etapa de enseñanza y capacitación comparten sus estudios con civiles quienes se forman para desempeñar sus actividades futuras en empresas privadas y/o públicas.
En el caso de la Fuerza Aérea esta ha sido la creadora de la Empresa brasileña de Aeronáutica (EMBRAER), constituyéndose en un típico ejemplo de tecnología generada el país, y que actualmente se halla privatizada, siendo una de las empresas de mayor éxito en el mundo de fabricación de aeronaves, tanto de uso civil como militar.
Con la necesidad de la consecución de los objetivos impuestos en el área de la investigación y desarrollo de la industria aeronáutica crea el Centro Técnico Aeroespacial. Hoy este Centro cuenta con el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (CTA), donde se realizan investigaciones de interés para la Fuerza Aérea y transfiere las técnicas desarrolladas a las industrias civiles.
Esta Fuerza posee un programa de reestructuración de sus sistemas por un valor de U$S 2.700.000.000 en un plazo de 10 años. A continuación describiremos sus principales objetivos.
Durante el año de 2003 fue postergada la decisión de selección del nuevo caza F-X, el programa más importante de los que componen el conjunto de medidas para la modernización de la flota de aeronaves de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB). Aún en el 2004 la compra de estos doce aviones caza está demorada por la escasez de recursos presupuestarios.
La urgencia en concretar estas adquisiciones está vinculada con la necesidad de las FAB de defender y controlar el territorio brasileño, la costa marítima y la Amazonia, que ocupa casi el 56% del territorio. Además, en una situación de crisis internacional, la utilidad de todo el Sistema de Vigilancia de Amazonia (SIVAM) podría quedar comprometida en el caso que el equipo implantado no estuviese protegido por una defensa aérea razonablemente eficaz.
Además del programa F-X, paralizado pero no interrumpido, la FAB tiene otros importantes programas para el aumento de su capacidad, son ellos la F-5BR (47 aviones), además de la adquisición de un número adicional de aeronaves del mismo tipo (principalmente de la variante biplaza F-5F); el programa A-1M, de modernización de la flota de 54 cazas-bombarderos AMX (A-1), con alto grado de compatibilidad con el programa F-5BR; y el programa ALX, de adquisición de casi una centena de nuevos aviones de ataque basados en el Súper Tucano de la Embraer, en versiones monoplaza y biplaza, estando prevista la entrega de la primera unidad del ALX o A-29/AT-29 Súper Tucán a la Fuerza Aérea Brasileña para este año y serán usados para sustituir a los AT-26 Xavante en la función de entrenador avanzado y también en el programa SIVAM (Sistema de Vigilancia de Amazonia), como su vector armado.
Todos ésos programas están en ejecución y con sus dineros asegurados, por lo menos teóricamente. En lo que se refiere al programa F-X, a principios de marzo último el Ministro de Defensa anunció que el proceso de elección del nuevo caza de la FAB sería retomado en el segundo semestre este año, y que todo el trabajo realizado por las comisiones de la FAB, formadas por cerca de 70 oficiales que realizaron estudios sobre los cazas competidores, continúa válido. Aunque a ser adquirido inicialmente sea relativamente pequeño (algo en torno a 12 aeronaves), a medio y largo plazos se pretende que la adquisición de más de 100 cazas, en cuya producción la industria nacional tendrá participación creciente.
Probablemente la aeronave más dañada por la prórroga del programa F-X fue el Mirage 2000BR, que está siendo ofrecido por el consorcio formado por la Embraer y sus socios franceses liderados por la Dassault (que adquirieron 20% del capital de la empresa brasileña hace poco más de dos años). El Mirage 2000-5 Mk2 es un excelente avión de combate y la versión ofrecida a la FAB — el Mirage 2000BR — atiende a todos los requisitos del programa F-X. Considerar este avión obsoleto es una injusticia y una exageración.
La FAB también está emprendiendo otra búsqueda por aviones cazas usados. Hace cerca de dos años, el Alto Comando de la Aeronáutica busca en el mercado mundial un lote de 16 a 24 cazas F-5E y, principalmente, F-5F la versión biplaza. Estos aviones serán usados para cubrir el claro dejado en las unidades de caza de la FAB que usan la F-5, mientras los lotes de este avión son enviados a la Embraer para modernización para la calidad F-5BR. La FAB previó fondos de US$ 120 millones para la adquisición de esas aeronaves adicionales, con la posibilidad de, posteriormente, también ser sometidos a la misma modernización de los demás.
Es importante destacar que existen otros programas de la FAB, aunque no tan visibles como el F-X, que también vienen siendo afectados por el recorte de presupuesto. Lo mismo ocurre en el área de investigación de la FAB. Varios programas fueron exitosos y buena parte de ellos ya se encuentran en producción, como el blindaje compuesto para aeronaves, que serán usadas en el cockpit de los ALX de la FAB, así como el programa MARE, visando el desarrollo de Material Absorbente de Radiación Electromagnética, que será testeado aún este año. Además, varias armas especializadas, como bombas de diversos tipos, se encuentran en desarrollo, a la espera de dineros para que su encargo por la FAB y producción en serie sea asegurada. A pesar de los percances y de la prórroga del programa F-X, las perspectivas para la FAB son mejores que las existentes cinco o seis años atrás.
Además desarrolló un proyecto muy importante tal es el Vehículo Lanzador de Satélites (VLS), destinado a la fabricación de cohetes para el lanzamiento de satélites construidos en Brasil. Un financiamiento de US$ 100 millones son necesarios para retomar el programa espacial brasileño y permitir que, hasta el final de 2006, Brasil coloque en el espacio su primer cohete lanzador de satélites.
Con respecto a la Marina Brasileña (MB) tenemos a la Empresa Gerencial de Proyectos Navales (ENGEPRON), la cual es una empresa pública, vinculada al Ministerio de Defensa a través del Comando de la Marina. Su principal objetivo es promover la industria Militar Naval gerenciando proyectos del Comando de la (MB), y promover así como ejecutar actividades vinculadas a la obtención y manutención de material naval militar.
Esta empresa participa en programas de contenido tecnológico de interés para la Marina. Además, en la Marina propiamente dicha, intervienen en actividades de investigación el Instituto de Investigación de la Marina, el Centro de Análisis de sistemas Navales y un Astillero. Así mismo también estimula la participación de empresas privadas en el desarrollo de equipos navales.
La MB posee el Instituto de Investigaciones, lugar donde se encuentran desarrollando principalmente equipos de guerra electrónica y minas marinas.
La Marina ya domina la construcción de submarinos convencionales, usando tecnología alemana, y actualmente se encuentra en condiciones de efectuar grandes reparaciones de estos para terceros países. Se encuentra desarrollando un submarino convencional totalmente nacional, así como navíos de patrulla oceánica de unas 1.200 toneladas. Se encuentra también realizando modernización a sus fragatas en el país.
Además se encuentra desarrollando un proyecto para construir un submarino de propulsión nuclear, con lo que la Marina aporta para que Brasil domine la tecnología nuclear.
En 1982 la MB firmó contrato con el Consorcio Alemán IKL/HDW/Ferrostaal dando inicio al Programa de Construcción de Submarinos, que deberá culminar con el lanzamiento entre 2015/2020 del submarino nuclear de ataque (SNA) brasileño. El contrato inicial preveía la construcción de 4 submarinos IKL 1400 (Clase Tupi) y las instalaciones para construcción de submarinos en el Arsenal de Marina del Rio de Janeiro. Este programa llegó a su final con el lanzamiento del submarino Tapajó (S-33), tercero de proyecto alemán construido en Brasil sumándose al Tupi construido en Alemania, ya se encuentra operacional y costó US$200 millones. Por tanto, los 4 Tupis costaron cerca de US$ 800 millones. Estimase que el programa total costó por lo menos US$ 1 mil millones.
Este proceso es fruto de la transferencia de tecnología realizada en el acuerdo con el gobierno alemán, que entrenó durante 5 meses cerca de 70 empleados de la MB en sus instalaciones. El acierto en las decisiones, la elección del proyecto del submarino y los locales de construcción permitieron al país usufructuar de una ventaja que pocas naciones del planeta poseen hoy, la capacidad de construir y reparar submarinos.
La MB deberá construir uno o dos SMB-10, un submarino convencional con un desplazamiento cargado de 2.500 toneladas, y 67 metros de largo. Será en verdad un test para el primer SNA brasileño. Ya de proyecto enteramente nacional, se espera que los sensores y el CIC/COC (centro de operaciones de combate) sean también nacionales, probablemente una versión del SICONTA, instalados en las Fragatas Niterói y en la Corbeta Barroso.
Después de los primeros pasos, y del desarrollo de la tecnología de la fabricación de submarinos convencionales y su reparación la MB partirá para la construcción de su primer submarino nuclear, lamentablemente el programa se encuentra atrasado debido a sucesivos cortes de presupuestos.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
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www.defesanet.com.br
www.itamarati.gov.br
www.rlcu.org.ar./revista
ANEXO I
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL
De los Principios Fundamentales
Art. 4º La República Federativa de Brasil se rige en sus relaciones internacionales por los siguientes principios:
I - independencia nacional;
II - superioridad de los derechos humanos;
III - autodeterminación de los pueblos;
IV - no intervención;
V - igualdad entre los Estados;
VI - defensa de la paz;
VII - solución pacífica de los conflictos;
VIII - repudio al terrorismo y al racismo;
IX - cooperación entre los pueblos para el progreso de la humanidad;
X - concesión de asilo político.
Párrafo único. La República Federativa de Brasil buscará la integración económica, política, social y cultural de los pueblos de América Latina, visando a la formación de una comunidad latinoamericana de naciones.
Art. 89. El Consejo de la República es órgano superior de consulta del Presidente de la República, y de él participan:
I - el Vicepresidente de la República;
II - el Presidente de la Cámara de los Diputados;
III - el Presidente del Senado Federal;
IV - los líderes de la mayoría y de la minoría en la Cámara de los Diputados;
V - los líderes de la mayoría y de la minoría en el Senado Federal;
VI - el Ministro de la Justicia;
VII - seis ciudadanos brasileños natos, con más de treinta cinco años de edad, siendo dos nombrados por el Presidente de la República, dos electos por el Senado Federal y dos electos por la Cámara de los Diputados, todos con mandato de tres años, vedada a reconducción.
Art. 90. Compete al Consejo de la República pronunciarse sobre:
I - intervención federal, estado de defensa y estado de sitio;
II - las cuestiones relevantes para la estabilidad de las instituciones democráticas.
§ 1º El Presidente de la República podrá convocar Ministro de Estado para participar de la reunión del Consejo, cuando conste de la pauta cuestión relacionada con el respectivo Ministerio.
§ 2º La ley regulará la organización y el funcionamiento del Consejo de la República.
Art. 91. El Consejo de Defensa Nacional es órgano de consulta del Presidente de la República en los asuntos relacionados con la soberanía nacional y la defensa del Estado democrático, y de él participan como miembros natos:
I - el Vicepresidente de la República;
II - el Presidente de la Cámara de los Diputados;
III - el Presidente del Senado Federal;
IV - el Ministro de la Justicia;
V - el Ministro de Estado de la Defensa;
VI - el Ministro de las Relaciones Exteriores;
VII - el Ministro de la Planificación;
VIII - los Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica.
§ 1º Compete al Consejo de Defensa Nacional:
I - opinar en las hipótesis de declaración de guerra y de celebración de la paz, nos términos de esta Constitución;
II - opinar sobre la determinación del estado de defensa, del estado de sitio y de la intervención federal;
III - proponer los criterios y condiciones de utilización de áreas indispensables a la seguridad del territorio nacional y opinar sobre su efectivo uso, especialmente en la banda de frontera y en las relacionadas con el preservación y la exploración de los recursos naturales de cualquier tipo;
IV - estudiar, proponer y acompañar el desarrollo de iniciativas necesarias a garantizar la independencia nacional y la defensa del Estado democrático.
§ 2º La ley regulará la organización y el funcionamiento del Consejo de Defensa Nacional.
Art. 137. El Presidente de la República puede, oídos el Consejo de la República y el Consejo de Defensa Nacional, pedir al Congreso Nacional autorización para decretar el estado de sitio en los casos de:
I - conmoción grave de repercusión nacional u ocurrencia de hechos que comprueben la ineficacia de medida tomada durante el estado de defensa;
II - declaración de estado de guerra o respuesta la agresión armada extranjera.
Párrafo único.
El Presidente de la República, al pedir autorización para decretar el estado de sitio o su prórroga, relatará los motivos determinantes del pedido, debiendo el Congreso Nacional decidir por mayoría absoluta.
Art. 142. Las Fuerzas Armadas, constituidas por la Marina, por el Ejército y por la Aeronáutica, son instituciones nacionales permanentes y regulares, organizadas con base en la jerarquía y en la disciplina, bajo la autoridad suprema del Presidente de la República, y se destinan a la defensa de la Patria, a la garantía de los poderes constitucionales y, por iniciativa de cualquiera de éstos, de la ley y del orden.
§ 1º Ley complementaria establecerá las normas generales a ser adoptadas en la organización, en el adorno y en la colocación de las Fuerzas Armadas.
Art. 144. La seguridad pública, deber del Estado, derecho y responsabilidad de todos, es ejercida para el preservación del orden público y de las incolumidades de las personas y del patrimonio, a través de los siguientes órganos:
I - policía federal;
II - policía rodo viaria federal;
III - policía ferroviaria federal;
IV - policías civiles;
V - policías militares y cuerpos de bomberos militares.
§ 1º La policía federal, instituida por ley como órgano permanente, organizado y mantenido por la Unión y estructurado en carrera, se destina la:
I - apurar infracciones penales contra el orden político y social o en detrimento de bártulos, servicios e intereses de la Unión o de sus entidades autárquicas y empresas públicas, así como otras infracciones cuya práctica tenga repercusión interestatal o internacional y exija represión uniforme, según si disponga en ley;
II - precaver y reprimir el tráfico ilícito de estupefacientes y drogas afines, el alijo y el descamino, sin perjuicio de la acción hacendaria y de otros órganos públicos en las respectivas áreas de capacidad;
III - ejercer las funciones de policía marítima, aeroportuaria y de fronteras;
IV - ejercer, con exclusividad, las funciones de policía judiciaria de la Unión.
§ 2º La policía rodo viaria federal, órgano permanente, organizado y mantenido por la Unión y estructurado en carrera, se destina, en la forma de la ley, al patrullaje ostensivo de las autopistas federales.
§ 3º La policía ferroviaria federal, órgano permanente, organizado y mantenido por la Unión y estructurado en carrera, se destina, en la forma de la ley, al patrullaje ostensivo de los ferrocarriles federales.
§ 4º A las policías civiles, dirigidas por comisarios de policía de carrera, delegan, reservada la capacidad de la Unión, las funciones de policía judiciaria y la apuración de infracciones penales, excepto las militares.
§ 5º A las policías militares caben la policía ostensiva y el preservación del orden público; a los cuerpos de bomberos militares, además de las atribuciones definidas en ley, delega la ejecución de actividades de defensa civil.
§ 6º Las policías militares y cuerpos de bomberos militares, fuerzas auxiliares y reserva del Ejército, se subordinan, juntamente con las policías civiles, a los Gobernadores de los Estados, de Distrito Federal y de los Territorios.
§ 7º La ley disciplinará la organización y el funcionamiento de los órganos responsables por la seguridad pública, de manera a garantizar la eficiencia de sus actividades.
§ 8º Los Municipios podrán constituir guardas municipales destinadas a la protección de sus bártulos, servicios e instalaciones, según disponga la ley.
§ 9º La remuneración de los servidores policías integrantes de los órganos relacionados en este artículo será fijada en la forma del § 4º del art. 39.
CONSEJO DE LA REPÚBLICA
LEY Nº 8.041, DE 5 DE JUNIO DE 1990
Dispone sobre la organización y el funcionamiento del Consejo de la República.
El PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, hago saber que el Congreso Nacional decreta y yo sanciono la siguiente ley:
Art. 1º El Consejo de la República, órgano superior de consulta del Presidente de la República, tiene su organización y funcionamiento establecidos en esta ley.
Art. 2º Compete al Consejo de la República pronunciarse sobre:
I - intervención federal, estado de defensa y estado de sitio;
II - las cuestiones relevantes para la estabilidad de las instituciones democráticas.
Art. 3º El Consejo de la República es presidido por el Presidente de la República y de él participan:
I - el Vicepresidente de la República;
II - el Presidente de la Cámara de los Diputados;
III - el Presidente del Senado Federal;
IV - los líderes de la mayoría y de la minoría en la Cámara de los Diputados, designados en la forma regimentar;
V - los líderes de la mayoría y de la minoría en el Senado Federal, designados en la forma regimentar;
VI - el Ministro de la Justicia;
VII - 6 (seis) ciudadanos brasileños natos, con más de 35 (treinta cinco) años de edad, todos con mandato de 3 (tres) años, vedada a reconducción, siendo:
a) 2 (dos) nombrados por el Presidente de la República;
b) 2 (dos) electos por el Senado Federal: y
c) 2 (dos) electos por la Cámara de los Diputados.
1º En los impedimentos, por motivo de enfermedad o ausencia del País, de los miembros referidos en los incisos II a VI de este artículo, serán convocados los que estén en el ejercicio de los respectivos cargos o funciones.
2º Los miembros referidos en el inciso VII de este artículo, tendrán suplentes, con ellos juntamente nombrados o electos, quiénes serán convocados en las situaciones previstas en el párrafo anterior.
3º El tiempo de mandato referido en el inciso VII de este artículo será contado desde la data de la pose de los Consejero.
4º La participación en el Consejo de la República es considerada actividad relevante y no remunerada.
5º El primer nombramiento de los miembros del Consejo a que se refiere el inciso VII de este artículo deberá ser realizada hasta 30 (treinta) días después la entrada en vigor de esta ley.
6º Hasta 15 (quince) días antes del término del mandato de los Consejeros a que se refiere el inciso VII de este artículo, la Presidencia de la República y cada una De las casas del Congreso Nacional harán publicar, respectivamente, el nombre de los ciudadanos a ser nombrados y los electos para el Consejo de la República.
Art. 4º Delega a la Secretaría-General de la Presidencia de la República prestar apoyo administrativo al Consejo de la República, cabiendo al Secretario-General de la Presidencia de la República secretaria las actividades.
Art. 5º El Consejo de la República será reunido por convocación del Presidente de la República.
Párrafo único. El Ministro de Estado convocado en la forma del § 1º del art. 90 de la Constitución Federal no tendrá derecho a voto.
Art. 6º Las reuniones del Consejo de la República serán realizadas con la comparecencia de la mayoría de los Consejeros.
Art. 7º El Consejo de la República podrá requisar de órganos y entidades públicas las informaciones y estudios que si hagan necesarios al ejercicio de sus atribuciones.
Art. 8º Esta ley entra en vigor en la fecha de su publicación.
Art. 9º se revocan las disposiciones en contrario.
Brasília, el 5 de junio de 1990; 169º de la Independencia y 102º de la República.
CONSEJO DE DEFENSA NACIONAL
LEI N° 8.183, DE 11 DE ABRIL DE 1991
Dispone sobre la organización y el funcionamiento del Consejo de Defensa Nacional.
El PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, hago saber que el Congreso Nacional decreta y yo sanciono la siguiente ley:
Art. 1° El Consejo de Defensa Nacional (CDN), órgano de Consulta del Presidente de la República en los asuntos relacionados con la soberanía nacional y la defensa del estado democrático, tiene su organización y funcionamiento disciplinados en esta ley.
Párrafo único. En la forma del § 1° del art. 91 de la Constitución, compete al Consejo de Defensa Nacional:
a) opinar en las hipótesis de declaración de guerra y de celebración de paz;
b) opinar sobre el decreto del estado de defensa, del estado de sitio y de la intervención federal;
c) proponer los criterios y condiciones de utilización de las áreas indispensables a la seguridad del territorio nacional y opinar sobre su efectivo uso, especialmente en la banda de frontera y en las relacionadas con la preservación y la exploración de los recursos naturales de cualquier tipo;
d) estudiar, proponer y acompañar el desarrollo de iniciativas necesarias a garantizar la independencia nacional y la defensa del estado democrático.
Art. 2° El Consejo de Defensa Nacional es presidido por el Presidente de la República y de él participan como miembros natos:
I - el Vicepresidente de la República;
II - el Presidente de la Cámara de los Diputados;
III - el Presidente del Senado Federal;
IV - el Ministro de la Justicia;
V - el Ministro de la Marina;
VI - el Ministro del Ejército;
VII - el Ministro de las Relaciones Exteriores;
VIII - el Ministro de la Aeronáutica;
IX - el Ministro de la Economía, Hacienda y Planificación.
§ 1° El Presidente de la República podrá designar miembros eventuales para las reuniones del Consejo de Defensa Nacional, conforme la materia a ser apreciada.
§ 2° El Consejo de Defensa Nacional podrá contar con órganos complementarios necesarios al desempeño de su capacidad constitucional.
§ 3° El Consejo de Defensa Nacional tendrá una Secretaría-General para ejecución de las actividades permanentes necesarias al ejercicio de su capacidad constitucional.
Art. 3° El Consejo de Defensa Nacional deberá se reunir por convocación del Presidente de la República.
Párrafo único. El Presidente de la República podrá oír el Consejo de Defensa Nacional mediante consulta hecha separadamente a cada un de sus miembros, cuando la materia no justificar su convocación.
Art. 4° Cabe a la Secretaría de Asuntos Estratégicos, órgano de la Presidencia de la República, ejecutar las actividades permanentes necesarias al ejercicio de la capacidad del Consejo de Defensa Nacional (CDN).
Párrafo único. Para el trato de problemas específicos de la capacidad del Consejo de Defensa Nacional (CDN) podrán ser instituidos, junto a la Secretaría de Asuntos Estratégicos, grupos y comisiones especiales, integrados por representantes de órganos y entidades, pertenecientes o no a la administración pública federal.
Art. 5° El ejercicio de la capacidad del Consejo de Defensa Nacional debe pautarse en el conocimiento de las situaciones nacional e internacional, con vistas a la planificación y a la conducción política y de la estrategia para la defensa nacional.
Párrafo único. Las manifestaciones del Consejo de Defensa Nacional serán fundamentadas en el estudio y en el acompañamiento de los asuntos de interés de la independencia nacional y de la defensa del estado democrático, en especial los que se refiere:
I - a la seguridad de la frontera terrestre, del mar territorial, del espacio aéreo y de otras áreas indispensables a la defensa del territorio nacional;
II - en cuanto a la ocupación y a la integración de las áreas de banda de frontera;
III - en cuanto a la exploración de los recursos naturales de cualquier tipo y al control de los materiales de actividades consideradas del interés de la defensa nacional.
Art. 6° Los órganos y entidades de Administración Federal realizarán estudios, emitirán parecer y prestarán toda la colaboración de que el Consejo de Defensa Nacional necesitar, mediante solicitación de su Secretaría-General.
Art. 7° La participación, efectiva o eventual, en el Consejo de Defensa Nacional, constituye servicio público relevante y sus miembros no podrán recibir remuneración bajo cualquier título o pretexto.
Art. 8° Esta ley entra en vigor en la fecha de su publicación.
Art. 9° se revocan las disposiciones en contrario.
Brasilia, el 11 de abril de 1991; 170° de la Independencia y 103° de la República.
POLÍTICA DE DEFENSA NACIONAL
1996
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Delante del nuevo cuadro mundial de desafíos y oportunidades, es necesario promover en Brasil el desarrollo de modalidades propias, flexibles y creativas de pensamiento estratégico, aptas a atender a las necesidades de defensa del País.
1.2. Las transformaciones ocurridas en el plano interno, bien como las verificadas en el contexto regional y global, tornan necesario y oportuno definir una política de defensa nacional, emanada de lo más alto nivel del Estado, que refleje los anhelos de la sociedad y sirva como marco de referencia para las estrategias consecuentes.
1.3. La Política de Defensa Nacional, vuelta a amenazas externas, tiene por finalidad fijar los objetivos para la defensa de la Nación, bien como orientar el apresto y lo empleo de la capacitación nacional, en todos los niveles y esferas de poder, y con el envolvimiento de los sectores civil y militar.
1.4. La Política de Defensa Nacional, tema de interés de la sociedad como un todo, tiene como premisas los fundamentos, objetivos y principios estipulados en la Constitución Federal y está en consonancia con la actitud exterioriza del País, que se fundamenta en la búsqueda de la solución pacífica de controversias y del fortalecimiento de la paz y de la seguridad internacionales.
1.5. El perfil brasileño - al mismo tiempo continental y marítimo; ecuatorial, tropical y subtropical; de larga frontera terrestre con a casi totalidad de los países sudamericanos y de extensos litoral, zona económica exclusiva y plataforma continental - confiere al País profundidad geoestratégica y torna acompleja la tarea de planificación general de defensa. Las amplias bases demográficas y territoriales, bien como la disponibilidad de recursos naturales, asentadas en la diversificada fisiografía nacional, conforman escenarios diferenciados que demandan, al mismo tiempo, un político general e integrado y un abordaje específico para cada caso.
1.6. La implementación de una política de defensa sostenible, vuelta a la paulatina modernización de la capacidad de autoprotección, depende de la construcción de un modelo de desarrollo que tonifique la democracia, reduzca las desigualdades sociales y los desequilibrios regionales y compatibilice las prioridades en los campos político, social, económico y militar, con las necesidades de defensa y de acción diplomática.
1.7. En ese proceso, cabe conciliar las necesidades de defensa con la disponibilidad de medios, mediante aprobación de recursos por el Congreso Nacional y, siempre que posible, con el envolvimiento de los segmentos académico, científico y tecnológico e industrial del País.
2. El CUADRO INTERNACIONAL
2.1. Con el fin de la confrontación Este-Oeste, se verifica, en el actual proceso de re acomodación de fuerzas, el surgimiento de un ambiente internacional multipolar indefinido e inestable, generado por la falta de correspondencia entre los centros de poder estratégico-militar, político y económico, cuya evolución aún es difícil de preverse.
2.2. El término de la Guerra Fría tornó obsoletas las generalizaciones simplificadoras consecuentes de la bipolaridad, ideológica y militar, hasta entonces vigente. Actualmente, a pesar de ser reducidos los riesgos de una confrontación nuclear en escala planetaria, desapareció la relativa previsibilidad estratégica.
2.3. Los conflictos localizados que ocurren en la actualidad en casi todos los continentes, el recrudecimiento de extremismos étnicos, nacionalistas y religiosos, bien como el fenómeno de la fragmentación observado en diverso países, tornan evidente el hecho del que continúan a tener relevancia conceptos tradicionales como soberanía, auto-determinación e identidad nacional.
2.4. En esta fase de transición, en que se establecen nuevas reglas políticas y económicas de convivencia entre las naciones, caracterizada por la ausencia de paradigmas claros y por la participación creciente de actores no gubernamentales, el País busca determinar, libre de matrices ideológicas, su inserción estratégica y sus prioridades en el campo de la defensa.
2.5. El cuadro de incertidumbres que marca el actual contexto mundial impone que la defensa continúe a merecer el cuidado de los gobiernos nacionales y que la expresión militar permanezca de importancia capital para la supervivencia de los Estados como unidades independientes. No es realista concebir un Estado de razonable porte e influencia internacional que pueda abdicar de una fuerza de defensa confiable. Las Fuerzas Armadas son instrumento para el ejercicio del derecho de autodefensa, derecho ése, además, inscribo en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas.
2.6. América del Sur, distante de los focos mundiales de tensión, es considerada la región más desmilitarizada del mundo. A redemocratización ocurrida en el continente tiende a reducir la probabilidad de ocurrencia de conflictos. Los contenciosos regionales han sido administrados en niveles tolerables.
2.7. Para Brasil, país de diferentes regiones internas y de diversificado perfil, al mismo tiempo amazónico, atlántico, platino y del Cono Sur, la concepción del espacio regional extrapola la masa continental sudamericana e incluye, también, el Atlántico Sur.
2.8. Así, al examinar las perspectivas estratégicas de la región, importa retener que el mosaico de países y subregiones que la componen es extremadamente complejo, lo que exige una inserción regional múltiple, basada en una política de armonización de intereses.
2.9. Hay más de un siglo sin si envolver en conflicto con sus vecinos, Brasil ha trabajado en el sentido de promover mayor integración y aproximación entre los países del continente, y, en consecuencia, adquirido credibilidad internacional.
2.10. El fortalecimiento del proceso de integración proporcionado por Mercosur, la estrechamiento de relaciones con los vecinos amazónicos - desarrollado en el ámbito del Tratado de Cooperación Amazónica -, la intensificación de la cooperación con los países africanos de lengua portugués y la consolidación de la Zona de Paz y de Cooperación en el Atlántico Sur - resultado de una acción diplomática positiva y concreta - conforman un verdadero anillo de paz en torno al País, viabilizando la concentración de esfuerzos con vistas a la consecución de proyecto nacional de desarrollo y de combate a las desigualdades sociales.
2.11. El País no está, sin embargo, enteramente libre de riesgos. A pesar de convivir pacíficamente en la comunidad internacional, puede ser compelido a envolverse en conflictos generados externamente, como consecuencia de amenazas a su patrimonio y a sus intereses vitales.
2.12. En el ámbito regional, persisten zonas de inestabilidad que pueden contrariar intereses brasileños. A acción de bandos armados que actúan en países vecinos, en los límites de la Amazonia brasileña, y el crimen organizado internacional sano algunos de los puntos a provocar preocupación.
2.13. La capacidad militar y la diplomacia son expresiones de la soberanía y de la dignidad nacional, y Brasil ha demostrado, de forma consistente y clara, su determinación en vivir paz y armonía, según los principios y las normas del derecho internacional y en respeto a los compromisos asumidos.
3. OBJETIVOS
3.1. Del examen de las situaciones arriba, emerge la necesidad de se definir las prioridades estratégicas específicas, consecuentes del interés nacional y de los objetivos básicos de la defensa nacional.
3.2. En que pese a coyuntura favorable en el entorno inmediato, débase mantener un sistema de defensa adecuado a la preservación de la soberanía nacional y del estado democrático de derecho. Ése es el sentido de la formulación de una política de defensa nacional, con recursos para implementarla, que integre las visiones estratégicas de acuño social, económico, militar y diplomático, y que cuente con el respaldo de la Nación.
3.3. Son objetivos de la Defensa Nacional:
a) la garantía de la soberanía, con el preservación de la integridad territorial, del patrimonio y de los intereses nacionales;
b) la garantía del Estado de Derecho y de las instituciones democráticas;
c) la preservación de la cohesión y de la unidad de la Nación;
d) la salvaguarda de las personas, de los bienes y de los recursos brasileños o bajo jurisdicción brasileña;
e) la consecución y el mantenimiento de los intereses brasileños en el exterior;
f) la proyección de Brasil en el concierto de las naciones y su mayor inserción en el proceso de decisión internacional; y
g) la contribución para el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional.
4. ORIENTACIÓN ESTRATÉGICA
4.1. El objetivo de actuación del Estado brasileño en la área de defensa tiene como fundamento el deber de proveer seguridad a la Nación, tanto en tiempo de paz, cuanto en situación de conflicto.
4.2. Para tanto, a regalo política es centrada en una activa diplomacia. devotada para la paz y en una postura estratégica disuasoria de carácter defensivo, basada en las siguientes premisas:
- fronteras y límites perfectamente definidos y reconocidos internacionalmente;
- estrecha relación con los países vecinos y con la comunidad internacional, en general, basado en la confianza y en lo respeto mutuos;
- rechazo a la guerra de conquista; y
- busca de la solución pacífica de controversias, con el uso de la fuerza solamente como recurso de autodefensa.
4.3. La vertiente preventiva de la defensa brasileña reside en la valorización de la acción diplomática como instrumento primero de solución de conflictos y en la existencia de una estructura militar de credibilidad capaz de generar efecto disuasorio eficaz.
4.4. El carácter defensivo no implica que, en caso de conflicto, las Fuerzas Armadas tengan que limitarse estrictamente a la realización de operaciones defensivas. En el contexto de un plan más amplio de defensa, y a fin de repeler una eventual agresión armada, el País empleará todo el poderío militar necesario, con vistas a la decisión del conflicto en el plazo más corto posible y con el mínimo de daños a la integridad y a los intereses nacionales, imponiendo condiciones favorables al restablecimiento de la paz.
4.5. Es esencial el fortalecimiento equilibrado de la capacitación nacional en el campo de la defensa, con el envolvimiento de los sectores industrial, universitario y técnico y científico. El desarrollo científico y tecnológico es fundamental para la obtención de mayor autonomía estratégica y de mejor capacitación operacional de las Fuerzas Armadas.
4.6. El poder militar debe estar fundamentado en la capacidad de las Fuerzas Armadas, en el potencial de los recursos nacionales y de las reservas movilizadoras, con el propósito de inhibir posibles intenciones de des respeto a las reglas de convivencia pacífica entre las Naciones. Las Fuerzas Armadas deberán estar ajustadas a la estatura político - estratégica de la Nación y estructuradas, de forma flexible y versátil, para actuar, con presteza y eficacia, en diferentes áreas y escenarios.
4.7. A las Fuerzas Armadas, que tienen su misión atribuida por la Carta Magna, cabe defender la Nación, siempre que necesario, asegurando el mantenimiento de su integridad y soberanía. Para tanto, es esencial mantener el continuado perfeccionamiento de la integración de las Fuerzas Armadas, en su preparación y empleo, bien como en la racionalización de las actividades afines.
5. DIRECTRICES
5.1. Para la consecución de los objetivos de la Política de Defensa Nacional, las siguientes directrices deberán ser observadas:
a) contribuir activamente para la construcción de un orden internacional, basada en el estado de derecho, que propicie la paz universal y regional y el desarrollo sostenible de la humanidad;
b) participar crecientemente de los procesos internacionales relevantes de tomada de decisión;
c) apurar y aumentar la capacidad de negociación de Brasil en el escenario internacional;
d) promover la posición brasileña favorable al desarmamiento global, condicionado al desmantelamiento de los arsenales nucleares y de otras armas de destrucción en masa, en proceso arreglado multilateralmente;
e) participar de operaciones internacionales de mantenimiento de la paz, de acuerdo con los intereses nacionales;
f) contribuir activamente para el fortalecimiento, la expansión y la solidificación de la integración regional;
g) actuar para el mantenimiento de un clima de paz y cooperación a lo largo de las fronteras nacionales, y para la solidaridad en América Latina y en la región del Atlántico Sur;
h) intensificar el intercambio con las Fuerzas Armadas de las naciones amigas;
i) mantener la participación de las Fuerzas Armadas en acciones subsidiarias que visen a la integración nacional, a la defensa civil y al desarrollo socioeconómico del País, en armonía con su destinación constitucional;
j) proteger a Amazonia brasileña, con el apoyo de toda la sociedad y con la valorización de la presencia militar;
1) priorizar acciones para desarrollar y vivificar la faja de frontera, en especial en las regiones norte y centro-oeste;
m) apurar la organización, el adiestramiento y la articulación de las Fuerzas Armadas, asegurándoles las condiciones, los medios orgánicos y los recursos humanos capacitados para el cumplimiento de su destinación constitucional;
n) perfeccionar la capacidad de comando, control e inteligencia de todos los órganos involucrados en la defensa nacional, proporcionándoles condiciones que faciliten el proceso decisorio, en la paz y en situaciones de conflicto;
o) apurar el sistema de vigilancia, control y defensa de las fronteras, de las aguas jurisdiccionales, de la plataforma continental y del espacio aéreo brasileños, bien como de los tráficos marítimos y aéreos;
p) garantizar recursos suficientes y continuados que proporcionen condiciones eficaces de preparación de las Fuerzas Armadas y demás órganos involucrados en la defensa nacional;
q) fortalecer los sistemas nacionales de transporte, energía y comunicaciones;
r) buscar un nivel de pesquisa científica, de desarrollo tecnológico y de capacidad de producción, de modo a minimizar la dependencia externa del País en cuanto a los recursos de naturaleza estratégica de interés para su defensa;
s) promocionar el conocimiento científico de la región antártica y la participación activa en el proceso de decisión de su destino;
t) apurar el Sistema de Movilización para atender a las necesidades del País, cuando compelido a si involucrar en conflicto armado; y
u) sensibilizar y aclarar la opinión pública, con vistas a crear y conservar una mentalidad de Defensa Nacional, por medio del incentivo al civismo y a la dedicación a la Patria.
ANEXO II
Presupuesto de la República Federativa de Brasil
2000, 2001, 2002, 2003 y 2004
Ministerio del Planeamiento/Presupuesto y Gestión
En http://www.planejamento.gov.br/orcamento/conteudo/estatistica/indice_estatisticas.htm.
ANEXO III
LEY COMPLEMENTARIA Nº 97, DE 9 DE JUNIO DE 1999.
Dispone sobre las normas generales para la organización, el preparo y lo empleo de las Fuerzas Armadas.
El PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Hago saber que el Congreso Nacional decreta y yo sanciono la siguiente Ley Complementar:
CAPÍTULO I
DISPOSICIONES PRELIMINARES
SECCIÓN I
De la Destinación y Atribuciones
Art. 1º Las Fuerzas Armadas, constituidas por la Marina, por el Ejército y por la Aeronáutica, son instituciones nacionales permanentes y regulares, organizadas con base en la jerarquía y en la disciplina, bajo la autoridad suprema del Presidente de la República y se destinan a la defensa de la Patria, a la garantía de los poderes constitucionales y, por iniciativa de cualquiera de éstos, de la ley y del orden.
Párrafo único. Sin comprometimiento de su destinación constitucional, cabe también a las Fuerzas Armadas el cumplimiento de las atribuciones subsidiarias explicitadas en esta Ley Complementar.
SECCIÓN II
Del Asesoramiento al Comandante Supremo
Art. 2º El Presidente de la República, en la condición de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, es asesorado:
I - en lo que concierne a la colocación de medios militares, por el Consejo Militar de Defensa; y
II - en lo que concierne a los demás asuntos pertinentes al área militar, por el Ministro de Estado de la Defensa.
§ 1º El Consejo Militar de Defensa es compuesto por los Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica y por el Jefe del Estado-Mayor de Defensa.
§ 2º En la situación prevista en el inciso I de este artículo, el Ministro de Estado de la Defensa integrará el Consejo Militar de Defensa en la condición de su Presidente.
CAPÍTULO II
DE LA ORGANIZACIÓN
SECCIÓN I
De las Fuerzas Armadas
Art. 3º Las Fuerzas Armadas son subordinadas al Ministro de Estado de la Defensa, disponiendo de estructuras propias.
Art. 4º La Marina, el Ejército y la Aeronáutica disponen, singularmente, de un Comandante, nombrado por el Presidente de la República, oído el Ministro de Estado de la Defensa, lo cual, en el ámbito de sus atribuciones, ejercerá la dirección y la gestión de la respectiva fuerza.
Art. 5º Los cargos de Comandante de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica son privativos de oficiales-generales del último puesto de la respectiva Fuerza.
§ 1º Es asegurada a los Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica precedencia jerárquica sobre los demás oficiales-generales de las tres Fuerzas Armadas.
§ 2º Si el oficial-general indicado para el cargo de Comandante de su respectiva Fuerza esté en la activa, será transferido para la reserva remunerada, cuando enseñoreado en el cargo.
§ 3º Son aseguradas a los Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica todas las prerrogativas, derechos y deberes del Servicio Activo, incluso con la conteo de tiempo de servicio, mientras estén en ejercicio.
Art. 6º El Poder Ejecutivo definirá la capacidad de los Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica para la creación, la denominación, la localización y la definición de las atribuciones de las organizaciones integrantes de las estructuras de las Fuerzas Armadas.
Art. 7º Compete a los Comandantes de las Fuerzas presentar al Ministro de Estado de la Defensa la Lista de Elección, elaborada en la forma de la ley, para la promoción a los puestos de oficiales-generales e indicar los oficiales-generales para el nombramiento a los cargos que les son privativos.
Párrafo único. El Ministro de Estado de la Defensa, acompañado del Comandante de cada Fuerza, presentará los nombres al Presidente de la República, a quien compete promover los oficiales-generales y nombrarlos para los cargos que les son privativos.
Art. 8º La Marina, el Ejército y la Aeronáutica disponen de efectivos de personal militar y civil, fijados en ley, y de medios orgánicos necesarios al cumplimiento de su destinación constitucional y atribuciones subsidiarias.
Párrafo único. Constituyen reserva de las Fuerzas Armadas el personal sujeto la incorporación, mediante movilización o convocación, por el Ministerio de la Defensa, por intermedio de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica, bien como las organizaciones así definidas en ley.
SECCIÓN II
De la Dirección Superior de las Fuerzas Armadas
Art. 9º El Ministro de Estado de la Defensa ejerce la dirección superior de las Fuerzas Armadas, asesorado por el Consejo Militar de Defensa, órgano permanente de asesoramiento, por el Estado-Mayor de Defensa, por las Secretarías y demás órganos, conforme definido en ley.
Art. 10. El Estado-Mayor de Defensa, órgano de asesoramiento del Ministro de Estado de la Defensa, tendrá como Jefe un oficial-general del último puesto, de la activa, en sistema de rodízio entre las tres Fuerzas, nombrado por el Presidente de la República, oído el Ministro de Estado de la Defensa.
Art. 11. Compete al Estado-Mayor de Defensa elaborar la planificación de la colocación acordada de las Fuerzas Armadas y asesorar el Ministro de Estado de la Defensa en la conducción de los ejercicios acordados y en cuanto a la actuación de fuerzas brasileñas en operaciones de paz, allende otras atribuciones establecidas por el Ministro de Estado de la Defensa.
CAPÍTULO III
DEL PRESUPUESTO
Art. 12. El presupuesto del Ministerio de la Defensa contemplará las prioridades de la política de defensa nacional, explicitados en la Ley de Directrices Presupuestarias.
§ 1º El presupuesto del Ministerio de la Defensa identificará las dotaciones propias de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica.
§ 2º La consolidación de las propuestas presupuestarias de las Fuerzas será hecha por el Ministerio de la Defensa, obedeciéndose las prioridades establecidas en la política de defensa nacional, explicitados en la Ley de Directrices Presupuestarias.
§ 3º La Marina, el Ejército y la Aeronáutica harán la gestión, de forma individualizada, de los recursos presupuestarios que le fueren destinados en el presupuesto del Ministerio de la Defensa.
CAPÍTULO IV
DEL PREPARO
Art. 13. Para el cumplimiento de la destinación constitucional de las Fuerzas Armadas, cabe a los Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica el adorno de sus órganos operativos y de apoyo, obedecidas las políticas establecidas por el Ministro de la Defensa.
Art. 14. El adorno de las Fuerzas Armadas es orientado por los siguientes parámetros básicos:
I - permanente eficiencia operacional singular y en las diferentes modalidades de colocación interdependientes;
II - busca de la autonomía nacional creciente, mediante continuada nacionalización de sus medios, en ella incluidas pesquisa y desarrollo y el fortalecimiento de la industria nacional;
III - correcta utilización del potencial nacional, mediante movilización criteriosamente planeada.
CAPÍTULO V
DEL EMPLEO
Art. 15. Lo empleo de las Fuerzas Armadas en la defensa de la Patria y en la garantía de los poderes constitucionales, de la ley y del orden, y en la participación en operaciones de paz, es de responsabilidad del Presidente de la República, que determinará al Ministro de Estado de la Defensa la activación de órganos operacionales, observada la siguiente forma de subordinación:
I - derechamente al Comandante Supremo, en el caso de Comandos Acordados, compuestos por medios adjudicados por las Fuerzas Armadas y, cuando necesario, por otros órganos;
II - derechamente al Ministro de Estado de la Defensa, para fin de adiestramiento, en operaciones acordadas, o cuando de la participación brasileña en operaciones de paz;
III - derechamente al respectivo Comandante de la Fuerza, respetada la dirección superior del Ministro de Estado de la Defensa, en el caso de empleo separado de medios de una única Fuerza.
§ 1º Compete al Presidente de la República la decisión de la colocación de las Fuerzas Armadas, por iniciativa propia o en servicio a petición manifestada por cualesquiera de los poderes constitucionales, por intermedio de los Presidentes del Supremo Tribunal Federal, del Senado Federal o de la Cámara de los Diputados.
§ 2º La actuación de las Fuerzas Armadas, en la garantía de la ley y del orden, por iniciativa de cualesquiera de los poderes constitucionales, ocurrirá de acuerdo con las directrices bajadas en acto del Presidente de la República, después de agotados los instrumentos destinados a lo preservación del orden público y de la seguridad de las personas y del patrimonio, relacionados en el art. 144 de la Constitución Federal.
CAPÍTULO VI
DE LAS DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
Art. 16. Cabe a las Fuerzas Armadas, como atribución subsidiaria general, cooperar con el desarrollo nacional y la defensa civil, en la forma determinada por el Presidente de la República.
Art. 17. Cabe a la Marina, como atribuciones subsidiarias particulares:
I - orientar y controlar la Marina Mercantil y sus actividades correlativas, en lo que interesa a la defensa nacional;
II - abastecer la seguridad de la navegación;
III - aportar para la formulación y conducción de políticas nacionales que digan respeto al mar;
IV - implementar y fiscalizar el cumplimiento de leyes y reglamentos, en el mar y en las aguas interiores, en coordinación con otros órganos del Poder Ejecutivo, federal o estadual, cuando si haga necesaria, en razón de capacidades específicas.
Párrafo único. Por la especificidad de esas atribuciones, es de la capacidad del Comandante de la Marina el trato de los asuntos dispuestos en este artículo, quedando designado como “Autoridad Marítima”, para ese fin.
Art. 18. Cabe a la Aeronáutica, como atribuciones subsidiarias particulares:
I - orientar, coordinar y controlar las actividades de Aviación Civil;
II - abastecer la seguridad de la navegación aérea;
III - aportar para la formulación y conducción de Política Aeroespacial Nacional;
IV - establecer, equipar y operar, derechamente o mediante concesión, la infraestructura aeroespacial, aeronáutica y aeroportuaria;
V - operar el Correo Aéreo Nacional.
Párrafo único. Por la especificidad de esas atribuciones, es de la capacidad del Comandante de la Aeronáutica el trato de los asuntos dispuestos en este artículo, quedando designado como “Autoridad Aeronáutica”, para ese fin.
CAPÍTULO VII
DE LAS DISPOSICIONES TRANSITORIAS Y FINALES
Art. 19. hasta que se proceda a la revisión de los actos normativos pertinentes, las informes legales a Ministerios o a Ministro de Estado de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica pasan a ser entendidas cómo la Comando o la Comandante de esas Fuerzas, respectivamente, desde que no colisionen con atribuciones del Ministerio o Ministro de Estado de la Defensa.
Art. 20. Los Ministerios de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica serán transformados en Comandos, por ocasión de la creación del Ministerio de la Defensa.
Art. 21. Ley creará la Agencia Nacional de Aviación Civil, vinculada al Ministerio de la Defensa, órgano regulador y fiscalizador de la Aviación Civil y de la infraestructura aeronáutica y aeroportuaria, estableciendo, entre otras materias institucionales, cuales, dentro las actividades y procedimientos referidos en los incisos I y IV del art. 18, serán de su responsabilidad.
Art. 22. Esta Ley Complementaria entra en vigor en la fecha de su publicación.
Art. 23. se revoca la Ley Complementaria nº 69, de 23 de julio de 1991.
Brasília, el 9 de junio de 1999; 178º de la Independencia y 111º de la República.
Fernando Henrique Cardoso
Élcio Álvares
ANEXO IV
LEY COMPLEMENTARIA Nº 117, DE 2 DE SEPTIEMBRE DE 2004
Altera la Ley Complementaria nº 97, de 9 de junio de 1999, que dispone sobre las normas generales para la organización, el preparo y lo empleo de las Fuerzas Armadas, para establecer nuevas atribuciones subsidiarias.
El PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Hago saber que el Congreso Nacional decreta y yo sanciono la siguiente Ley Complementar:
Art. 1º Los art. 13, 15, 16, 17 18 de la Ley Complementaria nº 97, de 9 de junio de 1999, pasan a vigorar con la siguiente redacción:
"Art. 13. ................................................................................
§ 1º El preparación comprende, entre otras, las actividades permanentes de planificación, organización y articulación, instrucción y adiestramiento, desarrollo de doctrina y pesquisas específicas, inteligencia y estructuración de las Fuerzas Armadas, de su logística y movilización.
§ 2º En el preparación de las Fuerzas Armadas para el cumplimiento de su destinación constitucional, podrán ser planeados y ejecutados ejercicios operacionales en áreas públicas, adecuadas a la naturaleza de las operaciones, o en áreas privadas cedidas para ese fin.
§ 3º La planificación y la ejecución de los ejercicios operacionales podrán ser realizados con la cooperación de los órganos de seguridad pública y de órganos públicos con intereses afines." (NR)
"Art. 15. ................................................................................
................................................................................ ............
§ 3º se consideran agotados los instrumentos relacionados en el art. 144 de la Constitución Federal cuando, en determinado momento, son ellos formalmente reconocidos por el respectivo Jefe del Poder Ejecutivo Federal o Estadual como indisponibles, inexistentes o insuficientes al desempeño regular de su misión constitucional.
§ 4º En la hipótesis de empleo en las condiciones previstas en el § 3o de este artículo, después mensaje del Presidente de la República, serán activados los órganos operacionales de las Fuerzas Armadas, que desarrollarán, de forma episódica, en área previamente establecida y por tiempo limitado, las acciones de carácter preventivo y represivo necesarias para asegurar el resultado de las operaciones en la garantía de la ley y del orden.
§ 5º Determinado lo empleo de las Fuerzas Armadas en la garantía de la ley y del orden, cabrá a la autoridad competente, mediante acto formal, transferir el control operacional de los órganos de seguridad pública necesarios al desarrollo de las acciones para la autoridad encargada de las operaciones, a cual deberá constituir un centro de coordinación de operaciones, compuesto por representantes de los órganos públicos bajo su control operacional o con intereses afines.
§ 6º se considera control operacional, para fines de aplicación de esta Ley Complementar, poderlo conferido a la autoridad encargada de las operaciones, para atribuir y coordinar misiones o tareas específicas a ser desempeñadas por efectivos de los órganos de seguridad pública, obedecidas sus competencias constitucionales o legales.
§ 7º Lo empleo y el preparación de las Fuerzas Armadas en la garantía de la ley y del orden son considerados actividad militar para fines de aplicación del art. 9º, inciso II, alinea c, del Decreto - Ley nº 1.001, de 21 de octubre de 1969 - Código Penal Militar." (NR)
"Art. 16. ................................................................................
Párrafo único. Para los efectos de este artículo, integra las referidas acciones de carácter general la participación en campañas institucionales de utilidad pública o de interés social." (NR)
"Art. 17................................................................................
................................................................................ ............
V – cooperar con los órganos federales, cuando si haga necesario, en la represión a los delitos de repercusión nacional o internacional, en cuanto al uso del mar, aguas interiores y de áreas portuarias, en la forma de apoyo logístico, de inteligencia, de comunicaciones y de instrucción." (NR)
"Art. 18................................................................................
................................................................................
VI – cooperar con los órganos federales, cuando si haga necesario, en la represión a los delitos de repercusión nacional e internacional, en cuanto al uso del espacio aéreo y de áreas aeroportuarias, en la forma de apoyo logístico, de inteligencia, de comunicaciones y de instrucción;
VII – actuar, de manera continuada y permanente, por medio de las acciones de control del espacio aéreo brasileño, contra todos los tipos de tráfico aéreo ilícito, con énfasis nos involucrados en el tráfico de drogas, armas, municiones y pasajeros ilegales, actuando en operación combinada con organismos de fiscalización competentes, a los cuales cabrá la tarea de actuar después a aterraje de las aeronaves involucradas en tráfico aéreo ilícito.
................................................................................ “(NR)
Art. 2º La Ley Complementar en el 97, de 9 de junio de 1999, pasa a vigorar aumentada del siguiente art. 17A y 18A:
"Art. 17A. Cabe al Ejército, allende otras acciones pertinentes, como atribuciones subsidiarias particulares:
I – contribuir para la formulación y conducción de políticas nacionales que digan respeto al Poder Militar Terrestre;
II – cooperar con órganos públicos federales, estaduales y municipales y, excepcionalmente, con empresas privadas, en la ejecución de obras y servicios de ingeniería, siendo los recursos oriundos del órgano solicitante;
III – cooperar con órganos federales, cuando si haga necesario, en la represión a los delitos de repercusión nacional e internacional, en el territorio nacional, en la forma de apoyo logístico, de inteligencia, de comunicaciones y de instrucción;
IV – actuar, por medio de acciones preventivas y represivas, en la faja de frontera terrestre, contra delitos transfronterizos y ambientales, aisladamente o en coordinación con otros órganos del Poder Ejecutivo, ejecutando, dentro otras, las acciones de:
a) patrullaje;
b) reviste de personas, de vehículos terrestres, de embarcaciones y de aeronaves; y
c) Prisiones en flagrante delito."
"Art. 18A. (VETADO)"
Art. 3º Esta Ley Complementaria entra en vigor en la fecha de su publicación.
Brasilia, el 2 de septiembre de 2004; 183º de la Independencia y 116º de la República.
LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA
Márcio Thomaz Bastos
José Viegas Filho
En: http://www2.senado.gov.br/sf/legislacao/legisla/
ANEXO V
...........................................................
ORGANIGRAMA DE MINISTERIO DE DEFENSA
...........................................................
MARINA DE BRASIL
...........................................................
...........................................................
FUERZA AEREA BRASILEÑA
...........................................................
...........................................................
EJÉRCITO BRASILEÑO
...........................................................
...........................................................
*Licenciado en Ciencia Política. Docente Investigador (UBA) |
** Capitán de Navío - Estado Mayor de la Armada Brasileña |
*** Coronel Ingeniero del Ejército Argentino - Estado Mayor General del Ejército |
**** Licenciado en Relaciones Internacionales. Docente Investigador (USAL - IDISCO) |
...........................................................
1 Lafer, Celso: La identidad internacional de brasil; FCE, Buenos Aires, 1999.
4 Ver Sitz, Mirka: Realismo penitencial o margen de maniobra?; Grupo editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1993.
5 Ver Keohane, Robert y Nye, Joseph: Interdependencia y poder global; GEL, Buenos Aires, 1988.
6 A tales efectos, ver la citada obra de Lafer. Esa calificación, se refiere a las capacidades especiales que un país de grandes potencialidades de recursos tiene en el escenario global, lo cual se lee en términos de influencia material y simbólica.
7 Ver Política de Defensa de Brasil en : "Estudio Comparado de Políticas de Defensa", Centro de Estudios Estratégicos, Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ministerio de Defensa, noviembre de 2003, Bs. As., Pag. 248.
8 Ibidem 7, op. cit., Pag. 249.
9 En tal sentido, puede verse este debate en www.un.org y en la visión que de la problemática se desarrolla en los órganos comunicacionales de la política exterior, tal como la revista Política externa. Ver www.politicaexterna.org.br Asimismo, ver www.oas.org
10 Ibídem 8, op. cit. Pag. 258.
13 Ver declaraciones del ministro de Defensa de Brasil, José Viegas.
14 En tal sentido, ver comentarios del jurista José Afonso da Silva, especialista en Derecho Constitucional, sobre el papel de las Fuerzas Armadas en la sociedad brasileña. Su contribución es reseñada en el presente trabajo.
15 Ibidem 11, op. cit. Pag. 259.
17 Ibidem 16. op. cit. Pag. 250.
18 A tales efectos, ver el referido reportaje al Ministro de Defensa de Brasil, José Viegas, citado anteriormente.
19 Ibidem 17, op. Cit. Pag. 280.
20 Ibidem 19, op. Cit. Pag. 280.
21 Al respecto, ver nota referida al Sr. Ministro de defensa de Brasil. Asimismo, ver www.defesanet.com.br y www.defesa.gov.br Es importante estudiar bien la posición de Brasil en la última reunión sobre Seguridad Hemisférica desarrollada en México, en octubre de 2003. A tales efectos, ver también: www.itamarati.gov.br
23 KLARE, Michael T. (2003): Guerra por los Recursos. El futuro escenarios de conflicto global (Barcelona: Urano), pp. 34 y 35.
24 Instituto de Clima y Agua (INTA), Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa), Centro de Investigación de la Comisión Europea (2002): “Mapa de la Vegetación de América del Sur”. En www.cobveget.cnpm.embrapa.br/resulta/relat/vegetation.pdf. En 22 de junio de 2004.
25 Banco Mundial. Comunicado de prensa nº 2004/309/S: “La pobreza mundial se reduce a la mitad desde 1981, pero el progreso es irregular ya que el crecimiento económico no llega a muchos países”. Washington, 23 de abril de 2004, p. 2 y 6.
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