Revista Nº29 "INSTITUCIONES Y PROCESOS GUBERNAMENTALES"

 

RESUMEN

Esta investigación se propone efectuar un análisis objetivo y crítico del movimiento político que gobernó en la República Argentina desde el 25 de mayo de 2003 al 9 de diciembre de 2015, a través de los presidentes Néstor Carlos Kirchner y su esposa Cristina Elisabet Fernández de Kirchner (CFK). 

No habiendo transcurrido un año del fin del régimen vertebrado por el kirchnerismo, su rápida dispersión nos permite abordarle en tanto oposición y su transcurrir en el llano. Seguidamente, efectuamos un balance de las acciones y prácticas habituales en el ejercicio del poder derivado del triple mandato constitucional consecutivo a través de su herramienta electoral el Frente para la Victoria (FPV), sin soslayar el discurso de sus más inveterados exponentes, sostenedores, defensores y representantes.  

 

ABSTRACT

This research aims to reach a critical and objective analysis of political movement that governed Argentina since 2003, May 25th until 2015, December 9th during Néstor Carlos Kirchner and Cristina Elisabet Fernández de Kirchner (CFK) terms.

Firstly, we can analyse kirchnerism regime and its spread one year after it has already left political power. Secondly, we balance actions and usual practices on power as a consequence of three consecutive terms of Frente para la Victoria (FPV) as well as we take into account the speech of kirchnerism’ stronger supporters.

 

 FISIOLOGÍA Y PRAXIS DEL KIRCHNERISMO 

Javier Marotte 

(U.Kennedy - CEA/UNC - Universidad Complutense de Madrid -  

Comisión de  Bioética José Kentenich. Miembro de: CARI - SADE - SAAP) 

 

INTRODUCCION 

 

"Por sus obras seréis juzgados» (San Mateo 7:2) 

 

«Si el jefe declara que no se produjo tal o cual acontecimiento, 

pues bien, este no tuvo lugar. Si dice que dos más dos son cinco, 

pues bien dos más dos son cinco. Esta perspectiva me horroriza 

más que las bombas» (George Orwell) 

 

Esta investigación se propone efectuar un análisis objetivo y crítico del movimiento político que gobernó en la República Argentina desde el 25 de mayo de 2003 al 9 de diciembre de 2015, a través de los presidentes Néstor Carlos Kirchner y su esposa Cristina Elisabet Fernández de Kirchner (CFK). 

No habiendo transcurrido un año del fin del régimen vertebrado por el kirchnerismo, su rápida dispersión nos permite abordarle en tanto oposición y su transcurrir en el llano. Seguidamente, efectuamos un balance de las acciones y prácticas habituales en el ejercicio del poder derivado del triple mandato constitucional consecutivo a través de su herramienta electoral el Frente para la Victoria (FPV), sin soslayar el discurso de sus más inveterados exponentes, sostenedores, defensores y representantes.  

Asimismo, realizamos un estudio de los aliados, fanáticos, serviles y cómplices del kirchnerismo y de cómo interactuaron en la sociedad que pretendieron transformar. Principiamos elucidando los orígenes y procederes del peronismo en cuanto movimiento político desde 1945 y sus expresiones violentas de sus dos alas (derecha e izquierda). Hallamos en el kirchnerismo un origen caudillista, de cercanía con la dictadura militar y de vocación refeudalizadora. 

Luego abordamos al kirchnerismo quà gobierno y diferenciamos en el ejercicio del poder un estilo puro o nestoriano (el de Néstor Kirchner 2003-2007) y otro estilo crepuscular y fundamentalista (el de Cristina Fernández 2007-2015). En ambos dos casos, nos referimos a los enemigos de su proyecto y a la configuración de honda la grieta creada para dividir y reinar con mayor eficacia. 

Un inventario de la corrupción kirchnerista nos insume una buena parte del ensayo, demostrando que la venalidad, el fraude, el desfalco y la mentira sistemática para apoderarse de bienes ajenos, desmerecen los logros que el kirchnerismo puede llegar a mostrar en su duodecenio de gobierno. 

Discernimos los fines del relato, la manipulación mediática y de la opinión pública, coetáneamente con la necesidad de la disposición arbitraria y opaca de la pauta publicitaria oficial. Allí, circunscribimos un breviario de medios kirchneristas, sin pretensiones de exhaustividad. 

Mas adelante, nos abocamos a analizar el alineamiento con el chavismo y la política internacional que se halla intrínsecamente vinculada a la confesión del credo bolivariano y castrista, para por fin desembocar en la conceptualización del abstruso movimiento nacional y popular, que el kirchnerismo invocó permanentemente como mito y télesis de su acción política. 

Ello, nos permite despejar el camino para advertir grandes similitudes entre la extrema derecha europea y los neopopulismos latinoamericanos, a los que denominamos como fascismos de izquierda (Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela). Analizamos para ello tres tópicos: la batalla del vocabulario, la chavización / kirchnerización de los espíritus y el totalismo ideológico. 

En lo concerniente a la República Argentina, desentrañamos la confusión o superposición establecida entre Estado, presidencia de la Nación, y Partido Justicialista (vertiente Frente para la Victoria), estudiando qué es el pejotismo del cual abjuraron Néstor y Cristina Kirchner. 

También abordamos la sintropía del Partido Justicialista, consideramos al kirchnerismo como tiranía de la mayoría en nombre del pueblo, sostenido por medio de un relato plagado de malabares teóricos, oportunismos, autoengaños y falacias, que mantuvo una estructura económica dependiente y desarticulada y lo entendemos como una enfermedad del peronismo (de las que recurrentemente ha padecido este movimiento, desde 1945 a la actualidad: persecución a la prensa libre, a la Iglesia o a la oposición, Montoneros, Triple A, etc.).  

Sólo después de haber deslindado los tópicos sobre los que pivotea el ensayo, nos hallaremos en condiciones de formular una definición del kirchnerismo, dado que su conceptualización a priori, resulta abstrusa y no permite una argumentación apodíctica. 

Antes de concluir, estudiamos  interpretaciones contrapuestas acerca del kirchnerismo y tratamos de aprehender las diferentes alternativas de futuro para este sufijo creado a partir del acceso al poder en 2003. No efectuamos conclusiones cerradas por tratarse de hechos en curso, pero formulamos un epílogo con final abierto, con cautela epistemológica aunque no exento de polémica. 

 

LOS SUFIJOS QUE DEFINEN LIDERAZGOS 

Argentina, no la logrado aún en pleno siglo veintiuno dejar de lado la preponderancia de la tendencia caudillista de los dos siglos de su historia política independiente. En particular, desde la restauración de la democracia en 1983 se han ejercido en el gobierno nacional cuatro liderazgos definidos con los sufijos «alfonsinismo», «menemismo», «duhaldismo» y «kirchnerismo». 

Juan Manuel Asis (2011) señalada que los «ismos» vienen adosados al sillón del poder institucional y generan pseudo movimientos políticos que nacen con una debilidad: el miedo a no parecer fuertes y cuyas vidas se prolongan en el tiempo, unos mas que otros.  

Así, el apellido del inquilino del poder temporal y ocasional suele apoderarse del sufijo, que de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española forman sustantivos que significan doctrinas, sistemas, escuelas o movimientos (vbg. capitalismo, comunismo, aristotelismo, fascismo, surrealismo, etc.) 

En cambio, siguiendo a Asis, un pensamiento popular definirá a los ismos como una corriente eléctrica que golpea almas, una influencia posesiva sobre las mentes de la dirigencia y de la militancia o una enfermedad contagiosa que se revela cuando se produce el contacto del ser humano elegido por el voto popular, con el sitial que se asimila a un trono republicano, en el caso argentino el «Sillón de Rivadavia». 

Lo que tienen en común estos «ismos» es que el nacimiento de uno implica la muerte, volatilización o minoración del anterior como parte de un cruel evolucionismo político, aquel del primitivo darwinismo, donde el mas poderoso fagocita al más débil. 

Los «ismos» generalmente fomentan la hegemonía, el autoritarismo y la debilidad institucional; porque estos movimientos políticos a plazo fijo saben que desaparecerán con sus dueños o mentores, como si se tratase del sino trágico de una irremediable ley natural y transportan consigo un peligroso miedo: no querer mostrarse débiles, porque temen que la falta del atributo de la fortaleza les impida gobernar con tranquilidad. 

Esa fortaleza se construye de una manera única: con el manejo discrecional de los recursos del erario público. Es la forma excluyente de garantizar lealtades propias y de sumar fidelidades exógenas. A través del dinero para la realización de obras públicas, de transferencias destinadas al pago de haberes de empleados de la administración y de mantener privilegios institucionales, se consiguen socios incluso impensados (Asis, 2011). 

Otros «ismos» en el pasado reciente argentino fueron rápidamente superados por la realidad, no fructificaron ni se solidificaron o quedaron como efímeros movimientos locales, o meros constructos mediáticos, tales los casos de: angelocismo, cafierismo, saadismo, sapagismo, bustismo, marinismo, delarruismo, etc. 

 

¿POR QUE FISIOLOGIA Y PRAXIS DEL KIRCHNERISMO?  

Es justicia reconocer la inspiración provocada por la magistral obra de Robert O. Paxton (2005) «Anatomía del fascismo»; como asimismo el artículo de Claudio Katz (2013) intitulado «Anatomía del kirchnerismo» y las vivencias que como espectador comprometido vivió al autor del presente trabajo, durante los doce años de gobierno entre mayo de 2003 y diciembre de 2015.  

Katz, por su parte, peca de un reduccionismo ingenuo y deviene asaz benevolente para con el kirchnerismo ya que distingue tres conceptos, que a su entender, son necesarios para comprenderlo: a) reconstrucción del estado capitalista, b) régimen neopopulista y c) gobierno de centroizquierda. En conjunto, afirma, que contribuyen a gestar un proyecto superador desde la izquierda. 

Nosotros no acometemos sólo la anatomía en  cuanto estructura, forma y relaciones del kirchnerismo, sino que también indagamos en el ejercicio del poder y profundizamos en el análisis del conjunto de órganos y funciones de las instituciones de la República y su vinculación con los demás populismos de izquierda implantados en la América latina finisecular. 

Los aciertos y las políticas con resultados positivos que pueden reconocerse a la triple gestión del kirchnerismo, se encuentran severamente opacados por la permanente producción de la fábrica de pobres, la matriz de hipercorrupción, las desmedidas ambiciones de captura de la totalidad del poder, la manipulación mediática y de la opinión pública, el irrespeto a la Constitución Nacional y a las instituciones por ella creadas, inclusive a las preexistentes como son las provincias argentinas; los usos políticos y demagógicos de la opinión pública, el ruinoso alineamiento internacional con los gobiernos cultores del fascismo de izquierda en América Latina, el asalto a la democracia en nombre de una confusa militancia de un no menos confuso proyecto nacional y popular. 

Finalmente nos adentramos en la subjetiva reescritura de los hechos de la historia que con desfachatez y mendacidad se replicaron goebbelianamente para hacer creer a desmemoriados, pérfidos oportunistas o jóvenes de la actualidad que no vivieron los años de plomo, que el montonerismo guerrillero era un movimiento de idealistas que propugnaban la igualdad moral de los seres humanos, la redistribución justa de la renta, un país pletórico de libertades y progreso y un mundo mejor exento de imperialismo. 

 

BREVE SINOPSIS HISTÓRICA DEL PERONISMO Y SUS EXPRESIONES VIOLENTAS DE DERECHA E IZQUIERDA.  

El protoperonismo emerge el 4 de junio de 1943 cuando el por entonces coronel Juan Domingo Perón, un militar admirador de Benito Mussolini, participa en el golpe de Estado que derroca al presidente constitucional Ramón S. Castillo, como ya había intervenido en el del 6 de setiembre de 1930 que expulsó al líder de la Unión Cívica Radical Hipólito Yrigoyen, inaugurando la era de los cuartelazos victoriosos.  

Perón, merced a su pertenencia a la logia GOU (Grupo de Oficiales Unidos), su carisma natural y su relación con la popular actriz de radioteatros y el cine Eva Duarte comienza a escalar posiciones en el gobierno de facto de los generales Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Julián Farrell, hasta convertirse simultáneamente en vicepresidente de la Nación, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. 

Disidencias internas originadas en sus conductas públicas y privadas  e influencias externas ante el temor que generaba la ideología filofascista de Perón y su acercamiento e identificación con los sindicatos que habían sido hasta entonces reducto de anarquistas y comunistas y empoderaron a Perón; precipitaron la defenestración del coronel del pueblo y con ello el nacimiento del peronismo. Al ser exonerado de sus cargos y encarcelado en la prisión de la isla Martín García en el Río de la Plata, se generó el movimiento popular de trabajadores de clase obrera y estudiantes del 17 de octubre de 1945 que marchó a la Plaza de Mayo, removiendo los obstáculos que habían interpuesto los militares reacios al regreso y reivindicación de Perón. 

Desde ese entonces y hasta los comicios del 24 de febrero de 1946 la figura de Perón creció y logró vencer en las elecciones generales, asumiendo el 4 de junio siguiente su primer mandato presidencial. Reforma constitucional mediante, en 1949, otorgamiento de los derechos políticos a la mujer en 1947 a instancias de Eva Duarte de Perón, transferencia de recursos a los trabajadores, legislación protectiva de los derechos de obreros, niños, ancianos, una retórica anticomunista y a su vez antinorteamericana, la dura posguerra europea y las reservas conformadas por los abundantes recursos en metálico heredados de los gobiernos de Agustín P. Justo, Roberto Marcelino Ortiz y Ramón S. Castillo, posibilitaron que por primera vez en la historia argentina un presidente fuera reelegido para el período inmediatamente posterior. 

Pero, la muerte de Evita, los malos resultados de la economía local y el contexto internacional negativo, sumados a desaciertos y desatinos en la administración pública y en el Partido Peronista y sus medios de propaganda, como ser: el culto a la personalidad; la persecución, tortura, apremios ilegales, prisión o exilio de políticos opositores (Ricardo Balbín, Vicente Solano Lima, Cipriano Reyes, Alfredo L. Palacios, Ernesto Sammartino, Nicolás Repetto, Carlos Sánchez Viamonte, Antonio Santamarina, Samuel Allperin; o personajes de la cultura como Ulyses Petit de Murat, Libertad Lamarque, Pedro López Lagar, Francisco Petrone, etc.) (Figallo, 2013); la defenestración del coronel Domingo Mercante, gobernador de Buenos Aires y del presidente de la Cámara de Diputados Ricardo Guardo. 

Asimismo, la expropiación del diario La Prensa; la censura y racionalización del papel prensa; la guerra promovida por el oficialismo contra la Iglesia Católica, que incluyó la aberrante quema de iglesias en la Ciudad de Buenos Aires y el ataque a la Catedral primada;  la destrucción del diario socialista La Vanguardia, la Casa del Pueblo del Partido Socialista, el Jockey Club, la Sociedad Rural y la Casa Radical); la traición de personeros del gobierno como el caso del vicepresidente contralmirante Alberto Teissaire. 

También, por hechos que hoy calificaríamos de pedofilia como la relación del presidente Perón con la menor de 15 años Nelly Rivas o las niñas de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) «las pochonetas»; el sometimiento de la Justicia y la destitución de jueces de la Corte Suprema y del procurador general de la Nación; negociados y hechos de corrupción (compra de ferrocarriles, IAPI, caso Richter, Mercedes Benz, gasoducto Comodoro Rivadavia-Buenos Aires, etc.); la oscura muerte de Juan Duarte; el sometimiento a la «peronización» de la enseñanza primaria y secundaria, donde se estableció la obligatoriedad de lectura del libro «La razón de mi vida»; la exaltación del Partido Peronista sobre el Estado (Sebreli, 1985:67); entre otras muchas concausas, minaron la credibilidad y confianza popular, concluyendo en dos movimientos militares en junio y setiembre de 1955 que lograron derribar a quien habían comenzado a llamar tirano y que emprendió un largo exilio hasta noviembre de 1972 (en Paraguay, Panamá, Venezuela, República Dominicana y España).  

Desde el día número uno de su exilio, Perón y sus seguidores comenzaron a pergeñar el regreso al poder. Para ello se valieron, inclusive de recursos tales como la creación de movimientos subversivos como Fuerzas Armadas Peronistas y Montoneros, o paramilitares como la Alianza Anticomunista Argentina (la Triple A) fundada para neutralizar a la guerrilla izquierdista. 

El peronismo, movimiento político estilo «cajón de sastre» en el que cupieron personajes como los admiradores del comunismo leninista, castrista o guevarista John William Cooke, Fernando Abal Medina, Norma Arrostito, Ricardo Obregón Cano, Alberto Martínez Baca, Oscar Bidegain, José Ber Gelbard, Jorge Cepernic, Miguel Ragone o  Carlos Gustavo Ramus hasta derechistas como José López Rega, Alberto Ottalagano, Raúl Bercovich Rodríguez, Victorio Calabró, Alberto Vignes, Lorenzo Miguel, Ángel Federico Robledo, Antonio J. Benítez, Oscar Ivanissevich o Alberto Brito Lima, o en el que caben actualmente desde Carlos Menem a Cristina Fernández de Kirchner, es de neto corte necrofílico ya que se enarbolan los nombres de personas fallecidas hace 64 años (Eva Perón) o 42 años (Juan Perón). 

Resulta difícil de comprender, que mas allá de las reformas y aciertos que tuvo el justicialismo en cuanto gobierno, siempre se ha presentado como víctima de persecuciones y única fuerza apta para ejercer debidamente el mando. Perón cayó por sus excesos y errores e Isabel Martínez por su idoneidad, entorno nefasto y vacío de poder, contrariada por propios y extraños, salvo por sus leales del sector verticalista. 

Siendo que en realidad, el peronismo permanentemente ha confundido de manera aviesa autoridad con autoritarismo; ejecutó una concepción totalitaria del Estado; avasalló las autonomías provinciales; dominó a los sindicatos para movilización, sostenimiento económico y fuerza de choque; es un movimiento liberticida en especial de la prensa libre y del pensamiento crítico; hizo uso de los recursos del miedo y la persecución; malversó hasta el hartazgo los bienes y caudales públicos; avasalló a los poderes Legislativo y Judicial; hizo de la corrupción su peculiar estilo de gobierno para obtener recursos espurios a fin de generar riqueza a sus dirigentes y financiar campañas políticas y solventar a lúmpenes o intelectuales a su servicio. 

Tampoco resultan lógicos ni justificables los sucesivos perdones y olvidos que la sociedad ha otorgado al peronismo: por qué y con qué objetivos y beneficios, se le ha condonado la muerte de Juan Ingalinella; la tortura a Cipriano Reyes; los asesinatos de Juan Duarte, Augusto Timoteo Vandor, Juan Carlos Sánchez, José Ignacio Rucci, Víctor Samuelson, Roberto Uzal, Arturo Mor Roig, Roberto Quieto, Jordán Bruno Genta, Carlos Saccheri, Francisco Soldati, Jorge Quiroga, Cesáreo Cardozo, José Cáceres Monié, Beatriz Saiaiñ, los 547 crímenes de sangre de militares, empresarios, sindicalistas y políticos por la guerrilla peronista, el secuestro y muerte de Argentino del Valle Larrabure, Pedro Eugenio Aramburu, Jorge Ibarzábal; Oberdan Sallustro, Roberto Moisés Echegoyen; los 230 civiles muertos en hechos protagonizados por subversivos (1969-1981). 

Asimismo, la soberbia armada de Firmenich y sus militantes del odio y de la muerte, con sus tomas de pueblos, cuarteles o comisarías, copamientos de fábricas, medios de comunicación, secuestros extorsivos, cárceles del pueblo, fabricación de bombas, robo de bancos, armamentos, etc.; la ejecución de Paula Lambruschini o Humberto y María Cristina Viola. 

También la barbarie de la AAA, López Rega y la bailarina / espía María Estela «Isabelita» Martínez; la masacre de Ezeiza, los homicidios de Rodolfo Ortega Peña, padre Carlos Mugica, Silvio Frondizi, Atilio López, Julio Troxler, Agustin Tosco, Constantino Razzetti, Rubén Fortuny y 680 víctimas más de la Triple A (González Janzen, 1986); el Rodrigazo; el caso Graiver; la hipercorrupción menemista y las prácticas del duodecenio 2003-2015, que seguidamente se analizarán. 

Entre 2003 a 2015 militantes de esos peronismos 1945-1955, de la resistencia 1956-1972, del segundo gobierno 1973-1976, víctimas de la dictadura militar 1976-1983, del tercer gobierno 1989-1999; asumieron responsabilidades de poder con palmaria sed y ánimo de venganza contra los que ellos calificaron de enemigos, con una sistematizada vocación de apoderamiento del universo robable -en especial en el ámbito de la obra pública- , el silenciamiento o destrucción de sus contrarios o traidores, la promoción y facilitación del narcotráfico por acción u omisión y los delitos conexos como caja recaudatoria de encumbrados funcionarios y para financiamiento de la actividad política y el alineamiento con las fuerzas neopopulistas (fascistas de izquierda) de Latinoamérica lideradas por Fidel y Raul Castro, Hugo Chavez y Nicolás Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega Saavedra, Rafael Correa, Luis Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff. 

Entre 1976 a 1983 el peronismo «revolucionario», que fue echado airadamente de la Plaza de Mayo por el general Perón el 12 de junio de 1974 y pasó a la clandestinidad apenas 3 meses después el 6 de setiembre del mismo año, durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, combatió a la dictadura militar de Jorge Rafael Videla, fue aniquilado y diezmado mediante prácticas de genocidio premeditado, aunque logró salvar a la mayoría de sus cuadros dirigentes como Mario Eduardo Firmenich, Fernando Vaca Narvaja, Roberto Cirilo Perdía, Juan Manuel Abal Medina (padre), Rodolfo Galimberti, Raúl Magario, Carlos Kunkel y Nilda Garré, devenidos en reciclados políticos democráticos, profesores universitarios, consultores o prósperos empresarios capitalistas, que hicieron apostasía de su fe en la patria socialista que promovían y por la cual murieron varios miles de jóvenes a los que habían convencido de la legitimidad de su credo pagano. Nunca efectuaron una autocrítica seria ni pidieron perdón sincero por el daño causado a la sociedad. 

 

PROTOKIRCHNERISMO PROCESISTA Y REFEUDALIZADOR 

Entre esos militantes montoneros se hallaban Néstor Kirchner y su esposa Cristina Fernández. Si bien, no se ha acreditado que ellos blandieran armas en los setenta, ni que se opusieran a la violencia guerrillera, al acceder al poder con un esmirriado apoyo popular del 22,24 % en los comicios de abril de 2003 (4 millones 312 mil votos), se apropiaron hegemónicamente del relato de los derechos humanos, los desaparecidos, la dictadura y los antiguos sueños socializantes. 

Pese a su discurso de izquierda, inaugurado en 2003 y al cual nunca había hecho referencia desde 1991 hasta acceder a la presidencia de la Nación, los Kirchner se comportaron en lo económico como fieles ejecutores de un dirigismo económico que no abjuró del capitalismo (aunque con severa restricción de libertades) y en lo personal, promovieron con codicia su astronómico enriquecimiento derivado de los recursos estatales. 

En lo político, efectuaron un complejo esquema de refeudalización; esencialmente, por provenir de una provincia periférica y propensa a intercambiar sus votos en el Congreso Nacional por favores y prebendas. Entendemos por feudalismo «la acepción popular que relaciona a los gobiernos provinciales conservadores, caudillistas, tradicionalistas, poseedores de la costumbre de conceder exacerbados beneficios para las clases superiores (a la que pertenecen) y mantener en el atraso y el clientelismo a los sectores populares» (Rojas, 2013:13). 

También lo acometemos desde la óptica de Habermas (1991) quien plantea el surgimiento de una refeudalización de la esfera pública, debido a que las sofisticadas técnicas de los nuevos medios de comunicación son empleadas para dotar a la autoridad pública de la clase de aura y prestigio que fue una vez otorgada a las figuras reales por la publicidad escenificada de las cortes feudales. Esta “refeudalización de la esfera pública”, transforma la política en un espectáculo dirigido en el que los líderes y los partidos pretenden la aclamación plebiscitaria de una población despolitizada. Claro ejemplo de ello ha sido la permanente recurrencia de CFK al 54 % de los votos obtenidos en 2011 para justificar todos sus actos de gobierno ulteriores desde el cepo al dólar hasta el memorándum de entendimiento con Irán. 

Más allá de la progresía que enarbolaron desde 2003, los Kirchner habían sido un matrimonio que en la austral y escasamente poblada provincia de Santa Cruz, ejercieron el poder con mano férrea, apoyaron a las autoridades militares de facto con ocasión de la guerra de las  Malvinas en el Atlántico Sur (1982), ejercieron como abogados litigantes (al menos Néstor, porque no hay constancias que Cristina Fernández posea título habilitante de abogada ni matrícula profesional), rematando inmuebles de deudores perjudicados por la circular indexatoria 1050 del Banco Central de la República Argentina. Los Kirchner eran implacables y ambiciosos representantes de bancos y financieras dedicadas a cobranzas extrajudiciales. Alicia Margarita, la hermana de Néstor Kirchner, ex ministra y ex senadora nacional tuvo una destacada actuación como funcionaria del gobierno militar santacruceño desde 1976 a 1983 (como directora de Asuntos Comunitarios del Ministerio de Asuntos Sociales provincial). 

Los Kirchner hicieron su fortuna entre 1977 y 1982, poseyendo Néstor Kirchner al acceder a la presidencia en mayo de 2003, según su propia declaración jurada 13 casas, dos departamentos y un local en Río Gallegos; una casa y un terreno en El Calafate; y un departamento en Buenos Aires. Su esposa, por entonces senadora nacional, era propietaria de otras tres casas en Río Gallegos y un departamento en Recoleta (Jastreblansky, 2012). 

Aunque las mieles del poder fueron harto fructíferas ya que los Kirchner pasaron de poseer un patrimonio de 7 millones de pesos en mayo de 2003 a -al menos- 89 millones a fines de diciembre de 2011 (es decir un incremento del 1172 % o lo que es igual, multiplicaron por 11 el valor de sus bienes iniciales). 

Nótese que muchas propiedades declaradas ante la Oficina Anticorrupción sólo poseen el valor fiscal de $ 4.000 o $ 5.000, tratándose de casas que en el mercado inmobiliario nunca podrían ser tasadas en menos de $ 1,5 millones. Para ser mas explícito el obsceno incremento patrimonial y evitar que sea adjudicado a la inflación, ha de considerarse que la superficie de inmuebles, a mediados del 2003 era de 5.626 m2, mientras que a fines del año 2012 contaba con 203.148 m2: 36 veces más. 

Los honorarios que recibieron por sus cargos (como presidentes, el salario que tuvo Cristina como senadora y la pensión por ex presidente que percibió Néstor Kirchner) representan, en tanto, tan sólo el 3,62% sobre los ingresos del matrimonio. El salario de Néstor Kirchner como diputado en 2010 nunca fue informado por la Presidenta en la declaración patrimonial (Jastreblansky, 2012). 

 

KIRCHNERISMO NESTORIANO 

Kirchner, se desempeñó como presidente de la Caja de Previsión Social de Santa Cruz durante seis meses entre diciembre de 1983 y junio de 1984 (cuando renunció por desinteligencias con el gobernador Arturo Antonio Puricelli). Luego, fue elegido intendente de la ciudad de Río Gallegos en 1987 hasta 1991 y fungió como gobernador ininterrumpidamente, desde diciembre de ese año hasta el 24 de mayo de 2003 y asimiló rápidamente las prácticas feudales de los caudillos provinciales como los casos arquetípicos de los Saadi en Catamarca, Juárez en Santiago del Estero o Sapag en Neuquén. A todo lo cual se sumaba su personalidad paternalista, sarcástica, desenfadada y poco afecta al protocolo y las normas de estilo. 

La oposición, la prensa que no se sometía a los dictados del «Lupo», y los empresarios que no aceptaban entregar prebendas padecieron los rigores de un gobierno, que simultáneamente se apropió de 1.200 millones de dólares de regalías petroleras y los hizo desaparecer como por arte de magia (según Néstor Kirchner, él los había protegido y puesto a resguardo en bancos suizos) y recién fueron repatriados en 2008 por un monto de 554 millones de dólares, sin embargo nunca se aclaró el destino de los millones faltantes, de los intereses producidos y aún hoy en 2016 las cuentas públicas de Santa Cruz se mantienen deficitarias, evidenciando una grave crisis y sin posibilidad de asumir las obligaciones elementales, debiendo recurrir al auxilio permanente y vital del Tesoro nacional. 

El propio fiscal de Estado de Santa Cruz, Eduardo Sosa, intentó investigar el destino de estos fondos y sufrió una inconstitucional e ilegal destitución en 1995, que fue revocada sin ambages años después por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, aunque el gobierno santacruceño se negó sistemáticamente a aceptar el fallo y se alzó contra el decisorio de marras del Máximo Tribunal argentino. 

La opacidad con que se manejó la discrecional disposición de los fondos enviados a Suiza, intentó ser aclarada mediante una nota en el hiper-oficialista diario Página 12 y realizada por el periodista K Horacio Verbitsky, antiguo guerrillero del ERP y agente de la Fuerza Aérea Argentina durante la dictadura militar. Empero, con ello se oscureció aún más el ya de por si opaco y obtuso manejo de los fondos provinciales. 

En 1991 Néstor Kirchner comenzó a crear el andamiaje de corrupción y desfalco que caracterizó su gestión local y luego, replicó a nivel nacional, la cual fue continuada por su esposa. Los Kirchner dieron origen a un capitalismo de amigos, donde los cerebros de la organización se han mantenido inalterables desde 1991 a 2015: Carlos Zannini, Julio De Vido, José López, Ricardo Jaime, Daniel Cameron y Carlos Santiago Kirchner; con especial interés en la obra pública y el juego, con lo cual hizo archimillonarios a devenidos empresarios exitosos tales como el mediocre comerciante Cristóbal López, el modesto cajero de banco Lázaro Báez o el ex terrorista maoísta del ERP Gerardo Ferreyra (ex compañero de prisión de Carlos Zannini desde 22/07/1975 a 08/04/1978, aunque aquél permaneció detenido hasta 1982) y su socio Osvaldo Acosta de Electroingeniería S.A. 

Desde Santa Cruz se montó una cadena de favores, retornos, utilización de recursos públicos, licitaciones amañadas, peculado, evasión impositiva, sobreprecios, facturas apócrifas, venta de terrenos fiscales a precio vil, alquiler de plazas hoteleras que jamás se utilizaron, obras públicas fantasmas, cuentas en el exterior, sociedades off shore, etc. 

Como gobernador santacruceño fue muy cercano al ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo durante la gestión del presidente Carlos Saúl Menem. Del caudillo riojano llegó a decir públicamente que era el mejor presidente de la historia argentina, apoyando la privatización de la empresa petrolífera de bandera YPF y mas tarde, se desdijo de sus afirmaciones ridiculizando y atacando al mandatario que lo precediera en los períodos constitucionales que abarcaron los años 1989 a 1999. 

Néstor Carlos Kirchner como presidente poseyó el mérito de haber restaurado la autoridad presidencial, devaluada durante la frágil e improductiva gestión del presidente Fernando de la Rúa (1999-2001), los tres presidentes de diciembre de 2001 (Federico Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño) y la presidencia interina del senador por Buenos Aires Eduardo Alberto Duhalde (quien junto a su exitoso ministro de Economía Roberto Lavagna, comenzó a reestablecer el orden económico y social detonado durante el desgobierno de la Alianza UCR - Frepaso). 

También merece ser destacada la decisión de Kirchner de cancelar la deuda del Tesoro nacional que se mantenía con el FMI (9.810 millones de dólares) y junto con su ministro Lavagna (heredado de Duhalde) realizaron un exitoso canje de deuda soberana (mas allá de sus errores de formulación y la jurisdicción foránea establecida en Nueva York) permitió el despegue de la economía nacional, ayudado por un contexto económico externo favorable. 

Néstor Kirchner arribado al poder con menos de un cuarto de los votos válidamente emitidos, afirmó la autoridad presidencial y recurrió sin tapujos al uso discrecional de los fondos públicos para obtener apoyos incluso impensados de políticos de la vieja Unión Cívica Radical (UCR). 

Abjurando  del pejotismo, Néstor Kirchner creo un variopinto Frente para la Victoria de característica heterogénea que omitió toda mención al peronismo o al justicialismo, en donde cupieron y coincidieron en algún momento ex guerrilleros como Humberto Tumini, Nilda Garré, Agustín Rossi, Jorge Taiana, Marcelo Fuentes, Juan Carlos Dante Gullo o Emilio Pérsico, gobernadores radicales como Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca), Julio Cobos (Mendoza), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Ricardo Colombi (Corrientes), Miguel Saiz (Río Negro), del Movimiento Popular Neuquino (Jorge Sapag). 

También sindicalistas eternizados y enriquecidos: Hugo Moyano, Omar Viviani, José Luis Lingeri, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez, Antonio Caló, Omar Suárez, etc., otros gremialistas de izquierda como Hugo Yasky, Roberto Baradel, Roberto Pianelli, Edgardo Depetris; antiguos militantes del comunismo como Martín Sabbatella, Carlos Heller, Axel Kicillof, Diana Conti, Aníbal Ibarra; peronistas de viejo cuño como José Luis Gioja, Guillermo Moreno, Gildo Insfrán, Alberto Samid, Luis Beder Herrera, Lucía Corpacci; pragmáticos ex cafieristas, menemistas y duhaldistas como Felipe Solá, Florencio Randazzo, Daniel Scioli, Aníbal Fernández, Julián Domínguez, Jorge Capitanich, Juan Manuel Urtubey. 

Asimismo militantes frepasistas como Darío Alessandro, Juan Pablo Cafiero, Carlos «Chacho» Álvarez o Abel Claudio Fatala; intelectuales como Ernesto Laclau, Horacio González, José Pablo Feinmann, Eduardo Jozami, Federico Schuster, Tristán Bauer, Miguel Talento, Teresa Parodi o Ricardo Forster; periodistas como Víctor Hugo Morales, Horacio Verbistky, Orlando Barone; empresarios de medios como Diego Gvirtz o Sergio Szpolski; personajes violentos partidarios de la República Islámica de Irán como Luis D Elía (MILES), Fernando Esteche (Quebracho) o de la reivindicación indigenista Milagro Sala (Túpac Amaru). 

Finalmente, incluyó a representantes de las organizaciones de derechos humanos como Hebe de Bonafini (Madres de Plaza de Mayo), Estela B. de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo); nietos recuperados como Juan Cabandié, Victoria Donda Pérez u Horacio Pietragalla Corti; hijos de subversivos como Eduardo de Pedro o Josefina González; ex militantes de la UCEDE del ingeniero Alsogaray como Ricardo Echegaray, Sergio Massa o Amado Boudou; terratenientes y empresarios como José Alperovich o Eduardo Fellner, productores agropecuarios como Ricardo Bruzzese o Ider Peretti. 

Sergio Crivelli (s/f) señala la idea de sacar al Partido Justicialista del coma profundo al que fue inducido por sus propios dirigentes tuvo una difusión periodística por completo desproporcionada con su real importancia. Todo el operativo implica, una nueva oportunidad para la práctica de la obsecuencia con el poder de turno antes que el de una vuelta a la normalidad del sistema político descabalado por la crisis de 2001.  

Hoy es poco probable que los partidos recuperen su papel de mediadores entre los poderes públicos y la sociedad, ya que fueron desplazados de la calle y de los centros de poder por actores políticos que nadie votó o que votaron algunos, tales como periodistas, sindicalistas, piqueteros, etc. Hasta una jueza de primera instancia paralizó las reformas ensayadas por un jefe de gobierno porteño apoyado por más del 60% de los vecinos.  

Cuando se pretendió la normalización de la vida política y descongelamiento del PJ, luego de su primigenia kirchnerización, se lo reanimó para convertirlo en furgón de cola del gobierno de CFK, una vieja tradición de todos los oficialismos que fue bautizada con el nombre de "unicato" en tiempos del viejo orden conservador.  

Paradójicamente, los Kirchner sostuvieron en el pasado una actitud de recelo (perfectamente lógica) hacia la estructura política a la que pertenecen. Desde un distrito pequeñísimo como Santa Cruz no tenían ningún peso sobre las decisiones nacionales y tomaban distancia de ellas criticando el "pejotismo", una expresión muy característica de la ex presidente que era una puerta abierta a la rebeldía frente a las políticas dictadas desde la provincia de Buenos Aires o la Casa Rosada.  

Fruto de esa vieja aversión fueron algunos ensayos del matrimonio, rápidamente olvidados. El primero fue la "transversalidad", que sirvió para reciclar cuadros de la denominada "izquierda peronista" o devolver a la función pública a dirigentes del Frepaso que habían participado de la aventura de la Alianza, como Carlos "Chacho" Álvarez o Nilda Garré. El segundo fue la "concertación", es decir el partido del poder, integrado por gobernadores e intendentes radicales dispuestos a garantizar que Cristina Fernández no tuviera que pasar por las horcas caudinas del ballotage.  

Todo eso ya es historia y parece llegada la hora de la "pejotización", una suerte de "etapa superior" del kirchnerismo. La idea sin embargo, no es mala. En primer lugar, porque servirá para curar las heridas dejadas por el sistema de listas "colectoras", una invención a favor de la candidatura de CFK, que ocasionó graves conflictos en el peronismo bonaerense. En segundo lugar, el encuadramiento del peronismo servirá para conjurar una crisis futura en una modesta medida. No obstante, es mejor tener a todos los dirigentes dentro de la estructura y desalentar nuevos proyectos de poder, que entre los peronistas nunca faltan. 

Siguiendo a Mora y Araujo (2011:154-158) en relación a la naturaleza política del kirchnerismo, sostenemos que este movimiento político se construyó recién una vez alcanzado sorpresivamente el poder. Estuvo conformado por tres vertientes: 

a) Kirchnerismo llamado progresista, que profiere un discurso político con pretensiones ideológicas, que abreva en el pensamiento nacionalista de izquierda y es refractario del pensamiento democrático. Posee una enorme empatía con similares fuerzas latinoamericanas y sostiene una retórica distribucionista y asistencialista, con recurrente utilización del discurso de los derechos humanos. Esta vertiente K es la que impulsó la Asignación Universal por Hijo, la Asignación Universal por Embarazo, Programa Progresar, Procrear, el matrimonio igualitario o la pretendida despenalización de la droga. Es el kirchnerismo heredero de «la patria socialista» de los años 70. 

b) Kirchnerismo peronizado: la esencia peronista del kirchnerismo estaba, ciertamente en su origen, pero no necesariamente en la identidad primigenia de su proyecto. Néstor Kirchner nunca estuvo tentado de competir con otros peronistas por el liderazgo partidario. Por el contrario, cuando se sintió con fortaleza intentó desperonizar a su gobierno y dio paso a la transversalidad, que desmontando la simbología del bombo, la marcha y la foto de Perón y Evita, se reveló precaria e insuficiente. Kirchner no aceptó compartir decisiones bajo la lógica de las coaliciones, y es por eso que en el comienzo de la crisis del campo, coetánea con el inicio del primer mandato de su esposa, se diluyó el ideal transversal. Es el sector vinculado a la ortodoxa «patria peronista» de los años 70, al que especialmente aborreció CFK. 

c) Kirchnerismo práctico (que durante el ensayo hemos llamado pragmático, acomodaticio u oportunista) no es un proyecto político, sino una praxis. Imbuido de un cinismo en extremo, se basa en un hacer de obras. Está alejado de los principios éticos, es superficial en lo ideológico, intenta justificar lo injustificable con el argumento de que, en el balance lo logros -y por tanto, las virtudes- importan mas que los defectos o que los vicios. Es el kirchnerismo del gobierno efectivo, que se refleja en el apotegma «roban, pero hacen». 

La habilidad política de Néstor y Cristina Kirchner consistió en sumar y amalgamar a los tres sectores y mantenerlos articulados. Cada cual por su carril individual jamás hubiera coincidido con nadie de las otras dos vías. Sin el factor aglutinante de los Kirchner nunca se hubieran podido poner de acuerdo ni coincidir Urtubey, Alperovich, Fellner o Jenefes con Vebistsky, Alicia Castro, Yasky, Heller o Kicillof y Scioli, Gioja, Pichetto o Pampuro. 

Kirchner murió sorpresivamente el 27 de octubre de 2010 y dejó a su viuda e hijos Máximo y Florencia una cuantiosa herencia de mas de 60 millones de pesos, en bienes raíces (considerados a valor fiscal no de venta en el mercado, 19 plazos fijos por 33,8 millones de pesos, empresas de hotelería (Hotesur SA, Alto Calafate SA, CoMa SA), acciones de sociedades comerciales y dinero en efectivo que atesoraba en abundancia en bóvedas y cajas de seguridad, incluso subterráneas. 

 

KIRCHNERISMO CRISTINISTA 

El presidente Kirchner mantuvo el suspenso sobre su posible reelección, señalando que el candidato del FPV sería «pingüino» o «pingüina»; finalmente, no optó por un segundo mandato y se decantó por la persona de su esposa Cristina Fernández, quien en compañía del gobernador radical K de Mendoza, Julio Cobos, prometieron mayor calidad institucional en un futuro gobierno. La victoria les fue dada en primera vuelta con el 45.29 % de los votos válidamente emitidos, imponiéndose por sobre los candidatos Elisa Carrió, Roberto Lavagna y Adolfo Rodríguez Saá. 

En un principio, la administración de CFK implicó una palmaria continuidad de la gestión precedente, incluidos los propios ministros que habían acompañado a su esposo. Sin embargo a poco de comenzar su mandato el país se vio convulsionado por la crisis desatada con los productores rurales argentinos, como consecuencia de la decisión de imponer retenciones móviles de carácter confiscatorio a las exportaciones de cereales y granos, en especial a la soja (Resolución 125/2008). 

Tal idea fue elaborada por el ministro de Economía Martín Lousteau y trajo como consecuencia una masiva movilización del sector agrícolo-ganadero, incluyéndose piquetes, cortes de ruta, asambleas, marchas y retención de comercialización de productos del campo. La presidente Fernández desafió a los ruralistas llamando «yuyo» a la soja y calificando de «piquetes de la abundancia» a las expresiones públicas de los productores agropecuarios. 

Llevada la Resolución 125 a consideración del Congreso, obtuvo aprobación en la Cámara de Diputados y registró un empate en 36 votos en el Senado de la Nación. Le correspondió al vicepresidente Cobos en tanto presidente nato de la Cámara Alta, decidir la suerte del proyecto de ley. Luego de un extenso debate formuló su opción expresando «mi voto es no positivo», con lo cual no sólo se fulminó la iniciativa del Poder Ejecutivo, sino que se dañó irremediablemente la relación entre los máximos mandatarios del país, hizo implosionar al Frente para la Victoria original, cayó el ministro de Economía y la vinculación con la Mesa de Enlace del sector agropecuario no pudo mejorarse durante el resto del mandato de CFK. 

Kirchner fue elegido secretario general de la UNASUR en mayo de 2010 y tanto él, como su esposa presidente estrecharon vínculos con los gobiernos populistas de izquierda de América Latina, identificándose con las posturas del chavismo y el castrismo. Pero, como dijimos Néstor Carlos Kirchner murió sorpresivamente el 27 de octubre de 2010 y la presidente radicalizó su gestión, ambicionando públicamente dominar la totalidad del poder, quizás intentado reeditar un unicato o asumiendo la suma del poder público. 

El fallecimiento de Néstor Kirchner, su condición de viuda portadora de estricto luto y recurrentes enfermedades, algunas puestas aún hoy en dudas, prodigaron a CFK una victoria en primera vuelta con el 54,11 % de los votos en los comicios de octubre de 2011.  

En dicha ocasión aventajó largamente a los candidatos opositores Hermes Binner, Ricardo Alfonsín y Alberto Rodríguez Saá. En esta oportunidad fue acompañada en el binomio presidencial por el ministro de Economía y ex militante liberal de la UCEDE, Amado Boudou.  

La dama del micrófono, también llamada «La Reina Cristina», hizo uso de su histrionismo y retórica, disponiendo permanentemente de la cadena nacional, recostándose en el apoyo dado por organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales, que se transformaron en fuerzas de choque y de sostenimiento de su gobierno, al cual proveían de presencia de militantes en los múltiples actos que se llevaron a cabo. Así, resultó avalada por los ultras Hebe de Bonafini, Estela de Carlotto, Luis D Elía, Fernando Esteche, Martín Sabbatella, Milagro Sala, Emilio Pérsico o Edgardo Depetris. 

La Cámpora, organización juvenil creada por Máximo, el hijo de los presidentes Kirchner, comenzó a ocupar espacios de poder en todos los ámbitos del Estado, merced al financiamiento que le fuera dado por el gobierno, el empleo de sus militantes en cargos públicos respecto de los cuales generalmente carecían de la idoneidad necesaria para su desempeño. Esta organización paraestatal asumió el rol de policía política y guardiana de los principios «nacionales y populares» que el kirchnerismo decía encarnar. 

La Cámpora recuerda al presidente de la Nación del Frente Justicialista de Liberación  (FREJULI) que puso fin al gobierno de la Revolución Argentina (Onganía - Levingston - Lanusse) el 25 de mayo de 1973, dado que Perón se hallaba proscripto por la dictadura. Ejerció el mando durante 49 convulsionados días hasta el 13 de julio de 1973, fecha en la cuual renunció junto al vicepresidente Vicente Solano Lima, líder del Partido Conservador Popular. 

En los años 50 Héctor J. Cámpora de origen conservador, había desempeñado el cargo de presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y era famoso por su servilismo y obsecuencia sin par hacia Perón y Evita1. Más tarde, durante el período de exilio obtuvo la bendición del general para actuar desde comienzos de los años 70 como su delegado en territorio argentino2. 

Cuando debió elegirse la fórmula del FREJULI, Cámpora fue aupado por Perón por sobre Antonio Cafiero, Julio Romero, Raúl Matera, Juan Manuel Abal Medina (padre) o Julián Licastro en reconocimiento a su lealtad inalterable durante dos décadas. Sin embargo, el odontólogo de San Andrés de Giles ejerció un débil mandato constitucional, ya que el leitmotiv de la campaña fue «Cámpora al gobierno, Perón al poder». Luego de la masacre de Ezeiza del 20 de junio de 1973 su presidencia quedó al garete y se precipitó el final, cuando mediante una maniobra de López Rega se subió a un avión -en una imprevista misión oficial- al presidente provisional del Senado Alejandro Díaz Bialet y se juramentó como presidente a Raúl Lastiri, titular de la Cámara de Diputados y yerno del «Brujo». 

Perón quien desde la elección de Cámpora el 11 de marzo de 1973 evidenció un destrato, hasta rechazarle la banda y el bastón de mando que el nuevo presidente quiso entregar a su líder en reconocimiento y homenaje. Perón desconfiaba de la Tendencia Revolucionaria y había apartado a Galimberti de su rol de representante de la Juventud Peronista en el Consejo Superior del Movimiento Nacional Justicialista. Cuando comprendió que los Montoneros no lo respetaban ni le respondían sugirió crear un «somatén» para disciplinarlos a sangre y fuego. 

            Durante el interinato de Lastiri se fundó la Triple A y la violencia inició una espiral incontrolable. En dicho gobierno provisional fueron removidos los ministros del Interior Esteban Righi y de Relaciones Exteriores Juan Carlos Puig, afines a Montoneros. 

A juzgar por el fallido intento de asesinar a Perón en el aeropuerto de Ezeiza, la renuncia de los 8 diputados montoneros, entre los que se hallaba Kunkel (jefe de Néstor Kirchner en su militancia universitaria), la expulsión de la organización de Plaza de Mayo el 12 de Junio de 1974, el pase a la clandestinidad durante el gobierno constitucional de Isabel Perón en setiembre del mismo año, muerto el general Perón el 1 de julio, el desdén y desprecio que, tanto Néstor como Cristina, tenían hacia el fallecido líder de masas y determinadas actitudes como la de CFK que siendo senadora, se negó airada y descalificadoramente ante su colega Antonio Cafiero a efectuar un donativo para la erección de un monumento destinado a perpetuar la memoria del ex tres veces presidente de los argentinos; es dable conjeturar que el bautismo de la organización juvenil del kirchnerismo con el apellido de Cámpora -el presidente de las siete semanas-, intenta secretamente homenajear a quien tuvo la misión de matar a Perón (o permitir su supresión física), pero que la rápida reacción del vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo, permitió eludir el magnicidio derivando el avión a la Base Aérea de Morón.  

La pretensión  totalista de CFK dio lugar al cristinismo, una especie de kirchnerismo fanatizado, que originó cambios en la realidad del país y la sedicente calidad institucional jamás se plasmó; por el contrario el Congreso con mayoría K fungió como escribanía del Poder Ejecutivo, donde el disenso no fue respetado y los debates se convirtieron en meras puestas en escena o trámites parlamentarios ineludibles pero vacíos de contenido; el Poder Judicial fue objeto de gravísimas presiones en causas sensibles al gobierno o sus socios empresarios y los gobernadores ahondaron su condición de rehenes de la chequera presidencial. En cuanto a las elecciones, las mismas fueron consideradas un «escollo» para la voraz vocación de acumulación de por de CFK, quien se declaró firme partidaria del decisionismo y de una democracia plebiscitaria; ya que en el 54 % de 2011 se halló la piedra de justificación de la acción de gobierno a 2015, con halo de infalibilidad y un marco de intereses cerrados y tensiones violentas, con explícita prohibición de abrir canales de encuentro, distinguir matices o aceptar una diversidad reconciliada. 

Merecen destacarse como acciones de gobierno durante 2007-2015: la creación de los ministerios de Cultura y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; construcción y lanzamiento de los satélites ARSAT 1 y 2; plan Conectar Igualdad que entregó 5 millones de computadoras; creación de la mega muestra Tecnópolis y el Polo Científico de Palermo; la sanción del nuevo Código Civil y Comercial que unificó la legislación y puso fin a 144 años del Código de Vélez Sarsfield y 152 del Código de Eduardo Acevedo; política de derechos individuales personalísimos como la ley de identidad de género, la elaboración de la Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos; la tipificación de la trata de personas como delito federal; la creación de la Asignación Universal por Hijo; el incremento en el número de jubilados en 1,5 millones y de 1,3 millones de beneficiarios de pensiones no contributivas; creación de nuevas universidades nacionales; renovación de los corredores ferroviarios y el material rodante; inauguración de la central nuclear Atucha II y la reanudación del sistema de negociación paritaria en materia laboral.  

Durante la administración de CFK se perfeccionó el esquema de capitalismo de amigos, se profundizó el negocio de los derechos humanos, el relato y la militancia intentaron sustituir a la historia argentina y a las propias instituciones de la República; para todo lo cual el gobierno (que se confundió con el Estado y el partido Frente para la Victoria) contó con el acompañamiento del grupo Justicia Legítima -con estructura y lealtades propias de una logia masónica- el periodismo militante (hasta la exageración de contar con relatores de fútbol militantes), intelectuales inverosímilmente justificadores de los dichos y hechos presidenciales -por mas arbitrarios o absurdos que éstos fuesen-. 

Para abordar la consecución de sus objetivos CFK dio  utilidad y trascendencia al discurso izquierdista de reminiscencias montoneras y setentista, con fuerte pulsión populista y anti-imperialista, llenando los significantes vacíos (Laclau, 2005) de orden, autoridad presidencial, inclusión social, operatividad de los derechos humanos con conceptos hegemónicos, patrimonio de la izquierda. 

También suscribieron el discurso de CFK los militantes partidarios de «darle leña al enemigo», tales los casos de Carlos Kunkel, Aníbal Fernández, Diana Conti, Guillermo Moreno o Luis D´ Elía, quienes asumieron el papel de voceros del gobierno, sin sujeción a reglas de urbanidad, respeto ni educación. Ellos profesaron como comentaristas de su propio gobierno o ejercieron de inefables desmentidores de los escándalos mediáticos y judiciales que se produjeron.  

Perón, en sus dos primeras presidencias incitaba a la violencia y la consentía. Recordemos algunas de sus frases:  

“El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan” (2-8-46); “Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y veremos quién cuelga a quién” (13-8-46); “A mí me van a matar peleando” (13-8-46); “Con un fusil o con un cuchillo, a matar al que se encuentre» (24-6-47); “Esa paz tengo que imponerla yo por la fuerza” (23-8-47); “Levantaremos horcas en todo el país para colgar a los opositores” (8-9-47); “Vamos a salir a la calle de una sola vez para que no vuelvan nunca más ni los hijos de ellos” (8-6-51); “Distribuiremos alambre de enfardar para colgar a nuestros enemigos” (31-8-51);  

“Para el caso de un atentado al presidente de la Nación… hay que contestar con miles de atentados” (Plan Político Año 1952); “Objetivo: Lista de dirigentes opositores; lista de instituciones reconocidas como desafectas al gobierno; lista de opositores o de casas comerciales dirigidas o ligadas a los opositores; lista de representaciones cuyos gobiernos realizan campañas opositoras al nuestro. Personal: Serán empleados grupos previamente instruidos y seleccionados de las organizaciones dependientes de la CGT y del Partido Peronista Masculino. Misión: Atentados personales; voladuras; incendios”, Ibíd); 

“Se lo deja cesante y se lo exonera… por la simple causa de ser un hombre que no comparte las ideas del gobierno; eso es suficiente” (3ª. Conferencia de Gobernadores, pág. 177); “Vamos a tener que volver a la época de andar con alambre de fardo en el bolsillo”;(16-4-53), horas antes del incendio de la Casa del Pueblo del Partido Socialista, la Casa Radical, la sede del Partido Demócrata Nacional y el Jockey Club); “Leña… leña… Eso de la leña que ustedes aconsejan, ¿por qué no empiezan ustedes a darla?” (El mismo día); “Hay que buscar a esos agentes y donde se encuentren colgarlos de un árbol” (El mismo día); “Compañeros: cuando haya que quemar, voy a salir yo a la cabeza de ustedes a quemar. Pero entonces, si eso fuera necesario, la historia recordaría la más grande hoguera que haya encendido la humanidad hasta nuestros días".  

"Los que creen que nos cansaremos se equivocan. Nosotros tenemos cuerda para 100 años” (7-5-53); “A unos se los conduce con la persuasión y el ejemplo; a otros con la policía” (15-5-53);“Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden contra las autoridades… puede ser muerto por cualquier argentino. Esta conducta que ha de seguir todo peronista no solamente va dirigida contra los que ejecutan, sino también contra los que conspiren o inciten”(31-8-55);“Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos”(31-8-55); “Que sepan que esta lucha que iniciamos no ha de terminar hasta que no los hayamos aniquilado y aplastado”(31-8-55);“Nuestra nación necesita paz y tranquilidad…y eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no a palos”(31-8-55); “Veremos si con esta demostración nuestros adversarios y nuestros enemigos comprenden. Si no lo hacen, ¡pobres de ellos!(31-8-55); “Yo pido al pueblo que sea él también un custodio del orden. Si cree que lo puede hacer, que tome las medidas más violentas contra los alteradores del orden”(31-8-55);  

“¡Al enemigo, ni justicia! (Memorando reservado “para el doctor Subiza”. De su puño y letra, con triple subrayado). (Esta misma frase la vuelve a repetir desde el exterior en junio de 1972, y se difundió por televisión a todo el país los días 21 y 22-6-72); “¡Ah… si yo hubiese previsto lo que iba a pasar… entonces sí: hubiera fusilado a medio millón, o a un millón, si era necesario. Tal vez ahora eso se produzca” (9-5-70); “Si yo tuviera 50 años menos, no sería incomprensible que anduviera ahora, colocando bombas o tomando la justicia por mi propia mano”. 

Tales portavoces kirchneristas, inspirados en el Perón violento, antes que se transformase en «león herbívoro», recurrieron una y otra vez a defender lo indefendible, pretendiendo darle cariz de verdad a mentiras burdas y groseras o expresando con brutalidad lo que la presidente callaba por pudor o incorrección política. Así, tales actitudes no permiten fundar la validez de los enunciados ni de los juicios morales tal como propone Jürgen Habermas (2004) en «La ética del discurso y la cuestión de la verdad». También con la sistematizada afición a la falsación, a considerar enemigo al adversario y el ataque a toda disidencia y a la represión del libre juego del pensamiento crítico, violaron el principio libertario de la ética de no agresión teorizada por Hans-Hermann Hoppe, ya que lo hicieron con la deliberada intención de maximizar su propio poder y riqueza (Hoppe, 2001). 

A la alternativa Kirchner se sumaron peronistas de antigua militancia menemista o de jurada fidelidad duhaldista, por ejemplo: Daniel Osvaldo Scioli (gobernador de Buenos Aires y vicepresidente de Néstor Kirchner), Jorge Milton Capitanich (gobernador de Chaco y Jefe de Gabinete de Ministros de CFK, Miguel Ángel Pichetto (presidente del bloque de senadores del FpV), Gildo Insfrán (gobernador de Formosa), Eduardo Fellner (gobernador de Jujuy) o José Luis Gioja (gobernador de San Juan). Podemos calificarlos de pragmáticos, aunque varios de ellos pueden ser incluidos dentro de la categoría de acomodaticios u oportunistas que navegaron con comodidad en todas las aguas del peronismo. 

De igual modo, empresarios y sindicalistas que se habían manifestado partidarios de Menem y Duhalde, inclusive sostenedores de Domingo Felipe Cavallo, adoptaron con singular versatilidad el discurso kirchnerista (entre ellos Franco Macri, padre del actual presidente). Va de suyo, que tales fanatismos de última hora no obedecían a otras razones mas que a las de índole crematística y a un mero afán recaudatorio. 

Mención aparte merece el vicepresidente de la segunda presidencia de CFK, el licenciado Amado Boudou, quien había desempeñado el cargo de ministro de Economía en la primera gestión de la dama oriunda de Tolosa, partido de La Plata y fue el impulsor de la incautación de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y con ello, del importante caudal de acciones de sociedades comerciales que habían sido adquiridas como inversión de resguardo por los anteriores legítimos dueños de las AFJP. 

Amado Boudou encarna el arquetipo del «chanta» argentino, que supo poseer una figura de galán de telenovelas, rockero, simpático y amante de las motos. Se trata de un economista de formación neoliberal que militó en la juventud de la UCEDE, partido fundado por el ingeniero Álvaro Alsogaray.  

Con descaro y patente oportunismo adhirió a los postulados del justicialismo y en todas las responsabilidades que le correspondió desempeñar la corrupción y el peculado tiñeron de ilegalidad la mayoría de sus actos. Desde su antiguo puesto de secretario de Economía del Municipio Urbano de la Costa en la Provincia de Buenos Aires, en la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Ministerio de Economía y finalmente la vicepresidencia de la Nación, Boudou se destacó por la apropiación indebida de fondos públicos en provecho propio y beneficio personal y de sus amigos o socios.  

Ejerció su cargo con 119 denuncias penales en su contra, 49 causas judiciales y dos procesamientos firmes. Pese a ello, fue respaldado por la presidente Fernández hasta el final de su mandato en diciembre de 2015 y el justicialismo no permitió que prosperasen una veintena de pedidos de apertura de juicio político por mal desempeño.  

Su conducta privada también ha resultado reprochable, de hecho para perjudicar a su esposa en un proceso de divorcio falsificó la documentación acreditante de la propiedad de un automotor de escaso valor de mercado y modelo anticuado. También ha sido investigado e imputado por denunciar como domicilio un inhabitable médano, a escasos metros del mar en la costa argentina3 

 

LOS ENEMIGOS A SER DESTRUIDOS Y EL ORIGEN DE LA GRIETA 

Para Gianfranco Pasquino (1997) la calidad de la democracia depende no sólo de las virtudes de su gobierno, sino de modo especial de la calidad de la oposición. Siguiendo a Massari (1997) la oposición puede expresare como función y como organización. En el primer caso, puede ser desarrollada no sólo por los partidos políticos, sino también como instituciones como los tribunales, el bicameralismo, la federación y «....en general todos aquellos mecanismos ínsitos en la separación de poderes y en la articulación de garantías».  

La oposición como organización refiere a la acción de los bloques legislativos y a las fuerzas políticas que le dan origen. Durante el duodecenio kirchnerista el respeto hacia la oposición fue en retroceso desde 2003 hacia el final del régimen. Particularmente, CFK se encargó de denostar, vilipendiar, menospreciar y criticar a quienes conformaban la oposición a su gobierno. La lógica que imperaba era de corte maniqueo y rudimentaria: se consentía toda la actividad gubernativa in totum o se era considerado un golpista, «destituyente» y enemigo del «proyecto nacional y popular», cipayo cuasi-traidor a la patria.  

La inveterada falta de tolerancia y aceptación del disenso, caracterizó a los inflamados discursos de CFK como presidente, quien desde el atril de sus discursos anatemizaba contra todo aquel que la contradijera, denunciara por corrupción, imputase en causas penales o simplemente se atreviera a pensar distinto. 

La oposición tampoco estuvo a la altura de las circunstancias y merced a su guerra de egos sus principales exponentes se mantuvieron divididos, permitiendo que CFK obrase a su antojo y sin lograr ponerle coto a sus excesos; ni reprobar conductas como las de Julio De Vido, Amado Boudou, Nilda Garré o Aníbal Fernández. 

Esperanza Aguirre (2005) ha formulado un lúcido análisis de la falsa e injusta superioridad moral de la izquierda, o lo que es igual, el famoso mito del progresismo, una especie de religión que lo abarca todo. CFK y sus homólogos populistas Nicolás Maduro, Raúl Castro, Evo Morales o Rafael Correa, plantean en sus diatribas contra quienes osen enarbolar propuestas los mas groseros epítetos descalificatorios, sean miembros de partidos opositores, del Congreso, del Poder Judicial o del Ministerio Público, Jefes de Estado o diplomáticos extranjeros no afines, empresarios, comerciantes, jubilados, periodistas o pensadores. 

La izquierda ha dominado el debate de las ideas en las últimas décadas y cree haber ganado la batalla de la imagen. Con ello trata de hacer pasar como saludable lo que son auténticos destellos de extremismo ideológico.  

Los fascismos de izquierda latinoamericanos muestran un fondo de comprensión frente al terrorismo y en las causas que los provocan. Por ello, han apoyado a las FARC o a ETA y entienden como mal inevitable a Al-Qaeda y DAESH, a quienes no consideran como una colección de fanáticos, y no como unos exaltados defensores de su cultura impulsados por las injusticias sociales4. Entienden a la guerra de guerrillas como ejercicio romántico de la lucha y le asignan una carga positiva de quien pelea en pos de una utopía contra el poder. 

Recurren para justificar sus ideas a pensamientos tales como «mandar obedeciendo» del ejército zapatista mexicano, aunque no pueden disimular que las cavernas mas preocupantes de las últimas décadas con posiciones antiliberales, contrarias a la democracia representativa e intolerantes, partidarias de la violencia están en la izquierda, más concretamente en el llamado progresismo que se resiste a asumir el fin de la URSS, la caída del muro de Berlín y la muerte del comunismo (Uriarte, 2012). 

En verdad, el gran temor de los populismos de izquierda es que con la libre expresión de ideas y la plena vigencia de las instituciones republicanas se les desnude sin piedad y se corra el velo con el que cubren con desinformación5 sus recurrentes maniobras de apropiación de dineros públicos, corrupción, peculado, fraude, chantaje, enriquecimiento ilícito y extorsiones. 

No trepidan en desafiar, estos autoproclamados defensores del pueblo y la inclusión social de las clases mas vulnerables, a cualquier ciudadano, juez o empresario que no comulgue con sus ideologías a que formen un partido político y luego ganen elecciones. Colocan en el respaldo popular de origen la justificación de todas sus acciones, sean éstas moralmente válidas o discutibles. 

Utilizan un recurso de menoscabo de la política, señalando que todo lo que ellos hacen es propio de la alta política, pero los proyectos de la oposición, los reclamos sindicales o de los sectores productivos, los fallos judiciales adversos, son producto de la politización, entendiendo sólo para estos casos a la política como una actividad deleznable. 

Argentina desde 2007 a 2015 reeditó la antigua antinomia «peronismo - antiperonismo» que tantos males causó a la República, pero en esta oportunidad impulsada desde el propio gobierno y su andamiaje político-social de respaldo, como decisión estratégica de dividir para reinar y fogonear los odios, para crear enfrentamientos artificiales. En su condición de antiguos guerrilleros de indisimulable pasado marxista, intentaron subvertir el orden público y la paz a la que se había arribado luego de luchas intestinas y tristes episodios que ya habían sido colocados en el sitio de la historia. 

Con perplejidad se asistió a la desaparición de personas como el caso del testigo de juicios a militares del Proceso, como Julio López, y acaecieron otros supuestos secuestros por fabulados grupos de tareas de la antigua dictadura militar, que tras las leyes de obediencia debida, punto final dictadas durante el gobierno del presidente Alfonsín y el indulto a militares y guerrilleros concedido por el presidente Menem en la Navidad de 1989, no tenían injerencia ni visibilidad alguna desde esos años. En particular se hace referencia a los extraños «secuestros» (o autosecuestros) de Luis Gerez y Juan Evaristo Puthod.  

El kirchnerismo volvió a dividir a las familias y a la ciudadanía con posiciones maniqueas, que se creían superadas. Dio nacimiento a una «grieta» que separa radicalmente ideologías, las de ellos que es merecedora de veracidad y superioridad moral por progresista e incluyente y la de «los otros» que sólo persiguen deponer al gobierno mediante golpe de Estado o destitución y es errónea en todas sus premisas, además de merecedora del mas cruel de los destratos. 

En verdad, desde la última asonada militar del ex coronel Mohamed Alí Seineldin el 3 de diciembre de 1990, durante la primer gestión de Carlos Menem, en la República Argentina no existe quien apueste por un golpe militar o cívico-militar, si bien ha existido con mayor o menor énfasis un claro malestar en la democracia, en modo alguno nadie puede sostener con lógica ni razón valedera que exista un «malestar con o contra la democracia».  

Otro de los sectores recipiendarios de las execraciones de CFK fue el de la ruralidad. Desde la efervescencia desatada con motivo de la Resolución 125/2008 de aplicación de retenciones móviles a las exportaciones de cereales y oleaginosas, el campo fue objeto de anatema y reprobación.  

El kirchnerismo necesitaba crear un enemigo como Spruille Braden en el 45 y la dependencia en el 73 y halló dos: en el campo y en el grupo multimedia Clarín. Jamás en democracia desde 1983 se había hecho tanto daño a la libertad de prensa. La censura, el apriete y las amenazas habían sido hasta entonces patrimonio del peronismo de los años 40 y 50 y de los entorchados que usurparon recurrentemente el poder desde 1930 a 1983.  

Utilizando recursos propios de la tiranía cubana de los hermanos Castro se persiguió a la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble acusándosela de haber adoptado hijos de supuestos desaparecidos. Se la llegó a detener y finalmente terminó sobreseída, aunque la trascendencia dada desde el gobierno y su cohorte de medios adictos hizo foco en la imputación y luego cuando la Justicia falló que Herrera no era penalmente responsable de delito alguno, la  información se brindó diluida, desfigurada o trastocada. 

El directivo del grupo Clarín, Héctor Magnetto fue colocado en la picota cual si fuera «el enemigo público número uno». Fue convertido en el Braden del siglo XXI. Cierto es que Clarín y sus empresas que conforman el multimedio, fueron funcionales al kirchnerismo y a otros gobiernos precedentes, inclusive dictaduras militares, hasta que por razones aún no del todo develadas, se transformó en la concentración de poder a destruir. Daniel Haddad, anterior dueño de Radio 10, C5N y diario Buenos Aires Económico BAE mereció igual trato, pero prefirió no resistir y vendió sus medios y se radicó en el exterior. 

Para ello fueron útiles los periodistas a sueldo del régimen y los medios de la prensa canalla que repicaban incesantemente contra Clarín, Magnetto y Herrera de Noble. La ciudadanía financió un casposo programa televisivo en el canal del Estado «la Televisión Pública» (otrora Canal 7 o ATC) llamado "6-7-8" donde a diario, de lunes a domingo se emitían vergonzantes capítulos de una novela mal contada que gastaba una anacrónica estética propia de los añorados (por ellos) años 70; que pretendía colocar en la vereda de los buenos al gobierno y sus valedores o genuflexos y en la de los militantes de la derecha plagada de «sucios, feos y malos» a todos los demás, desde el cardenal Jorge Bergoglio hasta Hugo Moyano, pasando por Marcelo Longobardi, Barack Obama, Ricardo Lorenzetti, Elisa Carrió, Tabaré Vázquez, Nelson Castro, Mariano Rajoy o Alfredo Coto. 

No menor fue el odio que se destilaba desde ese programa militante no periodístico contra aquellos que habiendo sido parte del proyecto en cierto momento, habían cruzado la línea y devinieron en críticos u opositores. Así fueron demonizados los ex jefes de gabinete Alberto Fernández o Sergio Massa, el gran pensador del peronismo Julio Bárbaro o el mismísimo vicepresidente Julio Cobos, condenado por su voto «no positivo». 

En esas circunstancias, los enamorados de la grieta volvieron a invocar el dictum de Perón: «Al enemigo, ni Justicia». Así, los argentinos azorados temieron muchas veces que quienes monopolizaban los «fierros mediáticos» como ellos llamaron a los medios de comunicación en comparación analógica con las armas que blandieron en tanto grupos subversivos, volvieran a encender la llama de la violencia y que la sangre otra vez corriese entre los propios habitantes de la Nación. 

«Decir que al enemigo no le corresponde ni siquiera la justicia es la definición misma de la barbarie política. En una sociedad políticamente civilizada, en cambio, el que está enfrente deja de ser un «enemigo» contra el cual todo vale para convertirse en un «adversario» con el cual se compite bajo el imperio de reglas de juego cuya aplicación queda a cargo de un juez independiente. La frontera que separa a una sociedad política civilizada de una sociedad bárbara es, precisamente, la supremacía de un orden justo por encima de los contendientes» (Grondona, 2006). 

Crearon miedo y lo validaron con acciones psicológicas, persecutorias, desafiantes e inclusive explícitas. Resucitaron fantasmas del pasado. Dieron pie a que las personas callaran lo que pensaban, a que se autocensurasen, porque temían ser delatados o escuchados como en el peronismo del 55 o en los regímenes totalitarios nazi, chino o soviético. 

 A ello contribuyeron los esporádicos ataques propinados por los inclasificables Luis D Elia («odio a la puta oligarquía»), quien tomó una comisaría y además agredió físicamente a un productor rural; Aníbal Fernández con sus grotescas declaraciones mediáticas («existe una sensación de inseguridad» y «Argentina es un país de paso, no de fabricación ni consumo de drogas»), Hebe de Bonafini convertida en fanática militante del odio y el ataque a las instituciones republicanas («Macri, Bendini y Bergoglio son fascismo, son la vuelta de la dictadura»); Fernando Esteche con sus irreproducibles amenazas antisemitas y reiteradas apologías del crimen; Guillermo Moreno en su larga lista de bravuconadas, amenazas, sandeces y zonceras, como el signo de degüello al ministro Lousteau, el recibimiento a empresarios con una pistola cargada sobre su escritorio, la frustración de la asamblea de accionistas de Clarín al grito de «¡Aquí no se vota!», el merchandising de «Clarín miente» financiado con fondos públicos o la prohibición de publicitar ofertas de los hipermercados, en la prensa gráfica, aunque cobardemente nunca dio esa orden por escrito sino sólo mediante llamados telefónicos intimidatorios; Martín Sabbatella, cual felicísimo comisario stalinista pretendiendo tomar por la fuerza el Canal 13, TN, Radio Mitre o la planta del diario Clarín (aunque para ello tuviera que valerse de las fuerzas militares o policiales); la torpe presión (apriete ilegal de tintes extorsivos y con palmario abuso de poder) a través del organismo fiscal AFIP (dirigida por el ex afiliado de la UCEDE y fanático kirchnerista Ricardo Echegaray) al mismo diario, a los periodistas Magdalena Ruiz Guiñazú,  Darío Lopreite o Sergio Lapegüe.  

En estos casos,  y otros muchos se utilizó el acoso de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) como arma para intentar acallar voces críticas, recurriendo incluso a la violación del secreto fiscal, de ser menester y finalmente el desventurado rol de policía política de La Cámpora y demás grupos análogos que sostenían al kirchnerismo con fidelidad soviética o religiosa (Carrère d´ Encausse, 1983:265). 

La Justicia fue presionada sin cortapisas, como en el particular caso del juez Claudio Bonadío a quien multaron reduciendo su salario, de por sí constitucionalmente intangible (ello a raíz de pretender investigar los bienes de la familia presidencial y la situación de la empresa que administra los varios hoteles de los Kirchner); o los propios jueces federales María Romilda Servini de Cubría y Norberto Oyarbide, quienes reconocieron públicamente a posteriori del fin de la administración de Cristina Kirchner que había resultado muy difícil investigar con libertad y que los magistrados habían recibido presiones inaceptables. 

La renuncia del procurador general de la Nación Esteban Righi, antiguo ministro del Interior del efímero presidente Héctor Cámpora, y de notorias simpatías montoneras; como consecuencia de la investigación promovida contra el vicepresidente Boudou por la apropiación de la empresa Ciccone Calcográfica (la imprenta del papel moneda argentino), llevó a ocupar tan importante sitial a Alejandra Gils Carbó, quien en el ejercicio del poder se transformó en una feroz defensora del modelo conducido por CFK, con palpable carencia de objetividad, prudencia y ecuanimidad, ya que al Derecho lo sustituyó por la militancia y a la justicia por el relato fascista de izquierda. 

Los fiscales que de ella dependen sufrieron vejaciones y ataques indignos, como el caso de la frustrada destitución de José María Campagnoli o la remoción de Guillermo Marijuan de la unidad fiscal destinada a investigar delitos contra la Seguridad Social, ante el pedido de indagatoria del empresario Lázaro Báez, socio y amigo del poder. Otros, por el contrario como el fiscal a cargo de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos Carlos Gonella, imputado por la justicia se negó a presentarse a declaración indagatoria en dos causas, sospechado del delito de revelación de datos de un proceso de lavado de dinero y de protección al ya mencionado Lázaro Báez. 

Peor suerte corrió el fiscal de la Unidad AMIA, que investiga el atentado ocurrido el 18 de julio de 1992 en la mutual judía de la calle Pasteur de la Ciudad de Buenos Aires. Alberto Nisman apareció muerto en su departamento del barrio de Puerto Madero por un disparo de arma de fuego, un día antes de presentarse a declarar ante la Cámara de Diputados de la Nación, luego de denunciar por traición a la patria a la presidente  Fernández y su canciller Timerman, a raíz de la firma de un memorándum de entendimiento con el gobierno iraní, sospechado de la autoría o instigación del atentado terrorista contra la AMIA. Al presente, la causa no ha avanzado, aunque se ha dispuesto su federalización, ante la gravedad de la situación y el posible homicidio o inducción al suicidio del fiscal Nisman. 

También fueron objeto de ataques severos los magistrados, Pedro C.F.Hooft a quien también se pretendió destituir mediante un juicio político; similar padecimiento debieron soportar los probos jueces Luis Herrero y Emilio Fernández que en la Cámara Federal de la Seguridad Social fallaban a favor de las pretensiones de miles de jubilados perjudicados por la errónea liquidación de sus beneficios previsionales. 

           El ex senador por Mendoza, Ernesto Sanz sostuvo en noviembre de 2014: «En la página uno del manual del kirchnerismo dice que todo juez que ose a investigarlos será perseguido, enjuiciado y agraviado. Lo que pasa es que están en un momento de final de ciclo y se encuentran con que hay jueces que se la aguantan y los van a investigar». 

Los magistrados que durante la tramitación de la adecuación del grupo Clarín a la ley de medios audiovisuales, dictaron fallos en contra de las pretensiones del gobierno también fueron víctimas de amenazas y presiones, tales los casos de los jueces Edmundo Carbone, Ricardo Guarinoni o María Susana Najurieta; o el caso de la jueza que falló en contra de la utilización de las reservas del Banco Central, María José Sarmiento, a quien le llegaron a detener a su anciano padre bajo acusaciones de delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar que usurpó el poder entre 1976 y 1983. 

Además, se intentó apartar y desacreditar a los jueces Gustavo Hornos y Luis M. Cabral quienes debieron decidir si el magistrado Claudio Bonadío debía continuar o no en la investigación de la causa denominada «Hotesur», que intenta determinar si los hoteles de los Kirchner se usaron para cometer delitos financieros. 

La vocera oficiosa del gobierno K, Hebe de Bonafini se convirtió en una de las más férreas atacantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en especial del actual presidente Ricardo Lorenzetti, objeto de todo tipo de diatribas y del ex juez Carlos S. Fayt, de intachable trayectoria y lúcida probidad quien ejerció su cargo de magistrado supremo desde el 21 de diciembre de 1983 hasta el 11 de diciembre de 2015 cuando renunció por razones de edad, ya que había cumplido 97 años. 

La vergonzante campaña de desprestigio que intentó embestir contra el insigne juez, provocó indignación en la opinión pública, puesto que se pretendió destituirlo por razones de su estado de salud psico-física. El por entonces Jefe de Gabinete de Ministros Aníbal Fernández, fue el principal impulsor de la frustrada y perversa maniobra destinada a obtener una vacante en el  cimero Tribunal de la Nación.  

Algunos jueces se inclinaron por aceptar las presiones y ralentizaron la investigación de causas sensibles al poder, tales los casos de Sebastián Casanello que actuó con parcialidad y excesiva demora entre 2013 y 2015 en la investigación de la ruta del dinero K; o el juez federal de Tucumán Daniel Bejas quien debió ser apercibido por la Cámara Federal (su superior) para que cite a declarar a otro protegido del entramado K, el ex Jefe de Estado Mayor del Ejército Teniente General Gerardo Milani, sospechado de crímenes de lesa humanidad, aunque también de enriquecimiento ilícito y de realizar inteligencia interna a políticos, lo que se halla expresamente prohibido por la ley vigente.  

Asimismo, el timorato juez Marcelo Martínez de Giorgi quien lleva con extrema delicadeza la causa «Sueños compartidos» en la que se hallan involucrados la presidente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini y su hija Alejandra, los hermanos parricidas convictos Sergio y Pablo Shocklender o el contador de éstos y presidente de la firma Meldorek, Alejandro Gotkin. 

Martínez de Giorgi protagonizó en 2016 uno de los actos mas degradantes de la augusta majestad de la Justicia, cuando Hebe de Bonafini o insultó, se colocó en situación de contumacia, eludió su arresto y consiguió que el juez le tomase declaración en la cocina de la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. 

No menos preocupante fue la situación del abogado Javier Rodríguez Varela, ternado 35 veces en concursos para ser designado juez, pero relegado sistemáticamente por portación de apellido, ya que su progenitor fue ministro de Justicia del dictador Jorge Rafael Videla. 

En setiembre de 2013, el por entonces ministro de Relaciones Exteriores y Culto Héctor Timerman declaró a los medios de prensa que los integrantes del «círculo rojo» son el verdadero poder secreto de la Argentina. Consideró que «hay dos círculos en la Argentina, el rojo, y el azul y blanco» y que «el rojo son las grandes corporaciones, los medios hegemónicos, los periodistas que trabajan para esos medios hegemónicos, ciertos empresarios». «El otro, el azul y blanco, es donde estamos nosotros como gobierno, de donde surgieron todas las medidas que han beneficiado al pueblo argentino». Para el canciller de CFK, en el círculo rojo se agrupan los «sectores que prefieren mantener una posición dominante sobre el resto de los argentinos y sacrificar algo de ganancias»; para tener «más poder y que...una de las cosas que más les molesta es la política exterior independiente del país». 

Quien había introducido el concepto de círculo rojo es el hoy presidente de la Nación Mauricio Macri. En 2011 y 2013, a la sazón se desempeñaba como Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en sendos reportajes identificó como miembros de aquel círculo a los que tomaban las decisiones: políticos, periodistas, jueces, empresarios, sindicalistas, economistas, pensadores etc. En otras palabras el «poder», o en términos marxistas el «establishment», redefinido al siglo 21.  

Más adelante lo describió como «distintas personas del mundo del hacer, del pensar». Hizo hincapié en que la visión que el «círculo rojo» percibe la realidad sin filtros, frente a la opinión que puede tener el ciudadano común, o sea la gente. 

Fabián Doman (2013) señala que «a partir del aporte de Macri, podemos analizar cómo ha funcionado ese círculo rojo en los últimos años y como le ha ido: 

a) en el primer momento del kirchnerismo buena parte de ese círculo lo integraron empresarios, jueces, sindicalistas y una importante parte del periodismo al principio acompañó a Néstor Kirchner. 

b) luego con el devenir de los acontecimientos políticos y curiosamente con las victorias electorales oficiales (2007, 2011) comenzó a producirse diferencias entre el gobierno y el círculo rojo. Probablemente a consecuencia de que el kirchnerismo comenzó a tomar decisiones políticas y por sobre todas las cosas económicas que lo separaron de los factores de poder. El conflicto con el campo, sin dudas, debe haber sido el comienzo del divorcio entre el círculo rojo y el mundo K. 

c) las elecciones 2011 y el año posterior marcaron el peor momento de la relación entre el «círculo» de Macri y el gobierno. Si bien la cara visible del enfrentamiento puede ser la prensa, las diferencias con empresarios, economistas clásicos y una parte del sindicalismo han marcado a fuego la dinámica de la relación política y económica entre el poder permanente y el kirchnerismo. Por eso no llama la atención lo que dice Macri. Que el círculo rojo apostó a un deterioro del poder kirchnerista y viceversa». 

Gabriel Boragina (2012), señala que el término «destituyente» no figura en el Diccionario de la Real Academia Española y que el neologismo fue acuñado por los déspotas, con miras a perpetuarse en el poder de manera indefinida, como término para victimizarse, o -en forma directa- amenazar explicita o solapadamente a sus oponentes y adversarios políticos. Con este vocablo, pretenden estigmatizar cualquier acto de disidencia, disconformidad o censura a las políticas oficialistas.  

Sin embargo, en una democracia entendida en un sentido amplio, la destitución de los gobernantes forma parte de sus reglas de juego. Si se trata de la democracia concebida como votación de candidatos a cargos públicos, el ciudadano al emitir el sufragio por un determinado candidato, está optando por la destitución de los restantes (estén al momento o no en el poder). Es decir, está desplazando a todos los demás, con excepción del votado.  

Destituir, es una acción corriente y normal en las democracias. Si se habla de una democracia constitucional, existen mecanismos previstos en la Carta Magna que apuntan a la destitución de los gobernantes en diferentes momentos. Si tomamos, por ejemplo, la Constitución de la Nación Argentina, advertimos -al menos- tres mecanismos de destitución que ella contempla:  

a) La ya referida del sufragio universal, que es la usualmente conocida e invocada por la mayoría.  

b) La del juicio político.  

c) La rebelión popular.  

La acuñación del concepto «destituyente» tuvo como finalidad descalificar a quienes pensaban distinto al kirchnerismo y es demostrativo del narcisimo intolerante y pueril que es característica de este movimiento político que se ha presentado desde 2003 bajo el paradigma «Yo o el caos». 

Las molestias provocadas al circulo áulico del kirchnerismo por los principales referentes de la oposición, los medios de comunicación que conservaron su independencia frente al gobierno y ciertos intelectuales críticos del oficialismo, provocaron que fuesen incluidos bajo aquel rótulo de destituyentes. A lo que ocasionalmente se sumó el término «derecha», ya que ellos en su convicción de ser los poseedores del Santo Grial de la verdad y en su concepción maniquea de la política, tuvieron para sí que la izquierda era buena y la derecha, intrínsecamente mala.  

El kirchnerismo también hizo uso de la antigua frase «Matar al mensajero», porque así se castigaba a quien fuera portador de malas noticias, aunque no fuere culpable de su contenido. Cabe decir que en el Frente para la Victoria, cuando fueron superados por la realidad optaron por intervenir el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y mensualmente dibujar sin sustento científico alguno el índice de precios al consumidor. 

 Esto se mantuvo desde 2008 a 2015 ininterrumpidamente. Por supuesto, que desde la Secretaría de Comercio a cargo del inefable Guillermo Moreno se multó con sumas millonarias a toda consultora que osase publicar sus mediciones de inflación y hasta derivó en causas penales que invariablemente fueron ganadas por los consultores atacados por realizar sus trabajos estadísticos. 

Por ello debió utilizarse el índice alternativo del Congreso de la Nación, el que merced a la indemnidad de palabra y opinión que gozan los legisladores nacionales, no se hallaban en la línea de fuego para ser perseguidos por Guillermo Moreno y sus hordas ultrakirchneristas. 

 

INVENTARIO DE LA CORRUPCION KIRCHNERISTA 

Al elaborar el presente ensayo, advertimos que tal inventario daría lugar a otro trabajo dedicado exclusivamente al análisis de los múltiples actos de corrupción que se han producido durante el duodecenio kirchnerista (2160 denuncias radicadas en ese sentido). Proponemos por ello, señalar los mas resonantes, sin dejar de aclarar que la omisión de otros muchos no los torna menos importantes. Restringimos en consecuencia el listado, a los siguientes casos: 

1) El tren bala: $12.000 millones para un proyecto completamente inviable.  

2) Antonini Wilson y la valija con U$S 790.000  para campaña presidencial de CFK 

3) Concesión de los Casinos de Buenos Aires hasta 2030 a Cristóbal López  

4) Manipulación de medios a través de publicidad oficial  

5) Fondos de Santa Cruz por U$S 1200 millones expatriados durante la crisis de 2001, puestos en una cuenta a nombre de Néstor Kirchner y  repatriados en 2008 por un total de U$S 552 millones. 

6) Superávits gemelos durante 5 años sin acciones concretas para mejorar estructuralmente la situación de pobreza, desnutrición, etc. 

7) Falsación de datos del Indec.  

8) Guillermo Moreno: aprietes, controles de precios, secuestro de los índices del INDEC, aportes empresariales bajo presión («pongui-pongui») etc.  

9) Banda que cobraba coimas por eludir el control aduanero en el aeropuerto internacional de Ezeiza. 

10) Proyecto de retenciones móviles confiscatorias, como un impuesto no coparticipable del 44%  

11) Apoyo a cortes de ruta (ilegal) de los "asambleístas" contra Botnia que aún no difundieron siquiera un dato fehaciente de la contaminación de la planta  

12) Pago a manifestantes para concurrir a sus actos.  

13) Empleo en ANSES de hijos de Luis D´Elía y entrega de cuantiosos fondos sin contraprestación ni rendición de cuentas al partido MILES. 

13a) Luis D´Elía intentó impedir una manifestación pacífica a base de golpes y amenazas. 
13b) Luis D´Elía copó una comisaria y al día siguiente fue recibido en Casa Rosada. 
14) Bolsa con dólares de Felisa Miceli encontrados en el baño del Ministerio de Economía, por lo que fue condenada por la Justicia penal. 

15) Caso de coimas en la empresa Skanska para ganar licitaciones de obra pública, denunciado por la empresa y negado por el gobierno.  

16) Compra de tierras del Calafate por Kirchner a precios irrisorios y vendidas a precios de mercado poco después (compró a U$S 50.000 y vendió a U$S 2.400.000).  

16a) La fiscal de este caso es la hija de Alicia Margarita Kirchner y Armando Mercado y ella también compró de estas tierras. 

17) Fusión Cablevisión - Multicanal aprobada poco antes de las elecciones presidenciales, a pesar de atentar contra la ley anti monopolio.  

18) Crisis energética y argumentación de que fue causada por "estar creciendo mucho".  

19) Importación de gas a U$S 6 por millón de BTU a Bolivia mientras se paga al productor local U$S 1,20. 

20) Subsidios para transporte público de pasajeros y ferroviario a Grupo Cirigliano y ausencia de controles efectivos o rendiciones de cuentas debidamente documentadas. 

21) Corrupción en Administración Nacional de Aviación Civil ANAC. 

22) Discursos con permanentes datos falsos. 

23) Falta total de debate en la elección presidencial, posible fraude y falta de boletas de la oposición en el Gran Buenos Aires y en los comicios tucumanos a gobernador. 

24) Aerolínea fantasma LAFSA, que no tuvo aviones, jamás voló y pagó altos sueldos a su personal.  
25) Declaración jurada de los Kirchner con un incremento patrimonial injustificable.  
26) Inauguración de obras terminadas por otros gobiernos . 

27) Reticencia a mostrar el título de abogada de Cristina Fernández de Kirchner. 

28) Envío de valijas a través de Southern Winds con droga a España  

29) Falso desaparecido (Luis Gerez) para generar impacto mediático  

30) Presupuesto para obras públicas sin control para De Vido, José López, Abel Fatala, Ricardo Jaime y Carlos Santiago Kirchner. 

31) Reparto de empresas públicas entre amigos y militantes del gobierno (por ejemplo YPF y Aerolíneas Argentinas)  

32) Romina Picolotti y sus actos de corrupción e irregularidades en el manejo de fondos como Secretaria de Ambiente. 

33)Propuesta del gobierno al campo para darle la comercialización del trigo a cinco multinacionales y la corrupción imperante en la ONCCA 

34) Desaparición de Jorge Julio López  

35) ¿Falso secuestro de Juan Puthod?  

36) Gobernadores que no mostraron su declaración jurada de bienes como Daniel Scioli. 

37) Apriete y presiones al grupo Clarín durante el conflicto del campo y posteriormente con la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (ley de medios). 

38) Corrupción en Fundación de Sanidad Aeronáutica. 

39) Opacidad de gastos en Yacyretá. 

40) Posible inteligencia y persecución a periodistas y opositores por parte de la ex SIDE a través de creación de causas y allanamientos.  

41) Seguimiento a Francisco De Narváez y falso involucramiento en el negocio de la efedrina. 

42) Falsa noticia de existencia de cuentas en exterior del ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Olivera, efectuada por el kirchnerista y ex funcionario ibarrista Daniel Bravo. 

43) Sobreprecios en la Central eléctrica de Timbúes. 

44) Discriminación a los jubilados que, aun con sentencia firme, debieron aguardar hasta el fin del gobierno kirchnerista para ser reparados históricamente. 

45) Diferencias de trato entre el campo y los transportistas (y, en general, entre oficialistas y opositores).  

46) Fondos de campaña oscuros provenientes de la obra pública y el narcotráfico. 

47) Asesinato de Raúl "Cacho" Espinoza, que denunció la diputada Elisa Carrió sobre los fondos de campaña de Conarpesa y los aprietes para que vendiera su empresa langostinera.  
48) La escandalosa cooptación del diputado Eduardo Lorenzo Borocotó, que dio origen al neologismo «borocotización».  

49) Desconocimiento la función constitucional del defensor del pueblo de la Nación y mantener vacante el cargo durante 6 años. 

50) El impuesto en las facturas de electricidad para una obra en Santa Cruz que jamás se realizó. 

51) Copamiento y monopolio oficialista en la AGN (Auditoría General de la Nación). 

52) Bettini embajador en España desde su puesto de lobbysta de las privatizadas españolas, y diplomático argentino con ciudadanía española.  

53) Enarsa. Entre otras cosas, financiante del vuelo valijero y adquirente de buques gasíferos con sobreprecios y licitaciones amañadas. 

54) Promesa de U$S 10.000 millones de inversión china.  

55) La concesión del status de economía de libre mercado a China.  

56) Las compras de fuel oil a Venezuela.  

56) La participación en la "misión humanitaria" para liberar los rehenes de las FARC.  

57) La compra de bonos del tesoro por parte del gobierno de Venezuela  

58) Intento de comprar Telefé en 300 millones de dólares por parte de Rudy Ulloa Igor ex chofer de Néstor Kirchner. 

59) Daniel Varizat y su impunidad en accidente vial embistiendo a una veintena de manifestantes contrarios al gobierno kirchnerista santacruceño. 

60) Superpoderes al Poder Ejecutivo y mantenimiento de la Ley de Emergencia Económica. 

61) Estatización de Aysa. 

62) Obsceno exhibicionismo de joyas, carteras Louis Vuitton y relojes Rolex, mientras se pedía generosidad y austeridad a toda la sociedad.  

63) U$S 400.000 para disponer de un avión para Cristina Kirchner en su viaje a la cumbre de FAO en Roma.  

64) Air Pampa. 

65) Deuda de U$S 1.200 millones de AA2000 (Eurnekian) canjeada por 20% de las acciones para el Estado. 

66) Ocultamiento de información sobre los datos y variables de la economía.  

67) Procesamiento por fraude al ex Jefe de la Fuerza Aérea, por autorizar la compra de máquinas para detectar explosivos que no servían para esa finalidad. 

68) Subsidio al combustible de vuelos de cabotaje. 

69) Fondos oscuros transferidos a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y cheques sin fondos de éstas últimas. 

70) Plan Sueños Compartidos. 

71) Enriquecimiento, nepotismo y tráfico de influencias del subsecretario Carlos Liuzzi de la Secretaría Legal y Técnica de la Nación. 

72) Condonación de $130 millones de deuda de aceiteras a cambio de bajar los precios. 
73) Enriquecimiento sospechoso del chofer Rudy Ulloa Igor. 

74) Las (in)acciones en los incendios (¿intencionales?) de las islas del Paraná. 

75) Incumplimiento en la construcción de viviendas según el plan de 2004. 

76) Presión para controlar contenidos de TV, especialmente en el programa Showmatch y noticieros de Telefé, Canal 13 y América TV. 

77) Re-estatización y expropiación de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas. 

78) Alquiler de terrenos fiscales y militares a Grobocopatel y Soros, mientras se pregonaba estar en contra de la concentración y los pooles de siembra.  

79) Boicot a la Exposición de la Sociedad Rural. 

80) Despido a funcionarios de AFIP que investigaban evasión en empresas relacionadas a los Kirchner  

81) Enriquecimiento desmesurado de Lázaro Báez. 

81a) Créditos y reestructuraciones de deuda del Banco de la Nación a Lázaro Báez, ofreciendo como garantías los mismos certificados de obra que el Estado debía abonarle. 

82) Publicidad contra el campo con fondos públicos. 

83) Pago al grupo Grecco.  

84) Falsa inauguración del aeropuerto de Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco). 

85) Corrupción en la Administración de Puertos. 

86) Desmantelamiento del sistema aduanero María para promover el contrabando. 

87) Nacionalización y estatización del Correo Argentino, utilizado como botín de guerra por el gobierno K. 

88) Venta de bonos a Venezuela con un interés superior al 15%  

89) Posibles vínculos de Aníbal Fernández con el narcotráfico y negociado de la efedrina. 

90) Proyecto de despenalización del consumo de drogas. 

91) Sobreprecios en el plan Nacer (la redistribución del ingreso en su apogeo)  

92) Aportes del negocio de la efedrina a la campaña de Cristina Kirchner y tráfico ilegal de dicha sustancia con complicidad de la SEDRONAR y su secretario José Granero. 

93) Subordinación del Consejo de la Magistratura al poder político y veto a los candidatos a juez con las mejores calificaciones por el hecho de no ser K  

94) Retención de los documentos a ciudadanos en la votación a presidente y otorgamiento de DNI y pensiones sociales a ciudadanos paraguayos para que votasen en elecciones argentinas. 95)Apoyo simultáneo a Ingrid Betancourt, Hebe de Bonafini y a las FARC  

96) Consultora «El Chapel», manejada por los Kirchner, lo cual es incompatible con su cargo público.  

97) Doble acto de firma de contrato por obra eléctrica: uno por Kirchner en 2007 y otro por Cristina Fernández en 2008. 

98) Reparto de estufas eléctricas y computadoras a barrios y escuelas sin electricidad. 
99) $130 millones de "promoción industrial " para la curtiembre Yoma. 

100) Tren de Puerto Madero con más formaciones pero sin pasajeros.  

101) Sobreprecios y contaminación en central eléctrica de Río Turbio.  

101) Estatización de aportes a las AFJP e incautación de las mismas a sus legítimos dueños. 

102) Cachets exagerados para artistas oficialistas y productoras de contenidos afines al kirchnerismo (Andrea del Boca, Pablo Echarri, Gastón Pauls, Diego Gvirtz, etc). 

103) Límites a la investigación de actos de corrupción.  

104) Compra de Radio del Plata. 

105) Veto a la ley de protección de los glaciares. 

106) Caída de las reservas de petróleo.  

107) Manejos y gastos poco claros en la elección de Mar del Plata como sede de la final de la Copa Davis.  

108) Corrupción de Amado Boudou en ANSES, Ministerio de Economía y Senado de la Nación. 

109) Expropiación de Ciccone Calcográfica.  

110) Entrevistas concedidas sólo a periodistas oficialistas. 

111) Ausencia de reuniones de gabinete y dictado de decretos de necesidad y urgencia (DNU) en supuestos acuerdos de ministros jamás celebrados.  

112) Proyecto de blanqueo de capitales, beneficiando a amigos del poder. 

113) Más de la mitad de los empleados en el Ministerio de Trabajo, Empleo u Seguridad Social estuvieron en situación laboral irregular, durante la gestión del  ministro Carlos Tomada. 

114) Sobreprecio de $150 millones en tendido eléctrico en Santa Cruz. 

115) Negativa de la AGN a brindar información al ex Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, que investigaba posibles actos de corrupción del gobierno. 

116) Corrupción en Chaco con plantas de reciclaje de residuos sólidos urbanos. 

117) Venta de dólar futuro a mayor precio que el de mercado: imputados CFK, Axel Kicillof y Alejandro Vanoli. 

118) Enriquecimiento de José López. 

119) Enriquecimiento de Cristóbal López y su escandalosa evasión de 8 mil millones de pesos de impuestos no ingresados al fisco nacional. 

120) Fondos entregados a Milagro Sala para acción social en la provincia de Jujuy, que fueron malversados y dispuestos para fines espurios, sin controles ni rendición de cuentas. 

121) Robo en la casa de Sergio Massa con participación de personal de Prefectura Naval. 

122) Causas judiciales contra los jefes del Ejército Bendini y Milani, por corrupción y enriquecimiento ilícito. 

123) Transferencias irregulares de fondos públicos a universidades nacionales del Gran Buenos Aires. 

124) El enriquecimiento de Julio De Vido. 

124a) Procesamiento a Julio De Vido por renegociación de contratos ferroviarios. 

125) La anunciada y nunca iniciada (hasta octubre de 2016) obra del soterramiento del ferrocarril Sarmiento. 

126) Sobreprecios en la ampliación de gasoductos Norte y Sur. 

127) Tragedia ferroviaria de Once 

128) Ruta del dinero K «La Rosadita"/Fariña/Slaskar/Martín Báez. 

129) Direccionamiento de contratos de obra pública para beneficiar a Lázaro Báez. 

130) Lavado de dinero mediante retornos de Lázaro Báez, con contratos hoteleros (Causa Hotesur). 

131) Lavado de dinero mediante alquiler de hotel a Juan Carlos Relats (Causa Los Sauces). 

132) Enriquecimiento de Ricardo Jaime. 

133) Enriquecimiento de Katya Daura, ex presidente de la Casa de la Moneda. 

134) Irregularidades en el manejo de fondos del Programa Fútbol para todos, con imputación a los ex Jefes de Gabinete Juan Manuel Abal Medina (hijo), Jorge Capitanich y Aníbal Fernández. 

135) Subsidio de 4 millones de dólares entregado por el gobierno a Aníbal Fernández en momentos de asumir como presidente de la Confederación Argentina de Hockey. 

136) Compra de vagones de ferrocarril a Portugal y España en estado ruinoso. 

137) Divulgación irregular de información secreta de la UIF por parte de José Sbatella. 

138) Procesamiento a Sebastián Gramajo y Héctor Capaccioli por lavado de dinero en la financiación de la campaña presidencial de 2007. 

139) Plan Qunita, procesamiento de ex ministros Aníbal Fernández y Daniel Gollán. 

140) Enriquecimiento de Jorge Coscia ex Secretario de Cultura y del INCAA. 

141) Contratación irregular de una agencia de publicidad en Lotería Nacional. 

142)Hechos de corrupción en PAMI por parte de Juan González Gaviola y Luciano De Cesaris, quien dejó en diciembre de 2015 una deuda de 5 mil millones de pesos y un déficit operativo superior a los 200 millones de pesos. 

143) Contrataciones irregulares y gastos superfluos en la Fábrica de Aviones de Córdoba (FADEA). 

144)501 mil millones de pesos en subsidios económicos entre 2005 y marzo de 2014. 

145) Fraudes y desvío de fondos de la ex ministra de Desarrollo Social Alicia M. Kirchner. 

146) Nombramiento de hija de ex ministro de Defensa Agustín Rossi en el directorio del Banco de la Nación Argentina. 

147) Discontinuación de las estadísticas de criminalidad y homicidios por parte del ex ministro de Justicia Julio Alak, evitando con ello elaborar mapas de delito a nivel nacional. 

148) Sideral incremento patrimonial del ex Secretario de Seguridad Sergio Berni. 

149) Represas «Kirchner» y «Cepernic» en el Río Santa Cruz, sospechadas de ser el mayor monumento a la corrupción de los últimos 30 años. 

150) Acuerdo «secreto» firmado entre YPF presidida por el ex CEO Miguel Galuccio y la empresa Chevron. 

151) Polo cultural audiovisual en la Isla Demarchi. 

152) Embajada paralela en Venezuela. 

153) Sobreprecios en la reparación del buque rompehielos «ARA Almirante Irízar». 

154) Embargo de la Fragata «Libertad» en la República de Ghana. 

155) Default técnico provocado por el ex ministro de Economía Axel Kicillof. 

156) Persecución y muerte de integrantes del pueblo originario qom en Formosa y Chaco. 

157) Pago excesivamente oneroso al Club de París por parte del ex ministro Kicillof. 

158)Apoyo oficial al barrabravismo y negocios espurios de Hinchadas Unidas Argentinas. 

159)Alessandra Minichelli, segunda de la SIGEN encargada de auditar a su propio esposo Julio De Vido. 

160) Negociados y contaminación de la empresa Barrick Gold. 

161) Denuncia de Miriam Quiroga acerca que los funcionarios K usaban aviones de la flota presidencial para trasladar bolsos con dinero ilegal, al cual pesaban en lugar de contarlo. 

162) Martín Sabbatella nombró centenares de militantes de Nuevo Encuentro en la función pública y luego los obligaba a “donar” parte de sus haberes para mantener la estructura partidaria. Como titular de AFSCA sólo le adjudicó medios a los empresarios y políticos amigos, dejando de lado a cualquiera que tuviera algún tinte opositor. 

163) Eduardo Taiano fue el fiscal que no apeló el fallo del juez Oyarbide por el cuál exculpaba a los Kirchner de un presunto enriquecimiento ilícito. ¿Por qué lo hizo? Horas antes de su «olvido», fue secuestrado uno de sus hijos, de 19 años de edad. Dos peritos de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas habían señalado en esa causa que 24 de los 46 millones declarados en 2009 por los K no tenían ninguna justificación seria. 

164) Sobreprecio en la construcción del Centro Cultural Néstor Kirchner presupuestado en 900 millones y que terminó costando 2500 millones de pesos.Fue realizada por el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Carlos Wagner (Lopez Masia, 2016). 

165) Enriquecimiento y vínculos con el narcotráfico de los hermanos Zacarías, empleados de la Presidencia de la Nación. 

166) Enriquecimiento de todos los secretarios privados de Néstor y Cristina Kirchner. 

167) Compra de helicóptero por parte del jardinero de la familia Kirchner. 

168) Desmantelamiento de todos los organismos de control y entes reguladores, maniobra pergeñada por el ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini. 

169) Compra del paquete accionario de Ideas del Sur propiedad de Marcelo Tinelli por parte de Cristóbal López. 

170) Memorándum para garantizar impunidad a Irán en el caso AMIA firmado por el ex ministro de Relaciones Exteriores y Culto Héctor Timerman. 

171)Fórum shopping en la Justicia federal de Buenos Aires, para hacer recaer causas de interés en juzgados a cargo de magistrados permeables, militantes o amigos como Rodolfo Canicoba Corral, Norberto Oyarbide o Sebastián Casanello. 

172) Concesión irregular de la Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires. 

173) Apoderamiento del Registro Nacional de Trabajadores Rurales (RENATRE). 

174) Mafia de los medicamentos, que proveía al Estado productos oncológicos vencidos. 

175) Destitución del presidente del Banco Central Martín Redrado. 

176) Persecución e inicio de sumarios a empleados públicos no kirchneristas, en especial en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. 

177) Déficit permanente de Aerolíneas Argentinas e incremento sustancial de su planta de empleados. 

178) Detención de seis empleados de la firma Aerohandling por abrir valijas de pasajeros y hurtar sus pertenencias. 

 

Los doce años en los que el kirchnerismo estuvo en el poder le permitieron disponer del Estado como si le perteneciera, incluido el patrimonio público y el enorme poder, ejercido con total impunidad, que otorgan los cargos oficiales en los gobiernos autoritarios. En este último aspecto hay que tener muy en cuenta que la impunidad con la que se movieron aquellos altos funcionarios fue facilitada por el sistemático desmantelamiento, la paralización intencional y los copamientos con funcionarios afines de los organismos de control, como la Oficina Anticorrupción, entre otros. Más adelante, la búsqueda de impunidad incluyó el acceso a cargos que otorgan fueros (claro ejemplo de ello son las bancas legislativas obtenidas mediante listas sábana por Julio De Vido, Axel Kicillof, José Alperovich, Carlos Tomada, Nilda Garré, Carlos Castagneto, Máximo Kirchner, Luis Beder Herrera, Diego Bossio, Eduardo «Wado» de Pedro o Liliana Mazure). 

La Justicia federal de Buenos Aires informó públicamente el número de denuncias penales por corrupción que entre 2003 y 2015 se iniciaron contra Cristina Kirchner: 419; Néstor Kirchner, 193; Julio De Vido, 117; Aníbal Fernández, 108; Nilda Garré, 67; Jorge Capitanich, 61 y Daniel Scioli, 51. Fuentes como Elisa Carrió y Juan Bautista Yofre, aseveran que el desfalco del duodecenio kirchnerista ronda los 10 mil millones de euros, ilegalmente exaccionados al Estado nacional, lo cual para Chequeado.com resulta de difícil o imposible comprobación. 

Pocos espectáculos hay tan desmoralizadores como la sucesión de graves denuncias que la sociedad ve perderse de vista hasta su cierre debido al paso del tiempo. Ese fue el espectáculo al que nos acostumbró la Justicia, con escasísimas excepciones.Resulta indispensable que, de una vez por todas, se activen en los tribunales aquellos expedientes largo tiempo dormidos para que la sanción a los culpables no sea la excepción, sino la norma (La Nación, 08/02/2016). 

 

RELATO, MEDIOS Y MANIPULACION DE LA PAUTA PUBLICITARIA 

Con Diego Rojas (2013:9) entendemos que el kirchnerismo es la historia de un relato en declinación, de un discurso que quiso imponer su autoridad para despistar y confundir, con la finalidad de hacer pasar intenciones por hechos. En un claro ejercicio de gatopardismo y de lingüística cognitiva pretendieron que «allí donde todo indica statu quo se quiera hacer ver una transformación»6.  

Ese relato fue una máquina ideológica para dotar de lustre y de brillante esplendor progresista a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner desde 2003 a 2015. Por ello, reclaman aún hoy, cuando la realidad los ha desmentido categóricamente, un carácter transformador, un aura «progre» y bien pensante, un halo que lo ubique en la historia de los movimientos nacionales que toman partido por los de abajo. 

«Esa pretensión -y los dispositivos culturales y políticos que intentan reafirmarla- constituye aquello que se ha denominado «el relato». Un discurso estatal que señala las supuestas estrategias gubernamentales para cambiar la estructura de la sociedad argentina para siempre, aunque ello se ha comprobado es una burda manipulación y no se admite en el léxico K la contradicción, el desmentido o el señalamiento de sus falacias. 

Un ejemplo de hondo y claro patetismo en tal sentido, lo dio el Jefe de Gabinete de Ministros Jorge Capitanich, cuando en una de sus tediosas conferencias de prensa matutinas rompió un ejemplar del diario Clarín. Así se conducía el kirchnerismo cuando las noticias no le eran favorables y las tapas de los diarios no eran funcionales ni serviles a sus deseos. La propia CFK llegó a decir que con las tapas de los diarios se pueden hacer muchas cosas: «leerlas o envolver huevos, pero jamás gobernar un país». 

En setiembre de 2016, luego de  años de ocultar los índices de pobreza, el INDEC finalizada su etapa de opacidad e intervención, volvió a informar esos guarismos de la realidad social argentina y con pesar se ha conocido que el 32 % de los hogares argentinos es pobre (cuando en 1974, sólo lo era el 4 %). Ello viene a desmentir de manera categórica las absurdas pretensiones del kirchnerismo que intentaban convencer de la creciente bonanza de la economía argentina y que en palabras del ex Jefe de Gabinete de Ministros Aníbal Fernández, Argentina tenía menos pobres que Alemania (ya que en 2013 se había anunciado que se hallaban en situación de pobreza el 4,7 % de los argentinos). 

El kirchnerismo en su postura de victimización permanente acusó a la corporación mediática de menoscabar a su gobierno y acusarle falsamente de hechos de corrupción. Empero, los Kirchner contaron no sólo con el aparato mediático más grande del país, sino con un manejo discrecional de fondos públicos en materia de publicidad de oficial. 

El gobierno de CFK gastó 25.709 millones de pesos en ese rubro durante 2015, en el duodecenio  K el gasto en publicidad se incrementó un 8000 % (Fuente: Chequeado.com). Nótese que el gasto nacional está subestimado, porque «no se consideran actividades de promoción como recitales, actos o festivales, y tampoco el gasto de organismos descentralizados en muchos casos». Estos dos factores generan, según el especialista Ramiro Álvarez Ugarte, que «la incidencia real de la publicidad oficial sobre el total de la torta publicitaria sea superior» a la que muestran las estadísticas.  

El «crecimiento exponencial del presupuesto publicitario», y observó que «dada la discrecionalidad con la que se distribuye, esto es relevante, porque al ser el Estado un actor de peso en el mercado publicitario la pauta se vuelve una herramienta más poderosa de presión sobre la línea editorial de los medios». 

El problema de la distribución, no es exclusivo de la Nación, sino que sucede «a nivel federal y a nivel de todas las administraciones locales, desde las provincias a la Ciudad de Buenos Aires» (Di Santi, 2014). 

Respecto al manejo de la pauta oficial, la misma se distribuyó de manera arbitraria e injusta. Por ejemplo, la editorial Perfil que publica el bisemanario Perfil, las revistas semanales Noticias y Caras, debió litigar en sede judicial ante la evidente discriminación ya que sus medios, calificados de opositores no recibían siquiera un peso mensualmente durante la administración K. Por fin, la Corte Suprema en fallo ejemplificador reconoció la legitimidad de la pretensión de la empresa de Jorge Fontevecchia y condenó al Estado nacional a adjudicar publicidad en los medios de dicho grupo. 

Por el contrario medios de escasa circulación como Página 12, El Ciudadano y demás medios de Cristóbal López, como Radio 10 o la señal de Cable C5N, los programas radiales y televisivos de Víctor Hugo Morales, las productoras de contenidos de Sergio Szpolski y Diego Gvirtz o Pablo Echarri, Andrea del Boca y Gastón Pauls, Radio del Plata, por citar algunos pocos ejemplos percibieron ingentes y exorbitantes sumas de dinero originadas en las arcas del Estado.  

 

BREVIARIO DE MEDIOS KIRCHNERISTAS 

Un prolijo, aunque no definitivo ni exhaustivo, inventario de los medios leales al kirchnerismo permite enumerar a los siguientes: 

GRUPO SERGIO SZPOLSKI: -Diario El Argentino - Diario Tiempo Argentino - Diario Diagonales -Diario Buenos Aires Económico - Diario La Gazeta del Cielo - Semanario Miradas al Sur  - Revista Veintitrés - Revista Veintitrés Internacional - Revista Newsweek Argentina - Revista 7 Días - Revista Contraeditorial - Revista Asterisco -Revista Lonely Planet - Radio América - Canal CN23 - Canal América 24 - Canal Crónica - Agencia Infofax  

MEDIOS “DEL ESTADO”: - Canal 7 - Canal Encuentro - Canal Paka Paka - Canal Incaa TV - Canal Télam TV - Canal Telesur - Canal 22 de la TV digital - Canal 23 de la TV digital - Canal 24 de la TV digital - Canal 25 de la TV digital - Canal TV satelital - Radio Nacional AM - Radio Nacional FM Folklórica - Radio Nacional FM Clásica - Radio FM Rock - Arsat (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales S.A.) - Agencia Télam - Fútbol para Todos - Automovilismo para Todos - Otros medios de los estados provinciales y municipales.  

GRUPO ELECTROINGENIERÍA S.A. - BIENES INMUEBLES SA BISA: - Radio AM Del Plata de Buenos Aires - 44 Radios FM, que retransmiten la programación de Radio AM Del Plata de alcance nacional. - Canal 360 TV 

GRUPO MONETA: (Raúl Moneta incluyendo ex Matías Garfunkel) - Radio Belgrano - Radio Splendid - Radio Libertad - Radio Rock y Pop - Radio FM Blue - Radio FM Metro - Radio FM San Isidro Labrador - Revista El Federal - Revista Bacanal - Revista Jineteando - Revista Dinámica Rural  

GRUPO RUDY ULLOA IGOR (antiguo chofer de Néstor Kirchner): -Diario El Periódico Austral - Revista Actitud - Revista KA - Radio FM Estación del Carmen - Radio FM El Calafate - Canal 2, de Río Gallegos - Canal 5, de Río Gallegos - Canal 10, de Río Gallegos - Canal 5, de El Calafate  

GRUPO BONAFINI - MADRES DE PLAZA DE MAYO: - Revista Sueños Compartidos - Radio AM 530-La Voz de las Madres, de Buenos Aires - Canal Infomadres  

GRUPO GVIRTZ: Productora PPT, con sus espacios televisivos: - 6,7,8 - TVR - Duro de Domar, en Canal 9 de Buenos Aires  

GRUPO SANTA MARÍA (del Sindicato SUTERH): - Revista Caras y Caretas - Semanario Diario Z - Radio AM 750 de Buenos Aires  

LUIS D´ ELIA: - Radio Cooperativa, AM 770 de Buenos Aires  - Radio Rebelde, AM 740 de Buenos Aires 

GRUPO GONZÁLEZ GONZÁLEZ: - Radio FM Aspen de Buenos Aires - Canal 9 de Buenos Aires - Canal 43 de la TV Digital de Buenos Aires  

GRUPO OLMOS - UNION OBRERA METALÚRGICA: - Diario Crónica - Diario El Atlántico de Mar del Plata  

EDITORIAL LA PÁGINA; - Diario Página/12 - Diario Rosario/12  

GRUPO RICARDO JAIME-KATZ: - Diario La Unión, de Lomas de Zamora - Diario La Mañana, de Córdoba - Radio LV2, de Córdoba - Radio FM 99.7, de Córdoba  

HÉCTOR TIMERMAN: - Revista Debate  

GRUPO ALDREY IGLESIAS: - Diario La Prensa - Diario La Capital de Mar del Plata - Radio LU6 Radio Atlántica - Radio LU9 Radio Mar del Plata - TV Cable Dos La Capital  

GRUPO ORLANDO VIGNATTI: - Diario Ámbito Financiero - Buenos Aires Herald - Diario La Capital de Rosario - Diario El Tribuno de Tucumán 

VICTOR HUGO MORALES: - Programas La Mañana, Competencia, El gran domingo (Radio Continental) - Programa Bajada de Línea (Canal 9). 

GRUPO INDALO - CRISTOBAL LÓPEZ: - C5N - Radio 10 - FM del Mar - TKM - FM Pop - FM Vale 97.5 - FM Mega 98.3 - Minutouno.com - Radio Pop 101.5 - Canal 9 TV de C Comodoro Rivadavia - Diario El Patagónico 

MARIO BAUDRY - CENTRAL DE NOTICIAS ARGENTINAS: -Revista La Tecla - Revista La Tecla Patagonia  -Revista Qué - FM Cadena Río - Desafío Económico 

 

EL ALINEAMIENTO CHAVISTA Y LA POLITICA INTERNACIONAL 

La política exterior no es más que la proyección internacional de las políticas públicas domésticas. Analizaremos a continuación los siguientes tópicos y cuando proceda, lo ocurrido en el régimen chavista: 

a) La relación con los Estados Unidos y otros países 

b) La vinculación con los organismos multilaterales latinoamericanos 

c) Los conflictos preexistentes y los creados por la gestión kirchnerista 

Argentina durante los años del kirchnerismo simpatizó y adhirió a los gobiernos populistas latinoamericanos7, se asoció con la Federación Rusa y la República Popular China, a la par que mantuvo irresuelto el conflicto con Reino Unido por las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. La administración kirchnerista fue partícipe de notorios cortocircuitos con los gobiernos de EEUU, Uruguay, España, Colombia, Chile, Brasil, etc. 

Los fascismos de izquierda latinoamericanos dicen promover el integracionismo y la política de un mundo multicéntrico y pluripolar. Sin embargo, sus alianzas demuestran que se han aliado a países tales como Siria, Cuba, Irán, Bielorrusia, Corea del Norte, Rusia o China. Todos ellos autoritarismos o autocracias, la mayoría de ideología comunista o fundamentalista islámica, antinorteamericana y antieuropea. Venezuela integra un verdadero «eje del mal» (axis of evil) con estados canallas como los nombrados o democracias de baja intensidad o mejor definidas, democracias dirigidas como el caso de la Federación Rusa. 

Venezuela ha tenido recurrentes conflictos con otros Estados, no sólo con EEUU, sino con España, Perú, Guyana (por la disputa fronteriza de la Guayana Esequiba), Colombia y Panamá. Con estos dos últimos países llegó a la ruptura de relaciones diplomáticas. 

Antes de Maduro, el presidente Chávez forjó vínculos con Saddam Hussein en Irak y creó una entente cubano-venezolana para proveer petróleo a la isla comunista y recibir a cambio médicos, asesores militares y de inteligencia y formación ideológica marxista-leninista para su dictadura sutil («fábrica de almas socialistas», Carrère d´ Encausse, 1983:194) y una integración represiva con el gobierno de los hermanos Castro Ruz. 

Chavez también estableció relaciones muy cercanas con el ex presidente iraní Mahmud Amahdinejad (promotor de la destrucción del Estado de Israel), el autócrata comunista Aleksander Lukashenko de Bielorrusia, el dictador megamillonario de Zimbabwe Robert Mugabe, o el ex presidente comunista de Vietnam Nguyễn Minh Triết. A la par tuvo desencuentros con los presidentes estadounidenses Bush y Obama. Al primero, llegó a llamarlo «diablo» o «burro, cobarde y alcohólico Mr. Danger», con el ex presidente mexicano Vicente Fox Quesada, también insultó a los presidentes peruanos Alejandro Toledo y Alan García Pérez, suspendiendo en 2006 las relaciones entre ambos países. 

Sus más cercanos aliados, además los Castro fueron los presidentes Kirchner, Daniel Ortega, Evo Morales Ayma y Rafael Correa. Con los presidentes uruguayos y brasileños, más allá de ciertas coincidencias nunca congenió del todo y fueron evidentes sus diferencias de estilos y métodos. 

Venezuela rechazó la destitución del presidente Fernando Lugo y desconoció a su sucesor Federico Franco, se insertó en Sudamérica mediante la incorporación al Mercosur y la fundación de la UNASUR, PETROCARIBE y el ALBA, pretendió difundir su credo socialista a través de TELESUR, exportación de petróleo a países aliados,  y la creación del Banco del Sur. La grave crisis que padece Venezuela desde 2009, sin solución de continuidad, no ha permitido que el paternalismo ambicionado pudiera ejercitarse como desearon Chávez y Maduro. Este último a pesar de haber sido largos años ministro de Relaciones Exteriores del comandante bolivariano, ha provocado conatos de enfrentamiento y disputas diplomáticas con EEUU, Panamá, Colombia, España y Guyana, siendo Mariano Rajoy y Juan Manuel Santos los mas frecuentes destinatarios de sus diatribas. 

Nicolás Maduro fabula problemas con países extranjeros y sus líderes, como mecanismo de disimulación de sus permanentes yerros en el ejercicio del gobierno. De este modo logra desviar la atención de la población y la prensa se hace eco de sus mentiras, con lo cual logra temporalmente que la violencia, la escasez, el desguace del Estado de derecho, la precariedad del aparato productivo, la falta de insumos en hospitales, sean dejados de lado ante supuestas amenazas externas o posibles invasiones que sólo existen en su mente contrariada y perversa. 

Argentina durante el duodecenio kirchnerista fomentó por un lado la integración latinoamericana, a la par que hizo perder funcionalidad al Mercosur. Se alió con los presidentes neopopulistas de izquierda como Chávez y Maduro, Daniel Ortega, Evo Morales, Evo Morales y Rafael Correa. Incluso, en su gira por Asia CFK visitó Vietnam y llegó a comparar a Ho Chi Minh con el general José de San Martín. 

En 2006 se generó un conflicto diplomático con Uruguay, a raíz de la instalación de pasteras en la costa del Río Uruguay, conflicto que según confesión del presidente Tabaré Vázquez mereció la consideración de recurrir a un enfrentamiento armado, aunque fue resuelta por la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya. 

Con EEUU la relación fue tensa, tal como lo prueba la presencia de George W. Bush en la cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata en 2005, ocasión en que Kirchner destrató al presidente estadounidense y le espetó en pleno rostro: «No vengan hasta aquí a patotearnos». 

Cristina Fernández mantuvo la política internacional de su esposo, aunque con tropiezos como en el caso del ex presidente de Uruguay José Mujica, quien declaró ante un micrófono que creía cerrado: «Esta vieja es peor que el tuerto, que era más político, en cambio esta es terca» (La Capital, 2013). Participó en la creación de la CELAC y la UNASUR. Estableció un estrecho vínculo con Venezuela y Brasil. En el caso del socio fundador del Mercosur, no estuvo exento de diferencias comerciales y arancelarias, mientras que la relación entre CFK y Dilma Roussef siempre fue pésima. 

En 2014 firmó una serie de acuerdos con el gobierno de la República Popular China, entre ellos la controversial base de exploración espacial y lunar en la provincia del Neuquén, la que fue cuestionada por resignar soberanía y dejar bajo mando militar chino a la fracción de tierra en la que se emplaza dicha base. También estableció en 2015 una asociación estratégica integral con el líder ruso Vladimir Putin, en materia nuclear, proyectos de exploración de hidrocarburos, cooperación espacial y técnico-militar, cooperación en las esferas de la cultura, el deporte, la educación y el turismo. 

Con el Reino de España la relación tuvo altibajos, ya que en dos ocasiones las presidente CFK insultó al ministro de Economía Luis de Guindos, ridiculizándolo como «el pelado» o «ese tal de Guindos». También atacó a Rodrigo de Rato, encausado por lavado de dinero y durante su campaña mostró las banderas de España y la Unión Europea como ejemplos para no seguir. 

Con el presidente Obama alternaron elogios y críticas. En 2009 en una cumbre en Londres el norteamericano la eludió y dejó con la mano tendida, sin saludarla. Luego, existieron diferencias e inquietudes por temas comerciales. Años después CFK atacó a Obama por los fondos buitres y a EEUU en defensa del pérfido memorándum suscripto con la República Islámica de Irán. Puso también en tela de juicio que EEUU considerase a Venezuela un peligro para la Región. Obama por su parte, expuso que más allá de la cordialidad, la política exterior de CFK fue siempre antiestadounidense. Para concluir diciendo: «Creo que ella recurría a una retórica que data probablemente de los años 60 y 70 y no a la actualidad».  

El presidente chileno Sebastián Piñera fue objeto de ironías por parte de CFK, en relación a la propiedad de la empresa de aviación LAN8. La respuesta del país trasandino no se hizo esperar y fue en los siguientes términos: «En Chile, el presidente y los parlamentarios son democráticamente elegidos, con total transparencia de su trayectoria y de su patrimonio e intereses. Una vez electos, desde el presidente hasta cualquier alto funcionario público debe cumplir las normas de transparencia y declarar su patrimonio y todos sus intereses», enfatizó el ex canciller Alfredo Moreno, según consignó el diario El Mercurio. Enseguida, agregó: «El presidente, como otros funcionarios públicos, voluntariamente decidió vender el total de su participación en diversas empresas, para evitar cualquier potencial conflicto de interés futuro». 

Del anterior presidente francés Nicolás Sarkozy, CFK recibió un frío tratamiento protocolar en 2011 y su relación no distó de lo meramente formal. De igual manera con el anterior primer ministro británico David Cameron y el ex presidente colombiano Alvaro Uribe Vélez, a quien criticó abiertamente el permiso otorgado para la instalación de cinco bases norteamericanas en el país caribeño. Le manifestó CFK que esa presencia «crea alta conflictividad a la región» y y que estaba preocupada por el «voltaje político» generado entre varios países, siempre con Colombia como epicentro: relaciones rotas con Ecuador, conflicto permanente con Venezuela y ahora las bases. Uribe dio algunas explicaciones pero adelantó que no pensaba dar marcha atrás con la medida (Cibeira, 2009). 

El conflicto por las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, ocupadas ilegítimamente por Reino Unido desde el año 1833, no reconoció ningún avance durante la gestión de CFK. Si bien desde la Asamblea General de Naciones Unidas pidió el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Descolonización y que los británicos se sentasen a negociar para devolver las Malvinas, su reclamo no fue escuchado.  

Tal es así, que en 2012 en la reunión del G-20 la presidente CFK intentó entregarle al premier Cameron un sobre con las casi 40 resoluciones de la ONU sobre la descolonización de Malvinas, lo cual fue rehusado por el mandatario inglés que la desairó dando media vuelta y retirándose de su presencia. Previo a ello, Cameron había exigido a Kirchner que respetara el referéndum de los kelpers, lo cual tambien fue rechazado por la presidente argentina.  

En relación a Italia, CFK mantuvo un proceso en la justicia de ese país a raíz de una publicación del diario Corriere della Sera, el que ganó, ya que había sido acusada falsamente de haber adquirido en uno de sus viajes a la península itálica aros, relojes y pulseras con oro y diamante por un valor superior a los 140 mil euros. Asimismo, en 2011 se reunión con el primer ministro Silvio Berlusconi y acordaron reactivar las relaciones bilaterales, prácticamente congeladas desde 2001 por las tensiones derivadas del default de los bonos argentinos, que afectaron a 180 mil inversionistas italianos. 

Cuando asumió la presidencia CFK dijo que tenía como modelo a la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, sosteniendo: «me gustaría ser un país exportador como Alemania, con un altísimo grado de tecnología, que es lo que lo distingue, el valor agregado, la innovación tecnológica»; aunque posteriormente en Rusia en 2015 en el marco de la Cumbre lanzó un chiste sobre la mandataria germana al aludir al ministro de Turismo argentino, de origen alemán. Aunque luego se disculpó y dijo que había sido sin ánimo de ofender. 

Previamente en 2014 se había suscitado un encontronazo diplomático a raíz de declaraciones del ministro de Economía de la República Federal de Alemania Wolfgand Schauble, quien sostuvo que: «en la Argentina insultan a los fondos y los llaman «buitres», pero la causa del problema es la propia Argentina. Ha vivido durante décadas por encima de sus posibilidades, no paga sus deudas y está por eso casi aislada del tráfico internacional de pagos». 

El por entonces, Jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, denunció una «actitud hostil» del gobierno germano contra la Argentina al llevar adelante acciones «favorables» a los fondos buitre, en tanto que el canciller Timerman se expresó en el mismo sentido. 

Desde la embajada teutona se aclaró que «El Gobierno Federal no tiene ningún tipo de relación ni contacto con los que han encargado las actuales campañas publicitarias. Los Hedgefonds que obtuvieron la sentencia en Nueva York contra Argentina no son empresas alemanas. El Gobierno Federal no toma partido por ninguna de ambas partes en el pleito de Argentina con sus holdouts». 

Luego de la destitución por juicio político del ex presidente del Paraguay Fernando Armindo Lugo y la sucesión por el vicepresidente Federico Franco, Argentina retiró su embajador en Asunción replicando similar actitud de Bolivia, Cuba, Ecuador y Venezuela. Asimismo, se suspendió temporalmente a Paraguay del Mercosur. Las relaciones se normalizaron luego de la asunción del actual presidente Horacio Cartes Jara.  

La presidente Fernández de Kirchner rechazó el golpe de Estado de 2009 contra el presidente de Honduras Mel Zelaya, quien luego de ser elegido como candidato de derecha dio un giro copernicano y se declaró admirador de Hugo Chávez y anunció que su gobierno pasaría a ser socialista y de izquierda. 

CFK afirmó que en el golpe de Estado perpetrado contra Honduras, «hay atrás otros intereses que tal vez quieran torcer el rumbo que comenzó a tomar el conjunto de las Américas, intentándose frustrar una política diferente» planteada en la región desde la llegada de la administración Obama.  

La mandataria expuso esas ideas en la Asamblea Extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos, que finalmente suspendió al gobierno de Honduras por haber perpetrado un golpe de Estado contra Manuel Zelaya. «Creo que no solamente el ataque es a usted presidente Zelaya o a la presidencia de Honduras, tal vez sea la estrategia más fina, más profunda que no solamente involucra a quien tal vez en su país quiere seguir con un modo de no distribución del ingreso», sostuvo para concluir: «Esa madrugada secuestraban algo más que a un presidente, estaban secuestrando la restauración democrática en América latina». 

Con Perú, en 2010 durante la segunda presidencia de Alan García Pérez, CFK dio por cerrado el conflicto derivado de la venta de armas a Ecuador durante la administración de Carlos Saúl Menem. Argentina pidió perdón por el tráfico de armas del año 1995, efectuando un acto desagravio institucional y reparación histórica destinado a recomponer las históricas relaciones diplomáticos argentino-peruanas. 

Finalmente, analizamos las relaciones entre Argentina y la República Islámica de Irán. Es uno de los capítulos más controversiales de la política exterior argentina durante el kirchnerismo. La Justicia argentina sospecha que la embajada de ese país en Buenos Aires fue la autora o instigadora del salvaje atentado a la mutual judía AMIA en 1994 que causó 96 muertos y se encuentra impune. 

Néstor Kirchner desde la Asamblea General de Naciones Unidas reclamó a Irán la entrega de los funcionarios sospechados del atentado terrorista. Durante todo el mandato de Néstor Kirchner y parte de la primera presidencia de Cristina Fernández, el caso AMIA fue considerado una política de Estado, el respaldo a la investigación fue completo, se rechazaron todos los ofrecimientos de Irán de acordar salidas políticas al caso judicial y comercial con Irán era considerado, sin mas, casus belli (motivo de guerra). 

Sin embargo, en enero de 2011, esto es, apenas un parte de meses después de la muerte de Néstor Kirchner, todo cambió. Para ello fue crucial la intervención de Chávez, quien ya había pedido al difunto presidente argentina reanudar la cooperación nuclear con la República Islámica. Pero, Néstor Kirchner fue el principal obstáculo a la impunidad iraní. 

El caso AMIA dejó de ser una política de Estado para convertirse en un fusible de ajuste, una pieza descartable, para lograr el restablecimiento de la relación comercial bilateral con Irán. Así comenzó a negociarse la impunidad. En el ámbito interno el inclasificable Luis D´ Elía fue uno de los representantes de los intereses y deseos iraníes. 

Hacía más de 20 años que Irán protegía a los acusados y obstruía la investigación y Néstor Kirchner mostraba decisión de llevar el caso a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas y rechazar rotundamente todos los ofrecimientos de Teherán, siempre destinados a acordar una salida políticamente negociada a esta cuestión, netamente judicial. 

Ahora bien, la línea forjada por Néstor Kirchner en torno al caso AMIA continuó durante los primeros años del mandato de su esposa Cristina Fernández. Sin embargo, la inconmovible negativa iraní fue logrando, de algún modo, erosionar las expectativas del gobierno nacional, sin que ello modifique, al menos inicialmente, el objetivo perseguido, que siempre consistió en que Irán someta a los imputados a nuestra jurisdicción. 

La consistencia que durante años tuvo la postura oficial argentina en torno al caso Amia, sufrió un cambio radical a partir de la decisión de CFK de avanzar en un plan encubridor que permitiera a los imputados iraníes eludir y sustraerse definitivamente del accionar de la justicia, a efectos de facilitar, entre otros fines, un intercambio comercial a nivel estatal con la República Islámica de Irán. 

De acuerdo a la presentación de la denuncia del fiscal de la causa AMIA Alberto Nisman -realizada en medio de presiones- que quedó radicada en el juzgado federal de Ariel Lijo, el Gobierno ideó un «sofisticado plan delictivo» destinado a favorecer a Irán y desvincular definitivamente a los sospechosos que son buscados por la Justicia argentina. 

El fiscal creía que la «maniobra» había comenzado dos años antes de que se firmara el Memorando de Entendimiento con Teherán en 2013 y contó con la participación del canciller Héctor Timerman, el diputado nacional de La Cámpora Andrés «Cuervo» Larroque y el piquetero Luis D´ Elía. 

En su escrito, Nisman incluyó los contactos que se mantuvieron nada menos que con Mohsen Rabbani, uno de los máximos responsables por el ataque terrorista, según la Justicia argentina y con pedido de captura. Nisman presentó como parte de las pruebas charlas telefónicas que involucran a los protagonistas. Según el fiscal, las instrucciones partían de la propia presidente, quien instruía a Larroque, que a su vez indicaba a D´ Elía. 

Al presente la denuncia fue desestimada, el fiscal murió un día antes de presentarse en el Congreso y se sigue insistiendo en el Ministerio Público para la reapertura de la investigación, rechazada in limine y sin valorar ninguna prueba por parte del juez Lijo. 

Finalmente, es menester señalar que en este extraño comportamiento del gobierno argentino de negociar impunidad con los victimarios de la AMIA, existió una publicación de la revista brasileña Veja, en la cual se afirmaba que Irán habría enviado dinero para la campaña de Cristina Fernández en 2007, a cambio de impunidad en el atentado de 1994. 

Veja sostuvo que el entonces presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad pidió personalmente a Hugo Chávez interceder ante el gobierno argentino para obtener tecnología nuclear para su país y lograr que los iraníes sospechosos de estar detrás del ataque terrorista en Buenos Aires fuesen retirados de la lista de Interpol. La solicitud habría sido hecha durante una visita de Ahmadinejad a Caracas en enero de 2007, y confirmaría la hipótesis de encubrimiento que el fiscal Nisman había presentado poco antes de morir misteriosamente. 

El semanario brasileño termina señalando que no se puede afirmar ni desmentir que el gobierno de la Argentina entregó secretos nucleares, pero sostiene que recibió mucho por medios legales (títulos de deuda) e ilegales (valijas de dinero) a cambio de algo muy valioso para los iraníes, entre lo cual llama la atención  las notorias semejanzas entre los reactores nucleares de Arak, en Irán, y de Atucha, en la Argentina (Coutinho, 2015). 

 

EL SUBOPTIMO MODELO NACIONAL Y POPULAR 

A la pregunta ¿qué es el modelo nacional y popular? Podríamos responder de dos maneras válidas. La primera: una gran mentira. La segunda: un mito similar al del Minotauro en su laberinto de Dédalo. 

El modelo nacional y popular invocado recurrentemente por el kirchnerismo es una vistosa caparazón vacía sin contenido sustancial y se vincula peligrosamente con los mismos estériles postulados del socialismo del siglo XXI. Estos grupos nacieron como consecuencia del malestar en la democracia, la crisis de los partidos políticos tradicionales y los pésimos sistemas gubernativos que los precedieron. El desencanto y la angustia de los ciudadanos hicieron que en muchos casos favorecieran con su voto a líderes extremistas como Kirchner, Chávez, Evo Morales o Correa. 

Coincidiendo con Gloria Álvarez (2014) el modelo «Nac & Pop» persigue los siguientes objetivos: 

a) desmantelar las instituciones de la República, para dar paso a una corrupción con impunidad; 

b) reescribir constituciones para poderlas acomodar al antojo de los líderes corruptos con pretensión de eternidad en el poder. En Argentina dicha ambición kirchnerista se dio de bruces contra el globo de ensayo lanzado en 2006 en Misiones para la reelección indefinida de gobernador, elección constituyente que ganó el obispo jesuita de Puerto Iguazú don Joaquín Piña, firmemente avalado por el, a la sazón, cardenal arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio SJ, actual papa Francisco. 

c) anular o suprimir las individualidades y la dignidad de las personas, mediante un entramado de ayudas sociales que conceden dádivas y puro asistencialismo, sin bregar por crear trabajo ni fuentes de empleo. En este caso lo hacen desde un egoísmo falto de inteligencia y desde una falsa filantropía (Bastiat, 2005). Desde una sedicente gratuidad, que es de todos modos financiada con recursos públicos que se exaccionan a los productores de riqueza, los líderes pretenden desde un crudo paternalismo hacer creer a la sociedad que ellos son los únicos aptos para resolver todos los problemas de la población y que el Estado es bueno y poderoso y ayuda a todos los que adscriben sin reparos a los úcases del presidente de la Nación. 

Los fascistas de izquierda vertebran un abstruso movimiento nacional y popular, al que le dan trascendencia a través de actos públicos y declaraciones altisonantes, donde un puñado de fieles a sueldo aplauden mecánicamente y algunos periodistas que se declaran en connivencia lo exaltan y definen, mientras desde el gobierno se secuestra la democracia y al sistema político y a la par, se implementa con cierta prolijidad la ejecución de cinco principios de opresión: 

a) Corporativismo, de claras y evidentes reminiscencias fascistas 

b) Mercantilismo estatal, bajo el ropaje de un capitalismo social o un socialismo de mercado. 

c) Concesión de privilegios a amigos del poder, militantes, pagadores de retornos y aduladores. 

d) Transferencia de riqueza (en particular a los altos dirigentes del autodenominado proyecto nacional y popular), sin importarles un ápice el empoderamiento de la gente ni la creación de riqueza, para seguir haciendo funcionar los engranajes de la fábrica de pobres mal nutridos, inculturizados y sin educación, de los que sólo tienen interés en que los voten en las elecciones. 

e) Ley politizada, judicialización de la política y politización de la Justicia. 

Los ideólogos del modelo en análisis persiguen dos fines: primero, justificar teóricamente la actitud de las clases gobernantes; segundo, atraer a las masas hacia una senda falsa, embaucándolas y haciendo de ellas un instrumento en manos de sus cínicos opresores. 

Mediante el constructo del «modelo nacional y popular» intentan garantizar que ellos logran «poner en orden» a sus respectivos países. Asumen el rol de una fuerza que obstruye la participación de las masas en las decisiones de Estado y sólo mediante «panem et circem» les muestran una aparente consustanciación con sus aspiraciones, necesidades y ambiciones. No se les permite luchar por sus derechos, a menos que sean los que se promocionan desde las altas esferas del gobierno. 

El derecho al mecanismo de participación democrática de revocatoria de mandatos, en Venezuela es manipulado vergonzantemente por el Tribunal Electoral, para evitar la inevitable destitución del presidente Maduro y quienes son opositores al régimen han tenido que exiliarse o han resultado encarcelados mediante amañados procesos judiciales irrespetuosos de las garantías del debido proceso y de la inviolabilidad de la defensa en juicio. Cítense por ejemplo los casos de Antonio Ledezma, Leopoldo López, Raúl Baduel, Manuel Rosales, María Lourdes Afiuni, Franklin Nieves o María Elena Uzcátegui. 

También merece ponerse de resalto la situación social de escasez de alimentos, medicamentos y artículos de primera necesidad que hoy padecen los venezolanos, a raíz de las desastrosas políticas económicas del chavismo, en especial desde el comienzo de la administración de Nicolás Maduro. Hugo Chávez pretendió exportar su socialismo nacionalista cristiano, bolivariano y petrolero del siglo XXI y hoy para evitar que los ciudadanos se manifiesten libremente, recurren a la fuerza de los fusiles militares, como en su momento promovieron abiertamente la agitación violenta por medio de milicias de los Círculos Bolivarianos, y es como un país que se dice cultor de los derechos humanos reprime marchas populares pacíficas e intenta silenciar el disenso y la protesta extendidos en toda la geografía venezolana (Benavente Urbina y Cirino, 2005:116-117; Maingon, 2002; Zubillaga, 2002). 

El chavismo construyó su propio relato, plagado de mentiras, sinópticamente podemos señalar algunas de ellas: 

a) Los medios de comunicación privados son los culpables de todos los problemas venezolanos; aunque el gobierno controla la mayoría de los canales de TV, emisoras de radio, periódicos y la Internet. 

b) EEUU es el jefe de la oposición venezolana, aunque Chávez y Maduro no cesaron sus importantes negocios petroleros con el gobierno norteamericano y empresas multinacionales asentadas en EEUU. 

c) Los empresarios son unos capitalistas egoístas que sólo piensas en el dinero, odian al pueblo venezolano y se venden al imperialismo9. 

d) Cada vez que surge un problema es por complot o sabotaje de la oposición. 

e) Todos los problemas de Venezuela fueron heredados de los anteriores gobiernos de COPEI y AD; aunque en verdad por insensatez, corrupción o ignorancia el chavismo creó graves problemas como entreguismo a Cuba, la escasez y el racionamiento, la violencia entre connacionales por problemas políticos, la mega-devaluación del bolívar, la espiral de inflación descontrolada, la destrucción de las instituciones, la persecución y los presos políticos o de conciencia, el enriquecimiento desmesurado de los gobernantes, la injerencia en asuntos internos de países vecinos, el aval a ELN y FARC, el despilfarro de bienes públicos, etc. 

f) Maduro necesita tiempo para resolver los graves problemas de Venezuela. El chavismo lleva 16 años gobernando con la concentración de poder más marcada de la historia venezolana. 

g) La escasez de alimentos es común a todos los países.  

h) En América latina y Venezuela siempre ha gobernado la derecha capitalista, por lo tanto es responsable de todos los problemas. Sin embargo, ejercieron el poder militar, populista e izquierdista que gobernaron con incapacidad e ignorancia. 

i) Todos los pobres son chavistas y los ricos, oposición. En verdad los pobres son manejados, excluidos y clientelizados por el chavismo. Ricos son los personeros del régimen y la familia Chávez. 

j) El chavismo es solidario y por eso dona fondos y petróleo. Realmente quieren exportar su «revolución» y comprar apoyos para imponer la dictadura comunista en Venezuela o prorrogar sine die la duración del mandato presidencial, clausurando la Asamblea Nacional. 

k) El chavismo no cree en el comunismo, sino en el bolivarianismo y el socialismo del siglo XXI. Son fanáticos seguidores de Fidel Castro, apoyan a las guerrillas marxistas y añoran los tiempos de la Unión Soviética. Se orientan a limitar la propiedad privada, reducir los derechos individuales, coartar la libertad de expresión y subvertir el orden democrático. 

l) Todos los afroamericanos e indios son chavistas. Buscan dividir la sociedad en razas con un discurso racista, sembrando el odio y polarizando la sociedad entre amigos fanáticos y enemigos denostados. 

m) Los militares son chavistas. Existe una infiltración de fuerzas cubanas y han aupado como jefes con mando efectivo de tropas a los mas exacerbados y ultras, mientras que a los disidentes o defensores del Estado de derecho los ponen en prisión. 

n) Maduro se equivoca, pero tiene buenas intenciones. Realmente se complace en producir odio, división, rencor y violencia para perpetuarse en el poder. 

o) Diosdado Cabello es un hombre de honor. Ordena torturas y persecución a opositores, está sospechado de narcotráfico y lavado de dinero, se ha enriquecido súbitamente. 

En Nicaragua, el sandinismo de Daniel Ortega ha quitado personería al principal partido de oposición (Partido Liberal Constitucionalista PLI) y se le impide a su líder Eduardo Montealegre, participar en los próximos comicios, donde el antiguo guerrillero con vocación de eternidad al modo de los Duvalier en Haití, ahora va acompañado en la fórmula presidencial por su propia esposa. 

En Ecuador, la libertad de prensa no permite criticar al presidente Correa, por ello los medios de comunicación son objeto de fuertes multas confiscatorias (como en los casos de Ultima Hora y El Universo), se han clausurado canales de TV con incautación de equipos (Ecotel TV de Loja) y se ha amenazado reiteradamente sacar del aire a Teleamazonas Recientemente se ha sancionado una ley orgánica de comunicación que obliga a la autocensura y viola el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. 

En Argentina del kirchnerismo, Cristina Fernández en sus cadenas nacionales ad nauseam, arremetía con diatribas y descalificaciones contra opositores, empresarios, productores rurales, países extranjeros, ahorristas, trabajadores, jueces y todo aquel que no le cayese bien por sus dichos o hechos o revelase la sistemática corrupción de su gobierno. 

La presidente CFK, luego de la marcha del 18-F, convocada a raíz de la violenta muerte del fiscal Alberto Nisman, declaró que la nutrida manifestación popular fue «el bautismo de fuego del partido judicial» de un «nuevo ariete contra los gobiernos populares, que suplanta al partido militar», que en el pasado avanzaba contra los «gobiernos con legalidad y legitimidad democrática». 

Todos los fascismos de izquierda latinoamericanos del siglo XXI tienen en común el  sometimiento del pueblo al Estado, al partido y al líder indiscutible. Siguiendo a Goebbels creen que «sólo los grandes hombres (y mujeres) modelan a la masa inmadura y que ésta no está llamada a dirigir formaciones políticas» y que «no hay que liquidar la desigualdad entre los seres humanos -declaran cínicamente-; al contrario hay que ahondarla y convertirla en una ley, protegida por barreras infranqueables» (Galkin, 1965). 

La obligación del pueblo, al que permanentemente agitan y al que recurren como intento de justificación de todos sus actos, es subordinarse ciegamente a la voluntad del jefe, encarnación viva de la Nación y de los valores nacionales y populares, siendo por ello un verdadero héroe popular.  

Las tempranas muertes de Kirchner y Chávez, generaron una irrefrenable catarata de bautismo de calles, plazas, hospitales, centros culturales, escuelas, etc. con el nombre de quienes fueron elevados a la categoría de héroes populares El culto a la personalidad ha adquirido proporciones desmesuradas, pretendiendo establecer un paralelismo entre Chávez con Simón Bolívar y Kirchner con José de San Martín. 

Mientras los generales de la independencia lucharon de verdad y con notable desinterés por su patrimonio personal hasta morir en la pobreza o en el exilio, tanto Kirchner como Chávez fallecieron como millonarios enriquecidos a costa de los dineros públicos. 

Los fascistas de izquierdas, cultores del utópico movimiento nacional y popular aspiran a sustituir la razón y la inteligencia por el embrutecimiento general del pueblo, mediante los medios modernos de propaganda y divulgación, valiéndose en especial de las redes sociales y de trollers (remunerados y que disimulan u ocultan su identidad y pertenencia a las fuerzas de choque mediáticas al servicio del fascismo de izquierda) que aguijonean en los portales mediáticos donde se permite expresar opiniones, atacando y hasta amenazando a quien piensa distinto, propalando noticias falsas y despreciando la inteligencia de las personas mediante la reiteración permanente de mentiras o calumnias.  

También en este aspecto, terminan convergiendo en el pensamiento teórico de Goebbels: «la mentira repetida muchas veces se convierte en verdad». El despreciable genocida Adolf Hitler escribió: «la susceptibilidad de las masas es muy limitada, su campo de entendimiento muy reducido; en cambio su capacidad de olvido es enorme» (Galkin, 1965).  

Para estar a tono con estos conceptos los fascismos de izquierda invierten ingentes sumas de dinero (de las arcas públicas) para crear una maquinaria mediático-tecnológica de embrutecimiento de los sentidos del pueblo y basada en el dictum «Audacter calumniar, semper aliquid haeret». Empero, el dinero ni los trucos propagandísticos han resultado lo bastante efectivos para dar trabajo, salud, educación ni alimentos a los millones de latinoamericanos que con temor y temblor han tenido que padecer o aún padecen las consecuencias de estos maquiavélicos regímenes referenciados en los principios dictados desde la Cuba comunista. 

Si encasillamos a los diferentes kirchneristas entre progresistas, peronizados y prácticos, considerando al kirchnerismo una variante argentina de los fascismos de izquierda; podremos sostener que los primeros lo son por convicción y con recurrencia a las armas de fuego de ser necesario para imponer sus objetivos; los segundos lo son por herencia del antiguo peronismo admirador de Mussolini y cobijador de exiliados nazis y ustashas y con ejercicio de la declamada lealtad justicialista y los terceros por cercanía con los líderes supremos del kirchnerismo y cínico oportunismo, para no desmentir a los mismos ni ser contradictores de sus creencias. 

Baste reproducir la carta que Fidel Castro remitiera a Hugo Chávez, de la cual se infieren claramente cuales son los fines y los medios de los que se valen los fascistas de izquierda para consumar su proyecto: 

«Sabemos Hugo que para lograr acabar con el imperialismo yanqui tenemos que hacer las cosas bien. Los árabes ya están listos, Lula está trabajando en Brasil y Las FARC las has animado tú. El pueblo del poder está muy cerca, los pobres son mayoría y tienen poca memoria, inyéctales desesperanza y acusa al pasado, a la democracia de todos los males, mantente en línea permanente con tu pueblo, identifícate con ellos, tu verbo es simple, eso les llega muy bien pues tiene la salsa que hace falta, emociónalos, tómalos en cuenta, aprende a manejar la IGNORANCIA, el verbo debe ser encendido, de autoridad y poder. No te preocupes por los ricos y clase media, no son más que tú 80% de pobres los que necesitas. Los ricos salen corriendo si les haces Buuuuuu… 

A los católicos les encantan las menciones de la Biblia o de Cristo, los católicos que son la mayoría en Venezuela no hacen nada con rezar sin acciones que no van a llegar a ninguna parte, son unos bobalicones, mientras la iglesia esté dormida aprovecha, cuando decidan moverse ya estarás instalado, recuerda que la iglesia es guavinosa, sigue acusándola, los católicos sin liderazgo no son nadie y ningún curita va a reaccionar, hay dos o tres que quieren reventar pero sus superiores los acorralan. Si ves algún sacerdote alebrestado, cómpralo, llámalo, gánatelo, si el pueblo cristiano se te revela ese será tu ultimo día pero difícilmente vendrá. Los judíos en Venezuela no cuentan, los evangélicos son unos pobres pendejos y las demás religiones, para que nombrarlas. Saca al Cristo, siempre habla en su nombre, recuerda que esto a mi me dio excelentes resultados, incluye banderas y a Simón Bolívar cuando puedas, genera un nuevo nacionalismo, despierta el odio, divide a los venezolanos, esa etapa te da buenos dividendos, se eliminaran unos a otros, la violencia te ayudara también a instalarte más tarde a la fuerza, mientras tanto háblales de democracia y de constitución. 

Pide dinero y compra la fidelidad mientras cumplan los objetivos, cuando logres lo quieres si se oponen o te aconsejan deséchalos, envíalos a las embajadas, dales dinero para que callen o sácalos del país para que la prensa no los utilice. Los que se opongan siémbrales delitos, eso los descalifica para siempre. Por todos los medios mantén mayoría en la asamblea, mantén a tu lado como mínimo a la fiscalía y al tribunal. Compra a todos los militares con ropa y equipo, todos lo que tengan comandos ponlos donde hay bastante dinero, CORROMPELOS para lograr fidelidad, a unos de ellos ponlos en la petrolera para que logres el control militar, en las guarniciones centrales necesitas poner a tu gente, ofrece cursos para cambiar a los indecisos de los puestos clave. Si logras de 200 a 300 militares de alto rango con comando de tropas eres indestructible, si tienes dudas de algunos ponlos a prueba, por ejemplo con un golpe simulado, ahí salen todos los traidores y todos los fieles. 

Es necesario controlar los medios de producción del estado, a los comerciantes les encanta el dinero, compra a los banqueros, a los grandes comerciantes y a los grandes constructores dales contratos, trabajos y facilidades para esta primera etapa. Para la segunda etapa tienes que haber formado comités de defensa de la revolución, llámalos bolivarianos, haz trabajo comunitario con ellos para que se sientan agradecidos, págales para que sigan los lineamientos, marchas, concentraciones. De los comités selecciona los más agresivos para una fuerza de choque armada que puedas necesitar si la cosa se pone difícil. 

Controla la policía, destrúyela, ponla a tu disposición, en la segunda etapa tienes que profundizar la misión de revolución, debes mencionar mucho la palabra revolución, eso emociona a los pobres. Aquí tienes que fracturar a la unión de trabajadores y de empresarios que puedan hacer oposición, tienes que lograr que los trabajadores estén afiliados a una central paralela, con dinero se logra, igualmente tienes que armar una central de empresarios paralela. Ataca a los empresarios, acúsalos de hambreadores, fascistas y particularmente acúsalos de golpistas. Hazte el débil, la mente del hombre siempre se ubica en el más débil y en la justicia, Si no puedes comprarlos cierra los medios de comunicación radial, impresos y las televisoras. Tu empresa de petróleo es la que produce el dinero del proyecto, crea una junta directiva revolucionaria, saca a los técnicos y acaba con esa llamada meritocracia, si tienes todo en esta etapa puedes seguir a la tercera. 

En la tercera etapa puedes violar la constitución porque nadie te lo va a impedir, ordena allanamientos, siembra armas, drogas, dinero, acúsalos de espías o corruptos, desprestígialos, recoge muchos periodistas, empresarios, líderes laborales, los demás escaparán del país o tomarán escarmiento. Reestructura el gabinete, aquí puedes deshacerte de tus colaboradores, a unos puedes premiarlos y a otros desecharlos pues ya no hay oposición, tienes que poner camaradas, establece el estado de excepción, suspende las garantías, lanza el toque de queda, apúrate, mira que el pueblo se te está poniendo bravo, cierra todos los medios de comunicación, destituye alcaldes y gobernadores de la oposición, anuncia la reestructuración de todas las áreas del estado y la elaboración de una nueva constitución, forma un consejo de gobierno con 500 miembros, en ese consejo asesor del gobierno estaré yo. Hay que fusilar a los opositores que no aprendan, esto es lo único que los silencia y es más económico, nunca dejes que se organicen y conozcan tus intenciones, seremos respetados nuevamente por el marxismo leninismo, Brasil, Ecuador, Venezuela y Cuba a pasos indestructibles, si veo que no tienes criadillas regojo a toda mi gente, me la pueden matar los militares cuando se te alcen, si no me haces caso ve a ver qué haces. ¿Que estas esperando Hugo?» (sic).  

 

No puede soslayarse que para garantizar la marcha triunfal de las ideas que propugnan, en ocasiones pasan a verbis ad verbera. Las fuerzas de choque que acompañaron a CFK, las milicias populares y la SEBIN en Venezuela, son preclaros ejemplos que si la ciudadanía no se somete por la razón, debería hacerlo como consecuencia de la violencia ejercida desde el poder por esbirros ad utrumque paratus. Los reverenciadores del tirano y multihomicida Fidel Castro, han adoptado esa carta como guía de trabajo y nadie podrá desmentir, que han puesto sus miras en cumplir acabadamente con cada una de las recomendaciones. 

Curiosamente, el fascismo de izquierda latinoamericano y su versión española de Podemos, posee notorios puntos de coincidencia con la extrema derecha, que en estos momentos se halla en franco ascenso en el continente europeo. Tomaremos tres elementos que distingue a la extrema derecha y que mutatis mutandis se han receptado en los diferentes fascismos de izquierda latinoamericanos: 

a) La batalla del vocabulario 

b) El totalismo ideológico 

c) La lepenización de los espíritus 

En una publicación del autor (2013) «La extrema derecha europea: Una tendencia en auge» se analizaron estos tres elementos, los cuales pueden adaptarse fácilmente a los fascismos de izquierda de América Latina. Veamos semejanzas y diferencias entre ambos y se garantiza el asombro y la perplejidad ante las similitudes existentes entre los opuestos. 

La batalla del vocabulario: Es el elemento esencial estratégico para la conquista del poder. Conscientes de la potencialidad del manejo de las palabras buscan el control del medio a través de la manipulación semiótica, dotándola de carácter programático. Difunden entre los militantes palabras que deben o no ser utilizadas, afirmando que: «ninguna palabra es inocente…son armas, porque tras cada palabra se esconde un plan ideológico y político (Moati y Raspiengeas, 1991:152)». 

La extrema derecha y el fascismo de izquierda recurren a un proceso de carga del lenguaje, relato canónico, repetición de clichés y fórmulas manipuladoras, peyorativas, que en definitiva establecen para los ultraderechistas una dicotomía de carácter racial entre «civilización» o «barbarie» y entre capacidades y rendimientos comparativos de «blancos» y «negros»; mientras que para los populistas de izquierda son «inclusión social», «beneficios asistenciales», «poder económico concentrado», «oligarquía agropecuaria», pobres contra ricos, empoderamiento de supuestas minorías hasta convertirlas en dictadura de las minorías, izquierdistas lúcidos contra derechistas trasnochados, reeditando la antinomia imperialismo / anti-imperialismo y el cínico discurso de los derechos humanos. 

La lepenización de los espíritus: En Europa, como consecuencia de la batalla del vocabulario germina la llamada «lepenización de los espíritus» (Tevanian y Tissot, 2002) de amplios sectores de la sociedad e incluso de partidos opuestos a la extrema derecha. Un buen número de las propuestas de ésta están siendo aplicadas por los gobiernos europeos o están en trámite de serlo: severa restricción del reagrupamiento familiar; limitación del derecho de asilo; dificultades para visados turísticos de residentes en el tercer mundo; expulsión efectiva de inmigrantes clandestinos; cambios en el derecho de filiación; instauración de un periodo probatorio para los matrimonios con extranjeros para evitar uniones de conveniencia; en casos de terrorismo, privación de la nacionalidad por un periodo de quince años a los naturalizados; utilización de resortes de la policía administrativa para acosar a las asociaciones islámicas radicales, restaurar controles fronterizos, etc.  

Mientras que en América latina asistimos a la chavización o kirchnerización de los espíritus. Con igual énfasis los gobiernos populistas de Latinoamérica englobados dentro de la corriente fascista de izquierda, pretenden con mayor o menor disimulo actualizar la ideología comunista, reconociendo como fuentes de inspiración a Ernesto Che Guevara y Fidel Castro, resultándoles simpático todo lo que esté relacionado con la antigua y extinta Unión Soviética, hasta el ridículo de defender al genocida Josef Stalin, como han declarado sin ruborizarse legisladores argentinos, venezolanos y bolivianos.  

Así, resulta políticamente correcto criticar al neoliberalismo, cuando en verdad jamás rigió el modelo de libre mercado al sur del Río Grande; respetar como auténticos héroes a los golpistas venezolanos de febrero y noviembre de 1992, cuando en verdad fue una asonada militar contra las autoridades constituidas de Venezuela; aceptar con resignación que la toponimia reitere hasta el hartazgo los apellidos Kirchner o Chávez, callar que ambos líderes se enriquecieron obscenamente en el ejercicio del poder, poseer un doble rasero para la aplicación de los derechos humanos los que se deben respetar para delincuentes y guerrilleros, mas no para ciudadanos de a pie, que trabajan, no reciben prebendas y pagan regularmente sus impuestos. Conferirle valor cuasi sagrado a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, como si no hubieran lucrado indignamente con el negocio de los derechos humanos10. 

El modelo del “totalismo ideológico” fue formulado por Jay Lifton (1989) como herramienta heurística de reducción de la complejidad, atento que la extrema derecha tiene pretensiones de control mental sobre el individuo a través del discurso ideológico totalitario. El autor lo conceptualiza como: “La conjunción de una ideología inmoderada con unos rasgos de carácter individual igualmente inmoderados, un terreno de unión extremista entre la gente y las ideas (Jay Lifton, 1989:188).” En el estudio de partidos de la extrema derecha actual se ha soslayado reiteradamente la cuestión del sustrato ideológico. La principal razón de esta situación estriba en la heterogeneidad, la fragmentación, el oportunismo y la ocultación planificada, característicos de estos movimientos extremistas (Simón, 2004:59). Las máscaras, los rostros y el vestido del racismo no deben hacer olvidar los postulados de la derecha radical, que representan una “readaptación ideológica” del nazi-fascismo (Taguieff, 1993:45). 

Para acometer su objetivo recurren a la descalificación del pensamiento crítico y de todo aquel que insinúe ideas divergentes con las que ellos sostienen o que pretenda revelar que mienten, roban, corrompen y abusan del poder, suprimiendo las individualidades y disponiendo de los recursos públicos como cuenta bancaria personal de los líderes populistas, a quienes presentan como paladines carismáticos de la bondad y la eficiencia, que disponen de un poder omnímodo que incluye la subordinación y secundariedad del aparato institucional del Estado (Sanín, 2003:55). 

Se desesperan para obtener el control político de todo, desde los sindicatos a las Fuerzas armadas, desde la Iglesia católica y las organizaciones comunitarias judías a las agremiaciones profesionales o de empresarios, productores agropecuarios, banqueros o clubes deportivos con gran cantidad de aficionados o simpatizantes, e incluso simples clubes de barrio, cooperativo o mutual. 

En Argentina se ha llegado a contaminar con publicidad partidista a los encuentros futbolísticos transmitidos por la televisión estatal, con mensajes directos o subliminales, descalificando adversarios (en verdad enemigos, desde la lógica que los informa), mintiendo estadísticas y falseando mendazmente datos de la realidad.  

También se ha recurrido al bochorno de pretender adoctrinar desde La Cámpora a niños de preescolar o enseñanza primaria o se han repartido ayudas sociales en situaciones de emergencia ambiental vestidos con pecheras identificatorias de grupos prokirchneristas como «Unidos y Organizados» «Túpac Amaru» «Kolina», «La Cámpora» o «Movimiento Evita», etc. Va de suyo que los bienes, agua potable y comestibles que se repartían eran irrogados desde el presupuesto nacional; y no actos de altruismo ni generosidad. 

Los populismos de izquierda latinoamericanos no trepidan en financiar sus campañas políticas no sólo con recursos del estado, que son objeto de malversación, sino que han recurrido al financiamiento de narcotraficantes y «retornos» de la obra pública  (como en el caso argentino), de los cocaleros (en Bolivia), de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Venezuela mediante el canje de favores, armas, drogas y divisas, o la red de corrupción montada durante los gobiernos brasileños del PT que ya produjeron la destitución de la presidente Rousseff, la imputación a Lula da Silva, la instrucción de los procesos conocidos como «Mensalao» «Petrolao» y «Lava Jato», por los cuales se han encarcelado a ministros, legisladores, empresarios y autoridades del Partido Trabalhista (como por ejemplo Silvio Pereira ex secretario general del PT, Joao Vaccari ex tesorero del PT, José Dirceu ex hombre fuerte de Lula como jefe del Gabinete de la Casa Civil de la presidencia de la República o José Genoino ex presidente del PT). 

También en Ecuador, Nicaragua y los países antes nombrados se recurre a la presión extorsiva para que se entreguen cheques o dinero en efectivo en concepto de aportes empresarios a las campañas político-partidarias. Con ello también se pagan sobresueldos a personeros de los gobiernos, se realizan actos, donde se entregan prebendas, pensiones, subsidios, chapas o alimentos; se fabrica merchandising y se compran medios de comunicación permeables y periodistas venales. 

En Argentina, los medios de prensa que exhalaban olor a kirchnerismo, acabado el gobierno de CFK han entrado en una debacle financiera, al cesar el ingreso de dineros públicos, porque nunca fueron viables ni rentables salvo como recurso propagandístico oficial y así han discontinuado sus actividades Radio América, diario La Mañana de Córdoba, diario Tiempo Argentino, diario El Ciudadano, diario El Periódico Austral, entre otros. 

 

LA PUGNA ENTRE LA PRESIDENCIA, EL PARTIDO Y EL ESTADO: 

LA SINTROPIA DEL PARTIDO JUSTICIALISTA 

El peronismo adolece de un grave defecto, ya que como se denomina movimiento «atrápalo todo» (catch all party) de modo recurrente confunde el gobierno con el partido y el Estado. De tal manera el peronismo ha mutado de ser partido de gobierno a pretender transformarse en partido de Estado como otrora lo fueron el PRI en México o la Asociación Nacional Republicana - Partido Colorado en el Paraguay, o más discretamente en Partido de Movemento Democrático Brasileiro (PMDB). 

Walter Curia (2015) señala que desde la llegada al poder de Néstor Kirchner, y más marcadamente con la presidencia de Cristina Kirchner, la política parece haberse convertido en la Argentina en una pura expresión de la estatalidad. La política ya no reside en un sistema de partidos, ni siquiera el de un solo partido, sino en el Estado, donde poder y política se confunden y son la misma cosa. 

En palabras de Luis Alberto Romero, la política en la Argentina «es cada vez más un apéndice del gobierno: para hacer política hay que ser presidente, gobernador, intendente y hacer política consiste en movilizar los recursos del Estado para conseguir votos, a la manera del PRI mexicano» (citado por Walter Curia). Néstor Kirchner era un convencido que se necesitaba dinero en abundancia, para actuar en política con vocación de éxito. 

El fenómeno podría a la vez ser causa y consecuencia del concepto de ‘recuperación’ de la política que sedujo tanto en los primeros años de Kirchner y que tantas adhesiones consiguió en un escenario aun dominado por el concepto de ‘fin de las ideologías. La recuperación de la política con Kirchner derivó inesperadamente en una ‘apropiación’ de la política por y desde el Estado, que aparece además como un nuevo sujeto político, por encima de ciudadanos y partidos. Podría decirse que desde la administración del Estado, en estos términos, ya no hay generación de políticas públicas sino simplemente política. 

Los pensadores pos-marxistas sostienen que la política es algo distinto de la estatalidad, y hablan del fenómeno político como un ‘acontecimiento’ en el que el hecho político, desde finales del siglo XX, es una ‘excepcionalidad’. La política, según esta corriente de la filosofía política, está circunscripta a lo micro y aparece en episodios como la toma de una escuela o la recuperación de una fábrica o en el movimiento de los indignados o, para que se entienda mejor en la Argentina, en las asambleas barriales de 2001. Así, la política sería el hecho que busca romper con el orden social o con el orden institucional vigente. 

El kirchnerismo pareció rechazar la estatalidad en lo que representa como orden institucional, pero sin embargo generó acontecimientos políticos desde ese mismo Estado que encierran ese criterio de excepcionalidad y que resultan imprevisibles. Así vemos cómo desde el vértice mismo del poder político se pretende romper el orden establecido, como por ejemplo en el caso del acuerdo con Irán por los juicios por la AMIA para negociar con los acusados, o cuando se establecen nuevos criterios, arbitrarios, para la selección de jueces. 

La expresión orgánica más conocida del Estado como protagonista de la política es la aparición de La Cámpora, una agrupación nacida en las entrañas del poder y diseñada a partir del aparato institucional del Estado, con alcance en casi todos sus estamentos. Lo curioso es la inversión de roles: desde el Estado, que monopoliza la política, se generan hechos de naturaleza política que significan rupturas con lo institucional, es decir, con lo que ese mismo Estado debería representar. 

Este ejercicio proviene de una enraizada inclinación en el kirchnerismo sobre la que ya se ha hablado: perseverar y con bastante éxito en la idea de que la acumulación de poder nunca es suficiente y que el verdadero poder está en manos ajenas y aún debe ser conquistado.  

Pero, la vieja guardia del Partido Justicialista, del denostado pejotismo, es como los buitres que huelen a muerto desde las alturas, y cuando el líder pierde la mayoría o cesa en su mandato, los leales empiezan a saltar de modo más o menos discreto o disimulado hacia otras naves que los lleven nuevamente a puertos de victoria y poder. Una frase pinta de cuerpo entero a la dirigencia peronista, en relación al líder caducado o caído en desgracia: «lo acompañan hasta la puerta del cementerio, pero no entran con él».  

De manera vertiginosa e imparable desde el 9 de diciembre de 2015, muchos kirchneristas de paladar negro comenzaron a mutar sus discursos, a realinear sus lealtades y decir en voz alta lo que antes no querían, no podían o no les dejaban denunciar. CFK ya no lidera más al peronismo y su caudal político ha quedado circunscripto al cristinismo residual, cada vez más menguado y con ganas de hallar un nuevo conductor. Coincidimos con Crivelli (2013) que: «el peronismo tiene una capacidad inagotable de reproducción. El cristinismo (versión crepuscular del kirchnerismo) declina y ya aparecen sus herederos». 

En octubre de 2016, cuando aún no se sabe la suerte que correrá la ex presidente con sus múltiples causas penales, son varias las voces que se han alzado diciendo que no debe ser candidata, desde el acomodaticio Miguel Pichetto al otrora camporista fanatizado José Ottavis Arias o el ex Jefe de Gabinete de Ministros Juan Manuel Abal Medina (hijo). Algunos que fueron ministros de CFK están en aprontes para disputarle el liderazgo en declinación, como por ejemplo Florencio Randazzo o el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey. 

El Partido Justicialista del siglo XXI ha comenzado desde los primeros días de 2016 a poner en marcha un proceso de sintropía, que le permitirá en el corto plazo desprenderse del antiguo sistema kirchnerista, que pasará al arcón de los recuerdos como hicieron con Isabel Perón, Carlos Menem y Eduardo Duhalde y sus respectivos ismos, para discernir un nuevo y potente liderazgo que les permita competir para recuperar el poder. Porque el peronismo sabe que hay vida después del vencimiento del turno presidencial. 

Es que el justicialismo no sabe conducirse desde el desierto y en democracia no sabe ser oposición leal. Parafraseando a André Breton «el peronismo es avida dollars, avida potestatem». 

Pero esta vez, las urnas le han sido esquivas y los han enviado al llano. Es una situación completamente diferente al interregno 1999-2001 cuando por varias razones, pero entre la más importantes por mezquindades y envidias hicieron perder a Duhalde y permitieron el efímero y endeble gobierno de la Alianza con Fernando de la Rúa como presidente. 

Hoy hay una cierta homogeneidad en el equipo de gobierno de Mauricio Macri, teniendo además el control de los gobiernos locales de la Ciudad de Buenos Aires, Provincias de Buenos Aires, Mendoza, Corrientes y Jujuy, el tesoro posee reservas, las bombas de tiempo dejadas por CFK ya han explotado o se hallan controladas y se comienza a advertir una superación del kirchnerismo por una realidad con mas libertad y sin miedo a expresarse. 

La economía, el nivel de inversiones, el índice inflacionario y la confianza en la marcha de la economía mejorarán seguramente en 2017 (inclusive por efecto rebote), según los pronósticos de las consultoras mas serias, el contexto internacional valora positivamente la gestión de Macri, su ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay ha sido elegido como el mejor ministro de Economía de 2016 por la revista inglesa «Euromoney» y los nostálgicos del retorno kirchnerista han comenzado a desvanecerse y a reducirse ostensiblemente. En todo caso, los opositores al PRO buscarán algún valioso dirigente con experiencia, de los muchos que tiene el PJ y que no puede ser atacado de corrupto o delincuente para disputarle el liderazgo tanto a Macri como a Sergio Massa; o se encolumnarán detrás del líder del Frente Renovador.  

A medida que se ventilan los hechos de corrupción acaecidos entre 2003 a 2015, el avance de las causas judiciales que habían sido ralentizadas, la aparición de importantes sumas de dinero como los millones de dólares de Florencia Kirchner, o el tragicómico episodio protagonizado por el desorbitado ex secretario de Obras Públicas José López, revoleando bolsos con millones de dólares hacia el interior de un convento en el Gran Buenos Aires, la aparición de incontables propiedades de Lázaro Báez, la opacidad de la fortuna y empresas de la familia Kirchner con hechos tales como la cesión de bienes de CFK a sus hijos Máximo y Florencia tres días después de su procesamiento en la causa del dólar futuro, la grosera evasión de impuestos de Cristóbal López por la sideral suma de 8 mil millones de pesos y la falta de financiamiento a los militantes, trollers y aplaudidores rentados; ese kirchnerismo todopoderoso y desafiante ha pasado a la defensiva, dado que carece del ejercicio efectivo de la política clientelar que lo caracterizó ni dispone de la longa manu que llenaba los bolsillos de periodistas adictos y, ahora aspira no tanto a recuperar el poder perdido, sino a no perder la libertad y evitar ser encarcelados por corruptos y venales. 

 

KIRCHNERISMO: LA TIRANIA DE LA MAYORIA EN NOMBRE DEL PUEBLO 

Al comienzo del ensayo señalamos que llegaríamos a una definición del kirchnerismo, una vez estudiado su origen, arraigo, llegada al poder y ejercicio del mismo. No lo podíamos efectuar ab initio porque era menester relacionarlo con las experiencias peronistas de 1946 a 1955, 1973 a 1976 y 1989 a 1999, y a su vez, con la interrelación con los demás movimientos fascistas de izquierda que se desarrollaron a América latina.  

A esta altura del trabajo y cuando ya estamos próximos a las conclusiones y epílogo con final abierto, nos es permitido definir al kirchnerismo argentino. 

El kirchnerismo, no renegó explícitamente de Perón por razones de oportunismo y porque a pesar de las enormes diferencias ideológicas que separan a los Kirchner de Perón, fueron solícitos alumnos que aprendieron y reeditaron los peores errores del peronismo. Intentaron encubrir su formación comunista, que se contradice sin ambages con su condición de burgueses aficionados por el dinero, especialmente nominado en dólares o euros. 

Pablo Giussani (2011:308-309) describe magistralmente que el peronismo es la simbiosis de dos autoritarismos, uno de derecha y el otro de izquierda. Generó y arraigó en la Argentina una mentalidad que asocia automáticamente la democracia con la oligarquía, la libertad de expresión con el conservadurismo de los Gainza Paz, las garantías individuales con Álvaro Alsogaray. 

El peronismo consiguió crear dentro y fuera de si mismo un tipo de cultura política en el que nadie podía acceder al «campo popular» mas que a precio de escribir «democracia» entre comillas, de condenar la «partidocracia» y de mirar con sorna a cualquiera que abogara por los derechos civiles. 

Los montoneros absorbieron y asimilaron la maniobra peronista de localizar el antiliberalismo en los valores políticos liberales. Al lado de un liberalismo económico convencional y de rutina, el antiliberalismo más sentido, vivido y entrañabilizado por los montoneros era, ostensiblemente, el otro. 

Liberal para los montoneros implicaba remontarse al lenguaje mussoliniano heredado de la derecha peronista. Liberal para los montoneros era sinónimo de individualista, poco viril, comodón, desleal, pantuflero, vacilante, adúltero, débil, goloso, doméstico, cobarde. 

Para los montoneros de Firmenich un liberal era un hombre de segunda clase, un hombre-cosa, pasible de ser vigilado, manipulado y eventualmente, suprimido, es decir un «homo sacer» (Agamben, 1999). 

Termina diciendo Giussani: «Quien busque la filiación de estas angulaciones montoneras para percibir al prójimo podrá encontrarla, sorprendente e indistintamente, en culto ultraizquierdista a la lucha armada y en el GOU, en el terrorismo marighelista y en la exaltación fascista de la acción directa. 

De esta doble filiación emana todo el sentido de la amalgama castro-peronista operado en Montoneros. La conclusión, aunque lógica y de una diáfana conformidad con  la naturaleza de las cosas, es de todos modos impresionante: es el elitismo militarista del extremismo revolucionario lo que hace de la inserción montonera en el peronismo, un acto de confluencia con los componentes mas caracterizadamente fascistas de la cultura política peronista». 

Es así que no se trata de una contradictio in adjecto ni un oxímoron, presentar al populismo neomontonero y chavista como un «fascismo de izquierda». José Enrique Miguens (1983) hace más de tres décadas aplicó a la izquierda vernácula la caracterización de «fascismo de la izquierda revolucionaria».  

En Venezuela ante las reiteradas marchas de ciudadanos, que protestan contra el gobierno de Nicolás Maduro debido a la grave situación económica, social, y política provocada por la incapacidad completa de este gobernante, el oficialismo convocó a contramanifestaciones y el presidente no deja de proferir insultos contra sus detractores. Una de las palabras que usa prácticamente en cada oración, al referirse a los opositores, es “fascismo” en evidente proyección freudiana11. 

Si vemos las reacciones de Maduro a través de esta teoría psicoanalística: ¿qué trata de esconder tras el insulto de «fascismo»? ¿A qué le tiene miedo este mandatario con pretensiones de dictador? La respuesta es  sencilla: el régimen que trata de imponer Maduro —y lo que trataba de hacer antes Hugo Chávez— es un fascismo puro, hasta burdo. 

En primer lugar, proclaman consignas populistas contra la pobreza; se dedican a saquear la economía por vía de la «nacionalización»; se empecinan en perseguir primero a sus propios copartidarios que entienden que son engañados y, después, a cualquier opositor; compran votos con promesas baratas propias del populismo, tirándole las migajas a la «masa»; forman grupo de gobiernos aliados a través de ayuda económica; crean una figura del enemigo de la nación (los yanquis e imperialistas para los chavistas venezolanos). 

Se preocupan de las propiedades privadas que conforman el patrimonio de los personeros de los gobiernos, sus núcleos familiares y testaferros; mucho más que de los ciudadanos privados de toda propiedad. Por último, no dejan de aparecer en público con la propaganda manipuladora basada en la repetición de tres conceptos claves: «todo para el pueblo», «la oposición que sueña con hacernos más pobres» y «debemos unirnos contra el enemigo» con el claro objetivo de dividir la población: ellos (los oligarcas) contra nosotros (los buenos venezolanos). Así, la mentira repetida miles de veces se convierte en verdad. 

Para permanecer en el poder, como todos los fascismos convierten la educación en adoctrinamiento. El Estado controla e impone los programas educativos para crear la «nueva historia», mantener en la memoria de los jóvenes las «atrocidades» del pasado y aniquilar cualquier tipo de la capacidad crítica. La militarización, las economías planificadas y la intromisión del Estado, en los fascismos, incluida Venezuela han ocasionado los estragos esperados. 

En los fascismos los gobernantes crean milicias conformadas por los desarrapados para defenderse de sus propios pueblos y les entregan las armas. Con todo ello, hunden sus raíces en la miseria e imponen el terror en medio de altos niveles de criminalidad (en la Venezuela chavista-madurista la tasa de homicidios es de 79 asesinatos por cada 100 mil habitantes), a pesar del discurso de los dos gobiernos de una baja significativa en la criminalidad. 

Es necesario recordar que en los casi 17 años del socialismo del siglo XXI en Venezuela han perecido alrededor de 200 mil personas en manos de asesinos, por lo que Chávez y su extensión física, Maduro, son, indudablemente, genocidas. Y no se puede olvidar que tanto  Chávez como Maduro han gobernado bajo las leyes habilitantes que son contrarias a los  principios ínsitos de la República y de la democracia (Herrera, 2014). 

Chavismo y kirchnerismo son los dos paradigmas del populismo latinoamericano del siglo XXI, el primero se halla pendiendo de un hilo ante los horrendos procederes y resultados de la gestión de Nicolás Maduro y el otro ha sido desalojado del poder mediante elecciones celebradas en noviembre de 2015. Los fascismos de izquierda son procesos de carácter declamativamente revolucionario y apoyados en la demagogia populista buscan legitimarse ante el pueblo, instrumentalizando la democracia para concentrar el poder (Larroulet y Horzella, 2008:106). 

La diferencia sustancial entre chavismo y kirchnerismo es que en el caso argentino, nunca se anuló el Estado de Derecho, a pesar de los esfuerzos denodados hechos por los acólitos del régimen. En ambos dos casos las instituciones republicanas fueron manoseadas aunque en Argentina la Corte Suprema mantuvo su supremacía e independencia, a pesar que el gobierno se encargó de destruir la seguridad jurídica. Las elecciones argentinas siempre se llevaron a cabo dentro de la previsibilidad, pese a la manipulación que hizo el peronismo del Gran Buenos Aires, con recursos propios de patanes tales como robar boletas de los adversarios, convocar como autoridades de mesa a jóvenes militantes de La Cámpora o hacer publicidad partidaria desde los órganos de gobierno y con dinero del erario público. 

En Venezuela las elecciones fueron cuestionadas por observadores electorales, el Centro Carter y la OEA, por parcialidad y falta de transparencia, en especial la que ganó Nicolás Maduro a Henrique Capriles Radonski por la mínima diferencia (50.61% a 49.12 %), con un órgano electoral fraudulento, un tribunal de justicia carente de independencia y anteriores asambleas nacionales con mayoría chavista que expulsaba diputados que no eran del agrado de los personeros del régimen bolivariano. 

El espiral de violencia en Venezuela ha sido y continúa siendo de mayor crudeza que en la Argentina (donde si bien existe marcada inseguridad negada sistemáticamente po el kirchnerismo), siempre existieron frenos y contrapesos, desde la prensa libre hasta la populosa clase media, que pusieron límites a las pretensiones de desborde que muchos fanatizados kirchneristas alardeaban que comenzarían en cualquier momento. 

En lo que concierne a la situación social el nivel de pobreza e indigencia es elevado en ambos países, pero de mayor entidad en Venezuela. El kirchnerismo, que pretendió proteger a la «mesa de los argentinos» con medidas proteccionistas y de restricción al comercio y cepo al dólar estadounidense, si bien dejó una inflación oculta, atraso cambiario e índices de pobreza falseados maliciosamente, no llegó al desvarío que se vive en la actualidad en Venezuela donde practican el racionamiento castrista y escasean los mas elementales comestibles (como leche  y pan), medicamentos, pañales para bebés y ancianos o papel sanitario. 

Venezuela encabezó el Índice de miseria Mundial en agosto de 2014, que se basa en la inflación, el desempleo y otros factores económicos.#cite_note-132 Argentina y Venezuela poseen una pobre consideración internacional en lo que atañe a libertades económicas, transparencia, niveles de corrupción y de respeto de la prensa libre y de las fuerzas políticas opositoras. 

Cuanto más avanzó el fascismo de izquierda en la aplicación de sus principios, más dura es la realidad para la sociedad y los ciudadanos. Venezuela es el paradigma del oprobio, el autoritarismo, el desgobierno y la confusión. Argentina, llamó la atención a los kirchneristas profiriéndoles derrotas legislativas en 2009 (al propio Néstor Kirchner a manos de Francisco de Narváez) y a una ensoberbecida CFK con pretensiones de eternización en el poder (a través de la victoria de Sergio Tomás Massa, su antiguo Jefe de Gabinete y líder del Frente Renovador). Con ello, se aventó cualquier posibilidad de re-reelección o reelección indefinida y una de las características de los fascismos de izquierda no puso aplicarse en la Argentina, se impidió la reforma constitucional. 

Finalmente, la fórmula del FPV Daniel Scioli y Carlos Zannini cayó en el ballotage ante la de Cambiemos integrada por Mauricio Macri y Gabriela Michetti y a ello contribuyeron la histórica votación realizada en Córdoba, que desterró cualquier atisbo de victoria K y la caída del bastión bonaerense, donde fue derrotada sin contemplaciones el controvertido binomio de Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, a manos de la actual gobernadora María Eugenia Vidal, acompañada del líder radical Daniel Salvador. 

El kirchnerismo deja pendiente la urgente tarea de asumir el pasado y estudiarlo con objetividad, sin resucitar muertos o reclamar revisiones que a nada lleva, ni enconar algo que atrás debe quedar (Ramírez, 2006:150). Nos dejan una sociedad irritada e irascible. Abrió a sabiendas una brecha entre los unos y los otros, una grieta perversa de la que fluyen odios y resentimientos que estaban bien sepultados bajo capas geológicas de tolerancia, respeto, sufrimiento y dolor. 

            Difícil será la cancelación de las cuentas pendientes12, porque como en los setenta, los neomontoneros siguen pensando: «Nosotros somos los buenos» (Muchnik y Pérez, 2013:93) y los ideólogos del comunismo que encontraron refugio y tierra fértil en el kirchnerismo (como Barcesat, Bonafini, Verbistky, Sabbatella o Heller), al cual parasitaron, no se arredrarán tan fácilmente porque están acostumbrados a votaciones paupérrimas, a renegar de la «democracia representativa» y a divisiones permanentes como las amebas, todo lo cual han suplido mediante la utilización de la violencia armada, la intelectualidad que publica y se cite endogámicante, o ejerce el periodismo sin objetividad disfrazando sus ideas marxistas, valiéndose de sus autodefiniciones como sujetos progresistas o de convicciones social-demócratas. 

El kirchnerismo y los demás neopopulismos latinoamericanos de izquierda, exhiben los rasgos intransigentes y reaccionarios del progresismo. Ellos se hallan encastillados en sus cavernas ideológicas (Uriarte, 2012) y adscriben indistintamente algunas de sus diferentes variantes: terrorista, pacifista, identitaria nacionalista o intelectual radical.  

¿Persistirá el kirchnerismo en el universo político argentino? Si lo hiciere y tuviere una cuarta presidencia sería tan radical que llegaría a desnaturalizar su espíritu y la democracia representativa no sería lo suficientemente sólida para someterlo a sus propios postulados y mecanismos. En suma, la encrucijada es entre un populismo democrático (que entendemos es un perfecto oxímoron), donde el polo popular y el constitucional de la democracia conviven y se complementan y una experiencia populista de contenido fascista de izquierda, dispuesta a desembocar en tiranía en nombre del pueblo (Zanatta, 2014:274). 

A juzgar por la difuminación del kirchnerismo desde diciembre a la actualidad, la importante imagen negativa que registra Cristina Kirchner, el alto nivel de rechazo entre el electorado argentino y los políticos justicialistas dispuestos a desafiar su liderazgo, permiten sostener que el kirchnerismo no pasará por un proceso de radicalización ni por otro de entropía. El peronismo busca recuperar el favor popular y se halla predispuesto a sustituir sin más trámite el extinguido liderazgo que ostentó CFK. 

 

INTERPRETACIONES CONTRAPUESTAS 

Loris Zanatta (2014:235-238) señala que hoy el populismo tiene ambiciones totalizadoras, tiende a impregnar todo el sistema en el que se arraiga. En América latina, el populismo que parecía hace veinte años inclinarse hacia la derecha neoliberal, ha incorporado en la actualidad contenidos afines a la izquierda. Ese populismo está afectado de una ambivalencia intrínseca: integra excluyendo, ambiciona democratizar la esfera social empleando métodos autoritarios en esa política, y donde por eso derecha e izquierda tienden a superponerse, si no a confundirse y convivir. 

Cuando los populismos se imponen y se transforman en régimen, su idea del mundo los lleva a un control férreo de toda la sociedad, en nombre de su recuperada homogeneidad, y reproducen en su interior las divisiones ideológicas, que de otros modos serían expresadas por los diferentes partidos, en tal caso existe un fascismo «de izquierda» y un comunismo «conservador», un peronismo de «derecha» y un peronismo de «izquierda», un chavismo «revolucionario» y un chavismo «burgués». 

El populismo actual tiene la apariencia de un fenómeno híbrido: es un animal populista en una jaula institucional, la del Estado de derecho, que le resulta estrecha pero de la cual no puede escapar para construir un hábitat a su medida. 

Advertimos contemporáneamente la creciente capacidad de las democracias representativas de metabolizar el reto populista, o de imponer vínculos que obligan a los populismos a adaptarse a las reglas de su funcionamiento. Hay casos en que el populismo queda sujeto a las riendas del Estado (Argentina) y otros en los que su fuerza es tal que lo alteran hasta hacerlo irreconocible (Venezuela). 

Marcos Aguinis (2016) formuló duras declaraciones sobre los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y la política Argentina en el programa televisivo Intratables. Incluso, el autor cordobés comparó al kirchnerismo con el nazismo. «En Alemania había gente que defendía a Hitler. 'Hizo grandes obras', decían". En los años 60 había en Alemania grupos de personas que defendían a Hitler, diciendo que 'hizo también alguna cosa buena: hizo autopistas, creó la Volkswagen, le devolvió la dignidad al pueblo alemán'. Esos elementos, comparados con la ruina general, quedan a un nivel microscópico. Y acá pasa lo mismo: no sé cómo pueden defender el saqueo que fue la última década». «El kirchnerismo dividió a las clases sociales en dos: los saqueadores y los saqueados. Le hicieron un gran daño a nuestro país, un daño económico y moral». 

En este ensayo sostenemos que los orígenes de los populismos de izquierda en Argentina y Venezuela -calificados de fascistas- son diversos. En Argentina, emerge el kirchnerismo porque desde 1989 a 2001 se tendió a transformar durante el populismo menemista y su supervivencia más allá de 1999, a la política en administración; la ideología en tecnocracia; el conflicto en una competición imperceptible tendiente a dar respuesta a las demandas de seguridad e identidad que provocan las transformaciones globales (Zanatta, 2014:240). Mientras que en Venezuela, el populismo marxista de Hugo Chávez aparece como consecuencia de la implosión del sistema de partidos nacionales COPEI y Acción Democrática y se desarrolló sobre las ruinas del colapso de la mediación política tradicional (Zanatta, 2014:250).  

Kirchner y su esposa, más extremista y desembocada la segunda que el primero, no debieron afrontar ningún intento de golpe de Estado ni de destitución mediante juicio político en el Congreso, mas allá de periódicas recurrencias distractivas a complots y actitudes «destituyentes». Chávez por su parte, sufrió un intento de golpe en 2002 y Maduro con una imagen altamente negativa, esquiva con recursos ilegales un referéndum revocatorio que, de celebrarse, finalizaría seguramente su mandato por incompetencia y falta de idoneidad para gobernar. 

Los Kirchner, Chávez y Maduro, son a su vez los efectos de las crisis de legitimidad provocadas durante el gobierno de De La Rúa en Argentina (1999-2001) y de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) en Venezuela, que llevó al comandante Chávez a jurar «sobre la moribunda Constitución de 1961»  en su primera presidencia,  principiada en febrero de 1999.  

Los Kirchner provenían del peronismo tradicional, si bien fueron militantes del ala montonera en los años 70 gobernaron con prácticas feudales la provincia de Santa Cruz y eran claramente burgueses. Mientras que Chávez y Maduro, provienen de una outsider izquierda nacionalista que nunca había gobernado en Venezuela y se enriquecieron en demasía durante el ejercicio del poder. En ello, coinciden con los Kirchner, quienes también registran un incremento patrimonial indefendible. 

Mientras que para los kirchneristas el mito unificador fue el «movimiento nacional y popular», para los chavistas resultó Simón Bolívar. Ambos denostaron a la globalización neoliberal y debieron recurrir a un relato para sostener sus reivindicaciones. Unos y otros se vieron favorecidos por los recursos mediáticos. Chávez y CFK utilizaron hasta el hartazgo las redes unificadas obligatorias y pronunciaron maratónicos discursos, compitiendo en duración a los que acostumbraba pregonar el dictador Fidel Castro. 

Zanatta (2014:254) enseña que «la idea de pueblo que directamente expresan o a la que aluden indirectamente es la típica de una entidad que se atribuye el monopolio de la virtud, en la cual el enemigo que encarna el mal, dentro o fuera de la comunidad, es el culpable de sustraer la soberanía y la homogeneidad». 

«Un pueblo que en Venezuela manda, decía Chávez, aunque dirigido por su comandante que representaba a toda la nación, como si el pueblo hostil a él sólo existiera como una encarnación del pecado. En nombre de esa soberanía se lanzaba contra sus infinitos enemigos, verdaderos o imaginarios, ora contra el belicismo colombiano, ora contra el imperio asesino estadounidense, ora contra las amenazas a la soberanía y así sucesivamente, a lo largo de una infinita vía constelada de enemigos del pueblo que en el encarnaba» (Zanatta, 2014:255). 

Los populismos expulsan al adversario político del terreno de la legitimidad y la identidad. Chávez cubría de insultos a sus opositores acusándoles de ser «antinacionales», culpables de «crímenes antipatrióticos» perpetrados como «genuflexiones a los pies del imperio», y a Cristina Kirchner siempre tentada por antiguo adagio que contrapone a su Pueblo virtuoso al Antipueblo traidor (Zanatta, 2014:256)13. 

Los líderes fascistas de izquierda ambicionan monopolizar los espacios y los símbolos de toda la colectividad nacional, apropiándose de los colores de la bandera para convertirlos en estandarte del propio partido. Cristina Kirchner utilizó el celeste y blanco de la enseña patria para identificar su presidencia y al Frente para la Victoria. Hugo Chávez cambio el nombre al país llamándolo República Bolivariana de Venezuela (lo mismo hizo Evo Morales al redenominar a su país como  Estado Plurinacional de Bolivia), modificó el escudo haciendo que el caballo blanco mirase hacia la izquierda y no hacia la derecha, se vistió de los colores de la bandera venezolana y con ello provocó que lo imitasen los dirigentes de la oposición Leopoldo López o Henrique Capriles Radonski.  

CFK no se apropió de un mito común, pero impuso a todos un mito parcial, el de Eva Perón y el de su difunto esposo Néstor Kirchner. Ambos perfiles se exhiben en los espacios públicos y Evita llegó a sustituir al dos veces presidente constitucional Teniente General Julio Argentino Roca en el billete de 100 pesos. 

Para Ernesto Laclau (2005) el populismo es una forma de constituir una identidad social. El populismo, así, supone la construcción de una identidad popular generada por las exclusiones sociales que el sistema produce en su propia configuración. Esto implica una expansión de la cadena de equivalencias (el momento horizontal) a la vez que una articulación simbólica que ofrece intentos de sutura de la diversidad (el momento vertical). 

Con respecto a la democracia, Laclau reconoce que es perfectamente  concebible  que  el  populismo  adquiera  rasgos  autoritarios.  Es  decir,  no  hay ligazón necesaria entre el populismo y la democracia, como tampoco entre democracia y liberalismo, sino que estos vínculos son históricos y contingentes. Sin embargo, a importancia del populismo para la democracia radica en que le ofrece a ésta la conformación de un pueblo, algo que es «condición sine qua non del funcionamiento democrático» (Laclau, 2005: 213). 

La recuperación del concepto de pueblo como categoría política en la obra de Laclau  es  un intento  por  comprender  los  avatares  y conflictos  presentes  en  el capitalismo globalizado actual atravesado por una pluralidad de demandas sociales insatisfechas. A su vez, ofrece una refinada teoría del populismo alejada de las visiones hegemónicas en las ciencias sociales. En momentos en que el concepto de populismo es puesto en cuestión a la vez que se propaga su utilización a diestra y siniestra, tal vez el mayor aporte de  La razón populista consiste en la posibilidad de avanzar en la elaboración de un marco teórico para reconstruir procesos sociales contemporáneos en América Latina desde una perspectiva que, en definitiva,  permita la comprensión de nosotros mismos y la construcción de proyectos basados en la justicia y la democracia (Retamozo, 2006). 

Para  José Natanson (2016)  director de Le Monde Diplomatique edición Cono Sur, el kirchnerismo hoy «es en primer lugar, una cultura política. Durante años confinada a un rincón de la academia, que la consideraba una forma apenas disimulada de referirse a ese pescado resbaloso que los peronistas originarios llamaban “ser nacional”, la cultura política fue rescatada por los estudios pioneros de Gabriel Almond y hoy goza de un status científico equivalente al de variables en apariencia más cuantificables y explicativas. Medida a través de complejas investigaciones de opinión, estudios de comportamiento y grupos focales, la cultura política refiere básicamente al modo en que una sociedad organiza sus intereses y valores, tramita sus conflictos y se da a sí misma un orden que refleja su idiosincrasia y que es, por lo tanto, un saldo provisorio de su historia. 

La encuesta de orientaciones ideológicas elaborada por Flacso-Ibarómetro es, en este sentido, contundente. De acuerdo a la investigación, un porcentaje mayoritario de los argentinos (61,8 %) prefiere la intervención del Estado en la economía antes que la mano invisible del mercado, elige las alianzas con los países de la región antes que con las potencias del primer mundo (53,6 %), apoya los juicios por violaciones a los derechos humanos (61,4 %) y cree que la búsqueda de la igualdad, más que la libertad, debe ser el principal objetivo de un gobierno democrático (50,5 % contra 32,8 %). 

 

SOCIEDAD DEL ESCÁNDALO: UNA OPORTUNIDAD DE TRANSFORMACIÓN 

Así como no pretendemos crear una mirada pesimista sobre el futuro de la democracia en Argentina, tampoco consideramos que resulte válido anatemizar al kirchnerista convencido, sino que hacemos hincapié en quienes adoptaron una posición de recalcitrante arrogancia e hicieron de la corrupción su medio de vida. Nos referimos a quienes abdicaron del respeto, la tolerancia y el diálogo, los que no reconocen al otro como otro. 

Pese a los resultados del kirchnerismo en el ejercicio del poder, mantenemos una mirada optimista sobre la indispensabilidad de la política en toda sociedad. Esa política se convierte en un demérito cuando cierra los canales de encuentro o es apropiada por el extremista quien «cree que si el fin que persigue es bueno tiene derecho a ejercer sobre sus conciudadanos toda coacción posible; pero no advierte que sus actos lo equiparan a un déspota malévolo» (Spencer, 1989:9). 

          Con Víctor Manuel Fernández (2016) entendemos, que la etapa del poskirchnerismo que nos encontramos transitando, es un momento «de rechazar las diálecticas que enfrentan». Es la ocasión de prohijar y promover la figura del poliedro, que es usada para ejemplificar una sociedad donde las diferencias puedan convivir complementándose, enriqueciéndose e iluminándose unas a otras, porque «de todos se aprende algo, nadie es inservible, nadie es prescindible». 

       La cultura del encuentro que pregona el papa Francisco, consiste en «recoger la experiencia y la perspectiva del otro, sin perder la propia identidad». Es momento de una diversidad reconciliada, donde el pueblo es sujeto y no sólo una elite, sino todos quienes lo integran, lo cual es una garantía de paz sólida y real, la cual no se logra «silenciando las reivindicaciones sociales o evitando que tengan voz pública». 

           Por ello, la diferencia con el asistencialismo clientelar de los fascismos de izquierda, estriba en que todos tengan posibilidades de tomar la vida en sus manos, de ganarse el pan y de acceder a una vida mejor, gracias al esfuerzo y al desarrollo personal (Fernández, 2016).  

           En los tiempos actuales es imperativo superar la cultura del descarte, lo cual implica no excluir a nadie. Porque, cualquiera puede opinar distinto, ofrecer un matiz diferente, mostrar otro aspecto de la realidad sin que le caiga encima una catarata de sospechas. 

       Concluimos entendiendo que el fascismo de izquierda, como el de derecha, son producto de la profunda crisis de la sociedad posmorderna, de la quiebra del modelo civilizatorio en todas sus dimensiones (Pérez Andreo, 2016). 

          Ya muchos intelectuales intentaron explicarlo  y han aportado términos tales como «sociedad líquida» Bauman; «sociedad del riesgo» (Beck); «sociedad de la transparencia» (Váttimo); o «sociedad del cansancio» (Han). Pérez Andreo formula el concepto de la «sociedad del escándalo», en la cual subsume la muerte de la postmodernidad. Esta, es una sociedad donde el hombre es ocasión de caída para el hombre, donde las condiciones sociales y económicas llevan a unos a ser lobos para otros y a todos, a un proceso de deshumanización. 

             Empero, a la faz negativa se le debe contraponer otra positiva, porque la sociedad del escándalo es la que permite ascender por la escala de lo humano, que permite trascender. Positivo es un adjetivo heurístico, porque pese a todo tenemos la oportunidad de transformar y construir otra sociedad verdaderamente humana. En cualquier caso, los fascismos sean de la orientación ideológica que fueren, resultan intrínsecamente perversos y egoístas; correspondiendo ser superados por una cosmovisión poliédrica, laudatiana, que se logra en el marco de una cultura del encuentro. 

 

EPILOGO CON FINAL ABIERTO 

«Las costumbres de los antiguos republicanos: 

   Disciplina, sencillez, mesura y fortaleza iban desapareciendo rápidamente, y en su lugar aparecieron 

la vagancia, la búsqueda de placeres y el desenfreno. 

Desde ese momento el individuo dejó de subordinarse al todo». 

(Mainländer, 2014:277) 

 

«Queda siempre por desmitificar el miro nacional. (Y que no  

por desmitificar, sería una tautología. 

Todos los mitos son mentiras. Los mitos verdaderos son los arquetipos, 

las estructuras esenciales del pensamiento. 

Los mitos políticos, son mitos falsos, desarraigados porque no tienen 

fundamentos en el extraconsciente político» 

(Ionesco, 1981:103) 

 

Natanson (2016) sostiene que: «como ningún otro ciclo político desde la recuperación de la democracia, el kirchnerismo logró sobrevivir a su desalojo del poder. Y sin embargo, transformado hoy en una cultura política y una minoría intensa, no puede proponerse simplemente como un guardián de las conquistas del pasado, como un eco  dela década, por más ganada que haya sido. Para que no se reduzca a «un conjunto de personas con algunos recuerdos en común», como decía Ricardo Sidicaro, el kirchnerismo necesita reinventarse apelando a nuevos sectores, recursos y discursos, una tarea pendiente desde el 2010 pero que debe encarar cuanto antes si quiere superar la derrota, que no es un accidente de la historia ni una conspiración de los poderosos sino el lugar en el que lo puso la sociedad tras las últimas elecciones». 

Por el contrario, desde este ensayo descreemos en parte de las conclusiones de Natanson y sostenemos que el kirchnerismo, originado en el peronismo, pero tributario de los diferentes fascismos de izquierda que se han implementado en América latina desde fines del siglo XX, es un síntoma de recurrente enfermedad de ese histórico movimiento fundado por Perón en 1945, como lo fue el menemismo en los años 90.  

El kirchnerismo sin el ejercicio del poder posee una expectativa de vida similar a la de un pez sacado del agua. Es además una expresión política agotada, que al perder el gobierno se ha convertido en «calabaza» (Cristina Fernández de Kirchner, en su última alocución como presidente constitucional el día 9 de diciembre de 2015), en donde ya no es creíble ni válido sostener que sea objeto de una perversa persecución judicial.  

El kirchnerismo, aprovechándose del contexto de 2003, en plena crisis del sistema de partidos y bajo el llamamiento a «que se vayan todos», supo construir autoridad y poder y con ello coetáneamente una red de enriquecimiento ilícito, un nuevo régimen de «robo para la corona», el cual existió en los años 90 desde la impronta neoliberal menemista y, entre 2003-2015 bajo el paraguas de la ideología neomontonera de izquierda. 

Pero el kirchnerismo, más allá de los desprecios de CFK al Partido Justicialista, no puede renegar de su origen y los votantes peronistas, más los que éste movimiento recoja en 2019 como expresión de rechazo, diferenciación o castigo a la gestión del actual presidente Mauricio Macri, elegirán un líder insospechado de corrupción y sobornos o cercanía con el narcotráfico, para que los conduzca a una disputa digna y a una elección con posibilidades de victoria. No se tratará de conseguir fueros protectivos ni obtener impunidad para los personeros del kirchnerismo, ni volver al poder a ejercitar revanchismos.  

La última kirchnerista es Cristina Fernández, quien ha adoptado la postura de perseguida política, lo cual se infiere de sus frases: «Si pudieran prohibir del abecedario la letra K, lo harían»; «Me pueden citar veinte veces más, me pueden meter presa pero no lograrán callarme»; «No necesito fueros. Tengo los fueros que me dio el pueblo en doce años, en dos elecciones consecutivas». 

Parafraseando a CFK,  

           Parafraseando a CFK no fue década ni ganada, porque los «progres sin corbata» detentaron el poder por doce años, seis meses y quince días; los resultados de las tres gestiones fueron disimulados, mentidos, alterados, falseados, quedando un tercio de los argentinos en situación de pobreza y un elevado número de funcionarios, dirigentes y militantes enriquecidos a extremo tal de pasar en cuatro años de un patrimonio de cero a 6 millones de pesos; de poseer un vehículo pequeño a ser propietarios de un helicóptero, de ser inquilinos a poseer un indeterminado número de propiedades inmuebles o convertirse en terratenientes. También, con el secretario José López podemos sostener : «No fue magia». «Fue mafia»14. Se trató de un plan  sistemático ejecutado para saquear al Estado y a la Argentina. 

El nivel de corrupción expuesto y revelado desde la colocación en el llano, será el peor lastre para Cristina Kirchner, quien a pesar de atesorar una intención de voto no desdeñable, sólo le aguarda un futuro de política retirada o recluida en un escaño legislativo, similar al que disfruta hoy el senador Carlos Menem, condenado a prisión por la Justicia; pero que mantiene incólumes sus fueros, gracias a la convergencia connivente de pejotistas y kirchneristas.  

Los kirchneristas encarnan paradigmáticamente a la corrupción de los principios (Delpech, 2005: 75-76), a la corrupción de la verdad y a la corrupción en tanto abuso de poder, de funciones o de medios para sacar un provecho económico; es decir, en cuanto mal uso del poder político para obtener una ventaja ilegítima. 

Desde 1983 la divisoria de aguas en la vida democrática hace quedar fuera de ella a dos sectores: a los golpistas y a los corruptos. En este último sector colocamos sin vacilación, a Cristina Fernández de Kirchner y a su núcleo de fieles que la acompañó en el ejercicio del poder; sean condenados por la Justicia o bien eludan su acción por el paso del tiempo, cuestiones de procedimiento, o por falta de decisión de los tribunales. 

   

                                       2016, en el 71° aniversario del 17 de octubre de 1945 

 

 BIBLIOGRAFIA 

 

Agamben, Giorgio (1999) Homo sacer. El poder soberano y la nuda vida. Valencia: Pre-textos. 

Aguinis, Marcos (2016) «Un escritor consagrado comparó al kirchnerismo con el nazismo» En: Clarín, edición del 10/10/2016. 

Aguirre, Esperanza (2005) «Esperanza Aguirre rebate la falsa superioridad de la izquierda» En: El Periódico de Aragón, edición del 29/11/2005. 

Álvarez, Gloria (2014) Discurso en el Parlamento Iberoamericano de la Juventud (en línea) (consultado: 08/10/2016) 

Asis, Juan Manuel (2011) «Sufijos que originan poderes temporales" En: La Gaceta, Tucumán, edición del 5 de enero  de 2011. 

Bastiat, Frédéric (2005) La ley. Madrid: Alianza [primera edición, 1850]. 

Benavente Urbina, Andrés y Julio Alberto Cirino (2005) La democracia defraudada: Populismo revolucionario en América Latina. Buenos Aires: Grito Sagrado. 

Boragina, Gabriel (2012) El derecho constitucional destituyente. En: Acción humana. (en línea)  (consultado: 09/10/2016). 

Carrère d´ Encausse, Hélène (1983) El poder confiscado: Gobernantes y gobernados en la URSS. Buenos Aires: Emecé. 

Cibeira, Fernando (2009) «Unos vecinos no muy queridos» En: Página 12, edición del 06/08/2009. 

Coutinho, Leonardo (2015) «Chavistas confirmam conspiração denunciada por Nisman» En: Veja, edición del 14/03/2015 

Crivelli, Sergio (s/f) «Pejotismo». Nota 32475 En: diario La Prensa. (2013) El cristinismo se desdibuja y está volviendo el pejotismo. En: Diario Castellanos, edición del 18 de diciembre de 2013. 

Curia, Walter (2015) «El Estado único protagonista de la política» En: El Cronista, edición del 16 de julio de 2015. 

Delpech, Thérèse (2006) El retorno a la barbarie en el siglo XXI. Buenos Aires: El Ateneo. 

Di Santi, Matías (2014) CFK: “La proporción de la publicidad del Estado frente a la publicidad privada es ínfima” En: Chequeado.com publicado 12/06/2014 (consultado: 11/10/2016) 

Doman, Fabián (2013) ¿Qué es el círculo rojo? (en línea)  (consultado 06/10/2016) 

Fernández, Víctor Manuel arzobispo (2016) Conferencia en «Simposio hacia una cultura del encuentro» UCA, 7 de octubre de 2016 (en línea)(consultado 14 / 10 / 2016) 

Figallo, Beatriz (2013) «Las migraciones en la Argentina del siglo XX» en: Figallo, Beatriz y María R. Cozzani, ed. Los de adentro y los de afuera. Buenos Aires: CONICET - Instituto de Historia 

Galkin, Alejandro (1965) Fascismo, nazismo, falangismo. Buenos Aires: Cartago 

Giussani, Pablo (2011) Montoneros: La soberbia armada. Edición definitiva. Buenos Aires: Sudamericana. 

González Janzen, Ignacio (1986) La Triple A. Buenos Aires: Editorial Contrapunto. 

Grondona, Mariano (2006) «Al enemigo ni Justicia. Del dicho al hecho» En: La Nación, edición del 12/02/2006.

Habermas, Jürgen (1991) The Structural Transformation of the Public Sphere: An Inquiry Into 
a Category of Bourgeois Society.
 
Cambridge MA: MIT Press. 

________________ (2004) La ética del discurso y la cuestión de la verdad. Buenos Aires: Paidos. 

Herrera, Marizza (2014) «Érase un fascista maduro». En: La República, (Guatemala) edición del 20 de febrero de 2014.  

Hoppe, Hans-Hermann (2001) Democracy: The God That Failed. The Economics and Politics and 
Monarchy, Democracy and Natural Order
.
Nueva York: Transaction Publishers. 

Ionesco, Eugéne (1981) El hombre cuestionado. Buenos Aires: Emecé Editores. 

Jay Lifton, Robert (1989) Thought Reform and The Psychology of Totalism. Chapel Hill: University of North Carolina. 

Jastreblansky, Maia (2012) «El crecimiento de los bienes de los Kirchner: de 7 a 89 millones de pesos» En: La Nación, edición del 11 de diciembre de 2012. 

Katz, Claudio (2013) «Anatomía del kirchnerismo». En: Rebelión (on line) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=162376 (consultado 07/10/2016). 

La Capital (2013) "Esta vieja es peor que el tuerto", dijo Pepe Mujica sobre Cristina. En La Capital de Rosario, edición del 4 de abril de 2013. 

Lakoff, George (2006) No pienses en un elefante. Madrid: Edit. Complutense. 

Laclau, Ernesto (2005) La razón populista. Buenos Aires: FCE. 

Larroulet, Cristián y Bárbara Horzella (2007) «Populismo en América Latina: Paradigma y Antítesis  de los casos de Venezuela y Chile. En: Soto, Angel y Paula Schmidt, edit. Las frágiles democracias latinoamericanas. Buenos Aires: CADAL-ATLAS. 

López Masia, Marcelo (2016) «Todos los nombres: el “abecé” de la corrupción kirchnerista» . En: Mendoza Post, publicación del 09/02/2016 (consultada 12/10/2016). 

Maingon, Thais (2002) «Venezuela la ¿Sentencia del desastre?» en Revista Nueva Sociedad N° 179 mayo-junio 2002. 

Mainländer, Philipp (2014) Filosofía de la redención. Madrid: Ediciones Xorki [primera edición 1876]. 

Marotte, Javier Pablo (2013) «La extrema derecha europea: Una tendencia en auge» En: Revista de Ciencia Política de Buenos Aires, edición número 19 - agosto.  

Massari, Oreste (1997) «Naturaleza y rol de las oposiciones político-parlamentarias» En:  

Pasquino, Gianfranco, La oposición en las democracias contemporáneas. Buenos Aires: Eudeba. 

Mendelevich, Pablo (2012) ¿Cómo llegó Cámpora a la presidencia? En: La Nación, edición del 15 de diciembre de 2012. 

Miguens, José Enrique (1983) Los neo-fascismos en la Argentina. Buenos Aires: Editorial de Belgrano. 

Moati, Serge y J. Claude Raspiengeas (1991) La haine antisemite. Paris: Flammarion. 

Mora y Araujo, Manuel (2011) La Argentina bipolar: Los vaivenes de la opinión pública (1983-2011). Buenos Aires: Sudamericana. 

Muchnik, Daniel y Daniel Pérez (2013) Furia ideológica y violencia en la Argentina de los 70. Buenos Aires: Ariel. 

Pasquino, Gianfranco (1997) La oposición en las democracias contemporáneas. Buenos Aires: Eudeba. 

Paxton, Robert O. (2005) Anatomía del fascismo. Barcelona: Península 

Pérez Andraos, Bernardo (2016) La sociedad del escándalo: Riesgo y oportunidad para la civilización. Bilbao: Desclée de Brouwe. 

Ramírez, Manuel (2006) Siete lecciones y una conclusión sobre la democracia establecida. Madrid: Trotta. 

Retamozo, Martín (2006) «Reseña de La razón populista» En: Sociedad Hoy 10: 225-229, 2006.  

Rojas, Diego (2013) El kirchnerismo feudal. Buenos Aires: Planeta. 

Sanín, Javier (2005) «Populismo y Democracia en la región andina» en VV.AA La región andina: entre los nuevos populismos y la movilización social. Bogotá: Fundación Konrad Adenauer. 

Sebreli, Juan José (1985) Los deseos imaginarios del peronismo. Buenos Aires: Legasa. 

Simón, Miguel Ángel (2004) “El totalismo ideológico en el Front National” En: Foro Interno Nº 4. 

Spencer, Herbert (1980) El Hombre contra el Estado. Buenos Aires: Goncourt. 

Tevanian, Pierre y Silvie Tissot (2002) Dictionaire de la Lépenisation des esprits. Paris:  

L´Esprit Frappeur. 

Uriarte, Edurne (2012) Desmontando el progresismo: La izquierda en sus cavernas. Madrid: Gota a Gota Ediciones. 

Vinogradoff, Ludmila (2016) «Maduro castigará a las empresas que no vendan al Estado la mitad de su producción» En: ABC edición del 18/10/2016. 

Zanatta, Loris (2014) El populismo. Buenos Aires: Katz. 

Zubillaga, Verónica (2002) «Venezuela. Contra el esencialismo político» En: Revista Nueva Sociedad N° 179, mayo-junio 2002.