RESUMEN
Esta investigación se propone efectuar un análisis
objetivo y crítico del movimiento político que gobernó en la República
Argentina desde el 25 de mayo de 2003 al 9 de diciembre de 2015, a través de
los presidentes Néstor Carlos Kirchner y su esposa
Cristina Elisabet Fernández de Kirchner (CFK).
No habiendo transcurrido un año del fin del régimen
vertebrado por el kirchnerismo, su rápida dispersión nos permite abordarle
en tanto oposición y su transcurrir en el llano. Seguidamente, efectuamos un balance
de las acciones y prácticas habituales en el ejercicio del poder derivado del
triple mandato constitucional consecutivo a través de su herramienta electoral
el Frente para la Victoria (FPV), sin soslayar el discurso de sus más
inveterados exponentes, sostenedores, defensores y representantes.
ABSTRACT
This research aims to reach a critical and
objective analysis of political movement that governed Argentina since 2003,
May 25th until 2015, December 9th during Néstor Carlos
Kirchner and Cristina Elisabet Fernández de Kirchner (CFK) terms.
Firstly, we can analyse kirchnerism regime
and its spread one year after it has already left political power. Secondly, we
balance actions and usual practices on power as a consequence of three
consecutive terms of Frente para la Victoria (FPV) as well as we take into
account the speech of kirchnerism’ stronger supporters.
FISIOLOGÍA
Y PRAXIS DEL KIRCHNERISMO
Javier Marotte
(U.Kennedy - CEA/UNC - Universidad Complutense de
Madrid -
Comisión de Bioética José Kentenich. Miembro
de: CARI - SADE - SAAP)
INTRODUCCION
"Por sus obras seréis juzgados»
(San Mateo 7:2)
«Si el jefe declara que no se produjo tal o
cual acontecimiento,
pues bien, este no tuvo lugar. Si dice que
dos más dos son cinco,
pues bien dos más dos son cinco. Esta
perspectiva me horroriza
más que las bombas» (George Orwell)
Esta investigación se propone efectuar un análisis
objetivo y crítico del movimiento político que gobernó en la República
Argentina desde el 25 de mayo de 2003 al 9 de diciembre de 2015, a través de
los presidentes Néstor Carlos Kirchner y su esposa
Cristina Elisabet Fernández de Kirchner (CFK).
No habiendo transcurrido un año del fin del régimen
vertebrado por el kirchnerismo, su rápida dispersión nos permite abordarle
en tanto oposición y su transcurrir en el llano. Seguidamente, efectuamos un
balance de las acciones y prácticas habituales en el ejercicio del poder
derivado del triple mandato constitucional consecutivo a través de su
herramienta electoral el Frente para la Victoria (FPV), sin soslayar el
discurso de sus más inveterados exponentes, sostenedores, defensores y
representantes.
Asimismo, realizamos un estudio de los aliados,
fanáticos, serviles y cómplices del kirchnerismo y de cómo
interactuaron en la sociedad que pretendieron transformar. Principiamos
elucidando los orígenes y procederes del peronismo en cuanto movimiento
político desde 1945 y sus expresiones violentas de sus dos alas (derecha e
izquierda). Hallamos en el kirchnerismo un origen caudillista, de
cercanía con la dictadura militar y de vocación refeudalizadora.
Luego abordamos al kirchnerismo quà gobierno
y diferenciamos en el ejercicio del poder un estilo puro o nestoriano (el de
Néstor Kirchner 2003-2007) y otro estilo crepuscular y fundamentalista (el de
Cristina Fernández 2007-2015). En ambos dos casos, nos referimos a los enemigos
de su proyecto y a la configuración de honda la grieta creada para dividir y
reinar con mayor eficacia.
Un inventario de la corrupción kirchnerista nos
insume una buena parte del ensayo, demostrando que la venalidad, el fraude, el
desfalco y la mentira sistemática para apoderarse de bienes ajenos, desmerecen
los logros que el kirchnerismo puede llegar a mostrar en
su duodecenio de gobierno.
Discernimos los fines del relato, la manipulación
mediática y de la opinión pública, coetáneamente con la necesidad de la
disposición arbitraria y opaca de la pauta publicitaria oficial. Allí,
circunscribimos un breviario de medios kirchneristas, sin pretensiones de
exhaustividad.
Mas adelante, nos abocamos a analizar el alineamiento
con el chavismo y la política internacional que se halla intrínsecamente
vinculada a la confesión del credo bolivariano y castrista, para por fin
desembocar en la conceptualización del abstruso movimiento nacional y popular,
que el kirchnerismo invocó permanentemente como mito
y télesis de su acción política.
Ello, nos permite despejar el camino para advertir
grandes similitudes entre la extrema derecha europea y los neopopulismos latinoamericanos,
a los que denominamos como fascismos de izquierda (Argentina, Bolivia, Ecuador,
Nicaragua, Venezuela). Analizamos para ello tres tópicos: la batalla del
vocabulario, la chavización / kirchnerización de los
espíritus y el totalismo ideológico.
En lo concerniente a la República Argentina,
desentrañamos la confusión o superposición establecida entre Estado,
presidencia de la Nación, y Partido Justicialista (vertiente Frente para la
Victoria), estudiando qué es el pejotismo del cual abjuraron Néstor y
Cristina Kirchner.
También abordamos la sintropía del Partido
Justicialista, consideramos al kirchnerismo como tiranía de la
mayoría en nombre del pueblo, sostenido por medio de un relato plagado de
malabares teóricos, oportunismos, autoengaños y falacias, que mantuvo una
estructura económica dependiente y desarticulada y lo entendemos como una
enfermedad del peronismo (de las que recurrentemente ha padecido este
movimiento, desde 1945 a la actualidad: persecución a la prensa libre, a la
Iglesia o a la oposición, Montoneros, Triple A, etc.).
Sólo después de haber deslindado los tópicos sobre los
que pivotea el ensayo, nos hallaremos en condiciones de formular una definición
del kirchnerismo, dado que su conceptualización a priori,
resulta abstrusa y no permite una argumentación apodíctica.
Antes de concluir, estudiamos interpretaciones
contrapuestas acerca del kirchnerismo y tratamos de aprehender las
diferentes alternativas de futuro para este sufijo creado a partir del acceso
al poder en 2003. No efectuamos conclusiones cerradas por tratarse de hechos en
curso, pero formulamos un epílogo con final abierto, con cautela epistemológica
aunque no exento de polémica.
LOS SUFIJOS QUE DEFINEN LIDERAZGOS
Argentina, no la logrado aún en pleno siglo veintiuno
dejar de lado la preponderancia de la tendencia caudillista de los dos siglos
de su historia política independiente. En particular, desde la restauración de
la democracia en 1983 se han ejercido en el gobierno nacional cuatro liderazgos
definidos con los sufijos «alfonsinismo», «menemismo», «duhaldismo» y
«kirchnerismo».
Juan Manuel Asis (2011) señalada que los
«ismos» vienen adosados al sillón del poder institucional y
generan pseudo movimientos políticos que nacen con una debilidad: el
miedo a no parecer fuertes y cuyas vidas se prolongan en el tiempo, unos mas
que otros.
Así, el apellido del inquilino del poder temporal y
ocasional suele apoderarse del sufijo, que de acuerdo al Diccionario
de la Real Academia Española forman sustantivos que significan doctrinas,
sistemas, escuelas o movimientos (vbg. capitalismo, comunismo, aristotelismo,
fascismo, surrealismo, etc.)
En cambio, siguiendo a Asis, un pensamiento
popular definirá a los ismos como una corriente eléctrica que golpea almas, una
influencia posesiva sobre las mentes de la dirigencia y de la militancia o una
enfermedad contagiosa que se revela cuando se produce el contacto del ser
humano elegido por el voto popular, con el sitial que se asimila a un trono
republicano, en el caso argentino el «Sillón de Rivadavia».
Lo que tienen en común estos «ismos» es que el
nacimiento de uno implica la muerte, volatilización o minoración del anterior
como parte de un cruel evolucionismo político, aquel del primitivo darwinismo,
donde el mas poderoso fagocita al más débil.
Los «ismos» generalmente fomentan la hegemonía, el
autoritarismo y la debilidad institucional; porque estos movimientos políticos
a plazo fijo saben que desaparecerán con sus dueños o mentores, como si se
tratase del sino trágico de una irremediable ley natural y transportan consigo
un peligroso miedo: no querer mostrarse débiles, porque temen que la falta del
atributo de la fortaleza les impida gobernar con tranquilidad.
Esa fortaleza se construye de una manera única: con el
manejo discrecional de los recursos del erario público. Es la forma excluyente
de garantizar lealtades propias y de sumar fidelidades exógenas. A través del
dinero para la realización de obras públicas, de transferencias destinadas al
pago de haberes de empleados de la administración y de mantener privilegios
institucionales, se consiguen socios incluso impensados (Asis, 2011).
Otros «ismos» en el pasado reciente argentino fueron
rápidamente superados por la realidad, no fructificaron ni se solidificaron o
quedaron como efímeros movimientos locales, o meros constructos mediáticos,
tales los casos
de: angelocismo, cafierismo, saadismo, sapagismo, bustismo,
marinismo, delarruismo, etc.
¿POR QUE FISIOLOGIA Y PRAXIS DEL
KIRCHNERISMO?
Es justicia reconocer la inspiración provocada por la
magistral obra de Robert O. Paxton (2005) «Anatomía del
fascismo»; como asimismo el artículo de
Claudio Katz (2013) intitulado «Anatomía del kirchnerismo» y las
vivencias que como espectador comprometido vivió al autor del presente trabajo,
durante los doce años de gobierno entre mayo de 2003 y diciembre de 2015.
Katz, por su parte, peca de un reduccionismo ingenuo y
deviene asaz benevolente para con el kirchnerismo ya que distingue
tres conceptos, que a su entender, son necesarios para comprenderlo: a)
reconstrucción del estado capitalista, b) régimen neopopulista y c)
gobierno de centroizquierda. En conjunto, afirma, que contribuyen a gestar un
proyecto superador desde la izquierda.
Nosotros no acometemos sólo la anatomía en cuanto
estructura, forma y relaciones del kirchnerismo, sino que también
indagamos en el ejercicio del poder y profundizamos en el análisis del conjunto
de órganos y funciones de las instituciones de la República y su vinculación
con los demás populismos de izquierda implantados en la América latina
finisecular.
Los aciertos y las políticas con resultados positivos
que pueden reconocerse a la triple gestión del kirchnerismo, se encuentran
severamente opacados por la permanente producción de la fábrica de pobres, la
matriz de hipercorrupción, las desmedidas ambiciones de captura de la
totalidad del poder, la manipulación mediática y de la opinión pública, el
irrespeto a la Constitución Nacional y a las instituciones por ella creadas,
inclusive a las preexistentes como son las provincias argentinas; los usos
políticos y demagógicos de la opinión pública, el ruinoso alineamiento
internacional con los gobiernos cultores del fascismo de izquierda en América
Latina, el asalto a la democracia en nombre de una confusa militancia de un no
menos confuso proyecto nacional y popular.
Finalmente nos adentramos en la subjetiva reescritura
de los hechos de la historia que con desfachatez y mendacidad se
replicaron goebbelianamente para hacer creer a desmemoriados,
pérfidos oportunistas o jóvenes de la actualidad que no vivieron los años de
plomo, que el montonerismo guerrillero era un movimiento de
idealistas que propugnaban la igualdad moral de los seres humanos, la
redistribución justa de la renta, un país pletórico de libertades y progreso y
un mundo mejor exento de imperialismo.
BREVE SINOPSIS HISTÓRICA DEL PERONISMO Y
SUS EXPRESIONES VIOLENTAS DE DERECHA E IZQUIERDA.
El protoperonismo emerge el 4 de junio de
1943 cuando el por entonces coronel Juan Domingo Perón, un militar admirador de
Benito Mussolini, participa en el golpe de Estado que derroca al presidente
constitucional Ramón S. Castillo, como ya había intervenido en el del 6 de
setiembre de 1930 que expulsó al líder de la Unión Cívica Radical Hipólito Yrigoyen,
inaugurando la era de los cuartelazos victoriosos.
Perón, merced a su pertenencia a la logia GOU (Grupo de
Oficiales Unidos), su carisma natural y su relación con la popular actriz de
radioteatros y el cine Eva Duarte comienza a escalar posiciones en el gobierno
de facto de los generales Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Julián Farrell,
hasta convertirse simultáneamente en vicepresidente de la Nación, ministro de
Guerra y secretario de Trabajo y Previsión.
Disidencias internas originadas en sus conductas públicas
y privadas e influencias externas ante el temor que generaba la
ideología filofascista de Perón y su acercamiento e identificación
con los sindicatos que habían sido hasta entonces reducto de anarquistas y
comunistas y empoderaron a Perón; precipitaron la defenestración del coronel
del pueblo y con ello el nacimiento del peronismo. Al ser exonerado de sus
cargos y encarcelado en la prisión de la isla Martín García en el Río de la
Plata, se generó el movimiento popular de trabajadores de clase obrera y
estudiantes del 17 de octubre de 1945 que marchó a la Plaza de Mayo, removiendo
los obstáculos que habían interpuesto los militares reacios al regreso y
reivindicación de Perón.
Desde ese entonces y hasta los comicios del 24 de
febrero de 1946 la figura de Perón creció y logró vencer en las elecciones
generales, asumiendo el 4 de junio siguiente su primer mandato presidencial.
Reforma constitucional mediante, en 1949, otorgamiento de los derechos
políticos a la mujer en 1947 a instancias de Eva Duarte de Perón, transferencia
de recursos a los trabajadores, legislación protectiva de los
derechos de obreros, niños, ancianos, una retórica anticomunista y a su vez
antinorteamericana, la dura posguerra europea y las reservas conformadas por
los abundantes recursos en metálico heredados de los gobiernos de Agustín P.
Justo, Roberto Marcelino Ortiz y Ramón S. Castillo, posibilitaron que por
primera vez en la historia argentina un presidente fuera reelegido para el
período inmediatamente posterior.
Pero, la muerte de Evita, los malos resultados de la
economía local y el contexto internacional negativo, sumados a desaciertos y
desatinos en la administración pública y en el Partido Peronista y sus medios
de propaganda, como ser: el culto a la personalidad; la persecución, tortura,
apremios ilegales, prisión o exilio de políticos opositores (Ricardo Balbín,
Vicente Solano Lima, Cipriano Reyes, Alfredo L. Palacios,
Ernesto Sammartino, Nicolás Repetto, Carlos Sánchez Viamonte,
Antonio Santamarina, Samuel Allperin; o personajes de la cultura
como Ulyses Petit de Murat, Libertad Lamarque, Pedro López
Lagar, Francisco Petrone, etc.) (Figallo, 2013); la defenestración del
coronel Domingo Mercante, gobernador de Buenos Aires y del presidente de la
Cámara de Diputados Ricardo Guardo.
Asimismo, la expropiación del diario La Prensa; la
censura y racionalización del papel prensa; la guerra promovida por el
oficialismo contra la Iglesia Católica, que incluyó la aberrante quema de
iglesias en la Ciudad de Buenos Aires y el ataque a la Catedral primada;
la destrucción del diario socialista La Vanguardia, la Casa del Pueblo del
Partido Socialista, el Jockey Club, la Sociedad Rural y la Casa Radical); la
traición de personeros del gobierno como el caso del vicepresidente contralmirante
Alberto Teissaire.
También, por hechos que hoy calificaríamos de pedofilia
como la relación del presidente Perón con la menor de 15 años Nelly Rivas o las
niñas de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) «las pochonetas»; el
sometimiento de la Justicia y la destitución de jueces de la Corte Suprema y
del procurador general de la Nación; negociados y hechos de corrupción (compra
de ferrocarriles, IAPI, caso Richter, Mercedes Benz, gasoducto Comodoro
Rivadavia-Buenos Aires, etc.); la oscura muerte de Juan Duarte; el sometimiento
a la «peronización» de la enseñanza primaria y secundaria, donde
se estableció la obligatoriedad de lectura del libro «La razón de mi
vida»; la exaltación del Partido Peronista sobre el Estado (Sebreli, 1985:67);
entre otras muchas concausas, minaron la credibilidad y confianza popular,
concluyendo en dos movimientos militares en junio y setiembre de 1955 que
lograron derribar a quien habían comenzado a llamar tirano y que emprendió un
largo exilio hasta noviembre de 1972 (en Paraguay, Panamá, Venezuela, República
Dominicana y España).
Desde el día número uno de su exilio, Perón y sus
seguidores comenzaron a pergeñar el regreso al poder. Para ello se valieron,
inclusive de recursos tales como la creación de movimientos subversivos como
Fuerzas Armadas Peronistas y Montoneros, o paramilitares como la Alianza
Anticomunista Argentina (la Triple A) fundada para neutralizar a la guerrilla
izquierdista.
El peronismo, movimiento político estilo «cajón de
sastre» en el que cupieron personajes como los admiradores del comunismo
leninista, castrista o guevarista John William Cooke,
Fernando Abal Medina, Norma Arrostito, Ricardo Obregón Cano,
Alberto Martínez Baca, Oscar Bidegain, José Ber Gelbard, Jorge Cepernic,
Miguel Ragone o Carlos Gustavo Ramus hasta
derechistas como José López Rega, Alberto Ottalagano,
Raúl Bercovich Rodríguez, Victorio Calabró, Alberto Vignes,
Lorenzo Miguel, Ángel Federico Robledo, Antonio J. Benítez,
Oscar Ivanissevich o Alberto Brito Lima, o en el que caben actualmente
desde Carlos Menem a Cristina Fernández de Kirchner, es de neto
corte necrofílico ya que se enarbolan los nombres de personas
fallecidas hace 64 años (Eva Perón) o 42 años (Juan Perón).
Resulta difícil de comprender, que mas allá de las
reformas y aciertos que tuvo el justicialismo en cuanto gobierno, siempre se ha
presentado como víctima de persecuciones y única fuerza apta para ejercer
debidamente el mando. Perón cayó por sus excesos y errores e Isabel Martínez
por su idoneidad, entorno nefasto y vacío de poder, contrariada por
propios y extraños, salvo por sus leales del sector verticalista.
Siendo que en realidad, el peronismo permanentemente ha
confundido de manera aviesa autoridad con autoritarismo; ejecutó una concepción
totalitaria del Estado; avasalló las autonomías provinciales; dominó a los
sindicatos para movilización, sostenimiento económico y fuerza de choque; es un
movimiento liberticida en especial de la prensa libre y del pensamiento
crítico; hizo uso de los recursos del miedo y la persecución; malversó hasta el
hartazgo los bienes y caudales públicos; avasalló a los poderes Legislativo y
Judicial; hizo de la corrupción su peculiar estilo de gobierno para obtener
recursos espurios a fin de generar riqueza a sus dirigentes y financiar campañas
políticas y solventar a lúmpenes o intelectuales a su servicio.
Tampoco resultan lógicos ni justificables los sucesivos
perdones y olvidos que la sociedad ha otorgado al peronismo: por qué y con qué
objetivos y beneficios, se le ha condonado la muerte de Juan Ingalinella;
la tortura a Cipriano Reyes; los asesinatos de Juan Duarte, Augusto
Timoteo Vandor, Juan Carlos Sánchez, José
Ignacio Rucci, Víctor Samuelson, Roberto Uzal, Arturo Mor
Roig, Roberto Quieto, Jordán Bruno Genta, Carlos Saccheri, Francisco Soldati,
Jorge Quiroga, Cesáreo Cardozo, José Cáceres Monié, Beatriz Saiaiñ,
los 547 crímenes de sangre de militares, empresarios, sindicalistas y políticos
por la guerrilla peronista, el secuestro y muerte de Argentino del Valle Larrabure,
Pedro Eugenio Aramburu, Jorge Ibarzábal; Oberdan Sallustro,
Roberto Moisés Echegoyen; los 230 civiles muertos en hechos
protagonizados por subversivos (1969-1981).
Asimismo, la soberbia armada de Firmenich y
sus militantes del odio y de la muerte, con sus tomas de pueblos, cuarteles o
comisarías, copamientos de fábricas, medios de comunicación,
secuestros extorsivos, cárceles del pueblo, fabricación de bombas, robo de
bancos, armamentos, etc.; la ejecución de Paula Lambruschini o
Humberto y María Cristina Viola.
También la barbarie de la AAA, López Rega y
la bailarina / espía María Estela «Isabelita» Martínez; la masacre
de Ezeiza, los homicidios de Rodolfo Ortega Peña, padre
Carlos Mugica, Silvio Frondizi, Atilio López, Julio Troxler, Agustin Tosco,
Constantino Razzetti, Rubén Fortuny y 680 víctimas más de la
Triple A (González Janzen, 1986); el Rodrigazo; el caso Graiver;
la hipercorrupción menemista y las prácticas
del duodecenio 2003-2015, que seguidamente se analizarán.
Entre 2003 a 2015 militantes de esos peronismos
1945-1955, de la resistencia 1956-1972, del segundo gobierno 1973-1976,
víctimas de la dictadura militar 1976-1983, del tercer gobierno 1989-1999;
asumieron responsabilidades de poder con palmaria sed y ánimo de venganza
contra los que ellos calificaron de enemigos, con una sistematizada vocación de
apoderamiento del universo robable -en especial en el ámbito de la
obra pública- , el silenciamiento o destrucción de sus contrarios o traidores,
la promoción y facilitación del narcotráfico por acción u omisión y los delitos
conexos como caja recaudatoria de encumbrados funcionarios y para
financiamiento de la actividad política y el alineamiento con las
fuerzas neopopulistas (fascistas de izquierda) de Latinoamérica
lideradas por Fidel y Raul Castro, Hugo Chavez y Nicolás
Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega Saavedra, Rafael Correa,
Luis Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Entre 1976 a 1983 el peronismo «revolucionario», que
fue echado airadamente de la Plaza de Mayo por el general Perón el 12 de junio
de 1974 y pasó a la clandestinidad apenas 3 meses después el 6 de setiembre del
mismo año, durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de
Perón, combatió a la dictadura militar de Jorge Rafael Videla, fue aniquilado y
diezmado mediante prácticas de genocidio premeditado, aunque logró salvar a la
mayoría de sus cuadros dirigentes como Mario Eduardo Firmenich, Fernando
Vaca Narvaja, Roberto Cirilo Perdía, Juan Manuel Abal Medina
(padre), Rodolfo Galimberti, Raúl Magario, Carlos Kunkel y
Nilda Garré, devenidos en reciclados políticos democráticos, profesores
universitarios, consultores o prósperos empresarios capitalistas, que hicieron
apostasía de su fe en la patria socialista que promovían y por la cual murieron
varios miles de jóvenes a los que habían convencido de la legitimidad de su
credo pagano. Nunca efectuaron una autocrítica seria ni pidieron perdón sincero
por el daño causado a la sociedad.
PROTOKIRCHNERISMO PROCESISTA Y
REFEUDALIZADOR
Entre esos militantes montoneros se hallaban Néstor
Kirchner y su esposa Cristina Fernández. Si bien, no se ha acreditado que ellos
blandieran armas en los setenta, ni que se opusieran a la violencia
guerrillera, al acceder al poder con un esmirriado apoyo popular del 22,24
% en los comicios de abril de 2003 (4 millones 312 mil votos), se apropiaron
hegemónicamente del relato de los derechos humanos, los desaparecidos, la
dictadura y los antiguos sueños socializantes.
Pese a su discurso de izquierda, inaugurado en 2003 y
al cual nunca había hecho referencia desde 1991 hasta acceder a la presidencia
de la Nación, los Kirchner se comportaron en lo económico como fieles
ejecutores de un dirigismo económico que no abjuró del capitalismo (aunque con
severa restricción de libertades) y en lo personal, promovieron con codicia su
astronómico enriquecimiento derivado de los recursos estatales.
En lo político, efectuaron un complejo esquema
de refeudalización; esencialmente, por provenir de una provincia
periférica y propensa a intercambiar sus votos en el Congreso Nacional por
favores y prebendas. Entendemos por feudalismo «la acepción popular que
relaciona a los gobiernos provinciales conservadores, caudillistas,
tradicionalistas, poseedores de la costumbre de conceder exacerbados beneficios
para las clases superiores (a la que pertenecen) y mantener en el atraso y el
clientelismo a los sectores populares» (Rojas, 2013:13).
También lo acometemos desde la óptica
de Habermas (1991) quien plantea el surgimiento de
una refeudalización de la esfera pública, debido a que las
sofisticadas técnicas de los nuevos medios de comunicación son empleadas para
dotar a la autoridad pública de la clase de aura y prestigio que fue una vez
otorgada a las figuras reales por la publicidad escenificada de las cortes
feudales. Esta “refeudalización de la esfera pública”, transforma la
política en un espectáculo dirigido en el que los líderes y los partidos
pretenden la aclamación plebiscitaria de una población despolitizada. Claro
ejemplo de ello ha sido la permanente recurrencia de CFK al 54 % de los votos
obtenidos en 2011 para justificar todos sus actos de gobierno ulteriores desde
el cepo al dólar hasta el memorándum de entendimiento con Irán.
Más allá de la progresía que enarbolaron desde 2003,
los Kirchner habían sido un matrimonio que en la austral y escasamente poblada
provincia de Santa Cruz, ejercieron el poder con mano férrea, apoyaron a las
autoridades militares de facto con ocasión de la guerra de las Malvinas
en el Atlántico Sur (1982), ejercieron como abogados litigantes (al menos
Néstor, porque no hay constancias que Cristina Fernández posea título
habilitante de abogada ni matrícula profesional), rematando inmuebles de
deudores perjudicados por la circular indexatoria 1050 del Banco
Central de la República Argentina. Los Kirchner eran implacables y ambiciosos
representantes de bancos y financieras dedicadas a cobranzas extrajudiciales.
Alicia Margarita, la hermana de Néstor Kirchner, ex ministra y ex senadora
nacional tuvo una destacada actuación como funcionaria del gobierno militar
santacruceño desde 1976 a 1983 (como directora de Asuntos Comunitarios del
Ministerio de Asuntos Sociales provincial).
Los Kirchner hicieron su fortuna entre 1977 y 1982,
poseyendo Néstor Kirchner al acceder a la presidencia en mayo de 2003, según su
propia declaración jurada 13 casas, dos departamentos y un local en Río
Gallegos; una casa y un terreno en El Calafate; y un departamento en Buenos
Aires. Su esposa, por entonces senadora nacional, era propietaria de otras tres
casas en Río Gallegos y un departamento en Recoleta (Jastreblansky, 2012).
Aunque las mieles del poder fueron harto fructíferas ya
que los Kirchner pasaron de poseer un patrimonio de 7 millones de pesos en mayo
de 2003 a -al menos- 89 millones a fines de diciembre de 2011 (es decir un
incremento del 1172 % o lo que es igual, multiplicaron por 11 el
valor de sus bienes iniciales).
Nótese que muchas propiedades declaradas ante la
Oficina Anticorrupción sólo poseen el valor fiscal de $ 4.000 o $ 5.000,
tratándose de casas que en el mercado inmobiliario nunca podrían ser tasadas en
menos de $ 1,5 millones. Para ser mas explícito el obsceno incremento
patrimonial y evitar que sea adjudicado a la inflación, ha de considerarse que
la superficie de inmuebles, a mediados del 2003 era de 5.626 m2, mientras que a
fines del año 2012 contaba con 203.148 m2: 36 veces más.
Los honorarios que recibieron por sus cargos (como
presidentes, el salario que tuvo Cristina como senadora y la pensión por ex
presidente que percibió Néstor Kirchner) representan, en tanto, tan sólo el
3,62% sobre los ingresos del matrimonio. El salario de Néstor Kirchner como
diputado en 2010 nunca fue informado por la Presidenta en la declaración
patrimonial (Jastreblansky, 2012).
KIRCHNERISMO NESTORIANO
Kirchner, se desempeñó como presidente de la Caja
de Previsión Social de Santa Cruz durante seis meses entre diciembre
de 1983 y junio de 1984 (cuando renunció por desinteligencias con el gobernador
Arturo Antonio Puricelli). Luego, fue elegido intendente de la ciudad de
Río Gallegos en 1987 hasta 1991 y fungió como gobernador ininterrumpidamente,
desde diciembre de ese año hasta el 24 de mayo de 2003 y asimiló rápidamente
las prácticas feudales de los caudillos provinciales como los casos
arquetípicos de los Saadi en Catamarca, Juárez en Santiago del Estero
o Sapag en Neuquén. A todo lo cual se sumaba su personalidad
paternalista, sarcástica, desenfadada y poco afecta al protocolo y las normas
de estilo.
La oposición, la prensa que no se sometía a los
dictados del «Lupo», y los empresarios que no aceptaban entregar prebendas
padecieron los rigores de un gobierno, que simultáneamente se apropió de 1.200
millones de dólares de regalías petroleras y los hizo desaparecer como por arte
de magia (según Néstor Kirchner, él los había protegido y puesto a resguardo en
bancos suizos) y recién fueron repatriados en 2008 por un monto de 554 millones
de dólares, sin embargo nunca se aclaró el destino de los millones faltantes,
de los intereses producidos y aún hoy en 2016 las cuentas públicas de Santa
Cruz se mantienen deficitarias, evidenciando una grave crisis y sin posibilidad
de asumir las obligaciones elementales, debiendo recurrir al auxilio permanente
y vital del Tesoro nacional.
El propio fiscal de Estado de Santa Cruz, Eduardo Sosa,
intentó investigar el destino de estos fondos y sufrió una inconstitucional e
ilegal destitución en 1995, que fue revocada sin ambages años después por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, aunque el gobierno santacruceño se negó
sistemáticamente a aceptar el fallo y se alzó contra el decisorio de marras del
Máximo Tribunal argentino.
La opacidad con que se manejó la discrecional
disposición de los fondos enviados a Suiza, intentó ser aclarada mediante una
nota en el hiper-oficialista diario Página 12 y realizada por
el periodista K Horacio Verbitsky, antiguo guerrillero
del ERP y agente de la Fuerza Aérea Argentina durante la dictadura militar.
Empero, con ello se oscureció aún más el ya de por si opaco y obtuso manejo de
los fondos provinciales.
En 1991 Néstor Kirchner comenzó a crear el andamiaje de
corrupción y desfalco que caracterizó su gestión local y luego, replicó a nivel
nacional, la cual fue continuada por su esposa. Los Kirchner dieron origen a un
capitalismo de amigos, donde los cerebros de la organización se han mantenido
inalterables desde 1991 a 2015: Carlos Zannini, Julio De Vido, José
López, Ricardo Jaime, Daniel Cameron y Carlos Santiago Kirchner; con especial
interés en la obra pública y el juego, con lo cual hizo archimillonarios a
devenidos empresarios exitosos tales como el mediocre comerciante Cristóbal
López, el modesto cajero de banco Lázaro Báez o el ex terrorista maoísta del
ERP Gerardo Ferreyra (ex compañero de prisión de
Carlos Zannini desde 22/07/1975 a 08/04/1978,
aunque aquél permaneció detenido hasta 1982) y su socio Osvaldo
Acosta de Electroingeniería S.A.
Desde Santa Cruz se montó una cadena de favores,
retornos, utilización de recursos públicos, licitaciones amañadas, peculado,
evasión impositiva, sobreprecios, facturas apócrifas, venta de terrenos
fiscales a precio vil, alquiler de plazas hoteleras que jamás se utilizaron,
obras públicas fantasmas, cuentas en el exterior, sociedades off shore, etc.
Como gobernador santacruceño fue muy cercano al ministro
de Economía Domingo Felipe Cavallo durante la gestión del presidente Carlos
Saúl Menem. Del caudillo riojano llegó a decir públicamente que era el mejor
presidente de la historia argentina, apoyando la privatización de la empresa
petrolífera de bandera YPF y mas tarde, se desdijo de sus afirmaciones
ridiculizando y atacando al mandatario que lo precediera en los períodos
constitucionales que abarcaron los años 1989 a 1999.
Néstor Carlos Kirchner como presidente poseyó el mérito
de haber restaurado la autoridad presidencial, devaluada durante la frágil e
improductiva gestión del presidente Fernando de la Rúa (1999-2001), los tres
presidentes de diciembre de 2001 (Federico Ramón Puerta, Adolfo
Rodríguez Saá, Eduardo Camaño) y la presidencia interina del senador
por Buenos Aires Eduardo Alberto Duhalde (quien junto a su exitoso ministro de
Economía Roberto Lavagna, comenzó a reestablecer el orden económico y social
detonado durante el desgobierno de la Alianza UCR - Frepaso).
También merece ser destacada la decisión de Kirchner de
cancelar la deuda del Tesoro nacional que se mantenía con el FMI (9.810
millones de dólares) y junto con su ministro Lavagna (heredado de Duhalde)
realizaron un exitoso canje de deuda soberana (mas allá de sus errores de
formulación y la jurisdicción foránea establecida en Nueva York) permitió el
despegue de la economía nacional, ayudado por un contexto económico externo
favorable.
Néstor Kirchner arribado al poder con menos de un
cuarto de los votos válidamente emitidos, afirmó la autoridad presidencial y
recurrió sin tapujos al uso discrecional de los fondos públicos para obtener
apoyos incluso impensados de políticos de la vieja Unión Cívica Radical (UCR).
Abjurando del pejotismo, Néstor Kirchner
creo un variopinto Frente para la Victoria de característica heterogénea que
omitió toda mención al peronismo o al justicialismo, en donde cupieron y
coincidieron en algún momento ex guerrilleros como Humberto Tumini, Nilda
Garré, Agustín Rossi, Jorge Taiana, Marcelo Fuentes, Juan Carlos
Dante Gullo o Emilio Pérsico, gobernadores radicales como Eduardo
Brizuela del Moral (Catamarca), Julio Cobos (Mendoza), Gerardo Zamora (Santiago
del Estero), Ricardo Colombi (Corrientes), Miguel Saiz (Río Negro),
del Movimiento Popular Neuquino (Jorge Sapag).
También sindicalistas eternizados y enriquecidos: Hugo
Moyano, Omar Viviani, José Luis Lingeri, Andrés Rodríguez,
Gerardo Martínez, Antonio Caló, Omar Suárez, etc., otros gremialistas de
izquierda como Hugo Yasky, Roberto Baradel, Roberto Pianelli,
Edgardo Depetris; antiguos militantes del comunismo como
Martín Sabbatella, Carlos Heller, Axel Kicillof,
Diana Conti, Aníbal Ibarra; peronistas de viejo cuño como José
Luis Gioja, Guillermo Moreno, Gildo Insfrán, Alberto Samid,
Luis Beder Herrera, Lucía Corpacci; pragmáticos
ex cafieristas, menemistas y duhaldistas como Felipe Solá,
Florencio Randazzo, Daniel Scioli, Aníbal Fernández, Julián
Domínguez, Jorge Capitanich, Juan Manuel Urtubey.
Asimismo militantes frepasistas como
Darío Alessandro, Juan Pablo Cafiero, Carlos «Chacho» Álvarez o Abel
Claudio Fatala; intelectuales como Ernesto Laclau, Horacio González,
José Pablo Feinmann, Eduardo Jozami,
Federico Schuster, Tristán Bauer, Miguel Talento, Teresa Parodi
o Ricardo Forster; periodistas como Víctor Hugo Morales,
Horacio Verbistky, Orlando Barone; empresarios de medios como
Diego Gvirtz o Sergio Szpolski; personajes violentos partidarios
de la República Islámica de Irán como Luis D Elía (MILES),
Fernando Esteche (Quebracho) o de la reivindicación indigenista
Milagro Sala (Túpac Amaru).
Finalmente, incluyó a representantes de las
organizaciones de derechos humanos como Hebe de Bonafini (Madres de
Plaza de Mayo), Estela B. de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo);
nietos recuperados como Juan Cabandié, Victoria Donda Pérez u
Horacio Pietragalla Corti; hijos de subversivos como Eduardo de Pedro
o Josefina González; ex militantes de la UCEDE del ingeniero Alsogaray como
Ricardo Echegaray, Sergio Massa o Amado Boudou; terratenientes y
empresarios como José Alperovich o Eduardo Fellner, productores
agropecuarios como Ricardo Bruzzese o Ider Peretti.
Sergio Crivelli (s/f) señala la idea de sacar
al Partido Justicialista del coma profundo al que fue inducido por sus propios
dirigentes tuvo una difusión periodística por completo desproporcionada con su
real importancia. Todo el operativo implica, una nueva oportunidad para la
práctica de la obsecuencia con el poder de turno antes que el de una vuelta a
la normalidad del sistema político descabalado por la crisis de 2001.
Hoy es poco probable que los partidos recuperen su
papel de mediadores entre los poderes públicos y la sociedad, ya que fueron
desplazados de la calle y de los centros de poder por actores políticos que
nadie votó o que votaron algunos, tales como periodistas, sindicalistas,
piqueteros, etc. Hasta una jueza de primera instancia paralizó las reformas
ensayadas por un jefe de gobierno porteño apoyado por más del 60% de los
vecinos.
Cuando se pretendió la normalización de la vida
política y descongelamiento del PJ, luego de su
primigenia kirchnerización, se lo reanimó para convertirlo en furgón de
cola del gobierno de CFK, una vieja tradición de todos los oficialismos que fue
bautizada con el nombre de "unicato" en tiempos del viejo orden
conservador.
Paradójicamente, los Kirchner sostuvieron en el pasado
una actitud de recelo (perfectamente lógica) hacia la estructura política a la
que pertenecen. Desde un distrito pequeñísimo como Santa Cruz no tenían ningún
peso sobre las decisiones nacionales y tomaban distancia de ellas criticando el
"pejotismo", una expresión muy característica de la ex presidente que
era una puerta abierta a la rebeldía frente a las políticas dictadas desde la
provincia de Buenos Aires o la Casa Rosada.
Fruto de esa vieja aversión fueron algunos ensayos del
matrimonio, rápidamente olvidados. El primero fue la
"transversalidad", que sirvió para reciclar cuadros de la denominada
"izquierda peronista" o devolver a la función pública a dirigentes
del Frepaso que habían participado de la aventura de la Alianza, como
Carlos "Chacho" Álvarez o Nilda Garré. El segundo fue la
"concertación", es decir el partido del poder, integrado por
gobernadores e intendentes radicales dispuestos a garantizar que Cristina Fernández
no tuviera que pasar por las horcas caudinas del ballotage.
Todo eso ya es historia y parece llegada la hora de la
"pejotización", una suerte de "etapa superior"
del kirchnerismo. La idea sin embargo, no es mala. En primer lugar, porque
servirá para curar las heridas dejadas por el sistema de listas
"colectoras", una invención a favor de la candidatura de CFK, que
ocasionó graves conflictos en el peronismo bonaerense. En segundo lugar, el
encuadramiento del peronismo servirá para conjurar una crisis futura en una
modesta medida. No obstante, es mejor tener a todos los dirigentes dentro de la
estructura y desalentar nuevos proyectos de poder, que entre los peronistas
nunca faltan.
Siguiendo a Mora y Araujo (2011:154-158) en relación a
la naturaleza política del kirchnerismo, sostenemos que este movimiento
político se construyó recién una vez alcanzado sorpresivamente el poder. Estuvo
conformado por tres vertientes:
a) Kirchnerismo llamado progresista, que
profiere un discurso político con pretensiones ideológicas, que abreva en el
pensamiento nacionalista de izquierda y es refractario del pensamiento
democrático. Posee una enorme empatía con similares fuerzas latinoamericanas y
sostiene una retórica distribucionista y asistencialista, con
recurrente utilización del discurso de los derechos humanos. Esta vertiente K
es la que impulsó la Asignación Universal por Hijo, la Asignación
Universal por Embarazo, Programa Progresar, Procrear, el matrimonio igualitario
o la pretendida despenalización de la droga. Es el kirchnerismo heredero
de «la patria socialista» de los años 70.
b) Kirchnerismo peronizado: la esencia
peronista del kirchnerismo estaba, ciertamente en su origen, pero no
necesariamente en la identidad primigenia de su proyecto. Néstor Kirchner nunca
estuvo tentado de competir con otros peronistas por el liderazgo partidario.
Por el contrario, cuando se sintió con fortaleza
intentó desperonizar a su gobierno y dio paso a la transversalidad,
que desmontando la simbología del bombo, la marcha y la foto de Perón y Evita,
se reveló precaria e insuficiente. Kirchner no aceptó compartir decisiones bajo
la lógica de las coaliciones, y es por eso que en el comienzo de la crisis del
campo, coetánea con el inicio del primer mandato de su esposa, se diluyó el
ideal transversal. Es el sector vinculado a la ortodoxa «patria peronista» de
los años 70, al que especialmente aborreció CFK.
c) Kirchnerismo práctico (que durante el
ensayo hemos llamado pragmático, acomodaticio u oportunista) no es un proyecto
político, sino una praxis. Imbuido de un cinismo en extremo, se basa en un
hacer de obras. Está alejado de los principios éticos, es superficial en lo
ideológico, intenta justificar lo injustificable con el argumento de que, en el
balance lo logros -y por tanto, las virtudes- importan mas que los defectos o
que los vicios. Es el kirchnerismo del gobierno efectivo, que se
refleja en el apotegma «roban, pero hacen».
La habilidad política de Néstor y Cristina Kirchner
consistió en sumar y amalgamar a los tres sectores y mantenerlos articulados.
Cada cual por su carril individual jamás hubiera coincidido con nadie de las
otras dos vías. Sin el factor aglutinante de los Kirchner nunca se hubieran
podido poner de acuerdo ni
coincidir Urtubey, Alperovich, Fellner o Jenefes con Vebistsky,
Alicia
Castro, Yasky, Heller o Kicillof y Scioli, Gioja, Pichetto o Pampuro.
Kirchner murió sorpresivamente el 27 de octubre de 2010
y dejó a su viuda e hijos Máximo y Florencia una cuantiosa herencia de mas de
60 millones de pesos, en bienes raíces (considerados a valor fiscal no de venta
en el mercado, 19 plazos fijos por 33,8 millones de pesos, empresas de
hotelería (Hotesur SA, Alto Calafate SA, CoMa SA), acciones de
sociedades comerciales y dinero en efectivo que atesoraba en abundancia en
bóvedas y cajas de seguridad, incluso subterráneas.
KIRCHNERISMO CRISTINISTA
El presidente Kirchner mantuvo el suspenso sobre su
posible reelección, señalando que el candidato del FPV sería «pingüino» o
«pingüina»; finalmente, no optó por un segundo mandato y se decantó por la
persona de su esposa Cristina Fernández, quien en compañía del gobernador
radical K de Mendoza, Julio Cobos, prometieron mayor calidad institucional en
un futuro gobierno. La victoria les fue dada en primera vuelta con el 45.29 %
de los votos válidamente emitidos, imponiéndose por sobre los candidatos
Elisa Carrió, Roberto Lavagna y Adolfo Rodríguez Saá.
En un principio, la administración de CFK implicó una
palmaria continuidad de la gestión precedente, incluidos los propios ministros
que habían acompañado a su esposo. Sin embargo a poco de comenzar su mandato el
país se vio convulsionado por la crisis desatada con los productores rurales
argentinos, como consecuencia de la decisión de imponer retenciones móviles de
carácter confiscatorio a las exportaciones de cereales y granos, en especial a
la soja (Resolución 125/2008).
Tal idea fue elaborada por el ministro de Economía
Martín Lousteau y trajo como consecuencia una masiva movilización del
sector agrícolo-ganadero, incluyéndose piquetes, cortes de ruta,
asambleas, marchas y retención de comercialización de productos del campo. La
presidente Fernández desafió a los ruralistas llamando «yuyo» a la soja y
calificando de «piquetes de la abundancia» a las expresiones públicas de los
productores agropecuarios.
Llevada la Resolución 125 a consideración del Congreso,
obtuvo aprobación en la Cámara de Diputados y registró un empate en 36 votos en
el Senado de la Nación. Le correspondió al vicepresidente Cobos en tanto
presidente nato de la Cámara Alta, decidir la suerte del proyecto de ley. Luego
de un extenso debate formuló su opción expresando «mi voto es no positivo», con
lo cual no sólo se fulminó la iniciativa del Poder Ejecutivo, sino que se dañó
irremediablemente la relación entre los máximos mandatarios del
país, hizo implosionar al Frente para la Victoria original,
cayó el ministro de Economía y la vinculación con la Mesa de Enlace del sector
agropecuario no pudo mejorarse durante el resto del mandato de CFK.
Kirchner fue elegido secretario general de la UNASUR en
mayo de 2010 y tanto él, como su esposa presidente estrecharon vínculos con los
gobiernos populistas de izquierda de América Latina, identificándose con las
posturas del chavismo y el castrismo. Pero, como dijimos Néstor Carlos Kirchner
murió sorpresivamente el 27 de octubre de 2010 y la presidente radicalizó su
gestión, ambicionando públicamente dominar la totalidad del poder, quizás
intentado reeditar un unicato o asumiendo la suma del poder público.
El fallecimiento de Néstor Kirchner, su condición de
viuda portadora de estricto luto y recurrentes enfermedades, algunas puestas
aún hoy en dudas, prodigaron a CFK una victoria en primera vuelta con el 54,11
% de los votos en los comicios de octubre de 2011.
En dicha ocasión aventajó largamente a los candidatos
opositores Hermes Binner, Ricardo Alfonsín y Alberto Rodríguez Saá.
En esta oportunidad fue acompañada en el binomio presidencial por el ministro
de Economía y ex militante liberal de la UCEDE, Amado Boudou.
La dama del micrófono, también llamada «La Reina
Cristina», hizo uso de su histrionismo y retórica, disponiendo permanentemente
de la cadena nacional, recostándose en el apoyo dado por organizaciones de
derechos humanos, políticas y sociales, que se transformaron en fuerzas de
choque y de sostenimiento de su gobierno, al cual proveían de presencia de
militantes en los múltiples actos que se llevaron a cabo. Así, resultó avalada
por los ultras Hebe de Bonafini, Estela de Carlotto, Luis
D Elía, Fernando Esteche, Martín Sabbatella, Milagro Sala,
Emilio Pérsico o Edgardo Depetris.
La Cámpora, organización juvenil creada por
Máximo, el hijo de los presidentes Kirchner, comenzó a ocupar espacios de poder
en todos los ámbitos del Estado, merced al financiamiento que le fuera dado por
el gobierno, el empleo de sus militantes en cargos públicos respecto de los
cuales generalmente carecían de la idoneidad necesaria para su desempeño. Esta
organización paraestatal asumió el rol de policía política y guardiana de los
principios «nacionales y populares» que el kirchnerismo decía
encarnar.
La Cámpora recuerda al presidente de la
Nación del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) que puso fin al
gobierno de la Revolución Argentina
(Onganía - Levingston - Lanusse) el 25 de mayo de 1973, dado
que Perón se hallaba proscripto por la dictadura. Ejerció el mando durante 49
convulsionados días hasta el 13 de julio de 1973, fecha en
la cuual renunció junto al vicepresidente Vicente Solano Lima, líder
del Partido Conservador Popular.
En los años 50 Héctor J. Cámpora de origen
conservador, había desempeñado el cargo de presidente de la Cámara de Diputados
de la Nación y era famoso por su servilismo y obsecuencia sin par hacia Perón y
Evita1. Más tarde, durante el período de exilio obtuvo la bendición del
general para actuar desde comienzos de los años 70 como su delegado en
territorio argentino2.
Cuando debió elegirse la fórmula del
FREJULI, Cámpora fue aupado por Perón por sobre Antonio Cafiero,
Julio Romero, Raúl Matera, Juan Manuel Abal Medina (padre) o
Julián Licastro en reconocimiento a su lealtad inalterable durante
dos décadas. Sin embargo, el odontólogo de San Andrés de Giles ejerció un débil
mandato constitucional, ya que el leitmotiv de la campaña fue
«Cámpora al gobierno, Perón al poder». Luego de la masacre
de Ezeiza del 20 de junio de 1973 su presidencia quedó al garete y se
precipitó el final, cuando mediante una maniobra de López Rega se
subió a un avión -en una imprevista misión oficial- al presidente provisional
del Senado Alejandro Díaz Bialet y se juramentó como presidente a
Raúl Lastiri, titular de la Cámara de Diputados y yerno del «Brujo».
Perón quien desde la elección de Cámpora el
11 de marzo de 1973 evidenció un destrato, hasta rechazarle la banda y el
bastón de mando que el nuevo presidente quiso entregar a su líder en
reconocimiento y homenaje. Perón desconfiaba de la Tendencia Revolucionaria y
había apartado a Galimberti de su rol de representante de la Juventud
Peronista en el Consejo Superior del Movimiento Nacional Justicialista. Cuando
comprendió que los Montoneros no lo respetaban ni le respondían sugirió crear
un «somatén» para disciplinarlos a sangre y fuego.
Durante
el interinato de Lastiri se fundó la Triple A y la violencia inició
una espiral incontrolable. En dicho gobierno provisional fueron removidos los
ministros del Interior Esteban Righi y de Relaciones Exteriores Juan
Carlos Puig, afines a Montoneros.
A juzgar por el fallido intento de asesinar a Perón en
el aeropuerto de Ezeiza, la renuncia de los 8 diputados montoneros, entre
los que se hallaba Kunkel (jefe de Néstor Kirchner en su militancia
universitaria), la expulsión de la organización de Plaza de Mayo el 12 de Junio
de 1974, el pase a la clandestinidad durante el gobierno constitucional de
Isabel Perón en setiembre del mismo año, muerto el general Perón el 1 de julio,
el desdén y desprecio que, tanto Néstor como Cristina, tenían hacia el
fallecido líder de masas y determinadas actitudes como la de CFK que siendo
senadora, se negó airada y descalificadoramente ante su colega
Antonio Cafiero a efectuar un donativo para la erección de un monumento
destinado a perpetuar la memoria del ex tres veces presidente de los
argentinos; es dable conjeturar que el bautismo de la organización juvenil
del kirchnerismo con el apellido de Cámpora -el presidente
de las siete semanas-, intenta secretamente homenajear a quien tuvo la misión
de matar a Perón (o permitir su supresión física), pero que la rápida reacción
del vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo, permitió eludir el magnicidio
derivando el avión a la Base Aérea de Morón.
La pretensión totalista de CFK dio
lugar al cristinismo, una especie de kirchnerismo fanatizado,
que originó cambios en la realidad del país y la sedicente calidad institucional
jamás se plasmó; por el contrario el Congreso con mayoría K fungió como
escribanía del Poder Ejecutivo, donde el disenso no fue respetado y los debates
se convirtieron en meras puestas en escena o trámites parlamentarios
ineludibles pero vacíos de contenido; el Poder Judicial fue objeto de
gravísimas presiones en causas sensibles al gobierno o sus socios empresarios y
los gobernadores ahondaron su condición de rehenes de la chequera presidencial.
En cuanto a las elecciones, las mismas fueron consideradas un «escollo» para la
voraz vocación de acumulación de por de CFK, quien se declaró firme partidaria
del decisionismo y de una democracia plebiscitaria; ya que en el 54 %
de 2011 se halló la piedra de justificación de la acción de gobierno a 2015,
con halo de infalibilidad y un marco de intereses cerrados y tensiones
violentas, con explícita prohibición de abrir canales de encuentro, distinguir
matices o aceptar una diversidad reconciliada.
Merecen destacarse como acciones de gobierno durante
2007-2015: la creación de los ministerios de Cultura y de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva; construcción y lanzamiento de los satélites ARSAT 1 y 2;
plan Conectar Igualdad que entregó 5 millones de computadoras; creación de
la mega muestra Tecnópolis y el Polo Científico de Palermo; la
sanción del nuevo Código Civil y Comercial que unificó la legislación y puso
fin a 144 años del Código de Vélez Sarsfield y 152 del Código de Eduardo
Acevedo; política de derechos individuales personalísimos como la ley de identidad
de género, la elaboración de la Declaración Universal de Bioética y Derechos
Humanos; la tipificación de la trata de personas como delito federal; la
creación de la Asignación Universal por Hijo; el incremento en el número de
jubilados en 1,5 millones y de 1,3 millones de beneficiarios de
pensiones no contributivas; creación de nuevas universidades nacionales;
renovación de los corredores ferroviarios y el material rodante; inauguración
de la central nuclear Atucha II y la reanudación del sistema de negociación
paritaria en materia laboral.
Durante la administración de CFK se perfeccionó el
esquema de capitalismo de amigos, se profundizó el negocio de los derechos
humanos, el relato y la militancia intentaron sustituir a la historia argentina
y a las propias instituciones de la República; para todo lo cual el gobierno
(que se confundió con el Estado y el partido Frente para la Victoria) contó con
el acompañamiento del grupo Justicia Legítima -con estructura y lealtades
propias de una logia masónica- el periodismo militante (hasta la exageración de
contar con relatores de fútbol militantes), intelectuales inverosímilmente
justificadores de los dichos y hechos presidenciales -por mas arbitrarios o
absurdos que éstos fuesen-.
Para abordar la consecución de sus objetivos CFK
dio utilidad y trascendencia al discurso izquierdista de reminiscencias
montoneras y setentista, con fuerte pulsión populista y anti-imperialista,
llenando los significantes vacíos (Laclau, 2005) de orden, autoridad presidencial,
inclusión social, operatividad de los derechos humanos con conceptos
hegemónicos, patrimonio de la izquierda.
También suscribieron el discurso de CFK los militantes
partidarios de «darle leña al enemigo», tales los casos de Carlos Kunkel,
Aníbal Fernández, Diana Conti, Guillermo Moreno o Luis D´ Elía,
quienes asumieron el papel de voceros del gobierno, sin sujeción a reglas de
urbanidad, respeto ni educación. Ellos profesaron como comentaristas de su
propio gobierno o ejercieron de inefables desmentidores de los escándalos
mediáticos y judiciales que se produjeron.
Perón, en sus dos primeras presidencias incitaba a la
violencia y la consentía. Recordemos algunas de sus
frases:
“El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de
los que cuelgan” (2-8-46); “Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y
veremos quién cuelga a quién” (13-8-46); “A mí me van a matar peleando”
(13-8-46); “Con un fusil o con un cuchillo, a matar al que se encuentre»
(24-6-47); “Esa paz tengo que imponerla yo por la fuerza” (23-8-47);
“Levantaremos horcas en todo el país para colgar a los opositores” (8-9-47);
“Vamos a salir a la calle de una sola vez para que no vuelvan nunca más ni los
hijos de ellos” (8-6-51); “Distribuiremos alambre de enfardar para colgar a
nuestros enemigos” (31-8-51);
“Para el caso de un atentado al presidente de la
Nación… hay que contestar con miles de atentados” (Plan Político Año 1952);
“Objetivo: Lista de dirigentes opositores; lista de instituciones reconocidas
como desafectas al gobierno; lista de opositores o de casas comerciales
dirigidas o ligadas a los opositores; lista de representaciones cuyos gobiernos
realizan campañas opositoras al nuestro. Personal: Serán empleados grupos
previamente instruidos y seleccionados de las organizaciones dependientes de la
CGT y del Partido Peronista Masculino. Misión: Atentados personales; voladuras;
incendios”, Ibíd);
“Se lo deja cesante y se lo exonera… por la simple
causa de ser un hombre que no comparte las ideas del gobierno; eso es
suficiente” (3ª. Conferencia de Gobernadores, pág. 177); “Vamos a tener que
volver a la época de andar con alambre de fardo en el bolsillo”;(16-4-53),
horas antes del incendio de la Casa del Pueblo del Partido Socialista, la
Casa Radical, la sede del Partido Demócrata Nacional y el Jockey Club); “Leña…
leña… Eso de la leña que ustedes aconsejan, ¿por qué no empiezan ustedes a
darla?” (El mismo día); “Hay que buscar a esos agentes y donde se encuentren
colgarlos de un árbol” (El mismo día); “Compañeros: cuando haya que quemar,
voy a salir yo a la cabeza de ustedes a quemar. Pero entonces, si eso fuera
necesario, la historia recordaría la más grande hoguera que haya encendido la
humanidad hasta nuestros días".
"Los que creen que nos cansaremos se equivocan.
Nosotros tenemos cuerda para 100 años” (7-5-53); “A unos se los conduce con la
persuasión y el ejemplo; a otros con la policía” (15-5-53);“Aquel que en
cualquier lugar intente alterar el orden contra las autoridades… puede ser
muerto por cualquier argentino. Esta conducta que ha de seguir todo peronista
no solamente va dirigida contra los que ejecutan, sino también contra los que
conspiren o inciten”(31-8-55);“Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco
de ellos”(31-8-55); “Que sepan que esta lucha que iniciamos no ha de terminar
hasta que no los hayamos aniquilado y aplastado”(31-8-55);“Nuestra nación
necesita paz y tranquilidad…y eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no a
palos”(31-8-55); “Veremos si con esta demostración nuestros adversarios y
nuestros enemigos comprenden. Si no lo hacen, ¡pobres de ellos!(31-8-55); “Yo
pido al pueblo que sea él también un custodio del orden. Si cree que lo puede
hacer, que tome las medidas más violentas contra los alteradores del
orden”(31-8-55);
“¡Al enemigo, ni justicia! (Memorando reservado “para
el doctor Subiza”. De su puño y letra, con triple subrayado). (Esta misma
frase la vuelve a repetir desde el exterior en junio de 1972, y se difundió por
televisión a todo el país los días 21 y 22-6-72); “¡Ah… si yo hubiese previsto
lo que iba a pasar… entonces sí: hubiera fusilado a medio millón, o a un
millón, si era necesario. Tal vez ahora eso se produzca” (9-5-70); “Si yo
tuviera 50 años menos, no sería incomprensible que anduviera ahora, colocando
bombas o tomando la justicia por mi propia mano”.
Tales portavoces kirchneristas, inspirados en el
Perón violento, antes que se transformase en «león herbívoro», recurrieron
una y otra vez a defender lo indefendible, pretendiendo darle cariz de verdad a
mentiras burdas y groseras o expresando con brutalidad lo que la presidente
callaba por pudor o incorrección política. Así, tales actitudes no permiten
fundar la validez de los enunciados ni de los juicios morales tal como
propone Jürgen Habermas (2004) en «La ética del discurso y la cuestión
de la verdad». También con la sistematizada afición a la falsación, a
considerar enemigo al adversario y el ataque a toda disidencia y a la represión
del libre juego del pensamiento crítico, violaron el principio libertario de la
ética de no agresión teorizada por Hans-Hermann Hoppe, ya que lo hicieron
con la deliberada intención de maximizar su propio poder y riqueza (Hoppe,
2001).
A la alternativa Kirchner se sumaron peronistas de
antigua militancia menemista o de jurada fidelidad duhaldista, por ejemplo:
Daniel Osvaldo Scioli (gobernador de Buenos Aires y vicepresidente de
Néstor Kirchner), Jorge Milton Capitanich (gobernador de Chaco y Jefe
de Gabinete de Ministros de CFK, Miguel Ángel Pichetto (presidente
del bloque de senadores del FpV), Gildo Insfrán (gobernador
de Formosa), Eduardo Fellner (gobernador de Jujuy) o José
Luis Gioja (gobernador de San Juan). Podemos calificarlos de
pragmáticos, aunque varios de ellos pueden ser incluidos dentro de la categoría
de acomodaticios u oportunistas que navegaron con comodidad en todas las aguas
del peronismo.
De igual modo, empresarios y sindicalistas que se
habían manifestado partidarios de Menem y Duhalde, inclusive sostenedores de
Domingo Felipe Cavallo, adoptaron con singular versatilidad el discurso kirchnerista (entre
ellos Franco Macri, padre del actual presidente). Va de suyo, que tales
fanatismos de última hora no obedecían a otras razones mas que a las de índole
crematística y a un mero afán recaudatorio.
Mención aparte merece el vicepresidente de la segunda
presidencia de CFK, el licenciado Amado Boudou, quien había desempeñado el
cargo de ministro de Economía en la primera gestión de la dama oriunda de
Tolosa, partido de La Plata y fue el impulsor de la incautación de las
Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y con ello, del
importante caudal de acciones de sociedades comerciales que habían sido
adquiridas como inversión de resguardo por los anteriores legítimos dueños de
las AFJP.
Amado Boudou encarna el arquetipo del «chanta»
argentino, que supo poseer una figura de galán de telenovelas, rockero,
simpático y amante de las motos. Se trata de un economista de formación
neoliberal que militó en la juventud de la UCEDE, partido fundado por el
ingeniero Álvaro Alsogaray.
Con descaro y patente oportunismo adhirió a los
postulados del justicialismo y en todas las responsabilidades que le
correspondió desempeñar la corrupción y el peculado tiñeron de ilegalidad la
mayoría de sus actos. Desde su antiguo puesto de secretario de Economía del
Municipio Urbano de la Costa en la Provincia de Buenos Aires, en la
Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Ministerio de Economía
y finalmente la vicepresidencia de la Nación, Boudou se destacó por
la apropiación indebida de fondos públicos en provecho propio y beneficio
personal y de sus amigos o socios.
Ejerció su cargo con 119 denuncias penales en su
contra, 49 causas judiciales y dos procesamientos firmes. Pese a ello, fue
respaldado por la presidente Fernández hasta el final de su mandato en
diciembre de 2015 y el justicialismo no permitió que prosperasen una veintena
de pedidos de apertura de juicio político por mal desempeño.
Su conducta privada también ha resultado reprochable,
de hecho para perjudicar a su esposa en un proceso de divorcio falsificó la
documentación acreditante de la propiedad de un automotor de escaso valor de
mercado y modelo anticuado. También ha sido investigado e imputado por
denunciar como domicilio un inhabitable médano, a escasos metros del mar en la
costa argentina3.
LOS ENEMIGOS A SER DESTRUIDOS Y EL ORIGEN
DE LA GRIETA
Para Gianfranco Pasquino (1997) la calidad de la
democracia depende no sólo de las virtudes de su gobierno, sino de modo
especial de la calidad de la oposición. Siguiendo a Massari (1997) la
oposición puede expresare como función y como organización. En el primer caso,
puede ser desarrollada no sólo por los partidos políticos, sino también como
instituciones como los tribunales, el bicameralismo, la federación y «....en general
todos aquellos mecanismos ínsitos en la separación de poderes y en la
articulación de garantías».
La oposición como organización refiere a la acción de
los bloques legislativos y a las fuerzas políticas que le dan origen. Durante
el duodecenio kirchnerista el respeto hacia la oposición fue en
retroceso desde 2003 hacia el final del régimen. Particularmente, CFK se
encargó de denostar, vilipendiar, menospreciar y criticar a quienes conformaban
la oposición a su gobierno. La lógica que imperaba era de corte maniqueo y
rudimentaria: se consentía toda la actividad gubernativa in totum o
se era considerado un golpista, «destituyente» y enemigo del «proyecto nacional
y popular», cipayo cuasi-traidor a la patria.
La inveterada falta de tolerancia y aceptación del
disenso, caracterizó a los inflamados discursos de CFK como presidente, quien
desde el atril de sus discursos anatemizaba contra todo aquel que la
contradijera, denunciara por corrupción, imputase en causas penales o
simplemente se atreviera a pensar distinto.
La oposición tampoco estuvo a la altura de las
circunstancias y merced a su guerra de egos sus principales exponentes se
mantuvieron divididos, permitiendo que CFK obrase a su antojo y sin lograr
ponerle coto a sus excesos; ni reprobar conductas como las de Julio
De Vido, Amado Boudou, Nilda Garré o Aníbal Fernández.
Esperanza Aguirre (2005) ha formulado un lúcido
análisis de la falsa e injusta superioridad moral de la izquierda, o lo que es
igual, el famoso mito del progresismo, una especie de religión que lo abarca
todo. CFK y sus homólogos populistas Nicolás Maduro, Raúl Castro, Evo Morales o
Rafael Correa, plantean en sus diatribas contra quienes osen enarbolar
propuestas los mas groseros epítetos descalificatorios, sean miembros
de partidos opositores, del Congreso, del Poder Judicial o del Ministerio
Público, Jefes de Estado o diplomáticos extranjeros no afines, empresarios,
comerciantes, jubilados, periodistas o pensadores.
La izquierda ha dominado el debate de las ideas en las
últimas décadas y cree haber ganado la batalla de la imagen. Con ello trata de
hacer pasar como saludable lo que son auténticos destellos de extremismo
ideológico.
Los fascismos de izquierda
latinoamericanos muestran un fondo de comprensión frente al
terrorismo y en las causas que los provocan. Por ello, han apoyado a las FARC o
a ETA y entienden como mal inevitable a Al-Qaeda y DAESH, a quienes no
consideran como una colección de fanáticos, y no como unos exaltados defensores
de su cultura impulsados por las injusticias sociales4. Entienden a
la guerra de guerrillas como ejercicio romántico de la lucha y le asignan una
carga positiva de quien pelea en pos de una utopía contra el poder.
Recurren para justificar sus ideas a pensamientos tales
como «mandar obedeciendo» del ejército zapatista mexicano, aunque no pueden
disimular que las cavernas mas preocupantes de las últimas décadas con
posiciones antiliberales, contrarias a la democracia representativa e
intolerantes, partidarias de la violencia están en la izquierda, más
concretamente en el llamado progresismo que se resiste a asumir el fin de la
URSS, la caída del muro de Berlín y la muerte del comunismo (Uriarte, 2012).
En verdad, el gran temor de los populismos de izquierda
es que con la libre expresión de ideas y la plena vigencia de las instituciones
republicanas se les desnude sin piedad y se corra el velo con el que cubren con
desinformación5 sus recurrentes maniobras de apropiación de
dineros públicos, corrupción, peculado, fraude, chantaje, enriquecimiento
ilícito y extorsiones.
No trepidan en desafiar, estos autoproclamados
defensores del pueblo y la inclusión social de las clases mas vulnerables, a
cualquier ciudadano, juez o empresario que no comulgue con sus ideologías a que
formen un partido político y luego ganen elecciones. Colocan en el respaldo
popular de origen la justificación de todas sus acciones, sean éstas moralmente
válidas o discutibles.
Utilizan un recurso de menoscabo de la política,
señalando que todo lo que ellos hacen es propio de la alta política, pero los
proyectos de la oposición, los reclamos sindicales o de los sectores
productivos, los fallos judiciales adversos, son producto de la politización,
entendiendo sólo para estos casos a la política como una actividad deleznable.
Argentina desde 2007 a 2015 reeditó la antigua
antinomia «peronismo - antiperonismo» que tantos males causó a la
República, pero en esta oportunidad impulsada desde el propio gobierno y su
andamiaje político-social de respaldo, como decisión estratégica de dividir
para reinar y fogonear los odios, para crear enfrentamientos
artificiales. En su condición de antiguos guerrilleros de indisimulable pasado
marxista, intentaron subvertir el orden público y la paz a la que se había
arribado luego de luchas intestinas y tristes episodios que ya habían sido
colocados en el sitio de la historia.
Con perplejidad se asistió a la desaparición de
personas como el caso del testigo de juicios a militares del Proceso, como
Julio López, y acaecieron otros supuestos secuestros por fabulados grupos de
tareas de la antigua dictadura militar, que tras las leyes de obediencia
debida, punto final dictadas durante el gobierno del presidente Alfonsín y el
indulto a militares y guerrilleros concedido por el presidente Menem en la
Navidad de 1989, no tenían injerencia ni visibilidad alguna desde esos años. En
particular se hace referencia a los extraños «secuestros»
(o autosecuestros) de Luis Gerez y Juan
Evaristo Puthod.
El kirchnerismo volvió a dividir a las
familias y a la ciudadanía con posiciones maniqueas, que se creían superadas.
Dio nacimiento a una «grieta» que separa radicalmente ideologías, las de ellos
que es merecedora de veracidad y superioridad moral por progresista e
incluyente y la de «los otros» que sólo persiguen deponer al gobierno mediante
golpe de Estado o destitución y es errónea en todas sus premisas, además de
merecedora del mas cruel de los destratos.
En verdad, desde la última asonada militar del ex
coronel Mohamed Alí Seineldin el 3 de diciembre de 1990, durante la
primer gestión de Carlos Menem, en la República Argentina no existe quien
apueste por un golpe militar o cívico-militar, si bien ha existido con mayor o
menor énfasis un claro malestar en la democracia, en modo alguno nadie puede
sostener con lógica ni razón valedera que exista un «malestar con o contra la
democracia».
Otro de los sectores recipiendarios de las execraciones
de CFK fue el de la ruralidad. Desde la efervescencia desatada con motivo de la
Resolución 125/2008 de aplicación de retenciones móviles a las exportaciones de
cereales y oleaginosas, el campo fue objeto de anatema y reprobación.
El kirchnerismo necesitaba crear un enemigo
como Spruille Braden en el 45 y la dependencia en el 73 y halló
dos: en el campo y en el grupo multimedia Clarín. Jamás en democracia desde
1983 se había hecho tanto daño a la libertad de prensa. La censura, el apriete
y las amenazas habían sido hasta entonces patrimonio del peronismo de los años
40 y 50 y de los entorchados que usurparon recurrentemente el poder desde 1930
a 1983.
Utilizando recursos propios de la tiranía cubana de los
hermanos Castro se persiguió a la directora de Clarín, Ernestina Herrera de
Noble acusándosela de haber adoptado hijos de supuestos desaparecidos. Se la
llegó a detener y finalmente terminó sobreseída, aunque la trascendencia dada
desde el gobierno y su cohorte de medios adictos hizo foco en la imputación y
luego cuando la Justicia falló que Herrera no era penalmente responsable de
delito alguno, la información se brindó diluida, desfigurada o
trastocada.
El directivo del grupo
Clarín, Héctor Magnetto fue colocado en la picota cual si fuera
«el enemigo público número uno». Fue convertido en el Braden del
siglo XXI. Cierto es que Clarín y sus empresas que conforman el multimedio, fueron
funcionales al kirchnerismo y a otros gobiernos precedentes,
inclusive dictaduras militares, hasta que por razones aún no del todo
develadas, se transformó en la concentración de poder a destruir.
Daniel Haddad, anterior dueño de Radio 10, C5N y diario Buenos Aires
Económico BAE mereció igual trato, pero prefirió no resistir y vendió sus
medios y se radicó en el exterior.
Para ello fueron útiles los periodistas a sueldo del
régimen y los medios de la prensa canalla que repicaban incesantemente contra
Clarín, Magnetto y Herrera de Noble. La ciudadanía financió
un casposo programa televisivo en el canal del Estado «la Televisión Pública»
(otrora Canal 7 o ATC) llamado "6-7-8" donde a diario, de
lunes a domingo se emitían vergonzantes capítulos de una novela mal contada que
gastaba una anacrónica estética propia de los añorados (por ellos) años 70; que
pretendía colocar en la vereda de los buenos al gobierno y sus valedores
o genuflexos y en la de los militantes de la derecha plagada de «sucios,
feos y malos» a todos los demás, desde el cardenal
Jorge Bergoglio hasta Hugo Moyano, pasando por
Marcelo Longobardi, Barack Obama, Ricardo Lorenzetti,
Elisa Carrió, Tabaré Vázquez, Nelson Castro, Mariano Rajoy o Alfredo Coto.
No menor fue el odio que se destilaba desde ese
programa militante no periodístico contra aquellos que habiendo sido parte del
proyecto en cierto momento, habían cruzado la línea y devinieron en críticos u
opositores. Así fueron demonizados los ex jefes de gabinete Alberto Fernández o
Sergio Massa, el gran pensador del peronismo Julio Bárbaro o el mismísimo
vicepresidente Julio Cobos, condenado por su voto «no positivo».
En esas circunstancias, los enamorados de la grieta
volvieron a invocar el dictum de Perón: «Al enemigo, ni
Justicia». Así, los argentinos azorados temieron muchas veces que quienes
monopolizaban los «fierros mediáticos» como ellos llamaron a los medios
de comunicación en comparación analógica con las armas que blandieron en tanto
grupos subversivos, volvieran a encender la llama de la violencia y que la
sangre otra vez corriese entre los propios habitantes de la Nación.
«Decir que al enemigo no le corresponde ni siquiera la
justicia es la definición misma de la barbarie política. En una sociedad
políticamente civilizada, en cambio, el que está enfrente deja de ser un
«enemigo» contra el cual todo vale para convertirse en un «adversario» con el
cual se compite bajo el imperio de reglas de juego cuya aplicación queda a
cargo de un juez independiente. La frontera que separa a una sociedad política
civilizada de una sociedad bárbara es, precisamente, la supremacía de un orden
justo por encima de los contendientes» (Grondona, 2006).
Crearon miedo y lo validaron con acciones psicológicas,
persecutorias, desafiantes e inclusive explícitas. Resucitaron fantasmas del
pasado. Dieron pie a que las personas callaran lo que pensaban, a que se
autocensurasen, porque temían ser delatados o escuchados como en el peronismo
del 55 o en los regímenes totalitarios nazi, chino o soviético.
A ello contribuyeron los esporádicos ataques
propinados por los inclasificables Luis D Elia («odio a la puta oligarquía»),
quien tomó una comisaría y además agredió físicamente a un productor rural;
Aníbal Fernández con sus grotescas declaraciones mediáticas («existe una
sensación de inseguridad» y «Argentina es un país de paso, no de fabricación ni
consumo de drogas»), Hebe de Bonafini convertida en fanática
militante del odio y el ataque a las instituciones republicanas
(«Macri, Bendini y Bergoglio son fascismo, son la vuelta de
la dictadura»); Fernando Esteche con sus irreproducibles amenazas
antisemitas y reiteradas apologías del crimen; Guillermo Moreno en su larga
lista de bravuconadas, amenazas, sandeces y zonceras, como el signo de degüello
al ministro Lousteau, el recibimiento a empresarios con una pistola
cargada sobre su escritorio, la frustración de la asamblea de accionistas de
Clarín al grito de «¡Aquí no se vota!», el merchandising de
«Clarín miente» financiado con fondos públicos o la prohibición de publicitar
ofertas de los hipermercados, en la prensa gráfica, aunque cobardemente nunca
dio esa orden por escrito sino sólo mediante llamados telefónicos
intimidatorios; Martín Sabbatella, cual felicísimo
comisario stalinista pretendiendo tomar por la fuerza el Canal 13,
TN, Radio Mitre o la planta del diario Clarín (aunque para ello tuviera que
valerse de las fuerzas militares o policiales); la torpe presión (apriete
ilegal de tintes extorsivos y con palmario abuso de poder) a través del
organismo fiscal AFIP (dirigida por el ex afiliado de la UCEDE y
fanático kirchnerista Ricardo Echegaray) al mismo diario, a los
periodistas Magdalena Ruiz Guiñazú, Darío Lopreite o
Sergio Lapegüe.
En estos casos, y otros muchos se utilizó el
acoso de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) como
arma para intentar acallar voces críticas, recurriendo incluso a la violación
del secreto fiscal, de ser menester y finalmente el desventurado rol de policía
política de La Cámpora y demás grupos análogos que sostenían
al kirchnerismo con fidelidad soviética o religiosa
(Carrère d´ Encausse, 1983:265).
La Justicia fue presionada sin cortapisas, como en el
particular caso del juez Claudio Bonadío a quien multaron reduciendo su
salario, de por sí constitucionalmente intangible (ello a raíz de
pretender investigar los bienes de la familia presidencial y la situación de la
empresa que administra los varios hoteles de los Kirchner); o los propios
jueces federales María Romilda Servini de Cubría y
Norberto Oyarbide, quienes reconocieron públicamente a posteriori del fin
de la administración de Cristina Kirchner que había resultado muy difícil
investigar con libertad y que los magistrados habían recibido presiones
inaceptables.
La renuncia del procurador general de la Nación
Esteban Righi, antiguo ministro del Interior del efímero presidente
Héctor Cámpora, y de notorias simpatías montoneras; como consecuencia de
la investigación promovida contra el vicepresidente Boudou por la
apropiación de la empresa Ciccone Calcográfica (la imprenta del papel
moneda argentino), llevó a ocupar tan importante sitial a
Alejandra Gils Carbó, quien en el ejercicio del poder se transformó
en una feroz defensora del modelo conducido por CFK, con palpable carencia de
objetividad, prudencia y ecuanimidad, ya que al Derecho lo sustituyó por la
militancia y a la justicia por el relato fascista de izquierda.
Los fiscales que de ella dependen sufrieron vejaciones
y ataques indignos, como el caso de la frustrada destitución de José
María Campagnoli o la remoción de Guillermo Marijuan de la
unidad fiscal destinada a investigar delitos contra la Seguridad Social, ante
el pedido de indagatoria del empresario Lázaro Báez, socio y amigo del poder.
Otros, por el contrario como el fiscal a cargo de la Procuraduría de
Criminalidad Económica y Lavado de Activos Carlos Gonella, imputado por la
justicia se negó a presentarse a declaración indagatoria en dos causas,
sospechado del delito de revelación de datos de un proceso de lavado de dinero
y de protección al ya mencionado Lázaro Báez.
Peor suerte corrió el fiscal de la Unidad AMIA, que
investiga el atentado ocurrido el 18 de julio de 1992 en la mutual judía de la
calle Pasteur de la Ciudad de Buenos Aires. Alberto Nisman apareció
muerto en su departamento del barrio de Puerto Madero por un disparo de
arma de fuego, un día antes de presentarse a declarar ante la Cámara de
Diputados de la Nación, luego de denunciar por traición a la patria a la
presidente Fernández y su canciller Timerman, a raíz de la
firma de un memorándum de entendimiento con el gobierno iraní, sospechado de la
autoría o instigación del atentado terrorista contra la AMIA. Al presente, la
causa no ha avanzado, aunque se ha dispuesto su federalización, ante la
gravedad de la situación y el posible homicidio o inducción al suicidio del
fiscal Nisman.
También fueron objeto de ataques severos los
magistrados, Pedro C.F.Hooft a quien también se pretendió destituir
mediante un juicio político; similar padecimiento debieron soportar los probos
jueces Luis Herrero y Emilio Fernández que en la Cámara Federal
de la Seguridad Social fallaban a favor de las pretensiones de miles de
jubilados perjudicados por la errónea liquidación de sus
beneficios previsionales.
El ex
senador por Mendoza, Ernesto Sanz sostuvo en noviembre de 2014: «En la página
uno del manual del kirchnerismo dice que todo juez que ose a
investigarlos será perseguido, enjuiciado y agraviado. Lo que pasa es que están
en un momento de final de ciclo y se encuentran con que hay jueces que se la
aguantan y los van a investigar».
Los magistrados que durante la tramitación de
la adecuación del grupo Clarín a la ley de medios audiovisuales, dictaron
fallos en contra de las pretensiones del gobierno también fueron víctimas de
amenazas y presiones, tales los casos de los jueces Edmundo Carbone,
Ricardo Guarinoni o María Susana Najurieta; o el caso de la
jueza que falló en contra de la utilización de las reservas del Banco Central,
María José Sarmiento, a quien le llegaron a detener a su anciano padre bajo
acusaciones de delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar que
usurpó el poder entre 1976 y 1983.
Además, se intentó apartar y desacreditar a los jueces
Gustavo Hornos y Luis M. Cabral quienes debieron decidir si el magistrado
Claudio Bonadío debía continuar o no en la investigación de la causa denominada
«Hotesur», que intenta determinar si los hoteles de los Kirchner se usaron para
cometer delitos financieros.
La vocera oficiosa del gobierno K, Hebe
de Bonafini se convirtió en una de las más férreas atacantes de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, en especial del actual presidente
Ricardo Lorenzetti, objeto de todo tipo de diatribas y del ex juez Carlos
S. Fayt, de intachable trayectoria y lúcida probidad quien ejerció su
cargo de magistrado supremo desde el 21 de diciembre de 1983 hasta el 11 de
diciembre de 2015 cuando renunció por razones de edad, ya que había cumplido 97
años.
La vergonzante campaña de desprestigio que intentó
embestir contra el insigne juez, provocó indignación en la opinión pública,
puesto que se pretendió destituirlo por razones de su estado de
salud psico-física. El por entonces Jefe de Gabinete de Ministros Aníbal
Fernández, fue el principal impulsor de la frustrada y perversa maniobra destinada
a obtener una vacante en el cimero Tribunal de la Nación.
Algunos jueces se inclinaron por aceptar las presiones
y ralentizaron la investigación de causas sensibles al poder, tales los casos
de Sebastián Casanello que actuó con parcialidad y excesiva demora
entre 2013 y 2015 en la investigación de la ruta del dinero K; o el juez
federal de Tucumán Daniel Bejas quien debió ser apercibido por la
Cámara Federal (su superior) para que cite a declarar a otro protegido del
entramado K, el ex Jefe de Estado Mayor del Ejército Teniente General
Gerardo Milani, sospechado de crímenes de lesa humanidad, aunque también
de enriquecimiento ilícito y de realizar inteligencia interna a políticos, lo
que se halla expresamente prohibido por la ley vigente.
Asimismo, el timorato juez Marcelo Martínez
de Giorgi quien lleva con extrema delicadeza la causa «Sueños
compartidos» en la que se hallan involucrados la presidente de la Asociación
Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini y su hija Alejandra, los
hermanos parricidas convictos Sergio y Pablo Shocklender o el
contador de éstos y presidente de la firma Meldorek,
Alejandro Gotkin.
Martínez de Giorgi protagonizó en 2016 uno de
los actos mas degradantes de la augusta majestad de la Justicia,
cuando Hebe de Bonafini o insultó, se colocó en situación de
contumacia, eludió su arresto y consiguió que el juez le tomase declaración en
la cocina de la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
No menos preocupante fue la situación del abogado
Javier Rodríguez Varela, ternado 35 veces en concursos para ser designado juez,
pero relegado sistemáticamente por portación de apellido, ya que su progenitor
fue ministro de Justicia del dictador Jorge Rafael Videla.
En setiembre de 2013, el por entonces ministro de
Relaciones Exteriores y Culto Héctor Timerman declaró a los medios de
prensa que los integrantes del «círculo rojo» son el verdadero poder secreto de
la Argentina. Consideró que «hay dos círculos en la Argentina, el rojo, y el
azul y blanco» y que «el rojo son las grandes corporaciones, los medios
hegemónicos, los periodistas que trabajan para esos medios hegemónicos, ciertos
empresarios». «El otro, el azul y blanco, es donde estamos nosotros como
gobierno, de donde surgieron todas las medidas que han beneficiado al pueblo argentino».
Para el canciller de CFK, en el círculo rojo se agrupan los «sectores que
prefieren mantener una posición dominante sobre el resto de los argentinos y
sacrificar algo de ganancias»; para tener «más poder y que...una de las cosas
que más les molesta es la política exterior independiente del país».
Quien había introducido el concepto de círculo rojo es
el hoy presidente de la Nación Mauricio Macri. En 2011 y 2013, a la sazón
se desempeñaba como Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y
en sendos reportajes identificó como miembros de aquel círculo a los que
tomaban las decisiones: políticos, periodistas, jueces, empresarios,
sindicalistas, economistas, pensadores etc. En otras palabras el «poder», o en
términos marxistas el «establishment», redefinido al siglo 21.
Más adelante lo describió como «distintas personas del
mundo del hacer, del pensar». Hizo hincapié en que la visión que el «círculo
rojo» percibe la realidad sin filtros, frente a la opinión que puede tener el
ciudadano común, o sea la gente.
Fabián Doman (2013) señala que «a partir del aporte
de Macri, podemos analizar cómo ha funcionado ese círculo rojo en los
últimos años y como le ha ido:
a) en el primer momento
del kirchnerismo buena parte de ese círculo lo integraron
empresarios, jueces, sindicalistas y una importante parte del periodismo al
principio acompañó a Néstor Kirchner.
b) luego con el devenir de los acontecimientos
políticos y curiosamente con las victorias electorales oficiales (2007, 2011)
comenzó a producirse diferencias entre el gobierno y el círculo rojo.
Probablemente a consecuencia de que el kirchnerismo comenzó a tomar
decisiones políticas y por sobre todas las cosas económicas que lo separaron de
los factores de poder. El conflicto con el campo, sin dudas, debe haber sido el
comienzo del divorcio entre el círculo rojo y el mundo K.
c) las elecciones 2011 y el año posterior marcaron el
peor momento de la relación entre el «círculo» de Macri y el
gobierno. Si bien la cara visible del enfrentamiento puede ser la prensa, las
diferencias con empresarios, economistas clásicos y una parte del sindicalismo
han marcado a fuego la dinámica de la relación política y económica entre el
poder permanente y el kirchnerismo. Por eso no llama la atención lo que dice Macri.
Que el círculo rojo apostó a un deterioro del poder kirchnerista y
viceversa».
Gabriel Boragina (2012), señala que el
término «destituyente» no figura en el Diccionario de la Real Academia Española
y que el neologismo fue acuñado por los déspotas, con miras a perpetuarse en el
poder de manera indefinida, como término para victimizarse, o -en forma
directa- amenazar explicita o solapadamente a sus oponentes y adversarios
políticos. Con este vocablo, pretenden estigmatizar cualquier acto de disidencia,
disconformidad o censura a las políticas oficialistas.
Sin embargo, en una democracia entendida en un sentido
amplio, la destitución de los gobernantes forma parte de sus reglas de juego.
Si se trata de la democracia concebida como votación de candidatos a cargos
públicos, el ciudadano al emitir el sufragio por un determinado candidato, está
optando por la destitución de los restantes (estén al momento o no en el
poder). Es decir, está desplazando a todos los demás, con excepción del
votado.
Destituir, es una acción corriente y normal en las
democracias. Si se habla de una democracia constitucional, existen mecanismos
previstos en la Carta Magna que apuntan a la destitución de los gobernantes en
diferentes momentos. Si tomamos, por ejemplo, la Constitución de la Nación
Argentina, advertimos -al menos- tres mecanismos de destitución que ella
contempla:
a) La ya referida del sufragio universal, que es la
usualmente conocida e invocada por la mayoría.
b) La del juicio político.
c) La rebelión popular.
La acuñación del concepto «destituyente» tuvo como
finalidad descalificar a quienes pensaban distinto al kirchnerismo y
es demostrativo del narcisimo intolerante y pueril que es
característica de este movimiento político que se ha presentado desde 2003 bajo
el paradigma «Yo o el caos».
Las molestias provocadas al circulo áulico
del kirchnerismo por los principales referentes de la oposición, los
medios de comunicación que conservaron su independencia frente al gobierno y
ciertos intelectuales críticos del oficialismo, provocaron que fuesen incluidos
bajo aquel rótulo de destituyentes. A lo que ocasionalmente se sumó el
término «derecha», ya que ellos en su convicción de ser los poseedores del
Santo Grial de la verdad y en su concepción maniquea de la política, tuvieron
para sí que la izquierda era buena y la derecha, intrínsecamente mala.
El kirchnerismo también hizo uso de la
antigua frase «Matar al mensajero», porque así se castigaba a quien fuera
portador de malas noticias, aunque no fuere culpable de su contenido. Cabe
decir que en el Frente para la Victoria, cuando fueron superados por la
realidad optaron por intervenir el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC) y mensualmente dibujar sin sustento científico alguno el índice de precios
al consumidor.
Esto se mantuvo desde 2008 a 2015
ininterrumpidamente. Por supuesto, que desde la Secretaría de Comercio a cargo
del inefable Guillermo Moreno se multó con sumas millonarias a toda consultora
que osase publicar sus mediciones de inflación y hasta derivó en causas penales
que invariablemente fueron ganadas por los consultores atacados por realizar
sus trabajos estadísticos.
Por ello debió utilizarse el índice alternativo del
Congreso de la Nación, el que merced a la indemnidad de palabra y opinión que
gozan los legisladores nacionales, no se hallaban en la línea de fuego para ser
perseguidos por Guillermo Moreno y sus hordas ultrakirchneristas.
INVENTARIO DE LA CORRUPCION KIRCHNERISTA
Al elaborar el presente ensayo, advertimos que tal
inventario daría lugar a otro trabajo dedicado exclusivamente al análisis de
los múltiples actos de corrupción que se han producido durante
el duodecenio kirchnerista (2160 denuncias radicadas en ese
sentido). Proponemos por ello, señalar los mas resonantes, sin dejar de aclarar
que la omisión de otros muchos no los torna menos importantes. Restringimos en
consecuencia el listado, a los siguientes casos:
1) El tren bala: $12.000 millones para un proyecto
completamente inviable.
2) Antonini Wilson y la valija con U$S 790.000
para campaña presidencial de CFK
3) Concesión de los Casinos de Buenos Aires hasta 2030
a Cristóbal López
4) Manipulación de medios a través de
publicidad oficial
5) Fondos de Santa Cruz por U$S 1200 millones
expatriados durante la crisis de 2001, puestos en una cuenta a nombre
de Néstor Kirchner y repatriados en 2008 por un total de U$S
552 millones.
6) Superávits gemelos durante 5 años sin acciones
concretas para mejorar estructuralmente la situación de pobreza, desnutrición,
etc.
7) Falsación de datos del Indec.
8) Guillermo Moreno: aprietes, controles de precios,
secuestro de los índices del INDEC, aportes empresariales bajo presión
(«pongui-pongui») etc.
9) Banda que cobraba coimas por eludir el control
aduanero en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
10) Proyecto de retenciones móviles confiscatorias,
como un impuesto no coparticipable del 44%
11) Apoyo a cortes de ruta (ilegal) de los
"asambleístas" contra Botnia que aún no difundieron
siquiera un dato fehaciente de la contaminación de la planta
12) Pago a manifestantes para concurrir a sus actos.
13) Empleo en ANSES de hijos de Luis D´Elía y
entrega de cuantiosos fondos sin contraprestación ni rendición de cuentas al
partido MILES.
13a) Luis D´Elía intentó impedir
una manifestación pacífica a base de golpes y amenazas.
13b)
Luis D´Elía copó una comisaria y al día siguiente fue
recibido en Casa Rosada.
14)
Bolsa con dólares de Felisa Miceli encontrados en el baño del
Ministerio de Economía, por lo que fue condenada por la Justicia penal.
15) Caso de coimas en la empresa Skanska para
ganar licitaciones de obra pública, denunciado por la empresa y negado por el
gobierno.
16) Compra de tierras del Calafate por Kirchner a
precios irrisorios y vendidas a precios de mercado poco después (compró a U$S
50.000 y vendió a U$S 2.400.000).
16a) La fiscal de este caso es la hija de Alicia
Margarita Kirchner y Armando Mercado y ella también compró de estas tierras.
17) Fusión Cablevisión - Multicanal aprobada poco antes
de las elecciones presidenciales, a pesar de atentar contra la ley anti
monopolio.
18) Crisis energética y argumentación de que fue
causada por "estar creciendo mucho".
19) Importación de gas a U$S 6 por millón de BTU a
Bolivia mientras se paga al productor local U$S 1,20.
20) Subsidios para transporte público de pasajeros
y ferroviario a Grupo Cirigliano y ausencia de controles
efectivos o rendiciones de cuentas debidamente documentadas.
21) Corrupción en Administración Nacional de Aviación
Civil ANAC.
22) Discursos con permanentes datos falsos.
23) Falta total de debate en la elección presidencial,
posible fraude y falta de boletas de la oposición en el Gran Buenos Aires y en
los comicios tucumanos a gobernador.
24) Aerolínea fantasma LAFSA, que no tuvo aviones,
jamás voló y pagó altos sueldos a su personal.
25)
Declaración jurada de los Kirchner con un incremento patrimonial
injustificable.
26)
Inauguración de obras terminadas por otros gobiernos .
27) Reticencia a mostrar el título de abogada de
Cristina Fernández de Kirchner.
28) Envío de valijas a través
de Southern Winds con droga a España
29) Falso desaparecido (Luis Gerez) para generar
impacto mediático
30) Presupuesto para obras públicas sin control para
De Vido, José López, Abel Fatala, Ricardo Jaime y Carlos Santiago
Kirchner.
31) Reparto de empresas públicas entre amigos y
militantes del gobierno (por ejemplo YPF y Aerolíneas Argentinas)
32) Romina Picolotti y sus actos de
corrupción e irregularidades en el manejo de fondos como Secretaria de
Ambiente.
33)Propuesta del gobierno al campo para darle
la comercialización del trigo a cinco multinacionales y la corrupción
imperante en la ONCCA
34) Desaparición de Jorge Julio López
35) ¿Falso secuestro de Juan Puthod?
36) Gobernadores que no mostraron su declaración jurada
de bienes como Daniel Scioli.
37) Apriete y presiones al grupo Clarín durante el
conflicto del campo y posteriormente con la sanción de la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual (ley de medios).
38) Corrupción en Fundación de Sanidad Aeronáutica.
39) Opacidad de gastos en Yacyretá.
40) Posible inteligencia y persecución a periodistas y
opositores por parte de la ex SIDE a través de creación de causas y
allanamientos.
41) Seguimiento a Francisco De Narváez y falso
involucramiento en el negocio de la efedrina.
42) Falsa noticia de existencia de cuentas en exterior
del ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Olivera,
efectuada por el kirchnerista y ex
funcionario ibarrista Daniel Bravo.
43) Sobreprecios en la Central eléctrica
de Timbúes.
44) Discriminación a los jubilados que, aun con
sentencia firme, debieron aguardar hasta el fin del
gobierno kirchnerista para ser reparados históricamente.
45) Diferencias de trato entre el campo y los
transportistas (y, en general, entre oficialistas y opositores).
46) Fondos de campaña oscuros provenientes de la obra
pública y el narcotráfico.
47) Asesinato de Raúl "Cacho" Espinoza, que
denunció la diputada Elisa Carrió sobre los fondos de campaña
de Conarpesa y los aprietes para que vendiera su
empresa langostinera.
48)
La escandalosa cooptación del diputado Eduardo Lorenzo Borocotó, que dio
origen al neologismo «borocotización».
49) Desconocimiento la función constitucional del
defensor del pueblo de la Nación y mantener vacante el cargo durante 6 años.
50) El impuesto en las facturas de electricidad para
una obra en Santa Cruz que jamás se realizó.
51) Copamiento y monopolio oficialista en la AGN
(Auditoría General de la Nación).
52) Bettini embajador en España desde su puesto
de lobbysta de las privatizadas españolas, y diplomático argentino
con ciudadanía española.
53) Enarsa. Entre otras
cosas, financiante del vuelo valijero y adquirente de buques
gasíferos con sobreprecios y licitaciones amañadas.
54) Promesa de U$S 10.000 millones de inversión
china.
55) La concesión del status de economía de libre
mercado a China.
56) Las compras de fuel oil a
Venezuela.
56) La participación en la "misión
humanitaria" para liberar los rehenes de las FARC.
57) La compra de bonos del tesoro por parte del
gobierno de Venezuela
58) Intento de comprar Telefé en 300 millones
de dólares por parte de Rudy Ulloa Igor ex chofer de Néstor Kirchner.
59) Daniel Varizat y su impunidad en
accidente vial embistiendo a una veintena de manifestantes contrarios al
gobierno kirchnerista santacruceño.
60) Superpoderes al Poder Ejecutivo y
mantenimiento de la Ley de Emergencia Económica.
61) Estatización de Aysa.
62) Obsceno exhibicionismo de joyas, carteras
Louis Vuitton y relojes Rolex, mientras se
pedía generosidad y austeridad a toda la sociedad.
63) U$S 400.000 para disponer de un avión para Cristina
Kirchner en su viaje a la cumbre de FAO en Roma.
64) Air Pampa.
65) Deuda de U$S 1.200 millones de AA2000 (Eurnekian)
canjeada por 20% de las acciones para el Estado.
66) Ocultamiento de información sobre los datos y
variables de la economía.
67) Procesamiento por fraude al ex Jefe de la Fuerza
Aérea, por autorizar la compra de máquinas para detectar explosivos que no
servían para esa finalidad.
68) Subsidio al combustible de vuelos de cabotaje.
69) Fondos oscuros transferidos a las Madres y Abuelas
de Plaza de Mayo y cheques sin fondos de éstas últimas.
70) Plan Sueños Compartidos.
71) Enriquecimiento, nepotismo y tráfico de
influencias del subsecretario Carlos Liuzzi de la Secretaría Legal y
Técnica de la Nación.
72) Condonación de $130 millones de deuda de aceiteras
a cambio de bajar los precios.
73)
Enriquecimiento sospechoso del chofer Rudy Ulloa Igor.
74) Las (in)acciones en los incendios (¿intencionales?)
de las islas del Paraná.
75) Incumplimiento en la construcción de viviendas
según el plan de 2004.
76) Presión para controlar contenidos de TV,
especialmente en el programa Showmatch y noticieros de Telefé,
Canal 13 y América TV.
77) Re-estatización y expropiación de Aerolíneas
Argentinas y Austral Líneas Aéreas.
78) Alquiler de terrenos fiscales y militares
a Grobocopatel y Soros, mientras se pregonaba estar en contra de la
concentración y los pooles de siembra.
79) Boicot a la Exposición de la Sociedad Rural.
80) Despido a funcionarios de AFIP que investigaban
evasión en empresas relacionadas a los Kirchner
81) Enriquecimiento desmesurado de Lázaro Báez.
81a) Créditos y reestructuraciones de deuda del Banco
de la Nación a Lázaro Báez, ofreciendo como garantías los mismos certificados
de obra que el Estado debía abonarle.
82) Publicidad contra el campo con fondos públicos.
83) Pago al grupo Grecco.
84) Falsa inauguración del aeropuerto de Presidencia
Roque Sáenz Peña (Chaco).
85) Corrupción en la Administración de Puertos.
86) Desmantelamiento del sistema aduanero María para
promover el contrabando.
87) Nacionalización y estatización del Correo
Argentino, utilizado como botín de guerra por el gobierno K.
88) Venta de bonos a Venezuela con un interés superior
al 15%
89) Posibles vínculos de Aníbal Fernández con el
narcotráfico y negociado de la efedrina.
90) Proyecto de despenalización del consumo de drogas.
91) Sobreprecios en el plan Nacer (la redistribución
del ingreso en su apogeo)
92) Aportes del negocio de la efedrina a la campaña de
Cristina Kirchner y tráfico ilegal de dicha sustancia con complicidad de la
SEDRONAR y su secretario José Granero.
93) Subordinación del Consejo de la Magistratura al
poder político y veto a los candidatos a juez con las mejores calificaciones
por el hecho de no ser K
94) Retención de los documentos a ciudadanos en la
votación a presidente y otorgamiento de DNI y pensiones sociales a ciudadanos
paraguayos para que votasen en elecciones argentinas. 95)Apoyo simultáneo a
Ingrid Betancourt, Hebe de Bonafini y a las FARC
96) Consultora «El Chapel», manejada por los
Kirchner, lo cual es incompatible con su cargo público.
97) Doble acto de firma de contrato por obra eléctrica:
uno por Kirchner en 2007 y otro por Cristina Fernández en 2008.
98) Reparto de estufas eléctricas y computadoras a
barrios y escuelas sin electricidad.
99)
$130 millones de "promoción industrial " para la curtiembre Yoma.
100) Tren de Puerto Madero con más formaciones pero sin
pasajeros.
101) Sobreprecios y contaminación en central eléctrica
de Río Turbio.
101) Estatización de aportes a las AFJP e incautación
de las mismas a sus legítimos dueños.
102) Cachets exagerados para artistas oficialistas
y productoras de contenidos afines al kirchnerismo (Andrea del Boca,
Pablo Echarri, Gastón Pauls, Diego Gvirtz, etc).
103) Límites a la investigación de actos de
corrupción.
104) Compra de Radio del Plata.
105) Veto a la ley de protección de los glaciares.
106) Caída de las reservas de petróleo.
107) Manejos y gastos poco claros en la elección de Mar
del Plata como sede de la final de la Copa Davis.
108) Corrupción de
Amado Boudou en ANSES, Ministerio de Economía y Senado
de la Nación.
109) Expropiación
de Ciccone Calcográfica.
110) Entrevistas concedidas sólo a periodistas
oficialistas.
111) Ausencia de reuniones de gabinete y dictado de
decretos de necesidad y urgencia (DNU) en supuestos acuerdos de ministros jamás
celebrados.
112) Proyecto de blanqueo de capitales, beneficiando a
amigos del poder.
113) Más de la mitad de los empleados en el Ministerio
de Trabajo, Empleo u Seguridad Social estuvieron en situación laboral
irregular, durante la gestión del ministro Carlos Tomada.
114) Sobreprecio de $150 millones en tendido eléctrico
en Santa Cruz.
115) Negativa de la AGN a brindar información al ex
Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, que
investigaba posibles actos de corrupción del gobierno.
116) Corrupción en Chaco con plantas de reciclaje de
residuos sólidos urbanos.
117) Venta de dólar futuro a mayor precio que el
de mercado: imputados CFK, Axel Kicillof y
Alejandro Vanoli.
118) Enriquecimiento de José López.
119) Enriquecimiento de Cristóbal López y su
escandalosa evasión de 8 mil millones de pesos de impuestos no ingresados al
fisco nacional.
120) Fondos entregados a Milagro Sala para acción
social en la provincia de Jujuy, que fueron malversados y dispuestos para fines
espurios, sin controles ni rendición de cuentas.
121) Robo en la casa de Sergio Massa con
participación de personal de Prefectura Naval.
122) Causas judiciales contra los jefes del
Ejército Bendini y Milani, por corrupción y enriquecimiento ilícito.
123) Transferencias irregulares de fondos públicos a
universidades nacionales del Gran Buenos Aires.
124) El enriquecimiento de Julio De Vido.
124a) Procesamiento a Julio De Vido por
renegociación de contratos ferroviarios.
125) La anunciada y nunca iniciada (hasta octubre de
2016) obra del soterramiento del ferrocarril Sarmiento.
126) Sobreprecios en la ampliación de gasoductos Norte
y Sur.
127) Tragedia ferroviaria de Once
128) Ruta del dinero K «La
Rosadita"/Fariña/Slaskar/Martín Báez.
129) Direccionamiento de contratos de obra pública para
beneficiar a Lázaro Báez.
130) Lavado de dinero mediante retornos de Lázaro Báez,
con contratos hoteleros (Causa Hotesur).
131) Lavado de dinero mediante alquiler de hotel a Juan
Carlos Relats (Causa Los Sauces).
132) Enriquecimiento de Ricardo Jaime.
133) Enriquecimiento de Katya Daura, ex presidente
de la Casa de la Moneda.
134) Irregularidades en el manejo de fondos del
Programa Fútbol para todos, con imputación a los ex Jefes de Gabinete Juan Manuel Abal Medina
(hijo), Jorge Capitanich y Aníbal Fernández.
135) Subsidio de 4 millones de dólares entregado por el
gobierno a Aníbal Fernández en momentos de asumir como presidente de la
Confederación Argentina de Hockey.
136) Compra de vagones de ferrocarril a Portugal y
España en estado ruinoso.
137) Divulgación irregular de información secreta de la
UIF por parte de José Sbatella.
138) Procesamiento a Sebastián Gramajo y
Héctor Capaccioli por lavado de dinero en la financiación de la
campaña presidencial de 2007.
139) Plan Qunita, procesamiento de ex ministros
Aníbal Fernández y Daniel Gollán.
140) Enriquecimiento de Jorge Coscia ex
Secretario de Cultura y del INCAA.
141) Contratación irregular de una agencia de
publicidad en Lotería Nacional.
142)Hechos de corrupción en PAMI por parte de Juan
González Gaviola y Luciano De Cesaris, quien dejó en diciembre
de 2015 una deuda de 5 mil millones de pesos y un déficit operativo superior a
los 200 millones de pesos.
143) Contrataciones irregulares y gastos superfluos en
la Fábrica de Aviones de Córdoba (FADEA).
144)501 mil millones de pesos en subsidios económicos
entre 2005 y marzo de 2014.
145) Fraudes y desvío de fondos de la ex ministra de
Desarrollo Social Alicia M. Kirchner.
146) Nombramiento de hija de ex ministro de Defensa
Agustín Rossi en el directorio del Banco de la Nación Argentina.
147) Discontinuación de las estadísticas de
criminalidad y homicidios por parte del ex ministro de Justicia
Julio Alak, evitando con ello elaborar mapas de delito a nivel
nacional.
148) Sideral incremento patrimonial del ex Secretario
de Seguridad Sergio Berni.
149) Represas «Kirchner» y «Cepernic» en el Río Santa
Cruz, sospechadas de ser el mayor monumento a la corrupción de los últimos 30
años.
150) Acuerdo «secreto» firmado entre YPF presidida por
el ex CEO Miguel Galuccio y la empresa Chevron.
151) Polo cultural audiovisual en la
Isla Demarchi.
152) Embajada paralela en Venezuela.
153) Sobreprecios en la reparación del buque
rompehielos «ARA Almirante Irízar».
154) Embargo de la Fragata «Libertad» en la República
de Ghana.
155) Default técnico provocado por el ex ministro de
Economía Axel Kicillof.
156) Persecución y muerte de integrantes del pueblo
originario qom en Formosa y Chaco.
157) Pago excesivamente oneroso al Club de París por
parte del ex ministro Kicillof.
158)Apoyo oficial al barrabravismo y negocios
espurios de Hinchadas Unidas Argentinas.
159)Alessandra Minichelli, segunda de la SIGEN
encargada de auditar a su propio esposo Julio De Vido.
160) Negociados y contaminación de la
empresa Barrick Gold.
161) Denuncia de Miriam Quiroga acerca que los
funcionarios K usaban aviones de la flota presidencial para trasladar bolsos
con dinero ilegal, al cual pesaban en lugar de contarlo.
162) Martín Sabbatella nombró centenares de
militantes de Nuevo Encuentro en la función pública y luego los obligaba a
“donar” parte de sus haberes para mantener la estructura partidaria. Como
titular de AFSCA sólo le adjudicó medios a los empresarios y políticos amigos,
dejando de lado a cualquiera que tuviera algún tinte opositor.
163) Eduardo Taiano fue el fiscal que no
apeló el fallo del juez Oyarbide por el cuál exculpaba a los Kirchner
de un presunto enriquecimiento ilícito. ¿Por qué lo hizo? Horas antes de su
«olvido», fue secuestrado uno de sus hijos, de 19 años de edad. Dos peritos de
la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas habían señalado en esa
causa que 24 de los 46 millones declarados en 2009 por los K no tenían ninguna
justificación seria.
164) Sobreprecio en la construcción del Centro Cultural
Néstor Kirchner presupuestado en 900 millones y que terminó costando 2500
millones de pesos.Fue realizada por el presidente de la Cámara Argentina de la
Construcción Carlos Wagner (Lopez Masia, 2016).
165) Enriquecimiento y vínculos con el narcotráfico de
los hermanos Zacarías, empleados de la Presidencia de la Nación.
166) Enriquecimiento de todos los secretarios privados
de Néstor y Cristina Kirchner.
167) Compra de helicóptero por parte del jardinero de
la familia Kirchner.
168) Desmantelamiento de todos los organismos de
control y entes reguladores, maniobra pergeñada por el ex secretario de Legal y
Técnica Carlos Zannini.
169) Compra del paquete accionario de Ideas del Sur
propiedad de Marcelo Tinelli por parte de Cristóbal López.
170) Memorándum para garantizar impunidad a
Irán en el caso AMIA firmado por el ex ministro de Relaciones Exteriores y
Culto Héctor Timerman.
171)Fórum shopping en la Justicia
federal de Buenos Aires, para hacer recaer causas de interés en juzgados a
cargo de magistrados permeables, militantes o amigos como
Rodolfo Canicoba Corral, Norberto Oyarbide o
Sebastián Casanello.
172) Concesión irregular de la Terminal 5 del Puerto de
Buenos Aires.
173) Apoderamiento del Registro Nacional de
Trabajadores Rurales (RENATRE).
174) Mafia de los medicamentos, que proveía al Estado
productos oncológicos vencidos.
175) Destitución del presidente del Banco Central
Martín Redrado.
176) Persecución e inicio de sumarios a empleados
públicos no kirchneristas, en especial en el Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto.
177) Déficit permanente de Aerolíneas Argentinas e
incremento sustancial de su planta de empleados.
178) Detención de seis empleados de la
firma Aerohandling por abrir valijas de pasajeros y hurtar sus
pertenencias.
Los doce años en los que
el kirchnerismo estuvo en el poder le permitieron disponer del Estado
como si le perteneciera, incluido el patrimonio público y el enorme poder,
ejercido con total impunidad, que otorgan los cargos oficiales en los gobiernos
autoritarios. En este último aspecto hay que tener muy en cuenta que la
impunidad con la que se movieron aquellos altos funcionarios fue facilitada por
el sistemático desmantelamiento, la paralización intencional y
los copamientos con funcionarios afines de los organismos de control,
como la Oficina Anticorrupción, entre otros. Más adelante, la búsqueda de
impunidad incluyó el acceso a cargos que otorgan fueros (claro ejemplo de ello
son las bancas legislativas obtenidas mediante listas sábana por Julio
De Vido, Axel Kicillof, José Alperovich, Carlos Tomada, Nilda
Garré, Carlos Castagneto, Máximo Kirchner, Luis Beder Herrera,
Diego Bossio, Eduardo «Wado» de Pedro o Liliana Mazure).
La Justicia federal de Buenos Aires informó
públicamente el número de denuncias penales por corrupción que entre 2003 y
2015 se iniciaron contra Cristina Kirchner: 419; Néstor Kirchner, 193; Julio
De Vido, 117; Aníbal Fernández, 108; Nilda Garré, 67; Jorge Capitanich,
61 y Daniel Scioli, 51. Fuentes como Elisa Carrió y Juan
Bautista Yofre, aseveran que el desfalco
del duodecenio kirchnerista ronda los 10
mil millones de euros, ilegalmente exaccionados al Estado
nacional, lo cual para Chequeado.com resulta de difícil o imposible
comprobación.
Pocos espectáculos hay tan desmoralizadores como la
sucesión de graves denuncias que la sociedad ve perderse de vista hasta su
cierre debido al paso del tiempo. Ese fue el espectáculo al que nos acostumbró
la Justicia, con escasísimas excepciones.Resulta indispensable que, de una vez
por todas, se activen en los tribunales aquellos expedientes largo tiempo
dormidos para que la sanción a los culpables no sea la excepción, sino la norma
(La Nación, 08/02/2016).
RELATO, MEDIOS Y MANIPULACION DE LA PAUTA
PUBLICITARIA
Con Diego Rojas (2013:9) entendemos que
el kirchnerismo es la historia de un relato en declinación, de un
discurso que quiso imponer su autoridad para despistar y confundir, con la
finalidad de hacer pasar intenciones por hechos. En un claro ejercicio
de gatopardismo y de lingüística cognitiva pretendieron que «allí
donde todo indica statu quo se quiera hacer ver una
transformación»6.
Ese relato fue una máquina ideológica para dotar de
lustre y de brillante esplendor progresista a los gobiernos de Néstor y
Cristina Kirchner desde 2003 a 2015. Por ello, reclaman aún hoy, cuando la
realidad los ha desmentido categóricamente, un carácter transformador, un aura
«progre» y bien pensante, un halo que lo ubique en la historia de los
movimientos nacionales que toman partido por los de abajo.
«Esa pretensión -y los dispositivos culturales y
políticos que intentan reafirmarla- constituye aquello que se ha denominado «el
relato». Un discurso estatal que señala las supuestas estrategias
gubernamentales para cambiar la estructura de la sociedad argentina para
siempre, aunque ello se ha comprobado es una burda manipulación y no se admite
en el léxico K la contradicción, el desmentido o el señalamiento de sus
falacias.
Un ejemplo de hondo y claro patetismo en tal sentido,
lo dio el Jefe de Gabinete de Ministros Jorge Capitanich, cuando en una de
sus tediosas conferencias de prensa matutinas rompió un ejemplar del diario
Clarín. Así se conducía el kirchnerismo cuando las noticias no le
eran favorables y las tapas de los diarios no eran funcionales ni serviles a
sus deseos. La propia CFK llegó a decir que con las tapas de los diarios se
pueden hacer muchas cosas: «leerlas o envolver huevos, pero jamás gobernar
un país».
En setiembre de 2016, luego de años de ocultar
los índices de pobreza, el INDEC finalizada su etapa de opacidad e
intervención, volvió a informar esos guarismos de la realidad social argentina
y con pesar se ha conocido que el 32 % de los hogares argentinos es pobre (cuando
en 1974, sólo lo era el 4 %). Ello viene a desmentir de manera categórica las
absurdas pretensiones del kirchnerismo que intentaban convencer de la
creciente bonanza de la economía argentina y que en palabras del ex Jefe de
Gabinete de Ministros Aníbal Fernández, Argentina tenía menos pobres que
Alemania (ya que en 2013 se había anunciado que se hallaban en situación de
pobreza el 4,7 % de los argentinos).
El kirchnerismo en su postura de
victimización permanente acusó a la corporación mediática de menoscabar a su
gobierno y acusarle falsamente de hechos de corrupción. Empero, los Kirchner
contaron no sólo con el aparato mediático más grande del país, sino con un
manejo discrecional de fondos públicos en materia de publicidad de oficial.
El gobierno de CFK gastó 25.709 millones de pesos en
ese rubro durante 2015, en el duodecenio K el gasto en publicidad se
incrementó un 8000 % (Fuente: Chequeado.com). Nótese que el gasto nacional está
subestimado, porque «no se consideran actividades de promoción como recitales,
actos o festivales, y tampoco el gasto de organismos descentralizados en muchos
casos». Estos dos factores generan, según el especialista Ramiro Álvarez Ugarte,
que «la incidencia real de la publicidad oficial sobre el total de la torta
publicitaria sea superior» a la que muestran las estadísticas.
El «crecimiento exponencial del presupuesto
publicitario», y observó que «dada la discrecionalidad con la que se
distribuye, esto es relevante, porque al ser el Estado un actor de peso en el
mercado publicitario la pauta se vuelve una herramienta más poderosa de presión
sobre la línea editorial de los medios».
El problema de la distribución, no es exclusivo de la
Nación, sino que sucede «a nivel federal y a nivel de todas las
administraciones locales, desde las provincias a la Ciudad de Buenos Aires» (Di
Santi, 2014).
Respecto al manejo de la pauta oficial, la misma se
distribuyó de manera arbitraria e injusta. Por ejemplo, la editorial Perfil que
publica el bisemanario Perfil, las revistas semanales Noticias y Caras, debió
litigar en sede judicial ante la evidente discriminación ya que sus medios,
calificados de opositores no recibían siquiera un peso mensualmente durante la
administración K. Por fin, la Corte Suprema en fallo ejemplificador reconoció la
legitimidad de la pretensión de la empresa de Jorge Fontevecchia y
condenó al Estado nacional a adjudicar publicidad en los medios de dicho grupo.
Por el contrario medios de escasa circulación como
Página 12, El Ciudadano y demás medios de Cristóbal López, como Radio 10 o la
señal de Cable C5N, los programas radiales y televisivos de Víctor Hugo
Morales, las productoras de contenidos de Sergio Szpolski y
Diego Gvirtz o Pablo Echarri, Andrea del Boca y Gastón Pauls,
Radio del Plata, por citar algunos pocos ejemplos percibieron ingentes y
exorbitantes sumas de dinero originadas en las arcas del Estado.
BREVIARIO DE MEDIOS KIRCHNERISTAS
Un prolijo, aunque no definitivo ni exhaustivo,
inventario de los medios leales al kirchnerismo permite enumerar a
los siguientes:
GRUPO SERGIO SZPOLSKI: -Diario El Argentino - Diario
Tiempo Argentino - Diario Diagonales -Diario Buenos Aires Económico - Diario
La Gazeta del Cielo - Semanario Miradas al Sur - Revista
Veintitrés - Revista Veintitrés Internacional - Revista Newsweek Argentina -
Revista 7 Días - Revista Contraeditorial - Revista Asterisco
-Revista Lonely Planet - Radio América - Canal CN23 - Canal
América 24 - Canal Crónica - Agencia Infofax
MEDIOS “DEL ESTADO”: - Canal 7 - Canal Encuentro -
Canal Paka Paka - Canal Incaa TV - Canal Télam TV -
Canal Telesur - Canal 22 de la TV digital - Canal 23 de la TV digital
- Canal 24 de la TV digital - Canal 25 de la TV digital - Canal TV satelital -
Radio Nacional AM - Radio Nacional FM Folklórica - Radio Nacional FM Clásica -
Radio FM Rock - Arsat (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales
S.A.) - Agencia Télam - Fútbol para Todos - Automovilismo para Todos - Otros
medios de los estados provinciales y municipales.
GRUPO ELECTROINGENIERÍA S.A. - BIENES INMUEBLES SA BISA:
- Radio AM Del Plata de Buenos Aires - 44 Radios FM, que retransmiten la
programación de Radio AM Del Plata de alcance nacional. - Canal 360 TV
GRUPO MONETA: (Raúl Moneta incluyendo ex
Matías Garfunkel) - Radio Belgrano - Radio Splendid - Radio
Libertad - Radio Rock y Pop - Radio FM Blue - Radio FM Metro - Radio FM San
Isidro Labrador - Revista El Federal - Revista Bacanal - Revista Jineteando -
Revista Dinámica Rural
GRUPO RUDY ULLOA IGOR (antiguo chofer de Néstor
Kirchner): -Diario El Periódico Austral - Revista Actitud - Revista KA - Radio
FM Estación del Carmen - Radio FM El Calafate - Canal 2, de Río Gallegos -
Canal 5, de Río Gallegos - Canal 10, de Río Gallegos - Canal 5, de El
Calafate
GRUPO BONAFINI - MADRES DE PLAZA DE MAYO: - Revista Sueños
Compartidos - Radio AM 530-La Voz de las Madres, de Buenos Aires -
Canal Infomadres
GRUPO GVIRTZ: Productora PPT, con sus espacios
televisivos: - 6,7,8 - TVR - Duro de Domar, en Canal 9 de Buenos Aires
GRUPO SANTA MARÍA (del Sindicato SUTERH): - Revista
Caras y Caretas - Semanario Diario Z - Radio AM 750 de Buenos Aires
LUIS D´ ELIA: - Radio Cooperativa, AM 770 de
Buenos Aires - Radio Rebelde, AM 740 de Buenos Aires
GRUPO GONZÁLEZ GONZÁLEZ: - Radio FM Aspen de
Buenos Aires - Canal 9 de Buenos Aires - Canal 43 de la TV Digital de Buenos
Aires
GRUPO OLMOS - UNION OBRERA METALÚRGICA: - Diario
Crónica - Diario El Atlántico de Mar del Plata
EDITORIAL LA PÁGINA; - Diario Página/12 - Diario
Rosario/12
GRUPO RICARDO JAIME-KATZ: - Diario La Unión, de Lomas
de Zamora - Diario La Mañana, de Córdoba - Radio LV2, de Córdoba - Radio FM
99.7, de Córdoba
HÉCTOR TIMERMAN: - Revista Debate
GRUPO ALDREY IGLESIAS: - Diario La Prensa - Diario La
Capital de Mar del Plata - Radio LU6 Radio Atlántica - Radio LU9 Radio Mar del
Plata - TV Cable Dos La Capital
GRUPO ORLANDO VIGNATTI: - Diario Ámbito Financiero -
Buenos Aires Herald - Diario La Capital de Rosario - Diario El
Tribuno de Tucumán
VICTOR HUGO MORALES: - Programas La Mañana,
Competencia, El gran domingo (Radio Continental) - Programa Bajada de Línea
(Canal 9).
GRUPO INDALO - CRISTOBAL LÓPEZ: - C5N - Radio 10 - FM
del Mar - TKM - FM Pop - FM Vale 97.5 - FM Mega 98.3 - Minutouno.com - Radio
Pop 101.5 - Canal 9 TV de C Comodoro Rivadavia - Diario El Patagónico
MARIO BAUDRY - CENTRAL DE NOTICIAS ARGENTINAS: -Revista
La Tecla - Revista La Tecla Patagonia -Revista Qué - FM Cadena Río -
Desafío Económico
EL ALINEAMIENTO CHAVISTA Y LA POLITICA
INTERNACIONAL
La política exterior no es más que la proyección
internacional de las políticas públicas domésticas. Analizaremos a continuación
los siguientes tópicos y cuando proceda, lo ocurrido en el régimen chavista:
a) La relación con los Estados Unidos y otros países
b) La vinculación con los organismos multilaterales
latinoamericanos
c) Los conflictos preexistentes y los creados por la
gestión kirchnerista
Argentina durante los años
del kirchnerismo simpatizó y adhirió a los gobiernos populistas
latinoamericanos7, se asoció con la Federación Rusa y la República Popular
China, a la par que mantuvo irresuelto el conflicto con Reino Unido por las
Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. La
administración kirchnerista fue partícipe de notorios cortocircuitos
con los gobiernos de EEUU, Uruguay, España, Colombia, Chile, Brasil, etc.
Los fascismos de izquierda latinoamericanos dicen
promover el integracionismo y la política de un
mundo multicéntrico y pluripolar. Sin embargo, sus alianzas
demuestran que se han aliado a países tales como Siria, Cuba, Irán, Bielorrusia,
Corea del Norte, Rusia o China. Todos ellos autoritarismos o autocracias, la
mayoría de ideología comunista o fundamentalista islámica, antinorteamericana y
antieuropea. Venezuela integra un verdadero «eje del mal» (axis of evil)
con estados canallas como los nombrados o democracias de baja intensidad o
mejor definidas, democracias dirigidas como el caso de la Federación Rusa.
Venezuela ha tenido recurrentes conflictos con otros
Estados, no sólo con EEUU, sino con España, Perú, Guyana (por la disputa
fronteriza de la Guayana Esequiba), Colombia y Panamá. Con estos dos
últimos países llegó a la ruptura de relaciones diplomáticas.
Antes de Maduro, el presidente Chávez forjó vínculos
con Saddam Hussein en Irak y creó una entente cubano-venezolana para proveer
petróleo a la isla comunista y recibir a cambio médicos, asesores militares y
de inteligencia y formación ideológica marxista-leninista para su dictadura
sutil («fábrica de almas socialistas», Carrère d´ Encausse,
1983:194) y una integración represiva con el gobierno de los hermanos Castro
Ruz.
Chavez también estableció relaciones muy cercanas
con el ex presidente iraní Mahmud Amahdinejad (promotor de la
destrucción del Estado de Israel), el autócrata
comunista Aleksander Lukashenko de Bielorrusia, el
dictador megamillonario de Zimbabwe Robert Mugabe, o
el ex presidente comunista de Vietnam Nguyễn Minh Triết.
A la par tuvo desencuentros con los presidentes estadounidenses Bush y Obama.
Al primero, llegó a llamarlo «diablo» o «burro, cobarde y alcohólico Mr. Danger»,
con el ex presidente mexicano Vicente Fox Quesada, también insultó a los
presidentes peruanos Alejandro Toledo y Alan García Pérez, suspendiendo en 2006
las relaciones entre ambos países.
Sus más cercanos aliados, además los Castro fueron los
presidentes Kirchner, Daniel Ortega, Evo Morales Ayma y Rafael
Correa. Con los presidentes uruguayos y brasileños, más allá de ciertas
coincidencias nunca congenió del todo y fueron evidentes sus diferencias de
estilos y métodos.
Venezuela rechazó la destitución del presidente
Fernando Lugo y desconoció a su sucesor Federico Franco, se insertó en
Sudamérica mediante la incorporación al Mercosur y la fundación de la UNASUR,
PETROCARIBE y el ALBA, pretendió difundir su credo socialista a través de TELESUR, exportación de
petróleo a países aliados, y la creación del Banco del Sur. La grave
crisis que padece Venezuela desde 2009, sin solución de continuidad, no ha
permitido que el paternalismo ambicionado pudiera ejercitarse como desearon
Chávez y Maduro. Este último a pesar de haber sido largos años ministro de
Relaciones Exteriores del comandante bolivariano, ha provocado conatos de
enfrentamiento y disputas diplomáticas con EEUU, Panamá, Colombia, España y
Guyana, siendo Mariano Rajoy y Juan Manuel Santos los mas frecuentes
destinatarios de sus diatribas.
Nicolás Maduro fabula problemas con países extranjeros
y sus líderes, como mecanismo de disimulación de sus permanentes yerros en el
ejercicio del gobierno. De este modo logra desviar la atención de la población
y la prensa se hace eco de sus mentiras, con lo cual logra temporalmente que la
violencia, la escasez, el desguace del Estado de derecho, la precariedad del
aparato productivo, la falta de insumos en hospitales, sean dejados de lado
ante supuestas amenazas externas o posibles invasiones que sólo existen en su
mente contrariada y perversa.
Argentina durante
el duodecenio kirchnerista fomentó por un lado la integración
latinoamericana, a la par que hizo perder funcionalidad al Mercosur. Se alió con
los presidentes neopopulistas de izquierda como Chávez y Maduro,
Daniel Ortega, Evo Morales, Evo Morales y Rafael Correa. Incluso, en su gira
por Asia CFK visitó Vietnam y llegó a comparar a Ho Chi Minh con el general
José de San Martín.
En 2006 se generó un conflicto diplomático con Uruguay,
a raíz de la instalación de pasteras en la costa del Río Uruguay,
conflicto que según confesión del presidente Tabaré Vázquez mereció la
consideración de recurrir a un enfrentamiento armado, aunque fue resuelta por
la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya.
Con EEUU la relación fue tensa, tal como lo prueba la
presencia de George W. Bush en la cumbre de las Américas celebrada en Mar del
Plata en 2005, ocasión en que Kirchner destrató al presidente estadounidense y
le espetó en pleno rostro: «No vengan hasta aquí a patotearnos».
Cristina Fernández mantuvo la política internacional de
su esposo, aunque con tropiezos como en el caso del ex presidente de Uruguay
José Mujica, quien declaró ante un micrófono que creía cerrado: «Esta vieja
es peor que el tuerto, que era más político, en cambio esta es terca» (La
Capital, 2013). Participó en la creación de la CELAC y la UNASUR. Estableció un
estrecho vínculo con Venezuela y Brasil. En el caso del socio fundador del
Mercosur, no estuvo exento de diferencias comerciales y arancelarias, mientras
que la relación entre CFK y Dilma Roussef siempre fue pésima.
En 2014 firmó una serie de acuerdos con el gobierno de
la República Popular China, entre ellos la controversial base de exploración
espacial y lunar en la provincia del Neuquén, la que fue cuestionada por
resignar soberanía y dejar bajo mando militar chino a la fracción de tierra en
la que se emplaza dicha base. También estableció en 2015 una asociación estratégica
integral con el líder ruso Vladimir Putin, en materia nuclear, proyectos de
exploración de hidrocarburos, cooperación espacial y técnico-militar,
cooperación en las esferas de la cultura, el deporte, la educación y el
turismo.
Con el Reino de España la relación tuvo altibajos, ya
que en dos ocasiones las presidente CFK insultó al ministro de Economía Luis de
Guindos, ridiculizándolo como «el pelado» o «ese tal de Guindos».
También atacó a Rodrigo de Rato, encausado por lavado de dinero y durante su
campaña mostró las banderas de España y la Unión Europea como ejemplos para no
seguir.
Con el presidente Obama alternaron elogios y críticas.
En 2009 en una cumbre en Londres el norteamericano la eludió y dejó con la mano
tendida, sin saludarla. Luego, existieron diferencias e inquietudes por temas
comerciales. Años después CFK atacó a Obama por los fondos buitres y a EEUU en
defensa del pérfido memorándum suscripto con la República Islámica de Irán.
Puso también en tela de juicio que EEUU considerase a Venezuela un peligro para
la Región. Obama por su parte, expuso que más allá de la cordialidad, la
política exterior de CFK fue siempre antiestadounidense. Para concluir
diciendo: «Creo que ella recurría a una retórica que data probablemente de los
años 60 y 70 y no a la actualidad».
El presidente chileno Sebastián Piñera fue objeto de
ironías por parte de CFK, en relación a la propiedad de la empresa de aviación
LAN8. La respuesta del país trasandino no se hizo esperar y fue en los
siguientes términos: «En Chile, el presidente y los parlamentarios son
democráticamente elegidos, con total transparencia de su trayectoria y de su
patrimonio e intereses. Una vez electos, desde el presidente hasta cualquier
alto funcionario público debe cumplir las normas de transparencia y declarar su
patrimonio y todos sus intereses», enfatizó
el ex canciller Alfredo Moreno, según consignó el diario El
Mercurio. Enseguida, agregó: «El presidente, como otros funcionarios públicos,
voluntariamente decidió vender el total de su participación en diversas
empresas, para evitar cualquier potencial conflicto de interés futuro».
Del anterior presidente francés Nicolás Sarkozy,
CFK recibió un frío tratamiento protocolar en 2011 y su relación no distó
de lo meramente formal. De igual manera con el anterior primer ministro
británico David Cameron y el ex presidente colombiano Alvaro Uribe
Vélez, a quien criticó abiertamente el permiso otorgado para la instalación de
cinco bases norteamericanas en el país caribeño. Le manifestó CFK que esa presencia
«crea alta conflictividad a la región» y y que estaba preocupada por
el «voltaje político» generado entre varios países, siempre con Colombia como
epicentro: relaciones rotas con Ecuador, conflicto permanente con Venezuela y
ahora las bases. Uribe dio algunas explicaciones pero adelantó que no pensaba
dar marcha atrás con la medida (Cibeira, 2009).
El conflicto por las Islas
Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, ocupadas
ilegítimamente por Reino Unido desde el año 1833, no reconoció ningún avance durante
la gestión de CFK. Si bien desde la Asamblea General de Naciones Unidas pidió
el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Descolonización y que los
británicos se sentasen a negociar para devolver las Malvinas, su reclamo no fue
escuchado.
Tal es así, que en 2012 en la reunión del G-20 la
presidente CFK intentó entregarle al premier Cameron un sobre con las casi 40
resoluciones de la ONU sobre la descolonización de Malvinas, lo cual fue
rehusado por el mandatario inglés que la desairó dando media vuelta y
retirándose de su presencia. Previo a ello, Cameron había exigido a Kirchner
que respetara el referéndum de los kelpers, lo cual tambien fue
rechazado por la presidente argentina.
En relación a Italia, CFK mantuvo un proceso en la
justicia de ese país a raíz de una publicación del diario Corriere della Sera,
el que ganó, ya que había sido acusada falsamente de haber adquirido en uno de
sus viajes a la península itálica aros, relojes y pulseras con oro y diamante
por un valor superior a los 140 mil euros. Asimismo, en 2011 se reunión con el
primer ministro Silvio Berlusconi y acordaron reactivar las relaciones
bilaterales, prácticamente congeladas desde 2001 por las tensiones derivadas
del default de los bonos argentinos, que afectaron a 180 mil inversionistas
italianos.
Cuando asumió la presidencia CFK dijo que tenía como
modelo a la canciller federal de Alemania, Angela Merkel,
sosteniendo: «me gustaría ser un país exportador como Alemania, con un
altísimo grado de tecnología, que es lo que lo distingue, el valor agregado, la
innovación tecnológica»; aunque posteriormente en Rusia en 2015 en el marco
de la Cumbre lanzó un chiste sobre la mandataria germana al aludir al ministro
de Turismo argentino, de origen alemán. Aunque luego se disculpó y dijo que
había sido sin ánimo de ofender.
Previamente en 2014 se había suscitado un encontronazo
diplomático a raíz de declaraciones del ministro de Economía de la República
Federal de Alemania Wolfgand Schauble, quien sostuvo que: «en la
Argentina insultan a los fondos y los llaman «buitres», pero la causa del
problema es la propia Argentina. Ha vivido durante décadas por encima de sus
posibilidades, no paga sus deudas y está por eso casi aislada del tráfico
internacional de pagos».
El por entonces, Jefe de Gabinete de Ministros,
Jorge Capitanich, denunció una «actitud hostil» del gobierno germano
contra la Argentina al llevar adelante acciones «favorables» a los fondos
buitre, en tanto que el canciller Timerman se expresó en el mismo sentido.
Desde la embajada teutona se aclaró que «El Gobierno
Federal no tiene ningún tipo de relación ni contacto con los que han encargado
las actuales campañas publicitarias. Los Hedgefonds que obtuvieron la
sentencia en Nueva York contra Argentina no son empresas alemanas. El Gobierno
Federal no toma partido por ninguna de ambas partes en el pleito de Argentina
con sus holdouts».
Luego de la destitución por juicio político del ex
presidente del Paraguay Fernando Armindo Lugo y la sucesión por el
vicepresidente Federico Franco, Argentina retiró su embajador en Asunción
replicando similar actitud de Bolivia, Cuba, Ecuador y
Venezuela. Asimismo, se suspendió temporalmente a Paraguay del Mercosur.
Las relaciones se normalizaron luego de la asunción del actual presidente Horacio Cartes Jara.
La presidente Fernández de Kirchner rechazó el golpe de
Estado de 2009 contra el presidente de Honduras Mel Zelaya, quien
luego de ser elegido como candidato de derecha dio un giro copernicano y se
declaró admirador de Hugo Chávez y anunció que su gobierno pasaría a ser
socialista y de izquierda.
CFK afirmó que en el golpe de Estado perpetrado contra
Honduras, «hay atrás otros intereses que tal vez quieran torcer el rumbo que
comenzó a tomar el conjunto de las Américas, intentándose frustrar una
política diferente» planteada en la región desde la llegada de la
administración Obama.
La mandataria expuso esas ideas en la Asamblea
Extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos, que finalmente
suspendió al gobierno de Honduras por haber perpetrado un golpe de Estado
contra Manuel Zelaya. «Creo que no solamente el ataque es a usted presidente
Zelaya o a la presidencia de Honduras, tal vez sea la estrategia más fina, más
profunda que no solamente involucra a quien tal vez en su país quiere seguir
con un modo de no distribución del ingreso», sostuvo para concluir: «Esa
madrugada secuestraban algo más que a un presidente, estaban secuestrando la
restauración democrática en América latina».
Con Perú, en 2010 durante la segunda presidencia de
Alan García Pérez, CFK dio por cerrado el conflicto derivado de la venta de
armas a Ecuador durante la administración de Carlos Saúl Menem. Argentina pidió
perdón por el tráfico de armas del año 1995, efectuando un acto desagravio
institucional y reparación histórica destinado a recomponer las históricas
relaciones diplomáticos argentino-peruanas.
Finalmente, analizamos las relaciones entre Argentina y
la República Islámica de Irán. Es uno de los capítulos más controversiales de
la política exterior argentina durante el kirchnerismo. La Justicia
argentina sospecha que la embajada de ese país en Buenos Aires fue la autora o
instigadora del salvaje atentado a la mutual judía AMIA en 1994 que causó 96
muertos y se encuentra impune.
Néstor Kirchner desde la Asamblea General de Naciones
Unidas reclamó a Irán la entrega de los funcionarios sospechados del atentado
terrorista. Durante todo el mandato de Néstor Kirchner y parte de la primera
presidencia de Cristina Fernández, el caso AMIA fue considerado una política de
Estado, el respaldo a la investigación fue completo, se rechazaron todos los
ofrecimientos de Irán de acordar salidas políticas al caso judicial y comercial
con Irán era considerado, sin mas, casus belli (motivo de
guerra).
Sin embargo, en enero de 2011, esto es, apenas un parte
de meses después de la muerte de Néstor Kirchner, todo cambió. Para ello fue
crucial la intervención de Chávez, quien ya había pedido al difunto presidente
argentina reanudar la cooperación nuclear con la República Islámica. Pero,
Néstor Kirchner fue el principal obstáculo a la impunidad iraní.
El caso AMIA dejó de ser una política de Estado para
convertirse en un fusible de ajuste, una pieza descartable, para lograr el
restablecimiento de la relación comercial bilateral con Irán. Así comenzó a
negociarse la impunidad. En el ámbito interno el inclasificable Luis
D´ Elía fue uno de los representantes de los intereses y deseos
iraníes.
Hacía más de 20 años que Irán protegía a los acusados y
obstruía la investigación y Néstor Kirchner mostraba decisión de llevar el caso
a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas y rechazar
rotundamente todos los ofrecimientos de Teherán, siempre destinados a acordar
una salida políticamente negociada a esta cuestión, netamente judicial.
Ahora bien, la línea forjada por Néstor Kirchner en
torno al caso AMIA continuó durante los primeros años del mandato de su esposa
Cristina Fernández. Sin embargo, la inconmovible negativa iraní fue logrando,
de algún modo, erosionar las expectativas del gobierno nacional, sin que ello
modifique, al menos inicialmente, el objetivo perseguido, que siempre consistió
en que Irán someta a los imputados a nuestra jurisdicción.
La consistencia que durante años tuvo la postura
oficial argentina en torno al caso Amia, sufrió un cambio radical a partir de
la decisión de CFK de avanzar en un plan encubridor que permitiera a los
imputados iraníes eludir y sustraerse definitivamente del accionar de la
justicia, a efectos de facilitar, entre otros fines, un intercambio comercial a
nivel estatal con la República Islámica de Irán.
De acuerdo a la presentación de la denuncia del fiscal
de la causa AMIA Alberto Nisman -realizada en medio de presiones- que
quedó radicada en el juzgado federal de Ariel Lijo, el Gobierno ideó un
«sofisticado plan delictivo» destinado a favorecer a Irán y desvincular
definitivamente a los sospechosos que son buscados por la Justicia argentina.
El fiscal creía que la «maniobra» había comenzado dos
años antes de que se firmara el Memorando de Entendimiento con Teherán en 2013
y contó con la participación del canciller Héctor Timerman, el diputado
nacional de La Cámpora Andrés «Cuervo» Larroque y el
piquetero Luis D´ Elía.
En su escrito, Nisman incluyó los contactos
que se mantuvieron nada menos que con Mohsen Rabbani, uno de los
máximos responsables por el ataque terrorista, según la Justicia argentina y
con pedido de captura. Nisman presentó como parte de las pruebas
charlas telefónicas que involucran a los protagonistas. Según el fiscal, las
instrucciones partían de la propia presidente, quien instruía a Larroque,
que a su vez indicaba a D´ Elía.
Al presente la denuncia fue desestimada, el fiscal
murió un día antes de presentarse en el Congreso y se sigue insistiendo en el
Ministerio Público para la reapertura de la investigación, rechazada in limine y
sin valorar ninguna prueba por parte del juez Lijo.
Finalmente, es menester señalar que en este extraño
comportamiento del gobierno argentino de negociar impunidad con los victimarios
de la AMIA, existió una publicación de la revista brasileña Veja, en la cual se
afirmaba que Irán habría enviado dinero para la campaña de Cristina Fernández
en 2007, a cambio de impunidad en el atentado de 1994.
Veja sostuvo que el entonces presidente
iraní Mahmoud Ahmadinejad pidió personalmente a Hugo Chávez
interceder ante el gobierno argentino para obtener tecnología nuclear para su
país y lograr que los iraníes sospechosos de estar detrás del ataque terrorista
en Buenos Aires fuesen retirados de la lista de Interpol. La solicitud habría
sido hecha durante una visita de Ahmadinejad a Caracas en enero de 2007, y
confirmaría la hipótesis de encubrimiento que el fiscal Nisman había
presentado poco antes de morir misteriosamente.
El semanario brasileño termina señalando que no se
puede afirmar ni desmentir que el gobierno de la Argentina entregó secretos
nucleares, pero sostiene que recibió mucho por medios legales (títulos de
deuda) e ilegales (valijas de dinero) a cambio de algo muy valioso para los
iraníes, entre lo cual llama la atención las notorias semejanzas entre
los reactores nucleares de Arak, en Irán, y de Atucha, en la
Argentina (Coutinho, 2015).
EL SUBOPTIMO MODELO NACIONAL Y POPULAR
A la pregunta ¿qué es el modelo nacional y popular?
Podríamos responder de dos maneras válidas. La primera: una gran mentira. La
segunda: un mito similar al del Minotauro en su laberinto de Dédalo.
El modelo nacional y popular invocado recurrentemente
por el kirchnerismo es una vistosa caparazón vacía sin contenido
sustancial y se vincula peligrosamente con los mismos estériles postulados del
socialismo del siglo XXI. Estos grupos nacieron como consecuencia del malestar
en la democracia, la crisis de los partidos políticos tradicionales y los
pésimos sistemas gubernativos que los precedieron. El desencanto y la angustia
de los ciudadanos hicieron que en muchos casos favorecieran con su voto a
líderes extremistas como Kirchner, Chávez, Evo Morales o Correa.
Coincidiendo con Gloria Álvarez (2014) el modelo «Nac &
Pop» persigue los siguientes objetivos:
a) desmantelar las instituciones de la República, para
dar paso a una corrupción con impunidad;
b) reescribir constituciones para poderlas acomodar al
antojo de los líderes corruptos con pretensión de eternidad en el poder. En
Argentina dicha ambición kirchnerista se dio de bruces contra el
globo de ensayo lanzado en 2006 en Misiones para la reelección indefinida de
gobernador, elección constituyente que ganó el obispo jesuita de Puerto Iguazú
don Joaquín Piña, firmemente avalado por el, a la sazón, cardenal arzobispo de
Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio SJ, actual papa Francisco.
c) anular o suprimir las individualidades y la dignidad
de las personas, mediante un entramado de ayudas sociales que conceden dádivas
y puro asistencialismo, sin bregar por crear trabajo ni fuentes de empleo. En
este caso lo hacen desde un egoísmo falto de inteligencia y desde una falsa
filantropía (Bastiat, 2005). Desde una sedicente gratuidad, que es de todos
modos financiada con recursos públicos que se exaccionan a los
productores de riqueza, los líderes pretenden desde un crudo paternalismo hacer
creer a la sociedad que ellos son los únicos aptos para resolver todos los
problemas de la población y que el Estado es bueno y poderoso y ayuda a todos
los que adscriben sin reparos a los úcases del presidente de la
Nación.
Los fascistas de izquierda vertebran un abstruso
movimiento nacional y popular, al que le dan trascendencia a través de actos
públicos y declaraciones altisonantes, donde un puñado de fieles a sueldo
aplauden mecánicamente y algunos periodistas que se declaran en connivencia lo
exaltan y definen, mientras desde el gobierno se secuestra la democracia y al
sistema político y a la par, se implementa con cierta prolijidad la ejecución
de cinco principios de opresión:
a) Corporativismo, de claras y evidentes reminiscencias
fascistas
b) Mercantilismo estatal, bajo el ropaje de un
capitalismo social o un socialismo de mercado.
c) Concesión de privilegios a amigos del poder,
militantes, pagadores de retornos y aduladores.
d) Transferencia de riqueza (en particular a los altos
dirigentes del autodenominado proyecto nacional y popular), sin importarles un
ápice el empoderamiento de la gente ni la creación de riqueza, para seguir
haciendo funcionar los engranajes de la fábrica de pobres mal
nutridos, inculturizados y sin educación, de los que sólo tienen
interés en que los voten en las elecciones.
e) Ley politizada, judicialización de la política y
politización de la Justicia.
Los ideólogos del modelo en
análisis persiguen dos fines: primero, justificar teóricamente la
actitud de las clases gobernantes; segundo, atraer a las masas hacia una senda
falsa, embaucándolas y haciendo de ellas un instrumento en manos de
sus cínicos opresores.
Mediante el constructo del «modelo nacional y
popular» intentan garantizar que ellos logran «poner en orden» a sus
respectivos países. Asumen el rol de una fuerza que obstruye la participación
de las masas en las decisiones de Estado y sólo mediante «panem et circem»
les muestran una aparente consustanciación con sus aspiraciones, necesidades y
ambiciones. No se les permite luchar por sus derechos, a menos que sean los que
se promocionan desde las altas esferas del gobierno.
El derecho al mecanismo de participación democrática de
revocatoria de mandatos, en Venezuela es manipulado vergonzantemente por el
Tribunal Electoral, para evitar la inevitable destitución del presidente Maduro
y quienes son opositores al régimen han tenido que exiliarse o han resultado
encarcelados mediante amañados procesos judiciales irrespetuosos de las
garantías del debido proceso y de la inviolabilidad de la defensa en juicio.
Cítense por ejemplo los casos de Antonio Ledezma, Leopoldo López,
Raúl Baduel, Manuel Rosales, María Lourdes Afiuni, Franklin Nieves o
María Elena Uzcátegui.
También merece ponerse de resalto la situación social
de escasez de alimentos, medicamentos y artículos de primera necesidad que hoy
padecen los venezolanos, a raíz de las desastrosas políticas económicas del
chavismo, en especial desde el comienzo de la administración de Nicolás Maduro.
Hugo Chávez pretendió exportar su socialismo nacionalista cristiano,
bolivariano y petrolero del siglo XXI y hoy para evitar que los ciudadanos se
manifiesten libremente, recurren a la fuerza de los fusiles militares, como en
su momento promovieron abiertamente la agitación violenta por medio de milicias
de los Círculos Bolivarianos, y es como un país que se dice cultor de los
derechos humanos reprime marchas populares pacíficas e intenta silenciar el
disenso y la protesta extendidos en toda la geografía venezolana (Benavente
Urbina y Cirino, 2005:116-117; Maingon, 2002; Zubillaga, 2002).
El chavismo construyó su propio relato, plagado de
mentiras, sinópticamente podemos señalar algunas de ellas:
a) Los medios de comunicación privados son los
culpables de todos los problemas venezolanos; aunque el gobierno controla la
mayoría de los canales de TV, emisoras de radio, periódicos y la
Internet.
b) EEUU es el jefe de la oposición venezolana, aunque
Chávez y Maduro no cesaron sus importantes negocios petroleros con el gobierno
norteamericano y empresas multinacionales asentadas en EEUU.
c) Los empresarios son unos capitalistas egoístas que
sólo piensas en el dinero, odian al pueblo venezolano y se venden al
imperialismo9.
d) Cada vez que surge un problema es por complot o
sabotaje de la oposición.
e) Todos los problemas de Venezuela fueron heredados de
los anteriores gobiernos de COPEI y AD; aunque en verdad por insensatez,
corrupción o ignorancia el chavismo creó graves problemas como entreguismo a
Cuba, la escasez y el racionamiento, la violencia entre connacionales por
problemas políticos, la mega-devaluación del bolívar, la espiral de
inflación descontrolada, la destrucción de las instituciones, la persecución y
los presos políticos o de conciencia, el enriquecimiento desmesurado de los
gobernantes, la injerencia en asuntos internos de países vecinos, el aval a ELN
y FARC, el despilfarro de bienes públicos, etc.
f) Maduro necesita tiempo para resolver los graves
problemas de Venezuela. El chavismo lleva 16 años gobernando con la
concentración de poder más marcada de la historia venezolana.
g) La escasez de alimentos es común a todos los
países.
h) En América latina y Venezuela siempre ha gobernado
la derecha capitalista, por lo tanto es responsable de todos los problemas. Sin
embargo, ejercieron el poder militar, populista e izquierdista que gobernaron
con incapacidad e ignorancia.
i) Todos los pobres son chavistas y los ricos,
oposición. En verdad los pobres son manejados, excluidos
y clientelizados por el chavismo. Ricos son los personeros del
régimen y la familia Chávez.
j) El chavismo es solidario y por eso dona fondos y
petróleo. Realmente quieren exportar su «revolución» y comprar apoyos para
imponer la dictadura comunista en Venezuela o prorrogar sine die la
duración del mandato presidencial, clausurando la Asamblea Nacional.
k) El chavismo no cree en el comunismo, sino en
el bolivarianismo y el socialismo del siglo XXI. Son fanáticos
seguidores de Fidel Castro, apoyan a las guerrillas marxistas y añoran los
tiempos de la Unión Soviética. Se orientan a limitar la propiedad privada,
reducir los derechos individuales, coartar la libertad de expresión y subvertir
el orden democrático.
l) Todos los afroamericanos e indios son chavistas.
Buscan dividir la sociedad en razas con un discurso racista, sembrando el odio
y polarizando la sociedad entre amigos fanáticos y enemigos denostados.
m) Los militares son chavistas. Existe una infiltración
de fuerzas cubanas y han aupado como jefes con mando efectivo de tropas a los
mas exacerbados y ultras, mientras que a los disidentes o defensores del Estado
de derecho los ponen en prisión.
n) Maduro se equivoca, pero tiene buenas intenciones.
Realmente se complace en producir odio, división, rencor y violencia para
perpetuarse en el poder.
o) Diosdado Cabello es un hombre de honor.
Ordena torturas y persecución a opositores, está sospechado de narcotráfico y
lavado de dinero, se ha enriquecido súbitamente.
En Nicaragua, el sandinismo de Daniel Ortega ha quitado
personería al principal partido de oposición (Partido Liberal
Constitucionalista PLI) y se le impide a su líder Eduardo Montealegre,
participar en los próximos comicios, donde el antiguo guerrillero con vocación
de eternidad al modo de los Duvalier en Haití, ahora va acompañado en
la fórmula presidencial por su propia esposa.
En Ecuador, la libertad de prensa no permite criticar
al presidente Correa, por ello los medios de comunicación son objeto de fuertes
multas confiscatorias (como en los casos de Ultima Hora y El Universo), se han
clausurado canales de TV con incautación de equipos (Ecotel TV de Loja) y
se ha amenazado reiteradamente sacar del aire a Teleamazonas Recientemente
se ha sancionado una ley orgánica de comunicación que obliga a la autocensura y
viola el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En Argentina del kirchnerismo, Cristina Fernández
en sus cadenas nacionales ad nauseam, arremetía con diatribas y
descalificaciones contra opositores, empresarios, productores rurales, países
extranjeros, ahorristas, trabajadores, jueces y todo aquel que no le cayese
bien por sus dichos o hechos o revelase la sistemática corrupción de su gobierno.
La presidente CFK, luego de la marcha del 18-F,
convocada a raíz de la violenta muerte del fiscal Alberto Nisman, declaró
que la nutrida manifestación popular fue «el bautismo de fuego del partido
judicial» de un «nuevo ariete contra los gobiernos populares, que suplanta al
partido militar», que en el pasado avanzaba contra los «gobiernos con legalidad
y legitimidad democrática».
Todos los fascismos de izquierda latinoamericanos del
siglo XXI tienen en común el sometimiento del pueblo al Estado, al partido
y al líder indiscutible. Siguiendo a Goebbels creen que «sólo los
grandes hombres (y mujeres) modelan a la masa inmadura y que ésta no está
llamada a dirigir formaciones políticas» y que «no hay que liquidar la
desigualdad entre los seres humanos -declaran cínicamente-; al contrario hay
que ahondarla y convertirla en una ley, protegida por barreras infranqueables»
(Galkin, 1965).
La obligación del pueblo, al que permanentemente agitan
y al que recurren como intento de justificación de todos sus actos, es
subordinarse ciegamente a la voluntad del jefe, encarnación viva de la Nación y
de los valores nacionales y populares, siendo por ello un verdadero héroe
popular.
Las tempranas muertes de Kirchner y Chávez, generaron
una irrefrenable catarata de bautismo de calles, plazas, hospitales, centros
culturales, escuelas, etc. con el nombre de quienes fueron elevados a la
categoría de héroes populares El culto a la personalidad ha adquirido
proporciones desmesuradas, pretendiendo establecer un paralelismo entre Chávez
con Simón Bolívar y Kirchner con José de San Martín.
Mientras los generales de la independencia lucharon de
verdad y con notable desinterés por su patrimonio personal hasta morir en la
pobreza o en el exilio, tanto Kirchner como Chávez fallecieron como millonarios
enriquecidos a costa de los dineros públicos.
Los fascistas de izquierdas, cultores del utópico
movimiento nacional y popular aspiran a sustituir la razón y la inteligencia
por el embrutecimiento general del pueblo, mediante los medios modernos de
propaganda y divulgación, valiéndose en especial de las redes sociales y
de trollers (remunerados y que disimulan u ocultan su
identidad y pertenencia a las fuerzas de choque mediáticas al servicio del
fascismo de izquierda) que aguijonean en los portales mediáticos donde se
permite expresar opiniones, atacando y hasta amenazando a quien piensa
distinto, propalando noticias falsas y despreciando la inteligencia de las
personas mediante la reiteración permanente de mentiras o calumnias.
También en este aspecto, terminan convergiendo en el
pensamiento teórico de Goebbels: «la mentira repetida muchas veces se
convierte en verdad». El despreciable genocida Adolf Hitler escribió: «la
susceptibilidad de las masas es muy limitada, su campo de entendimiento muy
reducido; en cambio su capacidad de olvido es enorme» (Galkin, 1965).
Para estar a tono con estos conceptos los fascismos de
izquierda invierten ingentes sumas de dinero (de las arcas públicas) para crear
una maquinaria mediático-tecnológica de embrutecimiento de los sentidos del
pueblo y basada en el dictum «Audacter calumniar, semper aliquid haeret».
Empero, el dinero ni los trucos propagandísticos han resultado lo bastante
efectivos para dar trabajo, salud, educación ni alimentos a los millones de
latinoamericanos que con temor y temblor han tenido que padecer o aún padecen
las consecuencias de estos maquiavélicos regímenes referenciados en los
principios dictados desde la Cuba comunista.
Si encasillamos a los
diferentes kirchneristas entre progresistas, peronizados y
prácticos, considerando al kirchnerismo una variante argentina de los
fascismos de izquierda; podremos sostener que los primeros lo son por
convicción y con recurrencia a las armas de fuego de ser necesario para imponer
sus objetivos; los segundos lo son por herencia del antiguo peronismo admirador
de Mussolini y cobijador de exiliados nazis y ustashas y con
ejercicio de la declamada lealtad justicialista y los terceros por cercanía con
los líderes supremos del kirchnerismo y cínico oportunismo, para no
desmentir a los mismos ni ser contradictores de sus creencias.
Baste reproducir la carta que Fidel Castro remitiera a
Hugo Chávez, de la cual se infieren claramente cuales son los fines y los
medios de los que se valen los fascistas de izquierda para consumar su
proyecto:
«Sabemos Hugo que para lograr acabar con el
imperialismo yanqui tenemos que hacer las cosas bien. Los árabes ya están
listos, Lula está trabajando en Brasil y Las FARC las has animado tú. El pueblo
del poder está muy cerca, los pobres son mayoría y tienen poca memoria,
inyéctales desesperanza y acusa al pasado, a la democracia de todos los males,
mantente en línea permanente con tu pueblo, identifícate con ellos, tu verbo es
simple, eso les llega muy bien pues tiene la salsa que hace falta, emociónalos,
tómalos en cuenta, aprende a manejar la IGNORANCIA, el verbo debe ser
encendido, de autoridad y poder. No te preocupes por los ricos y clase media,
no son más que tú 80% de pobres los que necesitas. Los ricos salen corriendo si
les haces Buuuuuu…
A los católicos les encantan las menciones
de la Biblia o de Cristo, los católicos que son la mayoría en Venezuela no
hacen nada con rezar sin acciones que no van a llegar a ninguna parte, son unos
bobalicones, mientras la iglesia esté dormida aprovecha, cuando decidan moverse
ya estarás instalado, recuerda que la iglesia es guavinosa, sigue
acusándola, los católicos sin liderazgo no son nadie y ningún curita va a
reaccionar, hay dos o tres que quieren reventar pero sus superiores los
acorralan. Si ves algún sacerdote alebrestado, cómpralo, llámalo, gánatelo, si
el pueblo cristiano se te revela ese será tu ultimo día pero difícilmente
vendrá. Los judíos en Venezuela no cuentan, los evangélicos son unos pobres
pendejos y las demás religiones, para que nombrarlas. Saca al Cristo, siempre
habla en su nombre, recuerda que esto a mi me dio excelentes resultados,
incluye banderas y a Simón Bolívar cuando puedas, genera un nuevo nacionalismo,
despierta el odio, divide a los venezolanos, esa etapa te da buenos dividendos,
se eliminaran unos a otros, la violencia te ayudara también a instalarte más
tarde a la fuerza, mientras tanto háblales de democracia y de constitución.
Pide dinero y compra la fidelidad mientras
cumplan los objetivos, cuando logres lo quieres si se oponen o te aconsejan
deséchalos, envíalos a las embajadas, dales dinero para que callen o sácalos
del país para que la prensa no los utilice. Los que se opongan siémbrales
delitos, eso los descalifica para siempre. Por todos los medios mantén mayoría
en la asamblea, mantén a tu lado como mínimo a la fiscalía y al tribunal.
Compra a todos los militares con ropa y equipo, todos lo que tengan comandos
ponlos donde hay bastante dinero, CORROMPELOS para lograr fidelidad, a unos de
ellos ponlos en la petrolera para que logres el control militar, en las
guarniciones centrales necesitas poner a tu gente, ofrece cursos para cambiar a
los indecisos de los puestos clave. Si logras de 200 a 300 militares de alto
rango con comando de tropas eres indestructible, si tienes dudas de algunos
ponlos a prueba, por ejemplo con un golpe simulado, ahí salen todos los
traidores y todos los fieles.
Es necesario controlar los medios de
producción del estado, a los comerciantes les encanta el dinero, compra a los
banqueros, a los grandes comerciantes y a los grandes constructores dales
contratos, trabajos y facilidades para esta primera etapa. Para la segunda
etapa tienes que haber formado comités de defensa de la revolución, llámalos
bolivarianos, haz trabajo comunitario con ellos para que se sientan
agradecidos, págales para que sigan los lineamientos, marchas, concentraciones.
De los comités selecciona los más agresivos para una fuerza de choque armada
que puedas necesitar si la cosa se pone difícil.
Controla la policía, destrúyela, ponla a tu
disposición, en la segunda etapa tienes que profundizar la misión de
revolución, debes mencionar mucho la palabra revolución, eso emociona a los
pobres. Aquí tienes que fracturar a la unión de trabajadores y de empresarios
que puedan hacer oposición, tienes que lograr que los trabajadores estén
afiliados a una central paralela, con dinero se logra, igualmente tienes que
armar una central de empresarios paralela. Ataca a los empresarios, acúsalos
de hambreadores, fascistas y particularmente acúsalos de golpistas. Hazte
el débil, la mente del hombre siempre se ubica en el más débil y en la
justicia, Si no puedes comprarlos cierra los medios de comunicación radial,
impresos y las televisoras. Tu empresa de petróleo es la que produce el dinero
del proyecto, crea una junta directiva revolucionaria, saca a los técnicos y
acaba con esa llamada meritocracia, si tienes todo en esta etapa puedes seguir
a la tercera.
En la tercera etapa puedes violar la
constitución porque nadie te lo va a impedir, ordena allanamientos, siembra
armas, drogas, dinero, acúsalos de espías o corruptos, desprestígialos, recoge
muchos periodistas, empresarios, líderes laborales, los demás escaparán del
país o tomarán escarmiento. Reestructura el gabinete, aquí puedes deshacerte de
tus colaboradores, a unos puedes premiarlos y a otros desecharlos pues ya no
hay oposición, tienes que poner camaradas, establece el estado de excepción,
suspende las garantías, lanza el toque de queda, apúrate, mira que el pueblo se
te está poniendo bravo, cierra todos los medios de comunicación, destituye
alcaldes y gobernadores de la oposición, anuncia la reestructuración de todas
las áreas del estado y la elaboración de una nueva constitución, forma un
consejo de gobierno con 500 miembros, en ese consejo asesor del gobierno estaré
yo. Hay que fusilar a los opositores que no aprendan, esto es lo único que los
silencia y es más económico, nunca dejes que se organicen y conozcan tus
intenciones, seremos respetados nuevamente por el marxismo leninismo, Brasil,
Ecuador, Venezuela y Cuba a pasos indestructibles, si veo que no tienes
criadillas regojo a toda mi gente, me la pueden matar los militares cuando se
te alcen, si no me haces caso ve a ver qué haces. ¿Que estas esperando Hugo?»
(sic).
No puede soslayarse que para garantizar la marcha
triunfal de las ideas que propugnan, en ocasiones pasan a verbis ad
verbera. Las fuerzas de choque que acompañaron a CFK, las milicias
populares y la SEBIN en Venezuela, son preclaros ejemplos que si la ciudadanía
no se somete por la razón, debería hacerlo como consecuencia de la violencia
ejercida desde el poder por esbirros ad utrumque paratus.
Los reverenciadores del tirano y multihomicida Fidel Castro, han
adoptado esa carta como guía de trabajo y nadie podrá desmentir, que han puesto
sus miras en cumplir acabadamente con cada una de las recomendaciones.
Curiosamente, el fascismo de izquierda latinoamericano
y su versión española de Podemos, posee notorios puntos de coincidencia con la
extrema derecha, que en estos momentos se halla en franco ascenso en el
continente europeo. Tomaremos tres elementos que distingue a la extrema derecha
y que mutatis mutandis se han receptado en los diferentes
fascismos de izquierda latinoamericanos:
a) La batalla del vocabulario
b) El totalismo ideológico
c) La lepenización de los espíritus
En una publicación del autor (2013) «La extrema derecha
europea: Una tendencia en auge» se analizaron estos tres elementos, los cuales
pueden adaptarse fácilmente a los fascismos de izquierda de América Latina.
Veamos semejanzas y diferencias entre ambos y se garantiza el asombro y la
perplejidad ante las similitudes existentes entre los opuestos.
La batalla del vocabulario: Es
el elemento esencial estratégico para la conquista del poder. Conscientes de la
potencialidad del manejo de las palabras buscan el control del medio a través
de la manipulación semiótica, dotándola de carácter programático. Difunden
entre los militantes palabras que deben o no ser utilizadas, afirmando que:
«ninguna palabra es inocente…son armas, porque tras cada palabra se esconde un
plan ideológico y político (Moati y Raspiengeas, 1991:152)».
La extrema derecha y el fascismo de izquierda recurren
a un proceso de carga del lenguaje, relato canónico, repetición de clichés y
fórmulas manipuladoras, peyorativas, que en definitiva establecen para los
ultraderechistas una dicotomía de carácter racial entre «civilización» o
«barbarie» y entre capacidades y rendimientos comparativos de «blancos» y
«negros»; mientras que para los populistas de izquierda son «inclusión social»,
«beneficios asistenciales», «poder económico concentrado», «oligarquía
agropecuaria», pobres contra ricos, empoderamiento de supuestas minorías hasta
convertirlas en dictadura de las minorías, izquierdistas lúcidos contra
derechistas trasnochados, reeditando la antinomia imperialismo /
anti-imperialismo y el cínico discurso de los derechos humanos.
La lepenización de los
espíritus: En Europa, como consecuencia de la batalla
del vocabulario germina la llamada «lepenización de los espíritus»
(Tevanian y Tissot, 2002) de amplios sectores de la sociedad e
incluso de partidos opuestos a la extrema derecha. Un buen número de las
propuestas de ésta están siendo aplicadas por los gobiernos europeos o están en
trámite de serlo: severa restricción del reagrupamiento familiar; limitación
del derecho de asilo; dificultades para visados turísticos de residentes en el
tercer mundo; expulsión efectiva de inmigrantes clandestinos; cambios en el
derecho de filiación; instauración de un periodo probatorio para los
matrimonios con extranjeros para evitar uniones de conveniencia; en casos de
terrorismo, privación de la nacionalidad por un periodo de quince años a los
naturalizados; utilización de resortes de la policía administrativa para acosar
a las asociaciones islámicas radicales, restaurar controles fronterizos,
etc.
Mientras que en América latina asistimos a la chavización o kirchnerización de
los espíritus. Con igual énfasis los gobiernos populistas de
Latinoamérica englobados dentro de la corriente fascista de izquierda,
pretenden con mayor o menor disimulo actualizar la ideología comunista,
reconociendo como fuentes de inspiración a Ernesto Che Guevara y Fidel Castro,
resultándoles simpático todo lo que esté relacionado con la antigua y extinta
Unión Soviética, hasta el ridículo de defender al genocida Josef Stalin, como
han declarado sin ruborizarse legisladores argentinos, venezolanos y
bolivianos.
Así, resulta políticamente correcto criticar al
neoliberalismo, cuando en verdad jamás rigió el modelo de libre mercado al sur
del Río Grande; respetar como auténticos héroes a los golpistas venezolanos de
febrero y noviembre de 1992, cuando en verdad fue una asonada militar contra
las autoridades constituidas de Venezuela; aceptar con resignación que la
toponimia reitere hasta el hartazgo los apellidos Kirchner o Chávez, callar que
ambos líderes se enriquecieron obscenamente en el ejercicio del poder, poseer
un doble rasero para la aplicación de los derechos humanos los que se deben
respetar para delincuentes y guerrilleros, mas no para ciudadanos de a pie, que
trabajan, no reciben prebendas y pagan regularmente sus impuestos. Conferirle
valor cuasi sagrado a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, como si no
hubieran lucrado indignamente con el negocio de los derechos humanos10.
El modelo del “totalismo ideológico” fue
formulado por Jay Lifton (1989) como herramienta heurística de
reducción de la complejidad, atento que la extrema derecha tiene pretensiones
de control mental sobre el individuo a través del discurso ideológico
totalitario. El autor lo conceptualiza como: “La conjunción de una ideología
inmoderada con unos rasgos de carácter individual igualmente inmoderados, un
terreno de unión extremista entre la gente y las ideas (Jay Lifton,
1989:188).” En el estudio de partidos de la extrema derecha actual se ha
soslayado reiteradamente la cuestión del sustrato ideológico. La principal
razón de esta situación estriba en la heterogeneidad, la fragmentación, el
oportunismo y la ocultación planificada, característicos de estos movimientos
extremistas (Simón, 2004:59). Las máscaras, los rostros y el vestido del
racismo no deben hacer olvidar los postulados de la derecha radical, que
representan una “readaptación ideológica” del nazi-fascismo (Taguieff,
1993:45).
Para acometer su objetivo recurren a la descalificación
del pensamiento crítico y de todo aquel que insinúe ideas divergentes con las
que ellos sostienen o que pretenda revelar que mienten, roban, corrompen y
abusan del poder, suprimiendo las individualidades y disponiendo de
los recursos públicos como cuenta bancaria personal de los líderes populistas,
a quienes presentan como paladines carismáticos de la bondad y la eficiencia,
que disponen de un poder omnímodo que incluye la subordinación
y secundariedad del aparato institucional del Estado (Sanín,
2003:55).
Se desesperan para obtener el control político de todo,
desde los sindicatos a las Fuerzas armadas, desde la Iglesia católica y las
organizaciones comunitarias judías a las agremiaciones profesionales o de
empresarios, productores agropecuarios, banqueros o clubes deportivos con gran
cantidad de aficionados o simpatizantes, e incluso simples clubes de barrio,
cooperativo o mutual.
En Argentina se ha llegado a contaminar con publicidad
partidista a los encuentros futbolísticos transmitidos por la televisión
estatal, con mensajes directos o subliminales, descalificando adversarios (en
verdad enemigos, desde la lógica que los informa), mintiendo estadísticas y
falseando mendazmente datos de la realidad.
También se ha recurrido al bochorno de pretender
adoctrinar desde La Cámpora a niños de preescolar o enseñanza
primaria o se han repartido ayudas sociales en situaciones de emergencia ambiental
vestidos con pecheras identificatorias de
grupos prokirchneristas como «Unidos y Organizados» «Túpac Amaru»
«Kolina», «La Cámpora» o «Movimiento Evita», etc. Va de suyo que los
bienes, agua potable y comestibles que se repartían eran irrogados
desde el presupuesto nacional; y no actos de altruismo ni generosidad.
Los populismos de izquierda latinoamericanos no
trepidan en financiar sus campañas políticas no sólo con recursos del estado,
que son objeto de malversación, sino que han recurrido al financiamiento de
narcotraficantes y «retornos» de la obra pública (como en el caso
argentino), de los cocaleros (en Bolivia), de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) en Venezuela mediante el canje de favores,
armas, drogas y divisas, o la red de corrupción montada durante los gobiernos
brasileños del PT que ya produjeron la destitución de la
presidente Rousseff, la imputación a Lula da Silva, la instrucción de los
procesos conocidos como «Mensalao» «Petrolao» y «Lava Jato»,
por los cuales se han encarcelado a ministros, legisladores, empresarios y
autoridades del Partido Trabalhista (como por ejemplo Silvio Pereira
ex secretario general del PT, Joao Vaccari ex tesorero del PT,
José Dirceu ex hombre fuerte de Lula como jefe del Gabinete de la
Casa Civil de la presidencia de la República o José Genoino ex
presidente del PT).
También en Ecuador, Nicaragua y los países antes
nombrados se recurre a la presión extorsiva para que se entreguen cheques o
dinero en efectivo en concepto de aportes empresarios a las campañas
político-partidarias. Con ello también se pagan sobresueldos a personeros de
los gobiernos, se realizan actos, donde se entregan prebendas, pensiones,
subsidios, chapas o alimentos; se fabrica merchandising y se
compran medios de comunicación permeables y periodistas venales.
En Argentina, los medios de prensa que exhalaban olor
a kirchnerismo, acabado el gobierno de CFK han entrado en una debacle
financiera, al cesar el ingreso de dineros públicos, porque nunca fueron
viables ni rentables salvo como recurso propagandístico oficial y así han
discontinuado sus actividades Radio América, diario La Mañana de Córdoba,
diario Tiempo Argentino, diario El Ciudadano, diario El Periódico Austral,
entre otros.
LA PUGNA ENTRE LA PRESIDENCIA, EL PARTIDO Y
EL ESTADO:
LA SINTROPIA DEL PARTIDO JUSTICIALISTA
El peronismo adolece de un grave defecto, ya que como
se denomina movimiento «atrápalo todo» (catch all party) de
modo recurrente confunde el gobierno con el partido y el Estado. De tal manera
el peronismo ha mutado de ser partido de gobierno a pretender transformarse en
partido de Estado como otrora lo fueron el PRI en México o la Asociación
Nacional Republicana - Partido Colorado en el Paraguay, o más discretamente en
Partido de Movemento Democrático Brasileiro (PMDB).
Walter Curia (2015) señala que desde la llegada al
poder de Néstor Kirchner, y más marcadamente con la presidencia de Cristina
Kirchner, la política parece haberse convertido en la Argentina en una pura
expresión de la estatalidad. La política ya no reside en un sistema de
partidos, ni siquiera el de un solo partido, sino en el Estado, donde poder y
política se confunden y son la misma cosa.
En palabras de Luis Alberto Romero, la política en la
Argentina «es cada vez más un apéndice del gobierno: para hacer política hay
que ser presidente, gobernador, intendente y hacer política consiste en
movilizar los recursos del Estado para conseguir votos, a la manera del PRI
mexicano» (citado por Walter Curia). Néstor Kirchner era un convencido que se
necesitaba dinero en abundancia, para actuar en política con vocación de éxito.
El fenómeno podría a la vez ser causa y consecuencia
del concepto de ‘recuperación’ de la política que sedujo tanto en los primeros
años de Kirchner y que tantas adhesiones consiguió en un escenario aun dominado
por el concepto de ‘fin de las ideologías. La recuperación de la política con
Kirchner derivó inesperadamente en una ‘apropiación’ de la política por y desde
el Estado, que aparece además como un nuevo sujeto político, por encima de
ciudadanos y partidos. Podría decirse que desde la administración del Estado,
en estos términos, ya no hay generación de políticas públicas sino simplemente
política.
Los pensadores pos-marxistas sostienen que la política
es algo distinto de la estatalidad, y hablan del fenómeno político como
un ‘acontecimiento’ en el que el hecho político, desde finales del siglo
XX, es una ‘excepcionalidad’. La política, según esta corriente de la filosofía
política, está circunscripta a lo micro y aparece en episodios como la toma de
una escuela o la recuperación de una fábrica o en el movimiento de los
indignados o, para que se entienda mejor en la Argentina, en las asambleas
barriales de 2001. Así, la política sería el hecho que busca romper con el
orden social o con el orden institucional vigente.
El kirchnerismo pareció rechazar la
estatalidad en lo que representa como orden institucional, pero sin embargo
generó acontecimientos políticos desde ese mismo Estado que encierran ese
criterio de excepcionalidad y que resultan imprevisibles. Así vemos cómo desde
el vértice mismo del poder político se pretende romper el orden establecido,
como por ejemplo en el caso del acuerdo con Irán por los juicios por la AMIA
para negociar con los acusados, o cuando se establecen nuevos criterios,
arbitrarios, para la selección de jueces.
La expresión orgánica más conocida del Estado como
protagonista de la política es la aparición de La Cámpora, una agrupación
nacida en las entrañas del poder y diseñada a partir del aparato institucional
del Estado, con alcance en casi todos sus estamentos. Lo curioso es la
inversión de roles: desde el Estado, que monopoliza la política, se generan
hechos de naturaleza política que significan rupturas con lo institucional, es
decir, con lo que ese mismo Estado debería representar.
Este ejercicio proviene de una enraizada inclinación en
el kirchnerismo sobre la que ya se ha hablado: perseverar y con
bastante éxito en la idea de que la acumulación de poder nunca es suficiente y
que el verdadero poder está en manos ajenas y aún debe ser conquistado.
Pero, la vieja guardia del Partido Justicialista, del
denostado pejotismo, es como los buitres que huelen a muerto desde las
alturas, y cuando el líder pierde la mayoría o cesa en su mandato, los leales
empiezan a saltar de modo más o menos discreto o disimulado hacia otras naves
que los lleven nuevamente a puertos de victoria y poder. Una frase pinta de
cuerpo entero a la dirigencia peronista, en relación al líder caducado o caído en
desgracia: «lo acompañan hasta la puerta del cementerio, pero no entran con
él».
De manera vertiginosa e imparable desde el 9 de
diciembre de 2015, muchos kirchneristas de paladar negro comenzaron a
mutar sus discursos, a realinear sus lealtades y decir en voz alta lo que antes
no querían, no podían o no les dejaban denunciar. CFK ya no lidera más al
peronismo y su caudal político ha quedado circunscripto
al cristinismo residual, cada vez más menguado y con ganas de hallar
un nuevo conductor. Coincidimos con Crivelli (2013) que: «el
peronismo tiene una capacidad inagotable de reproducción.
El cristinismo (versión crepuscular del kirchnerismo) declina y
ya aparecen sus herederos».
En octubre de 2016, cuando aún no se sabe la suerte que
correrá la ex presidente con sus múltiples causas penales, son varias las voces
que se han alzado diciendo que no debe ser candidata, desde el acomodaticio
Miguel Pichetto al otrora camporista fanatizado
José Ottavis Arias o el ex Jefe de Gabinete de Ministros Juan
Manuel Abal Medina (hijo). Algunos que fueron ministros de CFK están
en aprontes para disputarle el liderazgo en declinación, como por ejemplo
Florencio Randazzo o el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey.
El Partido Justicialista del siglo XXI ha comenzado desde
los primeros días de 2016 a poner en marcha un proceso de sintropía, que
le permitirá en el corto plazo desprenderse del antiguo
sistema kirchnerista, que pasará al arcón de los recuerdos como hicieron
con Isabel Perón, Carlos Menem y Eduardo Duhalde y sus respectivos ismos, para
discernir un nuevo y potente liderazgo que les permita competir para recuperar
el poder. Porque el peronismo sabe que hay vida después del vencimiento del
turno presidencial.
Es que el justicialismo no sabe conducirse desde el desierto
y en democracia no sabe ser oposición leal. Parafraseando a André
Breton «el peronismo es avida dollars, avida potestatem».
Pero esta vez, las urnas le han sido esquivas y los han
enviado al llano. Es una situación completamente diferente al interregno
1999-2001 cuando por varias razones, pero entre la más importantes por
mezquindades y envidias hicieron perder a Duhalde y permitieron el efímero y
endeble gobierno de la Alianza con Fernando de la Rúa como presidente.
Hoy hay una cierta homogeneidad en el equipo de
gobierno de Mauricio Macri, teniendo además el control de los gobiernos
locales de la Ciudad de Buenos Aires, Provincias de Buenos Aires, Mendoza,
Corrientes y Jujuy, el tesoro posee reservas, las bombas de tiempo dejadas por
CFK ya han explotado o se hallan controladas y se comienza a advertir una
superación del kirchnerismo por una realidad con mas libertad y sin
miedo a expresarse.
La economía, el nivel de inversiones, el índice
inflacionario y la confianza en la marcha de la economía mejorarán seguramente
en 2017 (inclusive por efecto rebote), según los pronósticos de las consultoras
mas serias, el contexto internacional valora positivamente la gestión
de Macri, su ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay ha sido
elegido como el mejor ministro de Economía de 2016 por la revista inglesa
«Euromoney» y los nostálgicos del retorno kirchnerista han comenzado
a desvanecerse y a reducirse ostensiblemente. En todo caso, los opositores al
PRO buscarán algún valioso dirigente con experiencia, de los muchos que
tiene el PJ y que no puede ser atacado de corrupto o delincuente para
disputarle el liderazgo tanto a Macri como a Sergio Massa; o
se encolumnarán detrás del líder del Frente Renovador.
A medida que se ventilan los hechos de corrupción
acaecidos entre 2003 a 2015, el avance de las causas judiciales que habían sido
ralentizadas, la aparición de importantes sumas de dinero como los millones de
dólares de Florencia Kirchner, o el tragicómico episodio protagonizado por el
desorbitado ex secretario de Obras Públicas José López, revoleando bolsos con
millones de dólares hacia el interior de un convento en el Gran Buenos Aires,
la aparición de incontables propiedades de Lázaro Báez, la opacidad de la
fortuna y empresas de la familia Kirchner con hechos tales como la cesión
de bienes de CFK a sus hijos Máximo y Florencia tres días después de su
procesamiento en la causa del dólar futuro, la grosera evasión de impuestos de
Cristóbal López por la sideral suma de 8 mil millones de pesos y la falta de
financiamiento a los militantes, trollers y aplaudidores
rentados; ese kirchnerismo todopoderoso y desafiante ha pasado a la
defensiva, dado que carece del ejercicio efectivo de la política clientelar que
lo caracterizó ni dispone de la longa manu que llenaba los
bolsillos de periodistas adictos y, ahora aspira no tanto a recuperar el poder
perdido, sino a no perder la libertad y evitar ser encarcelados por corruptos y
venales.
KIRCHNERISMO: LA TIRANIA DE LA MAYORIA EN
NOMBRE DEL PUEBLO
Al comienzo del ensayo señalamos que llegaríamos a una
definición del kirchnerismo, una vez estudiado su origen, arraigo, llegada
al poder y ejercicio del mismo. No lo podíamos efectuar ab initio porque
era menester relacionarlo con las experiencias peronistas de 1946 a 1955, 1973
a 1976 y 1989 a 1999, y a su vez, con la interrelación con los demás
movimientos fascistas de izquierda que se desarrollaron a América latina.
A esta altura del trabajo y cuando ya estamos próximos
a las conclusiones y epílogo con final abierto, nos es permitido definir
al kirchnerismo argentino.
El kirchnerismo, no renegó explícitamente de Perón
por razones de oportunismo y porque a pesar de las enormes diferencias
ideológicas que separan a los Kirchner de Perón, fueron solícitos alumnos que
aprendieron y reeditaron los peores errores del peronismo. Intentaron encubrir
su formación comunista, que se contradice sin ambages con su condición de
burgueses aficionados por el dinero, especialmente nominado en dólares o euros.
Pablo Giussani (2011:308-309) describe
magistralmente que el peronismo es la simbiosis de dos autoritarismos, uno de
derecha y el otro de izquierda. Generó y arraigó en la Argentina una mentalidad
que asocia automáticamente la democracia con la oligarquía, la libertad de expresión
con el conservadurismo de los Gainza Paz, las garantías individuales
con Álvaro Alsogaray.
El peronismo consiguió crear dentro y fuera de si mismo
un tipo de cultura política en el que nadie podía acceder al «campo popular»
mas que a precio de escribir «democracia» entre comillas, de condenar la
«partidocracia» y de mirar con sorna a cualquiera que abogara por los derechos
civiles.
Los montoneros absorbieron y asimilaron la maniobra
peronista de localizar el antiliberalismo en los valores políticos liberales.
Al lado de un liberalismo económico convencional y de rutina, el
antiliberalismo más sentido, vivido y entrañabilizado por los
montoneros era, ostensiblemente, el otro.
Liberal para los montoneros implicaba remontarse al
lenguaje mussoliniano heredado de la derecha peronista. Liberal para los
montoneros era sinónimo de individualista, poco viril, comodón,
desleal, pantuflero, vacilante, adúltero, débil, goloso, doméstico,
cobarde.
Para los montoneros de Firmenich un liberal
era un hombre de segunda clase, un hombre-cosa, pasible de ser vigilado,
manipulado y eventualmente, suprimido, es decir un «homo sacer»
(Agamben, 1999).
Termina diciendo Giussani: «Quien busque la
filiación de estas angulaciones montoneras para percibir al prójimo podrá
encontrarla, sorprendente e indistintamente, en culto ultraizquierdista a la
lucha armada y en el GOU, en el terrorismo marighelista y en la
exaltación fascista de la acción directa.
De esta doble filiación emana todo el sentido de la
amalgama castro-peronista operado en Montoneros. La conclusión, aunque lógica y
de una diáfana conformidad con la naturaleza de las cosas, es de todos
modos impresionante: es el elitismo militarista del extremismo revolucionario
lo que hace de la inserción montonera en el peronismo, un acto de confluencia
con los componentes mas caracterizadamente fascistas de la cultura política
peronista».
Es así que no se trata de una contradictio in adjecto ni
un oxímoron, presentar al populismo neomontonero y chavista como un
«fascismo de izquierda». José Enrique Miguens (1983) hace más de tres décadas
aplicó a la izquierda vernácula la caracterización de «fascismo de la izquierda
revolucionaria».
En Venezuela ante las reiteradas marchas de ciudadanos,
que protestan contra el gobierno de Nicolás Maduro debido a la grave situación
económica, social, y política provocada por la incapacidad completa de este
gobernante, el oficialismo convocó a contramanifestaciones y el presidente no
deja de proferir insultos contra sus detractores. Una de las palabras que usa
prácticamente en cada oración, al referirse a los opositores, es “fascismo” en
evidente proyección freudiana11.
Si vemos las reacciones de Maduro a través de esta
teoría psicoanalística: ¿qué trata de esconder tras el insulto de «fascismo»?
¿A qué le tiene miedo este mandatario con pretensiones de dictador? La
respuesta es sencilla: el régimen que trata de imponer Maduro —y lo que
trataba de hacer antes Hugo Chávez— es un fascismo puro, hasta burdo.
En primer lugar, proclaman consignas populistas contra
la pobreza; se dedican a saquear la economía por vía de la «nacionalización»;
se empecinan en perseguir primero a sus propios copartidarios que entienden que
son engañados y, después, a cualquier opositor; compran votos con promesas baratas
propias del populismo, tirándole las migajas a la «masa»; forman grupo de
gobiernos aliados a través de ayuda económica; crean una figura del enemigo de
la nación (los yanquis e imperialistas para los chavistas venezolanos).
Se preocupan de las propiedades privadas que conforman
el patrimonio de los personeros de los gobiernos, sus núcleos familiares y
testaferros; mucho más que de los ciudadanos privados de toda
propiedad. Por último, no dejan de aparecer en público con la propaganda
manipuladora basada en la repetición de tres conceptos claves: «todo para el
pueblo», «la oposición que sueña con hacernos más pobres» y «debemos unirnos
contra el enemigo» con el claro objetivo de dividir la población: ellos (los
oligarcas) contra nosotros (los buenos venezolanos). Así, la mentira repetida
miles de veces se convierte en verdad.
Para permanecer en el poder, como todos los fascismos
convierten la educación en adoctrinamiento. El Estado controla e impone los
programas educativos para crear la «nueva historia», mantener en la memoria de
los jóvenes las «atrocidades» del pasado y aniquilar cualquier tipo de la
capacidad crítica. La militarización, las economías planificadas y la
intromisión del Estado, en los fascismos, incluida Venezuela han ocasionado los
estragos esperados.
En los fascismos los gobernantes crean milicias
conformadas por los desarrapados para defenderse de sus propios pueblos y les
entregan las armas. Con todo ello, hunden sus raíces en la miseria e
imponen el terror en medio de altos niveles de criminalidad (en la Venezuela
chavista-madurista la tasa de homicidios es de 79 asesinatos por cada 100
mil habitantes), a pesar del discurso de los dos gobiernos de una baja
significativa en la criminalidad.
Es necesario recordar que en los casi 17 años del
socialismo del siglo XXI en Venezuela han perecido alrededor de 200 mil
personas en manos de asesinos, por lo que Chávez y su extensión física, Maduro,
son, indudablemente, genocidas. Y no se puede olvidar que tanto Chávez
como Maduro han gobernado bajo las leyes habilitantes que son contrarias a
los principios ínsitos de la República y de la democracia (Herrera,
2014).
Chavismo y kirchnerismo son los dos
paradigmas del populismo latinoamericano del siglo XXI, el primero se halla
pendiendo de un hilo ante los horrendos procederes y resultados de la gestión
de Nicolás Maduro y el otro ha sido desalojado del poder mediante elecciones
celebradas en noviembre de 2015. Los fascismos de izquierda son procesos de
carácter declamativamente revolucionario y apoyados en la demagogia
populista buscan legitimarse ante el pueblo, instrumentalizando la democracia
para concentrar el poder (Larroulet y Horzella, 2008:106).
La diferencia sustancial entre chavismo
y kirchnerismo es que en el caso argentino, nunca se anuló el Estado
de Derecho, a pesar de los esfuerzos denodados hechos por los acólitos del
régimen. En ambos dos casos las instituciones republicanas fueron manoseadas
aunque en Argentina la Corte Suprema mantuvo su supremacía e independencia, a
pesar que el gobierno se encargó de destruir la seguridad jurídica. Las
elecciones argentinas siempre se llevaron a cabo dentro de la previsibilidad,
pese a la manipulación que hizo el peronismo del Gran Buenos Aires, con
recursos propios de patanes tales como robar boletas de los adversarios,
convocar como autoridades de mesa a jóvenes militantes de
La Cámpora o hacer publicidad partidaria desde los órganos de
gobierno y con dinero del erario público.
En Venezuela las elecciones fueron cuestionadas por
observadores electorales, el Centro Carter y la OEA, por parcialidad y falta de
transparencia, en especial la que ganó Nicolás Maduro a Henrique
Capriles Radonski por la mínima diferencia (50.61% a 49.12 %), con un
órgano electoral fraudulento, un tribunal de justicia carente de independencia
y anteriores asambleas nacionales con mayoría chavista que expulsaba diputados
que no eran del agrado de los personeros del régimen bolivariano.
El espiral de violencia en Venezuela ha sido y continúa
siendo de mayor crudeza que en la Argentina (donde si bien existe marcada
inseguridad negada sistemáticamente po el kirchnerismo), siempre
existieron frenos y contrapesos, desde la prensa libre hasta la populosa clase
media, que pusieron límites a las pretensiones de desborde que muchos
fanatizados kirchneristas alardeaban que comenzarían en cualquier
momento.
En lo que concierne a la situación social el nivel de
pobreza e indigencia es elevado en ambos países, pero de mayor entidad en
Venezuela. El kirchnerismo, que pretendió proteger a la «mesa de los
argentinos» con medidas proteccionistas y de restricción al comercio y cepo al
dólar estadounidense, si bien dejó una inflación oculta, atraso cambiario e
índices de pobreza falseados maliciosamente, no llegó al desvarío que se vive
en la actualidad en Venezuela donde practican el racionamiento
castrista y escasean los mas elementales comestibles (como leche y pan),
medicamentos, pañales para bebés y ancianos o papel sanitario.
Venezuela encabezó el Índice de miseria Mundial en agosto
de 2014, que se basa en la inflación, el desempleo y otros factores económicos.#cite_note-132 Argentina
y Venezuela poseen una pobre consideración internacional en lo que atañe a
libertades económicas, transparencia, niveles de corrupción y de respeto de la
prensa libre y de las fuerzas políticas opositoras.
Cuanto más avanzó el fascismo de izquierda en la
aplicación de sus principios, más dura es la realidad para la sociedad y los
ciudadanos. Venezuela es el paradigma del oprobio, el autoritarismo, el
desgobierno y la confusión. Argentina, llamó la atención a
los kirchneristas profiriéndoles derrotas legislativas en 2009 (al
propio Néstor Kirchner a manos de Francisco de Narváez) y a una ensoberbecida
CFK con pretensiones de eternización en el poder (a través de la victoria de
Sergio Tomás Massa, su antiguo Jefe de Gabinete y líder del Frente Renovador).
Con ello, se aventó cualquier posibilidad de re-reelección o reelección
indefinida y una de las características de los fascismos de izquierda no puso
aplicarse en la Argentina, se impidió la reforma constitucional.
Finalmente, la fórmula del FPV
Daniel Scioli y Carlos Zannini cayó en el ballotage ante la
de Cambiemos integrada por Mauricio Macri y
Gabriela Michetti y a ello contribuyeron la histórica votación
realizada en Córdoba, que desterró cualquier atisbo de victoria K y la caída
del bastión bonaerense, donde fue derrotada sin contemplaciones el
controvertido binomio de Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, a manos de
la actual gobernadora María Eugenia Vidal, acompañada del líder radical Daniel
Salvador.
El kirchnerismo deja pendiente la urgente
tarea de asumir el pasado y estudiarlo con objetividad, sin resucitar muertos o
reclamar revisiones que a nada lleva, ni enconar algo que atrás debe quedar
(Ramírez, 2006:150). Nos dejan una sociedad irritada e irascible. Abrió a
sabiendas una brecha entre los unos y los otros, una grieta perversa de la que
fluyen odios y resentimientos que estaban bien sepultados bajo capas geológicas
de tolerancia, respeto, sufrimiento y dolor.
Difícil
será la cancelación de las cuentas pendientes12, porque como en los setenta,
los neomontoneros siguen pensando: «Nosotros somos los buenos»
(Muchnik y Pérez, 2013:93) y los ideólogos del comunismo que encontraron
refugio y tierra fértil en
el kirchnerismo (como Barcesat, Bonafini, Verbistky, Sabbatella o Heller),
al cual parasitaron, no se arredrarán tan fácilmente porque están acostumbrados
a votaciones paupérrimas, a renegar de la «democracia representativa» y a
divisiones permanentes como las amebas, todo lo cual han suplido mediante la
utilización de la violencia armada, la intelectualidad que publica y se
cite endogámicante, o ejerce el periodismo sin objetividad disfrazando sus
ideas marxistas, valiéndose de sus autodefiniciones como sujetos progresistas o
de convicciones social-demócratas.
El kirchnerismo y los demás neopopulismos
latinoamericanos de izquierda, exhiben los rasgos intransigentes y reaccionarios
del progresismo. Ellos se hallan encastillados en sus cavernas ideológicas
(Uriarte, 2012) y adscriben indistintamente algunas de sus diferentes
variantes: terrorista, pacifista, identitaria nacionalista o
intelectual radical.
¿Persistirá el kirchnerismo en el universo
político argentino? Si lo hiciere y tuviere una cuarta presidencia sería tan
radical que llegaría a desnaturalizar su espíritu y la democracia
representativa no sería lo suficientemente sólida para someterlo a sus propios
postulados y mecanismos. En suma, la encrucijada es entre un populismo
democrático (que entendemos es un perfecto oxímoron), donde el polo
popular y el constitucional de la democracia conviven y se complementan y una
experiencia populista de contenido fascista de izquierda, dispuesta a
desembocar en tiranía en nombre del pueblo (Zanatta, 2014:274).
A juzgar por
la difuminación del kirchnerismo desde diciembre a la
actualidad, la importante imagen negativa que registra Cristina Kirchner, el
alto nivel de rechazo entre el electorado argentino y los políticos
justicialistas dispuestos a desafiar su liderazgo, permiten sostener que
el kirchnerismo no pasará por un proceso de radicalización ni por
otro de entropía. El peronismo busca recuperar el favor popular y se halla
predispuesto a sustituir sin más trámite el extinguido liderazgo que ostentó
CFK.
INTERPRETACIONES CONTRAPUESTAS
Loris Zanatta (2014:235-238) señala que hoy
el populismo tiene ambiciones totalizadoras, tiende a impregnar todo el sistema
en el que se arraiga. En América latina, el populismo que parecía hace veinte
años inclinarse hacia la derecha neoliberal, ha incorporado en la actualidad
contenidos afines a la izquierda. Ese populismo está afectado de una
ambivalencia intrínseca: integra excluyendo, ambiciona democratizar la esfera
social empleando métodos autoritarios en esa política, y donde por eso derecha
e izquierda tienden a superponerse, si no a confundirse y convivir.
Cuando los populismos se imponen y se transforman en
régimen, su idea del mundo los lleva a un control férreo de toda la sociedad,
en nombre de su recuperada homogeneidad, y reproducen en su interior las
divisiones ideológicas, que de otros modos serían expresadas por los diferentes
partidos, en tal caso existe un fascismo «de izquierda» y un comunismo
«conservador», un peronismo de «derecha» y un peronismo de «izquierda», un
chavismo «revolucionario» y un chavismo «burgués».
El populismo actual tiene la apariencia de un fenómeno
híbrido: es un animal populista en una jaula institucional, la del Estado de
derecho, que le resulta estrecha pero de la cual no puede escapar para
construir un hábitat a su medida.
Advertimos contemporáneamente la creciente capacidad de
las democracias representativas de metabolizar el reto populista, o de imponer
vínculos que obligan a los populismos a adaptarse a las reglas de su
funcionamiento. Hay casos en que el populismo queda sujeto a las riendas del
Estado (Argentina) y otros en los que su fuerza es tal que lo alteran hasta
hacerlo irreconocible (Venezuela).
Marcos Aguinis (2016) formuló duras
declaraciones sobre los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y la política
Argentina en el programa televisivo Intratables. Incluso, el autor cordobés
comparó al kirchnerismo con el nazismo. «En Alemania había gente que
defendía a Hitler. 'Hizo grandes obras', decían". En los años 60 había en
Alemania grupos de personas que defendían a Hitler, diciendo que 'hizo también
alguna cosa buena: hizo autopistas, creó la Volkswagen, le devolvió
la dignidad al pueblo alemán'. Esos elementos, comparados con la ruina general,
quedan a un nivel microscópico. Y acá pasa lo mismo: no sé cómo pueden defender
el saqueo que fue la última década». «El kirchnerismo dividió a las
clases sociales en dos: los saqueadores y los saqueados. Le hicieron un gran
daño a nuestro país, un daño económico y moral».
En este ensayo sostenemos que los orígenes de los
populismos de izquierda en Argentina y Venezuela -calificados de
fascistas- son diversos. En Argentina, emerge el kirchnerismo porque
desde 1989 a 2001 se tendió a transformar durante el populismo menemista y su
supervivencia más allá de 1999, a la política en administración; la ideología
en tecnocracia; el conflicto en una competición imperceptible tendiente a dar
respuesta a las demandas de seguridad e identidad que provocan las
transformaciones globales (Zanatta, 2014:240). Mientras que en Venezuela, el
populismo marxista de Hugo Chávez aparece como consecuencia de la implosión del
sistema de partidos nacionales COPEI y Acción Democrática y se desarrolló sobre
las ruinas del colapso de la mediación política tradicional (Zanatta,
2014:250).
Kirchner y su esposa, más extremista y desembocada la
segunda que el primero, no debieron afrontar ningún intento de golpe de Estado
ni de destitución mediante juicio político en el Congreso, mas allá de
periódicas recurrencias distractivas a complots y actitudes
«destituyentes». Chávez por su parte, sufrió un intento de golpe en 2002 y
Maduro con una imagen altamente negativa, esquiva con recursos ilegales
un referéndum revocatorio que, de celebrarse, finalizaría seguramente
su mandato por incompetencia y falta de idoneidad para gobernar.
Los Kirchner, Chávez y Maduro, son a su vez los efectos
de las crisis de legitimidad provocadas durante el gobierno de De La
Rúa en Argentina (1999-2001) y de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez
(1989-1993) en Venezuela, que llevó al comandante Chávez a jurar
«sobre la moribunda Constitución de 1961» en su primera presidencia,
principiada en febrero de 1999.
Los Kirchner provenían del peronismo tradicional, si
bien fueron militantes del ala montonera en los años 70 gobernaron con
prácticas feudales la provincia de Santa Cruz y eran claramente burgueses.
Mientras que Chávez y Maduro, provienen de una outsider izquierda
nacionalista que nunca había gobernado en Venezuela y se enriquecieron en
demasía durante el ejercicio del poder. En ello, coinciden con los Kirchner,
quienes también registran un incremento patrimonial indefendible.
Mientras que para los kirchneristas el mito
unificador fue el «movimiento nacional y popular», para los chavistas resultó
Simón Bolívar. Ambos denostaron a la globalización neoliberal y debieron
recurrir a un relato para sostener sus reivindicaciones. Unos y otros se vieron
favorecidos por los recursos mediáticos. Chávez y CFK utilizaron hasta el
hartazgo las redes unificadas obligatorias y pronunciaron maratónicos
discursos, compitiendo en duración a los que acostumbraba pregonar el dictador
Fidel Castro.
Zanatta (2014:254) enseña que «la idea de pueblo
que directamente expresan o a la que aluden indirectamente es la típica de una
entidad que se atribuye el monopolio de la virtud, en la cual el enemigo que
encarna el mal, dentro o fuera de la comunidad, es el culpable de sustraer la
soberanía y la homogeneidad».
«Un pueblo que en Venezuela manda, decía Chávez, aunque
dirigido por su comandante que representaba a toda la nación, como si el pueblo
hostil a él sólo existiera como una encarnación del pecado. En nombre de esa
soberanía se lanzaba contra sus infinitos enemigos, verdaderos o imaginarios,
ora contra el belicismo colombiano, ora contra el imperio asesino
estadounidense, ora contra las amenazas a la soberanía y así sucesivamente, a
lo largo de una infinita vía constelada de enemigos del pueblo que en el
encarnaba» (Zanatta, 2014:255).
Los populismos expulsan al adversario político del
terreno de la legitimidad y la identidad. Chávez cubría de insultos a sus
opositores acusándoles de ser «antinacionales», culpables de «crímenes
antipatrióticos» perpetrados como «genuflexiones a los pies del imperio», y a
Cristina Kirchner siempre tentada por antiguo adagio que contrapone a su Pueblo
virtuoso al Antipueblo traidor (Zanatta, 2014:256)13.
Los líderes fascistas de izquierda ambicionan
monopolizar los espacios y los símbolos de toda la colectividad nacional,
apropiándose de los colores de la bandera para convertirlos en estandarte del
propio partido. Cristina Kirchner utilizó el celeste y blanco de la enseña
patria para identificar su presidencia y al Frente para la Victoria. Hugo
Chávez cambio el nombre al país llamándolo República Bolivariana de Venezuela
(lo mismo hizo Evo Morales al redenominar a su país como Estado
Plurinacional de Bolivia), modificó el escudo haciendo que el caballo blanco
mirase hacia la izquierda y no hacia la derecha, se vistió de los colores de la
bandera venezolana y con ello provocó que lo imitasen los dirigentes de la
oposición Leopoldo López o Henrique Capriles Radonski.
CFK no se apropió de un mito común, pero impuso a todos
un mito parcial, el de Eva Perón y el de su difunto esposo Néstor Kirchner.
Ambos perfiles se exhiben en los espacios públicos y Evita llegó a sustituir al
dos veces presidente constitucional Teniente General Julio Argentino Roca en el
billete de 100 pesos.
Para Ernesto Laclau (2005) el populismo es
una forma de constituir una identidad social. El populismo, así, supone la
construcción de una identidad popular generada por las exclusiones sociales que
el sistema produce en su propia configuración. Esto implica una expansión de la
cadena de equivalencias (el momento horizontal) a la vez que una articulación
simbólica que ofrece intentos de sutura de la diversidad (el momento vertical).
Con respecto a la democracia, Laclau reconoce
que es perfectamente concebible que el populismo
adquiera rasgos autoritarios. Es decir, no
hay ligazón necesaria entre el populismo y la democracia, como tampoco entre democracia
y liberalismo, sino que estos vínculos son históricos y contingentes. Sin
embargo, a importancia del populismo para la democracia radica en que le ofrece
a ésta la conformación de un pueblo, algo que es «condición sine qua
non del funcionamiento democrático» (Laclau, 2005: 213).
La recuperación del concepto de pueblo como categoría
política en la obra de Laclau es un intento por
comprender los avatares y conflictos presentes
en el capitalismo globalizado actual atravesado por una pluralidad de
demandas sociales insatisfechas. A su vez, ofrece una refinada teoría del
populismo alejada de las visiones hegemónicas en las ciencias sociales. En
momentos en que el concepto de populismo es puesto en cuestión a la vez que se
propaga su utilización a diestra y siniestra, tal vez el mayor aporte de
La razón populista consiste en la posibilidad de avanzar en la elaboración de
un marco teórico para reconstruir procesos sociales contemporáneos en América
Latina desde una perspectiva que, en definitiva, permita la
comprensión de nosotros mismos y la construcción de proyectos basados en la
justicia y la democracia (Retamozo, 2006).
Para José Natanson (2016)
director de Le Monde Diplomatique edición Cono Sur,
el kirchnerismo hoy «es en primer lugar, una cultura política.
Durante años confinada a un rincón de la academia, que la consideraba una forma
apenas disimulada de referirse a ese pescado resbaloso que los peronistas
originarios llamaban “ser nacional”, la cultura política fue rescatada por los
estudios pioneros de Gabriel Almond y hoy goza de un status científico
equivalente al de variables en apariencia más cuantificables y explicativas.
Medida a través de complejas investigaciones de opinión, estudios de
comportamiento y grupos focales, la cultura política refiere básicamente al
modo en que una sociedad organiza sus intereses y valores, tramita sus
conflictos y se da a sí misma un orden que refleja su idiosincrasia y que es,
por lo tanto, un saldo provisorio de su historia.
La encuesta de orientaciones ideológicas elaborada
por Flacso-Ibarómetro es, en este sentido, contundente. De acuerdo a
la investigación, un porcentaje mayoritario de los argentinos (61,8 %) prefiere
la intervención del Estado en la economía antes que la mano invisible del
mercado, elige las alianzas con los países de la región antes que con las
potencias del primer mundo (53,6 %), apoya los juicios por violaciones a los
derechos humanos (61,4 %) y cree que la búsqueda de la igualdad, más que la
libertad, debe ser el principal objetivo de un gobierno democrático (50,5 %
contra 32,8 %).
SOCIEDAD DEL ESCÁNDALO: UNA OPORTUNIDAD DE
TRANSFORMACIÓN
Así como no pretendemos crear una mirada pesimista
sobre el futuro de la democracia en Argentina, tampoco consideramos que resulte
válido anatemizar al kirchnerista convencido, sino que hacemos hincapié
en quienes adoptaron una posición de recalcitrante arrogancia e hicieron de la
corrupción su medio de vida. Nos referimos a quienes abdicaron del respeto, la
tolerancia y el diálogo, los que no reconocen al otro como otro.
Pese a los resultados del kirchnerismo en el
ejercicio del poder, mantenemos una mirada optimista sobre la indispensabilidad
de la política en toda sociedad. Esa política se convierte en un demérito
cuando cierra los canales de encuentro o es apropiada por el extremista quien
«cree que si el fin que persigue es bueno tiene derecho a ejercer sobre sus
conciudadanos toda coacción posible; pero no advierte que sus actos lo
equiparan a un déspota malévolo» (Spencer, 1989:9).
Con Víctor Manuel Fernández (2016) entendemos, que la etapa
del poskirchnerismo que nos encontramos transitando, es un momento
«de rechazar las diálecticas que enfrentan». Es la ocasión de
prohijar y promover la figura del poliedro, que es usada para ejemplificar una
sociedad donde las diferencias puedan convivir complementándose,
enriqueciéndose e iluminándose unas a otras, porque «de todos se aprende algo,
nadie es inservible, nadie es prescindible».
La cultura del
encuentro que pregona el papa Francisco, consiste en «recoger la experiencia y
la perspectiva del otro, sin perder la propia identidad». Es momento de una
diversidad reconciliada, donde el pueblo es sujeto y no sólo una elite, sino
todos quienes lo integran, lo cual es una garantía de paz sólida y real, la
cual no se logra «silenciando las reivindicaciones sociales o evitando que
tengan voz pública».
Por ello, la diferencia con el asistencialismo clientelar de los fascismos de
izquierda, estriba en que todos tengan posibilidades de tomar la vida en sus
manos, de ganarse el pan y de acceder a una vida mejor, gracias al esfuerzo y
al desarrollo personal (Fernández, 2016).
En los tiempos actuales es imperativo superar la cultura del descarte, lo cual
implica no excluir a nadie. Porque, cualquiera puede opinar distinto, ofrecer
un matiz diferente, mostrar otro aspecto de la realidad sin que le caiga encima
una catarata de sospechas.
Concluimos
entendiendo que el fascismo de izquierda, como el de derecha, son producto de
la profunda crisis de la sociedad posmorderna, de la quiebra del modelo
civilizatorio en todas sus dimensiones (Pérez Andreo, 2016).
Ya muchos intelectuales intentaron explicarlo y han aportado términos
tales como «sociedad líquida» Bauman; «sociedad del riesgo» (Beck);
«sociedad de la transparencia» (Váttimo); o «sociedad del cansancio» (Han).
Pérez Andreo formula el concepto de la «sociedad del escándalo», en
la cual subsume la muerte de la postmodernidad. Esta, es una sociedad donde el
hombre es ocasión de caída para el hombre, donde las condiciones sociales y
económicas llevan a unos a ser lobos para otros y a todos, a un proceso de
deshumanización.
Empero, a la faz negativa se le debe contraponer otra positiva, porque la
sociedad del escándalo es la que permite ascender por la escala de lo humano,
que permite trascender. Positivo es un adjetivo heurístico, porque pese a todo
tenemos la oportunidad de transformar y construir otra sociedad verdaderamente
humana. En cualquier caso, los fascismos sean de la orientación ideológica que
fueren, resultan intrínsecamente perversos y egoístas; correspondiendo ser
superados por una cosmovisión poliédrica, laudatiana, que se logra en el
marco de una cultura del encuentro.
EPILOGO CON FINAL ABIERTO
«Las costumbres de los antiguos
republicanos:
Disciplina, sencillez, mesura
y fortaleza iban desapareciendo rápidamente, y en su lugar
aparecieron
la vagancia, la búsqueda de placeres y el
desenfreno.
Desde ese momento el individuo dejó de
subordinarse al todo».
(Mainländer, 2014:277)
«Queda siempre por desmitificar el miro
nacional. (Y que no
por desmitificar, sería una tautología.
Todos los mitos son mentiras. Los mitos
verdaderos son los arquetipos,
las estructuras esenciales del pensamiento.
Los mitos políticos, son mitos falsos,
desarraigados porque no tienen
fundamentos en
el extraconsciente político»
(Ionesco, 1981:103)
Natanson (2016) sostiene que: «como ningún otro
ciclo político desde la recuperación de la democracia,
el kirchnerismo logró sobrevivir a su desalojo del poder. Y sin
embargo, transformado hoy en una cultura política y una minoría intensa, no
puede proponerse simplemente como un guardián de las conquistas del pasado,
como un eco dela década, por más ganada que haya sido. Para que no se reduzca
a «un conjunto de personas con algunos recuerdos en común», como decía
Ricardo Sidicaro, el kirchnerismo necesita reinventarse apelando
a nuevos sectores, recursos y discursos, una tarea pendiente desde
el 2010 pero que debe encarar cuanto antes si quiere superar la derrota, que no
es un accidente de la historia ni una conspiración de los poderosos sino el
lugar en el que lo puso la sociedad tras las últimas elecciones».
Por el contrario, desde este ensayo descreemos en parte
de las conclusiones de Natanson y sostenemos que
el kirchnerismo, originado en el peronismo, pero tributario de los
diferentes fascismos de izquierda que se han implementado en América latina
desde fines del siglo XX, es un síntoma de recurrente enfermedad de ese
histórico movimiento fundado por Perón en 1945, como lo fue el menemismo en los
años 90.
El kirchnerismo sin el ejercicio del poder
posee una expectativa de vida similar a la de un pez sacado del agua. Es además
una expresión política agotada, que al perder el gobierno se ha convertido en
«calabaza» (Cristina Fernández de Kirchner, en su última alocución como
presidente constitucional el día 9 de diciembre de 2015), en donde ya no
es creíble ni válido sostener que sea objeto de una perversa
persecución judicial.
El kirchnerismo, aprovechándose del contexto de
2003, en plena crisis del sistema de partidos y bajo el llamamiento a «que se
vayan todos», supo construir autoridad y poder y con ello coetáneamente una red
de enriquecimiento ilícito, un nuevo régimen de «robo para la corona», el cual
existió en los años 90 desde la impronta neoliberal menemista y, entre
2003-2015 bajo el paraguas de la ideología neomontonera de izquierda.
Pero el kirchnerismo, más allá de los desprecios
de CFK al Partido Justicialista, no puede renegar de su origen y los votantes
peronistas, más los que éste movimiento recoja en 2019 como expresión de
rechazo, diferenciación o castigo a la gestión del actual presidente
Mauricio Macri, elegirán un líder insospechado de corrupción y sobornos o
cercanía con el narcotráfico, para que los conduzca a una disputa digna y a una
elección con posibilidades de victoria. No se tratará de conseguir
fueros protectivos ni obtener impunidad para los personeros
del kirchnerismo, ni volver al poder a ejercitar revanchismos.
La última kirchnerista es Cristina Fernández,
quien ha adoptado la postura de perseguida política, lo cual se infiere de sus
frases: «Si pudieran prohibir del abecedario la letra K, lo harían»; «Me pueden
citar veinte veces más, me pueden meter presa pero no lograrán callarme»; «No
necesito fueros. Tengo los fueros que me dio el pueblo en doce años, en dos
elecciones consecutivas».
Parafraseando a CFK,
Parafraseando a CFK no fue década ni ganada, porque los «progres sin
corbata» detentaron el poder por doce años, seis meses y quince días; los
resultados de las tres gestiones fueron disimulados, mentidos, alterados,
falseados, quedando un tercio de los argentinos en situación de pobreza y un
elevado número de funcionarios, dirigentes y militantes enriquecidos a extremo
tal de pasar en cuatro años de un patrimonio de cero a 6 millones de pesos; de
poseer un vehículo pequeño a ser propietarios de un helicóptero, de ser
inquilinos a poseer un indeterminado número de propiedades inmuebles o convertirse
en terratenientes. También, con el secretario José López podemos
sostener : «No fue magia». «Fue mafia»14. Se trató de un
plan sistemático ejecutado para saquear al Estado y a la Argentina.
El nivel de corrupción expuesto y revelado desde la colocación
en el llano, será el peor lastre para Cristina Kirchner, quien a pesar de
atesorar una intención de voto no desdeñable, sólo le aguarda un futuro de
política retirada o recluida en un escaño legislativo, similar al que disfruta
hoy el senador Carlos Menem, condenado a prisión por la Justicia; pero que
mantiene incólumes sus fueros, gracias a la convergencia connivente de pejotistas y kirchneristas.
Los kirchneristas encarnan paradigmáticamente
a la corrupción de los principios (Delpech, 2005: 75-76), a la corrupción de la
verdad y a la corrupción en tanto abuso de poder, de funciones o de medios para
sacar un provecho económico; es decir, en cuanto mal uso del poder político
para obtener una ventaja ilegítima.
Desde 1983 la divisoria de aguas en la vida democrática
hace quedar fuera de ella a dos sectores: a los golpistas y a los corruptos. En
este último sector colocamos sin vacilación, a Cristina Fernández de Kirchner y
a su núcleo de fieles que la acompañó en el ejercicio del poder; sean condenados
por la Justicia o bien eludan su acción por el paso del tiempo, cuestiones de
procedimiento, o por falta de decisión de los tribunales.
2016, en el 71° aniversario del 17 de octubre de 1945
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