Resumen:

La Revolución Cubana en el poder ha sido pródiga en líderes de calado internacional por la profundidad, diversidad y complejidad de su pensamiento, en Fidel Castro es donde mejor se sintetizan los anhelos de las colectividades postergadas, desde una visión teórico-práctica de inclusión y avanzada para los estándares de su época. El trabajo pretende aproximarse a tres aristas fundamentales de sus concepciones acerca del poder en su dimensión sociotecnológica: la primera, referida a las tecnologías de la información y las comunicaciones vinculadas con el acceso democrático del pueblo, la segunda idea se concreta en las potencialidades que ofrecen dichas tecnologías para el desarrollo económico, político y cultural de la nación y la tercera mirada, se concentra en las capacidades que brindan para la defensa del proyecto socialista cubano.

Palabras claves:

Desarrollo económico, político y cultural; Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Proyecto socialista cubano.

ABSTRACT

Cuban Revolution on power has produced important political leaders due to the profundity, diversity and sophistication of their thoughts. Fidel Castro, with a progressive, practical and theoretical vision of social inclusion, is who better synthesizes abandoned communities’ desires. This paper aims to approach to three main aspects of his power concept considered in a social and technological dimension: the first one refers to technologies of information and communications connected to people’s democratic access, the second idea is about potentialities offered by such technologies in order to achieve economic, political and cultural development and the third view focused on the abilities offered by new technologies to defend Cuban socialist project.

Key words:

Cultural, political, economic development; Technologies of Information and Communications (TIC), Cuban socialist project.

 

Título: Aproximación a las concepciones fidelistas del poder en su dimensión sociotecnológica

Eddy Mac Donald Torres torres@uci.cu , Yaimara Cao García ycg@espnl.co.cu

 

Introducción

La información y las computadoras son para el mundo actual lo que la máquina de vapor para la Revolución Industrial, vivimos en una época marcadamente dinámica donde los sucesos y acontecimientos que se generan a diario tienen una expresión inmediata en la opinión de millones de personas en todo el orbe.

En los últimos cincuenta años los vínculos humanos están aceleradamente mediados por procesos electrónicos de almacenamiento, procesamiento y transmisión de datos a través de computadoras, teléfonos, redes, cables y satélites que conforman todo un espacio virtual de relaciones del que surgen nuevas formas de comunicación, producción e intercambio económico, político, social y cultural en general.

Internet, herramienta cuyos orígenes, de acuerdo a un grupo de estudiosos, se sitúan en laboratorios militares de los Estados Unidos a finales de 1960 y principios de la década de 1970 del pasado siglo, fue creada con la intención de garantizar vías de comunicación para la maquinaria guerrerista de aquel país. Creciendo a su vez como arma propagandística en manos de la nación norteña. Al cabo de los años, ese pequeño embrión comunicacional se convirtió en una inmensa red de redes y su acceso se amplió progresivamente, sirviendo de tribuna al pensamiento alternativo frente al hegemonismo estadounidense.

Lo ocurrido en los últimos años es la convergencia de empresas, medios, tecnologías y lenguajes, siendo evidente el entrelazamiento de emporios comunicativos a escala global con un discurso hegemónico. Muchas de estas transnacionales se encuentran en manos de las mayores potencias económicas, siendo la lógica del mercado quien impone sus valores y sus condicionamientos sobre los modos de producción y de distribución.

La importancia que reviste para el desarrollo socioeconómico de los pueblos y Estados, el acceso a estas tecnologías requiere de su comprensión y empleo de forma efectiva, la visión desde la política y sus actores, cobra por tanto, ribetes de prioridad.  Aproximarse al estudio desde la concepción de Fidel Castro como líder de la Revolución Cubana en cuanto al acceso democrático del pueblo a las TIC, así como las potencialidades que ofrecen estas para el desarrollo de la nación y las capacidades que brindan para la defensa del proyecto socialista cubano constituyen el propósito de este trabajo.

Desarrollo:

A raíz del desmantelamiento por parte del gobierno ruso de su base de radioescucha, ubicada al sur de la capital cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro decide crear en los predios de esa instalación una Universidad de Ciencias Informáticas que acogiera a jóvenes de todo el país con el objetivo de contribuir a impulsar la informatización de la sociedad cubana. Este acontecimiento se materializa en septiembre de 2002.

Constituye una necesidad exponer que las  posibilidades de acceso a Internet para Cuba hasta los primeros años de la década actual estuvo limitada -a la vía satelital, más cara y de lenta conexión- desde el 22 de agosto de 1996, a través de un enlace por satélite con el proveedor internacional norteamericano Sprint Corporation, debiendo destacar que en octubre de ese año se inauguró el primer servicio de Internet en el país.

Sin embargo, para el año 1993 el Presidente de los Consejos de Estado y Ministros de Cuba Fidel Castro, proyectaba  la necesidad de adaptarse a las realidad que emergía, aún en medio de la más compleja situación socioeconómica y política de la Revolución:  “vivimos en el mundo de las comunicaciones, de la radio, de la televisión, de los libros, de los teléfonos a larga distancia, y esa tendencia hacia la comunicación entre todos los países será cada vez mayor; y en ese mundo tenemos que aprender a vivir cada vez más adaptados y cada vez mejor preparados”.[1]

En la guerra desarrollada contra Cuba una de las principales matrices de opinión manejadas es  la inexistencia de una política de Estado para el acceso a las  TIC, especialmente en cuanto a la negación de Internet al pueblo cubano, sin embargo en el discurso del Líder de la Revolución Fidel Castro, incluso antes de 2002 podía vislumbrarse una intención muy clara de todo lo contrario, además, a partir de 2007 se comienza a fomentar con mayor fuerza una oposición fabricada desde las nuevas tecnologías, precisamente por las posibilidades que se estaban generando. 

Aunque la investigación que hacemos se concentra a partir del año 2002 aquí aparecen las bases de lo que ocurriría desde ese momento.

Fidel planteaba en Septiembre de 1999 lo siguiente:

´´Las nuevas tecnologías de las comunicaciones han dividido al mundo entre los conectados y los no conectados a las redes globales. ´´

´´Conectarnos al conocimiento y participar en una verdadera globalización de la información que signifique compartir y no excluir, que acabe con la extendida práctica del robo de cerebros, es un imperativo estratégico para la supervivencia de nuestras identidades culturales de cara al próximo siglo.´´[2]

“El tema relativo al conocimiento y la tecnología es de especial relieve en nuestra agenda, porque en él abordamos los problemas que deciden, en buena medida, el futuro de nuestros países.

Para acceder a Internet es necesario al menos saber leer, tener una línea telefónica, una computadora y dominar el idioma inglés, en el que aparece el 80 por ciento de los mensajes contenidos en la red. Cualquiera de esos requisitos, y más aún todos a la vez, es difícil la  realización en muchos de los países del Grupo de los 77.

Conectarnos al conocimiento y participar en una verdadera globalización de la información que signifique compartir y no excluir, que acabe con la extendida práctica del robo de cerebros, es un imperativo estratégico para la supervivencia de nuestras identidades culturales de cara al próximo siglo”[3].

En noviembre de 1999 insistía en el dominio de la tecnología:

“Todos los periodistas dominando la computación, todos sin excepción; todos con posibilidades futuras de comunicarse entre ellos y de comunicarse con el mundo a través de Internet y a través de las computadoras, a nivel global, no solo nacional”[4].

Ya en Agosto de 2001 avizoraba con claridad las posibilidades de Internet para Cuba:

Internet, a través de su famosísima fibra óptica, está comunicando todos los continentes, de lo cual nos alegramos, para poder trasmitir nuestras verdades y nuestros mensajes.

En Junio de 2002 planteaba la posibilidad del desarrollo en educación y cultura:

“Entonces podremos competir con los ciudadanos de Estados Unidos y otros países desarrollados no sólo en posibilidades de comunicarse por Internet en varios idiomas, sino también en niveles de educación y cultura”[5].

La UCI constituyó una respuesta a la demanda de capital humano de elevado nivel en el área de las TIC en pro de lograr la informatización de la sociedad cubana.

El 19 de julio del propio año, refiriéndose a las características de la universidad señalaba: “una universidad donde podamos preparar programadores que produzcan software, que nos permitan insertarnos a esa gran industria a nivel internacional”[6].

El líder cubano le daba  un gran peso a la formación y disciplina de los educandos en la Universidad asegurando que en estos debía primar (…) “Calidad humana y revolucionaria por encima del talento.” y más adelante sentenciaba: “esta escuela tiene que ser como una escuela del Partido.” [7]

Un mes después, chequeando los primeros pasos del proyecto afirmaba: “Los objetivos de esta institución son altamente estratégicos. Al enemigo le va a preocupar diez veces más que cuando era un centro de exploración radioelectrónica, porque este es un centro estratégico del futuro y para el desarrollo del país”[8].

(…) “la idea fundamental es que se convierta en la rama más productiva, aportadora de recursos para la nación. Hay muchas, pero no hay nada que se parezca a esta”. [9]

Como es característico en el dirigente revolucionario se adelantaba a lo que ocurre en estos momentos en materia de movilización política y cívica con el uso de Internet, desde octubre de 2002 apreciaba lo siguiente:

“En esa lucha por el cambio de este orden económico, habrá también muchos ciudadanos de los países desarrollados y muchos ciudadanos norteamericanos que se organizan a través de Internet”[10].

Su preocupación sobre las enormes posibilidades que estas tecnologías traen para la educación y fundamentalmente a las personas discapacitadas se aprecia en diciembre de 2002 y materializado en las políticas desarrolladas en las escuelas especiales:

…. porque un niño ciego puede graduarse como profesional universitario, comunicarse por Internet con el mundo, y he conocido casos de primeros expedientes universitarios que eran ciegos de nacimiento.

En mayo de 2003 ponderaba las características de Internet como alternativa a los monopolios de la información:

“Otra cosa: Internet. Ha aparecido Internet y el valor de las grandes cadenas ha ido disminuyendo. Los grandes órganos que antes estaban monopolizados han ido disminuyendo su influencia monopólica, porque al surgir y masificarse Internet, que está en manos de muchas personas de las capas medias, en realidad las posibilidades de trasmitir otros mensajes son hoy enormes.

…. Internet que puede permitir enviar un mensaje a cualquier rincón del mundo, aunque no sea oscuro, porque, realmente, en general, los que tienen Internet tienen también electricidad y posibilidades de comunicarse….”[11]

En diciembre de 2004 reitera la importancia de la Internet para Cuba, traduciéndose en el caso de la UCI en un proyecto para difundir la verdad sobre Cuba en esa plataforma informática:

“Ningún pueblo tiene más cosas que informar ni preparación para hacerlo mejor”[12].

Para julio de 2005 se celebraba la conexión a la red de instalaciones de salud pública con diversos propósitos.

A propósito de la primera graduación de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), en julio de 2007 el entonces Primer Secretario del PCC señalaba los problemas éticos y la brecha digital en el acceso a Internet. Refiriéndose a la brecha entre países desarrollados y subdesarrollados:

(…) No puede llamarse ni medianamente humana una  sociedad donde los seres humanos sobren por millones y constituya una práctica el robo de cerebros de los países del Sur, y se perpetúa el poder económico y el disfrute de las nuevas tecnologías en unas pocas manos. Resolver este dilema es tan trascendente para el destino de la humanidad como enfrentar la crisis del cambio climático en el planeta,  problemas que están absolutamente interrelacionados.[13]

Quien tenga una computadora dispone de todos los conocimientos publicados.

Las ideas nacen de los conocimientos y de los valores éticos.

“Urge enfrentar la situación de indigencia en que nuestro grupo de países se encuentra en este escenario de las redes globales de información, Internet y todos los medios modernos de transmisión de información e imágenes”[14].

El 3 de febrero de 2012 planteó una constante preocupación por la utilización adecuada de estas tecnologías:

“Internet es un instrumento revolucionario que permite recibir y transmitir ideas, en las dos direcciones, algo que debemos saber usar”, y se preguntó: “¿Estamos aprovechando esos valores y recursos para transmitir ideas?”[15].

A partir de ese momento se crean las bases para una oposición al proceso social cubano fabricando figuras y contenidos desde las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC).

El pensamiento de Fidel Castro en torno a las TIC en función del desarrollo humano es parte constitutiva de la noción misma del poder popular, especialmente aquella cuya máxima expresión se aprecia en un proyecto emancipador donde el sujeto de poder en tanto se apropia de conocimientos tecnológicos se empodera transformando su realidad.

Como apreciara el marxismo fundacional, especialmente Vladímir Ilich Lenin, el problema fundamental de toda revolución es el de quien posee el poder. Por tal, no es casual que la Revolución Cubana en el período de tránsito preste especial atención a este asunto y las relaciones de poder que atraviesan también las humanas,  tal como aparece en la concepción de Foucault. Para este autor, el poder está en todos lados, estamos siempre ante una relación de poder frente al otro u otra.

Para pensadores cubanos como el Dr. René A. Márquez Castro “Las relaciones de poder constituyen relaciones estratégico-instrumentales en un escenario política y socialmente “abierto” y en el que los sujetos se constituyen a través de prácticas de sujeción, o  de un modo más autónomo, a través de prácticas de liberación, de libertad. Ello significa que las relaciones de poder, trascienden la simple resistencia al poder, también implican la  práctica de la constitución de la subjetividad en positivo. Estas relaciones se sustentan no solo en la violencia sino básicamente en la dominación como expresión asimétrica y aparentemente fuera del alcance de la crítica y del cuestionamiento.”[16].

Conclusiones:

La época contemporánea se debate en grandes contradicciones; por un lado un mundo mediado por el poder de las tecnologías que ha revolucionado la manera de interactuar el hombre con su entorno y por otra parte una profunda incomunicación que muestra de la incapacidad de la especie humana de resolver sus conflictos a través de la vía pacífica.

En Fidel Castro se aprecia un pensamiento contrahegemónico ante la realidad que representa la actual guerra cultural del siglo XXI, donde las  tecnologías de la  información y las comunicaciones (TIC) en manos de una minoría profundizan las desigualdades y las diferencias entre los conectados y los desconectados. Desde el enorme potencial humano que hay en el pueblo cubano, apuesta por un uso diferente de estas tecnologías sobre todo porque se da cuenta de que al ponerlas al servicio del ser humano se desarrolla integralmente la sociedad y junto a ella se empodera al pueblo, sirviendo además como un medio indispensable para la defensa de los excluidos del sur político y del proyecto socialista cubano.

Bibliografía:

Proyecto de Trabajo de Investigación por el equipo de investigaciones comunicacionales durante el periodo 2013-2017.

 

Cuesta, Josefina: “Historia del presente”, Editorial Eudema, Madrid, 1993.

García Iturbe, Néstor y Osvaldo Felipe Sotolongo. Subversión Política Ideológica. Made in USA. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 2012.

Pérez Salomón, Omar. ´´Estados Unidos: Una Enmienda Platt Electrónica. Agresión radioelectrónica a Cuba con carácter de terrorismo´´. Revista Cuba Socialista 3ra época nº 36. Julio-Septiembre 2005.

 

 

Fuentes digitales:

Castillo Galán, Dunnia y Eddy Mac Donald Torres: “Internet: instrumento de guerra mediática contra Cuba”, Rebelión, 2012. En: http://rebelion.org/noticia.php?id=147257

Castillo Galán, Dunnia y Eddy Mac Donald Torres: Redes Sociales: ¿autopistas de información o trampas virtuales?, Rebelión, 2012. En:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=155623

Echeverría, Javier: Instituto de Filosofía, en el marco del proyecto de investigación sobre “Axiología y dinámica de la tecnociencia” financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología,  CSIC, Barcelona, 2005. En www.mecad.org/e-journal/numero9/html/sesion_01_14.htm.

Elizalde, Rosa Miriam: “Cibersoberanía en América Latina: De la ilusión a la unidad”,  dónde aparece, 2013, en: http://www.cubadebate.cu/opinion/2013/02/13/cibersoberania-en-america-latina-de-la-ilusion-a-la-unidad/

Gómez Cruz, Edgar: “El Ciberespacio ha muerto: Autopsia desde la Sociología”. En: www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n52/37Gomez.pdf

Lamrani, Salim. Conversaciones con la bloguera cubana Yoani Sánchez (1/2).En http://www.rebelion.org/noticia.php?id=103999

Márquez Castro, René: Miradas a las relaciones de poder. En: https://www.nodo50.org/cubasigloXXI/congreso04/marquez_060404.pdf

Pérez Salomón, Omar. Fidel e Internet. En http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/04/07/fidel-e-internet/

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