Resumen
El presente trabajo
pretende analizar y destacar la figura de Cristina Fernández, sus vínculos
con el poder, su personalidad reflejada en el populismo como base así como su
discurso peculiar. El vinculo entre los medios de comunicación y el liderazgo
político en Argentina, concretamente examinar qué relaciones tuvo con los
mismos la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, qué rol le asigno, cómo
impactó en la opinión pública las reiteradas cadenas nacionales, qué buscó el
kirchnerismo con la Ley de Medios promulgada en el 2009, cómo fue la relación
del matrimonio Kirchner con los medios, en especial con el Grupo Clarín. El
vinculo en común del Cristinismo y el Bonapartismo y los destaques en sus
liderazgos. El propósito del trabajo es demostrar y contrastar los populismos
de Cristina y Bonaparte III en cuanto a poderío en la sociedad,
comunicacionalmente y en sus caracteres en el primer caso como monarca y en el
segundo como Emperador para construir y mantener su liderazgo.
Summary
The
present work aims to analyze and to emphasize Cristina's Fernandez figure, his
links with the power, his personality reflected in the populism as base as well
as his peculiar speech. The link between the mass media and the political leadership
in Argentina, concretely to examine what relations were had with the same ones
by the chairwoman Cristina Fernandez de Kirchner, what role assigned to her,
how it impacted on public opinion the repeated national chains, which sought
the kirchnerismo with the media law enacted in 2009, how was the relationship
of the marriage Kirchner with the media, especially with Clarín Group. The
intention of the work is to show and to confirm the populisms of Cristina and
Bonaparte III as for power in the company, in the media and in his characters
in the first case as monarch and in the second one as Imperator and how they
helped those presidents to build and maintain leadership.
Medios de comunicación y modelos
(Cristinismo K-Bonapartismo moderno).
Por:
Julieta Belén Ledo*
Introducción
I. Justificación:
La importancia del tema radica en el estudio de la figura de Cristina
Fernández, desde su asunción presidencial en octubre de 2007 hasta diciembre de
2015, refleja un populismo marcado por subsidios, influencias en medios de
comunicación, entre otras características. Estos tendrán una base de poder
político y dominación ceñida bajo el liderazgo cristinista.
Desde hace dos décadas,
concretamente desde los `90, los medios de comunicación tendrían una gran
relevancia a nivel político y electoral, y de esta manera su contenido
repercutiría en la opinión pública. Con el menemismo y el kirchnerismo los
medios, de una u otra manera, serían un pilar fundamental en sus liderazgos.
II) Objetivos: El
objetivo general de este trabajo es visualizar el vínculo en común del Cristinismo
y el Bonapartismo y los pilares de liderazgos de ambos en sus épocas.
Los objetivos
particulares son:
1) Analizar de
que manera el modelo Cristina forjo su liderazgo recurriendo al populismo.
2) Analizar la
visión imperialista a través de la concentración de poder de Bonaparte.
3) Analizar los
puntos de encuentro entre el bonapartismo y el Cristinismo.
4) Explayar las
características de la Figura de Cristina K y la extensión de su poder
presidencial en los medios de comunicación, capacidad discursiva, Psicología de
Masas.
5) Vinculación
de Cristina con los medios.
III) Planteo del
problema:
En el caso de Bonaparte
controlo su poder bajo el dominio territorial y en el caso de Cristina lo hizo
a través de los medios de comunicación, cadenas nacionales, subsidios, la pauta
publicitaria en determinados medios. Siempre acrecentaron su imagen personal.
Tanto Menem, como
Kirchner y Fernández de Kirchner emplearon y se apoyaron en los medios de
comunicación de diferentes maneras según el momento y las circunstancias: los
utilizaron siempre a su favor.
IV) Problema:
¿Qué hubiese sido ocurrido si dichos liderazgos no insistían en dominación
territorial y poderío comunicacional?
V) Hipótesis:
“La concentración de poder seria mecanismo social, psicológico y especifico a
toda la sociedad, no solo a figuras en el poder, que aumenta de acuerdo a la
legitimación de la sociedad misma en un grupo reducido o bien frente a un alto
cargo” .
1.2 Algunas
consideraciones
VI) Marco teórico:
La concentración de poder como mecanismo de dominación social se observa desde
antiguos tiempos. Es por ello, que Ernesto Laclau (discípulo de Hobsbawn)
intenta dar cuenta del fenómeno denominado “populista”. Como Laclau muestra, el
término “populismo”, fue acuñado por la tradición liberal sudamericana (de
extracción social oligárquica agro-exportadora y asociada estrechamente a los
intereses del capital extranjero en la región, primero inglés, luego
norteamericano, en el período posterior a las guerras de la independencia
contra España) con un claro sesgo peyorativo.
Laclau afirma, junto
con Freud, que el “exceso inasimilable” es inherente (y podríamos decir
inmanente, en un sentido fuerte) a la formación de toda identidad social
(Psicología de Masas y análisis del yo, Sigmund Freud).
Por su propia
característica de significante flotante, y vacío, el referente de la palabra
“populismo” siempre ha sido ambiguo y vago en el análisis social (el fenómeno
de diseminación y diferancia derrideana), entonces Laclau aclara que “nuestro
intento no ha sido encontrar el verdadero referente del populismo, sino hacer
lo opuesto: mostrar que el populismo no tiene ninguna unidad referencial porque
no está atribuido a un fenómeno delimitable, sino a una lógica social cuyos
efectos atraviesan una variedad de fenómenos. El populismo es, simplemente, un
modo de construir lo político”.
Desde el punto de vista
discursivo, la especificidad propia de lo político es lo discursivo, como bien
ve Laclau. Entonces como el arte discursivo, el “arte político” sería el
espacio… de la retórica.
Las referencias al
populismo, sería propio de la política, atravesada por el antagonismo, la
articulación y la lucha por la hegemonía, como características estructurales
(Laclau y Chantal Mouffe, “Hegemonía y Estrategia Socialista”) que se observa
en Cristina y Bonaparte.
En el 18 Brumario de
Luis Bonaparte, escrita por Marx , se refiere al golpe de Estado dado por Luis
Bonaparte sobrino de Napoleón el 2 de diciembre de 1851. Además analiza la
situación política de Francia de 1848 a 1851. Destaca a la burguesía como clase
social quienes controlan el capital y se mantienen como clase dominante. Dicho
libro es comparado con el momento personal del mandato de Cristina en cuanto a
las políticas populistas que no es lejana a lo propuesto por Marx.
Referente a la
concentración de poder, Gretel Ledo, analista de Perfil destaca 2 autores: a)
Pierre Bourdieu (1930-2002) quien hace hincapié en la dimensión simbólica de la
dominación.
b) El filósofo y
sociólogo Michel Foucault (1926-1984) tomó el modelo de Jeremy Bentham diseñado
en 1791 para comprender el modus operandi de la vigilancia en la prisión. El
panóptico es una figura arquitectónica que esboza un modelo de cárcel. El mayor
efecto es llevar al detenido a un estado consciente y permanente de visibilidad
garantizando así el funcionamiento cuasi instantáneo del poder.
Alberto Baldioli y
Santiago Leiras destacan la relación del matrimonio Kirchner con los medios, y
el conflicto con el sector agropecuario. María Victoria Vaccaro, trata sobre la
comunicación y la política.
Giovanni Sartori
demuestra la repercusión de la televisión y la personalización de la política y
de video-política.
En el marco de un
trabajo dedicado a analizar la llamada crisis de la representación política, y
el rol de los liderazgos en ese proceso, y atendiendo al constante
desplazamiento de las preguntas hacia el rol de los medios en la mentada
“crisis”, Marcos Novaro (2000:39) dijo que “gracias a la mass-mediatización, la
acción y el discurso políticos se intersectan en un espacio mucho más amplio
que el tradicional. Se ponen en escena recursos de deliberación, información e
identificación que exceden en mucho los materiales e instrumentos con que se
construían los esquemas de reconocimiento, identificación y movilización
nacional-populares o clasistas de los partidos de masas y del espacio público
propio de las sociedades industriales¨.
Eliseo Verón (2001:39)
a propósito de la conversión de la política en “espectáculo” y el rol de la TV
en ese proceso, se pregunta: “¿Estado-espectáculo?”, temática que se instala en
la imagen de una Ex Presidente deseosa de marcar la diferencia a partir de las
constantes cadenas nacionales y discursos hacia los medios. unificación
política.
Los medios influenciados por la política
¨El
Poder De Escuchar¨**
La persuasión es una
perspectiva ética para mejorar el estudio y la práctica de la comunicación.
La indefinición de los
límites del show televisivo alcanzan la vida política. Se difumina la frontera
entre espectáculo y política.[i]
Uno de los textos de
referencia sobre la importancia de la imagen y la televisión en la política es la
obra de Giovanni Sartori, Homo Videns, en él se explica el proceso de
influencia que la televisión ejerce sobre el electorado: “El pueblo soberano
opina sobre todo en función de cómo la televisión le induce a opinar… la
televisión condiciona fuertemente al proceso electoral, ya sea en la elección
de los candidatos, bien en su modo de plantear la batalla electoral o en la
forma de ayudar al vencedor”. (1998)
Ese poder de influjo de
la televisión es del que se ha aprovechado. La video-política que define
Sartori es la que permite difuminar el mensaje y el programa para dar cabida a
una imagen personal y proclamas directas y superficiales; en palabras de
Sartori: “La televisión personaliza las decisiones, en la pantalla vemos
personas y no programas de partido. En definitiva, la televisión nos propone
personas en lugar de discursos. El vídeo líder, más que transmitir mensajes, es
el mensaje”. (1998)
Según el politólogo
italiano Sergio Fabbrini: “Los medios de comunicación crean la necesidad de que
haya fuertes personalidades con lenguajes ambiguos… que permiten al grupo
buscar en ello… lo que quiere encontrar”.
Lo que es evidente es
que la televisión personaliza las elecciones, convierte los programas en una
cara y es esa cara la que acaba definiendo el voto en una u otra dirección.
Para Sartori, la personalización de las elecciones en televisión se refiere a
la identificación de unas ideas o un programa con un rostro, que sea telegénico
y que llene la pantalla, y que al final, para el electorado, el rostro
prevalezca sobre el programa. (Sartori:1998)[ii]
Cabe aclarar que no debe
confundirse la persuasión con la disuasión. La primera busca mover a la acción,
mientras que la segunda persigue todo lo contrario, es decir, desmotivar un
comportamiento, que alguien deje de pensar o de hacer lo que tenía pensado. Por
ejemplo, que deje de votar a un partido o a un candidato.
Y a la vista de la
experiencia, podría pensarse que la comunicación política contemporánea está a
veces más centrada en disuadir que en persuadir, en atacar al adversario que en
proponer alternativas. Las campañas de ataque y la publicidad negativa se han
convertido hoy día en habituales en cualquier elección. Es más, las campañas se
están tornando cada vez más negativas e incluso deshonestas, incluyendo como
objeto de ataque no sólo cuestiones de índole política sino también de la vida
privada de los candidatos.
Debe enfatizarse que
subrayar los puntos débiles del oponente no es algo negativo o poco ético.
Entra dentro de la lógica democrática. Por tanto, no debemos caer en la
tentación de considerar todas las campañas negativas o de ataque como algo poco
ético o que haya que evitar en la comunicación política. El problema se
presenta cuando lo que se busca es exclusivamente la denigración y el ataque
desleal al adversario, que por otra parte es lo más común últimamente. Este
criterio es el que ha utilizado la academia para considerar deplorable la
publicidad negativa o las campañas de ataque que persiguen sólo la destrucción
del rival o que recurren a la mentira o al miedo irracional hacia él y, en el
lado contrario, aceptables las que aportan discusión sobre aspectos políticos,
por cuanto proporcionan a los votantes información contrastada, tanto positiva
como negativa.[iii]
Según Westergaad,
aunque existe resistencia a la persuasión de los medios (“la gente lee, oye y
ve selectivamente”, (1988), eso no elimina la influencia de los medios. Entre otras
cosas porque “las estructuras de la percepción que la gene usa para mirar,
escuchar o leer –los códigos del que se vale para decodificar los mensajes de
los medios- vienen de alguna parte, se formaron en algún momento y pueden
reformarse con el tiempo (1988). De esta manera, un estudio realizado por
Jensen intenta mostrar, a través del análisis discursivo, cómo las noticias de
las cadenas de televisión de los Estados Unidos se elaboran según una singular
visión ideológica del sistema económico. Entre sus conclusiones, señala que los
“supuestos de trabajo que guían la actividad de las organizaciones informativas
establecen límites a aquello que se informa.
Consecuentemente, cada
día se elabora, a través de los discursos de las noticias de televisión, una
nueva versión del mismo modelo social, contribuyendo al mantenimiento y
perpetuación de un orden político y económico” (1988).[iv]
Esos nuevos modelos de
dominación cognitiva no sólo se producen en el ámbito nacional sino que para
Boyd-Barret se entiende por imperialismo de los medios las formas de actividad
internacional de los medios mediante la unidireccionalidad del flujo internacional
y el reducido número de países fuentes. Eso significa dependencia cultural y
control ideológico. El peligro de la gestión y control de los mass media,
por parte de determinados intereses, ha sido señalada por Castells, como
situación que podría llevar a una auténtica mediocracia, es decir, como la
génesis de un “sistema en el que los poderes financieros, religiosos y
políticos puedan influir de manera decisiva en el poder a través de su peso en
los medios de comunicación, fuera de la visión de los ciudadanos”.[v]
La pregunta es ¿qué
caracteriza la comunicación política en la actualidad? En estas últimas
décadas, en que los políticos se han decantado en los últimos años más por la
seducción que por la persuasión, quizá porque han visto que esa vía emocional es mucho más efectiva para lograr su objetivo. La emoción
ha conseguido imponerse a la razón y a ello ha contribuido de forma decisiva la
irrupción de la televisión, que se ha convertido en el principal medio para la
política. Un medio que vehicula las emociones como ningún otro gracias a la fuerza
de la imagen y que, según la academia, ha conducido a una situación de
espectacularización de la política, de creciente pasividad entre los electores
y de potenciación del personalismo y del populismo por encima de los partidos y
las ideologías. Además, las recientes investigaciones en neuromarketing, que
han venido a probar científicamente el gran peso que tienen las emociones en el
comportamiento humano, han reforzado también las tesis de quienes consideran
que debe ser la emoción el principal vehículo de la comunicación política.[vi]
Vinculado a
las emociones, la empresa Waygraf para PERFIL que utiliza técnicas de la
grafología estudió cómo escribe la ex Presidenta Cristina K y destaca ¨Nunca se
permite hablar en público sin dominar el más mínimo de los pormenores: estudia
durante horas números y gráficos y, a pesar de que a veces pareciera que
improvisa, el contenido de sus discursos fue digerido en cada una de sus letras
con anticipación”.[vii] Esa obsesión en detalles, los más
imperceptibles vislumbran su atención que da como resultado de la emoción en
cada una de sus actos comunicativos.
Dicho
personalismo y destaques de costados omnipotente como “Me siento un poco
Napoleón”, “Solo hay que tenerle miedo a Dios, y también un poquito a mí” (decía
la ex primera Dama) sumado a altibajos en su personalidad, emociones
encontradas: el psiquiatra que aseguró haber tratado a Cristina trazó de un
paciente bipolar con hipomanía (“aquel que por ahí habla demasiado, es el
centro de atención en las reuniones, toma decisiones apresuradas, hace gastos que
habitualmente no haría, se muestra excitado, histriónico, también irritable, y
pareciera que se quiere llevar el mundo por delante”) parece encajar con un rostro
que Cristina exhibe en privado y en público. Frases que reflejan sus facetas
bipolares de excitación mental. Por ejemplo, “vos le llenás el pomo”, “les
rompimos el siete”, “el embutido viene del salame, no vayan a pensar otra cosa
extraña”, y otras delicadezas por el estilo.[viii]
Una nota en
La Nación menciona que Cristina llegó a 44 cadenas nacionales en todo 2015. Un
promedio de más de una cadena por semana. Incluso llegó a dar tres en una misma
semana.[ix]
La
seducción por encima de la persuasión pareciera que reinase en la comunicación
política que, como veremos, es el puntapié de exaltación de personalismos
cambiantes modernos y no muy lejanos a Napoleón III.
En nuestro país Carlos
Menem (1989-1999) inauguró la video-política: “una nueva forma de hacer
política por la cual bastaba con responder sin límites a entrevistas radiales o
asistir a populares programas de televisión para dar a conocer sus opiniones
sobre los más diversos temas, recibir y procesar las demandas sociales.”
(Vaccaro)[x].
EL PODER DE LAS IDEOLOGIAS
“Hace unos cinco años
Cristina dijo que quería ser codificadora, como Napoleón. Siempre elige esos
ejemplos estratosféricos”[xi]
Las formas de
racionalismo en la sociedad occidental han determinado predominios de ciertos
tipos de acciones sobre otras en la práctica comunicativa. Así, Habermas lo
destaca al decir que existen ciertos efectos de acción en la comunicación de
carácter locucionario (cuando una persona expresa algo), ilocucionario (cuando
una persona expresa algo con el afán de ser comprendido) y perlocucionario
(cuando una persona expresa algo con el afán de lograr algo). Estos efectos se
encuentran inmersos en lo que el autor denomina como “elementos pragmáticos
formales”[xii].
Se observa cómo de
acuerdo a la acción estratégica Cristina Fernández de Kirchner se dirigía con
actos de habla perlocutorios e imperativos. Luis Majul lo destaca en su cuenta
de twitter: “contenido confrontativo del kirchnerismo y @CFKArgentina” en
vísperas y comparación de asunción del nuevo gobierno de Macri. [xiii]
Siguiendo
el análisis de Habermas, su influencia es hacia un oponente- pueblo en muchos
casos utilizando tonos imperativos, irónicos, falaces, despóticos, hegemónicos,
soberbios, prepotentes, intolerantes por momentos y cambiantes. Así lo detecta
Ibarra en su libro “Cristina versus Cristina”: …” La autora recorre las presentaciones
públicas de su personaje, desde los primeros alegatos en el recinto del Senado
hasta los discursos pronunciados como presidenta, pasando por exposiciones en
las comisiones del Congreso, declaraciones ante la prensa o intervenciones en
la Asamblea Constituyente de 1994. Ibarra se limita al rol de notario que
consigna las palabras de otro con pocas acotaciones. Esa sobriedad deja a
Cristina Kirchner más expuesta en sus dobleces, incongruencias y
tergiversaciones”.
“Las
referencias negativas a la experiencia menemista son un parámetro muy eficaz
para advertir la mutación del kirchnerismo…”
“En
ocasiones, Cristina Kirchner aparece como una figura zigzagueante, capaz de
cambiar de criterio una y otra vez sobre cuestiones estratégicas. Por momentos
llega al extremo de la disociación. Pero hay instancias en las que esa
liviandad bordea la mitomanía”.[xiv]
En base a
la clasificación anterior, Habermas analiza las acciones sociales predominantes
en la modernidad en el cual su fin es que el discurso sea orientado al éxito y
como pretensiones de validez sea eficaz al transmitirlo. Pero he aquí una
observación sobre sus palabras que están destinadas al engaño consciente
manipulado- según las clasificaciones de Habermas-.[xv] Carlos
Pagni en LA Nación lo destaca al decir: “Ibarra pone al lector frente a un
personaje que es capaz de fabular situaciones para embellecer su pasado frente
a la audiencia”.
"La
imagen que surge de la Presidenta al cabo de esa revisión es la contraria de la
que ella se empeña en ofrecer"
…”La
presunción de que la escena está dominada por liderazgos basados en el culto de
la imagen y el sometimiento a las encuestas…”
“Doce años
más tarde esta senadora, convertida en presidenta, hablaba en Mar del Plata del
"exterminio de la convertibilidad". Es imposible determinar cuándo y
por qué se produjo ese cambio de ideas. Sólo cabe pensar en oportunismo”.
“Kirchner
y, sobre todo, su esposa se postulan a sí mismos como ejemplares de otra
especie. Ellos serían la expresión de una idea. Su comportamiento estaría
basado en convicciones capaces de resistir los vientos de la circunstancia. El
libro de Ibarra demuestra que esa autonomía es un simulacro. Que los conceptos
y las consignas pueden ser coartadas para resolver ecuaciones de poder
circunstanciales”.[xvi]
Habermas
concluye que en la época moderna, la acción estratégica tiende a “colonizar”
espacios de interacción propios de la acción comunicativa, lo que imposibilita
la reproducción de los mundos de la vida de los sujetos y deteriora a la
cultura como un subsistema de representación de la realización de la vida
social ya que en el devenir de la modernidad se ha tendido a su
racionalización, lo que ha implicado la creciente diferenciación entre la
cultura, la sociedad y la personalidad. Además, Habermas concluye realizando
una crítica de la razón instrumental sosteniendo que ésta se entiende a sí
misma como una crítica de la cosificación, analizando el problema de la objetivación
y sus consecuencias para la integración social.[xvii]
Esto último
se vincula con las palabras de Kovadloff al hablar de la razón y en este
sentido crea una frontera comunicativa con la sociedad, el pensamiento cultural
y la personalidad de la ex Presidenta: …” al
examinar la complacencia de los intelectuales oficialistas con las inconsistencias
del mensaje del poder. "Para ellos, el Gobierno no tiene razón. Es la
razón."
Carlos
Pagni dice: “Es interesante, sin embargo, que esa impostura, siendo
sistemática, sea tan difícil de detectar. Tal vez se deba a dos razones. La
primera, que la audiencia a la que se dirige la palabra oficial está integrada
por personas dispuestas a aceptar cualquier argumento. Ibarra sostiene que
Cristina Kirchner consigue que le pasen por alto las contradicciones o mentiras
porque quienes la escuchan están dispuestos, de antemano, a creer”.
“Sin
embargo, existe un clima de época que favorece la aceptación del fraude verbal.
Los políticos hablan para audiencias predispuestas a olvidar. Personas que no
acostumbran a relacionar la actualidad con el pasado. Que viven en un presente
eterno. No debe sorprender que el intercambio de mensajes quede desligado,
entonces, de cualquier compromiso con la verdad. Y que la política, carente de
arraigo conceptual, esté condenada todo el tiempo a defraudar”.
…”En su
excelente Elogio de Historia en tiempo de memoria, el historiador español
Santos Juliá analiza la propensión de muchas corrientes políticas a intervenir
en las disputas del presente a través de adulteraciones del pasado. Juliá cita
una referencia de Slomo Sand al film Shoa, de Claude Lanzmann. "Cuando
sustituimos la historia por el recuerdo personal estamos aportando un elemento
de manipulación política que despeja el camino, consciente o inconscientemente,
a un género nuevo de manipulación mitológica del pasado." En estos casos,
la memoria, como percepción libre y subjetiva del pasado, aspira a sustituir a
la historia, que, como dice Juliá, es "un saber crítico que está obligado
a dar cuenta de todo y que puede ser nefasto para la construcción de
identidades colectivas".[xviii]
Louis Althusser por su
parte aborda el tema de la ideología en la sociedad, desprendiendo el concepto
de ideología elevándolo a una categoría de análisis. Su estudio es denominado
como la ideología de la ideología, en este sentido toma en cuenta el papel de la
sociedad como reproductora de elementos ideológicos, la construcción por parte
del estado e instituciones con un poder sensible a la sociedad, Althusser
considera como aparatos de estado, término acuñado por Marx, a los elementos
reguladores y represores de una sociedad creados en dos niveles, el primero
contiene a las instituciones gubernamentales como son el gobierno, el sistema
de administración y recaudación con sus respectivas formas de sancionar, y el
segundo plano relativo a las funciones formativas como son la religión, la
educación formal en las escuelas, la familia, y los gremios en artes y
ciencias.
Estos sistemas de
formación, Althusser los denomina aparatos ideológicos del estado,
posteriormente aplicado en las instituciones privadas con una función política
impresa en una página en blanco que afecta a la identidad del individuo. La
escuela (y también otras instituciones del Estado, como la Iglesia, y otros
aparatos como el Ejército)
Así, enseña las habilidades
bajo formas que aseguran el sometimiento a la ideología dominante o el dominio
de su práctica. Todos los agentes de la producción, la explotación y la
represión, deben estar compenetrados en tal o cual carácter con esta ideología
para cumplir concienzudamente con sus tareas, sea de explotados (los
proletarios), de explotadores (los capitalistas), de auxiliares de la
explotación (los cuadros), de grandes sacerdotes de la ideología dominante (sus
funcionarios), etcétera.
La condición sine qua
non (no puede ser de otro manera) de la reproducción de la fuerza de trabajo no
sólo radica en la reproducción de su calificación sino también en la
reproducción de su sometimiento a la ideología dominante, o de la práctica de
esta ideología, debiéndose especificar que no basta decir: ¨no solamente sino también¨,
pues la reproducción de la calificación de la fuerza de trabajo se asegura en y
bajo las formas de sometimiento ideológico, con lo que reconocemos la presencia
eficaz de una nueva realidad: la ideología.
¿Qué son los aparatos
ideológicos de Estado (AIE)?
Designamos con el
nombre de aparatos ideológicos de Estado cierto número de realidades que se
presentan al observador inmediato bajo la forma de instituciones distintas y
especializadas. Consideraremos aparatos ideológicos de Estado las instituciones
siguientes:
AIE religiosos (el
sistema de las distintas Iglesias),
AIE escolar (el sistema
de las distintas Escuelas, públicas y privadas),
AIE familiar,
AIE jurídico,
AIE político (el
sistema político del cual forman parte los distintos partidos),
AIE sindical,
AIE de información
(prensa, radio, T.V., etc.),
AIE cultural
(literatura, artes, deportes, etc.).
Hay una diferencia
fundamental entre los AIE y el aparato (represivo) de Estado: el aparato
represivo de Estado funciona mediante la violencia, en tanto que los AIE
funcionan mediante la ideología.
Todo aparato de Estado,
sea represivo o ideológico, funciona a la vez mediante la violencia y la
ideología, pero con una diferencia muy importante que impide confundir los
aparatos ideológicos de Estado con el aparato (represivo) de Estado. Consiste
en que el aparato (represivo) de Estado, por su cuenta, funciona masivamente
con la represión (incluso física), como forma predominante, y sólo
secundariamente con la ideología. (No existen aparatos puramente represivos.)
De la misma
manera, pero a la inversa, se debe decir que, por su propia cuenta, los
aparatos ideológicos de Estado funcionan masivamente con la ideología como
forma predominante pero utilizan secundariamente, y en situaciones límite, una
represión muy atenuada, disimulada, es decir simbólica. (No existe aparato puramente
ideológico.) Así la escuela y las iglesias adiestran con métodos apropiados
(sanciones, exclusiones, selección, etc.) no sólo a sus oficiantes sino a su
grey. También la familia... También el aparato ideológico de Estado cultural
(la censura, por mencionar sólo una forma), etcétera.
Si los AIE
funcionan masivamente con la ideología como forma predominante, lo que unifica
su diversidad es ese mismo funcionamiento, en la medida en que la ideología con
la que funcionan, en realidad está siempre unificada, a pesar de su diversidad
y sus contradicciones, bajo la ideología dominante, que es la de la clase
dominante. Si aceptamos que, en principio, la clase dominante tiene el poder
del Estado (en forma total o, lo más común, por medio de alianzas de clases o
de fracciones de clases) y dispone por lo tanto del aparato (represivo) de
Estado, podremos admitir que la misma clase dominante sea parte activa de los
aparatos ideológicos de Estado, en la medida en que, en definitiva, es la
ideología dominante la que se realiza, a través de sus contradicciones, en los
aparatos ideológicos de Estado. Ninguna clase puede tener en sus manos el poder
de Estado en forma duradera sin ejercer al mismo tiempo su hegemonía sobre y en
los aparatos ideológicos de Estado.
En este sentido y de
acuerdo a Althusser, el marco de la ideología dominante de la clase -en el poder-
se vio desde el peronismo y Kirchnerismo utilizando la ideología presionando al
individuo de la sociedad.
El intento por
controlar a los medios de comunicación también lo encontramos durante la
primera presidencia de Juan Domingo Perón cuando, mediante mecanismos de
control burocráticos y represivos, se propuso reforzar el régimen. Según Juan
Carlos Torre, una de sus víctimas fueron los diarios de oposición en el año
1947: “fueron clausurados y comenzó la compra del sistema de radiodifusión
nacional por grupos económicos ligados al régimen.” (2002) Torre también
menciona que, en la campaña electoral del `51, la fórmula radical
Balbín-Frondizi “tuvieron vedado el acceso a las radios.” (2002)[xix]
Eliseo Verón[xx] destaca que
en todo discurso político debe interpelarse un prodestinatario (el destinatario
positivo) y un paradestinatario que incluye al destinatario independiente e
indeciso, en la medida que no se pueda confiar en ganar una elección
movilizando tan sólo a una identidad política dada. [xxi]
Este paradestinatario
indeciso es lo que capturó Menem intentando unificar al peronismo rodeado de él
superando divisiones internas. O sea identificarse ante la duda hacia un líder
populista con bases pragmáticas peronistas aunando distintos sectores destinado
al electorado tanto afín como a la opinión pública en general.
En el caso de Cristina
Kirchner los paradestinatarios eran los dubitativos.
La acumulación de poder
con mucha caja los convenció utilizando hegemonía. Más soberbia. Más
prepotencia. Más intolerancia.
El populismo de Cristina y de Luis
Bonaparte
Un populismo es de alta
intensidad, a partir de la reivindicación del Estado, del ejercicio de la
política como permanente confrontación entre dos polos antagónicos (el nuevo
bloque popular versus sectores de la oligarquía regional o medios de
comunicación dominantes) y, por último, la centralidad de la figura del líder.
Así lo destaca una nota en Perfil. En paralelo, otros analistas retomaron la
categoría de populismo, entre ellos, el argentino Ernesto Laclau, quien en 2005
daría a conocer su libro La razón populista[xxii],
para caracterizar a estos gobiernos. Desde la filosofía política, Laclau dio un
viraje al fenómeno del populismo. Propone "rescatarlo de su lugar marginal
dentro de las ciencias sociales" y pensarlo no como una forma degradada de
la democracia sino como un tipo de gobierno que permite ampliar las bases
democráticas de la sociedad. "El populismo -dice Laclau- no tiene un
contenido específico, es una forma de pensar las identidades sociales, un modo
de articular demandas dispersas, una manera de construir lo político."
Pero el populismo, lejos de ser un obstáculo, garantiza la democracia, evitando
que ésta se convierta en mera administración".[xxiii]
Laclau sostiene que el
fenómeno populismo consiste en la presentación del esquema popular democrático
como unidad antagónica frente a la ideología dominante.[xxiv] Las
características más importantes del populismo según Laclau, son:
a) Existe una relación
estrecha entre populismo y pueblo. Se trata de la contradicción de éste con el
bloque de poder dominante en la sociedad.
b) Las tradiciones
populares como elementos ideológicos cumplen un rol importante en la
elaboración de discursos de clase.
c) Las reivindicaciones
popular-democráticas son susceptibles de ser incluidas en diferentes discursos
ideológicos, y así como las tradiciones populares, pueden expresarse tanto en
el liberalismo como en el socialismo.
d) El populismo
presenta las reivindicaciones popular-democráticas, dándole un carácter
antagónico frente al discurso de clase dominante.[xxv]
Finalmente Laclau
advierte que no todo populismo es revolucionario, ya que muy frecuentemente los
elementos popular-democráticos se ven absorbidos por el discurso de clase
dominante. Su tesis más importante al respecto, sostiene que el populismo
empieza en el punto en que los elementos popular democráticos se ponen como opción
antagónica frente a un bloque de poder.
Hay que observar que no
todo populismo es un movimiento revolucionario, ya que para que éste aparezca
es suficiente que una clase o fracción de clase, asegure su hegemonía a través
de una transformación del bloque de poder. En ese sentido se puede hablar de un
populismo de la clase dominante y un populismo de la clase dominada. En la
primera opción, el populismo se caracteriza por profundas crisis ideológicas
que se fundamentan en el afán hegemonial de una fracción de poder, que
incentiva a las masas a oponerse al Estado; pero que a la vez las controla y
oprime para mantenerlas en determinados parámetros. (Por ejemplo Fascismo y
Peronismo).
Juan José Sebreli en su
libro “Malestar de la Política” (2012) destaca que la ruptura de un régimen
democrático se vislumbra ante una situación real o fingida, de emergencia,
justificando la ruptura del orden constitucional establecido. Entre los
regímenes más comunes se halla el bonapartismo.
El bonapartismo es definido
por Karl Marx a partir del análisis del gobierno de Luis Napoleón Bonaparte en
Francia, desde 1852 a 1871.
Marx redacta este hecho
particular en “El dieciocho brumario de Luis Bonaparte” Dentro de sus
características principales se destaca un Estado con relativa autonomía que
aparenta arbitrar en conflictos entre clases o grupos enfrentados y que asimila
a las masas populares a la sociedad.
Dicha incorporación con
el pretexto de defender al pueblo, ocultaba la razón de ser: tenerlo controlado
e impedir su realización. Los medios que utiliza este movimiento para la
realización de este fin son principalmente políticas asistencialistas y la
movilización de masas: mediante una politización de la sociedad a través de una
propaganda omnipresente y estableciendo una relación pseudo-directa con las
masas. El líder termina protagonizando un monólogo como lo vemos en el caso de
Cristina Kirchner referido a las cadenas nacionales.
Este tipo de propuestas
políticas suelen caracterizarse por ser sistemas reaccionarios con apoyo
popular. Establecen como concepto al “ alma del pueblo” (llega a ser un
concepto semejante al de conciencia colectiva), se establece al poder ejecutivo
por encima del resto de las instituciones del estado y éste responde a un líder
perteneciente a la elite, carismático que guía a las masas hacia el “ progreso colectivo”.[xxvi]
Si repasamos las
acciones de Luis Bonaparte se observa que el 2 de diciembre de 1852 Luis
Napoleón Bonaparte (1808-1873) fue proclamado emperador de Francia bajo el
nombre de Napoleón III. Poco después, el 30 de enero de 1853, se casó con la
española Eugenia de Montijo (1826-1920), condesa de Teba, quien le dio un
heredero, Eugenio Luis (1856-1879). Sin embargo, el príncipe imperial falleció
joven en Sudáfrica, durante una emboscada tendida por los zulúes, poniendo así
fin a la dinastía Bonaparte.
El 10 de diciembre de
1848, tras varios meses de agitación política provocada por la revolución de
febrero de 1848, Luis Napoleón Bonaparte había sido elegido presidente de la
Segunda República francesa con el apoyo de las clases populares. El 2 de
diciembre de 1851 dio un golpe de estado con el propósito de restaurar el
sufragio universal, que había sido restringido unos meses antes. Tras ser
ratificado por el pueblo mediante un plebiscito, eliminó la oposición
republicana y socialista e instauró un régimen autoritario y centralizado que
se transformó en una monarquía hereditaria. El 14 de enero de 1852 promulga una
nueva constitución que refuerza los poderes del ejecutivo y subordina el
legislativo. Dio un golpe de Estado el 2 de diciembre de 1851 que le permitió
asumir poderes dictatoriales y ampliar su periodo de mandato a diez años. El
respaldo popular lo alentó a trasformar la República en el Segundo Imperio.
Su reinado consta de
dos periodos: uno de carácter dictatorial o Imperio autoritario, que se mantuvo
hasta 1860 y una segunda etapa marcada por reformas liberales que culminó en
una monarquía limitada -el Imperio liberal- hasta 1870; esta segunda etapa
liberalizadora se caracterizó por el desarrollo de una legislación sobre
asuntos laborales, la apertura hacia el librecambismo y la rehabilitación de
los partidos de la oposición. Durante su mandato se produjo la reordenación
urbanística de París planificada y dirigida por George Haussmann.[xxvii]
En este sentido
comparado al kirchnerismo ¨uso¨ del legislativo prestos a aprobar cuanto
proyecto del ejecutivo que ha necesitado permanentemente, al que le ha dado un
lugar de trascendencia y de exposición que pocas veces tuvo en los últimos 30
años de democracia.
Desde victorias
arrolladoras en innumerables leyes, a fracasos sonoros como fue la votación de
la 125 en el Senado. Es verdad que el oficialismo no tuvo demasiados
sinsabores; el ya citado del voto “no positivo”, y la aprobación del 82% móvil
que también contó con un desempate por parte de Julio Cobos, aunque sin tanta
estridencia en esa oportunidad. Esos fueron los únicos momentos adversos para
un kirchnerismo cuando no contó con amplias mayorías, prefirió mantener al
Parlamento en “pausa”, mientras que cuando las tuvo, avanzó con paso
arrollador. Pero siempre se las arregló para salir airoso en el ámbito
legislativo.[xxviii]
En 2011, el día que
asumió la presidencia por segunda vez decia: "La falta de conexión muchas
veces y de armonización entre las propias áreas del Estado nos convierte en un
Estado bobo y yo quiero ser cualquier cosa menos boba". O sea, el Estado
era ella.
Así se explica el mismo
poder centralizado de Emperator de Luis Bonaparte.
Beatriz Sarlo la
analizo destacando en ("La oratoria del yo", publicado en la revista
Noticias) "ese yo monumental, que piensa y dice, da a entender que no hay
otra autoridad intelectual o política que pueda comparársele ni, mucho menos
contradecirlo (para los contradictores, el sarcasmo)".[xxix]Al mismo
tiempo en 2007 cuando asumió dijo en el programa de Joaquín Morales Solá que
quería que Argentina fuese Alemania.
"¡Salchichones!
¡salchichones! pedía la soldadesca del Emperador. Es una de las tantas imágenes
con la que Marx sirve a su idea de bonapartismo, en el 18 Brumario. Toda la
sociedad francesa, quiere decir, estaba presa de la representación de actitudes
que no correspondían a la situación objetiva de nadie. Los fantoches
anacrónicos encubrían el drama del presente. Los afiladores de cuchillos
hablaban en nombre de los proletarios en cualquier Boulevard." Marx en el
capítulo V de su libro "El 18 de brumario de Luis Bonaparte"
caracteriza al lumpemproletariado de la siguiente manera: "Bajo el
pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se organizó al lumpemproletariado
de París en secciones secretas, cada una de ellas dirigida por agentes
bonapartistas y un general bonapartista a la cabeza de todas. Junto a roués
arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca procedencia, junto a
vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de
tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis,
lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles,
mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores,
caldereros, mendigos, en una palabra, toda es masa informe, difusa y errante
que los franceses llaman la bohème: con estos elementos, tan afines a él, formó
Bonaparte la solera de la Sociedad del 10 de diciembre, «Sociedad de beneficencia»
en cuanto que todos sus componentes sentían, al igual que Bonaparte, la
necesidad de beneficiarse a costa de la nación trabajadora."Este grupo
social ha sido considerado tradicionalmente por el marxismo como carente de
conciencia política y susceptible de servir de punto de apoyo a la burguesía.[xxx]
La Figura de Cristina K
“Que
no me vean caída. Muerta por dentro, pero de pie.
Como
un árbol”. ***
En 1981 el prestigioso
periodista francés Jean François Revel publicó ¨El Estado megalómano¨. Refiriéndose
al creciente intervencionismo del Estado en la economía dice Revel:
"Puesto que todo lo decide el poder político, las dificultades políticas
se interpretan como victorias ganadas por unos malévolos adversarios de este
poder, con la ayuda de comentaristas hostiles
infiltrados en los medios de información". Y continúa: "Para hablar sin ambages, el Estado hipertrofiado se
convierte en megalómano, y la megalomanía es la antesala de la paranoia".
Luego sigue: "Para disimular su fracaso económico este poder se ve
empujado a politizarlo todo, es decir, a prodigarse en contraataques, no por
acción económica, sino por la intensificación de la acción política,
recurriendo sobre todo a su servidor titular, la propaganda, que por vocación
se lleva mal con la información imparcial. Descendemos unos peldaños más y
aparece la tentación, por no decir una práctica moderada del despotismo,
que acaba por instalarse en nombre de la salvación pública".[xxxi]
En Gatopardo, una nota
realizada a Beatriz Sarlo dice: “El kirchnerismo tal vez sea la mayor fuerza
política surgida en Argentina en los últimos años. La presidenta tiene una gran
popularidad y la oposición carece de líderes populares, no consigue atacar los
puntos objetables del gobierno que, por otra parte, está en pie de guerra con
los medios de comunicación. Las diferencias entre los periódicos argentinos son
notables: Página/12 y Tiempo Argentino apoyan al gobierno; Clarín y La Nación,
en los que Sarlo escribe, se oponen”.
Sarlo investiga en el
libro no sólo a la pareja presidencial, sino el comportamiento de los políticos
en Twitter y en Facebook y las inversiones del gobierno para mantener a la
prensa como amiga. Sobre 6, 7,8, un programa de actualidad y opinión que se
emite por Canal 7, un canal del Estado, opina que es “desagradable visualmente,
con un panel integrado por bizarros o pedantes, sin obligaciones con el ritmo
televisivo, sin beautiful people, producido en el canal público. Es pura y dura
propaganda ideológica”.[xxxii]
“En 6, 7, 8 conviven
seis conductores que, de clara tendencia kirchnerista, defienden al gobierno,
parapetados en la idea del “periodismo militante”, y atacan a la oposición y a
la prensa no kirchnerista”.
Dicho esto se refuerza
la idea de “comentaristas hostiles” de Ravel en la presencia de 6, 7, 8 en un
Canal del Estado integrado por panelistas oficialistas que tapan las
dificultades dando a entender que son victorias. Este periodismo que paso a
llamarse “periodismo militante” no deja a libre albedrio la capacidad de opinar
y que creo “…una división ideológica en el país, según la cual quien no está
con el gobierno está contra él dijo Sarlo.
Revel al decir que ¨la
megalomanía es la antesala de la paranoia¨ se entiende la noción de
constitución paranoica según Lacan caracterizada por la sobreestimación de uno,
la desconfianza, la falsedad de juicio y la inadaptabilidad social. "La
constitución llamada paranoica (...) falta frecuentemente en el hecho, o es
solamente secundaria al delirio". "La imposibilidad de nunca
encontrar una aplicación clínica rigorosa debe en efecto aparentarse a algún
vicio radical de esta concepción y nos las hace considerar, al final de esa
obra, como absolutamente mística".
Con respecto al cuadro
común de la paranoia, Lacan hace reposar el diagnóstico de paranoia de
autopunición en distintos conceptos uno de ellos: el narcisismo secundario,
frecuentemente correlativo a una anomalía de la situación familiar infantil del
sujeto.[xxxiii]
Los contraataques de
los que menciona Revel se observó en los medios como dice Sarlo: “de falta de
espíritu democrático por sus constantes ataques a los medios de comunicación
que los critican…” En este sentido, ser parte de la misma fuerza, compartir lo
mismo, pensar lo mismo, no presentar oposición ni dar lugar al contraste. Esta
masificación incluyo a: Madres de Plaza de Mayo ,eventos con plazas llenas en
Buenos Aires y el interior junto a artistas destacados como así también las
continuas cadenas nacionales.
El concepto de
despotismo está vinculado al abuso de poder ya sea moral o físico, imponiendo
el uso de la fuerza en el trato con un determinado grupo de personas. Este
concepto suele estar vinculado con un tipo de gobierno que posee el poder
absoluto y cuyo accionar no se encuentra limitado por las leyes existentes.[xxxiv]
Cristina Fernández de
Kirchner es vista como una mujer “déspota, caprichosa, infiel, enamorada del
lujo y, a los 57 años, obsesionada con su apariencia…” en el libro “Cristina,
de legisladora combativa a presidenta fashion”, una biografía no
autorizada realizada por la periodista y escritora Sylvina Walger."Parece
que Cristina tuviera un traje de amianto, los grandes conflictos que le han
tocado vivir le han pegado, pero ella ha logrado dar un paso al costado y salir
bien parada"."La gente humilde en el conurbano de Buenos Aires o en
el interior del país la ve como un hada, como la reencarnación de Evita. La
clase media o alta la ve como una mujer autoritaria, déspota. Una bruja",
señala la periodista Olga Wornat, biógrafa de la presidenta.[xxxv]
Apoyada y sostenida por
los sectores populares y criticada por los sectores altos lanzo planes sociales como la Asignación
Universal por Hijo, destinada a los padres de escasos recursos o desempleados
que no pueden pagar la educación y salud de su familia que sin embargo los
mismos opositores en el gobierno continuarían implementándola. En nombre de
esa” salvación pública” de la que habla Revel, la ex Primera Dama se instala
cerca de Hijos de Desaparecidos, así lo menciona en la última plaza repleta por
el traspaso de mando: "Dejamos 119 nietos recuperados. Dejamos el ejemplo
al mundo de que no hay impunidad y que no necesitamos ningún tribunal
extranjero para hacernos cargo de nuestra historia y nuestra tragedia. Podemos
mirar a los ojos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de HIJOS, que hemos
dado respuesta al reclamo histórico de memoria, verdad y justicia”. En su
discurso de fin de mandato recurre su cercanía finales como balance de su gestión
a los trabajadores, trabajadores de prensa que les dio libertad para difamar y
calumniar, jubilados mediante la Ley de movilidad jubilatoria, a los sin
trabajo, a la recuperación de Aerolíneas Argentinas.[xxxvi]
Presidencia
de Cristina Fernández de Kirchner
El 27/10/2007 en las elecciones presidenciales ganó la
fórmula del Frente Para la Victoria encabezada por Cristina Fernández de
Kirchner – Julio Cobos con un 44,92% de los votos. De acuerdo a Baldioli y
Leiras, Fernández de Kirchner “basó su propuesta electoral en la idea de la
continuidad dentro del cambio.” Sus basamentos principales eran tres:
reinserción en el contexto internacional, inicio de un nuevo tiempo político
basado en el diálogo y una mejor calidad institucional y una presidencia que
tendría cambios en relación a la de Néstor Kirchner. (Baldioli, Leiras: 2012).
Según estos autores, la idea de cambios internos no las hubo
al reflejar en su nuevo gabinete de ministros la continuidad de siete y solo
cinco eran los nuevos.
L. Alberto Romero destaca que el Congreso modificó la
composición del Consejo de la Magistratura con el fin de otorgar mayor peso político
a las cabezas oficialistas.
El debate sobre el desinterés de fallos judiciales (de la
corte) que reflejaba una falta de Justicia llamada una “corporación judicial”.
En los medios de prensa se vislumbro lo mismo: “Los funcionarios vigilaron la
opinión de los periodistas y sugirieron el desplazamiento de los más críticos.”
La publicidad oficial dada para medios que continuaban su línea editorial. La regulación
de las emisiones de televisión y de radio fue un puntapié importante con las
empresas de TV. Amigos empresarios cercanos al gobierno compraron diarios y
radios, pero muy poco ha crecido su circulación. “Por otro lado, la radio y la
televisión pública y la agencia de noticias Télam se convirtieron en
desembozadas propagandistas del gobierno. La suma de presiones, y el desarrollo
de una cadena propia, con periodistas que se autodefinían como militantes,
configuró un aparato mediático significativo.” (Romero: 2014)
Martín Lousteau (entonces Ministro de Economía) en el
11/03/2008, dio a conocer la implementación de retenciones móviles para las
exportaciones agropecuarias (¨memorable¨ Resolución 125). Representantes del
campo, CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada), SRA
(Sociedad Rural Argentina), FAA (Federación Agraria Argentina) y CRA
(Confederaciones Rurales Argentina) se molestaron ante la medida con los
consiguientes paros y piquetes en las rutas y lockouts rechazando la decisión
del Ejecutivo. Luego terminan unificándose en el denominador común: la “Mesa de
Enlace” dejando al país al borde del desabastecimiento por 100 días fue “la
piedra de toque” como dice Svampa para actualizar el legado nacional-popular.
El vinculo y conflicto con los medios se presenta por la Ley
de Medios Audiovisuales enfrentando al Gobierno con el multimedios Clarín (que
antes de la disputa con sectores agrarios fue beneficiado por las políticas del
kirchnerismo). Esta nueva ley en 2009 tuvo la adhesión de numerosos
periodistas, artistas y sectores educativos que hasta ese entonces tenían una
relación de apoyo pasiva en relación al kirchnerismo. (Svampa: 2011)
Majul destaca en su libro que funcionarios del gobierno
afirman que la guerra entre Kirchner y el Grupo Clarín comenzó con el conflicto
con el campo. En este sentido, directores de Clarín aseguran que empezó antes.
Estos últimos sostienen que el gobierno “metió” a un espía dentro del diario
que trabajaba como periodista en una “sección caliente” del mismo. Las
autoridades no lo despidieron, pero el periodista renunció. Hechos de espionaje
como este no fue el único ni más grave: el que peor consideran fue el de espiar
a Magnetto (accionista mayoritario del Grupo) y su familia cuando éste luchaba
contra el cáncer. (Majul: 2009).
"Acompáñennos, no tenemos nada enfrente. Ustedes van a
ser los más ricos de la Argentina y nosotros tendremos el poder en los próximos
veinte años" decía Nestor Kirchner quien pisaba los estudios de 6, 7, 8,
el 24 de enero de 2010:
-A mí, Héctor Magnetto me pidió que le vendiera Telecom a
Clarín.
En fuentes del multimedios lo explicaban exactamente al
revés: que era el kirchnerismo el que invitaba a Clarín a participar en
Telecom, pero a cambio de hacerlo como socio/amigo del Gobierno. El multimedios
decidió ir por las suyas según Pablo Sirven en La Nación.
En plena conflictividad con el agro, los jóvenes del
movimiento kirchnerista, encabezados por "La Cámpora", junto a
sectores piqueteros, empapelaron la Capital Federal y gran parte del conurbano
con carteles que decían: “Clarín aprieta”, “Clarín quiere inflación”, “Clarín miente”,
“Clarín contamina”, “TN Todo negativo, Todo Negocio”[xxxvii].El
canal TN (Todo Noticias) fue lo que enfureció al kirchnerismo ya que transmitía
las 24 horas los cortes de ruta, marchas y cacerolazos en contra del gobierno.
Los discursos de Cristina Fernández de Kirchner eran “cuenta corriente” así
como también las reacciones rápidas de dirigentes como Alfredo De Angeli en
contra de lo que decía la presidente.
Lo que sí molesto al kirchnerismo fue que, iniciado el paro
agropecuario, el canal TN (Todo Noticias) transmitía las 24 horas los cortes de
ruta, marchas y cacerolazos en contra del gobierno. Eran comunes las coberturas
de los discursos de Cristina Fernández de Kirchner y la reacción de dirigentes
como Alfredo De Angeli en contra de lo que decía la presidente.
Fernández de Kirchner, frente al conflicto se muestra
inflexible llamándolos “ piquetes de la abundancia” sumado a la salida de
sectores de la clase media porteña quienes salieron a la calle a apoyar a los
sectores agrarios cuestionando así el estilo político autoritario del gobierno
que deviene en de la tradición nacional-popular: peronismo o antiperonismos;
pueblo y antipueblo.(Svampa:2011)
La estrategia confrontativa se verán, en adelante, en todos
sus discursos y actos. Es dable destacar el rol que el grupo de intelectuales
de Carta Abierta (grupo oficialista) le asignaron a los medios de comunicación:
hablan de “desinformación”, “discriminación”, de privatización de las
conciencias. (Baldioli, Leiras: 2012)
Una frase que quedará en la historia: "Mi voto no es
positivo. Mi voto es en contra." Pronunciada por el entonces
vicepresidente, Julio Cobos luego de varios meses de conflicto entre el sector
agropecuario y el Ejecutivo, el proyecto de ley queda rechazado.
La Ley N° 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual
(conocida como Ley de Medios) sancionada en octubre del año 2009, fue otra de
las medidas, que establece las pautas que rigen el funcionamiento de los medios
radiales y televisivos en la República Argentina. El objeto de la ley es la
regulación de los servicios de comunicación audiovisual y el desarrollo de
mecanismos destinados a la promoción, desconcentración y fomento de la
competencia con fines de abaratamiento, democratización y universalización del
aprovechamiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.[xxxviii]
Santiago Leiras, en un artículo del año 2009, destaca tres
argumentos por parte del oficialismo sobre la importancia y necesidad de esta
ley (y además realiza aclaraciones al respecto). En primer lugar, la necesidad
de saldar una deuda de la democracia instaurada en el año 1983. En este
sentido, Leiras destaca que este proyecto no fue el primero que se presentó en
democracia. Se presentaron diversas propuestas (durante las presidencias
Alfonsín, Menem y De La Rúa) para sustituir la ley vigente desde la última
dictadura militar. Este proyecto fue presentado merced al enfrentamiento
político entre el gobierno nacional y el Grupo Clarín (el principal grupo “digitado”
por el oficialismo como representante del “monopolio informativo”). En segundo
lugar, menciona la necesidad de democratizar la propiedad de los medios de
comunicación, afectada por organizaciones monopólicas. Aquí el autor realiza
una observación ya que fue el propio Néstor Kirchner quien, en el 2005,
prorrogó las licencias de radio y televisión acordadas en la década previa y
pocos días antes de la finalización de su mandato aceptó la fusión entre las
empresas Multicanal y Cablevisión, permitiéndole al Grupo Clarín el control del
60% del mercado en tal rubro. Por último, la imperiosa necesidad de una
libertad informativa estimulada por la presencia de grupos mediáticos
monopólicos que han hecho de la libertad de prensa una libertad de empresa.
Leiras explica que el asentamiento de instituciones dentro del propio Estado
que suministran información un tanto distorsionada, por ejemplo el Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) que es el caso confuso entre lo
estatal, lo gubernamental y lo partidario, nublan esta preocupación por la
transparencia y libertad informativa.[xxxix]
Otra medida fue que el kirchnerismo logro en el Congreso la
sanción de la ley que declaró de interés público la fabricación y
comercialización del papel para diarios. Así, el Poder Ejecutivo obtuvo la
potestad para controlar el mercado, estableciendo precios de venta y metas de
producción sobre la empresa Papel Prensa. La ley despertó fuertes críticas de
la oposición y de organismos internacionales que alertaron sobre un avance del
Gobierno sobre la libertad de expresión.[xl]
En agosto de 2009, luego de la ruptura del contrato de la
Asociación de Fútbol Argentino (AFA) con la empresa TSC, el Estado intervino en
la televisación de los partidos de la primera división a través de una sociedad
con la institución que preside Julio Grondona, y con una inversión de 600
millones de pesos anuales. La presidenta Cristina Kirchner anunció el acuerdo
en cadena nacional, rodeada por el titular de la AFA y el por entonces director
técnico de la selección nacional, Diego Maradona.
El acuerdo generó revuelo en el ámbito político y deportivo.
"La TV dejará de ser la vaca lechera de los clubes. Hay un pacto entre
Grondona y los Kirchner", denunció Marcelo Bombau, presidente de Torneos y
Competencias.
El 11 de agosto de 2009, luego de que la Asociación del
Fútbol Argentino rompiera su contrato de televisación con la empresa TyC
Sports, el gobierno nacional le propuso la adquisición de los derechos
ofreciendo 600 millones de pesos (el contrato anterior con TyC era de 268
millones de pesos). La principal condición sería la transmisión de todos los
partidos en directo y que el excedente de ganancia por publicidad y
comercialización se destine al deporte amateur.
El acuerdo de asociación por diez años con la AFA para la
trasmisión de todos los partidos de fútbol por canales de aire, y, por lo
tanto, en forma gratuita. La AFA recibirá 600 millones de pesos anuales y lo
que se recaude por derechos de trasmisión y otros ingresos por encima de esa
cifra será repartido mitad y mitad. Las ganancias que vayan al Estado será
destinado a promover los deportes olímpicos, dijo la Presidenta.
En una de los párrafos más fuertes de su discurso en el
multitudinario acto en el campo de entrenamiento de la selección de fútbol en
Ezeiza, la Presidenta dijo que “ya no nos secuestrarán los goles”, en alusión
al contrato que rescindió la AFA con la empresa TSC, que tenía la exclusividad
para la trasmisión de los partidos y de la emisión de los goles a través del
programa Fútbol de Primera de Canal 13.
“Te secuestran los goles hasta el domingo, como te secuestran
las imágenes y las palabras. Como secuestraron a 30 mil argentinos. No quiero
más una sociedad de secuestros, quiero una sociedad cada día más libre”. [xli]
Palabras
finales
El peligro de la gestión y control de los mass media,
por parte de determinados intereses como ha sido señalada por Castells, como
situación que podría llevar a una auténtica mediocracia, es decir, como la
génesis de un “sistema en el que los poderes financieros, religiosos y
políticos puedan influir de manera decisiva en el poder a través de su peso en
los medios de comunicación, fuera de la visión de los ciudadanos”.
En función de lo expuesto pienso afirmar la hipótesis (“ La
concentración de poder seria un mecanismo social, psicológico y especifico a
toda la sociedad, no solo a figuras en el poder, que aumenta de acuerdo a la
legitimación de la sociedad misma, en un grupo reducido o bien frente a un alto
cargo” se confirma. Intereses de poder y económicos, protagonismos, ideologías
se fundan en este nuevo entramado inserto en la sociedad que se expanden y se
achican por oportunismos, “adoración” a líderes que responden a un tiempo y
época determinada.
En el caso de Napoleón III que adoptó el título imperial y
quien diera un golpe de Estado el 2 de diciembre de 1851 permitiéndole asumir
poderes dictatoriales y ampliar su periodo de mandato a diez años tuvo el
respaldo popular como mencione antes y lo alentó a trasformar la República en
el Segundo Imperio. Aceptado por el pueblo pero toda la sociedad francesa,
estaba presa de la representación de actitudes que no correspondían a la
situación objetiva de nadie. La bohème definida por el marxismo como carente de
conciencia política y susceptible de servir de punto de apoyo a la burguesía
estaba ciega ante un poder sublime de El Emperator.
La sociedad “encantada” por Cristina K voto para continuar
con el modelo Kirchnerista legitimando así una “sociedad sin cambios”.
En cuanto a la respuesta del problema planteado inicialmente
(¿Qué hubiese sido si dichos liderazgos no insistían en dominación territorial
y poderío comunicacional?) se entiende que los medios han cooptado
territorialmente y en la mass media a los sectores sociales en el
momento de liderar y sostenerse en la vida pública con características particulares.
El caso del matrimonio Kirchner analizado desde el perfil de
un vínculo cambiante con los medios, en especial con Clarín, que con el tiempo
quebraron dicho vínculo entendiendo que al inicio haya sido en buenos términos.
Un pilar fundamental del poder kirchnerista fue un discurso hábilmente
construido y eficazmente difundido.
Kirchner asumió que había, en la política, una lucha por la
interpretación de la realidad y que había que imponer un “relato”.
(Romero: 2014)
Así logró convocar a un amplio sector de la opinión pública
que se definía como progresista. La viveza figura de Cristina Fernández (para propagar
e imponer una visión, para establecerse y demarcar los criterios de
diferenciación social, para dividir, para fomentar su poderío y a los grupos
sociales) jugó un rol determinante en la construcción y consolidación de su
liderazgo.
La relación entre el Grupo Clarín y los Kirchner ha
transitado del amor al odio entre la llegada al poder en 2003 y la aprobación
de la Ley de Servicios Audiovisuales en octubre de 2009.
Tal como afirman Baldioli y Leiras, “el kirchnerismo
representa la continuación por otros fines – más que por otros medios – del
estilo decisionista de gobierno instaurado durante los años de Carlos Menem.”
(Bladioli, Leiras: 2012)
Por último, en cuanto al vinculo con los medios y los lideres
siguiendo un artículo publicado en el diario La Nación, las inversiones
estimadas en publicidad entre enero y octubre del año 1999 fueron, para
Presidencia de la Nación, de U$S 19 millones, mientras que para última campaña
presidencial de 2011, el gasto en publicidad de Fernández de Kirchner, ascendió
a U$S 101 millones (sin tener en cuenta los gastos en otros programas, como los
patrocinios culturales y deportivos).
En fin, Sarlo define a los Kirchner de falta de espíritu
democrático por sus constantes ataques a los medios de comunicación que los
critican y señala que las referencias explícitas a las escenas del drama
familiar de la ex Presidenta—la muerte de su marido— son un acto populista por
parte de ella misma.
VII) Bibliografía
General:
Libros
- Baldioli, Alberto y
Leiras, Santiago (2012): De Néstor C. Kirchner a Cristina Fernandez de
Kirchner: ¿un cambio ideológico dentro de la continuidad? En Leiras, Santiago
(comp.) Democracia y estado de excepción. Argentina, 1983-2008. Buenos Aires;
Editorial Prometeo.
- Laclau, Ernesto
(2005). La Razón Populista. México; Editorial Fondo de Cultura Económica.
-Marx, Carlos. El 18
Brumario de Luis Bonaparte. Madrid. Fundación Federico Engels.
- Romero, Luis
Alberto (2014): Breve historia contemporánea de la Argentina. 1916-2010. Buenos
Aires; Editorial Fondo de Cultura Económica.
- Castells, Manuel:”
La mediocracia”, en El País, 1995
- Habermas, J. 1987b.
“Teoría de la acción comunicativa. Volumen 1: Racionalidad de la acción y
racionalización social”. Taurus, Madrid, 1987.
- Majul, Luis
(2009): El Dueño. Buenos Aires; Editorial Planeta.
- Torre, Juan Carlos
(2002): Introducción a los años peronistas. Buenos Aires; Editorial
Sudamericana.
-Ismael Cala, ”La
guía esencial en tu camino al éxito”,2016.
- Alejandro Casona, “
Los árboles mueren de pie”.
Revistas
- Ledo Gretel (2015):
“Fin del imperio: “Napoleón y la Era K”
Revista Perfil.
Número Nº 3511. Buenos Aires.
Diarios:
- Perfíl
- La Nación
- La Nación
- La Nación
- La Nación
- La Nación
- La Nación
- Infobae
- La Nación
- La Nación
- Página 12
Páginas de Internet
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- Lamarea
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