Revista Nº26 "SEMIÓTECA"
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Semiótica del espacio funerario: caso de El cementerio de Asuán en Egipto

 

Dr. Brahiman Saganogo

Universidad de Guadalajara

 

Resumen: éste es un acercamiento analítico a un espacio simbólico, un ícono religioso desde principios metodológicos de la semiótica del espacio. El espacio El Cementerio de Asuán en tanto que espacio y significante visual, semiosis, espacio-texto y discurso performativo abierto, se presta a interpretación con la finalidad de dar cuenta de sus unidades discretas, motivos de los sentido.

Palabras clave: semiótica del espacio, cementerio de Asuán, arquitectura, sintaxis espacial, isotopía.

 

Semiotics of funerary space: If Cemetery Aswan in Egypt

Abstract: This is an analytical approach to a symbolic space, a religious icon from methodological principles of semiotics of space. The space "Cemetery Aswan" while if space and visual signifier semiotics, text and performative space open discourse lends itself to interpretation in order to account for their discrete unit’s motives sense.

Keywords: semiotics of space, cemetery Aswan, architecture, space syntax, isotopy.

 

Introducción

El trabajo es un estudio que pretende describir la riqueza de un espacio simbólico: El cementerio de Asuán en Egipto. Se trata de una lectura semiótica de dicho paisaje con la finalidad de poner en evidencia los distintos significados.

El uso de las teorías y los principios metodológicos de la semiótica se justifica por el hecho de que ésta se afirma como un método cuyo objeto es la significación independientemente del tipo de objeto de análisis. En particular, un análisis desde la perspectiva de una semiótica tipológica cuyo objetivo es el estudio de los lenguajes espaciales, mejor dicho, de la determinación del postulado y la estructura de objetos espaciales a partir de los significante espaciales y del significado culturo-religioso.

¿Es “El cementerio de Asuán”, un acto de enunciación? Partimos desde luego, de la hipótesis según la cual, por ser un espacio paralelo o exterior al mundo de los vivos, El cementerio de Asuán a través de sus estructuras profundas, significa o según expresión de Paul Ricœur, da que pensar.

1.Presentación del El Cementerio de Asuán y su geografía física: plasticidad y elementos cromáticos

 

Asuán capital del primer reino faraónico, es una ciudad egipcia situada al borde del río Nilo (al sur de Egipto). El cementerio consta de una serie de mausoleos chiitas1 con cúpulas, edificados con ladrillo de revestimiento de estuco (mezcla de plástico de yeso o de polvo de mármol y de pegamento que imita el mármol); mausoleos que datan de los siglos XI y XII.

Estas tumbas, con variantes en las formas de las cúpulas (de gajos, de perfil, arco de herradura, sobre tambor), están divididas en cuatro partes, lo que hacen de éstas una presentación de arquitecturas originales y variadas. Es en esta variedad arquitectónica (sobre todo la diversidad de cúpulas) donde reside el interés de estos monumentos, puesto cada cúpula resultaría una simbólica2 tanto del mundo islámico como de la sociedad faraónica.

La diversidad de las cúpulas va en otros términos, de cúpulas hemisféricas puestas a los lados y de cúpulas sobre tambores de cornisa saliente e iluminadas por ventanas. Todas estas formas hacen del cementerio, un paisaje de tapas con plantas cuadradas y cilíndricas. Pues, un espacio geométrico portador de un lenguaje arquitectónico que se va desplegando después en todo el mundo islámico.

La geografía del El cementerio de Asuán es llamativa y pertinente desde el punto de vista arquitectónico, eso debido a su un relieve arenoso en particular, arcilloso, polvoroso y rudimentario, relieve sobre el cual están edificadas las tumbas con las diversas formas ya mencionadas, formas que imprimen a todo el cementerio, una perfección topográfica por los distintos planos desnivelados. Observemos dos fotografías de tumbas de dicho cementerio:

 

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El cementerio además de que  es un espacio amorfo (por ser un lugar donde residen seres humanos muertos), está parcelado en compartimientos, un espacio estructurado; lo cual constituye características de su localización. Por otra parte, los mausoleos con sus respectivas formas, estructuran el cementerio y hacen de él una verdadera obra arquitectónica, una sintaxis visual y un ícono dotado de una dimensión plástica y de una cromaticidad relativa al rito islámico funerario. Desde otro punto de vista, los mausoleos dejan al cementerio tal una urbe dinámica (habitada por seres vivos).

 

2. Estructuras de “El cementerio de Asuán” como espacio arquitectónico y sintaxis espacial.

El cementerio de Asuán es sin duda alguna, una urbe amorfa edifica según normas particulares inspiradas de la tradición islámica e inscripciones de tipo funerario en particular, sepulturero y por extensión, cultural (la cultura islámica vista desde la perspectiva chiita). Como espacio característico de una práctica normativa, el cementerio traduce un modo de inhumación detrás del cual aparece un grupo organizado e identificado desde l punto de vista religioso, dicho de otra forma, una comunidad religiosa y ésta no es más que la sociedad musulmana.

Espacio que acoge o que reúne a todos los muertos, el cementerio por su capacidad intrínsecamente normativa de reunir a todos los muertos para formar así a una sociedad, establece un paralelismo entre dos mundos: el de los vivos y el de los muertos. Se trata de un paralelismo y de una complementariedad en el sentido de que cada sujeto ha de existir o estar consecutivamente en ambos espacios (mundos). Al respecto, un versículo del texto coránico señala: “de ella (la tierra, tumba, cementerio) os creamos, a ella os retornaremos y de ella os haremos surgir otra vez”4. Veamos la oposición antagónica entre ambos mundos:

 

La edificación de El cementerio de Asuán como sintaxis visual e ícono manifiesta un discurso religioso y al mismo tiempo, se deja por símbolo de la creencia religiosa de un grupo social, cuyas funciones es decir, mostrar (hacer sensible lo que no lo es (valores abstractos o no, poderes, virtudes, comunidades y prácticas), reunir (es decir señalar la pertinencia) y por fin, prescribir.

Más allá de los argumentos anteriormente mencionados, nuestro análisis se basará en las estructuras profundas de los distintos mausoleos que consta el cementerio. De entrada, se tratará de distinguir, describir, explicar los objetos arquitectónicos, y considerarlos como significantes articulados entre sí, y partir de la hipótesis según la cual dichos significantes deben significar o sea, tener sentidos puesto que cualquier espacio arquitectónico “[…] no es solamente objeto de prácticas sociales, es práctica social” (Renier, 1997, p. 153)5, y como tal, aparecen como sintaxis espacial.

Nuestro objeto de estudio es un espacio real, edificado y cuyos elementos arquitectónicos no son más que componentes de base junto al espacio del cementerio. Cada mausoleo consta de paredes, puertas, ventanas, cúpulas, salas y tumbas. Los patios que forman por un lado, espacios asociados al espacio principal o al espacio de soporte (cementerio, mausoleo). Todos los mausoleos pueden ser esquematizados respectivamente de la manera siguiente:

 

 

Como hemos venido mencionando, El cementerio de Asuán en tanto que obra arquitectónica, es no sólo producto de la voluntad, la intención y de la actividad humana sino como espacio construido y ligado al espíritu humano y sobre todo, al de Dios de manera que resulta significante y eufórico6 conjuntando tierra y cielo, mundo de los vivos y mundo de los muertos, existencia terrenal y existencia en el más allá.

Si las paredes verticales de los mausoleos marcan los límites espaciales de cada tumba, el cambio en la parte superior de la puerta en forma de croissant lunar, atestigua de entrada, la marca del simbolismo islámico (el croissant lunar simboliza convencionalmente al Islam. Pues, la pertenencia del espacio a una práctica bien determinada y la relación de correspondencia entre mundo terrenal (de los vivos como de los muertos) y el cielo, ponen de realce la relación cíclica en término de nacerterminar (morir) ↔ nacer, al igual que la que sustenta el proceso de evolución de la luna.

El tambor que sostiene la cúpula consta de siete ventanillas que guardan la misma estructura que las puertas; y tanto el tambor como las ventanillas, ambos resultan simbólicos por el número de sus persianas. Cada ventanilla tiene su prolongación en algunas cúpulas. El número siete alude a los siete cielos hacia los cuales aspira llegar el muerto y sobre los que está Dios. Al respecto, leamos unos versículos coránicos:

 

Aláh está sobre los siete cielos, sobre tu trono, sentado de una manera que demuestra su grandeza y majestuosidad […] por cierto, tu señor es Aláh, quien creó los cielos y la tierra en seis días, y después se sentó sobre el trono (Istawa). […] y creó el sol, la luna y las estrellas están por su mandato […] (7:56).

 

En cuanto a las cúpulas, cabe notar que de formas cóncava y de croissant lunar que techan las tumbas, inscriben por correlación, una isotopía religiosa de la “protección divina”, idea central que encuentra su justificación en lo siguiente: “Es [Aláh] el originador de los cielos y la tierra […] ¿Acaso no le pertenecen el mandato y la creación? Bendito sea Aláh, el señor de la Humanidad […] y de todo lo que existe” (2:117, 7:54)- […] Él es quien da la vida y causa muerte […]” (2:117, 7:54,158).

Algunas cúpulas llevan arriba justo en medio una barra de metal orientada hacia el cielo, un hecho a guisa de proceso de elevación y ascensión espiritual del alma del difunto. Con todo, la edificación del cementerio resulta ser una estructuración sintética mediante la cual los muertos no sólo están depositados en su mundo sino que se encuentran  también bajo el reino divino y en su camino hacia el cielo. Construcciones como medios espaciales por los cuales los vivos auxilian a sus muertos para que se incorporen al universo divino.

Las variaciones de tipo arquitectónico de los elementos se explican más que por un juego arquitectónico (innovación o moda), por las distintas épocas a lo largo de los cuales se fueron construyendo las tumbas. A pesar de eso, su significación queda correlacionada con las formas religiosas desplegadas, u obedece a criterios islámicos de edificación de tumbas. A todo eso, conviene mencionar una dimensión cromática dominante, el color blanco de las paredes, color que simbolizaría “pureza”, “bondad” y “prudencia”.

La sintaxis espacial está compuesta por una forma de yuxtaposición de elementos arquitectónicos, que a pesar de las dialécticas grandes / pequeños desde un punto de vista formal, insisten en la estructura de conjunto o de masa que sistematiza el discurso religioso islámico acerca del muerto y de su devenir. Dicho de otra forma, establece el vínculo indestructible entre los espacios amorfo y divino con sus respectivos núcleos sémicos: “abajo” “arriba”.

He aquí la distribución una representación visual de la articulación de la categoría semántica que subyace en el nivel profundo:

 

 

El esquema indica en su base, el recorrido del creyente a partir de la oposición / vida / vs / no vida /, / existencia 1 / vs / existencia 2 /, y la flecha vertical – el termino de este recorrido, marcado por la oposición de los espacios que conduce hacia una categoría gradual es decir Existencia 1 → Existencia 2 → Existencia 3 (celeste): una ascensión espiritual con tres niveles de existencia, marca el ciclo de la vida, ciclo indudablemente circular, y desde la tradición religiosa, es la trilogía sobre la cual descansa la humanidad.

Conclusión

En conclusión, hemos intentado analizar un espacio funerario que fue considerado desde un inicio, como arquitectónico e inscrito en su dimensión religiosa, inscripción que permitió ir fijando con precisión, los sentidos tanto de las partes como del conjunto mediante una lectura iconológico-contextual. Todo esto contribuyó a develar los significados subyacentes como modos de la veridicción.

Notas

1.Los chiitos constituyen el grupo disidente formado tras la muerte del profeta Mahoma. De la corriente el Chiismo, son partidarios de Ali Ibn Abu Talib, primo, discípulo y yerno de Mahoma. Se caracterizan como seguidores de las prácticas del profeta.

2. Se entiende por “simbólica” un conjunto de símbolos propios a una religión, una doctrina y a un país; un sistema de explicación de los símbolos religiosos. Es también la ciencia que expone y explica estos símbolos. En particular, la simbólica es la parte de teología relacionada con las exposiciones de las doctrinas religiosas.

3. En Stierlin, (2009). H. El Islam. Desde Bagdad hasta Córdoba. Las edificaciones de los siglos VII al XIII. Köln: Taschen, p. 153.

4. El Sagrado Corán. Surah (capítulo) 20, versículo 55. Cito bajo esta edición y consigno las referencias en el cuerpo del trabajo.

5. Renier, A. (1979). “Nature et lecture de l´espace architectural” en Ferrier, J., L. (1997). (Dir). Sémiotique de l´espace, architecture, urbanisme, sortir de l´impasse. Paris: éds. Denoël / Ginthier.

Renier, A “Nature et lecture de l´espace architectural” en Ferrier, Jean-Louis, dir. Sémiotique de l´espace, architecture, urbanisme, sortir de l´impasse, Paris, éds. Denoël / Ginthier, 1997, p. 153.

6.En la ciencia semiótica, “la euforia” es: “el término positivo de la categoría típica que sirve para valorizar los micro-universos semánticos, transformándolos en axiologías. Véase. Greimas, A. J y. Courtés, J. (1982). Semiótica. Diccionario Razonado de la Teoría del lenguaje.Ttrad. E. Ballón Aguirre y H.C. Carrión. Madrid: Gredos, p.166.

 

Bibliografía.

Greimas, A. J y. Courtés, J. (1982). Semiótica. Diccionario Razonado de la Teoría del lenguaje.Ttrad. E. Ballón Aguirre y H.C. Carrión. Madrid: Gredos, p.166.

 

Le Saint Coran et la traduction en langue française du sens de ses versets (s.f). Al-Madinah: la Présidence Générale des directions de Recherches Scientifiques Islamiques de L’Ifta, de la Prédication et de l’orientation Religieuse.

 

Renier, A. (1979). “Nature et lecture de l´espace architectural” en Ferrier, J., L. (1997). (Dir). Sémiotique de l´espace, architecture, urbanisme, sortir de l´impasse. Paris: éds. Denoël / Ginthier.

Stierlin, (2009). H. El Islam. Desde Bagdad hasta Córdoba. Las edificaciones de los siglos VII al XIII. Köln: Taschen.