RESUMEN.
El presente
trabajo pretende analizar, dentro de los límites de los datos estadísticos
disponibles, la relación entre los ingresos públicos estatales por impuestos y
la implementación de mecanismos que combaten la corrupción. En particular pretende
discernir si el establecimiento de instrumentos de control para evitar la
corrupción en México ha aumentado la confianza en los ciudadanos sobre las
tareas del gobierno y por ende aumentado los ingresos públicos estatales por
concepto de recaudación fiscal.
Entonces, usando
el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario
Estatales 2011 y el Banco de Información Económica, ambos del INEGI, se
comparará si los ingresos públicos estatales por impuestos están condicionados
por la creciente instauración de instrumentos anticorrupción en México. Para
tal fin se usará una metodología cuantitativa primordialmente basada en
distribuciones de frecuencia respecto a los 31 estados y el Distrito Federal.
Palabras clave: Mecanismos anticorrupción,
Ingresos públicos, Confianza ciudadana.
ABSTRACT
This papers aims to analyse,
using available statistics, the connection between public and state tax incomes
and implementation of mechanisms to fight against corruption. Particularly, it
intends to figure out if control tools to avoid corruption in Mexico have made
citizens’ trust in government grow or not which can be reflected on tax
incomes.
Using National Census of
government, public security and prison state system 2011 and Economic
Information Bank (both belonging to INEGI) we will study if tax incomes are
conditional on increasing implementation of anti-corruption tools in Mexico. In
order to achieve that aim we will use a quantitative method primarily based on
frequence distributions regarding the 31 states and Federal District.
KEY WORDS: Anticorruption mechanisms,
public incomes, citizen’s trust.
Incidencia
de los mecanismos anticorrupción en la recaudación fiscal por concepto de
impuestos en México.
Citlalli
Lucely Olvera Calderón
Maestra
en Economía y Administración Pública
Universidad
de Quintana Roo, México.
INTRODUCCION
La democracia
es un concepto muy amplio que puede definirse como un sistema político basado
en el poder popular, para lo cual se reconoce al pueblo la titularidad y el
ejercicio a los representantes elegidos por los ciudadanos. Para reconocer la
buena actuación de las labores de los funcionarios públicos, los tomadores de
decisiones se han dado a la tarea de crear mecanismos que fomenten la confianza
de los individuos, dando como resultado la instauración de instrumentos
internos y externos que validan las buenas acciones gubernamentales, es decir,
que denotan la no corrupción en el aparato gubernamental. Ejemplo de esto, los
organismos de control interno, las auditorías a las instituciones, los esquemas
de sanciones a los servidores públicos, las unidades especiales de
investigación a la corrupción, la capacitación a servidores públicos con base
en códigos de ética, entre otras.
Por lo
anterior, conocer la relación que existe entre los ingresos públicos estatales
por impuestos y la implementación de mecanismos de participación ciudadana,
permite tener un panorama general de la reacción que tiene la ciudadanía
respecto al actuar gubernamental. Es decir, se parte del supuesto de que el
establecimiento de mecanismos anticorrupción aumenta la confianza de los
ciudadanos hacia el gobierno, permitiendo así el aumento del pago de impuestos.
Ante esto, el presente documento explora si existe una relación directa entre
los ingresos públicos estatales por impuestos y la creciente instauración de
instrumentos anticorrupción en México, tomando en consideración la información
disponible en las bases de datos del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad
Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2011 y el Banco de Información
Económica, ambos del INEGI.
El documento
se divide en cinco secciones. La primera denominada El concepto de
participación ciudadana, formas y mecanismos abarca el marco teórico
conceptual sobre el tema en función. El segundo, Mecanismos de participación
ciudadana en México, describe los tipos de organismos e instrumentos de
participación ciudadana existentes en cada una de las Entidades federativas. El
tercero titulado Ingresos estatales por concepto de impuestos en las
entidades federativas, denota la recaudación fiscal en cada uno de los 31
Estados y el Distrito Federal. El cuarto punto establece los Resultados de
la investigación, donde el análisis denota que no existe una relación
directa, pero tampoco indirecta entre las variables analizadas, ya que no
existe un comportamiento constante entre las mismas; por lo cual se concluye
que los mecanismos de participación ciudadana no explican la recaudación por
impuestos, lo cual puede deberse a diversas causas. Por ejemplo, lo datos que
se tienen disponibles en el INEGI son limitados al denotar únicamente el tipo
de instrumentos que pueden implementarse en las Entidades Federativas.
EL CONCEPTO DE
PARTICIPACIÓN CIUDADANA, FORMAS Y MECANISMOS.
El origen
etimológico de la palabra democracia se encuentra en el griego
δημοκρατία (democratía), y se
compone de los términos démos que puede traducirse como pueblo, y
krátos que significa poder; es decir, la democracia es el poder
del pueblo. Para ejercer el poder, se hace uso de los representantes públicos,
los cuáles son elegidos por los ciudadanos sin perder éstos últimos la
titularidad del poder. El poder popular se ejerce a través de distintos
mecanismos, tales como el voto ciudadano que emiten las personas en los
comicios electorales, los comités vecinales, las consultas ciudadanas, entre
muchos otros que se listarán posteriormente.
Como parte de
los pilares de la democracia se pueden mencionar la transparencia, la rendición
de cuentas, la participación ciudadana, entre otros. Los elementos mencionados
permiten observar el actuar gubernamental y como respuesta, los ciudadanos
actúan a favor o en contra de los actores gubernamentales a través del pago de los impuestos,
las consultas ciudadanas, el voto, por mencionar algunos.
La respuesta
ciudadana o incluso la omisión se puede considerar como una forma de
participación, puesto que el individuo decide incidir en la toma de decisiones
grupal por medio de su actuación o dejando la responsabilidad al resto de los
individuos. Lo anterior a partir de las ideas de Merino (1995), quien establece que la
participación significa formar parte de una organización que reúne a más de una
persona, así como también significa compartir con alguien o hacer saber a otros
alguna noticia, es decir, la participación es un acto social. Partiendo de esta
idea, entonces, es tan difícil participar en todo, como dejar de participar,
puesto que el que decide no participar en absoluto, en realidad está dando un
voto de confianza a quienes sí participan en la toma de decisiones.
De igual
forma Pérez (1999) y Merino (1995) afirman que la participación no sólo se
limita al ámbito político, sino que también se refiere a participar, controlar y
moderar el poder otorgado a los representantes públicos a través de formatos y
mecanismos de participación ciudadana, lo cual consolida la democracia en las
sociedades.
Por otra parte, Schneider (2007)
señala que la participación ciudadana son las acciones emprendidas por
ciudadanos -ya sean individuos o miembros de organizaciones de tipo asociativo-
que directa o indirectamente están destinadas a influir en las decisiones y la
acción de los gobernantes. Con la finalidad de incidir en la agenda
gubernamental y que ésta a su vez atienda a las necesidades de la sociedad, tal
y como lo establece Verba (1996) en su definición de participación, ya que la
considera un mecanismo para la representación, un medio por el cual los
gobernantes son informados de las preferencias y necesidades del público y son
inducidos a responder a esas preferencias y necesidades.
En este mismo
sentido, participar implica que la sociedad sea capaz de estar activamente en
los procesos de toma de decisiones del Estado, puesto que definen el rumbo del mismo
y tiene connotaciones en la sociedad. Tal y como lo destaca Aguilar (1992) la
administración debe actuar de cara a la sociedad y no quedar solamente en mera
administración gubernamental, mientras más públicos sean los actos, más
legítimo será el Estado. Por lo tanto, las decisiones gubernamentales deben
tomar en cuenta las propuestas ciudadanas a través de los mecanismos de
participación, puesto que la
participación ciudadana permite la expresión efectiva de la voluntad general,
fundamento último del ejercicio democrático.
Partiendo de las ideas
aportadas por los autores arriba mencionados y la definición de Cunill (1991)
podemos decir que la participación ciudadana es aquélla en la que los
ciudadanos se involucran de manera directa en acciones públicas, poniendo en
contacto esta participación a los ciudadanos y al Estado para la definición de
las metas colectivas y las formas de alcanzarlas. Con esto hacemos referencia a
una corresponsabilización de las partes, puesto que corresponde al gobierno la
búsqueda del desarrollo nacional, pero a los ciudadanos coadyuvar a logro del
mismo.
Para esto, existen
diferentes formas de participar, por ende las clasificaciones existentes. Para
efectos de esta investigación mencionaremos la propuesta de Milbrath (1965), de
Ziccardi (1998) y de Serra (2007).
Según Milbrath
(1965) establece que la participación puede ser abierta, sin ningún tipo de
restricción por parte de quienes se decidan a participar; o cubierta en caso de
que alguien decida participar apoyando a alguna otra persona. Autónoma, a
partir de la voluntad estrictamente individual de las personas, animadas si acaso
por las necesidades de su entorno inmediato; o por invitación de algún tipo de
empresario político encargado de sumar voluntades en favor de algún propósito
en particular. Episódica o continua, de acuerdo con los tiempos que cada quien
decida entregar a la acción colectiva. Grata o ingrata, dependiendo del tipo de
recompensas individuales que se reciban como consecuencia de sus aportaciones
al grupo de intereses comunes. Simbólica o instrumental, verbal y no verbal,
tomando en cuenta las distintas formas de aportación individual a las tareas de
la organización. E individual, en tanto que alguien decida hacer alguna
aportación por una única vez a cierta causa común e incluso con carácter
anónimo; o social, en cuanto que el participante opte por reunirse con otros a
planear conjuntamente los pasos siguientes.
Aunada a esta
clasificación, Milbrath (1965) formula otra respecto de los ciudadanos,
situándolos como apáticos, espectadores y gladiadores. Los gladiadores son los
representantes; los espectadores intervienen con su participación; y los apáticos,
son quienes no acuden para no participar. Sin embargo, la actitud de cada uno de
los ciudadanos es importante, ya que si todos fueran espectadores, habría una
sobrecarga de demandas individuales que podrían destruir a la democracia.
En este mismo
sentido Ziccardi (1998) establece cinco tipos de participación ciudadana. La
primera es la institucionalizada, la cual está reglamentada para que la
ciudadanía participe en los procesos decisorios del gobierno local. La segunda
es la no institucionalizada, que es una forma de participación informal o
formal pero que no está reglamentada. La tercera es la autónoma, en la cual la
ciudadanía participa a través de algún tipo de asociación no gubernamental que,
aunque participe en instancias de gobierno, no depende ni es controlada por
éste. La cuarta es la clientelística donde la autoridad y los individuos o
grupos se relacionan a través de un intercambio de favores o cosas. La quinta y
última es la incluyente o equitativa que promueve la participación de toda la
ciudadanía independientemente de la pertenencia o identidad partidaria,
religiosa o de clase social.
Finalmente la
clasificación de Serra (2007) en participación espontánea, reflexiva, mecánica
y creativa. La participación espontánea se caracteriza por una débil
interrelación entre lo ideal y lo material, una mínima elaboración subjetiva y
una actividad práctica errática. La participación reflexiva se define por tener
una interrelación fuerte entre lo ideal y lo material, una máxima elaboración
subjetiva y una práctica coherente con el discurso. La participación mecánica
se define por una transformación de la realidad que reproduce lo existente, es
decir, se acepta acríticamente el status quo. Por último está la
creativa que se define por la producción de algo nuevo con una actividad
subjetiva dinámica en íntima relación con la actividad práctica, resultando en
un proceso de autoconstrucción integral del sujeto.
La participación
ciudadana es un elemento importante para alcanzar la gobernanza y por ende la
democracia. Como se señaló líneas arriba, la participación ciudadana es una
acción social que implica estar inmerso en el proceso de toma de decisiones,
para esto, se requiere de mecanismos que permitan la participación de los
ciudadanos.
En general, existen
diferentes tipos de instrumentos para participar, dependiendo éstos de las
legislaciones de cada país. Como mecanismos formales podemos distinguir los que
implican participación individual y los de participación colectiva o individual.
Entre los individuales se destacan la consulta pública, el referéndum y el plebiscito.
La consulta pública o ciudadana involucra al binomio gobierno-sociedad y representa claramente una
respuesta desde lo social a una convocatoria emitida desde el ámbito
gubernamental. El referéndum es el procedimiento jurídico por el que se
somete a votación popular una ley o un asunto de especial importancia para el
Estado. Por último el plebiscito es el procedimiento jurídico para
conocer la opinión de los ciudadanos sobre un asunto que tenga efectos en la
sociedad.
Los instrumentos colectivos o individuales son la iniciativa
ciudadana que permite promover reformas o nuevos marcos legales para el diseño
e implementación de políticas públicas; los buzones ciudadanos es la
forma de expresar opiniones, demandas y sugerencias que moldean o corrigen las
acciones gubernamentales; el monitoreo ciudadano proporciona información
para dar seguimiento puntual a políticas específicas y abre canales formales
para recibir y atender observaciones; la contraloría social es una
herramienta para auditar y evaluar la implementación de políticas; y los comités
y consejos de participación ciudadana son un mecanismo de intervención
directa de actores no gubernamentales en distintas fases del proceso de
políticas públicas.
Como se
mencionó líneas arriba, los mecanismos que se utilicen en cada Estado depende
de la legislación, para el caso México no se establecen específicamente en la
constitución, pero se deja al arbitrio de cada Entidad Federativa y el Distrito
Federal el establecimiento de los instrumentos que involucren a la sociedad con
el gobierno.
La
participación ciudadana puede funcionar como un incentivo para que la sociedad
decida pagar sus impuestos. Los individuos al observar un Estado donde existe
una interacción entre el gobierno y la sociedad, donde al ciudadano se le
permite incidir en las decisiones gubernamentales, pueden sentirse parte del
Estado y por ende reaccionar colaborando por medio de los impuestos, puesto que
saben serán utilizados tomando en consideración las propuestas de la sociedad.
Partiendo de
lo anterior, el objetivo de la presente investigación es conocer la relación
entre los ingresos públicos estatales por impuestos y la implementación de
mecanismos que combaten la corrupción para el año 2011. En particular pretende
discernir si el establecimiento de instrumentos de control para evitar la
corrupción en México ha aumentado la confianza en los ciudadanos sobre las
tareas del gobierno y por ende aumentado los ingresos públicos estatales por
concepto de recaudación fiscal. Esto a partir, de la información del Censo
Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2011 y
el Banco de Información Económica, ambos del INEGI. Para tal fin se hace uso de
la metodología cuantitativa primordialmente basada en distribuciones de
frecuencia respecto a los 31 estados y el Distrito Federal.
Como parte de
la investigación se plantea como hipótesis que las Entidades Federativas con
mayor utilización de mecanismos de participación ciudadana son las que tendrán
mayores niveles de recaudación por concepto de impuestos. Esto partiendo del
supuesto de que los ciudadanos al ser considerados en la toma de decisiones
gubernamentales, reaccionan positivamente contribuyendo con recursos públicos.
Es decir, el involucrar a los ciudadanos en las acciones gubernamentales es un
incentivo para realizar el pago correspondiente de los impuestos.
MECANISMOS DE
PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN MÉXICO.
La
participación ciudadana es una forma de control que realiza la sociedad sobre
las acciones del Estado, y como lo menciona Cunill (2000) la eficiencia de
estos controles depende en buena medida de su externalidad con respecto a la
administración pública y autonomía con respecto al aparato estatal.
La
participación ciudadana hace uso de organismos y de mecanismos de participación
para el logro de los objetivos sociales, los cuales dependen de la legislación
de cada país. Los organismos de participación permiten que la sociedad
organizada actúe en la toma de decisiones gubernamental teniendo impacto en los
ámbitos político, económico, social, cultural, legal, entre otros. Por ende,
deben coadyuvar al establecimiento de políticas públicas, leyes, normativas, planeación
del desarrollo, programas, proyectos y presupuestos, así como también en todo
lo relacionado con la Contraloría Social.
En México,
los organismos de participación dependen de las constituciones estatales. A
nivel nacional existen diferentes organismos de participación ciudadana, los
cuáles consisten en: Asambleas comunitarias, Asambleas de consulta ciudadana,
Consejos ciudadanos, Consejos consultivos, Consejos de seguridad pública,
Comités ciudadanos, Organizaciones sociales, Comité de Planeación del
Desarrollo (COPLADE), Delegaciones estatales, Órganos de contraloría social a
obras y/o servicios públicos, Organizaciones tradicionales (ver gráfico 1).
Cabe resaltar
que los órganos de participación arriba mencionados corresponden a 29 estados
de la República Mexicana y el Distrito Federal, ya que Durango y Yucatán
refirieron en el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema
Penitenciario Estatales 2011 no saber si cuentan con este tipo de organismos.
Por otra
parte, las Entidades Federativas que más tipos de organismos de participación
ciudadana usan son: Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Distrito Federal,
Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas,
Veracruz y Zacatecas. Ejemplo de esto, Morelos y Tamaulipas que tienen 10 de
los 11 tipos de organismos de participación.
Gráfico 1.- Organismos de
participación ciudadana en México.
Fuente:
Elaboración propia a partir del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y
Sistema Penitenciario Estatales 2011 del INEGI.
En cuanto a
los mecanismos de participación ciudadana, considerados como los medios que
tienen los ciudadanos para hacer llegar sus demandas al gobierno, se observa
que existen nueve instrumentos los cuáles son: las visitas de autoridades a las
comunidades o colonias, foros o jornadas de atención ciudadana en oficinas de
gobierno, módulos de recepción de peticiones, línea telefónica con uso
exclusivo para la participación ciudadana, correo electrónico con uso exclusivo
para la participación ciudadana, página de internet del gobierno de la entidad
federativa o un vínculo dentro de ésta para la participación ciudadana,
supervisión de obra y/o servicios públicos, consultas populares y encuestas,
por mencionar los más importantes.
Gráfico 2.- Mecanismos de
participación ciudadana en México.
Fuente:
Elaboración propia a partir del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y
Sistema Penitenciario Estatales 2011 del INEGI.
De los
mecanismos arriba mencionados, el 14% de las Entidades Federativas hacen uso de
las Visitas de autoridades a las comunidades o colonias; el 13% utilizan los
Módulos de recepción de peticiones y/o las Líneas telefónicas exclusivas para
la participación; el 12% usa la Página de internet del gobierno; el 11% la
Supervisión de obra y/o servicios públicos y/o el Correo electrónico; el 9% usa
los Foros o jornadas de atención ciudadana en oficinas de gobierno; y el 17%
restante utiliza las Consultas populares, Encuestas u Otro mecanismo
institucionalizado (ver gráfico 2).
Es importante
aclarar que en este rubro también quedan fuera los estados de Durango y
Yucatán, debido a que establecieron como respuesta “No se sabe” en el cuestionario
aplicado por el INEGI en 2011 a las 32 Entidades Federativas.
Otro de los
aspectos relevantes es que estados como Morelos, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas
y Veracruz implementan el 100% de los mecanismos de participación listados
líneas arriba, por ende, se espera una respuesta positiva al realizar el pago
de los impuestos, ya que el gobierno los hace partícipes de la toma de
decisiones que impactan a la sociedad (ver gráfico 3). Esto partiendo de
la idea de que se tiene una participación incluyente o equitativa que promueve
la participación de toda la ciudadanía independientemente de la pertenencia o
identidad partidaria, religiosa o de clase social (Ziccardi, 1998); pero sobre
todo, equitativa porque hace uso de los distintos medios (presenciales,
electrónicos, entre otros) para conocer las demandas ciudadanas.
Contrario a
lo anterior, Campeche, Coahuila, Hidalgo, Quintana Roo y Tabasco son los
Estados con menor uso de mecanismos de participación ciudadana, lo cual puede
verse reflejado en qué tan democrático es el gobierno de cada una de las
entidades antes mencionadas, y por lo tanto, una pobre respuesta por parte de
los ciudadanos a la hora de cumplir con sus obligaciones tributarias (ver
gráfico 3). Esto debido a que pueden dudar el uso que hacen los
representantes populares sobre los recursos públicos.
Gráfico 3.- Número de
mecanismos de participación ciudadana utilizados a nivel estatal.
Fuente:
Elaboración propia a partir del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y
Sistema Penitenciario Estatales 2011 del INEGI.
INGRESOS ESTATALES POR
CONCEPTO DE IMPUESTOS EN LAS ENTIDADES FEDERATIVAS.
El Estado
tiene como finalidad el desarrollo nacional, para esto atiende las necesidades
sociales a través de diversos medio tales como, los programas, las obras
públicas, los servicios públicos, por mencionar algunos. Para el cumplimiento
de sus funciones, el gobierno requiere de ingresos, los cuáles pueden ser
definidos como todas las entradas de dinero que percibe el Estado y que le
permiten financiar el gasto público.
Estos
ingresos de acuerdo al Codigo Fiscal de la Federación en México se pueden
obtener mediante Contribuciones provenientes de impuestos, derechos,
aportaciones de seguridad social y contribuciones de mejoras; Aprovechamientos
o ingresos que percibe el Estado por funciones de derecho público distintos de
las contribuciones; Productos o contraprestaciones por los servicios que
preste el Estado en sus funciones de derecho privado, así como por el uso,
aprovechamiento o enajenación de bienes del dominio privado; y Accesorios
que emanan de recargos, sanciones, gastos de ejecución e indemnización por
cheques devueltos. Para efectos de este documento, se tomarán en consideración
los ingresos provenientes de las contribuciones por impuestos (ver gráfico
4).
Gráfico 4.- Ingresos por
Entidad federativa provenientes de los impuestos en Millones de pesos.
Fuente:
Elaboración propia a partir del documento denominado “El ingreso y el gasto
público en México 2013. Series estadísticas sectoriales” del INEGI.
Como se puede
observar en el Gráfico 4, las diez Entidades federativas con mayor recaudación
por impuestos son: El Distrito Federal, México, Nuevo León, Jalisco, Veracruz,
Puebla, Chihuahua, Guanajuato, Baja California y Querétaro respectivamente. Lo
cual significa el 75% de los recursos que ingresan al país por Entidad
federativa y por concepto de impuestos. Es importante señalar que a pesar de
que en diversas investigaciones, tales como los resultados emitidos por el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el documento denominado
El ingreso y el gasto público en México 2013. Series estadísticas
sectoriales se analizan de forma separada los ingresos recaudados en el
Distrito Federal, para efectos de esta investigación, se tomará al agregado
debido a que no se está comparando el nivel de ingresos por Entidades
federativas.
A diferencia
de lo anterior, las diez que menor recaudación por impuestos tienen son:
Tlaxcala, Zacatecas, Morelos, Baja California Sur, Colima, Nayarit, Oaxaca,
Aguascalientes, San Luis Potosí y Durango de menor a mayor respectivamente.
Concentrando el 6.7% del total de los ingresos a nivel nacional.
RESULTADOS DE LA
INVESTIGACIÓN.
Con base en
el objetivo planteado al inicio del documento, se relacionarán las variables
mecanismos de participación implementados con la recaudación por concepto de
impuestos, ambos a nivel Entidad federativa.
Cabe recordar
que la hipótesis de esta investigación establece que las Entidades Federativas
con mayor utilización de mecanismos de participación ciudadana son las que deben
tener mayores niveles de recaudación por concepto de impuestos. Esto partiendo
del supuesto de que los ciudadanos al ser considerados en la toma de decisiones
gubernamentales, reaccionan positivamente contribuyendo con recursos públicos.
Es decir, el involucrar a los ciudadanos en las acciones gubernamentales es un
incentivo para realizar el pago correspondiente de los impuestos.
El siguiente
gráfico realiza un comparativo por Entidad federativa entre las variables en
cuestión.
El análisis realizado
al comparativo de variables no denota una relación directa entre los ingresos
por concepto de impuestos y el número de mecanismos de participación utilizados
por Entidad federativa. Esto a partir de los resultados obtenidos en las
Entidades con menor recaudación fiscal tales como Aguascalientes, Colima,
Morelos, San Luis Potosí, Sinaloa y Tlaxcala que a su vez, establecen mayor
diversidad de mecanismos de participación ciudadana (seis de diez Entidades). Como
parte de las excepciones se encuentran Baja California Sur, Nayarit, Oaxaca y
Zacatecas que tienen menos niveles de ingresos por impuestos y son los que
utilizan menos tipos de instrumentos de participación ciudadana.
Pese a los
resultados anteriores, respecto a las diez Entidades con mayor recaudación
fiscal se observa que 7 de las 10 entidades son las que instituyen la mayor
cantidad de tipos de mecanismos de participación ciudadana, dentro de las cuáles
ubicamos Chihuahua, Distrito Federal, Jalisco, México, Nuevo León, Puebla y
Veracruz. Como datos contrarios a esta relación se observa que Baja California,
Guanajuato y Querétaro son de las Entidades que menos tipos de mecanismos de
participación utilizan, a pesar de sus altos niveles de recaudación.
Cabe resaltar
que no se está considerando el número de veces que se utilizan cada uno de los
mecanismos de participación ciudadana en los Estados y el Distrito Federal, ya
que los datos proporcionados por el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad
Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2011 limitan únicamente a saber si tienen
o no institucionalizados determinados instrumentos.
Lo anterior
denota que pueden existir otras variables que estén explicando los niveles de
recaudación fiscal, no descartado el hecho de que la combinación del número de
mecanismos de participación ciudadana con otras variables como la
transparencia, el destino de los recursos públicos, entre otras pueden explicar
los ingresos estatales por concepto de impuestos.
CONCLUSIONES.
La
participación ciudadana es un elemento importante para alcanzar la gobernanza y
por ende la democracia. Como se señaló en el documento, la participación
ciudadana es una acción social, ya que significa formar parte de una
organización que reúne a más de una persona, así como también significa
compartir con alguien o hacer saber a otros alguna noticia (Merino, 1995). Por
ser un acto social, implica estar inmerso en el proceso de toma de decisiones,
para lo cual se requiere de mecanismos que permitan la participación societal.
Aunado a lo
anterior, la participación ciudadana es uno de los pilares de la democracia para
que los ciudadanos tengan el control sobre las acciones del Estado. Por lo
tanto, la presente investigación partió del supuesto de que la participación es
un incentivo para que la sociedad decida pagar sus impuestos. Es decir, la interacción
entre el gobierno y la sociedad, donde al ciudadano se le permite incidir en
las decisiones gubernamentales, contribuye a que los individuos se sientan
parte del Estado y por ende reaccionar colaborando por medio de los impuestos,
puesto que saben serán utilizados tomando en consideración las propuestas de la
sociedad. Sin embargo, al comparar los ingresos por concepto de impuestos con los
mecanismos de participación establecidos en las Entidades federativas, se
observó que no existe una relación directa, debido a que existen lugares donde
se tiene gran cantidad de instrumentos de participación, pero la recaudación
fiscal es baja y viceversa. Aunado a esto, también se encontró una relación
directa entre las variables analizadas, donde mientras más instrumentos de
participación se tenían, mayor cantidad de impuestos se recaudaban. Pese a lo
anterior, ninguna de las posturas permitió inclinarse a una relación directa o
indirecta entre los ingresos por impuestos y los mecanismos de participación
ciudadana establecidos, debido a los diversos resultados.
Por lo
anterior, se establece que los mecanismos de participación ciudadana no
explican la recaudación por impuestos, lo cual puede deberse a diversas causas.
Por ejemplo, lo datos que se tienen disponibles en el INEGI son limitados al
denotar únicamente el tipo de instrumentos que pueden implementarse en las
Entidades Federativas, y al no revelar en cuántas ocasiones se han implementado
o incluso para qué tipo de toma de decisiones se utilizan. De igual forma, en
el documento no se incluyeron otras variables que pueden explicar la
recaudación por concepto de impuestos, tales como el uso de los recursos
públicos, la transparencia, entre otros. Por lo anterior, la presente
investigación es un estudio exploratorio que permitió conocer la relación entre
la recaudación por impuestos y el establecimiento de instrumentos de
participación, dejando abierta la posibilidad de involucrar nuevos elementos en
futuros trabajos.
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