RESUMEN
Al finalizar la cruel y sangrienta Guerra de la
Triple Alianza, nadie pensaba que la República de Paraguay podría participar en
otro conflicto bélico, sin embargo, el orgullo y el coraje de este pequeño
pueblo, volvería a defender su soberanía nacional frente a un país como la
República de Bolivia, más poblado y poderoso en los papeles, pero que había
perdido dos conflictos, la Guerra del Pacífico frente a Chile, donde perdió
todo su litoral marítimo en el Océano Pacífico, quedando como segunda república
mediterránea del subcontinente, y un conflicto limítrofe con el Brasil, en
donde perdió los territorios de Acre y parte del Beni.
El presente trabajo explicará el desarrollo de una
guerra entre dos naciones pobres, con grandes problemas institucionales,
marcado por las crisis económicas, y por la falta de una verdadera democracia
en las mismas. Un conflicto en el tendrán que ver los intereses petroleros de
la Standard Oil Co. Of New Jersey y los de la Royal Dutch Shell, y los intereses
geopolíticos de la Argentina, que será el país que ofició para que se llegue a
la paz, enfrentando las ambiciones estadounidenses y brasileñas en la región,
como asimismo en la Sociedad de Naciones.
Palabras claves: Guerra – Chaco Boreal – Petróleo –
Corporaciones – Geopolítica – Elementos contrafácticos.
ABSTRACT
At the end of the cruel and bloody
Triple Alliance war, it was impossible to imagine that Republic of Paraguay
could get involved into another conflict. However, pride and bravery of
Paraguay made them defend its national sovereignty against Bolivia, more
populated and powerful than Paraguay. In spite of that, Bolivia had been
defeated in two previous conflicts: Pacific war against Chile which meant the
loss of its pacific coast and a conflict of limits against Brazil that made
Bolivia lose the territory of Acre and part of Beni.
This work will explain the development
of a war between two poor countries with great institutional problems,
threatened by economic crisis and the lack of a true democracy. In that conflict
oil interests of Standard Oil Company of New Jersey and Royal Dutch Shell took
part as well as Argentina’s geopolitical interests. This country interceded in
order to reach peace facing American and Brazilian ambitions in the region and
in Nations Society.
Key words: War – Northern Chaco – Oil –
Corporations – geopolitics- against facts elements
“La gran guerra mediterránea sudamericana
Alberto Amadeo Baldioli
Palabras Preliminares
La Guerra del Chaco Boreal, si bien comenzará
oficialmente desde 1932, y terminaría en 1935, el clima bélico había comenzado
específicamente durante 1927, en un incidente en el fortín boliviano
“Sorpresa”, donde hubo un enfrentamiento entre soldados paraguayos y
bolivianos, el territorio del Chaco aún no tenía demarcaciones fronterizas
reconocidas por ambos bandos, por lo que los contendientes se cruzaban un
sinnúmero de acusaciones, muchas de ellas sin fundamento, mientras que las
fuerzas sociales de cada uno de los países, se preparaba para el enfrentamiento
inminente, que sucederá pocos años después.
Paraguay tendrá apoyo logístico de la República
Argentina, como así tendrá oficiales militares de diferentes nacionalidades en
sus filas, a pesar de las restricciones impuestas por la Liga de las Naciones.
Cabe señalar, que una de las mayores contribuciones
a las fuerzas armadas bolivianas, serán las misiones militares alemanas que,
indudablemente mejoró la técnica militar en las mismas, por este hecho se
pensaba sin exageración que una victoria frente a las fuerzas paraguayas era
posible.
1 Introducción
La Guerra del Chaco Boreal es un hecho trascendente
ocurrido durante la crítica década del 30`del SXX, ya que en esos años se
tendía una gran crisis económica en todo el continente, que
produjo en el desempleo de los factores de la producción, enormes conflictos
económicos, sociales y políticos, que será una de las razones que llevará a la
guerra a Paraguay y Bolivia, dos de los países más pobres y de peor
distribución de la riqueza en toda la región.
La importancia de esta guerra, se enmarca no solo en
la lucha en los campos de batallas escarpados y desérticos, sino del
enfrentamiento diplomático de la República Argentina contra el binomio Brasil
y EEUU, quienes querían ser los árbitros de la región, y hegemonizar su
participación en el conflicto, los brasileños para ampliar su área de
influencia, mientras que los estadounidenses, para que a través de sus empresas
petroleras monopolizar el producto de la región, como así también ponerle un
freno al gobierno de Buenos Aires, con el cual no tenía relaciones cordiales,
sino de competencia continental.
Los objetivos de este escrito, es analizar la
conflagración en su totalidad, tanto el escenario bélico, como el político,
para lograr comprender cuáles fueron las causas que llevaron al mismo, cuál fue
el desarrollo de los acontecimientos, y cuáles serían las consecuencias que
determinarían el resultado de la contienda.
De acuerdo a las debilidades de ambos países,
quedaría por hacerse los siguientes cuestionamientos: ¿Bolivia buscaba entrar
en guerra para acercarse a la Cuenca del Plata a través de los ríos interiores
y de esa forma lograr el anhelo de una salida al mar a través del Río Paraguay?
¿Paraguay y Bolivia querían la posesión de todo el territorio chaqueño para
poseer las reservas petrolíferas que los geólogos estadounidenses habían
vaticinado? ¿En la guerra se utilizaron técnicas de combate que sería como un
banco de pruebas, para luego ser usadas en una guerra europea futura? ¿Bolivia
pudo haber ganado la guerra?
Siguiendo con el sistema de problemas del párrafo
anterior, podemos esbozar la siguiente hipótesis:
“El ejército boliviano con mayor cantidad de
efectivos y armas, y con una mejor visión estratégica podría haber ganado la
guerra”
2 Antecedentes Históricos
La Guerra de la Triple Alianza, había desmembrado al
Paraguay, perdiendo una enorme porción de territorio a manos de Brasil, y
teniendo como saldo trágico, la pérdida de 900.000 habitantes, de 1.200.000 que
tenía antes de la citada guerra, solo quedarían mujeres, algunos ancianos y
niños, por que la misma fue una feroz guerra de exterminio, por lo que a partir
del fin de la misma tuvo que defenderse políticamente de las ambiciones anexionistas
de Brasil, para ello deberá aceptar la influencia de la Argentina hasta cierto
punto.
Es en ese momento de gran orfandad, nacen dos
partidos políticos: el Liberal. Un partido que apoyaba la integración con la
Argentina, y el Colorado. Aliado convencido de que sus intereses iban a la par
de los de el Brasil. Sin embargo, la falta de conducta política hace que se
imponga el modelo autoritario, el cual fue la esencia de la política paraguaya
desde los albores de su independencia de España.
En el caso de Bolivia, uno de los países que más
golpes de Estado sufrió en todo el continente, era común el autoritarismo, y
cada uno de los presidentes debía recibir el beneplácito de las familias
poderosas, denominadas “roscas”, las cuales detentaban el poder económico y
político en el país. El desamparo de un gran sector de su población, en su
mayoría indígena, hacía que ese importante número de habitantes tuviera un bajo
nivel de compromiso y de ciudadanía, frente al poder de turno, muestra de ello
se observó en la Guerra del Pacífico, donde importantes segmentos de población
no apoyaron los esfuerzos de guerra del dictador de turno, lo que provocó
rápidamente la derrota boliviana y la pérdida del litoral marítimo.
Ambos países, en los albores del SXX, tenían un bajo
desarrollo, un enorme desfase en la distribución del ingreso, existían
diferenciaciones de clases y castas muy marcadas, no obstante, el paraguayo,
independientemente de su condición social, tenía un sentimiento patriótico más
arraigado, inclusive en la escuela pública elemental primaria, a los niños se
les enseñaba que el Paraguay tenía toda la soberanía del territorio del Gran
Chaco, concientizando al ciudadano desde su niñez a defender esos recónditos y
desconocidos parajes desérticos y tortuosos, por lo cual, el ciudadano
paraguayo, desde el más pobre campesino hasta el mejor posicionado
económicamente, tenía una consciencia nacional bien asumida, gracias al
esfuerzo ideológico del Estado, a través de la educación, por lo tanto la
mayor fortaleza paraguaya, a primera observación era en el terreno psicosocial.
El Chaco, es una olla seca de 280.000 km2, tiene
forma de un triángulo escaleno deformado por múltiples accidentes , en el
vértice confluyen los ríos Paraguay y Pilcomayo, y su base es el río Parapiti
y los esteros de Izozog, allí hace temperaturas diarias que rondan los 40ºC o
más, y por la noche el termómetro puede bajar a temperaturas bajo cero, en un
clima seco y espantosamente desértico, que a no ser por los ríos que lo bordean
y por la laguna Pitantuta, la búsqueda de agua potable es muy difícil, los
pozos deben cavarse muy hondo, y no siempre el agua es bebible, en algunos
casos surge tan salada como el grado de las sales de Epson, la vegetación es
espinosa, no existiendo en general frutos comestibles,
Los antecedentes del conflicto, se remontan a épocas
previas a la colonización española, cuando chiriguanos y guárayos (guaraníes)
se enfrentaban los aymaras y otras tribus quechuas del altiplano, luego, y ya
con administración colonial hispánica, de acuerdo a cierta documentación, el
Virrey del Perú, Marqués de Cañete, en el año 1592, fija como límite de la
provincia del Paraguay al río Parapiti, por ende, todo el territorio chaqueño
estaría bajo jurisdicción de esta. Sin embargo, por otra parte, desde la
cartografía impresa desde 1630 y hasta 1812, no coincide con lo expuesto
anteriormente, ya que da a ese territorio como perteneciente al Paraguay, o a
la provincia de Chiquitos, o la Intendencia de Charcas (ambas, actualmente
territorio de Bolivia). Esta fue la causa preponderante, por la cual no se
podía llegar a un acuerdo de mínima, porque ambos contendientes creían que el
lugar era parte indiscutida e integral de su territorio nacional.
Durante el SXIX el gobierno boliviano enviará varias
expediciones para remontar el río Vagabundo, o el Bermejo, pero el gran
desconocimiento de la región igualmente hacía que sea codiciada, también el río
Pilcomayo fue remontado por una flotilla boliviana al mando del Teniente de
Navío holandés Enrique Van Nivel, hasta la zona de “Cabayú Repoti”, queriendo
luego atravesar por territorio argentino, lo que el gobierno de Rosas se negó a
aceptar. También por aquellos años, en 1852, Argentina a través de un tratado
sobe límites, reconoce el derecho soberano paraguayo de ambas orillas del río
Bermejo en su zona norte, esto hizo que el diplomático boliviano Juan de la
Cruz Benavente, protestara enérgicamente ante el gobierno Juan Manuel de Rosas,
ya que perjudicaba los derechos de Bolivia sobre las aguas del río Paraguay.
En 1878, debido a una diferencia limítrofe entre
Argentina y Paraguay por la posesión de una parte del Chaco hasta el río Verde,
se recurre a un arbitraje internacional, y es el presidente de los EEUU
Rutherford Hayes el elegido, este hace saber en ese mismo año su decisión, la
cual fue favorable al Paraguay a quien le concedió el territorio entre los ríos
Pilcomayo, Verde y Villa Occidental, si bien Argentina reconoce el fallo,
Bolivia jamás lo reconocerá, porque afectaba sus intereses.
A partir de 1879, Bolivia y Paraguay comienzan a
revisar límites y a firmar tratados oficiales entre ambos gobiernos, sin
embargo existía ciertas desinteligencias para demarcar esas líneas imaginarias
que recorrían la zona de conflicto, también se sumaron diferentes expediciones
de uno y de otro bando, para reconocer dicho territorio y mantener con sigilo
penetraciones, las cuales de hecho serían las causantes de los primeros
enfrentamientos.
Bolivia contó desde 1911, con leves interrupciones,
de asesores extranjeros, entre ellos los más importantes fueron los alemanes,
encabezados por el entonces Mayor Hans Kundt, quién combatiría en la Primera
Guerra Mundial, estos cambiaron los reglamentos, la disciplina, y les enseñó el
manejo de armamento moderno.
Paraguay, ante la inminencia del conflicto, durante
la década del 20` fue enviando a sus oficiales al exterior a estudiar en
escuelas militares de Francia, Bélgica, e Italia. Entre esos oficiales de
Estado Mayor estarán: José Félix Estigarribia quién será alumno distinguido del
mariscal Foch, Estigarribia será luego Comandante en Jefe de las tropas
paraguayas durante toda la guerra, y al término de la misma será nombrado
Mariscal. También estudiarán en el exterior todos los oficiales destacados
durante la guerra: Juan B. Ayala, Nicolás Delgado, Luís Irrazábal, Carlos
Fernández y Camilo Recalde, (a excepción de Rafael Franco).
En 1928 llega a Asunción una misión militar francesa
a cargo del Cnel. Coulet, y en 1930 una misión Argentina al mando del Cnel.
Abraham Schweitzer, más tarde este oficial, junto con otros, entre ellos el
hijo del presidente argentino Agustín P Justo, fallecerá en un accidente aéreo.
Importante fue la gestión del oficial de artillería
del ejército francés Langlois, que se quedará en el país como instructor de
artillería, y su opinión fue determinante en la compra de los morteros
Stockesbrandt, esta arma será importantísima en la guerra del Chaco, tanto por
su efectividad cuando era utilizada por artilleros bien entrenados, como por
ser un arma liviana para su traslado.
En 1927, se inaugura la Conferencia de Buenos Aires,
con la asistencia de los ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y
Paraguay, invitados para llegar a un acuerdo diplomático que ponga límites
definitivos en el Gran Chaco, y debido a que ninguno de los ministros se puso
de acuerdo, ya que el ministro paraguayo quería el retiro de las fuerzas
bolivianas detrás del meridiano 62, como condición para tratar otros temas de
fondo, sin embargo el pedido era absurdo, ya sería abandonar casi todo el
territorio, por lo tanto el representante diplomático de Bolivia se negó. Al
observar la negativa de ambos, el delegado argentino, trató infructuosamente de
que firmaran un compromiso para desmilitarizar los fortines y de que cada una
de las fuerzas militares tomara 150km de distancia entre una y otra, algo que
tampoco será aceptado por ninguno de los dos.
En setiembre de 1932, se produce un nuevo choque
armado, en el fortín Masamaklay (Aguas Ricas para los bolivianos), que obliga a
los paraguayos a retirarse de la zona. En Asunción, gobierno del presidente
Guggiari, tuvo que soportar una ola de protestas, que terminaría en una gran
manifestación de obreros y estudiantes, con la participación de dirigentes de
la oposición, que marcharon contra la Casa de Gobierno, la guardia presidencia
disparó contra la multitud, produciendo diez muertos y treinta heridos. Este
suceso originará la delegación del mando del país al vicepresidente, y se le
iniciará juicio político al presidente.
Varios miles de soldados bolivianos ya habían tomado
posiciones en Villa Montes, que era la estación terminal de tren y Cuartel
General en campaña, según el plan diseñado años antes por el Gral. Kundt era
factible que a través de una campaña directa, podría llegarse hasta al río
Paraguay sin contratiempos, empero, lógicamente no se tenía en cuenta la
historia del Paraguay, porque el alemán pensaba que con unos regimientos que
invadan el territorio iban a ser suficientes para inspirar temor al gobierno
paraguayo.
El mayor problema para el estratega alemán que
comandaría el ejército boliviano, luego de unos meses comenzada la contienda,
era la logística, indiscutiblemente, la línea de abastecimientos se hacía
demasiado larga, porque de Villa Montes hasta la zona del conflicto había que
avanzar por 400 km en un terreno inhóspito como pocos, además se necesitaban
tantos camiones cisterna de agua, que era materialmente imposible el
aprovisionamiento de este infaltable líquido, además de no existir suficientes
camiones para el transporte de la tropa.
La Guerra del Chaco, comenzaría con graves
contrastes, del lado boliviano, mucho armamento pero demasiada improvisación, y
reclutas inexpertos, y una gran porción de ellos tenían una baja intensidad
ciudadana, por la falta de pertenencia a esa sociedad que los ignoraba, en lo
social, económico y político. En el lado paraguayo, menor cantidad de
armamentos, menos efectivos, aunque mejor preparados, y con un enorme sentido
de patriotismo, y que si bien también la mayoría estaba compuesta por
campesinos u obreros pobres, a diferencia de los indígenas del altiplano,
estaban imbuidos de los ideales nacionales.
3 Algunas Consideraciones
Las cuestiones sobre la Guerra del Chaco Boreal,
fueron abordadas por varios autores militares como, el Gral. Giovanelli, del
Ejército Argentino, quien escribiera un ensayo para la Biblioteca del Oficial,
donde asegurará que la misma “fue un tipo de guerra del desierto”. En cambio el
Gral. uruguayo Alfredo Campos, quién escribió el libro Misión Militar en el
Chaco, asevera que fue una guerra de movimientos, mientras que su par
boliviano, el Gral. Angel Rodríguez en su ensayo “Autopsia de una Guerra”,
expresará que la misma fue una guerra de posiciones. Además de estos autores
militares de Latinoamérica, una revista militar alemana de la época como
Wochenblatt, editada en Berlín en 1936, publicó lo siguiente: “la guerra del
Chaco fue la primera que se empleó en forma exclusiva la tracción mecánica y en
donde se comprobó la importancia insospechada del mortero y de la pistola
ametralladora”
Del lado paraguayo tampoco hay coincidencias, según
un gran táctico que participó como gran protagonista de la guerra, el Cnel.
Rafael Franco, expresará en todos sus trabajos, e inclusive en sus memorias de
que la misma fue una guerra de desgaste.
En los combates se vieron ciertas características en
cada bando, en el caso de los paraguayos, una gran predisposición para la
guerra de movimientos y de ataques de pequeñas formaciones de tipo “comando”,
en cambio del lado boliviano se vio la mejor predisposición en la defensa de
posiciones estáticas, donde demostraban un gran valor y estoicismo en la tarea.
4Las misiones militares en Bolivia
Las misiones militares alemanas se fueron sucediendo
durante más de treinta años, la naturaleza de las mismas fueron explicadas por
el catedrático brasileño León E. Bieber en su libro “La Política Militar
Alemana en Bolivia, 1900 -1935”:
“En 1931 un diplomático alemán destacó las razones a
las cuales su país estaba interesado en prestar asistencia militar al
extranjero en los siguientes términos:
Del empleo de instructores militares en servicios
extranjeros se espera, en general. Dos provechos: uno material y otro no
material. Aquél reside en la expectativa de alcanzar, mediante las tareas de
organización y enseñanza en base a preceptos alemanes, una cierta influencia en
los militares en favor de Alemania… Una de esta ventaja de esta naturaleza no
debe subestimarse, sobre todo en Sudamérica, donde la Fuerza Armada suele ser
un factor importante en la política interna… La unidad material reside en el
supuesto que con instructores alemanes también el armamento y el equipamiento
del ejército extranjero se realizará conforme al modelo alemán y
consiguientemente, los pedidos se realizarán en Alemania beneficiando su
industria y comercio.
Este leitmotiv fue sustentado por el Imperio Alemán
desde su ascenso a potencia económica mundial en el último cuarto de siglo
XIX.”
De acuerdo por lo expuesto en los párrafos
anteriores, las diferentes misiones alemanas que concurrieron a Bolivia
regularmente desde 1911 en adelante tenían una doble finalidad, en primer lugar
extender el pangermanismo en los cuadros militares, y luego beneficiar
económicamente a los industriales alemanes, verdaderos soportes económicos del
desarrollo científico y tecnológico de Alemania.
Entre las misiones militares alemanas más
importantes, figuran la de 1911, en la cual se comenzó a formar militarmente en
disciplina a los soldados del Altiplano, y luego en el año 1927 la misión de Danzig,
con la cual se incorporará un año más tarde a sugerencia del ya Gral. Kundt,
el Capitán Ernest Röhm (que fuera contratado con el rango de Tte. Coronel),
quien fuera uno de los primeros instructores y reclutadores de las SA del NSDAP
de Adolf Hitler. Sin embargo, ni Kundt ni Röhm, tenían experiencia organizativa
para grandes ejércitos, el primero un militar prusiano a la antigua sin
demasiadas luces, mientras que Röhm se caracterizaba por tener experiencia en
combate frontal en la Primera Guerra Mundial, y también debido a su
participación en los regimientos que defendieron el orden en la flamante
República de Weimar, a partir de 1918 primero luchando contra los
espartaquistas en Berlín y luego contra los insurgentes comunistas en Baviera y
Turingia, donde pretendían fundar repúblicas soviéticas, demostraba más aptitud
para organizar pequeñas unidades móviles.
Los alemanes lograron implantar su modelo de
disciplina entre la suboficialidad y oficialidad media, no obstante, en los
grados de coronel hacia arriba, la oficialidad tenía un comportamiento
ambivalente, debido a las diferencias políticas locales, y hasta entre los
propios oficiales alemanes había enfrentamientos políticos, por ejemplo el que
tuvieron Kundt y Röhm, enfrentados por apoyar a diferentes sectores políticos
en Bolivia.
Este hecho dará por concluida la misión de Röhm en el país en 1930, cuando
retornará a Alemania, y dejará a Kundt en disponibilidad y en el exilio, hasta
ser llamado ya iniciada la guerra, el citado habrìa optado por la ciudadanía
boliviana durante el mandato del ex presidente Siles.
Cabe destacar la gran diferencia que hubo de estas
misiones alemanas en Bolivia, con la protagonizada por el Gral. Emil Lettow von
Volbrech en el África Oriental Alemana durante los años 1913 a 1918, la
formación educativa elemental, como la instrucción militar fueron de un alto
nivel, a punto tal que los cuerpos de Askaris lucharon inteligentemente bajo
las ordenes de este ilustre comandante colonial, quien demostró grandes dotes
estratégicas y tácticas, como así también logró una logística adecuada a la
escasez que tuvo en diferentes momentos de la guerra, siendo el único general
que en momentos del armisticio no había sido vencido por los aliados de la
Entente en el frente del África, a pesar de enfrentar a ejércitos mucho más
numerosos, mejor armados, y con mayores abastecimientos en la línea de fuego.
Empero, la tenacidad e ingenio de Lettow y la eficiente preparación de sus
askaris, lograrían sortear todas estas debilidades en los diferentes combates.
A pesar de estos problemas internos, el ejército
boliviano seguía teniendo mayor poder frente al paraguayo, tanto a nivel
material de guerra como humano, lo que cualquier analista vería como una
posible guerra corta y victoriosa del lado de las fuerzas del altiplano.
5 La Guerra en movimiento
"Están
en guerra Bolivia y el Paraguay. Los dos pueblos más pobres de América del Sur,
los que no tienen mar, los más vencidos y despojados, se aniquilan mutuamente
por un pedazo de mapa. Escondidas entre los pliegues de ambas banderas, la
Standard Oil Company y la Royal Dutch Shell disputan el posible petróleo del
Chaco. Metidos en la guerra, paraguayos y bolivianos están obligados a odiarse
en nombre de una tierra que no aman, que nadie ama: el Chaco es un desierto
gris, habitado por espinas y serpientes, sin un pájaro cantor ni una huella de
gente. Todo tiene sed en este mundo de espanto. Las mariposas se apiñan,
desesperadas, sobre las pocas gotas de agua. Los bolivianos vienen de la heladera
al horno: han sido arrancados de las cumbres de los Andes y arrojados a estos
calcinados matorrales. Aquí mueren de bala, pero más mueren de sed".
"Nubes
de moscas y mosquitos persiguen a los soldados, que agachan la cabeza y
trotando embisten a través de la maraña, a marchas forzadas, contra las líneas
enemigas. De un lado y del otro, el pueblo descalzo es la carne de cañón que
paga los errores de los oficiales. Los esclavos del patrón feudal y del cura
rural mueren de uniforme, al servicio de la imperial angurria (...)".
Eduardo
Galeano, "Memoria del Fuego 3: El Siglo del Viento"
La guerra de movimientos comienza con el ataque de
las fuerzas paraguayas al fortín Boquerón, que luego de una heroica defensa de
los efectivos bolivianos, cae en manos de los paraguayos. Sin embargo, las
tropas del teniente coronel Marzana, contuvo durante veinte días a un número
mucho mayor de enemigos, entre ese lapso pidió refuerzos, que fueron enviados desde
el alto mando, apenas una columna a cargo del capitán Ustares y otra a cargo
del capitán Manchego, que pudieron romper el cerco en dos ocasiones, la idea de
Marzana era que le enviaran un fuerte contingente de hombres no solo para
liberar a los sitiados, sino que también quería hacer una reversión de fuerzas
y poder propiciar a las fuerzas de Estigarribia una derrota, no obstante el
comandante en jefe del ejército boliviano no estuvo de acuerdo, y se perdió una
valiosa oportunidad de no solo hacer retroceder a sus enemigos sino también de
la posibilidad de lograr con más fuerzas ganar la guerra en los primeros meses Luego de
este hecho, las próximas batallas fueron en su mayoría derrotas para Bolivia,
empero habrá todavía otra oportunidad para lograr un vuelco en la situación.
Las grandes oportunidades las tuvo cada vez que el
Tte. Coronel Bernardino Bilbao Rioja estaba al frente de las tropas,
encuadrándolas, originando en los soldados, suboficiales y oficiales una
confianza que otros no podían ofrecerle. Este bravo oficial que fue uno de los
pioneros de la aviación de guerra boliviana, había estudiado en Inglaterra
donde se perfeccionó en las artes militares, y a diferencia de la mayoría de
los oficiales de estado mayor, no había incurrido en política, por ende, era un
militar profesional, serio y responsable.
Cuando el ejército boliviano se retiraba derrotado a
los Campos de Saavedra, Bilbao Rioja los reorganizó, y en el Kilómetro 7 hizo
cavar trincheras, utilizando toda arma pesada que pudo requisar, ametralladoras
y cañones emplazados, cuando el parque de municiones comenzó a escasear, hizo
calar bayonetas a los defensores de la 4ta División, rechazando y haciendo
retroceder a los regimientos paraguayos de la 1ra División de Ejército. Esta
gran batalla duró desde noviembre de 1932 hasta febrero de 1933.
Este gran triunfo de Kilómetro 7, que debería ser
apoyado con todos los efectivo de la región, para seguir haciendo retroceder al
enemigo, no fue aprovechado por el alto mando, ya que el Gral. Kundt tenía
pensada una ofensiva contra Nanawa, donde tendrá lugar dos batallas, la primera
entre 20 y el 26 de enero de 1933 y la segunda desde el 4 al 7 de julio del
mismo año, en ambas se observará la equívoca estrategia de Kundt, que llevará
al total descontento de varios oficiales de estado mayor y del propio
presidente de la República el Dr. Daniel Salamanca.
Si bien es cierto que Nanawa era la llave para
llegar a la Isla Poi, también es acertado lo que todos le recomendaban, que la
zona era un punto muy fuerte de concentración de fuerzas enemigas, y que sus
canales de reaprovisionamiento estaban demasiado cerca, con lo que había que
enfrentar a un enemigo bien armado, descansado y con un gran apoyo logístico.
El desacierto en la estrategia, costó al ejército boliviano miles de muertos y
heridos. La batalla de Campo Vía fue el peor desastre militar boliviano en toda
la guerra. Entre el 5 y el 11 de diciembre de 1933. El cerco del ejército
paraguayo produjo la caída de dos divisiones enteras bolivianas, la cuarta y la
novena, 7.500 hombres fueron hechos prisioneros con todo y su armamento. Sólo
pudo salvarse un destacamento de 3.000 hombres al mando del Cnel. Enrique
Peñaranda que rompió el cerco paraguayo. Fue la pérdida del mando de Kundt.
Salamanca lo relevó y, a pesar de haber decidido que José L. Lanza lo
sustituya, el Cnel. Toro en una maniobra hizo que Kundt firmara su última
orden, el nombramiento de Peñaranda que había sido ascendido a general por el Congreso
en mérito a su última acción en Campo Vía. Salamanca no pudo hacer otra cosa
que ratificarlo.
La segunda oportunidad que tuvo Bolivia en vencer y
aniquilar a todo un ejército paraguayo fue del 10 al 25 de mayo de 1934, en la
Batalla de Cañada Strongest, aquí la planificación de la misma estuvo a cargo
del Cnel. Angel Rodríguez del estado mayor, quién estimaba como posible hacer
una maniobra de cerco, sin embargo fue mal ejecutada por el Cnel. Peñaranda que
por razones políticas había desplazado del comando al Tte. Cnel. Bilbao Rioja, teniendo
a éste último bajo sus órdenes, a pesar de que Peñaranda no poseía grandes condiciones
como estratega. Aquí también se cometerá el mismo error que en combates
anteriores, en lugar de emplearse a fondo y estimar todas las reservas para un
combate definitorio, el alto mando se contentó con haber rechazado a una gran
fuerza de ataque.
Luego de otras derrotas bolivianas, el presidente de
la República el Dr. Daniel Salamanca, se dirigió a Villa Montes con el supuesto
propósito de sacarle el comando de las fuerzas armadas al coronel Peñaranda,
pero este apoyado por el coronel Toro y otros prepararon el golpe de estado que
se le dio el nombre de El Corralito, algo que ocurriría el 27 de noviembre de
1924, arrestando al presidente, haciéndole renunciar a su alto cargo y se le
traspasa el poder al vicepresidente de la república José Luis Tejada Sorzano con
la coordinación de las fuerzas armadas, quienes eran los que realmente mandaban
en el país, el nuevo presidente era solo una fachada democrática.
El último gran éxito de Bilbao Rioja fue la defensa
de Villa Montes, organizó un fuerte contingente de 30000 defensores, con los
cuales pudo rechazar el avance del Gral. Estigarribia. Y como tantas veces
anteriores, debido a los celos profesionales de los coroneles Toro y Peñaranda,
hicieron caso omiso a las recomendaciones de Bilbao Rioja.
La ofensiva de Estigarribia contra Villa Montes
comenzó el 16 de febrero de 1935 y la retirada paraguaya comenzó el 23 del
mismo mes. Los paraguayos terminaron con una retirada general del territorio
boliviano, llegando a 150 km al sur del lugar. Se podría decir que el fracaso
paraguayo frente a Villa Montes hizo sentar a corto plazo a Estigarribia en la
mesa de negociaciones para terminar con la guerra.
El 5 de junio de 1935, se presenta en Buenos Aires
una comitiva boliviana al mando del Coronel Ángel Rodríguez, dispuesta a tratar
el tema de un acuerdo de paz, cuando se le pregunta por “el comando”, El
responde que el comando era El, cuando se le volvió a preguntar sobre porqué el
Gral Peñaranda no estaba en la reunión, Rodríguez responde que dejó a Peñaranda
y al coronel Toro en Villamontes, para que no entorpecieran las negociaciones
de paz. Este importante militar estaba visiblemente molesto por la actuación de
los dos altos oficiales anteriormente citados, expresando las siguientes
palabras:
"Tenía en
mi conciencia que esta afirmación podía hacerla con más derecho que
cualesquiera de los dos que habían quedado en Villamontes, planeando disparates
[se refiere a Peñaranda y Toro] […] enseguida pregunté al ministro de Hacienda,
señor Carlos Víctor Aramayo si se contaba con dinero para continuar la guerra.
El señor ministro contestó que no había dinero. Inmediatamente repuse, en mi
calidad de asesor militar y personero del comando: «Es mi opinión que se acepte
la cesación de hostilidades PORQUE TAMPOCO HAY COMANDO». Como me mirasen
asombrados por esta afirmación pase inmediatamente a explicar las actuaciones
desacertadas del coronel Toro [...] y terminé con esta frase: «Tengo el
convencimiento de que al paso que vamos acabaremos por entregar nuestras
petroleras»".
El 12 de junio de 1935 se firma el Protocolo de Paz
donde se acuerda el cese de hostilidades, y seis días después se encuentran los
comandantes en jefe de Bolivia y Paraguay, Generales Peñaranda y Estigarribia.
Después de varias negociaciones se firma el Tratado de Paz definitivo en la
Ciudad de Buenos Aires el 21 de julio de 1938.
Conclusión
Bolivia podría haber ganado la guerra, si se
hubieran superado los celos profesionales entre los diferentes mandos
militares, a este hecho se le puede agregar de las grandes dudas que tenía el
presidente Salamanca, tal vez uno de los grandes responsables de la mala
organización de los mandos, era ciclotímico y los recurrentes cambios de
comandantes en jefe, logó poner en duda a todos los jefes, inclusive decayó su
propia figura y autoridad. Esa fue la razón que del lado boliviano fueran
nombrados cuatro comandantes en jefe durante la guerra. Mientras
que Paraguay solo tuvo a Estigarribia durante toda la guerra, en este caso se
ve las diferencias entre la unión y la lógica paraguaya, frente a la desunión y
la desconfianza entre la alta dirigencia boliviana.
Independientemente de las equivocaciones del Estado
Mayor boliviano, Bilbao Rioja
tuvo la victoria en sus manos, y por ello se podría decir que Bolivia podría
haber ganado la guerra si se le hubiera ascendido y dejado el comando de las
acciones a este prestigioso Tte. Coronel, si se hubiera hecho de esta manera,
posiblemente los paraguayos hubieran tenido grandes dificultades, no solo
porque el citado enjundioso oficial era un gran estratega, sino porque a ello
hay que agregarle su genio táctico.
En otro orden de cosas la victoria paraguaya,
profundizó la crisis política boliviana, pero también ejerció una gran ayuda a
la Standard Oil estadounidense que monopolizó el comercio de petróleo en la
zona, quedando solo Argentina fuera de su baluarte, y poco a poco dejando que
Brasil avance en sus pretensiones de ser el país llave de la región bajo el
auspicio de los EEUU. Si bien Argentina ayudó al Paraguay en la guerra, en años
posteriores y luego del golpe de estado de Ströessner, se inclinaría la balanza
definitivamente para los brasileños en la zona.
Si Bolivia hubiera ganado la guerra, se hubiese
adelantado la nacionalización del petróleo boliviano, hubiera concluido la
influencia de la Standard Oil en al región, y con ello también podrían haberse
caído los contratos mineros en otras naciones, optando por la nacionalización total
de sus recursos mucho antes.
Bibliografía
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Bolivia” en: http://www.jstor.org/
Querejazu Calvo, Roberto: Masamaclay.
Historia política, diplomática y militar de la guerra del Chaco.
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