Resumen:
En
la red se libran las grandes batallas de la humanidad hoy. La toma de las
calles ha sido sustituida por la toma de las redes, y son los más jóvenes los
protagonistas de los nuevos espacios de lo político aunque no tengan conciencia
de ello, lo cual es parte del juego de quienes detentan el poder.
La
existencia de los nuevos escenarios de lo político es un hecho. El papel
central de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), en
los nuevos tiempos ha condicionado un cambio en las estructuras tradicionales
de participación, redefiniendo la lucha antiimperialista desde las trincheras
de las redes, desde un marco crítico en consonancia con el surgimiento de
concepciones más flexibles o “líquidas”.
En
ese sentido, la lucha antiimperialista librada por Cuba es un referente para
los proyectos progresistas latinoamericanos. La Revolución Cubana en las redes
tiene como máximo adversario el apoyo financiero y tecnológico, a través de la
NED, USAID y la CIA a la contrarrevolución interna teniendo como principales
frentes de batalla los intentos por incitar el caos dentro de la Isla,
articular la opinión pública contra la Revolución, y favorecer “el cambio de
régimen” para lo que se continúa intentando la creación de “líderes locales, a
los que se da aureola internacional, de “ciberdisidentes” en general, a los
que se les suministra equipamiento sofisticado, se les brinda capacitación en
el uso de las TICs, y se les incrementa el acceso a Internet y los
financiamientos.
Palabras
claves: Ciberdisidentes, Cuba, Redes Sociales, Tecnologías
de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Abstract
In the
internet we can find the great present battles of humanity. Street occupation
has been replaced by networks occupation and youth is the starring character in
the political space in spite of not being aware of that, something that leaders
take to their advantage.
New political
spaces are a fact. The main role played by Communication and Information
Technologies (TIC in spanish) in these times has put a condition on traditional
structures to participate, redefining anti-imperialism struggle which can be
fought through internet in a more critical framework according to more flexible
ideas.
Key
words: Cyber dissidents – Cuba – Social
networks - Communication and Information Technologies (TIC)
Título:
La lucha antiimperialista desde las redes sociales del Sur. Acercamiento al
caso cubano
Autores:
Ángel Rodríguez Soler, Sunamis Fabelo Concepción; Maibet Cruz Piedrafita, Eddy
Mac Donald Torres, Dunnia Castillo Galán, Juan Manuel Álvarez
Tur, Darlon Santana Carvajal.
Introducción
América
Latina necesita de una teoría crítica propia que capte y problematice la
tensionada modernidad social latinoamericana de hoy, por una parte, ante la
erosión de la noción de “sujeto socialista", y por otro lado con el
surgimiento de nuevos “sujetos" asociados a las Nuevas Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones (TIC).
Pero
debe ser una teoría que no se despida de los supuestos básicos del proyecto que
somete a crítica, sino que recupere y supere, fundada y renovadoramente, los
valores “clásicos" de nuestra historia, aquellos que nos han constituido y
conformado.
La
teoría radical marxista no se desvaneció desde el colapso del socialismo real
que fue su referente inmediato de la praxis, pero fue aplazada hacia los
márgenes de la intelectualidad, y gradualmente se fue volviendo menos popular
entre los jóvenes o nativos tecnológicos.
Lograr
repensar nuestra historia antiimperialista, es construir esa teoría crítica que
debe “entrar y salir" del marxismo, desde los nuevos espacios de lo
político: las redes sociales. Para ello es imprescindible recurrir a la
abundante discusión social y a la diversidad de perspectivas que en el seno de
las mismas están complementando los discursos fundacionales de nuestra
tradición histórico-emancipatorio.
La
construcción de sujetos que logren reapropiarse desde el antimperialismo de
estos nuevos espacios imperialistas es fundamental para hacer frente a esa
llamada Guerra de Cuarta Generación. El escenario sociopolítico cubano actual,
uno de los más golpeados en el ciberespacio, constituye un contexto
interesante para analizar los principales retos que asociados al uso de las TIC
deben enfrentar proyectos progresistas similares, sobre todo en América Latina.
Las
Redes sociales desde una teoría política de izquierda
Néstor
Kohan utiliza el término “aplicar” para dar una idea lo más exacta
posible de lo que implicó “aplicar el pensamiento emancipador de origen europeo
a la formación social argentina y latinoamericana en lugar de intentar asumirlo
como propio desde estas realidades.”
Esta
reflexión combina con la idea de “aplicar el pensamiento emancipador”
al uso de una plataforma virtual que está revolucionando en la actualidad
la forma de hacer política y participar de la política en lugar de incorporar
pasivamente los códigos imperialistas.
En
contraposición a estos códigos, el antimperialismo sugiere el camino
emancipador. Se trata de la corriente política autóctona más avanzada y sólida
de América Latina, la cual tiene como precursor el pensamiento de José Martí.
La fecunda síntesis latinoamericana del antiimperialismo y el marxismo se logró
en la década de 1920, en figuras formadas en el seno de esta corriente que
ensanchan su horizonte con el marxismo y el leninismo. Entre ellas se destacan
José Carlos Mariátegui (Perú, 1894-1930), Julio Antonio Mella (Cuba, 1903-1929)
y Agustín Farabundo Martí (El Salvador, 1893-1932). Posteriormente Ernesto Che
Guevara, Fidel Castro Ruz y la Revolución Cubana en general constituyen faros
para la experiencia socialista latinoamericana.
La
mezcla de estas corrientes ha alcanzado gran relevancia sociopolítica desde
finales del siglo XX y principios del XXI. Puede decirse que se “latinoamericanizó”
el pensamiento emancipador con el rescate del pensamiento integracionista de
Simón Bolívar a través de la relevante figura de Hugo Rafael Chávez Frías. En
ese sentido no pueden dejar de abordarse aquellos elementos teóricos que
engarzan y matizan los procesos sociopolíticos llevados a cabo por el
mencionado líder venezolano, Evo Morales y Rafael Correa.
Estos
procesos están enmarcados en la globalización neoliberal caracterizada por el
control por parte del gran capital del sistema de relaciones sociales en
función de su proyecto hegemónico, donde las juventudes son un punto medular
hacia donde se enfocan las políticas de reproducción cultural, especialmente a
partir de la influencia de las TIC.
De
ahí que se hace impostergable profundizar en el estudio del universo juvenil
latinoamericano desde la perspectiva del empoderamiento de las redes sociales,
reto principal hacia la construcción del sujeto contrahegemónico para concretar
la praxis revolucionaria.
Los
casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador son los más elocuentes en el rescate de
la voluntad popular como máximo criterio legitimador de los cambios políticos.
El nuevo constitucionalismo latinoamericano a través de la proyección e
implementación del pluralismo jurídico, el principio de plurinacionalidad y la
descentralización político-administrativa, es una de las expresiones más
abarcadoras del empoderamiento, como nuevas formas de participación que
implican actividades que superan a la intervención en los partidos políticos.
En
los procesos sociales llevados a cabo en estos países se hizo evidente la
necesidad de formación y desarrollo de un sujeto de nuevo tipo, participante de
los designios de su país no solo desde la pasividad del ejercicio del sufragio,
sino que se vertebre en el poder también, desde las esferas económica, social,
ideológica, cultural.
Sin
dudas, las coordenadas de los proyectos más avanzados las encontramos en Cuba,
sin embargo, se trata de experiencias muy válidas en las que ha sido
fundamental el papel de la personalidad en la historia: las figuras
carismáticas de sus líderes políticos (transitorios) respectivamente y por su
puesto la voluntad política. Esta situación de ensambladura política no
garantiza la continuidad o concreción de un proyecto social que, salvo en el
caso de Cuba con más de 50 años de experiencia en la construcción del
socialismo, recién comienza a fraguarse en la región.
En
este contexto, la revolución cubana está abocada a la articulación y
legitimación de su proyecto en las redes sociales, a través de la construcción
de un sujeto contrahegemónico, una ideología superior, un proyecto cultural
alternativo entendido como instrumental quirúrgico para reapropiarse de estos
espacios mediáticos donde hoy se monta el espectáculo de la
información-desinformación.
El
universo juvenil cubano necesita un pensamiento holístico para construir
capacidades reflexivas, conceptual, metodológica y cultural para comprender,
contextualizar, reconfigurar y transformar las reglas del juego que condicionan
la realidad insatisfactoria que se requiere cambiar.
En
ese marco del desmontaje de las viejas instituciones, deben ser transformadas
las personas que cambian la cosas, y el “cambio” requiere constructores no
seguidores de ideas, es a la misma vez ir creando un pensamiento antimperialista
con una pedagogía de la pregunta para formar constructores de utopías y no la
pedagogía de la respuesta que puede desfigurar el proceso revolucionario.
La
juventud y el desafío TIC: Contextualizar la realidad cubana
La
revolución cubana tiene ante sí el desafío de insertarse en el ciberespacio en
medio de un escenario adverso, marcado por recursos limitados, víctima del
bloqueo económico-comercial impuesto por EE.UU y por ende la condena a la
“desconexión”. Sin embargo se hace impostergable revertir estos mecanismos de
dominación y hegemonía para librar la batalla que se nos hace desde las redes.
Se trata de reapropiarse de las TIC, esa nueva forma de hacer política cuyas
herramientas son la desobediencia pacífica masiva, la ocupación de los medios y
espacios urbanos, las nuevas formas de participación ciudadana, la construcción
de una nueva sensibilidad y un nuevo cuerpo colectivo, y la potencia radical de
la sociedad- red.
El
tema del saber y del conocimiento está indisolublemente ligado al poder, desde
Foucault, no podemos hablar del saber, sino de conformaciones, constelaciones
de saber-poder. Las estructuras del poder imperantes hoy en día, salvo muy
contadas excepciones, tratan de afianzar el status quo de las grandes
desigualdades, incluso en la esfera de la información y las comunicaciones,
donde se está ampliando la brecha entre las mayorías sin acceso a las
comunicaciones, la información, la Internet, y las minorías con acceso a ellas.
A
nivel de la realidad, el saber no existe solo, sino imbricado en las
estructuras del saber-poder, mediadas por los condicionamientos de clase,
género, raza, etnias, por las realidades políticas, nacionales e
internacionales de las diferentes regiones. En la medida en que esas
contradicciones y confrontaciones del saber-poder se solucionan a favor de los
intereses de la mayoría de esos pueblos, pueden abrirse espacios que tengan
realmente sentido para esos países, para avanzar en el camino de la sociedad
del conocimiento y en la medida que no sea así, seguirán abriéndose las
brechas, cada país irá accediendo a su sociedad de conocimiento.
Hay
relaciones de dominación, centros de poder que acumulan ese conocimiento, lo
privatizan, sin embargo, el conocimiento y la tecnología son una oportunidad
como alternativa emancipadora para los países menos desarrollados, pues ofrecen
también la posibilidad de que la voz alternativa se pueda escuchar por un mayor
número de personas.
Los
medios constituyen una pieza necesaria del proceso representativo,
proceso central de las democracias contemporáneas. Los medios son los
instrumentos principales que permiten a los individuos tener acceso a la esfera
de lo político a través de la representación de la política que
éstos ofrecen. A su vez son los instrumentos que permiten a la esfera política
ponerse en escena y, de esta manera, entrar en contacto con los individuos. El
modelo político de democracia representativa necesita la escena
mediática para poder ejercerse. Sin esta escena, la política y más allá de
ella, lo político, tal como está estructurado hoy en día, no pueden funcionar. [1]
Es
a través de ellos donde en la actualidad se está construyendo la política, y en
este campo de batalla donde están ocurriendo relaciones políticas
fundamentales. Se trata de la construcción de espacios públicos donde los
ciudadanos participan de un espectáculo político. Los medios hacen posible una
participación política virtual, pasando de la construcción de un pueblo de
ciudadanos a miembros de un público concebido desde la pasividad como espectadores.
Sin
embargo, si bien esta concepción mediática, articulada a partir de las propias
coordenadas en las que se inserta el debate acerca de la democracia
(representativa, participativa o radical); si reconocemos el papel fundamental
que el espacio de lo mediático determina en la fábrica del individuo y de las
sociedades contemporáneas, ¿es posible reapropiarse de este espacio?
Las
redes están revolucionando la política y el concepto de identidad a escala
global, al tiempo que traen consigo importantes retos para las sociedades. La
globalidad y temporalidad de su despliegue las convierten en un instrumento
cuyo potencial, tanto para la reproducción de los mecanismos de dominación como
para la movilización social antiimperialista, es incalculable e imprescindible.
A
partir del fomento de las prácticas del debate que se están dando en las redes
sociales, de alguna manera está aproximándose a la construcción del consenso y
de una fuerza colectiva hacia un proceso de transformaciones sociales desde sectores
claves como la cultura y la producción del conocimiento.
No
se trata solo de la cooperación en las redes informáticas, sino de un conjunto
de formas de vida, relaciones sociales, lenguajes, información, códigos,
tendencias culturales, saberes, circuitos formativos más o menos formales,
servicios, prestaciones, etc.; que están conformando los nuevos espacios de la
cotidianidad.
Sin
dudas, en este orden de cosas los jóvenes tienen un papel fundamental, ya que
se trata de esa generación que nació en la era de Internet, de las redes
sociales. Existe toda una tendencia contemporánea a concebir o articular desde
las redes sociales, los sitios web, los movimientos sociales y las identidades
colectivas.
Esta
perspectiva se combina con aquella que para el caso de los jóvenes habla de una
Generación X marcada por la apatía, el sin sentido y la carencia de utopías.
Sin embargo, en sus manos está el dominio y de hecho el desarrollo de los
nuevos espacios antiimperialista que se están desplegando en el ciberespacio,
esa segunda realidad que trasciende a la realidad física de la cual son los
jóvenes el sujeto fundamental.
Si
los movimientos estudiantiles fueron durante décadas, la expresión privilegiada
de la participación juvenil, con demandas sobre las condiciones de la educación
y de la democratización de los órganos de gobierno; girando posteriormente a la
participación barrial en organizaciones urbano-populares, en consejos juveniles
y en una variedad de colectivos que demandaban espacios culturales; hoy desde las
redes, sin una conciencia de clase o de participación política, miles de
usuarios activos están coexistiendo y construyendo el escenario político.
Rossana
Reguillo señala como características de las culturas juveniles actuales, que el
barrio ha dejado de ser el epicentro del mundo, adquiriendo una conciencia
planetaria y una vocación internacionalista, a pesar de lo cual estos jóvenes
“priorizan los pequeños espacios de la vida cotidiana como trincheras para
impulsar la transformación global”.
Los
jóvenes quieren cambios aquí y ahora. Sus proyectos de futuro tienen que ver
más que con sistemas claramente estructurados, con imaginarios de una sociedad
anhelada. Se piensa en el planeta, en la sociedad global, en la utopía, pero se
actúa en el espacio inmediato frente a interlocutores inmediatos, conectados en
red desde cualquier parte del planeta, adscritos a sitios web comunes que
representan la bandera de sus demandas.
En
la red se libran las grandes batallas de la humanidad hoy. La toma de las
calles ha sido sustituida por la toma de las redes, y son los más jóvenes los
protagonistas de los nuevos espacios de lo político aunque no tengan conciencia
de ello, lo cual es parte del juego de quienes organizan el poder.
Las
grandes organizaciones juveniles donde el individuo quedaba prácticamente
anulado en pro de lo colectivo masificado han dejado de ser de interés para las
nuevas generaciones. Desde luego las federaciones estudiantiles, los consejos
populares y las agrupaciones para-partidarias siguen existiendo gracias a sus
aparatos burocráticos de mayor o menor medida.
Sin
embargo, es evidente que los jóvenes no se sienten fuertemente atraídos por
estas estructuras verticales. No les interesa ser un militante o afiliado más
que pierde su individualidad en la masa. Por ello, la participación juvenil se
expresa hoy día en pequeños colectivos y grupos y, muy claramente en acciones
diversas en las que se participa de manera individual. Como los nuevos
movimientos europeos, los jóvenes latinoamericanos establecen mecanismos de
participación poco o nada institucionalizados, en los que se permite una gran
flexibilidad de actuación en campañas específicas, en redes de información y en
acciones concretas.
Influidos
por la cultura de izquierda, las organizaciones juveniles tradicionales se
coordinan y estructuran en formas piramidales en las que el centralismo y la
centralización son valores y normas básicas. Frente a ello, las nuevas formas
de participación juvenil pasan por lo que Claus Offe llama la des-diferenciación:
Es
típico que en su modo interno de actuar, los nuevos movimientos sociales, en
contraste con formas tradicionales de organización política, no se rijan por el
principio organizativo de la diferenciación, ni en la dimensión horizontal (el
de adentro frente al de afuera), ni en la dimensión vertical (dirigentes frente
a gente común).
Las
viejas discusiones sobre la representatividad vertical, propia del modelo
piramidal de organización son sustituidas por otras preocupaciones propias de
las redes horizontales. Las redes que los jóvenes crean buscan fungir como
facilitadoras y no como centralizadoras, por lo que definen su identidad como
espacios democráticos de vinculación; en cuanto a su autonomía les interesa no
ser hegemonizadas por grupos particulares, por lo que rechazan los comités
ejecutivos, direcciones, etc., y en su lugar crean pequeñas coordinaciones que
se relevan y que no pueden asumir la representación de todos.
Como
sugiere Enrique Dussel, es necesario encontrar alguna combinación entre representación
y participación aunque tal vez la democracia participativa directa en especial
con la ayuda de los medios electrónicos avance tanto que haga de la
representación tal como se está practicando en la actualidad una mera
antigualla.
Escuchamos
hablar de políticas que favorecen la participación directa de jóvenes; pero si
deseamos que ellos participen tenemos que considerar que “formar para la
participación” implica concienciar para querer participar, aprender para saber
participar y finalmente superar la obsolescencia de la instituciones heredadas
de la modernidad con el fin de organizarse para poder participar.
Plantear
como primer objetivo la construcción de la ciudadanía es pretender que el joven
se integre para participar; sin saber cómo participar y, lo que es peor, sin
preguntarle si quiere. La participación juvenil deviene en ciudadanía si
realmente como refiere la Prof. Dina Krauskopf se facilita la inserción social
de adolescentes y jóvenes como verdaderos actores estratégicos del desarrollo y
no se los considera solamente receptores de nuestros proyectos.
En
ese sentido, el ciberactivismo ha devenido en una práctica muy oportuna si se
tienen en cuenta que estos jóvenes son nativos tecnológicos. Se trata de una
persona que utiliza un conjunto de técnicas y tecnologías de la comunicación
como teléfonos móviles, blogs, correo electrónico o redes sociales organizando,
movilizando y sirviendo de inspiración a comunidades online cuyo objetivo es
poner en marcha procesos de acción y toma de posición social.
Existe
una variedad de medios convencionales digitales, que están estrechamente
vinculados con los sectores de poder, por lo que la comunicación generada se
constituye bajo los presupuestos de dicho sistema de dominación, lo cual
provoca un monopolio de la información que permite un uso arbitrario de los
medios dando lugar a la manipulación de los mensajes, de acuerdo con intereses
sectoriales.
Esta
comunicación política generada por los canales anteriormente reseñados es
susceptible de incidir en el sistema de creencias, normas y valores de la
opinión pública llegando a reproducir o generar formas políticas aceptadas
dentro de una sociedad determinada, en especial a la juventud de las periferias
del sistema capitalista entre ella latinoamericana.
Para
ello se constatan un número de ideologías y modelos subyacentes tras los medios
de prensa digitales, que ofrecen temáticas y estrategias de lenguaje para
legitimar una pauta ideológica determinada.
Una
función medular de los medios es la emisión de símbolos que refuercen los
sentimientos de pertenencia a una comunidad. Ello permite, el control
ideológico como mecanismo de dominación con la creación de hitos comunes que
supuestamente se forman de un pasado compartido. Este recurso de lograr internalizar
una identidad colectiva es utilizado por los grupos de poder, para implementar
sus políticas.
El
Informe Mundial de Naciones Unidas sobre la Juventud 2005 reconoce que “Un
factor que parece contrarrestar el declive en la participación tradicional y
cívica de los jóvenes son las actividades basadas en la Internet relacionadas
con causas cívicas y políticas...” “…las tecnologías de la información y las
comunicaciones están creando nuevas formas de “ciberparticipación” que abren
cauces de participación creativos, abiertos y no jerárquicos. Internet es un
nuevo espacio de ejercicio de la ciudadanía.
Jóvenes
y adolescentes están creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin
privilegios o prejuicios debido a la raza, el poder económico, la fuerza militar,
o el lugar de nacimiento, estará naciendo una nueva clase social, un mundo
donde puedan expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin
miedo a ser coaccionados, al silencio o el conformismo (Declaración de
independencia del ciberespacio).
Cuba:
Hacia un ciberespacio antiimperialista
Las
posibilidades que brindan las TIC le han permitido a EE.UU crear un nuevo
mecanismo para la desestabilización del proceso revolucionario cubano,
venezolano y otros países progresistas de la región. La creación de una fauna
mercenaria protegida, financiada y habilitada tecnológicamente desde el
extranjero, sobre todo desde los EE.UU, tratando de socavar desde dentro junto
con la campaña mediática sostenida que lleva EEUU y Europa, esta última con su
posición común, contra Cuba.
La
dialéctica revolución-contrarrevolución no es nada nuevo en la historia de
Cuba. La contrarrevolución bajo el liderazgo de Estados Unidos, es secundada
por las mismas fuerzas políticas: los plattistas, reformistas y anexionistas.
En
este sentido, la entrada de la administración demócrata liderada por Barack
Obama, la posición adoptada desde su campaña presidencial inclinó a pensar que
podría existir un viraje en el conflicto, es cierto que era una ruptura en gran
media con la proyección histórica de los Estados Unidos sin precedentes en la
trayectoria de este país desde su etapa fundacional, pero evidentemente muy
comprometido con el sistema por lo que no rompería con este.
La
crisis global no ha hecho más que confirmar algunas de las intuiciones o
diagnósticos sobre la caduca democracia representativa y sus obsoletas
instituciones en pleno tiempo de crisis sistémica del capitalismo. Algunas
experiencias concretas, algunas un tanto instantáneas, coyunturales, otras más
elaboradas, han ido dibujando el camino hacia la búsqueda de nuevas formas de
participación que han apuntado hacia la democracia líquida, que debe ser una
característica del ciberespacio antiimperialista.
La
guerra mediática es otra cara de la democracia líquida. El caso de Venezuela
donde se producen hombres símbolos de la derecha construidos para hacer el
cambio donde estimulan las contradicciones públicas entre el gobierno y ese
jefe de estado que no hace nada por cambiar la situación existente, desmiente la
conferencia de paz, hablan de un discurso débil del mandatario y todo esto está
orquestado desde los grupos de poder norteamericanos en su política de smart
power para implementar el golpe de estado blando.
En
el caso cubano a partir de las recomendaciones expuestas en el Informe de la
Comisión para la asistencia a una Cuba libre del Plan Bush, por ejemplo
han continuado financiando a la contrarrevolución ahora mejor organizada y con
mayor presencia a nivel internacional utilizando la Internet, en las 48 páginas
que posee el documento hay 49 recomendaciones y el 40 % de ellas, de una forma
más explícita o no, tratan sobre cómo aplicar las nuevas TIC o de la forma de
financiar su actividad.
De
esta manera, las herramientas tecnológicas están destinadas a recuperar su
hegemonía sobre nuestro país, donde el sistema se presenta mucho más dinámico
porque identifica viejas variables que recalientan el conflicto como:
-El
crecimiento de la comunidad cubana dentro de los EEUU y en otros países
-La
flexibilización de Cuba con el tema emigración.
-El
fomento de un nuevo tipo de contrarrevolucionario en Cuba que se potencia con
las TIC desde los Estados Unidos.
-La
descentralización del mecanismo económico cubano.
-La
necesidad de Cuba de participar en el Tercer Entorno para mantener y
perfeccionar el modelo económico social replanteado.
De
forma general la política estadounidense hacia nuestra isla ha estado permeada
de un constante condicionamiento, dirigido a manipular nuestra soberanía y la
autodeterminación en detrimento de la paz y la estabilidad nacional.
En
la actualidad tal como expresara el General de Ejército, Raúl Castro Ruz en el
Informe Central al VI Congreso del Partido “El gobierno norteamericano no ha
cambiado su política tradicional dirigida a desacreditar y derrocar a la
Revolución, por el contrario, ha continuado el financiamiento de proyectos para
promover directamente la subversión, provocar la desestabilización e interferir
en nuestros asuntos internos. La actual administración ha decidido algunas
medidas positivas, pero sumamente limitadas.”
Aunque
las medidas tomadas por Barack Obama sobre los viajes, las remesas, y los
servicios de telecomunicaciones, pueden calificarse de positivas para una mejor
relación entre ambos países, no constituyen en su esencia una rectificación de
una política agresiva, sino más bien parte de la estrategia subversiva a través
de los “métodos blandos” o del “softpower”.
Al
mismo tiempo que el bloqueo es manejado de forma más inteligente para que
cumpla con los fines subversivos propuestos, la administración Obama repite el
mismo error de los gobiernos estadounidenses anteriores, al utilizar el bloqueo
como su principal carta de negociación, presionando a Cuba para que cambie su
sistema político interno y lo ajuste al “modelo de democracia estadounidense”.
Mientras tanto la dirección de nuestra Revolución sigue demostrando que no
actúa bajo presiones externas.
La
administración de Obama se ha caracterizado por la utilización de las
tecnologías de la información y las comunicaciones desde sus procesos
eleccionarios hasta en la subversión político- ideológica contra Cuba
enrumbando sus esfuerzos y dinero para utilizar ese escenario, sabiendo que son
los jóvenes los principales usuarios de esas técnicas de infocomunicación. Esta
estrategia norteamericana está bien delimitada y es definida como conectividad
efectiva, potenciando la utilización de la mensajería por celulares con estos
fines.
Recientemente
fueron revelados proyectos desestabilizadores contra Cuba como ZunZuneo,
Piramideo , Commotion, 14ymedio y La Cubanada, pero no son los únicos, existen
otros que canalizan fondos secretos del gobierno de Estados Unidos para
subvertir el orden social escogido por la mayoría del pueblo cubano, algunos de
estos de una gran sofisticación técnica.
Zunzuneo
es una especie de twitter contra Cuba creado por la Agencia de Estados Unidos
para la Ayuda al Desarrollo (USAID) por medio de un intrincado sistema que
incluía empresas de fachada y expertos en nuevas tecnologías. La agencia Associated
Press (AP) publicó la exclusiva y reveló que tras esa acción ilegal estuvo el
gobierno de Estados Unidos. USAID intentó crear una base de suscriptores del
twitter en Cuba, usando noticias de deportes y magazine, esperando, en una
segunda fase, enviar mensajes de contenido político para provocar protestas
contra el gobierno. La propia USAID reconoció en un documento su objetivo: una
“primavera cubana” para “renegociar el equilibro de poder entre el Estado y la
sociedad”. ZunZuneo captó a más de cuarenta mil suscriptores cubanos, pero se
estima que su alcance superó los 400 mil, quienes solo después se enteraron que
el servicio había sido creado por el gobierno norteamericano.
Aunque
tanto los portavoces de la Casa Blanca como del Departamento de Estado y el
director de la USAID negaron el carácter ilegal, secreto y político de
ZunZuneo, sucesivas revelaciones de AP han dado a conocer la creación de
empresas pantalla en terceros países para gestionar ZunZuneo, el robo de la
base de datos de usuarios de la operadora de telecomunicaciones cubana ETECSA,
la clasificación de los usuarios por sus actitudes políticas y una reunión del
vicepresidente Joe Biden con varias personas vinculadas al programa.
Para
dar un golpe suave en Cuba se requieren conciencias desideologizadas que se
menosprecien a sí mismas. Las agencias gubernamentales norteamericanas (y
algunas europeas) están acostumbradas a repartir dineros entre cubanos
alquilados que pertenecen a “la raza vendible” de la que habló José Martí. Esos
cubanos están en Martí Noticias, en Diario de Cuba y otras plataformas
mediáticas tendenciosas, al servicio de una oficialidad extranjera que no les
permite ni el menor margen de pluralismo, esa mentalidad aún no prolifera en el
territorio nacional.
Esta
vez, la fabricación de historias falsas y la manipulación política no lograron
promover una revuelta en Cuba. Zunzuneo fue una agresión encubierta marcada por
el menosprecio, la chapucería y el fracaso, pero también por la amargura de la
arrogancia imperial herida ante la resistencia del pueblo cubano. Ante el mundo
Cuba seguirá siendo blanco de la manipulación de las conciencias y el asedio
cibernético, muy en contra de las buenas intenciones de las que ha hablado
Obama. Sería ingenuo, por tanto, pensar que el pueblo de Martí lo acepte sin
combate.
Piramideo,
es un programa subversivo contra Cuba orquestado por la Oficina de
Transmisiones a Cuba (OCB) que junto al proyecto Martínoticias promueve la
creación de una red de “amigos”, ofreciéndoles la posibilidad de que una
persona envíe a los miembros de su “pirámide” un SMS masivo por el valor de un
solo mensaje. Esta estrategia, destinada también a restarle recursos a Cuba,
busca además crear una especie de “canal de comunicación” entre grupúsculos
contrarrevolucionarios. Como tantos proyectos se nutre de fondos de dudosa
procedencia, viola además la Resolución 192 del Ministerio de la Informática y
las Comunicaciones, que contiene el “Reglamento para contrarrestar el envío de
mensajes masivos dañinos a través de las redes de telecomunicaciones”. Además
de la red social, incluye otros elementos, como el uso de memorias flash de
papel para enviar noticias y reportajes de radio y la distribución de programas
de TV Martí a través del llamado “paquete semanal”, que circula por nuestras
calles a través de dispositivos de almacenamiento masivos (memorias flash,
discos duros entre otros).
El
diario digital 14ymedio de la bloguera contrarrevolucionaria Yoani Sánchez,
tiene el objetivo de difamar y subvertir el orden en nuestro país, sus
servidores están fuera de la geografía cubana y con financiamiento externo
provenientes de los fondos destinados a la subversión, este proyecto de
propaganda salió a Internet como un nuevo capítulo en la estrategia imperial de
atacar el prestigio de Cuba en Internet. Su esencia está en la propaganda hacia
el exterior, buscando vender una imagen diferente a la que viven los cubanos
para tratar de buscar apoyos y consensos en un público alejado de nuestras
fronteras, aunque no renuncian a un receptor nacional, dando algunos pasos para
insertar una versión del proyecto en el paquete semanal.
La
red social La Cubanada, se oculta tras la aparente fachada de un servicio de
interés público para los cubanos residentes en la Isla. Este portal de múltiples
entradas, es utilizado como plataforma para inundar la red de teléfonos
móviles de nuestro país con mensajes, en su mayoría de carácter subversivo con
el objetivo de crear un ambiente hostil hacia la Revolución. El portal, que se
asegura es administrado por los cubanos Clive Rudd Fernández, residente en
Londres, Reino Unido y Alexis Ferrer, residente en Estocolmo, Suecia, convoca a
usuarios de la telefonía celular en Cuba a llamar a un número asociado al
proyecto, desde donde recibirá un mensaje de voz, estando ahí precisamente el
anzuelo para difundir las ideas subversivas. Una vez asociado al proyecto sus
usuarios, sin necesidad de acceder a Internet podrán difundir y compartir sus
mensajes, propuestas de ventas y otras facilidades. Con este nuevo proyecto se
trata de influir entre los cubanos, moviendo por la red celular ideas y
propuestas que ayuden a crear un ambiente político favorable para futuras
acciones.
Resulta
muy curioso que precisamente después de ponerse en marcha estos proyectos hayan
comenzado a “nacer” enfocados hacia Cuba una serie de “nuevos empresarios
tecnológicos”, que utilizan, como mismo sucedió en el caso de ZunZuneo, a
empresas intermediarias ubicadas en terceros países.
Ahora
bien, la blogosfera, es un lugar de participación masiva, de activismo
político que puede ser coherente con el sentido democratizador de los espacios
virtuales. De ahí que, al escribir desde Cuba por ejemplo en un blog de los
Cinco Héroes, no se puede evitar la palabra “imperialismo”, porque eso condiciona
nuestra lucha en la red, y el rechazo a la saturación hecha por la mala
propaganda de una buena causa, el desgaste de una retórica comunicacional
superada por el tiempo o la repetición simultánea por muchos de los mismos
temas.
En
este sentido, los ciberguerreros tienen el poder en la información, además de
ser una publicación antiimperialista en Internet es un instrumento para cambiar
el mundo, por ejemplo, el proyecto EcuRed, que salió 14 de diciembre de 2010,
es una alternativa a enciclopedias electrónicas que tergiversan la historia de
los pueblos emancipados del dominio norteamericano u otras potencias
occidentales.
Los
blogs protagonistas dentro del escenario de la comunidad universitaria de la
Ciencias Informáticas (UCI) que son CubaxDentro, Cybermambi
y JovenesxlosCinco, a pesar de sus limitantes han ido logrando un
posicionamiento en la red. En su contenido e imagen son formas de ir caminando
hacia un ciberespacio antiimperialista.
Cybermambi es un blog que busca mostrar los avances
tecnológicos de Cuba y el mundo, así como reflexionar y analizar sobre el
aprovechamiento positivo de las ventajas que brindan las TIC. En este blog se
refleja el impacto de los avances científicos y técnicos y cuáles son los usos
reales de las TIC para brindar a la opinión pública la posibilidad, no sólo
de estar informada sino conocer y crearse juicios de valor sobre los temas
tratados. Va dirigido a internautas cubanos o de cualquier otra parte del mundo
entre 15 y 65 años, con interés manifiesto en los temas tecnológicos.
CubaxDentro
es un blog cuyo propósito es ser un vehículo que permita acercarse a la
realidad cubana actual desde diferentes aristas de la escena nacional, así como
mantener actualizado a los cibernautas de los fenómenos y acontecimientos que
se desarrollan en el mundo. Se pretende incentivar la polémica desde la
perspectiva revolucionaria, con acento en el diálogo entre las nuevas
generaciones y su realidad circundante. Este espacio sirve para defender a Cuba
y su pueblo de la guerra mediática a que son sometidos constantemente.
CubaxDentro está dedicado a personas cubanas o de cualquier otra parte del
mundo, interesadas en temas políticos, económicos, sociales, culturales y
tecnológicos.
JovenesxlosCinco, pretende divulgar la verdad sobre
el caso de los 5 Héroes prisioneros injustamente en el Imperio, a través de
secciones, noticias, artículos extraídos de otros medios y creados por los
periodistas y/o colaboradores del blog, así como otros servicios de valor para
los internautas. Dirigido a la red nacional y mundial, JovenesxlosCinco
pretende llegar a todas las personas interesadas en el caso, propiciar la
solidaridad con la causa por parte de la comunidad mundial, ramificar la
realidad y desmentir cualquier campaña que se realice contra los Hermanos
encarcelados.
Los
blogueros cubanos en tiempos de revoluciones antiimperialistas en red,
reaccionan ante las nuevas circunstancias por ejemplo desde sitios como La
Joven Cuba, que honra a Antonio Guiteras, quien constituye un referente
para la participación, desde nuestras condiciones culturales y tecnológicas, en
el ciberespacio dominado por el capitalismo, orientados siempre mucho más a la
búsqueda de consumidores que de ciudadanos.
Otro
ejemplo de ciberactivismo antiimperialista es La Pupila Insomne, en
homenaje a Rubén Martínez Villena. Al igual que La Joven Cuba, está
dedicada a una figura que fue símbolo de la lucha antiimperialista en una etapa
convulsa de nuestra historia: los años 30, cuando una revolución social se fue
a bolina porque no se lograron concertar acciones y tal fracaso desde esfuerzos
paralelos no hizo sino posponer el triunfo revolucionario un cuarto de siglo,
en una amarga demostración de lo imprescindible que resulta la unidad entre los
revolucionarios.
De
manera general estos blog proponen los siguientes objetivos:
-Mostrar
la realidad de la sociedad cubana actual, desde diversos escenarios, con sus
matices.
-Identificar
y denunciar los métodos empleados por el enemigo para desestabilizar al sistema
sociopolítico en Cuba y otros países o movimientos progresistas.
-Analizar,
explicar y argumentar los sucesos, causas, contextos y repercusiones de los
fenómenos nacionales e internacionles.
-Demostrar
cómo gobiernos, instituciones, y/o personas emplean las Nuevas Tecnologías de
la Información para generar campañas mediáticas contra Cuba.
-Contribuir
a convertirse en un instrumento para defender a Cuba de las amenazas internas y
externas que se tejen desde la Red de Redes.
-Incentivar
la polémica desde la perspectiva revolucionaria con acento en el diálogo entre
las nuevas generaciones y su realidad circundante.
De
esta manera los blogs citados deben contribuir a la formación de estados de
opinión pública, puesto que al tratar los temas de la actualidad influyen en el
pensamiento de la sociedad. Pero no son los únicos: las redes sociales y los social
media, en general, ocupan ya un lugar protagónico en ese campo.
La
Internet, en sentido general, y particularmente sus redes sociales, han
ampliado en un grado superlativo las posibilidades de comunicación entre los
seres humanos y brindan inusitadas oportunidades, entre ellas las de
comunicarse instantáneamente con una figura política de cualquier nivel, un
artista o deportista famoso residente en el más lejano lugar del planeta.
A
pesar de que Estados Unidos ha fracasado en todas las acciones llevadas a cabo
para restablecer su dominación sobre Cuba, la mayoría de estas acciones han
causado daños a nuestro pueblo. Es bien extensa la lista de sabotajes que han
dejado víctimas inocentes y aún más extensa la de pérdidas materiales. Pero sin
dudas el eje central de su política en su intento de socavar nuestra Revolución
lo constituye el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto
desde el año 1961, el más largo de la historia de la humanidad.
CONCLUSIONES
La
existencia de los nuevos escenarios de lo político es un hecho. El papel
central de las TIC en los nuevos tiempos ha condicionado un cambio en las
estructuras tradicionales de participación, redefiniendo la lucha antimperialista
desde las trincheras de las redes, desde un marco crítico en consonancia con el
surgimiento de concepciones más flexibles o “líquidas”.
En
ese sentido, la lucha antiimperialista librada por Cuba es un referente para
los proyectos progresistas latinoamericanos. La Revolución Cubana en las redes
tiene como máximo adversario el apoyo financiero y tecnológico, a través de la
NED, USAID y la CIA a la contrarrevolución interna teniendo como principales
frentes de batalla los intentos por incitar el caos dentro de la Isla,
articular la opinión pública contra la Revolución, y favorecer “el cambio de
régimen” para lo que se continúa intentando la creación de “líderes locales, a
los que se da aureola internacional, de “ciberdisidentes” en general, a los
que se les suministra equipamiento sofisticado, se les brinda capacitación en
el uso de las TICs, y se les incrementa el acceso a Internet y los
financiamientos.
No
obstante, el uso de las TIC constituye un elemento esencial en la
repolitización de la sociedad, o el fomento de una nueva cultura política. Sin
embargo, resultan cuestionables, por una parte, las grandes transnacionales de
la información que dominan los medios y por ende construyen los contextos en el
ciberespacio imperialista, conformando estados de opinión. Por otra parte, el
debate sobre el acceso a las TIC en todos los rincones del planeta, es todavía
un obstáculo insalvable. Ambas disyuntivas no son las únicas, pero son
esenciales para cuestionar la legitimidad y equilibrio de estas batallas.
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