RESUMEN
Este
trabajo consistirá en valorar el papel de lo económico en la obra de Carl
Schmitt y el poder neutral como respuesta a la crisis de Weimar. Demostraremos
además que esta postura hace que el pensamiento de Schmitt coloque a la
política sobre la economía y se lo comparará con Marx y Kelsen como
contrapunto. La elección del presidente del Reich muestra como resultado
necesario la preeminencia del Estado por sobre cualquier otra fuerza política,
partidaria o sindical. Esto, a su vez, incide en la intención de hacer
sobrevivir a la república burguesa en su forma liberal o conservadora e impedir
la revolución. ¿Qué es lo que los sucesos de Weimar y el pensamiento de Schmitt
pueden agregar a la interpretación de la Argentina reciente? Su pertinencia en
el mundo actual se basa en la relación entre legalidad y estado de excepción en
las democracias contemporáneas. En 2002, el presidente argentino resolvió en
gran parte sin mediación alguna la crisis económica que a la vez era una crisis
política. Este corto período de tiempo que reordenó el régimen político
argentino fue clave para entender el proceso posterior del kirchnerismo con sus
tres mandatos consecutivos. A diferencia de Weimar, Argentina pone en valor la
doble dimensión del poder neutral cuando el capital puede subordinar al trabajo
sin perder el régimen democrático, una cuestión que en Weimar, ni Hindenburg,
ni Schmitt pudieron evitar.
Palabras
clave:
Argentina-
Schmitt- poder neutral- crisis político-económicas- Crisis del 2001
ABSTRACT
This paper will value economic role on
Carl Schmitt’s work and neutral power as an answer to the crisis of Republic of
Weimar. Besides, we will prove that Schmitt’s ideas estimate more politics than
economy and will be compared to Marx’s and Kelsen’s ideas as a counterpoint.
The election of Reich’s president shows as a necessary result the preeminence
of the State over any other union or political force. This also produces the
survival of bourgeoise republic as a liberal or a conservative one, preventing from
revolution. What can Republic of Weimar’s development and Carl Schmitt’s
thoughts provide to recent Argentine’s history interpretation? The connection
between legality and exception state in contemporary democracies is the key. In
2002 Argentine president solved almost without any arbitration an economic
crisis which was at the same time a political one. This short term which
re-ordered argentine political system was crucial to understand the subsequent
government of Kirchenerism with its three consecutive terms. In contrast to
Weimar, Argentine values the double dimension of neutral power when capital can
make secondary work without losing democracy, a result that neither Weimar, nor
Hindenburg or Schmitt could avoid in the past.
Key words: Argentina
– Schmitt – neutral power – political and economic crisis – crisis 2001
Carl Schmitt y el
mundo del trabajo aplicado a la crisis del 2001- ruptura y continuidad
Por: Rodrigo Banús
La
polémica entre Kelsen y Schmitt en el mundo del trabajo:
Vale la pena decir que la polémica no se
trata de una simple comparación en torno al constitucionalismo- esta se dio en
torno a la crisis histórica del régimen de Weimar. Es claro que ambos han tenido
un contrapunto muy productivo en cuanto al papel del constitucionalismo porque
eran juristas pero inevitablemente tocaron cuestiones económicas insalvables en
la sociedad capitalista. Ambos han trabajado la cuestión del régimen político,
el orden constitucional y la definición de la ley en sí misma. Por lo que en
parte ellos han pensado el orden político, legal y económico como sistemas
claramente distintos, uno liberal y el otro conservador. Schmitt, ha
desarrollado sus ideas en torno a la autoridad y la estatalidad en dos textos
que pueden ser útiles en este caso; el Catolicismo como Forma Política y La
Defensa de la Constitución. Utilizaremos nociones claves de su pensamiento para
poder abordar la particularidad en la interpretación de la economía en Schmitt
y su abordaje en obras distintas pero destacando un marco común, su creencia
segura de que se trata de un campo subsumido por la política.
La crítica al pensamiento económico:
De
su pretensión de ser más que lo meramente económico le emana a lo político la
necesidad de remontarse a otras categorías distintas a la producción y al
consumo. Es curioso para decirlo una vez más, que los empresarios capitalistas
como los proletarios socialistas consideren únicamente como una insolencia la
pretensión de tal política, sintiendo a partir de de su pensamiento económico,
el dominio de los políticos como algo “carente de objetividad”. (Schmitt,
2011, 21)
Desde el punto de vista de Kelsen, en
Teoría Pura del Derecho se puede interpretar:
La
distinción entre un derecho público, que sería político, y un derecho privado,
que no lo sería no tiene en cuenta el hecho de que el derecho privado creado
por contrato pertenece tanto como el derecho público al dominio de la política.
Por
la función que desempeña el derecho denominado privado en un orden jurídico, él
no es otra cosa que la forma jurídica dada a la producción y al reparto de las
riquezas en la sociedad capitalista; por lo tanto, esa función es eminentemente
política. En una economista socialista la estructura del derecho privado sería
diferente. Ya no se fundaría sobre los principios de autonomía y democracia,
sino probablemente sobre los de heteronomía y autocracia y se acercaría más a
la estructura del derecho administrativo actual. Aquí no examinarse si esta
estructura sería más satisfactoria o más justa, pues se trata de un punto sobre
el cual la Teoría pura del derecho no quiere ni pronunciarse. (Kelsen,
1960,145)
Su papel termina siendo una crítica
general a todo el sistema en sí mismo, Schmitt lo ve como un conflicto
eminentemente político:
Ningún
gran antagonismo social puede solucionarse por la vía económica. Cuando el
empresario dice a los trabajadores: “yo os doy de comer”; los trabajadores
contestan de este modo: “somos nosotros los que te damos a ti de comer”, y esto
no es ninguna lucha en torno a la producción y el consumo, no se trata en
absoluto de algo económico, sino que surge de un pathos distinto, de una
convicción moral o jurídica el determinar quién es propiamente, el productor, el
creador y, en consecuencia, el señor de la riqueza moderna. (Schmitt, 2011 ,22)
Marx en este sentido aborda esta
relación en un sentido opuesto, suponemos entonces que se trata de un
contrapunto necesario:
Para
nosotros la religión no constituye ya el fundamento sino simplemente un
fenómeno de la limitación laica. No explicamos la atadura religiosa de los
ciudadanos libres como derivadas de su atadura laica. No afirmamos que deba
acabar con su limitación religiosa para poder destruir sus barreras laicas. No
transformamos las cuestiones laicas en cuestiones teológicas. Convertimos las
cuestiones teológicas en cuestiones laicas. Después que la historia se ha visto
disuelta durante varios siglos en la superstición, disolvamos la superstición
en la historia. El problema de la emancipación política y la religión se
convierte, para nosotros en el problema de la emancipación política y la
emancipación humana. (Marx, 2004 ,16)
Podemos decir que Kelsen se encuentra
frontalmente contra esta concepción, la ideología conservadora inventa “más
allá del derecho”:
Es
comprensible que una teoría fundada sobre el derecho natural sea considerada el
más fuerte bastión de la defensa contra el comunismo. Sin embargo, el mismo
derecho natural ha sido invocado para demostrar que la propiedad privada es
contraria a la naturaleza, y que ella es fuente de todos los males sociales.
[…] Baboeuf jefe del movimiento comunista durante la revolución francesa, la
cita frecuentemente. Muchas de sus ideas han sido desarrolladas más tarde por
Fourier y otros teóricos comunistas. (Kelsen, 1960, 93)
Hasta aquí demostramos el papel de lo
político en la economía en torno a esto se deriva el pensamiento específico de
cómo esto es tratado en parte por el papel de la sociedad alemana en
particular, es decir, Schmitt en particular, el papel del acuerdo entre Capital
y Trabajo, donde el Estado necesariamente interviene:
“El
mismo John St. Mill dice que en la moderna sociedad industrial los patrones
(employers of labour) y los obreros (labourers) constituyen dos grupos que se
compensan mutuamente y por ello resulta posible una decisión neutral. Su teoría
típicamente liberal del equilibrio está muy difundida todavía en la actualidad,
y no sólo entre los liberales burgueses. Friedrich Engels había hablado ya que
(aunque sólo excepcionalmente existen en la lucha de clases ciertos periodos
“en que los partidos en lucha se hallan en situación de cierto equilibrio”
Ottho Bauer desarrolló, después del año 1919, la teoría de la “estructura del
equilibrio social” en el moderno Estado Industrial. (Schmitt, 1983,227)
Esto
es profundizado en torno al papel de la conciliación del trabajo y el capital
en forma concreta:
En
el derecho internacional cuya analogía con el derecho obrero son inigualables,
este proceso ha dado lugar a una copiosa bibliografía y a una jurisprudencia
amplia, en la que los buenos servicios representan el primer estadio inferior,
a saber es la mera reunión de las partes en litigio, con objeto de que sea
posible la negociación con ellas, mientras que el mediador ejerce ya un cierto
control, desde el momento en que dirige los debates y las fórmulas propuestas.
[…] Las deliberaciones de arbitraje tienen en el modelo estado industrial, una
significación análoga a la que el Estado cívico institucional del siglo XIX
signó al parlamento, a saber la de servir de formación de voluntad nacional,
mediante deliberaciones y mutuo convencimiento: su elemento esencial es el
convencimiento, y no la sentencia. (Schmitt, 1983, 229)
El
procedimiento de obtener una decisión creando una mayoría de votos es
naturalmente desde el punto de vista de las partes un procedimiento coercitivo,
cuando el tercero que domina a las partes se agrega desde afuera. La fórmula de
arreglo así lograda desde el punto de vista del arreglo así lograda es, según
el concepto de H. Triepel, una “conciliación obligatoria”. (Schmitt, 1983
,230)
Schmitt hace un juicio de valor
importante en la consideración final del proyecto marxista y esta debe
contraponerse a su figura del Estado también lo hace del capitalismo. También
se desprende que su pensamiento ha decidido romper con el liberalismo en el
ámbito económico y en el ámbito político, redefiniendo al marxismo y al
liberalismo como similares. Esta es una crítica a la racionalidad que antecede
por mucho a Kelsen. Debemos considerar que a Kelsen por otra parte jamás le
pareció importante esta implicación, sus críticas al marxismo de basan en otros
motivos. Este será un contrapunto que detallaremos a continuación, Kelsen cree
que los obstáculos a la actividad económica hacen peligrar la propia necesidad
de derecho. Consideramos entonces que se trata de un abordaje no típico porque
parte de una situación insólita, en ciertos momentos de sus obras, en parte
mínimo consideran el papel de la economía, del trabajo y el capital. Esto forma
parte de la propiedad, la representación legal del orden económico- cómo se
distribuyen los bienes, y cómo se aporta al Estado (impuestos). Esto no es lo
mismo que el orden político pero necesariamente su coincidencia o no condiciona
la existencia misma del orden de una sociedad. Es justamente allí donde la
crisis también puede ser asumida, más cuando se considera que los compromisos
de ambos autores tiene una relación clara, entre el catolicismo y el orden
conservador el cual es económicamente corporativo y el orden liberal el cual
tiende al librecambio y tiene una influencia menor en la esfera de la economía
que la que tiene en el derecho y esto puede ser demostrado por la importancia
de Weber y Kelsen en el aspecto de la redacción de la constitución alemana de
Weimar- el valor que le otorgan, también lo es en la misma polémica cuando
consideramos que los años más críticos del desenlace al nacionalsocialismo son
resultado a la par de la crisis de 1930, el apogeo del nazismo fue el apogeo de
la crisis- fin de Weimar, posterior conversión de Schmitt al nazismo.
Justamente en este sentido algunos
autores harían críticas en torno al derecho. Lo que podemos decir es que la
discusión en torno a la noción de poder neutral por Schmitt consta de una
preocupación del orden político, que su según su concepción es más importante
que el poder económico. En este sentido Schmitt debate tácitamente con los
liberales y los marxistas dentro de lo que considera un racionalismo económico,
esta apreciación está en “Catolicismo como forma política”. No obstante no es
la obra en la cual desarrolla la noción de poder neutral considerando esto se
puede saber que se trata de una valoración de distintos aspectos. No se trata
de una simple crítica al marxismo o al papel de la burguesía como la clase
discutidora, se trata también sin duda a relegar y no tomar en consideración el
papel de la economía, y la propia existencia de la SPD como la presencia del trabajo. El capital tuvo en contra partida una gran heterogeneidad-
no existen Whigs o Tories, lo que terminó conformando la coalición de derecha
del final de la República de Weimar.
Antes de que la crisis se desatara por
completo, Schmitt abogó por los medios autoritarios para ordenar a la sociedad
en el plano de lo parlamentario, lo legal, e incluso lo económico. Kelsen por
su parte mantenía la fe en la posibilidad de la reforma parte del poder
político y la preeminencia del legislador. En este sentido se podría considerar
que Kelsen aunque no lo declaraba explícitamente se encontraba por fuera de la
idea de revolución. Esto es importante porque la SPD es en esencia un partido reformista y como tal quiere romper el orden estatal, no quiere buscar su
suspensión para fundar un régimen político. Cabe decir que Schmitt no toma la
política en términos de clase, en el caso alemán es la SPD (la socialdemocracia) el actor que representa las particularidades que el asume que
deberían ser la clase obrera- el partido es por su existencia razón del
socialismo y no la clase obrera- cómo representante sólo es válido, sus
intereses y sus determinaciones; y como un papel menor los comunistas. En este
sentido, la derecha o lo que es lo mismo la burguesía es un conglomerado de
partidos que van desde el Zentrum hasta los Nazis, pasando por otras
formaciones políticas. Solamente allí, con la SPD respetando la constitución es decir, el factor trabajo bajo la legalidad burguesa puede interpretarse el
éxito del primer presidente Ebert, y la traición del presidente conservador
Hindenburg. Schmitt intenta que el Estado supere en una forma concreta a las
clases, y para esto, supone que el poder neutral estará más allá de la
contingencia.
Por otra parte Kelsen evade el problema
de las clases porque niega la contingencia y deja que la ciencia del derecho
niegue el valor del poder neutral como un absurdo a la par que hace que la Constitución nada tenga que ver con la posibilidad de los actores políticas puedan romper la
ley sin ser castigados y entonces suprimirla dejando sin efecto el Estado
liberal de derecho. Se potencia la contradicción. La línea que va desde la
democracia liberal al autoritarismo, consecuencia necesaria de la crisis de las
burguesías a nivel político es la respuesta dentro y fuera de Alemania, no son
las burguesías liberales las que forman el poder, sino la burocracia estatal,
el ejército y la clase obrera organizada. Genera esto la paradoja esencial,
paradoja que con Hindenburg la historia demostró lo frágil de sus intenciones.
En este sentido Ebert fue un verdadero representante que veló por el Estado,
Hindenburg no.
El
poder neutral como una voluntad de reponer el papel del Estado en el centro de
la política:
El poder neutral es siempre la muestra
de la crisis del liberalismo y de la política de los partidos burgueses, en
este sentido Constant es la primera muestra de ello- un
político que no pudo ver materializada la utopía del parlamento inglés.
Considerar que hay un poder que tiene que ordenar el funcionamiento de los
otros pone en duda la posibilidad misma de la legalidad y de la división de
poderes. Mientras que en Gran Bretaña el triunfo del liberalismo hace este
problema algo menor, en el continente por la presencia de la Revolución Francesa y por el desarrollo del Imperio Napoleónico, esto se había vuelto algo
capital. El orden político o era esencialmente una dictadura, ya que Napoleón
era emperador en calidad de dictador o se trata de una República donde había
una asamblea. Podemos decir que Constant considera que la monarquía e incluso
el emperador, pueden suplir cierto caos que deja la transformación en la
sociedad de Europa continental. Esto quiere decir que reconstruir la autoridad
estatal dentro del marco de un Estado derecho es una preocupación importante
primero porque protege a la ley y segundo porque es la forma en que
efectivamente se puede dar la soberanía del pueblo. Es decir su forma moderna
en esencia, sin concesiones a principios puramente representativos como los que
había desarrollado la monarquía absoluta. Tiene sentido considerar que se trata
de una reformulación del Estado. Pinto ha trabajo este idea justamente en el
caso prusiano con el papel de Federico el Grande de Prusia. Podemos considerar
tesis que pueden ser contradictorias, la primera es que los Estados se
desarrollan de formas distintas y que por lo tanto cada uno tiene una solución
en particular, la segunda, es que las clases dominantes tratan de obtener los
beneficios que consideran el éxito de sus pares, imitar otras sociedades
burguesas. Justamente por esto hay una crisis, esta crisis está dada por el
papel conflictivo entre la sociedad y el Estado. Schmitt lo reconoce en forma
concreta en la historia de Weimar:
Esta opinión se ha confirmado hasta la
saciedad incluso en la realidad práctica de la vida política. Una gran parte de
la actividad desarrollada tanto por el presidente Ebert (que se consideró a sí
mismo como el protector de la Constitución en un momento importantísimo) como
por el actual presidente Hindenburg puede caracterizarse como un arbitraje
neutral y como mediación de conflictos; […] muchos jefes de Estado, incapaces
de comprender lo que resta de regner cuando se le priva el gouverner.
(Schmitt, 1983,222)
Vale la pena poner en duda si Hindenburg
en su fase final no parecía más acorde a esta descripción:
Acosado
por las exigencias contradictorias de su situación y al mismo tiempo obligado
como un prestidigitador a atraer hacia sí mediante sorpresas constantes, las
miradas del público, como hacia el sustituto de Napoleón, y por lo tanto
ejecutar un golpe de Estado en miniatura, Bonaparte lleva el caos a toda la
economía burguesa, atenta contra todo lo que Revolución de 1848 parecía intangible,
hace algunos pacientes para la revolución y a algunos ansiosos de ella, y
engendra una verdadera anarquía en el nombre del orden, despojando al Estado de
todo halo de santidad, profanándola, haciéndola asquerosa y ridícula. (Marx,
2009,128)
Marx no obstante como el enemigo tácito
de las teorizaciones de la neutralidad podría dar un buen ejemplo de su
rechazo:
Burgueses
fanáticos del orden son tiroteados por la soldadesca embriagada, la santidad
del hogar es profanada y sus casas son profanadas como pasatiempo, en nombre de
la propiedad, la religión, la familia y el orden. La hez de la sociedad
burguesa forma al fin la falange del orden, y el héroe Crapulinsky se instala
en las Tullerías como el salvador de la sociedad. (Marx, 2009 ,27)
En Francia el éxito de la sociedad fue
absoluto, su reemplazó por sobre el Estado fue total, y eso genero a la
revolución que termino desplazando a la nobleza. La burguesía triunfa de la
manera más rotunda en Francia y trata de imponer el liberalismo político y
económico. Por otra parte, en Alemania, la burguesía es ahogada por la propia
monarquía prusiana, es la historia del Estado prusiano la de un capitalismo
asistido y de corte militar, la educación de las élites de sus estados, la
correcta administración y la destreza en la asignación de la burguesía como
clase auxiliar dio al Estado prusiano la capacidad de sobrevivir. Es decir el
liberalismo fracasa en Alemania hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. En este sentido el desprecio que tiene la Iglesia Católica se da en igual medida que el deprecio que tiene el Estado Prusiano en
general hacia los partidos. El Zentrum y la SPD, tienen que crecer y lo hacen por fuera del ámbito estatal, su poder en la sociedad civil es cuanto a
organización imponente pero no lo es en el plano político. Esto es un hecho a
resaltar porque si no se invierten los órdenes de los factores, el liberalismo
y la burguesía son frágiles en toda la historia de Alemania hasta el fin de la
Segunda Guerra Mundial. Con todo; liberales y conservadores, tuvieron una
intuición que no se realizó por la llegada de los nazis al poder. La
experiencia del dirigismo económico nazi, y la experiencia totalitaria se
dieron a la par. Esto quiere decir que la valoración que hicieron del
presidente Weber y Carl Schmitt tal vez tenía la intuición de que el Estado en
sí mismo estaba en una crisis como una serie de corporaciones. La crisis estaba
dada por partida doble en el land de Prusia, y en el resto del Estado alemán.
Podemos considerar que lo ejecutivo, y la falta de necesidad de cambiar el
marco normativo de los derechos individuales justamente muestra que el problema
estaba dado en la administración. Es decir, reencauzar el capitalismo
corporativo en plena crisis económica de post guerra era una preocupación que
con la crisis del 30´ se agudiza. La crisis en Rusia había terminado con el
zarismo, y había creado la figura de la dictadura soberana. Es decir, el éxito
bolchevique tenía una consecuencia, la caída de una autocracia llevaba al
bolchevismo, si el estado alemán era esencialmente no muy distinto en el II
Reich y Weimar, ¿Podemos suponer que se trata de una simple casualidad? La
razón propiamente ejecutivista no se trata simplemente de una característica
existencial del pueblo alemán sino de una demostración del paternalismo. Este
paternalismo había dejado a la sociedad sin líderes políticos y además no había
creado las relaciones de mercado maduras del librecambio tal cual la entendían
los liberales. No obstante esto, algunos consideraban que este proceso se
agudizaba y otros no. Schmitt lo lee en la clave de su teoría y entiende que
esta crisis es una crisis de representación, lo poderes indirectos se adueñan
del estado. El estado no puede satisfacer sus demandas y considera que estos
poderes no se someten al estado por propia voluntad por lo que el Estado es un
mero árbitro en cuestiones económicas al cual es fácil desconocer, es el
predominio de lo privado sobre lo público, de lo interior sobre el exterior. Es
el fin de la nación y de la comunidad como tales.
El presidente del Reich es además de un
líder que encabeza el estado la figura más leal hasta el momento en parte por
ser un hombre como Ebert un socialista reformista, o un hombre netamente
conservador como Hindenburg. En estos casos se podría hasta imaginar una
correcta relación entre el poder del trabajo, en el caso de Ebert o el poder
del capital en el caso de Hindenburg. Pero se puede considerar que esto no
altera la unidad de la nación y que los poderes como tales, tiene que someterse
al orden. Porque el dictador como tal no altera la legalidad sino que decide
por un lapso, la misma noción del poder neutral se encuentra por debajo, el
Estado es ordenado sin dependen de una ley impersonal sino que una persona
tiene la capacidad y la facultad para poder un orden. Esto quita el hecho de
que la discusión pueda llevarse al fundamento mismo del Estado.
El
papel de la economía y la crisis político-económica:
Schmitt tiene una visión de la sociedad
distinta de la de Kelsen. No le interesa en general el papel de la economía,
cree un resultado final del orden político que luego lleva al orden económico,
esto es para él antiliberalismo. En el caso del poder neutral cree que el
representante del Estado hace más por su continuidad que la propiedad, la
cultura y la legalidad. Se muestra lo realmente importante, el Estado en su
devenir histórico está sujeto a acciones que no pueden ser presupuestas por el
orden jurídico.
Una
ley constitucional no puede prescribir e imponer las cualidades personales que
son necesarias para cumplir a satisfacción el papel del pouvoir neutre
del mismo modo que tampoco puede prescribir, que el Canciller del Reich sea un
gran jefe político y determine por sí mismo las líneas directrices de la
política. (Schmitt, 1983, 220)
[…]
que es un presagio de la desintegración automática propia Estado pluralista y
de la necesidad de un eficaz remedio: “Cuánto más organismos colectivos
arbitréis para que colaboren, cuanto más numerosas sean las votaciones
colectivas ya se por referéndum, en el Consejo del Reich, los consejos obreros,
etc. tanto mayor será la necesidad de tener un punto fijo, al que concurran
todos los hilos ideológicamente por lo menos.” (Schmitt, 1983 ,221)
El liberalismo de Kelsen hace que la
legalidad poco tiene que ver con el desarrollo de la economía y de la política-
un marco a-histórico en pos de una comprensión universal, tienen que ser
esferas separadas. Considera que no es necesario ordenar la actividad económica
propositivamente tampoco las conductas los deseos del legislador no son muchas
veces leyes sino orientan porque no tienen sanción, no tienen que haber
valoraciones para el desarrollo del capitalismo. La crisis de Weimar fue
resulta efectivamente por Hindenburg, este simplemente dejo que dos tendencias
opuestas confluyeran; así ordenó efectivamente, la tendencia reformista de
derecha; en lo económico y autoritaria, la conservadora, la de Schleicher, el
cual consideró que su papel era efectivamente el de un árbitro y las tendencias
fanáticas de Hitler. La Alemania conservadora, no toleró el papel verdadero de
una modernización desde arriba, una “revolución pasiva”, cosa fue un éxito en
el se II Reich con Bismarck:
“Schleicher
en el comunicado que envío a Paris el 19 de Enero: los políticos de derechas
que habían albergado esperanzas en que el general impusiera un gobierno militar
comprobaron decepcionados que el comportamiento de este era más débil y mucho
más de civil sin uniforme. En lugar de tomar medidas contra la izquierda, había
hecho concesiones a las organizaciones sindicales y no dudaba en negociar con
sus dirigentes en lugar de restringir las pretensiones del Reichstag, había
coqueteado con los partidos en un intento de lograr el favor de la mayoría
parlamentaria, y en lugar de incluir a los nazis en el gobierno había
“declarado la guerra” a Hitler al aliarse con el renegado Gregor Strasser.”
(Ashby Turner, 2000, 239)
Importancia capital, el poder neutral,
no se dio en la previsión de Schmitt en la facultad del gobierno de gabinete,
ni en la delegación del artículo 48, si se dio en la práctica en políticos que
buscaron alternativas para salir de Weimar por la derecha, en cualquiera de sus
formas. No obstante la crisis del 30´ tenía un factor digno de ser revisitado,
Hitler uso esto para crecer electoralmente y en este sentido Hindenburg no se
vio conmovido ante la crisis como tal. Las conductas prohibidas tienen que ser
los delitos, el riesgo del propio sistema político y jurídico como tal. Gran
parte de la actividad económica tiene vida propia, el derecho nada le interesa
legislar en este sentido siempre y cuando no surjan conflictos en los cuales,
el derecho se desarrolle en una forma particular, esto es el liberalismo
dominante en la burguesía alemana. El Estado ordena, configura los mercados, y
estos se dan en estos marcos formales. En la práctica el poder neutral jamás
opero en su esencia en Weimar, si actuó ciertas reformas hacia el final de la
crisis, es decir entre el espacio de 1930 y 1933. En este sentido es elocuente
que el cambio en política económica llevó la llave del triunfo, políticas de
difícil consenso, aplicadas llevan al cambio en la sociedad alemana, la crisis
es económica. El poder neutral inspirado en Schmitt no de forma plebiscitaria,
no es útil para llevar adelante este cambio:
Como
última tarea en el cargo, después de sólo cincuenta y siete días de mandato, el
gabinete de Schleicher procedió entonces a dar el último visto bueno a las
medidas financieras necesarias para poner en marcha el programa de creación de
empleo que, como había prometido en canciller cuando juró en el cargo, sería su
proyecto prioritario.
De
hecho, ese mismo día se convirtió en ley mediante un decreto extraordinario
firmado por el presidente. El programa ponía quinientos millones a disposición
de una serie de proyectos de obras públicas diseñadas para proporcionar trabajo
a los desempleados y estimular la actividad económica en general. En el
transcurso de los seis meses siguientes, casi dos millones de alemanes
encontraron trabajo. Sin embargo Schleicher no se le reconoció ningún mérito al
respecto: el beneficiario político de este logro fue Adolf Hitler. (Ashby
Turner, 2000 ,248-249)
Schmitt, tiene resistencias a pensar que
la crisis sea necesariamente un cambio en el proceso económico, y tampoco cree
que el ordenamiento se diera por necesidad. Más bien el ordenamiento es una
necesidad muy anterior, atada a la historia, histórico el hecho de su
desarrollo, y vale la pena entender cómo se dio en cada momento. Mientras que
el liberalismo parte de una especulación abstracta; la teología política ante
todo analiza, el desarrollo de estos conceptos por sí mismos a lo largo de la
historia. La crisis de Weimar es una crisis de principios políticos, de
filosofía política; de creencias, hasta por qué no decirlo de postulados. La
preocupación de Schmitt es el liberalismo político en su defensa de la
humanidad más que el papel del liberalismo político de oferta y demanda. Kelsen
considera que la vuelta al poder neutral es una necesaria regresión a tiempos
históricos donde el derecho como tal tenía que ser justificado desde el derecho
natural como metafísica, lo cual era cierto también en la economía. Se
desprende que la idea misma de reglar, economía, derecho y política por
principios y no definir su conceptualización por definiciones como Persona, o
Valor, tiene un impacto. Los positivistas, sean kelsensianos (positivistas) o
Neoclásicos, es decir derecho y economía, tratan de formalizar para poder hacer
instrumentos fiables sus especulaciones político económicas. Esto quiere decir
que la burguesía alemana está dividida en dos, un sector liberal y un sector
conservador. Schmitt intenta en el desarrollo del poder neutral crear una
“revolución desde arriba” la modernización de Weimar por un principio político,
la contradicción no es vista por Schmitt la innovación en la diferencia entre
la antigua monarquía y el presidente plebiscitario en parte porque Schmitt
asume que el principio de soberanía popular es el que se debe considerar
irreversible no así, el sindicalismo o los partidos que se dieron por la
historia alemana en particular, lo plebiscitario el pueblo antes que la clase
es por mucho preferible. Todo poder indirecto podría ser eliminado; sujetado al
Estado, dando al capitalismo una continuidad. Es evidente que la dictadura
soberana leninista impone, la colectivización, la socialización de los medios
de producción y la dictadura soberana. Un sistema completamente alternativo, el
fin de la política, y el fin de le existencia del pueblo alemán como tal.
Podemos considerar la originalidad de la concepción de Schmitt en la derecha
alemana frente a otras alternativas puramente autoritarias. Schmitt plantea a
las corporaciones dentro del Estado, que el paternalismo y el dirigismo
económico se impongan- el Estado de Excepción. Esta valoración está dada por la
misma idea de la producción la cual tiene una determinación fáctica en lo
económico no se trata simplemente de la producción sino del reparto del beneficio
económico final. La gran diferencia es que Schmitt considera que el poder
neutral y el Estado tienen que a la fuerza estar por encima, un Estado por
encima de las clases sociales, las confesiones, etc. La vuelta a Hobbes, aunque
en una forma imposible. El combate de Schmitt contra lo privado encuentra su
derrota en el capitalismo, su impracticable poder neutral demuestra la
diferencia entre intuición y la realidad, Hindenburg fue un buen representante
de los Junkers, incapaz de asumir el papel de la crisis alemana en torno a una
crisis internacional mayor. Justamente Max Weber lamenta que Parlamento y
Gobierno que las personas más excelentes para gobernar Alemania terminen
trabajando para monopolios capitalistas donde su talento para liderar es más
valorado que en el Parlamento y el gobierno en general.
Argentina
Crisis y transformación en 2001-2002-2003:
Argentina es una experiencia digna de
ser comparada con Weimar por una multiplicidad de razones: una guerra, la
guerra de las Malvinas tuvo un efecto similar al de la derrota alemana en la
primera guerra mundial, deslegitimó el papel de las fuerzas armadas con la
crisis del régimen. La consecuencia final del periodo militar argentino fue la
bancarrota económica y la inflación razones por las cuales la democracia fue
condicionada. El sindicalismo y las fuerzas armadas habían sido los poderes
indirectos que habían madurado bajo todos los autoritarismos anteriores- se
habían demostrado desleales frente a presidentes como Frondizi e Illia. La
hiperinflación había sido el antecedente de una de las reformas más importantes
de la historia argentina que fue la de los años 90´- la privatización. La ley
de Convertibilidad, tenía en sí misma un status casi constitucional, por las
consecuencias para el ordenamiento jurídico y político en nuestro país, más
cuando consideramos que los ahorros son una forma de propiedad y que está se
encadena a procesos que tienen que ver con el orden burgués. La constitución
protegía la propiedad- ideal liberal además protegía la paridad cambiaria en
cualquier momento y lugar, la defensa de la propiedad hacía que los
particulares tuvieran la posibilidad de tener dólares por sus pesos, por hacer
cualquier actividad económica y ahorrar en esa moneda si así lo deseaban.
Considerando que la democracia se desarrollaba a la par de esta perspectiva, la
democracia liberal en Argentina daba pie al mercado, aseguraba la libre
participación política, y no consideraba que el Estado estuviera por encima de
la propiedad privada o los derechos personalísimos que fueron puestos a la par.
La constitución liberal de 1853, se le unían en calidad constitucional los
tratados sobre derechos humanos.
Alfonsín, Menem y De La Rúa, llegan al poder en elecciones libres y democráticas. Estas son la esencia de sus
decisiones políticas y económicas los actos del soberano son asumidos por todos
como su responsabilidad en el sentido hobbesiano- lo que hace el presidente
hace la sociedad, se considera que el estado es imparcial y que no está
dominado por ninguna clase, grupo o corporación en particular. El Estado es la
representación de todos los intereses bajo la constitución, lo cual es una
definición del Estado de Derecho Liberal. El presidente tiene un gran poder en
cuanto al ordenamiento de la vida económica, política, e incluso
constitucional, la reforma de 1994 fue increíblemente ordenada con un acuerdo
entre PJ-UCR. Se considera base: la Ley de Convertibilidad y la Constitución de 1853, es decir la independencia del BCRA (un poder indirecto para Schmitt) y
las facultades delegadas en materia económica pero que eran factibles de
sustraer por parte del congreso bastaban para poder garantizar la democracia,
nadie ponía seriamente en tela de juicio su funcionamiento en cuanto a la
legitimidad de origen. Había críticos pero estos criticaban las formas, y pocos
ponían en tela de juicio la “constitucionalidad” de la Convertibilidad, o si había algún límite claro no electoral al presidente de la nación.
Justamente por esto, Argentina estaba presa de una contradicción. Su democracia
no tenía una alta intensidad pero se consideraba que se había superado en gran
parte de la persecución política y que la libertad de expresión y política eran
lo suficientemente amplias. En ningún momento a excepción de la Crisis de
Semana Santa el país corría el riesgo en caer en la disolución y la anarquía.
De la Rúa sería la excepción, no justamente por tener una crisis que no fuera
posible de resolver, o mejor dicho por las expectativas que deposita en el
presidente. La cabeza del Estado tenía que salir de una recesión económica,
además tenía que lograr mantener su coalición y dependía de la buena voluntad
de los sindicatos, cámaras empresariales, movimientos sociales, y hasta de la
oposición en el congreso y del gobernador de la provincia de Buenos Aires
Carlos Ruckauf. Duhalde es visto en esta perspectiva:
“Entendemos
por salvataje, siguiendo al autor español Juan Linz, las operaciones de auxilio
del sistema democrático presidencialista o parlamentario destinadas a evitar su
erosión o derrumbe. […] El liderazgo presidencial de Eduardo Duhalde forma
parte de un momento histórico y paradójico de la Argentina, porque teniendo en
cuenta la experiencia ejecutiva y habiendo demostrado tener la fortaleza
necesaria en las circunstancias de excepción que le tocaron vivir, sólo pudo
ser el gobernante de la transición, un “piloto de tormentas” en la emergencia
(Quiroga, 2005, 2010); por ello es que en este caso particular, se podría
repetir aquella frase que dice “amarga es la gloria”. (Baldioli,
Leiras, 2012 ,240)
En este sentido, el costo de la crisis
económica iba en contra de la base de sustentación del sistema político, la
tensión social se agudizaba. El presidente era cabeza del gobierno y protector
de la continuidad del Estado. La salida de la convertibilidad se había
convertido en un tema tabú, nadie creería que se podría gobernar sin ella pero las
alternativas eran pocas. Hasta diciembre de 2001, la impericia del presidente
condenó a su partido la UCR, a su persona, y al país al borde una anarquía.
Esto en sí mismo no era lo peor, sino la ausencia de políticos que quisieran
abordar la crisis seriamente, o que pudieran lograr por medios legales y
extra-legales el orden, la represión por parte de las clases dominantes estaba
garantizada y contó con 40 muertes como demostración del poder represivo del
Estado pero la ausencia de control político se hacía evidente. Si el peronismo
era la garantía del gobierno, ¿qué líder del partido podría llevarlo adelante?
Rodríguez Saa fracasó, era el turno de Duhalde y de su fracción de la “burguesía
nacional” pesificadora. Es evidente que este problema tiene todas las
características propias del conflicto político, una decisión soberana no legal
tiene consecuencias irreversibles en los efectos políticos y económicos.
Recordemos que Argentina la constitucionalidad en última instancia depende de la Corte Suprema de la Nación. La “nueva Argentina” era por su naturaleza la misma que la
anterior pero el peronismo tenía que dar el paso necesario para hacer factible
la continuidad de la vida económica. El proceso conocido como “pesificación
asimétrica”, implica la conversión de ahorros y deudas a pesos, yendo por
encima de la propiedad y de otras las obligaciones que se derivan de ella entre
particulares. Esto al determinar, la tasa de ganancia, el nivel de salarios y
consumos, determino la vida pública de la nación. Duhalde, sin alterar la constitución
violó el artículo 14 de la constitución. Siendo la propiedad la base del Estado
Liberal, el Estado hizo transferencias arbitrarias. A esto hay que sumarle
otros episodios de represión como el que derivó en la Masacre del Puente Pueyrredón, y el combate claro contra el movimiento político de los
piqueteros los cuales eran un poder indirecto que estaba interesado en recibir
del Estado beneficios que no estaban en relación a su representación
parlamentaria. Se puede deducir entonces:
“Entre
del “gobierno de transición” del Dr. Duhalde se destacaron la devaluación de la
moneda, que dio fin a la ley de Convertibilidad, la pesificación forzada de los
depósitos bancarios en moneda extranjera, y una gran distribución de planes
sociales para atenuar los efectos de la economía en recesión que llevaba varios
años y había incrementado la pobreza y la indigencia hasta límites nunca vistos
en la argentina. Su plan económico denominada productivista, profundizado
posteriormente a partir del año, permitió la recuperación argentina a partir
del tercer trimestre del 2002 tras cuatro años de recesión. (Baldioli Leiras,
2012,231)
“De
esta manera se estableció la llamada “pesificación asimétrica” por la cual las
deudas con el sistema financiero fueron pesificacadas a razón un peso por
dólar, pero los depósitos fueron reconocidos por las entidades financieras a
razón de $ 1,40 = U$S 1,00. La diferencia fue reconocida por el gobierno
nacional con un bono que se entregó a los bancos para compensar esa asimetría
[…] generando una importancia licuación de pasivos de empresas, financiadas por
el gobierno nacional. […]
Para
evitar mayor desempleo y con el propósito de morigerar los despidos de
personal, se implanto la denominada norma del “2 x1” a través de la cual si alguien
despedía a un trabajador debía pagar el doble por cada año de trabajo el doble
de indemnización con lo cual se hacía muy oneroso despedir personal. (Baldioli
Leiras, 2012, p.232)
Duhalde incluso modificó más leyes
electorales condicionando el futuro del país, modificando el régimen electoral
a raíz de la propia crisis de su gobierno permitiendo que el peronismo pudiera
tener más de una lista. En 2003 la participación fue más alta que en 2001, por
lo que se tomó que esto era un indicador de respeto por parte de la ciudadanía
que una vez que eligiera presidente convalidaría, la decisión de Duhalde a
nivel político, económico y social. La impunidad de Eduardo Duhalde, y lo
arbitrario en su intervención pese a la delegación del Congreso son un tema
llamativo. Una vez que esto ocurrió, la ley y el orden por parte del Poder
Legislativo Nacional y el papel de Néstor Kirchner en reconstruir el poder
presidencial pueden quedar en segundo plano.
Conclusiones:
En
el presente trabajo, tratamos de demostrar que el papel necesario en el orden
estatal de un poder neutral con representación de la esfera del Estado,
ordenando a los poderes indirectos, en especial, en relación con la economía. Y
tratar de analizar la crisis política desde el ángulo económico, como una
consecuencia insalvable de la vida social, arroja una luz sobre el contra punto
necesario de la especulación de teoría política y la actividad de la sociedad
real y concreta. Tanto Argentina como Alemania de Weimar pusieron énfasis en salvar
las crisis institucionales pretendiendo que existían instrumentos meramente
políticos para poder resolver las crisis económicas. Esto es falso. Sí podemos
decir que existe una teoría que trata de legitimar un orden político pese a la
crisis política que se desencadena cuando la sociedad pierde una base de
sustentación político económica.
Tomar
la cuestión de la economía y suma una luz importante, es necesario que la
política económica no sea vista simplemente como un aspecto institucional
posible de racionalizar por el positivismo y tampoco caer en su opuesto una
fuga meramente teórica sobre el papel político de un poder neutral que fuese
capaz de ordenar el Estado y terminar por los conflictos por las capacidades
que podría tener a priori. Duhalde ha sido el actor político despreciado, al
ser el factor del orden político actual, no por su permanencia en él sino por
sus consecuencias irreversibles, está es su diferencia con De La Rúa. La mala
memoria es un síntoma de una mala interpretación de las elecciones del soberano
en Estado de excepción, sus huellas económicas y políticas, sus consecuencias
no legales, son indicio de lo contrario. Duhalde fue el “poder neutral” en la
crisis de 2001, y su papel fue salvar a la burguesía argentina.
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