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Revista Nº22 "PSICOLOGIA POLÍTICA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN" |
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Resumen: El empleo del escenario mediático y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones como soportes e instrumentos en la guerra cultural que se desarrolla fundamentalmente desde el norte industrializado hacia las antiguas colonias, demanda el estudio del accionar de las potencias hegemónicas en su afán por alcanzar objetivos afines a sus intereses constituyendo, por tanto, desde las ciencias sociales el análisis de estas temáticas una insoslayable necesidad en la actualidad, máxime cuando se trata de países como Estados Unidos y Cuba, los cuales mantienen añejas diferencias que impiden sostener relaciones normales entre ambos gobiernos y pueblos. El empleo por parte de la potencia del norte hacia la nación caribeña de disímiles políticas para subvertir el estatus quo, obliga a buscar información actualizada sobre las nuevas formas de agresión y fomentar investigaciones que contribuyan a poner en contexto las pretensiones de los primeros y la respuesta de los segundos. Palabras claves: Cuba, Estados Unidos, Guerra Cultural, Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Políticas.
Abstract: The usage of mass media scenery and new technologies of information and communication as resources on the cultural war developed by industrialized north against its old colonies imposes the study of what hegemonic powers do in order to achieve their interests. Social sciences must analyse these topics specially because the United States and Cuba are involved and they have old disputes that prevent their governments and peoples from having normal relationships. The policies used by the northern power towards the Caribbean nation to undermine its status quo force to research on new aggressive ways and to stimulate works that can contribute to put on context the north American objectives and Caribbean answers to them. Key words: Cuba, United States, cultural war, new technologies of information and communications, policies.
Impacto político y social de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones como vías de subversión contra Cuba. Zunzuneo y otros demonios... Lic. Dunnia Castillo Galán Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) Cuba dunnia@uci.cu ; Lic. Eddy Mac Donald Torres Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) Cuba torres@uci.cu ; Ing. Juan Manuel Álvarez Tur Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) Cuba jmalvarez@uci.cu
Introducción: Impacto político y social de las NTIC´s como vías de subversión contra Cuba Con la llegada de la humanidad al Tercer Milenio no desaparecieron los problemas que acechaban a los seres humanos desde otras etapas históricas, referente a sus preocupaciones sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Estas lejos de disminuir se incrementaron y adquieren nuevas formas con la preeminencia de las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (NTIC´s). La información y las computadoras son para el mundo actual lo que la máquina de vapor para la Revolución Industrial, vivimos en una época marcadamente dinámica donde los sucesos y acontecimientos que se generan a diario tienen una expresión inmediata en la opinión de millones de personas en todo el orbe. Uno de los problemas más graves a los que nos tenemos que enfrentar en la actualidad es que las NTIC´s, dado el contexto cultural donde operen han sido puestas al servicio de la trivialización del intelecto a favor de intereses hegemónicos y, la política, por tanto, no escapa de ello. Entendiéndose política no solo a las relaciones en torno al poder, las luchas de clases, el Estado y la gobernabilidad, sino también como reflexión teórico-filosófica acerca de una dimensión de la vida humana. En los últimos cincuenta años los vínculos humanos están aceleradamente mediados por procesos electrónicos de almacenamiento, procesamiento y transmisión de datos a través de computadoras, teléfonos, redes, cables y satélites que conforman todo un espacio virtual de relaciones del que surgen nuevas formas de comunicación, producción e intercambio económico, político, social y cultural en general. Internet, herramienta que nació de los laboratorios militares de los Estados Unidos a finales de 1960 y principios de la década de 1970 del pasado siglo, fue creada con la intención de garantizar vías de comunicación para la maquinaria guerrerista de aquel país. Creciendo a su vez como arma propagandística en manos de la nación norteña. Al cabo de los años, ese pequeño embrión comunicacional se convirtió en una inmensa red de redes y su acceso se amplió progresivamente, sirviendo de tribuna al pensamiento alternativo frente al hegemonismo estadounidense. La caída del bloque socialista europeo con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a la cabeza, condujo a la pérdida de la bipolaridad política y económica del mundo, primando los intereses de las potencias occidentales lideradas por los Estados Unidos de América que imponen una agenda de visión única, haciendo emerger al capitalismo como cultura triunfante y cuasi omnipresente. Lo que ha ocurrido en los últimos años es la convergencia de empresas, medios, tecnologías y lenguajes, siendo evidente el entrelazamiento de emporios comunicativos a escala global con un discurso totalizador. La importancia que reviste para el desarrollo socioeconómico de los países el acceso a estas tecnologías requiere de su comprensión y empleo de forma efectiva, la visión desde la política y sus actores, cobra por tanto, ribetes de prioridad. Con la alborada del proceso nacional liberador en la Cuba de 1959, se acentúan y aceleran planes desde las más altas esferas de dirección en los Estados Unidos de América contra la nueva sociedad que se proponía construir el pueblo cubano. Materializando el concepto de Real Política: el fin justifica los medios, las sucesivas administraciones norteamericanas han desarrollado múltiples vías de agresión contra la nación irredenta, que han ido adecuando a los tiempos, las circunstancias y aprovechando su superioridad militar y tecnológica. La utilización en la década de los años 80 de la mal llamada “Radio Martí”, enriquecido posteriormente con la “TV Martí” constituye una muestra de estos métodos. En todos los casos, la acción del imperialismo ha presupuesto un reto a la inteligencia y la disposición de los cubanos, teniendo que adaptarse a las formas cambiantes de agresión para responderlas de manera adecuada. Así es como surge el “Tercer Entorno”: Partiendo de la hipótesis de los tres entornos, se afirma que las NTICs posibilitan la creación de un nuevo espacio social, el espacio electrónico, digital, o sencillamente el “Tercer Entorno”, lo suficientemente importante como para oponerlo a los otros dos grandes espacios sociales, la naturaleza (physis) y la ciudad (pólis). La vida social en el espacio telemático se produce a través de flujos electrónicos a distancia y en red, siendo el teléfono, la televisión, el dinero electrónico, las redes telemáticas, las tecnologías multimedia, los videojuegos, la realidad virtual y los satélites de telecomunicaciones las ocho grandes tecnologías que actualmente posibilitan el funcionamiento del nuevo espacio social. La convergencia de estas tecnologías, junto a las otras muchas que se integran en ellas, han generado un sistema tecnológico, el sistema NTICs. En terminología de teoría de sistemas, el tercer entorno es una propiedad emergente del sistema NTICs, cuyo desarrollo y consolidación está siendo potenciado por diversos agentes sociales y estatales, principalmente empresas transnacionales, gobiernos, comunidades científico-tecnológicas y usuarios. El Ciberespacio, se ha convertido en un nuevo escenario de agresión al que Cuba ha tenido que adecuarse, sobre todo desde el año 2003, cuando Donald Rumsfeld -ex secretario de defensa de los E.U.A. durante el mandato de Bush hijo- da las primeras pautas de lo que serían más tarde el Ciber Comando y el nuevo teatro de operaciones militares. Materializado en abril de 2009 con un presupuesto federal de varios miles de millones de dólares y unos noventa mil efectivos, ejército inicialmente subordinado a la fuerza aérea, que por el grado de importancia para la política estadounidense devino en un arma independiente de las fuerzas armadas norteamericanas. En la guerra que se desarrolla contra Cuba una de las principales matrices de opinión que se manejan es que no hay una política de Estado para el acceso a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, especialmente que se le niega Internet al pueblo cubano, sin embargo en el discurso del Líder de la Revolución Fidel Castro, desde los años noventas del siglo pasado se vislumbra una intención muy clara de todo lo contrario, además a partir de 2007 se comienza a fomentar con mayor fuerza una oposición fabricada desde las nuevas tecnologías precisamente por las posibilidades que se estaban generando. En un análisis de este tipo hay que exponer que Cuba tiene posibilidades de acceder a Internet de forma limitada -vía satelital, más cara y de lenta conexión- desde el 22 de agosto de 1996, a través de un enlace por satélite con el proveedor internacional norteamericano Sprint Corporation. En octubre de ese año se inaugura el primer servicio de Internet en el país. A partir de ese momento se crean las bases para una oposición al proceso social cubano fabricando figuras y contenidos desde las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC). Coincidiendo con el
profesor y escritor cubano, Raúl Antonio Capote: En
el caso específico de Cuba el gobierno de los EE.UU. ha dedicado CIENTOS de
millones de dólares para la subversión. La cifra total distribuida por Estados
Unidos para destruir la Revolución cubana suma: 225 millones de dólares desde
1996. Para los analistas Néstor García Iturbe y Osvaldo Felipe Sotolongo la subversión política ideológica no es otra cosa que la: Actividad del enemigo dirigida a actuar sobre la conciencia de las personas, grupos, sectores de la sociedad o la población, con el propósito de inducirlos a adoptar conductas que apunten a revertir el régimen socialista, creando un sentimiento opositor como base social necesaria, destinada para socavar desde dentro nuestra sociedad y tomar el poder político con el objetivo de transformar el sistema socio político y económico vigente[1].
Desarrollo: Estados Unidos y los Medios de Comunicación Masivos (Tradicionales y Alternativos), en función de una guerra cultural Contra Cuba se lleva a cabo una verdadera “guerra cultural” dirigida a mantener el orden capitalista para lo que se intenta, por todos los medios, impedir la formación de voluntades, identidades y pensamientos opuestos a la dominación y que desafíen sus pretensiones hegemónicas de gobernar al mundo. Esta “guerra cultural” moviliza formidables instrumentos y recursos, entre los que se encuentran los tanques pensantes y otras entidades que proyectan pensamiento prospectivo, los medios de comunicación y más recientemente la redes sociales con soporte tecnológico. Constituyendo estas últimas un ejemplo elocuente sobre cómo el capitalismo es capaz de producir aparatos a su servicio capaces de modificar las relaciones de circulación, producción del saber y del poder de manera efectiva para sus intereses. Los mismos logran vincular a sectores políticos, empresariales, académicos y, en los últimos tiempos, con mayor énfasis, al de los medios masivos de comunicación, constituyéndose, en la práctica, en ejes de interrelación entre diversos sectores para problematizar situaciones, elaborar estudios, presentar soluciones, crear consensos y estados de opinión, para lo cual necesitan preservar la credibilidad, ganar la atención de los que deciden y asegurarse financiamiento, quizás una de las razones por la que con determinada frecuencia aparece información desclasificada o hecha pública preguntándonos ¿por qué sale algo como eso de una agencia de información propia? Cada vez más, los medios de comunicación sustituyen la educación formal e informal de una manera incontrolable y masiva, dirigidos por las empresas transnacionales, bajo intereses comerciales. De este modo, la ideología muestra un círculo de dominación, donde los actores controlan a los receptores en una forma indirecta mediante el método de influir en su pensamiento. Por otra parte, en la actualidad se ha conformado un frente mediático con canales de televisión, radios y prensa encargados de desinformar más que informar a los ciudadanos. La materia misma del sistema político, e incluso, las decisiones que emanan de él, representan un escenario para los medios de comunicación, que intentan obtener el apoyo de los ciudadanos o, por lo menos, atenuar su hostilidad. Es en este contexto que puede observarse la importante dimensión mediática que ha adquirido la política, sobre todo, en las plataformas virtuales de esos medios que devienen, cada vez más, en espacios de confrontación y deliberación y juegan un rol fundamental en la construcción del universo político del ciudadano. La política del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba El manejo de la información como factor básico de control de los pueblos en el mundo es uno de los más avanzados elementos de la contrainsurgencia trazada en las oficinas de inteligencia de Estados Unidos, como un modelo de “guerra psicológica”. En el 2011 Capote en su libro Enemigo, analiza la naturaleza de la estrategia empleada por los Estados Unidos a partir de las NTIC para crear figuras y matrices de opinión en contra del proceso de la Revolución Cubana, que lleva más de 50 años de existencia, donde señala un aspecto importante de esta agresión que no se ve: esta es una guerra que no necesita armas, rampas de lanzamiento, vehículos blindados. Es una contienda que trascurre en la mente de los hombres.[2] Lejos de ser una moda pasajera, los cambios en los medios digitales son parte de contradicciones más profundas en la configuración del sistema de medios de las clases dominantes y del imperialismo. Internet, es junto con el terreno militar, uno de los bastiones de la golpeada pero aun hegemonía norteamericana. Las redes sociales son un nuevo sistema de comunicación que logra un lenguaje digital universal, el cual integra globalmente la producción y distribución de palabras, sonidos e imágenes de disímiles culturas e identidades que tienen la capacidad de incluir en una misma red personas de diferentes intereses políticos, ideológicos y culturales que se están convirtiendo en uno de los instrumentos de comunicación masiva más importantes a nivel global y están revolucionando la política y el concepto de identidad a escala global, al tiempo que traen consigo importantes retos para las sociedades. La globalidad y temporalidad de su despliegue las convierten en una herramienta cuyo potencial, tanto para la reproducción de los mecanismos de dominación como para la movilización social anti-sistémica, es incalculable. En cuanto al primer aspecto no pueden pasarse por alto las denuncias de los verdaderos héroes de la libertad de expresión Julian Assange, creador de Wikileaks y el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden acerca de que estas solo sirven para que los servicios de inteligencia de Estados Unidos tengan a los ciudadanos controlados. Es importante señalar que independientemente de la gran notoriedad alcanzada en los medios de comunicación la denuncia de AP sobre la red ZunZuneo, el gobierno de los E.U.A. en el 2007 se plantea la idea por medio de la CIA de introducir al país masivamente celulares, para mediante el uso de estos lograr una eficaz movilización. Diferentes ONG servirían de tapadera a la Agencia para la distribución bajo el pretexto de “ayudar a los cubanos a mejorar el acceso a la información y a las comunicaciones” como plantea el programa del Instituto Republicano Internacional. En el 2010 la idea se perfecciona con la creación de los primeros sitios para el envío de SMS y la recarga gratuita de celulares, diferentes organizaciones durante los años 2009, 2010 y 2011 van a intentar distribuir en las Universidades cubanas miles de celulares. Sitios como Zunzuneo que no emiten mensajes negativos, sino avisos, noticias deportivas, culturales, artísticas, buscaban habituar a los usuarios en la utilización del sitio y el día que necesitaran movilizar para determinada acción, miles de jóvenes tendrían acceso a la convocatoria. Algo muy similar a lo que se probó en otras latitudes, aplicando el método de lo que han denominado como guerra de cuarta dimensión, los golpes suaves o la resistencia no violenta, preconizados entre otros científicos por el señor Gene Sharp quien conduce el Centro Albert Einstein. La CIA trabaja fundamentalmente hacia los jóvenes, intentando penetrar los centros culturales, religiosos, estudiantiles o sociales y los grupos informales, su propaganda está dirigida, amparados en una imagen progresista, rebelde y externamente atractiva, al sobredimensionamiento de los “fracasos” económicos del socialismo, a divulgar la “poca actualidad” del pensamiento marxista, a desinformar, denigrar las ideas revolucionarias, mentir y popularizar “las ventajas” de las sociedades de consumo. Organizan conferencias internacionales, brindan becas, premios y proyectan su influencia a través del cine, la TV, la prensa y la literatura. En películas, series televisivas, magazines, libros, se idealizan los mercenarios, se llama terroristas a los revolucionarios, se propagan criterios “novedosos” sobre la libertad sexual, los derechos humanos, el conflicto existencial, se distorsionan los conceptos de patria, nacionalidad y se simplifica el de soberanía. En tiempos donde la Internet y las nuevas tecnologías de las comunicaciones van ganando protagonismo, la subversión contra Cuba enrumba sus esfuerzos y dinero para utilizar ese escenario, sabiendo que son los jóvenes los principales usuarios de esos adelantos infocomunicacionales. Esta estrategia está bien delimitada y es definida como conectividad efectiva, centrando la acción en la mensajería por celulares. Descubiertos, los proyectos ZunZuneo, Piramideo y Commotion, van siendo sustituidos por otros aparentemente no menos agresivos. Un informe del 2011 al Comité de Relaciones Internacionales del Senado define la estrategia norteamericana, buscando estar presente en los llamados Nuevos Medios Sociales, escenario donde las actuales y futuras generaciones se mueven como “pez en el agua”, de ahí la estrategia de Estados Unidos de estar presente para poder influir en el pensamiento y las acciones de ese grupo social. Dos nuevos engendros salidos de los “tanques pensantes” que en Estados Unidos diseñan acciones contra Cuba recién se ponen en marcha. Bajo el nombre de 14Ymedio, la contrarrevolución, con la bloguera Yoany Sánchez como cabeza visible, lanzaron el proyecto de un diario digital para denigrar y subvertir el status quo en la mayor de las Antillas. Alojado en servidores fuera de las fronteras cubanas y con financiamiento externo provenientes de los fondos destinados a la subversión, este proyecto de propaganda salió a Internet como un nuevo capítulo en la estrategia imperial de atacar el prestigio de Cuba desde las redes. Si bien el nuevo proyecto subversivo tiene definidas estrategias contra Cuba, su esencia está en la propaganda hacia el exterior, buscando vender una imagen diferente a la que viven los cubanos para tratar de buscar apoyos y consensos en un público alejado de las fronteras cubanas, aunque no renuncian a un receptor nacional, dando algunos pasos para insertar una versión del proyecto en el llamado “paquete semanal”, una selección de materiales audio-visuales y de texto que circula por toda Cuba de forma al margen de lo establecido de mano en mano en memorias flash y discos externos. Paralelo a esto ha surgido un nuevo engendro subversivo, identificado como LaCubanada y que se oculta tras la aparente fachada de un servicio de interés público para los cubanos que viven en la Isla. Identificado como un portal de múltiples entradas, LaCubanada es usada ahora como plataforma para inundar la red de teléfonos móviles de Cuba con mensajes, muchos de carácter subversivo y orientado a crear un ambiente hostil hacia la Revolución. El portal, que se asegura es administrado por los cubanos Clive Rudd Fernández, residente en Londres, Reino Unido y Alexis Ferrer, residente en Estocolmo, Suecia, convoca a usuarios de la telefonía celular en Cuba a llamar a un número asociado al proyecto, desde donde recibirá un mensaje de voz, estando ahí precisamente la carnada para difundir las ideas subversivas que se esconden tras LaCubanada. Una vez asociado al proyecto sus usuarios, sin necesidad de acceder a Internet podrán difundir y compartir sus mensajes, propuestas de ventas y otras facilidades. De acuerdo con el periodista Noel Martínez de Radio Reloj: Con este nuevo proyecto se trata de poder influir entre los cubanos, moviendo por la red celular ideas y propuestas que ayuden a crear un ambiente político favorable para futuras acciones. LaCubanada es el clásico lobo vestido con piel de cordero y una variante suave del ZunZuneo. Según el propio sitio, detrás de la publicación está el portal CasienCuba.com, una empresa radicada en España y que centra su quehacer en llamadas y otros servicios de comunicación destinados a Cuba, pero resulta cuando menos sospechoso que en su sección Patrocinadores, la información es nula, en un esfuerzo por mantener en el anonimato sus fuentes de financiamiento, asegura el sitio web y siendo comprobado por los autores de este material. En el portal del sitio se puede encontrar fuertes vínculos con el núcleo contrarrevolucionario radicado en Suecia, donde opera la Sociedad Académica Euro-Cubana, organización fachada que aglutina a detractores y enemigos de la Revolución y que tiene sólidos nexos con la derecha europea y de Estados Unidos. A tenor con este perfil LaCubanada publica en su sección de Noticias una selección de textos contra Cuba, dando espacio a voceros de la denominada disidencia. Fue la LaCubanada la cara visible en la invitación al primer opositor cubano en viajar al exterior inmediatamente después de ponerse en vigor la ley de migración, nos referimos a Eliécer Ávila Cicilia, y curiosamente su periplo no incluyó a Bolivia para visitar el lugar donde peleó y fue asesinado el guerrillero heroico, como afirmara en su famosa primera incursión en los medios. No debe olvidarse que este personaje de la mano de la CIA -como otros cabecillas de la contrarrevolución- desarrolló un extenso recorrido por Europa y Estados Unidos. Gira encaminada a reforzar y crearle ante la opinión pública extranjera un perfil de líder opositor al gobierno cubano. Maniobra donde LaCubanada fue el trampolín de lanzamiento mediático. Según afirman sus promotores, LaCubanada cuenta ya con más de 22 mil asociados, potencialmente usuarios de ese servicio que ahora promueven y que tiene como objeto central difundir a través de la red de celulares cubanos, ideas que conduzcan en su momento a acciones contra los poderes en Cuba. Los fondos de LaCubanada no son públicos, pero por sus vínculos y los antecedentes de sus administradores, el camino del dinero conduce a la USAID o similares agencias de la Unión Europea. Oculto bajo un aparente servicio de bien público, este nuevo proyecto es una versión edulcorada del ZunZuneo, ajustada a la estrategia de los Estados Unidos para promover un cambio político en Cuba usando a las infocomunicaciones como plataforma de distribución de ideas y movilización ciudadana. En otra de sus desesperadas campañas contra Cuba han creado la maniobra Conecta Cuba. El objetivo primario de todo intento por abordar el tema de internet por parte de los enemigos de Cuba es fortalecer el mensaje contestatario de la contrarrevolución y bombardear con la propaganda suficiente para ahondar la guerra ideológica contraria al proceso revolucionario. Para el analista Percy Francisco Alvarado este engendro consiste: bajo el concepto nada sano de fortalecer a una “sociedad civil independiente”, integrada por detractores de oficio, falsarios contratados por la USAID y otros tipos de provocadores. ¿Acaso EE UU no manipula la información a su antojo, violando la Primera Enmienda con leyes anticonstitucionales y estos campañistas mercenarios no le critican por ello? La intención de formar, continuaba señalando el ex agente de la seguridad cubana, una “sociedad civil independiente” no es otra que la malsana intención de promover la desobediencia social, incitar a la violación de la constitucionalidad y usar a internet como plataforma de engaños y manipulaciones. En ese intento están involucrados mercenarios de aquí y sus amos de allá. Dentro de este baboseo mediático se ha impulsado la campaña Conecta Cuba, nada menos que a través de Radio Martí, el pasado 27 de septiembre de 2013, por parte de José Luis Martínez, director de Comunicaciones de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), organización contrarrevolucionaria radicada en Miami. De inmediato, varios contrarrevolucionarios se sumaron desde Cuba a ese manipulado proyecto, destacándose Guillermo Fariñas, el blog Nueva Luz Cubana, así como los mercenarios twiteros Orlando Luis Pardo Lazo y La Voz desde Cuba. Más allá de Zunzuneo Los hechos de agresión, manipulación e intentos desestabilizadores protagonizados por la gran potencia mundial que representa EE.UU. hacia Cuba, no constituyen para nada una nueva página en las relaciones entre ambas naciones, pues estas se han mantenido a lo largo de muchísimos años hasta adquirir un carácter histórico. Si bien en etapas anteriores se lanzaron ataques mercenarios, se introdujeron virus, y hubo difamaciones a escala mundial…, en la actualidad, y con el desarrollo y extensión de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs). En este sentido, un teatro de operaciones aprovechando las características de las nuevas tecnologías es explotado contra Cuba, donde en los últimos meses han sido puestas al descubierto -gracias a las revelaciones de la agencia norteamericana Associate Press (AP)- la creación y puesta en práctica desde el 2008 y hasta el 2012 de un programa para subvertir el orden en la isla a través del envío de mensajes de textos vía celular. El famoso twitter cubano fue bautizado con el nombre de ZunZuneo en analogía con un pájaro endémico del país que en otras zonas también se le denomina colibrí. Según las revelaciones de la agencia, tras esa acción ilegal estuvo el gobierno de Estados Unidos, quien a través de organizaciones como la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la mal llamada Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), intentó crear una base de suscriptores del twitter en Cuba, usando noticias de deportes y magazine, esperando, en una segunda fase, enviar mensajes de contenido político para provocar protestas contra el gobierno. El plan arrancaría cautelosamente y trataría de hacer llegar mensajes fundamentalmente a los jóvenes cubanos, a quienes la USAID consideraba más proclives al cambio político. La propia USAID reconoció en un documento su objetivo: una “primavera cubana” para “renegociar el equilibro de poder entre el Estado y la sociedad. ZunZuneo captó a más de cuarenta mil suscriptores cubanos, pero se estima que su alcance superó los 400 mil, quienes solo después se enteraron que el servicio había sido creado por el gobierno norteamericano. El propósito fundamental de esta red era incrementar el número de usuarios para luego introducir contenidos políticos que inspiraran a dichos usuarios a lanzar convocatorias de concentraciones masivas y fomentar con ello la subversión interna, la desestabilización y el estallido de una crisis política en Cuba. Cuestión esta que al parecer no pudieron lograr por más que se esforzaron en el empeño. Si bien la idea de Zunzuneo responde a intereses norteamericanos, mantener la pose de samaritanos luchadores contra el terrorismo ha sido una de las especialidades de dicha nación, quien para lograr sus objetivos creó un intrigado sistema que incluía empresas de fachada y expertos en nuevas tecnologías. Empresas y servidores en países sin el consentimiento de sus gobiernos fueron utilizadas por la USAID. Se usó servidores de Amazon, en Irlanda; la empresa MovilChat, en Islas Caimán; y Lleida.net, en España. Otras labores se hicieron en Nicaragua, Costa Rica… y hasta Chile. La empresa de Islas Caimán fue creada por Mobile Accord, con sede en Denver; mientras la desarrolladora principal, Creative Associates International, funcionaba en Washington. Según AP, intentaron incluso conseguir “información de inteligencia” de Telefónica, la transnacional española aliada de Cubacel, telefónica cubana: “Comprender los protocolos de seguridad y de vigilancia de Cubacel será un activo de valor incalculable para evitar la detección por parte de la telefónica (Cubacel)”, dice un informe de Mobile Accord. No obstante aún no está claro cómo se consiguieron los números de celulares de los cubanos, pero todo indica que fue de forma ilícita. Pero, de dónde salía el presupuesto para esta operación, pues si hablamos de la existencia de varias empresas pantallas distribuidas en distintas partes del mundo, es evidente que estamos ante un proyecto de amplio consumo. Según los datos hasta ahora expuestos, el financiamiento de ZunZuneo fue realizado a partir del dinero asignado a un proyecto no especificado en Pakistán, y no salió de los 20 millones de dólares adicionales que aprobó el Congreso para los “programas pro democracia en Cuba”. Sobre el tema, el periodista estadounidense Tracey Eaton publicó la factura por 1,6 millones de dólares que demuestra el desvío de fondos destinados a Pakistán para financiar ZunZuneo. Se sabe que solo horas antes de que estallara el escándalo en los medios de comunicación, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, se entrevistó con la bloguera Yoani Sánchez, que se suponía iba a ocupar la plataforma en las siguientes etapas del programa. La prueba de fuego del programa fue realizada en septiembre de 2009, cuando miles de cubanos se proponían reunirse en la Plaza de la Revolución para asistir al concierto “Paz sin fronteras”. En este sentido semanas antes, la empresa de Bernheim, usando la lista de celulares, envió medio millón de mensajes bajo la falacia de conocer cuál sería la reacción del gobierno cubano. Para esta cometida, fue contratado para escribir mensajes “a la cubana” el servicio de Alen Lauzán, diseñador y humorista gráfico nacido en La Habana que vive en Chile desde el año 2000. Sin saber que participaban en una encuesta para conseguir información de inteligencia, alrededor de 100 mil personas respondieron a dichos mensajes y fue así como se comenzó a crear una amplia base de datos de los usuarios con informaciones como : género, edad, receptividad, tendencias políticas –enfocándose en si estaban a favor de la Revolución cubana, si estaban en contra de ella o sí eran apolíticos-, etc. USAID “necesitaba” información demográfica para “enfocar otros programas en Cuba” y “maximizar las posibilidades de extender nuestro alcance”, dice uno de sus documentos. Paralelo al servicio de mensajes de texto vía celular, el equipo creado por USAID lanzó un portal de Internet de manera que los cubanos pudieran suscribirse, interactuar y enviar mensajes gratis o a muy bajo costo. Documentos de la USAID indican que su objetivo estratégico en Cuba era “sacarla del punto muerto en que se encuentra mediante tácticas e iniciativas temporales para impulsar el proceso de transición hacia el cambio democrático”. Luego que en febrero de 2010 ZunZuneo fue presentado a los cubanos, Creative Associates decidió que el proyecto era tan popular que la contratista a cargo no era lo suficientemente sofisticada para gestionarlo y se creó “una versión a escala de Twitter”, para lo cual contrataron a otro experto en tecnología: James Eberhard, presidente de Mobile Accord. Retomando la legalidad Relacionado a este tema, muy coherentemente el periodista chileno Pablo_ nos pone sobre la mesa dos interrogantes: de acuerdo a las leyes norteamericanas cualquier acción encubierta de una entidad federal debe contar con autorización presidencial ¿Quién autorizó ZunZuneo? ¿Se violó la ley o lo autorizó el Presidente de Estados Unidos? La representante cubana reiteró que esta operación encubierta infringe leyes cubanas y norteamericanas, como la CAN-SPAM Act, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos en 2003, que prohíbe enviar mensajes comerciales o de otro tipo sin que el destinatario exprese su consentimiento. Asimismo, la operación viola la Constitución de la Unión Internacional de Telecomunicaciones en lo referido al uso de las nuevas tecnologías, en particular de las redes sociales, utilizadas indiscriminadamente para fines muy diferentes a los destinados a promover las relaciones pacíficas y la cooperación internacional, así como el Derecho Internacional y en particular la Carta de las Naciones Unidas. Desde España, el abogado especializado en Internet, Carlos Sánchez Almeida, declaró a eldiario.es, que la Ley Orgánica de Protección de Datos, en su artículo 7 apartado 4, prohíbe en esa nación el uso de información para crear listas de personas basadas en su afiliación política -algo que AP señala entre las actividades de ZunZuneo-, como datos merecedores de especial protección y afirmó que las actividades denunciadas vulneran las leyes ibéricas porque “el equipo de ZunZuneo había recopilado de forma ilegal información personal de una lista de teléfonos y había enviado mensajes no solicitados a través de una plataforma española”. En su cuenta de Twitter el abogado fue muy claro al respecto al alegar: “Si los datos de ciudadanos cubanos han sido tratados ilegalmente en España, la justicia española debe intervenir”. En Cuba hay conciencia de la magnitud del delito, pues ZunZuneo viola la soberanía de la nación y los derechos de miles de cubanos cuyos teléfonos y datos personales fueron manipulados con fines políticos….. Para la escritora y periodista, Rosa Miriam Elizalde, lo que nos dice esta nueva aventura encubierta de la USAID es que, además de espiar a medio mundo y convertir a cada internauta en un blanco fácil de la Agencia de Seguridad Nacional, como pedagógicamente nos recuerdan los documentos de Edward Snowden, el gobierno de Estados Unidos tiene la capacidad de construir potentes herramientas virtuales en un limbo tecnológico y financiero, embasurar la red de telefonía móvil de un país con mensajes no solicitados, y parcelar a los usuarios de una comunidad digital, como si fueran ganado, en unas bases de datos que permiten diferenciar a cada cual por sus intereses políticos, sin el consentimiento de estas personas. Y, por supuesto, sin advertir que es la administración norteamericana la que está detrás del proyecto y que el objetivo final de la ‘operación’ es ‘renegociar el equilibrio de poder entre el Estado y la sociedad’ donde viven estas personas, según el documento de la USAID citado por AP. El proyecto encubierto contra Cuba es uno de tantos que el gobierno norteamericano ejecuta con dinero de sus contribuyentes. Si este ZunZuneo costó un millón de dólares, ¿en qué se han empleado los 199 millones restantes que develó la investigación de Just the Facts? ¿Qué otras partidas están ocultas? ¿En qué se utilizan?”. El debate sobre ZunZuneo en las instancias de poder Para un análisis de lo que sucedió alrededor de ZunZuneo en las instancias de poder de los Estados Unidos, específicamente las legislativas y ejecutivas, es prudente realizar un rápido bosquejo alrededor de cómo está compuesto el complejo aparato legislativo estadounidense. La Constitución estadounidense fija una separación de poderes donde toda la actividad legislativa se desarrolla en el Congreso, según su Artículo 1, Sección 1. Dicho Congreso consiste en un Senado y una Cámara de Representantes, originándose en este último órgano la mayoría de las propuestas legislativas. De acuerdo con la 17ma Enmienda a la Constitución, el Senado se compone de 100 miembros, dos por cada estado independientemente de su cantidad de habitantes. La Cámara de Representantes está integrada por 435 miembros que se eligen cada dos años. Cada estado tiene 1 representante garantizado, pero los escaños se reparten en función de las poblaciones de cada uno. El Congreso tiene una duración de dos años, y ambas cámaras tienen iguales funciones legislativas aunque con determinadas excepciones. Los Comités del Congreso son parte esencial de sus cuerpos legislativos. Sus miembros desarrollan conocimientos especializados en determinadas materias. Los Comités monitorean las operaciones gubernamentales, identifican temas susceptibles de ser revisados desde la dimensión legislativa, evalúan información y recomiendan líneas de acción a su órgano superior, ya sea el Senado o la Cámara de Representantes. Para el caso que se desarrolla, es importante destacar dentro del Senado a dos Comités que sirvieron de escenario para el debate sobre ZunZuneo, en general con posiciones contrapuestas: el Comité de Asignaciones y el Comité de Relaciones Exteriores. El pretexto fueron las audiencias en las que Rajiv Shah, administrador de la USAID, presentó la solicitud de presupuesto del Presidente para el año fiscal 2015 en lo concerniente a su organismo. Pero antes de valorar lo sucedido alrededor de Shah en el Capitolio de Washington durante los días 8 y 9 de abril, es prudente retroceder y analizar las declaraciones sobre ZunZuneo desde el Ejecutivo. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, fue cuestionado en la conferencia de prensa que ofreció el 3 de abril (el mismo día que AP publica el revelador artículo) acerca de la plataforma, específicamente por su presunto carácter encubierto. Carney sostuvo que las asignaciones para el proyecto eran públicas y no tuvieron nada de encubiertas. A lo sumo, decía Carney, el proyecto fue tratado con discreción, debido a que Cuba es un país “no permisivo” y había que proteger a los que participaban del mismo. Desde acá es posible apuntar la falta de ética del gobierno de los Estados Unidos, así como el irrespeto y el carácter traicionero (como acuñó el presidente cubano Raúl Castro en 2009) que caracterizan su relación con Cuba. A juicio de los autores, gran parte de la crítica a ZunZuneo debe pasar por el punto de haber sido un servicio brindado a ciudadanos cubanos auspiciado por una institución gubernamental estadounidense, pero trabajado a las espaldas del Gobierno cubano. Si este no tiene la posibilidad de ofrecer mejores servicios de telecomunicaciones, se debe en alguna medida a las prohibiciones que dimanan directamente del bloqueo sostenido durante décadas por las sucesivas administraciones de la nación norteña. Cuando se le cuestionó por la recolección de información de nacionales cubanos sin su consentimiento, redireccionó la pregunta hacia la USAID. Expresó que no era un programa de inteligencia, lo que revela que o no sabía o estaba jugando con el desconocimiento, hasta entonces, de que se clasificaba a quienes estaban suscritos a la red de acuerdo a los contenidos que compartían. También alegó Carney que el Congreso conocía del proyecto, lo cual desmintió el senador Patrick Leahy. Es cierto que algo como ZunZuneo puede inscribirse, perfectamente, dentro de la política definida por la USAID para Cuba que se discute en el Congreso, pero como planteó Leahy el 8 de abril, era imposible darse cuenta que una idea como ZunZuneo estaba en marcha. Apenas unas horas después, preguntas similares sobre ZunZuneo le fueron realizadas a Marie Harf, portavoz asistente del Departamento de Estado, la instancia de la administración bajo cuyo control trabaja la USAID. Harf, que recordó su pasado laboral en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), volvió sobre el carácter “discreto”, pero no encubierto, del programa, y la importancia que tenía para “apoyar” al pueblo cubano, proveyéndolo de una plataforma para la “libre expresión”. Dijo que no se generó contenido político de ningún tipo, solo deportivo y asociado al estado del tiempo para activar el sistema, y luego permitieron que las personas se expresaran por sí mismas. Harf fue un poco más lejos que Carney, tachando a Cuba de ser un “ambiente hostil”, y también defendió que no se monitoreó el contenido de los mensajes. Pero ya el 9 de abril se conocían más detalles, y para los voceros la historia en sala de prensa fue más compleja. Jen Psaki, asistente de Harf, fue interrogada acerca de las revelaciones sobre la introducción de ciertos contenidos políticos en la red, sobre todo de corte satírico, y si estos provenían de los administradores. Psaki también pasó la pregunta a la USAID. Uno de los mensajes obtenidos por la agencia AP, que fueron enviados a través de ZunZuneo, se refería explícitamente al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, manipulando una de sus declaraciones sobre Internet. Hubo otros que estaban marcados como borradores, y que al parecer no fueron autorizados porque eran “demasiado políticos”. Al día siguiente Psaki fue cuestionada nuevamente sobre estos mensajes, y respondió que Shah había requerido a su equipo revisar toda la información al respecto. Diez días después, cuando se pregunta por el resultado de la revisión de los mensajes, Psaki no tenía actualización alguna. El humorista cubano Alen Lauzan, radicado en Chile y que estuvo involucrado en el proyecto, dijo que fue contratado para escribir textos políticos: “No hago humor cultural. Hago humor político. Todo lo que hago es político, incluso si es humor sobre la política”. El 30 de Abril, en la conferencia de prensa del Departamento de Estado, se introdujo otro aspecto que reflejó el carácter político que en su esencia tenía ZunZuneo. Harf fue requerida acerca de los reportes que sostenían que los usuarios eran clasificados de acuerdo al contenido de los mensajes que enviaban, respondiendo que estaba ausente a tales alegaciones. Algo que referenciaron constantemente los voceros de la administración Obama fue la revisión a los programas de la agencia por parte de la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO, en inglés), y la inexistencia de recomendaciones asociadas a ninguno de estos, incluido ZunZuneo. El autor del estudio, David Gootnick, fue entrevistado por AP y expresó que los investigadores no examinaron si el programa era o no encubierto. Planteó además que el reporte se focalizó en examinar la capacidad de la USAID para conocer y controlar lo que sus contratistas estaban realizando, y que al menos eso, lo estaban realizando de manera adecuada. ZunZuneo en el Congreso El 8 de abril, ante el Subcomité del Comité de Asignaciones presidido por Leahy, especializado en las operaciones internacionales y el Departamento de Estado, Shah tuvo que responder sobre ZunZuneo, ante un Leahy que a ratos se mostró agresivo. Aquí es importante destacar que Leahy no es un amigo de Cuba, y que si se pretende hablar de sus intenciones hacia el país, estas pasan por derribar el sistema político actual. Su actitud ante Shah obedece a un aspecto pragmático, táctico, si se quiere, acerca de la efectividad que puede tener una idea como ZunZuneo, y las implicaciones que podría tener en cambio para las relaciones entre los dos países. A Leahy le interesa sobre todo la situación específica del ciudadano estadounidense sentenciado a 15 años en Cuba, Allan Gross. Hace más de dos años, el 14 de marzo de 2012, y recién llegado de una visita a Cuba, Leahy presidió una audiencia similar en la que se presentó Shah con el mismo propósito, y le expresó que había consecuencias negativas que se desprendían del trabajo de la USAID en Cuba, reconociendo incluso la violación de leyes cubanas. En la del presente año, Leahy insistó duramente en conocer el creador de la idea de ZunZuneo, a lo cual Shah no pudo responder. Tenía una tabla de salvación, y es que cuando tomó el cargo ya el proyecto era prácticamente un hecho y solo había que activarlo. Sin embargo, la actitud en el Comité de Relaciones Internacionales, presidido por Robert Menéndez, el tratamiento dado al tema fue distinto. Menéndez apoyó la actividad de la USAID, enarbolando el ya extemporáneo discurso que escoge para referirse a Cuba términos como “régimen” o “represión”. Ros Lehtinen también dio su voto a favor de la legitimidad de ZunZuneo. Una declaración que hizo pública el 3 de abril expresaba que estas nuevas tecnologías estaban llamadas a empoderar a la juventud cubana, a permitirle compartir experiencias y proveerla con las herramientas para construir su capacidad para organizarse y promover la democracia y la libertad. Entiéndase, una democracia y una libertad “a la americana”. Esto motiva recordar las palabras del intelectual cubano Fernando Martínez Heredia, cuando expresaba que no se puede obviar que las tecnologías guardan una dimensión a favor del dominio del capitalismo sobre el mundo entero, y que, al mismo tiempo, no se deben (no se pueden) prohibir. Pero quien llegó al paroxismo de la insensatez, incluso de la mentira, fue el senador Marco Rubio en la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores donde Shah también defendía la solicitud del presupuesto del presidente Obama para el 2015, donde se posicionó en las antípodas de Leahy (lo confrontó indirectamente), y se preguntó cuándo comenzaban algo similar a ZunZuneo. Volvió a aludir a los reportes de la GAO, y legitimó la pertinencia del programa desde su viciada interpretación de la realidad cubana. Conclusiones: El debate sobre ZunZuneo en las instancias de poder de los Estados Unidos no se cuestionó en ningún momento la falta de ética en la que se incurrió al proveer un servicio a ciudadanos cubanos a espaldas de su Gobierno, por parte de una entidad oficial de la administración estadounidense. Se centró sobre todo en si resultó una operación “encubierta” o solo llevada a cabo con “discreción”. Se observaron en el debate congresional posiciones contrapuestas, pero el objetivo de ambas posiciones sigue siendo terminar con el orden político cubano. Patrick Leahy, desde una esquina, piensa en Allan Gross y lo que significó la revelación de ZunZuneo para su situación. Entiende que debe hacerse algo a favor de la “democracia” y los “derechos humanos” en Cuba, pero “de otro modo”. Por otra parte congresistas como Marco Rubio, Robert Menendez e Ileana Ros-Lehtinen, persisten en mantener una postura virulentamente contraria al proceso revolucionario, y por tanto alabaron la propuesta de ZunZuneo y realizaron votos por emprender iniciativas similares. La mentira elevada a una categoría de culto, las verdades a medias, el ocultamiento manifiesto de la realidad y la deliberada abundancia informativa con el fin de contrarrestar otros modos de ver, son expresiones de la manipulación que ha trascendido hasta la denominada era del acceso o sociedad de la información, en la política esto adquiere ribetes de prioridad desde los núcleos de poder internacional y a escala nacional por quienes lo detentan, concentrándose en las manos de corrientes ideológicas, organizaciones políticas y grupos económicamente conectados con los capitales que imponen su agenda a las mayorías en el orbe. La construcción de un discurso unidimensional, sobre la base de los mitos del mercado y de la democracia liberal, en el contexto de un público desinformado, conduce a una forma de fascismo cultural que no requiere la supresión del multipartidismo, sino puede valerse de él. El drama inmediato, es la cada vez menor capacidad para articular un discurso imaginativo y creador, capaz de captar el presente y diseñar un camino hacia un futuro promisorio a este donde ya se transita. Coincidiendo con el analista en temas de seguridad nacional, Percy Francisco Alvarado Godoy, Cuba, por tanto, tiene el legítimo derecho de velar porque internet sea un medio no nocivo para sus ciudadanos y, obviamente, otorgar ese derecho al pueblo para que el mismo acceda a sitios educativos, científicos y culturales que contribuyan al desarrollo pleno de la espiritualidad, la cubanía y la ética. Esa es otra razón del problema: cuidar nuestros valores propios e impedir la impostación de valores prefabricados por nuestros enemigos. Bibliografía: Arboleya, Jesús: “La revolución del otro mundo. Cuba y Estados Unidos en el horizonte del siglo XXI”, Editorial Ocean Sur, La Habana, 2007 Blanco, Juan Antonio: “Tercer Milenio. Una visión alternativa de la posmodernidad”, Editorial Félix Varela, La Habana, 1998 Boido, G. y C. Baldatti: “Nuevas tecnologías: ¿para quiénes? El caso de la nanotecnología”, Revista CTS, nº 21, vol. 7, agosto 2012 Capote, Raúl Antonio: “Enemigo”, Editorial José Martí, La Habana, 2011 Castro Espín, Alejandro. Imperio del Terror, Editorial Capitán San Luis, La Habana, 2010 _________________: ´´El Terrorismo de Estado contra Cuba´´. Revista Cuba Socialista 3ra época nº 36. 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[1]Política concebida por gobierno delos E.U.A. desde los inicios de la Revolución cubana para destruirla. Consultar en texto ´´Subversión Política Ideológica. Made in USA´´ de los autores Néstor García Iturbe y Osvaldo Felipe Sotolongo. [2] Capote, Raúl Antonio: Enemigo, Editorial José Martí, La Habana, 2011
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