RESUMEN
Nashira Chávez
presenta su libro Cuando los mundos convergen, terrorismo, narcotráfico y
migración post 9/11. En este valioso trabajo se establece una relación
directa entre el 11 de septiembre como un evento fundante en el discurso de los
Estados Unidos respecto a lo que representan sus amenazas principales.
ABSTRACT
Nashira Chávez presents her book when worlds converge, terrorism,
and drug trafficking and migration post 9/11. This valuable work
establishes a direct connection between 9/11 as a critical event and United
States’ speech about what is considered their main threats.
Cuando Los Mundos Convergen, terrorismo, narcotráfico y
migración post 9/11. Nashira Chávez. FLACSO, Ediciones Abya Yala. 2008. ISBN
978-997822817-3, pp. 220
Revisado por Maximiliano Korstanje
Universidad de Palermo, Argentina
Nashira Chávez presenta su libro Cuando los mundos
convergen, terrorismo, narcotráfico y migración post 9/11. En este valioso
trabajo se establece una relación directa entre el 11 de septiembre como un
evento fundante en el discurso de los Estados Unidos respecto a lo que
representan sus amenazas principales. En parte, los perpetradores del atentado
contra las torres gemelas gozaban de una residencia legal dentro del país, su
estatus de migrantes ha convertido a la migración en uno de los problemas más
importantes del gobierno estadounidense. En ese mismo eje de debate, la
construcción de la seguridad nacional apela a un estado que en su carácter de
entidad justa debe intervenir en los destinos del mundo entero. Si bien, Chávez
explica, el narcotráfico había sido denunciado por el gobierno estadounidenses
y sus numerosas agencias no fue hasta después de este suceso que conforma la
matriz de amenaza a la seguridad de la nación.
Los Estados Unidos construyen sus relaciones geopolíticas
centrados en la idea de un destino manifiesto que les confiere la autoridad
ético-moral para expandir su civilización a otras naciones no democráticas. El
mundo exterior es para los americanos conservadores un espacio hostil e
inestable. Aun cuando la agenda Reagan y los neo-conservadores habían
establecido una red de intervenciones en política internacional, no menos
cierto ha sido que los gobierno sucesivos, intentaron establecer formas de
dominación menos coactivas vinculadas ellas al comercio y el consenso
voluntario. Gran parte de los neo-conservadores no solo migraron a la
presidencia del George Walker Bush, sino que hicieron del 9/11 su oportunidad
para volver a plantear la idea de intervención infinita.
Centrada metodológicamente en lo que se llama
constructivismo, Chávez plantea la necesidad de comprender el discurso de
seguridad nacional americano a través de la imposición de asimetrías en donde
estados nacionales declaran el conflicto a grupos particulares. “La
construcción de la seguridad estadounidense parte de la idea de que existe una
amenaza hacia la vida de los ciudadanos norteamericanos y hacía la estructura
física (ya sea el cuerpo financiero, instituciones del gobierno u otras
instituciones de interés de Estados Unidos) del estado norteamericano. En las
políticas post 9/11 tales amenazas se expresan en actos inminentemente de
carácter no estatal” (p. 37-38).
En efecto, lo que el texto anteriormente citado cuestiona es
la necesidad de monopolizar el sentido de un evento para nomenclar, demarcar y
señalar a ciertos grupos o situaciones como hostiles al gobierno y sus
ciudadanos. Ello propone cambios sustanciales en la manera de monitorear y
controlar la migración y el narco-tráfico. El discurso neo-conservador, en este
sentido, va a des-estructurar la legislación vigente en materia de soberanía de
naciones autónomas y derechos humanos por considerarla ineficiente a sus propósitos
e intereses. De espaldas a los organismos que Estados Unidos había creado, la
administración Bush va a tomar una serie de medidas unilaterales que se
explican por el sentido de la urgencia y la prevención.
La ideología de Bush y los neoconservadores puede explicarse
de la siguiente manera, “la apreciación del gobierno presenta al terrorismo
y a los estados malhechores como actores que utilizan mecanismos de acción que
violan las reglas de juego internacional, y como actores extremos cuyas acciones
apuntan a personas inocentes. Las acciones de estos grupos se perciben como
destructoras, las cuales pueden llegar a implementar armas de destrucción
masivas. De tal manera, el gobierno de Bush percibe que las acciones de los
terroristas y los estados que apoyan supuestamente el terrorismo promueven
acciones hostiles no guiadas por las normas de guerra convencionales. Por tal
motivo, la Estrategia de Seguridad Nacional promulga el ejercicio de medidas
anticipatiorias las cuales serán hechas a través de intervenciones en los
lugares que se consideren alberguen al terrorismo” (p. 58)
El arquetipo de un mundo en crisis es presentado bajo
palabras como “incertidumbre”, primacía o eje del mal. Todas ellas tienen como
función legitimar no solo la intervención sin evidencia de que la amenaza sea
real, sino además la justificación de dicha política. En una segunda fase,
Chávez explora las políticas y discursos de los gobernantes ecuatorianos
quienes aun con sus diferencias respecto al gran coloso del Norte, adhieren
voluntariamente su doctrina de seguridad. El caso colombiano donde la guerrilla
es subvencionada con parte del dinero de grupos narcotraficantes, se transforma
en la excusa perfecta para la Secretaría de Estado quien no dubita en señalar
que el tema del narcotráfico siempre estuvo históricamente ligado al
terrorismo. Apoyar a Colombia en su lucha contra el narcotráfico no es un
objetivo indisociable de la lucha Estadounidense contra el terrorismo, admite
el discurso neo-conservador.
El libro de referencia por momentos logra cautivar al lector
desmenuzando con agudeza las formas discursivas del estado respecto a lo que
considera seguro y aquello a lo cual pondera como un peligro latente. En forma
clara y elocuente, Chávez establece dos axiomas principales. El primero de
ellos es que el 11 de Septiembre representó un cambio radical en la forma de
comprender la migración en un mundo altamente globalizado. El significado del
movimiento de trabajadores y del narcotráfico tomó nuevos ribetes luego de este
evento. Segundo, por un lado emergieron ciertos elementos “seguritizadores” que
en esencia no cambiaron la forma en que Estados Unidos ve el orden en el mundo,
pero que a la vez, reforzó un nuevo discurso en donde los intereses del estado se
sobreponen a la jurisprudencia y a la esfera de la ley internacional. De esta
manera, se ha instalado un discurso que por vías legales como el Acta
Patriótica, puede ser violatorio de ciertos derechos fundamentales. Entre sus
limitaciones encontramos un débil marco teórico (u orientado desde el paradigma
de las relaciones internacionales) que precisamente nos explica que es y cómo
opera el terrorismo dentro de los sistemas democráticos, y segundo una
descripción diacrónica de cómo se articula el terrorismo moderno dentro del
Estado nacional.
Como bien explican Korstanje y Skoll (2013), el terrorismo
nace del mismo sistema capitalista que expulsa a los colectivos anarquistas
afuera de sus fronteras. Empero al mismo tiempo, se reserva para sí parte de su
ideología y la legaliza en formas establecidas de poder, los sindicatos.
Producto de la migración europea, los primeros inmigrantes de origen socialista
y anarquista establecieron una política de oposición, confrontación y por
último de agresión al poder político capitalista, en ocasiones poniendo bombas
o intentando asesinar a personas de gran importancia para la sociedad. Gran
parte de ellos fueron encarcelados, asesinados y/o con suerte deportados como
“terroristas”. Como Al Qaeda en la actualidad, el gobierno estadounidense veía
en los líderes socialistas una verdadera amenaza.
No obstante, otra vertiente del mismo movimiento se orientó
a organizar a los trabajadores en sus reivindicaciones laborales. Una mirada
más cercana nos muestra que las huelgas sindicales y los ataques terroristas
contienen elementos similares enraizados en la necesidad de cautivar rehenes
para negociar con un agente más fuerte (los consumidores), el efecto sorpresa,
y la extorsión como mecanismo de diálogo. El terrorismo es a los márgenes del
estado, lo que la huelga es adentro. Prestando atención al proceso, la lucha
sindical encuentra en el lujo y el consumo del ocio las respuestas de un Estado
debilitado desde lo simbólico. Pues, fue que las mejoras en materia laboral que
ganaron los trabajadores en el siglo XIX y XX permitieron una domesticación de
la ideología anarquista. Su parte más virulenta e indisciplinada fue expulsada
del sistema social hacia sus fronteras. En parte porque el terrorismo es la
organización laboral por otros medios. Por ese motivo, no solo las
estrategias del 11 de Septiembre pueden ser comparables a las tácticas de un
manual de Management financiero, sino que gran parte de los perpetradores habíase
educado en las mejores universidades occidentales (Skoll & Korstanje, 2013;
Korstanje & Skoll, 2013).
Referencias
Skoll,
G. R., & Korstanje, M. E. (2013). Constructing an American fear culture
from red scares to terrorism. International
Journal of Human Rights and Constitutional Studies, 1(4), 341-364.
Korstanje,
M. E., & Skoll, G. (2013). Discussing concepts: terrorism and tourism in
the spotlight. Turismo y Desarrollo: Revista de
Investigación en Turisme y Desarrollo Local, 6(14).