RESUMEN
En este trabajo se analizará a la
democracia en Venezuela durante el período de Hugo Chávez Frías, y si
efectivamente se consolidó la democracia en esta república sudamericana.
ABSTRACT
This
article will study Venezuelan democracy under Hugo Chávez Frías’ term and the
possibilities of democratic consolidation in this south american republic.
Análisis de la consolidación
democrática en Venezuela entre 1999-2010 durante el liderazgo de Hugo Chávez
Frías.
Por: Nicola Pardy
La consolidación democrática
es un concepto que no tiene una sola definición. Autores de las ciencias
políticas plantean diferentes criterios para evaluar el nivel de consolidación
de la democracia en varios contextos. En su libro, Problemas de Transición y
Consolidación Democrática, los autores Linz y Stephan define la consolidación
democrática “cuando la democracia es el único deporte que se juega”[2].
En síntesis, ellos dicen que en democracias consolidadas, la democracia debe
ser la única opción entre todas en el sistema político. En el caso de Venezuela
durante 1999-2010 bajo el liderazgo de Hugo Chávez Frías, la democracia ha
cumplido este requisito.
A pesar del fracasado
intento del golpe de Chávez en 1992, éste fue elegido pocos años después en
elecciones libres y justas con una gran cantidad de apoyo popular en 1999.
Durante su gestión, el gobierno funcionaba de acuerdo a las instituciones
democráticas en su mayor parte. Y, gracias a la historia venezolana reciente de
política institucional democrática estable, la mayoría de la gente aceptaba a
la democracia como la mejor forma de gobierno. En todos los sentidos
ostensibles, la democracia durante los mandatos de Chávez entre 1999-2010, fue
“el único deporte que se juega”. ¿Pero es suficiente la metáfora de Linz y Stephan
para analizar profundamente la fortaleza, calidad, y características de un
régimen democrático?
Según el autor Michael Coppedge,
la metáfora de Linz y Stephan no sirve. Dicho autor plantea que para evaluar el
estado de ejercicio democrático del gobierno durante los primeros mandatos de
Hugo Chávez Frías, una debe hacer más nítida la distinción entre la democracia
definida estrictamente como soberanía popular versus la noción mas convencional
de democracia liberal[3]. Para Coppedge, la prueba de
consolidación no debe ser una lista de procesos superficiales. En su
definición, la democracia de Venezuela durante los años 1999-2010 no mostró
una democracia liberal en ningún aspecto, se trataba en cambio, de un caso de “democracia
delegativa” —
un régimen sin accountability horizontal.
Mientras Chávez
disfrutaba de amplio apoyo popular y fue considerado por las masas como un
defensor de los intereses públicos, este trabajo plantea que la eliminación
sistemática de las restricciones al poder ejecutivo después de 1998 sería
funcional al debilitamiento de la consolidación democrática venezolana, según
la definición de Coppedge, de una democracia liberal.
Este trabajo intentará analizar
la democracia venezolana a partir de Chavismo entre los años 1999-2010 según la
definición de Coppedge de democracia liberal. De esta manera, se propone
estudiar el gobierno de Chávez con una investigación que observe las
características de la estructura del estado, la vida política, y sociedad
civil. El trabajo investigará los conceptos de soberbia popular, instituciones
y gobernabilidad, accountability horizontal, y sociedad civil
organizada dentro del régimen Chavista durante la época citada.
El Ascenso de Chávez
Hasta la década de 1990 la
política venezolana fue relativamente estable y pacifica. Entre los años de
1960 y 1970, tenía la reputación de una de las democracias mas consolidados de
Latinoamérica. El sistema político fue dominado por la partidocracia de
Acción Democrática (AD) y Comité de Organización Política
Electoral Independiente (COPEI),
dos partidos bien definidos que emergieron a través de campañas competitivas y
una pluralidad de partidos. Mientras Coppedge plantea que este sistema promovía
gobernabilidad y estabilidad gracias a la prioridad de la concertación de
ambos partidos[5], para muchos venezolanos el
sistema Adeco-copeyano era un mecanismo que limitaba el poder solo en manos de
los líderes de los partidos dominantes y no representaba los intereses de las
masas.
Cuando Hugo Chávez llegó
al poder en 1998, habría una serie de cambios estructurales y sociales sin
precedentes en Venezuela. Con su proyecto de la Revolución Bolivariana, el
líder logró vigorizar la Republica Venezolana. Con este proyecto político,
Chávez incorporó nuevas dinámicas de poder del sistema democrática. Un ejemplo
de esto fue su redefinición de la democracia y sus requisitos fundamentales[6].
Durante su campaña electoral, Chávez ganó apoyo a través de criticar
abiertamente muchos de los principios y estructuras democráticas pasadas. En
sus discursos durante este tiempo, el líder distinguía mucho entre la noción de
la democracia tradicional, que según él, solo sirve a los intereses de los
sectores ricos, y la democracia nueva del futuro: el Chavismo.
Uno puede definir el
Chavismo como una democracia participativa y protagonista. Esta
definición fue central al proyecto de la Revolución Bolivariana. Un ejemplo de
la gran importancia de esta perspectiva para el régimen de Chávez fue el
episodio del voto para la definición oficial de democracia para las Américas en
la Carta Democrática de la Conferencia de las Américas de 2001. El gobierno
venezolano se opuso abiertamente a la definición que incluía elecciones libres,
un sistema pluralista de partidos, y un respeto a los derechos humanos y
libertades fundamentales[7]. El
gobierno planteó que la definición era demasiado estricta y que en cambio era
importante la inclusión de la palabra “participativo”. Pero la propuesta fue
rechazada y Venezuela firmó la carta, aunque con reservas. A pesar de que la
democracia fue “el único deporte que se juega” durante el gestión de Chávez—su
noción de democracia fue completamente diferente de la de democracia liberal.
El Chavismo colocaba a la soberanía popular como su prioridad principal versus la
definición según Coppedge que ponía estructuras liberales como lo más
importante.
La elección presidencial
de Hugo Chávez Frías fue producto de 15 años de un proceso de descenso de poder
de la política tradicional en Venezuela[8].
Chávez llenó el vacío político que emergía durante el proceso de crisis del sistema
de partidos tradicional y los principios de su Revolución Bolivariana resonaban
en el nuevo ambiente político que seguía creciendo en Venezuela durante esta
época. La nueva Constitución de 1999 siguió con la dirección de continuar
eliminado estructuras tradicionales. Se creo entonces un sistema con un tipo de
gobierno decisionista que concentró el poder en el ejecutivo incentivando el
poder unilateral[9]. La
debilidad de los grupos de oposición y el híper-presidencialismo de Chávez
había contribuido a la falta de competencia de partidos durante el período 1999-
2010 en Venezuela. Como resultado, hemos visto un nuevo orden político que
define el sistema moderno venezolana. Todas las instituciones, procesos
políticos, y la cultura política se habían construido sobre el pilar del
Chavismo; un efecto que ha tenido muchas implicaciones para la salud de el
gobierno y la sociedad venezolana.
Soberanía popular y legitimidad democrática
Aunque el AD y COPEI
estuvieron casi extinguidos, sus militantes todavía estaban atrincherados en el
congreso, los tribunales, el Consejo Electoral, y los gobiernos municipales del
estado. A partir de su llegada al poder, Chávez juró que eliminaría la
corrupción de los anteriores políticos y en su lugar incorporaría nuevos
políticos más representativos de los ciudadanos que conforman el pueblo. Como
resultado, muchos de estos nuevos líderes eran militantes. Chávez convocó a una
nueva Asamblea Constitucional para diseñar una nueva constitución. Esta nueva
estructura legal fue central para hacer los cambios políticos y sociales
chavistas y eliminar los fragmentos de la partidocracia anterior. El proyecto
de la nueva constitución fue apoyado por la mayoría de los votantes
venezolanos. De hecho, cuando la nueva Asamblea Constitucional entregó el
proyecto de la constitución reescrito para exponerlo frente al voto popular,
fue ratificada por 72 por ciento de los votos[10].
Evidentemente, Chávez tenía un apoyo mayoritario a sus objetivos y a su agenda
de terminar con la partidocracia, eliminar la corrupción, y redistribuir la
riqueza petrolera. Con su apoyo popular, Chávez disfrutaba de un tipo de
legitimidad democrática de grandes dimensiones.
Pero, según Coppedge, para entender la libertad
con que Chávez avanzó sobre su agenda, sería útil distinguir la diferencia
entre legitimidad democrática basada en soberanía popular y legitimidad basado
en principios democráticos liberales, los cuales Chávez sacrificó, según dicho
autor, durante su mandato. “El gobierno de Chávez sirve como una ilustración paradigmática de la tensión
entre dos formas para la democracia” dice Coppedge en su trabajo.
La idea democrática de
soberanía popular apoyó la lógica que Chávez planteaba de que con su gobierno
estaba creciendo un sistema más democrático. Pero, hay otra perspectiva que
subraya la importancia de la limitación de soberanía popular en la democracia[11].
Aunque la soberanía popular es una de las definiciones más antiguas que puede
fortalecer la democracia, no es necesariamente la mejor definición para lograr
tal objetivo. Por ejemplo, autores como James Castello dice que la mayoría
siempre tiene la tentación de cambiar “las reglas del juego” del sistema
político a tu favor y contra la oposición. Aunque este tipo de discriminación
existe en todas las democracias (por ejemplo, los gobiernos siempre tienen la
tendencia de preferir sus propios partidarios para altos cargos en ramas
legislativas y ejecutivas), cuando el poder del gobierno es más concentrado y
la discriminación se hace más fuerte a los intereses de la oposición, la
amenaza de tiranía de la mayoría es más grande[12].
Esta discriminación puede impedir la capacidad de la oposición de expresar sus perspectivas
y recibir derechos iguales que la mayoría, en cuyo caso, los requisitos mínimos
para la democracia no se cumplen.
Instituciones
liberales y gobernabilidad
Las instituciones
liberales actuarían como una póliza de seguros para estos requisitos mínimos.
Justifican la limitación de poder del gobierno sin importar la fuerza del
mandato de la mayoría. Y una diversidad de instituciones existiría para
balancear el poder del ejecutivo para que este no abuse de su mandato popular.
Estas instituciones incluyen una judicatura independiente, una legislatura con
una base electoral distinta, y en algunos estados, la división de poderes en
los diferentes niveles de gobierno[13].
Las instituciones
liberales están basadas en la premisa de que los cuídanos sacrificarán el nivel
de representación de su gobierno por la garantía de que los elementos básicos
de la democracia sean preservados. La partidocracia de AD y COPEI tenían esta
póliza de seguros, pero el precio que garantizaba los elementos básicos de
democracia fue demasiado alto. El costo para la preservación de los elementos
democráticos fue manchado por la corrupción de la concentración de poder de los
dos partidos hasta el punto de que la compensación no valía la pena.
Entonces, cuando Hugo Chávez llegó al poder con una propuesta de
cambio, los venezolanos dejaron la garantía liberal por la nueva estructura del
régimen de Chávez, que fue mucho mas receptiva de las demandas del pueblo.
Pero, dice Coppedge, los venezolanos perdieron su garantía de que la democracia
sobrevivirá en el futuro con dicho cambio. Los partidos disciplinados y
jerárquicos de la partidocracia anterior habrían apoyado la gobernabilidad
porque había mediación entre todos los actores poderosos. Pero cuando los
partidos perdieron la capacidad de ofrecer este servicio, su gobernabilidad se
resintió. Con el descenso de los partidos de AD y COPEI, las reglas básicas se
pusieron en duda, lo cual estableció las bases para un cambio constitucional
que llegó en 2000.
Accountability horizontal
Con cambios estructurales
siempre existe un elemento de compensación entre el riesgo y las ganancias.
Aunque el gobierno de Chávez era más receptivo, la nueva constitución de 1999
trajo muchos problemas respecto a la democracia. Entre el año 1999 y el 2000,
Chávez ejecutó una serie de acciones que eliminaban la garantía de accountability
horizontal que fue establecida por la partidocracia anterior. Así, las
relaciones formales entre los poderes del gobierno que se habían encontrado
separados, fueron completamente abandonados.
Durante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) se creo la nueva
constitución, que presumía el poder de intervenir o disolver las instituciones
estatales. Cuando la nueva constitución fue ratificada por el voto popular en
diciembre de 1999, el Congreso y la Corte Suprema fueron inmediatamente
eliminados y la ANC seguiría funcionando como legislatura soberana hasta enero
de 2000. Durante
estas seis semanas, el ANC nombró varios oficiales nuevos, reescrito el derecho
electoral, y aprobó una nueva un “régimen transitorio” que actuaba como una constitucional
provisional.
Durante
esto proceso, la falta de accountability horizontal o cualquier tipo de
limitación del poder de Chávez y la ANC no existía. El politólogo Francis
Fukuyama, conocido por sus perspectivas neoliberales plantea que, la idea que
la Venezuela contemporánea representa un modelo social superior a la democracia
liberal es absurdo. En 2006 dijo en una entrevista, “Desde mi perspectiva, la
democracia es más que ser elegido cada cuatro años. También implica
instituciones de accountability horizontal como tribunales, estado de
derecho, partidos políticos y sociedad civil independiente y los medios de
comunicación, y todas estas cosas Chávez ha traído bajo su control. No le llamaría
él un dictador, pero un líder cuasi-democrático, cuasi-autoritario cuyos
instintos le inclinan hacia la ultima posición.”
El
presidente afirmaba que estaba promoviendo la eficiencia y transparencia en la
rama ejecutivo con su decisión de nombrar oficiales militares a cargos altos en
lugar de burócratas civiles. (Estudios muestran que el público tenía mucha
confianza en las fuerzas armadas durante el primero mandato de Chávez.) Pero al
contrario de la retórica de Chávez y las esperanzas de sus partidarios, los
militares no eran inmunes a la corrupción. La existencia de redes clientelisticas
y mala gestión de la riqueza petrolera crecía. De hecho, durante el gobierno
de Chávez los dos indicadores principales de la corrupción: (1) incidencia (el
numero de casos de corrupción) y, (2) intensidad (cantidad de dinero y recursos
implicados) han sido los peores niveles en la historia venezolana. En 2010 el Índice
de la Percepción de Corrupción, hecho por la Organización de Transparencia
Internacional, nombró Venezuela entre los 12 países más corruptos del mundo.
En
el contexto del sistema legislativa tan débil con la eliminación de equilibrio
y control del nuevo orden Bolivariano, la presencia militar en lugar de
estructuras que preserva accountability horizontal solo debilitaba la
confianza en el poder ejecutivo. Coppedge dice que la responsabilidad de las
fuerzas armadas para mantener orden público y para participar en el desarrollo
nacional solo planteaba el temor de la militarización del gobierno. Seguramente, el
poder y eficiencia con que Chávez neutralizó toda la capacidad de
instituciones distintas de las fuerzas armadas, de limitar su poder abrumador
fue peligroso para la democracia de cualquier definición del concepto.
Sociedad civil
Además
de la debilidad de instituciones durante los primeros mandatos de Chávez, la
sociedad civil fue uno de los actores más débiles en la democracia venezolana.
Francine Jácome sostiene que la gobernabilidad es mejor cuando la sociedad
civil tiene asociaciones fuertes y organizadas y estos actores sociales tienen
relaciones entre ellos y el estado y les permiten a funcionar libre y con
seguridad.
En la misma forma, Miguel Darcy de Oliviera sostiene que la creencia de
desconfianza mutua entre la ciudadanía y las instituciones políticas
está conduciendo a una crisis de legitimidad. La falta de buenas relaciones entre
la sociedad civil organizada y el estado tiene como resultado una nueva ola de
liderazgos autoritarios y populistas que pueden poner en peligro los procesos democráticos.
Los cambios de la Revolución Bolivariana
habrían tenido impactos no solamente económicos y políticos sino también sobre
el amplio y diverso espacio que es la sociedad civil venezolana. Cuando Chávez llego al poder, criticó a los partidos del Pacto
del Punto Fijo porque no se oyeron las demandas por una mayor participación.
Pero, como dijo Jácome, equivocadamente se le atribuyó la culpa a la
democracia representativa y no a la forma en la cual los partidos estaban
implementando la democracia[19].
Como respuesta, Chávez incorporó varios mecanismos respecto a la participación
popular durante el proceso de la aprobación de la nueva carta magna. La
participación de organizaciones de sociedad civil (OSC) fue amplia y efectiva
gracias a los talleres, seminarios, consultas, comisiones, y mesas de dialogo
donde participaron muchas organizaciones venezolanas. De hecho,
“aproximadamente el 48% de las OSC participaron en algún tipo de red formal o
informal durante dicho proceso de las 624 propuestas formuladas a través de
las mesas organizadas por la Asociación de Organizaciones de la Sociedad Civil.[20]” Además, la constitución de
1999 incorporo bastantes leyes y políticas sobre la participación ciudadana
como la Ley Orgánica de Poder Ciudadano y la Ley Orgánica de Consejos Comunales
y otras similares (refiere a cuadro 1).
Pero a pesar de
estos esfuerzos hubo una ausencia de organizaciones fuertes e independientes
del estado durante 1999-2010. Jácome sostiene que la intención del gobierno de
Chávez de implementar esta participación formal de sociedad civil era una
manera de controlar las OSC y superar la noción de una democracia
representativa. Con estos mecanismos, el gobierno de Chávez podía profundizar
una forma de control social mientras las OSC no contaban con poder autónomo,; y
sin ese poder autónomo, los efectos democráticos de la sociedad civil
organizada que describe Jácome y otros académicos, no pueden cumplirse.
Cita:
De Oliviera & Sorj
“En la practica, esta mecanismo ha
sido vulnerado [por la democracia venezolana].”[21] La libertad limitada de las OSC
bajo el gobierno de Chávez es evidente cuando consideramos hechos como la
definición de “sociedad civil” en la nueva constitución de 1999 que había
excluido aquellas organizaciones que habían recibido apoyo financiero del extranjero
y por lo tanto las excluía de los comités.
El tratamiento de la Confederación de
Trabajadores de Venezuela (CTV) bajo el gobierno de Chávez también puede poner
luz al nivel y calidad de sociedad civil organizada durante esta época. El
sindicato, que tenía raíces en el partido AD, fue débil desde el descenso de la
partidocracia. El gobierno chavista suspendió los grandes subsidios al
sindicato y propuso tomar sus bienes. El gobierno también propuso un referéndum
para disolver el sindicato. Al mismo tiempo, Chávez creó su propio movimiento
sindical, el Frente Bolivariano de Trabajadores (FBT), lo cual lo ayudaba para
movilizar a los trabajadores de acuerdo a los proyectos del gobierno, empezando
con la destrucción de la CTV.
Los Círculos Bolivarianos, organizaciones
de sociedad civil como parte de una estrategia de Chávez para organizar su
movimiento más general de la Revolución Bolivariana, consistía en un grupo de
11 miembros en cada circulo. Cada miembro juraba defender la Constitución,
dar fe a los ideales de Simón Bolívar, y servir a los intereses de la comunidad
y del estado. Durante los primeros mandatos de Chávez, los miembros de los
Círculos Bolivarianos fueron muy activos, organizando comunidades, apoyando el
programa del gobierno para aliviar la pobreza, y haciendo campañas a favor del
presidente. En 2002, cuando Chávez perdió temporalmente poder, los círculos tuvieron
un papel crítico en las demostraciones públicas a su favor.
Las opiniones sobre el rol de los
Círculos Bolivarianos durante su participación máxima se encuentran muy
polarizadas. Por un lado, la oposición los llamó “círculos de terror” porque
recibieron armas del gobierno para avanzar sobre la agenda política de Chávez[22]. Por el otro lado, partidarios del
los Círculos sostuvieron que los grupos eran fundamentales para promover la
participación de la base de la sociedad en comunidades locales.
Desde cualquier posición que uno puede
considerar los Círculos Bolivarianos, podría afirmarse que la sociedad civil
organizada carece de los atributos fundamentales que le brindan la capacidad de
sostener una democracia participativa. En un estudio de los miembros de
Círculos Bolivarianos hecho por escolares de la Universidad Brigham Young
concluye, “
Aunque
nuestros encuestados claramente mostraron principios de la democracia
participativa, incorporaron un fuerte vínculo carismático a Chávez que minó su
único sentido de identidad y con frecuencia comprometida su capacidad para
actuar independientemente.”
Estos
círculos satisfacían la definición de “organizaciones de la sociedad civil” en
un sentido técnico, pero en realidad actuaron como agentes del poder ejecutivo
más que como fuerzas para mantener el equilibrio de poder. Las implicaciones de
esto para el nivel de consolidación democrática en Venezuela resultarían
negativas. No solo se reforzaron los redes clientelisticas entre Chávez y sus
votantes, sino que también no mejoraría el nivel del pluralismo en la sociedad
civil en general.
Especulaciones sobre
el Chavismo y la democracia soberana
La esperanza de una democracia nueva
basada en los principios de participación del público fue la razón mayor que
explica el gran apoyo popular y éxito electoral de Chávez durante 1999-2010.
Durante este década del chavismo, las implicaciones de este régimen hibrido
tuvieron y tienen mucha influencia sobre la salud de la política venezolana. La
disolución de estructuras liberales como la legislación de leyes independiente
y la organización de la sociedad civil sin poder autónomo respecto al gobierno
resultó en la eliminación de accountability horizontal bajo el nuevo
régimen. La falta de estructuras criticas para controlar el poder ejecutivo
sumado al crecimiento de la participación militar en el estado, implicaba que
el poder de Chávez se volviera cada vez más abrumador y total.
Mientras algunos autores como Fukuyama lo han nombrado a Chávez
como un líder cuasi-autoritario, el hecho de su popularidad y éxito electoral
en elecciones libres negaría esto. Se puede admitir que la Revolución
Bolivariana trajo un espíritu de esperanza a la sociedad venezolana,
particularmente a los sectores o clases más bajas y a los sectores sindicales.
Algunas políticas de Chávez también tuvieron mucho éxito—el programa de su
gobierno de mitigar la pobreza en áreas rurales ha cambiado el panorama de la
sociedad y la política venezolana.
Pero desde una perspectiva liberal, la democracia liberal tanto
como la participativa necesitan un componente fundamental: el elemento de
autonomía del estado respecto al gobierno chavista en esos momentos. Y el problema que observaban los más
liberales con el chavismo es que el poder ejecutivo concentraba el poder en la
figura del líder, de Chávez. Incluso el término “Chavismo”, que se supone que
es intercambiable con “la democracia”, tiene su etimología en Chávez tanto como
el concepto y practica de la ideología. Este trabajo se propuso dar algunas
argumentaciones que demuestren que si bien hubo mejoras y políticas positivas
para los sectores populares bajo el gobierno de Chávez, la falta de una
democracia con su división y equilibrio de poderes, la falta de un tipo de sociedad
civil organizada, la falta de partidos que destaquen más que los líderes, y la
interferencia del sector militar en la vida política, son todos factores que
pueden concluir que la democracia bajo el Chavismo no era sólida.
Bibliografía
Aparicio-Otero,
Jaime. "The Summits of the Americas and the Inter-American System." Brookings.edu.
N.p., n.d. Web.
http://www.brookings.edu/~/media/research/files/reports/2012
/7/07%20summit%20of%20the%20americas/07%20inter%20american%20system%20otero.pdf
Canache, D. (2012),
The Meanings of Democracy in Venezuela: Citizen Perceptions and Structural
Change. Latin American Politics and Society, 54: 95–122.
doi: 10.1111/j.1548-2456.2012.00166.x
Castello,
James E. The Limits of Popular Sovereignty: Using the Initiative Power to
Control Legislative Procedure, 74 Cal. L. Rev. 491 (1986).
http://scholarship.law.berkeley.edu/californialawreview/vol74/iss2/4
Coppedge,
Michael. “Instituciones y Gobernabilidad Democrática en America Latina” 61-88.
Coppedge,
Michael. “Venezuela: Popular Soverignty Versus Liberal Democracy”. FLACSO
Argentina. April 2002.
Coronel,
Gustavo. "The Four Hotbeds of Corruption in Venezuela." CATO Institute, n.d. Web.
http://www.cato.org/publications/commentary/four-hotbeds-corruption-venezuela
Cruz, Consuelo. Tufts University, Discurso de 12/5/2012
“Estudio de Caso Venezuela”
Fukuyama,
Francis. “Outlook: No Future for Chávez”. Washington Post. 7 Aug, 2006.
Hawkins,
Kirk A. & Hansen, David R. Brigham Young University.
Dependent Civil Society. The Círculos Bolivarianos in Venezuela.
Jacome,
Francine. “La Sociedad Civil en Venezuela: Tendencias Actuales”.
Sociedad
Civil y Democracia en América Latina: Crisis y Reinvención de la
Política. Editores: Bernardo Sorj, Miguel Darcy de Oliviera. 2007.
Levine,
Daniel H., and Brian F. Crisp. 1995. “Legitimacy, Governability and
Institutions in Venezuela.” In Louis Goodman, Johanna Mendelson
Forman, Moisés Naím, Joseph S. Tulchin, and Gary Bland (eds.) Lessons
of the Venezuelan Experience. Washington, D.C.: Woodrow Wilson
Center Press.
"Majority
tyranny." Encyclopædia Britannica. Encyclopædia Britannica Online.
Encyclopædia Britannica Inc., 2013. Web. 24 Jun. 2013. <http://www.britannica.com/EBchecked/topic/933229/majority-tyranny>.
McCoy,
Jennifer. 1999. “Venezuela: Labor and Party-Mediated Democracy: Institutional
Change in Venezuela.” Latin American Research Review 24:35-68.
McCoy,
Jennifer L. & Myers, David J. . The Unraveling of Representative
Democracy in Venezuela. Baltimore and London: The John Hopkins University
Press.
O’Donnell,
Guillermo. "Democracia
Delegativa." Plataforma Democratica. N.p., n.d. Web.
O’Grady,
Mary Anastasia
2003
“Why Can’t the CIA Tell Us More About Hugo’s Plotting?” Wall Street Journal,
14 Mar, A11.
Peeler,
John A. 1992. “Colombia, Costa Rica, and Venezuela.” In John Higley
and Richard Gunter (eds.) Elites and Democratic Consolidation in
in Latin America and Southern Europe. London.
Cambridge University Press.
Salas,
Yolanda. 2004. “La ‘Revolución Bolivariana’ y la ‘Sociedad Civil’: La
Construcción de Subjetividades Nacionales en Situación de
Conflicto.” Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales 10:
91-109.
The Founders'
Constitution. “Separation
of Powers”.
Volume
1, Chapter 10, Introduction. The University of Chicago Press
http://press-pubs.uchicago.edu/founders/documents/v1ch10I.html