Revista Nº21 "INSTITUCIONES Y PROCESOS GUBERNAMENTALES"
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RESUMEN

 

En este trabajo se analizará a la democracia en Venezuela durante el período de Hugo Chávez Frías, y si efectivamente se consolidó la democracia en esta república sudamericana.

 

 

 

ABSTRACT

 

This article will study Venezuelan democracy under Hugo Chávez Frías’ term and the possibilities of democratic consolidation in this south american republic. 

 

Análisis de la consolidación democrática en Venezuela  entre 1999-2010 durante el liderazgo de Hugo Chávez Frías.

                                                   Por: Nicola Pardy[1]

        La consolidación democrática es un concepto que no tiene una sola definición. Autores de las ciencias políticas plantean diferentes criterios para evaluar el nivel de consolidación de la democracia en varios contextos.  En su libro, Problemas de Transición y Consolidación Democrática, los autores Linz y Stephan define la consolidación democrática “cuando la democracia es el único deporte que se juega”[2]. En síntesis, ellos dicen que en democracias consolidadas, la democracia debe ser la única opción entre todas en el sistema político. En el caso de Venezuela durante 1999-2010 bajo el liderazgo de Hugo Chávez Frías, la democracia ha cumplido este requisito.

            A pesar del fracasado intento del golpe de  Chávez en 1992, éste fue elegido pocos años después en elecciones libres y justas con una gran cantidad de apoyo popular en 1999.  Durante su gestión, el gobierno funcionaba de acuerdo a las instituciones democráticas en su mayor parte. Y, gracias a la historia venezolana reciente de política institucional democrática estable, la mayoría de la gente aceptaba a la democracia como la mejor forma de gobierno. En todos los sentidos ostensibles, la democracia durante los mandatos de Chávez entre 1999-2010, fue “el único deporte que se juega”. ¿Pero es suficiente la metáfora de Linz y Stephan para analizar profundamente la fortaleza, calidad, y características de un régimen democrático?

            Según el autor Michael Coppedge, la metáfora de Linz y Stephan no sirve. Dicho autor plantea que para evaluar el estado de ejercicio democrático del gobierno durante los primeros mandatos de Hugo Chávez Frías, una debe hacer más nítida la distinción entre la democracia definida estrictamente como soberanía popular versus la noción mas convencional de democracia liberal[3]. Para Coppedge, la prueba de consolidación no debe ser una lista de procesos superficiales. En su definición, la democracia de Venezuela durante los años 1999-2010 no mostró  una democracia liberal en ningún aspecto, se trataba en cambio, de un caso de “democracia delegativa” [4]— un régimen sin accountability horizontal.

            Mientras Chávez disfrutaba de amplio apoyo popular y fue considerado por las masas como un defensor de los intereses públicos, este trabajo plantea que la eliminación sistemática de las restricciones al poder ejecutivo después de 1998 sería funcional al debilitamiento de la consolidación democrática venezolana, según la definición de Coppedge,  de una democracia liberal.

            Este trabajo intentará analizar  la democracia venezolana a partir de Chavismo entre los años 1999-2010 según la definición de Coppedge de democracia liberal. De esta manera, se propone estudiar el gobierno de Chávez  con una investigación que observe las características de la estructura del estado, la vida política, y sociedad civil. El trabajo investigará los conceptos de soberbia popular, instituciones y gobernabilidad,  accountability horizontal, y sociedad civil organizada dentro del régimen Chavista durante la época citada.

El Ascenso de Chávez

            Hasta la década de 1990 la política venezolana fue relativamente estable y pacifica. Entre los años de 1960 y 1970,  tenía la reputación de una de las democracias mas consolidados de Latinoamérica. El sistema político fue dominado por la partidocracia de Acción Democrática (AD) y Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), dos partidos bien definidos que emergieron a través de campañas competitivas y una pluralidad de partidos. Mientras Coppedge plantea que este sistema promovía gobernabilidad y estabilidad gracias a la prioridad de la concertación de ambos partidos[5], para muchos venezolanos el sistema Adeco-copeyano era un mecanismo que limitaba el poder solo en manos de los líderes de los partidos dominantes y no representaba los intereses de las masas.

            Cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1998, habría una serie de cambios estructurales y sociales sin precedentes en Venezuela. Con su proyecto de la Revolución Bolivariana, el líder logró vigorizar la Republica Venezolana. Con este proyecto político, Chávez incorporó nuevas dinámicas de poder del sistema democrática. Un ejemplo de esto fue su redefinición de la democracia y sus requisitos fundamentales[6]. Durante su campaña electoral, Chávez ganó apoyo a través de criticar abiertamente muchos de los principios y estructuras democráticas pasadas. En sus discursos durante este tiempo, el líder distinguía mucho entre la noción de la democracia tradicional, que según él, solo sirve a los intereses de los sectores ricos, y la democracia nueva del futuro: el Chavismo.  

            Uno puede definir el Chavismo como una democracia participativa y protagonista. Esta definición fue central al proyecto de la Revolución Bolivariana. Un ejemplo de la gran importancia de esta perspectiva para el régimen de Chávez fue el episodio del voto para la definición oficial de democracia para las Américas en la Carta Democrática de la Conferencia de las Américas de 2001. El gobierno venezolano se opuso abiertamente a la definición que incluía elecciones libres, un sistema pluralista de partidos, y un respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales[7]. El gobierno planteó que la definición era demasiado estricta y  que en cambio era importante la inclusión de la palabra “participativo”.  Pero la propuesta fue rechazada y Venezuela firmó la carta, aunque con reservas. A pesar de que la democracia fue “el único deporte que se juega” durante el gestión de Chávez—su noción de democracia fue completamente diferente de la de democracia liberal. El Chavismo colocaba a la soberanía popular como su prioridad principal versus la definición según Coppedge que ponía estructuras liberales como lo más importante.

            La elección presidencial de Hugo Chávez Frías fue producto de 15 años de un proceso de descenso de poder de la política tradicional en Venezuela[8]. Chávez llenó el vacío político que emergía durante el proceso de crisis del sistema de partidos tradicional y los principios de su Revolución Bolivariana resonaban en el nuevo ambiente político que seguía creciendo en Venezuela durante esta  época. La nueva Constitución de 1999 siguió con la dirección de continuar eliminado estructuras tradicionales. Se creo entonces un sistema con un tipo de gobierno decisionista que concentró el poder en el ejecutivo incentivando el poder unilateral[9].  La debilidad de los grupos de oposición y el híper-presidencialismo de Chávez había contribuido a la falta de competencia de partidos durante el período 1999- 2010 en Venezuela. Como resultado, hemos visto un nuevo orden político que define el sistema moderno venezolana. Todas las instituciones, procesos políticos, y la cultura política se habían construido sobre el pilar del Chavismo; un efecto que ha tenido muchas implicaciones para la salud de el gobierno y la sociedad venezolana.

 

Soberanía popular y legitimidad democrática

            Aunque el AD y COPEI estuvieron casi extinguidos, sus militantes todavía estaban atrincherados en el congreso, los tribunales, el Consejo Electoral, y los gobiernos municipales del estado. A partir de su llegada al poder, Chávez juró que eliminaría la corrupción de los anteriores políticos y en su lugar incorporaría nuevos políticos más representativos de los ciudadanos que conforman el pueblo. Como resultado, muchos de estos nuevos líderes eran militantes. Chávez convocó a una nueva Asamblea Constitucional para diseñar una nueva constitución. Esta nueva estructura legal fue central para hacer los cambios políticos y sociales chavistas y eliminar los fragmentos de la partidocracia anterior. El proyecto de la nueva constitución fue apoyado por la mayoría de los votantes venezolanos. De hecho, cuando  la nueva Asamblea Constitucional entregó el proyecto de la constitución reescrito para exponerlo frente al voto popular, fue ratificada por 72 por ciento de los votos[10]. Evidentemente, Chávez tenía un apoyo mayoritario a sus objetivos y a  su agenda de terminar con la partidocracia, eliminar la corrupción, y redistribuir la riqueza petrolera. Con su apoyo popular, Chávez disfrutaba de un tipo de legitimidad democrática de grandes dimensiones.

            Pero, según Coppedge, para entender la libertad con que Chávez avanzó sobre su agenda, sería útil distinguir la diferencia entre legitimidad democrática basada en soberanía popular y legitimidad basado en principios democráticos liberales, los cuales Chávez sacrificó, según dicho autor, durante su mandato. “El gobierno de Chávez sirve como una ilustración paradigmática de la tensión entre dos formas para la democracia” dice Coppedge en su trabajo.

            La idea democrática de soberanía popular apoyó  la lógica que Chávez planteaba de que con su gobierno estaba creciendo un sistema más democrático. Pero, hay otra perspectiva que subraya la importancia de la limitación de soberanía popular en la democracia[11]. Aunque la soberanía popular es una de las definiciones más antiguas que puede fortalecer la democracia, no es necesariamente la mejor definición para lograr tal objetivo. Por ejemplo, autores como James Castello dice que la mayoría siempre tiene la tentación de cambiar “las reglas del juego” del sistema político a tu favor y contra la oposición. Aunque este tipo de discriminación existe en todas las democracias (por ejemplo, los gobiernos siempre tienen la tendencia de preferir sus propios partidarios para altos cargos en ramas legislativas y ejecutivas), cuando el poder del gobierno es más concentrado y la discriminación se hace más fuerte a los intereses de la oposición, la amenaza de tiranía de la mayoría es más grande[12]. Esta discriminación puede impedir la capacidad de la oposición de expresar sus perspectivas y recibir derechos iguales que la mayoría, en cuyo caso, los requisitos mínimos para la democracia no se cumplen.            

Instituciones liberales y gobernabilidad

            Las instituciones liberales actuarían como una póliza de seguros para estos requisitos mínimos. Justifican la limitación de poder del gobierno sin importar la fuerza del mandato de la mayoría. Y una diversidad de instituciones existiría para balancear el poder del ejecutivo para que este no abuse de su mandato popular. Estas instituciones incluyen una judicatura independiente, una legislatura con una base electoral distinta, y en algunos estados, la división de poderes en los diferentes niveles de gobierno[13].

            Las instituciones liberales están basadas en la premisa de que los cuídanos sacrificarán el nivel de representación de su gobierno por la garantía de que los elementos básicos de la democracia sean preservados. La partidocracia de AD y COPEI tenían esta póliza de seguros, pero el precio que garantizaba los elementos básicos de democracia fue demasiado alto. El costo para la preservación de los elementos democráticos fue manchado por la corrupción de la concentración de poder de los dos partidos hasta el punto de que la compensación no valía la pena.

            Entonces, cuando Hugo Chávez llegó al poder con una propuesta de cambio, los venezolanos dejaron la garantía liberal por la nueva estructura del régimen de Chávez, que fue mucho mas receptiva de las demandas del pueblo. Pero, dice Coppedge, los venezolanos perdieron su garantía de que la democracia sobrevivirá en el futuro con dicho cambio. Los partidos disciplinados  y jerárquicos de la partidocracia anterior habrían apoyado la gobernabilidad porque había mediación entre todos los actores poderosos. Pero cuando los partidos perdieron la capacidad de ofrecer este servicio, su gobernabilidad se resintió. Con el descenso de los partidos de AD y COPEI, las reglas básicas se pusieron en duda, lo cual estableció las bases para un cambio constitucional que llegó en 2000.

 

Accountability horizontal

            Con cambios estructurales siempre existe un elemento de compensación entre el riesgo y las ganancias. Aunque el gobierno de Chávez era más receptivo, la nueva constitución de 1999 trajo muchos problemas respecto a la democracia. Entre el año 1999 y el 2000, Chávez ejecutó una serie de acciones que eliminaban la garantía de accountability horizontal que fue establecida por la partidocracia anterior. Así, las relaciones formales entre los poderes del gobierno que se habían encontrado separados, fueron completamente abandonados.

            Durante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) se creo la nueva constitución, que presumía el poder de intervenir o disolver las instituciones estatales. Cuando la nueva constitución fue ratificada por el voto popular en diciembre de 1999, el Congreso y la Corte Suprema fueron inmediatamente eliminados y la ANC seguiría funcionando como legislatura soberana hasta enero de 2000. Durante estas seis semanas, el ANC nombró varios oficiales nuevos, reescrito el derecho electoral, y aprobó una nueva un “régimen transitorio” que actuaba como una constitucional provisional.

            Durante esto proceso, la falta de accountability horizontal o cualquier tipo de limitación del poder de Chávez y la ANC no existía. El politólogo Francis Fukuyama, conocido por sus perspectivas neoliberales plantea que, la idea que la Venezuela contemporánea representa un modelo social superior a la democracia liberal es absurdo. En 2006 dijo en una entrevista, “Desde mi perspectiva, la democracia es más que ser elegido cada cuatro años. También implica instituciones de accountability horizontal como tribunales, estado  de derecho, partidos políticos y sociedad civil independiente y los medios de comunicación, y todas estas cosas Chávez ha traído bajo su control. No le llamaría él un dictador, pero un líder cuasi-democrático, cuasi-autoritario cuyos instintos le inclinan hacia la ultima posición.[14]

            El presidente afirmaba que estaba promoviendo la eficiencia y transparencia en la rama ejecutivo con su decisión de nombrar oficiales militares a cargos altos en lugar de burócratas civiles. (Estudios muestran que el público tenía mucha confianza en las fuerzas armadas durante el primero mandato de Chávez[15].) Pero  al contrario de la retórica de Chávez y las esperanzas de sus partidarios, los militares no eran inmunes a la corrupción. La existencia de redes clientelisticas y mala gestión de la riqueza petrolera crecía.  De hecho, durante el gobierno de Chávez los dos indicadores principales de la corrupción: (1) incidencia (el numero de casos de corrupción) y, (2) intensidad (cantidad de dinero y recursos implicados) han sido los peores niveles en la historia venezolana. En 2010 el Índice de la Percepción de Corrupción, hecho por la Organización de Transparencia Internacional, nombró Venezuela entre los 12 países más corruptos del mundo[16].

            En el contexto del sistema legislativa tan débil con la eliminación de equilibrio y control del nuevo orden Bolivariano, la presencia militar en lugar de estructuras que preserva accountability horizontal solo debilitaba la confianza en el poder ejecutivo. Coppedge dice que la responsabilidad de las fuerzas armadas  para mantener orden público y para participar en el desarrollo nacional solo planteaba el temor de la militarización del gobierno. Seguramente, el poder y eficiencia  con que Chávez  neutralizó toda la capacidad de instituciones distintas de las fuerzas armadas, de limitar su poder abrumador fue peligroso para la democracia de cualquier definición del concepto.

Sociedad civil

            Además de la debilidad de instituciones durante los primeros mandatos de Chávez, la sociedad civil fue uno de los actores más débiles en la democracia venezolana.  Francine Jácome sostiene que la gobernabilidad es mejor cuando la sociedad civil tiene asociaciones fuertes y organizadas y estos actores sociales tienen relaciones entre ellos y el estado y les  permiten a funcionar libre y con seguridad[17]. En la misma forma, Miguel Darcy de Oliviera sostiene que la creencia de desconfianza mutua entre la ciudadanía y las instituciones políticas está conduciendo a una crisis de legitimidad. La falta de buenas relaciones entre la sociedad civil organizada y el estado tiene como resultado una nueva ola de liderazgos autoritarios y populistas que pueden poner en peligro los procesos democráticos[18].

            Los cambios de la Revolución Bolivariana habrían tenido impactos no solamente económicos y políticos sino también sobre el amplio y diverso espacio que es la sociedad civil venezolana.  Cuando Chávez llego al poder, criticó a los partidos del Pacto del Punto Fijo porque no se oyeron las demandas por una mayor participación. Pero, como dijo Jácome,  equivocadamente se le atribuyó la culpa a la democracia representativa y no a la forma en la cual los partidos estaban implementando la democracia[19]. Como respuesta, Chávez incorporó varios mecanismos respecto a la participación popular durante el proceso de la aprobación de la nueva carta magna. La participación de organizaciones de sociedad civil (OSC) fue amplia y efectiva gracias a los talleres, seminarios, consultas, comisiones, y mesas de dialogo donde participaron muchas organizaciones venezolanas. De hecho, “aproximadamente el 48% de las OSC participaron en algún tipo de red formal o informal durante dicho proceso  de las 624 propuestas formuladas a través de las mesas organizadas por la Asociación de Organizaciones de la Sociedad Civil.[20]” Además, la constitución de 1999 incorporo bastantes leyes y políticas sobre la participación ciudadana como la Ley Orgánica de Poder Ciudadano y la Ley Orgánica de Consejos Comunales y otras similares (refiere a cuadro 1).

            Pero a pesar de estos esfuerzos hubo una ausencia de organizaciones fuertes e independientes del estado durante 1999-2010. Jácome sostiene que la intención del gobierno de Chávez de implementar esta participación formal de sociedad civil era una manera de controlar las OSC y superar la noción de una democracia representativa.  Con estos mecanismos,  el gobierno de Chávez podía profundizar una forma de control social mientras las OSC no contaban con poder autónomo,; y sin ese poder autónomo, los efectos democráticos de la sociedad civil organizada que describe Jácome y otros académicos, no pueden cumplirse.

 

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                                                                                                Cita: De Oliviera & Sorj

“En la practica, esta mecanismo ha sido vulnerado [por la democracia venezolana].”[21]  La libertad limitada de las OSC bajo el gobierno de Chávez es evidente cuando consideramos hechos como la definición de “sociedad civil” en la nueva constitución de 1999 que había excluido aquellas organizaciones que habían recibido apoyo financiero del extranjero y por lo tanto las excluía de los comités.

            El tratamiento de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) bajo el gobierno de Chávez también puede poner luz al nivel y calidad de sociedad civil organizada durante esta época. El sindicato, que tenía raíces en el partido AD, fue débil desde el descenso de la partidocracia.  El gobierno chavista suspendió los  grandes subsidios al sindicato y propuso tomar sus bienes. El gobierno también propuso un referéndum para disolver el sindicato. Al mismo tiempo, Chávez creó su propio movimiento sindical, el Frente Bolivariano de Trabajadores (FBT), lo cual lo ayudaba para movilizar a los trabajadores de acuerdo a los proyectos del gobierno, empezando con la destrucción de la CTV.

            Los Círculos Bolivarianos, organizaciones de sociedad civil como parte de una estrategia de Chávez para organizar su movimiento más general de la Revolución Bolivariana, consistía en un grupo de 11 miembros en cada circulo. Cada miembro juraba  defender la Constitución,  dar fe a los ideales de Simón Bolívar, y servir a los intereses de la comunidad y del estado. Durante los primeros mandatos de Chávez, los miembros de los Círculos Bolivarianos fueron muy activos, organizando comunidades, apoyando el programa del gobierno para aliviar la pobreza, y haciendo campañas a favor del presidente. En 2002, cuando Chávez perdió temporalmente poder, los círculos tuvieron un papel crítico en las demostraciones públicas a su favor.

                Las opiniones sobre el rol de los Círculos Bolivarianos durante su participación máxima se encuentran muy polarizadas. Por un lado, la oposición los llamó “círculos de terror” porque recibieron armas del gobierno para avanzar sobre la agenda política de Chávez[22]. Por el otro lado, partidarios del los Círculos sostuvieron que los grupos eran fundamentales para promover la participación de la base de la sociedad en comunidades locales[23].

            Desde cualquier posición que uno puede considerar los Círculos Bolivarianos, podría afirmarse que la sociedad civil organizada carece de los atributos fundamentales que le brindan la capacidad de sostener una democracia participativa. En un estudio de los miembros de Círculos Bolivarianos hecho por escolares de la Universidad  Brigham Young concluye, Aunque nuestros encuestados claramente mostraron principios de la democracia participativa, incorporaron un fuerte vínculo carismático a Chávez que minó su único sentido de identidad y con frecuencia comprometida su capacidad para actuar independientemente.”[24]

            Estos círculos satisfacían la definición de “organizaciones de la sociedad civil” en un sentido técnico, pero en realidad actuaron como agentes del poder ejecutivo más que como fuerzas para mantener el equilibrio de poder. Las implicaciones de esto para el nivel de consolidación democrática en Venezuela resultarían negativas. No solo se reforzaron los redes clientelisticas entre Chávez y sus votantes, sino que también no mejoraría el nivel del pluralismo en la sociedad civil en general.

Especulaciones sobre el Chavismo y la democracia soberana

                La esperanza de una democracia nueva basada en los principios de participación  del público fue  la razón mayor que explica el gran apoyo popular y éxito electoral de Chávez durante 1999-2010. Durante este década del chavismo, las implicaciones de este régimen hibrido tuvieron y tienen mucha influencia sobre la salud de la política venezolana. La disolución de estructuras liberales como la legislación de leyes independiente y la organización de la sociedad civil sin poder autónomo respecto al gobierno resultó en la eliminación de accountability horizontal bajo el nuevo régimen. La falta de estructuras criticas para controlar el poder ejecutivo sumado al crecimiento de la participación militar en el estado, implicaba que el poder de Chávez se volviera cada vez más abrumador y total.

Mientras algunos autores como Fukuyama lo han nombrado a Chávez como un  líder cuasi-autoritario, el hecho de su popularidad y éxito electoral en elecciones libres negaría esto. Se puede admitir que la Revolución Bolivariana trajo un espíritu de esperanza a la sociedad venezolana, particularmente a los sectores o clases más bajas y a los sectores sindicales. Algunas políticas de Chávez también tuvieron mucho éxito—el programa de su gobierno de mitigar la pobreza en áreas rurales ha cambiado el panorama de la sociedad y la política venezolana.

            Pero desde una perspectiva liberal, la democracia liberal tanto como la participativa necesitan un componente fundamental: el elemento de autonomía del estado respecto al gobierno chavista en esos momentos. Y el problema que observaban los más liberales con el chavismo es que el poder ejecutivo concentraba el poder en la figura del líder, de Chávez. Incluso el término “Chavismo”, que se supone que es intercambiable con “la democracia”, tiene su etimología en Chávez tanto como el concepto y practica de la ideología. Este trabajo se propuso dar algunas argumentaciones que demuestren que si bien hubo mejoras y políticas positivas para los sectores populares bajo el gobierno de Chávez, la falta de una democracia con su división y equilibrio de poderes, la falta de un tipo de sociedad civil organizada, la falta de partidos que destaquen más que los líderes, y la interferencia del sector militar en la vida política, son todos factores que pueden concluir que la democracia bajo el Chavismo no era sólida.

 

 

 

 

 

 

 

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[1] Universidad Tufts USA ( Estudiante de Intercambio - FLACSO)

[2]Linz and Stephan 5

 

[3]Coppedge 1

 

[4] O’Donnell 12

[5] Coppedge 9

 

[6] Canache 1

 

[7]Aparicio-Ortero 94

 

[8]Coppedge 13

 

[9] Cruz, Tufts University, Discurso de 12/5/2012 “ Estudio de Caso Venezuela”

 

 

[10] Coppedge 3

 

[11] Castello 557

 

[12]Encyclopedia of Britannica, “Majority tyranny”

 

[13] The Founders’ Constitution. Volume 10, Chapter 1. University Chicago Press.

 

[14] Fukuyama, Washington Post

[15] Coppedge 25

[16] Coronel, Instituto CATO

[17] Jácome 209

[18] Miguel Darcy de Oliviera 2005

[19] Jácome 213

[20] Jacome 215

 

 

[21] Jácome 217

 

 

[22]O ‘Grady 2003; Forero 2002

 

[23] Chávez and Burke 2003; Círculos Bolivarianos

[24] Hawkins & Hansen 104