Resumen:
Este es un ensayo sobre la relación de
alianza y de complementariedad entre sindicato y partido político en España, y
en particular, entre el PSOE y la UGT. Una alianza para unos, útil y para otros,
contradictoria debido a la esencia de cada institución.
Palabras claves:.
España; PSOE; UGT; sindicalismo y partido político; confusión;
complementariedad.
Abstract:
This essay is about trade unions and
political parties in Spain who can be allies or just complementary partners.
The focus will be on the relationship between PSOE and the UGT. An alliance
considered useful by some observers and contradictory by others, due to the
essence of each institution.
Key words: Spain;
PSOE; UGT; trade unions and political parties; confusion; complementarity.
Sindicalismo y política en
España.
Por : Yacouba Traoré
Université Félix Houphouët
Boigny
República de Costa de Marfil
El trabajo pretende es una
argumentación sobre la relación estrecha entre partido político y sindicatos.
Numerosas son las relaciones estrechas entre organizaciones políticas y
sindicales. En España, el caso más evidente es la alianza entre el PSOE y la
UGT.
¿Cuál sería la importancia
de la relación entre partidos políticos y sindicatos? Mediante una ensayo analítico,
se demostrará la existencia de una relación de complementariedad entre
sindicato y partido político y precisamente, en España.
1. La importancia del sindicato en la
revolución socialista.
En España, los socialistas
han ido dando gran importancia a la lucha sindical eso debido a que según la
ideología socialista, las organizaciones sindicales tienen la responsabilidad
de orientar a la clase obrera y de promover el agrupamiento de todos los trabajadores
en organizaciones a partir de las cuales podrán inculcarles los principios
ideológicos del socialismo, en particular, la lucha revolucionaria.
Es en esta perspectiva que
los socialistas encuentran la huelga general y el derecho a la misma, como una
solución para contrarrestar a la clase capitalista para la instauración de una
gobernanza socialista a su vez, capaz de solucionar los problemas. Para ello,
los socialistas preconizan una verdadera Escuela del socialismo que prepare
la revolución del proletariado apoyándose en los sindicatos que por su lado, deban
continuar dicha misión por entre las clases populares. Así es como, el
sindicato deberá actuar a nivel socio-económico y orientar a la sociedad
capitalista para que le procure una perspectiva socialista. Es de esta manera
que, saldrán beneficiados los trabajadores y las capas económicamente
desfavorecidas, y ayudará a ensanchar y a reforzar las áreas de competencias de
los actores:
[…]
En esta perspectiva, el sindicato tendrá dos roles. Por una parte, ser un
obstáculo a la tendencia inherente del Estado a la burocracia, por otra,
asegurar a los trabajadores de cada fábrica el control de todo lo que toca la
“condición de trabajo” dentro de nuestras convenciones colectivas. Pues, en una
sociedad socialista, el sindicato seguiría desempeñando un papel, teniendo una doble
función, pero distinta y no contradictoria como las que asume dentro del
sistema capitalista. (Piotte, 1977, p. 23)1.
En efecto, para los
socialistas, los sindicatos aparecen como organizaciones afiliadas y bajo la autoridad
política socialista; por eso, los socialistas piensan que las organizaciones
sindicales son instrumentos al servicio del socialismo y jerárquicamente
inferiores a las organizaciones políticas (socialistas). Particularmente en
España, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se inscribe en esta
dinámica por su vínculo estrecho con la Unión General de Trabajadores (UGT).
2. El sindicato como pilar de la ideología
comunista.
La ideología comunista marcó
considerablemente la vida sociopolítica en buena parte del mundo, durante los
siglos XIX y XX, gracias a los escritos de Karl Marx, en particular, Manifiesto
en la clase obrera de Europa (1869), Manifiesto comunista(1898) y El
capital (1871) que influenciarían en el movimiento obrero español sobre
todo, en la siguiente afirmación:
Pues,
no es en el sistema capitalista que la reducción de la jornada laboral,
reivindicada por el sindicato puede lograrse… Para llegar a este resultado los
obreros deben emprender una forma de lucha política, para derrocar al sistema
de dominación capitalista (Marx, 1972, p. 105)2.
Afirmación que hace indudablemente, del
sindicato el hilo conductor que se halla en la interface de los trabajadores y
del partido, que debe ser contemplado para que preserve el interés de los
trabajadores.
Desde otro ángulo, la
organización sindical es la que se debe encargar de organizar a los
trabajadores y de capacitarlos para que sean bien preparados para la lucha revolucionaria;
por eso, aparece como una herramienta de lucha económica que funcionaría bajo
la tutela del partido político y que prepara para la lucha política (Mouriaux, 2006,
p. 33)3.
En resumidas cuentas, el
comunismo concede un rol primordial al sindicato en su lucha política a favor
de una colaboración efectiva entre organizaciones política y sindical, de un
sindicato al servicio del partido político: “Los sindicatos deben ser el colaborador
[…], el más útil del poder del Estado administrados en sus actividades política
y económica por la vanguardia consciente de la clase obrera: el partido
comunista” (Birien, 1978, p. 202)4.
Aparentemente, dicha
colaboración suele resultarse evidente entre el Partido Comunista Español y el
sindicato comunista designado, las comisiones Obreras, lo que evidencia
la estrecha colaboración entre el Partido Comunista Español (PCE) y las Comisiones
Obreras (C.O) dentro de la ideología comunista español.
3. Las interacciones mutuas entre las esferas
políticas y sindicales.
3.1. El impacto de las
formaciones políticas sobre los sindicatos.
La influencia de las
formaciones políticas sobre los sindicatos se justifica por el hecho de que la
actividad política abarca distintos sectores de la vida social. El ascenso al
poder político ligado a las elecciones, los partidos políticos están
constantemente en lucha con la finalidad de conquistar y para ejercer el poder
político. Así, la búsqueda de potenciales electores llevará a las
organizaciones políticas a que se acerquen a organizaciones a menudo, de
coloración sindical dado que aquéllas puedan tener el mayor número de afiliados;
y dichas organizaciones políticas necesitan el derecho de voto de las
poblaciones y todas las organizaciones sociales capaces de movilizar al mayor
número de personas, serán bien vistas.
Es en estos contextos donde
conviene inscribir la importancia de los sindicatos al lado de los partidos
políticos que pueden valerse fácilmente del apoyo de los sindicatos, porque
tiene la suerte de tener militantes comunes con los sindicatos. Por otra parte,
esa aptitud resulta ser de gran relevancia cuando existe una afinidad
ideológica entre partido y afiliados sindicales, que posibilitaría la
constitución de núcleos políticos dentro del sindicato: “la tentación es fuerte
para el partido que cuenta con aquellas afinidades y trata de utilizar a sus
militantes sindicales para influenciar sobre la política sindical. (Poimeur, 2007,
p.44)5.
Los partidos buscan
desarrollar relaciones privilegiadas con los sindicatos o con sus líderes con
la intención de corromperlos o convencerlos en el interés del partido, pero, a
menudo, las organizaciones sindicales anhelan incursionarse a los medios
políticos.
3.2. Incursión de los
sindicatos a la esfera política.
La intervención de los
sindicatos en asuntos políticos es sumamente algo premeditado y planeado dado
que el funcionamiento global del Estado y de sus instituciones tiene que ver con
la sociedad laboral:
Que
se trate de construir escuelas, hospitales, de ayudar a países en vía de
desarrollo, adoptar reformas nucleares, estos gestos resultan ser empleos del
ingreso nacional. Pueden no tener inconvenientes sobre el consumo doméstico,
los sueldos, las transferencias sociales, etc. Esto es sobre la situación de
los sindicatos. (Croisat, 1992, p. 130)6.
Por eso, el sindicato actúa sobre los poderes
públicos en particular, sobre los organismos sociales, económicos, y por este hecho,
los sindicatos muy a menudo, consiguen administrar a las organizaciones
públicas vinculadas con el mundo laboral, en las cuales muchos países están
inscritos tales como la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la Mutual
de Funcionarios (MF) y el Consejo Económico y Social (CES) entre otras.
El sindicato es sin duda
alguna, una “Fuerza política, […] un grupo de presión que influencia a los
gobernantes; politizado, pretende sustituir su propia concepción del orden
deseado” (Burdeau, 1974, p. 318)7. El otro aspecto a
considerar es por supuesto, la incursión de políticos a los sindicatos por fin
políticos y o personales; en todo caso, lo todo está a favor de una
politización del hecho sindical.
3.2. Los campos políticos y
sindicales en interacción mutúa.
De entrada, convienen
señalar que ambos campos son del punto de vista teórico, distantes, pero, en la
práctica, muchas veces, sucede que sus acciones convergen hacia una misma
dirección ya que algunas formaciones políticas se van interesando por los problemas
obreros con tintes políticos y al mismo tiempo algunos sindicatos no dudan en
declarar su militarismo a favor de tal o cual formación política poniendo así
en primera plana su activismo político. Este último caso se percibe con
claridad y a veces, a líderes sindicales en tribunas políticas:
Las
fuerzas políticas apoyan a menudo las acciones y las políticas de los
sindicatos en provecho de la promoción y de los intereses de los trabajadores.
Los logros sindicales en este aspecto requieren a veces, un seguimiento y una
consolidación gubernamental o legislativo y, ahí, el apoyo político resulta
esencial” (Bit, 2010, p. 16)8.
En definitiva, las
organizaciones políticas y sindicales están a menudo y en muchas partes del
mundo, en constante interacción mutua. En la lógica en esa dinámica, la organización
sindical constituye la base popular del partido en medio de las clases
populares.
3.4. Hacia una
asimilación entre partido y sindicato en España. Caso del PSOE-UGT.
El término asimilación
se remite en nuestro contexto, a cualquier acción o efecto de parecerse a algo
o a alguien. Se trata de un término usado para designar la tendencia a la
fusión de elementos diversos dentro de una unidad homogénea.
La asimilación contemplada
en la relación PSOE-UGT en España, supondría una forma de confusión entre estas
dos organizaciones. Una confusión que tal vez se justifique por la ideología,
ésta como conjunto de ideas que caracterizan a un individuo, un grupo, una
época o a un movimiento cultural, religioso o político.
El PSOE y la UGT son
respectivamente, organizaciones política y sindical que funcionan sobre la base
de unos principios fundamentales asentados en común, y como “conjunto de ideas”,
caracterizan dichos principios a ambas organizaciones. En efecto, la “S” dentro
de la sigla PSOE se refiere al socialismo, el PSOE es ante todo una
organización socialista desde sus inicios, dado que sus fundadores Paul Lafargue,
Pablo Iglesias entre otros, eran socialistas y marxistas. Más allá de esta
visión, es de mencionar otra que justifica el acercamiento del PSOE al
sindicalismo, es la relacionada con su ideología según la cual, el PSOE aboga
por la eliminación de las clases sociales, la instauración del socialismo y por
la toma del poder político por los trabajadores:
Por
todas esas razones, el Partido Socialista Obrero español declara que su
aspiración es: Abolición de clases, o sea, emancipación completa de los
trabajadores.- Transformación de la propiedad individual en propiedad social o
de la sociedad entera.- Posesión del Poder político por la clase trabajadora”
(Morato, 2012, p. 168)9.
Por eso, “En fecha temprana, 1888
los socialistas promovieron su propia organización sindical, la Unión General
de Trabajadores (UGT). Partido y sindicato socialistas” (Fusi y Palafox, 1997,
p. 162)10.
Tras promover a la UGT como
organización afiliada a ellos, los socialistas españoles se lanzan a una
supuesta campaña a favor de la emancipación de los trabajadores españoles, lo
que terminó afianzado el concepto de “partido y sindicato socialista” en
España, y dentro de la perspectiva del PSOE y de la UGT y de la de una
“coincidencia obvia ideológica” Es en nombre de esta coincidencia ideológica
que el PSOE y la UGT llegaron a tener en su cabeza los mismos líderes y a
compartir los mismos espacios, aun, a defender las mismas causas con razón o
sin ella.
La relación de
interdependencia tan notable, entre el PSOE y la UGT no es algo casual
ya que se dio también en un nivel jurídico entre ambas organizaciones, cuando
han ido firmando acuerdos y pactos; por ejemplo, citamos el Acuerdo Republicano-Socialista
firmado el día 07 de noviembre de 1908 en materia electoral lo que favoreció la
elección de Pablo Iglesias como diputado español en 1910, entre otros acuerdos.
En conclusión, en España, la
vida política está marcada por la relación entre organizaciones políticas y
sindicales. El caso más visto y sonado es el de la relación del PSOE con la
UGT; caso considerado como simbiosis, complementariedad, a favor de la clase
obrera, y como confusión ideológico-política por quienes no comparten la
ideología socialista y tampoco su vínculo con la PSOE. Hasta hoy día, dicha
alianza no ha dejado de funcionar en España, tanto en el PSOE como en la UGT.
Notas:
1.Cfr. Piotte, Jean-Marie (1977). Le
syndicalisme de combat, Montréal: Eds. Coopératives Albert Saint-Martin, p.
23.
2.Cfr. Marx, Karl (1972). Le
syndicalisme, Paris: Maspero, p. 105.
3.Cfr. Mouriaux, René (2006).
«Syndicalisme et politique: liaison dangereuse ou tragédie moderne? In Mouvements,
numéro 43, p. 33.
4.Cfr. Birien, Jean-Louis (1978). Le
fait syndical en France, Paris: Publi Union, p. 202.
5.Cfr. Poimeur, Yves (2013). Activités
politique et organisations syndicales, p. 44.
6.Cfr. Croisat, Maurice (1992). La fin
des syndicats? Paris: L´Harmattan, p. 130.
7.Cfr. Burdeau, Georges (1974). Traités des
sciences politiques. La démocratie et les contraintes du nouvel âge, Paris:
LGDJ, p. 318.
8.Cfr. Bit (2010). Pluralisme syndical et
prolifération des syndicats en Afrique francophone, Génève: Organisation
Internationale du Travail, p. 16.
9.Cfr. Morato, Juan José
(2012). El partido Socialista Obrero, Madrid: Biblioteca Saavedra
Fajardo, p. 68)9.
10.Cfr. Fusi, Juan Pablo y
Jordi Palafox (1997). El desafío de la modernidad, Madrid: Espasa-Calpe,
p. 162.
Bibliografía:
Birien, Jean-Louis (1978). Le fait syndical en France,
Paris: Publi Union.
Bit (2010). Pluralisme syndical et prolifération des syndicats
en Afrique francophone, Genève: Organisation Internationale du Travail.
Burdeau, Georges (1974). Traités des sciences
politiques. La démocratie et les contraintes du nouvel âge, Paris: LGDJ, p.
318.
Croisat, Maurice (1992). La fin des syndicats? Paris:
L´Harmattan.
Fusi,
Juan Pablo y Jordi Palafox (1997). El desafío de la modernidad, Madrid:
Espasa-Calpe.
Marx, Karl (1972). Le syndicalisme, Paris:
Maspero.
Morato,
Juan José (2012). El partido Socialista Obrero, Madrid: Biblioteca Saavedra
Fajardo.
Mouriaux, René (2006). «Syndicalisme et politique:
liaison dangereuse ou tragédie moderne? In Mouvements, numéro 43.
Piotte, Jean-Marie (1977). Le syndicalisme de combat,
Montréal: Eds. Coopératives Albert Saint-Martin.
Poimeur, Yves (2013). Activités politique et
organisations syndicales.