RESUMEN
En el presente trabajo se desarrollará un análisis sobre la
relación política entre el presidente de la República de Ecuador Rafael Correa
y las comunidades indígenas que componen la CONAIE, teniendo en cuenta el
aspecto legal constitucional y la política extractiva de minerales en el
territorio nacional. Y a partir de esto la cierta confrontación entre ambas
partes.
ABSTRACT
The present paper will analyze the political
connection between president of Ecuador, Rafael Correa, and native communities
that are part of CONAIE, considering constitutional and legal aspects as well
as extract mining policy in the national territory. All these elements result
in a conflict between both parts.
La
relación del gobierno de Alianza País presidido por Rafael Correa con las
organizaciones indígenas ecuatorianas
Por: Cipriano Gómez
Introducción
Actualmente se evidencia en Ecuador una
fuerte confrontación entre el gobierno de Alianza País comandado por Rafael
Correa, y algunas organizaciones sociales, especialmente con organizaciones
indígenas como la CONAIE, siendo uno de los ejes del conflicto el abordaje de
las políticas extractivas de minerales, llevada adelante por el gobierno
ecuatoriano.
Siendo que ambos “contendientes” han
coincidido en diversas posturas y programas, resulta interesante el comprender
el porqué se ha llegado a la actual confrontación, haciendo un seguimiento de
dicha relación a lo largo del tiempo, para poder llegar a entender las
vicisitudes, lógicas y desarrollo de dicha relación.
En el presente trabajo, se pretende
comprender la relación difícil y cambiante, llevada adelante entre el gobierno
de Rafael Correa y algunas de las principales organizaciones indígenas de
Ecuador.
Para poder cumplimentar dicho objetivo, se
procederá a encarar distintas variables de análisis. En primer término, se hará
un breve racconto de la historia del movimiento indígena organizado, haciendo
mayor hincapié en las últimas dos décadas, a partir de la creación de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) en el año 1990.
Luego se procederá a analizar las
circunstancias políticas, económicas y sociales, en las que Rafael Correa
accede a la primer magistratura, prestando atención asimismo al contexto
general del subcontinente sudamericano, haciendo especial hincapié en los
gobiernos predecesores al de Alianza País, las políticas que llevaron adelante,
y el papel de las organizaciones sociales en la escena política.
Con Rafael Correa en la presidencia, se
tomará como variable de análisis, la relación de su gobierno con las
organizaciones indígenas, especialmente durante el proceso de la Asamblea Constituyente, iniciado apenas asumido el gobierno, y se comparará dicha Constitución
con la refrendada en el año 1998, analizando cambios y continuidades.
En cuanto a la relación del gobierno con
las organizaciones indígenas, se tomará como eje central las políticas
medioambientales, en especial las referidas a la extracción de minerales.
En el orden nacional, se presentarán las
variantes institucionales que llevaron a Ecuador a integrar a las
organizaciones políticas y sociales indígenas que se unieron en la CONAIE, dándoles ciertos derechos que antes legalmente no tenían. Lo que llevará a estas a
exigir más participación en las decisiones políticas, generando un conflicto
político que da más incertidumbre que seguridades a nivel político –
institucional.
Conforme al párrafo anterior se generarán
los siguientes problemas: ¿Qué grado de fortaleza política tiene el presidente
Correa al momento de asumir y de donde proviene su legitimidad? ¿El rol y la
fortaleza de los pueblos originarios en Ecuador se deben más a una gran
debilidad institucional del sistema político que al convencimiento de
incluirlos? ¿Cuál es hoy en día. La fortaleza de las organizaciones indígenas,
y desde que ejes plantean la confrontación?
Marco
Teórico:
Para la primera parte del trabajo
referida a la población y organizaciones indígenas en Ecuador, se trabajará a
partir de los aportes de datos tomados de UNICEF y el INEC, respecto a la
población indígena; y para abordar las organizaciones indígenas se trabajará a
partir de los escritos de Stalin Herrera, José Agualsaca Guamán, Miguel Ángel
Carlosama
Las políticas neoliberales implementadas
durante la década del ´90 se abordarán principalmente a partir del trabajo Ramón Casilda
Béjar.
La llegada al poder de Rafael Correa, y
el contexto sociopolítico sudamericano y de Ecuador, serán abordados a partir
de los trabajos de Franklin Ramírez Gallegos y de Marco Aurelio García.
Sobre la política extractiva de minerales
se usarán los textos de Guillaume Fontaine, Carlos Zorrilla,
Finalmente, para el abordaje de la
relación entre el gobierno y las organizaciones indígenas, se trabajará a
partir de los escritos de Mariano Unda, Jorge León Trujillo, Edwin Cruz
Rodríguez, Pablo Ospina Peralta,
Luego del abordaje de estas cuestiones,
la amplitud del trabajo es poner en evidencia que la complicada e inconstante
relación entre el gobierno ecuatoriano y distintas organizaciones sociales,
especialmente las indígenas; se trata en el fondo, de una lucha por control
territorial, por control de recursos, y una lucha por obtener la legitimidad
como autoridad frente a dichas organizaciones.
Organizaciones indígenas en Ecuador
.Población indígena en Ecuador
Para realizar un análisis acerca de las
organizaciones indígenas ecuatorianas, conviene empezar por saber qué
porcentaje es el de la población indígena en Ecuador. Pero no es tarea fácil,
ya que existen discrepancias respecto a este punto.
No existe acuerdo acerca de la cantidad
de población indígena en Ecuador, ya que según el INEC, a partir del censo
elaborado en el año 2001, afirmaba que siguiendo criterios de lengua, eran
582.542, un 4,3%, y si seguía un criterio de autoidentificación, se llegaba a
la cifra de 834.418, un 6,8%.
Pero a su vez, la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) sostiene que la población
indígena en Ecuador es de un 33,3% sobre el total de la población.
Como lo marcan las diferentes cifras que
se manejan, es una diferencia importante las elaboradas por ambas
instituciones, pero igualmente en cualquiera de los dos casos, se está hablando
de una cantidad importante de la población, que, como se desprende de su último
censo, cuenta en total con poco más de 14 millones de habitantes.
.Breve historia de sus desarrollos
Los indígenas, como movimiento
organizado y con cierto grado de relevancia, surge en las primeras décadas del
siglo pasado, más precisamente, en la década del ´20, cuando el Partido
Socialista de ese entonces, toma como bandera alguna de las reivindicaciones de
los indígenas, de las cuales las más importantes giraban en torno a la cuestión
del reparto y de la explotación de la tierra.
Luego de esta primera experiencia, se dan
a lo largo del siglo XX, distintas experiencias a partir de las organizaciones
indígenas como protagonistas, a partir de protestas o levantamientos, sobre
todo durante las décadas del ´60 y del ´70.
Todas estas expresiones, se dieron con
la particularidad, de ser movimientos focalizados, y con demandas puntuales, en
general referidas a la posesión de tierras. Pero a partir de la década del ´80,
y más profundamente durante la década de los ´90, se verán afectadas las
estrategias de las organizaciones indígenas, comenzando a tener mejores
resultados. Se empezarán a encarar acciones de mayor masividad, que afectarán
la vida cotidiana de Ecuador, y lograrán varios éxitos en sus reclamos. No se puede dejar sin
contemplar, el papel que jugará la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), a partir de la década del ´80.
.Creación de la CONAIE
La CONAIE, es según la definición de la propia organización,
una organización nacional que aglutina en su seno a las nacionalidades,
pueblos, comunidades, centros y asociaciones indígenas del Ecuador.
Su creación data del año 1986, cuando distintos pueblos
indígenas ecuatorianos, participaban en Quito del primer Congreso del Consejo
Nacional de Coordinación de Nacionalidades Indígenas (CONACNIE).
Desde ese Congreso, surge la CONAIE, confederación que aspiraba a llevar adelante los siguientes objetivos: consolidar a
pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, luchar por sus territorios y
tierras, por tener una educación propia, por la afirmación de su identidad
cultural, y por su dignidad.
Durante los primeros años de la CONAIE, se lograron algunos de los objetivos planteados, como por ejemplo la creación de un
sistema escolar bilingüe en 1989. Pero el momento clave de la organización, y
por arrastre del Movimiento Indígena Ecuatoriano se da a partir de los masivos
levantamientos que comienzan en 1990.
Desde este momento, las organizaciones indígenas se
transforman en las articuladoras de la protesta social, lugar que llegan a
ocupar a partir de en principio las causas explicadas por Ospina Peralta,
donde se considera que a partir de las reformas neoliberales comenzadas a
aplicar durante la década de los ´80, el pequeño movimiento obrero fabril queda
totalmente desarticulado, y tan sólo quedó el movimiento de
los empleados de empresas públicas con un cierto grado de importancia en cuanto
a la sindicalización y capacidad de movilización.
A su vez, el autor citado, considera como
un factor de importancia, el papel jugado por la Iglesia, la cual había ocupado un rol de importancia durante gran parte del siglo XX, con un
compromiso con las clases menos privilegiadas en las zonas rurales, y acompañando
sus reivindicaciones y luchas; papel que en el último transcurso del siglo,
perdió por pasar a estar regida por un pontificado conservador.
Ante este panorama, fue el movimiento
indígena el que a partir de grandes levantamientos movilizaciones en los años
1990 y 1994, que aglutinó a los sectores que se oponían a las políticas de
ajuste gubernamentales, aún con las falencias que tenía el movimiento, que
consistían principalmente, la poca organización en las ciudades, y por otro
lado, la falta de presencia en algunos partidos de la costa ecuatoriana.
La importancia en la protesta social que
fue adquiriendo el movimiento indígena, se debe entonces, a la alicaída
trayectoria de otros movimientos sociales, pero también se debe a un cambio de
estrategia, donde sin dejar de lado los reclamos propios a los intereses
indígenas, se pasa a proponer una visión alternativa de nación, un plan
integral global que se presente como alternativa al modelo social propuesto por
la visión neoliberal. Esta trascendencia a las comunidades indígenas, generó un
acercamiento con otros sectores y movimientos sociales no indígenas,
descontentos también con el rumbo de la política.
Esta centralidad del movimiento indígena,
se vio materializado en los masivos levantamientos populares en el año 1990,
1994 y 2000, como también en la participación con siete asamblearios en la Asamblea Constituyente para la elaboración de una nueva Constitución, lo cual se vio
materializado con la incorporación en la Constitución de 1998 de derechos para las colectividades indígenas. A su vez tuvo
participación activa en el derrocamiento de dos presidentes, y también activa
participación en la elaboración de la Constitución del 2008.
A su vez desde la CONAIE, se creó un partido político de base indígena, con la aspiración de llegar al poder a
través de él. Este partido se llamó Pachakutik, partido de tendencia
indigenista salido desde el propio movimiento indígena.
Política en la década del ´90
.Medidas económicas
A lo largo de los años ´90, se aplicaron
en Ecuador, como en casi todos los países de la región, medidas económicas de
tinte neoliberal, delimitadas por lo que se llamó el Consenso de Washington,
consenso realizado por los grupos financieros mundiales, respecto a las políticas
que debían llevar adelante los gobiernos latinoamericanos para poder salir de
la crisis en la que estaba sumida.
De manera resumida, las políticas
recomendadas desde el Consenso de Washington, referían a implantar disciplina
presupuestaria, reducir el gasto público, liberalización comercial, implementar
una reforma fiscal, apertura a la inversión extranjera, llevar adelante una
política de privatizaciones, y desregular la economía.
Son políticas que se aplican con mayor
fuerza en la década del ´90, pero su origen se remonta al gobierno militar que
acaba en 1979, gobierno que llevó adelante una política de endeudamiento
externo, y de desindustrialización del país.
.Constitución de 1998
La nueva
Constitución ecuatoriana, entra en vigencia el 10 de agosto de 1998, mismo día
en que asume la presidencia Jamil Mahuad,
presidente que duraría en el cargo un año y medio, cuando será destituido luego
de un levantamiento indígena- militar.
En dicha Constitución,
se reafirma el rumbo neoliberal de la política gubernamental, restringiendo y
debilitando la organización institucional del Estado, en función de la
liberalización económica; pero también y fruto del trabajo y exigencia de las
organizaciones indígenas, se le reconocen diversos derechos a las comunidades
indígenas, estableciendo el carácter multiétnico y pluricultural del Estado, y reconociendo
derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades indias y negras.
Correa en el poder
. Contexto político latinoamericano
Luego de que el continente se vea regido
por gobiernos de tinte neoliberal, desde la década del ´80, y más fuertemente
durante la década de los ´90, hacia fines de dicha década, se empezaron a
esbozar algunos cambios en la configuración política del continente. Primero
con el ascenso al poder de Hugo Chávez en Venezuela en el año 1998, y luego a
lo largo del siglo XXI, con el ascenso al poder de líderes como Rafael Correa
en Ecuador, Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina o Evo Morales
en Bolivia, se viven una serie de transformaciones económicas, políticas y
sociales. Es conveniente aclarar, que todos estos gobiernos nombrados, no son
de las mismas características, no se los podría englobar a todos ellos en una
definición o tipo de gobierno, pero si comparten algunas características que se
describirán a continuación.
Como bien indica Marco Aurelio García , lo que une a todos
estos gobiernos, es el dejar atrás la etapa neoliberal, pues aún cando
características propias del neoliberalismo, continúan vigentes, el paradigma
dominante es de otro signo. Producto de un agotamiento de la etapa neoliberal,
que produjo enormes perjuicios a la gran mayoría de los habitantes, que se
tradujo en un descontento mayoritario, y el reclamo de un cambio, ascienden
nuevos líderes a los gobiernos, que propugnan por lo menos en lo discursivo por
un cambio, volviendo a ubicar al Estado como una herramienta clave para el
desarrollo, y destacando el papel que debe jugar tanto en la economía como en
las políticas sociales. Se puede afirmar que no son gobiernos revolucionarios,
sino que son gobiernos postneoliberales, que buscan cambios económicos y
sociales a partir de programas reformistas, donde se resalta el rol a jugar por
el Estado.
Uno de estos líderes emergentes, fue como
se dijo, Rafael Correa, el cual asume la presidencia de Ecuador, con su partido
político Alianza País en el año 2006.
Su asunción se da, luego de una década
de inestabilidad política, sin que exista un gobierno que haya podido terminar
su mandato. Década donde como se dijo, son aplicadas distintas políticas
neoliberales, que provocan gran disgusto y rechazo en la sociedad, un rechazo
que se ve plasmado en protestas populares, en las cuales jugaron un rol
central distintos movimientos sociales, y dentro de ellos tuvo central
importancia, como ya se indicó, las organizaciones indígenas, en especial la CONAIE, las cuales articularon a diferentes actores que se encontraban en disconformidad
Respecto al ascenso de estos nuevos
líderes, es interesante atender la opinión de Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Constituyente, el cual afirma que estos nuevos gobiernos, no podrían haber ascendido
sin una previa convulsión y movilización social, en respuesta y oposición al
neoliberalismo; son resultado según él, de la acumulación directa de luchas
populares.
. Crisis partidaria y ascenso de Alianza
País
Rafael Correa, que su nombre
completo es Rafael Correa Delgado nació en Guayaquil en el año 1963 (Ospina
Peralta). Siempre ligado a grupos cristianos, y formando parte de la Orden de los Salesianos, estudió economía en la Universidad Católica de Guayaquil. Luego de trabajar durante como misionero en una parroquia
indígena durante un año, viajó a proseguir sus estudios en la Universidad Católica de Bélgica, donde estuvo durante poco más de dos años, luego de lo cual
siguió sus estudios en economía en la Universidad de Illinois.
Al regresar a Ecuador, trabajó en la Universidad San Francisco de Quito, universidad privada, desde la cual se contactó con grupos
de académicos e intelectuales, para elaborar conjuntamente propuestas
alternativas de políticas; formaron un grupo llamado Foro Ecuador Alternativo,
desde donde salieron varios escritos acerca de la política ecuatoriana.
En el año 2005 es convocado por el gobierno de Alfredo
Palacio (sucesor del gobierno de Lucio Gutiérrez), para encabezar el Ministerio
de Economía, cargo que asume y en el que se rodea con un grupo de trabajo
elegido por él, conformado en gran parte por miembros del Foro Ecuador Alternativo.
En el cargo duró tan sólo tres meses, pero éstos bastaron
para lanzar una serie de políticas de gran importancia y fuerte carga simbólica:
declaraciones en contra de la ortodoxia neoliberal, enfrentamientos con
organismos financieros internacionales, reasignación de fondos conformados por
excedentes petroleros, orientándolos a políticas sociales (Ospina peralta).
Luego de dejar el Ministerio, e impulsado por diversas
figuras políticas y distintas personalidades, es impulsado a lanzar su
candidatura presidencial desde Alianza País, también conocido como Acuerdo
País.
La aparición de Correa en la arena
política es la aparición de un outsider, alguien que había aparecido como
Ministro de Economía durante el gobierno de Alfredo Palacio, pero de manera
breve, aunque durante ese poco tiempo y debido a las medidas económicas heterodoxas
que promulgó, le sirvieron para ganar protagonismo y liderazgo en el campo
popular y progresista.
Ecuador, al momento de la aparición en la
escena política de Rafael Correa, atravesaba una plena crisis de sus partidos y
de sus organizaciones sociales, incluyendo al movimiento indígena, ya que éste,
que había ganado gran legitimidad durante los ´90 como principal articulador en
la lucha contra los planes gubernamentales neoliberales, había rifado esa
legitimidad, al acompañar con su partido Pachakutik la candidatura presidencial
de Lució Gutiérrez en el año 2002, el cual pese a un discurso renovador, una
vez en el poder, terminó aplicando las mismas recetas económicas que sus
predecesores de tinte neoliberal.
Desde las organizaciones indígenas, eligen
a Lucio Gutiérrez, como candidato presidencial, como antes al presentador de
televisión Freddy Ehlers (para las elecciones presidenciales del año 1996 y
1997), por no tener un líder que surgiese desde el mismo movimiento indígena.
Lucio Gutiérrez, fue elegido como
candidato presidencial, por haber acompañado desde su grado de coronel en el
ejército, las movilizaciones contra el presidente Jamil Mahuad en el año 2000,
las cuales terminaron con el derrocamiento del mismo. Pero no tenía mayores
credenciales y trayectorias que esa.
En el año 2005, se dan levantamientos y protestas
contra el gobierno de Lucio Gutiérrez en el año 2005, desatados por su
intervención en el Poder Judicial, pero que contenían un fuerte rechazo a su
gobierno, mezclado con la decepción que había causado.
Estas muestras de descontento que se
dieron a lo largo y ancho del país, fueron “espontáneos”, no como los
levantamientos anteriores, donde las protestas estaban encabezadas o dirigidas
por partidos políticos u organizaciones, como varias veces encabezó la CONAIE. Había un descontento general contra todo el sistema político, y la deslegitimación
trascendía al gobierno de turno.
De estas circunstancias es que nace la
candidatura de Rafael Correa desde Alianza País, candidatura que surge con un
fuerte contenido antipartidario, llegando al extremo de no presentar
candidaturas para el Congreso, sino sólo la candidatura de Correa a la presidencia.
El núcleo fundador de Alianza País, se
conformó por algunos dirigentes de la izquierda tradicional, intelectuales y
activistas de la nueva izquierda, y de distintas organizaciones sociales, y por
último personajes sin trayectoria política, pero del entorno personal de Correa.
Dentro del programa de gobierno
propuesto, figuraban la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente, la
oposición a un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, y el rechazo a la
base militar estadounidense en la localidad de Manta, afirmando que no se
renovaría su estadía, una vez finalizado el acuerdo.
Retomando, al momento de ir gestándose
la candidatura de Rafael Correa, se vivía en un contexto del país de total
descontento con la “clase política”, y una gran crisis de los partidos, debido
sobre todo a una década de políticas gubernamentales neoliberales y
antipopulares, y al descrédito en que cayeron las organizaciones indígenas una
vez que formaron parte del gobierno de Lucio Gutiérrez, organizaciones que eran
las únicas que todavía contaban con apoyo popular y alguna cuota de confianza
debido al rol que habían jugado durante la década de los ´90.
En un contexto de descreimiento a los
partidos políticos y a los políticos, surge Alianza País, con un discurso de
renovación política, que apelaba directamente al ciudadano individual, en el
marco de la premisa de “Revolución Ciudadana”.
Relación del gobierno con las
organizaciones sociales
.Asamblea Constituyente
Si bien la Constitución sancionada en 1998, reconocía varios derechos sociales, y sobre las comunidades
indígenas, la Constitución sancionada en 2008 fue superadora en cuanto a
derechos reconocidos.
En la elaboración de la Constitución, participaron distintos representantes de sectores sociales, y entre ellos,
participaron representantes de las comunidades indígenas, lo cual se vio
reflejado en el texto final con distintos derechos adquiridos.
Se ven enormemente ampliados los derechos
de las comunidades indígenas, atendiendo varias de sus demandas históricas: la declaración del
Estado como Plurinacional, lo cual implica considerar al Estado como unitario,
pero que a su interior, los distintos pueblos y nacionalidades, pueden ejercer
gobierno en su territorio, siempre y cuando no contradigan el marco
constitucional.
Se declaran a su vez, los derechos de los
pueblos y comunidades indígenas a mantener sus conocimientos, debiendo ser
reconocidos y protegidos desde el Estado; se instala la educación bilingüe con
el fin de fortalecer y preservar el patrimonio cultural; se determina el
respetar la diversidad cultural, debiéndose limitar las actividades militares
en su territorio, el respetar sus tierras, y prohibiendo actividades
extractivas en ellas, y se reconoce el derecho a respetar su aislamiento, si es
lo deseado por las comunidades. A su vez, se deben construir circunscripciones
territoriales que aseguren la preservación cultural de los pueblos, reflejar la
diversidad en el sistema educativo, crear medios de comunicación en sus
idiomas, a la vez de asegurarles un acceso sin discriminación al resto de los
medios de comunicación.
Se estableció que el castellano es el
idioma oficial de Ecuador, pero se reconoce a su vez el kishwa y el shuar como
idiomas oficiales de relación intercultural, y el resto de los idiomas
ancestrales, pasan a ser oficiales para los pueblos indígenas en sus
territorios. A su vez, los pueblos indígenas pueden crear, desarrollar y
aplicar derecho propio o consuetudinario, lo que da como correlato una Justicia
Indígena, en base a sus tradiciones ancestrales.
En total, los derechos colectivos para los
pueblos indígenas pasaron de quince a veintiún derechos reconocidos en la
Constitución.
A su vez, otras demandas históricas del
movimiento indígena se ven reconocidas en la Constitución, como el reconocer a la Naturaleza con derecho a su existencia, mantenimiento y
regeneración. Y también se establece el concepto de Buen Vivir, que implica
entre otras cosas el derecho y la obligación desde el Estado de garantizar,
derechos ambientales, económicos, sociales y culturales, como el derecho a un
ambiente sano, al acceso al agua, a tener un trabajo digno, acceso a salud, a
seguridad social, derecho a la comunicación, a la educación, y garantizar los
derechos humanos.
Desde el comienzo de la Asamblea Constituyente, surgieron diferencias entre diversos asambleístas, las cuales se
dieron también al interior del bloque de Alianza País. Las primeras diferencias
surgieron respecto a los derechos que versaban sobre la sexualidad, lo cual terminó
con el alejamiento de dos asambleístas ligados a sectores conservadores de la Iglesia.
Pero las principales diferencias
surgieron a partir de diferentes posiciones sobre el abordaje de la minería. En
este punto, la posición de Correa y sus partidarios era la de sólo consultar a
los pueblos que se verían afectados por actividades mineras. Y la otra
posición, sostenida por el presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta, era la de consultar y requerir de la aprobación de
las comunidades. Finalmente se impuso la postura de Correa, lo cual conllevó la
renuncia de Acosta a la presidencia de la Asamblea.
.La política extractiva de minerales
La relación de Correa y su movimiento
Alianza País, con las distintas organizaciones y movimientos sociales, no es
lineal ni simple, es una relación con altibajos, que se fue complejizando a
medida avanzaba en el tiempo el gobierno de Correa, siendo un hito en esta
relación, el proceso de la Asamblea Constituyente, ya que hubo un antes y un después en la relación.
En un principio, fue complejo para
algunas organizaciones y movimientos sociales, considerados progresistas o de
izquierda, posicionarse frente a un líder emergente como lo era Rafael Correa,
un outsider de la política, que surgía con un discurso y con reivindicaciones,
que históricamente habían sido bandera de dichos movimientos, como la oposición
al neoliberalismo, la necesidad de realizar una nueva Constitución, o el
rechazar la base militar norteamericana en Manta.
Se acompaño en general al presidente
desde casi todos los movimientos sociales, aunque algunos como la CONAIE, ensayaron un acompañamiento crítico, marcando algunas diferencias.
Dichas diferencias fueron surgiendo no
solo con movimientos sociales, sino que al interior de Alanza País surgieron
debates, guiados por temas puntuales, como el papel de la sexualidad en la Carta Magna (que llevó a la renuncia de 2 constituyentes), y sobre todo hubo discusiones en
torno a la ecología, y a la minería. Dentro del movimiento, como se indicó, se encontraban
dos tesis encontradas, que luego desembocarían en un quiebre de la alianza
gobernante. Por un lado, Acosta, presidente de la Asamblea Constituyente, que defendía posicionamientos de grupos y organizaciones ecologistas,
y también el derecho de las comunidades que sean consultadas y que sean ellas,
las que diesen la última palabra para aprobar megaproyectos que afectasen la
naturaleza y el entorno.
Ésta es la cuestión que atraviesa la
relación del gobierno y dichas organizaciones, las distintas posiciones en
torno a la extracción de minerales y su impacto ambiental.
Como lo señala Carlos Zorrilla, la
cuestión de la minería es un eje central del conflicto entre comunidades
indígenas y el gobierno, un eje que trasciende el aspecto económico, y refiere
también al cómo se afecta a las culturas y al bienestar de las comunidades.
Cuando se habla de
extractivismo, se está haciendo referencia a las actividades mediante las
cuales, se sacan minerales de la naturaleza para su posterior comercialización.
Es la actividad encarada por el gobierno
ecuatoriano bajo un discurso, de que es una actividad sustentable, que se
puede realizar de manera responsable, con un impacto en la naturaleza menor.
Desde el gobierno, se promulgó la Ley Minera en enero del 2009, con carácter de ley orgánica, lo cual le da prioridad sobre
otras leyes; y por otro lado, declara la minería como una actividad de utilidad
pública, lo cual le otorga centralidad en la actividad económica.
La existencia de actividades extractivas
de minerales, no es algo novedoso en Ecuador, sino que data de la década de los
´70, década en la cual se comenzó con la extracción de petróleo, sobre todo en
la zona amazónica.
Se da un discurso típicamente
neodesarrollista, saludando el flujo de capitales extranjeros para exploten las
riquezas naturales del país, argumentando que el país no tiene ni los recursos
ni las herramientas para llevar adelante la explotación. Lo que le queda al
país, son la regalías que dejen las empresas.
No se puede dejar de considerar la
cantidad de deshechos producidos por estas actividades; por ejemplo en el
proyecto de El Mirador, llevado adelante desde capitales chinos, se calcula que
producirá 326 millones de toneladas, cercano a la basura producida por una
ciudad como Guayaquil a lo largo de 405 años. El Mirador es una mina de cobre,
concesionada para ser explotada por 25 años, cantidad de años en que se calcula
que producirá esa cantidad de deshechos, que equivalen a 26mil toneladas
diarias. Con este proyecto de El Mirador, se considera que se inauguró la etapa
de la megaminería en Ecuador.
Actualmente, el país tiene concesionadas
4,1 millones de hectáreas de la tierra, un 20% del total de su territorio.
Política extractiva que se utiliza para conseguir metales, petróleo, pero
también existen grandes emprendimientos hidroeléctricos, como el de Coca
Codo Sinclair, lanzado en el 2008 junto al gobierno argentino presidido por
Cristina Fernández de Kirchner.
.Abordaje de la protesta social
Las protestas y movilizaciones en contra
de actividades extractivas, tienen su origen a partir de actividades petroleras
en la Amazonía, a partir de la creación en el año 1987 de Acción Ecológica. Pero
en los últimos años, se han visto ampliadas, por las actividades mineras que se
comenzaron a realizar en el territorio ecuatoriano. Principalmente, las
protestas se han materializado por marchas y grandes movilizaciones como la Marcha Plurinacional por el Agua, la Vida y la Dignidad de los Pueblos, o las marchas convocadas
por la CONAIE contra la firma del contrato entre el gobierno y la
empresa china Ecuacorriente realizado en marzo del 2012.
Frente a las voces de protesta y las movilizaciones
realizadas por las organizaciones en contra del extrativismo, la respuesta
gubernamental, ha sido la descalificar a quienes las llevan a cabo, y el
criminalizar las protestas. El mismo Correa, se ha expresado en numerosas
ocasiones respecto a los activistas, acusándolos de irresponsables y de ser
parte de un indigenismo e izquierdismo infantil.
A su vez, la fuerza pública a sido utilizada mediante
juicios a líderes de los movimientos, o desalojos de campamentos de protestas.
Algunos de los procesados, los cuales son más de 200 hoy en día, han sido
acusados de realizar actividades terroristas, o de ser parte de guerrillas
antisistema.
Conclusión
A modo de conclusión, se puede reflexionar sobre diversos
aspectos señalados. En principio, señalar que Rafael Correa es
un líder post neoliberal, que marca una ruptura con el proceso anterior. Es
producto del agotamiento de una época, del descontento y del reclamo popular
para que las cosas cambien. Pero esto, no debe llevarnos a pensar, que es un
gobierno revolucionario ya que se pueden observar muchas continuidades con el modelo
anterior, ya sea en lo que refiere al patrón de acumulación económica, o en la
forma de concebir la política, apelando a un discurso que apunta al individuo y
reniega de las organizaciones.
En segunda instancia, se debe resaltar la Constitución del 2008, la cual amplía enormemente los derechos ciudadanos, y especialmente
los referidos a las comunidades indígenas. Pero a la vez de remarcar estas
conquistas en materia de derechos, se debe remarcar, como en los hechos, se han
violado, a partir de actividades extractivas, que afectan tanto a comunidades,
como a la naturaleza misma.
Es paradójico que luego de reconocer los
derechos que corresponden a la naturaleza, una de las actividades más
relevantes del país, se base justamente en depredar los recursos naturales; y a
su vez no se debe perder de vista, el contexto internacional de crisis
económica, que afecta sobre todo a los países “centrales”, lo que a su vez
coincide con un avance de las actividades de multinacionales en todo el
continente, para la explotación de recursos naturales, sobre todo, los
referidos a actividades mineras. Actividades proyectadas, decididas y llevadas
adelante a partir de capitales extranjeros y en beneficio de ellos, y que a la
región solo le dejan porcentajes de sus regalías.
A su vez, no se puede dejar de tener en
cuenta, que Ecuador es una economía dolarizada, por lo que no tiene potestad de
emitir moneda, por lo que ésta entra a través de endeudamiento, o desde las
exportaciones, y las actividades mineras, son las que más divisas dejan en el
país.
Por último, y respecto a las
organizaciones indígenas, se ha visto a lo largo del trabajo, como de
fortalecerse en la lucha contra el neoliberalismo, han pasado a deslegitimarse
junto a todo el sistema político. Pero hoy se puede pensar en una
reconfiguración de dichas fuerzas, a partir de este presente clivaje, este
nuevo eje de conflicto, como lo es la actividad extractiva y la depredación de
la naturaleza, avaladas desde el gobierno.
Se observa de ambos lados un endurecimiento
de sus respectivas posiciones respecto a este tema, y no cabe esperar una
vuelta atrás en la relación del gobierno y las organizaciones indígenas, ya que
resulta dudoso y poco probable, que las actividades mineras sean suspendidas,
por lo que significan para las arcas estatales.
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