Revista Nº16 " PUEBLOS ORIGINARIOS "

 

Resumen:

 

 La movilización los sectores indígenas tuvo lugar después de la caída del modelo neoliberal, lo cual había excluido la representación para las organizaciones indígenas. Debido a esta falta de representación, las bases indígenas empezaron a organizarse dentro de movimientos sociales para lograr los cambios en nombre de la identidad indígena en la política nacional. En Bolivia y Ecuador, surgieron los dos movimientos más fuertes de la región, el MAS y la CONAIE respectivamente, que intentaron llevar sus propias tareas de maneras distintas. En el proceso, ambos movimientos encontraron desafíos propios que tratan de impedir su proceso de representación. La utilización de la estructura de oportunidad política (EOP) servirá determinar si los movimientos se han construido de una forma soportable seguir en adelante con la agenda política indígena al nivel político nacional.

 

Abstract:

 

The mobilization of the indigenous sectors occurred after the failure of the neoliberal model, which had excluded the representation of indigenous organizations. Due to this lack of representation, the indigenous bases began to organize themselves as social movements to achieve changes under their indigenous identities in the national political systems. In Bolivia and Ecuador, the two strongest movements of the region emerged, the MAS and the CONAIE, respectively, which tried to bring about their own causes in distinct manners. In the process, both movements were confronted with various challenges that tried to impede their representation process. The utilization of the political opportunity structure (POS) will serve to determine if the movements have constructed a supportable system to continue with their indigenous political agenda at the national level.

 

Palabras claves: movimiento social—EOP—MAS—CONAIE-Pachakutik—identidad indígena

 

 

“Los cambios de la estructura de oportunidad política: un estudio  comparado del MAS en Bolivia y la alianza de la CONAIE-Pachakutik en Ecuador frente al declive de la oportunidad política”

                                 Por: Clay Moran[1]

 

Introducción

 

En la década de 2000, los movimientos sociales indígenas en Bolivia y Ecuador han realizado avances en la obtención de poder político a pesar de los obstáculos que han tenido que enfrentar en cada país. Según la teoría de la estructura de la oportunidad política (EOP)[2], las tendencias políticas en cada país permitieron que estos avances políticos fueran realizados, las propuestas de los movimientos indígenas fueron bien recibidas por los diferentes sectores de la sociedad civil que apoyan la causa indígena. Es decir, se han presentado en estas sociedades la apertura para que otros sectores políticos accedieran espacios de poder que anteriormente les estaban negados.

 

El caso de Bolivia muestra una fusión de las comunidades indígenas de base y la  dirigencia política a través del Movimiento al Socialismo (MAS) y su líder, Evo Morales.[3] Éste ha logrado dirigir el movimiento hasta el establishment pero manteniendo el sentido de un movimiento popular a la vez. Es importante clarificar por el análisis de este trabajo que el MAS es un partido político establecido en Bolivia, pero a la vez la manera en que Morales lo dirige refleja en gran parte el movimiento social.[4] Esta combinación del partido político dentro del movimiento social es un eje único, pero a la vez cuestiona la definición contemporánea de lo que constituye un movimiento social. 

 

El caso ecuatoriano consiste en la alianza de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), su rama del movimiento social, y el partido político Pachakutik Nuevo País en Ecuador. Esta alianza permitió un doble papel que marca una cooperación entre el movimiento social y el partido político. No obstante, esta fusión de la estructura del partido político con el movimiento social se ha encontrado con problemas para avanzar en la agenda política indígena.

 

Aunque ambos movimientos han cumplido con los intereses indígenas en la política nacional exitosamente, problemas de la estructura de cada movimiento reclaman atención y generan dudas sobre la cohesión de los movimientos sociales y los partidos políticos. Puesto que el MAS se ha involucrado demasiado dentro de la política nacional tradicional y sus métodos de ejecución existe el riesgo de que las bases indígenas populares lo rechacen. Por su parte, la CONAIE depende del partido Pachakutik para cumplir su agenda política, y así se encuentra limitada por el partido y sus intereses.

 

Por tal motivo es fundamental poder determinar cuáles han sido los factores que han permitido a cada movimiento avanzar con éxito hasta situarse donde actualmente están en la escena política de  sus respectivos países y, a su vez, poder evaluar sus perspectivas para el futuro y si pueden constituirse en referentes para los países andinos y latinoamericanos que enfrentan las mismas problemáticas.

 

El MAS y la CONAIE Pachakutik han logrado consolidarse en el marco de la EOP positiva. Sin embargo, las dificultades crecientes en el ambiente político de cada país parecen indicar un giro negativo de la EOP y como consecuencia ponen en duda la continuidad y sustentabilidad exitosa de estos movimientos. Surge entonces la pregunta de si el MAS y la CONAIE-Pachakutik han logrado en estos años construir un modelo de acción lo suficientemente sólido como para superar la EOP negativa y mantener el poder político nacional. También se presenta la pregunta de si estos movimientos sociales indígenas y su modo de participación en la política nacional pueden constituirse como modelos sustentables para el resto de la región.

 

En este trabajo la teoría de la EOP funcionará marco teórico para analizar los cambios políticos que permiten a los movimientos ganar poder político y a la vez reducen la concentración de poder en el Estado,  y plantear cuestiones esenciales que ya han sido determinadas en los trabajos de Sidney Tarrow y Charles Tilly.

 

Esta investigación se servirá de la EOP por dos razones principales: la primera para vincular la teoría del movimiento social con los ejemplos más profundos y exitosos de América Latina y; la segunda para destacar los factores principales que permitieron los avances políticos de los dos movimientos y determinar qué factores impiden su progreso y ponen en peligro su continuidad.

 

Por otra parte, la EOP permite analizar la aparición de las oportunidades políticas como un factor esencial de las decisiones que toman los líderes de movimientos al navegar la escena política.

Los autores Tarrow y Tilly establecen criterios para determinar los factores que permiten el crecimiento de los movimientos sociales y su continuidad.

 

Desarrollo de las variables dependientes

En el trabajo presente, se considera una serie de cuatro factores para determinar comparativamente los avances de cada colectividad indígena. Los factores que serán utilizados son la estructura del movimiento, la identidad indígena, la presencia de otros movimientos y el liderazgo de cada organización. Estos factores permiten hacer un análisis comparativo para entender las colectividades indígenas según la literatura de la EOP porque tienen en cuenta el funcionamiento de la colectividad indígena en el marco de las agendas políticas de sus respectivos países. A través de estas variables es posible detectar los avances de cada movimiento indígena y las claves de su éxito: de este modo, los factores que hacen posible el éxito en los casos presentados podrán señalar prerrequisitos para otros movimientos.

 

Podría considerarse que el porcentaje de población indígena en cada país es un factor clave para analizar el éxito de los movimientos indígenas. No obstante, considerando los datos de Bolivia y Ecuador, con 71,0 porcentaje y 38,0 porcentaje de población indígena respectivamente, queda en evidencia que no se requiere la presencia indígena mayoritaria en todos los casos para formar el movimiento fuerte. Antes bien, la utilización de la teoría de la EOP es clave para analizar los factores que permiten la organización de estos movimientos indígenas, pues esta teoría presta atención más al tipo de formación del movimiento que al número de participantes.

 

Se han seleccionado los cuatro criterios: de la construcción de los movimientos, la identidad indígena, la presencia de otros movimientos y el liderazgo de cada movimiento porque dichos factores destacan las tendencias políticas y culturales que recorren cada sociedad considerada. Se considera importante incluir estos elementos puesto que la colectividad indígena depende tanto de la representación cultural tal como la política.

 

La formación de la identidad indígena que actúa como el eje central

El movimiento indígena en Bolivia empezó principalmente a través de la Revolución Nacional de 1952, en la cual el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) jugó un papel central para empezar el proceso del movimiento indígena en Bolivia, principalmente dirigido por una élite de intelectuales de la clase media. Desde allí, "el caudillismo, el caciquismo e instrumentalización de las bases indígenas" se convirtió en la característica a través de la cual estos líderes movilizaron al campesino obrero, el que empezó a formar la base del movimiento indígena boliviano (Rocabado: 2010:535). El crecimiento de este movimiento en años recientes ha sido consecuencia de una serie de asociaciones indígenas que ganaron y perdieron el poder político en pocos años, grupos que incluyen la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB)[5], el Movimiento Sin Tierra (MST), el Partido Indio de Bolivia (PIB), la Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM) y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CSCB), entre otras colectividades.[6]

 

Entre todos los actores políticos y representes de las colectividades indígenas, el MAS fue la primera colectividad en proponer la autodeterminación de los pueblos y naciones indígenas, la que permitiría poder llevar a cabo cierta autonomía para cada grupo indígena (Mayorga: 2001:90). A causa de su identidad campesina como un agricultor de hoja de coca, y su trayectoria como representante de la población indígena local, Evo Morales fue elegido el Presidente de la República de Bolivia en diciembre de 2005 con 53,74 % de los votos (Murakami:2008:13-14). Éste triunfo electoral puso en evidencia una cuestión clave para el Estado Plurinacional, la fusión de la operación de los elementos sindicales con los obreros del campo y los indígenas. El ascenso de Evo Morales radicalizó la fuerza fusionada de estos varios elementos de la sociedad, que antes estaban separados en la política boliviana.

 

El marco teórico del trabajo de Rocabado (2010) se centra en esta cuestión presente, en cómo se han formado los grupos indígenas en Bolivia. La conclusión más interesante para el presente trabajo subraya el hecho que el indigenismo ha tomado una presencia central en el sistema político boliviano, no en términos de poder, sino en términos ideológicos. El indigenismo ha permitido el desarrollo del Estado boliviano a través de las líneas del movimiento indigenista, y no sólo en los límites tradicionales ofrecidos por el Estado. El ascenso del MAS a la escena política nacional a través del liderazgo de Evo Morales ha permitido llevar a cabo el poder político dentro del sistema político junto con el poder popular de las bases indígenas, a través del establecimiento de la fusión entre el establishment con el apoyo popular indígena y especialmente de los agricultores de la hoja de coca.

 

La CONAIE del Ecuador posee una historia distinta a la del MAS, que tiene sus orígenes en la consolidación del Consejo Nacional de Coordinación de Nacionalidades Indígenas (CONACNIE) que agrupó diferentes colectividades de los pueblos originarios. La CONAIE, como consolidación de estos intereses indígenas ecuatorianos, se había dedicado a luchar por los temas del conflicto de la tierra, la educación bilingüe y bicultural, los derechos culturales y los derechos económicos (sitio oficial de la CONAIE). A partir de 1996, la CONAIE se juntó con el partido político Pachakutik para poder realizar su agenda política sin dejar ni correr el riesgo de perder su base popular. Más allá, en el mismo año, el Pachakutik ocupó tercer lugar con referencia a los puestos del Congreso nacional y una variedad de puestos públicos en oficinas locales (Arias: 2006:225). Este triunfo garantizó el giro positivo en la EOP de la CONAIE.

 

No obstante, el golpe de Estado militar que tuvo lugar en el año 2000, duró sólo tres horas y fue dirigido por la CONAIE como reacción a la crisis económica más severa de la historia ecuatoriana entre 1998 y 1999 tuvo consecuencias negativas para su EOP. En términos simples, el golpe fue un fracaso e implicó consecuencias graves para la oportunidad política de la CONAIE: el haber derrocado a la presidencia de Jamil Mahuad, y el haber fracasado para poder mantener el poder del estado disminuyó su credibilidad como movimiento social. Por otra parte, para reconstruir su credibilidad, la CONAIE y el Pachakutik formaron una alianza con el Partido Sociedad Patriótica (PSP), fundado por el coronel Lucio Guitérrez[7] en su ascenso a la candidatura a la presidencia bajo el PSP. Las otras alianzas que formó la CONAIE se explicarán más adelante.

 

Los ajustes neoliberales movilizan la base popular

Para que se comprenda mejor el proceso complejo y largo de la formación de la identidad indígena, se utilizará el concepto de Casar y Peralta (2003) de "círculos concéntricos". Este concepto trata de explicar y determinar las fuerzas sociales, culturales y/o políticos que fomentan la identidad indígena. Con respecto al caso ecuatoriano, los autores desarrollan los tres aspectos que confluyeron para formar el golpe de 2000. En lo económico, la crisis económica de 1998 y 1999; en lo político, el establecimiento del lazo con el Pachakutik; en lo cultural, el vínculo fuerte establecido con las bases. Dentro de este círculo concéntrico, se forma el "núcleo" de la identidad, hacia la cual la base es atraída a través de ciertos marcadores socialmente reconocidos (Casar y Peralta: 2003:117). Así, el movimiento presenta un ícono para que la comunidad indígena se reconozca en él. De este modo, la comunidad está vinculada al movimiento y logra la cohesión y la construcción de una identidad común, frente a los ajustes neoliberales que atentan contra su identidad cultural.

 

Por un lado, esta movilización indígena representa la única colectividad frente a la propia identidad presentada desde su incorporación dentro de las sociedades democráticas latinoamericanas. El artículo de Quijano (2006) se centra en esta cuestión, y subraya este proceso, de cómo la movilización indígena operó frente al Estado neoliberal que principalmente excluyó la representación indígena. Esta exclusión permitió la formación y radicalización de los movimientos, y así pues  permitió el gran giro de la oportunidad política positiva para el enfrentamiento de los movimientos frente al Estado mínimo.

 

El proyecto neoliberal se había enfocado en la asimilación cultural de las identidades indígenas, pero el resurgimiento de los grupos indígenas para poder lograr los avances políticos destacó la existencia dichas colectividades y marcó un cambio de las etapas anteriores de los movimientos (Quijano:2006:200-1). Esta unidad de identificarse bajo la etiqueta “indígena” ha promovido los derechos indígenas, y ha permitido la formación de partidos políticos indígenas que operan en la escena política nacional, los cuales no sólo apelan a miembros de su propia identidad indígena sino también atraen a miembros de varios sectores de la sociedad. Desarrollar el apoyo político afuera de las bases indígenas es característico de los casos del MAS y la CONAIE-Pachakutik.

 

Por sobre todo, la asociación de los grupos indígenas giraba a torno de la identidad anti neoliberal. Al reducirse el papel del Estado en la vida pública y privada de los ciudadanos de Bolivia y Ecuador, surgió la identidad indígena colectivizada. Pues en muchos casos los ciudadanos en ambos países, con poblaciones indígenas respetables, acercaron a sus propias identidades indígenas, y desde allí buscaron la representación política que les había faltado debido al Estado mínimo.

 

Aunque las crisis económicas que pusieron fin al modelo neoliberal, ocurrieron alrededor del año 2000, faltaron varios años para que la identidad indígena se colectivizara en la escena política nacional. Cuando las crisis económicas tuvieron lugar, señalaron el fracaso del modelo neoliberal y permitieron el ascenso de Evo Morales en Bolivia con 53,74 % de los votos y Rafael Correa[8] en Ecuador con 56,67 % de los votos (Murakami: 2008:13-14). Ambos candidatos representan la política ideológica de la izquierda y reflejan el giro para distanciarse de la identidad neoliberal.

 

Del mismo modo que los ajustes neoliberales otorgaron la oportunidad movilizarse bajo la identidad indígena, también brindaron una oportunidad clave para reintegrar los grupos indígenas dentro del sistema político. Los años entre las reformas y la llegada al poder de las fuerzas indígenas, en el caso de Bolivia con la elección de Evo Morales y en el caso más complejo de Ecuador[9], muestran la formación de las fuerzas indígenas dentro de una colectividad política capaz subir al poder y organizarse estratégicamente.  Es decir, los elementos indígenas estaban presentes durante los ajustes neoliberales, pero no se organizaban de una manera consolidada para poder postularse en una campaña electoral. Tan pronto como hubieron podido, los movimientos sociales encontraron una organización estructural que les permitiera lograr el poder político nacional y de este modo realizar la oportunidad política positiva. Puesto que el giro político después de la caída del modelo neoliberal demandó la presencia fuerte del Estado, los movimientos sociales indígenas en ambos casos fueron capaces de promover sus propias agendas a través de este nuevo modelo. Este modelo se convirtió en la moda de la región, que apoya al Estado caracterizado por su involucración y presencia fuerte.

 

La relación directa entre los ajustes neoliberales y el aumento en la EOP positiva de los grupos indígenas se encuentra en el trabajo de Cazar y Peralta (2003). Los autores muestran, a través de varios gráficos, el número de noticias sobre el mundo indígena y las contraponen a varios factores: la reforma estructural en el Ecuador, la tasa anual de variación del PIB por habitante, entre otros. La tendencia revela un aumento de noticias del mundo indígena que crece a principios de la década del noventa, y luego queda inactiva, pero sube de nuevo a partir del año 2000 (Cazar y Peralta:2003:46-7). Se deduce que los períodos de mayor EOP positiva ocurrían durante los períodos de mayor actividad de la CONAIE, incluyendo una serie de marchas masivas, específicamente la marcha de la OPIP en abril de 1992 y el golpe del Estado que tuvo lugar en enero de 2000, en el cual actores de la CONAIE tuvieron un papel activo. 

 

La estructura de los movimientos que determinan su EOP

La utilización de la EOP en este trabajo permitirá el análisis del MAS y la CONAIE-Pachakutik a través de una teoría política útil y probada, que por su parte, propondrá la perspectiva a futuro de cada movimiento. El acercamiento del tema de la EOP predica la habilidad para que el movimiento social logre y mantenga un cierto nivel de poder político. Según la teoría de Tarrow (1994, 1996 y 2008), las acciones que permiten el avance de poder político del movimiento dependen principalmente de dos factores: en primer lugar, las acciones propias de los movimientos dentro y fuera de la escena política nacional, las que sirven para ganar el apoyo popular de los ciudadanos de un país; en segundo lugar, las políticas que establece y el curso de acción que dirige el Estado, que pueden manifestar reacciones negativas a parte de los ciudadanos. Estos dos procesos están determinados simultáneamente y como consecuencia dirigen la EOP en términos positivos o negativos con respeto a cada organización.

 

En otras palabras, la teoría predica "el cuándo de una movilización explica en gran medida el porqué y el cómo" (i Puig: 2008:681). Esta simplificación de la teoría de la EOP que desarrolla Tarrow y Tilly es bastante útil para entender los procesos múltiples y complejos que ocurren al analizar los movimientos sociales. Con respeto al cuándo, se analiza las acciones que toman ambos, el Estado y el movimiento, que entonces realizan la EOP positiva o negativa para el movimiento y/o el Estado.[10] El porqué se enfoca en las razones que ofrece el movimiento para empezar una revolución social, es decir la causa del movimiento. Al analizar el cómo, la teoría intenta narrar las acciones que han ocurrido desde el funcionamiento inicial del movimiento y que le permiten sostener sus avances políticos. Mejor dicho, se considera los avances políticos del movimiento y cómo los sustenta en la sociedad. 

 

Acercándose al punto clave de la EOP, se destaca la posibilidad para que el movimiento social crezca en términos de poder político. Los factores que determinan si la EOP crece o disminuye dependen de cada estudio de caso, pues así es esencial recordar que los cambios a la EOP no dependen sólo de acciones políticas, sino también de las económicas, las sociales y las culturales. La confluencia de estos factores como consecuencia implica cambios dentro de la sociedad. Las acciones que lleva a cabo el movimiento son juzgadas por la sociedad en términos positivos o negativos y de este modo alteran la EOP determinada del movimiento social. Las acciones del movimiento social en sí mismas y además las acciones políticas del Estado se constituyen  como factores que pueden actualizar la EOP de cualquier movimiento. Todavía hay que tener en cuenta que el avance hacia el futuro de los movimientos sociales, en términos de la EOP para medirlo, depende de la capacidad de los movimientos para mantener la fidelidad de las bases además de atraer todavía más apoyo fuera de las bases. Este proceso, como ya se ha dicho, puede ocurrir a través de acciones del movimiento propio o a través de las políticas que decide ejecutar el Estado.

 

Las teorías según los teóricos de movimientos sociales

La mayoría de la EOP toma en cuenta el ambiente político en que opera el movimiento social y  evalúa las acciones que implican al Estado para alterar dicho ambiente. Tarrow incluye cuatro cambios fundamentales en la oportunidad en su teoría de la EOP: el mayor acceso a la participación política, la reestructuración de los detentadores de poder, la presencia de partidos simpáticos al movimiento y divisiones emergentes entre los detentadores de poder. Fundamentalmente, los esfuerzos unidos y colectivos serían esenciales para poder superar el poder estatal (Tarrow: 1994:86; Unger: 1987:65). Desde una perspectiva macro, se deduce que los cambios en la posición política que ocupa el movimiento y su afiliación propia alteran dramáticamente su oportunidad de ganar más poder político. Los cambios de segundo orden reflejan las relaciones dentro del movimiento que también pueden alterar la oportunidad propia. En la consideración del poder estatal, el Estado fuerte desalienta la participación fuera de sus instituciones mientras que el Estado débil no es capaz dictar si deben formarse los movimientos sociales (Tarrow: 1996:43-6).

 

El eje de mayor importancia de la EOP destaca cómo el movimiento interactúa con el Estado, y cómo dicha relación altera la oportunidad para el movimiento. En cambio, el Estado asegurará que las demandas del movimiento no se llevarán a cabo en la movilización de los otros sectores de la escena política. Los beneficios de analizar la EOP desde la perspectiva estatal se encuentran en el trabajo de Charles Tilly. El reporte más comprensivo de esta teoría "se corresponde al proceso por lo cual el sistema político nacional forma, chequea y absorbe los desafíos que lo confrontan" (Foweraker: 1995:71). Tarrow también tiene en cuenta que las acciones de los movimientos son una respuesta a los recursos que el Estado dispone para ellos (Tarrow: 1996:54). Desde la oportunidad suya que constantemente cambia, los movimientos aprovechan los recursos que provienen del Estado y también buscan poder realizar sus propios recursos. El período de tiempo bajo consideración se convierte en un factor irrelevante cuando se examina el desplazamiento de la oportunidad política del movimiento: se puede lograr los avances dentro días o dentro meses. Pero con todos los factores considerados iguales, la oportunidad para que el movimiento tenga éxito depende completamente de la debilidad del Estado. La debilidad estatal con frecuencia es inversamente proporcional al apoyo que recibe el movimiento (Goldstone y Tilly: 2001:184-5). Es decir, cuando el Estado está débil, el apoyo a los movimientos aumenta y cuando el Estado está fuerte, el apoyo disminuye.

 

La construcción de los movimientos sociales

Teniendo en cuenta el desarrollo de las teorías ya establecidas, se vinculan estas teorías a los estudios de caso. La manera en que los movimientos están construidos representa un factor importante en la manera de cómo operan bajo el Estado y luego cómo interactúan a su vez. Con frecuencia el tipo de colectividad que desarrollan los movimientos sociales se constituye como el resultado de los movimientos previos, los que se disminuyen en poder político a través de la cooptación por otros movimientos o acción dirigida por el Estado. En los casos presentes de Bolivia y Ecuador, ambos movimientos han tratado de y más han promovido de ser representante del bloque más amplio del movimiento indígena. En otras palabras, además de ser agente de sus propias culturas indígenas, los movimientos intentan expandir sus fuerzas políticas a través de la representación de más sectores indígenas. Este permite una expansión de la base de ambos movimientos, y de este modo entonces aumenta la posibilidad para que realicen cambios programados de sus propias agendas. 

 

Más allá, este análisis permite la proyección de una historia de las causas indígenas comunes del pasado, que sirven para entender el porqué se han formado los movimientos de hoy. El sentido en el qué se enfatiza es saber si el movimiento fue formado por el consenso de varios grupos que compartían metas parecidas o si el movimiento con más poder ha cooptado otras organizaciones con menos poder político. ¿Qué otros actores han estado presentes en la política? ¿De qué y de dónde se fundó el poder político del movimiento? ¿Qué alianzas ha formado el movimiento y cuáles son las características? ¿Qué tipo de interacción tienen los movimientos con el Estado? Éstas cuestiones revelan el tipo de formación que se ha realizado y proponen una perspectiva desde la cual considerar las características que ofrece el movimiento en la escena política nacional.

 

La CONAIE en Ecuador es el resultado de la fusión de varios elementos indígenas, que luchaba para su propia agenda. La formación de la CONAIE disminuyó los desacuerdos dentro de la representación indígena, pero aún así no permitía el acceso para que se presentaran las demandas indígenas al nivel de la política nacional. Como consecuencia, había que formar una alianza con el partido político Pachakutik Nuevo País para que se cumpliera la agenda política a nivel nacional. Esta a alianza ha abierto un doble camino para la CONAIE: en primer lugar, el lazo formado con el Pachakutik permite la realización de reformas indígenas, que entonces genera la EOP positiva para la CONAIE; en segundo lugar, la alianza política automáticamente por la definición suya implica un equilibrio de las demandas entre el movimiento y el partido político. Es decir, cada organización asume sus propias agendas y para que se pongan de acuerdo con las acciones compartidas, y a la vez tienen que llegar a ciertos consensos sobre la agenda programada. Además, la asociación estatal del movimiento destaca las demandas prometidas por parte de sus bases: en el caso de la CONAIE, se les prometía a sus bases la reforma agraria y de tierra, entre otras, y con esta alianza podría llevarlas a cabo. Cuando se considera esta categoría de reforma, la única opción para poder lograrla está dictada por la interacción con el Estado y la postulación de ganar poder político, a través de los cuales la CONAIE ha establecido la alianza con el Pachakutik.

 

Por otra parte, el ejemplo del MAS en Bolivia se ofrece como un modelo único. Si bien el desafío de la CONAIE es la fusión de poder político con el Pachakutik, el gran desafío del MAS, que a la vez constituye su mayor logro, es la representación de los movimientos políticos bolivianos dentro de la escena política nacional. Así pues se complica la representación de varios movimientos porque cada uno promueve sus propias demandas, de las cuales el MAS como partido político se ha declarado el represente. A la vez, las características del MAS se expandían a través de las clases sociales para profundizar su base de apoyo (Albro: 2005:412). La meta del MAS se enfoca en llevar la representación de las bases dentro de la política nacional. No obstante, el intento de representar a todos los movimientos indígenas bajo el mismo partido político, más solicitar la incorporación de elementos obreros campesinos y sindicalistas, es un acto valiente debido a las demandas múltiples que todos piden. Por otro lado, el discurso de Morales como representante de la nación aymara permite la superación de la lucha anti neoliberal en las líneas de la identidad indígena, y que a la vez avance la causa aymara y la base de apoyo del MAS (Ibíd). De este modo, los movimientos indígenas han prometido recuperar el poder político a través de la base cultural del país, pero la utilización de la identidad indígena para colectivizar la población en contra de la política neoliberal impone cuestiones problemáticas sobre la legitimidad del proceso y los movimientos indígenas dudan que estén siendo representados de una manera verdadera. Puesto que la creencia común de los movimientos se enfoca en la idea de que el Estado distorsiona su misión y que el sistema político es corrupto, existen ciertas problemáticas sobre el proceso de representación que Morales ha fundado, y en consecuencia es constantemente juzgado y criticado por la comunidad indígena.

 

La presencia de otros movimientos

Uno de los elementos que destaca Tarrow que puede ayudar al movimiento a ganar apoyo es la presencia de partidos simpáticos al movimiento que permiten la acumulación de EOP positiva. Así que, hay que considerar que cuando se desarrollan los partidos anti-simpáticos, como consecuencia la probabilidad de éxito disminuye, lo que implica un giro a la oportunidad política negativa. La plausibilidad de ambas posibilidades es esencial para evaluar efectivamente el ambiente político en que operan los movimientos. Antes bien, la consideración de otros movimientos que están operando a la vez que los casos en el presente estudio sirve como ejes claves para destacar los cambios de EOP que afrontan los movimientos.

 

En plena forma, la construcción del MAS y su oferta hacia el público boliviano marca un fenómeno distinto: en realidad, su meta principal es transformar la sociedad entera, cambiarla para que represente el pueblo indígena a través de varios ejes, incluso las luchas agrarias, culturales, bilingües, entre otros. La figura del gobierno más presente en esta lucha además de Morales ha sido su vice ministerio de descolonización, Félix Cárdenas. A su vez, el título del puesto implica una reformación de la sociedad entera. En sus discursos argumenta para la utilización del juicio político para declarar la soberanía del gobierno originario, y pues transformar el sistema entero a través de este eje (Rocabado: 2010:546).[11] Al enfocar, tres organizaciones que se involucran con el MAS y son los más importantes incluyen la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM), el Movimiento Indígena Pachakuti (MPI) y el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR). El acuerdo entre los elementos que proponía el MAS, que se llama el Pacto de Unidad, se coloca centralmente la armonización de los elementos políticos, pero el proceso para negociar dicho acuerdo fue cuestionado por varias fuerzas involucradas y a sus partes "rechazaron incorporar enmiendas al proyecto de texto constitucional, pero terminaron alineándose a las posiciones del gobierno". Como la colectividad estas varias fracturas se formaban, el CONALCAM intentó asegurar que los cambios fueran los deseados por el pueblo (Mayorga: 2001:90). A su parte, la CSUTCB en su apoyo para el gobierno de Morales ha politizado la representación indígena, puesto que sus propios intereses se acercan a la cara socialista del gobierno de Morales en vez de la indígena.

 

Aunque existe el apoyo variado para Evo Morales y la dirigencia del MAS en la representación del movimiento indígena boliviano, el opositor principal reclama varios críticas fuertes sobre el tema de la representación indígena. La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) ha formado el diálogo más fuerte y crítico en contra de la figura de "Evo". El líder de la nación aymara, y uno de los líderes principales en años recientes de la CSUTCB, Felipe Quispe reafirma el supuesto de que “Evo no es indígena. Él es socialista”. En referencia al MAS, Quispe declara que el “MAS es un híbrido, una mezcla. No son la expresión de la nación indígena. Son de la clase media y la indigente en ácida izquierda. El MAS es parecido a un burdel donde las prostitutas de la izquierda trabajan. Somos diferentes. Somos indígenas”. (Albro: 2006:416). De hecho, estas críticas severamente ponen en duda la legitimidad y el éxito potencial de la tarea que promueven Morales y el MAS en sus intentos representar a varios movimientos indígenas bajo un organismo. Esta opinión también está reflejada en la acusación del Consejo Nacional de Ayllus y Markas de Qullasuyu (CONAMNAQ), la cual “le había acusado al presidente Morales por la venta de la causa indígena y lo declaró ‘el enemigo del movimiento indígena’” (Ibíd; CONMAQ: 2006).

 

Una variedad de discusiones existen dentro de la comunidad académica que acercan al tema de las consecuencias de dichas acusaciones, pero cuando se considera el impacto de estas denuncias es obvio que implicarán el declive en alguna manifestación de la oportunidad política del MAS, debido a la duda implicada sobre la autenticidad de Morales como el representante de la comunidad indígena. Por ejemplo, debido a la situación de ahora,  si el MAS pierda el poder político, los otros grupos siguen ganando este poder perdido y revitalizan su propia causa así. Es más, para destacar mejor la relación de la EOP con la colectividad de movimientos, se facilita pensar en los movimientos en términos de una balanza de poder, y ¿cuáles son los factores que causan el intercambio entre sí? y ¿cómo se los trasladan?, o en otras palabras ¿bajo cuáles circunstancias ocurre dicho proceso? y ¿qué la razón o las razones para que sean realizados? Es claro que hay una cierta mezcla de factores, entre sí los sociales, políticos y económicos, que se combinan para transferir la oportunidad política entre las varias organizaciones.

 

Al contrario del MAS, que tiende demonstrar una fluidez en referencia a sus posiciones y acciones políticas, la CONAIE-Pachakutik se ha solidificado mejor en términos de institucionalización su causa. Asimismo, la presencia de los otros movimientos no le ha distraído a la CONAIE de las reformas agrarias y la representación de los pueblos indígenas, sino en vez se han colaborado con los otros movimientos que entonces permite una mejor representación. De este proceso, han surgido la Confederación Nacional del Seguro Social Campesino (CONFEUNASSC) y la Coordinadora Nacional Campesina (CNC) que colaboran con la CONAIE (Muñoz: 2001:155). Así que, las acciones de la comunidad indígena han llevado formarse en la característica cooperativa, pero a la vez esta cooperación ha impulsado una cooperación de las organizaciones indígenas ecuatorianas. Como tuvo lugar en el pasado en la formación de la CONAIE a su vez, esta cooperación iniciará un proceso de asimilación de los movimientos indígenas. Es decir, la pacificación de la causa indígena ecuatoriana, en términos de reforma agraria y representación indígena, iniciará un proceso de consolidación de los movimientos, cuya consolidación pondrá en duda a la duración de la operación de los movimientos con menos oportunidad política,  para poder seguir en adelante la colectividad tiene metas específicas y predeterminadas (Ibíd: 151).

 

Como está ilustrado en los gráficos de Cazar y Peralta (2003), las acciones que los movimientos indígenas ejecutaron frente al Estado que fueron considerado victoriosas para la causa indígena incluyen la adopción de la Ley Agraria a través del paro nacional en 1993 y el levantamiento de los campesinos en 1994, varias marchas que transcurrían el país (1992, 1993 y 2000) y las firmas por el Plebiscito (septiembre de 2000). Es más, debido a las varias acciones que llevaron a cabo las fuerzas indígenas, la presencia del mundo indígena a través de la prensa ecuatoriana elevó de un nivel notable (Cazar y Peralta: 2003:44). Es importante señalar que este fenómeno trata de marcar el poder político que el mundo indígena ha obtenido. El acceso a la prensa es clave para que el movimiento se comunique al país y que atraiga nuevos miembros. El papel de la CONAIE-Pachakutik es destacable en este análisis puesto que representa la alianza única que ha desarrollado entre el movimiento social indígena y el partido político nacional, la cual indudable ha permitido el giro de oportunidad política positiva para la comunidad indígena entera.

 

A pesar de los logros típicos de los movimientos sociales (atracción de miembros, desarmonización de la causa, etc.), el lazo entre la base y la política nacional autoriza la perseverancia de dichos desafíos. Además, la base de los movimientos ocupa el elemento clave para promover y solidificar el lazo que entonces ha fortalecido la agenda combinada de los varios movimientos sociales. Se subraya aquí que la táctica más esencial que la base demandaba que estos lazos fueran establecidos, que para el movimiento social es un proceso importante y depende de todas las manifestaciones de los deseos de la base. Para cumplir la combinación de ganar la EOP positiva y mantener la fidelidad de las bases, se constituye en un proceso complejo y complicado, pero debido a la formación de la alianza de la CONAIE-Pachakutik, donde las bases dictan la formación de su agenda, se lo ha implementado exitosamente.

 

El liderazgo de los movimientos

El elemento que se ha desarrollado que está considerado el factor más importante del movimiento social es el liderazgo. De hecho, a pesar de los varios desafíos que cargan otros movimientos, el Estado o cambios de la oportunidad política, la presencia de un líder que se relaciona y se entiende la misión por colectivizarse en una manera profunda, será capaz de mantener cohesivamente la composición y lógica del movimiento. Este líder otorga más probabilidad ganar de nuevo la oportunidad política si antes la hubiera perdido antes. Es decir, la presencia del líder carismático puede superar con facilidad cualquier desafío que esté presente, a través de la comprensión profunda de la ideología principal y conexión fuerte con la base popular. Desde ahí, la sección en adelante se enfocará en los aspectos del desarrollo de los liderazgos de cada movimiento, en la cual se analizará el papel de cada líder y las características así que contribuyen a su cohesión.

 

Dentro del partido político el MAS, Evo Morales ocupa el puesto de líder del partido y por medio de esta posición ha tratado de representar el movimiento indígena a la vez. De hecho, Morales se ha convertido en el testaferro dominante del movimiento y, oficialmente ha detentado  la presidencia de la Nación, pero al mismo tiempo ha intentado representar y promover el movimiento indígena boliviano. Esta fusión sin duda llama ciertas cuestiones sobre la autenticidad de Morales con respeto a su capacidad representar ambos: el movimiento social y el partido político, un fenómeno según los criterios de movimientos sociales manifiesta que la combinación es imposible, puesto que el movimiento social como definición opera afuera de los límites del Estado.

 

El discurso que utiliza Morales opta incluir no sólo los que lo apoyan, sino también construir vínculos nuevos e interpela con los otros movimientos de la escena política. De esta manera, el MAS asume el nuevo rol de representar a los movimientos sociales, y también Morales se aglutina las distintas coaliciones de actores políticas bajo su propio liderazgo en el ahínco para representarlas (Mayorga: 2003:91). Esta forma de colectivizar la política nacional se ha transformado en una característica central de su presidencia, pero a veces la coalición gubernamental se actúa más parecido a sólo una posición oficial en términos políticos en vez de realmente incorporase bajo la línea de liderazgo propio de Morales. Aunque Morales preferiría creer que sería capaz de representar los elementos de la coalición, con frecuencia se la presentará más de un rasgo inestable, especialmente ahora cuando la tarea del MAS depende de la contribución de una variedad de intereses, que a veces llevan a tareas que chocan entre sí. Debido a su intento hablar en nombre de dos caras diferentes, que en primer lugar reclama la identidad indígena y en segundo lugar promueve la política socialista, Morales se convirtió en el sujeto de varios ataques que se fundan acercando al tema de su legitimidad como el líder político.

 

Al subrayar esta discusión de la legitimidad del gobierno de Morales en el campo académico, se encuentra dos ramas de ataque, la primera ya fue discutido y que perfila los desacuerdos dentro del movimiento indígena liderado por Felipe Quispe, quien sigue cuestionando la autenticidad de Morales como líder de la nación aymara[12] y la segunda que se fundamenta en la institución política de Bolivia. Las características a su vez de la sociedad boliviana, que tienen que ver con la distribución de grupos indígenas, ha restringido la formulación de los partidos indígenas con poder político nacional gracias a la heterogeneidad étnica (Power y Cyr: 2010:265). Las varias demandas que origen de muchas bases indígenas, las que tienden a poseer intereses diferentes y a veces conflictivos, imponen demandas hacia el Estado que son demasiados fuertes para su capacidad. Es más, las instituciones del Estado boliviano son notoriamente y tradicionalmente débiles, que a su parte reduce la capacidad para que estas demandas sean resueltas a través de las instituciones y le dan de esta manera, mayor credibilidad a los movimientos sociales.

 

En términos regionales, este fenómeno  está compartido en las naciones andinas y se las caracteriza: por  las instituciones estatales que han sido frágiles y débiles, las cuales contienen niveles bajos de legitimidad. Esta falta de confianza en las instituciones se relaciona directamente a los altos niveles de la heterogeneidad étnica, que más implica una fracción étnica. Power y Cyr (2010) más allá concluyen que en principios de la presidencia de Morales prestó mejor confianza a su régimen debido a sus raíces fuertes con los movimientos sociales, es decir, extra institucionales. No obstante, después de la caída de apoyo, que  había subido recién después de su elección como el primer presidente indígena, la política nacional saltó atrás hacia sus tendencias típicas, las cuales son caracterizadas de un enfoque en el sector extra institucional (Ibíd: 266). Como consecuencia, se espera con anticipación realizar el declive de oportunidad política para ambos Morales como líder y el MAS como el medio principal de los movimientos. Se anticipa que, como consecuencia de este declive, los movimientos indígenas bolivianos en su representación nacional sufrirán a la vez.

 

Al contrario del caso del MAS, la CONAIE-Pachakutik no contiene una sola figura que representa al movimiento, sino más bien se encuentra y se apoya en representantes políticos por todo el espectro político ecuatoriano. Con tal de que una variedad de candidatos participe en el sistema político nacional, la tarea de la CONAIE-Pachakutik se pone más flexible y por eso está capaz de desarrollarse  con mayor habilidad y puede formar su agenda política según las demandas de las bases. Este proceso esencialmente permite que la CONAIE se transforme y se revele hacia las metas que mandan sus bases a cualquier momento. Así, la alianza está apta para adaptarse a los cambios de las corrientes políticas gracias al control máximo asignado hacia las bases, las cuales por sus propios intereses buscarán la vía con mayor posibilidad cumplir su propia agenda.

 

La construcción de la alianza de la CONAIE-Pachakutik le ayuda al movimiento ofrecerse a los dos lados del movimiento indígena. Por un lado, las colectividades indígenas de la costa se asumen más a las elites, mientras que las de la sierra y la selva se pertenecen a las bases y la clase social baja (i Puig: 2008:691). De hecho, la estructura de dicha alianza permite la mayor capacidad operar en la manera más libremente posible, en el sentido que sus políticas que apoya no se bridan a un líder específico.[13] Esta liberación que antes bien dedicó tanto esfuerzo a la lealtad de un líder específico, en vez permite la aprobación de los líderes que la alianza desea. A la vez, tiende a señalar ciertas desventajas. Por ejemplo, el fenómeno de respaldar un líder automáticamente sujeta a la CONAIE-Pachakutik a las normas de otra organización política que puede poner en duda la dirección del movimiento, aunque las bases ya habían elegido otra. En otras palabras, con la involucración de más entradas a la conducción del movimiento, la mayor posibilidad que se desvíe de sus bases.

 

Sin embargo, a pesar de dichos desafíos, los lazos que han establecido la CONAIE a partir de las causas de ambos elementos de la lucha indígena en términos de clase y etnicidad, la cual incentivaba la conglomeración de los logros indígenas bajo la CONAIE. Es más, el propósito de dieciséis puntos principales, que fueron establecidos cuando la CONAIE se fundó, permite la dirección verdadera de la lucha indígena y el propósito ha servido como el esfuerzo más parecido a un líder que ha asumido el movimiento (Arias: 2006:219-20).[14] Durante la década de los noventa, el movimiento indígena siguió operando bajo la CONAIE, aun empezó a fusionarse con el partido político Pachakutik, que tuvieron lazos ya establecidos en la escena política nacional, frente a la crisis de partidos políticos en 2001.

 

Si hubiera algún líder principal del movimiento  ecuatoriano, sería Lucio Gutiérrez, quien llegó al poder presidencial en 2003 gracias a las fuerzas indigenistas y el trabajo político del Pachakutik. Es importante destacar que la conducción de Guitérrez en la presidencia resultó como un fracaso, ocupando una mayoría parlamentaria pequeña que como consecuencia implicó una política débil para el presidente: puesto que la comunidad indígena lo apoyaba, se la colaba en una manera desfavorable hacia la pública ecuatoriana. En este sentido la comunidad entera se ha fomentado dentro de un bloque entero, sin brechas grandes entre los varios elementos indígenas. Así pues, el movimiento completo sufrió una pérdida de oportunidad política debido a su inhabilidad producir un candidato aceptable para conducir la escena política nacional.

 

Síntesis de las variables dependientes

Como tal tarea fue desarrollada sobre los cuatro ejes que fueron propuestos a los principios del presente trabajo, se sintetizarán ahora los resultados del estudio presente a través de la teoría de la EOP. La conglomeración de los resultados presentados aquí cuestiona si los movimientos sociales bajo exanimación se había formulado y si están construyéndose y representándose de una manera durable para poder llevar a cabo sus propias agendas y de este modo están reclamando las ganancias políticas de sus propias tareas. Además, se interesa en el trabajo, que en el evento que cambien las condiciones políticas si los movimientos pueden superar el giro negativo de oportunidad política. Se centra en el equilibrio de las fuerzas entre la institucionalización del movimiento por un lado, y la sobrevivencia independiente por otro lado. Este espectro se encuentra en la Figura 1, que ilustra los varios niveles del movimiento social dentro del establishment político.

 

 

Cuadro de texto: Pérdida de oportunidad política	      Oportunidad política máxima		     Pérdida de oportunidad política



Movimiento                   Alianza con                           Acuerdos con                   Cooptación por otro Independiente                otros organismos                   el Estado                          movimiento o el Estado
Figura 1: Los cambios de la oportunidad política

 

La Figura 1 presente las alcanzas y los declives de la EOP de los movimientos sociales en términos generales. Hacia los extremos del espectro se realiza la pérdida de la oportunidad política: en el lado izquierda, el movimiento no asume ningún poder político y en la derecha, el movimiento le da su poder entero al Estado u otros elementos a través de la cooptación. En el sector medio del espectro, aparece más allá la fuerte conducción del poder político, que automáticamente requiere que el movimiento comuníquese y vincúlese con otros organismos ya establecidos.

 

Los casos presentes se colocan en las categorías "Alianzas con otros organismos" y "Acuerdos con el Estado", en las cuales la CONAIE principalmente pertenece al sector anterior y los movimientos que representa el MAS coincide con el último. Tal como los movimientos bajo estudio han sido los más exitosos de la región, su categorización tiene sentido, aunque se han cambiado en años recientes. Las propias posiciones son dinámicas y dependen de la sociedad política donde operan y dependen de los cuatro variables establecidos a los principios del trabajo. Dichos factores que fueron utilizados en la determinación de la oportunidad política de cada movimiento están presentados de nuevo en la Cuadra 1, en la cual cada factor de la oportunidad política se analiza en términos de cambio de la oportunidad política.

 

Cuadra 1: Sostenibilidad de cada movimiento según los cambios de la EOP

 

Identidad indígena

Construcción de los movimientos

Presencia de otros movimientos

Liderazgo

MAS

EOP +

EOP neutral

EOP -

EOP variable[15]

CONAIE-Pachakutik

EOP +

EOP +

EOP neutral

EOP -

 

 

 

Se presenta en esta cuadra la síntesis de los estudios que fueron anteriormente desarrollados en este trabajo, pero ahora se los analiza como una entidad para que se comprenda mejor como se relacione cada variable con los estudios. Para volver al hipótesis del trabajo presente, se destaca las acciones pasadas del MAS y la CONAIE-Pachakutik para determinar si han ganado la oportunidad política suficiente para poder superar una gira negativa en la oportunidad política de cada movimiento. Incluso que dichos movimientos son los más exitosos de la región, se postula en adelante cuál, si exista, sería la combinación correcta de los cuatro variables  que conjuntan en la formación de la mayor obtención de poder político.

 

Al repasar los varios elementos del MAS y los varios movimientos sociales aquí en representa, revela una combinación única. Discusión extensa existe en ambos la academia y el campo político nacional boliviano sobre el tema de la autenticidad del liderazgo de Morales, las críticas que destacan la cuestión si él mejor representa el indigenismo o pertenece más a las intereses socialistas. Para señalar explícitamente aquí, la verdad sobre dichas alegaciones no son importantes a la legitimidad del MAS, pero mejor dicho que su presencia y su frecuencia llaman la atención de la incertidumbre que abarca en la sociedad boliviana. Es indudable que el ascenso de Morales en 2005 a la presidencia ganó el gran apoyo de los elementos indígenas, pero como la obsesión sobre el primer presidente indigenista desvaneció, rápidamente se realizó la pérdida de la oportunidad política. La identidad indígena en que ha construido Morales y su movimiento  el MAS, no se sostiene cuándo los otros movimientos introducen demandas afuera de los metas del propio MAS. Aunque la manera en que Morales ha agrupado  a los movimientos indígenas bajo la influencia de su partido, permite la acumulación de poder político de un modo rápido, no se forma como un eje durable, capaz de sostener las demandas del movimiento indígena, especialmente considerándose la baja capacidad del Estado boliviano.

 

Por sobre todo, la capacidad del liderazgo de Morales ha permitido que varios elementos indígenas se comprometan a seguirlo. Es obvia que la importancia histórica del dicho hecho no puede ser negada, y como resultado las diferentes fuerzas indígenas que trajeron a Morales al poder se unieron. En su intento de incorporar estas fuerzas bajo su gobierno, Morales así encontró dificultades. Estas dificultades se atribuyen directamente a la definición de un movimiento social como postulan las teóricos sociales: el movimiento social no  puede representar el rol de Estado, puesto que cuando el movimiento se encuentra frente al Estado, este lo intenta cooptar al movimiento social, o mejor conocido como la cooptación por el establishment. No obstante, este proceso inevitable refleja exactamente lo que Morales trata de impedir, la disolución del movimiento indigenista con él mismo como el líder, mientras que ocupa el puesto de jefe del gobierno. Estas dos tendencias, manteniendo el sentido del movimiento social bajo el partido del MAS, en lo cual él dirige ambos organismos, contribuyen a la problemática de la crisis de tergiversación.

 

El acuerdo entre la CONAIE y el Pachakutik se revela otro tipo de relación del movimiento social con la política nacional. A lo largo de este trabajo, se refiere a la relación entre los organismos como el acuerdo o la alianza, que en realidad sí se clasifica correctamente pero no describe la complejidad de dicha relación. Se señala con mayor profundidad la importancia la dificultad para el movimiento social había llegado a un acuerdo con el partido político sin sacrificare a su propia tarea. Todavía y activamente la CONAIE responde y representa el input de sus bases, cual acción permite su clasificación del movimiento social. Esta representación del movimiento político con dos ramas, la primera ocupando la política y la otra la base, permite la construcción de una base sólida para poder continuar exitosamente la tarea indigenista.

 

A la vez, existe una variedad de aspectos negativos sobre la construcción de la CONAIE-Pachakutik, los cuales que se concentran en la presencia pasiva de las acciones del movimiento en la sociedad ecuatoriana. Mientras que contiene la base a la cual responde y representa, el movimiento ha asumido una tarea pasiva. El éxito nacional más reciente tuvo lugar en el año 2003, con el ascenso de Gutiérrez a la presidencia. Para el movimiento, este cambio implica menos probabilidad para que se crezca y que gane más poder político. El presidente actual en Ecuador, Rafael Correa, aunque es izquierdista políticamente, no se ha apoyado a la comunidad indígena. No es decir que la CONAIE se ha disminuido, porque sería una declaración incorrecta. Simplemente debido a la falta de un líder principal en el movimiento, se pone difícil para que el mismo expanda en términos de miembros y en nivel de poder político.

 

 

 

Conclusiones y reflexiones

 

A lo largo de este trabajo, y de hecho el propósito del mismo sugiere que, en Bolivia y Ecuador, dos países que contienen los movimientos indígenas más exitosos de la región, el desarrollo de los mismos  contribuye directamente a las limitaciones institucionales en cada país. Como la comunidad indígena abarca el sector más reprimido en términos de involucramiento político, la razón principal por qué han formado estos movimientos sociales directamente se asocia con la representación indígena en la escena política nacional.  

 

Se pueden empezar a extraer conclusiones principales sobre la relación entre la EOP y los movimientos sociales presentados en este trabajo. Antes de enlistarlas, se comenta sobre su lugar dentro del campo de los movimientos sociales y cómo se va transformando este sector académico activo, debido al flujo del círculo de la apariencia y la caída de los movimientos.

1.      Para avanzar en su propia tarea, el movimiento social sin duda debe encontrar una manera de  llevar tal tarea hacia el gobierno nacional. Ambos casos presentados muestran un medio directo para traer su lucha  hacia el nivel político nacional.

 

2.      El vínculo con la base que el movimiento forma en el principio y que mantiene por  el tiempo de su duración representa un aspecto esencial. Por su parte, la base forma la columna del movimiento, y en las mejores situaciones dicta al liderazgo del movimiento sus propias acciones. Hay que recordar que el movimiento existe sólo debido a los intereses de las bases, y que las relaciones que el movimiento forma después permite su realización.

 

3.      Las metas que declara el movimiento social contienen un límite que se observa a partir de dos ejes principales: a. El primero, que destaca la duración del movimiento, se refleja en el caso de la CONAIE-Pachakutik. Aunque dicha alianza sigue funcionando en los aparatos y la clasificación según los requisitos de un movimiento social, se convirtió a un papel pasivo en la política ecuatoriana. De hecho, hace casi una década que el movimiento  ha logrado un lazo importante en la escena nacional. b. El segundo, que destaca más la expansión de la base, toca al caso del MAS. Bajo dicho proceso, el MAS con Morales como su líder ha intentado crecer su influencia a través de muchos movimientos sociales que se afilian a grupos étnicos diferentes, y representándolos bajo la misa política indigenista a nivel nacional. En otras palabras, Morales continúa incorporando una matriz de movimientos indígenas, que implica una situación problemática para la duración de sus éxitos. Aunque este proceso ha permitido la construcción de lazos rápidos e importantes, la estabilidad de estos lazos es incierta.

 

La conclusión final que se puede extraer sobre el tema del modelo exitoso para un movimiento social constituye entre sí: la incorporación de las bases indígenas dentro de la agenda propuesta y la presencia de un líder carismático son aspectos claves. De este modo, a la CONAIE y el MAS les falta una de los dos características. En el caso de la CONAIE, se ha estancado su éxito como  movimiento en su presente forma, pero todavía puede superar los giros negativos de la oportunidad política. En lo que respecta al MAS, rápidamente tuvo éxitos claves con  llevar los reclamos indígenas al nivel político nacional, pero a través de este proceso se ha roto varios vínculos con movimientos claves, los que reclama que representa. Pues así, los estudios de ambos casos, revelan dos ejes únicos de los movimientos sociales: uno diseñado para durar en el tiempo, y el otro para cambiar el statu quo, respectivamente. Aunque ambos han sido exitosos durante ciertos períodos, tampoco representan un modelo para que la región los siga,  llegando a la conclusión final del trabajo. Si el MAS hubiera mantenido su vínculo con las bases y las había representado, o si la CONAIE tuviera un líder que pudiera desarrollar  para más el movimiento, tendríamos un modelo con la combinación de factores para el movimiento social que puede superar pérdidas de oportunidad política.

 

 

Bibliografía

 

Libros

Foweraker, J. (1995). La teorización de los movimientos sociales. London; Boulder, Colo.: Pluto

            Press.

 

Goldstone, J. A., & Tilly, C. (2001). Amenaza (y oportunidad): acción popular y el respuesta del

            estado en los dinámicos de acción contenciosa. En R. Aminzade (Ed.), Silencio y la voz

            en el estudio de la política contenciosa. Cambridge; New York: Cambridge University

            Press.

 

Guerrero Cazar, Fernando; Ospina Peralta, Pablo (2003). El poder de la comunidad: ajuste

estructural y movimiento indígena de los Andes ecuatorianos. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

 

Mayorga, Fernando. "Bolivia: movimientos sociales campesinos e indígenas en el gobierno de

            Evo Morales (2006-2009)" en Gascón, Jordi (coord.) y Montagut, Xavier (coord.) (2001)                        (77-95). Estado, movimientos sociales y soberanía alimentaria en América Latina:                      ¿hacia un cambio de paradigma agrario? Quito: FLACSO.

 

Muñoz, Juan Pablo. "Constituyente, gobierno de transición y soberanía alimentaria en Ecuador"

            en Gascón, Jordi (coord.) y Montagut, Xavier (coord.) (2001) (151-168). Estado,                                    movimientos sociales y soberanía alimentaria en América Latina: ¿hacia un cambio de                        paradigma agrario? Quito: FLACSO.

 

Tarrow, S.

—(1994). Aprovechando de y haciendo las oportunidades. New York: Cambridge University

Press.

—(1996). Estados y oportunidades: la estructura política de movimientos sociales. In D.

McAdam, J. D. McCarthy & M. Zald N. (Eds.), Perspectivas comparadas sobre los movimientos sociales: oportunidades políticas, estructuras de movilización y el enmarcado cultural. (pp. 61). Cambridge [England]; New York: Cambridge University Press.

—(2008). Poder en movilización. In V. Ruggiero, & N. Montagna (Eds.), Movimientos sociales:

una lectura. (pp. 151). London; New York: Routledge.

 

Unger, R. M., & Unger, R. M. (1987). La teoría social, su situación y su misión. Cambridge;

            New York: Cambridge University Press.

 

Revistas académicas

Albro, R.

—(2005). La indígena en la política plural opositora boliviana. Bulletin of Latin American

Research, 24(4), pp. 433-453.

—(2006). El "fenómeno de Evo" de Bolivia: ¿de identidad a qué? Journal of Latin American

Anthropology, 11(2), 408-428.

 

Arias, C. (2006). Ascenso y crisis del movimiento indígena ecuatoriano: 1990-2006.

            Investigaciones Sociales, 10(17), pp. 217-234.. 

 

i Puig, S. M. (2008). Las razones de presencia y éxito de los partidos étnicos en América Latina.

los casos de Bolivia, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua y Perú (1990-2005) / The Reasons for the Presence and Success of Ethnic Parties in Latin America. The Cases of Bolivia, Ecuador, Guatemala, Mexico, Nicaragua, and Peru (1990-2005). Revista Mexicana De Sociología, 70(4), pp. 675-724.

 

Lucero, J. A. (2006). Representar "los indígenas reales": Los logros de la autenticidad indígena y

el constructivismo estratégico en Ecuador y Bolivia. Latin American Research Review, 41(2), pp. 31-56.

 

Murakami, Yusuke ed. (2008). Tendencias políticas en los países andinos. Kioto, Japón:

Universidad de Kioto.

 

Mayorga, F. (2006). El gobierno de Evo Morales: entre nacionalismo e indigenismo. Nueva

Sociedad, 206 (nov-dic), 2-13.

 

Morales, W. Q. (2011). De revolución a revolución: la revolución nacional boliviana y la

revolución refundadora de Evo Morales. The Latin Americanist, 55(1), 131-144.

 

Power, T.J. y Cyr, J.M. (2010). Catoografando la legitimidad política en América Latina.

            Blackwell Publishing Ltd. UNESCO.

 

Rocabado, F. G. (2010). Bolivia frente a su espejo: El indianismo, sus orígenes y limitaciones en

el siglo XXI. Estudios Sociológicos, 28(83), pp. 529-560.

 

Van Cott, D. L. (2004). Los movimientos indígenas y sus logros: La representación y el

reconocimiento jurídico en los andes. América Latina Hoy, abril (Número 36), 141-159.

 

Internet

CONAIE sitio web oficial. Disponible en: http://www.conaie.org/.

 

CONAMAQ (2006). El CONAMAQ ante la historia y el proceso constituyente. Documento

Electrónico,htp://www.constituyentesoberana.org/noticiasdeldia/abril2006/070406_6.htm, fecha accede 6 de junio

 

Discursos públicos de Evo Morales, fechas variadas. Disponible en:

http://www.aporrea.org/internacionales/n72540.html.

 

Evo Morales: lanzó el “socialismo comunitario”. Disponible en:

http://www.lanacion.com.ar/1097696-evo-morales-lanzo-el-socialismo-comunitario.

 

Noticia política de Bolivia. Disponible en: http://www.bolpress.com/.

 

Plan MAS-ISP por gobierno boliviano. Disponible en:

http://www.constituyentesoberana.org/info/?q=node/111.



[1] Clay Moran es estudiante de Estudios Internacionales y Español en Allegheny College, Meadville, PA, EE.UU.

[2] Debe ser notado que la EOP es la medida utilizada para determinar los cambios en la oportunidad política, la cual cede la probabilidad que el organismo político gane más poder político frente al Estado.

[3] El papel de Evo Morales es central en el partido político del MAS, pero a la vez se asegura que su presencia en la vida campesina y los movimientos sociales sea influyente. Esta cuestión, si el líder del partido político puede a la vez representar el movimiento indígena, se destacará bajo la sección de Liderazgo de los movimientos.

[4] Es obvio que el MAS se identifica y se representa bajo el término partido político. Sin embargo, a lo largo de sus operaciones, con Evo Morales en el puesto más alto de liderazgo, las operaciones del partido depende mucho de los movimientos indígenas de Bolivia, y su base se centra en los movimientos sociales presentes.

[5] La relación del MAS con la CSUTCB será desarrollada en la sección “Presencia de otros movimientos”.

[6] Para referirse a la lista más completa de la emergencia de los grupos indígenas bolivianos, se acerque al texto de Mayorga,  lo que discute en una manera demasiada extensa por el presente trabajo. Los grupos que aparecen en esta sección fueron seleccionadas puesto que comparten el vínculo más profundo con el desarrollo del MAS en su forma presente.  

[7] Lucio Gutiérrez era el mismo coronel quien asistió con el golpe del estado de 2000, y desde allá se había acercado a ambos el Pachakutik y la CONAIE.

[8] Se nota aquí que mientras que Rafael Correa representa el sector izquierda de la presidencia, no se ha demostrado útil en el avance de la tarea indígena y de hecho la ha sido opuesto en ciertas instancias, lo que se desarrollará en adelante.

[9] El movimiento indígena no fue formado exactamente a partir del liderazgo de una sola persona, sino se fundaba a través de varias fuerzas políticas y culturales, las que demandó una representación al nivel político nacional. Se destaca este concepto más adelante en la sección ¨Liderazgo de los movimientos”.

[10] Estas fuerzas se actúan de una característica simultáneamente y tal así son difíciles aislar a sí mismos. Lo que prueba útil la EOP se enfoque en la consideración de ambas acciones del Estado y el movimiento social bajo estudio, porque cada uno realiza acciones para alterar  su oportunidad política propia.

[11] En este ejemplo, Cárdenas se sitúa como representante del Estado, debido a su puesto dentro del gobierno de Morales, pero no se constituye como representante de los movimientos sociales, una doble identidad que está reservada para que utilice sólo Morales.

[12] La condena por parte de Quispe no pone en duda la autenticidad de Morales como jefe del gobierno pero sí como representante dual del movimiento indígena, la cual fue responsable para su ascenso a la presidencia de la República.

[13] Este modelo es único y también permite la mayor independencia para la CONAIE. En este momento, es importante notar la relación que comparte la CONAIE con el Pachakutik, porque en un modelo más tradicional el Pachakutik pedía que la CONAIE alterara su agenda. En cambio al modelo tradicional, el Pachakutik, siendo un partido político indígena, atrae apoyo de las mismas bases que constituye la columna de la CONAIE. De esta manera, los partidarios de la CONAIE y el Pachakutik son una en sí misma.

[14] Para consultar los dieciséis puntos completos, véase el texto de Arias.

[15] Este término, variable, significa que hay dos procesos simultáneos que ocurren con respeto a la oportunidad política del MAS: En primer lugar, Morales como el primer presidente indígena y con sus éxitos en el cumple de la agenda indígena atribuye a la oportunidad política positiva. Pero en segundo lugar, Morales como líder ha atraído muchas críticas, mayormente de Felipe Quispe, que así entonces reduce la oportunidad política de los movimientos indígenas y el poder posible del MAS.