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Resumen
"Iniciamos una etapa que sin duda será
difícil, porque tenemos todos la enorme responsabilidad de asegurar hoy y para
los tiempos la democracia y el respeto por la dignidad del hombre en la tierra
argentina": Primeras palabras de
Alfonsín al asumir la presidencia, en su discurso ante el Congreso (10 de
diciembre de 1983). El presidente, llegó al poder con un gran optimismo popular
y terminó su mandato, antes de tiempo en medio de un descontento generalizado.
Resulta interesante estudiar el desarrollo y desenlace de este gobierno
argentino, que suele ser medio relegado a segundo lugar y no tenido en cuenta
como objeto de estudio¨.
ABSTRACT
“We begin a period that will be undoubtedly hard because we all
have the huge responsibility to ensure in the present and for the future the
democratic system and the respect for human dignity in Argentina”: Those were
the first words pronounced by Raúl Alfonsín after assuming the presidency in
the Parliament (December, 10th, 1983). He took power in a context of
great popular optimism and ended his term before his time facing a widespread
dissatisfaction. It is interesting to study the development and end of this
argentine government which has been historically left out as a matter to
study.
EL TERCER MOVIMIENTO
HISTORICO.
Paz Gómez Peracca
Introducción
Raúl
Ricardo Alfonsín llegó a la presidencia de la Argentina en 1983. La vuelta a la
democracia en el país, estuvo acompañada por un gran entusiasmo popular así
como también un renovado sentimiento patriótico. El abogado, político y
estadista logró el triunfo electoral no solo con el apoyo de su propio partido
sino también con el apoyo de un electorado mucho más amplio y variado. Alfonsín,
imaginó un liderazgo que hegemonizara y aglutinara a los radicales, los
peronistas y otros movimientos y/o partidos.
Como
establece Carlos H. Acuña (Nueva sociedad Nro. 126, Julio- Agosto de 1993, pp.
11-24):
¨la ley de hierro que establecía que el peronismo constituía la mayoría, ya no
tenía vigencia¨.
Al mismo tiempo, Alfonsín pronunció: “El pluralismo es la base sobre la que se erige
la democracia y significa reconocimiento del otro, capacidad para aceptar las diversidades
y discrepancias como condición para la existencia de una sociedad libre” (discurso de Parque Norte, 1985). El presidente, tomaba como referente
a John Rawls para quien la democracia es libertad más búsqueda de igualdad. El
autor se refiere a dos puntos fundamentales: cada persona ha de tener un
derecho igual al esquema más extenso de libertades básicas iguales que sea
compatible con un esquema semejante de libertades para los demás. Y las
desigualdades sociales y económicas habrán de ser conformadas de tal modo que
sean tanto: a- para proporcionar la mayor expectativa de beneficio a los menos
aventajados, como b- para estar ligadas con cargos y posiciones asequibles bajo
condiciones de una justa igualdad de oportunidades: Fragas (Numero 13 Año IV,
2006, pp. 1-2).
La dictadura militar que gobernó a la Argentina entre 1976-1983
dejó al país en una grave crisis política, económica, social y moral. Las
violaciones a los derechos humanos fueron un factor común en éste gobierno que
utilizó la persecución, secuestro y posterior asesinato de sus ¨enemigos¨, los subversivos.
Frente a una sociedad cansada y angustiada por el constante maltrato y
malestar, la guerra de las Malvinas constituyó el último esfuerzo de la junta
por mantenerse en el poder, intentando incentivar y excitar hasta exagerar el
apoyo al gobierno, al ejército y principalmente a la Argentina.
Éste fue el escenario que recibió Alfonsín. El mandatario reabrió
los canales de comunicación en la Argentina para ganar apoyo, y la publicidad
fue un factor fundamental es su candidatura. "Ahora, Alfonsín" fue el eslogan de la
campaña que lo llevó al triunfo, en 1983.
Alfonsín comenzó con un ascenso vertiginoso que
se caracterizó por una firme crítica a los militares, una defensa de los
detenidos políticos y un reclamo por los desaparecidos, que comenzaba a hacerse
oír en medio de una sociedad que aún se encontraba ajena a ésta situación.
El presidente, tuvo como objetivo y busco con su gobierno
establecer un quiebre o un final con problemas presentes que azotaban a la
Argentina, como establece Hernán Fair (El legado político de Raúl Ricardo Alfonsín,
Revista N9, – Teoría política e historia IIV, Revista de Ciencias Políticas): ¨Debemos reconocer su histórica defensa de los Derechos
Humanos, no sólo como respeto a la diversidad y el pluralismo de opiniones, a
la posibilidad de expresar las disidencias tras décadas de hegemonismo y
autoritarismo, sino también en su lucha (no siempre acertada y eficaz) por
terminar con la desnutrición, el hambre y las desigualdades sociales (Plan
Alimentario Nacional). Un hombre que tuvo el coraje y el valor de oponerse,
casi en soledad, a la trágica Guerra de Malvinas de 1982 y de criticar al
neoliberalismo de Reagan y de Menem cuando muy pocos lo hacían, si bien
terminaría pactando con este último su posibilidad de presentarse a la
reelección. Pero además, se trató de un hombre que se atrevió a juzgar a las Fuerzas
Armadas, en un contexto socio histórico y cultural en el que nadie en toda la
región latinoamericana, e incluso en todo el mundo, se había animado a realizar
hasta entonces¨.
Natalio Botana (Las transformaciones institucionales en los años
del menemismo, 1994, pp. 1-6) establece: ¨La democracia que inauguramos en 1983
produjo cambios significativos con respecto a la herencia del pasado pero no
alcanzo a anularla completamente¨. El autor considera que se dio una mescla
entre participación y pluralismo y una propensión contraria al ejerció del
régimen representativo.
Al mismo tiempo, Leiras, reconoce al gobierno de Alfonsín en 1983
como un intento de un nuevo orden político, un nuevo tiempo político con
pretensiones fundacionales. No se piensa únicamente en un nuevo gobierno, un
nuevo presidente sino mas importante, un nuevo orden. (El autor también les da
estas características a los gobiernos de Menem y Kirchner).
Leiras, enuncia tres puntos fundamentales
dentro de la matriz ideológica:
- Una reinterpretación/ re significación del
pasado:
Como
estableció Alfonsín, en Discurso
pronunciado por el Presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín, ante el plenario
de delegados al Comité Nacional de la U.C.R. en Parque Norte el día 1° de
diciembre de 1985: ¨La Argentina afronta la necesidad de
construir un futuro capaz de sacarla de largos años de decadencia y de
frustraciones¨. Para afrontar con éxito el desafío se requiere construir una
sociedad diferente. Anteriores intentos de cambio de la estructura social y
económica del país fueron concebidos como políticas elitistas, que excluyeron
la participación de los ciudadanos en las decisiones atinentes a su futuro.
Pero hoy se ha producido en la Argentina la toma de conciencia de una sociedad
que asume globalmente la responsabilidad de decidir su destino, de elaborar
consensualmente su proyecto de país¨.
Es
notable su intento de superar el turbulento y triste pasado a partir de la
creación de una conciencia de país, de pueblo, de sociedad, donde todos deben
participar trabajando para un futuro mejor, partiendo de reconocer las
falencias del pasado. Es fundamental el pluralismo y la participación de todos
en conjunto por un bien común y general.
-
Redefinición de la concepción del orden político:
Como
establece Roberto Gargarella,
(Discutir Alfonsín, 2010, contratapa del libro): ¨La idea general del naciente
entusiasmo democrático, era entre otras cuestiones de que el orden político
podía recrearse o renacer de la nada¨. Alfonsín tuvo la difícil tarea de
satisfacer a todos los distintos sectores de una esperanzada sociedad. Como se
ve en el transcurso del gobierno, el sector más difícil de controlar así
también como de contentar fueron las fuerzas armadas, por más de que Alfonsín
tuvo la intención y logro someter a juicio a éstas, estas nunca lo dejaron sin
su constante presencia y amenaza. Con el proyecto de fundar una segunda
república, el objetivo del líder radical apuntaba básicamente a construir un
orden republicano al que se debía arribar a través de sucesivas reformas. Estas
reformas se proponían dos grandes objetivos simultáneos: poner punto final a
los desbordes autoritarios y lograr una nueva actitud y/o comportamientos así
también una conciencia en la sociedad.
-
Reforma/ redefinición del poder Estatal:
El
Estado, ahora tenía que ser garante de la seguridad así como también protector
de la sociedad. No solo tenía que sacar al país del estancamiento económico,
del débil funcionamiento de las instituciones y del ineficiente gobierno
militar sino que también se tenía que crear una confianza en el poder, una
seguridad en la nación y principalmente una felicidad o satisfacción porque las
cosas se estaban invirtiendo. Había que mostrar que el país estaba funcionando,
superando el pasado y creciendo y progresando hacia un futuro mejor, nunca como
dependiente sino como independiente y autosuficiente. Como establece Alfonsín:
¨La lógica del poder en el mundo del futuro no perdonará a quienes abdiquen de
la voluntad de auto determinarse. La dependencia traerá consigo los males que
afectan a los marginados de la Tierra el hambre, la ignorancia, el
autoritarismo¨.
Al mismo tiempo, La modernización no es tema exclusivo de las empresas es
toda la sociedad la que debe emprender esa tarea y con ella la nación,
redefiniendo su lugar en el mundo. Modernizar es, también, encontrar un estilo
de gobierno que mejore la gestión del Estado y que plantee sobre otras bases la
relación entre éste y los ciudadanos.
Entonces,
el gobierno de Alfonsín se constituye como ¿un cambio dentro de la modernidad?
El objetivo principal de mi trabajo es encontrar una respuesta.
ANTECEDENTES
HISTORICOS
Luego
de casi ocho años de gobiernos autoritarios y terrorismo de Estado en manos de
las juntas militares, Alfonsín asume democráticamente con un 51.7% de los
votos, contra un 40,1 % de el peronista, Ítalo Argentino Luder. Fue la primera
vez en la historia Argentina que un postulante y líder radical vencía a un
peronista en el juego democrático. Retomando en éste punto a José Natanson,
(Raúl Alfonsín, Néstor Kirchner y el mito del eterno consenso, 31 de marzo del
2010) el aspecto consensualita de Alfonsín, no se explica por su voluntad de diálogo
o capacidad de escucha, sino por el lugar que ocupo de presidente que gobernó
en una verdadera política democrática de partidos. En 1983, la Argentina carecía
de un sistema de partidos en el sentido moderno de la palabra. En el contexto
de péndulo militar explicado por Eugenio Kvaternik, y de juego imposible por
Guillermo Odonell, las dos grandes fuerzas, todavía no eran partidos políticos. El peronismo había sido primero una fuerza de poder, más al estilo
del PRI mexicano que dotada de un talante verdaderamente partidario, y luego un
movimiento que giraba alrededor de un líder ausente y –al menos eso cuenta la
leyenda– una épica de la resistencia. Es cierto que el radicalismo se parecía
más, en su organización interna, a un partido político moderno, pero encerraba
una contradicción esencial, que le impedía presentarse como tal: construido
sobre la base de las heroicas revoluciones de principios de siglo, sólo podía
ganar al costo de la proscripción de la fuerza mayoritaria.
Alfonsín fue el primer político de primer nivel en entender que
las elecciones de 1983 no marcaban una oscilación más del péndulo, el retorno
de una democracia circunstancial, un par de años de gobiernos cívicos frágiles
que tarde o temprano serían barridos por el Partido Militar, sino un verdadero
cambio de época. Y en esa época que se inauguraba, no eran todavía los
liderazgos de popularidad ni la televisión ni las redes clientelares los que
ocupaban el centro de la escena, sino los partidos políticos, renacidos al
calor de las movilizaciones de 1983, la re afiliación masiva y las esperanzas
democráticas. Sin embargo, es importante no olvidar de la otra faceta
no-corporativista de la gestión de Alfonsín, es decir la de la política
conflictual que más adelante tendrá con los sindicatos, los militares y hasta
con la iglesia.
El
gobierno de María Estela Martínez de Perón (1974 – 1976), se caracterizó
principalmente por el crecimiento de la deuda externa, y el aumento de la
inflación. Al mismo tiempo, fue un periodo muy tumultuoso en la historia
argentina, dado el accionar constante de la guerrilla y la extrema violencia
interna.
El
24 de marzo de 1976, un golpe de Estado, encabezado por comandantes de las tres
fuerzas, destituyo a Isabel y disolvió el congreso. Comenzó así el gobierno
militar y el periodo de Reorganización Nacional. La Junta de Comandantes asumió
el poder, integrada por el Teniente Gral. Jorge Rafael Videla, el Almirante
Eduardo Emilio Massera y el Brigadier Gral. Orlando R. Agosti. La economía, en
este periodo se estancó y la deuda externa se duplicó. El objetivo,
principalmente, fue el de implantar un nuevo modelo acumulativo, de acuerdo a
los intereses de los sectores financieros y de poder económico. De la misma
forma, el gobierno trató de limitar el accionar de la población y no permitir
ningún tipo de participación popular. Algunos ejemplos son: se suspendió la
actividad política, se suspendieron los derechos de los trabajadores, se
prohibieron las huelgas, se intervieron los sindicatos, se disolvieron los
partidos políticos, se quemaron miles de libros y revistas considerados
peligrosos y se prohibieron canciones, y diaros que ofendían al régimen, se
censuraron los medios de comunicación, etc. El régimen militar impuso represión
sobre cualquier tipo de elemento democrático, para someter a la sociedad,
imponer un orden y no permitir ninguna voz disidente. El objetivo de los
militares fue crear una sociedad a su imagen y semejanza, donde los subversivos,
los rebeldes, los tumultuosos, es decir los enemigos de la Nación no tuvieran
lugar. Los secuestros, desapariciones y asesinatos fueron comunes en la época más
oscura de la Argentina. Ciertos porcentajes muestran las atrocidades llevadas a
cabo por el régimen, distribución de desaparecidos según profesión y/o
ocupación:
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Al
mismo tiempo en la sociedad existió una suerte de adormecimiento y negación de
lo que sucedía, explicado en parte por el miedo impuesto desde el Estado. Como
forma de callar o silenciar las voces externas así como las organizaciones de
derechos humanos y tranquilizar a la sociedad, se organizo en la Argentina, el
campeonato mundial de futbol, donde la Argentina salió campeón. Los problemas
de la Argentina, así pasaban a un segundo plano.
En
medio de la crisis económica, política y social del régimen militar, tropas
argentinas ocuparon y recuperaron las Islas Malvinas. Tras fustados intentos pacíficos
o diplomáticos, comenzó la guerra, con una importante supremacía en número de
soldados y armamento, así como de tecnología y alimento, abrigo, medicamentos,
etc. por parte de Inglaterra. Los jóvenes soldados argentinos que en su mayoría
provenían de provincias pobres del país, no eran profesionales ni contaban con
experiencia, a diferencia de los británicos. La triste realidad del
sufrimiento y la derrota que estaban viviendo los argentinos en Las Malvinas,
se mantuvo oculta a la sociedad. Por el contrario, se aseguró que la victoria
era argentina y que el territorio que nos había sido sustraído estaba siendo
recuperado. Rápidamente la verdad fue evidente y Argentina se rindió. Los
jóvenes militares argentinos volvieron a casa, no siendo reconocidos por su
labor en defender a la patria sino que fueron escondidos y volvieron a sus
hogares, en una esfera de silencio y secreto. El costo final de la guerra en
vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles
isleños. Sin embargo, la mayor cantidad de muertes argentinas, se dio por la
guerra y a causa de ella pero por sus secuelas, después del enfrentamiento
militar. Los suicidios y los ex militares que recurrieron a la droga y murieron
alcanzan un número de 1300. De la misma forma, según este estudio realizado a ex
participes argentinos del enfrentamiento: El 39,1 por
ciento de los ex combatientes argentinos de la Guerra de Malvinas intentó suicidarse y el
78,2 por ciento padece patologías del sueño.
JUICIOS A LOS MILITARES
La promesa del presidente electo democráticamente,
de juicio y castigo a los militares, le valió un importante caudal electoral,
como también un gran apoyo popular.
A poco de asumir, Alfonsín
sancionó los decretos 157 y 158. Por el primero se ordenaba enjuiciar a los
dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros; por el segundo se ordenaba procesar a las tres juntas militares que dirigieron el país desde el golpe militar del 24 de marzo de 1976 hasta la Guerra de las Malvinas.
Al mismo tiempo fue importante la creación de la CONADEP
(Comisión Nacional sobre la desaparición de personas), conformada por civiles
independientes que estudiaron, analizaron y documentaron los aberrantes hechos
y actos ocurridos durante la última dictadura Argentina. La comisión, presidida
por el escritor argentino Ernesto Sábato, plasmo su investigación en el libro
NUNCA MAS, que dio lugar al inicio a los juicios a los militares.
El juicio de las juntas, realizado en 1985, por
orden del presidente, fue establecido para juzgar a las fuerzas militares que
formaron parte del gobierno de reorganización Nacional, debido a los crímenes
de lesa humanidad, que por definición contaron con actos de secuestro, tortura,
asesinato, entre otros.
El 9 de diciembre se dictó la sentencia condenando a Jorge
Rafael Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Viola a 17 años
de prisión, a Armando Lambruschini a 8 años de prisión y a Orlando Ramón Agosti
a 4 años de prisión. Por las características que tuvo, la condena a las juntas
militares realizada por un gobierno democrático constituyó un hecho sin
precedentes en el mundo, que contrastó fuertemente con las transiciones
negociadas que tuvieron lugar en aquellos años en Uruguay, Chile, Brasil, etc.
Sin embargo, frente a la presión y el descontento de los
militares, Alfonsín debió intervenir personalmente para que el Congreso
sancionara la Ley de Punto Final, imponiendo un plazo de 60 días para procesar
a acusados de delitos de lesa humanidad cometidos durante el gobierno militar.
Esta ley fue insuficiente y en la semana santa de 1987, se produjo el conocido
levantamiento de los ¨carapintadas¨, dirigidos por el teniente Aldo Rico.
Millones de personas salieron a la calle, para oponerse a la insurrección y a
apoyar y defender el gobierno democrático. Al mismo tiempo, la CGT declaro la
huelga general en defensa del gobierno constitucional. Alfonsín trato el mismo
de oponerse a la insurrección presentándose en Campo de Mayo. Horas después, el
presidente declaró que los rebeldes habían depuesto su actitud y que se había
logrado una importante victoria para el gobierno democrático. Sin embargo, poco después se haría evidente que
este triunfo no había sido tal. Fue el sábado 30 de abril cuando Alfonsín así
lo comunicó en un discurso a la población congregada en Plaza de Mayo, donde
utilizó una frase que se hizo histórica: “La casa está en orden, felices
Pascuas”. Alfonsín, sin poder militar para detener el golpe de Estado, negoció
con los líderes militares "cara pintadas" la garantía de que no
habría nuevos juicios contra militares por violación de derechos humanos. Esas
medidas se concretaron en la ley de Obediencia Debida. Esta ley se definió
como: un concepto militar, según el cual los suboficiales se limitan a obedecer
las órdenes emanadas de sus superiores, por lo que sus ¨tareas¨ realizadas
durante la dictadura no eran punibles.
De
esta forma, Alfonsín se mostraba como un defensor incondicional de los derechos
humanos, que frente a la presión y descontento de las fuerzas armadas, desistió
por lo menos en parte de mantener su posición como protector de la sociedad y
del recuerdo de los desaparecidos.
POLITICA
ECONOMICA
Alfonsín
y gran parte de sus colaboradores, creían que la vigencia de las instituciones
democráticas aseguraban y garantizaban la satisfacción de las necesidades
básicas de la población, esta idea se hace visible en una frase que el
mandatario utiliza constantemente en su candidatura: “Con la democracia se come, se educa y se cura”.
El primer ministro de economía del periodo fue,
Grinspun Bernardo, éste trato de fortalecer el mercado interno, aumentó los
salarios y controló las tarifas de los servicios públicos. Fue el impusor
además del Plan Alimentario Nacional (PAN). Su principal problema, fue que
mientras se logro aumentar los salarios en un 35%, la inflación alcanzo un un
625% anual.
En febrero de 1985 Alfonsín reemplazó a Grinspun, por Juan Vital Sourrouille, con el fin de implementar una política económica que atacara
la inflación. Éste se
dispuso a llevar adelante el ajuste de la economía argentina y anuncio que las
metas eran: la apertura de la economía, el aumento de las exportaciones, la
disminución del déficit fiscal, del gasto público, establecer el papel del
Estado como agente económico y la decisión de no emitir moneda para resolver el
déficit fiscal. Juntos, Alfonsín
y Sourrouille, anunciaron la implementación del Plan Austral, por el cual se
creaba una nueva moneda, el austral y se congelaban los precios. El objetivo
del plan, era atacar la inflación de base, es decir la estipulada por los
agentes económicos, para luego atacar sus causas estructurales.
Aunque en
un principio se logró atacar y disminuir la inflación, en 1986, la inflación
volvió a mostrar una tendencia ascendente y los precios en cada sector se
vieron afectados, esta situación estuvo además potenciada por la baja de valor
de los productos exportables argentinos.
En agosto
de 1988, frente al fracaso del plan austral, el gobierno lanzo el denominado
Plan primavera, cuyos objetivos principales fueron impedir que siguiera
aumentando la inflación, lograr la apertura económica y la privatización de
numerosas empresas estatales. Por otro lado, el gobierno busco fijar los
precios para ganar una estabilidad económica y bajo el IVA, de un 18 a un 15%.
La inflación, que en
febrero de 1989 era del 9,6% mensual, alcanzó un promedio de 78,4% en mayo,
mes de las elecciones presidenciales, adelantadas intencionalmente por Alfonsín
debido a la fuerte presión de los sindicatos y los grupos económicos. La
hiperinflación, llevo la pobreza de un 25% a un 47%, un record histórico para
fines de 1989. En 1989,
luego de la renuncia de Juan Vital Sourrouille, Juan Carlos
Pugliese fue designado por el presidente Raúl Alfonsín primero como Ministro de Economía, cargo que desempeñó
brevemente en un contexto hiperinflacionario y luego como Ministro del Interior. Luego, también tuvo un
paso breve como ministro de economía, Jesús Rodríguez.
POLITICA SOCIAL
El ascenso del radical Raúl Ricardo Alfonsín, su
posterior candidatura y su llegada al poder, fueron masivamente apoyados por el
pueblo argentino. Su defensa de los derechos básicos de los ciudadanos, y su
protección e importancia dada a las instituciones democráticas, lograron que
individuos de las distintas clases sociales y pertenecientes a los distintos
partidos políticos, se conviertan en adeptos de su política.
El mandatario llevo a cabo distintos planes para
permitir a la sociedad desarrollarse, en ámbitos educativos, culturales y así
como también dio lugar a programas que pudieran lograr satisfacer las
necesidades básicas del pueblo, tratando de lograr que todos los ciudadanos,
por ejemplo, contaran con una alimentación adecuada:
Universidad, educación y alfabetización:
- El Plan Nacional de Alfabetización
El PNA fue diseñado por Nélida Baigorria,
permitió reducir la alfabetización en números drásticos, lo que permitió que
Argentina, sea comparada con países como Canadá y España, con respecto a este
asunto. En el censo de 1991, el nivel de alfabetismo se había reducido a un
3,7%.
Se organizaron y construyeron alrededor de 6.000
centros de alfabetización en todo el país. El programa de aprendizaje estuvo
dividido en dos periodos: En la primera parte, se trataba de lograr la
alfabetización propiamente dicha, y en la segunda, se trataba de enseñar y desarrollar
el pensamiento lógico y la lectura comprensiva.
El objetivo fundamental del proyecto era
¨erradicar el analfabetismo, completar la educación de los neo alfabetos y
posibilitar un sistema permanente de educación de adultos¨.
- Congreso Pedagógico de 1986-88
Este congreso fue convocado por el congreso de la
Nación y fue aprobado por las dos cámaras legislativas en 1984. El objetivo
principal era crear una opinión generalizada sobre la importancia y
trascendencia de la educación en la republica.
Las resoluciones y conclusiones del congreso que
abarcaron distintas cuestiones fueron por ejemplo: La educación debía apuntar a
valorizar lo propio, lo Argentino, a conocer nuestro suelo, nuestra realidad
histórica, cultural, geográfica,etc. La soberanía debía ser defendida y se
debía valorizar por sobre todo la justica y la libertad, así como
fundamentalmente las instituciones democráticas. Se debía fortalecer el
carácter federal, asegurado en la constitución, para logar una conjunta política
y planificación que beneficiara al conjunto de las provincias. Fue también
fundamental la mención a la familia y a los padres, como los primeros
educadores, como los agentes educadores por naturaleza, el núcleo básico social
fuerte.
Y fundamentalmente sobre el desarrollo social, se
deberá jerarquizar la igualdad de oportunidades y posibilidades concretas de
acceso a los bienes culturales y materiales como la educación, la salud, el
trabajo y la vivienda.
- Plan Alimentario Nacional
Este plan es conocido y recordado
fundamentalmente por sus cajas pan, para afrontar el hambre y la pobreza. El
plan se basó en la organización y distribución de cajas con comida a partir de
los municipios. Este plan inspiro distintos planes similares que tuvieron lugar
a lo largo de toda Latinoamérica.
El diagnóstico de familias destinatarias del PAN se realizó
sobre la base del censo habitacional del año 80 complementado con estadísticas
provinciales y en el primer mes de funcionamiento el programa llegó a 700.000
familias y en esa cifra trepó hasta repartir un promedio de 1.200.000 cajas
mensuales.
"El objetivo no fue sólo
alimentario, la idea era transformarlo en un programa de desarrollo integral.
Se reunía a las madres y se daba educación alimentaria, había detección de problemas
de escolaridad de los chicos y se estimulaban las compras comunitarias",
repasó Neri, el entonces ministro de bienestar quien fue el encargado de
anunciar el plan.
POLITICA LABORAL
Durante su mandato, Alfonsín se enfrentó de manera
abierta a los sindicatos, él se quejaba de la relación y del pacto
sindical-militar, por medio del cual asociaba a los sindicatos con una forma de
ejercer, de actuar autoritaria, la cual relacionaba con el peronismo. Alfonsín,
presentó un proyecto de ley en congreso, llamado Ley Mucci, por la cual se
buscaba incluir a las minorías en los organismos de poder y decisión de los
sindicatos. El proyecto, fue
apoyado por los diputados, pero no por los senadores, dominada esta cámara por
la oposición peronista quienes controlaban la CGT.
La CGT llevo a cabo 13 huelgas, que se califican
como políticas, ya que fueron direccionadas por los peronistas, como intento de
obstruir la forma de accionar política del gobierno radical.
En total, durante el gobierno de Alfonsín, se
llevaron a cabo alrededor de 4000 huelgas sectoriales y 13 huelgas generales.
Se produjeron además paros totales o parciales por actividad o por empresa,
huelgas de hambre, ollas populares,etc.
Las huelgas fueron utilizadas como arma, para
asegurar el control de los sindicatos bajo la CGT, y para exigir una importante
aumento de la suma en los salarios y mejores condiciones laborales. El
principal argumento de la CGT contra el gobierno radical era que este se
subordinaba a los reclamos y exigencias del FMI.
En 1987, Alfonsín termina con su táctica de opositor
y enfrentamiento con los sindicatos, que le dificultaban el funcionamiento de
la economía y principalmente su gestión y ofrece a unos de los principales
dirigentes sindicalistas, Carlos Alderete, el cargo de ministro de trabajo. Al
mismo tiempo, el presidente, elaboro una nueva ley sindical, que fue aprobada
en 1988, la ley 23.551, que fue apoyada por los sindicatos y los distintos
partidos políticos.
La ley, aseguraba la libertad sindical, en cuanto
a la organización y acción de los sindicalistas y aseguraba a los trabajadores,
entendidos como quien desempeña una actividad licita que se presta a favor de
quien tiene facultad de dirigirla, el derecho de construir libremente y sin
necesidad de aviso previo, asociaciones sindicales, como también afiliarse a
los sindicatos, no hacerlo o desafiliarse. Además, la ley establecía: Los
poderes públicos y en especial la autoridad administrativa del trabajo, los
empleadores y sus asociaciones y toda persona física o jurídica deberán
abstenerse de limitar la autonomía de las asociaciones sindicales, más allá de
lo establecido en la legislación vigente.
También, en el artículo 5: ARTICULO 5º
Las asociaciones sindicales tienen los siguientes
derechos: a) determinar su nombre, no pudiendo utilizarlos ya adoptados ni
aquellos que pudieran inducir a error o confusión; b) determinar su objeto,
ámbito de representación personal y de actuación territorial; c) adoptar el
tipo de organización que estimen apropiado, aprobar sus estatutos y constituir
asociaciones de grado superior, afiliarse a las ya constituidas o desafiliarse;
d) formular su programa de acción y realizar todas las actividades lícitas en
defensa del interés de los trabajadores. En especial, ejercer el derecho a negociar
colectivamente, el de participar, el de huelga y el de adoptar demás medidas
legítimas de acción sindical.
Fundamental, este último punto en el que se
establece la legalidad de la huelga, como forma de reclamo. Dentro de la
democracia, se permitía así la participación de los sindicalistas, como forma
de expresión y de denuncia. Resulta claro este intento de conciliación del
presidente que fue recibido abiertamente, por toda la comunidad política y/o
trabajadora.
COMUNICACIÓN Y/O RELACION CON EL EXTERIOR
Raúl Alfonsín pensaba a la integración y buena
relación con los países vecinos y no vecinos como fundamental en sus planes y
objetivos. El presidente se convirtió en el mandatario ejecutivo más viajero
desde Frondizi y de viajes más largos.
Durante su mandato comenzó un proceso de relación
más fluida y de integración con Brasil, al que más tarde se le uniría Uruguay.
Ésta sería una antesala a la conformación del Mercosur, que se establecería
como tal, recién en el gobierno Menemista.
El 30 de noviembre de 1985, Alfonsín y su par
brasileño Sarney, en la ciudad fronteriza de Foz de Iguazú,
adoptaron la declaración de del programa de integración y cooperación económica
(PICE), entre los dos grandes estados. El 29 de julio de 1986 los
mandatarios firmaron en Buenos Aires el Acta de Integración y Cooperación
Argentino-Brasileña y el 29 de noviembre de 1988 la capital porteña acogió
también la firma del Tratado de Integración, Cooperación Económica y
Desarrollo, por el que los dos países se comprometían a conformar un espacio
comercial común en diez años mediante la eliminación de las barreras
arancelarias y no arancelarias al comercio bilateral de bienes y servicios, y
la armonización de políticas. El 26 de mayo de 1987 Alfonsín y Sanguinetti, su
par uruguayo, firmaron el Acta de Montevideo, acuerdo decisivo para impulsar la
integración económica regional según los objetivos trazados por la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI).
Con Chile, por el
contrario bajo el gobierno dictatorial de Augusto Pinochet, que no veía con
agrado el retorno a la democracia en la Argentina, las relaciones fueron tensas
y duras. Se procedió a establecer la delimitación fronteriza del canal de
Beagle, que llevo a casi una guerra en 1983. La intervención del Papa, fue
fundamental para que no se llegara al enfrentamiento armado. Los dos países
australes suscribieron el 23 de enero de 1984 una declaración de paz y
fraternidad y el 18 de octubre siguiente firmaron en Roma un compromiso
satisfactorio sobre el Canal.
Las visitas del presidente
a Europa, fueron frecuentes, principalmente a España, donde estableció una
buena relación con Felipe González, fundamentalmente alrededor de cuestiones
económicas. En 1985, se convirtió en el primer presidente argentino que visitó
Estados Unidos, luego de Frondizi. Además Argentina estableció su apoyo a las
distintas políticas de pacificación del Grupo contadora.Argentina,
Brasil, Perú y Uruguay se unieron en apoyo al Grupo Contadora,
buscando establecer la paz y la democracia en Centroamérica. Estos países se
conocieron como el Grupo
de Apoyo a Contadora. Tuvieron un éxito relativo, al no contar
con el apoyo de Estados Unidos, que no quería reconocer al gobierno de
Nicaragua ni renunciar a las intervenciones militares unilaterales en el área.
El
13 de octubre de 1986, Alfonsín llegó a Moscú, y firmo un comunicado que
establecía que si bien por cultura y vínculos históricos, Argentina pertenecía
al mundo occidental, debía seguir siendo una nación "no alineada" en
el contexto de la Guerra Fría y solidaria con el extenso grupo de países menos
desarrollados o en vías de desarrollo de África y Asia que compartían una serie
de reclamaciones frente a los bloques, como eran la no intervención en los
asuntos internos de los países, el desarme, la defensa de la causa palestina en
Oriente Próximo o la denuncia del apartheid sudafricano. La política de
neutralidad, frente a conflictos internaciones también fue una piedra fundamental
en la política de Perón.
En
relación a Cuba, el primer encuentro entre los
presidentes Alfonsín y Castro tuvo lugar en la Reunión de los Países No
Alineados en Harare, Zimbabue, en septiembre de 1986. En esa oportunidad, el
presidente argentino planteó a su colega cubano su preocupación por la acción
de algunos sectores de izquierda (en especial el Partido Comunista) en la
Argentina. Castro le respondió con una invitación a La Habana. Éste encuentro
cumbre en la capital cubana se concretó al mes siguiente. En el mismo, Alfonsín
dejó en claro que el gobierno argentino propiciaba la integración de Cuba a
América Latina, a condición de que Cuba no transmitiera a la región (y muy
especialmente a América Central) sus problemas bilaterales con Estados Unidos.
Por su parte, Castro aseguró a Alfonsín que Cuba no había contribuido a armar
al izquierdista Frente Manuel Rodríguez que planteaba la lucha armada contra el
régimen de Pinochet en Chile.
CONCLUSION
Con el trabajo terminado, he llegado a la conclusión que la
política de Alfonsín en algunos casos fue de continuidad y en otros de cambio,
dependiendo el ámbito referido:
JUICIOS A LOS MILITARES
En relación a los juicios a los militares, claramente la política
es de cambio, frente al nuevo ciclo democrático abierto, se estableció como una
necesidad por pedido de la sociedad civil y escuchada y ejecutada por el poder
político. Como establece José Natanson, fue el primer presidente democrático del mundo en lanzar juicios
contra los militares... todo esto sin generar enemigos ni enfrentamientos y sin
dividir a la sociedad (en aquellos días llegó a decirse que Alfonsín juzgó a
los militares, sí, pero “dialogando con ellos”). A pesar de que la política de
justicia se vio limitada o con algún margen de retroceso por el constante
manejo y presión de los militares, Alfonsín realmente intento hacerle frente a
la situación.
"Los
militares deben recordar que son servidores de la República y no sus amos. Y
en vez de guardar las urnas deben guardar mejor el patrimonio nacional y los
derechos humanos." |
POLITICA
ECONOMICA
En
relación a la economía, aunque el ex presidente buscó encontrar una solución
a la crisis, con políticas de cambio, sostenida con distintos planes, la
política es de continuidad ya que la situación se repetía y las soluciones no
llegaban.
Alfonsín
tuvo que dejar el poder antes de tiempo, y asumió el nuevo presidente electo
Carlos Saúl Menem ya que el país estaba hundido en la inflación, el déficit
fiscal, el aumento de la deuda externa, el aumento de precios, etc.
Aunque
su idea fundamental era que el normal funcionamiento de las instituciones
democráticas, permitían y garanterizaban las necesidades básicas de la población,
el sistema nunca funcionó según el ideal del radical.
POLITICA
SOCIAL
Esta
es la primera esfera en la que encontré la política de cambio, como realmente
de no continuidad, es decir de corte radical, con cierto éxito en sus
disposiciones. Alfonsín refiriéndose al valor de las instituciones
democráticas y su eficaz funcionamiento, buscaba integrar a toda la sociedad
en el disfrute de los derechos o necesidades básicas, lo que le valió un
importante apoyo durante su campaña y luego en su gobierno. Los tres ejemplos
de Plan Nacional de Alfabetización, el Congreso Pedagógico de 1986-1988 y el
plan alimentario nacional, buscan elevar el nivel de vida de los ciudadanos.
Los mismos tuvieron satisfactorios resultados, permitiendo comparar a
Argentina con por ejemplo Canadá, en relación al bajo nivel de alfabetización
y posibilitando la construcción de un número importante de escuelas, así como
también fue importante la revalorización de la educación. Por último, el
plan alimentario nacional, busco combatir el hambre y la pobreza, permitiendo
casi duplicar las cajas entregadas a las familias de un mes a otro.
POLITICA
LABORAL
Este
ámbito fue fuertemente conflictivo durante el gobierno de Alfonsín con
confrontación y peleas recurrentes. Claramente las políticas establecidas
buscan ser de cambio. El ex presidente, en sus primeros días en el poder envió
al congreso el proyecto de la llamada ley Mucci, lo que le valdría grandes
discusiones con la CGT, dirigida y manejada por el peronismo. Este pacto
sindical-militar fue fuertemente cuestionado por el presidente. Más de 4000
huelgas sectoriales, 13 generales, ollas populares, etc., tuvieron lugar en
este periodo. La política más tarde de retroceso, como en el caso militar,
buscó una buena relación con los trabajadores por medio de la designación de
Carlos Alderete y de una nueva legislación laboral.
POLITICA
EXTERIOR
Alfonsín
se constituyó como el presidente mas viajero y de viajes más largos, desde
frondizi. Esta actitud, demuestra la relevancia que le daba el entonces
presidente a las buenas relaciones internacionales. El radical, plantó en
algún sentido la semilla del Mercosur y viajo además a España, Estados
Unidos, Moscú y Cuba. Las políticas fueron de cambio, estableciendo una
relación fluida con el exterior y participando de la antesala del futuro
Mercado Común del Sur.
Como
conclusión final, me gustaría agregar la significancia y preponderancia que
el presidente le daba al sistema político, a la institución democrática,
tratando de reconocer sus valores y principios básicos. Alfonsín asume en un
contexto de falta de institucional y de respeto por los partidos políticos. Ésta
esfera, la de la política, fue puesta por sobre la económica. Aunque el
desarrollo económico era fundamental para el buen funcionamiento de la
democracia, lo primero para el presidente fue levantar, darle vida y constituir
a la democracia a partir de su propia significancia, eliminar el
autoritarismo y que la ciudadanía encontrara los canales institucionales para
expresarse, estableciendo una sociedad pluralista de participación. Se
respetó la libertad de expresión y de opinión, y se elimino la censura de las
actividades culturales. Hubo profundas transformaciones en la universidad y
en el sistema científico, permitiendo el retorno de intelectuales exiliados y
su empleo como asesores o funcionarios técnicos. Además se promovió la ley
del divorcio y de la patria potestad compartida.
Sin
embargo, la principal causa del intento fallido del tercer movimiento
histórico fue la falta de gobernabilidad, principalmente por el constante
atropello de los militares, y mala relación con los peronistas, que llevaron
a la dificultad de la gestión del radical. Sumando, como establece Carlos
Corvalan (Las dos grandes crisis de liderazgos políticos en la Argentina, la
crisis de Raúl Alfonsín( 1983-1989) y la crisis de gobierno de Fernando De la
Rúa (1999-2001), Revista N10, Revista de Ciencias Políticas, pp. Problemas
internos dentro del gobierno): ¨La UCR constituía una fuerza no demasiado
homogénea, donde se discutieron y hasta obsticularizaron muchas de las
iniciativas del presidente, quien prefirió rodearse de un grupo de
intelectuales y técnicos recientemente acercados a la vida política y de un
grupo radical juvenil, la coordinadora, que avanzo con fuerza en el manejo
del gobierno y del partido¨. |
BIOGRAFIA
- El legado político de Raúl Alfonsín. Fair, Hernán.
Revista N9 Teoría política e historia IV, revista de Ciencias Políticas.
- Informe de la Conadep, (Nunca Mas, Eudeba, 1984)
- Las transformaciones institucionales en los años del
menemismo. Botana, Natalio. Revista sociedad de facultad de ciencias sociales,
6 de mayo.
- Los fundamentos filosóficos. Cap. 2, Bosoer/Leiras.
Unidad 1 Argentina, materia líderes y liderazgos. De 1995. Unidad 1 Argentina,
materia lideres y liderazgos.
- Pensar Alfonsín. Gargarella, Roberto. Murillo, María
Victoria. Pecheny, Mario.
WWW:
- Discurso de Alfonsín de
Parque Norte: http://constitucionweb.blogspot.com.ar
/2010/03/discurso-de-parque-norte-convocatoria.html
-http://argentinahistorica.com.ar/intro_libros.
php?tema=26&doc=87&cap=458
-http://www.astavic.org.ar/pdf/ley23551.pdf
-http://www.cidob.org/es/documentacion/biografias_lideres_
politicos/america_del_sur/argentina/raul_alfonsin#6
-
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/142984-46010-2010-03-31.html
-
http://www.nuso.org/upload/articulos/2253_1.pdf
- http://www.konvergencias.net/fraga111.htm
- http://ucr.org.ar/notas/discursos/convocatoria-para-una-
convergencia-democratica-primera-parte
(Informe de la Conadep, Nunca Más,
Eudeba, 1984).
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