Resumen
聽El trabajo indaga en la construcci贸n
pol铆tico-cultural de la hegemon铆a menemista. En ese contexto, analiza lo que
define como la doble dimensi贸n ideol贸gica. Partiendo desde un marco te贸rico y
metodol贸gico basado en la Teor铆a lacaniana de la Ideolog铆a de Slavoj Zizek, y
algunos aportes te贸ricos complementarios del propio Lacan, pretende dilucidar,
de forma interpretativa, las principales modalidades que asumi贸 el proceso de
legitimaci贸n psico-pol铆tica y sociocultural del
menemismo. Espec铆ficamente, se centra en las particularidades que definieron a
este proceso a partir de la aplicaci贸n del R茅gimen de Convertibilidad.
Abstract
This work investigates cultural and political
construction made by the hegemony of Menemism. In
that context, the paper defines and analyzes a double ideological dimension.
Appealing to a theoretical and methodological framework based on Lacan鈥檚 theory of Ideology thought by Slavoj Zizek and some
theoretical contributions of Lacan, the present paper
aims to clarify the main features of the process of psychological, political
and cultural legitimacy of Menemism. We will focus on
some peculiarities that defined the process since convertibility monetary
regime was put into practice.
La construcci贸n
pol铆tico-cultural de la hegemon铆a menemista. La doble dimensi贸n ideol贸gica
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 聽聽聽 Hern谩n Fair
1. Introducci贸n
El siguiente
trabajo se propone indagar acerca de la construcci贸n pol铆tico-cultural de la
hegemon铆a menemista. En ese contexto, analiza las caracter铆sticas que asume lo
que define como la doble dimensi贸n ideol贸gica del discurso de Menem. Partiendo
desde un marco te贸rico y metodol贸gico interpretativo basado en la Teor铆a
lacaniana de la Ideolog铆a de Slavoj Zizek y algunos aportes te贸ricos
complementarios del propio Lacan, pretende dilucidar las principales
modalidades que asumi贸 el proceso de legitimaci贸n psicopol铆tica y sociocultural
del menemismo. Espec铆ficamente, se centra en las particularidades que
definieron a este proceso a partir de la instauraci贸n del R茅gimen de
Convertibilidad, de abril de 1991, examinando, en un nivel m谩s amplio, las
caracter铆sticas asumidas durante la primera presidencia de Menem (1989-1995).
Se parte de la base que la Convertibilidad, junto a una amplia cadena de
significantes adosados (entre los que se destaca especialmente la estabilidad
monetaria), se edific贸 discursivamente como un 鈥淪ignificante Amo鈥 que funcion贸
como 鈥減unto nodal鈥 hegem贸nico de sutura imaginaria de lo social. En ese
contexto, se sostiene que la construcci贸n pol铆tico-cultural o ideol贸gica del
discurso menemista logr贸 obtener una amplia y duradera legitimaci贸n social que
puede comprenderse a partir de una doble dimensi贸n de an谩lisis articulada. Por
un lado, como un respaldo social efectivo derivado de la fantas铆a del 鈥1 a 1鈥,
en tanto fuente de goce inconsciente que suple lo Real, llenando
imaginariamente la falta estructural ausente. Por el otro, como un apoyo
fetichizado de aqu茅llos sectores sociales que, debido a la l贸gica del
fetichismo de la mercanc铆a, materializan en la pr谩ctica cotidiana su propia
creencia. De este modo, al significante Amo como fuente de goce del sujeto se
le incorpora un plus de goce que, partiendo del fantasma primordial como su
condici贸n de posibilidad, se legitima en una l贸gica de estructuraci贸n pr谩ctica
y de sentido com煤n basada en el 鈥渓o hacen y, por lo tanto, no lo saben鈥.
Finalmente, en una segunda etapa del trabajo, se afirma que la doble dimensi贸n
de la ideolog铆a menemista, en un marco sociohist贸rico y cultural m谩s amplio
signado por la declinaci贸n de la imago paterna, coadyuvar谩 a generar una
identificaci贸n idealizada en torno al objeto parcial Convertibilidad, lo que
terminar谩 por investir catexialmente al discurso
menemista, quien se presentar谩 como su garante de conservaci贸n y permanencia
temporal.聽聽聽聽
2. Ideolog铆a: Antecedentes de una noci贸n crucial de la
teor铆a y la filosof铆a pol铆tica
Los antecedentes
de la noci贸n de ideolog铆a, aunque forjado originariamente por Cabanis y Destutt de Tracy a
fines del siglo XVIII (Althusser, 1988: 120), nos remiten indefectiblemente a
la obra de Carlos Marx y, m谩s espec铆ficamente, al Marx de 鈥淟a Ideolog铆a
alemana鈥. Como es sabido, all铆 el te贸rico alem谩n defin铆a a la ideolog铆a como
una 鈥渇alsa conciencia鈥 de la posici贸n de clase, fen贸meno que era posible a
partir de la relaci贸n que establec铆a la clase capitalista entre la defensa de
sus intereses particulares y la defensa ilusoria del inter茅s general de la
sociedad (Marx y Engels, 2001). Esta concepci贸n
subjetivista, que entra en contradicci贸n con la l铆nea m谩s objetivista derivada
de textos como el 鈥淧refacio de la Contribuci贸n a la Econom铆a Pol铆tica鈥
(respecto de la diferencia entre estas dos concepciones, v茅ase Laclau et al., 1991) ser铆a luego retomada y
reformulada parcialmente por el estructuralismo marxista del fil贸sofo
argelino/franc茅s Louis Althusser. B谩sicamente, Althusser (1988) destacar谩 la
necesidad de incorporar a la funci贸n represiva del Estado, su funci贸n
consensual o ideol贸gica. En ese marco, har谩 hincapi茅 en la funci贸n que ejercen
los Aparatos Ideol贸gicos del Estado (religiosos, escolares, familiares,
jur铆dicos, pol铆ticos, sindicales, de informaci贸n y culturales) en la
reproducci贸n material de la ideolog铆a dominante. La primera tesis central de
Althusser, que a su vez juega como su definici贸n oficial, se帽ala lo siguiente:
鈥淟a ideolog铆a es una representaci贸n de la relaci贸n imaginaria entre los
individuos y sus condiciones reales de existencia鈥 (p. 123). Seg煤n Althusser,
todos los hombres se representan su realidad del mundo, sus condiciones de
existencia, de una forma imaginaria que deforma la realidad de sus condiciones
reales (verdaderas) de existencia. Sin embargo, m谩s que preguntarse por la
鈥渃ausa鈥 de esta construcci贸n imaginaria, que en algunos trabajos de Marx era la
鈥渁lienaci贸n鈥 de las verdaderas relaciones de existencia, se pregunta cu谩l es la
funci贸n que ejerce esta construcci贸n imaginaria (pp. 125-126).
Esta
recuperaci贸n de la dimensi贸n ideol贸gica lo lleva a se帽alar la segunda de sus
tesis centrales: 鈥渓a ideolog铆a tiene existencia material鈥 (p. 126). En efecto,
para Althusser lejos de tener una existencia ideal o espiritual, al estilo del
idealismo alem谩n, la ideolog铆a, en tanto 鈥渄eformaci贸n imaginaria鈥, tiene una
existencia plenamente material. Esta materialidad, afirma Althusser, se
鈥渋nserta鈥 en 鈥減r谩cticas鈥 y 鈥渞ituales鈥 espec铆ficos. As铆, cuando uno cree en
Dios, 鈥渧a a la Iglesia, asiste a misa, reza, se confiesa, hace penitencia鈥. Del
mismo modo, si un individuo cree en el deber, apela a ciertas 鈥減r谩cticas
rituales鈥 que sirven, digamos, como su soporte. As铆, si cree en la Justicia,
uno se somete, entonces, a las reglas del derecho, participa de manifestaciones
y peticiones legales, etc. De este modo, se puede observar que 鈥渓as ideas de
los sujetos existen en sus actos, o deben existir en sus actos鈥. En otras
palabras, las ideas tienen una 鈥渆xistencia material鈥 en un 鈥渁parato
ideol贸gico鈥. As铆, como se帽ala Althusser a partir del ejemplo de Pascal, cuando
uno se pone de rodillas y reza, entonces es que ya cree (pp. 126-128). Esto le
permite concluir que 鈥渓a existencia de las ideas es material, en cuanto sus
ideas son actos materiales insertos en pr谩cticas materiales normadas por
rituales materiales definidos por el aparato ideol贸gico material del cual
derivan las ideas de este sujeto鈥 (p. 129).
聽
Este novedoso
enfoque iniciado por Althusser constituye, junto a los aportes de Gramsci y de Bajt铆n y Voloshinov, un
inestimable avance dentro del marxismo m谩s tradicional u ortodoxo, que cre铆a
que la econom铆a determinaba casi mec谩nicamente a lo pol铆tico-ideol贸gico a
partir de la met谩fora base-superestructura. Sin embargo, a pesar de su notable
esfuerzo, la cr铆tica althusseriana a los enfoques economicistas, como dijimos,
s贸lo es posible para Althusser situ谩ndose en el tradicional campo de la Ciencia
marxista (la Ciencia del materialismo dial茅ctico de 鈥淓l Capital鈥), lo que se
opondr铆a a la Ideolog铆a burguesa para criticar la falsa representaci贸n de las
relaciones sociales objetivas derivadas de la interpelaci贸n de los sujetos en
Sujetos.
Es, precisamente,
este intento de integrar a la supuesta 鈥渃iencia鈥 marxista con la filosof铆a
pol铆tica marxista con pretensiones de alcanzar su mismo status 鈥渃ientificista鈥,
el punto que ser铆a, junto con el esencialismo de clase 鈥渆n 煤ltima instancia鈥,
el motivo de cr铆tica de los enfoques postestructuralistas,
entre las que se destacar铆an el enfoque postmarxista de Ernesto Laclau y, en un
plano m谩s psicoanal铆tico, el enfoque lacaniano de la ideolog铆a de Slavoj Zizek.
Dejando de lado las diversas cr铆ticas del enfoque laclausiano (v茅anse Laclau y Mouffe, 1987; Laclau, 2006a), nos
interesa centrarnos en los valiosos aportes del te贸rico y fil贸sofo
esloveno.聽
2.1. Los aportes
de la Teor铆a psicoanal铆tica de la ideolog铆a de Slavoj Zizek
La obra de
Slavoj Zizek presenta un novedoso proyecto te贸rico de an谩lisis que intenta
integrar de modo ecl茅ctico los aportes te贸ricos y filos贸ficos del marxismo, con
el kantismo, el hegelianismo y el psicoan谩lisis lacaniano. En relaci贸n a los
pensadores m谩s contempor谩neos, pueden hallarse algunas influencias de los
aportes del enfoque postmarxista de Ernesto Laclau, con quien, sin embargo,
mantuvo en los 煤ltimos tiempos algunas diferencias (v茅ase Zizek, 2003a).
Precisamente en este punto, que lo ha llevado a seguir un camino divergente al te贸rico
argentino, es donde quisi茅ramos centrarnos, para destacar las valiosas
contribuciones conceptuales a lo que Zizek ha dado en llamar la Teor铆a
psicoanal铆tica de la ideolog铆a.
Lo que viene
se帽alando Zizek desde sus trabajos iniciales es que la Teor铆a de la hegemon铆a
de Laclau resulta adecuada y pertinente para analizar los fen贸menos
sociopol铆ticos contempor谩neos, al hacer hincapi茅 en el antagonismo como
constitutivo de toda sociedad, del mismo modo que la desconstrucci贸n derridiana permite destruir toda la metaf铆sica Occidental,
mostrando que su condici贸n de posibilidad es, a su vez, su condici贸n de
imposibilidad. Sin embargo, el fil贸sofo esloveno sostiene que este tipo de
an谩lisis desconstructivos y postmarxistas no logran
dar cuenta de un abordaje m谩s estructural de la formaci贸n identitaria. Seg煤n
afirma Zizek, s贸lo a partir del psicoan谩lisis lacaniano es posible desarrollar
una cr铆tica m谩s profunda a la ideolog铆a dominante. Esta cr铆tica, para ser
tal, debe partir de la base, como lo hace el propio enfoque de Laclau en alguno
de sus textos (Laclau, 2006a), de que la cr铆tica ideol贸gica es siempre
intra-ideol贸gica, es decir que, a diferencia de lo que cre铆a Althusser, al
menos en su primera etapa estructuralista de los Aparatos ideol贸gicos del
Estado (Althusser, 1988), la
cr铆tica no puede ser situada por fuera de la ideolog铆a en una especie de
objetividad cient铆fica que permite develar la realidad social externa no
contaminada de valores. En efecto, la ideolog铆a no puede ser denunciada, como
lo hac铆a tambi茅n la Escuela de Frankfurt, como 鈥渇alsa conciencia鈥. El punto de
partida de la cr铆tica de la ideolog铆a, seg煤n Zizek, debe ser 鈥渆l reconocimiento
pleno del hecho de que es muy f谩cil mentir con el ropaje de la verdad鈥 (Zizek,
2003a: 14).
A partir de esta
afirmaci贸n, Zizek se distancia, no sin inconvenientes, del marxismo, que 鈥渄esde
la distancia neutral del metalenguaje, se cerciora de la tendencia objetiva de
la historia hacia el comunismo; luego, elabora la ideolog铆a proletaria para
inducir a la clase obrera a cumplir su misi贸n hist贸rica鈥. Del mismo modo, se
aleja tambi茅n del neomarxismo de la Escuela de
Frankfurt, 鈥渆n la que la distorsi贸n ideol贸gica se deriva de la forma mercanc铆a
hasta la noci贸n de raz贸n instrumental, que ya no se basa en una realidad social
concreta sino que, en cambio, es concebida como una especie de constante
primordial antropol贸gica, incluso cuasi trascendental, que nos permite explicar
la realidad social de la dominaci贸n y la explotaci贸n鈥 (Zizek, 2003a: 16). Para
Zizek, al igual que para Laclau (2006a), la realidad es siempre, y
necesariamente, ideol贸gica, ya que 鈥減ara el an谩lisis del discurso, la noci贸n
misma de un acceso a la realidad sin el sesgo de dispositivos discursivos o
conjunciones con el poder es en s铆 misma ideol贸gica. El 麓grado cero麓 de la
ideolog铆a consiste en percibir (err贸neamente) una formaci贸n discursiva como un
hecho extradiscursivo鈥 (Zizek, 2003a: 18).
Pero si 鈥渓a
realidad es indistinguible de la ideolog铆a鈥 (Zizek, 2003a: 23), entonces, 驴cu谩l
es el gran aporte que realiza Zizek para complementar el an谩lisis
necesariamente intraideol贸gico de la ideolog铆a? Para
desarrollarlas, veamos, brevemente, las cr铆ticas que le hace Zizek a la visi贸n
material de la ideolog铆a de Althusser. Como hemos dicho, para Althusser la
ideolog铆a interpela al sujeto convirti茅ndolo en Sujeto, y esa interpelaci贸n se
realiza en la pr谩ctica, esto es, en la realidad cotidiana del sujeto. Zizek
retoma y acepta este 煤ltimo punto, que tiene su origen en Pascal, para se帽alar,
del mismo modo que el fil贸sofo franc茅s, que toda creencia, lejos de ser un
estado 鈥溍璶timo鈥, puramente mental, en realidad 鈥渟e materializa siempre en
nuestra actividad social efectiva: la creencia sostiene la fantas铆a que regula
la realidad social鈥 (Zizek, 1992: 64). En efecto, la materializaci贸n de la
ideolog铆a no es meramente 鈥渢e贸rica鈥 o 鈥渕ental鈥, sino que, tal como lo ha
analizado tambi茅n el soci贸logo Pierre Bourdieu, se realiza en el 鈥渟entido
pr谩ctico鈥 y cotidiano de los sujetos (Bourdieu, 1991). Al igual
que Althusser, Zizek afirma que 鈥渆ncontramos razones que confirman nuestra
creencia porque ya creemos: no es que creamos porque hayamos encontrado
suficientes buenas razones para creer鈥 (Zizek, 1992: 66). De este manera,
cuando un sujeto sigue una creencia, por ejemplo, cuando cree en la prensa
independiente, en las elecciones limpias y en el mercado, ya cree en la
ideolog铆a liberal sin saberlo (Zizek, 2003a: 17). Del
mismo modo, cuando uno sigue los rituales del fascismo, ya cree de forma
efectiva en esta ideolog铆a organicista sin saberlo, e incluso sin quererlo. Es
por eso que Zizek se帽ala, siguiendo los aportes de Althusser y de Sloterdijk, que la realidad no se encuentra en el saber,
sino en el hacer, esto es, que lo que entendemos por realidad social se
encuentra apoyado por la experiencia de lo que hacemos, la materializaci贸n
pr谩ctica y corporal que evidenciamos cotidianamente.
Sin embargo, si
la ideolog铆a tiene necesariamente una 鈥渆xistencia material鈥 que se materializa
en pr谩cticas ideol贸gicas, rituales e instituciones (Zizek, 2003a: 20), lo que
agrega Zizek, desde su particular interpretaci贸n lacaniana, y diferenci谩ndose
de Pascal y del propio Althusser, es que la 鈥渃ostumbre externa es siempre el
soporte material para el inconsciente del sujeto鈥 (Zizek, 1992: 69). Es decir,
que existe una creencia inconsciente que va m谩s all谩 de la creencia cotidiana y
que sirve como la apoyatura no consciente de la creencia material. Como lo
resume el te贸rico y fil贸sofo esloveno: 鈥渃uando nos sometemos a la m谩quina del
ritual religioso, ya creemos sin saberlo: nuestra creencia ya est谩
materializada en el ritual externo; en otras palabras, ya creemos
inconscientemente, porque es a partir de este car谩cter externo de la m谩quina
simb贸lica como podemos explicar el estatus del inconsciente como radicalmente
externo鈥 (Zizek, 1992: 73).
Como destaca
Zizek, esta teor铆a pascaliana de la materializaci贸n
corporal se encuentra analizada en la noci贸n de AIE de Althusser que hemos
resumido anteriormente. Sin embargo, el problema que observa Zizek en el
enfoque althusseriano, m谩s all谩 de criticarle su
pretensi贸n de objetividad derivada del saber supuestamente 鈥渃ient铆fico鈥 del
marxismo, es que no puede dar cuenta de c贸mo se produce el efecto ideol贸gico
exitoso en el sujeto, esto es, c贸mo genera la ideolog铆a su efecto interpelatorio del sujeto en Sujeto. Lo que concluye Zizek
es que esta 鈥渕谩quina鈥 simb贸lica 鈥渆jerce su fuerza s贸lo en la medida en que se
experimenta, en la econom铆a inconsciente del sujeto, como un mandato
traum谩tico, sin sentido鈥 (Zizek, 1992: 73).
Siguiendo la
interpretaci贸n del enfoque psicoanal铆tico lacaniano (v茅ase Lacan, 1971-1972,
2006, 2008), Zizek se帽ala que lo que se olvida en la teor铆a althusseriana es la
dimensi贸n de deseo inconsciente, del goce derivado de la fantas铆a ideol贸gica
previa de alcanzar la unidad social plena que lleva todo sujeto. Este deseo
eterno de alcanzar el Uno todo, el 鈥渞asgo unario鈥 (Lacan, 1987: 147), es
precisamente el soporte inconsciente que act煤a como la condici贸n de posibilidad
de este reconocimiento ideol贸gico del sujeto. Debemos tener en cuenta que, como
bien se帽ala Zizek a partir de Lacan, lo que llamamos 鈥渓a realidad es una
construcci贸n de la fantas铆a que nos permite enmascarar lo Real de nuestro
deseo鈥 (Zizek, 1992: 76). En otras palabras, la realidad social s贸lo puede ser
comprendida si se la estructura en el marco de una fantas铆a estructural de
plenitud que es imposible o Real, en tanto est谩 constitutivamente fallada. Este
deseo primordial es, seg煤n la interpretaci贸n del psicoan谩lisis lacaniano, el
deseo inconsciente de plenitud y transparencia de lo social que instaura el
significante y genera, a partir de su prohibici贸n simb贸lica, el deseo eterno de
recuperar la unidad corporal con la Cosa. Sin embargo, como el retorno al
para铆so m铆tico de la Cosa (la Madre) resulta estructuralmente imposible, esta
recuperaci贸n s贸lo es posible realizarla de forma imaginaria por la v铆a del
significante, que, en tanto representa al 鈥渞asgo unario鈥, se encuentra
investido de fuente de goce para el sujeto (Lacan, 1971-1972, 2006,
2008)
驴Qu茅
implicancias tienen estas afirmaciones para el debate sobre la interpelaci贸n
ideol贸gica? Pues que, a partir de ahora, la ideolog铆a no es un sue帽o que
construimos para huir de la realidad, sino m谩s bien el elemento que act煤a como
soporte inconsciente de nuestra realidad cotidiana, esto es, el elemento que
permite enmascarar el n煤cleo traum谩tico, Real, que representa la dimensi贸n de
falta estructural que nos constituye. En otras palabras, la realidad que
observamos cotidianamente oculta un deseo inconsciente, un fantasma o fantas铆a
de igualdad social plena. Esta fantas铆a, a diferencia de lo que cree Althusser,
es previa y condici贸n de posibilidad de toda ideolog铆a que triunfa y, a
diferencia de Laclau, va m谩s all谩 de ser un antagonismo constitutivo de todo
discurso, en tanto est谩 investido de un mandato inconsciente (superyoico) de goce (goza!) que estructura, en un nivel m谩s
amplio y profundo, toda identidad social (Zizek, 1992, 2006). As铆, por ejemplo,
la ideolog铆a nazi, m谩s all谩 de que busca eliminar los antagonismos
constitutivos, y de all铆 que para Laclau (2006a) deba ser considerado una
ideolog铆a, y m谩s all谩 de que, como bien dir铆a Althusser, logra materializarse
en las pr谩cticas y rituales tales como las concentraciones y desfiles masivos,
las campa帽as de gran escala y la propaganda nazi, tiene 茅xito, sobre todo, ya
que, a partir de sus met谩foras unarias de ra铆z organicista, representa uno de
los tantos ejemplos que permiten recuperar de modo imaginario la unidad
corporal.
Pero adem谩s de
este factor, que ya ha sido destacado por Lefort (1990), lo interesante de
estas ideolog铆as es que s贸lo logran proyectar esta imposibilidad estructural de
unidad social en un eje externo (que a su vez es interno e ineliminable)
representado, en este caso, por la figura del jud铆o, en tanto s铆mbolo, no
importa si realidad o no, de los valores del capitalismo m谩s explotador. La
ideolog铆a, precisamente, se encuentra en la direccionalidad de todas las culpas
en ese objeto externo del que nada quiere saberse y del que se goza en su
exclusi贸n, en tanto permite formar y conformar, as铆, la ansiada unidad social
(la comunidad org谩nica) plena (Zizek, 1992).
3. La doble dimensi贸n de la ideolog铆a menemista
3.1. La fantas铆a
inconsciente como fuente de 鈥済oce鈥
Por un lado, como bien destaca Bonnet
(2008), es posible que hubiere en parte una l贸gica social basada en el famoso
cinismo del 鈥渟铆, pero a煤n as铆鈥, esto es, no creo para nada en la realidad de la
Convertibilidad, pero a煤n as铆 hago de cuenta de forma c铆nica que s铆 existe, en
tanto me beneficio de su existencia. Esta posibilidad de
salir del fantasma se expresar铆a por primera vez en la mini-corrida empresarial
de 1993, que mostrar铆a los l铆mites de la sobrevaluaci贸n cambiaria y
acrecentar铆a el temor a una devaluaci贸n, sobre todo a partir del incremento del
d茅ficit comercial. Del mismo modo, en la crisis del Tequila de fines de 1994 se
pondr谩 de manifiesto el peligro latente de que la Argentina siguiera
temporalmente el mismo camino que M茅xico, oblig谩ndose a devaluar su moneda, con
su consiguiente efecto negativo sobre los salarios y sobre los m煤ltiples
sectores endeudados en d贸lares.
Estos elementos, que har谩n que el
Gobierno se vea obligado a insistir una y otra vez en que no devaluar铆a nunca
la moneda y que, en todo caso, llegar铆a a dolarizar toda la econom铆a antes de
salir del 1 a 1, permiten suponer que hab铆a sectores sociales, sobre todo
empresariales, que eran conscientes de la farsa t茅cnica del r茅gimen cambiario.
Sin embargo, las cr铆ticas pol铆ticas a la Convertibilidad eran escasas y reci茅n
se har铆an visibles en todo su esplendor a partir de la crisis financiera de
Rusia de 1998, y, en particular, tras la devaluaci贸n monetaria de Brasil del
a帽o siguiente. Esta medida potenciar铆a el temor de parte del establishment, en tanto Brasil
representaba un pa铆s al que la Argentina exportaba gran parte de su capital,
por lo que los d贸lares ahora dejaban de ingresar y pon铆an en peligro la
permanencia del R茅gimen convertible. En ese lapso, como hemos se帽alado, hab铆a
cr铆ticas espor谩dicas a las ficci贸n y los 鈥渇uegos de artificio鈥 de la
Convertibilidad, tales como el renombrado libro de Muchnik (1992), sus propias editoriales cr铆ticas en el diario Clar铆n, adem谩s de la abundancia de cr铆ticas desde todos los
sectores a los efectos negativos del plan socioecon贸mico. Sin embargo, durante
el primer gobierno de Menem las tendencias devaluacionistas,
o bien eran excluidas por diversos medios del espacio p煤blico, o bien no ten铆an
la legitimidad necesaria para ser expresadas de forma p煤blica, frente al temor
al masivo rechazo social que provocaban en quien atinaba a formularlas.
La perspectiva del puro cinismo colectivo
muestra sus limitaciones, en el momento en que la creencia se materializaba,
como hemos dicho, en el hacer pr谩ctico de los sujetos en su vida cotidiana. En
efecto, la pr谩ctica, materializada y objetivada en los cuerpos, hemos visto que
act煤a como un soporte inconsciente para los sujetos, que se basan en el sentido
com煤n cotidiano para materializar sus creencias (Bourdieu, 1991). Pero adem谩s,
debemos tener en cuenta, a modo de un nuevo ejemplo, que los dep贸sitos de los
bancos, si bien mayoritariamente se hallaban en d贸lares, ten铆an un importante nivel
de dep贸sitos en pesos. Por otra parte, debemos recordar que muchos ciudadanos
pagaban sus gastos de forma cotidiana y realizaban sus transacciones
indistintamente en d贸lares y en pesos, lo que muestra que no sab铆an ni
sospechaban acerca de la sobrevaluaci贸n efectiva de la moneda local y la
supuesta farsa en la que se asentaba. En todo caso, si la Convertibilidad era
una pretendida 鈥渇icci贸n鈥, 驴por qu茅 la 鈥済ente鈥 no retiraba sus dep贸sitos r谩pida
y masivamente de los bancos nacionales, lo que hubiese generado una cat谩strofe
del sistema bancario como la que luego ocurrir铆a a fines del 2001?
Precisamente, porque, sobre todo durante el primer gobierno de Menem, todos los
indicadores y las pr谩cticas cotidianas 鈥渃onspiraban鈥 para materializar, y de
este modo objetivar, la creencia social fantasm谩tica,
desde el mito parcialmente sedimentado del pa铆s potencia, hasta la met谩fora
unaria del 1 a 1, pasando por la institucionalizaci贸n del r茅gimen convertible
mediante ley del Congreso, la estabilidad efectiva de la econom铆a, el nivel de
reservas monetarias, el crecimiento de la econom铆a, el acceso masivo al cr茅dito
familiar para compra de inmuebles y consumo privado o los viajes cotidianos al
exterior.
En efecto, 驴por qu茅 鈥淒o帽a Rosa鈥 deber铆a
pensar que la estabilidad es una ficci贸n, cuando va todas las semanas al
supermercado y observa con sus propios ojos que el kilo de yerba, el del pan y
el del az煤car cuestan siempre lo mismo?, 驴Por qu茅 deber铆a sospechar de las
variables econ贸micas, si los 铆ndices se帽alan que la econom铆a crece a tasas
cercanas al 10% anual, las reservas monetarias son altas, se observan buenas
ventas en los negocios y shoppings,
la gente puede viajar al exterior y encima el pa铆s recibe constantes elogios de
los sectores m谩s importantes del planeta y que m谩s conocen sobre estos temas?
La misma l贸gica pr谩ctica de sentido com煤n puede aplicarse para el auge de los
cr茅ditos personales y sus m煤ltiples e indefinidas posibilidades de uso.
Pero adem谩s, y no menos importante,
debemos tener en cuenta que el propio discurso hegem贸nico, tanto el de los
medios masivos, como el del oficialismo, entre ellos el discurso de sentido
com煤n de Menem, contribu铆a a construir un mismo relato de significaci贸n en
torno al contexto sociohist贸rico y cultural y en torno a las pr谩cticas y deseos
colectivos. Ese discurso de consumismo y acumulaci贸n hedonista e
individualista, convertido en Pensamiento hegem贸nico, hab铆a construido un
s贸lido relato en el que la aplicaci贸n de las reformas pro-mercado y el consumo
privado se asociaban a la inserci贸n al mundo m谩gico de la modernizaci贸n y a un
futuro signado por la paz y la felicidad para todos. En ese marco, aquellos
que actualmente, tras haber pasado la experiencia hist贸rica de la d茅cada
menemista y la posterior devaluaci贸n del 2002, afirman que el 1 a 1 era una
鈥渇icci贸n鈥, tal como nosotros mismos lo hemos comprobado en una serie de
entrevistas personales realizadas en el a帽o 2004 (Fair, 2008), parecen estar
expresando m谩s bien su actual pensamiento a
posteriori. Se tratar铆a, entonces, de una construcci贸n retroactiva, un
relato ad-hoc de los hechos, que, si
bien no puede decirse que se extienda al conjunto de la sociedad, parece
ajustarse m谩s bien a la actual opci贸n 鈥減ol铆ticamente correcta鈥 que reniega,
quiz谩s por verg眉enza, del anterior respaldo pol铆tico masivo, o bien del
silenciamiento, frente al menemismo y su modelo socioecon贸mico. Este respaldo,
en gran medida pasivo y resignado, se expresa claramente en la famosa frase 鈥淵o
no lo vot茅鈥, c茅lebre consigna pol铆tica que desde las elecciones de 1995
acompa帽a como una sombra a quienes se refieren a la reelecci贸n presidencial de
Menem de mayo de aquel a帽o. En efecto, la frase 鈥淵o no lo vot茅鈥, al igual que
las encuestas que mostraban previo al triunfo menemista un respaldo menor al
que posteriormente obtendr铆a, es una cabal expresi贸n de que el consenso en
torno al menemismo fue, mayoritariamente, un respaldo pol铆tico al R茅gimen de
Convertibilidad y a sus significantes asociados (en particular, la estabilidad
econ贸mica), en lugar de serlo de forma primordial al liderazgo menemista que es
idealizado. Las propias encuestas del per铆odo nos muestran, en la misma l铆nea,
que el apoyo al modelo de Convertibilidad era ligeramente superior al respaldo
al liderazgo de Menem y a su Gobierno en general (Gerchunoff y Torre, 1996). En
todo caso, como a continuaci贸n veremos, la l贸gica del apoyo pol铆tico al
discurso menemista debe ser examinado en el marco de una mediaci贸n que inviste
su discurso en torno a su vinculaci贸n directa con la continuidad temporal del R茅gimen
de Convertibilidad.聽
4. La investidura catexial en torno al liderazgo menemista
En la misma l铆nea, pero ahora desde el
谩ngulo de la teor铆a pol铆tica contempor谩nea, Laclau se帽ala que, si bien el amor
hacia el l铆der resulta importante para constituir todo v铆nculo social, e
incluso situar谩 en otro trabajo a la figura de Per贸n como un significante vac铆o
(Laclau y Mouffe, 1987), Freud 鈥渟e apresura demasiado
en pasar de apuntar el amor por el l铆der como condici贸n central de la consolidaci贸n
del v铆nculo social, a la afirmaci贸n de que 茅l constituye el origen de ese
v铆nculo鈥 (Laclau, 2005a: 109). En efecto, si bien es cierto que el l铆der es el
que unifica el espacio social mediante la absorci贸n equivalencial de demandas
sociales insatisfechas, no necesariamente es 茅l el cristalizador del
movimiento. Como bien destaca en un texto posterior, 鈥渘o es que el l铆der sea el
origen del movimiento, sino que, sin ese punto de aglutinaci贸n, el movimiento
no podr铆a forjar su unidad, se dispersar铆a entre los elementos que lo componen鈥
(Laclau, 2006b: 118). En otras palabras, como se帽ala Marchart,
citando a Laclau, aunque el 鈥渘ombre鈥 es la condici贸n para la formaci贸n del
grupo, el mismo no constituye su origen necesario (Marchart,
2006).
Pero entonces, 驴qu茅
lugar ocupa el agente que encarna al significante Amo? En primer lugar, debemos
tener en cuenta que, como se帽ala Lacan, ning煤n agente (as铆 lo denomina) es tal,
sino que encarna esa funci贸n (Lacan, 2006). Partiendo de esta premisa, que nada
tiene que ver con el funcionalismo sociol贸gico cl谩sico, el psicoanalista
franc茅s afirma que su funci贸n radica, precisamente, en investir libidinalmente
al significante Amo (Lacan, 1987: 276). En ese contexto, Laclau (2005a) subraya
que, para que se logre la articulaci贸n de las diferentes demandas sociales
equivalenciales, resulta imprescindible la 鈥渘ominaci贸n鈥 por parte de una
autoridad. Ahora bien, lo que incorpora Laclau en sus 煤ltimos trabajos,
bas谩ndose en los cruciales aportes del psicoan谩lisis lacaniano, en particular a
partir de la influencia de Joan Copjec (Laclau,
2005a, 2008), es que esta nominaci贸n o 鈥渁cto de identificaci贸n鈥 (Laclau, 1993,
1996), cumple la funci贸n primordial de generar un 鈥渁fecto鈥 o 鈥渋nvestidura
libidinal鈥 (Lacan, 2003: 84) en torno al objeto que lo encarna (Laclau, 2005a; Copjec, 2006). En efecto, dado que el acto de la nominaci贸n
simb贸lico logra articular las diversas demandas particulares, formalizando
imaginariamente el lazo social, esa vacuidad pasa a ser encarnada por la fuerza
hegem贸nica. En esas circunstancias, se帽ala Laclau, el l铆der obtiene una
鈥渋nvestidura ontol贸gica鈥 a partir de que logra hegemonizar el espacio social
(Laclau, 2005a: 214). En otras palabras, si Lacan ten铆a raz贸n al afirmar que
鈥淎quello de lo que el amor hace su objeto es lo que falta en lo real鈥 (Lacan,
2003: 421), Laclau puede se帽alar, en la misma l铆nea, que el l铆der, en tanto
representa la entidad que encarna la satisfacci贸n del objeto, adquiere una
investidura afectiva en torno suyo. En sus t茅rminos, 鈥渓a entidad encarnadora se
convierte en el objeto pleno de investidura cat茅ctica鈥,
en raz贸n de que se presenta como 鈥渆l exceso fantasm谩tico de un objeto a trav茅s del cual la satisfacci贸n puede alcanzarse鈥 (Laclau,
2005a: 152-153).
Mediante la recuperaci贸n de esta noci贸n
de 鈥渋nvestidura catexial鈥, Laclau realiza un paso
crucial para comprender la l贸gica de identificaci贸n en los nuevos tiempos hipermodernos. En efecto, al revalorizar la dimensi贸n
鈥渁fectiva鈥, pr谩cticamente ignorada por la Ciencia Pol铆tica de ra铆z conductista,
el te贸rico argentino logra alejarse completamente de estos enfoques
racionalistas, quienes, como hemos visto, reducen el v铆nculo a c谩lculos
puramente l贸gicos de individuos racionales (Laclau, 2005a: 282-283). A partir
de ahora, m谩s a煤n en el marco de la declinaci贸n de la Imago paterna y su
tradicional funci贸n de limitaci贸n al goce del sujeto y su reemplazo por un
nuevo orden 鈥pospol铆tico鈥 en el que el Padre es
ocupado por una Ciencia y un discurso liberal que promueve como un mandato superyoico imperativo la libertad de gozar libremente en un
mundo carente de l铆mites (Lebrun, 2003; Berdiel Rodr铆guez, 2009), se producen profundos cambios
socioculturales y pol铆ticos en la relaci贸n que se establece entre los
ciudadanos y los liderazgos representativos.
En las nuevas circunstancias, y con la
incorporaci贸n del elemento catexial de
identificaci贸n, el liderazgo presidencial puede adquirir, entonces, una l贸gica
identitaria que excede el c谩lculo meramente instrumental, al estilo
otorgamiento de estabilidad pol铆tica y/o econ贸mica a cambio del voto, o el
llamado 鈥渧oto cuota鈥 o 鈥渧oto licuadora鈥. De ahora en m谩s, es el
propio discurso el que instituye performativamente la
modalidad de vinculaci贸n social, al ser aquel el que genera el proceso de
identificaci贸n, en este caso, a partir de una investidura mediada por el
Significante vac铆o (llamado por Lacan S1) y la amplia cadena de equivalencias o
cadena significante asociada a aquel (el llamado S2).
De todos modos, debemos tener en cuenta
que esta vinculaci贸n no deja de ser racionalizable,
en tanto y en cuanto, al menos durante los a帽os 麓90, el discurso que
sobredetermina el pensamiento y el accionar social de los sujetos inmersos en
el juego capitalista es la econom铆a y su l贸gica instrumental. Sin embargo, como
destacan Laclau y Mouffe (1987), a partir de los
cruciales aportes de la pragm谩tica wittgesteiniana,
ya no puede pensarse este v铆nculo con independencia de un discurso particular
que otorga significaci贸n leg铆tima y gu铆a a los propios pensamientos y acciones de
los individuos y sujetos colectivos. En otras palabras, aunque no existe una
determinaci贸n en alguna instancia de la dimensi贸n econ贸mica, el an谩lisis
sociohist贸rico y cultural s铆 nos permite aseverar que el discurso mercantilista
y de racionalidad formal hegemoniza en los 麓90 el espacio social. De este modo,
se instituyen discursivamente identidades pol铆ticas que tienen como modalidad
de identificaci贸n social el consumo masivo de tecnolog铆a y la acumulaci贸n
econ贸mica sin restricciones morales, religiosas, o de otro tipo.聽聽聽聽聽
Veamos ahora c贸mo podemos articular estos
cruciales aportes de la teor铆a pol铆tica contempor谩nea y el psicoan谩lisis
lacaniano, para intentar comprender la particularidad del caso del discurso
menemista y su vinculaci贸n con el objeto a Convertibilidad. Vimos previamente
que el 鈥渟ignificante promordial鈥 (Lacan, 1987: 259,
284) permitir谩, a partir de la sutura del hueco faltante en la sociedad,
vehiculizar simb贸licamente el fantasma de unidad con el otro, lo que
posibilitar谩 acceder a la constituci贸n imaginaria de聽 plenitud corporal con la Cosa. A su vez, en
lo que refiere a la funci贸n de exceso o plus de goce, el r茅gimen cambiario
permitir谩 el acceso, al mismo tiempo, a un plus de goce o excedente derivado
del consumo masivo individual y la acumulaci贸n de capital. Podemos decir, ahora
en los t茅rminos de la teor铆a pol铆tica, que el significante Convertibilidad
(siempre en asociaci贸n con su cadena de significantes adosados) se constituir谩,
en ese sentido, en un objeto parcial que vaciar谩 su inherente particularidad
para hegemonizar meton铆micamente el espacio social. Sin embargo, ese
significante hegem贸nico, responsable de la estabilizaci贸n econ贸mica y social
del pa铆s, s贸lo ser铆a garantizado mediante un liderazgo, en este caso el de
Menem, con su consiguiente investidura derivada de su instituci贸n. En ese
contexto, podemos decir que el Presidente, en tanto entidad o agente que
funciona como garante del fantasma de la 鈥減lenitud m铆tica鈥 y de la satisfacci贸n pulsional, esto es, en los t茅rminos de Laclau, el
momento en el que, en 煤ltima instancia, se 鈥渃ristaliza la unidad del
movimiento鈥 (Laclau, 2006b: 119), obtendr谩 una investidura catecr茅tica,
es decir, un 鈥渁fecto鈥 en torno a su persona (Laclau, 2005a: 152, 2008; Copjec, 2006).
Como lo hemos analizado en detalle en
otro lugar (Fair, 2010a), esta investidura o ligaz贸n catexial,
s贸lo posible a partir de la instituci贸n exitosa del objeto a Convertibilidad,
en tanto s铆mbolo de la plenitud social imaginaria y causante del deseo, le
permitir谩 a Menem articular, y al mismo tiempo consolidar, lo que hasta
entonces era una fr谩gil e inestable hegemon铆a. Esta s贸lida hegemon铆a cultural
se materializar谩 en las contundentes victorias obtenidas en las elecciones
legislativas de septiembre de 1991 y octubre de 1993, donde obtendr谩 cerca del
40% de los votos a nivel nacional, y, tras modificar
exitosamente la Constituci贸n Nacional al a帽o siguiente, en la elecci贸n
presidencial del 14 de mayo de 1995, donde, a pesar del escaso respaldo
expl铆cito hacia su liderazgo (鈥淵o no lo vot茅鈥), ser谩 electo nuevamente como
Presidente con un porcentaje cercano al 50% del total de votos.
5. Conclusiones
En el transcurso
de este trabajo nos propusimos examinar la dimensi贸n pol铆tico-cultural de la
hegemon铆a menemista. En ese marco, desarrollamos un an谩lisis interpretativo
acerca de la modalidad espec铆fica de identificaci贸n social que asumi贸 la
ideolog铆a menemista. En particular, colocamos en el eje en el proceso de
legitimaci贸n social del primer per铆odo de gobierno de Menem, destacando la
relevancia ejercida por el R茅gimen socioecon贸mico de Convertibilidad y su
amplia cadena de significantes asociada, en la constituci贸n de aquella
hegemon铆a cultural. A partir de un enfoque con eje en los aportes de la Teor铆a
psicoanal铆tica de la ideolog铆a y ciertas contribuciones conceptuales
adicionales del psicoan谩lisis lacaniano, sostuvimos que el fen贸meno de la
ideolog铆a menemista pod铆a ser analizado bajo una doble dimensi贸n. Por un lado,
pod铆a ser entendido como un respaldo derivado de una fantas铆a inconsciente que
actuaba como un goce superyoico para el sujeto. En
dicho marco, destacamos la funci贸n de sutura imaginaria del espacio social
ejercido por el significante Convertibilidad, que se ados贸 al logro de una
serie de significantes anudados tales como la pacificaci贸n, la estabilidad
econ贸mica y social, la unidad y el orden, contraponiendo la situaci贸n con el
per铆odo anterior de inestabilidad, conflictos, desorden y caos social. Adem谩s,
subrayamos la importancia de la mitolog铆a metaf贸rica del 1 a 1 y de otras
met谩foras unarias, entre ellas la de la 鈥渁ldea global鈥 y la de la 鈥渃oncierto
internacional鈥, o la apelaci贸n presidencial al 鈥淗ermanos y hermanas鈥, como
s铆mbolos de la unificaci贸n imaginaria del espacio social y el intento de suplir fantasm谩ticamente la ausencia ontol贸gica de relaci贸n
sexual. A su vez, enfatizamos en la importancia que ejerci贸 la
institucionalizaci贸n de la paridad cambiaria fija bajo un marco legal, en la
formaci贸n de un principio de naturalizaci贸n y sedimentaci贸n del nuevo rumbo,
situaci贸n cimentaba por una visi贸n hegem贸nica que resaltaba la restricci贸n de
alternativas pol铆ticas v谩lidas al proyecto estabilizador y a las reformas
neoliberales. Finalmente, vimos de qu茅 modo, a partir del 茅xito tangible del 1
a 1, a lo que sumamos el sofocamiento del 煤ltimo
levantamiento militar de diciembre de 1990, se lograr铆a pacificar la situaci贸n
previa de caos social. En ese marco, que contrastaba con los saqueos a
supermercados y comercios y con el elevado nivel de conflictos y enfrentamientos
sociales que caracterizaran al per铆odo 1989-1991, el discurso menemista
lograr铆a la firme construcci贸n de un principio de orden colectivo, que hasta
entonces s贸lo se hac铆a presente a trav茅s de su ausencia. As铆, el significante
R茅gimen de Convertibilidad, articulado a una amplia cadena significante
vinculada a la paz o 鈥渞econciliaci贸n鈥, el orden y la estabilidad econ贸mica y
social, funcionar谩 como un objeto parcial o punto nodal que encarnar谩 el goce
colectivo de la unidad plena, en raz贸n de que lograr谩 suturar de forma
imaginaria la falta estructural.
En la segunda
parte del trabajo nos centramos en una segunda dimensi贸n de la formaci贸n
ideol贸gica del discurso menemista, cuyo eje radicaba en el fetichismo de la
creencia materializada en la pr谩ctica cotidiana. En ese marco, destacamos, en
primer lugar, la relevancia performativa ejercida por el discurso menemista en
la legitimaci贸n social del nuevo orden. En particular, hicimos hincapi茅 en el
recuento de los datos macroecon贸micos favorables que, sobre todo a partir del
茅xito estabilizador y el auge de consumo promovido por el 1 a 1, ser铆an una
constante apelaci贸n por parte de las alocuciones presidenciales. Estos 铆ndices
positivos, entre ellos un crecimiento in茅dito del PBI, las reservas monetarias,
el consumo interno, la demanda agregada, la inversi贸n externa, a lo que
sumamos, a partir de 1991, una reducci贸n dr谩stica de las tasas de inflaci贸n y
un importante descenso de los indicadores de pobreza e indigencia, al
materializarse cada uno de ellos en la pr谩ctica cotidiana de los sujetos,
contribuyeron a fetichizar los cambios estructurales que estaban generando las
pol铆ticas neoliberales del menemismo, al tiempo que contribuyeron a legitimar
activa o pasivamente al nuevo rumbo. En la misma l铆nea, el r谩pido 茅xito de la
Convertibilidad permitir铆a mostrar el logro efectivo y tangible de una
estabilizaci贸n monetaria que contrastar铆a de forma concreta con la tr谩gica
experiencia hiperinflacionaria y con los indicadores negativos del per铆odo
1989-1991. Adem谩s, la reducci贸n de las tasas de inter茅s, junto a las
expectativas favorables generadas por el nuevo marco legal del 1 a 1 y la
apreciaci贸n cambiaria, incentivaron un fenomenal 鈥渂oom鈥 de consumo que permiti贸
a amplios sectores sociales el acceso al cr茅dito barato para la compra de todo
tipo de electrodom茅sticos, viviendas, coches, indumentaria, o bien para viajar
por el mundo y consumir a bajos precios. Todos estos elementos, lejos de
representar un discurso abstracto o meramente te贸rico, se materializaban y objetivaban
en la pr谩ctica cotidiana de los sujetos actuantes, que pod铆an ver, tocar y
sentir de forma tangible y concreta los beneficios de la 鈥渇iesta menemista鈥 y
sus c谩nones de consumo y modernizaci贸n similares a los de los pa铆ses m谩s
desarrollados. En el marco de un discurso largamente sedimentado y objetivado
que hac铆a creer en el mito de un 鈥減a铆s potencia鈥 destinado por la Historia a un
futuro de 鈥済randeza鈥, las nuevas circunstancias de in茅dita 鈥渃onexi贸n鈥 al orden
global y de reconocimiento cotidiano de las principales potencias mundiales
hacia los innegables 鈥exitos鈥 del gobierno de Menem,
se lograba acceder ahora el cumplimiento efectivo de la fantas铆a tan anhelada.
Finalmente, el contexto sociohist贸rico y cultural, signado por la ca铆da del
comunismo, el fracaso del keynesianismo y, en el caso argentino, la tr谩gica
experiencia del gobierno de Alfons铆n, coadyuvaban tambi茅n, junto al papel de
los principales representantes del establishment local y transnacional, a generar un clima sociocultural hegem贸nico, en el que
todo indicaba que la instauraci贸n del R茅gimen de Convertibilidad hab铆a sido un
notable e indiscutible 茅xito del menemismo. En ese marco, a partir de algunos
aportes del psicoan谩lisis lacaniano, destacamos que el acceso al consumo masivo
y al ahorro en sectores medios y medios-altos, junto al proceso de acumulaci贸n
econ贸mica para los n煤cleos de poder del capital, funcionaron como un plus de
goce que incorpor贸 un suplemento que exced铆a al goce de la unidad social y que
se vinculaba al goce del reconocimiento de la 鈥渃omunidad internacional鈥 y al
mandato superyoico del consumo individual como
modalidad de identificaci贸n en los tiempos pos-pol铆ticos signados por el
declive de la imagen paterna y su tradicional funci贸n de restricci贸n de los
l铆mites. De ahora en m谩s, bajo la 茅gida del 茅xito indiscutible del modelo de
Convertibilidad, el discurso menemista hab铆a posibilitado la incorporaci贸n de
un plus o excedente de goce que se derivaba del cumplimiento del mandato
imperativo de gozar sin l铆mites del consumo hedonista individual y del
reconocimiento nacional y mundial de la Argentina como un pa铆s 鈥減otencia鈥 que
recuperaba, ahora s铆, su m铆tico 鈥渄estino de grandeza鈥 al que lo ten铆a asignado
la Historia. En ese marco de materializaci贸n pr谩ctica y objetivaci贸n corporal
de los supuestos 茅xitos del modelo de Convertibilidad, concluimos que el
respaldo pol铆tico hegem贸nico al menemismo no pod铆a limitarse a un puro cinismo
basado en la l贸gica del 鈥渓o s茅, pero a煤n as铆鈥. Si bien ciertos sectores
sociales, particularmente aquellos dirigentes del establishment que se hallaban m谩s informados, pod铆an saber o
suponer acerca de la ficci贸n en la que se asentaba el llamado 1 a 1, muchos
otros no pod铆an ni sospecharlo, en tanto observaban y viv铆an de forma efectiva
y 鈥渞eal鈥 los efectos positivos tangibles del r茅gimen socioecon贸mico. Entre
ellos, la in茅dita estabilidad temporal de todos los precios, la posibilidad de
acceder al cr茅dito y consumir, ahorrar y/ o viajar, los datos macroecon贸micos
positivos del per铆odo 1991-1994 y las constantes muestras de aprobaci贸n y las
felicitaciones de parte de organismos multilaterales de prestigio tales como el
FMI o el Presidente de los Estados Unidos, como as铆 tambi茅n de decenas de
economistas, financistas, comunicadores y empresarios nacionales e
internacionales que resaltaban los logros y 茅xitos del 鈥渕odelo鈥 argentino.
Todos estos elementos, que se sedimentaban y objetivaban diariamente en los
cuerpos, nos llev贸 a concluir que en muchos sectores de la sociedad existi贸 en
los a帽os 麓90 un consenso social basado en una l贸gica que no era c铆nica, sino
primordialmente de sentido com煤n y pr谩ctico, a partir de la premisa de que 鈥渓o
hacen en la pr谩ctica, por lo tanto, no lo saben鈥.聽
En la etapa
final del trabajo nos centramos en la modalidad de legitimaci贸n discursiva del
liderazgo menemista, indagando, espec铆ficamente, en el proceso de
identificaci贸n cultural en torno a su figura. Partiendo de un marco te贸rico
psicoanal铆tico estrictamente lacaniano, afirmamos que este respaldo social y
esta l贸gica de identificaci贸n pod铆a ser entendida en el contexto de una
investidura catexial hacia el liderazgo de Menem,
aunque mediado discursivamente a trav茅s del R茅gimen de Convertibilidad. Este
modelo, asociado directamente a un conjunto de significantes adosados (entre
los que se destacar铆a la estabilidad monetaria), se convertir铆a en el punto
nodal que funcionar铆a como un objeto parcial o significante vac铆o sustituto
imaginario de la ausencia de relaci贸n sexual. En ese marco, la famosa frase 鈥淵o
no lo vot茅鈥, as铆 como las escasas movilizaciones de apoyo social al menemismo,
lejos de ser un s铆ntoma del cinismo colectivo en el que se basaba el respaldo
al discurso de Menem, deb铆a ser considerado, m谩s bien, como una identificaci贸n
mediatizada que expresaba el respaldo masivo a un r茅gimen socioecon贸mico
hegem贸nico que se hab铆a materializado en una verdadera realidad para gran parte
de la sociedad, al encarnar el goce derivado del rasgo unario y, al mismo
tiempo, el plus de goce fetichizado del consumo y la acumulaci贸n que
simbolizaba la moneda, en tanto equivalente general de todo tipo de mercanc铆as
posibles de ser consumidas y/o acumuladas. Se trataba, en efecto, de una
creencia fetichizada que, al materializarse de forma efectiva y tangible en la
pr谩ctica cotidiana y habitual de los sujetos, lograba objetivarse como una
realidad plena que imped铆a hacer presente su componente de cinismo y fantas铆a.
Una promesa m铆tica de plenitud y opacidad que, en tanto verdad pr谩ctica
instalada a partir del saber de sentido com煤n, s贸lo lograr铆a ser atravesada
exitosamente como creencia fantasm谩tica a partir de
observar y vivir los efectos desestructurantes causados por la devaluaci贸n monetaria de comienzos del 2002 y el consiguiente
fin del 1 a 1.聽聽聽
聽
5. Bibliograf铆a
ABOY CARL脡S,
Gerardo (2001): Las dos fronteras de la democracia argentina. La
reformulaci贸n de las identidades pol铆ticas de Alfons铆n a Menem, Homo
Sapiens, Rosario.
ALTHUSSER, Louis
(1988): 鈥淚deolog铆a y aparatos
ideol贸gicos del Estado鈥, en La
filosof铆a como arma de la revoluci贸n, Cuadernos de pasado y presente, M茅xico DF.
脕LVAREZ, Alicia (2006): La teor铆a de los discursos de
Jacques Lacan. La formalizaci贸n del lazo social, Letra Viva, Bs. As.
AUSTIN, John
(1998): C贸mo hacer cosas con palabras, Paid贸s, Barcelona.
BALDIOLI, Alberto y LEIRAS, Santiago (2010): 鈥滱rgentina en la d茅cada
de la decisi贸n pol铆tica. El liderazgo neodecisionista de Carlos Sa煤l Menem鈥, en
Santiago Leiras (comp.), Estado de excepci贸n y democracia en Am茅rica Latina, Homo Sapiens,
Colecci贸n Politeia, Rosario, pp. 53-79.
BALSA, Javier
(2006): 鈥淟as tres l贸gicas de la construcci贸n de la hegemon铆a鈥, Theomai, UNQ,
N潞14.
BARROS,
Sebasti谩n (2002): Orden, democracia y
estabilidad. Discurso y pol铆tica en la Argentina entre 1976 y 1991, Alci贸n,
C贸rdoba.
BASUALDO, Eduardo
(2006): Estudios de historia econ贸mica
argentina. Desde mediados del siglo XX a la actualidad, Siglo XXI-FLACSO,
Bs. As.
BASUALDO,
Eduardo y KULFAS, Mat铆as (2000): 鈥淔uga de capitales y endeudamiento externo en
la Argentina鈥, Realidad econ贸mica,
N潞173, IADE, pp. 76-102.
BEMBI, Mariela y
NEMI脩A, Pablo (2007): 鈥淔elices noventa鈥, en Neoliberalismo
y desendeudamiento. La relaci贸n Argentina-FMI, Capital Intelectual, Bs.
As., pp. 15-29.
BERDIEL RODR脥GUEZ, Otto
(2009): 鈥La declinaci贸n social de la imago
paterna y su correlato simb贸lico: 驴Sujeto autorreferencial?鈥, Psikeba, N掳10,
diciembre. Disponible聽 en l铆nea en http://www.psikeba.com.ar/articulos2/OB_declinacion_imago_paterna_sujeto_autorreferencial.htm
BIGLIERI, Paula
(2008): 鈥淓l concepto de populismo. Un marco te贸rico鈥, en P. Biglieri y G. Perello (comps.), En el nombre del pueblo. El populismo
kirchnerista, UNSAM edita, Bs. As., pp. 6-41.
BONNET, Alberto
(2008): La hegemon铆a menemista. El
neoconservadurismo en Argentina. 1989-2001, Prometeo, Bs. As.
BOURDIEU, Pierre
(1991): El sentido pr谩ctico, Taurus, Madrid.
BRAUNSTEIN, N茅stor (2006): El goce. Un concepto lacaniano, Siglo
XXI, Bs. As.
COPJEC, Joan (2006): El sexo y la eutanasia de la raz贸n. Ensayos sobre el amor y la
diferencia, Paid贸s, Bs. As.
DE 脥POLA, Emilio
(1997): Las cosas del creer, Ariel,
Bs. As.
FAIR, Hern谩n (2008): 鈥淟os cambios en la representaci贸n social de la
Convertibilidad鈥,
Querencia. Revista de investigaci贸n
psicoanal铆tica, N潞11, noviembre, Facultad de
Psicolog铆a, Universidad de la Rep煤blica Oriental del
Uruguay, Uruguay. Disponible en
l铆nea en http://www.querencia.psico.edu.uy/revista_nro11/hernan_fair.htm
____ (2009a): 鈥淟os dispositivos de la enunciaci贸n
menemista y la tradici贸n peronista. Un an谩lisis desde la dimensi贸n ideol贸gica鈥, Signa. Revista de la Asociaci贸n Espa帽ola
de Semi贸tica, N潞18, Madrid, enero, pp. 251-283. Disponible en su versi贸n en
l铆nea en: http://www.cervantesvirtual.com/obra/los-dispositivos-de-la-enunciacin-menemista-y-la-tradicin-peronista-un-anlisis-desde-la-dimensin-ideolgica-0/聽
____聽 (2009b): 鈥淓l mito de Argentina pa铆s potencia鈥, Contribuciones
desde Coatepec, N潞16, enero-junio, Universidad
Aut贸noma del Estado de M茅xico (UAEM), M茅xico, pp. 115-146. Disponible en su
versi贸n en l铆nea en http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=28112196006
____聽 (2010a):
鈥淚dentidades, discurso y pol铆tica. La articulaci贸n y consolidaci贸n de la cadena
significante menemista en torno al R茅gimen socioecon贸mico de la Convertibilidad
(1991-1995)鈥, Pl茅yade, N潞5, Santiago
de Chile, pp. 83-146. Disponible
en su versi贸n en l铆nea en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3273800 聽聽聽聽
____ (2010b): 鈥淟a
funci贸n de las pr谩cticas discursivas de consumo en la hegemonizaci贸n del menemismo鈥, Oficios Terrestres,
N掳25, Facultad de Periodismo y Comunicaci贸n Social, Universidad Nacional de La
Plata (UNLP), La Plata, Bs. As., pp. 129-143. Disponible en su versi贸n
en l铆nea en: http://www.perio.unlp.edu.ar/oficios/documentos/pdfs/oficios_25.pdf聽聽
____ (2011a):
鈥淓l concepto de ideolog铆a y la tensi贸n entre conflicto, consenso y orden en las
teor铆as de Laclau y Zizek鈥, Leviatan: cadernos de pesquisa pol铆tica, N掳3, Universidad de San
Pablo (USP), San Pablo, Brasil, pp. 146-189. Disponible en l铆nea en http://www.fflch.usp.br/dcp/leviathan/index.php/leviathan/article/view/88/pdf_14
____ (2011b):
鈥淓l discurso de Orden del menemismo. Del desencuentro entre los argentinos, a
la pacificaci贸n y reconciliaci贸n nacional鈥, VI Jornadas de J贸venes
Investigadores, Instituto de Investigaciones Gino Germani (IIGG), Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires (UBA), 10 al 12 de noviembre.
____ (2011c):
鈥淓l mito de la aldea global en el discurso menemista鈥, Revista Argentina de Sociolog铆a, Consejo de Profesionales de
Sociolog铆a (CPS), N掳15-16, noviembre-diciembre, Bs. As., pp. 53-80.
____ (2011d):
鈥淟as relaciones pol铆ticas entre el menemismo y las Fuerzas Armadas. Un an谩lisis
hist贸rico-pol铆tico del per铆odo 1989-1995鈥, Kair贸s. Revista de Temas Sociales, Vol. 15, N掳27, UNSL, San Luis, pp.
1-16. Disponible en http://www.revistakairos.org/k27-archivos/Fair.pdf
FREUD, Sigmund (1973): 鈥淧sicolog铆a de las masas y an谩lisis del
yo鈥, en Obras completas de Sigmund Freud, Tomo
3, Biblioteca Nueva, Madrid.
GERCHUNOFF,
Pablo y TORRE, Juan Carlos (1996): 鈥淟a pol铆tica de liberalizaci贸n econ贸mica en
la administraci贸n de Menem鈥, Desarrollo Econ贸mico, N掳141, Vol. 36
(abr.-jun.), pp. 733-768.
GIDDENS, Anthony (1995): La constituci贸n de la sociedad, Amorrortu, Bs. As.聽聽
GUTI脡RREZ VERA, Daniel (2004): 鈥淟a
textura de lo social鈥, Revista Mexicana
de Sociolog铆a, Vol. 66, N潞2 (abril-junio), pp. 311-343.
LACAN, Jacques (1971-1972): Seminario XIX: Ou pire, edici贸n 铆ntegra en espa帽ol (in茅dito).
____ (1987): Seminario
11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoan谩lisis, Texto establecido
por Jacques Alain Miller, Paid贸s, Bs. As.
聽____
(2003): Escritos I, Siglo XXI, Bs. As.
____聽 (2006): Seminario XVII: El reverso del psicoan谩lisis, Paid贸s,
Bs. As.
____聽 (2008): Seminario
XX: Aun, Paid贸s, Bs. As.
LACLAU, Ernesto y MOUFFE, Chantal (1987): Hegemon铆a y estrategia socialista. Hacia una
radicalizaci贸n de la democracia, FCE, Bs. As.
LACLAU, Ernesto
(1991): 鈥淟a especificidad de lo pol铆tico鈥, en Debates sobre el Estado
capitalista, AA.VV. Bs. As., Imago Mundi, pp.
121-152.
____聽 (1993): Nuevas reflexiones sobre la
revoluci贸n de nuestro tiempo, Nueva Visi贸n, Bs. As.
聽____聽 (1996): Emancipaci贸n y diferencia, Ariel., Bs. As.
____聽聽 (2005a): La Raz贸n populista,
FCE, Bs. As.
____聽 (2005b): 鈥淧opulismo: 驴qu茅 hay en el nombre?鈥,
en L. Arfuch (comp.), Pensar este tiempo. Espacios, afectos,
pertenencias, Paid贸s, Bs. As, pp. 25-46.
____聽聽 (2006a):
鈥淢uerte y resurrecci贸n de la teor铆a de la ideolog铆a鈥, en Misticismo,
ret贸rica y pol铆tica, FCE, Bs. As., pp. 9-56.
____聽聽 (2006b): 鈥淐onsideraciones sobre el populismo latinoamericano鈥, Cuadernos del Cendes,
A帽o 23, N潞62 (mayo-agosto), pp. 115-120.
____聽聽 (2008): Debates
y combates. Por un nuevo horizonte de la pol铆tica, FCE, Bs. As.
LEBRUN, Jean Pierre (2003): Un mundo sin l铆mite. Ensayo para una cl铆nica
psicoanal铆tica de lo social,Barcelona, del Serbal.
LEFORT, Claude
(1990): La invenci贸n democr谩tica, Nueva Visi贸n, Bs. As.
LEIRAS, Santiago (2009): El cono sur y sus l铆deres durante los a帽os 麓90. Carlos Menem y Collor
de Mello en perspectiva comparada, Lajouane, Bs.
As.
MARCHART, Oliver (2006): 鈥En el nombre del pueblo. La raz贸n populista y
el sujeto de lo pol铆tico鈥, Cuadernos del Cendes,
mayo, Vol. 23, N潞62, pp. 39-60.
MARX, Karl y
ENGELS, Frederick (2001): Manifiesto del partido comunista, CS
ediciones, Bs. As.
MOUFFE, Chantal
(2007): En torno a lo pol铆tico, FCE,
Bs. As.
MUCHNIK, Daniel (1992) Fuegos de
artificio. Las zonas err贸neas del Plan de Convertibilidad, Planeta, Bs. As.
NORTH, Douglass (1993): Instituciones,
cambio institucional y desempe帽o econ贸mico, M茅xico, FCE.
PALERMO,
Vicente y NOVARO, Marcos (1996): Pol铆tica y poder en el gobierno de Menem, Norma-FLACSO, Bs.
As.
PERELLO, Gloria (2008): 鈥淧opulismo K: un
saber hacer con lo imposible鈥, P. Biglieri y G. Perello (comps.), En el nombre del pueblo. El populismo
kirchnerista, UNSAM edita, Bs. As, pp. 74-87.
ROIG, Alexandre
(2007): 鈥淒iscurso y moneda en la creaci贸n de la Convertibilidad鈥, Papeles de Trabajo, N潞1, IDAES.
Disponible en l铆nea en http://www.idaes.edu.ar/papelesdetrabajo/paginas/Documentos/Roig.pdf
SIDICARO,
Ricardo (2002): La crisis del Estado y
los actores pol铆ticos y socioecon贸micos en la Argentina (1989-2001), Libros
del Rojas, Bs. As.
SIGAL, Silvia y
VER脫N, Eliseo (2003): Per贸n o muerte. Los
fundamentos discursivos del fen贸meno peronista, Legasa, Bs. As.
STAVRAKAKIS, Yannis (2008): Lacan y lo pol铆tico,
Prometeo, Bs. As.
____ 聽(2010): La
izquierda lacaniana, FCE, Bs. As.
ZIZEK, Slavoj
(1992): El sublime objeto de la
ideolog铆a, Siglo XXI, Bs. As.
____ (2003a):
鈥淓l espectro de la ideolog铆a鈥, en Slavoj Zizek (comp.), Ideolog铆a: un mapa de la cuesti贸n, FCE,
M茅xico, pp. 7-42.
____聽 (2006): El goce como factor
pol铆tico, Paid贸s, Bs. As.
Fuentes
Diarios Clar铆n, La Naci贸n y P谩gina 12
INDEC (1998): Anuario Estad铆stico de la
Rep煤blica Argentina, Instituto Nacional de Estad铆sticas y Censos, Vol. 14.