Reseña : Serge Audier :
« El nuevo liberalismo : ¿revisión o mutación del
liberalismo ? » Paris, La découverte, 2006, 16 pp.
Reseña:
SERGE AUDIER: «Le nouveau libéralisme»: ¿révision
ou mutation du libéralisme? Paris, La découverte, 2006,
16 pp.
Dr. Brahiman Saganogo
Universidad de Guadalajara
El
fragmento que reseñamos, del catedrático francés, profesor de filosofía
política, constituye uno de los argumentos fehacientes de la apertura del debate
ideológico sobre esta área de la economía política ignorada con razón o sin
ella, por economistas y politólogos.
La
idea central en torno a la cual gira el fragmento, objeto de estudio, es sin
duda alguna, la inadecuación o la incompatibilidad entre socialismo liberal y
liberalismo clásico.
El
texto a reseñar es el primero de los cuatro capítulos que consta el libro,
centrado en el estudio de la tendencia político-económica, aun intelectual
conocida como el “Socialismo liberal”, ideología propia de la economía política
que desde su nacimiento, se afirmó según Audier, como la doctrina contraria al “liberalismo
burgués” y del totalitarismo comunista.
Estructuralmente,
el término “Socialismo liberal” remite al sustantivos “Socialismo” y al epíteto
“liberal” que deriva de “Liberalismo”. En efecto, el Socialismo es una doctrina
de organización social que pretende prevaler el interés colectivo sobre los
intereses particulares mediante una organización colectiva y el control por la
sociedad generalmente, por el Estado. El Socialismo designa por otro lado, el
predominio de la acción concertada de la colectividad en la producción y en la
repartición de las riquezas. Con todo, el Socialismo es una corriente aun, un
movimiento basado en el corporativismo caracterizado por el modo económico: la
colectividad social.
Tocante
al “Liberalismo”, éste se define por una parte, como la actitud y la doctrina
de los liberales, partidarios de la libertad política y de la libertad de
conciencia, por otra parte, es el Liberalismo, la doctrina según la cual la
libertad económica y el juego libre de la empresa no deben ser obstaculizados.
Se caracteriza por la libre competencia sin intervención del Estado. Partiendo
de estas definiciones, se perciben “liberalismo” y “Socialismo” como términos
semánticamente opuestos. Ahora, ¿qué es del “Socialismo liberal”?
El
precursor del Socialismo liberal es el socialista y republicano François Huet
(1814-1869) quien fundamenta su teoría sobre los principios de libertad,
igualdad y de fraternidad, en la idea del Estado que ha de eliminar el
anarquismo, el comunismo y en el liberalismo económico. Para Huet,
el Socialismo liberal se define como: “una libertad amiga del orden, un orden
compatible con la libertad, he allí que exige la felicidad de los Estados; he
allí el anhelo de un socialismo liberal” (p. 22).
Más
que una asociación antitética (tomando en cuenta tanto el significado del
socialismo como el del liberalismo), el termino denota una tendencia que se
impuso desde sus inicios en Italia donde uno de los promotores fue Carlo
Rosseli con su libro Socialismo liberal (1930) cuya tesis fue dirigida
contra el socialismo “burgués” y el comunismo totalitario.
Ubicado
entre Socialismo y Liberalismo, el Socialismo liberal es la tendencia doctrinal
basada en la protección de la libertad individual, la tolerancia, la distinción
entre la sociedad civil y el Estado en el lugar del mercado, y en la idea del
republicanismo, el rol del civismo, el respeto de las instituciones
republicanas y en el reajuste de un capitalismo a vocación social y de
justicia.
Para
Audier, el Socialismo liberal no es “una adaptación de la social-democracia al
capitalismo” (p. 9), sino que apunta solamente una adecuación de los ciudadanos
al principio de la solidaridad, y con los preceptos del liberalismo económico.
El
“nuevo liberalismo”: ¿revisión o mutación del liberalismo? Es para Audier, la
concepción de una nueva tendencia, el “Socialismo liberal” que se deriva del
nuevo liberalismo” inglés y del republicanismo preconizado por Giuseppe
Mazzini, liberalismo entendido como la unión de la libertad y la solidaridad.
De ahí que el Socialismo liberal surge de las cenizas del “viejo” liberalismo
y se declara al mismo tiempo como la suma de las teorías del liberalismo, la
intervención del Estado para encarar los temas sociales, el dejar-hacer
y la libertad de los contratos. El socialismo liberal es pues, un “nuevo
liberalismo” conforme con el capitalismo contemporáneo.
El
Socialismo liberal -conviene señalarlo-, marca una ruptura con el liberalismo
económico considerado un tanto dogmático debido al poderío destructor de la
sociedad sobre el individuo. Habida cuenta de este poder tan aniquilador de la
sociedad en el sistema económico liberal, se concibe un nuevo estado económico
y social que ya no estará “dividido en ociosos y industriales” sino que fundamentado
en la gran libertad de acción individual en una “propiedad común de la materias
primas del globo […] en una participación equitativa de todos los beneficios
de la asociación del trabajo” (p. 9).
El
Socialismo liberal se caracteriza por la distinción de las leyes de la
producción de las riquezas y de las de su distribución, distinción como una
necesidad mutua y además, depende de las instituciones; y desde entonces, la
propiedad privada no podrá depender de la conquista sino del trabajo y a
eso, la revisión de la relación entre trabajo y la remuneración.
Para
los liberal-socialistas o socio-liberales, el capitalismo no es más que una
tendencia imaginaria aunque no niegan la importancia de la iniciativa privada; sino
aconsejan que al lado de la libertad civil, se haga constantemente una revisión
del orden social y de la soberanía popular. Lo que se entendería en la
práctica, como la lucha para conciliar libertad con una ley imparcial es decir,
encontrar una libertad social que no es la de un individuo a costa de otro,
sino la de todos los ciudadanos de una nación.
La
intervención del Estado arriba mencionada, consiste en contrarrestar aun
prohibir las relaciones de dominación y de aniquilamiento dentro de las
sociedades mediante la justa y rigurosa aplicación de la ley estatal de
trabajo, ley que debe insistir en el derecho al trabajo y a la remuneración
digna.
El
socialismo liberal es a pesar de todo, una doctrina democrática puesto que
respeta las teorías del liberalismo aunque añade a éstas, otras teorías
orientadas hacia el desarrollo del individuo. Además, su manera de ver la
propiedad privada difiere de la del “viejo liberalismo” y del “socialismo
oficial” ya que sólo pretende [el socialismo liberal] un ajuste del principio que
otorga a unos todas las ventajas y a otros, ningún beneficio real. Por eso, el
Socialismo liberal insiste en la intervención del Estado dado que los
individuos tienen constitucionalmente, derecho a la protección social.
Si
el Socialismo liberal aboga por la conciliación de la solidaridad con la
libertad, eso no es otra cosa más que el establecimiento y el reconocimiento de
un ideal republicano, esto es, un ideal que tome en cuenta al Estado solidario,
al derecho al patrimonio, a la libertad de conciencia, de prensa, de trabajo y
de política y, a la libertad económica.
En
suma, el Socialismo liberal es la nueva fórmula de la economía política o de
una economía de mercado con base de propiedad social mejor dicho, un
liberalismo social.