Revista de Ciencia Pol韙ica
Untitled Document
Revista Nº13 " INSTITUCIONES Y PROCESOS GUBERNAMENTALES IX "

 

RESUMEN

 

El presente trabajo se enfoca en los factores que llevaron a Carlos Menem a continuar, acelerar e, incluso, profundizar el proceso de integraci贸n regional iniciado por Alfons铆n (Argentina) y Sarney (Brasil) en 1985. La hip贸tesis es que para poder comprender esta decisi贸n, debe de analizarse la pol铆tica exterior en contraposici贸n con el modelo econ贸mico nacional. En ese sentido, se aborda la coyuntura internacional y dom茅stica que influyeron en la confecci贸n de las pol铆ticas menemistas. Asimismo, se recorren los antecedentes del MERCOSUR y algunos conceptos te贸ricos sobre la integraci贸n regional con el objeto de identificar cu谩les fueron las potenciales ventajas que percibi贸 el gobierno de Carlos Menem en la conformaci贸n de un mercado ampliado.

 

ABSTRACT

 

This paper focuses on the facts that led Carlos Menem to continue, accelerate and eve deepen the regional integration process started by Alfons铆n (Argentina) y Sarney (Brazil) in 1985. The hypothesis is that to understand this decision, the foreign policy must be analyzed in contrast the national economic model. In that sense, this article approaches the international and domestic situation that influenced the menemist policy-making. Moreover, it reviews the antecedents of MERCOSUR and some theoretical concepts about regional integration in order to identify which where the potential advantages that the government of Carlos Menem perceived in the conformation of a common market.

 

 

 


 

鈥淓l MERCOSUR en la estrategia neoliberal de Carlos Menem (1989-1995)鈥

Por: Silvina Paola Peternolli*

 

 

 

I. INTRODUCCI脫N

 

La d茅cada del noventa se caracteriz贸 por un intenso avance de la globalizaci贸n que demand贸 a los gobiernos nuevas estrategias para hacer frente a los desaf铆os y posibilidades que 茅sta planteaba. Una de las respuestas a las que se volcaron los Estados-Naci贸n en el plano econ贸mico fueron los procesos de regionalizaci贸n. En ese contexto, el 26 de marzo de 1991, nace el MERCOSUR, integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

 

De esta forma, se decide continuar y profundizar una pol铆tica de Estado generada durante la d茅cada de los ochenta a partir de medidas de confianza mutuas iniciadas por los presidentes de Argentina y Brasil, Ra煤l Alfons铆n y Jos茅 Sarney respectivamente. Sin embargo, el cambio de los actores en la escena nacional y la incidencia de actores internacionales marcaron una nueva direcci贸n a este proyecto de regionalismo que adopt贸 un perfil m谩s econ贸mico y orientado hacia el exterior.

 

Este trabajo tiene la pretensi贸n de analizar el surgimiento del MERCOSUR y sus primeros a帽os de vida, teniendo en cuenta que el mismo debe ser abarcado como parte de las pol铆ticas exteriores de Argentina y Brasil, que buscaban insertar a ambos pa铆ses en la escena mundial de una forma distinta en cada caso. Asimismo, estas estrategias no pueden ser le铆das sin considerar los modelos de desarrollo econ贸mico que se hab铆an planteado los gobiernos de Carlos Menem y de Fernando Collor de Mello, ni tampoco se pueden dejar de mencionar algunas caracter铆sticas de sus gobiernos que imprimieron un ritmo particular a las negociaciones intra-bloque.

 

En un contexto marcado por una crisis econ贸mica, social y pol铆tica profunda, Argentina y Brasil deciden embarcarse en un proyecto de integraci贸n regional- al cual se sumar谩n Uruguay y Paraguay- que se planteaba como meta conformar un mercado com煤n, lo que implica que los estados involucrados deben ceder cierta soberan铆a en algunas de sus competencias dado que deben coordinar pol铆ticas comerciales, sectoriales y macroecon贸micas. Ahora bien, 驴qu茅 ventajas vieron los entonces presidentes de Argentina y Brasil para embarcarse en un esquema de integraci贸n que en determinado momento limitar铆a su autonom铆a y capacidad de acci贸n? 驴Por qu茅 se decide ir m谩s all谩 de los programas de cooperaci贸n iniciados por Alfons铆n y Sarney? 驴Cu谩les fueron los factores que aceleraron y profundizaron el Programa de Intercambio y Cooperaci贸n Econ贸mica (PICE) que se asentaba sobre las bases de la gradualidad y la flexibilidad?

 

Para desarrollar estas respuestas, tendremos que estudiar el contexto nacional e internacional que motiv贸 a llevar a cabo esta iniciativa, centr谩ndonos particularmente en el gobierno de Carlos Menem. Asimismo, intentaremos identificar c贸mo los sistemas presidencialistas de los Estados Parte influyeron en la estructura institucional que adopt贸 el MERCOSUR, ya que ser谩 relevante a la hora de evaluar si la aplicaci贸n de esta pol铆tica produjo resultados positivos en el corto plazo.

El MERCOSUR deber铆a ser entendido como un proceso de integraci贸n regional que no se plante贸 solamente objetivos pol铆ticos, sino que es parte de una pol铆tica internacional y de desarrollo econ贸mico, y que adem谩s, dada su estructura institucional, le ser铆a funcional a los gobiernos de Menem y Collor de Mello.

 

Para iniciar el estudio de estos problemas, comenzaremos por abordar el contexto internacional y la situaci贸n dom茅stica. Para ello, utilizaremos los trabajos de Castells y Held sobre las incidencias de la globalizaci贸n sobre los Estados-Naci贸n. Asimismo, recurriremos a Gui帽az煤 y Morresi para ahondar en el neoliberalismo, tendencia predominante en los gobiernos de la d茅cada de los noventa. Adem谩s, se tendr谩n en consideraci贸n las investigaciones de Acu帽a, Basualdo, Gerchunoff y Torre al momento de definir la reforma del Estado planteada por el gobierno menemista. De igual forma, nos remitiremos a los trabajos de Fontana y Di Chiaro para explicar la pol铆tica exterior del momento. En particular, la relaci贸n entre Argentina y Brasil ser谩 abordada considerando la obra de Russell y Tokatli谩n.

 

Luego procederemos a desarrollar, a partir de los aportes de Pal y Botto, teor铆as de integraci贸n regional con el fin de comprender qu茅 significa integrarse, cu谩les son sus beneficios y cu谩les son las particularidades de un mercado com煤n. A continuaci贸n, entraremos de lleno en el MERCOSUR y explicaremos su nacimiento y estructura institucional teniendo en cuenta tanto la normativa constitutiva del mismo, como las contribuciones de Malamud sobre este tema en general y sobre la diplomacia presidencial en particular.

 

II. CONTEXTO INTERNACIONAL

 

II.1. Un breve repaso sobre la globalizaci贸n.

 

En un an谩lisis detallado sobre la emergencia y conformaci贸n de los Estados-Naci贸n y posterior consolidaci贸n de la democracia, David Held (1997) identifica que estos procesos han estado determinados, fundamentalmente, por tres 鈥渕acropautas鈥: la guerra y el militarismo; la lucha por la ciudadan铆a; y la emergencia del capitalismo. Cabe destacar, en este caso, la importancia de las campa帽as mar铆timas militares y comerciales llevadas a cabo por los europeos ya que, a trav茅s de este proceso, Europa qued贸 conectada a un sistema global de relaciones comerciales y productivas entre estados y sociedades que determin贸 la formaci贸n y din谩mica del sistema interestatal.

 

Como puede verse, no s贸lo la globalizaci贸n de las relaciones pol铆ticas y comerciales no es un proceso nuevo, sino que adem谩s ha influido en el devenir hist贸rico de los Estados-Naci贸n desde su conformaci贸n. Sin embargo, luego de las dos guerras mundiales, se introdujeron cambios en el orden internacional con el objeto de promover un modelo de derecho y accountability internacional. Desde entonces, puede registrarse un aumento significativo de la interconexi贸n entre los Estados que ha alterado el alcance de su autoridad y su efectividad en la resoluci贸n de las cuestiones dom茅sticas. Asimismo, el fin de la Guerra Fr铆a vuelve a alterar el escenario mundial ya que con la ca铆da de la URSS cae tambi茅n el orden bipolar provocando un cambio en la configuraci贸n de las relaciones de poder globales. Se abre as铆 un nuevo per铆odo determinado por el aumento de la interdependencia multilateral entre los Estados en cuestiones econ贸micas, de defensa y de pol铆tica global. En otras palabras, la creciente complejidad del sistema interestatal ha limitado la soberan铆a estatal y al mismo tiempo ha menoscabado su soberan铆a.

 

En particular, Manuel Castells (1997) destaca que este debilitamiento de la capacidad de acci贸n de los Estados-Naci贸n es consecuencia de la globalizaci贸n de las principales actividades econ贸micas, de los medios de comunicaci贸n e informaci贸n y del crimen. En este orden de cosas, los Estados deben enfrentarse a problemas comunes que van m谩s all谩 de sus fronteras y, por tanto, es fundamental recurrir a la cooperaci贸n internacional para dise帽ar e implementar las soluciones pertinentes. En consecuencia, muchos Estados han decido integrarse pol铆tica y/o econ贸micamente con otros o han firmado acuerdos para paliar los efectos desequilibrantes de la globalizaci贸n. De esta forma, se ha registrado un aumento en el papel desempe帽ado por las instituciones y organizaciones supranacionales que tienen como fin atender los asuntos globales, como la seguridad, el desarrollo, los derechos humanos, el medio ambiente, etc.

 

Con todo, cabe destacar que es precipitado concluir que se aproxime el fin de los Estados-Naci贸n dada, por un lado, la poca eficacia que han demostrado las instituciones supranacionales y, por otro lado, la poca aceptaci贸n de los ciudadanos a la idea de un 煤nico Estado federal supranacional, entre otros argumentos. La globalizaci贸n presenta peligros para la supervivencia de los Estados-Naci贸n pero al mismo tiempo les ofrece diversas oportunidades. Por eso, para que el Estado contin煤e siendo un actor importante en la escena mundial, debe adaptarse a este nuevo escenario, caracterizado por una creciente pluralidad de fuentes de autoridad. En este contexto, como ya se ha mencionado, la integraci贸n regional parece ser una alternativa a este desaf铆o.

 

II.2. Algunas cuestiones sobre el Neoliberalismo en los 麓90

 

La d茅cada de los noventa es el momento de supremac铆a del Consenso de Washington y del avance del modelo neoliberal en Am茅rica Latina. A fines de los ochenta, hab铆a cierto consenso en los organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de desarrollo, etc.) respecto a las causas de la crisis latinoamericana y a las formas para superarla y lograr la estabilizaci贸n y el crecimiento econ贸mico de la regi贸n.

 

El agotamiento en Am茅rica Latina del modelo de industrializaci贸n por sustituci贸n de importaciones (ISI), el problema de la deuda y la inestabilidad, indicaban la necesidad de un cambio en materia econ贸mica. Para las instituciones financieras internacionales, esta situaci贸n era consecuencia del tama帽o excesivo del Estado, de las pol铆ticas proteccionistas, de las numerosas e ineficientes empresas p煤blicas y del populismo econ贸mico. A partir de este diagn贸stico sobre la situaci贸n, elaboraron un dec谩logo de recomendaciones que inclu铆an una serie de medidas de estabilizaci贸n para aplicar en el corto plazo y medidas de reforma estructural que apuntaban a desmantelar el Estado populista.

 

Las instrucciones para aplicar en el corto plazo, que se orientaban a estabilizar la econom铆a y a eliminar el ya mencionado populismo econ贸mico, son las siguientes:

 

1) lograr una aut茅ntica disciplina fiscal que permitiese reducir el d茅ficit p煤blico y los trastornos macroecon贸micos que se manifiestan en el d茅ficit de la balanza de pagos, la fuga de capitales, la inflaci贸n;

 

2) realizar un cambio en las prioridades del gasto p煤blico, eliminando los subsidios y partidas destinadas al sector social;

 

3) llevar a cabo una reforma tributaria para atenuar los efectos del d茅ficit fiscal que est茅 basada en aumentos de los impuestos, sobre una base amplia pero con tasas tributarias marginales moderadas;

 

4) dejar que el mercado determine las tasas de inter茅s para evitar una asignaci贸n inadecuada de recursos y, al mismo tiempo, que estas tasas de inter茅s resulten positivas en t茅rminos reales para desincentivar la fuga de capitales e incentivar el ahorro; y

5) dejar que el mercado determine el tipo de cambio, de forma que 茅ste sea competitivo.

Mientras que, el otro grupo de recomendaciones buscaba establecer un sistema de econom铆a de mercado a trav茅s de los siguientes instrumentos:

 

1) la liberaci贸n del comercio y su orientaci贸n hacia el exterior, a trav茅s de la eliminaci贸n de las barreras arancelarias y no arancelarias;

 

2) la apertura a la inversi贸n extranjera directa ya que son fuente de capital necesario para el desarrollo, y provee tecnolog铆a y experiencia para la producci贸n de bienes y servicios en el mercado dom茅stico;

 

3) la privatizaci贸n de las empresas p煤blicas dado que la industria privada resulta m谩s eficiente que las primeras;

 

4) la desregulaci贸n de las actividades econ贸micas, de forma de promover la competencia; y

 

5) la garant铆a del derecho de propiedad que eran muy inseguros en Am茅rica Latina.

 

M谩s all谩 de los efectos que la implementaci贸n de estas pol铆ticas tuvo en los distintos pa铆ses de Latinoam茅rica, es importante remarcar que su aplicaci贸n por parte de los gobiernos de la regi贸n estaba incentivada por la necesidad de superar la profunda crisis econ贸mica iniciada durante los a帽os ochenta. Asimismo, estos dirigentes recibieron un firme respaldo de los organismos multilaterales de cr茅dito, que adem谩s otorgaron m谩s cr茅dito condicionado a la ejecuci贸n de sus propuestas. Sin embargo, la aplicaci贸n de este paquete de medidas no tuvo s贸lo el aval internacional, sino que adem谩s cont贸 con apoyo interno ya que exist铆a consenso respecto a la necesidad de controlar los procesos inflacionarios, lograr un equilibrio macroecon贸mico, abrir el mercado y reducir el d茅ficit fiscal y la deuda externa p煤blica.

 

En este orden de cosas, Morresi (2008) se帽ala que en Argentina el neoliberalismo no fue implantado exclusivamente por los organismos de cr茅dito multilateral en la d茅cada de los noventa, sino que las ideas neoliberales comenzaron a difundirse durante la Revoluci贸n Libertadora y se vieron luego impulsadas por las medidas econ贸micas del Proceso de Reorganizaci贸n Nacional. Asimismo, con la renuncia en 1985 del Ministro de Econom铆a radical, Bernardo Grinspun, termin贸 el tiempo de los pol铆ticos a cargo de la econom铆a y comenz贸 el momento de los economistas profesionales que producir铆a una renovaci贸n ideol贸gica de derecha: a partir de entonces, los neoliberales tendr铆an un lugar destacado en la pol铆tica argentina. Desde ese momento, los actores econ贸micos m谩s poderosos ser铆an los que marcar铆an el rumbo de la pol铆tica.

 

Por otra parte, es importante destacar el rol fundamental que jugaron el discurso y la propaganda neoliberal para consolidar a este paradigma en una alternativa s贸lida a los modelos anteriores, en especial al populismo. Con este objetivo en mente, los intelectuales del neoliberalismo argentino construyeron un discurso t茅cnico y te贸rico que presentaron como inapelable, gracias a la pr谩ctica de citarse en forma cruzada constantemente. Este discurso, que les permiti贸 forjar una identidad pol铆tica unificadora, se fund贸 en las siguientes ideas-fuerza: necesidad, futuro y la idea de crisis estructural que implicaba una soluci贸n a trav茅s de medidas dr谩sticas. Este 煤ltimo elemento, fue el que permiti贸 a los neoliberales llevar a cabo las reformas necesarias para separar al Estado de la Sociedad Civil 鈥搃mplantaci贸n de un Estado m铆nimo- con el objeto de combatir la inflaci贸n y lograr la estabilidad econ贸mica. En definitiva, aplicar la receta de Washington para terminar con la crisis.

 

III. SITUACION DOMESTICA

 

La presidencia de Menem se caracteriz贸 por la implementaci贸n de una dr谩stica reforma del Estado junto con reformas econ贸micas de marcado tinte neoliberal. Para entender c贸mo fue posible que el pueblo argentino tolerara la implementaci贸n de estas pol铆ticas no basta con conocer las tendencias internacionales que influyeron en la conformaci贸n de estas pol铆ticas, sino que adem谩s, resulta fundamental comprender los procesos internos que acompa帽aron estas medidas.

 

III.1. Reforma del Estado argentino y modelo de desarrollo

 

El modelo de acumulaci贸n vigente desde 1930, basado en la ISI, comienza a erosionarse durante la dictadura militar del Proceso de Reorganizaci贸n Nacional. Este fen贸meno es consecuencia directa de la crisis fiscal del Estado de bienestar ocasionada por el acelerado endeudamiento estatal m谩s las crisis financieras internas. De esta forma, en los a帽os 鈥70, comienza a gestarse un nuevo modelo de acumulaci贸n orientado a la preponderancia de la valorizaci贸n financiera. M谩s precisamente, Basualdo (2001) identifica que el predominio de este modelo se inicia al converger la Reforma Financiera de 1977 con la apertura del mercado de bienes y capitales.

 

A partir de este momento, comienza un proceso doble: por un lado, la apertura comercial permite la entrada de productos m谩s baratos, lo cual comienza a erosionar la industria nacional y, al mismo tiempo, la apertura financiera da lugar a que se agrave el endeudamiento externo. Esta profundizaci贸n de la valorizaci贸n financiera y de la econom铆a de libre mercado, estuvo acompa帽ada del fortalecimiento econ贸mico y pol铆tico de la banca acreedora y de los grupos empresarios nacionales y transnacionales, dado que este modelo apunt贸 a la concentraci贸n econ贸mica y distribuci贸n regresiva del ingreso en favor de estos grupos (Basualdo, 2001).

 

Las profundas transformaciones del modelo de desarrollo llevado a cabo durante el r茅gimen militar, se har谩n evidentes cuando 茅ste caiga y el partido radical tome las riendas del gobierno en 1983, liderado por Ra煤l Alfons铆n. Sin embargo, los radicales no se percataron de estos cambios estructurales, por lo que, sus diagn贸sticos sobre la situaci贸n econ贸mica y social del pa铆s adolecieron de un grave grado de astigmatismo durante gran parte de su gobierno. Esto era as铆, porque la deuda externa era una variable que afectaba al sector externo sin provocar modificaciones en la econom铆a interna, es decir que la sustituci贸n de importaciones segu铆a vigente estructuralmente pero la situaci贸n de la balanza de pagos se hab铆a agravado por el endeudamiento externo (Basualdo, 2001).

 

El primer ministro de Econom铆a radical, Bernardo Grinspun, pretendi贸 aplicar un plan econ贸mico para promover la estabilidad que se fundaba en la intervenci贸n del Estado en estas cuestiones. Esta idea de un manejo keynesiano de la econom铆a pronto suscit贸 las cr铆ticas de los sectores neoliberales. Sumado a la falta de apoyo interno 鈥搒indicatos y sectores empresarios- y externo 鈥揵anca internacional-, este intento no tard贸 en caer y con 茅l, su creador. Asimismo, la renuncia de Grinspun en 1985 abri贸 una nueva etapa en la conducci贸n de la econom铆a: a partir de ese momento, la pol铆tica se ver铆a subordinada a la econom铆a y 茅sta ser铆a manejada por economistas profesionales provenientes de la derecha. En este contexto, asumi贸 Juan V. Sourrouille la conducci贸n del Ministerio de Econom铆a.

 

El Plan Austral comenz贸 a delinearse a principios de 1985, bajo la nueva administraci贸n. El mismo se trat贸 de un ajuste monetario que intent贸 articular la estabilidad y el crecimiento. Si bien, en un principio, logr贸 tener apoyo de la banca internacional y los grandes grupos econ贸micos, el gobierno no logr贸 eliminar las causas inflacionarias dado que subordin贸 las necesidades econ贸micas a las coyunturas pol铆tico-electorales (GARC脥A DELGADO, 2004).

 

Al mismo tiempo, Estados Unidos, lanza el Plan Baker, a trav茅s del cual se les exige a los acreedores externos que cumplan con el pago del capital devengado m谩s los intereses por 茅ste generados. Sin embargo, dado que el pago en efectivo de estas obligaciones era imposible, el Plan contemplaba programas de conversi贸n de deuda externa, que consist铆an en el rescate de los bonos de la deuda externa a cambio de activos f铆sicos en lugar de dinero efectivo (Basualdo, 2001). Teniendo en cuenta que los principales activos con los que contaba la Argentina eran las empresas p煤blicas, el Plan Baker signific贸 el comienzo de la privatizaci贸n de estas compa帽铆as.

 

A partir de estos hechos, los radicales comienzan a percibir la necesidad de llevar a cabo una reforma estructural del Estado que implicaba tanto abrir los mercados, como comenzar a privatizar las empresas estatales. El problema ahora era que ya no contaban con la credibilidad suficiente para emprender las pol铆ticas necesarias para a lograr dicho objetivo. Sin duda, los anteriores ensayos fallidos de pol铆ticas econ贸micas fueron un factor importante en el debilitamiento del gobierno. Asimismo, debe considerarse el importante peso de la oposici贸n peronista que, desde el Congreso Nacional, se encarg贸 de trabar varios proyectos oficialista, en particular, el primer plan de privatizaciones lanzado en 1988.

 

Es interesante destacar en este punto, la indudable influencia que ten铆a la banca extranjera en el delineamiento de las pol铆ticas econ贸micas. Sin embargo, todav铆a en esta 茅poca, estas pol铆ticas eran modeladas, principalmente, por los intereses de los grupos econ贸micos locales y algunos extranjeros. Dos claros ejemplos de esta realidad son: la transferencia al Estado de gran parte de la deuda externa privada y los subsidios transferidos al capital concentrado, primordialmente, a trav茅s del rescate de bonos de deuda externa emitidos por el Estado. M谩s a煤n, si bien en 1988 la Argentina suspende los pagos de la deuda hasta 1990, durante este per铆odo el capital concentrado contin煤a recibiendo transferencias del Estado.

 

La moratoria de hecho que asume Argentina al suspender sus compromisos con los acreedores internacionales, se traducir谩 en el retiro del apoyo del Tesoro Norteamericano al plan econ贸mico radical denominado Plan Primavera. En consecuencia, los bancos extranjeros inician en febrero de 1989 una 鈥渃orrida鈥 cambiaria que desemboca en la crisis hiperinflacionaria que terminar谩 con el primer gobierno constitucional (Basualdo, 2001), que entregar谩 en forma anticipada el poder a Carlos Menem.

 

Es importante remarcar que, la presi贸n de los acreedores externos para que el gobierno radical llevara a cabo un conjunto de reformas de reestructuraci贸n del Estado y la reorientaci贸n de las transferencias de los recursos estatales con el objeto de cobrar la deuda, estar谩 presente tambi茅n durante el gobierno menemista y no cesar谩 hasta cumplir con su cometido.

 

Al momento de asumir la presidencia Carlos Menem, la situaci贸n pol铆tica, econ贸mica y social era absolutamente cr铆tica. El estallido de la hiperinflaci贸n hab铆a provocado el colapso de las finanzas p煤blicas y que comenzara a difundirse la amenaza de 鈥渃aos social鈥 y 鈥渜uiebre institucional鈥. En este contexto, resultaba inminente implementar un paquete de pol铆ticas que generaran la credibilidad 鈥搃nterna y externa- necesaria para lograr estabilizar la situaci贸n. Al mismo tiempo, se requer铆a un acercamiento con el sector empresarial para poder ganar su apoyo. Por este motivo, Menem decidi贸 tratar de alejar a los peronistas del manejo econ贸mico y, en su lugar, design贸 a personajes que estuvieran avalados por el establishment. El m谩ximo exponente de este manejo fue el nombramiento de Miguel Roig, perteneciente al conglomerado multinacional Bunge y Born, como su primer ministro de Econom铆a, medida que agrad贸 a los mercados. Asimismo, Menem no s贸lo se rode贸 de gente proveniente de la CAC y la UIA, sino que adem谩s los l铆deres del partido neoliberal, la Uced茅, se acercaron al nuevo presidente. De esta forma, se hac铆a claro el nuevo rumbo que tomar铆a la econom铆a a partir de entonces.

 

La coyuntura exig铆a que, como primer paso, se procediera a reducir el gran d茅ficit fiscal y, al mismo tiempo, se contuviera la inflaci贸n. Con este objetivo en mente, se procedi贸 a implementar una serie de pol铆ticas de estabilizaci贸n (impuesto de emergencia, reducciones de gasto p煤blico, ajustes en la tasa de cambio, etc.) que no lograron tener mayor 茅xito. Durante el primer a帽o y medio de gesti贸n, las sucesivas medidas que se tomaron desde el Ministerio de Econom铆a s贸lo consiguieron detener la inflaci贸n, creando una situaci贸n de estanflaci贸n. Es decir, que la econom铆a se encontraba estancada pero se registraban picos inflacionarios peri贸dicamente.

 

En paralelo a estas medidas, se comenzaron a tratar en el Congreso Nacional las leyes de Reforma del Estado y de Emergencia Econ贸mica que ser谩n el puntapi茅 inicial de los cambios estructurales. Sin embargo, dado el estado cr铆tico de la situaci贸n, las reformas tuvieron que ser dise帽adas en torno a la necesidad de terminar con la emergencia econ贸mica, en lugar de orientarse a aumentar la productividad y la competitividad de la econom铆a en el largo plazo (GERCHUNOFF Y TORRE, 1996). Durante esta primera fase de reformas se procedi贸 a:

 

  1. privatizar las empresas estatales a un ritmo acelerado que respond铆a a las necesidades fiscales;

 

  1. encarar una reforma comercial bajando y eliminando indiscriminadamente los aranceles a las importaciones a fin de aumentar los ingresos fiscales; y

 

  1. reformar el r茅gimen impositivo con el objeto de aumentar la recaudaci贸n.

 

Pero el nombramiento de Domingo Cavallo como ministro de Econom铆a en 1991, permitir谩 al gobierno retomar las riendas de la pol铆tica y la econom铆a. El denominado 鈥淐avallazo鈥, fue el severo plan de ajuste neoliberal implementado por el flamante ministro, que se caracteriz贸 por la radicalidad de sus instrumentos. Como primera medida, el 1 de abril comenz贸 a regir el 鈥淩茅gimen de la Convertibilidad鈥, que apuntaba a lograr una pol铆tica monetaria y cambiara perdurable. Adem谩s, esta disposici贸n estuvo acompa帽ado de once pasos complementarios: 1) aceleraci贸n de las privatizaciones; 2) desregulaci贸n de la econom铆a; 3) continuaci贸n de la reforma administrativa; 4) ingreso al Plan Brady y renegociaci贸n de la deuda con los acreedores externos; 5) aumento de la recaudaci贸n impositiva; 6) continuidad en la apertura econ贸mica; 7) flexibilizaci贸n del mercado laboral; 8) negociaci贸n de mejoras salariales de acuerdo a los incrementos en la productividad; 9) redefinici贸n de la leyes de asociaciones profesionales; 10) reforma provisional; y 11) reemplazo de los sindicatos por el Estado en la recepci贸n y control de aportes de las obras sociales (ACU脩A, 1994).

 

El 茅xito de este plan se hizo pronto visible. Desde entonces pudo evidenciarse una reactivaci贸n de la econom铆a, que se encontraba estancada desde hac铆a ya tres a帽os. La expansi贸n del consumo interno abarc贸 a varios sector sociales, lo que se tradujo en un aumento del consenso social del modelo de acumulaci贸n iniciado en la dictadura y consolidado con el gobierno menemista. Asimismo, la implementaci贸n del Cavallazo coincidi贸 con el ingreso al pa铆s de capitales de inversi贸n extranjero y el reflujo de fondos argentinos colocados en plazas en el exterior. De esta forma, el gobierno obtuvo una buena fuente de financiamiento que le otorg贸 un mayor margen de autonom铆a.

 

As铆 pues, la coyuntura posibilit贸, no s贸lo que se pudieran llevar a cabo medidas que el movimiento peronista siempre hab铆a repudiado, sino que el pueblo argentino no se opusiera a estas reformas, que poco tiempo antes hubiera resistido. Las reformas propuestas por el menemismo se presentaron como la 煤nica salida a la situaci贸n de inestabilidad en la que estaba sumergida la Argentina. Este argumento, sirvi贸 adem谩s para llevar a cabo estas reformas de manera inmediata y sin importar las desprolijidades que pudieran surgir de esta premura. Igualmente, ser谩 necesario impulsar una reforma constitucional que d茅 perdurabilidad y estabilidad al proceso de reformas iniciado con el primer gobierno de Menem. En particular, este 煤ltimo punto ser谩 fundamental para garantizar la estabilidad jur铆dica, en tanto marco para la estabilidad pol铆tica y econ贸mica (LEIRAS, 2007).

 

III.2.a. Pol铆tica exterior argentina

 

El dise帽o de la pol铆tica exterior argentina durante la primera presidencia de Carlos Menem estuvo determinada por los siguientes factores, algunos ya desarrollados: la situaci贸n econ贸mica y pol铆tica del pa铆s, la crisis de la deuda externa, la expansi贸n de los procesos de nuevo regionalismo, la evoluci贸n del conflicto Este-Oeste y la aceleraci贸n del proceso de la globalizaci贸n. A estas cuestiones debe sum谩rsele el estilo particular del nuevo presidente para manejar los asuntos internacionales que se caracteriz贸 por una excesiva concentraci贸n de la conducci贸n de los asuntos exteriores en la figura del presidente.

 

En primer lugar, es importante tener en cuenta que las reformas estructurales y la reformulaci贸n de la pol铆tica econ贸mica produjeron un cambio sustancial en la pol铆tica exterior en la d茅cada del noventa. De hecho, pol铆tica econ贸mica y pol铆tica exterior han sido componentes indisociables de la estrategia para insertar al pa铆s en la regi贸n y en el mundo. Como se帽ala Andr茅s Fontana:

 

Dif铆cilmente las pol铆ticas y reformas econ贸micas que permitieron a la Argentina reestablecer un ciclo sostenido de crecimiento y recuperar la capacidad de competir internacionalmente podr铆an haberse materializado sin una pol铆tica exterior que ampliara las bases de la cooperaci贸n y el comercio en los marcos regional e internacional. Dif铆cilmente la pol铆tica exterior podr铆a haber logrado sus objetivos sobre la base de una econom铆a altamente estatizada y cr贸nicamente inflacionaria. En ambos casos, la materializaci贸n de los objetivos de cada pol铆tica presupuso recomponer los v铆nculos y la credibilidad del pa铆s en su relaci贸n con las primeras potencias. (Fontana, 1998, p. 275)

 

Por otro lado, a la hora de analizar la lectura que hizo el gobierno menemista de la situaci贸n internacional y del pa铆s y la consecuente estrategia de inserci贸n delineada, se debe tener en cuenta, como apunta Paola Di Chiaro (1999), la influencia te贸rica del realismo perif茅rico dise帽ado por Carlos Escud茅. En este sentido, Menem entendi贸 r谩pidamente que la mejor forma de canalizar sus intereses ser铆a aline谩ndose con Estados Unidos que emerg铆a como el l铆der global indiscutible. De esta forma, opt贸 por apegarse al principio realista de no confrontaci贸n pol铆tica con los pa铆ses desarrollados.

 

Desde la 贸ptica menemista, el apoyo pol铆tico de Estados Unidos resultaba fundamental para reinsertarse en una econom铆a internacional cada vez m谩s interdependiente y globalizada. Se buscaba generar un cambio en nuestra imagen internacional que se tradujera en beneficios esencialmente econ贸micos, al aumentar la atracci贸n de los flujos financieros y comerciales internacionales. En otras palabras, puede decirse que la pol铆tica exterior estaba dise帽ada en clave econ贸mica. Por tal motivo, y sumado a las presiones de los organismos de cr茅dito internacional, Menem adopt贸 con entusiasmo las medidas emanadas del Consenso de Washington.

 

La relaci贸n preferencial con el nuevo hegem贸n se tradujo en la adopci贸n de una serie de medidas, tales como: la participaci贸n en la alianza multinacional contra Irak, participaci贸n activa en las misiones de paz de la ONU, retiro del Movimiento de pa铆ses No Alineados (NOAL), alineamiento con las votaciones estadounidenses en diferentes foros internacionales, apoyo al sistema internacional establecido por la Carta de la ONU, firma de acuerdos de seguridad con diversos pa铆ses, ratificaci贸n del Tratado de Tlatelolco y de No Proliferaci贸n Nuclear, desactivaci贸n del proyecto de desarrollo aeroespacial argentino (C贸ndor II), participaci贸n en la revitalizaci贸n de la OEA.

 

Es claro que estas medidas implicaron un alejamiento de la tradicional postura argentina de neutralidad ante conflictos b茅licos que no afectar谩n a nuestro pa铆s directamente. De esta forma, la pol铆tica de seguridad y defensa de esos a帽os asumi贸 una particular significaci贸n debido a su afinidad con los par谩metros y prioridades estrat茅gicas que estableci贸 la Alianza Occidental, encabezada por Estados Unidos, en el escenario de la post Guerra Fr铆a. (Fontana, 1998). Por tanto, se cre铆a que las mismas se convertir铆an casi instant谩neamente en prestigio internacional y beneficios materiales.

 

La defensa del r茅gimen democr谩tico y del respeto por los derechos humanos tambi茅n jugaron un rol significativo en la reconstrucci贸n de la confianza y credibilidad del pa铆s. Esto se funda en la idea de que la vigencia plena e irrestricta del sistema democr谩tico est谩 estrechamente vinculada a los imperativos de estabilidad econ贸mica. En este punto es importante destacar que tras la ca铆da del Muro de Berl铆n, el orden emergente se caracterizaba por el triunfo de la filosof铆a democr谩tico-liberal.

 

En s铆ntesis, as铆 como se abandon贸 la pol铆tica desarrollista en el plano econ贸mico y se adopt贸 una estrategia neoliberal que implic贸 cambios r谩pidos y radicales, en pol铆tica exterior se sigui贸 la misma l贸gica. M谩s a煤n, Anabella Busso (1999) argumenta que el gobierno de Menem decidi贸 enfrentar el problema del desarrollo argentino a trav茅s de un conjunto de pol铆ticas p煤blicas, dise帽adas m谩s en funci贸n de una mejor inserci贸n en el nuevo orden econ贸mico mundial que en el desarrollo aut贸nomo de la Rep煤blica Argentina.

 

III.2.b. Relaci贸n Argentina-Brasil luego de la restauraci贸n de las democracias.

La relaci贸n entre Argentina y Brasil no siempre ha sido la misma. De hecho, la percepci贸n que cada pa铆s ha tenido el uno del otro ha ido modific谩ndose en el transcurso del tiempo. A partir del an谩lisis de Russell y Tokatli谩n (2003) sobre la visi贸n argentina de Brasil, puede afirmarse que, si bien estos dos pa铆ses nunca fueron enemigos, s铆 fueron rivales y competidores. Asimismo, el autor identifica, a grandes rasgos, tres etapas que se corresponden con tres modelos de inserci贸n internacional diferentes que han influido en la forma de percibir al 鈥渙tro鈥 (Brasil).

De esta forma, al comienzo del siglo XX, Argentina logr贸 insertarse exitosamente en el sistema internacional y a la econom铆a mundial de la mano de Gran Breta帽a. En este contexto, Brasil era considerado irrelevante en las cuestiones econ贸micas, inferior culturalmente pero como un rival geopol铆tico, ya que compet铆a con la Argentina por imponer su supremac铆a en la regi贸n. En las postrimer铆as de la Segunda Guerra Mundial, la relaci贸n especial con Gran Breta帽a fue desplazada por el nuevo paradigma globalista. A partir de entonces, Argentina comenz贸 a diversificar ampliamente sus v铆nculos externos y adopt贸 un rol activo en las negociaciones pol铆ticas y econ贸micas a nivel internacional. En este per铆odo, el signo de la relaci贸n bilateral con Brasil fue el de la competencia. Ser谩 reci茅n a mediados de la d茅cada del ochenta que se comenzar谩 el proceso de acercamiento entre ambos pa铆ses, principalmente alrededor de temas comerciales y econ贸micos.

M谩s all谩 de la relaci贸n de rivalidad que se acentu贸 durante los reg铆menes militares, hubo momentos de proximidad en los per铆odos democr谩ticos. En particular, durante los gobiernos de Vargas en Brasil y de Per贸n en Argentina, se produjeron algunos acercamientos, e incluso, hubo un intento de acuerdo de cooperaci贸n econ贸mica. Sin embargo, fue el fin de la Guerra Fr铆a y la vigorizaci贸n del proceso de globalizaci贸n lo que introdujo grandes cambios a las relaciones entre Argentina y Brasil y produjo un punto de inflexi贸n en 1985. En ese a帽o, los presidentes Alfons铆n y Sarney impulsaron un nuevo proyecto de integraci贸n econ贸mica y de cooperaci贸n pol铆tica bilateral que en 1991 culminar铆a con la firma del Tratado de Asunci贸n, y la consecuente creaci贸n del MERCOSUR.

Este cambio en la visi贸n del pa铆s vecino es consecuencia, principalmente de tres factores: el crecimiento de las tasas diferenciales entre Argentina y Brasil en beneficio del segundo; la eliminaci贸n de hip贸tesis de conflicto entre ambos pa铆ses; la restauraci贸n de la democracia en ambos pa铆ses; y una mayor interdependencia econ贸mica que acrecent贸 la cantidad de intereses comunes (Russell y Tokatli谩n, 2003).

La llegada de Menem al poder en 1989 produjo un nuevo cambio de paradigma en las relaciones internacionales argentinas denominado por Russell y Tokatli谩n 鈥渁quiescencia pragm谩tica鈥. Como hemos desarrollado en el apartado anterior, el mundo ahora es interpretado en clave econ贸mica. Esto determin贸 un c铆rculo de relaciones de preferencia que se orden贸 de la siguiente forma: Estados Unidos, la Uni贸n Europea, el MERCOSUR, Chile y Bolivia.

Esta estrategia de relacionamiento externo basada en el comercio, incorpor贸 a Brasil como un socio econ贸mico importante. De esta forma, se avanz贸 mucho en el plano econ贸mico y, l贸gicamente, la interdependencia entre ambos pa铆ses aumento significativamente. Sin embargo, la conformaci贸n de esta alianza econ贸mica no estuvo acompa帽ada por el mismo grado de convergencia pol铆tica dado que Brasil hab铆a optado por distanciarse de Washington. Esta decisi贸n fue interpretada por el gobierno argentino como 鈥減ol铆ticamente incorrecta鈥 y anacr贸nica.

En pocas palabras, el nuevo paradigma situ贸 a Brasil en un lugar destacado pero casi exclusivamente en lo econ贸mico ya que la relaci贸n con 茅ste siempre estuvo subordinada a la relaci贸n con los Estados Unidos.

IV. PROCESOS DE REGIONALIZACI脫N

 

IV.1.a. Teor铆a sobre la integraci贸n regional

 

El proceso de integraci贸n regional en el que se embarcaron Menem y Collor no responde a la vieja l贸gica de integraci贸n cerrada que se hab铆a implementado en los a帽os 鈥50 y 鈥60 e, incluso, que hab铆an adoptado sus predecesores. El viejo regionalismo surgi贸 como un instrumento estrat茅gico para fortalecer el desarrollo del modelo de las ISI. Por tal motivo, se adoptaron medidas que implicaron barreras externas altas con el fin de proteger a las industrias del bloque, mientras que se proyect贸 una liberalizaci贸n intra-zona. Se tend铆a a establecer acuerdos sim茅tricos con el objeto de lograr un mercado com煤n que abrir铆a sus fronteras una vez fortalecido internamente. De esta forma, este tipo de proyectos, denominados 鈥渞egionalismos cerrados鈥, se opon铆an al modelo de liberalizaci贸n global propuesto por el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y fomentado por Estados Unidos a mediados del siglo XX.

 

Cuando se hicieron evidentes los l铆mites del modelo de las ISI, el viejo modelo integracionista debi贸 reformularse y, de esta manera, aparecen los denominados 鈥渘uevos regionalismos鈥. En este sentido, Garc铆a Delgado (2004) afirma que la expansi贸n de esta nueva tendencia se debe a la necesidad de reducir y controlar algunos de los efectos desestabilizadores sobre las econom铆as nacionales producidos por el incremento de la globalizaci贸n. Dado que el Estado ya no es completamente autosuficiente, debe conformar alianzas plurinacionales.

 

En general, los nuevos regionalismos se orientaron a establecer zonas de libre comercio para lograr ampliar los mercados nacionales y as铆 alentar a la transformaci贸n y modernizaci贸n estructural de la econom铆a. Para ello se implementaron medidas de desgravaci贸n arancelaria para el comercio de bienes y desregularizaci贸n del comercio de servicios. En definitiva, medidas de apertura comercial.

 

Ahora bien, las razones por las que los pa铆ses han decidido hist贸ricamente integrarse, han sido diversas. Siguiendo a Pal (2005), estos motivos han girado entorno a tres categor铆as. Por empezar, algunos autores se han apoyado en el supuesto de que a trav茅s de la liberalizaci贸n del comercio intra-regional se producir铆a un aumento de las ganancias de los miembros del bloque 鈥損or creaci贸n o desv铆o del comercio, seg煤n la perspectiva de cada autor-, que a su vez, elevar铆a el bienestar de estos pa铆ses. Empero, dado el enfoque poco din谩mico de estas teor铆as, 茅stas resultaron ineficientes para explicar las motivaciones de los nuevos regionalismos. A partir de estos cambios, autores como Krugman, han explicado el aumento de procesos de integraci贸n como consecuencia de la creciente insatisfacci贸n con el orden actual del multilateralismo. Por 煤ltimo, podemos encontrar teor铆as, como la teor铆a del domin贸, que se apoyan en el efecto de 鈥渁rrastre鈥 que produce el mismo regionalismo. Es decir, son los mismos acuerdos de integraci贸n los que conllevan a que los pa铆ses creen o profundicen la integraci贸n con el fin de evitar el desequilibrio que se producir铆a si no lo hiciesen.

 

Se estructura as铆 un debate en torno a cu谩l es la relaci贸n entre el multilateralismo y la regionalizaci贸n. Por un lado, est谩n quienes plantean a la integraci贸n como un escal贸n (Stepping Stones) necesario para llegar a la liberalizaci贸n total planteada por el multilateralismo. En otros casos, los bloques regionales son considerados como un complemento (Building Blocks) al r茅gimen multilateral y, de hecho, facilitan las negociaciones multilaterales. A pesar de lo expuesto, la mayor铆a de los economistas consideran al regionalismo como esquemas que da帽an (Stumbling Blocks) al sistema multilateral porque son esencialmente discriminatorios.

 

Si analizamos estas opciones desde la postura de los pa铆ses en desarrollo (PED), vemos que los acuerdos Norte-Sur y el sistema multilateral han mostrado ser demasiado desequilibrados en detrimento de los PED. En consecuencia, la nueva alternativa que han encontrado los PED son los acuerdos de integraci贸n regional Sur-Sur, que les permiten ampliar su mercado sin quedar relegados por competo a los intereses de las potencias hegem贸nicas. Al mismo tiempo, al actuar como bloque, los PED tienen m谩s oportunidades de insertarse exitosamente en la econom铆a global. No obstante, la creciente integraci贸n regional puede, no s贸lo producir incertidumbre en el escenario global por la excesiva cantidad de acuerdos regionales, sino que adem谩s puede marginalizar a los peque帽os pa铆ses que no logren insertarse en el esquema.

 

IV.1.b. Esquemas de integraci贸n regional

 

Se pueden identificar cinco esquemas distintos de integraci贸n econ贸mica, de acuerdo al grado de profundidad alcanzado por un proceso de integraci贸n, lo cual implica la implementaci贸n de diferentes instrumentos de pol铆tica comercial. A continuaci贸n, se describen las principales caracter铆sticas de los esquemas, que se encuentran ordenados de manera evolutiva, es decir, de menor a mayor grado de integraci贸n.

 

1.            Acuerdo Preferencial (AP)

De acuerdo al glosario INTAL de instrumentos b谩sicos para la integraci贸n, este tipo de acuerdos no implica m谩s que la negociaci贸n de preferencias comerciales entre las partes, cuyo alcance no necesariamente comprende lo sustancial del comercio rec铆proco. Se trata, en definitiva, de una desgravaci贸n parcial del comercio entre los socios que no es extensible a terceros pa铆ses o bloques y adem谩s, en muchos casos, suele ser el paso inicial requerido para avanzar hacia una zona de libre comercio.

 

2.            Zona de Libre Comercio (ZLC)

A diferencia del caso anterior, las ZLC tienen como objetivo la desgravaci贸n total del comercio y, por tanto, deben abarcar forzosamente lo sustancial del mismo. Sin embargo, el proceso para lograr dicha liberalizaci贸n, no debe extenderse por un plazo de tiempo mayor a uno 鈥渞azonable鈥, por tal raz贸n, se establecen cronogramas detallados de desgravaci贸n arancelaria que las partes signatarias deben cumplir.

 

Dado que en estos casos, los socios siguen manteniendo sus habituales tratamientos arancelarios y no arancelarios hacia el resto del mundo, las ZLC representan una excepci贸n al principio de trato de naci贸n m谩s favorecida (NMF) establecido por el GATT. No obstante, representan un tipo de excepci贸n 鈥渢olerada鈥 ya que el mismo art铆culo XXIV del GATT, contempla su establecimiento y funcionamiento en pos de facilitar el comercio entre las partes.

 

Por otra parte, es necesario que se tomen en cuenta las asimetr铆as entre los socios y se establezca un tratamiento adecuado si se desea evitar implicancias econ贸micas negativas. Por este motivo, resulta importante la efectiva aplicaci贸n de los siguientes instrumentos de pol铆tica comercial: a) r茅gimen de origen; b) cl谩usulas de salvaguardia y medidas contra el comercio desleal; y c) armonizaci贸n de incentivos directos e indirectos a las exportaciones.

3.            Uni贸n Aduanera (UA)

Las caracter铆sticas de las ZLC tambi茅n se aplican a las UA, pero lo que las diferencia es que las partes signatarias de estas 煤ltimas adoptan una pol铆tica comercial com煤n hacia los terceros pa铆ses y bloques. Por lo tanto, en adici贸n a los instrumentos de pol铆tica comercial que deber铆an implementar las ZLC, la primera herramienta que adoptan en ese sentido las UA, es un arancel externo com煤n (AEC), al que luego se le agrega un c贸digo aduanero 煤nico y un sistema de distribuci贸n de la renta aduanera, entre otros.

 

Al igual que en el caso de las ZLC, es necesario que los Estados partes se inclinen hacia un tratamiento competitivo de las asimetr铆as y que, por otra parte, tiendan a armonizar sus pol铆ticas macroecon贸micas.

 

4.            Mercado Com煤n (MC)

Los MC son uniones aduaneras que se han perfeccionado mediante la liberalizaci贸n del comercio de servicios y de los factores de producci贸n. Sumado a esta libre circulaci贸n de servicios, capital y trabajo, encontramos una coordinaci贸n de las pol铆ticas comerciales, sectoriales y macroecon贸micas.

 

5.            Uni贸n Monetaria y Econ贸mica (UME)

Las UME son el 煤ltimo escal贸n en el proceso de integraci贸n. Refiere a mercados comunes que han adoptado una misma moneda y, por ende, implementan una pol铆tica monetaria 煤nica.

 

IV.2. Antecedentes y nacimiento del MERCOSUR

 

La firma del Tratado de Asunci贸n en 1991 representa la culminaci贸n del proceso de integraci贸n y cooperaci贸n econ贸mica iniciado en 1985 por los presidentes de Argentina y Brasil. Si bien este proceso atraves贸 diferentes etapas, el mismo siempre tuvo como objetivo primordial, conformar un espacio econ贸mico com煤n entre ambos pa铆ses. Asimismo, se pensaba que la integraci贸n ayudar铆a a la consolidaci贸n y fortalecimiento de las democracias.

 

En noviembre de 1985, la firma del Acta de Iguaz煤 fue el primer instrumento de acercamiento entre las Partes, a trav茅s del cual se manifestaba la voluntad pol铆tica de trabajar sobre las relaciones comerciales bilaterales. Adem谩s, se preve铆a avanzar en la complementaci贸n industrial y la cooperaci贸n tecnol贸gica, en particular, en el sector nuclear. A esta declaraci贸n le siguieron varios protocolos sectoriales, por lo que se puede decir que, esta es una etapa de 鈥渋ntegraci贸n bilateral selectiva鈥 (Di CHIARO, 1999). Al a帽o siguiente, con el mismo objetivo en mente, los mandatarios firmaron el Acta de Integraci贸n Argentino-Brasile帽a que puso en funcionamiento el Programa de Integraci贸n y Cooperaci贸n entre Argentina y Brasil, m谩s conocido por su sigla PICE.

 

Es fundamental entender que el PICE se orient贸 por los principios de gradualidad, flexibilidad, simetr铆a y trato preferencial ante terceros pa铆ses o bloques, armonizaci贸n progresiva de pol铆ticas y participaci贸n del sector empresarial. De esta forma, se quer铆a proceder a una desgravaci贸n del comercio bilateral que evitara efectos no deseados como desviaciones de comercio, triangulaciones comerciales o normas de competencia desleal. Este esquema fue planteado en t茅rminos de los regionalismos cerrados, antes descriptos.

 

El PICE logr贸 incrementar el volumen del comercio entre los socios y equilibrar los saldos comerciales, especialmente, en el sector industrial. Sin embargo, los resultados del programa se vieron afectados por la inestabilidad macroecon贸mica de los dos pa铆ses que se extendi贸 durante toda la segunda mitad de la d茅cada de los 鈥80. Esta situaci贸n era agravada por los picos inflacionarios, el estancamiento de la econom铆a y las recurrentes oscilaciones cambiarias.

 

Posteriormente, en 1988, un nuevo elemento se introduce en el marco del proceso de integraci贸n bilateral: el Tratado de Integraci贸n, Cooperaci贸n y Desarrollo. Por medio de este tratado se estableci贸 un marco jur铆dico para delimitar los objetivos substanciales de la integraci贸n y la creaci贸n gradual del espacio econ贸mico integrado en un plazo de diez a帽os (DI CHIARO, 1999). Este ser谩 el 煤ltimo instrumento negociado entre Alfons铆n y Sarney, ya que los pr贸ximos pasos estar谩n a cargo de Menem, por la parte argentina, y Collor de Mello, por la parte brasile帽a.

 

Los nuevos presidentes decidieron continuar la pol铆tica comenzada por sus antecesores y en ese sentido suscribieron el Acta de Buenos Aires. Por medio de la misma se puso en marcha la profundizaci贸n del Tratado de Integraci贸n de 1988. Se estableci贸 que, para el 31 de diciembre de 1994, deber铆a estar conformado definitivamente un mercado com煤n. Esto significaba que se deb铆a trabajar en la coordinaci贸n de pol铆ticas macroecon贸micas; rebajas arancelarias de manera generalizada, lineal y autom谩tica para lograr un arancel final de cero; y la eliminaci贸n de trabas para-arancelarias. De esta forma, se aument贸 significativamente la apuesta, ya que no s贸lo se redujo a la mitad el plazo requerido para llevar a cabo el objetivo, sino que adem谩s, se fij贸 como objetivo un mercado com煤n en lugar de un tratado de libre comercio.

 

Paraguay y Uruguay, que hab铆an participado como observadores de las reuniones presidenciales, solicitaron formalmente la incorporaci贸n al proyecto de integraci贸n binacional. Con esta incorporaci贸n, el proceso tom贸 un perfil regional y estrat茅gico ya que se consideraba que este acuerdo representar铆a un canal para la inserci贸n y participaci贸n en el nuevo escenario mundial. Se supon铆a que la integraci贸n de estos mercados generar铆a un incremento de la competitividad de los socios y aumentar铆a las posibilidades de inserci贸n externa en una econom铆a globalizada e interdependiente. Asimismo, se esperaba incrementar el flujo de inversi贸n externa directa hacia estos pa铆ses. De este modo, puede afirmarse que el proceso de integraci贸n acompa帽贸 la pol铆tica exterior menemista, la cual privilegiaba las relaciones econ贸micas exteriores.

 

Finalmente, el 26 de marzo de 1991, los cuatro jefes de Estado se reunieron en Asunci贸n y firmaron el tratado que constituye el Mercado Com煤n del Sur (MERCOSUR). En el Tratado de Asunci贸n (TA) se establecieron los principales objetivos del MERCOSUR, a saber: a) libre circulaci贸n de bienes, servicios y factores productivos; b) eliminaci贸n de restricciones no arancelarias (RNA); c) establecimiento de un arancel externo com煤n (AEC) y una pol铆tica comercial com煤n; d) coordinaci贸n de pol铆ticas macroecon贸micas y sectoriales; y e) armonizaci贸n de legislaciones nacionales. Como se puede apreciar, las metas del MERCOSUR est谩n en sinton铆a con las ideas de los nuevos regionalismos.

 

Por 煤ltimo, si bien no se pudieron cumplir con la mayor铆a de los plazos establecidos en el TA, durante los primeros cuatro a帽os de MERCOSUR, se puede apreciar un fuerte incremento del comercio intra-zona, lo cual coadyuv贸 a disminuir los d茅ficits en las balanzas de pago. Asimismo se registr贸 un alto aumento de inversi贸n externa directa (IED). Ambas tendencias beneficiaron principalmente a Argentina y, en segundo lugar, a Brasil, tendencia que m谩s tarde se revertir谩.

 

IV.3. Estructura institucional del MERCOSUR[1]

 

El TA estableci贸 una primera estructura institucional que tres a帽os m谩s tarde fue retomada y ampliada por el Protocolo de Ouro Preto (POP). La configuraci贸n institucional del MERCOSUR se caracteriz贸 desde el comienzo por su car谩cter intergubernamental, ya que los gobiernos decidieron rechazar la idea de supranacionalidad de los 贸rganos que se constituir铆an en el marco del acuerdo de integraci贸n. Solamente se previ贸 la utilizaci贸n de instrumentos supranacionales en el campo jur铆dico para la soluci贸n de controversias (Protocolo de Brasilia, 1991). Asimismo, se estableci贸 que las decisiones ser铆an tomadas por consenso y con la presencia de todos los Estados, y la posterior decisi贸n de internalizar o no las normas regionales, quedar铆a en manos de los gobiernos y Congresos nacionales. Lo que se buscaba con esta f贸rmula era reservar una amplia libertad de acci贸n.

 

En consecuencia, la estructura institucional del MERCOSUR es m铆nima. De hecho, excepto por la Secretar铆a Administrativa del MERCOSUR (SAM), no hay burocracia comunitaria, sino que los agentes mercosurianos son funcionarios nacionales de cada una de las partes. De esta forma, y teniendo en cuenta los escasos recursos con que contaban los socios por sus problemas econ贸mico-financieros, se evitaban estructuras desproporcionadas y la necesidad de recursos presupuestarios comunitarios. En este sentido, la estructura institucional ir铆a creciendo de forma gradual y de acuerdo a las necesidades que surgieran del proceso integrador.

 

El POP defini贸 la estructura org谩nica del MERCOSUR de la siguiente manera:

 

1) Consejo Mercado Com煤n (CMC) est谩 integrado por los Ministros de Relaciones Exteriores y de Econom铆a de los cuatro Estados. Por ser el 贸rgano superior, es el encargado de la conducci贸n pol铆tica del proceso de integraci贸n y de la toma de decisiones que aseguren el cumplimiento de los objetivos planteados en el TA. Su presidencia es ejercida en forma rotativa, por orden alfab茅tico, y por per铆odos de seis meses. Se debe reunir por lo menos dos veces al a帽o con la participaci贸n de los presidentes de los Estados Parte. Se expide a trav茅s de decisiones.

 

2) Grupo Mercado Com煤n (GMC) es el 贸rgano ejecutivo y, por tanto, le corresponde reglamentar las decisiones emanadas del CMC. Est谩 integrado por dos coordinadores titulares y dos alternos por cada pa铆s que deben pertenecer al Ministerio de Relaciones Exteriores, al de Econom铆a y al Banco Central. Bajo su 贸rbita se han creado numerosos grupos de trabajo para avanzar en las m煤ltiples tareas que se le han asignado. Se expide a trav茅s de resoluciones.

 

3) Comisi贸n de Comercio del MERCOSUR (CCM) est谩 conformado por cuatro coordinadores titulares y cuatro alternos por cada pa铆s. Su principal funci贸n es asistir al GMC. Adem谩s, es de su competencia atender las reclamaciones presentadas por las Secciones Nacionales de la CCM. Se pronuncia a trav茅s de directivas o propuestas.

 

4) Secretar铆a Administrativa del MERCOSUR (SAM) es el 贸rgano de apoyo operativo. Tiene sede permanente en Montevideo. Cabe destacar que es el 煤nico 贸rgano del MERCOSUR que cuenta con presupuesto comunitario.

 

5) Foro Consultivo Econ贸mico-Social (FCES) es el 贸rgano en el que participan los sectores econ贸micos y sociales. Su funci贸n es meramente consultiva y est谩 facultado para emitir recomendaciones al GMC.

 

6) Comisi贸n Parlamentaria Conjunta (CPC) es el 贸rgano representativo de los Parlamentos. Est谩 conformado por igual n煤mero de representantes de cada socio, que son designados por sus respectivos congresos. Su funci贸n primordial es asegurar la incorporaci贸n de las normas comunitarias a los respectivos ordenamientos jur铆dicos.

 

Este modelo de baja institucionalizaci贸n se debe tambi茅n a la creencia de que la generalidad y automaticidad del cronograma de liberalizaci贸n comercial hac铆a su trabajo por s铆 mismo y la diplomacia tradicional pod铆a acompa帽ar el proceso en esta etapa. Esta debilidad institucional tambi茅n es una clara muestra de que se privilegi贸 una perspectiva nacional en lugar de una regional ya que se limit贸 la transferencia de soberan铆a necesaria para construir un espacio comunitario (CIMADAMORE, 2004).

 

La decisi贸n de mantener un bajo grado de institucionalizaci贸n implic贸 que el proceso hacia el mercado com煤n estuviese dominado por mecanismos inter-gubernamentales y cuestiones pol铆ticas por sobre intereses comunes. En este sentido, Malamud (2003, 2008a, b, 2010) se帽ala que est谩 caracter铆stica puede ser parcialmente explicada por las instituciones dom茅sticas de los pa铆ses socios. En particular, resalta que las democracias presidencialistas de los Estados Parte han servido para impulsar y respaldar la construcci贸n del bloque regional de manera exitosa.

 

M谩s a煤n, el proceso que comenz贸 en 1985 fue producto de la voluntad presidencial de Alfons铆n y Sarney, y el hecho de que se continuase llevando adelante dicha decisi贸n, tambi茅n fue por el inter茅s de los mandatarios que les sucedieron. Por tanto, desde sus or铆genes y durante la primera fase de vida del MERCOSUR, el devenir del MERCOSUR ha estado fuertemente influenciado por la din谩mica interpresidencial. Una prueba evidente de la enorme influencia de los presidentes es el CMC: se estableci贸 a la cumbre presidencial como instituci贸n de mayor jerarqu铆a. Incluso, la intervenci贸n informal de los jefes de gobierno -diplomacia presidencial- se ha convertido en un recurso de 煤ltima instancia para la adopci贸n de decisiones estrat茅gicas y la resoluci贸n de crisis peligrosas (MALAMUD, 2008a). En consecuencia, los presidentes eran percibidos como la garant铆a de que las pol铆ticas consensuadas a nivel regional no ser铆an bloqueadas a nivel nacional.

 

Todo esto no significa que la actividad presidencial fue el 煤nico factor que contribuy贸 al desarrollo del MERCOSUR, sino s贸lo que este fue un factor clave para suplir la falta de coordinaci贸n pol铆tica y el bajo grado de institucionalizaci贸n del bloque. Entre otros, los sectores empresariales tambi茅n asumieron un rol destacado en el proyecto regional cuando entendieron las potencialidades y riesgos del mismo.

 

V. CONCLUSIONES

 

Indudablemente la emergencia econ贸mica marc贸 las prioridades del primer gobierno de Menem. La crisis econ贸mica sumada a la crisis de credibilidad, tanto interna como externa, eran los principales problemas a resolver y en ese sentido se orientaron las pol铆ticas del gobierno menemista. En consecuencia, influenciado por la presi贸n, principalmente, de los organismos de cr茅dito internacional, el establishment y el partido neoliberal, decidi贸 llevar a cabo una reforma del Estado e implementar una serie de medidas econ贸micas que consolidaran el modelo de valorizaci贸n financiera que ven铆a gest谩ndose desde 1977 y que implicaba un modelo de desarrollo econ贸mico orientado al exterior.

 

Este plan implicaba necesariamente un cambio en la pol铆tica exterior argentina. De esta forma, se resolvi贸 llevar adelante una serie de medidas que, se cre铆a, se convertir铆an casi instant谩neamente en prestigio internacional y beneficios materiales. Esta interpretaci贸n del mundo en clave econ贸mica, determin贸 un c铆rculo de relaciones de preferencia que privilegi贸, por sobre todo, las relaciones con Estados Unidos, que emerg铆a como el hegemon indiscutido tras la ca铆da de la URSS. Adem谩s, esta estrategia basada en el comercio, incorpor贸 a Brasil como un socio econ贸mico importante, pero siempre subordinado a la relaci贸n con Washington.

 

Por otra parte, el cambio en el escenario mundial tras el fin de la Guerra Fr铆a present贸 nuevos desaf铆os a los Estados-Naci贸n que vieron limitado su capacidad de acci贸n ante la creciente complejizaci贸n del sistema interestatal y la globalizaci贸n de la econom铆a, medios de comunicaci贸n e informaci贸n y del crimen. Ante este panorama, muchos Estados decidieron integrarse pol铆tica o econ贸micamente con otros para aminorar los efectos distorsivos de la globalizaci贸n.

 

En este contexto, la alternativa de continuar, acelerar y profundizar el proyecto regional planteado por Alfons铆n y Sarney en 1985 presentaba grandes ventajas. Sin embargo, era necesario realizar algunos ajustes al esquema de regionalismo cerrado que los anteriores presidentes hab铆an planteado. Consecuentemente, se abandon贸 la idea de un tratado de libre comercio y se decidi贸 ir m谩s all谩 a trav茅s de la construcci贸n de un mercado com煤n. Como si esto fuera poco, se reemplazaron los principios de de gradualidad, flexibilidad, negociada por una l贸gica de liberalizaci贸n comercial generalizada, lineal y autom谩tica. Se esperaba que el MERCOSUR, en especial luego de que se sumaran Paraguay y Uruguay, se tradujera r谩pidamente en beneficios econ贸micos y aumentara las posibilidades de inserci贸n externa en una econom铆a globalizada e interdependiente. Asimismo, se utiliz贸 al MERCOSUR como una estrategia para la inserci贸n y participaci贸n en el nuevo escenario mundial.

 

Sin embargo, el proyecto regional no fue planteado en t茅rminos realmente comunitarios, sino que fue abordado como una herramienta, como parte de una estrategia de inserci贸n internacional m谩s amplia que se correspondi贸 con un modelo de desarrollo econ贸mico nacional. Por esta raz贸n, se privilegiaron cuestiones pol铆ticas e intereses nacionales por sobre las necesidades e intereses regionales. Evidencia de esto es la estructura institucional m铆nima del mercado com煤n que, no s贸lo privilegi贸 los mecanismos intergubernamentales, sino que adem谩s se apoy贸 en la din谩mica inter-presidencialista.

 


BIBLIOGRAF脥A

 

LIBROS

 

         Acu帽a, Carlos (1994) 鈥淧ol铆tica y econom铆a en la Argentina de los noventa (O por qu茅 el futuro ya no es el que sol铆a ser)鈥, en Carlos Acu帽a, Eduardo Gamarra y William Smith, eds: Democracia, mercados y reforma estructural en Am茅rica Latina. Miami: North-South Press.

         Basualdo, Eduardo (2001) 鈥淪istema pol铆tico y modelo de acumulaci贸n en la Argentina. Notas sobre el transformismo argentina durante la valorizaci贸n financiera鈥. Buenos Aires: UNQUI-FLACSO-IDEP

         Busso, Anabella (1999) 鈥淟as Relaciones argentina 鈥 Estados Unidos en los 鈥90: El caso C贸ndor鈥. Rosario: CERIR.

         Castells, Manuel (1999) La era de la informaci贸n 1. Buenos Aires: Alianza Editorial. Cap铆tulo 5

         Cimadamore, Alberto (2001) 鈥淐risis e instituciones: Hacia el Mercosur del siglo XXI鈥, en Ger贸nimo de Sierra comp.: Los rostros del Mercosur. El dif铆cil camino de lo comercial a lo societal. Buenos Aires: CLACSO.

         Fontana, Andr茅s (1998) 鈥淟a seguridad internacional y la Argentina en los a帽os 90鈥, en Cisneros, Andr茅s comp.: Pol铆tica exterior Argentina 1989-1999. Historia de un 茅xito. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano.

         Garc铆a Delgado, Daniel (1994) Estado y Sociedad. Buenos Aires: Editorial Norma. Cap铆tulo 2.

         Held, David (1997) La democracia y el orden global. Buenos Aries: Paid贸s. Cap铆tulos 2 a 6.

         Herrera Vegas, Jorge Hugo (1995) 鈥淟as pol铆ticas exteriores de la Argentina y de Brasil. Divergencias y convergencias鈥, en de la Balze comp.: Argentina y Brasil: Enfrentando el Siglo XXI. Buenos Aires: CARI / ABRA.

         Malamud, Andr茅s (2003) 鈥淧residentialism and Mercosur: A Hidden Cause for a Successful Experience鈥, en Finn Laursen, ed.: Comparative Regional Integration: Theoretical Perspectives. Aldershot: Ashgate, 53-73.

         Malamud, Andr茅s (2008a) 鈥淛efes de gobierno y procesos de integraci贸n: las experiencias de Europa y Am茅rica Latina鈥, en Philippe de Lombaerde, Shigeru Kochi and Jos茅 Brice帽o Ruiz, eds.: Del regionalismo latinoamericano a la integraci贸n interregional. Madrid: Fundaci贸n Carolina / Siglo XXI, 137-62.

         Malamud, Andr茅s (2008b) The Internal Agenda of Mercosur: Interdependence, Leadership and Institutionalization鈥, en Grace Jaramillo, ed.: Los nuevos enfoques de la integraci贸n: m谩s all谩 del regionalismo. Quito: FLACSO, 115-35.

         Malamud, Andr茅s (2010) 鈥淭heories of Regional Integration and the Origins of Mercosur鈥, en Marc铆lio Toscano Franca Filho, Lucas Lixinski and Mar铆a Bel茅n Olmos Giupponi, eds: The Law of MERCOSUR. Oxford: Hart Publishing, 9-27.

         Morresi, Sergio (2008) 鈥淟a teor铆a neoliberal鈥, en La nueva derecha Argentina, la democracia sin pol铆tica. Buenos Aires: UNGS, 13-77.

         Russell, Roberto y Tokatli谩n, Juan Gabriel (2003) 鈥淓l lugar de Brasil en las pol铆tica exterior argentina鈥. Buenos Aires; Fondo de Cultura Econ贸mica.

 

ARTICULOS

 

         Baldioli, Alberto (2003) 鈥淣eodecisionismo en Am茅rica Latina: entre la apat铆a y la participaci贸n c铆vica. Argentina y Brasil (1989-1992)鈥, en Revista Debates Latinoamericanos, N煤m. 1. Buenos Aires: Centro Latinoamericano de Estudios Avanzados-CLEA.

         Bernal-Meza, Ra煤l (2008) 鈥淎rgentina y Brasil en la Pol铆tica Internacional: regionalismo y MERCOSUR (estrategias, cooperaci贸n y factores de tensi贸n)鈥, en Revista Brasileira de Pol铆tica Internacional, Vol. 51, N煤m. 2, julio-diciembre, 2008, 154-178.

         Di Chiaro, Paola (1999) 鈥淟a pol铆tica exterior argentina a partir de la transici贸n democr谩tica鈥, en Revista del Instituto de Capacitaci贸n y Formaci贸n de Dirigentes Pol铆ticos, N煤m. 1.

         Fanelli, Jos茅 Mar铆a (2001) 鈥淐oordinaci贸n Macroecon贸mica en el MERCOSUR: Balance y Perspectivas鈥, en Chudnovsky, Daniel y Fanelli, Jos茅 Maria coord.: El desaf铆o de integrarse para crecer: Balance y perspectivas del MERCOSUR en su primera d茅cada. Buenos Aires: Serie Red MERCOSUR, N煤m. 4.

         Garc铆a Delgado, Daniel (2010) 鈥淐risis global, desarrollo e inserci贸n. Un nuevo escenario para los emergentes鈥, en Ideas para el Bicentenario. Buenos Aires: FLCSO-CICCUS, 29-44.

         Gerchunoff, Pablo y Torre, Juan Pablo (1996) 鈥淟a pol铆tica de la liberalizaci贸n econ贸mica en la administraci贸n de Menem鈥, en Revista Desarrollo Econ贸mico, N煤m. 143. Buenos Aires.

         Gui帽az煤, Mar铆a Clelia (2000) 鈥淒el Consenso de Washington al Consenso de Santiago鈥, en Revista Pol铆tica y Gesti贸n, N煤m. 7, 79-95.

         Leiras, Santiago (2007) 鈥淒e Carlos Menem a N茅stor Kirchner: cambios y continuidades en la democracia Argentina鈥, en Revista Desarrollo Econ贸mico, N煤m. 143. Buenos Aires.

         Malamud, Andr茅s (2005) 鈥淧residential Diplomacy and the Institutional Underpinnings of Mercosur. An Empirical Examination鈥, en Latin American Research Review, N煤m. 40, 138-64.

         Mustapic, Ana (2000) 鈥淥ficialistas y opositores: las relaciones Ejecutivo-Legislativo en la Argentina鈥, en Revista de Desarrollo Econ贸mico, N煤m. 156. Buenos Aires.

         Pizarro, Roberto (2008) 鈥淓l dif铆cil camino de la integraci贸n regional鈥, en Revista Nueva Sociedad, N煤m 214. Buenos Aires.

 

 

PAGINAS DE INTERNET

 

         Botto, Mercedes 鈥淟a integraci贸n regional en Am茅rica Latina鈥. Disponible en: http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=

Textos&id=29&opcion=documento

         Cimadamore, Alberto (2004) 鈥淕obernabilidad y niveles de an谩lisis en proceso de integraci贸n del MERCOSUR鈥. Disponible en: http://www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Gobernabilidad%20en%

20la%20integracion%20del%20Mercosur.pdf

         Glosario INTAL. Disponible en: http://www.iadb.org/intal/detalle_instrumento.asp?idioma

=esp&aid=1311&cid=237#

         Leiras, Santiago: 鈥淐arlos Menem y Fernando Collor de Mello 驴Arquitectos del MERCOSUR? Algunas reflexiones sobre calidad democr谩tica e integraci贸n regional.鈥 Disponible en: www.caei.com.ar/es/programas/integracion/20.pdf

         Pal, Parthapratim 鈥淩egional Trade Agreements in a Multilateral Trade Regime: An Overview鈥. Disponible en: http://www.networkideas.org/feathm/may2004/survey_paper_RTA.pdf

         Protocolo de Olivos. Disponible en: http://www.mercosur.int/msweb/SM/Actas%20TEMPORARIA

S/CMC/XXXII%20CMC%20FINAL%20ATA%201-07/Anexo%20II%20NORMAS%20FINALES/Protocolo

%20Modificatorio%20PO_ES.pdf

         Protocolo de Ouro Preto. Disponible en: http://www.tprmercosur.org/es/docum/

Protocolo_de_Ouro_Preto_es.pdf

         Tratado de Asunci贸n. Disponible en: http://idatd.eclac.cl/controversias/Normativas

/MERCOSUR/Espanol/Tratado_de_Asuncion.pdf

 

 

 

 



* Carrera de Ciencia Pol铆tica (UBA)

[1] La descripci贸n de la estructura institucional del MERCOSUR que se hace en este apartado corresponde al per铆odo 1991-1995. Por tanto, no se tienen en cuenta posteriores modificaciones, tales como: Protocolo de Olivos y Protocolo Constitutivo del Parlamento del MERCOSUR, entre otros.