Resumen
El
siguiente texto tiene como objetivo analizar y concluir si el fen贸meno de la
personalizaci贸n de la pol铆tica, de la mano de la creciente influencia de los mass
media son o no, la principal causa de la crisis partidista que se presenta
en Colombia, partiendo de la base que no s贸lo es un problema colombiano, sino
latinoamericano y porqu茅 no, mundial.
Abstract
The following paper
aims to analyze and, if possible, conclude if the phenomenon of personalization
of politics related to the increasing influence of the mass media, is the main
cause of political party crisis in Colombia, considering it is not just a
Colombian problem but a Latin American and a worldwide concern.
鈥淒e
la personalizaci贸n y otros demonios: Una aproximaci贸n al impacto de la personalizaci贸n
y el mass media en la crisis partidista en Colombia鈥
Por:
Alejandro Garz贸n L贸pez
Introducci贸n
La personalizaci贸n de la
pol铆tica es un fen贸meno muy arraigado en Colombia; pese a los intentos de
minar esta forma de hacer pol铆tica 鈥揷audillista muchas veces鈥, materializados
en la reforma pol铆tica, como proceso que busca de alguna manera modernizar el
estado y legitimar las instituciones pol铆ticas, las micro empresas
pol铆tico-electorales no han escapado a este rasgo definitivo de la din谩mica
democr谩tica colombiana.
Este
fen贸meno caracter铆stico de la pol铆tica colombiana se exacerba con la
importancia que asumen los mass media. Lo que contribuye a una
desideologizaci贸n de la pol铆tica y al fomento de una relaci贸n populista entre
l铆der y seguidor, en cuanto el aspecto program谩tico aparece subyugado al
carisma del pol铆tico lo que viene acompa帽ado por fuertes clientelas, muy
necesarias para sostener el dominio de los l铆deres y la disposici贸n patrimonial
que hacen estos de los recursos del Estado.
Asimismo,
la aparici贸n de la figura de 脕lvaro Uribe ha exacerbado dicho fen贸meno hasta el
punto de ahondar en una denominada 鈥渃risis de los partidos鈥 en Colombia.
Es
por ello que resulta necesario analizar no s贸lo el fen贸meno de la
personalizaci贸n de la pol铆tica colombiana, sino hacer un an谩lisis profundo para
comprender el entramado pol铆tico e institucional que ha causado la denominada
crisis de los partidos colombianos.
El
objetivo del presente trabajo es analizar el fen贸meno de la personalizaci贸n de
la pol铆tica en Colombia, junto con el impacto del mass media en las
elecciones como causa principal de la crisis partidista que se vive en el pa铆s.
Planteo
de la cuesti贸n
Los partidos surgen como medio principal para estructurar la
voluntad de amplios grupos humanos y darles significado, coherencia a sus
propuestas pol铆ticas e identidad. Pero a pesar de la importancia
revelada por la historia de los partidos y por su conexi贸n directa con la
democracia, hoy en d铆a, tanto la pol铆tica como los partidos, son objeto de un
sentimiento de desconfianza y animadversi贸n por parte de la ciudadan铆a.
Colombia,
como muchos pa铆ses, ha sido participe de la importancia de los partidos
pol铆ticos a lo largo de su historia. Sin embargo, en los 煤ltimos a帽os, los
cambios sociales, las reformas pol铆ticas, los altos 铆ndices de corrupci贸n al
interior de los partidos, el deterioro y obsolescencia de los planteamientos
pol铆ticos - filos贸ficos de los partidos tradicionales, la p茅rdida de identidad
partidista, as铆 como la aparici贸n de figuras como el transfuguismo y el
incremento del clientelismo entre otras, ha causado un quiebre de la tradici贸n
bipartidista y el incremento de los sentimientos anti partidistas.
Pero
si bien estos factores han sido importantes, el fortalecimiento y consolidaci贸n
del fen贸meno de la personalizaci贸n de la pol铆tica y su desarrollo a trav茅s del
uso del mass media se ha convertido en un componente importante a
analizar en la pol铆tica colombiana.
De esta manera
se nos plantean los siguientes interrogantes: 驴Es la
personalizaci贸n de la pol铆tica, de la mano del poder del mass media, el punto
de quiebre para propiciar el fin de los partidos pol铆ticos? o por el contrario,
驴son reflejo de que se est谩 viviendo una etapa dial茅ctica de crisis,
transformaci贸n y replanteamiento de las formas de representaci贸n pol铆tica? Y
por 煤ltimo, 驴Fueron las pasadas elecciones 鈥搇egislativa y presidencial- la
鈥渆stocada final鈥 a la existencia de los partidos pol铆ticos colombianos?
HIP脫TESIS: 鈥La
personalizaci贸n de la pol铆tica, de la mano de la politizaci贸n de los mass
media, es uno de los factores predominantes en la crisis partidista en
Colombia, sin embargo, no es por s铆 s贸lo un elemento de quiebre que justifique
la desaparici贸n de los partidos. Ser铆an la falta de una
transformaci贸n y replanteamiento de las formas de representaci贸n pol铆tica, de
ideolog铆as y mecanismos de control en los partidos, las verdaderas causas de la
crisis partidista en Colombia.鈥
MARCO
TE脫RICO:
El
marco general de las definiciones y aproximaciones sobre los partidos y
sistemas de partidos se abordar谩 a partir de los trabajos de Sartori, Duverger
y Manuel Alc谩ntara.
El
marco hist贸rico de los partidos en Colombia se servir谩 de los trabajos de
Javier Mendoza, Elizabeth Ungar, Paoli Bolio y de Francisco Aceves,
complementado por noticias y editoriales de medios de comunicaci贸n como los
peri贸dicos El Tiempo y El Espectador y la revista Semana.
La
personalizaci贸n como fen贸meno en la pol铆tica se abordara con aportes de los
trabajos de Sartori y Dader
Los
trabajos y estudios de 脕ngel Rodr铆guez, Javier Cach茅s y Zovatto servir谩n para
darle un an谩lisis a la personalizaci贸n de la pol铆tica en el 谩mbito de Am茅rica
Latina, citando ejemplos en Venezuela, Per煤 y Argentina.
La
personalizaci贸n en Colombia se abordar谩 con los trabajos de Juan Carlos G贸mez,
Juli谩n L贸pez, Nadia P茅rez, asimismo, se tendr谩n en cuenta las editoriales de la
Revista Semana.
La
profundizaci贸n de la personalizaci贸n a partir de la presidencia de 脕lvaro Uribe
ser谩 complementado por los aportes de Francisco Leal y extractos de noticias de
los medios de comunicaci贸n.
Para tratar la
relaci贸n entre los sistemas pol铆ticos y los sistemas medi谩ticos servir谩n los
trabajos de Hallin y Mancini y Pasquino.
Las reformas
pol铆ticas ser谩n analizadas con ayuda de los trabajos de Cristina V茅lez y Juli谩n
L贸pez.
En
contraposici贸n a la personalizaci贸n de la pol铆tica se analizaran los problemas
m谩s relevantes de los partidos pol铆ticos en Colombia teniendo en cuenta los
art铆culos de la Revista Semana, as铆 como las diferentes revistas sobre ciencia
pol铆tica de la Universidad de los Andes y Javeriana.
Partidos
y Sistemas de partidos
Tras
un extenso juicio hist贸rico sobre los partidos pol铆ticos, que contiene diversos
procesos y definiciones jur铆dicas y pol铆ticas sobre el t茅rmino, Sartori
sentencia: 鈥渃uando la palabra 鈥減arte鈥 se convierte en 鈥減artido鈥, disponemos de
un t茅rmino que est谩 sometido a dos atracciones sem谩nticas opuestas; por una
parte, la derivaci贸n de partire, dividir, y por la otra, la asociaci贸n
con participar y, en consecuencia compartir鈥.(Sartori, 1980: P.19) Esta
afirmaci贸n de Sartori refleja la doble significaci贸n de la palabra partido.
Sobre la definici贸n de lo que es un partido pol铆tico, Sartori sostiene
concisamente que "un partido es cualquier grupo pol铆tico identificado con
una etiqueta oficial que presenta a las elecciones, y puede sacar en elecciones
(libres o no), candidatos a cargos p煤blicos" (Ib铆dem. P. 91).
Los
partidos pasan por diferentes etapas en su formaci贸n; en un principio comenzaron
asoci谩ndose con temas religiosos y con grupos excluyentes, formados por las
茅lites, hasta llegar a la etapa en la que el desarrollo de 茅stos se liga al de
la democracia. Los partidos aparecen como la consecuencia no buscada de la
masificaci贸n de las sociedades y la expansi贸n territorial de los estados, cuyas
din谩micas van a dar lugar a un nuevo fen贸meno: el de la representaci贸n pol铆tica
(Malamud, 2003).
Es
as铆 como los partidos se consolidan, como dice Duverger, cuando m谩s ven crecer
sus funciones y su independencia las asambleas pol铆ticas, m谩s sienten sus
miembros la necesidad de agruparse por afinidades, a fin de actuar de acuerdo;
cuanto m谩s se extiende y se multiplica el derecho al voto, m谩s necesario se
hace organizar a los electores a trav茅s de comit茅s capaces de dar a conocer sus
candidatos y de canalizar sufragios en su direcci贸n (Duverger, 1951: P.15 y
16). As铆 los partidos surgen como medio principal
para estructurar la voluntad de amplios grupos humanos y darles significado,
coherencia a sus propuestas pol铆ticas e identidad.
La importancia de los partidos pol铆ticos en las democracias
actuales, es indiscutible, m谩s a煤n, ninguna democracia occidental u occidentalizada鈥
es concebible sin ellos; No hay casi pa铆s independiente que pueda exhibir un
sistema pol铆tico carente de partidos, a no ser por dos casos particulares: un
pu帽ado de sociedades tradicionales de estructura familiar patrimonial como las
que pueblan el Golfo P茅rsico, y las dictaduras militares que son, sin embargo,
fen贸menos siempre temporarios (Ware 1996).
Pero as铆 como el mundo y las sociedades evolucionan, lo mismo
deben hacer los partidos; a medida que las sociedades se hacen m谩s complejas,
surgen pluralidad de intereses y condiciones sociales, por lo que los partidos
deben buscar adaptarse a estos cambios en aras de asimilarlos y acondicionarse
a los mismos, continuando as铆 con la 鈥渟imbiosis鈥 creada por la interacci贸n de
todos los elementos de un sistema pol铆tico democr谩tico.
En este sentido, vale la pena resaltar las diferencias entre partidos
y sistema de partidos, pues los partidos no act煤an solos en un medio aislado,
sino que est谩n en interacci贸n permanente con otros partidos del sistema, es
decir, que un partido pol铆tico, carece de monopolio alguno de representaci贸n o
funci贸n, exceptuando el caso de los sistemas de partido 煤nico. Por ende, el
sistema de partidos es el resultado de las relaciones que los partidos
mantienen entre s铆, con el resto del sistema y con la sociedad en general.
Las propiedades de un sistema de partidos se desarrollan
hist贸ricamente, y pueden cambiar a lo largo del tiempo. Algunas de las m谩s
relevantes son la volatilidad que es el cambio agregado de votos entre
elecciones, 鈥攍a polarizaci贸n 鈥 distancia ideol贸gica entre los partidos, por
ejemplo en t茅rminos de izquierda/derecha, 鈥攅l n煤mero efectivo de partidos de
acuerdo a sus bancas parlamentarias y no a sus votos, 鈥 la desproporcionalidad
electoral 鈥揹iferencia entre n煤mero de votos y n煤mero de bancas鈥 y la cantidad
de dimensiones tem谩ticas 鈥搎ue define la estructura de clivaje del sistema (Lane
& Ersson 1994).
Partidos Pol铆ticos en Latinoam茅rica
Como en la mayor铆a de
las democracias, donde los partidos como el sistema de partidos, se constituyen
de suma importancia para enriquecer el juego democr谩tico, las democracias en Am茅rica
Latina no son ajenas a la importancia de este elemento de representaci贸n
pol铆tica.
Los primeros partidos
surgieron a partir de la 茅poca de la independencia en los siglos XIX y XX y
consistieron principalmente en facciones oligarcas conformadas por grupos de
personas con ciertos recursos e influencia en la sociedad. Eran m谩s importantes
y ten铆an m谩s influencia en el devenir de la sociedad y el gobierno, los grandes
caudillos, terratenientes, las fuerzas armadas y la Iglesia. Es decir, los partidos
pol铆ticos, en tanto organizaciones sociales permanentes y democr谩ticas, no
existieron o fueron muy d茅biles.
Los partidos se
desarrollaron en una primera etapa al margen de la ley, como agrupamientos
pol铆ticos m谩s o menos naturales para desarrollar una democracia representativa
(Paoli 1998; 246). Cuando las primeras agrupaciones pol铆ticas comenzaron a
tener cierta fuerza y se comenzaron a catalogar como partidos, se enmarcaron en
primera instancia dentro de un eje liberal/conservador.
As铆, el panorama
pol铆tico en la mayor铆a de los pa铆ses latinoamericanos durante gran parte de los
siglos XIX y XX estuvo caracterizado por el bipartidismo, al menos hasta
aproximadamente los a帽os 80鈥檚, lo anterior, producto de la influencia del
sistema norteamericano, pues es el sistema estadounidense, el primer sistema de
partidos que surge en la escena pol铆tica de occidente y puede decirse asimismo,
que es el sistema bipartidista por antonomasia.
Pero a partir de la
d茅cada de los 80麓s, este panorama comenz贸 a cambiar y a girar su rumbo en la
mayor铆a de pa铆ses hacia un multipartidismo. Entre las principales causas de
este nuevo rumbo, se destacan: la transici贸n hacia la democracia de gran parte
de pa铆ses latinoamericanos, en especial en el Cono Sur, una p茅rdida del enfoque
ideol贸gico de los partidos tradicionales as铆 como la aparici贸n de un esfuerzo
por superar o limitar estas fuerzas tradicionales, dando origen a nuevos
partidos que organizan a la clase media y consiguen el apoyo de amplios
sectores campesinos y obreros (Paoli, 1998; P.248). A partir de este quiebre
con las fuerzas tradicionales, el surgimiento de movimientos y partidos en
torno a un l铆der o caudillo se hizo mucho m谩s com煤n y f谩cil.
Partidos
pol铆ticos en Colombia
En
Colombia, como la mayor铆a de los pa铆ses latinoamericanos, el sistema
bipartidista domino gran parte del panorama pol铆tico del pa铆s durante d茅cadas.
As铆 pues, a pesar de lo manifestado por el Libertador Bol铆var en su lecho de
muerte: que si su muerte contribu铆a a que cesaran los partidos y se consolidara
la uni贸n, 茅l descender铆a tranquilo al sepulcro, el nacimiento de los partidos
pol铆ticos en Colombia tuvo lugar en la primera mitad del siglo XIX. Al
principio se formaron en torno a las ideas federalistas y centralistas para dar
un nuevo orden a la Nueva Granada
y posteriormente se ver铆a el surgimiento de partidos pol铆ticos constituidos
como organizaciones nacionales estructuradas en torno a definidos ideales
pol铆ticos.
Los
partidos que dominar铆an el escenario pol铆tico colombiano serian el conservador
y el liberal y durante cerca de 150 a帽os ser谩n los actores principales del
sistema pol铆tico colombiano; el partido Liberal se funda con el art铆culo que el
16 de Julio de 1848 public贸 Jos茅 Ezequiel Rojas, y como ejes centrales de su
programa se destacan: la abolici贸n de la pena de muerte, libertad absoluta de
imprenta, de palabra y ense帽anza y la separaci贸n entre Iglesia y Estado, entre
otros; el partido Conservador surge en 1849, cuando Jos茅 Eusebio Caro y Mariano
Ospina Rodr铆guez publican su programa, que consist铆a en reconocer y sostener la
moral del cristianismo, defiende los valores y los principios de las
oligarqu铆as (Hern谩ndez 2001).
Desde
su nacimiento y durante m谩s de un siglo de historia partidista, la intolerancia
inter partidista y las guerras civiles - a veces cruentas como la Guerra de los
1000 d铆as-
desempe帽aron un papel determinante en la generaci贸n de identidades por parte de
la sociedad hacia los partidos pol铆ticos. Es as铆 como la pol铆tica colombiana
giro en torno a los enfrentamientos y las alternancias en el poder de 茅stos
dos partidos.
Frente
Nacional
Despu茅s
de la llamada 茅poca de Violencia (1946-1958) y la cuasi-dictadura de Gustavo
Rojas Pinilla, se impuls贸 la transici贸n a un gobierno civil por medio de una
serie de pactos aprobados en un plebiscito, en los cuales los l铆deres de los
partidos Conservador y Liberal se comprometieron a gobernar al pa铆s de manera
conjunta y exclusiva, a 茅ste periodo de poder compartido se le denomino, Frente
Nacional.
Este
periodo, desde 1958 hasta 1974, marcar铆a el devenir pol铆tico del pa铆s y de los
partidos tradicionales. Durante estos a帽os se consolid贸 un bipartidismo
perfecto, y aunque se logr贸 reducir la violencia partidista y sentar las bases
para el desarrollo econ贸mico, se cerraron los espacios institucionales a
movimientos distintos a los partidos tradicionales y la solidez organizativa de
los partidos, as铆 como su legitimidad se vieron sumamente deterioradas, como
resultado de la eliminaci贸n de la competencia inter partidista (Ungar y
Ar茅valo, 2003). Esto 煤ltimo se vio claramente evidenciado con las elecciones de
1970 donde una tercera fuerza, la ANAPO
participo para la presidencia, obteniendo gran apoyo del electorado, sin
embargo Misael Pastrana del partido Conservador ser铆a quien ganar铆a dichas
elecciones, generando revueltas por un supuesto fraude electoral, lo que
precipito el fin del Frente Nacional.
Lo
anterior confirma que la historia partidista en Colombia ha sido caracterizada
por la hegemon铆a del bipartidismo, sin embargo, en los 煤ltimos a帽os, los
cambios sociales, las reformas pol铆ticas, los altos 铆ndices de corrupci贸n al
interior de los partidos, el deterioro y obsolescencia de los planteamientos
pol铆ticos - filos贸ficos de los partidos tradicionales (Mendoza 2004), la p茅rdida
de identidad partidista, as铆 como la aparici贸n de figuras como el transfuguismo
y el incremento del clientelismo entre otras, ha causado un quiebre de la
tradici贸n bipartidista y el incremento de los sentimientos anti partidista. Pero
es la personalizaci贸n de la pol铆tica el punto de quiebre para entender la
鈥渃risis鈥 de los partidos en Colombia.
Personalizaci贸n
de la pol铆tica, un problema latinoamericano
Hume,
en el Tratado sobre la naturaleza humana, dice: 鈥el resorte que mueve a
algunos hombres a ocuparse de los asuntos p煤blicos es la vanidad鈥 (G贸mez,
Pacheco, Turbay y Matiz, 2006:55). Dader, de igual forma da abundantes ejemplos
de la personalizaci贸n en la pol铆tica: 鈥desde la antig眉edad, la comunicaci贸n
pol铆tica establecida por los gobernantes busco siempre el culto a la imagen
personal, mediante estatuas, uso del retrato del l铆der, acu帽aci贸n de monedas,
etc.鈥(Dader, 1990: 351). Tambi茅n Max Weber (1981) afirma que 鈥el carisma
resulta de vital importancia en la consecuci贸n y legitimaci贸n del poder en
determinados reg铆menes pol铆ticos鈥. Lo anterior, confirma que la
personalizaci贸n si bien no es nueva en el 谩mbito pol铆tico, si se ha visto
intensificada en gran magnitud en las recientes d茅cadas, tanto a nivel regional
como mundial, llegando a catalogarse como una nueva forma de hacer pol铆tica, en
detrimento, puede decirse, de la importancia de los partidos pol铆ticos.
Lo
anterior confirma que a pesar de la importancia revelada por la historia de los
partidos y su conexi贸n directa con la democracia, hoy en d铆a, tanto la pol铆tica
como los partidos, son objeto de un sentimiento de desconfianza y animadversi贸n
por parte de la ciudadan铆a. Si bien este es un fen贸meno que afecta por igual a
gran parte del mundo, es en Am茅rica Latina, donde se puede evidenciar mayor
intensidad.
A su vez, la Regi贸n
Andina es la que evidencia las caracter铆sticas m谩s sustanciales para comprender
y darle forma a lo que se ha denominado la 鈥渃risis de los partidos.鈥 En este
sentido, es prudente resaltar que dentro de todo el conglomerado de causas de
esta crisis, dos elementos son destacables, pues 茅stos han tomado mayor
preponderancia en los 煤ltimos a帽os en la mayor铆a de pa铆ses de la regi贸n y se
han convertido en figuras claves para entender por qu茅 se ha ahondado en la
denominada crisis, estos elementos son: la personalizaci贸n de la pol铆tica y la
influencia del mass media.
Tal y como lo se帽ala
Perelli: la b煤squeda de hombres providenciales y de liderazgos fuertes basados
en caracter铆sticas personales del dirigente es una de las respuestas a las
nuevas formas de hacer pol铆tica (Perelli, 1995:185). En efecto, es la
personalizaci贸n de la pol铆tica, una figura que se ha manifestado con mucha
fuerza en casi todos los pa铆ses de Am茅rica Latina. Especialmente cuando en la
arena pol铆tica se da el triunfo de nuevos actores como por ejemplo: Hugo Ch谩vez
Fr铆as en Venezuela, Fujimori y el propio Toledo en el Per煤, Lula en Brasil,
incluso los esposos Kirchner en Argentina y por 煤ltimo 脕lvaro Uribe en
Colombia, y sumado a este fen贸meno, como una consecuencia inevitable de la
creciente mediatizaci贸n observada en el desarrollo de las contiendas
electorales, la mercadotecnia pol铆tica, espec铆ficamente el uso de la publicidad
pol铆tica televisiva, ha terminado por imponerse como el instrumento fundamental
al que se ajustan las estrategias de campa帽a de los partidos pol铆ticos en los
pa铆ses democr谩ticos (Aceves, 2009).
Es as铆 como comienzan a
surgir en Latinoam茅rica dos fen贸menos que ata帽en a la personalizaci贸n de la
pol铆tica: Primero, el surgimiento en la arena pol铆tica de personajes que no
tienen ninguna vinculaci贸n partidista y que a煤n as铆 logran hacerse con el
poder; los denominados outsiders. El impacto de 茅stos en la nueva
pol铆tica y/o juego democr谩tico ha coincidido con una situaci贸n de crisis
econ贸mica, de crisis de gobernabilidad y de cuestionamiento de las 茅lites
pol铆ticas y donde el avance de la llamada anti pol铆tica como nueva pol铆tica o
modalidad coincide con una suerte de 鈥渇atiga c铆vica鈥 del propio sistema (Rivas,
2002: P.8). Ejemplos claros de esto son Fujimori en Per煤, quien logr贸 la
presidencia en 1990, siendo un completo desconocido en el 谩mbito pol铆tico.
Segundo, la formaci贸n de partidos en torno a un l铆der o caudillo, bien sea
formado por 茅ste mismo o por sus partidarios, ejemplos de esto, son Hugo Ch谩vez
en Venezuela, quien gan贸 la presidencia en 1999 con el partido de izquierda
fundado por 茅l mismo, Movimiento Quinta Rep煤blica (Ib铆dem P.3) y 脕lvaro Uribe
en Colombia, quien propici贸 la creaci贸n del Partido de la U en
2005, conformado por los partidarios del ex-presidente.
Si
bien la personalizaci贸n de la pol铆tica y la denominada 鈥渃risis de los partidos鈥
ha azotado a la gran mayor铆a de los pa铆ses latinoamericanos, es en Colombia,
donde abundan evidencias que indican que el grado de fragmentaci贸n y
personalismo del sistema de partidos es uno de los m谩s altos del mundo (Ungar
y Ar茅valo 2003:53).
Personalizaci贸n
de la pol铆tica en Colombia
Reformas
Para
analizar el fen贸meno de la personalizaci贸n de la pol铆tica en Colombia, primero
es necesario, resaltar los cambios evidenciados en el sistema pol铆tico, que han
favorecido o intentado reducir el impacto de factores como la personalizaci贸n.
En este sentido, es importante destacar primero, los
cambios introducidos durante los a帽os ochenta y particularmente en la
Constituci贸n Pol铆tica de 1991, con la que se logr贸 una apertura importante del
sistema pol铆tico y la aparici贸n de nuevas fuerzas pol铆ticas.
De igual forma, el gobierno de Andr茅s Pastrana
(1998-2002) present贸 una nueva propuesta de reforma pol铆tica, esta vez
complementada con un cambio en las reglas electorales que buscaba desincentivar
el personalismo pol铆tico y premiar la agrupaci贸n partidaria, pero esta
iniciativa naufrag贸 en dos ocasiones (Foro interamericano sobre partidos
pol铆ticos, 2009).
La reforma de 2003 introdujo
cambios sustanciales en el sistema electoral para enfrentar b谩sicamente la
fragmentaci贸n y la personalizaci贸n de la pol铆tica en Colombia, entre los
cuales, cabe destacar: la adopci贸n de las listas 煤nicas para las elecciones legislativas,
la prohibici贸n de la doble afiliaci贸n partidista (doble militancia) y la
posibilidad de que cada partido pol铆tico optara por el voto preferente, sobre
este punto hubo cierta pol茅mica pues se argument贸 que 茅ste iba en contra del
esp铆ritu de la reforma, que buscaba combatir el personalismo pol铆tico, sin
embargo sus defensores argumentaron que fomentaba el fortalecimiento de la
organizaci贸n interna de los partidos pol铆ticos al abocarlos hacia procesos de
selecci贸n de candidatos y confecci贸n de listas de manera ordenada (P茅rez, 2009).
Asimismo, el Congreso
expidi贸 la Ley 974 del 22 de Julio de 2005, 鈥減or medio de la cual se reglamenta
la actuaci贸n en bancadas de los miembros de las corporaciones p煤blicas y se
adecua el Reglamento del Congreso al R茅gimen de Bancadas鈥 (Hern谩ndez, 2001). De
acuerdo con la ley, los miembros del Congreso de la Rep煤blica, asambleas
departamentales, concejos municipales, juntas administradoras locales elegidos
por un mismo partido, constituyen una bancada en la respectiva corporaci贸n. En
otras palabras, los miembros electos de dichos partidos deber谩n actuar en grupo
(bancada) en aras de fortalecer la cohesi贸n partidista.
Por 煤ltimo, la reforma
pol铆tica de 2009, introdujo importantes cambios entre los que se destacan: se
le impondr谩n multas al partido que tenga en sus filas miembros comprometidos
con la guerrilla, paramilitarismo y narcotr谩fico; la doble militancia ya no es
causal de p茅rdida de investidura; todas las votaciones (sobre leyes y dem谩s)
deben quedar obligatoriamente registradas y publicadas; es decir que los
candidatos deben dar la cara a sus electores por sus decisiones en el Congreso
y por 煤ltimo, obliga a los partidos a tener una cuota m铆nima de mujeres en sus
listas de candidatos (V茅lez, 2009).
Si bien se pueden
destacar cambios importantes generados por estas reformas en materia de
organizaci贸n y mejoramiento del sistema electoral y cierta cohesi贸n de los
partidos, el fen贸meno de la personalizaci贸n se vi reforzado m谩s que limitado,
pues figuras como la del voto preferente y el no castigo de la doble militancia
incentiv贸, primero, a un incremento del personalismo al interior de los
partidos, pues ahora buscan resaltar m谩s las cualidades de algunos candidatos,
y segundo, a un incremento del poder y apoyo en torno a la figura del
presidente 脕lvaro Uribe (P茅rez, 2009; P.6); ficha clave para entender el grado
de personalizaci贸n en Colombia.
Impacto
del 鈥渇en贸meno鈥 Uribe
Para comprender el
impacto de la personalizaci贸n en el escenario pol铆tico colombiano hay que
entrever primero, que todo el panorama pol铆tico que se desprende del
personalismo, al menos en los 煤ltimos a帽os, en Colombia, tiene su origen
principalmente en la aparici贸n de la figura de 脕lvaro Uribe V茅lez. El ex
presidente de Colombia, en 2002 gan贸 la presidencia present谩ndose con el
movimiento Primero Colombia y no bajo el aval de alg煤n partido, (por
m谩s que despu茅s muchos se le adhirieran) se ha convertido en el principal
ejemplo del personalismo pol铆tico en Colombia y ha influenciado en gran medida
a la prolongaci贸n personalista en la pol铆tica colombiana.
Primero, su irrupci贸n
en el panorama pol铆tico se vio justificada por que
los partidos pol铆ticos en general han defraudado y, sobre todo los que han
tenido funciones de gobierno, la confianza que en ellos depositaron los
electores en m煤ltiples ocasiones. Esto implic贸 el comienzo, o al
menos fortalecimiento de una nueva cultura pol铆tica en la que la poblaci贸n se
orienta a depositar su confianza a partir de la evaluaci贸n de la calidad de los
atributos personales exhibidos por el candidato que mejor los seduce y no por
su pertenencia o seguimiento de una ideolog铆a de partido. Segundo, la aparici贸n
del Partido de la U en 2005, reflejo tambi茅n, el retorno de la tendencia a
formar partidos en torno a un l铆der o caudillo e incentiv贸 a miembros de
diferentes partidos colombianos, principalmente Liberal y Conservador a
desertar y unirse al nuevo 鈥減artido鈥, evidenciando, que la nueva cultura
pol铆tica se orienta m谩s hacia el realce de una persona o l铆der, m谩s que a las
ideolog铆as de un partido.
El
discurso utilizado por Uribe para ganar las elecciones presidenciales en 2002
se centr贸 principalmente en el programa de Seguridad Democr谩tica, enfocado a
recuperar la presencia del Estado en todo el pa铆s y dar duros golpes militares
a las guerrillas y paramilitares, principalmente a las FARC
y las AUC. Asimismo, impulso un discurso
anti partido que buscaba combatir la 鈥渃orrupci贸n y la politiquer铆a鈥 (P茅rez,
2009). En este sentido, se deslig贸 de algunas propuestas fracasadas de los
gobiernos anteriores; uno Conservador (Andr茅s Pastrana) y uno Liberal (Ernesto
Samper), ambos gobiernos tildados de nefastos, en su incapacidad para hacer
frente a los mayores problemas de Colombia, el conflicto armado y el narcotr谩fico.
As铆, ante
la inmensa popularidad de Uribe y los resultados que arroj贸 su
gobierno, la gran mayor铆a de los partidos pol铆ticos en especial el Liberal y el
Conservador, entre otros peque帽os como Cambio Radical, se adhirieron al
entonces presidente, haciendo caso omiso de las ideolog铆as profesadas por los
respectivos partidos que a veces iban en contra de algunas propuestas de Uribe,
d谩ndole preeminencia a la oportunidad de 鈥渁coger鈥 algo de la popularidad del
presidente para seguir figurando con importancia en la arena pol铆tica
colombiana.
Esto
refleja el fortalecimiento de una nueva cultura
pol铆tica, donde se observa que el fiel apoyo a los actores tradicionales de
hacer pol铆tica (principalmente los partidos pol铆ticos) tiende a ser sustituido
por el apoyo a nuevas f贸rmulas de corte neo populista y anti pol铆tico, cuyo
discurso se caracteriza por un fuerte contenido emotivo y mesi谩nico por un
lado, as铆 como tambi茅n por una posici贸n netamente de cr铆tica y cuestionamiento
de la institucionalidad tradicional (Rivas, 2002: 9).
Partido
de la U y las elecciones 2006
El
fen贸meno de la personalizaci贸n en Colombia, as铆 como el ahondamiento de la
denominada crisis de los partidos en el pa铆s, se vio cristalizado con la
conformaci贸n de un nuevo partido, el Partido Social de Unidad Nacional en 2005.
El surgimiento de este partido signific贸 un cambio rotundo en el panorama
pol铆tico colombiano, por varias razones: Primero, represent贸 una ruptura del
bipartidismo tradicional, que desde hace d茅cadas venia reparti茅ndose el poder
tanto ejecutivo como legislativo en el pa铆s, pues a pesar del desmonte del
Frente Nacional, estos partidos siguieron figurando como los hegem贸nicos en el
escenario pol铆tico del pa铆s, y si bien Uribe era un disidente del partido
Liberal, el hecho de no presentarse a las elecciones como candidato de este
partido, signific贸 que por primera vez en la historia de Colombia se eleg铆a un
presidente que no pertenec铆a a ninguno de los dos partidos tradicionales.
Segundo, la
conformaci贸n del 鈥淧artido de la U鈥 se origin贸 como una consecuencia directa de
la gran popularidad en torno a la figura del entonces presidente y el grueso de
sus miembros lo consigui贸 con un amplio n煤mero de disidentes de varios partidos,
tanto tradicionales como nuevos; De hecho, el cuatrienio
2002‐
2006 fue el que mayor renuncias de senadores y representantes sufri贸 por el
reacomodamiento de las fuerzas uribistas. El 67% de los senadores y el 40% de
representantes cambiaron de partido en este periodo
(Ib铆dem, P.6). Esto no hace otra cosa sino confirmar que los partidos
tradicionales y nuevos en Colombia, no han logrado fortalecer ni sus
planteamientos e ideolog铆as, ni su cohesi贸n y disciplina de partido.
Tercero,
varios partidos vieron en la figura de Uribe, la oportunidad de hacerse con la
mayor铆a en el Congreso, mediante la manifestaci贸n de su apoyo al partido de la
U y a Uribe mismo, como fue el caso del Partido Conservador, quien obtuvo la
mayor铆a del Congreso, superado s贸lo por el partido de la U, en las primeras
elecciones tras la elecci贸n de Uribe, en 2006. Esto ha permitido al partido
Conservador 鈥渇ortalecerse鈥. El caso del Partido Liberal es parecido, sin
embargo, en un principio no apoyo abiertamente a Uribe, por lo que fue
duramente castigado en las elecciones legislativas 2006 y regionales de 2007.
S贸lo entonces decidi贸 alienarse con las propuestas uribistas y as铆 tratar de
recuperar el liderazgo regional y legislativo que otrora tenia.
Por
煤ltimo, en 2005, a ra铆z del apoyo de la gran mayor铆a de partidos y de los
militantes del partido de la U, tambi茅n se impuls贸 la reforma constitucional
con la que se pretend铆a reformar el tema de la reelecci贸n inmediata en
Colombia, consiguiendo as铆, que Uribe saliera reelecto en las elecciones de
2006, a煤n sin el aval de ning煤n partido, reafirmando as铆 la p茅rdida de
hegemon铆a de los partidos tradicionales en Colombia.
Entonces, se puede
decir que las elecciones de 2006, tanto legislativas como presidenciales, se
pueden considerar como el momento culmen de la consolidaci贸n de uribismo en Colombia
y de su influencia en la configuraci贸n del sistema de partidos colombiano, en
la medida en que los partidos pol铆ticos formados para enfrentar la reforma
pol铆tica cerraron filas en torno a la figura del presidente candidato, pese a
que 茅ste prescind铆a de cualquier etiqueta partidista para acudir a las
elecciones. Los partidos que contaban con el apoyo y reconocimiento de Uribe
tuvieron la probabilidad m谩s alta de ganar (Rodr铆guez Raga y Botero, 2006).
Medios
de comunicaci贸n y pol铆tica en Colombia
Mass
media y personalizaci贸n
La gran
influencia que tienen y han tenido los medios de comunicaci贸n en temas de
pol铆tica no es nuevo y muchos autores han identificado que el fortalecimiento
de la personalizaci贸n de la pol铆tica va de la mano del uso de los mass media. En
efecto, como lo confirma Dader: 鈥渆sa h铆per颅personalizaci贸n, que choca y que
repele a los principios te贸ricos atribuidos a la actuaci贸n pol铆tica deliberante
y participativa, est谩 favorecida sobre todo por las caracter铆sticas intr铆nsecas
de los medios audiovisuales de comunicaci贸n鈥 (Dader, 1990:352).
Puede
decirse que hoy en d铆a, los medios de comunicaci贸n han logrado transformar lo
que otrora pod铆a ser un debate de ideas (entre los partidos y/o candidatos) en
un 鈥漵how鈥 que explota los sentidos, d谩ndole m谩s relevancia a los eventos
pol茅micos o llamativos que tengan los candidatos que a sus ideas y programas.
El
impacto del mass media tambi茅n se ve reflejado en la gran importancia que en
las contiendas electorales est谩n teniendo los asesores de imagen y expertos en
publicidad, encargados de resaltar las cualidades f铆sicas, carism谩ticas e
intelectuales de los candidatos m谩s que el programa que persiguen o la
ideolog铆a del partido al que pertenecen. El
electorado busca ahora conocer a los candidatos individualmente, el voto se
fundamenta en la confianza hacia la persona y no por la pertenencia al partido
(Cach茅s, 2009). De tal forma el o los candidatos en
campa帽a preelectoral se preocupan m谩s por el perfil 鈥渟imp谩tico鈥 que representan
frente a la teleaudiencia, que por transmitir un mensaje pol铆tico que es lo que
se supone que el espectador-ciudadano espera de ellos para decidir su voto
(Rodr铆guez Kauth, 2005: 182). En esta l铆nea se desarrollaron campa帽as
en Brasil, Costa Rica, Nicaragua, M茅xico, Per煤 y Colombia (Zovatto, 2007).
Los
pol铆ticos deben adecuarse a los dict谩menes de los mass media o perecer谩n
en el intento por lograr sus objetivos. Es por ello que los pol铆ticos no
solamente deben entretener al p煤blico, sino tambi茅n a la prensa amarilla, que
puede poner al descubierto cuestiones de su vida privada, en especial lo que se
refiere a desavenencias matrimoniales, amor铆os, orientaci贸n sexual 鈥渄esviada鈥
etc. En definitiva, terminan siendo c贸mplices o v铆ctimas del chisme. Todo ello
ha hecho que el elector deje de ser cautivo de los comit茅s o centros de reuni贸n
partidaria y reciba as铆 la informaci贸n a trav茅s de la prensa, lo cual lo pone
en contacto con discursos que no son los que tradicionalmente lo han atravesado
y, de tal modo, se produzca el efecto de la volatilidad del votante. Ahora
accede a m谩s informaci贸n, lo cual no quiere decir que sea mejor, pero al menos
ya no est谩 prisionero de un solo texto (Rodr铆guez, 2005: 181).
El hecho
de que cada vez m谩s se incrementan las regulaciones en materia de tiempos y
espacios publicitarios en los diferentes medios de comunicaci贸n para los
candidatos y partidos, as铆 como el constante uso de los mismos en la mayor铆a de
las campa帽as alrededor de todo el mundo, refleja la creciente importancia
que tiene el mass media sobre la pol铆tica.
No
obstante, en general las legislaciones sobre el
tema en Am茅rica Latina apelan a la voluntad de los actores y no establecen las
medidas correctivas que desalienten o castiguen la falta de observancia de la
normatividad establecida, es decir, son legislaciones insuficientes, limitadas,
鈥渟in dientes鈥, cuyos preceptos quedan a nivel de 鈥渓lamadas a misa鈥 (Aceves,
2009:46). Es por esto que la constante manipulaci贸n de medios, as铆 como la
aparici贸n de la denominada 鈥減ropaganda negra鈥 se han convertido en elementos
dif铆ciles de controlar por parte de las autoridades correspondientes en los
pa铆ses latinoamericanos.
En este sentido, la
preeminencia del candidato sobre el partido, el uso progresivo de la televisi贸n
y la descalificaci贸n del opositor por encima de las ideas en el marco de
鈥渃ampa帽as negativas鈥 (Aceves, 2009:38) y la gran importancia de las encuestas,
se han convertido en elementos no s贸lo 鈥渘uevos鈥 sino a su vez, decisorios para
lograr una campa帽a exitosa, y asimismo han sido claves para ocasionar y/o
acrecentar la crisis de los partidos.
En definitiva,
los medios han influido a tal punto que escritores como Sartori introducen
t茅rminos como 鈥渧ideo pol铆tica鈥 o el 鈥渧ideo poder鈥 y apunta que: se est谩
dando preeminencia a un 鈥渉omo ocular鈥; una persona cuya principal relaci贸n con
el mundo es a trav茅s de lenguajes visuales, por lo cual el homo con virtudes
letradas, formada a trav茅s del libro y la prensa escrita es un personaje en
v铆as de desaparici贸n (Sartori, 1997), y en este sentido aquel candidato que
posea un cierto carisma y facilidad para manejar los medios, podr谩 obtener
mejores resultados, independientemente del partido al que pertenezca.
Elecciones
2010: el triunfo de la personalizaci贸n
Para entender el
impacto de los medios es importante tener en cuenta que si bien en todo el
mundo 茅stos han transformado la manera de hacer y percibir la actividad
pol铆tica, en Colombia su influencia adquiere caracter铆sticas particulares
porque con frecuencia, dada la violencia generalizada en el pa铆s, ante la
imposibilidad de acceder directamente al electorado, el mass media se convierte
en el 煤nico medio para que los candidatos y los partidos den a conocer sus
propuestas. As铆 pues, influyen en la medida que la funci贸n de selecci贸n de
candidatos, que en alguna 茅poca descanso en los directorios partidistas, hoy
est谩 mediada por el clima de opini贸n que crean los mismos medios a trav茅s de
encuestas y sondeos, de la exposici贸n especifica de ciertos temas y candidatos
y, sobre todo, de la imagen que construyen y reflejan tanto del personaje
pol铆tico como de las agrupaciones partidistas (Ungar y Ar茅valo, 2003).
Todo lo
anterior sirve como base para una ampliaci贸n y fortalecimiento de la
personalizaci贸n, que se vio significativamente evidenciada en las elecciones
parlamentarias del pasado 14 de Marzo de 2010. De esta elecci贸n se pueden
destacar varios puntos que lo reafirman: en primer lugar, el
uribismo fue reelegido como la fuerza mayoritaria del Congreso con 27 curules
del partido de la U, as铆 como con el triunfo de partidos afines a la ideolog铆a
uribista como el Conservador y el PIN
con 24 y 9 curules respectivamente.
En estas
elecciones , se evidenci贸 en la medida en que la
mayor铆a de los electores participantes, generalmente opt贸 por apoyar los
proyectos ligados al poder del Estado y en ello
tiene mucho que ver el 鈥渓avado cerebral鈥 que realizan los medios de
comunicaci贸n pertenecientes casi en su totalidad a grandes monopolios y
multinacionales, los cuales terminan convenciendo a las
grandes mayor铆as que los 鈥渂uenos鈥 son los ligados al uribismo y los 鈥渕alos鈥 es
todo lo que tenga que ver con la oposici贸n pol铆tica al r茅gimen (L贸pez, 2010). Prueba
de lo anterior se demuestra con la 鈥渃ampa帽a sucia鈥 emprendida contra los
candidatos al Senado y la C谩mara de Representantes que se opon铆an los
lineamientos de Uribe y el Partido de la U, as铆 como contra el entonces
candidato a la presidencia Antanas Mockus, quien fue v铆ctima de una fuerte
campa帽a negativa que exaltaba sus diferencias con Uribe, lo que contribuy贸 a la
derrota de este candidato en la contienda electoral. Asimismo, el triunfo de
Juan Manuel Santos en las elecciones presidenciales de 2010 reafirm贸 la
supremac铆a de la 鈥渄octrina Uribe鈥 y ahondo, se puede decir, en la p茅rdida de
poder de los partidos, pues si bien fue un triunfo para el partido de la U, es
claro que la gran mayor铆a de los electores, voto por Santos s贸lo por ver en 茅l
una 鈥渃ontinuaci贸n鈥 de Uribe.
Otra evidencia que
dejan las elecciones es que en la mayor铆a de pautas publicitarias realzaban las
caracter铆sticas del candidato y no las del partido. Esto tambi茅n se ve
soportado en que en la mayor铆a de las entrevistas y foros en los que
participaban los candidatos, 茅stos hac铆an m谩s uso de resaltar sus propios
atributos que por resaltar las cualidades o la ideolog铆a del partido.
Otro punto que llama la
atenci贸n en las elecciones es que los partidos pol铆ticos parecen convertirse en
reclutadores que buscan unir m谩s personalidades a sus filas, sin importar que
en el pasado hubieran estado, incluso, en contra de sus intereses, ejemplo de
esto, el adherimiento de candidatos ex miembros de partidos de oposici贸n o de
diferente ideolog铆a - como el caso de Juan Lozano, quien era fiel partidario de
la ideolog铆a impuesta por el l铆der liberal Luis Carlos Gal谩n y se uni贸 al
partido de la U - y la postulaci贸n como candidatos de diversas personalidades
de la televisi贸n y la far谩ndula colombiana, como Aura Cristina Geithner y
Gregorio Pern铆a, entre otros.
Por 煤ltimo, se podr铆a
inferir que el 茅xito del nuevo Partido Verde, se debe en gran parte, no a su
ideolog铆a, sino a que se fundamenta en el liderazgo de figuras emblem谩ticas
como Antanas Mockus, Enrique Pe帽alosa y Luis Eduardo Garz贸n, lo que
incrementar铆a el impacto de la personalizaci贸n sobre la pol铆tica colombiana.
Todo lo anterior no
hace sino confirmar que efectivamente la personalizaci贸n de la mano del impacto
del Mass Media se ha consolidado como un factor importante a tener en
cuenta al analizar la pol铆tica colombiana y claramente ha influido en
incrementar la denominada crisis de los partidos en el pa铆s. Pero ahora bien,
realmente 驴son todos estos fen贸menos, la sentencia final de que los partidos
van a desaparecer? y 驴Fueron las pasadas elecciones 鈥搇egislativa y
presidencial- la 鈥渆stocada final鈥 a la existencia de los partidos pol铆ticos
colombianos?
La respuesta es no. A
pesar que la personalizaci贸n es un problema que afecta claramente a los
partidos pol铆ticos tanto en Am茅rica Latina como en Colombia y que es un
problema que en las 煤ltimas elecciones se vio plenamente identificado, no es
por s铆 s贸lo un elemento de quiebre que justifique la desaparici贸n de los
partidos. Son, la falta de
una transformaci贸n y replanteamiento de las formas de representaci贸n pol铆tica,
de ideolog铆as y mecanismos de control en los partidos, las verdaderas causas de
la crisis partidista en Colombia.
Asimismo, pensar una
democracia sin partidos no es posible, si bien la legitimidad de 茅stos se ha
perdido durante los 煤ltimos a帽os, los partidos siguen siendo fichas fundamentales
en el juego democr谩tico y van a sobrevivir a la personalizaci贸n, que si bien
representa un gran problema, no es sino uno menor al lado de otros m谩s graves
como lo son: la falta o debilidad ideol贸gica, la falta de disciplina de
partido, la falta de cohesi贸n del mismo, la pol茅mica generada en torno a 茅stos
por motivo de temas relacionados con narcotr谩fico, paramilitares y guerrillas y
finalmente la falta de fuertes cimientos sobre los cuales se constituyen
principalmente, los nuevos partidos.
Conclusiones
Primero, el incremento
de figuras como los outsiders, de la mano de los dem谩s elementos que
propician el aumento de la personalizaci贸n, as铆 como del uso del mass media en
la arena pol铆tica, si bien no van en contradicci贸n directa con la democracia,
si pueden perjudicar a los partidos pol铆ticos. Pero estos elementos no son la
causa directa de la denominada crisis partidista, sino m谩s bien una
consecuencia. Por lo tanto, si bien la personalizaci贸n y el efecto mass media,
golpean a los partidos, las causas de sus crisis deben buscarse en otros
factores m谩s end贸genos como la p茅rdida de legitimidad de las ideolog铆as, la
disciplina partidista y la corrupci贸n entre otros.
Segundo, el uso del
mass media en la pol铆tica, es una pr谩ctica que va de acuerdo a los preceptos de
democracia, donde la libre informaci贸n debe ser clave, y asimismo cumple con la
obligaci贸n de dar a conocer y hacer acercar m谩s a los candidatos y electores.
Se debe reconocer que la estrategia de administrar la visibilidad como v铆a m谩s exitosa
de hacer pol铆tica en el fondo es tan vieja como la humanidad misma. S贸lo los
instrumentos para el logro del objetivo han cambiado. Asimismo, el hecho que
los candidatos realcen m谩s sus cualidades que las del partido se ve explicada
por Maquiavelo, quien plantea el tema de forma clara: el pr铆ncipe
(gobernante) debe proyectar un elemento de seducci贸n, es decir, demostrar una
imagen utilitarista frente a los ciudadanos (Bourdieu, 1997: 7). De igual
forma, los mass media facilitan el actuar pol铆tico, permitiendo al candidato
darse a conocer hasta en los lugares m谩s remotos. En definitiva, el gran poder
de los medios en materia pol铆tica se da por una demanda de informaci贸n por
parte del electorado. Es importante destacar tambi茅n, que en las 煤ltimas elecciones
(especialmente para 2010), los partidos tradicionales incrementaron el uso de
pautas publicitarias que 鈥渞escataran鈥 la ideolog铆a del partido y lo que
significaba ser liberal o conservador (G贸mez,
Pacheco, Turbay y Matiz, 2006: 61).
Sin embargo, el uso que
en la actualidad se le est谩 dando a los medios de comunicaci贸n, han ocasionado
que se imponga la imagen de un candidato por encima de la del partido y
asimismo ocasiona que ya no se pretenda persuadir a los votantes por medio de
la raz贸n, con argumentos, sino que por el contrario, se hace lo posible por
manipularlos a trav茅s de los sentimientos. Esto se ve reflejado en el uso de la
figura de Uribe o de sus pol铆ticas m谩s conocidas (Seguridad Democr谩tica) en la
mayor铆a de spots publicitarios del partido de la U (G贸mez,
Pacheco, Turbay y Matiz, 2006: 62), e incluso en
algunos spots de otros partidos, si bien no directamente, haciendo alusi贸n a
estas o a 茅l (caso de la vallas del partido conservador para la presidencia de
Andr茅s Felipe Arias). Asimismo se debe profundizar sobre las reglamentaciones
acerca del acceso a los medios de comunicaci贸n por parte de los partidos, para
que las normas sean cumplidas y se castiguen pr谩cticas como la denominada
鈥減ropaganda negra鈥.
Por 煤ltimo, si bien el
incremento y fortalecimiento de la personalizaci贸n, evidenciado en las
elecciones de 2010 y en otras tantas, en Colombia se manifiesta como un factor
importante que influye notablemente en la deslegitimaci贸n de los partidos
pol铆ticos, no es por s铆 s贸lo un elemento de quiebre que justifique la
desaparici贸n de los partidos. Por esto, m谩s que verlo como una justificaci贸n
para la eliminaci贸n de los partidos, se debe ver como una advertencia a los
partidos, para que fortalezcan sus ideolog铆as y su estructura interna.
Tambi茅n se debe
resaltar que los nuevos movimientos sociales (estudiantiles, ind铆genas,
feministas, homosexuales, ecologistas), han mostrado las insuficiencias de los
partidos pol铆ticos y la necesidad que ellos experimentan para transformarse y
vincularse m谩s adecuadamente con las nuevas sociedades (Paoli, 1998:247), por
lo tanto, los partidos deben acoger las necesidades de estos grupos tambi茅n y
de esta forma acoplarse m谩s a las exigencias de la poblaci贸n.
En definitiva, la
existencia de la personalizaci贸n deber铆a utilizarse como un elemento que no
da帽e a los partidos, sino como un factor que en cierta medida ayude a su
mejoramiento, pero para lograr esto, es necesario que partidos como el de la
U, fortalezcan su ideolog铆a y lineamientos no m谩s en funci贸n de la figura de
Uribe sino en principios propios, en otras palabras que pueda lograr consolidar
su existencia no por Uribe, sino por tener una ideolog铆a propia y definida.
Asimismo es necesario que los partidos como el Liberal y Conservador y dem谩s
partidos redefinan las propias, no en funci贸n de l铆deres, sino utiliz谩ndolos
como un medio para lograrlo. Estar谩 por verse si partidos como el de la U,
pueden sobrevivir cuando la figura de Uribe ya no sea la principal y si
partidos como el Verde logran consolidar su ideolog铆a, m谩s all谩 de las figuras
de Mockus y asociados.
Es por esto que es
necesario que se d茅 una transformaci贸n y replanteamiento de las formas de
representaci贸n pol铆tica, de ideolog铆as y mecanismos de control en
los partidos, as铆 como una mejor utilizaci贸n del mass media no s贸lo para
resaltar a un candidato sino al partido en s铆. Todo esto enfocado a que los
partidos se renueven y puedan continuar siendo el medio de representaci贸n por
excelencia y m谩s completo de una democracia, como la colombiana.
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