Revista Nº10 "DEFENSA NACIONAL Y SEGURIDAD INTERNACIONAL III"

Resumen

El presente trabajo posee dos objetivos, uno central, y otro subsidiario. Este último es imprescindible para la consecución del primero. El objetivo subsidiario es analizar en forma general  las claves de los populismos latinoamericanos de izquierda del siglo XXI que caracterizaremos como de ruptura constitucional y refundacionales. Englobaremos en primera instancia bajo esta categorización a Venezuela, Ecuador y Bolivia, bajo los gobiernos de Chávez, Correa y Morales, respectivamente.  Luego incluiremos en esta categoría al gobierno de Manuel Zelaya, aunque este representa claramente un intento fallido de instalación de dicho modelo.
El objetivo principal a partir del intento de importación por parte del presidente Zelaya del modelo de populismo de ruptura constitucional y refundacional, es analizar la crisis institucional desatada en Honduras en 2009 que terminó con la salida del poder del presidente de la nación, a manos del congreso y las fuerzas armadas, a raíz de la intención del primer mandatario de realizar una consulta popular ilegal para decidir la instalación de la denominada ¨Cuarta Urna¨ en las elecciones de noviembre de 2009, mediante la cual la población se pronunciaría a favor o en contra de la pertinencia de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para realizar una reforma constitucional.

Abstract
This paper has two objectives, one is central and the other one is subsidiary. The latter is essential for achieving the first. The subsidiary objective is to analyze in general terms the key of Latin American leftist populism of the twenty-first century closed to constitutional breakdown and the search for new foundations. First, we will include Venezuela, Ecuador and Bolivia, under the governments of Chavez, Correa and Morales, respectively inside this categorization. Then this category will include the government of Manuel Zelaya, although this is clearly a failed attempt to install this model.
As a consequence of Zelaya’s attempt to import the populist model of constitutional breakdown and new foundations, the principal aim of this paper is to analyze the institutional crisis in Honduras in 2009 that meant the end of president Zelaya’s term because of the national congress and armed forces intervention due to the president's intention to make an illegal referendum to decide the installation of the so-called fourth ballot in the November 2009 elections, in which the people would decide for or against the appropriateness of convening a constituent assembly for constitutional reform.

¨Honduras: el freno al populismo de izquierda, de ruptura constitucional y refundacional¨


Por: Gonzalo Manuel Polarolo1

Introducción:
El análisis de la crisis Hondureña resulta de vital importancia, para comprender las consecuencias y  los daños a las instituciones y a la democracia de los populismos de izquierda latinoamericanos del siglo XXI. La crisis acaecida en Honduras no es solo una crisis encapsulada en el ámbito de ese país, es un llamado de atención a la región latinoamericana, sobre los riesgos de los modelos populistas de ruptura constitucional y refundacionales que hoy dominan gran parte de la escena política Latinoamericana.
Desde la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, comenzó una tercera ola populista en Latinoamérica, en esta oportunidad, de izquierda, de ruptura constitucional y refundacional, que se importo y aplico sistemáticamente en Ecuador y Bolivia en forma de receta detallada y guionada paso a paso para su consecución. Estos regímenes populistas (si bien con sus diferencias contextuales nacionales), omiten y rompen abruptamente con los mecanismos previstos en sus respectivas constituciones para realizar reformas de las mismas, apelando a la soberanía originaria del pueblo para darse a sí mismo una nueva Constitución que actué como mecanismo refundacional de la Nación.  Estos gobiernos populistas si bien llegan al poder por la vía democrática electiva, terminan constituyendo regímenes híbridos entre la democracia y el autoritarismo, con una híper concentración de poder en el presidente en detrimento de las restantes instituciones del Estado como el Poder Judicial, y el Parlamento que prácticamente son obstruidos y paralizados como mecanismos de balance de poder y control hacia el ejecutivo. Son populismos que apelan al recurso electivo popular (referéndums, consulta popular, etc.)  como mecanismo todo poderoso de legitimación del líder y sus políticas, e intentan sustituir la democracia representativa e instaurar una democracia directa o participativa fácilmente manipulable por el líder.
En este mismo camino ingresó Honduras bajo el gobierno de Manuel Zelaya, desatando la crisis que culminó con su abrupta salida de la presidencia. La Constitución hondureña de 1982 no prevé el mecanismo de juicio político al presidente a diferencia de otros Estados Latinoamericanas como Brasil que hizo uso del mismo destituyendo a Collor de Mello, que claramente representan una instancia menos sospechosa y cuestionada de separación del cargo. Lo cierto es que lo sucedido en Honduras ha actuado como un freno absoluto al intento de importación del gobierno de Zelaya del modelo de populismo de izquierda, de ruptura constitucional y refundacional.
En este sentido la hipótesis que intentaremos probar o falsear será que ¨El intento de importación y aplicación del modelo de populismo de izquierda de ruptura constitucional, y refundacional por parte de Manuel Zelaya en Honduras, habría chocado contra un novedoso mecanismo hibrido entre la destitución legal y el golpe de estado¨
La cuestión de los populismos Latinoamericanos del siglo XIX, es tratado por la autora Susanne Gratius en su texto ¨ La tercera ola populista de América latina¨ el cual servirá junto al texto de Colegero Pizzolo ¨ Populismo y rupturas constitucionales, los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador¨ como base principal y rectora para realizar nuestro análisis sobre estos nuevos populismos, a partir de algunas categorías propuestas  por los autores en dichos textos. Además sumaremos artículos  del reconocido autor Marcos Aguinis, que nos brindan una interesante interpretación sobre el fenómeno del populismo, el líder y el pueblo, y sus las consecuencias sobre la democracia.
Por otro lado, para analizar la crisis hondureña, un claro texto rector será el de Jorge Salaverry, ex embajador de Nicaragua en España denominado ¨ Honduras ¿ Golpe de Estado, u homenaje a Mostesquieu?, así como los  textos de Michelle M. Taylor, ¨ Honduras: una mezcla de cambio y continuidad¨ y  ¨ La política Hondureña y las elecciones de 2005¨ no otorgaran un análisis de la situación previa a la crisis, que nos ayudara a reconocer elementos de la política Hondureña que luego tendrán su impacto en el estallido de la crisis en 2009.  Así mismo este trabajo se centra en la Constitución Hondureña, que nos otorga la posibilidad de establecer que actores involucrados en el conflicto actuaron conforme a ella, o en su defecto cuales no lo hicieron.

1-  LA CONSTANTE
El fenómeno del populismo en América Latina claramente es de larga data. Siguiendo a Susanne Graitus podemos identificar en base a sus políticas públicas tres ¨¨ olas populistas¨2: la que da origen al populismo en la región caracterizada como nacional-populista en los años cuarenta y cincuenta, representados por los gobiernos de Juan Domingo Perón, José María Velasco Ibarra y Getulio Vargas. La segunda ola vendría de la mano del denominado neopopulismo de finales de los ochenta y los noventa ligado a las políticas del Consenso de Washington, la aplicación de la receta neoliberal, y las reformas del Estado, con Alberto Fujimori y de Carlos Menem como principales exponentes. Y finalmente la tercera ola: los populismos de izquierda del siglo XXI, estrechamente vinculados al nacional-populismo de antaño, con dos salvedades: su condición de izquierda y encontrarse inmerso en un contexto histórico diferente, que carece de la crisis de dominio oligárquica y el proceso de sustitución de importaciones.
En esta primera sección nos ocuparemos de analizar algunas consideraciones y planteamientos generales en torno al populismo tradicional del nacional-populismo y el populismo de izquierda del siglo XXI que retoma en parte al primero en su mencionado componente nacional-popular Sin embargo en la siguiente sección nos ocuparemos puramente de los componentes de ruptura constitucional y el refundacionismo, propio de los nuevos populismos de izquierda Latinoamericanos.
En relación exclusiva a los populismos históricos de los años cuarenta y cincuenta Ignacio Walker, plantea que ¨El arreglo institucional del viejo populismo tuvo a la vez aspectos de democratización y de modernización; el primero, en torno a la incorporación social de los nuevos sectores popula­res y medios emergentes, como una de las características de la crisis oligárquica; y el segundo, en torno al proceso de indus­trialización que estuvo en el centro de algunas de las experien­cias más importantes del modelo nacional y popular.¨ 3
En torno al primer aspecto( democratización) podemos encontrar en la visión desarrollada por Gino Germani (1965) y Torcuato Di Tella (1965), que la incorporación de las masas a la vida política en un contexto de grandes migraciones del campo a la ciudad, rebaso la capacidad de absorción y las posibilidades de participación que el propio sistema político y social podía ofrecer, en este sentido el populismo fue la respuesta que permitió la superación de esta situación, otorgando canales de participación a la masa. En relación al segundo aspecto (Modernización) desde una concepción que podemos denominar como desarrollista, ligada a las teorías de la dependencia, el populismo estuvo marcado por el proceso de sustitución de importaciones vivido en la región, en este contexto el desarrollo de una industria nacional, y la creación de un mercado interno autosostenible mediante la incorporación de la masa como consumidora fueron las premisas del populismo histórico.
El populismo debe ser conceptualizado ante todo como un estilo de liderazgo político. Es debido a ello que a lo largo de la historia latinoamericana la misma lógica populista ha podido girar en torno a diversas concepciones ideológicas y económicas en el continuo derecha/izquierda, y ha aparecido postulando políticas nacionalistas desde una posición más ligada a la derecha como en el Peronismo de los años cuarenta y cincuenta, políticas neoliberales y pro-mercado en los años noventa, y retomando los postulados nacionalistas del populismo histórico pero desde una óptica de izquierda, en la actualidad a principios del siglo XXI. En este sentido:
 ¨El “estilo de liderazgo populista” se caracteriza por la relación directa, personalista y paternalista entre líder-seguidor, en la que el líder no reconoce mediaciones organizativas o institucionales, habla en nombre del pueblo y potencia discursivamente la oposición de éste con “los otros”; donde los seguidores están convencidos de las cualidades extraordinarias del líder y creen que gracias a ellas y/o al intercambio clientelar conseguirán mejorar su situación personal o la de su entorno¨.4
Tanto el viejo populismo como los nuevos populismos latinoamericanos de izquierda del siglo XXI poseen características comunes si bien actúan en contextos diferentes. Ambos poseen un estilo gobierno y un discurso manipulador, que radicaliza las posiciones en las sociedades, las divide y la confronta. El populismo explota y se alimenta de la polarización social, crea y utiliza categorías dicotómicas simplificadoras y manipuladoras de la realidad como amigo/enemigo, pueblo/oligarquía, y rico/pobre. De esta manera suele despreciar la diversidad de pensamiento, quien no apoya al líder es directamente su enemigo y  por un mecanismo transitivo automático también es un enemigo del pueblo y de la nación. No hay dudas que la mayoría de los populismos, sobre todo los acaecidos en los años cuarenta y cincuenta, y los nuevos populismos de izquierda del siglo XXI, si bien actúan en un formal marco democrático electivo, poseen una lógica totalitaria, que busca homogeneizar al máximo posible el pensamiento de la población, en torno a las ideas o consignas del líder populista; quien no se pliega, se doblega o se arrodilla frente a ellas es considerado un enemigo, esta es la lógica que prima sobre la búsqueda de consensos en un ámbito social y político necesariamente de pensamientos divergentes.
Los líderes electos democráticamente, una vez asumido su cargo, tienden a gobernar por encima de las leyes y de la constitución, con el argumento demagógico de que todo es a favor de un abstracto e indefinido ¨pueblo¨.  Sin embargo nada es mas a favor del ¨pueblo¨ que el respeto de las leyes y las instituciones democráticas, dos cosas que el populismo desprecia, desguaza y aniquila, porque son obstáculos entre el líder y el pueblo, ¨EL¨ es la encarnación misma del pueblo, este último no necesita más representantes.
¨El populismo se basa en una entidad supraindividual llamada pueblo, capaz, al parecer, de tomar decisiones; le da la espalda a las instituciones y a la ley; confiada en la susodicha entidad, es dadivoso y asistencialista¨.5 El asistencialismo y el clientelismo es una de las principales palancas sostenedoras del populismo, es el arma que seduce y obnubila a un pueblo lleno de necesidades, que encuentra en el líder dadivoso la supuesta salvación a todos los males que lo aquejan. A cambio le otorga un apoyo incondicional, principalmente electoral, que sirve de legitimación a un proyecto personalista que concentra un poder irrisorio en el marco de una supuesta democracia. En cierto sentido el populismo posee una cosmovisión infantil, en la que el líder puede resolver toda la madeja de problemáticas sociales de una nación, de una vez y para siempre. En verdad lo que el populismo siempre posee es una visión cortoplacista, aunque su encendido discurso prometa el paraíso. Como plantea Ignacio Walker ¨ No hay atajos en el camino al desarrollo. El populismo es la promesa de satisfacción inmediata de las demandas sociales, está orientado, casi por definición, al corto plazo. El populismo es la economía política de la impaciencia¨.6Y el populismo no solo no resuelve la raíz de las demandas y problemáticas sociales, solo crea la ilusión de su resolución mediante parches improvisados anunciados con grandes fuegos artificiales, sino que  agrava dichos problemas y  la perpetúa de la mano del asistencialismo tan dañino como irresponsable. Origina entonces un parasitismo doble: en primer lugar el Estado se vuelve parasitario al extremo, se nutre  y se financia de los sectores económicos más productivos; necesita recaudar grandes cantidades de dinero para repartir entre ¨su pueblo¨, si el dinero no es suficiente, entonces nacionaliza, expropia, confisca, en nombre del pueblo. En segundo lugar  grandes sectores de la masa se convierten en parasitarias del Estado. Como plantea Marcos Aguinis ¨ Genera un retroceso hacia la dependencia, la dádiva, y arrastra vastos sectores de la sociedad hacia una postura infantil, demandante y acrítica¨ 7
Tanto los populismos históricos como los nuevos populismos de izquierda del siglo XXI encarnados en el ejemplo de la Venezuela Chavista, poseen un marcado componente nacionalista, por eso hablamos del  nacional-populismo. Su discurso nacionalista apuesta a la reivindicación de los valores y símbolos nacionales y patrióticos, y al Estado como centro y gran promotor del desarrollo de la Nación, que se plasma en políticas económicas fuertemente intervencionistas, con una gran participación del mismo en su regulación. La soberanía nacional juega también un rol preponderante, como reivindicación de lo propio, centrando el discurso en la necesidad de la defensa de intereses y recursos estratégicos mediante la nacionalización o activa participación del Estado en materia de oferta de servicios públicos, y en la explotación de recursos no renovables como el petróleo y el gas, y en la actualidad debemos sumar la temática del agua dulce, en el compacto de recursos estratégicos. El nacionalismo también vendrá de la mano del anti-imperialismo como configuración dicotómica entre nacionalismo/imperialismo, es decir la reafirmación de la autonomía nacional frente a las presiones e intereses de agentes foráneos al propio Estado.
Sin embargo el gran denominador común de las diferentes experiencias populistas a lo largo de la historia Latinoamericana podemos encontrarlo en que estos regímenes presentan una ambigua relación con la democracia, una tensión permanente entre la democratización mediante la propuesta de la activa participación de amplios sectores sociales generalmente excluidos de debate democrático, y la acumulación de poder en el líder todo poderoso, en detrimento de las restaste instituciones democráticas.¿ Cómo se concilia esta propuesta de una gran participación del pueblo en los asuntos públicos, y a la vez esa gran concentración de poderes en una sola persona, es decir el líder? . Los populismos siempre se caracterizan por una fuerte y directa relación entre el líder y el pueblo. El líder esencialmente carismático, incluso pretende encarnar al pueblo. Es mediante este  esquema donde el líder representa al pueblo, que la mediación del entramado institucional ciertamente es visualizada como un obstáculo, que no permite esa relación directa.
Es por ello que la democracia de las instituciones es reemplazada por una democracia de tipo personalista, plebiscitaria, populista y delegativa.8 Debido a esto  caracterizaremos al populismo como un régimen hibrido entre la democracia y el autoritarismo. Si bien no se elimina la democracia, porque los lideres efectivamente cuentan con gran apoyo popular, expresado en elecciones, consultas populares, y referéndums, la gran concentración de poder personalista del líder, que apela constantemente a la legitimación que el pueblo le otorga mediante el recurso electoral, mina el verdadero sentido de la democracia de las instituciones garantes del respeto al Estado de derecho, al implosionar todo el sistema institucional basado en la independencia y el equilibrio de poderes del estado, y en los mecanismos de control hacia el ejecutivo.
Es un régimen hibrido a mitad de camino entre la democracia y el autoritarismo que sin embargo, no está exento de un movimiento pendular que tiende en estadios de gran polarización social, a asumir formas marcadamente mayores hacia el autoritarismo y la represión, cristalizado en la persecución de opositores al régimen ( enemigos en el diccionario populista). No obstante nunca se presenta como una abierta dictadura, como plantea acertadamente Marcos Aguinis: ¨En el autoritarismo — ¡maldito sea!— predominan las funciones de dominación por sobre las de representación y participación. Nunca falta la coerción, sea directa o tangencial. Pero, en contraste con las dictaduras manifiestas, en el populismo se trata de conseguir el vocinglero apoyo de las masas, la resignación de los opositores y la adhesión pasiva del resto¨.9

2- Los populismos Latinoamericanos de izquierda del siglo XXI, de ruptura constitucional y refundacionales.
El populismo del siglo XXI posee las características previamente expresadas en la sección anterior. Sin embargo incorpora y enfatiza dos rasgos fundamentales que los define por excelencia: la ruptura constitucional y su pretensión refundacional de la Nación. Además claro está de su orientación de izquierda, en oposición a los neopopulismos de los años noventa decididamente ubicados en el espectro de derecha y neoliberal, y si bien recuperan su orientación nacional-popular de los populismos históricos y su retorica antiimperialista, estos nuevos populismos de izquierda al menos discursivamente son decididamente anticapitalistas, a diferencia de los viejos populismos que sostenían una oratoria mas anti-oligárquica, que anticapitalista.
Los populismos han dominado gran parte de la historia política y social Latinoamericana en el siglo XX y han resurgido con una notable fuerza bajo configuraciones de izquierda en el siglo XXI. La pregunta es ¿Por qué continúan resurgiendo en pleno siglo XXI? En primer lugar propondremos algunas consideraciones generales que favorecen pero no determinan automáticamente  el fenómeno en la región, luego pasaremos a analizar brevemente la crisis de la democracia representativa que explican en parte el resurgimiento del fenómeno populista en Venezuela, Ecuador, y Bolivia.
Para empezar dentro de los factores generales tenemos un factor histórico y estructural en la región; la pobreza. En 2002 el nivel de pobreza en América Latina y el Caribe se estimo en 44% de la población, y dentro de dicho porcentaje el 19,4 % se ubico en pobreza extrema. América Latina también es la región más desigual del mundo10. La pobreza es terreno fértil para el populismo, la existencia de grandes masas bajo la línea de pobreza implica enormes sectores poblaciones colmados de necesidades extremas, y las ubica en el certero riesgo de caer bajo la seducción del asistencialismo y el clientelismo populista, como forma de palear al menos algunas de sus necesidades vitales. Por otro lado no hay duda que niveles altos de pobreza sostenidos en el tiempo implican una acumulación de demandas sociales sin respuestas gubernamentales, en este marco la aparición de un líder populista que propone soluciones mágicas a dichos problemas puede encontrar grandes sectores poblaciones ¨necesitados¨ de creer en esa visión ingenua.
En segundo lugar una condición histórica y estructural que facilita el resurgimiento del populismo es el presidencialismo, sistema político adoptado por la inmensa mayoría de las Naciones Latinoamericanas. Este sistema favorece la aparición de la figura del líder populista en la medida en que desde un primer momento implica una fuerte concentración de poder real y simbólico en la figura presidencial. La figura de ¨El elegido para gobernar los destinos del país¨, es decir el presidente, claramente tiende a recrear en el imaginario popular los liderazgos personalistas. Sin embargo esta situación no sucede simplemente por poseer un sistema presidencialista, sino porque en general es un presidencialismo fuerte, y sobre todo sin los correspondientes checks and balances, es decir con débiles o inexistentes mecanismos de control hacia el ejecutivo, que fortalece aun mas a la figura presidencial.
En tercer lugar, Latinoamérica posee una larga historia de golpes y gobiernos militares, si bien algunos países han recuperado antes que otros el sistema democrático la gran mayoría ha conocido dichos regímenes. La lucha por la recuperación de la democracia en Latinoamérica ha tendido a no visualizar su integral sentido, instalando en el imaginario colectivo una concepción incompleta donde la democracia implica solamente la libre elección de representantes. Lo que O Donnell llamara democracia delegativa, en la cual existe accountability vertical retrospectiva, entre representantes y representados, mediante el acto electoral, pero no accountability horizontal, es decir el control mutuo entre las instituciones democráticas que componen el Estado, de vital importancia para el correcto funcionamiento de la democracia, y evitar el avance y concentración de poder principalmente del ejecutivo.11
En Venezuela, Ecuador y Bolivia, los populismos de izquierda de ruptura constitucional y refundacionales han surgido de la crisis de la democracia representativa, que por sus enormes deficiencias no ha colmado las expectativas de sus respectivas poblaciones. ¨Ello se refleja en la mala calificación de las instituciones democráticas, particularmente los parlamentos, el poder judicial y los partidos políticos por parte de los ciudadanos¨12 En este sentido la crisis de la democracia representativa es, aunque se corra el riegos de la redundancia al mencionarlo, una crisis de representación, con los partidos políticos más tradicionales a la cabeza de dicha crisis.  En Venezuela la llegada al poder de Hugo Chávez en las elecciones de 1998, fue el resultado del fracaso y del proceso  de descomposición del bipartidismo Venezolano tradicional encarnado en el AD y COPEI. En Ecuador la elección de Rafael Correa en 2006, siguió un proceso similar en el marco de crisis de la democracia representativa de larga data en ese país y un fuerte sentimiento anti-político de los ciudadanos, con el antecedente en 2002 del triunfo de otro outsider político, el coronel Lucio Gutiérrez. Correa fundo su propio partido llamado PAIS cerca de las elecciones, con el que gano la presidencia, e intento mostrarse como un outsider de la política, combatidor de la ¨partidocracia¨, pese a su experiencia política como ministro de economía de Alfredo Palacio. En Bolivia  el triunfo de Evo Morales en las elecciones de 2005, es la culminación de un proceso de disolución de la llamada ¨democracia pactada¨¨ entre Movimiento de Izquierda Revolucionaria –MIR–, Movimiento Nacionalista Revolucionario –MNR– y Acción Democrática Nacional –ADN, un modelo democrático representativo que falló en su sentido representativo, ya que gobernó a espaldas de  las comunidades indígenas Bolivianas, y fue incapaz de otorgar respuestas favorables a su inclusión en el debate democrático, con la culminación de crisis de gobiernos que enterró dos presidencias, la de Lozada en 2003 y Mesa en 2005. Morales llego a la presidencia por el partido del MAS, con un fuertísimo apoyo electoral de los indígenas. Como vemos en los tres casos se repite la lógica de la crisis de la democracia representativa, crisis de representación, mediante una profunda descomposición de los partidos políticos tradicionales. Tanto Chávez, como Correa y Morales, independientemente de la verdad fáctica, intentaron en su discurso durante las campañas presidenciales autoproclamarse como outsiders políticos, que venían a romper con la lógica de los partidos tradicionales, y que eran ¨ lo nuevo¨ frente a la  ¨vieja política¨. Sin lugar a dudas supieron captar el descontento ciudadano en torno a la política vigente hasta el momento y canalizaron ese sentimiento anti-político ampliamente a  su favor.
En el marco de esta crisis, tanto  Chávez, como Correa y Morales realizan una fuerte apuesta para contraponer a la democracia representativa, la democracia directa o participativa, configurada en referéndums, consultas populares, etc.  Pero no nos engañemos. La democracia directa o participativa que propone este populismo del siglo XXI, no es en absoluto tan positivo como puede sonar en nuestros oídos. En realidad no es más que aquello que lo legitima, y lo hace posible. Como hemos analizado previamente, el populismo tiende a una relación directa entre el líder y el pueblo, pretendiendo evitar mediaciones de otras instituciones democráticas, porque las visualiza como un obstáculo que no permite o coarta esa relación directa. La democracia directa es lo que suplanta y permite saltearse esa mediación institucional. En definitiva si la democracia directa permitiría una supuesta mayor participación del ¨pueblo¨ en los asuntos públicos, también permite una gran concentración de poder personalista del líder populista, en decremento de la división e independencia de poderes, condición de vital importancia para la existencia de una verdadera democracia. El gobierno del pueblo por el pueblo mismo, no es más que una peligrosa falacia discursiva que enmascara la acumulación de poder en el líder populista, que pretende encarnar al pueblo.  Nunca hubo tanto pueblo hecho gobierno, se le oye decir a Hugo Chávez, lo cierto es que un régimen en que una sola persona retine tanto poder, en el marco de una pretendida democracia es un régimen viciado. Como sostiene Allan Brewer:
¨ No hay duda de que la democracia como régimen político está basada en la idea de la representación, al punto de que la historia no conoce de experiencias de democracias ejercidas por el pueblo exclusivamente en forma directa, sin representantes. Aún en la democracia griega gobernaban Magistrados escogidos por sorteo. No tienen sentido, por tanto, los planteamientos que con motivo de los vicios de la representatividad en las democracias de partidos, pretenden sustituir la democracia representativa por una supuesta democracia directa, mal llamada “democracia participativa”. La democracia, en las complejas sociedades contemporáneas, tiene que ser representativa. En realidad, lo que hay que perfeccionar es esa representatividad, precisándose a quién, efectivamente, es que tiene que representarse¨.13

La legitimación histórica-electiva de los populismos de izquierda del siglo XXI y la ruptura Constitucional.

Colagero Pizzono, realiza un interesante paralelismo entre los tres casos  de Venezuela, Ecuador y Bolivia con el régimen de Napoleón III, y el nacimiento del bonapartismo.14 Siguiendo al autor, el primer rasgo compartido es su origen electivo, que les otorga legitimación como autoridad que tiende hacia una gran concentración de poder mediante triunfos electorales.
El autor establece que: ¨¨El entonces presidente de la II república Francesa, como los actuales mandatarios de Venezuela, Bolivia y Ecuador, acceden a la primera magistratura luego de haber obtenido una amplia mayoría de votos en las elecciones que han participado. Sin embargo, este éxito electoral no representa el éxito de un proyecto colectivo madura dentro de una organización política; sino que, por el contrario implica el triunfo del caudillo por sobre cualquier forma de estructura¨. 15

El otro rasgo compartido es su legitimación histórica, que consiste en ¨ la evocación heroica de la historia o si se quiere de personajes y hechos históricos¨. 16. Napoleón III evocaba  la gloria de su tío Napoleón I. En la actualidad Chávez evoca a Simón Bolívar. Morales reivindica la historia de sus antepasados indígenas. Y finalmente Correa, en su evocación histórica es una síntesis de la revolución bolivariana proclamada por Chávez, y el indigenismo defendido por Morales.17

Estos dos órdenes de legitimación (popular-electoral e histórica), poseen una enorme fuerza que irrumpe en los escenarios políticos y sociales de Venezuela, Bolivia y Ecuador con una vocación refundacional que se materializa básicamente en la pretensión de reforma constitucional. La combinación de la legitimación electoral e histórica, sumado a la idea de democracia directa o participativa( previamente analizada en este trabajo), y la apelación al pueblo como poder constituyente originario, dará como resultado rupturas constitucionales ¨... donde la reforma de estos textos se hace apelando directamente a la voluntad popular con indiferencia a los mecanismos de reforma constitucional previstos¨ 18.Sobre todo esta lógica de no respeto a los mecanismos establecidos para la reforma constitucional se dará de forma abrupta en Venezuela y Ecuador, y en menor medida en Bolivia, como veremos en breve.

En Venezuela la constitución de 1961  se encontraba vigente al momento de la asunción de Hugo Chávez el 2 de diciembre de 1999, quien juro sobre la constitución calificándola de ¨moribunda¨, iniciando un proceso de reforma constitucional con la pretensión de refundar la Nación. Este sainete comenzó con un referendo consultivo popular celebrado el 25 de abril de 1999 para aprobar la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para crear una nueva carta magna, consulta que fue aprobada por con el 87.75 % a favor. El proceso continuo con las elecciones del 25 de junio de 1999 para elegir representantes en la asamblea nacional constituyente, con un triunfo por amplio margen de la alianza del Polo Patriótico en torno al Chavismo que obtiene 124 constituyentes de los 131 miembros totales. El 15 de diciembre de 2000 se realiza un referéndum constitucional popular con el fin de ratificar o no el texto constitucional redactado previamente por la asamblea nacional constituyente, el cual recibe el respaldo del 71.78 % de los de los votos. Hasta aquí el proceso tiene una gran legitimidad electoral, con un fuerte respaldo popular en cada una de sus etapas.
El gran problema es que  ¨dicho proceso significo una ruptura en la medida que no se respeto el proceso de reforma general previsto en el entonces articulo 246, el cual no contempla la actuación de una Asamblea Constituyente ignorada, por otra parte, en todo el texto constitucional¨ 19
Es decir que si bien el proceso de reforma conto con una amplia legitimidad electoral popular, su legitimidad legal es nula en relación a los mecanismos establecidos en la constitución para su reforma, que fueron salteados e ignorados, estableciendo una Asamblea Nacional Constituyente inexistente en la carta magna de 1961 como mecanismo de reforma, la ruptura constitucional es más que evidente.
¿ Cómo se legitimo esta ruptura con la constitución vigente? ¿ A quién se apelo para saltarse las normas que establecían los mecanismos de reforma constitucional?. Al pueblo, una vez más el populismo apela a su figura para saltarse la legalidad e institucionalidad vigente.
Veamos qué argumentos sostienen esta ruptura constitucional, los cuales giran en torno al pueblo como poder constituyente originario que han servido de base a la ruptura tanto en Venezuela como en Ecuador:
¨El poder Constituyente es la soberanía primaria o dominio sobre si mimos, y este Poder, reside de manera inalienable en el pueblo¨ Dictada una Constitución, el Poder Constituyente entra en reposo o suspendo, pero su ejercicio no se agota, permanece latente y se activa por su propia naturaleza e inmanencia. Por la tanto, una norma constitucional o el silencio de la normativa constitucional sobre el ejercicio del Poder Constituyente, no puede limitarlo, y peor aun afirmar su inexistencia. Es así como el Poder Constituyente no está sujeto a la Constitución ni al orden jurídico que de ella se desprende. Las funciones legislativa, Ejecutiva y Judicial no puede limitar el ejercicio del Poder Constituyente, condicionarlo a que se cometa a una agenta predeterminada y, peor, intentar el que no pueda ser ejercido por el pueblo.20

La asamblea Nacional constituyente en Venezuela asumió poderes constituyentes originarios y se coloco por encima de los poderes constituidos electos previamente en las elecciones de 1998, es decir proclamaba la subordinación este ultimo al primero. Fundamentado esto último en virtud de que la Asamblea Nacional Constituyente era depositaria de la voluntad popular y expresión de su soberanía. Frente a esta situación se sucedieron una serie de intrincados debates políticos, y ¨batallas¨ judiciales, entre los poderes constituidos( fundamentalmente el parlamento) y la Asamblea Constituyente, que termino en una resolución de la propia Corte Suprema de Justicia que como se planteaba por esos días deicidio suicidarse antes que ser asesinada, argumentando que:

¨El recurso de nulidad es improcedente, pues el fundamento del acto impugnado no puede ser la Constitución vigente, desde que la soberanearía popular se convierte, a través de la Asamblea Nacional Constituyente, en supremacía de la Constitución, por razón del carácter representativo del Poder Constituyente, es decir, como mecanismo jurídico de producción originario del nuevo régimen constitucional de la República.21

En Ecuador el proceso de reforma constitucional fue prácticamente una clonación del modelo implementando por  Chávez en Venezuela, tanto en relación a la secuencia como a la fundamentación de la ruptura constitucional, para refundar la Nación. El presidente Correa  siguiendo el guion de Chávez, en el mismo día de su asunción como mandatario firmo un decreto, (con Hugo Chaves literalmente a su lado y aplaudiendo con entusiasmo) en el cual se convocaba a una consulta popular que decidiera sobre el llamado a una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la constitución de 1998, consulta que se celebro del 15 de abril de 2007, que obtuvo un amplio triunfo en la aprobación de la convocatoria con un 81% a favor de la misma. El 30 de septiembre de 2007 fue el día elegido para la realización de la elección de representantes en la Asamblea Nacional Constituyente, elección que gano Alianza País, partido del presidente Correa con el 72% de los votos. Finalmente el 28 de septiembre de 2008 se realizo el referéndum aprobatoria del nuevo texto constitucional en donde se ratifico con el 63.93%. Al igual que en el caso Venezolano no hay dudas que el proceso de reforma obtuvo un amplio apoyo popular, el problema vuelve a materializarse en que, idénticamente a como sucedía en la constitución Venezolana de 1961, la carta magna Ecuatoriana de 1998 no incluida la modalidad de reforma constitucional por medio de una Asamblea Nacional Constituyente, es mas ni siquiera la mencionaba, la situación era exactamente igual en el caso Venezolano. Nuevamente en el Caso de Ecuador, se evoca a la soberanía originaria del pueblo descripta previamente en este trabajo, para saltearse la legalidad e institucionalidad vigente, y provocar la ruptura constitucional, al no respetar los mecanismos previstos en la misma para su reforma. La constitución de Ecuador de 1998 establecía los mecanismos para reformar la carta magna:
Art 280: ¨ La Constitución Política podrá ser reformada por el congreso nacional o mediante consulta popular¨.
Art. 283: 1- El presidente de la República, en los casos de urgencia, calificados previamente por el Congreso Nacional con el voto de la mayoría de sus integrantes, podrá someter a consulta popular la aprobación de reformas constitucionales. En los demás casos, la consulta procederá cuando el Congreso Nacional no haya conocido, aprobado o negado las reformas en el termino de ciento veinte días contados a partir del vencimiento del plazo de un año, referido al artículo anterior.
2- En ambos eventos se podrán en consideración del electorado textos concretos de reforma constitucional que, de ser aprobados, se incorporaran inmediatamente a la Constitución
Estos dos artículos citados aclaran perfectamente la modalidad de la reforma Constitucional. En Ecuador no se respetaron. El presidente Correa firmo un Decreto convocando a una consulta popular para decidir la aprobación del llamado a Asamblea Nacional Constituyente, cuando esa figura no está contemplada en el texto Constitucional. El presidente de la Nación solo podía someter a consulta popular reformas constitucionales en base a textos concretos, con la previa autorización o aprobación tacita del congreso.
Es así entonces que ¨Se excluye de esta manera expresamente la posibilidad de que el titular del Ejecutivo pueda convocar, por intermedio de un decreto de su autoría, directamente al soberano para habilitar una reforma total de la constitución vigente.¨ 22. La ruptura con la normativa Constitucional fue absoluta. El congreso Ecuatoriano, en primera instancia sorpresivamente y luego de largas negociaciones con el Ejecutivo termino legitimando la modalidad de reforma mediante Asamblea Nacional Constituyente ¨ impuesta¨ por el presidente Correa. Sin embargo dictamino que dicha Asamblea no podía posicionarse por encima de los poderes constituidos, subordinación que al igual que en el proceso Venezolano era pretendida por el Presidente Correa. Sin embargo esto no fue respectado y el Tribunal Supremo Electoral impulso la consulta popular que proclamaba una Asamblea Nacional Constituyente con plenos poderes.
Esta situación desato una abierta crisis institucional que termino en un espiral de represarías de un poder contra el otro. El congreso, institución donde el presidente Correa no tenia representación  frente a esta situación destituyo al presidente del Tribunal Supremo Electoral, en represaría este ultimo destituyo a 57 legisladores opositores al régimen del presidente Correa, asumiendo esos cargos diputados suplentes que en su mayoría se plegaron a los dictámenes del Ejecutivo, destrabando en gran medida el conflicto previamente desatado, que había incluso llegado a materializarse en el congreso nacional rodeado de policías que impedían la entrada de los legisladores destituidos y habilitaban y protegían la entrada a los suplentes para que juraran en su cargo.23
Es importante resaltar que este  enfrentamiento de poderes fundamentalmente entre el Ejecutivo vs el poder legislativo y el judicial, a raíz de las rupturas constitucionales es un fenómeno que luego se repetirá en el caso Hondureño, que analizaremos posteriormente.
Por último tenemos el caso Boliviano que configura una ruptura constitucional de menor proporción, ya que se respeto el mecanismo previsto en la carta magna vigente para la realización de reforma constitucional, en donde si se encontraba claramente establecida la figura de la Asamblea Nacional Constituyente, a diferencia de los casos de Venezuela y Ecuador. Sin embargo el presidente Morales ¨ ... busco reforzar su desarrollo violando la mayoría de dos tercios impuesta para adoptar las reformas por el artículo 25 de la ¨ ley especial de Convocatoria a la Asamblea Constituyente¨. 24. El obstáculo se soluciono por la propuesta de la propia Asamblea Nacional Constituyente de someter a referéndum popular aquellos puntos sobre los que no hubiera consenso. Es decir que la ruptura fue mucho menor en el caso de Bolivia, la misma estuvo dada por saltearse las mayorías necesarias, reguladas por la constitución vigente para la aprobación de partes integrantes del nuevo texto constitucional diseñado por la Asamblea Nacional Constituyente, apelando a la decisión del ¨¨pueblo¨ en aquellos puntos donde el oficialismo con el Presidente Morales a la cabeza no lograra esas mayorías necesarias, en lo que constituye un nuevo salto a la propia legalidad, apoyándose en la figura del pueblo.
En las siguientes secciones del escrito, veremos cómo se repite este esquema en Honduras. Sobre todo los casos de Venezuela y Ecuador, donde la ruptura Constitucional fue aun más evidente que en Bolivia, la similitud con el caso Hondureño es muy profunda, en cuanto a la ruptura Constitucional. Aunque en este último caso la misma quedo obstruida, por motivos que analizaremos.

Honduras: Breves referencias:
La actual república de Honduras se independizo de España en 1821. Posteriormente fue anexada al denominado imperio mexicano por escaso tiempo. En 1823 se Unión a las Provincias Unidas de América Central, sin embargo la misma careció de cohesión entre sus miembros y sello su desintegración en 1839, a partir de ese momento honduras se convirtió en República totalmente independiente. Ubicada en el centro-norte de América Central posee una superficie de 112.2 Km, limita con Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Posee una  población de 7.10 millones de habitantes. Actualmente más del 40% de la población es rural. Casi un 68.9% de la población vive bajo la línea de pobreza y un 45,6 % se ubica en la pobreza extrema.25 En Latinoamérica solo existen dos países mas pobres que Honduras; Haití y Nicaragua. La Economía del país estuvo históricamente siempre marcada por la escasa diversificación, orientándose principalmente a la agricultura y pequeña manufactura y ligada profundamente a la inversión y capital extranjero, principalmente estadounidense. De esta manera ya en el siglo XIX, esta dependencia era notoria. En la primera mitad del siglo XX una serie de compañas Estadounidenses se instalaron en Honduras, para la explotación del cultivo de plátano, el cual se convirtió en la principal explotación del país. A tal punto que se llego a conocer informalmente a Honduras como ¨Banana Republic¨. Si bien esta atracción de Capital e inversión foránea, aumento las exportaciones del país, la mayor parte de las ganancias permanecieron en manos de las compañas extranjeras, sumado a la complicidad e ineficiencia de sucesivos gobiernos  impidieron un desarrollo sustentable del Estado, situación que con altos y bajos, se mantiene hasta la actualidad. Hoy en día, enormes plantaciones de plátano en la costa norte, continúan dominadas por compañas estadounidenses.
La república de Honduras según se establece en su constitución posee un gobierno que es republicano democrático y representativo; y se ejerce por tres poderes; legislativo, ejecutivo y judicial, los cuales son complementarios, independientes y sin relaciones de subordinación. El poder ejecutivo es ejercido por un presidente, que ostenta el título de jefe de Estado y jede de Gobierno, electo por votación popular por un periodo de 4 años, sin posibilidad de ser reelegido. El presidente cuenta con un gabinete de 12 ministros designados por el mismo. EL poder legislativo se organiza en un Congreso Nacional, unicameral, compuesto por 128 diputados, elegidos por votación popular, según departamentos, por periodo de 4 años. En cuanto al poder judicial, lo integran la Corte Suprema de Justicia             (máximo tribunal), las cortes de apelaciones y los tribunales de justicia.

La tradición de intervenciones militares en Honduras.
La República de Honduras posee una larga tradición de golpes militares que han dominado gran parte de la escena nacional durante la segunda mitad del siglo XX. Realizaremos un brevísimo repaso cronológico de las reiteradas intervenciones militares en la política del país. El primer antecedente ocurre en 1956, con el derrocamiento del presidente Julio Lozano Díaz, y se instaura una junta militar de fugaz duración hasta 1957, momento en que se celebran nuevamente elecciones democráticas. En 1963 los militares vuelven al ruedo de las intervenciones políticas, dando un golpe de estado  encabezado por el militar López Arrellano contra el presidente Constitucional Ramón Villeda morales. López Arrellano en 1965 organiza una elección teñida de irregularidades y mediante el fraude se legitima como presidente constitucional de la república, por un periodo de 6 años. En 1971 se realizaron nuevas elecciones en la que sale victorioso Ramón Ernesto Cruz. Sin embargo su endeble gobierno es arrasado  en 1972 mediante un nuevo golpe de Estado, dirigido nuevamente por Arrellano, quien instaura una nueva dictadura que perdurara hasta 1975, cuando comienza una seguidilla de golpes internos en las fuerzas armadas, llevando al poder entre los años 1975-1978 al general Juan Melgar Castro, que derroca a Arrellano. En 1978 se instala en el gobierno una denominada junta militar compuesta por tres miembros, Policarpo Paz García, Domingo Álvarez Cruz, y Amílcar Zelaya Rodríguez. Esta junta lleva adelante el proceso necesario para la vuelta a la normalidad democrática, y llama a elecciones para conformar una Asamblea Nacional Constituyente que sienta las bases para la república, proceso que termina con la Constitución de 1982, carta magna vigente hasta la actualidad en Honduras. La Asamblea Nacional Constituyente, nombra  presidente del gobierno provisional a uno de los integrantes de la junta militar, Policarpo Paz García, quien gobernara hasta 1982 cuando entrega el poder el 27 de enero de 1982 al presidente Roberto Suazo Córdova, electo previa elección democrática. Como vemos la segunda mitad del siglo XX estuvo en gran parte dominada por la intervención militar en el gobierno de la república de Honduras. Sin embargo si bien la década de 1980 significo el regreso a las elecciones libres, como plantea M.Taylor Robinson, se pueden identificar tres factores centrales que obstaculizaron la cristalización de una democracia de mayor calidad:
¨... el desarrollo democrático no se consolido en esa década debido al importante rol del ejército, debido a las guerras civiles en los países vecinos de Honduras y porque la administración Reagan en los EEUU, fue usando a Honduras como base de operaciones en Centroamérica para su política Global en el marco de la guerra Fría 26
Los militares continuaban reteniendo una importante cuota de poder debido fundamentalmente a que constitucionalmente se les reconocía autonomía. Durante los años noventa se avanza en un proceso que dará como resultado modificaciones a la Constitución, que subordinan las Fuerzas Armadas al Presidente de la República, además de erradicar el servicio militar, y quitarle el control de la policía a los militares.

Las elecciones de 2005, repercusiones de la introducción de las listas abiertas.
El sistema de partidos en Honduras presento y continua presentando hasta la fecha un fuerte bipartidismo, compuesto por el Partido Liberal de Honduras y el Partido Nacional de Honduras (PNH). Ambos partidos han dominado la escena política por casi un siglo. El PLH fue fundado en 1891, y en un periodo desconocido entre 1916 y 1919, surge el PNH como desprendimiento de una facción opositora del PLH. Ambos partidos pueden ubicarse dentro del espectro ideológico de centro derecha, en principio no se perciben profundas diferencias ideológicas que enfrenten a ambos partidos, más allá de la rivalidad en las competencias electorales.  ¨El estudio de PELA (2006-2010) de la Universidad de Salamanca pidió a los diputados localizar su partido en una escala ideológica de 10 puntos(10= ¨derecha¨). El promedio para el PNH fue de 6.79 y para el Partido Liberal fue 5.35¨.27Además de estos dos partidos principales, existen en el país otros menores, pero que han logrado algunos escaños de representación parlamentaria, beneficiados en parte por la introducción en 1997 de listas separadas para la votación presidencial, legislativa y municipal, permitiendo la posibilidad de que los electores comenzaran a repartir el voto según el nivel. Estos partidos son; el Partido centrista de innovación y unidad nacional(PINU), El Partido Democrático Cristiano(PDCH), de sutil orientación hacia la centro-izquierda, y el Partido de Unificación Democrática(PUD) de orientación de izquierda. Sin embargo el contundente dominio  a lo largo de la historia de los dos partidos tradicionales de centro-derecha, nos muestra que ciertamente gran parte de la población Hondureña exhibe una posición más conservadora, bastante alejada de posicionamientos radicales izquierda. El PLH y el PNH constituyen un sólido sistema de partidos bipartidista, que funciona competitivamente permitiendo alternancia en el poder. Michelle M. Taylor-Robinson acuerda que el sistema de partidos Hondureño es uno de los mas institucionalizadas en Latinoamérica. ¨Esto indica que los partidos tradicionales han adaptado exitosamente sus métodos de clientelismo a la democracia moderna impidiendo así la expansión de los partidos nuevos¨.28Esto es importante para nuestra siguiente sección porque a diferencia de lo que sucedió en Venezuela, Ecuador y Bolivia,  en Honduras no existía una descomposición del sistema de partidos tradicionales, ni una crisis de representación que explicara y permitiera una grieta para la emergencia de un populismo de izquierda de ruptura constitucional y refundacional, en realidad lo ocurrido fue una conversión progresiva del Presidente Zelaya una vez instalado en el poder.
Las elecciones en Honduras son simultaneas es decir se realizan el mismo día los comicios presidencial, legislativo y municipal. Las elecciones de 2005 fueron importantes porque previamente se habían introducido cambios legales que significaban el paso de elecciones para representantes en el congreso mediante un sistema proporcional y de listas cerradas a un sistema proporcional y de listas abiertas. Este sistema se aplico tanto a la nominación de precandidatos a congresistas en internas partidarias, como en la posterior elección legislativa. En todas las elecciones previas el precandidato presidencial que competía en la interna partidaria presentaba una lista armada por el mismo de precandidatos a congresistas, los electores que votaban en la interna mediante el sistema de listas cerradas solo podían elegir la lista de nominados a congresistas de uno de los precandidatos presidenciales, además el resultado de la votación era meramente consultiva y no vinculantes porque los líderes de los partidos una vez realizada la interna, establecían mecanismos de negociación que modificaban la lista definitiva de candidatos a diputados. Esto era muy importante para los líderes partidarios porque garantizar lugares altos en las listas definitivas generalmente implicaba una alta lealtad hacia el líder que le había otorgado ese lugar que prácticamente le aseguraba entrar al Congreso, o al menos tener altas probabilidades, y para quienes ya eran diputados una buena ubicación en la lista podía garantizarle su reelección. El paso a elecciones abiertas en las internas partidarias implicaba que los electores marcarían la cantidad de nominados a candidatos según su distrito electoral de una lista general donde estaban todos los precandidatos a diputados agrupados por facción intrapartidaria, lo mismo sucedería en la elección legislativa, una vez seleccionados los candidatos, pero esta vez marcando con una cruz ya a candidatos a diputados y no a nominados en internas partidarias a  diputados. Esto da como resultado que los líderes de los partidos perdían gran parte de su poder disciplinador, al perder el control sobre las nominaciones, porque ahora los líderes de los partidos ¨... no pueden garantizar elección de ciertos candidatos al otorgarles un lugar alto en la planilla¨29. Lo cual es vital porque plantea la posibilidad de que el presidente elegido vea ciertamente restringido su poder partidario en el congreso.
La elección legislativa de 2005, con la aplicación del nuevo sistema de nominación y de elección de diputados, significaron que muchos de los diputados no ganaron puestos en las primarias o no obtuvieron los votos necesarios en la elección legislativa. De hecho solo el 30% de los diputados del periodo 2002-2006, fueron reelegidos en la elección de 2005.30 Nos tomamos el trabajo de describir esta cuestión, porque esto tendrá repercusión antes y en la crisis de junio 2009. Los diputados del partido liberal, del Presidente Zelaya, a raíz de este nuevo sistema de elección de precandidatos, y de elección legislativa de lista abiertas se tornan más independientes del propio líder del partido,  lo que implica que tendrán mayor margen de maniobra en el Congreso para hacer oír su voz propia, en definitiva existe mayor indisciplina partidaria, cuestión que con anterioridad era una constante en Honduras.
En 2008 por ejemplo el ingreso al ALBA de honduras obtuvo una gran oposición en el congreso, incluso del propio partido del Liberal del presidente Zelaya. Es interesante la visión casi premonitoria de Michelle M. Taylor-Robinson que en 2009 establece en relación a esta situación de pérdida de poder partidario del presidente que ¨ Esto puede presagiar que el Congreso finalmente ejercerá una función de freno para el ejecutivo, aunque también podría provocar que el Ejecutivo presionase al congreso, provocando así una crisis institucional¨ 31. Hoy con los hechos acontecidos el 29 de junio de 2009 en nuestras manos, podemos constatar que esto es verdaderamente lo que ocurrió y que este cambio en el sistema de reglas electorales, ha tenido un grado de influencia en el proceso que desemboco en la crisis de junio de 2009.

El hombre del sombrero llega a la presidencia
Manuel Zelaya Rosales nació en Honduras, en el Departamento de Olancho, el 20 de Septiembre de 1952. Hijo del acaudalado terrateniente de Olancho Manuel Zelaya Ordoñez hombre proveniente de una familia que arribo a los territorios que hoy conocemos como Hondureños en el siglo XVIII, una estirpe que a lo largo de la historia del país, ha incorporado a la palestra nacional, figuras notables en el ámbito de la política, la milicia, la literatura y la judicatura.
¨Mel¨ o ¨Melito¨ como lo apodaban familiarmente, ingreso en la carrera de ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, pero finalmente abandona sus estudios en su cuarto año de cursado, y decide dedicarse de pleno en las actividades empresariales familiares en el sector agropecuario y forestal. Es así que durante los años 70 y los 80, Zelaya intenta conjugar los negocios privados con la militancia política. Expande sus negocios madereros y ganaderos en forma extremadamente prospera, llegando incluso a afirmase como un importantísimo referente de la elite económica Hondureña. En 1987 es nombrado directivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), y en presidente de la Asociación Nacional de Empresas Transformadoras de la Madera (ANETRAMA), gremio integrante en la confederación patronal COHEP.
Por otro lado comienza su militancia política como afiliado del Partido Liberal de Honduras desde 1970,siguiendo la tradición de su Padre. En los años 80 echa raíces como referente del partido en el departamento de Olancho, apoyando al Movimiento Liberal Rodista, una facción dominante del PLH durante este momento histórico, movimiento que mantenía lineamientos altamente conservadores, defendiendo el regreso a la democracia en Honduras, pero sosteniendo que era necesario perpetuar la autonomía militar. En el marco de este Movimiento Zelaya apoyo al candidato Roberto Suazo Córdova quien gano las elecciones presidenciales en 1981, en el retorno a régimen democrático. Luego Zelaya pasa a integrar las filas del movimiento Azconista, nueva facción liderada por José Simón Azcona Hoyo del partido Liberal Hondureño, esto marcara el desembarco de ¨Mel¨ en el Congreso Hondureño, ya que en las elecciones de 1985 Azcona gana la elección presidencial, y Zelaya obtiene su primera Diputación Nacional en representación del departamento de Olancho, escaño que renueva en 1989. En 1993 nuevamente es reelegido Diputado por Olancho, apoyando al nuevo presidente Carlos Roberto Reina. En este momento Zelaya se desvincula de sus cargos de  la patronal hondureña y es nombrado director ejecutivo del Fondo Hondureño de Inversión Social ( FHIS) que posee rango ministerial, lo que implica su primera intervención en el ejecutivo nacional, (en Honduras los diputados pueden ser ministros del ejecutivo al mismo tiempo). En las elecciones de 1997 Zelaya es elegido diputado nacional por Francisco Morazán un departamento diferente al que representado en  sus anteriores diputaciones y es reconfirmado por el nuevo presidente Roberto Flores en su ministerio. El Huracán Mich de 1998, le otorga un gran protagonismo debido a su cargo ministerial de director del FHIS, al mismo tiempo es nombrado por el presidente como asesor especial del gabinete de reconstrucción nacional frente a esta devastadora tragedia. A estas alturas Zelaya adquiere ya un conocimiento público notorio. En función de este crecimiento personal en el mundo político de Honduras en junio de 1999 renuncia a su cargo en el ejecutivo y en el congreso, para dedicarse de pleno a su precandidatura presidencial en la elección interna del Partido Liberal del año 2000. Sin embargo sufre un terrible revés, y es ampliamente derrotado por su contrincante en la interna liberal Rafael Pina Ponce, quien a su vez también pierde la elección presidencial contra el candidato del partido Nacional Ricardo Rodolfo Maduro. Frente a esta derrota en las internas presidenciales del PLH, Zelaya retoma y expande sus negocios privados agropecuarios y madereros en Olancho, sin descuidar su figura de notable dentro del partido liberal.
En 2005, Mel vuelve a intentar ganar la interna presidencial del PLH, objetivo que finalmente logra ganando con el 52.5% de los votos. A partir de este momento comenzó su campaña electoral como candidato del partido más tradicional y antiguo de Honduras. Desde el comienzo  de la campaña se presento una gran tensión entre la imagen de Zelaya como poderoso terrateniente, y prospero empresario agropecuario y maderero y su tímido intento de mostrarse al margen de la elite Hondureña tradicional, condición  esta ultima que a partir de 2008 una vez en el gobierno intentaría plantear por completo. Sin embargo durante la campaña electoral de 2005 Zelaya no podía despegarse de la centro-derecha tradicional del PLH, y de hecho tampoco lo buscaba desesperadamente. En este sentido reivindicaba la libre empresa, la propiedad privada y  las relaciones especiales con Estados Unidos, tradicionales de la política Hondureña, hasta el punto de que apoyo abiertamente el tratado de libre comercio con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.
En realidad Zelaya durante la campaña electoral no pudo mostrase como un outsider político, de hecho no lo era en lo absoluto, por eso sus intentos de posicionamiento de imagen tendieron hacia una moderación entre su imagen de hombre de negocios acaudalado, y liberal consiente y comprometido de las problemáticas sociales de los más pobres. De hecho no podía ni deseaba prescindir del apoyo económico para su campaña que obtuvo de la más alta oligarquía empresarial de Honduras.
Su lema de campaña, ¨ Poder ciudadano es seguridad, sin odios ni muerte, poder ciudadano es transparencia, urge el cambio, urge Mel¨, mostraba que entre sus prioridades la agenda de seguridad referida al grave problema de la delincuencia juvenil que configuraban las Maras, que prometía solucionar con hechos y no con palabras, así como la cuestión vinculada a la corrupción, que Zelaya prometía resolver apelando a la transparencia de la gestión gubernamental, mi negocio es ser honrado decía, Mel. En verdad sus promesas electorales eran sobre todo convencionales. Sin embargo innovo en un concepto que preocupo a diversos sectores de la sociedad Hondureña: ¨Poder ciudadano¨, que según postulaba Zelaya implicada su compromiso de ampliar las demandas de los ciudadanos en dirección de una democracia más participativa, concepto que en sus casi tres primeros años de gobierno olvido completamente.
Durante la campaña se mostraba con una imagen simpática de ranchero sincero, temeroso de dios, y amante de tocar la guitarra y adornado con un característico sombreo. Sus dotes de orador eran más bien limitadas, sin embargo su carisma atrayente era su mayor carta de propaganda, presentándose con toques mínimos populistas en su justa medida en el marco de una campaña electoral. En sus intervenciones proselitistas, criticaba al gobierno de Maduro de no hacer nada para combatir la pobreza, ni crear trabajo, y combatir la inseguridad. En este marco su apuesta era proponer una estratégica para la reducción de la pobreza, y conseguir una condición total de la deuda externa mediante la iniciativa para los países pobres fuertemente endeudados.
Manuel Zelaya como candidato del PLH finalmente derroto en las elecciones del 27 de Noviembre de 2005 a Porfirio Lobo del PNH, un candidato más orientado hacia la derecha que el propio Zelaya. Sin embargo el proceso de recuento de votos ingreso en un engorroso proceso que mantuvo en vilo al país. Zelaya se proclamo ganador la misma noche de la elección, sin existir aún datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral. Finalmente el TSE declara a Zelaya presidente electo con el 50.7 % de los votos pero sobre la base de 151 urnas escrutadas de un total de 5312. El candidato Lobo, reclama enérgicamente que el tribunal finalice el conteo. El mismo llamativa e inexplicablemente se extendió hasta diciembre de 2005. El 7 de diciembre aun faltando computar un 10% de los votos, Lobo reconoce su derrota. El 23 de diciembre cerca de cumplirse un mes de la elección, y tan solo cinco días antes de que venza el plazo estipulado como legal para que el TSE publique los datos finales, los datos se conocieron, dándole a Zelaya la presidencia con el 49.9 % de los votos, seguido de Porfirio Lobo con el 46.2% del PNH, Juan Ángel Almendares de UD con el 1.5%, Juan Ramón Martínez del PDCH con el 1.4%, y Carlos Alejandro Sosa del PINU-SD, con el 1%. En relación a la elección legislativa el partido de Zelaya quedo al borde de obtener la mayoría absoluta de los escaños quedándose con 62 de los 128 Diputados.
Finalmente el 27 de enero de 2006 Zelaya recibió la banda presidencial de manos del nuevo presidente del Congreso Roberto Micheletti, quien luego e irónicamente en junio de 2009 se haría cargo de la presidencia tras la conflictiva salida de Zelaya del poder.
Frente a la asunción de Zelaya en 2006, nadie imagino el giro político que mostraría posteriormente hacia el populismo de izquierda de ruptura constitucional y refundacional. Llego al poder como candidato del partido más tradicional de Honduras ubicado en la centro-derecha, perteneciendo a la más alta sociedad terrateniente agropecuaria Hondureña, reivindicando las relaciones preferenciales con los Estados Unidos manteniendo la tradición Hondureña.
En Honduras, Zelaya a diferencia de los procesos analizados previamente en este trabajo referidos a Venezuela, Ecuador y Bolivia, no fue el producto de una crisis de la democracia representativa, crisis de representación, y crisis de los partidos políticos tradicionales, que sumadas abrieron y fertilizaron el espacio para la emergencia de los liderazgos de Chávez, Correa y Morales. En Honduras estos elementos de crisis estaban ausentes, pese a todos los problemas y falencias de la democracia Hondureña. De hecho como hemos analizado anteriormente los partidos políticos tradicionales es decir el PLH y PNH, se encontraban fuertemente institucionalizados, y sin grietas. La reforma electoral  aplicada para las internas partidarias de 2005 y en el mismo año para las elecciones generales, mostraban la profundización de la democracia intrapartidaria mediante la adopción de listas abiertas que terminaban con el armado de las listas a dedo por parte de los líderes partidarios. En verdad la democracia Hondureña mostraba más síntomas de expansión y profundización que de crisis. De hecho Manuel Zelaya no era un Outsider político oportunista que surgió de las cenizas de los partidos tradicionales, ni planteo durante su campaña, ni durante su primer año de gobierno ninguna reforma profunda al estilo Chavista. Lo que sucede con el presidente de Honduras es una profunda conversión progresiva hacia el populismo de izquierda, de ruptura constitucional y refundacional una vez instalado en el poder, entablando una profunda relación con Hugo Chávez.
La democracia hondureña no poseía los atributos de crisis necesarios para absorber un planteamiento radicalizado de este tipo, con todas las implicaciones que conlleva en materia de confrontación e intento de saltarse la institucionalidad vigente que como hemos observado en las primeras secciones del presente escrito, es característico de los populismos, en aras de hacer posible la relación directa entre líder-pueblo, intentando eliminar o reducir al máximo posible la mediación del entramado institucional que dificulta esa relación directa.
Honduras no genero antes de la elección de Zelaya en 2005, las condiciones para soportar su conversión política una vez en el poder. En realidad cuando decimos soportar, nos referimos a ceder ante ella. Recordemos la metáfora que utilizamos anteriormente en el caso Venezolano cuando dijimos que la corte Suprema de Justicia decidió suicidarse antes que ser asesinada por Chávez. No había espacios  ni grietas abiertas en Honduras para un proyecto del estilo que Zelaya comenzó a plantear en 2007, espacios que si estaban ampliamente abiertos en Venezuela, Ecuador y Bolivia, y debido a ellos pudieron continuar desarrollándose si bien con avances y retrocesos.
Sin embargo ¿Como llego este líder Hondureño del partido liberal, de centro-derecha, a sumergirse en el proyecto Bolivariano? Este interrogante lo intentaremos resolver en la siguiente sección.

El Preludio de la Conversión
Como veremos luego, uno podría sin lugar a dudas colocar el quiebre y giro total del rumbo político de Manuel Zelaya hacia finales de 2007 cuando comienza a materializarse su entrada en Petrocaribe, y su alianza con Hugo Chávez. Sin embargo previo a este acontecimiento puntual podemos encontrar algunos antecedentes que si bien no constituyeron el quiebre definitivo, si fueron señales para la conversión definitiva.
Al principio de su mandato, tan solo en los primeros meses, Zelaya afronto una huelga docente, que representa uno de los gremios de mayor fuerza e incluso el más combativo de todos en Honduras. También se sumaron a las protestas los trabajadores de la salud.32 Las huelgas significaron marchas masivas en reclamo de fuertes mejoras salariales, durante días y existieron hechos de violencia. La flamante administración de Zelaya no disponía de recursos para hacer frente a los reclamos. Para lograr ese objetivo debía recortar presupuesto en otras aéreas para transferirlo, accionar que Zelaya descarto. Sin embargo sabía donde había dinero. En 2005 honduras logro una condonación de su deuda externa por parte de diversos acreedores como el FMI, el G-8, el Banco Mundial y el Club de Paris, en el marco de la Iniciativa de Países Pobres Altamente Endeudados. La condonación llegaba a la suma de casi cuatro mil millones de dólares. Honduras, como otros países beneficiados con importantes reducción de deuda externa, debía como condición impuesta por los organismos internacionales de crédito, utilizar el dinero condonado en la denominada creación del fondo de  Estrategia de  Reducción de la Pobreza, (ERP). Desde 2005 bajo la administración del presidente Maduro, se comenzó a trabajar desde todos los sectores de la sociedad, en la discusión de cómo invertir esa enorme cantidad de dinero. Finalmente la llegada al poder de Zelaya encontró el tema sin acuerdos importantes. Con la cuestión aun irresuelta, y frente a las huelgas docentes y de trabajadores de la salud, Zelaya decidió erradamente utilizar los fondos del la estrategia de reducción de la pobreza, destinando un 70% de los mismos en aumentos salariales para los dos gremios mencionados y el restante 30 % en diminutos proyectos y bonos diseminados de manera clientelar, a punteros políticos claves de los diversos departamentos del Estado. Zelaya había comenzado a mostrar la irresponsabilidad fiscal y la visión cortoplacista típicas del populismo. Apago el fuego de las huelgas docentes y de trabajadores de la salud, pero hizo añicos  una estrategia global de largo plazo contra la pobreza del país, que representaba la oportunidad otorgada por el fondo de Estrategia De Reducción de la Pobreza.
Hacia los primeros meses de 2007, ya iniciando su segundo año de mandato, Zelaya comenzó a plantear el típico enfrentamiento con los medios privados de comunicación, una moda muy extendida en Latinoamérica en la actualidad. Si bien los conflictos con los medios de comunicación son una problemática a la que prácticamente ningún gobierno del mundo escapa, los niveles de conflictividad a los que se llega en la región son altamente notorios, no hace falta más que pensar en el caso Venezolana para tener una cabal compresión del fenómeno, en donde Chávez ha visualizado a los medios privados como un enemigo a vencer, ha cerrado numerosas radios y canales televisivos, y ha introducido diferentes políticas restrictivas de la libertad de expresión, como las recientes ¨guerrillas comunicacionales¨ lanzadas en 2010. En este sentido Zelaya ya a principios de 2007 comenzó a utilizar el lenguaje de moda calificando a los medios de comunicación privados como ¨oligopolios¨, ¨monopolios¨, que están en contra del pueblo, que defienden intereses empresariales, y que desinforman al pueblo.
Zelaya se autoproclamaba en sus declaraciones como ¨el presidente más atacado, más vituperado, más calumniado y más ofendido de la historia de este país¨33 por los medios de comunicación que generaban un ¨clima de desinformación e inseguridad¨34 porque  sólo ¨publica malas noticias¨, un lenguaje con que estamos muy familiarizados en Latinoamérica sobre todo en Venezuela, pero también en Argentina, y Ecuador entre otros. En mayo de 2007 el presidente Zelaya impulso una cuestionada medida que tenía como fin mostrar la otra cara de la realidad Hondureña, y defenderse de los ataques de los medias de comunicación de los cuales el se consideraba una víctima. Es así que dispuso una medida obligando a una decena canales de televisión y radios privadas a transmitir 2 horas seguidas y completas, entre las 10 de la noche y hasta las 12 de la noche, sin ningún pago, una especie de propaganda oficial, que incluía las acciones de gobierno y las visiones oficiales de los hechos de la realidad el país, que según se pretendía brindarían  la verdadera información al pueblo. Esto como cabía esperarse genero un repudio total por parte de los medios privados de comunicación, periodistas y diversos sectores políticos, que vieron en esta medida y con preocupación, el primer acto fuerte y evidente de autoritarismo del presidente, y no faltaron las comparaciones con el accionar de Chávez en Venezuela. De este modo Zelaya mostraba otra señal más en mayo de 2007, en lo que era el preludio hacia su conversión definitiva hacia finales de 2007.
Zelaya ni durante su campaña ni en su primer año de gobierno había realizado declaraciones críticas contra Estados Unidos manteniendo la tradición Hondureña como uno de los países históricamente más ligados al gigante del Norte. Había apoyado abiertamente el TLC con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA)  de hecho nunca planteo siquiera la salida de Honduras del tratado incluso cuando dio su giro político y sello alianza con Hugo Chávez, ingresando Petrocaribe, y posteriormente al ALBA, iniciativa creada como contracara y en oposición al ALCA propuesto por Estados Unidos. Zelaya fue en oportunidades un presidente marcadamente ambiguo y contradictorio, no solo por sus datos biográficos que chocaban con el proyecto populista que intento plantear una vez en gobierno, sino también por sus políticas. En este caso por ejemplo en 2006 ante a la ONU, critico fuertemente diversas practicas de mercado libre, la globalización y el capitalismo salvaje, declarando que ¨Hemos venido a acusar a quienes proclaman el falso libre comercio que profundiza la pobreza¨35 mientras tanto mantenía y profundizaba el CAFTA con Estados Unidos como parte vital, y en 2007 firmo un TLC con Taiwán en mayo, con Panamá Junio, y con Colombia en agosto.  También al mismo tiempo había comenzado a criticar a Estados Unidos en un tono altamente confortativo para los parámetros que guiaron la relación bilateral a través de la historia. Zelaya arremetió contra el Gobierno de Estados Unidos por la cuestión migratoria, considerando que se estaba siguiendo una política que representaba una persecución infame y una cacería de inmigrantes ilegales.36
En 2007 el presidente hondureño termino de sellar la normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba, proceso iniciado luego de 41 años de ruptura bilateral, en 2002 por el entonces presidente Flores. Zelaya designo en 2007 un embajador hondureño en la Habana. Sin embargo lo realmente importante fue su viaje en octubre de ese mismo año a Cuba donde mantuvo un largo encuentro con Fidel Castro, con sobradas muestras de extrema admiración y afecto mutuo. La transcendencia del encuentro entre los dos jefes de Estado debe ser entendido en el marco de la tradicional política exterior de Honduras y su alianza con Estados Unidos, por su puesto la entrevista en si no significaría nada si no se comprendiera este elemento, recordemos que Carlos Menem también se encontró en reiteradas oportunidades con Fidel Castro, y hasta no escondía su admiración por él, sin embargo esto no significaba una conversión hacia el comunismo, ni mucho menos. Comprendiendo este panorama llamo la atención por entonces  a diversos sectores de la vida política de Honduras que su jefe de Estado con todo lo que implicaba, se entrevistara con el dictador cubano en esos excelentísimos términos.
Por otro lado en 2007 Zelaya también comenzó a entablar una profunda relación con el presidente de Nicaragua Daniel Ortega. El primer paso fue la resolución definitiva a un litigio marítimo fronterizo entre los dos Estados Centroamericanos, a raíz de un fallo de la corte internacional de la Haya. Es así que en octubre de 2007 Manuel Zelaya viajo a la capital nicaragüense a la celebración del 28 aniversario de la revolución Sandinista, lo cual como símbolo político, también comenzaba a colorear la conversión del presidente Hondureño.

Cristalización definitiva de la conversión. Zelaya: ¿ El pragmático del sombrero, seducido por el Petropopulismo Chavista?
Si cuando Manuel Zelaya asumió su mandato tenía en su horizonte resolver como utilizar el dinero de la condonación de gran parte de la deuda externa hondureña, que como ya vimos termino dilapidando el dinero del Fondo de Reducción de la Pobreza, también tenía como desafío destrabar la crisis energética del país que amenaza con convertirse en una cuestión que pondría en jaque el éxito de su administración. Tal es así que solo cuatro días después de asumir decreto el estado de emergencia energética, el 31 de enero de 2006.37
La compaña de energía eléctrica nacional (ENEE), la más importante en Honduras, se encontraba en jaque, tanto por sus pérdidas de 160 millones de dólares al año, como debido a que el normal suministro a los clientes estaba en una posición dudosa. Sumado a esta situación altamente deficitaria, se sumada el alza en los precios internacionales del petróleo, que como es sabido Honduras necesita importar por completo, porque no posee explotación del crudo en su territorio. El presidente Zelaya asumió la resolución del problema en sus manos, utilizando variadas estrategias. Por un lado llamo a concurso internacional de licitaciones públicas para la importación de carburantes, buscando aquellas firmas que prometieran los precios más bajos. En Honduras operaban ESSO (exxonmobil), Texaco                ( Chevron), y Sheel, estas compañías no participaron de la licitación internacional, porque no estaban de acuerdo con la decisión del gobierno de abrir el mercado a la competencia. Finalmente en noviembre de 2006 el gobierno anuncio los ganadores de la licitación, en el sector de provisión de gasolina y gasoil diesel eligieron a Conocophillips de origen Estadounidense, y para el gas licuadlo a la empresa Mexicana gas Caribe, la firma definitiva de los contratos en 2007 implicaba una solución parcial que brindaría al gobierno un poco de aire en la cuestión energética, permitiendo importantes rebajas en los precios al consumidor de estos productos.
En segundo lugar Zelaya emprendió negociaciones con Brasil para que este último lo asesorara para la producción de biocarburantes como el etanol como forma de diversificar la matriz energética del país. En agosto de 2007 el presidente Lula viajo a Tegucigalpa y firmo con el mandatario Hondureño un acuerdo de asistencia técnica para la producción de etanol derivado de la caña de azúcar.
Y en tercer lugar, y aquí llegamos al quid de la cuestión, el presidente Zelaya inicio un dialogo con Chávez para negociar la compra de petróleo y sus derivados en el marco de Petrocaribe que ofrecía precios preferenciales a sus miembros por parte de Venezuela. Las dos estrategias anteriores, ( licitaciones, y asistencia de Brasil) servían como alivio pero no ayudaban a resolver la crisis energética de fondo. En diciembre de 2007 Zelaya anuncio su deseo de ingresar a Petrocaribe, iniciativa creada por Chávez en 2005, integradas por Venezuela, Cuba, República Dominica, Haití, Antigua y Bermuda, Bahamas, Belice,Granada, Guyana, Jamaica, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Dominica,  Surinam. En diciembre de 2007 el presidente Hondureño anuncio su pedido formal de ingreso de su país a Petrocaribe. El 15 de enero de 2008 Chávez viajo a la capital de Honduras para entrevistarse con Zelaya, en donde se realizaron las negociaciones necesarias para establecer el contenido del acuerdo. Finalmente el mismo establecía que Venezuela suministraría a Honduras 20.000 barriles de carburantes al día, en principio por dos años. Honduras debería comprarle el 100% del fueloil para generación eléctrica, el 30 % del gasoil, y el 30 % de la gasolina. El gobierno de Zelaya podría pagar el 60% del contrato al momento de la entrega y en efectivo, pero el 40% restante en 23 años y con solamente un interés de 1 % anual, pero además Chávez ofreció pagar ese 40 % en especies como productos agropecuarios.
Con el cierre de este acuerdo con Hugo Chávez, se sellaba la transformación de Zelaya, si bien contrato poseía una alta dosis de pragmatismo, porque permitía a Honduras una solución integral a la crisis energética, lo cierto es que a partir de este acontecimiento Zelaya comienza una escalada de radicalización hacia la izquierda y el modelo representado por Chávez, que no se detendrá hasta su traumática salida del poder. ¿Porque Chávez ofreció un contrato tan ventajoso para Honduras? La buena predisposición del presidente Venezolano, debemos enmarcarlo no en la ¨solidaridad Bolivariana Latinoamericana¨, sino en el contexto de su proyecto continental, que le permite ganar influencia en diversas zonas geopolíticas donde intenta generar simpatías políticas que le brinden la posibilidad de exportar su modelo político. De hecho Chávez no oculta esta estrategia. Al acceso de todo el que disponga una conexión de internet se encuentra un documento publicado en la página web del ministerio de Comunicación de Venezuela, titulado ¨Líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la nación 2007-2013¨, fechado en septiembre de 2007, el documento posee un sección llamada ¨Aéreas de interés Geoestratégicas¨, en ella se pueden leer objetivos claros como los siguientes:
-Son zonas geográficas definidas de acuerdo al interés estratégico nacional, tomando en consideración las características, el nivel de las relaciones y la afinidad política existente, con la finalidad de orientar la política exterior venezolana en función de la construcción de nuevos polos de poder. 38
-La construcción de un mundo multipolar implica la creación de nuevos polos de poder que representen el quiebre de la hegemonía del imperialismo norteamericano.39
-Fortalecer los movimientos alternativos en Centroamérica y México en la búsqueda del desprendimiento del dominio imperial.40
Honduras y su crisis energética ofrecía a Chávez la importante oportunidad de ganar una gran influencia en un país tradicional e históricamente aliado con Estados Unidos tal cual como se lo propone en el documento citado. Al mismo tiempo las señales de Zelaya que hemos descripto en la sección precedente, lo mostraban ciertamente con predisposición a encarar una afinidad con la revolución bolivariana de Chávez. El presidente venezolano unió estos dos cabos, y no dejo escapar la oportunidad de sumar una ficha más a su imaginario tablero estratégico revolucionario bolivariano (quitándole una tradicional ficha a Estados Unidos), ofreciendo un contratado inmejorable, mientras reía sentado en su montaña de petrodólares, y teniendo en mente que la entrada a Petrocaribe por parte de Honduras sería solo el comienzo y que pronto podría expandir la alianza con Tegucigalpa.
La entrada de Honduras a Petrocaribe debía ser ratificada por el congreso de este país. La discusión no solo quedo encapsulada en dicha institución, sino que genero un debate entre diversos sectores de la sociedad, desde los medios de comunicación, hasta las cámaras empresariales y patronales. En general las argumentaciones incluso desde los sectores más conservadores no dejaban de reconocen que ciertamente el contrato ofrecido por Chávez, era muy ventajoso y que Honduras debía capitalizarlo, y que permitiría solucionar definitivamente la crisis energética. Sin embargo existía en estos mismos sectores una especie de resquemor dubitativo. En primer lugar, porque no se estaba firmando un contrato con un líder latinoamericano mas, la figura de Chávez es fuertemente simbólica y un acercamiento hacia Venezuela, aunque en primera instancia se lo presentara como netamente comercial era un verdadero cambio en la tradición histórica de política exterior Hondureña.                        En segundo lugar porque se sospechaba que la asunción de este lazo con Caracas, implicaría progresivamente un mayor involucramiento con la revolución Bolivariana. En el mismo sentido se dio la discusión en el congreso, donde incluso dentro del partido liberal del presidente Zelaya se levantaron voces cautelosas, entre ellas las del mismísimo presidente del Congreso Roberto Micheletti compañero de partido de ¨Mel¨ y posterior sucesor en el cargo luego de la crisis de junio de 2009. Luego de un acalorado proceso, el 24 de enero de 2008 se aprobó en comisión especial del congreso el ingreso de Honduras a Petrocaribe. El 13 de marzo posterior, se trato en el pleno de la cámara, donde a pesar de todo el proyecto fue aprobado por mayoría simple, con el voto a favor de la mayoría del Partido Liberal, UD y PINU. Los votos en contra vinieron del PDCH. El Partido Nacional se abstuvo de votar debido a las inquietudes que le despertaba el acercamiento con Chávez.41
Pese a que en el propio partido Liberal existieron abundantes voces críticas, los diputados oficialistas decidieron finalmente respaldar la iniciativa del presidente Zelaya, no porque no tuvieran sus temores, sino porque el pragmatismo peso mas, en virtud de solucionar una crisis energética que amenazaba con restringir la gobernabilidad y el éxito del ejecutivo, por ahora habían decidió sostener a Zelaya, al igual que harían posteriormente con el ingreso al ALBA, como veremos luego. También el presidente Hondureño había ganado el apoyo de dos partidos minoritarios de izquierda como el UD y el PINU, que irónicamente eran opositores acérrimos a Zelaya durante su campaña y su primera etapa de gobierno, y en verdad era lo lógico ya que la opción zelayista representaba una centro-derecha clásica del partido liberal, pero cuando se dio el giro político hacia la izquierda y la alianza con Hugo Chávez, estos partidos se convirtieron en defensores del proyecto de ¨Mel¨, quizás no tanto por un profundo convencimiento de que era el salvador de la nación, sino porque vieron la oportunidad de ver realizado su sueño revolucionario izquierdista, aunque fuera a través de un personaje de origen liberal de centro-derecha convertido inesperadamente.

Profundización de la conversión hacia el populismo de izquierda
Mientras el 5 de julio de 2008 arribaba los primeros 82.000 barriles de fueloil Venezolano a Honduras, y al ritmo del frenesí petrolero, Zelaya viaja a Nicaragua el 19 de Julio con motivo de los actores por el 29 aniversario de la revolución Sandinista, allí declara en consonancia con su giro ideológico que ¨la revolución sandinista está viva y coleando en Centroamérica¨. Los festejos en Nicaragua sirvieron de marco de diálogo entre Chávez y Zelaya, en el cual prosiguieron profundizando sus lazos. Al término de la celebración Nicaragüense con el Daniel Ortega como anfitrión, el mandatario Venezolano anuncia que su par Hondureño le había manifestado su intención de ingresar en el ALBA. Es llamativo que el primero en informar este acontecimiento al mundo haya sido Chávez, y no Zelaya. Recién el 31 de julio siguiente Zelaya confirma que su país ingresara al ALBA como miembro pleno.42
Los mayores temores y dudas de diversos sectores de la sociedad Hondureña se hicieron realidad. Resquemores que como ya se menciono, habían manifestado en relación a que el ingreso a Petrocaribe sería solo el comienzo de un proceso más extenso, y que este lazo con Caracas traería en el futuro un mayor involucramiento con la Revolución Bolivariana. El 25 de agosto de 2005 Zelaya firma los documentos que convierten a Honduras en miembro oficial del ALBA. En el discurso que da antes miles de personas apostadas en las afueras de la casa de gobierno donde se había rubricado los papeles, Zelaya realiza declaraciones que sirven como despeje a las dudas que podrían quedar en torno a su conversión. En el típico discurso demagógico populista y utilizando sus mismas categorías lingüísticas el mandatario enfervoriza a su ¨pueblo¨ con sentencias discursivas inapelables, señalando que ¨ Honduras y el pueblo hondureño no tienen que pedirle permiso a ningún imperialismo para suscribir el ALBA¨43. Proclamo la instalación de la tercera república, postulo que ¨Honduras ha aprendido las lecciones, hoy necesitamos volver a la planificación del estado para favorece el crecimiento y desarrollo de nuestro país¨44, y definió su modelo como ¨Liberalismo Socia¨¨45, y para terminar de despejar su giro a la izquierda populista Zelaya comunico que ¨Hoy este gobierno se ha colocado en un centro izquierda y como me dijeron algunos que era peligroso hablar de un centro izquierda, yo le dije: Quítele lo de centro si cree que es peligroso¨46. La polilla había terminado de romper su capullo, y ahora volaba libre.
Mientras Chávez elogiaba al gobierno Hondureño por su coraje, y estrenaba el nuevo apodo que le dio a Zelaya como el ¨Comandante Vaquero¨, le garantizaba que le suministraría petróleo a precios especiales por 100 años más.47 Por su parte el presidente de Honduras en su discurso por el 187 aniversario de la independencia de España, conceptualizo la entrada al ALBA como la segunda independencia del país48. En su disertación en la ONU en 24 de septiembre de 2008 arremetió contra el sistema capitalista que según su nueva óptica ideológica ¨está devorando a los seres humanos¨.49
Aun a estas alturas restaba que el Congreso Hondureño ratificara el ingreso al ALBA. Como había pasado con la cuestión de Petrocaribe, el debate fue extenso e intrincado. No solo en el propio parlamento sino en la sociedad en general. Diversas entidades se oponían fuertemente al ingreso, entre ellas, el Consejo Hondureño de la Empresa privada (COHEP),  la cámara de comercio e industrias de Tegucigalpa (CCIT), la asociación nacional de industriales de honduras (ANDI) la asociación Hondureña de Maquiladores (AIIM). Sin embargo si bien el giro político hacia la izquierda populista le había hecho perder a Zelaya el apoyo del Establishment económico, del que el mismo formaba parte, y de quien había recibido por parte de un sector importante, el apoyo durante su campaña presidencial en 2005 como candidato de centro-derecha, ese mismo giro le permitió ganar adeptos que previamente no tenia, ampliando o tal vez al menos diversificando y transformando su base de apoyo. En este sentido fue sumando a su proyecto diversas organizaciones enmarcadas dentro del movimiento popular con los que entablara un profundo vínculo, y a quienes visualizara como ¨ el pueblo¨. Lo cierto es que el ¨pueblo¨ Hondureño es más amplio que estas organizaciones, es un error bastante típico de los populistas creer o al menos hacer creer que determinados conglomerados sociales que los apoyan son todo el pueblo, mientras el resto que no lo siguen son los enemigos de ese pueblo. En el caso del ingreso al ALBA Zelaya fue respaldado por todo el movimiento popular, como la Comisión Coordinadora de Organizaciones Campesinas de Honduras (COOCH), Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), la organización ¨Bloque Popular¨. Todas estas organizaciones junto con otras de menor relevancia se concentraron el 9 de octubre de 2008 frente al congreso en muestra de apoyo a la iniciativa propuesta por Zelaya, en día en que tendría lugar la votación parlamentaria que debía ratificar el ingreso de Honduras al ALBA.
Finalmente aunque surgieron voces críticas dentro de los propios diputados oficialistas del Partido Liberal, el proyecto fue aprobado con 73 votos a favor por mayoría simple, con el apoyo de todos los diputados del PLH, UD, el PDCH y el PINU. El PNH idénticamente a su accionar en el caso de Petrocaribe, se abstuvo de votar. En este contexto los cinco votos de la bancada de UD fueron decisivos, sin ellos la aprobación quedaba truncada. Es interesante notar que los diputados del Partido Liberal si bien finalmente decidieron no soltarle la mano a Zelaya, en el debate parlamentario muchos se mostraron abiertamente críticos y expresaron sus inquietudes con respecto a la dirección de izquierda que había asumido el presidente. Esto es  importante debido a que tradicionalmente en la política Hondureña los diputados eran prácticamente incondicionales al líder del partido, no solo porque lo respaldaban con su voto en el parlamento, sino que además era extremadamente fuera de lo común escuchar abiertamente críticas hacia la cabeza del partido. Como hemos visto en otra sección del presente escrito, esto es debido muy posiblemente a los cambios introducidos por la adopción de listas abiertas en las internas partidarias y en las elecciones legislativas, que reducen el tradicional poder del líder del partido en el armado de las listas a diputados, lo que otorga mayor independencia hacia el líder partidario. En este sentido muchos diputados del Partido Liberal, si bien por ahora no hicieron valer su mayor independencia con su voto, si la hicieron sentir con sus criticas. Este antecedente será un presagio de la postura que tomaron todos los congresistas del Partido Liberal cuando se decidieron a soltarle la mano al ejecutivo y apoyaron unánimemente la separación del presidente de sus funciones. Los oficialistas en el Congreso votaron a favor del ingreso a Petrocaribe y al ALBA, pero muchos hicieron escuchar sus voces críticas, que se convirtieron en distanciamiento definitivo cuando el mandatario Hondureño profundizo su modelo apostando a la famosa consulta popular, denominada cuarta urna, para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, a estas alturas de extremismo planteado por Zelaya, los diputados ya no pudieron ni quisieron sostenerlo mas.
Llegando al final del año 2008 Manuel Zelaya necesitaba materializar su nueva orientación populista de izquierda en alguna política social que permitiera mostrar su compromiso con el ¨pueblo¨ y con los pobres. En una de las medidas más demagógicas que recuerde la historia de la humanidad, el presidente Hondureño decreto el 24 de diciembre y en vísperas de la navidad, un aumento del salario mínimo cercano al 60%. 50.Es cierto que una suba salarial era necesaria, pero el nivel del incremento y la forma en que se aplico tuvieron consecuencias desastrosas. La medida fue tomada en el sumun de la crisis financiera y economía mundial de 2008, si la situación ya era complicada en Honduras, esto no hizo más que agravar el problema. Muchos empresarios que ya se encontraban cerca de la cuerda floja cerraron sus emprendimientos frente a esta medida que dejaba sus números directamente en rojo. De acuerdo con el Consejo Hondureño de la Empresa Privada, el aumento decretado por Zelaya, costo a Honduras la perdida en el término de un día de 15.000 puestos de trabajo.51
Por otro lado tradicionalmente en Honduras los aumentos salariales son negociados entre trabajadores y empresarios, y el Estado solo media en caso de falta de acuerdo. Zelaya lanzo el incremento a espaldas de todos y sin consulta alguna. Además la decisión término beneficiando más a la clase media y alta que a los pobres.52 Esto es debido a que por ejemplo un profesor universitario o un medico que realiza varios turnos en diferentes lugares de trabajo, reúne al mes de diez a veinte salarios mínimos, es decir no cobra un solo salario mínimo como cualquier trabajador pobre. Por lo tanto la suba del 60% implicaba un aumento en cada uno de esos sueldos que cobraba el profesional, una desproporción claramente extrema creada por la improvisación de la administración de Zelaya. Mientras que el más pobre realmente cobraba un solo salario mínimo que apenas servía para cubrir la canasta básica, los profesionales de la clase media y alta veían aumentados sus 10-20 salarios mínimos en un 60%. Esta situación provoco entre otras cosas que cerrara la Universidad Nacional Autónoma de Honduras durante dos meses ya que no estaba en condiciones de costear este aumento

El intento de ruptura constitucional
El presidente Zelaya se encamino en un proceso que tendría como consecuencia la crisis que termino con su abrupta salida del cargo. La conversión ideológica por parte del presidente Hondureño decanto casi inevitablemente en el planteamiento de la ruptura Constitucional en aras de profundizar su nuevo modelo populista de izquierda, y empardar la moda  Latinoamericana, que constituyen procesos de Venezuela, Ecuatoriana, y Boliviana, que como hemos analizado previamente en el presente escrito ya han pasado por la ruptura constitucional, a partir de no respetar sobre todo en los casos de Venezuela y Ecuador, los mecanismos establecidos para reformar la constitución. Recordemos, que como ha quedado asentado en líneas anteriores, en ninguno de estos dos últimos casos la constituciones vigentes contemplaban siquiera la posibilidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente. Las reformas al texto constitucional se realizaban por intermedio del congreso en el caso Venezolano, también por este medio en Ecuador junto con otras ya descriptas. Sin embargo ninguna contemplaba la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente que rehiciera la carta magna. Hemos visto también como se apelo a la soberanía originaria del ¨pueblo¨ para justificar la ruptura constitucional a partir de modificar el texto con otros mecanismos distintos a los estipulados legalmente.
En primer lugar la Constitución de Honduras sancionada en 1982, no contempla la posibilidad de instalación de una Asamblea Nacional Constituyente. El mecanismo de reforma de la carta magna está estipulado dentro de la misma:
ARTICULO 373.- La reforma de esta Constitución podrá decretarse por el Congreso Nacional, en sesiones ordinarias, con dos tercios de votos de la totalidad de sus miembros. El decreto señalara al efecto el articulo o artículos que hayan de reformarse, debiendo ratificarse por la subsiguiente legislatura ordinaria, por igual número de votos, para que entre en vigencia.
Por lo tanto la pretendida instalación de una Asamblea Nacional Constituyente por parte de Zelaya, al igual que sucedió en Venezuela y Ecuador implicaba un ruptura constitucional, en la medida en que no se respetaban los mecanismos establecidos para reformar el texto. Ruptura que significaba tomar la constitución vigente, estrujarla en la palma de la mano y arrojarla a la basura, y luego redactar  integralmente una nueva Constitución. En este sentido la pretendida convocatoria a asamblea nacional constituyente por parte de Zelaya era doblemente ilegal, si nos basamos en la constitución vigente al igual que lo hicieron diversas instituciones del estado de Honduras. Doblemente porque en primer lugar, la actuación de una Asamblea Nacional Constituyente es ignorada en todo el texto constitucional, y por otro lado no es el ejecutivo quien puede promover una reforma constitucional sino el congreso nacional. Así aunque se apele mediante un rodeo maquiavélico a la soberbia originaria del pueblo para darse una nueva constitución desde cero, sería el congreso y no el ejecutivo quien tendría que primero aprobar la consulta popular para que el electorado decida la conveniencia o no de convocar la Asamblea Nacional Constituyente. Esto es lo que posiblemente Zelaya debió hacer y no hizo, es decir filtrar el proyecto por el congreso para dotarlo de legalidad y legitimidad. Sin embargo no podía hacerlo porque sabía fehacientemente que no sería aprobado, ya que ni siquiera los diputados oficialistas estaban a favor.
Por otro lado la Constitución de Honduras de 1982, es extremadamente rígida en determinados aspectos, ya que posee algunas clausulas pétreas que no pueden modificarse bajo ninguna circunstancia. El artículo 374 dispone en ese sentido:
¨No podrán reformarse, en ningún caso, el artículo anterior, el presente artículo, los artículos constitucionales que se refieren a la forma de gobierno, al territorio nacional, al periodo presidencial, a la prohibición para ser nuevamente Presidente de la República, el ciudadano que lo haya desempeñado bajo cualquier titulo y el referente a quienes no pueden ser Presidentes de la República por el periodo subsiguiente¨.
Los constituyente que redactaron la carta magna de 1982  en consideración de la extensa historia de gobierno de factos que poseía en país, y en aras que la democracia continuara reinando, incluyeron como irreformable la disposición que prohíbe la reelección presidencial, así como la extensión del periodo presidencial, y esto en virtud de colocar alguna garantía que evitara que mediante la reelección se enquistara en el gobierno algún tipo de tirano que quisiera perpetuarse en el poder.
La reelección presidencial era justamente lo que Manuel Zelaya buscaba, ya que su mandato terminaba en enero de 2010. Sin embargo como la consulta sobre la instalación de la cuarta urna en donde la población se manifestaría a favor o en contra estaba prevista para el 28 de junio de 2009, y si resultaba afirmativa la misma tendría lugar al mismo tiempo que las elecciones presidenciales de noviembre de 2009, Zelaya no podía presentarse en esas elecciones  como candidato presidencial, debido a que de resultar afirmativa la consulta sobre la cuarta urna, y luego también positiva la consulta sobre la convocatoria a Asamblea nacional constituyente, la nueva constitución que habilitaría la reelección presidencial entraría en vigencia mucho después de las elecciones de 2009. Por ende las argumentaciones que plantean que Zelaya quería la reelección en 2009 son falsas. Sin embargo una vez que la nueva constitución fuera sancionada si podría presentarse como candidato en las siguientes elecciones presidenciales. Era una estrategia que le permitiría volver a ser presidente en el mediano plazo, y no en el inmediato, porque los tiempos necesarios simplemente no estaban a su favor. Nada le impedía tampoco, colocar como candidato presidencial de 2009 a alguna marioneta personal, ejercer el poder desde las sombras, y esperar a que la nueva carta magna le permitiera volver a presentarse como candidato a presidente en 2013.
Por ello Zelaya necesitaba la ruptura constitucional más que el propio aire que respira. Al no poder reformase esos artículos pétreos referido entre otros a la reelección presidencial, era necesario tirar a la basura la constitución vigente salteándose la legalidad, apelando a la soberanía originaria e instalando una Asamblea Nacional Constituyente que redactara íntegramente un nuevo texto constitucional. De esta manera no se estaba reformando la constitución sino creando otra nueva, y en virtud de ello la prohibición de reformar los artículos pétreos quedaba nula.
Siguiendo el ¨guion¨ inaugurado por Hugo Chávez en 1999, y más tarde seguido por Rafael Correa y Evo Morales, el presidente Hondureño Manuel Zelaya intento sumarse al club de las rupturas constitucionales, acción que como analizamos pretende utilizarse como acto refundacional de la Nación.  En noviembre de 2008 el mandatario manifestó por primera vez su deseo de convocar a una consulta popular donde la ciudadanía Hondureña decidiera la conveniencia o no de la  convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente. ¨ Casualmente¨ con una distancia temporal de aproximadamente un mes desde este anuncio, el presidente decretaba el aumento del salario mínimo del 60 % el 24 de diciembre de 2008 que hemos analizado, intentando reforzar el apoyo popular que le permitiera afrontar lo que se proponía realizar.
Primeramente realizaremos un recontó del desarrollo de los acontecimientos a partir de planteada la ¨Cuarta Urna¨ por parte de Zelaya. Luego intentaremos resolver el interrogante su abrupta salida del poder constituyo un golpe de Estado o no. O en su defecto configura un tipo hibrido entre ambas opciones.
El presidente Hondureño  en noviembre de 2008 comenzó a manifestar su deseo de convocar a una consulta popular con el fin de que la población se pronunciara a favor o en contra de la  instalación de una denominada ¨Cuarta Urna¨ en las elecciones generales de noviembre de 2009 en donde el electorado decidiría  si era oportuno convocar a una asamblea nacional constituyente, que reformularía la constitución vigente desde 1982. Es decir lo que se proponía a realizar en primera instancia era ¨una consulta sobre la consulta¨. En virtud de ello, el 23 de marzo de 2009, Zelaya firma el decreto ejecutivo PCM 05-2009, en el cual convoca a una consulta popular donde se testearía la aprobación de instalación de esa cuarta urna en las elecciones de 2009, en el decreto se instruía al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que realizada la consulta el 28 de junio de 2009.  La pregunta que se realizaría a la población era la siguiente: ¿Está usted de acuerdo que en las elecciones generales del 2009 se instale una Cuarta Urna en la cual el pueblo decida la convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente?53. A partir de este momento se ingreso en una fuerte contienda entre diversas instituciones del estado y el poder ejecutivo, que terminaría con Zelaya fuera del poder.
Zelaya a pesar de que la consulta era ilegal como analizaremos luego, fundamentaba su iniciativa en virtud de aquella propuesta de campaña que hemos mencionado ya previamente. Nos referimos a ¨ Poder Ciudadano¨, concepto que buscaba y prometía una mayor participación del ¨pueblo¨ en los asuntos públicos, intentando generar una democracia más participativa a través de mecanismos directos de consulta. Sin embargo como también hemos mencionado, Manuel Zelaya una vez en la presidencia olvido este concepto y lo guardo debajo de su característico sombrero. Pero cuando las circunstancias lo requirieron, le quito el polvo de encima, lo radicalizo e intento llevarlo a la práctica a cualquier costo y contra viento y marea, impulsando una consulta popular ilegal intentando abrir el proceso para convocar a una asamblea nacional constituyente también carente de legitimidad.
Frente al decreto presidencial y a petición de fiscales del ministerio publico de Honduras, el 27 de mayo de 2009 un juez en lo contencioso administrativo ordeno la suspensión del decreto54 que establecía la consulta popular. El problema era que el organismo al que Zelaya había ordenado realizar la consulta, es decir el Instituto Nacional de Estadísticas no estaba facultado para realizar consultas con fines políticos, sino que debía realizarla el Tribunal Supremo electoral. La consulta también fue declarada ilegal por el TSE, así como por fiscal general de la república, la procuraduría general de la república quien argumento además que la pretensión de instalar una asamblea nacional constituyente iba en contra de los mecanismos previstos para reformar la carta magna.
El 29 de mayo el juzgado de letras en lo contencioso administrativo realiza una sentencia aclaratoria que establece que la declaración como ilegal de la consulta:
¨ incluye a cualquier otro acto administrativo de carácter general o particular, que se haya emitido o se emita, ya se expreso o tácito, por su publicación o falta de publicación en el diario oficial la gaceta, que conlleve al mismo fin del acto administrativo tácito de carácter general ha sido suspendido, así como cualquier cambio de denominación en el procedimiento de consulta o interrogatorio, que implique evadir el cumplimiento de la sentencia¨. 55
Es decir la justicia pretendía impedir que Zelaya volviera a intentar realizar la consulta firmando otro decreto similar que enmascarado ocultara la misma finalidad que aquel que se había impugnado.
No obstante este hecho, el presidente Zelaya decidió proseguir con la consulta a pesar de estar declarada como ilegal por la justicia. Nunca desistió de realizarla y continúo con los preparativos correspondientes. El 25 de junio el ejecutivo publica en el decreto PCM 019-2009, el cual tenía como objeto dejar sin efecto el emitido el 23 de marzo pasado, es decir se derogaba el impugnado por la justicia. Pero al mismo tiempo se publicaba el decreto PCM-020-200956, que ordenaba la realización misma de la consulta declarada previamente ilegal. Sin embargo esta vez Zelaya cambio en una hábil jugada el nombre ¨Consulta popular¨ por     ¨ encuesta¨ intentando justificar de ese modo al Instituto Nacional de Estadísticas como legal organizador. Sin embargo el nuevo decreto iba en la misma dirección que el publicado en marzo, y la justicia como vimos había advertido al presidente de que se abstenga de lanzar otro decreto que tuviera el mismo fin que el impugnado, claramente Zelaya no respeto el fallo judicial. El mismo día de publicado el nuevo intento del presidente de llevar adelante la consulta, el Tribunal Supremo Electoral, volvió a declarar ilegal la ahora denominada              ¨encuesta¨ y en colaboración con el fiscal general de la Nación, se ordeno el secuestro de todo el material que se iba a utilizar en la encuesta el próximo 28 de Junio57. El mismo fue puesto bajo custodia en una de las instalaciones de la fuerza área.
El enfrentamiento entre el poder Ejecutivo y el poder judicial iba en escalada. El mismo día en que la justicia secuestro el material de la consulta de la cuarta urna, Zelaya reunió a cientos de sus seguidores y ubicándose al frente marcharon hacia el predio de la fuerza aérea donde estaba depositadas las boletas y las urnas. Representando una especie de Pancho Villa moderno, rodeado y protegido por un ¨ejercito¨ popular, Zelaya irrumpió en la instalación militar, con el fin de robar dicho material para poder proseguir con la consulta. Este acontecimiento coloco a los militares en una complicadísima posición. Por un lado estaban frente a su comandante en jefe que le ordenaba dejarlo pasar para llevarse lo que la justicia había ordenado a la fuerza aérea custodiar. ¿Que debían hacer cumplir la orden judicial o obedecer al presidente? Finalmente aunque se vivieron momentos de tensión, el jefe de la unidad militar decidió permitir a Zelaya entrar para robar las urnas y las papeletas.
Previamente a este hecho, el presidente también se había enfrentado con las fuerzas armadas. Al dar la orden el 24 de junio al Jefe del Estado Mayor conjunto de custodiar las urnas a emplearse en la consulta el mismo se negó en virtud de las sentencias judiciales que la declaraban ilegal, no queriendo formar parte de un acto que la justicia ya había condenado. Zelaya respondió separando del cargo al Jede del Estado Mayor Conjunto, provocando que renunciaran en solidaridad el ministro de defensa.  No obstante la corte suprema anulo la medida presidencial y  dispuso la inmediata reincorporación en su cargo del funcionario desplazado.58
El presidente Hondureño continuaba haciendo oídos sordos a las disposiciones judiciales, y se disponía a realizar su tan ansiada consulta sobre la cuarta urna. Pero el desenlace dejaría truncado no solo este deseo, sino también su presidencia.  El 25 de junio el fiscal general Luis Alberto Rubí eleva un escrito a la Corte Suprema de Justicia requiriendo el allanamiento de la morada del presidente y su orden de captura, en virtud de haber incurrido en los penalidades tipificadas como  delito contra forma de gobierno, traición a la patria, abuso de autoridad y usurpación de funciones, en perjuicio de la administración pública y el estado de hondura¨.59
El fallo judicial también establecía que sean las fuerzas armadas y no la policía que respondía al Ejecutivo, quien realizaría la detención del presidente, ya que ¨... tiene la facultad de hacer que se cumplan los mandatos de la constitución¨.60  La corte suprema da lugar al pedido, y en la madrugada del domingo 28 de junio, día en que se iba a realizar la consulta, un grupo comando de la fuerzas armadas siguiendo las disposiciones judiciales realiza el allanamiento de la morada del presidente, y lo detiene. Sin embargo contrariamente a los establecido por la justicia que requería ponerlo a disposición de las autoridades correspondientes, los militares lo suben a un avión y lo trasladan a Costa Rica donde lo dejan en libertad. Esto último si configura violaciones legales importantísimas, como veremos luego.
El mismo 28 de junio el congreso Hondureño por medio de un decreto Legislativo, determina improbar la conducta del presidente Zelaya, y separarlo del cargo. En su lugar asume la presidencia de la república el Presidente del Congreso Michelleti, por el tiempo que falta para terminar el periodo constitucional que finaliza el 27 de enero de 2010.
¿Estamos frente un Golpe De Estado? o ¿Frente a una destitución legal? La comunidad internacional y un sinnúmero analistas políticos no dudaron ni por un instante de que se trataba de un golpe de Estado.  Sin embargo para establecerlo, debemos dividir la cuestión en tres aéreas diferenciadas:
1- El requerimiento judicial del Fiscal General de la Nación, que establecida los delitos que se le imputaban al Presidente Zelaya y pedía la orden de captura, elevado a la Corte Suprema de Justicia y aceptado por esta última.
2- El accionar  de las Fuerzas Armadas.
3-El accionar del Congreso hondureño.

1- El requerimiento judicial del Fiscal General de la Nación
Es importante hacer un quiebre en este punto, y tomarnos el tiempo necesario deteniéndonos para examinar las fundamentaciones del fallo, en los delitos que se le imputaban al Presidente Zelaya.
En primer lugar, en cuanto al delito contra la Forma de Gobierno, el fiscal general de la nación en su requerimiento a la Corte Suprema, fundamentaba que en virtud del artículo 328 numeral 3 del código penal que establece que ¨ delinquen contra la forma de gobierno quienes ejecutaren actos directamente encaminados a conseguir por la fuerza, o fuera de la vías legales, alguno de los fines siguientes: Despojar en todo o en parte el Congreso Nacional, al poder Ejecutivo o a la Corte Suprema de Justicia, de las prerrogativas y facultades que les atribuye la Constitución¨ . El presidente según el Fiscal había incurrido en ese delito ya que:
¨ se instituyen como mecanismos únicos de consulta a los ciudadanos el Referéndum y el Plebiscito, siendo el Congreso Nacional quien deberá de conocer de los mismos y discutir dichas peticiones, si las aprobara con el voto afirmativo de las dos terceras partes de la totalidad de sus miembros, aprobara un decreto que determinara los extremos de la consulta, ordenando al Tribunal Supremo electoral la convocatoria de la ciudadanía para el Referéndum y el Plebiscito, tal y como se lo establece en el artículo 5 de la Constitución de la República¨ 61
Por lo tanto el Presidente verdaderamente habría incurrido en este delito al saltarse toda legalidad vigente ya que había firmando no uno si no dos decretos presidenciales que ordenaban el llamado a la consulta por decisión del ejecutivo, cuando en realidad esa convocatoria debía aprobarla el Congreso, y por otro lado  instruían al Instituto Nacional de Estadísticas para que realizara la consulta cuando legalmente era el Tribunal Supremo Electoral la institución del Estado con potestad para ello.
En segundo lugar en relación al delito de Traición a la Patria, el fallo del Fiscal, dictaminaba en virtud del artículo 5 de la Constitución que reza:
La soberanía corresponde al pueblo del cual emanan todos los poderes del Estado que se ejercen por representación. La suplantación de la soberanía popular y la usurpación de los poderes constituidos se tipifican como delitos de traición a la Patria. La responsabilidad en estos casos es imprescriptible y podrá ser deducida de oficio o a petición de cualquier ciudadano.
Teniendo en cuenta esta clausura Constitucional, el fallo sentenciaba que:
¨En el caso concreto el Ciudadano Presidente de la República José Manuel Zelaya, suplanto la sobraría popular, la cual se ejerce en este País por representa con de conformidad a lo que  establece la norma constitucional, asimismo arrogándose facultades que nunca las tuvo en virtud de que las mismas son de competencia del Congreso Nacional, en virtud de que a través de la emisión de dos decretos ejecutivos convoco a la ciudadanía Hondureña a participar en una encuesta de opinión popular. De los expuesto anteriormente queda evidenciada la conducta contraria a derecho por parte del Ciudadano Presidente de la República, suplantando al Poder Legislativo a convocado a la Ciudadanía Hondureña a la encuesta de Opinión¨62
En tercer lugar, la acusación del Fiscal de  Abuso de Autoridad giraba en torno al caso omiso que hizo Zelaya a las resoluciones judiciales que prohibían realizar la consulta sobre la cuarta urna que pretendía. Fundamentado en virtud del artículo 349 numeral 1 del Código Penal que reza:
¨Sera Castigado con reclusión de 3 a 6 años e inhabilitación especial por doble de tiempo que dure la reclusión, el funcionario o empleado público que se niegue a dar el debido cumplimiento a órdenes, sentencias, providencias, acuerdos o decretos dictados por autoridades judiciales o administrativas dentro de los limites de sus respectivas competencias y con las formalidades legales¨.
El fallo del Fiscal dictaminaba que Zelaya:
¨ incurre en el tipo penal descrito en vista de que el Ciudadano Presidente de la República en flagrante omisión a los apercibimientos emanados a través de las comunicaciones libradas por el juzgado de lo Contencioso Administrativo, que de incumplir con las disposiciones contenidas relativas a la ejecución de la sentencia, será sancionado con lo establecido en el articulo 349 el código penal, apercibimiento que hizo caso omiso, ya que con pleno conocimiento y voluntad, procedió a realizar actos contrarios a la sentencia dictada¨.63
En cuarto y último lugar, el requerimiento de la Fiscalía contenía la acusación de Usurpación de Funciones, en conformidad con el artículo 345 del Código Penal, que establece sanciones al funcionario o empleado Público que usurpe funciones propias de otro cargo.  El fallo se basaba en que ¨El articulo 15 numeral 5 y 8 de la Ley electoral y de las Organizaciones Políticas señala: son atribuciones del Tribunal Supremo Electoral, 5- Organizar dirigir, administrar y vigilar los procesos electorales y consultas populares. 8. Convocar a elecciones, referéndums y plebiscitos. 64
Por otro lado la sentencia se apoya en el artículo 5 de la Constitución, ¨  ... en su quinto párrafo que establece: ¨ corresponde únicamente al Tribunal Supremo Electoral, convocar, organizar y dirigir consultas a los ciudadanos.65
En este sentido Zelaya habría incurrido en este delito, ya que mediante los decretos ejecutivos ordeno la convocatoria por su propia cuenta, cuando correspondía al Tribunal Supremo Electoral hacerlo, y estableció que el Instituto Nacional de Estadísticas, sea quien organice y dirija la consulta, en lugar del Tribunal Supremo Electoral único autorizado por la Constitución y la ley electoral para realizar esta acción.
El requerimiento del fiscal fue elevado a la corte suprema el 25 de junio de 2009 ya que como se establece en la Constitución, la misma tiene la facultad de juzgar a los altos funcionarios del Estado, pero lo hacen según las reglas del Código Procesal Penal, a través de un juicio con 4 miembros de la Corte. Es necesario aclarar que el Congreso Hondureño aprobó en 2004 retirar la inmunidad constitucional a todos los funcionarios de Estado, incluyendo al Presidente de la República, por ello Zelaya no disponía de fueros que impidieran su detención y juzgamiento aun siendo presidente.
El requerimiento del fiscal fue aceptado por la Corte Suprema por unanimidad de votos de sus miembros y libro una orden de captura el 26 de junio para Zelaya a ejecutarse por las Fuerzas Armadas, como lo pedía el Fiscal. La orden fue librada al Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.66
El juicio que debía llevarle adelante la Corte Suprema a Zelaya nunca sucedió, porque como es de público conocimiento los militares luego de detenerlo (y hasta aquí iba la orden judicial) lo expatriaron, liberándolo en Costa Rica. En este sentido es necesario separar la actuación de la justicia que fue totalmente legal, de aquello que los militares realizaron e impidieron el normal juzgamiento de los delitos imputados al presidente.
Es por ello, que ha sido enormemente criticada la disposición del requerimiento fiscal, que pedía que la captura del presidente, fuera ejecutada por las fuerzas armadas y no por la policía, pedido que fue reafirmado por la orden librada por la Corte Suprema
La fundamentación del fiscal giraba en torno a que las fuerzas policiales en medio del elevado conflicto de intereses entre instituciones, se encontraba bajo absoluto control y respondía totalmente al presidente y se negaría a ejecutar la orden de allanamiento y captura. No obstante que las Fuerzas Armadas ejecutaran la orden de captura estaba amparado en la propia Constitución. Veamos los artículos Constitucionales que amparan esta decisión:
ARTICULO 375.- Esta Constitución no pierde su vigencia ni deja de cumplirse por acto de fuerza o cuando fuere supuestamente derogada o modificada por cualquier otro medio y procedimiento distintos del que ella mismo dispone. En estos casos, todo ciudadano investido o no de autoridad, tiene el deber de colaborar en el mantenimiento o restablecimiento de su afectiva vigencia.
RTICULO 272.- Las Fuerzas Armadas de Honduras, son una Institución Nacional de carácter permanente, esencialmente profesional, apolítica, obediente y no deliberante.  Se constituyen para defender la integridad territorial y la soberanía de la República, mantener la paz, el orden público y el imperio de la Constitución, los principios de libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.  Cooperarán con la Policía Nacional en la Conservación del orden público.
Por lo tanto, frente a todas las violaciones constitucionales de parte del Presidente Zelaya, fundamentadas en el requerimiento del fiscal general, en el artículo 375 se establece que todo ciudadano investido de autoridad o no, y esto incluye a las fuerzas armadas tiene el deber de colaborar en el restablecimiento del cauce constitucional. En el mismo sentido va el artículo 272, ya que las fuerzas armadas se les otorga entre otras tareas la de mantener el imperio de la Constitución. Otra cuestión completamente diferente fue la indebida ejecución de la orden judicial por parte de las fuerzas armadas que se extralimitaron y actuaran fuera de los términos establecidos por la orden de la Corte Suprema y contrariamente a la Constitución como veremos luego. Es por ello que hemos remarcado la necesidad de dividir y diferenciar por apartados las actuaciones de la justicia, las fuerzas armadas, y el Congreso Nacional.
Finalmente cabe entonces, concluir que el accionar del Fiscal General y de la Corte Suprema fue conforme a derecho. Que el requerimiento de captura en virtud de los delitos que se la imputaban al presidente Manuel Zelaya, presentando a la Corte suprema por el Fiscal general de la Nación, estaba fuertemente fundamentado y su solidez era indiscutible. En este sentido es elogiable el modo en que actuó el Fiscal General y la valentía de la Corte Suprema dando lugar al pedido de captura. Esto constituye un verdadero precedente de cómo pueden funcionar los mecanismos establecidos, cuando un presidente pretende saltearse la legalidad vigente bypaseando la institucionalidad democrática, pretendiendo fundamentar su accionar apelando a los supuestos deseos de un pueblo que habla a través de la su persona.

El accionar de las fuerzas armadas
Cuando sucedieron los hechos en Honduras, muchos hablaron de un golpe militar. Sin embargo este ultimo planteamiento hay tomarlo con cuidado, aun cuando como veremos sea cierto. El problema es que los militares no deliberaron por su cuenta, y procedieron a la remoción del presidente Zelaya de su puesto, como había sucedido tantas veces en la historia hondureña. La decisión de librar orden de captura al Presidente fue tomada por la Corte Suprema a requerimiento del Fiscal General de la Nación, Corte que instruyeron a las Fuerzas Armadas para que llevara adelante la captura, ya que la policía respondía al ejecutivo y se negaría a cumplir la orden. Sin embargo, luego actuaron por su cuenta extralimitándose e incurriendo en una violación constitucional ya en lugar de entregarlo a las autoridades, lo expatriaron. Tampoco se instauro un gobierno militar, ni tan siquiera hubo un solo uniformado en el gobierno, el poder siguió en manos civiles, ejercido por el hasta entonces presidente el Congreso, como lo indicaba la ¨sucesión¨ presidencial, al estar vacante la vicepresidencia ya que había renunciado previamente quien ostentaba dicho cargo, aunque veremos que esto también fue completamente ilegitimito.
Es evidente que las Fuerzas Armadas si bien no actuaron por iniciativa propia sino que lo hicieron en virtud de una orden judicial, si innovaron por su cuenta actuando fuera de los limites de dicha orden. De esta manera generaron dos consecuencias.
En primer término al capturar al Presidente y en lugar de entregarlo a las autoridades, lo subirlo a un avión y  liberarlo en Costa Rica, violaron abiertamente la Constitución ya que el artículo 102 establece que:
¨Ningún hondureño podrá ser expatriado ni entregado por las autoridades a un Estado extranjero¨
En segundo lugar al actuar de esta manera, las Fuerzas Armadas truncaron la posibilidad de ejecutar el juicio que correspondía realizar a la Corte Suprema contra el Presidente Zelaya en virtud de los delitos que se le imputaban. Esto representaría un cuadro completamente diferente, ya que el Presidente recordemos que no disponía de fueros podría haber sido detenido y entregado a la justicia. Esto hubiera dejado ¨vacante¨ la presidencia, ya que Manuel Zelaya se hubiera encontrado bajo prisión a la espera de ser juzgado. Y frente a esto el Congreso Nacional no incurriría en ilegalidades que como luego veremos que incurrió mediante la adopción del decreto legislativo que ¨separa del cargo al presidente, facultad que no poseía el congreso.
La Constitución establece en su artículo 242 que existen dos casos en donde cabe sustituir ( ya sea por el vicepresidente, presidente el congreso, presidente corte suprema, según la línea ¨sucesoria¨) al presidente de la nación; en ausencias temporales y en ausencias absolutas. Las ausencias temporales implican; viajes del Presidente al exterior, licencia por un tiempo determinado, y la suspensión del ejercicio del cargo derivada de una decisión judicial. Esta última hubiese sido el caso de Zelaya, es decir la suspensión que se produce cuando el juez decreta presión al presidente por los delitos que se le imputan. Es una suspensión temporal debido a que el Presidente se encuentra privado de su libertad, pero a la espera del juicio que dicte su culpabilidad o inocencia. Si es declaro inocente el presidente podrá volver al cargo. En el caso de declararlo culpable el presidente no puede obviamente retornar a su cargo y esto es lo que se llama ausencia absoluta.
Sin embargo todo este cuadro de situación no llego a darse en absoluto, debido a que el presidente fue expatriado por las Fuerzas Armadas quienes se extralimitaros abiertamente de los contenidos de la orden judicial de la Corte Suprema. Si esto no sucedía, hubiéramos estado frente al cuadro descripto anteriormente, que implicaba un procedimiento profundamente transparente basado en la más absoluta legalidad, y un ejemplo de que la justicia está viva en Latinoamérica y puede actuar contra los Presidentes que se colocan al margen de la constitución. Por otro lado el congreso hubiese procedido legalmente a su ¨sustitución tal cual como establecía la constitución, como hemos aclarado recientemente. Pero el accionar militar, convirtió en turbio un proceso que podía haber sido más que cristalino.
¿Como justificaron las Fuerzas Armadas la expatriación del presidente? Lo hicieron mediante un recurso bastante dudoso. Como hemos mencionado, alegaron que si se detenía al presidente y se lo entregaba a las autoridades  para su juzgamiento correspondiente como disponía la orden judicial, sería inevitable un baño de sangre en el país, ya que la situación era extremadamente polarizada, y los seguidores de Zelaya podrían haber cometido actos de violencia para liberar a su líder del cautiverio. Esta fundamentación se sustenta según la Fuerzas Armadas en el propio código penal, bajo la denominación de ¨estado de necesidad¨, que implica que ante una causa justificable queda exonerado de responsabilidad penal quien:
¨... haya cometido un hecho obligado por la necesidad de salvarse o de salvar a otros de un peligro no causado por el voluntariamente ni evitable de otra manera, siempre que el hecho sea proporcionado al peligro¨. 67 Al mismo tiempo establece que ¨ no puede alegar estado de necesidad quien tenía el deber de afrontar el peligro¨. 68
Sin embargo el problema es que ¨el peligro que se pretende evitar sea real, inminente, inmediato e inevitable. La situación de peligro, entonces, debe ser actual; no futura, posible, ni probable. Tampoco podrá alegarse estado de necesidad cuando el peligro pueda evitarse o cuando pueda eludirse por otros medios que no causen perjuicio a terceros¨.69
Al mismo tiempo ¨no puede alegar el estado de necesidad quien tenía el deber de afrontar el peligro. Ningún agente público cuya función es enfrentar el peligro continuamente, como es el caso de la policía, los bomberos, los militares y otros similares, puede invocar a su favor esa causa de justificación¨70
Por la tanto como vemos, la justificación realizada por las Fuerzas Armadas falla en varios sentidos. En virtud de ello es innegable que los militares violaron la constitución al expatriar al presidente, no cumpliendo con la orden de la Corte Suprema de entregarlo a las autoridades correspondiente para su juzgamiento, acción que esfumo la posibilidad de continuar el curso judicial completamente conforme a derecho, iniciado contra el presidente.

El accionar del Congreso
El Congreso Nacional de Honduras, tenía un problema de base. En el caso de Honduras como en todo sistema presidencialista, tanto el presidente como el Congreso, detentan mandatos fijos. El origen de ambos y su supervivencia no están en relación de dependencia mutua. En el caso de Parlamentarismo ingles por ejemplo, el primer ministro tiene origen y es elegido por el parlamento. Este último puede en cualquier momento imponer un voto de censura y destituir al primer ministro, aunque esto implica un suicidio del parlamento, ya que debe convocarse a nuevas elecciones parlamentarias si se aplica estos mecanismos. Al mismo tiempo el primer ministro también puede disolver el parlamento, pero debe llamar a elecciones parlamentarias de inmediato de manera que también implica la pérdida de su cargo.
Sin embargo en algunos sistemas presidencialistas se ha introducido  la figura del juicio político o impeachment para casos excepcionales, mediante el cual el Congreso puede destituir al Presidente en una votación con requerimiento de mayorías extraordinarias, que  generalmente implica dos tercios de los votos. Este fue el caso de Richard Nixon, el presidente del más país más poderoso de la tierra fue destituido frente al escándalo del Watergate. En Latinoamérica también disponemos de varios ejemplos, como los del presidente de Brasil Fernando Collor de Mello en 1992, el presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez en 1993, el presidente de Ecuador Abdalá Bucaram, y el presidente de Paraguay Raúl Cubas Grau a quien se le inicio juicio político en 1999 y renuncio antes que el mismo prosperara.
El problema en el caso Hondureño es que la Constitución no contempla la figura del juicio político, por lo tanto la posibilidad de que el Congreso destituya al presidente es nula. A pesar de la inexistencia de estos mecanismos como veremos el parlamento decidió ¨separar del cargo¨ al presidente Zelaya.
El 26 de junio, el Congreso habilito una comisión especial encargada de investigar el accionar del presidente Zelaya, en virtud de incurrir en “reiteradas violaciones” de la Constitución, otras leyes y sentencias judiciales.71 La comisión estableció que el presidente incumplió o desconoció mandatos de la justicia ordinaria y electoral, el Congreso Nacional, el Ministerio Público la Procuraduría General y otros órganos del Estado, que habían declarado ilegal la consulta sobre la cuarta urna.
El mismo 28 de Junio de 2009 cuando el presidente Zelaya ya había sido expatriado por la Fuerzas armadas y liberado en Costa Rica, lo cual implico una extralimitaron de la orden impartida por la Corte Suprema, el dictamen de la comisión especial fue aprobado en el pleno del congreso. El Congreso entonces, continuo sesionando y aprobó por unanimidad      (esto incluía a el propio oficialismo del partido liberal) el decreto legislativo No.141-2009, que separaba el cargo al presidente, el cual analizaremos en breve.
Sin embargo previo a probar el dictamen de la comisión, y posteriormente el decreto legislativo que destituía al presidente, el Congreso acepto una supuesta carta de renuncia firmada por Manuel Zelaya, el 25 de Junio72. Esto constituye un hecho desconcertante ya que si previamente se había aceptado la renuncia, ¿Qué necesidad existía de destitución, facultad que no tenía el parlamento como hemos observado? Mientras era leída en la cámara, el propio Zelaya desde Costa Rica desmentía haber renunciado a su cargo, y denunciaba la falsificación del documento. La autenticidad o falsedad de la carta nunca fue establecida. Si el Congreso la falsifico, es un hecho gravísimo. Si la carta era legitima, la pregunta es como llego a manos del parlamento. El proceso, como vemos está plagado de irregularidades, y desatinos  inexplicables por parte del Congreso.
No obstante haber aceptado la supuesta renuncia de presidente, en cuyo caso era innecesario la ¨destitución ilegal¨ que se realizo, ya que la Presidencia quedaba automáticamente vacante con la renuncia, el Congreso aprobó  el decreto legislativo No.141-2009 que establecía:

ARTICULO 1. El Congreso Nacional en aplicación de los artículos 1, 2, 3, 4, 5, 40, numeral 4), 205, numeral 20, y 218, numeral 3, 242, 321, 322 y 323 de la Constitución de la

1) Improbar la conducta del Presidente de la República, ciudadano JOSE MANUEL ZELAYA ROSALES, por las reiteradas violaciones a la Constitución de la República y las leyes y la inobservancia de las resoluciones y sentencias de los órganos jurisdiccionales; y,

2) Separar al ciudadano JOSE MANUEL ZELAYA ROSALES, del cargo de Presidente Constitucional de la República de Honduras

ARTICULO 2. Promover constitucionalmente al ciudadano ROBERTO MICHELETI BAIN, actual Presidente del Congreso Nacional, al cargo de Presidente Constitucional de la República, por el tiempo que falte para terminara el período constitucional y que culmina el 27 de enero del año 2010.

ARTICULO 3. El presente decreto entrará en vigencia a partir de su aprobación de los dos tercios de votos de los miembros que conforman el Congreso Nacional y en consecuencia es de ejecución inmediata.
73
El decreto legislativo está plagado de irregularidades, violatorias incluso de propia constitución que se pretendía defender.
En primer lugar como hemos señalado anteriormente, el Congreso no tiene la potestad de destituir del cargo al presidente, ni tampoco de ¨separar al ciudadano del cargo de Presidente¨74 como reza el articulado, aprobado por los parlamentarios. Al no existir la figura del juicio político, este procedimiento aplicado carece totalmente de legalidad constitucional.
En segundo lugar el decreto legislativo incluye ¨¨improbar la conducta del Presidente de la República¨75. Esta es una facultad otorgada Constitucionalmente  al Congreso en el articulo 205 numeral 20. En el cual se incluye la posibilidad de ¨ Aprobar o  improbar la conducta administrativa del Poder Ejecutivo¨ así como de casi todas las otras instituciones como por ejemplo el Poder Judicial, El TSE y la Procedería general de la nación. Los diputados Hondureños intentaron mediante la improbacion de la conducta del Presidente, usarlo como sustituto y equiparar estos mecanismos con el ausente juicio político del que disponían constitucionalmente realizar. Intento este, que también iba en dirección de aplicar una especie de voto de censura característico del parlamentarismo Ingles. Pero esta posibilidad era nula en Honduras por los motivos que hemos descripto.
La improbación no implica separar del cargo bajo ninguna circunstancia. Significa  demostrar simbólicamente la disconformidad con la conducta administrativa, como una especie de mecanismo de presión política del Congreso. Por otro lado esta medida puede ser aplicada sobre el órgano, y no sobre la cabeza el órgano. Es decir en el caso del poder ejecutivo no puede improbarse la conducta en particular del Presidente Manuel Zelaya.
Además la posibilidad de improbación se refiere a conductas administrativas, es decir a actos de gobierno de carácter político. El decreto Legislativo justificaba la improbación ¨ por las reiteradas violaciones a la Constitución de la República y las leyes y la inobservancia de las resoluciones y sentencias de los órganos jurisdiccionales¨.77 Esto va mucho más lejos que las conductas administrativas que podía improbar el Congreso, e que implican violaciones a la legalidad. Por la tanto no es el Parlamento a quien corresponde juzgarlas, sino es a las autoridades correspondientes es decir el Poder Judicial. En el caso del Presidente el juicio correspondía ejecutarlo a la Corte Suprema, aunque como vimos el mismo nunca llego a realizarse porque el presidente fue expatriado por las fuerzas armadas. Por lo tanto el congreso, se apropio el poder de juzgar que el Presidente había incurrido en esas violaciones, lo que puede ser tipificado claramente como usurpación de funciones, delito del que también paradójicamente se le acusaba al Presidente Zelaya.
En tercer lugar, el decreto sentenciaba ¨ Promover constitucionalmente al ciudadano ROBERTO MICHELETI BAIN, actual Presidente del Congreso Nacional, al cargo de Presidente Constitucional de la República¨.77 En este caso correspondía a esta autoridad, en virtud de que el vicepresidente había renunciado y dicho cargo estaba vacante.
Sin embargo, la denominación promover es ignorada en el texto constitucional. La promoción está vinculada con aquellos cargos que tienen posibilidad de ascenso mediante carrera. Sin embargo obviamente este no es el caso de la presidencia de la república a la que no se llega de esta forma. Por lo tanto promover al cargo de presidente no está contemplado en la carta magna y es anticonstitucional. Tampoco implico una sucesión presidencial, porque la constitución tampoco incluye ese término.
El texto supremo establece que cuando queda vacante el cargo de Presidente de la República en ausencias temporales (viajes al exterior, licencias, o prisión a la espera del juicio) lo que ocurre en una sustitución del presidente por quien corresponda. En casos de ausencias temporales como en ausencias absolutas (muerte, renuncia o inhabilitación por una sentencia judicial firme con pena de prisión) casos que implica la interrupción definitiva del mandado antes de que finalice el periodo constitucional por el cual fue elegido, y en virtud de ello debe asumir el cargo otro funcionario, lo que se da es también una sustitución del presidente.
El problema es que en el caso del Presidente Manuel Zelaya, no se daba ninguno de estos escenarios. Fundamentarlo en las ausencias temporales era improcedente, y no podía a realizarse. El presidente no estaba de viaje (aun cuando estuviera fuera del país, expatriado por las fuerzas armadas), tampoco tenía licencia, ni estaba bajo prisión preventiva a la espera de su juzgamiento, hecho este ultimo que se hubiera dado si los militares no lo expatriaban. Tampoco desde luego podía alegarse ausencia absoluta. El presidente no había muerto, ni se le había dictado sentencia, juicio de por medio que implicara reclusión. Sin embargo es inexplicable porque no se basaron en la supuesta renuncia que el presidente había presentado y el congreso aceptado, que aunque se estima era falsificada se la tomo como legitima.
En este caso se presenta la misma incongruencia que mencionamos previamente es decir que era innecesario indicar en el decreto legislativo que se separaba del cargo al presidente, además de que esto era violatorio de la constitución. ¿Si había renunciado, que necesidad había entonces de separarlo del cargo? ¿Y entonces porque no se indico la sustitución del presidente frente a la ausencia absoluta que implicaba la renuncia?
Como vemos el accionar del Congreso Nacional estuvo plagado de violaciones a la Constitución, irregularidades, incongruencias y contradicciones y hasta posiblemente la falsificación gravísima de la carta de renuncia del Presidente Zelaya. En parte esta situación se dio debido a que el Presidente en lugar de ser  detenido y entregado a las autoridades para realizarle el juicio correspondiente, como pedía el Fiscal General y como autorizo la Corte Suprema, fue expatriado por los militares. Accionar que trunco la posibilidad de que el presidente estuviera bajo presión preventiva a la espera de su juzgamiento por los delitos que se le imputaban. De ser así el congreso podría haber procedido a la sustitución momentánea del presidente por esta ausencia temporal. De ser declarado culpable por la Corte Suprema en dicho juicio y sentenciado a presión, hubiera correspondido entonces la sustitución definitiva del Presidente, frente a lo que significaría una ausencia absoluta. Por otro lado, el Congreso se encontró con Zelaya expatriado, y erróneamente decidió de alguna manera ¨legalizar¨  la salida del poder del Presidente. El problema es como observamos, que se hizo de una forma totalmente incongruente e inconstitucional. Y en verdad necesariamente iba a constituir una ilegalidad ya que el parlamento no tenía la facultad de destituir al presidente. Pero además han existido desatinos inmensos e inexplicables, como la mencionada carta de supuesta renuncia del Presidente aceptada por el Congreso, si fue acogida como verdadera no se comprende porque existía entonces la necesidad separarlo del cargo, cuando ya había renunciado.  Los hechos realizados por el Congreso Nacional, vinieron a continuar con la línea ilegal iniciada por las fuerzas armadas cuando expatriaron a Zelaya. Ambos modus operandi obstruyeron y desbarataron el proceso iniciado por el Fiscal General, y la Corte Suprema que de seguirse al pie de la letra hubiera significado un ejemplar accionar de la justicia frente a un Presidente que con toda impunidad se había colocado al margen de la Constitución. Un completo y gravísimo error en todos los sentidos.

Conclusiones:
Tres golpes, y un knock-out a la DEMOCRACIA
En razón del análisis de la crisis acontecida en Honduras en 2009, es necesario determinar que nuestra hipótesis ¨El intento de importación y aplicación del modelo de populismo de izquierda de ruptura constitucional, y refundacional por parte de Manuel Zelaya en Honduras, habría chocado contra un novedoso mecanismo hibrido entre la destitución legal y el golpe de estado¨ es en su primera parte verdadera, y en su última falsa. Es decir verdaderamente como hemos comprobado a lo largo del presente escrito Zelaya intento importar el modelo de populismo de izquierda de ruptura constitucional y refundacional, modelo inaugurado por Hugo Chávez en 1999. Sin embargo lo que evito finalmente la ruptura Constitucional no fue un mecanismo hibrido entre la destitución legal y el golpe de estado que termino con la presidencia de Zelaya y con sus intenciones, y aquí tenemos la parte falsa de la hipótesis planteada. Ha sido un golpe de estado, cometido en primer lugar por las Fuerzas Armadas, y luego revalidado por el Congreso Nacional. Sin embargo es necesario realizar en el transcurso de este cierre de nuestro escrito, varias consideraciones que permitirán comprende porque finalmente hemos establecido que han existido tres golpes de estado en Honduras.

El primer Golpe.
Cuando el domingo 28 de junio de 2009, sucedieron los acontecimientos que terminaron abruptamente con la Presidencia de Manuel Zelaya, la comunidad Latinoamericana broto en cólera y las condenas no tardaron en llegar desde todas partes del globo. La OEA condeno firmemente el golpe de Estado contra el presidente Hondureño ya que sentenciaba que ¨... se produjo el derrocamiento del Presidente democráticamente electo y la ruptura del orden democrático y constitucional¨ ¨78 .E inmediatamente  ¨... hizo un llamado urgente a que se restaure el orden democrático¨, se respeten los derechos humanos, el Estado de Derecho y la Carta Democrática Interamericana¨.79 Y esto en virtud de que la mencionada carta establece que ¨... cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas.¨80. La comunidad Latinoamericana con Hugo Chávez a la cabeza, actuando paradójicamente como una especie de ¨paladín de la democracia¨, condeno entonces el golpe de Estado y clamo por las restitución del Presidente Zelaya a su cargo, pero omitió por completo el golpe de Zelaya.
La pregunta es ¿ Donde estaba y que hacia la OEA, cuando Zelaya llamaba a una consulta popular ilegal,  cuando hacia oídos sordos a las sentencias judiciales que le impedían realizar la consulta sobre la cuarta urna cometiendo abuso de autoridad, cuando usurpaba funciones y competencias que no le correspondían al él sino al congreso nacional, cuando ignoraba las condenas del Tribunal Supremo electoral único órgano facultado para convocar y organizar consultas y referéndums previa aprobación del congreso nacional, cuando irrumpió junto con una turba de seguidos en las instalaciones de la Fuerza Aérea y robo todo el material confiscado por la justicia que se iba a utilizar en la consulta, cuando intentaba convocar a una asamblea nacional constituyente no contemplada en la carta magna, cuando no respetaba los mecanismo previstos en la constitución para realizar la reformas, cuando intentaba modificar artículos pétreos de la misma, cuando destituyo al Jefe del Estado Mayor Conjunto, sin las justificaciones necesarias del caso? ¿Es que acaso todo esto no constituye una ruptura del orden democrático y constitucional, ni una alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio, como establece la OEA para el  caso del golpe contra Zelaya?
La respuesta a este interrogante es un SI rotundo. El primer golpe realizado en Honduras fue por parte del Presidente Zelaya, quien violo la Constitución, desconoció a un poder del estado como el judicial, y usurpó funciones exclusivas del restante poder del Estado, es decir el Legislativo. Sin embargo no fue un golpe cualquiera, sino un golpe desde el Estado. Un golpe desde poder ejecutivo, que se vale de su legitimidad de origen, que posee en virtud de que Zelaya no tomo el gobierno a la fuerza, sino que llega al poder por la vía electiva democrática, pero que amparado en esa legitimidad originaria, golpea progresivamente e incluso lentamente pero al mismo tiempo sistemáticamente todo el entramado institucional democrático e intenta reducir al máximo los mecanismos de control hacia el poder ejecutivo, lo que le permite acumular un poder inusitado. Este esquema, no implica por lo tanto un golpe de estado que toma por la fuerza el poder un día determinado, cierra el congreso, suspende el Estado de Derecho, e implanta una dictadura manifiesta e innegable. Sino que por el contrario implica desmantelar escalonadamente el verdadero imperio de la democracia desde el centro mismo de un sistema democrático, respetando formalmente los requerimientos mínimos para ser considerado una democracia como la realización de elecciones, pero incorporando cada vez más elementos autoritarios, concentrando en forma creciente un mayor poder en torno a la cabeza del ejecutivo, ejercido por un Presidente populista que apela a su legitimación electoral, y a su autoproclamación de encarnación y voz del pueblo, con el que pretende entablar una relación directa, en donde ese pueblo no necesita entonces mas representantes que su líder. La mediación de otras instituciones es entonces como mencionamos en las primeras secciones de este escrito un obstáculo que imposibilita o limita la posibilidad de esa relación directa líder-pueblo, mediación institucional que se intenta desguazar y aniquilar para hacer posible dicha relación.
La crisis en Honduras a desnudado que la comunidad Latinoamérica no condena ni  hace absolutamente nada frente a los golpes progresivos, escalonados y acumulativos que se realizan desde el estado provenientes de la cabeza del poder ejecutivo. Pero ¿Acaso un presidente posee mayores prerrogativas que por ejemplo un Congreso, para violar la constitución, usurpar funciones de otros poderes del Estado, desobedecer sentencias de la justicia? Bueno la respuesta parecería ser que si, según el accionar de la comunidad latinoamericana. Pero la respuesta real es claramente que no. Tal vez entonces si la mayoría de los países de Latinoamérica siguen legitimando tácitamente con su silencio que los presidentes sean impunes frente a todo, deberían entonces legitimar este desbalance por escrito modificando sus constituciones, y estableciendo que los presidentes  pueden gobernar por encima de las constituciones, por encima del Poder Legislativo, y por encima del Poder Judicial, y por encima de todo el entramado institucional democrático en general, mientras mantengan elecciones periódicas. Aunque no es esperable que lo hagan, porque es más rentable hablar en público de la profundización democrática en Latinoamérica, y callar su desmantelamiento a manos de ellos mismos.



El segundo golpe
Si bien hemos establecido que el primer golpe lo dio el propio Presidente Zelaya, por lo motivos que ya establecimos, esto no significa en lo absoluto que su salida del poder no fue también un golpe de Estado. El proceso que se inicio frente a todas las violaciones constitucionales en las que incurría Zelaya, como hemos establecido fue completamente legal. El requerimiento del Fiscal General de la Nación, y el pedido de captura elevada a la Corte Suprema y aprobada por la misma no implicaban bajo ningún punto de vista un golpe de estado. Es más con esto se estaba frenando el golpe desde el estado que significa las acciones del presidente. El accionar de la justicia implicaba la activación de un mecanismo perfectamente apegado a la constitución, por eso no que no incluimos al accionar judicial como un golpe. El problema es que lo que podía haber seguido su curso legal termino desfigurando en un golpe de estado a manos de las Fuerzas Armas. Curso legal que implicaba la detención del presidente y su juzgamiento por la Corte Suprema en base a los delitos que se le imputaban con la posibilidad de que si era condenado esto representaría una ausencia absoluta y el Congreso nacional podría haber procedido a su sustitución frente a la misma, tal cual establece la carta magna.
Las fuerzas armadas terminaron realizando un golpe de Estado, al expatriar al presidente en lugar de entregarlo a la justicia como se establecía en las órdenes judiciales. Con lo cual violaron el artículo constitucional, y se arrojaron un poder que no les correspondía, además de truncar el juicio contra Zelaya. Está claro que no se puede subir a un avión al hasta ese momento presidente de la república y expatriarlo. Aun cuando el propio Zelaya estuviera realizando un golpe desde el estado, lo que realizaron las Fuerzas Armadas claramente es un golpe de estado. No obstante no se instauro un gobierno militar, ni tan siquiera hubo un solo militar en el poder, el mismo continuo en manos civiles. Por la tanto podemos calificar el golpe de estado realizado por los militares como un golpe táctico, que con la velocidad de un rayo fulmino la presidencia de Zelaya,  sin tomar ni por  un segundo el poder político en sus manos.
Sin embargo como vemos, la secuencia que termina con la salida del poder de Zelaya, en su inicio (judicial) no puede ser visualizada como un golpe de estado sino que se convirtió en un golpe de estado, por el accionar de los militares, además del congreso pero no de la justicia.

El tercer golpe
El tercer golpe al igual que aquel que estaba realizando el presidente Zelaya desde el Ejecutivo, también fue dado desde otro poder del Estado en este caso el Legislativo. Por eso también constituye un golpe desde el Estado, en este caso de características diferentes por ser más abrupto y evidente pero no por eso más ni menos grave que el escalonadamente realizaba el presidente.
El golpe que realiza el poder legislativo hacia el presidente es en virtud de que como hemos analizado a lo largo del escrito, el  Congreso Nacional no poseía ninguna facultad para destituir al presidente ni para ¨separarlo del cargo¨ como se establecía en el famoso decreto legislativo. Por lo tanto todo el accionar del Congreso evidenciado en ese decreto legislativo no es más que otro golpe desde el Estado plasmado por escrito. Establecimos además que lo único que estaba facultado para hacer el congreso en el caso de que el presidente fuera detenido como debería haber sido, era proceder a su sustitución en primera instancia frente a la ausencia temporal que implicaba la presión a la espera del juicio correspondiente, y en segunda instancia si era procesado y condenado cabía aplicar la sustitución definitiva frente a esa ausencia absoluta del presidente.
Es entonces que el accionar del Congreso y el de las fuerzas armadas, implicaron un claro golpe de Estado por parte de las fuerzas armadas, y un golpe desde el estado por parte del Congreso contra el presidente. Es por ello que nuestra hipótesis que hablaba de que  un mecanismo hibrido entre la destitución legal y el golpe de estado, término con mandato del presidente Hondureño, es falseada. No existió tal mecanismo hibrido, porque ninguna destitución era posible. Solo cabía la sustitución del presidente frente a la inhabilitación judicial después de realizado el juicio donde podía ser declarado culpable. Este era el único mecanismo que hubiera sido legal y distinto a un golpe. Pero el proceso termino derivando en dos claros golpes contra Zelaya.

El knock-out a la DEMOCRACIA
Utilizando una metáfora pugilística podríamos decir que si el golpe de Zelaya dejo a  la democracia Hondureña contra las cuerdas, el de las Fuerzas Armadas, y el Congreso Nacional la arrojaron definitivamente contra la lona. Todo el proceso de la crisis Hondureña ha venido a hacernos recordar que la democracia no es una conquista a perpetuidad, y que existen una diversidad de modalidades mediante la cual la misma puede ser atacada, ya sea desde adentro mismo por los poderes del estado o desde afuera como en un golpe militar. No basta con celebrar elecciones medianamente limpias para ser democrático. Hay que también gobernar democráticamente y sujeto a derecho. El triunfo de la democracia implica el reinado de la democracia de las instituciones y no el de la institucionalidad a la carta de los personalismos por el que abogan todos los nuevos líderes populistas de izquierda del siglo XXI. La crisis en Honduras también desnuda las situaciones extremas y  las polarizaciones a  las que pueden llevar estos nuevos populismos, en donde existe la posibilidad de un espiral ascendente de ilegalidad, en el que ingresan todos los poderes e instituciones del Estado como respuesta al avance incontrolable de los líderes populistas que concentran un enorme poder, y avasallan constituciones, leyes, poderes del Estado y todo el entramado institucional general.
Sin embargo lo peor que puede hacerse para frenar los atropellos a la democracia por parte de estos líderes populistas, es contraponer más atropellos a la misma. El caso Hondureño ha mostrado a un presidente que se había colocado al margen de la constitución y de la legalidad, realizando un golpe desde el estado, y a unas Fuerzas Armadas y un Congreso que justifican sus innegables golpes y derrocamiento a Zelaya, en virtud de querer defender la democracia y la Constitución de los ataques de Zelaya. Pero esto no ha logrado más que otorgar la posibilidad de victimización al derrocado presidente, oportunidad que ¨Mel¨ ha sabido aprovechar y capitalizar muy bien, permitiendo que su golpe desde el estado quede en el olvido, o cuanto menos opacado. Desde su salida del poder ha deambulado por el mundo hablando en nombre de la democracia. Al igual que lo han hecho las Fuerzas Armadas, el Congreso Hondureño y el nuevo Presidente de la república Michelletti. Sin embargo todos distan mucho de hacerle honor al sistema democrático. Zelaya, las Fuerzas Armadas y el Congreso Nacional, han dilapidado la democracia Hondureña. Por atropellos, por errores, por improvisación y por intereses, todos ellos han dejado a la democracia hondureña en Knock-out.

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-Expediente Judicial Manuel Zelaya, Justicia de Honduras. Disponible en internet en: Enlace
-Honduras: Derechos Humanos y golpe de Estado. (2009) Comisión interamericana de derechos humanos, OEA.  Disponible en internet en: Enlace

1 Facultad de Cs. Sociales. Carrera de Ciencia Política (UBA)

2 Véase: Susanne Graitus. La "tercera ola populista" de América Latina¨. p.45

3 Ignacio Walker. Democracia y populismo en América Latina. Disponible en: Enlace

4 Flavia Freidenberg. El Flautista de Hammelin: Liderazgo y populismo en la democracia ecuatoriana. p.4.

5 Jesús Reyes Govantes. El Populismo. Disponible en: Enlace

6   Ignacio Walker. Democratización en América Latina. Disponible en: Enlace

7   Marcos Aguinis. Radiografía descarnada del populismo. Disponible en: Enlace

8 Véase: Ignacio Walker. Op.cit.

9 Marcos Aguinis. Perón: el arquetipo/Patético populismo. Disponible en Enlace

10 Datos extraídos del texto ¨Pobreza y desigualdad en América Latina¨ de autoría de  Jeffrey Puryear y Mariellen Malloy Jewers quien utilizaron como fuentes  estadísticas informes desarrollados CEPAL y el Banco Mundial. Véase en: Enlace

11 Véase: Guillermo O Donnell. ¨Otra institucionalización¨ en Agora. Cuadernos de Estudios Políticos, Año 3, Num.5, inverno de 1996.

12 Sussane Graitus. Op.cit. p.4.

13 Allan R. Brewer-Carias. ¨Los retos de la reforma Constitucional¨. pp. 7 y 8. Disponible en: http://enj.org/portal/biblioteca/principios_fundamentales/derecho_constitucional/25.pdf

14   Véase: Calogero Pizzolo. ¨ Populismo y rupturas constitucionales. Los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador¨.

15 Ibídem, p. 375

16 Ibídem, p 376

17 Véase: Ibídem,  p.377

18 Ibídem, p. 371

19 Ibídem, p. 379

20 Ibídem, p. 382

21   Corte Suprema de Justicia ( Venezuela). Sentencia del 14 de octubre de 1999, expediente N.110. Citado por Calogero Pizzolo en ¨ Populismo y rupturas constitucionales. Los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador¨.

22 Calogero Pizzolo. Op.cit. pp. 383-384.

23 Véase: Alexandra Valencia. Policía rodea Congreso, Correa clama victoria. Disponible en: http://noticias.terra.com/noticias/articulo/html/act761402.htm

24 Calogero Pizzolo. Op.cit. pp. 380 y 381.

25 Véase: CEPAL. Panorama social de América Latina  2008, Pobreza, exclusión social y desigualdad  distributiva. Disponible en: http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/2/34732/PSE2008-SintesisLanzamiento.pdf

26   Michelle M. Taylor-Robinson. ¨Honduras: una mezcla de cambio y continuidad¨.  p.472.

27 Ibídem, p. 484.

28 Ibídem, pp. 473 y 474.

29 Ibídem, p. 482.

30 Véase: Ibídem, p.483

31 Ibídem, p. 487.

32 Véase: ASJ.  Manuel Zelaya ¿Defensor de los pobres? disponible en internet en: Enlace

33 Maite Rico. Periodistas Hondureños en pie de guerra. Disponible enhttp://impreso.elnuevodiario.com.ni/2007/05/26/internacionales/49717

34 Ibídem.

35 Discurso del Presidente Zelaya frente a la Asamblea General de la ONU. 19 de Septiembre de 2006. Disponible en: http://www.un.org/webcast/ga/61/pdfs/honduras-s.pdf

36 Terra/Reuters. Honduras pide en ONU parar ¨infame¨ persecución inmigrantes en EEUU. Disponible en: http://www.terra.com.pr/noticias/articulo/html/act979352.htm

37 Véase: La prensa HN. Decretan emergencia energética en el país. Disponible en : Enlace

38 Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.  (Venezuela). Líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la nación 2007-2013. Septiembre 2007. p.94. Disponible en internet en: Enlace

39 Ibídem, p.7

40 Ibídem, p.94

41 Véase: Agencia ACAN–EFE. Honduras aprueba comprar combustible a Petrocaribe. Disponible en: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/resumen/26245

42 Véase: TeleSUR online. Honduras anuncia incorporación plena al ALBA. Disponible en: http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/30791-NN/honduras-anuncia-incorporacion-plena-al-alba/

43 La primerísima. Honduras gira a la izquierda y ya forma parte del Alba. Disponible en: Enlace

44 Ibídem

45 Ibídem

46 Ibídem

47 Véase: El día. Venezuela garantiza el suministro de petróleo a Honduras por 100 años . Disponible en: Enlace

48 Véase: El Heraldo. Adhesión al ALBA es la "segunda independencia" disponible en: Enlace

49 Centro de Noticias ONU. Honduras considera que el capitalismo devora a los humanos.  Disponible en: Enlace

50 Véase: El Heraldo. Elevan a L.5,500 el salario mínimo en  Honduras. Disponible en: Enlace

51 Véase: El Heraldo. Ministerio de Trabajo inspecciona hoy empresas. Disponible en: Enlace

52 Véase: ASJ.  Manuel Zelaya ¿Defensor de los pobres? disponible en internet en: Enlace

53 Véase: Decreto Ejecutivo PCM 05-2009. Disponible en internet en: Enlace

54   Juzgado de letras contencioso administrativo. Comunicado Judicial. 27 de mayo de 2009. Disponible en internet en: Enlace

55   Juzgado de letras contencioso administrativo. Comunicado Judicial. Sentencia aclaratoria. 29 de mayo de 2009.  Disponible en internet  en: Enlace

56   Decreto Ejecutivo PCM-020-2009. Disponible dentro del Expediente Judicial del caso Manuel  Zelaya. Justicia de Honduras. Disponible en internet en Enlace

57 Véase: El Heraldo. TSE declara ilegal la consulta del gobierno.  Disponible en: Enlace

58 La informacion.com. La corte suprema ordena de Honduras ordena restituir en el cargo al general Vásquez

59 Requerimiento Fiscal contra el Ciudadano Presidente Manuel Zelaya Rosales. Fiscalía General de la Nación. 25 de junio de 2009, en Expediente Judicial Manuel Zelaya, Justicia de Honduras.  Disponible en: Enlace

60 Ibídem.

61 Ibídem.

62 Ibídem.

63 Ibídem.

64 Ibídem.

65 Ibídem.

66   La orden de captura contra Manuel Zelaya girada desde la Corte Suprema hacia Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, puede ser consultada en internet en: Enlace

67 Código Penal de Honduras. Articulo 24 numeral 4.

68 Ibídem.

69 Edmundo Orellana. ¨ Estado de Necesidad¨. Disponible en internet en   Enlace

70 Ibídem.

71 La Tribuna online. Congreso nombra comisión para investigar a ¨Mel¨ Zelaya. Disponible en: Enlace

72 La supuesta carga de renuncia del Presidente Zelaya puede ser consultada en internet en: Enlace

73   Decreto Legislativo No.141-2009. 28 de Junio de 2009. Disponible en Internet en: Enlace

74 Ibídem.

75 Ibídem.

76 Ibídem.

77 Ibídem.

78 Comisión interamericana de derechos humanos, OEA. ¨ Honduras: Derechos Humanos y golpe de Estado¨. p.1.

79 Ibídem.

80 Carta Democrática Interamericana.