Revista Nº45 "INSTITUCIONES Y PROCESOS GUBERNAMENTALES"

UNIVERSIDADES PRIVADAS EN CUBA DURANTE  EL PERÍODO REPUBLICANO (1902 – 1959). LA UNIVERSIDAD DEL NORTE DE ORIENTE.

 

Lic. Lianne Vega Infante

Profesora Instructora 

Centro: Departamento de Historia y Marxismo Leninismo de la Universidad Tecnológica de La Habana " José Antonio Echevarría"

 

Resumen:

El siguiente estudio hace una revelación del proceso de apertura, desarrollo y cierre de las Universidades privadas en Cuba en el periodo republicano y enfatizando en la Universidad del Norte de Oriente en la ciudad de Holguín. Primeramente, se hace un recorrido sobre la historia de la Universidad Católica Santo tomas de Villanueva. A continuación, se realizará una caracterización del proceso de inauguración en 1956 de la Universidad del Norte de Oriente, su desarrollo y cierre. Observándose varios factores que intervienen en ello: económicos, demográficos, humanos, políticos, entre otros.   De este modo se demuestra que aunque la permanencia de esta institución en el entorno educacional del territorio resultó limitada, pues por irregularidades cometidas por su Consejo Docente cerró sus puertas definitivamente en los primeros meses de la Revolución, su creación resultó vital para comprender la relevancia socioeconómica experimentada por la región nororiental en los momentos previos al triunfo revolucionario de 1959.  

Summary:

The following study makes a revelation of the process of opening, development and closure of private universities in Cuba in the Republican period and emphasizing the Universidad del Norte de Oriente in the city of Holguín. First, there is a tour of the history of the Santo Tomas catholic University of Villanueva. Next, a characterization of the process of inauguration in 1956 of the Universidad del Norte de Oriente, its development and closure will be made. Observing several factors that intervene in it: economic, demographic, human, political, among others.   In this way it is shown that although the permanence of this institution in the educational environment of the territory was limited, because due to irregularities committed by its Teaching Council it closed its doors definitively in the first months of the Revolution, its creation proved vital to understanding the socio-economic relevance experienced by the north-eastern region in the moments leading up to the revolutionary triumph of 1959.

INTRODUCCION

El estudio de las problemáticas locales y regionales en las investigaciones históricas que se desarrollan en Cuba, alcanzan cada vez mayor envergadura.

Los organismos, entidades científicas y culturales, y sobre todo las institucionales educacionales, estimulan con vigor la adquisición del conocimiento referido a lo local-regional.

De acuerdo con algunos autores, la región es una porción o unidad de un todo mayor, el cual cuenta con especificidades concretas que le imprimen unidad. Al propio tiempo, una región económica se define a partir del criterio de la comunidad de tareas económicas. Otros convergen con la idea de que la región histórica como concepto, se define sobre la base de la región socioeconómica; o sea, las estructuras económico-sociales son las que explican y sustentan la región o como un resultado de la interacción establecida entre elementos étnicos, religiosos y culturales, al interactuar el hombre con su entorno.

Región histórica y división político-administrativa no representan espacios idénticos; pero la división política puede contribuir a la consolidación de las regiones históricas, o en caso contrario, atomizarlas y debilitarlas si impone moldes económicos y administrativos que se contradigan con la distribución de las tradiciones culturales y el espacio geográfico.

El entorno natural y la posición geográfica, en interacción con las características socioeconómicas y culturales, y las decisiones políticas, contribuyen, aceleran o retardan el desarrollo de un área y determinan los rasgos de las regiones.

El objetivo fundamental de esta investigación es realizar un estudio socio histórico que revele la creación, desarrollo y el cierre de estas universidades al triunfar la revolución.

MI interés por realizar la presente investigación parte de la idea de que la historia de la educación en cualquier punto de la geografía cubana, no puede presentarse sin tener en cuenta, el papel que tienen los hombres en el sector, las condiciones socioeconómicas, las particularidades geográficas, los intereses que se encuentran detrás de ello, etc.

Desde mi punto de vista el tema investigado es de gran importancia e interés. El surgimiento de la Universidad de Santo Tomas de Villanueva  en la Habana y la Universidad del Norte de Oriente en la ciudad de Holguín y enfatizando con más profundidad en esta por todas las situaciones que existieron en dicho centro de estudios que conoceremos en esta investigación, y no dejando de mencionar algunas que fueron creadas antes del triunfo revolucionario.

 En la primera mitad del siglo XX, a mi modo de ver, de acuerdo a la información recopilada en las diferentes fuentes, existió un interés extraordinario para que el Norte de Oriente, contando a Holguín como su centro, asumiera varias instituciones educacionales de carácter provincial, entre las que se encontraron algunas de las arriba mencionadas, destacándose la denominada Universidad del Norte de Oriente, creada oficialmente en 1956, significando su concreción la finalización de un anhelo local y regional que respondiera a los intereses educacionales y culturales de los habitantes de este territorio nororiental.

Con la llegada del siglo XX se produce la instauración de la República y el inicio de la penetración de los Estados Unidos en el ámbito socio-económico.

Con el transcurso del siglo XX la ciudad de Holguín se convierte en el núcleo poblacional de importancia estratégica en el Norte de Oriente. Las autoridades de este municipio van a luchar políticamente; primero a nivel de ayuntamiento, luego mediante el gobierno provincial de Santiago de Cuba, y más tarde en el

Congreso de la República para que Holguín pudiera ser considerado como capital de la séptima provincia de Cuba, contando con instituciones de carácter provincial que valoran esa solicitud.

Dentro de estas instituciones se encontró la Universidad del Norte de Oriente, la cual se estableció en Holguín en 1956 por un decreto presidencial de Fulgencio Batista.

El establecimiento de esta Universidad constituyó un gran logro para una buena parte de la sociedad holguinera. Se libraron grandes luchas para que este centro de altos estudios se inaugurara a finales de la década del 50. Sin embargo, su permanencia en el entorno educacional del territorio resultó limitada, pues por irregularidades cometidas por su Consejo Docente cerró sus puertas definitivamente en los primeros meses de la Revolución mediante la promulgación de la Ley No. 11 de 1959. A pesar de ello, su creación resultó vital para comprender la relevancia socioeconómica experimentada por la región nororiental en los momentos previos al triunfo revolucionario de 1959.

 

 

 

Universidad de Santo Tomás de Villanueva:

Este centro de altos estudios fue fundado en 1946 hasta 1961, por los padres agustinos de la provincia norteamericana de Santo Tomás de Villanueva. La universidad comenzó con 34 alumnos y 22 profesores, durante la década de los ´50 contaba con los siguientes departamentos o escuelas: Filosofía y Letras, Pedagogía, Derecho Civil, Derecho Diplomático, Ciencias Comerciales, Ingeniería Química, Escuela Profesional de Psicología y el Instituto de Artes Domésticas. Contaba además con dos escuelas que seguían el sistema de estudios estadounidenses e impartían su enseñanza en inglés.  Eran éstas la Escuela de Artes, que otorgaba el título de Bachelor of Arts y la Escuela de Ciencias Económicas, que otorgaba el grado de Bachelor of Science in Economics. El 20 de diciembre de 1950 el Congreso de la República de Cuba aprobó la Ley número 15, reconociendo la personalidad jurídica y académica de las universidades y centros de altos estudios privados. Estas universidades de esta índole podían diseñar sus propios planes de estudios los egresados debían someterse al final de sus carreras a un examen profesional ante un tribunal de estado que validaría sus estudios y autorizaría a los aprobados para ejercer sus profesiones. Existía además la Escuela de Verano que otorgaba cursos en español y en inglés, junto a la que funcionaba el Departamento de Estudios Latinoamericanos. El ingreso a cualquiera de estas escuelas no tenía impedimentos discriminatorios en relación con el origen o posición social del estudiante.  Al ser una Universidad Católica, también admitía en su matrícula estudiantes no católicos con tal que cumplieran los requisitos de la Universidad en cuanto a capacidad intelectual, sentido moral y normas disciplinarias. Todos los años otorgaba un buen número de becas a aquellos estudiantes cuya posición económica les impediría de otra manera concurrir a las aulas, no obstante contar para su mantenimiento con las cuotas que pagaban sus alumnos. Desde luego, que la asistencia resultaba obligatoria y los alumnos que aspiraban a obtener un título deberían tener un promedio de aprovechado en los cursos requeridos para dicho título.

En 1958, además de Villanueva existían 9 universidades privadas: Belén, Camagüey, Cienfuegos, De La Salle, José Martí, de Occidente y Masónica, el Norte de Oriente, algunas ya funcionaban, otras estaban a punto de comenzar su labor académica y fueron suspendidas al triunfar la revolución cubana.

Surgimiento de la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba                                                                

Aunque la Universidad de Oriente no fue un centro privado es importante comentar su surgimiento y desarrollo para así poder entender la importancia de la apertura de la Universidad Privada del Norte de Oriente en Holguín en 1956.

 Al inaugurarse la República en 1902, los esfuerzos por crear una universidad oriental tomaron nuevos impulsos. En 1928 el doctor Max Enríquez Ureña volvió a plantear la cuestión universitaria mediante un proyecto de ley, que corrió la misma suerte fallida de los anteriores. Posteriormente, durante los años treinta se inició un movimiento de profesores y profesionales pro Universidad de Oriente, cuyo sentir fue recogido en un Proyecto de Ley presentado a la Cámara por el Representante Mario Abril Dumois en 1938, el cual fue aprobado por ese órgano y que disponía su radicación en la ciudad de Bayamo, pero finalmente el Senado no llegó a someterlo a su consideración. Al amparo del artículo 54 de la Carta Magna de 1940, la más moderna de su tiempo en América, que estipulaba la creación de universidades oficiales y privadas, se crearon dos instituciones como la Comisión Organizadora de la Universidad de Oriente y la Sociedad de Estudios Superiores de Oriente (SESO), que llevaron a cabo nuevas acciones para materializar esa idea.   La Comisión Organizadora elaboró un proyecto de creación de la Universidad en Santiago de Cuba, logrando que el entonces Ministro de Educación, doctor Juan J. Remos, elevara al Presidente de la República, Fulgencio Batista y Zaldívar, un decreto por el cual se autorizaba el funcionamiento de la mencionada Universidad como centro privado, hasta tanto el congreso dictara las leyes complementarias a la Constitución en cuanto a las universidades.  Por su parte, la SESO, luchó denodadamente también por la creación de un Centro de Educación Superior en Oriente, desarrollando previamente una importante labor cultural. El doctor Carlos González Palacios, pedagogo y Secretario de la SESO, ofreció su visión del carácter y propósitos que debía tener la Universidad de Oriente: 

“(….) Queremos crear un núcleo de inquietud e investigación cultural que realice en la provincia aquellas tareas históricas, literarias y científicas, que por su marcado aspecto regional o la distancia de La Habana no han merecido hasta ahora la atención de las grandes figuras capitalinas. No queremos hacer de la Universidad de Oriente (…) un centro burocrático más, sino una Universidad con fines prácticos, que responda a las cuestiones vitales de la provincia. Además de las facultades de Ciencia Filosofía, que es imprescindible crear aquí, se establecerán los cursos y facultades que la necesidad económica de esta región requiere. Escuelas de Minas, de Agricultura, Química y Botánica Aplicadas, etc. Organizaremos cursos especiales para los graduados de la región, Médicos, Abogados, Dentistas, Pedagogos y otros profesionales. Esa es la única manera de que Oriente, distante de La Habana, pueda mantener un ritmo de desarrollo cultural a la altura de la Capital”.   

En 1946 se crea un Comité Gestor de la Universidad de Oriente que contó entre sus miembros a varios integrantes de la SESO  y de la Sociedad de Estudios Baratos de Oriente (SEBO), creada esta última por oposición a cierto carácter elitista de la primera. De este organismo surgió posteriormente la “Sociedad Consejo Directivo de la Universidad de Oriente”, integrada por el doctor Salcines Morlote (Presidente), Perozo Bertrán (Secretario), Molinos Aranda (Tesorero), y Roberto Soto del Rey, Severino Salazar Cruz, Miguel A Gutiérrez Ramírez, como vocales. Para la creación de la Universidad de Oriente no fue suficiente lo estipulado en  la Constitución del 40, pues había que dictar las leyes complementarias que permitieran la implementación de su articulado; sino que en su consecución influyeron otros factores, entre ellos la política. El doctor Cañas Abril ofrece el siguiente testimonio sobre el Dr. Felipe Calcines Morlote, quien al postre, fungiría como el primer Rector de la Universidad de Oriente:  “Salcines era un hombre activo, que poseía una serie de condiciones personales que lo hacía indicado para apoyar un movimiento de esta clase (…) la corrupción política, los métodos legislativos y la arbitrariedad del poder de los politicastros hacían que la presencia de Salcines fuera sumamente útil, no porque fuera político, sino porque tenía muy buenas relaciones con ellos y cierto prestigio, al tono de su tiempo (…) esto permitió que se nucleara un grupo de personas que podía ayudar en esto”.

No puede desconocerse tampoco, la creciente demanda existente en la región oriental, para crear un centro de Educación Superior, determinada por una abundante población juvenil necesitada de realizar estudios superiores y las dificultades que afrontaban muchos de sus familiares para afrontar el costo de los mismos en la Universidad de la Habana, además de ser la provincia más alejada de la capital y la de mayor población.  Otro factor a considerar es el relativo florecimiento que experimentó la economía cubana bajo los gobiernos auténticos, quienes tuvieron en el alcalde santiaguero Luis Casero Guillén un representante genuino en la aplicación de su programa populista, lo cual se revirtió favorablemente en el fomento urbanístico y cultural de la ciudad. Entre sus iniciativas, Casero creó un Consejo de Coordinación Local  “...a fin de facilitar la realización de cuantas mejoras de bien público necesitara la misma” 27 Sin embargo, considero que el factor principal en la fundación de la Universidad de Oriente, fue el esfuerzo mancomunado de las clases, grupos y capas sociales de la población oriental, principalmente del estudiantado de la segunda enseñanza, quienes encabezados por un grupo de hombres pertenecientes a los más variados sectores sociales y económicos interesados en imprimir una dinámica moderna a la región para lo cual abogaban por la creación de una Universidad, habían generado un potente movimiento cultural y científico de carácter libre y docente, encaminado al desarrollo de un grado superior de cultura, así como a la mejor capacitación del elemento intelectual y profesional que radicaba en esta provincia, el cual fue canalizado a través de la labor que realizaban instituciones como el “Ateneo”, la filial de la Institución Hispanoamericana de Cultura, la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente, el Grupo Humboldt, la SESO. La población oriental hizo de la fundación y legalización de Universidad de Oriente un deber patriótico, con la firme convicción de que siendo dicha provincia la cuna de las luchas libertarias, se mantenía relegada y abandonada a su suerte por los gobiernos de turno que concentraban su atención en la capital del país.

La Universidad de Oriente oficial y autónoma por leyes del Congreso de la República, resultó la respuesta cabal, en más de un sentido, a una urgente necesidad de la cultura nacional. Durante más de un siglo, la provincia oriental, en especial Santiago de Cuba su ciudad capital, batalló por la solución de este problema nacional, obstaculizado, las más de las veces, por el criterio monopolizado y, centralista, e indiferente, del régimen colonial. Desde 1726 funcionó en la ciudad de Santiago de Cuba el Seminario de San Basilio el Magno, entidad docente que más tarde alcanzó rango universitario al establecer estudios superiores de Filosofía y Derecho, incorporados a los de la Universidad de La Habana, luego, esos esfuerzos quedaron cancelados por razón de las tres guerras libertadoras del siglo XIX y varias conspiraciones, que tuvieron su eje principal en Oriente. EL 10 de octubre de 1947, se inaugura oficialmente en Santiago de Cuba, la Universidad de Oriente. El 27 de abril de 1948 fue reconocida oficialmente la existencia de esa Universidad, pro acuerdo del Consejo de Ministros de la República. Por resolución fechada 11 de diciembre de 1948 fue reorganizada por el Ministro de Educación y por resolución con fecha 23 de marzo de 1949 fueron promulgados por el Ministerio de Educación, los Estatutos de la Universidad de Oriente elaborados por una Comisión Mixta de Representativos de la Universidad de La Habana y Oriente, previamente designada al efecto por orden del propio Ministerio. La Ley No. 16 del 22 de noviembre de 1949 concede el definitivo estatus oficial y  la dotación económica a la Universidad de Oriente. La Ley No. 13 de diciembre de 1951 reconoce finalmente la plena autonomía de ese centro de altos estudios. Cuatro fueron los aspectos característicos de la naturaleza y misión de la Universidad de Oriente.

En la década de los ´50, la Universidad de Oriente se encontraba organizada en 3 Facultades y 3 Departamentos autónomos, en la siguiente forma: Facultad de Filosofía y Educación (Escuela de Filosofía y Letras, la Escuela de Educación, el Instituto de Idiomas y el Curso Preuniversitario). Facultad de Derecho y Ciencias Comerciales (Escuela de Derecho y Escuela de Ciencias Comerciales).  Facultad de Ciencias e Ingeniería (Escuela de Ingeniería Química, Escuela de Ingeniería Mecánica, Escuela de Ciencias Naturales, Escuela de Ciencias Matemáticas, Físicas y Químicas). Las Escuelas de Ingeniería, Química Industrial e Ingeniería Mecánica, en aquellos momentos eran nuevas en Cuba y crearon una sentida necesidad con vistas de la explotación de potenciales riquezas y el desarrollo industrial del país. Departamento de Educación Física: Este departamento buscaba educar por medios físicos, cubriendo ese aspecto básico de la educación integral de la personalidad humana. Fomentaba la reafirmación de una serie de ideales, el desarrollo de un grupo de actividades, la formación y consolidación de hábitos saludables, la adquisición de una serie de conocimientos, el adiestramiento del mayor número posible de aptitudes y destrezas. Departamento de Actividades Sociales y Publicidad: Promovía el cultivo y mejoramiento de las relaciones humanas y el enriquecimiento de la vida espiritual del estudiante, mediante una serie diseñada a partir de varias experiencias y actividades.  El propósito fundamental de su función era la sistematicidad en la educación ética y cívica del estudiantado. En el aspecto publicitario actuaba como organismo de información permanente de la vida universitaria: reportajes, notas, anuncios, en la prensa radial y escrita; edición del Boletín Oficial de la Universidad en el que aparecían los acuerdos, disposiciones e informes de los diferentes organismos universitarios.   Departamento de Extensión y Relaciones Culturales: Proyectaba la Universidad hacia fuera, de vincularla con el resto de las universidades y centros superiores de cultura y de investigación superiores del mundo. Propiciaba el perfeccionamiento extracurricular del alumnado, a través de cursos especiales, cursillos y las sesiones anuales de la Escuela de Verano.

Entre las proyecciones que tuvo la Universidad de Oriente, desde su misma fundación, se encontraban realizar pronunciamientos sobre asuntos de vital interés para la nación y mantuvo investigaciones económicas y científicas que resultaran de alto interés nacional. La Universidad estimaba como deber suyo el mantenimiento de vínculos culturales y afectivos, permanentemente con sus graduados, y al efecto estaría siempre en contacto con ellos, los invitaría a participar en cursos, seminarios y otras actividades de ampliación de conocimientos, así como se organizarían asociaciones de graduados que, permitirían cultivar esas relaciones entre ellos mismos y la Universidad de Oriente. Esta Universidad era miembro de la Unión de Universidades Latinoamericanas y de la Unión Mundial de Universidades.

Universidad del Norte de Oriente

En la porción nororiental de Cuba, la municipalidad holguinera ha experimentado históricamente ínfulas de ser muy culta. No es casual que a mediados de la década del ’50, en plena dictadura de Batista, aunque contara con algunos centros educacionales, sus habitantes sintieron la necesidad de crear un Centro Universitario, el cual fue finalmente establecido en 1955 como extensión de la Universidad Masónica de La Habana José Martí Pérez.  La Universidad resultó la muestra del interés en la sociedad holguinera de la burguesía desarrollista de la zona, de las entidades locales y de la asociación de estudiantes con el propósito de adjudicarse técnicos para una mayor explotación de los recursos del norte oriental y llevar adelante la obra de la educación en un período muy desafortunado en el respeto a las libertades ciudadanas y con un elevado fervor revolucionario.

El Dr. Pedro Peñaranda Díaz, quien fuera rector de esta Universidad, al abordar los antecedentes de este centro de altos estudios expresó:

“Hace muchos años personas de clara visión hablaban ya de la situación y condiciones excepcionales de Holguín para establecer en esta ciudad un centro tecnológico, y de alta cultura, que respondiera a las específicas necesidades de la Zona. De esas personas de sueño profético si se quiere, me vienen a la memoria dos nombres: el del Sr. Rafael Masferrer y Landa, de una inquietud manifiesta por la valoración de las potencias holguineras, y el del inolvidable profesor que fue del Instituto de Segunda Enseñanza de Holguín hasta su deceso, Dr. Rafael Delgado de la Cruz, a quien rindo en esta oportunidad, en razón de su muerte, el homenaje de gratitud a que estoy obligado como miembro de esta comunidad”. Esta aseveración realizada por el que fuera la principal figura del claustro docente de la institución nororiental en un documento que es una especie de memorias y que afortunadamente aún se conserva, pudiera asumirse como las primeras personalidades de la vida pública en Holguín que vislumbraban la creación en la urbe de una entidad de esta connotación.

Finalmente, el 9 de octubre de 1955 la sociedad holguinera celebró con júbilo un acontecimiento histórico: la apertura del Centro Universitario de Holguín, adscrito a la Universidad Nacional Masónica José Martí Pérez. Se fundaba la primera Universidad en esta región. En el acto celebrado en el Instituto de Segunda Enseñanza participaron el Rector de la Universidad Nacional Masónica “José Martí Pérez”, Dr. José Tomás Oñate y Gómez, y los rectores de los Centros Universitarios de Holguín y de Cienfuegos, los doctores Pedro Peñaranda Díaz y Remigio Álvarez, respectivamente.

Estrella Flavia Fernández García, quien fuera estudiante de esta Universidad. Durante el diálogo, ella nos comentaba lo siguiente acerca de la labor del Patronato y de la identificación de los Holguineros con su centro de educación superior:

Se creó un Patronato que amparaba el funcionamiento de esta Universidad. Existía un cuerpo de profesores muy respetado, a pesar de su posición clasista. Sin embargo, los alumnos que matricularon en ese centro se sentían tan identificados con esa Universidad, por el trabajo tan grande que se pasó por las llamadas Fuerzas Vivas para abrir esa institución.

La Universidad del Norte de Oriente, era una especie de filial o extensión, las relaciones eran bastante fluidas.  Al menos, una vez al año, profesores de esa Universidad José Martí, venían a Holguín a fiscalizar los exámenes y fungían como tribunales en los mismos. Según testimonios de los profesores holguineros, éstos eran evaluados favorablemente por los enviados de La Habana.

De acuerdo a esta aseveración ofrecida por la entrevistada, se puede apreciar el nivel de tutelaje o dependencia extrema que la institución universitaria holguinera tenía hacia su matriz, la Universidad Nacional Masónica José Martí.

Se convocó a seminarios acerca de los planes de estudios en algunas de las carreras de los cursos previstos. Ofertaron, otros estudios como los Cursos de Verano, conferencias de especialistas; añadiéndole a esta lista actividades culturales de otras órdenes (conferencias, teatro, conciertos, cine, arte, exposiciones) que completaban el vasto empeño inicial.

El proceso de apertura de la Universidad holguinera coincide en un período de crear algunas instituciones de estudios superiores por Cuba. Fueron inauguradas con anterioridad las universidades autónomas de Camagüey y Cienfuegos. Para esta última se sancionó en el Congreso junto con la Ley No. 5, en ley aparte las enmiendas que conceden una subvención anual para la asignación de $150 000 para su desenvolvimiento (anexa también a la Universidad José Martí Pérez), así como $250 000 anual para esta Universidad Masónica” y $ 250 000 a la católica de Villanueva. El entusiasmo mostrado por los estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza fue grandioso, de acuerdo a los objetivos fundamentales que se persiguieron con la creación de esta Universidad fueron consolidar el desarrollo cultural de la región y encontrar perfiles propios al desarrollo económico de la misma. La zona ocupaba un lugar destacado en la producción de granos y frutos menores, en la minería, en la ganadería, y en el cultivo de la caña de azúcar

Fueron aprobadas las siguientes carreras: Ingeniería de Minas, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Agronómica, Ciencias Comerciales y Pedagogía. Sin embargo, fue necesario y conveniente dada la experiencia, implantar otras carreras y estudios del gusto popular para sufragar los gastos que requerían ella información aparecida en los medios locales de difusión.

Para ingresar en este Centro Universitario era necesario poseer el título de bachiller, maestro normalista, el de contador de las Escuelas Profesionales de Comercio o el ingreso obtenido en otras universidades oficiales. Los alumnos de bachiller y facultades que ingresaban mediante títulos tenían que someterse a pruebas y justificar que poseían la preparación.

Entre estas carreras se encontraban especialidades de corte humanístico como Filosofía y Letras, además de Educación Física y Deportes. La Universidad funcionó durante dos cursos: 1955-1956 y 1956-1957 (primero como Extensión Universitaria y luego Universidad del Norte de Oriente). El centro comenzó dependiendo económicamente de una matrícula muy reducida (disfrutando muchos, de los beneficios de la dispensa del pago en razón de su pobreza). Era una tarea ambiciosa y muy difícil para su primer curso escolar iniciado en enero de 1956.

Así se beneficiaba toda la masa estudiantil del Norte de Oriente. Comenzó así No obstante, el 18 de junio de 1956, en la Gaceta Oficial de Cuba, se promulgó por el Presidente de la República, Fulgencio Batista y Zaldívar contando con la anuencia del Congreso, la Ley Nro. 5, en la que quedó constituida con carácter oficial y autónomo, una Universidad con sede en la ciudad de Holguín. Como forma de evaluación se implementaron trabajos y los exámenes finales. Se había implementado una biblioteca para la consulta de la bibliografía. Sus textos fueron donados por personalidades e instituciones. Sobre este particular, Estrella Flavia Fernández afirmó en la entrevista realizada comentaba que las familias más ricas del territorio compraban los libros en La Habana y luego lo repartían, los estudiantes realizaban resumes de estos que eran más caros.

A pesar del despliegue de buenas intenciones: incremento del desarrollo cultural y económico de la zona, el desprendimiento de sus profesores, hubo algunos obstáculos para el mejor desempeño de la institución. La propia particularidad en la convocatoria desde el ingreso de permitir a estudiantes continuantes de otras universidades presentar certificaciones de notas para culminar sus estudios en esta institución facilitó afrentas por un grupo de personeros del régimen.

En un solo curso académico justificaron por la secretaría General certificaciones por 46 asignaturas aprobadas. Sólo le quedarían dos para poder alcanzar el título de doctor en Ciencias Políticas y Sociales que normalmente llevaría ocho cursos académicos, según la época. Todos los documentos fueron legalmente avalados por el Rector de la misma, el ingeniero Ramiro Oñate y Gómez (quien sustituyó en el cargo a su hermano después de su muerte). A su vez estuvieron respaldados por los sellos del Timbre Nacional, el Palacio de Justicia y del Seguro de Abogado. Ante una pretensión tan absurda los funcionarios de la Universidad del Norte de Holguín durante tres meses agotaron todos los medios disponibles para hacerlos desistir de su empeño ilegal, a lo que dichas personalidades respondieron con amenazas, coacciones, llegando incluso a fijar términos para que se cumplieran sus aspiraciones. Para atenuar la peligrosidad de esta situación en la vida de muchas personas, el Rector de la Universidad tomó la decisión de salir al exilio con su familia, denunciando primero a la opinión pública la amenaza que pesaba sobre el centro y sus funcionarios.

Bajo este influjo de irregularidades, se produce el lógico cierre de la institución, pero quedan latentes las aspiraciones de una futura apertura por estudiantes y parte del profesorado honesto y amantes del magisterio verdadero. Al margen de este elemento, el Consejo Universitario había acordado en sesión extraordinaria el 13 de enero del ´58 aplazar las actividades docentes mientras persistan las razones que determinaron dicho acuerdo, entre ellas, un completamiento y preparación del claustro para la apertura simultánea de varias carreras coincidiendo oportunamente con el cierre.

 Al triunfar la Revolución, se estableció el Gobierno Revolucionario, dirigido por el Dr. Manuel Urrutia Lleó, aplicándose leyes y medidas tales como la Ley Nro. 11 del 14 de enero de 1959, en la que dejaba sin valor los títulos académicos de las universidades creadas durante el gobierno de Fulgencio Batista. De esta manera quedó extinguida la Universidad del Norte de Oriente “José Martí Pérez”

“Ley Nro. 11:

Artículo 1: Quedan por la presente sin ningún valor ni eficacia todos los títulos académicos, habilitadores para el ejercicio profesional u otros, según corresponda en cada caso, y que hayan sido expedidos por el Estado, con carácter oficial, previos los ejercicios realizados por ante los Tribunales del Estado, a partir del 30 de noviembre de 1956 hasta esta fecha, quedando asimismo inhabilitados desde esta fecha para dicho ejercicio profesional los que  o hayan obtenido, así como para cualquier otra actividad que los requiera. Tampoco serán eficaces para verificar pruebas ante Tribunales de Estado las calificaciones o notas obtenidas en Universidades Privadas con posterioridad al 30 de noviembre de 1956.

Artículo 2: Quedan totalmente extinguidas las Universidades Oficiales u oficializadas existentes en la actualidad, con excepción de la Universidad de La Habana, la Universidad “Marta Abreu” de Las Villas y la Universidad de Oriente, quedando sin ningún valor ni eficacia, los títulos, certificados, exámenes, notas o comprobantes de estudios de todas clases, así como los diplomas o grados, que hayan expedido las Universidades que por el presente se extinguen, en cualquier momento y a favor de cualquier persona. Quedan asimismo sin valor ni eficacia los nombramientos de profesores, personal administrativo y subalterno, y cuantas más personas aparezcan o figuren como prestando servicios en dichas Universidades, sin que por ningún concepto se les abonen sueldo, emolumentos, dietas ni retribución de ningún género; facultándose al Ministro de Educación para emplear libremente con fines educacionales las partidas correspondientes de los Presupuestos Nacionales.

Artículo 3: Por el Ministerio de Educación, el Tribunal Supremo de Justicia y los Colegios Profesionales respectivos, se procederá a cancelar las inscripciones realizadas a base de tales títulos, quedando sin valor ni eficacia alguna la condición de profesional de las personas así inscriptas.

Artículo 4: Los Tribunales del Estado, de todas clases, y para cualquier profesión o actividad, creados al amparo de la legislación anterior, quedan disueltos y sin valor ni eficacia alguna la condición de profesional de las personas así inscriptas” 

Una vez cerrada oficialmente, los funcionarios de la Universidad de Oriente en un acto público acusaron a Peñaranda de haber regalado el título de Doctor en Derecho, y aspirante a los títulos en Ciencias Sociales y Derecho Público, Licenciado en Derecho Administrativo, Contador Público y Licenciado en Derecho Diplomático y Consular a Rafael Díaz Balart y Gutiérrez. Afloraron las viejas rencillas entre las zonas norte y sur por las posiciones segregacionistas y por supuesto en la creación de una Universidad.

El Comité de Estudiantes de la Universidad del Norte de Oriente, no concebía la idea de que el Centro de Altos Estudios por el que tanto lucharon los holguineros años atrás fuera cerrado por las irregularidades cometidas durante el proceso docente. La importancia económica y cultural que experimentaba la región nororiental, teniendo a Holguín como epicentro, resultaba un hecho favorable para el mantenimiento de la Universidad. Y es que la prensa holguinera, en los primeros meses de 1959, se hace eco de las conversaciones.

Como puede apreciarse en la información arriba consignada, los estudiantes de esta Universidad esgrimían en su reclamación, prácticamente las mismas razones que en su momento algunos elementos importantes de la vida política de la región expusieron en las altas instancias de la República para alcanzar la apertura definitiva de la Universidad. Es decir, existía un criterio homogéneo en diferentes sectores de la sociedad, sobre el peso considerable que todos los términos municipales de la región tenían, y el hecho de que este centro de estudios superiores continuara, propiciaría sin dudas, un crecimiento cultural y educacional en el Norte de Oriente. En este propio acto auspiciado por el Comité de Estudiantes Pro-Universidad el Norte de Oriente, de acuerdo a la información aportada por Norte, resultaron elocuentes las palabras de la Doctora Ana Margarita Agujera Ripoll, integrante del Cuerpo Docente de esta Universidad. Nótese su elevada convicción sobre la continuidad de esta institución educacional:

“(…) Hemos querido en esta nota recoger especialmente las manifestaciones de la alumna Ana Margarita Aguilera Ripoll que valientemente hubo de señalar que, a los hombres y mujeres, que a los estudiantes de todo el Norte de Oriente le había llamado poderosamente la atención la Ley No.11, que de un plumazo y sin escuchar a nadie había terminado con nuestra Universidad, mientras que, en La Habana, que vivió de espaldas a la grave tragedia nacional mantiene seis universidades. Y más grave aún agrega Ana Margarita se suprime la Universidad José Martí, centro de los escándalos más grandes que recuerda la historia de la docencia cubana, donde se vendían notas, donde si se hacían abogados y médicos en una semana. Estas son cosas que no podemos explicarnos. Sin el fondo de esta medida pudiera haber algún regionalismo mal entendido y digo mal entendido porque lo que afecte a una parte de Oriente debe ser preocupación de todas las municipalidades que integran la provincia. Queremos recordarles a todos para que interés personalista y de grupito no se les haga olvidar que es la nuestra, la Universidad del Norte de Oriente, y que el Norte de Oriente se inicia en Sagua de Tánamo, ciudad mártir, en el Norte está Levisa, y en el norte está Mayarí, y en el norte está Báguanos, y Cueto, ciudades bombardeadas por la dictadura. Que en el norte de Oriente, Sosa quemó cientos de casas y que la relación de nuestros héroes es grande y que la relación de nuestros mártires es gloriosamente grande también (…)”

Finalmente, la información aparecida en el periódico Norte del 27 de enero de 1959, refiriéndose a la problemática del cierre de la Universidad precisó lo siguiente:

“(…) La Asamblea tomó importantes acuerdos que tienen como fundamento básico la defensa de la Universidad de 800 mil orientales. Ellos están trabajando, quieren ser oídos. No se explican como un gobierno revolucionario, justo, generoso, surgido de la más noble lucha combinada del pueblo puede haber tomado una medida que afecte a 800 mil habitantes del Norte de Oriente, sin siquiera haberlos escuchado (…)”. 54

La preocupación y dudas sembradas en estudiantes y profesores de la Universidad del Norte de Oriente, lógicamente resulta razonable. Pudieran ellos razonar que no eran culpables por las irregularidades y fraudes cometidos dolorosamente por algunas importantes personalidades vinculadas de manera directa con el Cuerpo Rector.

Consideraban que tan sólo era necesario, depurar el cuerpo profesoral, y no extinguir la institución. Los estudiantes de la Universidad, no resultaron los únicos elementos preocupados con la clausura de ésta. Otras asociaciones cívicas como el Club de Leones, mostraron preocupación por la aplicación de la Ley No. 11 de 1959 y el apoyo a los alumnos nororientales.

Así, la prensa de aquellos primeros y convulsos momentos del año 1959, aborda también la participación del Club de Leones:

“El Club de Leones de La Habana y la Universidad de Holguín. Hablaron Peñaranda y el alumno Fidel González (importante reunión) Propiciada por el Club de Leones de La Habana se efectuó en el salón Cahotel Havanna Hilton, una mesa redonda en las que estuvieron representadas todas las universidades y los graduados y alumnos, que fue televisada por el Canal 12, debatiéndose la discutida la Ley No. 11 de 1959.

Como Rector de la Universidad del Norte de Oriente, habló el Doctor Pedro Peñaranda, quien aclaró convenientemente como fueron expedidos bajo la coacción de los títulos de algunos coroneles del régimen caído, mostrando copias fotostáticas demostrativas de que las asignaturas aprobadas por los mismos procedían de otra institución que no de nuestra Universidad. Por los alumnos y graduados de esta Universidad consumió un turno al líder de la Escuela de Derecho de Holguín, Sr. Fidel González Álvarez, el que destacó con razonamientos y hechos irrebatibles, la injusta y festinada Ley 11, señalando los defectos jurídicos de que adolece. Asimismo, el compañero Sr. González Álvarez solicitando la cooperación de los Leones habaneros señaló razones de índole económica, política-sociales y geográficas que aconsejan la permanencia de la Universidad del Norte de Oriente.

Después de esta comparecencia de dichos amigos, en esa mesa redonda sobre la Ley 11, se ha observado un alentador estado de opinión y favorable a la restitución de ese centro de cultura que en justicia corresponde a nuestra extensa y rica zona

El conflicto por el cierre de la Universidad, alcanzó su mayor nivel de confrontación cuando el Ministro de Educación Doctor Armando Hart Dávalos, designó un delegado personal para que recogiera los archivos en las Oficinas de la Universidad del Norte de Oriente, y luego trasladarlos a Santiago de Cuba, para ser revisados por un grupo de profesores de la Universidad de Oriente, y aclarar todo lo relacionado con el fraude cometido por el Cuerpo Rector de la institución holguinera. A raíz de este acontecimiento, nuevamente los alumnos de ésta muestran su inconformidad cuando deciden tomar las Oficinas universitarias:

El conflicto universitario. Tomadas por los Alumnos las Oficinas de la Universidad del Norte de Oriente. Pretenden hacernos un despojo inocuo – dice la Doctora Ana Margarita Aguilera Ripoll.

Como informamos en nuestra edición anterior el jueves en horas de la noche un grupo de alumnos de la Universidad del Norte de Oriente, tomó las oficinas de ese centro docente (…)

(…) Todo este mobiliario- nos señaló la Doctora Ana Margarita Aguilera Ripoll fue adquirido por los fondos recaudados por la Universidad por motivo de la matrícula de los estudiantes, la cual ascendía a 90 pesos anuales, en ninguna oportunidad el Estado contribuyó en forma alguna”.

Acentuando el énfasis de sus declaraciones ante un numeroso grupo de alumnos, la Doctora Aguilera nos afirma: “Hemos solicitado del gobierno revolucionario el ciudadano Doctor Urrutia Lleó y del Ministro de Educación, una revisión para depurar responsabilidades, caiga quien caiga, jamás permitiremos que este despojo inocuo que pretenden hacernos, pues mantendremos nuestra decidida actitud, defendiéndola se así fuera necesario con nuestras propias vidas.

El reporte sobre esta noticia concluye así:

“(…) Acompañados de los miembros del Ejército Revolucionario que mantienen una posta fija en el local, dejamos a los estudiantes universitarios que están en pie de lucha por el rescate de nuestro máximo centro de enseñanza, para cuya creación y sostenimiento han batallado a brazo partido a nombre de todos los pueblos y ciudades de la costa norte de Oriente que tiene aproximadamente un millón de habitantes y que reclama con todas sus fuerzas el mantenimiento de su universidad”.

En un memorando que los estudiantes de la entidad nororiental elaboran para ser entregado al Comandante Fidel Castro Ruz, se argumenta la posición firme del estudiantado para mantener la Universidad, aunque se reconoce que se procedería a la depuración de los elementos distorsionadores del orden y disciplina en esa institución. (Ver: Anexo #12).

En la noche del 26 de febrero de 1959, en la primera visita realizada al pueblo holguinero después de triunfada la Revolución, Fidel Castro Ruz, desde los balcones de La Periquera expresó:

“Yo les expliqué anoche a los representativos de las instituciones cívicas, que el problema más complicado en este momento, el único problema que yo no podía resolver de inmediato, porque había mucha pasión, porque era necesario calmar los ánimos primeramente, era el problema de la Universidad, yo les expliqué que era en este momento el problema más complicado (...) Pero, que de inmediato, era uno de los problemas que costaba más trabajo resolver, por el grado de adversión y por el grado de apasionamiento que se había suscitado alrededor de esta cuestión de las universidades, por culpa de las canalladas y por culpa de las cosas que habían ocurrido mediante la presión de los criminales de guerra, que vinieron aquí a graduarse por la fuerza de doctores en derecho (...)

Siempre hay un culpable por cobardía o por complicidad con la tiranía, y esa culpabilidad es la que se hace necesario depurar, el pueblo de Holguín, la juventud y los estudiantes deben saber que para toda medida justa, que para toda medida útil, para toda medida beneficiosa al pueblo de Holguín y al pueblo de Cuba, siempre podrán contar con nosotros (...)

El Norte de Oriente, su población, sus instituciones, sus estudiantes no perdieron las esperanzas, sino que confiaron en el gobierno revolucionario y en las medidas justas que resolverían con alturas sus problemas universitarios.

Quiero concluir con las valoraciones realizadas por la ex estudiante Estrella Flavia Fernández García sobre la impronta dejada por el incipiente paso por este centro de estudios superiores:

“(...) La mayoría de los que estudiamos en esa institución nos sentimos muy orgullosos. El conocimiento adquirido allí nos sirvió de mucho para trabajar luego en centros educacionales posterior a 1959. Sí te puedo asegurar, que la experiencia de esta Universidad, resultó vital para el establecimiento del Instituto Técnico de Holguín a partir de 1973, consolidado después, a partir de 1976 con la nueva división político-administrativa, donde Holguín, esta vez con 14 municipios se convirtió oficialmente en una de las provincias más importantes económica y culturalmente de Cuba”.

 

CONCLUSIONES:

La elaboración de la presente investigación en la que se utilizaron, preferentemente fuentes primarias en archivos y bibliotecas, además de las entrevistas en profundidad y otras fuentes secundarias, arrojaron las siguientes conclusiones:

1. El crecimiento económico y demográfico de la porción nororiental de Cuba, presentando a Holguín como su núcleo central, favoreció la aparición de importantes instituciones de carácter provincial entre las décadas del 40 y 50 del siglo XX, entre las que se encontraba la Universidad del Norte de Oriente, creada oficialmente en 1956.

2. El establecimiento de la Universidad del Norte de Oriente tuvo el apoyo ferviente de las asociaciones holguineras, reflejado en debates en el seno del ayuntamiento, demandas en el Congreso de la República, propaganda en los medios de difusión locales, entre otros hechos.

3. El efímero desarrollo que experimentó la Universidad nororiental reflejó las necesidades educacionales del territorio, sobre la base de una economía agrícola preferentemente azucarera y minera, donde se integraban intereses de familias representantes de la burguesía regional con los de las compañías estadounidenses.

4. Desafortunadamente, limitaciones económicas, la excesiva dependencia de la Universidad Nacional José Martí con sede en La Habana, y la emisión de títulos de manera fraudulenta a personeros del régimen batistiano, condujeron a la extinción de este centro de altos estudios en 1959, aunque ya desde el año 1958 el proceso docente estuvo detenido por las irregularidades ocurridas en esta institución.

5. Los estudiantes de la Universidad, a pesar del conocimiento de los infortunios cometidos, nunca cesaron en su empeño de mantener vigente la institución y desarrollaron una lucha considerable para no extinguirla, demostrando un alto sentido de pertenencia hacia esa institución.

6. La experiencia del proyecto de la Universidad del Norte de Oriente resultó un antecedente vital para que a inicios de la década del `70, Holguín asumiera su primera institución universitaria después del triunfo de la Revolución.

 

BIBLIOGRAFIA

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4. Censo de la República de Cuba 1919, Habana, Maza, Arroyo y Caso, S. En C., Impresores, 1920.

5. Cuba de la Cruz, Armando: Latidos de Revolución, Holguín, Ediciones Holguín, 2003.

6. Holguín 1898-1920: de la Colonia a la República, Holguín, Ediciones Holguín, 2006.

7. Duharte, Annia: Memorias de la Universidad del Norte de Oriente (monografía digital inédita).

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9. García Castañeda, José Agustín: La municipalidad holguinera; comentario histórico 1898-1955, Holguín, Imprenta Hermanos Legrá, 1955.

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15.       Pérez Concepción, Hiram: Fidel en Holguín, La Habana, Editora Política, 1984.

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17.       Prieto Rozos, Alberto: Ideología, economía y política en América Latina; Siglos XIX y XX, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2005.

18.       Rodríguez Ochoa, Yoel: Guía general de los fondos y colecciones del Archivo Histórico Provincial de Holguín, Holguín, Ediciones Holguín, 2008.

19.       Holguín, capital del Norte de Oriente (material digital inédito).

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21.       Vega Suñol, José: Región e identidad, Holguín, Ediciones Holguín, 2002.

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24.       Teoría y método en historia regional cubana, Santa Clara, Ediciones Capiro, 1994.

 

FUENTES DOCUMENTALES:

1.    Archivo Histórico Provincial de Holguín (A.H.P.H). Fondo: Gobierno Municipal de Holguín. Ayuntamiento 1899-1958

2. Archivo del Museo Provincial de Historia La Periquera (A.M.P.H). Fondo: Ayuntamiento (1899-1975)

3. Biblioteca Pública Alex Urquiola. Fondo Raro y Valioso. Norte (1956-1959)

Publicaciones periódicas:

Adelante (1945-1948)

El Eco de Holguín (1902-1910)

Diario de Holguín (1940-1958)

La Doctrina (1947, 1949)

El Holguinero (1932)

Holguín Ilustrado (1905)

El Heraldo de Holguín (1942-1949)